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Bacterias magnetotácticas, hoy y hace 3800 millones de años


Ricardo Guerrero y Mercedes Berlanga
Departamento de Microbiología, Universidad de Barcelona, Av. Diagonal, 645, 08028 Barcelona.
E-mail: guerrero@retemail.es

E lección, discriminación, memoria, aprendiza-


je, instinto, juicio y adaptación son palabras
que normalmente identificamos con procesos neu-
que llegaba a la preparación microscópica. Que no
se trataba únicamente de una respuesta oxitácti-
ca lo indicaba el hecho de que una sección del
ronales "superiores". Pero, en cierto sentido, se borde de la gota era preferida a las demás. Todo
puede decir que una bacteria posee todas estas indicaba que las bacterias estaban dirigidas, posi-
propiedades. Sería imprudente concluir que las blemente, por el campo magnético de la Tierra.
analogías son sólo semánticas, ya que parece Para demostrarlo, Blakemore examinó una gota de
haber relaciones subyacentes en mecanismos agua y barro con microscopía de campo oscuro.
moleculares y funciones biológicas. Las bacterias en movimiento refractaban la luz, y
Las bacterias flageladas se encuentran normal- aparecían como puntos luminosos. En ausencia
mente en estado de continuo movimiento errático. de otro campo magnético que no fuera el geo-
Sin embargo, algunas de ellas pueden responder a magnético, algunas bacterias nadaban persisten-
diversas sustancias que provocan la respuesta de temente en dirección norte y se acumulaban en el
un movimiento orientado. Algunas de estas sus- borde norte de la gota. Si se aproximaba una
tancias pueden actuar como atrayentes y otras barra magnética de laboratorio, las bacterias
como repelentes, y este comportamiento se conoce nadaban hacia el polo que atraía el extremo de
como quimiotaxia. Muchas bacterias fotosintéti- una aguja imantada que señalaba el norte. Y a la
cas (cianobacterias, bacterias rojas y verdes del inversa, nadaban apartándose del polo que atraía
azufre y no del azufre) pueden responder a un gra- el extremo de la aguja que buscaba el sur (2).
diente de intensidad de luz, fenómeno conocido
como fototaxia. Esta respuesta induce un movi- Ecología de las bacterias magnetotácticas
miento que realizan mediante deslizamiento,
movimiento flagelar, variación del volumen de las
vesículas de gas, etc. Algunas bacterias no foto-
sintéticas, incluso, son también sensibles a la luz
L as bacterias magnetotácticas son ubicuas en
los hábitats acuáticos. Se han encontrado en
marismas y agua salobres, pantanos y ciénagas,
y se concentran en un punto iluminado del porta- estanques de oxidación de aguas residuales, y en
objetos (5). Un grupo particular de bacterias tiene aguas termales; sin embargo, no existen pruebas
estructuras compuestas por minerales de hierro de su presencia en aguas bien aireadas o ácidas.
denominadas magnetosomas. Estos magnetoso- Se encuentran en elevada densidad poblacional
mas permite a las células interaccionar con las justo en la zona de transición óxico-anóxica
líneas del campo geomagnético y orientarse en la (ZTOA) (Fig. 1).
columna de agua, buscando las condiciones que Las bacterias magnetotácticas constituyen un
favorecen su metabolismo. Este comportamiento
recibe el nombre de magnetotaxia.
La primera indicación de que algunas bacterias
eran sensibles al campo geomagnético la tuvo en
1975 Dick Blakemore, estudiante de doctorado
entonces del Departamento de Microbiología de la
Universidad de Massachusetts, en Amherst. Se
hallaba observando las bacterias que colonizan el
cieno de las lagunas salobres de Woods Hole (en
Cape Cod, al sureste del estado de Massachusetts),
cuando vio que algunos microorganismos nada- Fig. 1. Zona de transición oxi-anóxica (ZTOA)
