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Antecedentes del liderazgo educativo.

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Antecedentes del liderazgo educativo.

El objetivo de este trabajo es tener un enfoque de lo que representa el liderazgo


educativo desde el punto de vista de lo que ocurre dentro de las aulas con los
docentes y los alumnos. Para ello se estable un marco de referencia histórico con
lo cual se inicia este tema, sin acentuar los detalles de cada cultura y solamente
considerando el papel que jugaban los docentes en esas épocas.

Conforme transcurre el tiempo de generación en generación, a los profesores se


les ha denominado de diferente manera. Por ejemplo, Aristóteles era discípulo de
Platón, y Platón fue discípulo de Sócrates; Platón fue maestro de Aristóteles.
Sócrates fue el maestro de Platón y tuvo como discípulo a Aristóteles.

El maestro es una palabra que permanece como término para denominar a una
persona que puede desempeñar, entre otras, las funciones de guía, facilitador,
educador, profesor, o docente, tan sólo por mencionar algunos ejemplos.

Por otro lado, y por circunstancias diversas, también se le denomina como


maestro a aquellas personas que laboran en una institución, adiestrador de algún
oficio, o incluyendo a los padres que fungieron como los primeros maestros. Por lo
que si una persona enseña o trasmite un conocimiento entonces se le denomina,
en general, un maestro.

Por ejemplo, en China, Confucio ya concebía que el maestro se encargara de


transmitir el conocimiento, la religión y la cultura. Y en Egipto, los sacerdotes de
los templos enseñaban a sus estudiantes a leer y escribir, música, astronomía y
las leyes sagradas.

En Grecia, los esclavos dejaban de serlo para dirigirse a trabajar como maestros.
Sócrates, que no pertenecía a una élite social, afirmaba que el maestro no
deposita el conocimiento en el estudiante; es el discípulo quien desenvuelve,

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desarrolla, o cultiva el conocimiento, lo cual es contrario a fungir solamente como
un almacén de datos.

Sócrates utilizaba la dialéctica, una técnica del diálogo para buscar conceptos o
ideas para llegar a una verdad, pero también utilizaba la mayéutica para que a
través de un conjunto de preguntas, éstas debatirlas y en consecuencia que el
propio discípulo llegara a la verdad.

Por lo anterior, cabe reflexionar y preguntarse hasta qué punto son necesarios los
maestros, desde su concepción inicial hasta la percepción que se tiene de ellos en
nuestros días.

La reflexión se puede enlazar con lo que Platón menciona en sus diálogos, es


decir, “Primeramente, parece que debemos supervisar a los forjadores de mitos, y
admitirlos cuando estén bien hechos y rechazarlos en caso contrario. Y
persuadiremos a las ayas y a las madres de que cuenten a los niños los mitos que
hemos admitido, y con éstos modelaremos sus almas mucho más que sus
cuerpos con las manos. Respecto a los que se cuentan ahora, habrá que rechazar
la mayoría.”. Con ello se hace referencia a lo que se desea transmitir a los
educandos, la intención que llevan las palabras y los actos, al hecho de
conducirse como maestro ante nuestros discípulos.

La educación inicial estaba a cargo de los padres y después como adolescentes


recibían una instrucción intelectual, ética, militar y deportiva. Aprendían a leer y
escribir con tablas enceradas, pero también recibían castigos con golpes de
zapatos o de varas para acentuar la disciplina.

Por otro lado, los aztecas predicaban una estricta educación y contaban con dos
escuelas, el Telpochcalli y el Calmecac. Los adolescentes macehuales
pertenecían a una clase media baja social y eran instruidos por sus padres en
actividades cotidianas y de la naturaleza, a la cual se encontraban íntimamente

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ligados por sus enseñanzas. Los macehuales que no obtenían un logro se
dedicaban a la caza y al campo; si realizaban una acción preponderante entonces
podían optar por dedicarse a aprender los oficios de la guerra o del sacerdocio en
el Telpochcalli.

Los padres que pertenecían a la jerarquía de la clase noble mexica podían solicitar
que sus hijos tuvieran el privilegio de asistir al Calmecac; una vez que los jóvenes
eran aceptados, los padres llevaban ofrendas para agradecer a los dioses y a
Quetzalcóatl.

Los educadores eran los temachtiani, o temachtliani, que habitaban en el


Calmecac y debido a su prestigio se les respetaba, admiraba, y se les denominaba
maestros de verdad.

