Está en la página 1de 27

Módulo 4

Ineficacias
9. Ineficacia de los
negocios
En la Unidad número 9, vamos a avanzar sobre la clasificación de las
ineficacias. Anteriormente desarrollamos los requisitos de validez del acto o
negocio jurídico y expusimos las condiciones para la existencia del acto
jurídico. En este módulo analizaremos los casos en que existen “patologías”
en el acto jurídico.

9.1. Ineficacia. Definición


La ineficacia es simplemente la falta de eficacia. Un acto jurídico ineficaz no
producirá los efectos propios para los cuales fue creado. “Ineficacia” es un
término genérico referido sólo a una consecuencia, en sí mismo y por sí sólo
es abstracto y no se aplica a todas las figuras. La palabra “ineficacia” en su
alcance jurídico es problemática y ambigua, pues para comprenderla debe
decirse algo de ella que la sitúe en el área jurídica.

Para analizar el concepto de ineficacia debemos partir de un


concepto previo: el de eficacia; pues la ineficacia es
simplemente su negación. La eficacia es la aptitud que se
predica de un acto jurídico para alcanzar y mantener sus
efectos propios o normales; es decir, aquellos que las partes
persiguieron al otorgarlo. Tanto la eficacia como la ineficacia
son calificativos exclusivos del acto jurídico. Sólo el acto
jurídico tiene la virtualidad de producir los efectos que las
partes quisieron al celebrarlo (art. 259) y solo él puede
perderla. (Malicki, 2014).

La ineficacia es, genéricamente, privación o disminución sólo


de los efectos propios del acto jurídico, vale decir, de los
efectos que las partes desearon al otorgarlo. De tal modo, la
ineficacia no impide que el acto produzca otros efectos que
impone la ley con independencia de la voluntad de las partes.
(Malicki, 2014).

1
En definitiva, la ineficacia es una cualidad genérica negativa que se relaciona
con los efectos del negocio.

9.2. Ineficacia, invalidez e inexistencia.


Diferenciación
Como anteriormente expusimos, la ineficacia es la privación o disminución
de los efectos propios que las partes desearon al otorgar un acto jurídico.
Ahora bien, es importante distinguir este concepto de la noción de invalidez
y de la noción de inexistencia.

La invalidez importa un otorgamiento imperfecto o


defectuoso de un acto jurídico. Es decir, un negocio en el cual
las partes no han respetado los requisitos que la ley exige
respecto de cada uno de sus elementos o de su contenido.
(Malicki, 2014).

En la inexistencia, en cambio, el acto simplemente no existe, por faltarle


alguno de los elementos esenciales.

9.3. Tipos de ineficacia. Ineficacia


estructural o inicial y funcional o
sobreviniente
La doctrina moderna distingue dos tipos de ineficacia, la Estructural y la
Funcional.

a) Ineficacia estructural o estática: llamada también por algunos autores


intrínseca o inicial. Se da cuando la privación de los efectos propios del
negocio jurídico se produce por defectos en su estructura existentes
desde el momento mismo de celebrarse el acto, y pueden referirse a
cualquiera de los elementos del negocio jurídico o a su contenido.
Ejemplo: falta de capacidad en el sujeto; ilicitud de la causa, etc.

b) Ineficacia funcional o dinámica: también denominada extrínseca o


sobreviniente. En este caso, se trata de negocios que originariamente
son válidos, sin defectos en la estructura al tiempo en que fueron

2
otorgados, y que devienen luego ineficaces por causas extrínsecas,
dejando de producir todos o algunos de los efectos propios. Ejemplos de
ello son la revocación, rescisión y la resolución.

Asimismo, podemos distinguir entre Ineficacia inicial e Ineficacia


sobreviniente. Si la invalidez es una ineficacia de tipo estructural, vamos a
decir que se trata de una invalidez en sentido estricto e inicial, porque se da
en los elementos constitutivos del negocio jurídico. Por lo tanto, al estar
afectados estos elementos, el negocio ab initio carecerá de validez, y es por
ello que se trata de una ineficacia inicial. Además, es así ya que la ineficacia
estructural está reservada a la nulidad, porque la nulidad, según la
descripción que nos hace Buteler Cáceres (2010), es una sanción de invalidez
que la ley prescribe por adolecer el acto de un defecto en su constitución.

Entonces, cuando el efecto no se cumpla desde el inicio, se da una ineficacia


estructural inicial, mientras que en el otro caso se llama ineficacia
sobreviniente o funcional, porque el acto nace y es válido, y la ineficacia lo
afecta en su funcionamiento, pero nace válido.

Ahora bien, los defectos constitutivos sin duda tornan al acto en inválido. Sin
embargo, hay otras situaciones en el negocio jurídico que también van a
tornar al negocio jurídico ineficaz, no necesariamente inválido, sino ineficaz,
ya que a la invalidez, en sentido estricto, la reservamos a la nulidad.

Hablando en términos laxos, muchos autores utilizan la eficacia y la invalidez


como términos equivalentes. En sentido estricto, los autores reservan a ésta
última sólo para la estructura porque, dentro de las ineficacias, la ineficacia
tanto estructural como funcional hace que el concepto de ineficacia, por su
sentido, se extienda a este concepto válido de nulidad.

9.4. Ineficacia estructural: la nulidad


“La nulidad es un supuesto de ineficacia estructural (está afectada la validez
del acto) y absoluta (la declaración de nulidad produce efectos erga omnes)”
(Malicki, 2014).

La nulidad es un tipo de ineficacia estructural o inicial, y además es una


ineficacia absoluta. Lo que genera la sanción de invalidez es una causa
originaria. La finalidad de la sanción de nulidad se encuentra en la idea de
reparación con efecto retroactivo.

Veremos con mayor amplitud la nulidad en la Unidad 10.

3
9.5. Ineficacia funcional: revocación,
rescisión, resolución
Revocación

La revocación es una causal de ineficacia en la cual el negocio jurídico válido


va a dejar de producir efectos por la voluntad unilateral de una persona en
un acto jurídico unilateral, o por voluntad de una de las partes en un acto
jurídico bilateral. Es decir que la ley autoriza en determinadas situaciones la
revocación.