ban persistentemente en un mismo sentido, en una columna de agua. El campo geomagné-
moviéndose a través del campo visual del micros- tico está representado por las flechas disconti-
copio para concentrarse en el borde de una gota nuas. Las bacterias magnetotácticas se aline-
de agua fangosa. Que no se trataba de una res- arían con el campo magnético y nadarían hacia
puesta fototáctica lo ponían de manifiesto las pro- arriba o hacia abajo para alcanzar la concentra-
pias bacterias, que avanzaban hacia el mismo ción óptima de oxígeno próxima a la zona ZTOA
borde sin tener en cuenta la distribución de la luz (flechas inclinadas).
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grupo heterogéneo de procariotas -pertenecientes de mantener en cultivo axénico. Aún así, en algu-
al reino Bacteria (Manual de Bergey, 2ª ed.)-, con nos casos se ha conseguido, pero sólo las que tie-
morfologías muy diferentes, pudiendo presentarse nen magnetita (Tabla 1). Aquéllas que tienen grei-
como cocos, bacilos, vibrios o espirilos. Además, gita como mineral magnético no han podido ser
pueden vivir como células aisladas o bien formar mantenidas en cultivo axénico; no obstante, sobre
agregados celulares. A pesar de esta diversidad su ecofisiología se sabe que se sitúan por debajo
morfológica, las bacterias magnetotácticas com- de la ZTOA, que son anaerobias y que utilizan el
parten algunas características comunes: (i) son sulfhídrico (1).
gramnegativas, (ii) presentan movimiento flagelar,
(iii) exhiben una respuesta táctica negativa frente Origen evolutivo de la magnetotaxia en bacte-
a concentraciones atmosféricas de oxígeno, y (iv) rias
poseen magnetosomas (1).
Las bacterias magnetotácticas se establecen en
zonas con baja tensión de oxígeno, lo que sugiere
que este grupo de microorganismos se desarrolló
L os magnetosomas son estructuras intracelula-
res compuestas por cristales de un mineral
magnético, y que se encuentran rodeados por una
durante la historia geológica temprana de la Tierra membrana lipoproteica o estructura similar.
-en el Arqueano antiguo, entre 3900 y 3500 millo- Generalmente, el mineral es magnetita (óxido de
nes de años-, cuando el contenido atmosférico de hierro, Fe3O4) o greigita (sulfuro de hierro, Fe3S4).
oxígeno era significativamente inferior al actual El análisis filogenético de la secuencia genética
(6). de la subunidad pequeña del RNA ribosómico de
Las bacterias que buscan tensiones bajas de la bacterias magnetotácticas indica que el tipo de
oxígeno se denominan microaerófilas, y este meta- mineral del magnetosoma refleja una relación filo-
bolismo es frecuente en muchos habitantes de sis- genética. Las bacterias magnetotácticas con mag-
temas acuáticos poco profundos. Los espirilos son netosomas de óxido de hierro (magnetita) se agru-
organismos frecuentemente microaerófilos y su pan en la subdivisión α de las proteobacterias,
veloz movimiento les permite buscar la concentra- mientras que los que están formados por sulfuro
ción de oxígeno adecuada. Un ejemplo reciente de hierro (greigita) se relacionan con las bacterias
observado presenta células muy grandes (longi- sulfatorreductoras, que se incluyen en la subdivi-
tud: 20-30 mm, anchura: 3-5 mm), un gran sión δ de las proteobacterias. De este modo, la
número de glóbulos de azufre, numerosos flagelos magnetotaxia basada en magnetita o en greigita
(60-100), en cada polo e indicios de tener un movi- tendría un origen evolutivo separado. Además, el
miento no sólo flagelar sino también por flexión de proceso bioquímico de biomineralización y forma-
su pared (7). ción de los magnetosomas probablemente son
Las bacterias magnetotácticas resultan difíciles también diferentes. La ventaja conferida por la

