Está en la página 1de 14

El Peso Falso, un problema real y 

actual

Uno de los problemas que enfrentamos como cristianos es el aparentar ser algo que no somos.
Mientras hay algunos de nosotros que, "aceptando su debilidad", se dan de lleno al pecado,
también hay algunos que, ya sea por compromiso o por conveniencia, construyen una apariencia
de piedad, pero sus vidas espirituales en realidad son otra cosa.

En esta ocasión quiero examinar el problema del peso falso desde uno de los versículos bíblicos
que constantemente me mantienen advertido sobre este problema tan serio, a la vez que me
propongo hacer una aplicación práctica a nuestra vida.

Proverbios 11:1 dice:

El peso falso es abominación a Jehová; Mas la pesa cabal le  agrada.

Este pensamiento del peso falso como abominación a Jehová se repite por lo menos
en 20:10 y 20:23. Pero, ¿qué significa eso de "peso falso"?

Se dice que en la antigüedad —ya que pesar oro, plata, granos, etc., era la manera de tramitar
las compras y ventas de casi cualquier cosa— había varias formas en que se podía hacer trampa en
los negocios. Una de ellas era tener pesas, o piedras, que indicaran un peso, pero en realidad
tuvieran otro. De esta manera, los negocios no se hacían con honradez, porque el vendedor o el
comprador utilizaba dichos pesos falsos para obtener ganancias deshonestas. Sin embargo, la ley
de Moisés prohibía la falta de honradez en este tema específico (Lv. 19:36; Dt. 25:13-16)

El texto nos dice que el peso falso es abominación a Jehová, o sea, una ofensaal Señor.
Probablemente el pueblo lo veía como algo común, pero no significa que en el carácter moral de
Dios eso estuviera contemplado como algo aceptable o inofensivo. Cualquiera que tenga en mente
la santidad de Dios se dará cuenta que éste era un problema tan
grave como cualquier otro pecado.

Es necesario destacar que la primera aplicación que podemos hacer de este versículo es al área de
los negocios. Aquellos hermanos que negocian, deben tener cuidado de no ofender a Dios a través
de perseguir ganancias deshonestas. Ahora bien, debemos preguntarnos: ¿en qué otras áreas de
la vida podemos estar jugando con el peso falso?

A continuación, destaco algunas áreas en que podríamos estar teniendo este tremendo problema:

1. En los estudios

Es tan “normal” hacer trampa durante los exámenes en la universidad o la escuela. Sin embargo,
debemos darnos cuenta que al hacer alarde de una buena calificación obtenida mediante
la trampa, estamos mostrando un peso falso que deshonra al Señor. ¡Estamos aparentando algo
que no somos!
2. En la familia

Muchas veces tenemos la mala costumbre de comportarnos bien en casa, pero deshonrar a
nuestros padres en la calle, o los distintos lugares a los que vamos. Eso resulta ser muy dañino.
Tomemos en cuenta que, así como deshonramos a nuestros padres haciendo que las personas
tengan un concepto negativo de la educación que ellos nos dan, así también podemos deshonrar a
Dios, y provocar que su nombre sea blasfemado por nuestra falta de sinceridad. Por tal razón,
debemos honrar a nuestros padres en cualquier lugar que nos encontremos, y así honraremos a
Dios también.

3. En la iglesia

Esta puede ser una de las causas por las que los liderazgos en la iglesia no tienen ningún peso real,
y los proyectos de la iglesia se vienen abajo rápidamente. El aparentar piedad puede llevarnos
a “escalar” en los diferentes cargos de la iglesia, pero debemos saber que tarde o temprano todo
será descubierto, y habremos causado más daño que beneficio, sin importar lo atractivo que sea
nuestro trabajo en la iglesia. Por eso es importante que nuestro servicio en la obra del Señor sea
genuino, y no tratemos de aparentar fortaleza cuando sabemos que tenemos debilidades.

4. En la adoración

Aquí es donde llegamos a un problema mayor. No sugiero que los otros sean errores livianos
comparados con éste, porque nada de lo que hacemos se esconde de Dios. Pero podríamos llegar
a creer que, como nuestros hermanos no descubren el peso falso con el que estamos jugando, nos
es posible hacer lo mismo con Dios. Lastimosamente para nosotros, Dios no puede ser burlado
(Gál 6:7) A Él no le impresiona la emoción ni las lágrimas falsas que podamos derramar para ser
vistos por los hombres (Mt 6:5). Lo que a Dios le interesa es un corazón contrito y humillado (Sal
51:17b; Lc 18:13).

