Una noche de tormenta, mirando como se alumbra la noche con la caída de rayos, entre el

dolor y el deseo de salir de este estado que la vida me ha otorgado, en cada rayo que alumbra
la noche te veía cerca ángel de la muerte, deseo que vengas a conversar para saldar algunas
cuentas que tenemos entre la vida y tu presencia.

Te comento que desde que nací te he espero, te he visto muchas veces como el misterioso e
inmenso mar, donde termina su recorrido los ríos mas famosos o menos conocidos, de largo
recorrido o de recorridos cortos, esos ríos que en algún momento hay sido caudalosos, con
mucho sonido y movimiento, que por su andar se vuelven calmos y silenciosos cuando sus
aguas han profundizado por efectos de su trayecto. Esos ríos que han arrastrado piedras que
en es actos las han tallado no con la fuerza sino con la perseverancia.

Te espero ángel de la muerte no para que termines mi vida sino para que inicies mi existencia.
Tu que estas al final de todo para cesar con el dolor, la decepción y nos des un nuevo comienzo
no te tengo miedo, debido a que mi vida ha sido buena conmigo,