En principio, la revocación opera en los actos unilaterales, como, por


ejemplo, el testamento (arts. 2511 y 2512 del CCC).

Los caracteres de la revocación son los siguientes:

 Se trata de un acto unilateral, pues basta la voluntad del autor (por


ejemplo, si es un testamento, el testador puede revocar el
testamento hasta su muerte) o de una sola de las partes si el acto que
se revoca es bilateral.

 Es, además, un negocio entre vivos, pues tiene efecto inmediato.

 En cuanto a los efectos, éstos operan hacia el futuro (EX NUNC). Se


producen a partir del momento en que el autor de ella manifiesta su
voluntad, sin destruir los efectos ya producidos entre las partes y
frente a los terceros del acto que se revoca (por ejemplo, la
revocación de la donación antes de la aceptación por el donatario).
¿Cuáles son las EXCEPCIONES al efecto ex nunc de las donaciones? El
efecto de la revocación de las donaciones será retroactivo en los casos
de incumplimiento o inejecución de los cargos por parte del
donatario1 y en los casos de ingratitud del mismo2.

 La revocación, y esto es muy importante para tener en cuenta, sólo


procede en los casos autorizados por la ley. Nunca es voluntaria,
sino legal.

La rescisión

Es la facultad de las partes, por medio de otro contrato, de extinguir las


obligaciones creadas en un contrato anterior.

1 Art. 1570. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
2 Art. 1571. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación

Argentina.

4
La rescisión se da cuando, en la etapa de ejecución de un acto jurídico válido,
las partes, ya sea de mutuo acuerdo o en virtud de la voluntad de una sola
de ellas, deciden extinguir los efectos jurídicos del contrato.

Aquí vemos la primera característica, donde la rescisión puede ser dada por
voluntad tanto de ambas partes contratantes (1076 del CCC) como de forma
unilateral (art. 1077 CCC).

Artículo 1076 CCC- Rescisión bilateral. El contrato puede ser


extinguido por rescisión bilateral. Esta extinción, excepto
estipulación en contrario, sólo produce efectos para el futuro
y no afecta derechos de terceros3.

Artículo 1077 CCC- Extinción por declaración de una de las


partes. El contrato puede ser extinguido total o parcialmente
por la declaración de una de las partes, mediante rescisión
unilateral, revocación o resolución, en los casos en que el
mismo contrato, o la ley, le atribuyen esa facultad4.

Ahora bien, estas partes o la parte individual van a decidir dejar sin eficacia
el negocio jurídico y todo esto será con efectos hacia el futuro, a diferencia
de la resolución que produce efectos retroactivos. Es decir que una vez
rescindido el contrato ya no produce efectos para el futuro, y respecto de
los efectos que se dieron con anterioridad a la rescisión van a quedar firmes
para las partes. Por lo tanto, esto configura una característica esencial de la
rescisión. De todas maneras, según lo que prescribe el artículo 1076, esta
característica puede modificarse por estipulación en contrario de las partes
en ejercicio de la libertad de contratación.

En la rescisión bilateral, ambas partes de mutuo acuerdo deciden dar por


terminada la relación negocial y se extingue el negocio por voluntad de
ambas. Sin embargo, esto tiene su coto en el artículo 12, ya que si bien las
partes en ejercicio de la libertad de contratación pueden rescindir, no
podrán hacerlo cuando haya de por medio una ley imperativa o de orden
público.

Asimismo dijimos que la rescisión también puede ser unilateral, es decir, que
sea una sola de las partes quien decida dejar sin efecto el acto jurídico.
Ahora, en los casos de unilateralidad de esta voluntad tiene que estar

3Art. 1076. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
4Art. 1077. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación

Argentina.

5
fundado en la ley, o sea, perfectamente establecida por la ley, o bien que
esa facultad haya sido atribuida mediante el contrato de las partes a una de
las partes.

A modo de síntesis, entonces decimos que, bilateralmente, la facultad de


rescisión debe estar establecida por acuerdo de partes; unilateralmente, los
casos en que la ley establezca esta facultad (por ejemplo, artículo 1432 inciso
“b” del CCC) o por un acuerdo de partes en forma privada en el que se ha
establecido, o que cualquiera de las partes pueda rescindir, o que se le dé
esta facultad a una sola de ellas. Pero debe estar expresado en el acuerdo
de voluntades. Esta rescisión, ya se trate de la bilateral o de la unilateral,
tendrá efectos ex nunc, es decir, hacia el futuro.

La resolución

La resolución también es un modo de ineficacia de los negocios jurídicos. En


este caso y por el acaecimiento de un hecho sobreviniente a la celebración
de un negocio jurídico (que podría ser o no imputable a la voluntad de las
partes), se extinguen retroactivamente los efectos del acto. Esta
consecuencia es producto de que en la ley o en el propio acto se previó así.

Rivera (2010) destaca que el efecto que produce el hecho sobrevenido,


imputable o no, puede estar previsto en la ley (resolución por
incumplimiento de una de las partes, o bien estar pactado en la convención).

La Resolución es una causal de ineficacia funcional y sobrevenida del negocio


jurídico válido, opera por causas o circunstancias externas o imputables a las
partes, y el negocio jurídico va a dejar de producir los efectos para los cuales
fue creado con efecto retroactivo: una vez que se produce la resolución, las
partes deben volver las cosas al estado anterior. Según corresponda, podrá
haber devoluciones de las contraprestaciones en algunos casos. En el caso
de que por culpa de una de las partes pueda haber daños y perjuicios por la
demora en un incumplimiento, o porque ya una de las partes, por cuestiones
de su culpa o demás, no pueda devolver lo que recibió, entonces ahí también
puede haber daños y perjuicios.

La resolución puede ser por un hecho que tiene que ver con las partes,
especialmente en este caso hablamos de incumplimiento de una de las
partes en el negocio. Y la otra puede ser por una causa externa a las partes,
algo que viene de afuera de la estructura del negocio, como podría ser el
caso de la condición resolutoria o plazo resolutorio, el caso de la teoría o
doctrina de la imprevisión, el caso de la frustración de fin del contrato y el
caso de la imposibilidad sobrevenida.

La resolución puede estar prevista por ley, o ser convenida por las partes.

