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Trabajo final
Autoras:
Ana Fernández
Brenda Gonzalez
Melania Sánchez
Director
Luis Antoniazzi
Córdoba 2021
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Índice
Resumen………………………………………………………………………………..1
Introducción…………………………………………………………………….….......2
Capíitulo I: Definiciones
tTeóricas…………………………………………………………...
1.1 Actividad física
1.1.1 Definición conceptual
1.1.2 Niveles
1.1.3 Causas y efectos de la inactividad física
1.2 Índice de masa corporal
1.2.1 Definición conceptual
1.2.2 Valoración
1.3 Educación fFísica y actividad física
1.3.1 Actividad física y salud
1.3.2 Rol docente y agente de salud
1.3.3 Elección poblacional
Capítulo II: Metodología………………………………………………………………...
2.1 Pregunta problema
2.2 Objetivos de la investigación
2.2.1 Objetivo general
2.2.2 Objetivos específicos
2.3 Tipo de estudio
2.4 Hipótesis
2.5 Población
2.6 Muestra y tipo de muestreo
2.7 Instrumentos de recolección de datos
2.7.1 Cuestionario IPAQ
2.7.2 Medición del IMC
2.8 Procedimientos
Capítulo III: Análisis de datos…………………………………………………………..
3.1 Tablas y figuras
3.1.1 Distribución de niveles de actividad física según sexo
3.1.2 Distribución de índices de masa corporal según sexo
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Nómina de abreviaturas
KCAL: kilocaloría
KG: kilogramo
Resumen
La presente investigación tuvo como objetivo principal conocer el grado de
relación entre el nivel de actividad física (NAF) y el índice de masa corporal (IMC) en
estudiantes del tercer año de la Facultad de Educación Física de la Universidad
Provincial de Córdoba, Argentina.
Según nuestra hipótesis, cada estudiante de la población que presentara un NAF
entre moderado y alto, debería, en conformidad, presentar un IMC normal.
La población analizada fue de 133 estudiantes de entre 19 y 29 años de edad (M=
21.9; DE= 2); 59 de sexo femenino (M= 21.7; DE= 2) y 74 de sexo masculino (M=21.9;
DE= 2).
Para estimar el NAF se utilizó el cuestionario IPAQ en su versión corta (2002),
del cual se extrae la cantidad de MET –min/semana– de actividad. Para clasificar dichos
resultados y asociarlos al IMC (kg/m²), se siguieron las definiciones de normopeso y
NAF recomendable según la OMS (2010) y el Ministerio de Salud (2017).
Los resultados arrojados disprobaron la hipótesis, ya que se encontraron
numerosos casos de coexistencia entre NAF alto y sobrepeso, o entre un NAF bajo y
normopeso. Esto sugeriría que, aun en una población de estudiantes de Educación Física
avanzados, variables como la alimentación o la presencia de hábitos no saludables son
más determinantes en relación al IMC que los niveles de actividad física.
Introducción
El estudio de la condición física de la población estudiantil es de particular
relevancia en el ámbito de la salud. El paso por la universidad representa la primera etapa
de formación académica de los futuros profesionales. A su vez, es el comienzo de una
formación que puede tener diferentes modos y tiempos según las posibilidades y
necesidades de cada uno de los estudiantes. Durante el tiempo de formación profesional,
los estudiantes atraviesan cambios en su modo de vida, cambios que impactan en el uso
del tiempo y en su cuerpo. Cabe esperar que la formación profesional no sea homogénea,
por lo puede impactar en cada estudiante de modo diferente.
Esta problemática resulta de especial interés dentro del área de la Educación
Física al ser esta una disciplina que aborda la salud, el deporte y la actividad física en
general. Precisamente, la actividad física (de ahora en más, AF) representa un indicador
elocuente para conocer los niveles de salud y el modo en que los sujetos distribuyen su
tiempo en diferentes actividades a lo largo del día.
La AF es un concepto utilizado de manera amplia en diversos campos
disciplinares. Dado su carácter general y abarcativo, la actividad física es considerado un
parámetro útil dentro del ámbito de la salud y la terapéutica como también en el deporte y
la educación (Vidarte, Claros et al, 2011). Se considera que la AF es una herramienta
adecuada para medir y analizar distintos niveles de salud tanto de un individuo o de un
grupo específico. La AF, por lo tanto, será un insumo clave en este trabajo para abordar
el impacto de la vida universitaria en estudiantes avanzados del profesorado en
Educación Física.
