Está en la página 1de 13

El Poder Judicial

Por: Mariano Heller y Federico Diz

I.- Abstract. II.a.- Concepto. II.b Independencia del Poder judicial- II.b.i.-
Inamovilidad. II.b.ii.-Intangibilidad de las remuneraciones. III.- Estructura.
Artículos 108, 114 y 115 de la Constitución Nacional. IV.- Corte Suprema. IV.a.-
Composición. IV.b.- Requisitos. IV.c.- Designación. IV.d.- Juramento y
Presidencia IV.d.- Remoción. IV.e.- Competencia originaria. V.- Tribunales
Inferiores. V.a.- Requisitos. V.b.- Designación. V.c.- Remoción. VI.- Atribuciones
del Poder Judicial. VII.- Consejo de la Magistratur. VII.a.- Concepto. VII.b.-
Atribuciones. VII.c.-Composición, duración y requisitos. VIII.- Jurado de
Enjuiciamiento. VIII.a.-Concepto y origen. VIII.b- Composición y duración. VIII.c.-
Procedimiento de remoción de los jueces de tribunales inferiores. IX.-Ministerio
Público Fiscal. IX.a.- Composición y Estructura. IX.b.-Atribuciones IX.c.-
Designación y remoción. X.- Las particularidades de la Ciudad de Buenos Aires
en materia de jurisdicción.

I.- Abstract.

El presente capítulo abordará el análisis de las particularidades del Poder Judicial


como garante del cumplimiento de la Constitución Nacional y las leyes en el marco de
nuestro sistema republicano de gobierno. Se analizará la lógica contra mayoritaria de
su composición y la imperiosa necesidad de su independencia para un correcto y
armonioso funcionamiento de las instituciones democráticas.

Abarcaremos el estudio de las composiciones de la Corte Suprema, el Consejo de la


Magistratura de la Nación y el Ministerio Público y procesos de designación y
selección tanto de magistrados como de consejeros de la Magistratura. Asimismo
analizaremos las formas de remoción de los los mismos en las distintas instancias por
intermedio de los procedimientos de juicio político o jurado de enjuiciamiento según el
caso.

Discutiremos brevemente la jurisdicción originaria de la Corte Suprema de Justicia de


la Nación y las particularidades del Ministerio Público en cuanto a su autonomía y
autarquía.

Por último haremos alusión a las particularidades que se dan en la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires en materia jurisdiccional.

II.a.- Concepto. II.b Independencia del Poder judicial- II.b.i.- Inamovilidad.


II.b.ii.-Intangibilidad de las remuneraciones.

El Poder Judicial, en el marco del sistema republicano de división de poderes en el


que vivimos, es el que se encarga de administrar justicia y por ende resolver conflictos
entre particulares y entre el estado y las personas aplicando e interpretando las
normas jurídicas emanadas de los órganos pertinentes del estado.

Bajo esta lógica de división de poderes que surge del artículo 1ero de nuestra
Constitución Nacional resulta fundamental que el Poder Judicial mantenga su
independencia respecto de los poderes ejecutivos y legislativos. Es claro que los
jueces tienen, y está bien que así sea, sus propias ideologías y pensamientos pero el
principio de independencia requiere que a la hora de resolver conflictos sus decisiones
estén basadas en lo que dicen las normas y que puedan ser tomadas sin
interferencias ni presiones por parte del poder político o de cualquier otro tipo de
influencias.

Justamente para mantener esa independencia uno de los principios fundamentales


que rige al Poder Judicial es el de inamovilidad. Esto significa que los magistrados se
mantienen en sus cargos mientras dure su buena conducta y sin depender de la
voluntad de los órganos políticos que hayan participado en su proceso de designación.
De esta manera solo pueden ser removidos por los métodos constitucionales vigentes
(juicio político para jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y jurado de
enjuiciamiento en el caso de los jueces de tribunales inferiores) en caso que cometan
delitos o incurran en mal desempeño en sus funciones.

Asimismo, el principio de intangibilidad de las remuneraciones de los magistrados


también tiene sustento en la idea de garantizar la independencia del Poder Judicial. En
este sentido, el mismo expresa que no pueden ser alteradas las remuneraciones de
los jueces con el objeto de ejercer presión sobre los mismos sobre cuestiones que
afecten los salarios.

A pesar de ser principios constitucionales sobre los que prácticamente no hay


discusión en la doctrina, todos los principios mencionados han sido objeto de ataques
en innumerables ocasiones en la Argentina. Es por eso que deben ser especialmente
resguardados para que el país pueda contar con un Poder Judicial que garantice
plenamente la vigencia del estado de derecho.