6
La cláusula resolutoria expresa (en el anterior Código denominada “pacto
comisorio expreso” y previsto en el Art. 1203 del C.C.) se da cuando las
partes pactan que frente al incumplimiento se produzca la resolución, la cual
surtirá sus efectos desde que la parte interesada comunique
fehacientemente a la otra su voluntad de resolver el negocio.

ARTÍCULO 1086.- Cláusula resolutoria expresa. Las partes


pueden pactar expresamente que la resolución se produzca
en caso de incumplimientos genéricos o específicos
debidamente identificados. En este supuesto, la resolución
surte efectos a partir que la parte interesada comunica a la
incumplidora en forma fehaciente su voluntad de resolver5.

La cláusula resolutoria implícita está prevista en el artículo 1087 del Código


Civil y Comercial (ex “pacto comisorio tácito” del Art. 1204 del C.C.).

ARTÍCULO 1087.- Cláusula resolutoria implícita. En los


contratos bilaterales la cláusula resolutoria es implícita y
queda sujeta a lo dispuesto en los artículos 1088 y 1089.6

ARTICULO 1088.-Presupuestos de la resolución por cláusula


resolutoria implícita. La resolución por cláusula resolutoria
implícita exige:
a) un incumplimiento en los términos del artículo 1084. Si es
parcial, debe privar sustancialmente de lo que
razonablemente la parte tenía derecho a esperar en razón
del contrato;
b) que el deudor esté en mora;
c) que el acreedor emplace al deudor, bajo apercibimiento
expreso de la resolución total o parcial del contrato, a que
cumpla en un plazo no menor de quince días, excepto que de
los usos, o de la índole de la prestación, resulte la procedencia
de uno menor. La resolución se produce de pleno derecho
al vencimiento de dicho plazo. Dicho requerimiento no es
necesario si ha vencido un plazo esencial para el
cumplimiento, si la parte incumplidora ha manifestado su
decisión de no cumplir, o si el cumplimiento resulta
imposible. En tales casos, la resolución total o parcial del

5 Art. 1086. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
6 Art. 1087. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación

Argentina.

7
contrato se produce cuando el acreedor la declara y la
comunicación es recibida por la otra parte7.

ARTÍCULO 1089.- Resolución por ministerio de la ley. El


requerimiento dispuesto en el artículo 1088 no es necesario
en los casos en que la ley faculta a la parte para declarar
unilateralmente la extinción del contrato, sin perjuicio de
disposiciones especiales8.

A los efectos del artículo 1.087, se considera incumplimiento esencial en


atención a la finalidad del contrato lo prescripto en el artículo 1.084.

Artículo 1084.- Configuración del incumplimiento. A los fines


de la resolución, el incumplimiento debe ser esencial en
atención a la finalidad del contrato. Se considera que es
esencial cuando:
a. el cumplimiento estricto de la prestación es fundamental
dentro del contexto del contrato;
b. el cumplimiento tempestivo de la prestación es condición
del mantenimiento del interés del acreedor;
c. el incumplimiento priva a la parte perjudicada de lo que
sustancialmente tiene derecho a esperar;
d. el incumplimiento es intencional;
e. el incumplimiento ha sido anunciado por una
manifestación seria y definitiva del deudor al acreedor9.

Para Rivera (2010), la resolución puede ser:

a) Automática: es la producida en los negocios sometidos a condición


resolutoria.

b) Facultativa: en este caso, se exige que a la producción de un


acontecimiento previsto por la ley o por las partes se le añada una
declaración de voluntad de una de ellas para que acaezca la resolución.

7 Art. 1088. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
8 Art. 1089. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación

Argentina.
9 Art. 1084. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación

Argentina.

8
c) Opcional: se presenta cuando una de las partes puede arrepentirse
del negocio, dejándolo sin efecto. Es lo que acontece en los negocios en
que se ha entregado una seña.

d) Legal o Voluntaria: es legal cuando ello se procede en virtud de la ley.


Será voluntaria cuando ella dependa de la voluntad de la parte
autorizada para promoverla, aunque para hacerlo puede derivar del acto
o de la ley.

Efectos

Expone Rivera (2010) que la resolución tiene efectos retroactivos al día de la


celebración del negocio jurídico, al menos entre partes, salvo pacto en
contrario o excepción legal; que la retroactividad obliga a las partes a
restituirse lo recibido en razón del negocio o su valor; que, además, la parte
incumplidora deberá indemnizar daños y perjuicios; y, por último, que el
efecto retroactivo no afectará al tercer adquirente de buena fe.

Teoría de la imprevisión

Otro de los institutos que trae como consecuencia la resolución en materia


de contratos es la Teoría de la Imprevisión, que se encuentra receptada en
el art 1.091 del CCC:

Artículo 1091.- Imprevisión. Si en un contrato conmutativo


de ejecución diferida o permanente, la prestación a cargo de
una de las partes se torna excesivamente onerosa, por una
alteración extraordinaria de las circunstancias existentes al
tiempo de su celebración, sobrevenida por causas ajenas a las
partes y al riesgo asumido por la que es afectada, ésta tiene
derecho a plantear extrajudicialmente, o pedir ante un juez,
por acción o como excepción, la resolución total o parcial del
contrato, o su adecuación. Igual regla se aplica al tercero a
quien le han sido conferidos derechos, o asignadas
obligaciones, resultantes del contrato; y al contrato aleatorio
si la prestación se torna excesivamente onerosa por causas
extrañas a su álea propia10.

