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Pablo Pereyra
Introducción
¿Por qué este curso se llama “canto sin fronteras”?
“Canto sin fronteras” es un juego de palabras, nosotros asociamos la palabra “frontera” con ese
límite geográfico en donde termina un país o estado y comienza otro, o en donde termina una
provincia y comienza otra. Pero “frontera” también significa “borde o límite” entre dos objetos,
reales o abstractos. Ambos sentidos están involucrados en mi intención con este curso.
Yo soy apasionado de la música y me he vuelto también apasionado del canto. Por naturaleza
también soy investigador, me gusta no sólo hacer las cosas, sino también el saber el “¿por qué?”
detrás de cada cosa, saber qué hace funcionar a las cosas. Es así que no me conformé con sólo
aprender a cantar, tenía que saber cómo funcionaba todo el mecanismo de la voz. Es así que me
interioricé en aprender no sólo los ejercicios que me pudieran ayudar a cantar mejor, sino también
quise aprender qué función específica cumple cada ejercicio y cómo funciona cada ejercicio que
hacemos para cantar.
Para mi asombro, en la medida que fui investigando fui también dándome cuenta que gran parte
de la enseñanza de canto “tradicional” se basa en conceptos errados acerca de cómo funciona la
voz. Incluso muchos métodos modernos usan terminología errónea para referirse al
funcionamiento de la voz. Términos tales como “registro de cabeza”, “registro de pecho”, “registro
mixto”, entre otros, son usados hasta el día de hoy por la mayoría de los maestros de canto,
mientras que los científicos que estudian el aparato fonador han hace tiempo descartado este
tipo de términos por ser inexactos. Y si bien es cierto que varios de los métodos usados por los
maestros de canto que usan esta terminología son efectivos y producen buenos resultados, lo
cierto es que siempre hay que intentar tener una información lo más precisa y clara posible y con
frecuencia he comprobado que todos estos antiguos términos que se usan para describir la forma
de emitir la voz suelen causar confusión entre alumnos, e incluso los profesores mismos pueden
verse confundidos si les pedimos que nos expliquen más detalladamente cómo funciona nuestro
mecanismo de fonación.
En este curso lo que vamos a ver son técnicas y ejercicios que van a ayudarles a desarrollar
múltiples aspectos de la voz y así tener la capacidad técnica de cantar cualquier estilo musical.
Vamos a ver cómo mover el punto de colocación de la voz en la cabeza para producir diferentes
niveles de resonancia y vamos a aprender cómo manejar el timbre y color de la voz. Verán
ejercicios que los ayudará a extender los límites del registro hacia abajo y hacia arriba y también
vamos a ver algunos ejercicios con los que podemos “romper la voz” sin producir daño a las
cuerdas vocales, e incluso cómo desarrollar las formas de canto poco convencionales, como el
canto con armónicos (llamadas en inglés “overtone singing”), que son propias de pueblos nativos
de Mongolia y alrededores. De este modo, este curso puede preparar el camino para cantar pop,
rock, melódico, ópera, blues, heavy, folclore, ritmos latinos, jazz ¡o lo que ustedes quieran! Cabe
aclarar, que no veremos fraseos o temas específicos para cada uno de estos estilos, pero con este
método la voz quedará perfectamente preparada para que cada uno luego pueda perfeccionarse
en el estilo que le guste.
Por esta razón este curso lleva el nombre “canto sin fronteras”, porque no le pondremos a la voz
ninguna frontera étnica, ni tampoco intentaremos ponerle límites estéticos (ya que el gusto de
cada uno es diferente). Lo que sí habrán son límites en cuanto a lo que es sano o no para la salud
de nuestro aparato fonador.
La parte práctica del curso está grabada en los audios (MP3) que lo acompañan. Encontrarán
carpetas numeradas según el orden progresivo del curso y dentro de cada carpeta podrán
encontrar la lista de ejercicios, también numerados apropiadamente, en donde primero doy una
explicación del ejercicio y para qué sirve, a lo que le sigue (por lo general), la demostración
práctica del ejercicio.