Este trabajo final de Licenciatura se centra fundamentalmente en relevar y
clasificar los niveles de AF y el índice de masa corporal IMC presente en los estudiantes
de tercer año de la Licenciatura en Educación Física de la Facultad de Educación Física
de la Universidad Provincial de Córdoba. A su vez, se indagará acerca de la relación
posible entre ambas variables con el fin de realizar un aporte al área de salud que se
interesa por conocer el impacto de la vida universitaria en la salud física de los
estudiantes.
Existe un conjunto de investigaciones que abordan los niveles de actividad física (o
NAF) de estudiantes universitarios. Dentro del campo de la Educación Física, no
obstante, relacionar estos niveles puede ser relevante para acreditar de manera objetiva
qué impacto tienen los contenidos estudiados en sus alumnos. Este aspecto puede resultar
importante para los estudiantes de Educación Física en función de su doble rol en la
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1.1.1 Definiciones
En el uso coloquial del término, suele confundirse la actividad física con el ejercicio
propiamente dicho. En esta investigación, se abordará la AF en un sentido más amplio,
de modo que se pueda separarla de aquellas consideraciones que suelen aparecer en el
uso cotidiano del término, definiciones apartadas de la disciplina en cuestión. Este
enfoque permite tener en cuenta en el análisis aspectos comunes del quehacer de la vida
rutinaria desde una perspectiva de salud. De este modo, se considerarán aspectos como el
tiempo de ocio, el desplazamiento físico para cumplir horarios o el tiempo de trabajo,
como factores que pueden repercutir en el NAF de un individuo y, por lo tanto, en su
salud.
Es por esto que se considerará al ejercicio físico como una subcategoría de la
actividad física. Tal como está caracterizada por Vidarte Claros et al (2011), la
especificidad del ejercicio físico radica en ser una “actividad planeada, estructurada y
repetitiva, que tiene como objetivo mejorar o mantener uno o más componentes del
estado físico” (p. 208). Mientras que, por otro lado, la AF da cuenta de un plano mucho
más general del movimiento y consumo de energía en la vida. De este modo, “el nivel
que prosigue a la actividad física es el ejercicio físico, en el cual se incluye un programa
de actividad física que cuenta con objetivos programados y continuos, para los cuales es
necesario la prescripción del ejercicio” (p.206).
1.1.2 Niveles
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La OMS (2010) distingue tres niveles de actividad física: alto, moderado o bajo.
Los niveles de AF se determinan en función de la medida del índice metabólico (MET).
Los MET muestran los requerimientos energéticos en relación al tiempo de realización de
una actividad física. Estos valores sirven como indicadores del modo de vida de los
individuos y resultan sumamente útiles como primer diagnóstico al momento de abordar
niveles de salud. Los tres niveles de AF se definen de la siguiente manera:
Aquellos sujetos que reportan valores por debajo de 600 MET-min/semana y seis
horas o más horas sentados se los considera como sedentarios (OMS, 2010), término que
proviene del adjetivo latino sedentarius, y referire a quien permanecer o trabajar
sentado1. A su vez, en términos de gasto energético, una persona es considerada
sedentaria cuando “no aumenta más del 10% la energía que gasta en reposo
(metabolismo basal)” (Vidarte Claros et.al, 2011, p.211).
Asimismo, se ha demostrado que realizar actividad física de manera regular
promueve cambios significados que influyen positivamente en aspectos relacionados con
la calidad de vida y la integridad física de los sujetos (2011, p. XXX).
Tomando los diferentes valores, la OMS (2010) recomienda, específicamente para
el grupo etario estudiado, un mínimo de 150 minutos semanales de práctica de actividad
física aeróbica de intensidad moderada, o bien 75 minutos de actividad física aeróbica
vigorosa cada semana, o una combinación equivalente de actividades moderadas y
vigorosas.
A fin de obtener aún mayores beneficios para la salud, se recomienda que las
personas adultas aumenten hasta 30 minutos por semana la práctica de actividad física
moderada aeróbica, o bien hasta 150 minutos semanales de actividad física intensa
aeróbica, o una combinación equivalente de actividad moderada y vigorosa.