10Art.
1091. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

9
La imprevisión tiene su origen en el derecho romano a partir del famoso
adagio pacta sunt servanda, que significa que los pactos son para cumplirse
y que deben ser respetados por las partes como a la ley misma. Pero, a su
vez, en el derecho romano existía otra cláusula, la rebuc sic stantibus, la cual
establecía que a los contratos hay que respetarlos como a la ley misma,
siempre que se mantengan las condiciones y circunstancias que
acontecieron en el momento de la celebración del contrato. Si esas
condiciones en el futuro, en la parte ejecutiva del contrato, no se dan por
algún hecho imprevisto por las partes, en ese caso ya no debería perseguirse
a ultranza esta norma de respetar el contrato como la ley misma porque han
cambiado las circunstancias, esto es, las condiciones en que se pactaron.
Vemos cómo el derecho romano en sus comienzos ya tenía prevista la
famosa imprevisión. Luego se desarrolla por los posglosadores,
especialmente con el derecho canónico. La imprevisión toma fuerza porque
está basada en la buena fe, la moral y las buenas costumbres. Podríamos
decir que el derecho canónico de la Iglesia Católica refuerza el principio
respecto de la imprevisión, es decir, no respetar a ultranza lo pactado
cuando cambien las circunstancias de contratación de un modo
extraordinario nunca previsto por las partes y que, por lo mismo, va a causar
un perjuicio económico en exclusividad a una de ellas.

Para que se produzca la consecuencia de la resolución de un contrato por la


imprevisión, primero tenemos que tener un negocio jurídico válido, el cual
deberá ser un contrato conmutativo oneroso de ejecución diferida o
permanente. Asimismo, también puede tratarse de un negocio aleatorio,
cuando esa imprevisión venga más allá del riesgo común que tiene un
negocio aleatorio.

¿Qué tiene que suceder? En ese tipo de contratos, en la etapa de ejecución


de los mismos, se va a presentar a las parte un hecho extraordinario que va
a tener la característica de ser extraordinario e imprevisible. De ninguna
manera las partes han podido tener en cuenta que algo así iba a suceder, va
más allá de lo normal, de lo cotidiano, más allá de lo que dice el
conocimiento de las personas que pueden llegar a tener en cuenta que algo
así pudiera suceder.

Además, otra de las características de la imprevisión es la excesiva


onerosidad sobreviniente, la cual significa que ese hecho imprevisible y
ajeno a las partes causa que una de ellas, que debe cumplir con la prestación
debida, si bien no torna en imposible al cumplimiento, lo torna costoso a tal
nivel que, según señalan algunos autores, sería pasible de llevar a la ruina
económica de la parte si cumpliera o fuera obligado a cumplir con esa
prestación.

Ante esto, la parte perjudicada por el hecho sobreviniente e imprevisto


puede plantear de forma extrajudicial o ante un juez, por vía de acción o

10
como de excepción, la resolución total o parcial del contrato, o su
adecuación.

Reiteramos, debemos tener bien presente que la teoría de la imprevisión


trae consecuencias aparejadas. Hay una parte que se ve perjudicada
económicamente, y otra parte que se enriquece sin causa. Esto es por
consecuencia de que las condiciones que tuvieron en cuenta las partes, al
momento de contratar, ya variaron al momento de la ejecución, porque
cuando uno contrata tiene en cuenta circunstancias de tiempo, lugar, de
mercado, la moneda, el cambio, todo eso se tiene en cuenta cuando se
contrata. Y si por una causa o hecho externo esas condiciones o
circunstancias que las partes contratantes tuvieron en cuenta devienen en
excesivamente onerosas para una parte, y correlativamente en un
enriquecimiento para la otra, debe necesariamente poder la parte
perjudicada solicitar la resolución o la adecuación de las condiciones de
contratación.

Frustración del fin del contrato

El último caso de resolución del contrato por una ineficacia funcional es el


de la frustración del fin del contrato. La frustración comparte con la
imprevisión el hecho de que en el desarrollo de la función del negocio
jurídico válido se van a ver alteradas las condiciones, las circunstancias que
las partes tuvieron en cuenta para contratar. Eso es lo que nos dice la
doctrina, que la frustración comparte con la imprevisión esa modificación de
las condiciones que las partes tuvieron en cuenta al momento de contratar.
Por tal motivo, la parte perjudicada también podrá pedir la resolución del
contrato.

Pero en el caso de la frustración, lo que sucede es que se va a afectar la causa


fin subjetiva del contrato, no como en la imprevisión, en donde lo que se
afecta es la equivalencia de las prestaciones, tornándola más onerosa para
una de ellas. En la frustración del fin lo que se frustra es el fin subjetivo, la
causa subjetiva del negocio jurídico, dando posibilidades a la parte que ya
no tiene interés en el contrato de resolverlo en razón de haber desaparecido
la causa.

Tanto la imprevisión como la frustración tienen sustento en la modificación


de la teoría de las bases de Larenz, la que sostiene que cuando hubiese una
modificación en las bases desde el momento de la celebración hasta el
momento de la extinción del contrato, la parte afectada por esa
modificación puede pedir un ajuste en esa diferencia.

9.6. La inexistencia

11
Abordaremos la teoría de la Inexistencia, siguiendo Prieto Molinero (2008) y
a su trabajo publicado en La Ley el 01/04/2008.

La doctrina jurídica argentina no ha sido uniforme al tratar la llamada


"Inexistencia del Acto Jurídico", y hoy sigue estando dividida. La importancia
del estudio de esta teoría no se limita sólo a un interés académico, ya que la
admisión de la teoría nos enfrenta a un posible régimen de invalidez, que
incluso es más agravado que el régimen de la nulidad absoluta. Asimismo,
hay que tener cuidado de no confundir la inexistencia de un acto jurídico de
la nulidad de un acto jurídico, ya que en la inexistencia el acto simplemente
no existe, por faltarle alguno de los elementos esenciales; en cambio, en la
nulidad, el acto existe, aun cuando está viciado.

Prieto Molinero (2008) señala que la distinción adquiere relevancia en


Francia durante el S. XIX, la que originariamente se refería al matrimonio. Se
consideraba que en el matrimonio el consentimiento era una parte esencial
del acto, y que si éste faltaba el matrimonio era existente sólo en apariencia.
Posteriormente, la doctrina y jurisprudencia de otros países también
receptan la distinción y alegan que la inexistencia es una categoría ajena a la
nulidad o invalidez.