Estos ejercicios son una recopilación de muchos de los más efectivos ejercicios de vocalización
de diversos métodos de canto que servirán para desarrollar múltiples aspectos de la voz. Pero
hay que tener en cuenta que, si bien son muy efectivos, no son “milagrosos”, no van a producir
resultados si no son practicados con regularidad. Es muy recomendable practicar cada ejercicio
con constancia, de ser posible 6 días a la semana, y si no, al menos tres veces por semana dedicar
un mínimo de 30 minutos a las vocalizaciones.
Es recomendable prestar suma atención a las explicaciones dadas en los audios, también
escuchar con detenimiento los ejemplos de cada ejercicio y practicarlos repetidamente hasta
dominarlos correctamente y una vez dominada una etapa, recién ahí pasar a la siguiente.
Si bien es necesario dedicar bastante tiempo a la práctica del canto para poder avanzar, también
hay que tener en cuenta que no es conveniente sobre-exigir a las cuerdas vocales, nunca hay
que forzarlas, ni cantar o vocalizar si estamos sintiendo cansancio o molestias en la garganta.
También hay que evitar cantar si hay exceso de cansancio físico, o si hay alguna enfermedad que
afecte a las cuerdas vocales de forma directa o indirecta.
Cantar sin tensión y molestias: Las cuerdas vocales y la zona laríngea está compuesta por
músculos, músculos que se entrenan al igual que cualquier otro músculo del cuerpo humano, y
que también pueden lesionarse y sufrir desgarros o hinchazón al igual que otros músculos. Por
esta razón, el entrenamiento de la voz tiene que ser bien dirigido, para no irritar o lastimar a
nuestro aparato fonador. Muchos ejercicios van a exigir cierto esfuerzo a nuestra musculatura
laríngea, porque de ese modo va a fortalecerse, sin embargo, nunca hay que sobre exigir a los
músculos, mucho menos hacer esfuerzos abruptos y “en frío”. Es muy importante calentar la voz
antes de comenzar los ejercicios, y es importante no seguir cantando más allá de las molestias,
en otras palabras, si surge picazón, irritación o una molestia fuera de lugar, hay que cortar con el
ejercicio y seguir con otros, o, si es necesario, dejar de practicar y descansar la voz.
Los ejercicios de este método producirán mejoras significativas en poco tiempo, pero, como todo
músculo, las cuerdas vocales necesitan descanso para fortalecerse, un gimnasta que entrena las
24 horas al final de día habrá atrofiado los músculos en lugar de fortalecerlos, los músculos están
diseñados para fortalecerse frente a un ciclo constante de esfuerzo y descanso, un esfuerzo en
exceso no va a producir una mejora más rápida, sino todo lo contrario.
RECOMENDACIONES
- Tomar mucha agua. El agua trae muchos beneficios a todo el organismo y también a
nuestro aparato fonador. Las cuerdas vocales están hechas principalmente de dos
elementos: músculo y mucosa. La mucosa es la parte que vibra rápidamente y se abre y
cierra para formar los sonidos. Para funcionar bien, esta mucosa debe estar siempre bien
lubricada. Varios factores influyen para que las mucosas se sequen, como el constante
aire que pasa por ellas, el metabolismo, la digestión, la tensión nerviosa, entre otras. Por
eso es importante mantenerlas bien hidratadas. La recomendación es tomar 8 vasos de
agua diarios, tomar bastante agua dos horas antes de cantar, dar un discurso o usar la
voz excesivamente y tomar constantes tragos de agua durante el día para mantener las
cuerdas vocales siempre hidratadas. Para no irritar las cuerdas, evitar tomar bebidas muy
frías o muy calientes.
- Dormir bien. Es recomendable dormir y descansar bien, todos los músculos necesitan
descanso para funcionar apropiadamente y la laringe no es la excepción. Es recomendable
dormir entre 6 y 8 horas y no acostarse demasiado tarde.
- Ejercitarse físicamente. Hacer caminatas y ejercicios físicos que ayuden a la respiración,
la buena postura y la relajación y estiramiento de los músculos. Todo esto ayuda a una
mejor producción y control de la voz.