En la Historia General de las Cosas de la Nueva España, llamado Códice


Florentino o Laurentino, recopilado por Fray Bernardino de Sahagún con ayuda de
los indígenas, se hace referencia a los temachtiani. Este códice consta de doce
libros, encuadernados en tres volúmenes, y en los cuales se describe a los
temachtiani de la siguiente manera: Maestro de la verdad, no deja de amonestar.
Hace sabios los rostros ajenos, hace a los otros una cara tomar. Los hace
desarrollarla. Les abre los oídos, los ilumina. Es maestro de guías, les da su
camino. De él uno depende. Pone un espejo delante de los otros, los hace
cuerdos y cuidadosos, hace que en ellos aparezca una cara. Gracias a él la gente
humaniza su querer, y recibe una estricta enseñanza. Hace fuerte los corazones.
Conforta a la gente. Ayuda, remedia, a todos atiende.

Los temachtiani formaban maestros, es decir eran maestros de maestros. Los


temachtiani dominaban la astronomía, matemáticas, agricultura, las artes y la
administración, entre otras; además, ellos las transmitían conjuntamente con la
enseñanza de valores y las experiencias de la vida; así convertían a sus alumnos

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en sabios para convertirlos en una élite gobernante a través de cuidadosamente
formarles un rostro, hacerlos fuertes de corazón y sabios.

Los alumnos escribían sobre material vegetal o pieles de venado. La instrucción


era muy rígida y disciplinada.

Siglos más tarde, durante el oscurantismo, la difusión del conocimiento estaba


extremadamente restringida para la gente en general y solamente disponible para
las escuelas religiosas. De esta forma, la iglesia controlaba moral y políticamente
a la población utilizando la Biblia y las teorías filosóficas, apoyándose en los
tribunales de la Santa Inquisición.

Los religiosos habitaban los monasterios e instruían a los estudiantes con el


método escolástico, mientras que la élite de la población contrataba institutrices
para educar a los hijos. La mayoría de los alumnos no sabían leer ni escribir por lo
que para aprender tenían que repetir y memorizar todo lo que les enseñaban.

Durante la edad media en Europa, las escuelas religiosas crecen y surgen las
primeras universidades. El latín era el único idioma oficial para la iglesia y para las
universidades europeas. Los clérigos enseñaba comentando los escritos
autorizados por la acerca de las artes, derecho, matemáticas y teología, y durante
las sesiones los estudiantes establecían debates. Se destaca en esta época a
Juan Amos Comenio, a quien se le considera el padre de la didáctica y su obra
Didáctica Magna.

La educación se empieza a formalizar durante el periodo de la Ilustración. Los


filósofos ingleses y franceses apoyan, entre otras, las ideas del empirismo y del
racionalismo, que además del método científico, se practican hasta nuestros días.
La educación ya es pública y universal; además, gratuita y obligatoria porque
contribuía al desarrollo económico y social.

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En particular, Jacobo Rousseau establece que la educación debe ser impartida
por edades y que el aprendizaje se base en la experiencia y no solamente en la
exposición verbal. La imprenta facilitó el acceso a la información y disminuyó la
memorización.

En la era moderna ya predomina el humanismo y prevalecen las escuelas


obligatorias y gratuitas. El poseer un cierto grado educativo proporciona un medio
para escalar socialmente.

Muchos filósofos son protagonistas con sus propuestas filosóficas dirigidas a la


educación, entre ellos figura Jean Piaget haciendo énfasis en el lenguaje y
pensamiento del niño. También Vigotsky, cuya teoría se apoya en la necesidad de
la interacción social para adquirir el conocimiento y acentuar el aprendizaje,
además de la interconexión entre los procesos mentales y el lenguaje oral.

Son de relevancia las aportaciones de Ausubel, basadas en el aprendizaje


significativo al permitir que el aprendizaje se construya a través de observar e
investigar con los conceptos que ya se poseen. También Bruner se distinguió por
sus aportaciones en la teoría del aprendizaje y la psicología educativa.

Pero ahora es necesario analizar lo relevante de los aspectos educativos globales


de la forma como se ha desarrollado la educación a través de los siglos. Por
ejemplo, considérense las aulas. Separando la parte externa y la parte interna de
las aulas; la externa que corresponde al espacio físico y la administración de la
impartición de la educación por parte de la institución, y la interna que corresponde
a lo que sucede dentro de las aulas, en la que conviven los docentes y sus
alumnos.