1 Gómez de Silva, Guido (2011) Breve diccionario etimológico de la lengua española.
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Entre los estudiantes universitarios, las conductas de riesgo son muy frecuentes en un estilo de
vida caracterizado por hábitos alimenticios deficiente, pocas horas de sueño, sedentarismo,
consumo excesivo tanto de alcohol como de tabaco y exposición a altos niveles de estrés durante
los años de estudio (p.571)
podría resultar discutible dada las diferencias anatómicas o cualquier índole en los
individuos a medir, sería oportuno citar a algún autor que valide su decisión. También
podría ser necesario aclarar esto en las conclusiones). Es por eso que esta variable será
dependiente en el análisis posterior. (¿Esto quiere decir que el IMC depende del AF? En
tal caso, guardaría esta afirmación para las conclusiones)
1.2.2 Valoración
La OMS recomienda el uso de una tabla de hábitos saludables en donde es posible
obtener un registro de la masa corporal de un individuo en relación al peso y la talla.
Vamos a utilizar esta tabla para una categorización de rigor de los sujetos de estudio.
La misma asegura que un IMC con valores por debajo de 18,5
refiere a un estado nutricional de bajo peso. Asimismo, aquel
resultado que arroje un valor entre 18,5 y 24,9 será categorizado
dentro de un peso normal. Si por el contrario, el valor logra ser
igual o superior a 25 (≥25), será considerado como sobrepeso. Si
el valor obtenido es igual o superior a 30 (≥ 30) la categoría
correspondiente es obesidad clase I, si supera 35,0, Clase II y
más de 40,0, clase III. De esta forma, se puede obtener un primer
valor para la evaluación de los peligros que están ligados tanto
al exceso como a la deficiencia de peso en adultos (Ministerio
de Salud, 2017).
25.0–29.9 Sobrepeso
Nota. Recuperado de (IMC, 2017) Si esto lo sacaron del artículo del Ministerio de
Salud, estaría de más esta aclaración al pie de la tabla.
Tanto la clasificación del nivel de actividad física que cada estudiante exponga y
su ubicación en la tabla de IMC, permitirá crear asociaciones entre ambas variables.
Cuestión que dejará expuesto si existe una asociación directa y unidireccional, o si
excepcionalmente, puede exponerse una dispersión del resultado.
Sería muy recomendable que acá expongan porqué eligieron el IMC entre otras
variables. Esto lo sugiero porque no encontré ningún argumento que respalde esta
elección. No se preocupe, pueden buscar algún otro trabajo y fundamentar de la misma
manera; mientras más conciso y claro sea su fundamentación, mejor.
● La salud de todos los pueblos es una condición fundamental para lograr la paz y la
seguridad y depende de la más amplia cooperación de las personas y de los Estados.
● Los resultados alcanzados por cada Estado en el fomento y protección de la salud son
valiosos para todos.
● La desigualdad de los diversos países en lo relativo al fomento de la salud y el control de
las enfermedades, sobre todo las transmisibles, constituye un peligro común.
● Los gobiernos tienen la responsabilidad de garantizar la salud de sus pueblos, la cual solo
puede ser cumplida mediante la adopción de medidas sanitarias y sociales adecuadas.
(OMS, 2010)
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A mediados de siglo XX (si recuerdan qué autor decía esto, sería recomendable que
aquí lo citen), la OMS estableció que la noción de bienestar humano debía integrar y a la
vez trascender la salud física. En su nueva perspectiva, esta conceptualización debía
comprender el entorno o contexto que rodea y determina a las personas. Esto también es
sostenido por la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2017), que determina que
la salud se encuentra afectada de forma directa por el ambiente que rodea a las personas.
Entre estos párrafos, les sugiero que citen la definición más concreta, corta y clara que
puedan encontrar de “agente de salud”. Como para primero definir en abstracto y luego
se lo puedo ligar en concreto con la EF.