III.- Estructura. Artículos 108, 114 y 115 de la Constitución Nacional

El Poder Judicial de la Nación es uno de los tres poderes de la República Argentina,


se encuentra regulado en la sección tercera de la segunda parte de la Constitución de
la Nación Argentina y está compuesto por:

● La Corte Suprema de Justicia de la Nación


● Tribunales inferiores
● Consejo de la Magistratura
● Jurado de Enjuiciamiento

En este aspecto, corresponde hacer referencia al artículo 108 de la Constitución


Nacional el cual establece que ​“El Poder Judicial de la Nación será ejercido por una
Corte Suprema de Justicia, y por los demás tribunales inferiores que el Congreso
estableciere en el territorio de la Nación”​ . Este artículo sólo hace referencia a la
Justicia Federal, no a la Justicia ordinaria que ejerce sus funciones a través de los
órganos judiciales que cada provincia debe crear y organizar. De dicho artículo se
desprende que la Justicia Federal está compuesta por:

● La Corte Suprema de Justicia de la Nación


● Todos los Tribunales inferiores (Juzgados Federales de primera
instancia y las Cámaras Federales de Apelación), los que son creados
y establecidos por el Congreso de la Nación.

A su vez, en el artículo 114 se encontrará regulado el Consejo de la Magistratura, el


cual es un órgano colegiado, fue creado en 1994 y posee diversas funciones, siendo
las principales la de seleccionar a los magistrados, Decidir la apertura del
procedimiento de remoción de magistrados y administrar el Poder Judicial.

Por último, encontraremos al Jurado de enjuiciamiento que es un órgano integrado por


legisladores, magistrados y abogados de la matrícula federal cuya función será la de
juzgar a los/as jueces y juezas de los tribunales inferiores de la Nación.

IV.- Corte Suprema. IV.a.- Composición. IV.b.- Requisitos. IV.c.- Designación.


IV.d.- Juramento y Presidencia IV.d.- Remoción. IV.e.- Competencia originaria

La Corte Suprema de Justicia de la Nación es el más alto tribunal del país, el órgano
máximo del Poder Judicial y su misión consiste en asegurar la supremacía de la
Constitución, ser su intérprete final, custodiar los derechos y garantías en ella
enunciados y participar en el gobierno de la República.

La supremacía surge del Artículo 108 de la Constitución, quien califica a la Corte como
“suprema”, lo que significa que sus decisiones no admiten recurso y que sus
sentencias son definitivas.

Por otra parte, es un órgano con rango constitucional ya que es el único creado por la
Constitución como parte del Poder Judicial de la Nación y su regulación se encuentra
en la sección tercera de la segunda parte de la ​Constitución de la Nación Argentina​.

IV.a.- Composición

En la ley máxima no se ha fijado la cantidad de integrantes que este órgano debe


tener. En consecuencia, dicha cuestión quedó a criterio del Poder Legislativo y para
saber cuántos miembros componen el Tribunal hace falta remitirse a las normas
inferiores.

El número de integrantes ha ido variando a lo largo de la historia. En sus orígenes, la


Constitución Nacional de 1853 disponía que el Poder Judicial de la Nación fuera
ejercido por una Corte Suprema compuesta por nueve jueces y dos fiscales.
Posteriormente, la reforma de 1860 suprimió lo referente a la cantidad de jueces
dejando que el Congreso fijara el número de integrantes. En 1862 se determinó que la
integración sería por cinco miembros y un procurador general. En 1960, se volvió a
modificar el número elevándolo a 7 y en 1966 se redujo a 5, integración que se
mantuvo hasta 1990, cuando se elevó el número a 9. Finalmente, en 2006 (mediante
la Ley 26.183) se dispuso que el número volviera a ser de 5.

IV.b.- Requisitos

Los requisitos para ser miembro de la Corte Suprema se desprenden de los artículos
111 y 55 de la Constitución Nacional y del Decreto 222/03.

El primero de ellos establece que es necesario:

1. Ser abogado de la Nación


2. Haber ejercido la profesión durante 8 años
3. Reunir los mismos requisitos que para ser Senador

Respecto a este último, el artículo 55 establece que para ser senador se requerirá:

● Tener 30 años de edad


● Ser argentino (nativo o naturalizado)
● Tener 6 años de ciudadanía en ejercicio

Cabe señalar que los otro dos requisitos establecidos en el artículo, esto es ​“ser
natural de la provincia que lo elija, o con dos años de residencia inmediata en ella” y
“disfrutar de una renta anual de dos mil pesos fuertes o de una entrada equivalente”,​
no son aplicables a los integrantes de la Corte debido a que respecto del primero, no
se eligen por distritos y respecto del último nunca se aplicó, ni siquiera a los/as
senadores/as.