- Procurar una buena digestión. Idealmente habría que esperar dos horas después de la
comida para cantar, para que el proceso de digestión no interrumpa el flujo de aire que
se requiere para producir los sonidos de la voz.
- No gritar. Esto produce irritación en la laringe. Si hace falta llamar la atención es mejor
usar métodos alternativos, como las palmas, un silbido, un timbre, un silbato, un golpe
sobre la mesa, etc.
- Evitar hablar en entornos ruidosos y a personas alejadas. Esto por lo general produce
que forcemos la voz para hacernos oír, lo cual produce irritación y cansancio en las
cuerdas vocales. Es recomendable hablar desde cerca, cara a cara y esperar a que el ruido
disminuya. También aprenderá, a lo largo del curso, cómo impostar la voz hablada para
poder proyectar la voz con potencia y sin irritación.
- Evitar hablar rápido o con frases muy largas. Intentar siempre hablar pausado y sin
contener demasiado la respiración, dejar que la respiración fluya naturalmente mientras
se habla.
- Evitar el uso excesivo de la voz en situaciones de estrés. Cuando hay tensión nerviosa
las cuerdas vocales suelen irritarse con facilidad, ante un estado de estrés es
recomendable usar la voz lo menos posible e intentar hablar pausadamente.
- Evitar el uso excesivo de enjuagues bucales. Para limpiar la garganta es preferible hacer
gárgaras con agua tibia con sal o con bicarbonato de sodio.
ALIMENTACIÓN
Evitar lo siguiente:
- Alcohol en exceso. El alcohol irrita a las cuerdas vocales y es un depresivo muscular que
puede causar temblor y descontrol en la voz.
- Café. La cafeína irrita las cuerdas vocales y además estimula el sistema nervioso causando
hiperactividad y temblor.
- Lácteos. La caseína de la leche genera una especie de “capa” en el tubo digestivo, a su
vez, al ser de larga digestión, puede causar molestias estomacales que estorban en el
canto.
- Azúcar refinado.
- Comida chatarra.
- Edulcorantes artificiales.
- Pastillas de menta y mentol.
- Condimentos fuertes.
-
Comidas benéficas:
- Alimentos ricos en fibra. Ejemplos son el salvado de trigo, coco, copos de maíz, harina
integral, pan integral, frutos secos, espinacas, lentejas, banana, zanahorias, manzana,
naranja.
- Té de hierbas
- Frutas (especialmente las que no son cítricas)
- Verduras
- Huevos
- Pastas
Hay que tener en cuenta que no todos los organismos son iguales y lo que puede ser perjudicial
para una persona quizá sea inocua o benéfica para otra, es necesario ir prestando atención a los
alimentos y bebidas que se ingieren y cómo afectan a nuestra emisión vocal.
Anatomía de la voz
No es fundamental conocer perfectamente la anatomía de las partes que producen la voz para
poder llegar a cantar bien. Muchos buenos cantantes no tienen la menor idea de qué sucede
dentro de su organismo al cantar, sin embargo, conocer las nociones básicas de cómo se produce
y funciona la voz nos ayudará a comprender también cómo desarrollarla más eficazmente y cómo
cuidarla y evitar daños.
Aquí tenemos un esquema sintetizado de las partes involucradas en la respiración y el canto:
NARIZ
La nariz consta de dos cavidades, llamadas “fosas nasales”, situadas en la parte anterior de la
cabeza y abiertas al exterior por orificios, llamados narinas (también llamados “ventana nasal” y
“válvula nasal externa”).
Está constituida por huesos, cartílagos duros y cartílagos blandos. Los huesos duros forman la
parte superior y los laterales del puente, mientras que los cartílagos forman los laterales de las
fosas nasales y el tabique nasal.
Las fosas nasales están separadas entre sí por el tabique nasal, se comunican a través del techo
de la boca con la nasofaringe a través de las coanas. Esta configuración permite que, además de
cumplir la función olfatoria, la nariz sirva como vía respiratoria.
En las paredes laterales de la nariz encontramos los cornetes, que se encargan de calentar y
limpiar el aire que va hacia los pulmones.