Tabla 1. Bacterias magnetotácticas aisladas y cultivadas.


Cepa Morfología Hábitat Morfología y tipo del Fisiología / Autor *
mineral magnético
Magnetospirillum Espirilo Agua Cristales cubo-octahédricos Quimioorganoheterotrofo,
magnetotacticum dulce de magnetita microaerófilo estricto / Balakemore
MS-1
Magnetospirillum Espirilo Agua Cristales cubo-octahédricos Quimioorganoheterotrofo, en condiciones
AMB-1 dulce de magnetita anaeróbicas utiliza NO3-como aceptor de
Magnetospirillum Espirilo Agua Cristales cubo-octahédricos (Desconocida) / Schleifer
gryphiswaldense dulce de magnetita
MV-1 y MV-2 Vibrio Agua Cristales hexahédricos Quimioorganoheterotrofo, utilizando los
salada de magnetita ácidos orgánicos como fuente de C y E ; o
quimiolitotrofo con tiosulfato o sulfhídrico
/ Bazylinski
RS-1 Bacilo Partículas de magnetita Quimiorganoheterotrofo, no pueden
en punta de flecah utilizar los nitratos como aceptor final de
electrones / Sakaguchi
MC-1 Coco Agua Cristales hexahédricos Quimiolitoautotrofo con tiosulfato
salada de magnetita / Frankel
*Primer autor del artículo correspondiente. Para mayor información bibliográfica, escribir a guerreo@retemail.es
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magnetotaxia presumiblemente aumenta la efi- con un momento magnético neto, pero con orien-
ciencia para encontrar y mantener una posición taciones diferentes. Los magnetosomas observa-
óptima respecto a los gradientes de concentración dos hasta el momento presentan un tamaño com-
química o de potencial redox. Es remarcable el prendido entre 40 y 120 nm (Tejada y Duran,
hecho de que ambos tipos de bacterias magne- Universidad de Barcelona, comunicación perso-
totácticas converjan hacia soluciones similares nal.
del problema de la magnetotaxia: la construcción Como en todos los materiales magnéticos, la
de un momento dipolar magnético suficiente para fuente última del magnetismo es el momento
orientar la célula en la columna de agua median- magnético asociado al momento angular del espín
te la interacción con las líneas del campo geo- de cada átomo de hierro. Las interacciones entre
magnético (3). átomos originan la alineación paralela de los espi-
nes en una región del material. El tamaño de una
Magnetosomas: composición y estructura partícula de magnetita determina su momento
magnético efectivo. Las interacciones magnéticas

L os magnetosomas están dispuestos en una o


más cadenas paralelas al eje mayor de la célu-
la (se ha observado que el número de magnetoso-
entre partículas hacen que éstas se orienten para-
lelamente entre sí, de tal manera que aparece un
único momento magnético que es el resultado de
mas presentes en una cadena depende del tipo de la suma de los momentos de las partículas indivi-
bacteria; en el caso particular de la cepa MC-1, se duales. El tamaño y morfología prefijados en cada
han contado aproximadamente 10, mientras que especie bacteriana para sus magnetosomas indi-
para Magnetospirillum magnetotacticum son más can la existencia de un mecanismo de "minerali-
de 20 (véase Tabla 1). Se han observado tres tipos zación controlado biológicamente" (MCB).
de morfología de las partículas de mineral magné- Éste fenómeno es equiparable al de otros pro-
cesos MCB, que originan diversos minerales,
muchas veces en forma cristalina. Algunos ejem-
plos bien conocidos son la calcita (CO3Ca) -produ-
cida por muchos organismos marinos, desde los
cocolitoforales a los moluscos-, o el dióxido de sili-
cio (SiO2) -presente en las espículas de los radio-
larios y de algunas esponjas. El organismo ejerce
un control cristalográfico sobre la nucleación y
crecimiento de las partículas minerales. En la
actualidad se conocen más de cincuenta minera-
les cuya producción está controlada por las célu-
las vivas.
Fig. 2. Micrografías electrónicas de la morfología En otros muchos casos, los organismos produ-
cristalina de los magnetosomas encontrados en cen minerales de forma indirecta, como resultado
varias bacterias magnetotácticas (9). (A) forma de sus actividades metabólicas y de las subsi-
cubo-octahédrica, (B) morfología hexagonal guientes reacciones químicas en el ambiente. A
prismática alargada, (C) morfología en forma de este proceso se le ha denominado "mineralización
punta de flecha y (D) morfologías cristalinas de mag- inducida biológicamente" (MIB). Los microorganis-
netita idealizadas derivadas del estudio de los mos secretan o producen compuestos metabólicos
magnetosomas de l a s bacterias magnetotácti- que reaccionan con iones específicos o con otros
cas por microscopía electrónica de transmisión. compuestos del ambiente, que dan lugar a una
mineralización extracelular. Las partículas del
tico: cubo-octahédrica, prismas alargados hexago- tipo MIB se forman extracelularmente, están mal
nales y en forma de punta de flecha (1, 10) (Fig. 2). cristalizadas, no tienen una morfología definida y
El tamaño de una partícula de magnetita deter- suelen presentar impurezas por inclusión de otras
mina su momento magnético efectivo. Las partí- sustancias. La magnetita y greigita también se
culas inferiores a 40 nm tienen un dominio pueden formar por este segundo mecanismo, que
magnético único, ya a temperatura ambiente son no está controlado por el microorganismo, y tiene
superparamagnéticas. En otras palabras, el lugar de forma indirecta (1).
momento magnético invierte rápidamente su En la Tabla 2 se indica la composición y estruc-
orientación. Las que tienen tamaños mucho tura de diversos minerales de hierro. De entre
mayores presentan una estructura magnética de ellos, solamente algunos presentan propiedades
dominios; es decir, en el material existen zonas magnéticas. Y para acabar este apartado debemos
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Tabla 2. Minerales con hierro alrededor de su eje longitudinal. El movimiento es