Por último, el Decreto 222/03 estableció en su artículo 2 que al momento de efectuar


las propuestas de los jueces se debe considerar el “​buen nombre y honor de los
propuestos, la correcta valoración de sus aptitudes morales, su idoneidad técnica y
jurídica, su trayectoria y su compromiso con la defensa de los derechos humanos y los
valores democráticos​”. A su vez, se debe tener en cuenta al momento de la elección
que se refleje en la composición de la Corte, la diversidad de género, la especialidad y
la procedencia regional en el marco del ideal de representación de un país federal
(conf. Art. 3). Asimismo, de la norma se desprende que el/la postulante debe presentar
una declaración jurada de sus bienes y faculta a todos los/as ciudadanos/as, las
organizaciones no gubernamentales, asociaciones profesionales, entidades
académicas y de derechos humanos, que presenten observaciones respecto de los/as
candidatos/as.

IV.c.- Designación

El inciso 4 del Artículo 99 regula la designación de los miembros de la Corte Suprema


de Justicia de la Nación. Dicho artículo establece que el/la Presidente/a de la Nación
es quien se encuentra facultado para efectuar la propuesta de nombramiento de los/as
integrantes. Dicha propuesta requerirá, a su vez, un acuerdo por parte del Senado,
quien deberá aceptarla con dos tercios de sus miembros presentes, en sesión pública
convocada al efecto.

IV.d.- Juramento y Presidencia

El artículo 112 de la Constitución establece la forma en la cual los/as integrantes de la


Corte Suprema prestarán juramento. Al respecto señala que en la primera instalación
de la Corte, prestarán juramento ante el/la Presidente/a de la Nación y posteriormente
lo harán ante el/la Presidente/a de la propia Corte. Si la Corte fuera renovada en forma
íntegra, el juramento se volverá a efectuar ante el/la Presidente/a de la Nación.

Agrega que los miembros de la Corte se comprometen a “​desempeñar sus


obligaciones, administrando justicia bien y legalmente, y en conformidad con lo que
prescribe la Constitución”​ .

La norma máxima no establece nada en relación a la forma de elección del/de la


Presidente/a de la Corte, y, en consecuencia, hasta 1930 era electo por el Presidente
de la Nación. Con posterioridad, el Reglamento para la Justicia Nacional dispuso que
se encontraba dentro de sus facultades la designación de su Presidente/a, ello en pos
de asegurar su independencia como poder del Estado. A su vez, dicho Reglamento
establece que la elección será por mayoría absoluta de votos de los ministros del
Tribunal y durará tres años en el ejercicio de sus funciones

Por otra parte, cabe destacar que el/la Presidente/a de la Corte adquirirá relevancia en
el caso de acefalia en el Poder Ejecutivo, ya que conforme a la Ley de Acefalia, este/a
se encontrará en la línea de sucesión de dicho poder (luego del Presidente provisorio
del Senado y de la cámara de Diputados). A su vez, en caso de que se le efectuase un
juicio político al Presidente de la Nación, el Presidente de la Corte será quien presida
la Cámara de Senadores, en reemplazo del/de la vice-presidente/a, ello conforme a lo
dispuesto en el artículo 59 de la Constitución.

IV.d.- Remoción

La remoción de los/as integrantes de la Corte Suprema será solo posible mediante


Juicio Político.

El art. 53 de la Constitución establece que será la Cámara de Diputados la que ejerce


el derecho de acusar ante el Senado a los miembros de la Corte Suprema. Para poder
hacerlo deberá contar con el voto de la mayoría de las dos terceras partes de sus
miembros presentes. La Cámara de Diputados actuará como “fiscal acusador”.

Las causales, establecidas por la propia Constitución, para llevar adelante el Juicio
Político serán:

● Mal desempeño
● Comisión de delitos en el ejercicio de sus funciones
● Crímenes comunes

Una vez efectuada la acusación será el Senado el encargado de juzgar a los acusados
por la Cámara de Diputados. El fallo requerirá también de dos tercios de la mayoría de
los miembros presentes (conf. art. 59 de la CN) y tendrá como único efecto la
destitución del acusado al que puede declarar incapaz de ocupar empleo alguno de
honor, de confianza o a sueldo en la Nación (conf. art. 60 CN).

IV.e.- Competencia originaria.

La Corte Suprema ejerce su jurisdicción:

a. por apelación ordinaria en los casos en que las leyes concedan ese recurso en
las sentencias de las Cámaras Federales;
b. por apelación extraordinaria, en los casos del artículo 14 de la ley 48;
c. para dirimir cuestiones de competencia en los casos enumerados en el artículo
9º de la ley 4055 y
d. originaria y exclusiva en los casos del artículo 117 de la Constitución.

