Está en la página 1de 1

Obra: Dear Evan Hansen

Autor: Steven Levenson, Benj Pasek (Versión de Julián Izquierdo Ayala)

EVAN:

Querido, Evan Hansen


Hoy va a ser un gran día. ¿Sabes por qué? Porque hoy lo único que tienes que hacer es ser tú mismo.
Pero también, alguien con confianza. Eso es importante e interesante. Alguien con quien sea fácil
hablar. Alguien accesible pero sobretodo… se tú mismo. Eso es lo más importante: se fiel a ti mismo.

No te preocupes por el hecho de que tus manos van a comenzar a sudar sin ninguna razón. No vas
a poder pararlo, hagas lo que hagas. No te van a sudar, no entiendo ni siquiera por qué lo estás
sacando a colación. No va a pasar. Lo único que tienes que hacer es ser tú mismo. Igualmente, no
voy a pensar en eso. Seguro va a ser como aquella vez que tuviste el chance de presentarte con Zoe
Murphy en el concierto de Jazz del año pasado, cuando esperaste afuera por mucho solo para decirle
lo lindo que toca y pretender ser súper casual como si ni siquiera supieras su nombre. Como si ella
se fuera a presentar y tú dijeras algo como: “Disculpa, lo siento no te escuché, Chloe. ¿Tú nombres
es Chloe?” y ella dijera algo como: “No, es Zoe. Dije Zoe” y tú dijeras algo como: “Claro, claro… es
que estoy muy ocupado haciendo… cosas… en este momento. Eso es lo que pasa”.
Claro, pero terminaste no diciéndole nada porque estabas asustado y tus manos estaban sudorosas.
Lo peor es que no estaban sudando tanto hasta que empezaste a pensar en que las manos te iban a
sudar. Así que pusiste la manos en el secador del baño pero igual estaban sudadas, siempre están
sudadas… nunca paran de sudar… siempre es sudor… siempre… siempre

Silencio

¿Alguna vez han sentido que nadie está ahí? O… ¿alguna vez sea han sentido olvidados? ¿En el
medio de la nada? No les ha pasado que quisieran simplemente desaparecer. Que pareciera que la
gente te pasa por el frente sin siquiera verte o que te hablan pero realmente no te hablan. Como si no
fueras nadie. Como si estuvieras a punto de caer y supieras que nadie lo oiría. Como si estuvieras…
solo (Silencio) ¿Saben? Cuando vi a Connor allí, justamente ese fue el regalo: mostrarme que no
estoy solo. Mostrarme que importo.

Todos importamos. Ese fue el regalo que les dio a todos. Ojalá… ojalá yo le hubiera dado lo mismo.
Pero ya… hay que alejar la soledad. Quizás hay alguna razón para creer que vas a estar bien. Porque
cuando no te sientas lo suficientemente fuerte para seguir… simplemente tienes que extender tu
mano. Alguien va a venir. Siempre alguien viene. Eso se llama casa. Porque incluso cuando sientas
que todo se va a caer, cuando necesites a alguien y cuando estás tan roto que no puedes ni moverte…
alguien te va a encontrar. Solo estira tu mano que alguien la va a tomar. No importa cuando sudada
esté… alguien la va a tomar.

Grupo de Promoción Cultural Fábula

También podría gustarte