Grupo Nombre comunicado al orgánulo en su base por un
Azufre Mackinamita FeS (tetragonal) "motor" flagelar. Se ha sugerido que este motor
Pirita FeS2 (cúbica) funciona haciendo que los anillos giren unos con-
Mareasita FeS2 (ortorrómbica) tra otros.
Greigita * Fe3S4 Las bacterias magnetotácticas se alinean pasi-
Pirrotita* Fe7S8 vamente con el campo geomagnético; se mueven
bidireccionalmente, hacia arriba o hacia abajo, y
Oxígeno Magnetita* Fe3O4
no cambian de dirección dando giros como otras
Goethita FeO(OH)
bacterias quimiotácticas (p.ej. Escherichia coli).
Hematita Fe203
Las bacterias magnetotácticas son microaerófilas
Maghemita* Fe2O3
o anaerobias, de tal manera que evitan las con-
Carbonato Siderita FeCO3 centraciones de oxígeno elevadas; la navegación a
Fosfato Vivianita Fe3PO4·8H2O lo largo de las líneas del campo magnético facilita
la migración hacia una posición favorable de con-
*Magnéticos
centración de oxígeno, más arriba o más abajo de
recordar que, a diferencia de la atracción gravita- donde se encuentran, es decir, buscan la zona
toria, la fuerza magnética no es una propiedad
universal de todos los cuerpos del espacio. Dentro
de nuestro sistema solar, la Tierra presenta mag-
netismo debido al movimiento diferencial de las
distintas partes que componen la litosfera, que
funciona como una dinamo gigante. La Luna -al
estar constituida sólo por una parte del manto de
la Tierra- no tiene magnetismo. Pero es muy posi-
ble que existan campos magnéticos en algunos de
nuestros compañeros en el espacio, los distintos
planetas y satélites que danzan parsimoniosa-
mente alrededor del Sol desde hace unos 4500
millones de años.