En relación al punto d) la Corte entiende con competencia originaria y exclusiva en los


siguientes supuestos:

1. Todos los asuntos en que una provincia sea parte.


a) De las causas que versan entre dos o más Provincias, o una Provincia y el
Estado Nacional
b) Las causas civiles que versen entre una Provincia y algún vecino o vecinos
de otra o ciudadanos o súbditos extranjeros
c) De aquellas que versen entre una Provincia y un Estado extranjero;
2. De las causas concernientes a Embajadores u otros Ministros diplomáticos
extranjeros

V.- Tribunales Inferiores. V.a.- Requisitos. V.b.- Designación. V.c.- Remoción.


Conforme lo indicado precedentemente y lo que se desprende del ya citado artículo
108 de la Constitución Nacional, la Justicia Federal, además de estar compuesta por la
Corte Suprema de Justicia de la Nación, se conforma por todos los Tribunales
inferiores. Dentro de ellos, encontramos a los Juzgados Federales de primera
instancia y las Cámaras Federales de Apelación, los que serán creados y establecidos
a lo largo del territorio nacional por el Congreso de la Nación.

V.a.- Requisitos

Los requisitos para ser juez/a de los tribunales inferiores se encuentran plasmados en
el Decreto-Ley 1285 y varían en caso de tratarse de un/a Juez/a de primer instancia o
de la Cámara de Apelaciones.

Dentro de los requisitos para ser juez/a de primera instancia (conf. Art 6º) se
encuentran:

● Ser ciudadano argentino;


● Ser abogado graduado en Universidad nacional;
● Tener 4 años de ejercicio de la profesión;
● Tener 25 años de edad.

Por otro lado, dentro de los requisitos para ser juez de Cámara de Apelaciones (conf.
Art 5º) se encuentran:

● Ser ciudadano argentino;


● Tener título de abogado con validez nacional;
● Tener 6 años de ejercicio de la abogacía o función judicial que requiera el título
indicado;
● Tener 30 años de edad.

V.b.- Designación

El artículo 99 inciso 4, segundo párrafo, hace referencia al proceso de designación de


los/as Magistrados de los Tribunales Inferiores y establece que el Presidente de la
Nación debe:

“​Nombra[r] los demás jueces de los tribunales federales inferiores en base a una
propuesta vinculante en terna del Consejo de la Magistratura, con acuerdo del
Senado, en sesión pública, en la que se tendrá en cuenta la idoneidad de los
candidatos”.

Ahora bien, a partir de la ​reforma constitucional de 1994, se estableció la incorporación


del Consejo de la Magistratura de la Nación, y conforme el artículo 114 incisos 1 y 2,
de dicho cuerpo legal, es función del Consejo ​“Seleccionar mediante concursos
públicos los postulantes a las magistraturas inferiores” y ​“emitir propuestas en ternas
vinculantes, para el nombramiento de los magistrados de los tribunales inferiores”.​
Dicho proceso fue completado con la Ley 24.937 (1999), que reglamentó
específicamente lo estipulado en la Constitución.

En consecuencia, será el/la Presidente/a quien ​nombra​rá a los/as jueces/as de los


tribunales inferiores, en base a una terna presentada por el Consejo de la Magistratura
y luego se requerirá el acuerdo del Senado para el/la elegido/a, con dos tercios de los
presentes.
Cómo es el procedimiento?

Producida la vacante, el Consejo convocará a concurso público el cual constará de


varias etapas (Prueba de oposición escrita y oral, Evaluación de antecedentes,
Entrevista personal en la Comisión y en el Plenario). Concluidas las mismas y de
acuerdo a los resultados obtenidos, se elaborará un orden de mérito y se remitirá al
Poder Ejecutivo una terna vinculante de candidatos al cargo concursado en el orden
de prelación aprobado.

Posteriormente, el Poder Ejecutivo deberá elegir a uno/a de los candidatos/as


propuestos/as, por medio de la terna vinculante, para que ocupe el cargo vacante.

La última etapa consistirá en que el Senado, con mayoría absoluta de los miembros
presentes, apruebe o “preste acuerdo” con el/la candidata/a que ha sido propuesto/a
por el Poder Ejecutivo. Cabe señalar que conforme se desprende del artículo 99, dicho
acuerdo deberá ser resuelto en una sesión pública en la cual se discutirá la idoneidad
del/de la candidato/a.

V.c.- Remoción

Tal ​como indicamos precedentemente, el Artículo 114 de la Constitución Nacional


establece las atribuciones del Consejo de la Magistratura de la Nación. En su inciso 5
se dispone que será atribución del Consejo:

“Decidir la apertura del procedimiento de remoción de magistrados, en su caso


ordenar la suspensión y, formular la acusación correspondiente”.

