Está en la página 1de 1

CONFESION DE UNA BELLA DAMA MUNDANA DE ESPIRITU HERMOSO

Éramos completamente desconocidos. De pronto un día nuestras miradas se cruzaron


y entendimos que; nos conocíamos de algún lugar, ¿más me preguntaba de dónde?,
mientras recorría por mi ser una extraña sensación, hasta ese entonces un año atrás
había despertado a entender sobre lo que significa el alma, el ser, la energía, cuando
llevaba una vida como todos los mortales, en el afán de cumplir el sueño americano.

Mientras pasaban los días me sentía atraída por una extraña energía, entre aromas y
sabores que venían de su ser, quizá como una señal que decía, reconóceme soy yo.
¿Quién eres? mi alma gemela, fuiste mi pareja en otra vida anterior, mi madre, mi
amiga, quien…”. ¿Así transcurrían los días, ambos en nuestros quehaceres diarios, era
el hombre ideal, la amiga, la madre, el hijo que esperaba?, me preguntaba, intentando
reconocer su rostro.

Mas caía rendida en sus letras, esas que embriagaban de placer a mi ser, haciendo que
viaje a tiempos vividos en otras vidas, de pronto fuimos todo y nada a la vez. Nuestros
encuentros entre cenas y almuerzos, entre risas y llantos, entre reproches y besos
robados escandalosos. ¿Llegó ese día de vernos por fin y presentarnos, fue ahí que vi,
al hombre que siempre había esperado, entre misterioso y real empezaba a besarme y
mis labios correspondían como diciendo, dónde estabas? tengo sed de ti! mientras mis
manos recorrían por su espalda y viví en un instante, que era una eternidad la calidez
de sus abrazos, sus caricias, de la forma en como conocía mi cuerpo mientras me
hacia el amor, transportándome a vidas pasadas, allá donde éramos niños y
jugábamos entre la colina y el rio, allá donde era una india apache, al recordar lo
último, movía mi cuerpo de manera salvaje echada entre cueros en el piso de una
cabaña. Luego un par de años a estos actuales, hacia el amor en el agua, algo mas
mundano y temporal. Aunque a estas alturas lo vengo asociando que pudo ser un rio.
Ese día gocé de tantos sabores ancestrales, sentí sensaciones extrañas en mi ser, que,
al día de hoy, estoy buscando despertar a mi conciencia para saber más de él.

Entre encuentros mundanos, divinos y espirituales, nació un sentimiento en mi ser, lo


llame sentimentalismo y romanticismo mundano, porque solo quería poseerlo para mí,
mas no debía, era un ser del viento. Pues al ser una loca atrevida, santa, y a la vez
perversa, me atrevía en algunas oportunidades a reprocharle su actuar, queriendo
siempre traerlo a mi reino. En eso empezaba a amarlo, me decía a mí misma, es mi
amor de otra vida, llego demasiado pronto y aun así fue tarde. Entendiendo, que no se
deben forzar las situaciones. Ahora echo a volar algunas veces mi imaginación, donde
siento recorrer sus manos y su lengua juguetona en ciertas partes de mi ser y entre
gemidos y jadeos, hay veces que llamo su nombre, recordando momentos del pasado,
es agradable el grado de excitación que logra mi mente y mi cuerpo al recordarlo.

Pienso que el destino se encapricho conmigo y me puso un minuto tarde en su vida.

También podría gustarte