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Certificados digitales de vacunación: La nueva tiranía

Alejandro Bermeo

 
y que nadie pudiera comprar ni vender
si no tenía la marca o el nombre de la
bestia, o el número de su nombre.

Apocalipsis 13:17 

Solo un crédulo puede pensar que con la vacuna tendríamos el fin de la pandemia y la vuelta a la
normalidad, nada más lejos de la realidad. Ahora los “expertos” recomiendan que dos, tres o
cuatro tapabocas son mejor que uno, y que el hisopado anal puede ser un mejor método para
encontrar el coronavirus que el procedimiento nasofaríngeo, a pesar de que este es un virus
respiratorio.

Lo que viene después de la vacuna, además de más vacunas y sometimiento, son los certificados
digitales de vacunación. El 18 de marzo de 2020, Bill Gates, a través de su cuenta de twitter
informó que respondería preguntas en su cuenta de Reddit. Particularmente una de sus respuestas
sería la que más llamó la atención. Le preguntaron: “¿Qué cambios tendremos que hacer en la
forma en que operan las empresas para mantener nuestra economía al tiempo que
proporcionamos distanciamiento social?” y esto respondió: “Eventualmente tendremos algunos
certificados digitales para mostrar quién se ha recuperado o se ha testeado recientemente o
cuándo tengamos una vacuna quién la ha recibido”.

Recordemos que Bill Gates tiene mayor riqueza y poder que numerosos países y jefes de Estado,
siendo el 4to más rico del mundo, básicamente es el dueño de la OMS, y el actual mayor
propietario de tierras agrícolas privadas en Estados Unidos poniendo en riesgo la soberanía
alimentaria del planeta. Por lo cual, básicamente todo lo que dice funciona como profecía
autocumplida.

Hoy, el certificado digital de vacunación que mencionaba Gates ya es una realidad. De la mano de
la OMS, El Foro Económico Mundial, la Fundación Rockefeller y desde luego, la Fundación Bill y
Melinda Gates, la arquitectura de la opresión se está instalando. Además, la compañía Microsoft,
Salesforce y Oracle, entre otras, están trabajando en registros de vacunación digitales, y para eso
crearon La Iniciativa de Credenciales de Vacunación (VCI).

Países como Suecia y Dinamarca planean certificados digitales de vacuna COVID para viajes que
además podrían ser usados como condición para acceder a centros comerciales, conciertos, entre
otros. En Alemania se está proponiendo que la vacuna contra el COVID sea requisito para asistir a
ciertos eventos y en Estados Unidos, Biden pidió a las agencias gubernamentales que investigaran
la viabilidad de producir versiones digitales de certificados de vacunas. Así que la realidad en este
futuro tecnodistópico que ya va tomando su forma final, es que aquellos que se rehúsen a la
inoculación serán penalizados con mandatos obligatorios que les impedirán salir de casa,
conseguir un empleo, ir a la escuela o visitar a sus seres queridos. Tener la vacuna y el certificado
digital será el equivalente a usar la mascarilla.

En países bajo gobiernos autoritarios la vacuna será universal y obligatoria, pero en países que en
el papel supuestamente son democracias se aplicará un enfoque “voluntario”, consistente en el
“palo y zanahoria” o el mero chantaje, ofreciendo premios, incentivos y beneficios a aquellos que
sigan las órdenes y todo tipo de restricciones y nuevo apartheid a los intocables que se rehúsen.

Alejandro Bermeo: Abogado, especialista en filosofía política y fundador del Mises Report.
Twitter @AlejoBerme0., Telegram @AlejoBerme0.

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