Por tal razón, es importantísimo que sometamos a prueba la calidad de la adoración que estamos
ofreciendo al Señor, arrepentirnos de tan grande pecado, e implorar misericordia y ayuda del
Espíritu Santo para solucionar cualquier situación.

Concluyendo

Sé que hay más áreas en las que podemos estar haciendo uso del peso falso, pero creo que estas
que hemos visto pueden ser muy útiles para nuestro andar cristiano. Imitemos a Cristo en su
deseo de honrar al Padre por encima de la propia voluntad (Jn 5:30).

No nos cansemos de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos (Gál 6:9).


Recordemos que “somos hechura suya, creados para buenas obras, las cuales Dios preparó de
antemano para que anduviésemos en ellas.” (Ef 2:10)
¿Cuánto pesas?

Hoy leí el texto de Proverbios 11:1, y al


principio no sabía exactamente a qué se
refería, mas ahora creo que se refiere a
nosotros y a cuánto pesamos, no en kilos,
sino como personas.

"El peso falso es abominación a Jehová; 


Mas la pesa cabal le agrada."
Proverbios 11:1.

Dice este versículo en la primera parte que el peso falso es abominación a Dios, es decir causa
rechazo ante Dios, es alguien detestable ante sus ojos.

¿Qué crees que significa peso falso? Creo que es la persona que aparenta ser ante los ojos de los
demás, más grande, íntegro, santo, etc., en otras palabras falso, hipócrita.

La pesa cabal agrada a Dios, una pesa real, nosotros mostrándonos tal cual somos ante Dios y los
hombres, que cumplamos lo que decimos, que seamos personas verdaderas y de confianza,
transparentes.

Recuerdo cuando era más joven, la palabra de las personas tenían peso, valían, era como el honor,
pero ahora, dar tu palabra prácticamente no vale nada ante la sociedad, lo bueno es que para Dios
si vale.

Se me viene a la mente también un programa de televisión donde mostraban personas que


vendían verduras en la calle, y que su pesa estaba arreglada, engañaban a sus clientes
vendiéndoles por ejemplo papas y decían que cierta cantidad eran 3 kilos (lo que marcaba la pesa),
siendo que realmente pesaban 2,5. Muchas veces nosotros somos como esas pesas arregladas,
pero Dios nos da la oportunidad de cambiar.

¿Quieres que tu vida sea agradable o abominable para Dios?, ¿Quieres ser una pesa transparente,
que marque lo correcto? Pues, la única forma es acercándonos a Dios, y dejando que él guíe
nuestras vidas.

Buen día a todos.


El peso de nuestra vida

 Raquel Aldana 15 marzo, 2015 en Emociones3 compartidos



“¿Sus vidas cuánto pesan? Imaginen por un segundo que llevan una mochila. Quiero que noten las
correas sobre los hombros, ¿las notan?

Ahora quiero que la llenen con todas las cosas que tienen en sus vidas. Empiecen por las que hay
en los estantes y los cajones, las tonterías que coleccionan. Noten cómo se acumula el peso. 

Ahora cosas más grandes: ropa, pequeños electrodomésticos, lámparas, toallas, la tele. La mochila
ya pesa. Ahora, cosas más grandes: el sofá, la cama, alguna mesa…

Métanlo todo dentro: el coche, la casa, un estudio o un apartamento de dos dormitorios. Quiero
que introduzcan todo eso dentro de la mochila. Intenten caminar. Es difícil, ¿no?

Pues esto es lo que hacemos con nuestra vida a diario. Nos vamos sobrecargando hasta que no
podemos ni movernos.  Y no se equivoquen, moverse es vivir.

Ahora voy a prenderle a esa mochila fuego ¿Qué quieren sacar?  ¿Las fotos? Las fotos son para la
gente que no puede recordar, tomen gasolina y quémenlas. Es más, dejen que se queme todo e
imagínense despertando mañana sin nada. Resulta estimulante, ¿no es así? 

(…)

Tienen otra mochila. Solo que esta vez deben llenarla con personas. Pueden empezarla con los
conocidos: amigos de amigos, la gente de la oficina, y luego pasen a las personas a las que confían
sus secretos: sus primos, tíos, tías, hermanos, hermanas, sus padres, y por fin, su marido o su
mujer, su novio o su novia.

