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ACTIVIDAD No.

7
PROYECCIÓN ECONÓMICA

Presentado Por:

Gina Paola Rodríguez Marino

Erika Paola Forero Rangel

Lilia Andrea Sierra Castillo

Grupo # 1

Tutor:

JAIME RAMON BRICENO DUENA

NRC 3385

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS


JULIO 2020
INTRODUCCIÓN

En Colombia, al igual que en el resto de América Latina, la mayor parte de los casos iniciales de
coronavirus provinieron de España y Estados Unidos. No es casualidad, son dos de los países que
albergan una mayor cantidad de migrantes colombianos y con los que se mantiene un activo flujo de
personas. La expansión de la pandemia de la COVID-19 es en parte resultado de la movilidad
internacional, de un modelo de interdependencia global que ahora está en cuestión.
La pandemia es un problema global, pero se enfrenta de manera local. Desde que en la primera
semana de marzo se detectara el primer caso en Colombia, se abrió entonces —como en todos los
demás países un debate sobre las medidas que debían tomarse y su radicalidad. En él subyace un
dilema entre la paralización de la economía y la preservación de la salud pública, que supone un
enorme reto para los sistemas democráticos.
Elaboran un ensayo sobre el comportamiento de la economía en esta pandemia explicando el
comportamiento de los diferentes sectores de la economía y su participación en esta pandemia como
ha sido su participación en la economía y que fallas se han presentado.

La semana pasada se divulgaron dos importantes documentos del Fondo Monetario Internacional
(FMI). La perspectiva de la economía mundial para el 2020 (World Economic Outlook, WEO) y el
Informe sobre Colombia 2020 (Article IV Consultation). Ambos son de gran interés en el momento
actual, signado por la profunda crisis sanitaria y económica internacional.

Al fondo han acudido ya 90 países en busca de financiación de emergencia para el manejo de sus
economías y se espera que, junto con el Banco Mundial, juegue un papel fundamental en la solución
de la crisis de los países en desarrollo, Colombia incluida, en los próximos meses.

El fondo proyecta una contracción de la actividad productiva del 12 por ciento en los países
desarrollados entre el último trimestre del año anterior y el segundo de este año, y del 5 por ciento en
los países en desarrollo.

Supone que nos encontramos en el punto más bajo de la crisis y que en el segundo semestre se
iniciará la recuperación. En conjunto, en un escenario ‘base’, la caída del PIB mundial en el año sería
de 3 por ciento, seguida de una expansión de 5,8 por ciento en 2021. Sin embargo, de alargarse la
cuarentena en este año, o presentarse una nueva ola de infecciones, podría darse una contracción
económica mundial del orden del 8 por ciento en 2021. Un escenario aterrador.

El Informe sobre Colombia es positivo y optimista. Aunque la visita de la misión del fondo se realizó a
principios del año, el reporte, divulgado el pasado viernes, alcanzó a incluir las medidas adoptadas por
el Gobierno para enfrentar la pandemia, que considera acertadas, en particular la creación del Fondo
de Mitigación de Emergencias (Fome), para apoyar el sistema de salud y aliviar los ingresos de la
población vulnerable afectada por la cuarentena.

Por otra parte, también anima al Gobierno a compensar la recesión de la actividad productiva
utilizando todo el espacio fiscal disponible para incrementar el gasto público, y estima que la política
monetaria debería continuar la trayectoria expansiva a la cual está obligada por las nuevas
circunstancias, suministrando liquidez al mercado, siempre y cuando las expectativas de inflación
permanezcan ‘ancladas’. Es decir, que el incremento de los precios no supere el techo del rango fijado
por el Banco de la República.

n el año próximo, los ingresos tributarios serán inferiores a los del presente, como consecuencia de la
recesión actual, y el Gobierno no va a recibir dividendos de Ecopetrol ni utilidades del Banco de la
República.

Tenemos por delante una situación económica muy deteriorada en los próximos 20 meses, cuyo
manejo exigirá no solamente la creatividad ya demostrada por el ministro de Hacienda, Alberto
Carrasquilla, sino un enorme apoyo de las entidades multilaterales y, naturalmente, de las fuerzas
políticas nacionales.