Habíamos dicho que en Argentina hay diferentes posturas. Algunos autores


postulan la inexistencia como una categoría diferenciada de la nulidad y
otros, en cambio, no la admiten. Rivera (2010), en su libro Instituciones de
Derecho Civil, expresa que la postura por la no aceptación se funda en:

La no aceptación del criterio de adjudicar dos formas de


existencia al acto, una material y otra jurídica, pues se ajusta
o no se ajusta a los requisitos que la ley impone para
considerarlo como negocio jurídico;

La falta de consagración legal de la inexistencia;

La existencia de nulidades virtuales que hace inútil la tesis de


la inexistencia;

Los caracteres y efectos que se atribuyen al acto inexistente


están suficientemente captados en la regulación de la nulidad
absoluta;

La inexistencia matrimonial tiene su ámbito limitado, y no


puede expandirse al derecho patrimonial, es por estas
razones que los autores antes mencionados desechan la
teoría. (Rivera, 2004, p. 874).

12
En cambio, la doctrina que sostiene la teoría de la inexistencia entiende que
esta categoría se caracteriza por lo siguiente: en primer lugar, porque
cualquier persona interesada puede alegar la inexistencia de un acto, incluso
por los sujetos que han actuado de mala fe, siempre y cuando la inexistencia
sea manifiesta o resulte de la prueba producida; en segundo lugar, porque
la inexistencia puede ser alegada en cualquier momento del proceso; en
tercer lugar, porque los jueces pueden verificar la inexistencia y aplicarla de
oficio; y, en cuarto lugar, porque la inexistencia es imprescriptible,
inconfirmable e inconvertible (es decir, un acto inexistente no puede ser
convertido en otro acto).

9.7. La inoponibilidad
Es un supuesto de ineficacia que se llama relativa, y se encuentra establecida
por la ley, que priva a un negocio válido y eficaz entre las partes de sus
efectos respecto de determinados terceros a quienes la ley dirige su
protección, permitiéndoles ignorar la existencia del negocio e impidiendo a
las partes del mismo ejercitar pretensiones jurídicas dirigidas contra un
tercero.

“La inoponibilidad es un supuesto de ineficacia funcional (no está afectada


la estructura ni validez del acto jurídico) y relativa (sus efectos se producen
sólo en relación a determinados terceros)” (Malicki, 2014).

Este supuesto se funda en la protección de determinados terceros,


denominados "terceros interesados", y en la satisfacción de un verdadero
interés general: la certeza y la seguridad jurídica de las transacciones entre
los particulares. Pueden darse dos tipos de casos: aquellos en los que la ley
exige cierta publicidad para que los negocios adquieran eficacia frente a
terceros (por ejemplo, el art. 1893 del CCC), y otros en que la ley priva de
eficacia frente a terceros a actos otorgados en su perjuicio (por ejemplo, el
art. 338 del CCC).

Una característica muy relevante es que la inoponibilidad debe estar


expresamente establecida por la ley, lo que no significa que la norma lo
prevea puntualmente, sino que podrá surgir de la aplicación del conjunto de
normas referidas al caso en cuestión.

Tipos de inoponibilidad

 Inoponibilidad positiva o negativa:

13
La primera se refiere a los casos en que el acto es válido y eficaz en
general, pero es ineficaz frente a ciertos terceros. La segunda se refiere a
los casos en que el acto es inválido o ineficaz entre quienes lo otorgaron,
pero esa nulidad o ineficacia resulta inoperante frente a ciertos terceros.

 Inoponibilidad impuesta a modo de sanción por defecto de formas:

Se refiere a aquellos casos en que la inoponibilidad del acto proviene de


la inobservancia de algún requisito adicional referido a la forma o a la
publicidad (por ejemplo, el art. 1893 del CCC).

14
10. La nulidad de los
actos jurídicos
10.1. Definición, caracteres y
clasificación
La nulidad es un tipo de ineficacia estructural o inicial, y además es una
ineficacia absoluta. Esta causa originaria es, precisamente, la que acarrea la
sanción de invalidez y la que distingue la nulidad de la ineficacia en sentido
estricto, y que se da en los supuestos en que un negocio regular y válido no
produce los efectos que le son propios en virtud de una causa externa y
sobreviniente. La finalidad de la sanción de nulidad se encuentra en la idea
de reparación con efecto retroactivo.

La nulidad es una sanción legal que priva a un acto jurídico de


sus efectos propios o normales, con efecto retroactivo y
frente a todos (partes y terceros), por adolecer de defectos
originarios, estructurales y esenciales a través de un proceso
de impugnación y declaración. (Malicki, 2014.

Caracteres

Siguiendo a Malicki (2014), podemos decir que son seis los caracteres de la
nulidad:

(i) La nulidad da paso a una sanción: la nulidad priva al acto


jurídico de sus efectos propios, con efecto retroactivo
(volviendo las cosas al mismo estado en que se hallaban antes
de su celebración) y da paso a la sanción; imponiéndoles a las
partes la obligación de restitución mutua de lo recibido en
virtud del acto, negándole los derechos que tenían con causa
en el mismo y, en su caso, imponiendo la reparación de daños
y perjuicios provocados por el acto inválido. El efecto
retroactivo alcanza, en principio, también a los terceros.

15
(ii) Base legal: la sanción de nulidad sólo puede ser
establecida por la ley.

(iii) Es calificativo exclusivo del acto jurídico: sólo el acto


jurídico tiene eficacia propia y sólo él puede perderla. De allí,
que no es acertado hablar de nulidad de un acto ilícito o de
un simple acto voluntario, pues no pueden perder una
eficacia que nunca tuvieron.

(iv) Sólo priva al acto jurídico de sus efectos propios: la


nulidad destituye al negocio jurídico de los efectos que las
partes persiguieron al otorgarlo; pero el acto puede producir
otros efectos que impone la ley con independencia de la
voluntad de las partes (art. 391).

(v) Características de los defectos que causan invalidez y


hacen posible la declaración de nulidad: i) son originarios ,
ya que existen desde la celebración del acto jurídico; ii) son
estructurales (o intrínsecos), se encuentran en la estructura
del negocio (en sus elementos o en su contenido); iii) son
esenciales , por su gravedad (un defecto menor no amerita la
declaración de nulidad, por ejemplo: el error debe ser
esencial y reconocible —art. 265—, para causarla).

(vi) Proceso de impugnación y declaración : el acto


defectuoso no es automáticamente nulo, es inválido. Para
llegar a la nulidad es necesario impugnar el acto, probar el
defecto y así poder obtener la declaración que da estado a la
nulidad. (Malicki, 2014).