En la actualidad los países, sin importar su ideología o religión o forma de


gobierno, integran organizaciones que se encargan de administrar todos sus

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bienes educativos, desde los espacios asignados para la impartición de clases,
hasta el presupuesto y recursos diversos designados para ello.

Esto anterior, aparentemente, se desentiende de lo que sucede al interior de las


aulas en lo que respecta a la interacción que se establece entre el docente y los
estudiantes. Por un lado, la institución educativa delega en el docente toda la
autoridad para la coordinación y realizaciónde todas las actividades de
enseñanza-aprendizaje que correspondan con los temas de sus asignaturas.

Para que esto ocurra, las instituciones ejecutan planes de selección y contratación
del personal académico, verificando la experiencia, habilidad y personalidad del
personal docente. También se produce la selección de los aspirantes a ingresar a
estudiar en la institución a través de los documentos que sustenten su obtención
de altas calificaciones o con la aplicación de pruebas de selección para su
admisión al centro educativo. En ambos casos, no debería importar el sexo, la
orientación sexual ni el nivel socio-económico de la persona.

La mujer estuvo fuertemente relegada a la educación en el hogar y la iglesia


apenas en el Concilio de Trento, en el siglo XVI, se le reconoció poseer alma. La
educación siempre ha estado centrada en la formación de los varones por las
diferentes circunstancias que lo han propiciado, principalmente por la guerra y la
caza, debido a su fuerza y masa muscular.

Lo que en verdad es evidente es que, en la mayoría de los casos, alguna persona


siempre ha estado a cargo del proceso enseñanza-aprendizaje. Esa persona debe
poseer los atributos que en ese momento lo conviertan en el líder de ese grupo de
participantes, docente y alumnos; ya que el líder es la persona que actúa como
guía o jefe del grupo y que, como autoridad moral, es poseedor de los principios
universales. Estos principios son los principios éticos que deben ser intrínsecos de
la dignidad humana, que provocan respecto y confianza para esa persona.

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Y entonces cabe preguntar de qué depende ser un líder, que es ser líder, cómo se
llega a ser líder o como saber si uno, en sí mismo, es un líder. La palabra líder
proviene del idioma inglés ‘leader’.

Las definiciones de la palabra líder son muy diversas, pero existen coincidencias
en algunas de ellas. Se podría definir a un líder como una persona que avizora
como mejorar algo y motivar a otras personas a que se dirijan hacia esa mejora,
asumiendo una actitud empática con optimismo de éxito.

Se pueden encontrar otras definiciones de lo que representa un líder. Sócrates,


por medio de Platón, decía que “El líder ha de trabajar para mejorar las almas de
los ciudadanos”. Lo secundaba Aristóteles al definir que “el buen líder es el que
consigue la felicidad plena de la polis”.

Algunas otras definiciones se han actualizado, por ejemplo los autores Stephen
Covey, Peter Senge y otros autores coinciden en que el ser líder es inspirar.
Deepak Chopra hace referencia a que los líderes son buenos observadores y que
lideran estando presentes. Paulo Coelho agrega detalles al definir que el líder es
quien plantea un futuro para su organización y construye las vías para que la
gente disfrute de la realización de ese futuro.

El pensador Max Weber propone el concepto de carisma y define tres tipos de


líderes: Un líder carismático posee la virtud de entusiasmar a sus seguidores al
reconocerle mejores capacidades que a otros. Un líder tradicional es heredero del
poder por jerarquía o por tradición. Un líder legal adquiere se gesta
democráticamente o por su relevante experiencia o circunstancia.

Vale la pena mencionar que Nietzsche tenía su concepto de líder al considerarlo


un superhombre que posee fortaleza, determinación, pasión y crueldad como sus
principales virtudes, por lo que su vida dependerá de lo que él determine; por el

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significado de sus ideas, tal parece que se muestra contrario a las ideas
socráticas.

También para el liderazgo se pueden encontrar diversas definiciones, algunas de


las cuales tienen cierta similitud pero conducen hacia la misma idea. Un ejemplo
inicial es la concepción del actual gurú internacional del liderazgo John Kotter, el
cual define al liderazgo como “la actividad o proceso de influenciar a la gente para
que se empeñe voluntariamente en el logro de los objetivos del grupo”. Una
interesante definición la propone Peter Senge, que dice que el liderazgo es “la
capacidad que tiene cierta comunidad humana para transformar su futuro".