FARINGE
La faringe es una estructura con forma de tubo que ayuda a respirar, está situada en el cuello y
revestido de membrana mucosa; conecta la cavidad bucal y las fosas nasales con el esófago y la
laringe respectivamente, y por ella pasan tanto el aire como los alimentos, por lo que forma parte
del aparato digestivo así como del respiratorio. Ambas vías quedan separadas por la epiglotis,
que actúa como una válvula. En el ser humano la faringe mide unos trece centímetros, extendida
desde la base externa del cráneo hasta la sexta o séptima vértebra cervical, ubicada delante de
la columna vertebral.
Entre sus funciones se encuentra la deglución de alimentos, ya que por allí pasa el bolo alimenticio
hacia el esófago. Toma parte en la respiración, cuando se lo hace inspirando o espirando por la
boca. Trabaja durante la fonación, involucrándose en la articulación de los sonidos. Interviene en
la audición, ya que está conectada con la trompa auditiva a través de la trompa de Eustaquio. Y
también toma parte en la olfacción, salivación, masticación, funciones gustativas, protección y
continuación de la cámara de resonancia de la voz.
Laringofaringe: también se llama faringe inferior o hipofaringe. Comprende las estructuras que
rodean la laringe por debajo de la epiglotis. Es la porción más baja de la faringe, comunica a la
garganta con el esófago. El borde inferior de la laringofaringe se continua con el borde superior
de la laringe (de allí su nombre) y el orificio del esófago.
LARINGE
Los movimientos de los músculos intrínsecos de la laringe ejercen su acción sobre las cuerdas
vocales, permitiendo que éstas se puedan tensar o relajar y así variar el grado de apertura de las
cuerdas vocales, lo cual, en el canto, permite variar el tono de los sonidos producidos por el paso
de aire a través de la glotis, que es el espacio libre que hay entre las cuerdas vocales.
CUERDAS VOCALES
Las cuerdas vocales son las responsables directas de la producción de la voz. Consta de unos
repliegues membranosos, por lo cual técnicamente no sería correcto llamarlas “cuerdas”, sino más
bien “pliegues vocales”. Estos pliegues son 4, divididos en dos pares, un par constituyen las
“cuerdas verdaderas” y el otro par son las “cuerdas falsas”. Los pliegues superiores (cuerdas falsas)
no participan en la producción normal del sonido, los pliegues inferiores (cuerdas verdaderas) son
los responsables de producir los sonidos al vibrar.
Las cuerdas vocales se ubican dentro de la laringe, en la parte superior de la tráquea, están unidas
a los cartílagos aritenoides y al cartílago tiroides. Sus bordes externos se unen a los músculos de
la laringe. 40% de las cuerdas vocales se compone por cartílago aritenoides y 60% es membrana.
Entre los pliegues vocales inferiores queda una abertura llamada glotis. Ésta se divide en glotis
fonadora y glotis respiratoria. La apertura y cierre de la glotis se produce mediante un mecanismo
de movimiento lateral y medial de los cartílagos aritenoideos.
Fisiología de la voz
La fonación se produce por una secuencia de acciones mentales y físicas. No se trata sólo del
movimiento de las cuerdas vocales, sino que intervienen también los resonadores que modifican
el sonido, la posición del velo del paladar, la lengua y los labios, que tienen un papel importante
en la articulación de las palabras.
En la fonación, el aire de los pulmones es lo que provee de la energía para producir el sonido, y
la mucosa de las cuerdas vocales son el elemento vibrador. El tiempo de inspiración, con respecto
a la respiración normal, es menor, mientras que la espiración aumenta considerablemente, los
volúmenes de aire movilizados son mayores que en una respiración normal en reposo. También
aumenta la presión del aire, ya que las cuerdas vocales, al cerrarse, crean una obstrucción al paso
del aire, por eso, poder controlar apropiadamente la presión del aire es esencial para manejar
apropiadamente la voz.