Clasificación de las nulidades

El Código Civil derogado clasificaba a las nulidades de la siguiente manera:

 nulidad expresa e implícita (art. 1037);

 actos nulos y anulables (arts. 1038 y 1046);

 nulidad absoluta y relativa (arts. 1047 y 1048);

 nulidad total o parcial (art. 1039);

A su vez, un acto jurídico podía ser:

 nulo de nulidad absoluta;

16
 nulo de nulidad relativa;

 anulable de nulidad absoluta;

 anulable de nulidad relativa.

El nuevo Código Civil y Comercial sólo mantiene la categoría de nulidad


absoluta y relativa (art. 386) y la distinción entre nulidad total y parcial
(art. 389).

Artículo 386.- Criterio de distinción. Son de nulidad absoluta


los actos que contravienen el orden público, la moral o las
buenas costumbres. Son de nulidad relativa los actos a los
cuales la ley impone esta sanción sólo en protección del
interés de ciertas personas11.

Artículo 387.- Nulidad absoluta. Consecuencias. La nulidad


absoluta puede declararse por el juez, aun sin mediar petición
de parte, si es manifiesta en el momento de dictar sentencia.
Puede alegarse por el Ministerio Público y por cualquier
interesado, excepto por la parte que invoque la propia
torpeza para lograr un provecho. No puede sanearse por la
confirmación del acto ni por la prescripción12.

Artículo 388.- Nulidad relativa. Consecuencias. La nulidad


relativa sólo puede declararse a instancia de las personas en
cuyo beneficio se establece. Excepcionalmente puede
invocarla la otra parte, si es de buena fe y ha experimentado
un perjuicio importante. Puede sanearse por la confirmación
del acto y por la prescripción de la acción. La parte que obró
con ausencia de capacidad de ejercicio para el acto, no puede
alegarla si obró con dolo13.

Los artículos transcriptos aluden al interés de la moral o de la ley de donde


el criterio para diferenciar una nulidad de otra debería resultar de la
naturaleza del interés en juego. En síntesis, estaremos ante una nulidad
absoluta cuando el interés que se está tutelando sea un interés general,

11Art. 386. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
12Art. 387. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación

Argentina.
13Art. 388. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación

Argentina.

17
público; supuesto en el cual el juez puede y debe declarar de oficio la nulidad
absoluta cuando ésta aparece manifiesta en el acto. Distinto es el caso de la
nulidad relativa, en la que está en juego el interés particular, por lo que ni el
juez ni el ministerio público están autorizados para intervenir ni alegarla.

En lo atinente a la integración del acto, también podemos hablar de nulidad


total o parcial, de acuerdo con lo establecido en el art. 389 del Código Civil
y Comercial.

Artículo 389.- Principio. Integración. Nulidad total es la que


se extiende a todo el acto. Nulidad parcial es la que afecta a
una o varias de sus disposiciones. La nulidad de una
disposición no afecta a las otras disposiciones válidas, si son
separables. Si no son separables porque el acto no puede
subsistir sin cumplir su finalidad, se declara la nulidad total.
En la nulidad parcial, en caso de ser necesario, el juez debe
integrar el acto de acuerdo a su naturaleza y los intereses que
razonablemente puedan considerarse perseguidos por las
partes14.

Para la nulidad parcial se recepta el principio de


"separabilidad" ya consagrado en el Código Civil sustituido
(art. 1039). Pero innova el Código al establecer la facultad del
tribunal de integrar el acto jurídico en caso de ser necesario,
fijando alguna de las pautas que ha de considerar a esos fines.
(Malicki, 2014).

10.2. La nulidad en el Código Civil y


Comercial y sus incidencias notariales
En cuanto a las incidencias que tienen las nulidades en materia notarial, el
Dr. Luis Moisset de Espanés y José Fernando Márquez (s.f.) en el trabajo
titulado Nulidades de Escrituras Públicas - Responsabilidad del Escribano
analizan los distintos aspectos relacionados con la actividad notarial y las
consecuencias que la tarea del escribano puede ocasionar en la realización
de escrituras que pueden verse afectadas de nulidad. En el mencionado

14Art.
389. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

18
artículo, los referidos autores sostienen que el escribano tiene la obligación
de autorizar una escritura instrumentalmente válida, y que esa obligación
es de resultado. Asimismo, sostienen que si el instrumento tiene defectos
que lo tornan inválido, no sería necesario probar la existencia de culpa en su
accionar, ya que su responsabilidad es objetiva.

Con respecto a la nulidad de las Escrituras Públicas, el nuevo Código Civil y


Comercial aborda el tema en el artículo 309.

Art. 309.- Nulidad. Son nulas las escrituras que no tengan la


designación del tiempo y lugar en que sean hechas, el nombre
de los otorgantes, la firma del escribano y de las partes, la
firma a ruego de ellas cuando no saben o no pueden escribir
y la firma de los dos testigos del acto cuando su presencia sea
requerida. La inobservancia de las otras formalidades no
anula las escrituras, pero los escribanos o funcionarios
públicos pueden ser sancionados15.

El artículo 309 del CCC mantiene todos los supuestos que ya contenía el
artículo 1004 del viejo Código Civil. Sólo agrega la falta de firma del escribano
como causal de nulidad.

Hay que tener en cuenta que las causales de nulidad de la Escritura Pública
provocarán su nulidad total y absoluta, porque se extienden a todo el acto y
contravienen el orden público. Por lo tanto, el incumplimiento o la omisión
de alguno de los requisitos que la escritura pública debe contener, producirá
la ineficacia del acto jurídico originando una nulidad absoluta y total.

Por último, podemos decir que a la escritura pública se le aplicaran todas las
causales de invalidez que anulan los instrumentos públicos, a saber:
incompetencia material y territorial del funcionario y la falta de firmas,
incompetencia en razón de las personas, incompetencia temporal, salvados
de partes esenciales, y testigos inhábiles.

10.3. La forma instrumental y la


nulidad
Las escrituras, como especie dentro del género de instrumentos públicos,
deben cumplir los mismos requisitos sustanciales que éstos, y si no los

15Art. 309. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

19
satisfacen siguen similar suerte. Serían –por ello– nulas las escrituras en las
que el escribano haya actuado fuera de su jurisdicción o fuese incompetente
para otorgar el acto de que se trate (incompetencia en razón de la materia).

