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I. Introducción
El objetivo principal del presente capítulo es brindar al lector un esquema
conceptual que enmarque los restantes trabajos de este libro. La propuesta
esbozada, tiene un carácter preliminar y exploratorio, por lo que será sometida
en el futuro próximo a múltiples revisiones y reformulaciones, y constituye un
primer acercamiento a la cuestión.
El motivo sobre el que se asienta este objetivo es la aspiración de contribuir
con la difusión de una visión integral de la defensa de Argentina donde se
considere al instrumento militar como un elemento central, sin que la discusión
se agote en él. Es un procedimiento típico del sentido común asociar de manera
inmediata y excluyente a las Fuerzas Armadas (FF.AA.) con la defensa.
Jurídicamente ello tiene asidero, la ley de Defensa Nacional nos habla de una
doctrina empeñada en la solución de aquellos conflictos que requieran el empleo
de las FF.AA. (Ley N° 23.554, 1988, art. 2). Sin embargo, la definición no finaliza
allí.
En primer lugar, la ley vincula a la defensa con “la integración y acción de
todas las fuerzas de la Nación”. Indefectiblemente, ello nos abre un abanico
extenso de actores involucrados como ser el presidente de la Nación; El Consejo
de Defensa Nacional; El Congreso de la Nación, el Ejército, la Armada y la Fuerza
Aérea y el mismo Pueblo de la Nación, entre otros (Ley N° 23.554, 1988, art. 9).
En segundo lugar, conforme a su finalidad: “garantizar de modo
permanente la soberanía e independencia de la Nación Argentina, su integridad
territorial y capacidad de autodeterminación; proteger la vida y la libertad de sus
habitantes” (Ley N° 23.554, 1988, art. 2), es evidente que cuestiones como
garantir la integridad territorial es imposible a través del empleo del instrumento
militar únicamente. En lo cotidiano, este cometido se apuntala con la labor de
diferentes actores que mantienen el territorio nacional integrado de múltiples
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2 Los cuatro condicionantes enumerados constituyen tipos ideales a los fines de esquematizar lo
expuesto. Cabe decir que, frente a ellos, ninguna posición es subóptima, por lo cual, aquí
simplemente identificaremos la postura que, mayoritariamente, se observa en los estudios. De
todos modos, el hecho de que todas las posiciones sean óptimas, no impide decir que algunas de
ellas presentan una afinidad relativa más alta con los abordajes integrales de la defensa. Por
último, debemos admitir posiciones intermedias, a medio camino entre los polos más evidentes.
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ha conservado una posición cercana a los abordajes integrales. Por este motivo,
seguidamente, de ella obtendremos los insumos fundamentales para construir
nuestra propuesta conceptual. Finalmente, dedicaremos algunas líneas a la
reflexión de todo lo trabajado.
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Mapa 1 Mapa 2
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5Esta mención no contradice el reconocimiento de Barbé (1995, p. 41) acerca de que el nacimiento
pleno de una teoría sistémica de las relaciones internacionales se ubica a partir de la Segunda
Guerra Mundial.
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6 Una conceptualización que en apariencia puede parecer similar, pero, claro está, posee
implicancias diferentes es la idea de “estímulos geopolíticos”, entendidos como los factores
geopolíticos capaces de estimular la capacidad creadora de los grupos humanos (Fraga, 1994, p.
17).
7 En este punto, agradezco a Esteban Covelli por su aporte en la construcción de este segundo
nivel de unidad, resumido en la inclusión del concepto de apreciación geopolítica de Jorge Atencio
(1983).
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Simplemente, postulamos emplear una noción de sistema que, conjugada con los
aportes mencionados de la Geopolítica, nos permita avanzar hacia la
conceptualización preliminar antes enunciada. Asimismo, dada la amplitud que
representan las cuestiones de defensa desde un punto de vista integral, la noción
de sistema tendrá utilidad organizativo-analítica. Parafraseando a Atkins (1991,
p. 19), ello permitirá contribuir a la comprensión puesto que ordenará hechos
aparentemente distintos en un esquema coherente susceptible de análisis. En
efecto, Atkins define al sistema como “la interacción entre dos o más unidades
distintas y en las consecuencias de esa interacción” (1991, p. 20). El propio autor
destaca la versatilidad del concepto al expresar su posibilidad de empleo en
cualquier nivel de actividad política, incluyendo sistemas subnacionales, políticas
nacionales (como lo es la defensa), entre otros (1991, p. 21). Por añadidura, es una
idea que permite, al interior del sistema, pensar en subsistemas, en tanto
conjunto de unidades que interactúan regularmente en forma diferente del
proceso total, sin ser autónomas del sistema (1991, p. 22).