A su vez, la Ley 24.937 prescribe en su Artículo 7 que ​“El Consejo de la Magistratura


reunido en sesión plenaria, tendrá las siguientes atribuciones … Decidir la apertura del
procedimiento de remoción de magistrados -previo dictamen de la comisión de
acusación- formular la acusación correspondiente ante el Jurado de Enjuiciamiento, y
ordenar después, en su caso, la suspensión del magistrado, siempre que la misma se
ejerza en forma posterior a la acusación del imputado. A tales fines se requerirá una
mayoría de dos tercios de miembros presentes. Esta decisión no será susceptible de
acción o recurso judicial o administrativo alguno”.​

Sentado lo anterior, cabe poner de resalto lo dispuesto por el artículo 115 de la


Constitución Nacional el cual señala, en su primer párrafo, que ​“Los jueces de los
tribunales inferiores de la Nación serán removidos por las causales expresadas en el
Artículo 53, por un jurado de enjuiciamiento integrado por legisladores, magistrados y
abogados de la matrícula federal”.

De lo antes descripto se desprende que será el Consejo quien realiza la investigación


de los hechos y, si encuentra suficiente mérito para seguir con la causa, acusa al/a la
juez/a ante el Jurado de Enjuiciamiento, que será el encargado de realizar el juicio y,
llegado el caso, de destituir al/a la magistrado/a o confirmarlo/a en el cargo.

Dentro de las causales de enjuiciamiento establecidas en el artículo 53 encontramos:

● Mal desempeño;
● Delito en el ejercicio de sus funciones;
● Crímenes comunes.
Por su parte, el procedimiento se encontrará reglamentado en los artículos 25 a 27 de
la ley 24.937. Del artículo 25 se desprende que el procedimiento ante el Jurado de
Enjuiciamiento será:

● Oral y público
● Se deberá asegurar el derecho de defensa del acusado
● El fallo que decida la destitución deberá emitirse con mayoría de dos tercios de
sus miembros

Seguidamente, el artículo 115 de la Constitución, prescribe que el fallo del Jurado de


Enjuiciamiento ​“será irrecurrible, no tendrá más efecto que destituir al acusado. Pero la
parte condenada quedará no obstante sujeta a acusación, juicio y castigo conforme a
las leyes ante los tribunales ordinarios”​, es decir la decisión del Jurado de
Enjuiciamiento en contra del/de la Juez/a sólo producirá su remoción y para ser
juzgado civil o penalmente por los hechos ilícitos cometidos deberá ser sometido al
correspondiente proceso. Cabe agregar que el fallo destitutivo deberá emitirse con
más de dos tercios de los miembros del Jurado.

Por último, el presente artículo fija en el tercer párrafo, que corresponderá archivar las
actuaciones y, en su caso, reponer al juez suspendido, si transcurren ciento ochenta
días contados desde la decisión de abrir el procedimiento de remoción sin que se haya
dictado el fallo.-

VI.- Atribuciones del Poder Judicial.

Los ​artículos 116 a 119 de la Constitución Nacional establecen cuales son las
atribuciones del Poder Judicial conjuntamente con la legislación vigente en la materia:

Artículo 116.- Corresponde a la Corte Suprema y a los tribunales inferiores de la


Nación, el conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre puntos
regidos por la Constitución, y por las leyes de la Nación, con la reserva hecha en el
inc. 12 del Artículo 75: y por los tratados con las naciones extranjeras: de las causas
concernientes a embajadores, ministros públicos y cónsules extranjeros: de las causas
de almirantazgo y jurisdicción marítima: de los asuntos en que la Nación sea parte: de
las causas que se susciten entre dos o más provincias; entre una provincia y los
vecinos de otra; entre los vecinos de diferentes provincias; y entre una provincia o sus
vecinos, contra un Estado o ciudadano extranjero.

Artículo 117.- En estos casos la Corte Suprema ejercerá su jurisdicción por apelación
según las reglas y excepciones que prescriba el Congreso; pero en todos los asuntos
concernientes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros, y en los que alguna
provincia fuese parte, la ejercerá originaria y exclusivamente.

Artículo 118.- Todos los juicios criminales ordinarios, que no se deriven del derecho de
acusación concedido a la Cámara de Diputados se terminarán por jurados, luego que
se establezca en la República esta institución. La actuación de estos juicios se hará en
la misma provincia donde se hubiere cometido el delito; pero cuando éste se cometa
fuera de los límites de la Nación, contra el derecho de gentes, el Congreso
determinará por una ley especial el lugar en que haya de seguirse el juicio.

Artículo 119.- La traición contra la Nación consistirá únicamente en tomar las armas
contra ella, o en unirse a sus enemigos prestándoles ayuda y socorro. El Congreso
fijará por una ley especial la pena de este delito; pero ella no pasará de la persona del
delincuente, ni la infamia del reo se transmitirá a sus parientes de cualquier grado.