Son varios los autores que abogan por la incorporación del profesor como agente de
salud (¿En qué ámbito: colegios, universidad, centros de salud?) ya que la AF se vincula
a la salud en tanto estrategia efectiva que permite mejorar la autopercepción, además de
beneficios en un plano holístico (como son los aspectos biológicos, psicosociales y
cognitivos). Sus intervenciones pueden resultar herramientas efectivas para mejorar la
calidad de vida de la población (Vidarte Claros, 2011, p. 212). Por su parte, Cocca et al.
(2013) consideran que el docente de EF no solo se encuentra capacitado para dirigir
equipos deportivos o realizar actividades en el ámbito social como son las prácticas
recreativas, sino que también puede ocupar el papel de educador en la promoción de la
práctica de AF. Este último punto resulta fundamental puesto que son ellos los que
conocen los modos de crear un clima motivacional positivo que les permita al alumnado
sentir el placer por la práctica física, al mismo tiempo que les transmita la importancia de
la misma para el cuidado y mantenimiento de su salud a lo largo de sus vidas (2013, p.
368).
Física (acá se los podría nombrar, incluso entre paréntesis), espacio en el cual esta
invetigacion busca indagar y a la vez hacer su aporter.
Los estudiantes que se encuentran cerca de concluir sus estudios para convertirse
en docentes y que ocupan espacios de formación teniendo a cargo alumnos y alumnas de
distintos niveles y edades (¿Esto ocurre efectivamente en los alumnos de 3er año? Seria
un aporte buenísmo al proyecto poner en qué año y materia tienen a su cargo alumnos.
¿Tiene alguna prueba o experciena pedagógica previa a convertitrse en docentes?)están
relacionados con la salud y el bienestar general, como se viene exponiendo. Y es ahí que
adquiere relevancia este trabajo, donde se analizan estudiantes de tercer año, ya que de
los cuatro años que dura la carrera es en los últimos donde los estudiantes comienzan a
tener conciencia de lo que representa ser docente (¿Esto lo dicen ya que hay materias
pedagógicas a partir de este año? En tal caso, sumen y describan brevemente el nombre
de esas materias en un pequeño párrafo). Los estudiantes de tercer año se encuentran en
un rango etario promedio entre 19 y 29 años aproximadamente y cursan regularmente
todas las horas cátedras de ese año (Pudieron relevar este dato? Si lo tiene, sería muy
bueno incorporar el tiempo reloj de cursado promedio. En caso de que no, sería mejor
cambiar el modo en que se hace esta afirmación). A continuación, se pasrá a describir las
principales razones por las cuales se decidió obtener una muestra para la investigación en
este año en específico de los estudiantes de EF de la UPC.
En primer lugar, se estima que después de los dos primeros años de la formación se
comienza a formar el perfil docente. Recuerden agregan qué materias tiene perfil
pedagíco en la carrera, sino directamente saquen esta afirmación
Por otro lado, dado el alto nivel de deserción estudiantil en los primeros años de la
estapa universitaria, el valor de nuestra muestra podría referir de modo más preciso a la
porción de estudiantes que efectivamente llegará a recibirse en EF. Un estudio realizado
en el Profesorado Universitario en Educación Física de la UNLu Delegación San
Fernando, registró que existe un elevado porcentaje de deserción estudiantil
principalmente durante los dos primeros años de estudio (Cattaneo, 2012). Además, este
estudio asegura que “este fenómeno no es privativo de la UNLu, ni de las universidades
públicas argentinas, sino que es mundial” (p.78). Al ingresar, los estudiantes tienen como
edad mínima 17 años, y “esta nueva etapa de su formación experimenta una serie de
cambios en relación a la escuela media y se encuentran con nuevas exigencias referidas a
normas institucionales y culturales, así como a pautas académicas propias de la vida
universitaria” (Cattaneo, 2012, p.8). Según esta investigación, en esa etapa hay un
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A pesar de tener una carga horaria alta de actividad física en cada año de estudio
(Especificar cuantas horas son en cada año), los primeros cuentan con pocas asignaturas
sobre conocimientos en relación a actividad física y la salud. Es por esto que el
estudiantado no se encuentra formado el sentido del rol docente en relación a los
beneficios de la AF, por lo que su aproximación a la EF se ve limitada a la práctica física
en un sentido performativos.