Recapitulando lo dicho, el conjunto de factores e influjos geopolíticos con
apoyatura en el espacio nacional constituye un todo (el sistema de defensa) ya
que entre ellos se generan interacciones con consecuencias o efectos. Siendo más
precisos y, matizando nuestra propuesta con lo indicado por Atkins (1991, pp. 20-
21), la idea de sistema se refuerza porque determinados factores e influjos actúan
como unidades separadas (diferenciación) pero, a la vez, integradas, es decir que
se observa entre ellas regularidad en las relaciones, dependencia mutua y algún
grado de coordinación, a fin de realizar las funciones del sistema.
Como vemos, esta idea de sistema se asienta sobre elementos de la
Geopolítica pues de acuerdo con Dollfus (1982, p. 8), el espacio geográfico se
presenta como el soporte de unos sistemas de relaciones, determinándose unas a
partir de los elementos del medio físico y otras procedentes de las sociedades
humanas.
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Factores e
Punto axial influjos
geopolíticos
subsistema
Factores e
Sistema de Defensa Punto axial influjos
Nacional geopolíticos
Factores e
Punto axial
influjos
geopolíticos
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estables con sus consecuentes influjos geopolíticos, cuya matriz se conforma por
elementos bajo soberanía nacional y otros bajo soberanía brasileña. El mismo es
un claro ejemplo de la llamada Geopolítica de la integración, cuya regularidad de
relaciones, dependencia y coordinación se cristalizan contundentemente en la
ABACC (Agencia Brasileño-Argentina para la Contabilidad y Control de
Materiales Nucleares), sin agotarse en ella. Por otro lado, se pone de relieve que
la naturaleza de los puntos axiales es compleja en el sentido de que,
analíticamente, factores estables y variables pueden superponerse en un mismo
elemento. Siguiendo con el ejemplo, la ABACC representa una política Estado
para Argentina y Brasil (factor estable), pero contiene elementos de variabilidad
como ser las oscilaciones a las que su administración se ve sometida por el cambio
de gobiernos en ambos países.
Una estrategia para identificar las conexiones de los puntos axiales con lo
internacional es emplear la conceptualización de James Rosenau de linkage
(1973) pues la misma permite conectar los planos nacional e internacional al
pensar en conductas que nacen en un ámbito (input) y ante las cuales se reacciona
en otro (output). Así, el novedoso punto axial que se emplaza al interior de la
provincia de Neuquén, cuenta no solo con reservas de gas no convencional, sino
además con la Estación del Espacio Lejano de China y el Centro de Operación y
Coordinación ante Emergencias de Estados Unidos, en vías de construcción. Sin
dudas, aunque geográficamente nos encontramos en el espacio interior, inputs
producidos en nuestro país pueden ser reactivos (outputs) para las mencionadas
potencias y viceversa. Lo dicho, expone una consideración fundamental que hace
a la defensa como concepto, al menos en Argentina. El concepto de defensa se
asienta sobre la distinción entre lo interno y externo. No hay concepto de defensa
posible si en algún nivel no es posible encontrar esta faceta interna-externa, al
menos implícita. La defensa es un concepto interméstico siguiendo el sentido de
Bayless Manning (1977): asunto profunda e inseparablemente tanto
internacional como doméstico.
Por último, y en línea con lo anterior, la identificación de los puntos axiales
que hacen al sistema de defensa debe complementarse con un análisis, al menos
mínimo, sobre el entorno. No solo porque ello permite alcanzar la especificidad
disciplinar al traslucir lo doméstico-externo, sino porque nos devela la sustancia
conceptual de la defensa. La última ratio de los puntos axiales ─en el caso
argentino─, como del sistema de defensa en su conjunto, es garantizar de modo
permanente la soberanía e independencia de la nación, su integridad territorial y
capacidad de autodeterminación; proteger la vida y la libertad de sus habitantes”.
Ello es una empresa que tiene razón de ser frente a una otredad.
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Fuente: elaboración propia en base a mapa del Instituto Geográfico Nacional, 2020.
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