Métanlos en la mochila. Sientan el peso de la mochila. Puedo asegurarles que sus relaciones son la
carga más pesada de su vida. ¿No sienten un peso clavándose en sus hombros? Todas esas
negociaciones,  discusiones, secretos y compromisos…  No necesitan cargar con eso.

¿Por qué no dejan la mochila?  Hay animales que viven cargando con otros en simbiosis toda su
vida.  Amantes sin suerte, cisnes monógamos… no somos esos animales.  Si nos movemos despacio
morimos rápido. Nosotros no somos cisnes sino tiburones”. 

Bingham, en Up in the air.

Nuestra mochila está llena de piedras grandes, pequeñas y medianas, de todos los tamaños. A
mí me gusta vaciarla de vez en cuando pero rápidamente se vuelve a llenar, es lo que tiene la
vida. Es realmente complicado sacar lo que lleva dentro, seleccionar lo que se quiere y lo que no,
lo que es pasajero y lo que ayuda o no ayuda a estar mejor…
Todos llevamos piedras, piedritas y pedruscos en nuestra mochila emocional. De hecho
solemos llevarla cargada hasta el extremo de forma innecesaria. Si alguna vez te has planteado
qué es lo que te frena a la hora de coger impulso y seguir, te invito a que mires en su interior, es
más que probable que encuentres ahí tu respuesta.

Aunque no puedas ver lo que ocupa me apuesto algo a que te sientes pesado cuando piensas en
ella. Es posible que esté llena de culpa, enfrentamientos, dependencia emocional, altas
expectativas, exigencia, frustración… Todo ello es lo que nos encadena e impide avanzar.

A esto también se le suma que quienes hemos perdido a seres queridos portamos una mochila
repleta de ausencias y, ¿cómo vaciamos la parte de nuestra mochila que echa de menos? Es
realmente difícil, sobre todo cuando nos reprochamos lo que ya no tiene solución.

Cuando revises tu bolsa es probable que te des cuenta de que mucho del peso que llevas ni
siquiera lo has metido tú en ella; son pequeñas y grandes piedras que otras personas han
guardado en ti en el pasado: sus miedos, sus frustraciones, su rigidez…

Es posible que también hayas metido en tu mochila sentimientos tóxicos generados por el


enfado, el miedo, la tristeza excesiva, la ansiedad, los prejuicios… Todos ellos son pesadas losas
que no se separan de ti y, por tanto, influyen en tus decisiones y comportamientos.

Sin duda esta carga es la más difícil de llevar, es tan complicada y pesada que incluso a veces nos
sorprendemos pidiendo auxilio porque nos está hundiendo en el fango y no somos capaces de
desprendernos de ella.

Llevar la mochila hasta los topes es un autosabotaje realmente terrorífico. Me pregunto qué nos
pasa, porqué nos aferramos tanto a los recuerdos, a las cosas malas que nos brinda la vida, a
las personas tóxicas… Entonces solo vienen a mi mente cuatro palabras: el temor a soltar.
El temor a soltar

Se da el caso que a veces somos perfectamente conscientes de lo que nos paraliza y ahoga


nuestras energías pero, sin embargo, no somos capaces de abrir la mochila y descargar. ¿Qué es
lo que nos pasa?

Pues bueno, a todas estas pesadas piedras las une un sentimiento de identidad y pertenencia; en
otras palabras, son parte de nosotros (aunque una parte indeseable, claro). En
ocasiones pensamos que si nos deshacemos de ello también lo haremos de lo que nos define o
que hemos fracasado.

Sentir que si no aguantamos un poco más estamos faltándonos a nosotros mismos y a los demás
es algo asombrosamente común. Parece que si renunciamos a mantener en nuestra mochila a esa
pareja, amigo, compañero o familiar nos convertimos en personas terriblemente egoístas. Esto no
deja de ser bastante contradictorio si lo piensas, ¿Verdad?

Al “temor a soltar” yo lo definiría como vértigo emocional; este no es más que el miedo en


estado puro, el miedo a enfrentarnos con el vacío que la pérdida genera. Es el miedo alduelo  por
la pérdida de nuestro amor por el sacrificio y de nuestra debilidad por el masoquismo.

Ante estas dificultades nos comportamos de forma muy cruel con nosotros mismos, ¿cuánto más
crees que conseguirás cargar a tu espalda? No tiene mucho sentido que tu vida se convierta en un
calvario de sufrimiento, sobre todo sabiendo que solo hay camino de ida.