Se distingue aquí el contenido de la jurisdicción tanto de la Corte Suprema de Justicia


de la Nación como de los tribunales inferiores. Asimismo se establece cuáles son las
competencias del máximo tribunal de la nación que pueden llegar al mismo en forma
de apelación o bajo competencia originaria y exclusiva.

Vale la pena distinguir el deseo expresado por el constituyente originario de promover


la participación ciudadana en los juicios criminales mediante la implementación de los
juicios por jurados que jamás fueron implementados a nivel nacional o federal pero sí
se utilizan en algunas provincias argentinas.

Por último se tipifica el delito de traición a la nación que también está contemplado en
nuestro código penal.

VII.- Consejo de la Magistratura. VII.a.- Concepto. VII.b.- Atribuciones.


VII.c.-Composición, duración y requisitos

VII.a.- Concepto

El ​Consejo de la Magistratura de la Nación es un órgano permanente del Poder


Judicial de la Nación. Fue incorporado a la Constitución Nacional mediante la reforma
de 1994, oportunidad en que se añadió el artículo 114 que enumera sus atribuciones,
siendo las principales, la de seleccionar a los/as Magistrados/as, iniciar el proceso de
remoción de los/as mismos/as y administrar el Poder Judicial.

A su vez, del citado artículo también se desprende que dicho órgano será ​“[r]egulado
por una ley especial sancionada por la mayoría absoluta de la totalidad de los
miembros de cada Cámara”.​ Tal norma es la Ley 24.937 del año 1999, la cual fue
reformada parcialmente por la Ley 26.080 en el año 2006.

VII.b.- Atribuciones

Según lo establece el artículo 114 de la Constitución Nacional son atribuciones del


Consejo:

1. Seleccionar mediante concursos públicos a los postulantes a las


Magistraturas inferiores.
2. Emitir propuestas en ternas vinculantes, para el nombramiento de los
Jueces de los tribunales inferiores.
3. Administrar los recursos y ejecutar el presupuesto que la ley asigne a la
administración de justicia.
4. Ejercer facultades disciplinarias sobre los Magistrados.
5. Decidir la apertura del procedimiento de remoción de Jueces, en su
caso ordenar la suspensión y formular la acusación correspondiente.
6. Dictar los reglamentos relacionados con la organización judicial y todos
aquellos que sean necesarios para asegurar la independencia de los
Jueces y la eficaz prestación de los servicios de justicia.

Además de lo expuesto, de la norma infra constitucional también se desprende que


son atribuciones propias del Consejo:
● Organizar el funcionamiento de la Escuela Judicial, dictar su reglamento,
aprobar sus programas de estudio y establecer el valor de los cursos
realizados, como antecedentes para los concursos convocados. Planificar los
cursos de capacitación para Magistrados, funcionarios y empleados del Poder
Judicial para la eficaz prestación del servicio de justicia.
● Elaborar el anteproyecto de presupuesto anual del Poder Judicial, de
conformidad con lo dispuesto en la Ley de Autarquía Judicial y la Ley de
Administración Financiera y ejecutarlo.

VII.c.-Composición, Duración y Requisitos

El Artículo constitucional antes indicado establece pautas y criterios generales al


prescribir que ​“El Consejo será integrado periódicamente de modo que se procure el
equilibrio entre la representación de los órganos políticos resultantes de la elección
popular, de los jueces de todas las instancias y de los abogados de la matrícula
federal. Será integrado, asimismo, por otras personas del ámbito académico y
científico, en el número y la forma que indique la ley”.​ Este Artículo no menciona la
cantidad de integrantes del Organismo, sino que ello quedó establecido por la Ley
26.080, la que fija en 13 el número de sus miembros, los que deben proceder de
distintos ámbitos:

● Tres Jueces del Poder Judicial de la Nación. Estos serán elegidos por el voto
de los propios colegas y la distribución de los cargos será mediante el sistema
D`Hont. Se deberá garantizar la representación igualitaria de los Jueces de
Cámara y de primera instancia y la presencia de magistrados con competencia
federal del interior de la República.
● Seis legisladores. Se designarán tres legisladores por la Cámara de Diputados
y tres por la de Senadores, correspondiendo dos a la mayoría y uno a la
primera minoría.
● Dos representantes de los abogados de la matrícula federal. Serán designados
por el voto directo de los profesionales que posean esa matrícula. Uno de los
representantes deberá tener domicilio real en cualquier punto del interior del
país.
● Un representante del Poder Ejecutivo. Designado por el propio Poder Ejecutivo.
● Un representante del ámbito académico y científico, el/la que deberá ser
profesor/a regular de cátedra universitaria de Facultades de Derecho
Nacionales y contar con una reconocida trayectoria y prestigio. La elección
será efectuada por el Consejo Interuniversitario Nacional con mayoría absoluta
de sus integrantes​.