Para los casos de inobservancia de los requisitos formales (formas legales),


el Código ha prescripto dos tipos de sanciones, la nulidad del acto y las
multas al notario interviniente.

El artículo 309 del CCC sólo contempla como supuestos de nulidad: la


omisión de la fecha, la del lugar de otorgamiento, la del nombre de los
otorgantes, la falta de la firma o de firma a ruego si correspondiese, y la
ausencia de firma de los dos testigos cuando su presencia fuese requerida.

Artículo 309.- Nulidad. Son nulas las escrituras que no tengan


la designación del tiempo y lugar en que sean hechas, el
nombre de los otorgantes, la firma del escribano y de las
partes, la firma a ruego de ellas cuando no saben o no pueden
escribir y la firma de los dos testigos del acto cuando su
presencia sea requerida. La inobservancia de las otras
formalidades no anula las escrituras, pero los escribanos o
funcionarios públicos pueden ser sancionados16.

10.4. La conversión del acto: definición


El Código Civil de Vélez Sarsfield no conceptualizó la conversión, sino que
sólo fue prevista en casos aislados que la doctrina interpretó como
supuestos de conversión. El nuevo Código Civil y Comercial, en cambio, sí la
regula en el artículo 384.

Artículo 384.- Conversión. El acto nulo puede convertirse en


otro diferente válido cuyos requisitos esenciales satisfaga, si
el fin práctico perseguido por las partes permite suponer que
ellas lo habrían querido si hubiesen previsto la nulidad17.

La conversión es una especie dentro del género de “convalidación” del acto


jurídico.

16Art. 309. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
17Art. 384. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación

Argentina.

20
Para que opere la "conversión" del instrumento público viciado, deben
concurrir dos requisitos:

a) un requisito objetivo, el cual tiende a establecer si con los requisitos


formales y sustanciales del acto inválido es posible construir otro
acto diferente;

b) un requisito subjetivo, que requiere que las partes habrían querido


el otro acto de haber previsto la nulidad.

El fundamento del fenómeno de conversión reside en que, en lo posible,


debe respetarse la voluntad de las partes, que ha sido instrumentar un acto
jurídico que no resultó inválido en sí mismo, sino en su instrumentación.

El negocio otorgado con una forma insuficiente tendrá validez sólo como
causa fuente de la obligación de elevarlo a la forma legalmente impuesta.
Esta obligación de elevación a la forma instrumental constituye una
obligación de hacer que en caso de no ser cumplida de forma voluntaria,
puede ser exigida por vía judicial. La conversión del negocio jurídico sólo
puede darse respecto de aquellos supuestos de negocios jurídicos formales
no solemnes o en los que la forma es exigida a los fines probatorios (forma
ad probationem). Es decir, que la conversión no tendrá lugar cuando el
instrumento público viciado instrumenta un acto jurídico solemne, es decir,
aquel que exige para su validez sólo una determinada forma y no otra (por
ejemplo, la donación de bienes inmuebles, la cual debe ser hecha bajo pena
de nulidad en escritura pública, art. 1552 del CCC).

Efectos

En primer, lugar la conversión de un negocio jurídico celebrado sin la forma


exigida por la ley valdrá como causa fuente de la obligación de elevarlo a la
forma legal. En caso de no cumplirse voluntariamente con esta obligación,
que es una prestación de hacer, podrá ser demandada judicialmente.

En segundo lugar, si un instrumento público se convierte en privado, esto no


implica que el instrumento se beneficie con la autenticidad de las firmas, ni
tampoco con la fecha cierta, sino que deberá ser reconocido en juicio y
probar su fecha cierta para poder oponerlo a terceros. Esta solución es
lógica, ya que lo atinente a la autenticidad de las firmas de las partes y a la
fecha cierta sólo configuran consecuencias que se siguen de la intervención
regular del oficial público, que en esta hipótesis no concurre desde que el
instrumento público está viciado.

En tercer lugar, el instrumento objeto de la conversión es autónomo


respecto de la declaración de voluntad que refleja, de allí que, aunque sea

21
nulo, el instrumento conserva en ciertos casos virtualidad suficiente para
demostrar el contenido de la voluntad. Tampoco se ve afectada la validez
del acto salvo cuando se tratase de un acto sometido a una forma solemne
absoluta.

10.5. La confirmación y ratificación:


alcances
Confirmación

Para Rivera (2010), la confirmación es la convalidación de los negocios


jurídicos que padecen una causal de nulidad; la convalidación sería el género
y la confirmación es la especie.

La convalidación, como género, es la forma de producir el


saneamiento de un acto imperfecto. La confirmación es una
especie de convalidación de un acto jurídico inválido sujeto a
una causal de nulidad relativa.
Además de la confirmación, existen otras especies de
convalidación como la ratificación (art. 369), la conversión
(art. 384) y la prescripción liberatoria (arts. 2554 y ss.).
(Malicki, 2014).

El art. 393 del CCC, el cual se refiere a los requisitos de la confirmación, la


define y dice que:

Artículo 393.- Requisitos.- Hay confirmación cuando la parte


que puede articular la nulidad relativa manifiesta expresa o
tácitamente su voluntad de tener al acto por válido, después
de haber desaparecido la causa de nulidad. El acto de
confirmación no requiere la conformidad de la otra parte18.

El art. 393 exige tres recaudos para la validez y eficacia del


acto de confirmación:
(i) La causal de nulidad debe haber desaparecido: es decir el
defecto o el vicio que afectaba la validez del acto jurídico no
debe subsistir. Así, el menor de edad no puede confirmar por
sí mismo un acto jurídico hasta alcanzar la mayoría de edad.
De mantenerse el defecto, el acto de confirmación sería a su
vez pasible de nulidad.
18Art.
393. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

22
(ii) El acto de confirmación no debe adolecer, a su vez, de otra
causal de nulidad: de ser inválido el acto de confirmación no
sería idóneo para otorgar eficacia definitiva al acto inválido
que se pretende confirmar.
(iii) El sujeto debe estar legitimado para confirmar: se
encuentran facultados para confirmar actos jurídicos los
mismos sujetos que se encuentran legitimados para invocar
la nulidad relativa (véase comentario al art. 388). (Malicki,
2014).