Quizás te apetezca más vaciar tu mochila si te digo que es espacio que lo negativo le resta a lo
verdaderamente importante y positivo para ti. Deja hueco a tus fortalezasporque son tus alas:
asume tus errores, manifiesta tus intenciones y tu compromiso, incrementa tu entusiasmo y
elimina lo que ha agotado tu bienestar, como a los depredadores emocionales.

Por el bien de tu espalda, despréndete de los malos sentimientos y de las personas tóxicas, son
verdaderamente mortales. Piensa que, en nuestra metáfora, son capaces de ahogarte en el río
sin ni siquiera intentar socorrerte.

Simplemente se trata de que, de vez en cuando, nos paremos a revisar nuestra mochila para
deshacernos de lo negativo e innecesario. Se trata de ser conscientes de lo que lo que hacemos
está fuertemente determinado por lo que llevamos dentro y que es de suma importancia que
periódicamente emprendamos un nuevo viaje con el equipaje renovado.

Imagen cortesía de Larissa Kulik y Annette Shaff


abito de Mentir – Reflexión

admin  febrero 17, 2010 Devocionales, Enrique Monterroza, Meditaciones, Reflexiones


Cortas, Reflexiones y Devocionales Cortos  4 Comentarios

Tema: “El habito de mentir”

Texto: Proverbios 13:5

“El justo aborrece la palabra de mentira; Mas el impío se hace


odioso e infame”

Es increíble, pero la mayoría de personas hoy en día son muy mentirosas, a tal punto que en
ciertas personas pareciera que la mentira ya es nata puesto que se ha convertido en parte de su
vida diaria.

Nosotros los cristianos no nos escapamos de este mal, conozco personas con un gran anhelo de
servir a Dios, pero que son muy mentirosas. Y es que en momento determinado la mentira se
puede convertir en un hábito y de eso quiero hablarte en esta hora.

Antes que nada definamos que es un hábito:

Habito: es cualquier comportamiento repetido regularmente, que requiere de un pequeño o


ningún raciocinio y es aprendido, más que innato.

Al leer la definición de hábito nos podemos dar cuenta que se basa en por lo menos dos cosas:

1. Comportamiento repetido regularmente.


2. Es aprendido.

La mentira se convierte en un hábito, cuando se convierte en algo repetitivo y regular en nuestra


vida. También el hecho de mentir es aprendido, conforme vamos desarrollando ese habito
también vamos aprendiendo a mentir de mejor forma, sin darnos cuenta que con ello ofendemos
a Dios y nos engañamos a nosotros mismos.

Y es que para mentir no se necesita decir palabra alguna, con nuestros actos podemos mentir
también, ya que al fingir algo que no es verdad estamos mintiendo. Santiago decía en su
epístola: “Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro  corazón, no os jactéis, ni mintáis
contra la verdad”  (Santiago 3:14).
La Palabra del Señor nos exhorta a que no nos mintamos entre nosotros: “No mintáis los unos a
los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos” (Colosenses 3:9). Se supone
que los que estamos en Cristo somos nuevas criaturas, que nos hemos despojado del viejo hombre
y por lo tanto no debería existir la mentira en nuestra vida.

También la Biblia menciona que también mentimos cuando no estamos llevando


una comunión con el Señor: “Si decimos que tenemos  comunión  con él, y andamos en tinieblas,
mentimos, y no practicamos la verdad”, (1 Juan 1:5).

Ahora bien, examinemos que estamos hablando y como estamos actuando, ¿Será que estamos
manteniendo una comuniónreal con el Señor?, ¿Será que nos estamos hablando la verdad el uno
al otro?, cada uno examine su camino pues la Palabra del Señor nos dice: “Los labios mentirosos
son abominación a Jehová; Pero los que hacen verdad son su contentamiento”  (Proverbios
12:22).

Pueda que lastimosamente has caído en el hábito de la mentira, quizá tu vida gira alrededor de
una mentira, pero en este día Dios quiere que sepas que puedes ser LIBRE de ese mal, ese mal que
aunque no lo creas puede evitar que heredes la vida eterna. Apocalipsis 21:8 dice: “Pero
los  cobardes  e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los
idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es
la muerte segunda.”.