En buena hora las autoridades colombianas negociaron, hace unos años, con el FMI el otorgamiento
de la llamada Línea de Crédito Flexible (FCL por sus iniciales en inglés), por la suma de 11.000
millones de dólares. Se trata de una facilidad con la que cuenta el Banco de la República para obtener
dólares y fortalecer sus reservas internacionales.

Estas últimas son un colchón que se utiliza en caso de que los dólares generados por las
exportaciones, la inversión extranjera y los créditos externos, tanto al sector público como el privado,
no sean suficientes para sufragar todas las necesidades del país en moneda extranjera. Contar con
esta línea genera tranquilidad a los agentes económicos en el país porque saben que hay un buen
respaldo en divisas para sus operaciones.

Sin embargo, esta línea del fondo, sin condicionalidad alguna, no puede usarse para financiar el gasto
del Gobierno, por lo cual será necesario acudir a otras líneas –si es que el fondo las ofrece– y, de
todas maneras, ir a otras entidades multilaterales, como el Banco Mundial, el BID y la CAF, y a la
banca privada internacional, si es que esta se encontrara en disposición de prestar a un país como
Colombia.

En estas circunstancias es indispensable que el Gobierno y el Banco de la República preparen


conjuntamente un programa económico para presentar al país y a las entidades internacionales, que
tenga el visto bueno o el aval del FMI, con el fin de asegurar desembolsos de las entidades
multilaterales y de la banca privada si fuere necesario.

El desequilibrio macroeconómico que puede generarse obligaría, como en las crisis pasadas –la de los
ochenta y la del fin del siglo–, a contar con el respaldo de estas instituciones para obtener recursos.

Plan de reactivación económica de Colombia

El gobierno fija sus ojos en un prototipo que surgió en los años 30 por el presidente Franklin
Roosevelt después de la gran depresión económica en 1929 en Estados Unidos, la iniciativa por el
futuro de Colombia se llama Nuevo Compromiso donde se basa en 4 pilares que son: 1. Compromiso
con la generación de empleo 2. Compromiso con el crecimiento limpio 3. Compromiso con los pobres y
vulnerables 4. Compromiso con el campo, la paz y la legalidad. Para hacer posible esta nueva
reactivación económica el gobierno pretende proyectar este plan con una inversión alrededor de 100
billones de pesos para llevar a cabo estas propuestas en el año 2021.

Siendo consecuente con los cuatros pilares inicialmente enunciados se desarrollaran de la


siguiente manera:

Compromiso con la generación de empleo: Para el gobierno la creación y justificación de los recursos
en fortalecer las vías de cuarta y quinta generación, 28 proyectos que incluyen 14 vías nacionales y
más de 8 regionales, y que generan más de 40.000 empleos. También hay una iniciativa de
apalancamiento financiero de grandes proyectos provenientes de los fondos de pensiones para darle
un mayor desarrollo y profundidad al mercado de capitales.

Compromiso con el crecimiento limpio: El plan del gobierno en su segundo pilar es el compromiso con
el crecimiento limpio donde se llevarán a cabo 27 proyectos de energías renovables algunos de estos
con financiamiento privado, la cuantía se aproxima a los 16 billones de pesos. Para generar
sostenibilidad de varias regiones y descontaminar la bahía de Cartagena se realizará la obra en el
canal del Dique para la adaptación al cambio climático, requiriendo una inversión cercana al billón de
pesos.
También se trabajará en una Ley que frene la extracción ilegal de minerales la cual mejorará prácticas
de sostenibilidad en el sector minero energético.

Compromiso con los pobres y vulnerables: Tal como el gobierno viene ayudando a las familias con el
programa de ingreso solidario se ampliará hasta junio del 2021, este ingreso solidario será destinado
para 3 millones de familias recibiendo mensualmente los $160.000, también se incluyen los demás
planes sociales que ha llevado este gobierno: Colombia mayor, jóvenes en acción y familias en acción
considerando que el costo mensual es de un billón de pesos. Se dispondrá reactivar 200.000 subsidios
de vivienda de interés social el cual podría generar 203.000 empleos, permitiendo así reabrir nuevos
créditos fecha reactivando así parte de la economía.