Forma

La confirmación puede ser expresa o tácita:

Art. 394.- Forma. Si la confirmación es expresa, el


instrumento en que ella conste debe reunir las formas
exigidas para el acto que se sanea y contener la mención
precisa de la causa de la nulidad, de su desaparición y de la
voluntad de confirmar el acto. La confirmación tácita resulta
del cumplimiento total o parcial del acto nulo realizado con
conocimiento de la causa de nulidad o de otro acto del que
se deriva la voluntad inequívoca de sanear el vicio del acto19.

La confirmación expresa se manifiesta por escrito, y el instrumento debe


contener:

1) las formas exigidas para el acto que se quiere confirmar;

2) la mención de la causa de la nulidad y su desaparición;

3) la voluntad de confirmar el acto;

Si falta alguno de estos requisitos, el acto de confirmación será nulo.

Para que la confirmación tácita tenga efectos, deben concurrir todos los
requisitos del artículo 394, salvo el recaudo de forma del primer párrafo:

i) la causa o causas de la nulidad deben haber cesado; ii) no


debe concurrir en el acto de confirmación tácita ninguna otra
causal que pueda producir su nulidad; iii) la parte confirmante

19Art. 394. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

23
debe tener pleno conocimiento del vicio que adolecía el acto;
iv) también debe demostrar inequívocamente su intención de
repararlo. (Malicki, 2014).

En cualquiera de sus formas, la confirmación no exige el concurso de la parte


a cuyo favor se hace.

Efectos de la confirmación

Los efectos de la confirmación dependerán de si trata de actos entre vivos o


actos de última voluntad. En el primer caso, los efectos son retroactivos al
día de la celebración del acto originario. En cambio, en los actos de última
voluntad, los efectos retroactivos lo son al día del fallecimiento del causante.

Artículo 395.- Efecto retroactivo. La confirmación del acto


entre vivos originalmente nulo tiene efecto retroactivo a la
fecha en que se celebró. La confirmación de disposiciones de
última voluntad opera desde la muerte del causante. La
retroactividad de la confirmación no perjudica los derechos
de terceros de buena fe20.

Actos susceptibles de confirmación

Únicamente los actos que adolecen de nulidad relativa pueden ser


confirmados. La razón por la cual los actos absolutamente nulos no pueden
confirmarse radica en que existe un interés social que prevalece sobre la
voluntad que quieran imponer los contratantes.

Requisitos

Para que haya confirmación, en primer lugar debe haber cesado la


incapacidad o el vicio del cual provenía la nulidad, y en segundo lugar no
debe existir ninguna otra causal de nulidad en el acto de confirmación.

Ratificación

20Art. 395. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.

24
La ratificación es la manifestación de voluntad de una persona que asume,
como propios, hechos o actos jurídicos otorgados o ejecutados por otra en
su nombre, sin mandato o con poderes suficientes. La ratificación equivale
al mandato (Rivera, 2010). La ratificación suple la falta de representación.

Artículo 369.- Ratificación. La ratificación suple el defecto de


representación. Luego de la ratificación, la actuación se da
por autorizada, con efecto retroactivo al día del acto, pero es
inoponible a terceros que hayan adquirido derechos con
anterioridad21.

La ratificación se produce cuando, ante la actuación de un


gestor que no tiene facultades representativas, sobreviene
una declaración de voluntad del titular del interés que asume
la gestión como propia. Así, otorga eficacia con posterioridad
al acto.

Los efectos que producirá la ratificación serán entre las partes


y retroactivos al día del acto. Vale decir, que la ratificación
efectuada no implicará un apoderamiento futuro a quien
actuó careciendo de representación, para que comience a
obrar en tal carácter, sino que circunscribirá sus efectos a los
actos anteriores objetos de dicha venia. (Álvarez Juliá – Reig,
2014).

La ratificación puede efectuarse en cualquier tiempo22, y con cualquier


forma23. Podemos encontrar algunos ejemplos de supuestos de ratificación
en el artículo 1025, sobre la contratación a nombre de tercero, y en el
artículo 1789, relativo a la gestión de negocios.

21 Art. 369. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación
Argentina.
22 Art. 370. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación

Argentina.
23 Art. 371. Ley 26.994. Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación

Argentina.

25
Bibliografía

Código Civil de la República Argentina. Honorable Congreso de la Nación


Argentina.

Código Civil y Comercial de la Nación. Honorable Congreso de la Nación


Argentina.

Buteler Cáceres, J. (2010). Manual de Derecho Civil – Parte General. Córdoba: Ed.
Advocatus.

Cifuentes, S. (2004). Negocio Jurídico. Buenos Aires: Editorial Astrea.

Llambías, J. J. (1953). Efectos de la nulidad y de la anulación de los actos jurídicos.


Buenos Aires: Depalma.

Moisset de Espanés, L. y Márquez, J. (s.f.). Nulidad de las Escrituras Públicas -


Responsabilidad del Escribano. Recuperado de http://goo.gl/empuWs

Prieto Molinero, Ramiro J. (2008). Inexistencia de los actos jurídicos. Publicado en


La Ley 01/04/2008.

Rivera, J. C. (2004). Instituciones de Derecho Civil - Parte General. Tomo I. Tercera


edición. Buenos Aires: Abeledo Perrot.

Rivera, J. (2010). Instituciones de derecho civil - Parte general – Tomo II. Buenos
Aires: Abeledo Perrot.

Rivera, J.C. (dir.) y Medina, G. (coord.) VV. AA. (2014). Nuevo Código Civil y
Comercial de la Nación, comentado por especialistas. Buenos Aires: La Ley.

Álvarez Juliá, L. y Sobrino Reig, E. (2014). Libro Primero. Parte General.


Título IV. Hechos y actos jurídicos. Capítulo 8. Representación.

Malicki, Anahí (2014). Libro Primero. Parte General. Título IV. Hechos y actos
jurídicos. Capítulo 9. Ineficacia de los actos jurídicos.

26

También podría gustarte