A veces es difícil no mentir, pero no es imposible, se necesita una determinación y dominio propio
que viene del Señor para decir NO a la mentira. Además debemos reconocer que el único
mentiroso es el Diablo, pues el miente desde el principio, pues es el padre de la mentira (Juan
8:44)

No permitamos que el enemigo nos engañe haciéndonos creer que una mentirita sencilla no es
mala, toda clase de mentira en cualquier categoría que la quieras poner sigue siendo mentira y es
abominación delante de Dios.

No te conformes a una vida de mentira, porque se puede convertir en un habido difícil de


contrarrestar y que te puede llevar a la derrota espiritual. Es mejor hablar la verdad aunque no
guste muchas veces, que decir mentiras que además de faltarle el respeto a Dios, nos traerá
problemas en momento determinado.

Amados, necesitamos urgentemente desechar la mentira, necesitamos urgentemente practicar la


verdad hasta convertirla en un hábito nuestro. Se que muchas veces quizá fallaremos, pero si lo
seguimos intentando te aseguro que un día lo lograremos, además nunca nadie nos podrá
reclamar que no lo intentamos.

Tu relación personal con el Señor también te ayudara a desechar la mentira, entre mas busques
del Señor, mas aprendas de su Palabra, mas lo adores y lo alabas, entonces mucha mas verdad
habrá en tu mente y en tu boca, pues estarás empapado del Señor y recuerda: “De la abundancia
del  corazón, habla la boca” (Mateo 12:34).
La mentira resta autoridad y da vergüenza, mas la verdad te da respaldo de Dios y levanta tu
cabeza.

Autor: Enrique Monterroza

Escrito
para www.enriquemonterroza.com, www.devocionaldiario.com y destellodesugloria.org/blog/

WhatsAppFacebookTwitterFacebook MessengerLinePrintFriendlyEmailGoogle+

COMPARTE

    

Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook:

ETIQUETASDEVOCIONALES CRISTIANOSDEVOCIONALES SOBRE LAS MENTIRASENRIQUE


MONTERROZAESCRITOS CRISTIANOSMEDITACIONES CRISTIANASMENSAJES CORTOSMENSAJES
CRISTIANOMENTIRMENTIRASMENTIROSOSREFLEXIONES CRISTIANASREFLEXIONES SOBRE LAS
MENTIRASTEMAS SOBRE LA MENTIRA

Publicación AnteriorAliento Diario – Él es tú Defensor

Siguiente PublicaciónDevocional – Para todo hay un Proceso

Publicaciones Relacionadas

La majestuosidad de las nubes – Reflexiones Cristianas

¿Que cosecharas?

Video: ¿Habrá algo difícil para Dios?

Hay 4 Comentarios.

1. BRIZA

 11:27 am18 febrero, 2010

Muy hermosa reflexión; y es que como


usted menciona, a veces se nos hace
tan fácil mentir que no nos damos
cuenta que ofendemos a Dios.
Que el Señor nos ayude a todos
para que hagamos a un lado la
mentira y seamos personas que
siempre hablemos con la verdad.

2. ESMERALDA LOURDES

 1:49 pm18 febrero, 2010

Bendiciones hermano Enrique le felicito por su publicacion sobre la mentira y tiene usted razon
estas publicaciones han sido de bendicion para mi vida muchas gracias por hacerla lllevar son `para
mi una bendicon y oro y le pido a Dios que los bendigan siempre
3. JONATHAN

 4:58 pm19 febrero, 2010

buena tarde, me identifico con este tema y a la vez me da verguenza, porque sin querer queriendo
ya se ha convertido en un habito y aunque se que no es correcto hacerlo termino haciendolo de
una u otra forma. las citas biblicas me han dado una luz muy grande, ojala sea yo una persona
unica con este habito, que primero DIOS practicando la verdad pronto dejara de serlo. saludos y
bendiciones para este ministerio.

4. MARIO CONCEPCIÓN

 5:45 am20 febrero, 2010

Una buena reflexión que Dios puso en su corazón.en verdad nadie se salva de una mentira,pero
estando en Cristo y por la Palabra de Dios, podemos evitar ese hábito que es un pecado tan
feo.Muchas bendiciones.

Escríbenos tu Comentario

Nombre *

Email *

Website

Publicar comentario

Recíbelos en tu Correo Electrónico

Ingresa tu correo electronico en la siguiente casilla


Enviar

Luego ve a tu correo para activar tu suscripción.

También podría gustarte