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Facultad de psicología
Neurociencia lll
Edwin Castiblanco
12/02/2021
En este artículo nos exponen las diferencias a nivel sexual y cognitivo entre el cerebro de
los hombres y las mujeres, las diferencias en el comportamiento sexual, los estudios sobre
morfología y función cerebral muestran que existen diferencias entre los encéfalos de machos y
entre hombres y mujeres que parecen sugerir una diferencia en lo que respecta al tamaño o la
función de la amígdala. Una revisión de estudios del volumen de la amígdala concluyó que existe
una diferencia en tamaño bruto, siendo los varones los que la tienen un 10% mayor, aunque este
resultado puede ser equívoco, porque los cerebros masculinos son más grandes en general. Tras
normalizar en función del tamaño del cerebro, no se observó una diferencia significativa del
Tanto los hombres como las mujeres poseen redes de memoria funcional compuestas por
izquierdo. Si bien se usan las mismas redes cerebrales para la memoria funcional, determinadas
regiones son específicas de uno u otro sexo. Las diferencias se pusieron de manifiesto en otras
redes, pues las mujeres también suelen tener mayor actividad en las regiones prefrontal y
los hombres tienen una red distribuida extendida por el cerebelo, algunas porciones del lóbulo
Los estudios en numerosas especies animales, pero sobre todo en la rata, han mostrado
que las hormonas sexuales actúan sobre determinadas células cerebrales, las que se hallan
situadas en el sistema límbico. Sobre todo, en el hipotálamo y las regiones septal y amigdalina.
Son estas estructuras las que controlan el comportamiento sexual de un individuo adulto.
El cerebro del varón tiene más asimetrías que el de la mujer, lo que se traduce en que sus
dos hemisferios presentan diferencias entre el uno y el otro más acusadas que en el supuesto de
estas últimas. Más allá de ello, investigaciones muy recientes apuntan a que los hombres son
también más diferentes entre sí (en lo relativo a la estructura del órgano) que las mujeres, lo que
significa que existe entre ellos una mayor variabilidad. Este hecho podría corresponder a la
contribución organizadora de los esteroides prenatales, que elicitan la diferenciación en tal fase