Por otra parte, cabe señalar que los miembros del Consejo de la Magistratura durarán
cuatro años en sus cargos, pudiendo ser reelectos con intervalo de un período.

Por ​último​, del Artículo 5° de la Ley 26.855 se desprenden los requisitos para ser
miembro del Consejo de la Magistratura: ​“se requerirá contar con las condiciones
mínimas exigidas para ser Diputado. No podrán ser Consejeros las personas que
hubieran desempeñado cargo o función pública jerárquica durante la última dictadura
cívico-militar o respecto de quienes se verifiquen condiciones éticas opuestas al
respeto por las instituciones democráticas y los derechos humanos”​. Atento a lo
indicado, cabe hacer mención al Artículo 48 de la Constitución Nacional, el que
enumera los requisitos para ser Diputado/a ​“(…) haber cumplido la edad de veinticinco
años, tener cuatro años de ciudadanía en ejercicio, y ser natural de la provincia que lo
elija, o con dos años de residencia inmediata en ella”​.

VIII.- Jurado de Enjuiciamiento. VIII.a.-Concepto y origen. VIII.b- Composición y


duración. VIII.c.- Procedimiento de remoción de los jueces de tribunales
inferiores.

Artículo 115.- Los jueces de los tribunales inferiores de la Nación serán removidos por
las causales expresadas en el Artículo 53, por un jurado de enjuiciamiento integrado
por legisladores, magistrados y abogados de la matrícula federal.

Su fallo, que será irrecurrible, no tendrá más efecto que destituir al acusado. Pero la
parte condenada quedará no obstante sujeta a acusación, juicio y castigo conforme a
las leyes ante los tribunales ordinarios.

Corresponderá archivar las actuaciones y, en su caso, reponer al juez suspendido, si


transcurrieren ciento ochenta días contados desde la decisión de abrir el
procedimiento de remoción, sin que haya sido dictado el fallo.

En la ley especial a que se refiere el Artículo 114, se determinará la integración y


procedimiento de este jurado

Así como los jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación pueden ser
removidos de sus cargos por el proceso de juicio político (previsto en el artículo 53),
nuestra Constitución establece un procedimiento distinto para el caso de los jueces de
tribunales inferiores. En este sentido se crea la institución del jurado de enjuiciamiento
que requiere una integración equilibrada y plural con miembros del congreso nacional,
magistrados y abogados de la matrícula federal que son elegidos por sus pares.

Actualmente está compuesto por siete miembros, cuatro legisladores, dos jueces y un
abogado de la matrícula federal y duran en su cargos mientras se encuentren en
trámite los juzgamientos de los magistrados que les hayan sido encomendados y sólo
con relación a éstos según lo define la ley 26.080 que regula el funcionamiento tanto
del consejo de la magistratura de la nación como del jurado de enjuiciamiento.

Tal como sucede en el caso del juicio político este órgano solo puede remover a los
magistrados o magistradas, mas no puede imponer otro tipo de sanciones que solo
podrían ser decretadas por el poder judicial.

IX.-Ministerio Público. IX.a.- Composición y Estructura. IX.b.-Atribuciones IX.c.-


Inmunidades funcionales e intangibilidad de remuneraciones IX.d.- Designación
y remoción.

El Artículo 120 de la Constitución Nacional establece que:

“El Ministerio Público es un órgano independiente con autonomía funcional y autarquía


financiera que tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de la
legalidad de los intereses generales de la sociedad en coordinación con las demás
autoridades de la República. Está integrado por un procurador general de la Nación y
un defensor general de la Nación y los demás miembros que la ley establezca. Sus
miembros gozan de inmunidades funcionales e intangibilidad de remuneraciones”.

Asimismo, cabe destacar que la estructura orgánica y las funciones del Ministerio
Publico estarán reglamentadas por la Ley 24.946 del Ministerio Público, sancionada en
1998 y por las Leyes Orgánicas del Ministerio Público Fiscal (Ley Nº 27.148) y del
Ministerio Público de la Defensa (Ley Nº 27.149)

A su vez, como lo indica el pre-citado artículo, el Ministerio Público es un órgano con


jerarquía constitucional, independiente (no integra ni tiene injerencia ni del Poder
Ejecutivo, ni el Legislativo, ni el Judicial), autonomía funcional (cuenta con la
capacidad de autonormarse, dictar sus propias normas) y autarquía financiera
(administra sus propios fondos).