En efecto, el plan de estudio de la UPC, las únicas unidades curriculares sobre AF
y salud son Fundamentos biológicos del Movimiento Humano I y II, que se cursan
durante los primeros dos años. Durante esta etapa, “los jóvenes universitarios perciben
los beneficios de la actividad física, pero en ocasiones estos no son suficientes para
derribar barreras que impiden su práctica como: la exigencia académica, la falta de
tiempo, el cansancio o la vergüenza” (Nera et al., 2015, p.1226)
Al ingresar a tercer año, el plan de estudio ofrece asignaturas tales como
Educación Física adaptada, Fundamentos biológicos del movimiento humano III y
Educación Física en las modalidades del sistema educativo I. En estas materias,
respectivamente, se adquieren conocimientos sobre patologías, salud y la importancia de
la actividad física, además de conocimientos sobre anatomía y sistemas del cuerpo
humano y, por último, las diferentes modalidades del docente de EF en el ámbito escolar.
Aquí es donde se podría afirmar que la oferta de conocimientos curriculares logra
ampliar la visión sobre la disciplina y se comienzan a aportar saberes en cuanto a la salud
ya que se capacitado al estudiantado para ejercer el rol de agente de salud.
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2.1 Tema
2.3 Problema
¿Cuál es la relación que existe entre los niveles de actividad física (NAF) y el
índice de masa corporal (IMC) de los estudiantes de tercer año de la Facultad de
Educación Física de Córdoba?
- Recabar los niveles de actividad física y los índices de masa corporal de los
estudiantes de tercer año del profesorado de Educación Física de la Facultad de
Educación Física de la Universidad Provincial de Córdoba.
- Contrastar y analizar el IMC de la población relevada con los parámetros
propuestos por la OMS.
- Establecer relaciones entre la AF y el IMC relevado en función de la hipótesis
propuesta.
- Asociar los NAF y el IMC mediante el tratamiento estadístico de las variables.
2.6 Hipótesis
Los estudiantes avanzados del profesorado de Educación Física de tercer año que
logran o superan un nivel moderado de actividad física, manifiestan un índice de masa
corporal normal.
alto, moderado o bajo. Esta unidad se calcula multiplicando los minutos de ejecución de
la actividad física en un día o en una semana (Serón, Muñoz & Lanas, 2009). No
encontré estos autores en la carpeta de la Bibliografía. En todo caso, citarlos del siguiente
modo: Serón et al., 2009.
Se usó este instrumento de medición para estimar, por un lado, el gasto energético
de todas las actividades diarias, accediendo a su duración, frecuencia e intensidad, y el
peso del individuo, por otro lado, en base a los valores promedios previamente
establecidos para cada una de ellas.
La variable de IMC, que necesita datos precisos de peso y talla de cada
estudiante, fue obtenida a través de báscula del propio Instituto FEF IPEF, industrializada
en Argentina por Manrique hnos. S.R.L. Este es un producto autorizado por el Ministerio
de Salud y Ambiente y certificada por el ANMAT (certificado n° pm- 1192-129 //con
gestión de calidad ISO 9001/2000) Esto tmbién podría ir en nota al pie
3.1 Resultados
Por su parte, de los 28 sujetos con nivel moderado, 20 (71,4%) tienen IMC
normal y 8 (28,6%) sobrepeso. La porción más grande, compuesta por 98 sujetos con
nivel alto, el recuento muestra que 78 (79,6%) tienen IMC normal y 20 (20.4%)
sobrepeso.
Al establecer esta asociación, se puede apreciar que el conjunto de mayor
población se encuentra en un NAF alto y un IMC normal, constituyendo el 78,5%.
Estos datos no mostraron diferencias estadísticamente significativas (x2=1,992,
gl=2, p>0.05), ya que la frecuencia mínima esperada es de ,86. (Tabla 3.1 Pruebas de chi-
cuadrado)
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3.2. Discusión
En este apartado, se buscará analizar y discutir los resultados obtenidos a partir
del relevamiento de los datos del IMC y el cuestionario IPAQ completados por los
alumnos de tercer año de la Facultad de Educación Física de la Universidad Provincial de
Córdoba durante el año 2018. Se interpretarán los resultados obtenidos en función del
marco teórico y de los antecedentes propuestos para su abordaje y discutir los límites de
El propósito de este estudio fue el de medir y analizar los niveles de actividad
física de los estudiantes de la carrera del Profesorado de Educación Física y su asociación
con el índice de masa corporal siguiendo los valores propuestos por la OMS. En este
procedimiento se encontró que el valor más frecuente de nivel de actividad física fue alto,
por lo que la mayoría de los sujetos encuestados realizan sustancialmente más actividad
física que los valores mínimos recomendados. Estos valores son similares a los niveles de
AF recomendados por la OMS (2010) para considerar como físicamente activos al tipo
de población que considera como joven. Cuidado con esto. Si están citando la info que
hay en este link
(https://www.who.int/dietphysicalactivity/factsheet_recommendations/es/), joven es de 5
a 17 años. La población que ustedes encuestaron sería adulta. En tal caso, con cambiar el
término joven en el trabajo bastaría.
