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II.
III. El MANEJO DE LOS MEDIOS Y GRUPOS DE INTERÉS
El Lear Jet 45 en el que viajaba Juan Camilo Mouriño, quien era el
secretario de Gobernación, se estrelló por la turbulencia de estela del avión, y
se informó a medios nacionales como: la Dirección General de Aeropuertos y
Servicios Auxiliares, (ASA), la primera semana de dicho accidente.
En ese avión, que partió de San Luis Potosí y se estrelló el 4 de noviembre en
la ciudad de México, también iban el ex fiscal antidroga José Luis Santiago
Vasconcelos y otros funcionarios; la ASA dio a conocer que no se había
encontrado evidencia de alguna falla mecánica que fuera otro factor, aparte del
que se mencionó en reiteradas ocasiones: la turbulencia. En ese momento, la
Dirección General sostuvo que aún faltaba el 50 por ciento de la revisión de la
aeronave, sin embargo, de momento no existía evidencia de que un
desperfecto había sido el principal motivo del accidente; además, la
información de ASA afirmó que la grabadora de voz indicaba una notoria
tardanza en la desaceleración de la aeronave por los pilotos al mando, lo que
fue un factor contribuyente.
Por otro lado, los diarios “POR ESTO” reprodujeron de forma íntegra la
grabación de la Caja Negra del avión de manera textual, para establecer cómo
las autoridades militares habían obtenido elementos suficientes para
asegurarse de la presencia del ex funcionario federal al mando del Lear Jet 45.
Los hechos ocurrieron 11 minutos después del despegue y según las fuentes
consultadas dentro del Ejército Nacional, Juan Camilo Mouriño, identificado
dentro de la grabación como Voz Masculina, afirmaba en volar el avión.
También se identificaron las voces de Martín de Jesús Oliva como Hot 2 (piloto
2) y la de Álvaro Sánchez como Hot 1 (piloto 1). (Castro Madera, Renán;
Reynoso, Gerardo. 26 de enero de 2009)
De igual forma, se publicó que por las condiciones que al momento se estaban
presentando, el “tercer pasajero”, Juan Camilo Mouriño, fue quien piloteó hasta
su propia muerte y la de los 12 acompañantes que viajaban con él ese día.
Esta hipótesis es la que ya se estaba manejando dentro de los círculos del
poder en México, sobre todo porque se había confirmado que no era la primera
vez que el ex secretario de Gobernación tomaba el manejo de un avión donde
se transportaba.
Además de esto, el silencio en el que se estaba incurriendo la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes, SCT, fue un elemento más para sospechar que
efectivamente, Juan Camilo Mouriño condujo hasta su propia muerte (26 de
enero de 2009. Castro Madera, Renán; Reynoso, Gerardo).
Los entrevistados revelaron que las principales líneas de indagación que sigue
la PGR se enmarcan en fallas en el sistema de pilotaje o de indicaciones de los
controladores aéreos, y hasta versiones en el sentido de la posible interferencia
de un helicóptero en la ruta de aterrizaje del avión donde venía el Sr. Mouriño.
Estos soundbites dejan como efecto en la sociedad mexicana que Juan Camilo
Mouriño era un digno representante de una nueva generación mexicana de
jóvenes políticos “formada en la pluralidad y la absoluta lealtad a la
democracia” (Calderón, 2008) que asumen la tarea de heredar a las futuras
generaciones una Nación mejor que aquella que recibieron, comprometiéndose
con el bien común de la sociedad. Y se finaliza esta sección de soundbites con
un mensaje claro de los efectos a provocar en la sociedad mexiquense. “A los
mexicanos les pido que, además de sus plegarias, recuerden a Juan Camilo
como un mexicano joven y comprometido, honesto, inteligente, que le aportó a
México una gran entrega para transformar a nuestro país” (Calderón, 2008). Y
que por más difícil o doloroso que sea algún acontecimiento, no se permita
decaer el anhelo de tener un México mejor.
De la crisis que surgió a raíz del “accidente” aéreo que sufrió Juan
Camilo Mouriño, Secretario de Gobernación al momento, brotan diversos
aspectos de gran trascendencia para el respecto del manejo de la crisis
gubernamental que pudo haber sobrevenido. Llama la atención que en cuanto
se hizo del conocimiento público, a través de los medios de comunicación y de
manera preliminar y no oficial, el primer político en arribar al lugar de la tragedia
fue el Jefe del Gobierno Capitalino, Marcelo Ebrard, quien pertenece a las filas
del Partido de la Revolución Democrática y que hoy en día se ha convertido en
carta fuerte para contender por la Presidencia de la República en las próximas
elecciones del año 2012. En ese momento de tensión, de crisis, de
incertidumbre y de pánico él fue quien se convirtió en el vocero de dicho
siniestro, pues siendo la primer autoridad en hablar de ello desde los hechos, lo
convirtió en persona clave para la sociedad y los medios de comunicación,
quienes buscaban las planas de sus periódicos y los titulares de los noticiarios
a través de sus palabras:
El vocero oficial para la tragedia Mouriño fue sin lugar a dudas, Luis Téllez.
Expertos en la materia del manejo de las Relaciones Gubernamentales
aseguran que lo designaron así por enviar el tema tan escabroso a “una zona
netamente técnica” (Gerencia Electoral Consulting, 2009), en donde pudieran
evadir los cuestionamientos de si fue un atentado o no, y trasladarlo a las
siguientes preguntas: “¿A qué velocidad venía? ¿Cuántos nudos son? ¿La ruta
que seguía era la correcta? ¿El piloto se comunicó con la torre de control?
¿Cuántos segundos tardó en caer?, ¿Traía suficiente combustible?” en el
espacio de la opinión pública. A pesar de que las estadísticas publicadas por
María de las Heras, el 80% de la población que se mantuvo informada del
incidente cree que es mentira la versión oficial dada a conocer por el Gobierno
de la República, y que más bien se trata de un atentado contra la vida del
extinto Secretario de Gobernación, el manejo de dicha crisis gubernamental
hizo triunfadores por sobre la devastación que pudo haber significado, al
Presidente Felipe Calderón y a su Gabinete.
“(Juan Camilo Mouriño es) un hombre de acción que acogió la política como el
instrumento para hacer posible, más allá de las diferencias ideológicas o
partidistas, las reformas que México necesita y que millones de mexicanos
exigen… es una pérdida muy significativa para el Estado mexicano, toda vez
que su disciplina, carácter y profundo patriotismo, fueron factores claves para
que, en tan sólo dos años, el Gobierno Federal pusiera a México en la ruta de
grandes transformaciones” (Calderón, 2008).
http://antiblogpolitico.wordpress.com/2009/02/16/las-estrategias-de-comunicacion-del-
gobierno-federal-mexicano/
http://sdpnoticias.com/sdp/contenido/nacional/2010/10/02/1003/1129083