Función de la magnetotaxia en las bacterias

El desplazamiento de una bacteria puede ser o


bien aleatorio o bien "dirigido" hacia algo; esto
último se denomina taxia. Si disminuye el movi-
miento al azar se consigue una mayor direcciona-
lidad del movimiento. Hay que destacar que las
bacterias magnéticas ni son atraídas ni repelidas
por el polo geomagnético solamente son orienta- Fig. 3. Orientación geomagnética de las bacte-
das. Las células muertas también se sitúan en las rias que presentan magnetosomas. (A) Una bac-
líneas de campo magnético como las células vivas, teria magnetotáctica con un momento magnéti-
pero no se mueven (Fig. 3A). co intrínseco, tenderá "tozudamente" a alinearse
El movimiento en una dirección u otra viene con las líneas del campo geomagnético. (B) Una
determinado por la rotación de los flagelos en un bacteria magnetotáctica muerta o inmóvil con
mismo sentido, como demostraron los experimen- magnetosomas también se alinea con la direc-
tos ya clásicos de Julius Adler. El aparato flagelar ción del campo magnético; pero no se desplaza.
está constituido por tres regiones distintas. La (C) Las células magnéticas móviles nadan prefe-
región más externa es el filamento helicoidal, rígi- rentemente a lo largo de las líneas del campo
do y de anchura constante, formado por una magnético, buscando la concentración adecua-
única proteína, la flagelina. Cerca de la superficie da de oxígeno. (D) En el hemisferio septentrio-
celular, el filamento está unido a un gancho de nal, una bacteria buscadora del norte se dirige
diámetro algo mayor, que a su vez se halla unido hacia abajo, hacia la zona microóxica. (E) En el
a un cuerpo basal rotatorio compuesto por discos meridional, las bacterias buscadoras del sur
alojado por completo dentro de la envoltura celu- también tienden a nadar hacia abajo. (F) Cerca
lar. Los flagelos son rotores helicoidales semirrígi- del ecuador se dan ambos tipos, y uno u otro se
dos que giran en sentido horario o antihorario desplazan más o menos horizontalmente.
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donde la concentración de oxígeno disuelto sea la diferentes fracciones de un sedimento; así como
óptima para su metabolismo. Las bacterias mag- para la búsqueda de vida en otros planetas.
netotácticas del hemisferio norte se orientan bus- Recientemente, el estudio mineralógico, así como
cando el norte geomagnético, mientras que las del de otras características, del meteorito marciano
hemisferio sur predominan las que buscan el sur. ALH84001, ha sugerido que diversas estructuras
Debido a la inclinación del campo magnético o compuestos del meteorito podrían ser explicados
terrestre, las bacterias magnetotácticas de cada por un proceso biológico, y que, por tanto, repre-
hemisferio se dirigirán preferentemente hacia sentan unas posibles pruebas de la existencia de
abajo, dejos de la superficie del agua, donde la vida pasada en Marte (9).
concentración de oxígeno es tóxica. No se excluye Hace de 3900 a 3800 millones de años, los tres
que algunas bacterias de un determinado hemis- planetas vecinos (Venus, la Tierra y Marte, por
ferio aparezcan con una polaridad opuesta. En orden de proximidad al Sol), tenían probablemen-
estas circunstancias, las bacterias con magnetiza- te en su superficie características compatibles con
ción invertida sufren una discriminación conti- las condiciones necesarias para la aparición y