43
La frecuencia del valor alto en los NAF ha sido un patrón común que se repitió en
estudiantes de educación física de la Universidad de Flores (87%), de Romero Brest
(88,7%) UFLO (86,7%) y Dickens (87,8%) (Año del trabajo que están citando y número
de página). En estos estudios, los resultados reportados han sido superiores a los del
presente trabajo (75,38%). No obstante, al comparar con investigaciones realizadas a
nivel local, se encontró que el estudio realizado en I.P.E.F e I.S.M por Antoniazzi et al.
(2018) ha presentado un porcentaje sensiblemente menor (72%). Esto permite afirmar
que los estudiantes de educación física presentan un NAF alto. Esta característica los
diferencia de estudiantes de otras carreras universitarias en que el nivel promedio de AF
da cuenta de valores insuficientes en función de los recomendados por los antecedentes
ya citados.
Por lo tanto, y solo en función de los valores relevados en la presente
investigación y su contraste con otras investigaciones académicas del mismo tenor, se
podría afirmar de manera provisoria, que puede existir una relación entre el contenido
curricular de la carrera de educación física y el NAF de sus estudiantes. Esta variación de
los niveles de actividad física en función de la carrera a la que pertenezcan los
estudiantes podría deberse a la relación particular que los estudiantes de EF establecen
con el contenido estudiado, y cómo estos se encuentran más favorecidos para incrementar
su tiempo de AF incluso por fuera de la institución en la que están estudiando. En todo
caso, este aspecto diferencial puede requerir mayor atención por lo que representa
material interesante para futuras investigaciones.
Al profundizar en el analisis de los grupos según sexo, no se encontraron
diferencias estadísticamente significativas en relación al NAF. Este factor permite
afirmar que la variable del sexo no se como presenta un factor de relevancia que permita
advertir diferencias sustanciales entre hombres y mujeres en cuando a la AF. Esto
constrasta con lo presentado por otros autores que asocian altos niveles de actividad
física a las personas de sexo masculino. Uno de los antecedentes más importante de este
tema es el realizado por Farinola (2010), en el cual los sujetos de sexo masculino
reportaban un nivel de actividad física alto mayor que los de sexo femenino, mostrando
una diferencia estadísticamente significativa para esta variable (p=.039). En la presente
investigación, la diferencia de este trabajo no presenta diferencias entre variables como el
sexo - p>0.05 (x2=1.551). También es importante mencionar a Práxedes et al. (2016)
quienes verifican una diferencia significativa entre un nivel de AF moderada e intensa y
el género (x2=42.458; p<001) e indican que el género masculino (60%) presenta más
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NAF que el género femenino (40%). En esta misma línea, Perez Ugidos et al. (2014)
realizaron una investigación en la Universidad de la Matanza en donde los hombres
presentaban niveles más altos de actividad física en comparación con las mujeres. Queda
demostrado que el nivel de actividad fisica no demostro una relacion directa de
significancia con el sexo de los sujetos que se estudiaron en este trabajo. (Acá podría ser
interesante aventurar alguna hipótesis de por qué se da esta diferencia significativa con
los otros trabajos. De forma que puedan darle un cierre a este apartado y al mismo tiempo
responder a la duda que marca el director).