Kurt Lewin propone tres tipos del liderazgo: el liderazgo autocrático, el liderazgo
democrático y el liderazgo laissez-faire o de dejar hacer. En el liderazgo
autocrático el líder tiene el poder de decidir las actividades del grupo y definir su
futuro. En el liderazgo democrático el poder está distribuido entre todos los
elementos del grupo y el líder funge como moderador y consejero. El liderazgo
laissez-faire se caracteriza por la libertad completa que tiene el grupo de tomar
sus propias decisiones, por lo que el líder delega su autoridad en el grupo mismo.

Algunos tipos de liderazgo se caracterizan por el tipo de intervención que tiene el


líder del grupo. Por ejemplo, en el liderazgo transaccional se promueven los
premios y castigos según se logren los objetivos del grupo. Mientras que el
liderazgo transformacional propuesto por MacGregor y Bass, que en la actualidad
está teniendo gran relevancia, las características de este tipo de liderazgo
proponen un líder carismático e inspirador, que guíe y motive al equipo para la
obtención de sus expectativas y percepciones, que los transforme para lograr los
objetivos de la organización.

Pero para justificar los tipos de liderazgo deben existir líderes que se adapten a
esos tipos de liderazgo por lo que se debe preguntar en dónde se localizan esos
tipos de líderes. Entonces, ¿los líderes nacen, se hacen, o los hacen? Ya Platón

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decía que los miembros del grupo son los que deben solicitar que los guíe el líder,
y que éste no lo debe pedir, ni rogar serlo.

Existen investigaciones que muestran una estrecha relación entre el talento y el


ADN, y la consecuencia es que las personas obtienen resultados sobresalientes
en sus actividades; sin embargo, se deben detectar, activar y potenciar, pero se
nace con esa virtud. Si por alguna razón no se establece esa relación, ello no
quiere decir que no se produzca el liderazgo, sino que también se pueden forjar
líderes a través de la autodisciplina, compromiso y determinación. Cada persona
debe esforzarse por reconocer sus propias capacidades innatas, pues ello lo
llevará al éxito y lo convertirá en líder en su área.

El escritor John C. Maxwell, describe por un lado, cinco niveles de liderazgo que
consisten en: 1. La primera persona que lideras es a ti mismo. 2. El liderazgo se
desarrolla día a día. 3. Para liderar mañana, aprende hoy. 4. La confianza es el
fundamento del liderazgo. 5. La verdadera medida del liderazgo es la influencia. Y
por otro lado, propone veintiún leyes relevantes para el liderazgo:
Del tope: La capacidad de liderazgo determina el nivel de eficacia de una persona.
De la influencia La medida del liderazgo es la influencia.
Del proceso: El liderazgo se desarrolla diariamente, no en un día.
De la navegación: Cualquiera puede gobernar un barco, pero un líder planea la
ruta.
De E. F. Hutton: Cuando el líder habla, la gente escucha.
Del terreno firme: La confianza es el fundamento del liderazgo.
Del respeto: La gente sigue a líderes que son más fuertes que ellos mismos.
De la intuición: Los líderes evalúan todas las cosas con pasión de liderazgo.
Del magnetismo: Quien es usted es a quien atrae.
De la conexión: Los líderes tocan el corazón antes de pedir una mano.
Del círculo íntimo: El potencial de un líder lo determina quienes están más cerca
de él.
Del otorgamiento de poderes: Sólo los líderes seguros otorgan poder a otros.

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De la reproducción: Se necesita un líder para levantar otro líder.
Del apoyo: La gente apoya al líder, luego la visión.
De la victoria: Los líderes encuentran la forma de que el equipo gane.
Del gran impulso: El impulso es el mejor amigo de un líder.
De las prioridades: Los líderes entienden que actividad no es necesariamente
realización.
Del sacrificio: Un líder debe ceder para subir
Del momento oportuno: Cuándo ser un líder es tan importante como qué hacer y
dónde ir.
Del crecimiento explosivo: Para dar crecimiento, dirija seguidores; para
multiplicarse, dirija líderes.
Del legado: El valor duradero del líder se mide por la sucesión.

Todas las personas son capaces de ejercer el liderazgo y para ello debe identificar
sus principales habilidades y explotarlas, pero debe conjugarlas con la empatía,
inspiración y determinación.

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