nua, ya que se dirigen hacia arriba, a zonas óxicas mantenimiento de la vida, tal como la conocemos
menos adecuadas para su crecimiento (Fig. 3B). hoy. Estas condiciones eran, principalmente, la
La magnetotaxia es particularmente ventajosa existencia de agua líquida en abundancia y de
para los microorganismos porque aumenta la efi- fuentes adecuadas de donadores y de aceptores de
cacia de encontrar y mantener la posición óptima electrones. Pudo darse entonces -en los tres planetas-
relativa al gradiente de concentración vertical (oxí- la biopoyesis, u origen de la vida. La aparición
geno, sulfhídrico o potencial redox), reduciendo la posterior de los ecosistemas, o ecopoyesis, dio
búsqueda de las condiciones óptimas en un espa- lugar en la Tierra a ciclos biogeoquímicos, de tal
cio tridimensional a uno bidimensional. En las manera que no se agotaran los materiales biogé-
bacterias magnetotácticas se han observado dos nicos de la superficie de nuestro planeta, lo cual
tipos de señales aerotácticas: magnetotaxia axial y habría pasado en un máximo de 200 a 300 millo-
magnetotaxia polar. El primer caso lo exhibe nes de años de la primera historia de la vida (6).
Magnetospirillum magnetotacticum, el cual invierte No es arriesgado pensar que Marte y Venus tam-
el sentido del movimiento cuando el microorganis- bién pudieron experimentar en algún momento la
mo se encuentra en una zona donde la concentra- biopoyesis, sin desarrollar sin embargo una eco-
ción de oxígeno está por debajo o por encima de su poyesis. El agotamiento de los elementos biogéni-
nivel adecuado. El campo magnético en este caso cos no debió permitir que la vida se mantuviera, si
actuaría como una carretera de doble sentido. El es que alguna vez llegó a originarse. La aparición,
segundo, se ha observado en el coco MC-1 (véase y mantenimiento, de los ecosistemas marcó el des-
Tabla 1), que consiste en un mecanismo sensorial tino que distinguió la evolución posterior de nues-
con dos estados. A concentraciones de oxígeno tro planeta y nos diferenció claramente de nues-
superiores a las preferidas (estado 1) los flagelos tros dos vecinos en el espacio.
giran en sentido antihorario y las células nadan de El debate de la presencia de vida en Marte se
forma persistentemente paralela al campo magné- remite -si prescindimos de las novelas de ciencia
tico (mismo sentido); a concentraciones de oxíge- ficción- a los experimentos realizados en 1976 por
no por debajo de la óptima (estado 2), los flagelos la sonda espacial Viking. Aunque los resultados
rotan en sentido horario y las células nadan de fueron negativos para la vida en muestras de la
forma antiparalela al campo magnético. Las bac- superficie, sí se observaron canales excavados por
terias persisten en uno de los dos estados hasta antiguos ríos, lo que alimentó la esperanza de que
que "encuentran" la concentración de oxígeno a pesar de todo pudiera encontrarse alguna prue-
umbral, que determina el cambio al otro estado, ba de vida pasada en el planeta rojo. Tampoco se
modificando el sentido del movimiento. En este descartó la posibilidad de que se encontrara vida
caso, el campo magnético proporciona tanto la en otras localizaciones. Los resultados del Viking
dirección como el sentido del movimiento (4). no contenían información de posibles fósiles, ni
tampoco era el objetivo de la sonda Pathfinder, de
Minerales magnéticos biogénicos en Marte julio de 1998. Puede añadirse, como colofón
demostrador de nuestras limitaciones tecnológi-