Para la producción del sonido, las cuerdas vocales se separan y juntan rápidamente y de forma
rítmica. Cuando la columna de aire alcanza una presión suficiente, el aire sale entre las dos cuerdas
vocales y las hace vibrar y allí se produce el sonido. Desde la laringe procede un sonido que consta
de un tono fundamental y frecuencias armónicas o suplementarias.
Registro vocal: Se denomina así a una emisión vocal homogénea para una parte de la extensión
vocal. En ciertas partes.
Parada: así se denomina al final de un sonido vocal. Ésta puede ser progresiva o brusca.
La intensidad de un sonido depende de los cambios y ajustes de la presión del aire espirado, del
efecto valvular de la laringe y del efecto de los resonadores. El más influyente de estos tres
elementos es la presión de aire subglótica.
La altura: la “altura” de un sonido es la frecuencia en Hertz (Hz) de éste sonido. Ésta depende de
los tensores de las cuerdas vocales y sus antagonistas. La elongación de las cuerdas vocales
produce un incremento de la frecuencia fundamental, el responsable de este movimiento es el
músculo cricotiroideo. El mecanismo opuesto está a cargo del músculo tiroaritenoideo, que se
encarga del acortamiento de las cuerdas vocales.
El timbre: este es la característica acústica que distingue a una voz. Depende del formante del
tracto vocal, de la frecuencia e intensidad de un sonido y de la resonancia que se produce en la
laringe. Es fundamental el papel de los resonadores del tracto vocal, especialmente de las fosas
nasales y senos paranasales. En cada resonador algunas frecuencias se atenúan y otras se
amplifican, las cavidades más amplias refuerzan las frecuencias graves, y las más estrechas los
agudos. Por esta causa el timbre depende mucho de las dimensiones del tracto vocal y de la
laringe.
El timbre de la voz, a su vez, se valora según las siguientes cualidades:
- Color: Puede ser claro u oscuro, se puede variar según la técnica vocal empleada para
emitir el sonido.
- Volumen del timbre: Depende principalmente de la presión del aire ascendente. De esta
cualidad se desprende la clasificación de “voz grande” o “voz pequeña”.
- Espesor: Depende de las características de las cavidades de resonancia, especialmente
de la orofaringe, mientras más abierta está ésta, mayor será el espesor de la voz. Según
el espesor, una voz es clasificada en “gruesa” o “delgada”.
- Mordiente: Se llama así al grado de brillantez de una voz. Depende de la tonicidad vocal,
la técnica, resonancias y también de las emociones al momento de cantar.
La Respiración
La respiración (en un ser humano) es un proceso por medio del cual entra oxígeno al cuerpo de
un ser vivo y se elimina el dióxido de carbono este proceso es vital para los seres vivos y
organismos de tipo aeróbicos. Cuando respiramos, no sólo está involucrados los pulmones, sino
que todo el organismo respira a través del pulmón, ya que las células de nuestro cuerpo reciben
oxígeno a través de la respiración y también se encargan de desechar el dióxido de carbono u
otros gases contaminantes.
Lo que a nosotros nos interesa aquí son las etapas de inhalación, bloqueo y exhalación, ya que
éstas son las que podemos controlar conscientemente y desarrollar para el canto, las otras etapas
suceden en nuestro interior y si nuestro organismo está sano jamás se interrumpen y no producen
complicaciones.
Hay tres sectores de los pulmones que se expanden durante el proceso de respiración: el tórax,
el abdomen y la escápula. La respiración abdominal o diafragmática sucede utilizando el
diafragma, podemos reconocerla cuando inflamos la zona abdominal al hacer una inspiración. La
respiración torácica sucede cuando hinchamos la zona pectoral, hundiendo el abdomen, esta
forma de respiración proporciona menos aire y menos control del flujo de aire que la respiración
diafragmática. La respiración escapular se produce al elevar la zona alta del pulmón, en la parte
de hombros y espalda, de las tres, esta zona es la que menos aire proporciona.
Cada consonante requiere de una forma específica de articulación en la boca, en base a cómo
se articula cada consonante, tenemos la siguiente clasificación:
En la guía de ejercicios detallo algunos de éstos para poder relajar y estirar la musculatura de la
cara y mejorar así la articulación de las consonantes.