180.000 jóvenes recibirán educación superior gratuita gracias al programa de auxilios a la educación
llamado generación E, considerado por el gobierno.
Compromiso con el campo, la paz y la legalidad: El programa de agricultura por contrato seguirá
vigente para estimular el campo y radicó un proyecto de ley que brinda alivios a los pequeños y
medianos productores del campo. El gobierno pretende sanear las deudas apoyando financieramente
a los organismos de salud que en medio de esta pandemia han perdido ingresos para prevalecer su
atención en esta actual situación, en cuanto a los profesionales de la salud se tendrán en cuenta y se
les dará una bonificación por qué son los primeros actores de combate en esta pandemia.

"LA RECUPERACIÓN DE LA CRISIS DE LA COVID-19 DEBERÁ CONDUCIRNOS A UNA


ECONOMÍA DIFERENTE."

El mundo se enfrenta a una prueba sin precedentes. Y ha llegado el momento de la verdad. Cientos de
miles de personas están cayendo gravemente enfermas a causa de la enfermedad por coronavirus
(COVID-19), que se está propagando exponencialmente en muchos lugares.
Las sociedades están en crisis y las economías están en picada.

El Fondo Monetario Internacional ha reevaluado las perspectivas de crecimiento para 2020 y 2021 y ha
declarado que hemos entrado en una recesión, tan grave o peor que en 2009. Debemos responder de
manera resuelta, innovadora y conjunta para suprimir la propagación del virus y abordar la devastación
socioeconómica que la COVID-19 está causando en todas las regiones. La respuesta deberá ser en
gran escala, coordinada y amplia, en correspondencia con la magnitud de la crisis, y guiarse a nivel
nacional e internacional por la Organización Mundial de la Salud. También deberá ser multilateral, de
manera que los países se muestren solidarios con las comunidades y naciones más vulnerables.

El mensaje del informe que publicamos hoy es claro: responsabilidad compartida y solidaridad mundial
en respuesta a los efectos de la COVID 19. Debemos ver a los países no solo unidos para vencer al
virus, sino también para hacer frente a sus profundas consecuencias.
En primer lugar, a una respuesta sanitaria coordinada inmediata para suprimir la transmisión y poner
fin a la pandemia. A una respuesta que amplíe la capacidad sanitaria para realizar pruebas, rastrear
casos, poner en cuarentena y ofrecer tratamientos, sin dejar de proteger la seguridad de los equipos
de respuesta inicial, y que vaya acompañada de medidas para restringir el movimiento y el contacto.

A una respuesta que brinde acceso universal a tratamientos y vacunas, una vez que estén listos. Es
esencial que los países desarrollados ayuden inmediatamente a los menos desarrollados a reforzar
sus sistemas de salud y su capacidad de respuesta para detener la transmisión.

De lo contrario, nos enfrentamos a la pesadilla de que la enfermedad se propague como un incendio


forestal en el Sur Global en que mueran millones de personas y a la perspectiva de que la enfermedad
vuelva a aparecer donde antes fuera suprimida. Recordemos que solo somos tan fuertes como el
sistema de salud más débil de nuestro mundo interconectado.

Me preocupa especialmente el continente africano, y aliento firmemente al Grupo de los 20 (G20) a


que siga adelante con una iniciativa del G20 para África que se propuso en la Cumbre. En segundo
lugar, debemos abordar las devastadoras dimensiones sociales y económicas de esta crisis,
centrándonos en los más afectados: las mujeres, las personas de edad, los jóvenes, los trabajadores
con salarios bajos, las pequeñas y medianas empresas, el sector no estructurado y los grupos
vulnerables, especialmente los que se encuentran en situaciones humanitarias y de conflicto.
Debemos ver a los países no solo unidos para vencer al virus, sino también para hacer frente a sus
profundas consecuencias.

Ello significa diseñar políticas fiscales y monetarias capaces de apoyar la provisión directa de recursos
para apoyar a los trabajadores y los hogares, la provisión de seguros de salud y de desempleo, el
aumento de la protección social y el apoyo a las empresas para evitar las quiebras y las pérdidas
masivas de puestos de trabajo. Lo que se necesita es una respuesta multilateral en gran escala,
coordinada y amplia que ascienda al menos al 10 % del producto interno bruto mundial.
BIBLIOGRAFÍA

Y radicó un proyecto de ley que brinda alivios a los pequeños y medianos productores del campo.
Revista Semana
https://www.semana.com/nacion/articulo/este-es-el-plan-de-reactivacion-de-la-economia-para-vencer-
el-miedo/689087

https://www.un.org/es/coronavirus/articles/launch-report-socio-economic-impacts-covid-19

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