L as bacterias magnetotácticas podrían utilizar-


se como "biomarcadores" para el estudio del
paleomagnetismo, cambios temporales de las con-
cas, que una sonda similar analizó muestras en la
Antártida, siendo incapaz de detectar vida (!).
Observaciones microscópicas y análisis de ATP y
diciones ambientales que se reflejarían por varia- LPS, por el contrario, han podido demostrar la
ciones en la proporción de "magnetofósiles" en presencia de vida microbiana abundante hasta en
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muestras tomadas cerca de la superficie del lago dario de las profundidades cósmicas. (Dos investi-
Vostoc (una masa de agua de extensión casi doble gadores en España, Carmen Ascaso, CSIC-
que la Comunidad Autónoma de Madrid, situada Madrid, y Jacek Wyerzchos, Universidad de
bajo 4 km de hielo antártico) (8). Lérida, están haciendo detallados estudios sobre
Otra fuente de información acerca de la posibi- la presencia de magnetita en ALH84001. Este
lidad de vida pasada en Marte son los meteoritos extraordinario hallazgo quizá contribuya a escla-
del tipo SNC (Shergotty, India, 1865; Najla, recer si existió vida en el planeta rojo.)
Egipto, 1911; y Chassing, Francia, 1815; tres Es posible que las características descritas en
localidades donde se han encontrado meteoritos ALH84001 puedan ser explicadas por procesos
de ese tipo, que impactaron sobre la Tierra en dis- inorgánicos, pero éstos parecen requerir condicio-
tintos momentos y lugares). En los meteoritos nes muy restringidas, difíciles de conseguir
SNC se buscan biomarcadores marcianos basán- simultáneamente; mientras que la explicación de
dose en los conocidos en la Tierra. Si existiera un estas características por un origen biogénico pare-
biomarcador exclusivo de Marte, seríamos, por el ce más plausible.
momento, incapaces de reconocerlo. Se ha exami-
nado el meteorito ALH84001 ("Allan Hills, primera Conclusiones y perspectivas
muestra de 1984"), que es del tipo SNC y se
encontró en 1984 en la Antártida. La roca del Las bacterias magnetotácticas se orientan y
meteorito se formó en el planeta rojo hace 4000 migran a lo largo de las líneas del campo geo-
millones de años; los glóbulos de carbonato hace magnético. Esta capacidad se basa en la presen-
3600 millones de años; el meteorito debió des- cia de estructuras magnéticas intracelulares, los
prenderse de Marte en el choque con un asteroide magnetosomas, los cuales son de tamaño
hace unos 16 millones de años. Desde entonces nanométrico, y contienen un mineral magnético
estuvo girando por el espacio cercano a nuestros magnetita o greigita rodeados de una membrana
dos planetas hasta que cayó en la superficie hela- lipoproteica. La formación de los magnetosomas
da de la Antártida hace 13.000 años, centurias es un proceso controlado biológicamente, en el
después de que la gente de Altamira decorara pro- que la deposición de la partícula de magnética
fusamente sus cuevas. tiene un tamaño y una localización específica den-
El examen del meteorito ALH84001 muestra tro de la célula. Las bacterias magnetotácticas son
los siguientes indicios que serían compatibles con un interesante grupo heterogéneo de procariotas.
la existencia de vida (pasada) en Marte: (i) La roca Su ecofisiología y filogenia las emparenta con las
marciana es de origen ígneo y fue penetrada por bacterias que pudieron vivir en los ambientes
un fluido a través de las fracturas y poros, los microóxicos del Arqueano antiguo, en la Tierra. Es
cuales constituyeron los sitios de formación mine- posible también que hayan existido en Marte,
ralógica secundaria (glóbulos de carbonato), posi- aunque este hecho no podrá ser verificado o falsa-
blemente debida a actividad biogénica. (ii) La edad do hasta dentro de algunos años. Los magnetoso-
de formación de los glóbulos de carbonato es mas son una fuente insustituible de partículas
menor que la edad de la roca ígnea. (iii) La selec- magnéticas unidominio. La magnetita bacteriana
ción de un glóbulo de 50 µm de diámetro para el podría tener múltiples aplicaciones biotecnológi-
estudio de microscopía electrónica de transmisión cas, en campos tan diversos como nuevos mate-
(TEM) y de barrido de alta resolución muestra la riales para ingeniería o la biomedicina, aunque en
presencia de minerales de magnetita y de greigita, la actualidad no se ha explotado a escala comer-
que son similares en tamaño y forma a los encon- cial, principalmente debido a problemas relacio-
trados en sedimentos fósiles terrestres. (iv) Se nados con el cultivo masivo de las bacterias mag-
encuentran hidrocarburos policíclicos aromáticos netotácticas, así como al desconocimiento bioquí-
asociados con la superficie de los glóbulos de car- mico y genético de la biomineralización de las
bonato. No es aventurado pensar que uno de los partículas ferromagnáticas. Si se identificasen los
primeros microorganismos de Marte fueran las genes implicados, éstos podrían ser expresados en
bacterias magnetotácticas, como tal vez lo fueron un organismo huésped "cultivable", de tal manera
en la Tierra, hace 3800 millones de años. Al igual que se eliminarían las dificultades asociadas con
que en la Tierra, las bacterias marcianas habrían el cultivo de las bacterias magnetotácticas. El
dejado fósiles no solamente fácilmente conserva- conocimiento de cómo una bacteria magnetotácti-
bles, sino también fácilmente identificables con la ca es capaz de controlar el proceso de biominera-
tecnología actual. Las bacterias magnetotácticas lización podría ser empleado en la síntesis de
constituirían, por tanto, un testigo durmiente que partículas ferromagnéticas "a medida", con dife-
esperaría pacientemente su descubrimiento gra- rentes morfologías cristalinas y propiedades dese-
cias a la evolución de vida inteligente en el vecin- adas. Después de 10.000 años de domesticación,
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nuevos microorganismos, hasta ahora impen-
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