Las emociones en el canto
El sistema respiratorio está ligado con el sistema circulatorio. La sangre requiere del oxígeno
provisto por los pulmones. Si las células no reciben el necesario oxígeno para vivir, el corazón va
a bombear más rápido para obtener más oxígeno en menos tiempo y así se acelera también la
respiración. Por esta causa, todo lo que afecta al sistema circulatorio va a afectar al respiratorio y
viceversa.
Por otro lado, las emociones también afectan al sistema nervioso, una emoción fuerte puede
producir un “golpe” para el sistema nervioso y éste, que está conectado a los músculos y los
controla, puede enviar la orden de “contracción” a determinados músculos. De hecho, las
contracturas por “estrés” se producen por una continua y excesiva contracción muscular
producida por un estado continuo de tensión o nerviosismo.
Debido a que las emociones y sentimientos actúan sobre nuestras pulsaciones cardíacas, al
sistema nervioso y también a otras partes del cuerpo, indirectamente afectan también a la
respiración. Es fácil notar que según sea nuestro estado de ánimo, nuestra respiración puede estar
más acelerada o más calma. En situaciones de estrés, nerviosismo o peligro, por ejemplo, la
respiración se acelera, mientras que cuando estamos disfrutando de algo, cuando dormimos
plácidamente, o cuando nos relajamos, el pulso de respiración es más lento.
No es raro ver que una canción que salía “10 puntos” en un ensayo, luego no merezca siquiera un
5 al ser ejecutada ante el público, debido a tensión nerviosa que acumula el cantante al estar ante
el público, tensión que es necesario aprender a controlar y canalizar también (ya que eliminar ese
estado de nerviosismo es prácticamente imposible).
No hay un método absoluto y definitivo para controlar la tensión nerviosa, eso varía de persona
en persona, pero sí hay factores psicológicos y fisiológicos a tener en cuenta, que pueden ayudar
a reducir la tensión y nerviosismo.
Hacer ejercicios de respiración profunda y relajación corporal antes de cantar puede ayudar a
reducir la tensión, aunque tampoco es conveniente relajarse demasiado, ya que mucha relajación
nos puede predisponer a entrar a cantar con menos energía y vigor.
En cuanto a lo psicológico, hay que tener en cuenta que mientras más importancia le demos al
evento, más va a afectar a nuestra tensión nerviosa, si entramos a un escenario pensando que
nuestra vida depende de ello, probablemente la tensión se incremente exponencialmente, pero
tampoco hay que irse al extremo de despreciar la presentación. Siempre hay que intentar dar el
100% de nosotros para hacer lo que hacemos, pero sin que por ello pensemos que se nos irá la
vida si algo sale mal. Muchas veces, lo que sentimos como un grave error mientras estamos
cantando, pasa desapercibido para la mayoría de las personas. Y siempre hay que tener en cuenta
que lo más importante en todo arte es aquello que transmitimos, es más importante poder
edificar, entretener o hacer un bien a los oyentes que el tener una presentación “perfecta”.
Nuestro foco debe estar en qué estamos dando a los demás y no tanto en qué vamos a recibir de
ellos.
También será de provecho intentar canalizar las emociones en algo positivo. La tensión nerviosa,
bien controlada, puede convertirse en una ayuda en lugar de un estorbo, pero esto será trabajo
personal de cada persona, dependiendo de su propia mentalidad, su repertorio, su público, etc.
A veces es útil concentrar una canción en una persona determinada del público, a veces en todos,
a veces es útil concentrarse en un evento que nos conecte con la letra de la canción, de este modo
los sentimientos que se generen van a acompañar la texto o mensaje de la canción. Pero ¡también
hay que tener cuidado! Si canto un tema triste, por ejemplo, y recuerdo un evento triste, puede
que un poco de tristeza me ayude a comunicar con más profundidad el mensaje, pero si me
entristezco demasiado, podría desconcentrarme de la canción y cantarla mal; un poco de euforia
da más energía a una canción, pero con frecuencia también lleva al descontrol de la voz y de la
afinación. Cada uno debe buscar su punto de equilibrio.