En comparación a los resultados de este trabajo, el nivel de actividad física bajo
presenta varios puntos porcentuales mayor en las mujeres (25% hombres, 75% mujeres),
y en el nivel alto no se encuentran tantas diferencias significativas. (43,9% femenino y
56,1% masculino)
Por otro lado, si bien la mayoría de los estudiantes tienen frecuencias de niveles
altos y moderados, el 3,07% de los estudiantes no alcanzan los niveles mínimos
recomendados. En esta frecuencia, el 25% son del sexo masculino y el 75% del sexo
femenino, lo cual expone al igual que otras investigaciones, que las mujeres son las que
más realizan actividades de baja intensidad. En relación a ello, Farinola (2010) expuso
que el 36,6% de los hombres y el 47,7% de las mujeres no alcanzaron estas
recomendaciones. Si bien en esta investigación la brecha de porcentaje es mayor, sigue
dejando en evidencia una mayoría hacia las mujeres. (Una interpretación de su parte
debería tratar de explicar esta diferencia que acá señalan. Podrían en primer lugar
establecer -si la hay- alguna diferencia entre la metodología o la forma en que se realizan
las encuestas en su trabajo y en el de Farinola.)
Otras investigaciones realizadas desde otros campos disciplinares con estudiantes
universitarios de carreras no relacionadas con la actividad física en países como España,
Brasil o Colombia (Agregar apellido de los autores citados y año de publicación),
destacan el bajo nivel de AF presente en los estudiantes. Estas fuentes son traídas a
colación ya que abonan la hipótesis con la que se abordó la presente investigación, esto
es, la ligazón entre un alto nivel de AF y el estudios de educación física.
Como quedó expuesto en los datos de nuestra investigación, los estudiantes que
representaron parte de la población analizada, son mayormente físicamente activos.
Incluso el tiempo de inactividad en que, por ejemplo, permanecen sentados, no representa
una diferencia significativa. Esto también fue presentado en el estudio de Mestek et al.
(2008) donde el nivel de actividad física en una muestra de 88 estudiantes universitarios
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Brasileña, el cual concluyó que aquellos estudiantes que tenían sobrepeso presentaban
bajos niveles de actividad física (Guilherme da Silva Gasparotto et al. 2015).
Es por esto que, en función de los datos recabados, se puede afirmar que, por más
que no se haya confirmado fehacientemente la existencia de una determinación de una
variable sobre la otra, ambas resultan indicadores útiles de base al momento de recoger
datos que den cuenta de los niveles de salud de un población dada. Es por esto que, en
vista de los datos recabados se puede afirmar que, por más que no se haya confirmado la
asociación entre estas dos variables de forma irrevocable, ambas tienen una grado de
relación en tanto indicadoras de niveles de salud, por lo que es necesario considerarlas
en conjunto a la hora de profundizar un estudio relacionado a la actividad física.
Anexos
6.1 Anexo IPAQ (International Physical Activity Questionnaire)
Las preguntas se referirán al tiempo que usted destinó a estar físicamente activo
en los últimos 7 días.
Por favor responda a cada pregunta aún si no se considera una persona activa. Por
favor, piense acerca de las actividades que realiza en su trabajo, como parte de sus
tareas en el hogar o facultad ,moviéndose de un lugar a otro, o en su tiempo libre para la
recreación, el ejercicio o el deporte.
1. Durante los últimos 7 días, ¿en cuántos realizó actividades físicas intensas tales
como levantar pesos pesados, cavar, hacer ejercicios aeróbicos o andar rápido en
bicicleta?
3. Durante los últimos 7 días, ¿en cuántos días hizo actividades físicas moderadas
como transportar pesos livianos, andar en bicicleta a velocidad regular o jugar dobles de
tenis? No incluya caminar.
50
5. Durante los últimos 7 días, ¿En cuántos caminó por lo menos 10 minutos
seguidos?
……Días por semana
……Ninguna caminata Vaya a la pregunta
7
La última pregunta es acerca del tiempo que pasó usted sentado durante los días
hábiles de los últimos 7 días. Esto incluye el tiempo dedicado al trabajo, en la casa, en
una clase, y durante el tiempo libre. Puede incluir el tiempo que pasó sentado ante un
escritorio, visitando amigos, leyendo, viajando en ómnibus, o sentado o recostado
mirando la televisión.
7. Durante los últimos 7 días ¿cuánto tiempo pasó sentado durante un día hábil?
……Horas por día
……Minutos por día
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Sexo:……….. Peso:………..
Edad:………….. Talla:…………..