Por otro lado, el texto Constitucional también concibió al Ministerio Público como un
órgano bicéfalo, en tanto cuenta con dos estructuras autónomas e independientes
entre sí: el Ministerio Público Fiscal, a cargo del/la Procurador/a General de la Nación
por un lado y el Ministerio Público de la Defensa, por el otro, cuya máxima autoridad
es el/la Defensor/a General de la Nación.

Por otra parte, cabe señalar que posee una organización jerárquica la cual exige que
cada miembro del Ministerio Público controle el desempeño de los inferiores.

IX.a.- Composición y Estructura

Del Artículo 120 de la Constitución Nacional solamente se desprende que el Ministerio


Público está compuesto por el Ministerio Público Fiscal, cuyo máximo responsable es
el Procurador General de la Nación, el Ministerio Público de la Defensa, cuyo máximo
responsable es el Defensor General de la Nación.

A su vez, de las restantes Normas infra-constitucionales se desprenden los demás


integrantes del Ministerio (Ver. Artículos 3 y 4 de la Ley 24.946, art. 10 de la Ley Nº
27.148 y art. 8 de la Ley Nº 27.149)

IX.b.- Atribuciones

Del citado Artículo surge que el Ministerio Público “​tiene por función promover la
actuación de la justicia en defensa de la legalidad de los intereses generales de la
sociedad en coordinación con las demás autoridades de la República”​ .

Asimismo, el Ministerio Público tiene las siguientes atribuciones:

● Promueve la actuación de la justicia en defensa de la legalidad y los intereses


generales de la sociedad.
● Vela por la efectiva vigencia de la Constitución Nacional y los instrumentos
internacionales de derechos humanos en los que la República sea parte y las
leyes de la República.
● Procura garantizar el acceso a la justicia y la asistencia jurídica integral, en
casos individuales y colectivos de todos los habitantes.
● Promueve toda medida tendiente a la protección y defensa de los derechos
fundamentales de las personas, en especial de quienes se encuentren en
situación de vulnerabilidad.
● Promueve y ejerce la acción pública en las causas penales.
● Velar por el efectivo cumplimiento del debido proceso legal
● Representar y defender el interés público
● Promover la acción civil en ciertos casos

IX.c.- Inmunidades funcionales e intangibilidad de remuneraciones.


Al igual que los miembros del Poder Judicial, los integrantes del Ministerio Público
gozan de estas 2 garantías (Ver en este sentido lo indicado en el punto II del presente
capítulo).

IX.d.- Designación y remoción

Tanto para ser Defensor General de la Nación como para ser Procurador General de
la Nación se requiere:

● Ser ciudadano argentino


● Contar con título de abogado de validez nacional
● Ocho (8) años de ejercicio de la profesión
1
● Demás requisitos exigidos para ser Senador Nacional .

Por último, cabe señalar que tanto el Procurador General de la Nación y el Defensor
General de la Nación sólo pueden ser removidos a por medio de un juicio político (ver
en este sentido el punto IV.d del presente Capítulo)

X.- Las particularidades de la Ciudad de Buenos Aires en materia de jurisdicción.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires posee un status jurídico especial contemplado


por el artículo 129 de la Constitución Nacional. El mismo dice lo siguiente:

“La ciudad de Buenos Aires tendrá un régimen de gobierno autónomo, con facultades
propias de legislación y jurisdicción, y su jefe de gobierno será elegido directamente
por el pueblo de la ciudad. Una ley garantizará los intereses del Estado nacional,
mientras la ciudad de Buenos Aires sea capital de la Nación.”

Como podemos observar nuestra ley fundamental consagra el principio de autonomía


que otorga le otorga a la ciudad de Buenos Aires facultades propias en materia de
legislación y jurisdicción. Esto significa que la ciudad tiene, o debería tener, un poder
judicial que contemple los diferentes fueros y materias que históricamente fueron
considerados como “nacionales” aunque intervinieran solo en causas radicadas en la
ciudad de Buenos Aires.

A pesar del claro mandato constitucional en el sentido expresado, la ciudad de Buenos


Aires, a varios años de la reforma constitucional de 1994 que consagra su autonomía,
no posee plenas facultades jurisdiccionales ya que solo cuenta con dos fueros propios:
el penal, contravencional y de faltas y el contencioso administrativo y tributario. El
resto de los fueros (civil, comercial, laboral, etc e incluso varias competencias penales)
siguen bajo la órbita de la justicia nacional.

1
Conf. Art. 55 de la Constitución Nacional. “Son requisitos para ser elegido senador: tener la edad de treinta años, haber sido seis años ciudadano de
la Nación, disfrutar de una renta anual de dos mil pesos fuertes o de una entrada equivalente, y ser natural de la provincia que lo elija, o con dos años
de residencia inmediata en ella”.

También podría gustarte