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Desarrollo de la Actividad # 3

Juan Camilo Hernández, Yamid Stiven Sánchez Porras, Jhoan Sebastián Peña
Betancur

Programa de Filosofía
Fundación Universitaria Católica del Norte.
Habilidades comunicativas
Mg. Jhon Albeiro Alzate Montoya
Mayo de 2021

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Tabla de contenido
Preliminares e hipótesis.............................................................................................3
Eutanasia y medios de comunicación.........................................................................4
Calidad de vida y lo nefasto del utilitarismo...............................................................6
1. Las negativas consecuencias del utilitarismo social y la teoría de le evolución en
relación con la calidad de vida:............................................................................................8
Tratamientos y procedimientos que tratan actualmente el sufrimiento, la
enfermedad y el dolor. ¿Es la eutanasia el único tratamiento para el dolor?..............9
2. Encarnizamiento terapéutico......................................................................................9
3. El cuidado paliativo como solución a la Eutanasia y al encarnizamiento terapéutico 10
Un acercamiento a la postura cristiana....................................................................11
La muerte y el sufrimiento.......................................................................................12
Conclusiones............................................................................................................14
Referencias..............................................................................................................15

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Preliminares e hipótesis

La eutanasia es un grito social que ha causado gran revuelo en el ámbito moral,


conllevando también a afectar lo social. Actualmente se ven cantidad de procedimientos que
lentamente llevan al ser humano a la muerte, que como se dice comúnmente “es peor la cura
que la enfermedad”, por lo que se puede llegar a la confrontación, de que se vive una eutanasia
silenciosa, patrocinada por el sector “salud”. En este trabajo se tratará de confrontar la eutanasia
desde diferentes puntos de vista y esclareciendo conceptos claves en este tema como lo es el
suicidio, calidad de vida y el sufrimiento.

Según el diccionario de la Real Academia Española “Suicidio es quitarse


voluntariamente la vida”, entonces ahora surgen múltiples cuestionamientos que en la mayoría
de personas hace que defienda la dignidad de la persona como lo es la vida y en otros casos hace
que la vida no sea defendida; en este texto se debe dar una postura donde se muestre la
eutanasia de una manera que se deje llevar en la sociedad y no siga enredando diferentes tipos
de pensamientos. 

Este trabajo busca determinar cuáles son las perspectivas y abordajes posibles y la
manera cómo se debe encarar de manera crítica un asunto tan ambiguo como lo es la eutanasia.
Además se pretende tener en cuenta la visión y perspectiva cristiana que también tiene algo que
decirnos además de ocupar un puesto digno como todas las demás ciencias como las filosóficas,
las jurídicas y las propias de la razón.
 
Se abordará un concepto importante, el sufrimiento, como motivante para que se llegue
a un decisión como lo es la eutanasia, evidenciado en lo que menciona Baum (2017),“la
eutanasia resalta el conflicto moral sobre sufrir o dejar de sufrir frente una enfermedad
irreversible y dolorosa” (párr. 1). Es en este punto donde se hace una reflexión sobre el
sufrimiento como parte de la vida misma, hoy se busca maximizar el placer y minimizar el
dolor, se ha hecho ver desde siempre que el dolor y el sufrimiento es algo absurdo e inmoral y
que debe de tratar de evitarse a como dé lugar. Sin embargo, se oculta a toda costa que toda
enfermedad aporta en cierto grado una dimensión de sufrimiento y que el enfermarnos es un
elemento que es intrínseco e inherente a la naturaleza del hombre. Se debe comprender entonces
que es por esta razón que no es fácil dar una respuesta al sufrimiento y que se debe ser
conscientes que el dolor y el sufrimiento hace parte de la vida aquí: deben existir el gozo y el

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sufrimiento, el placer y el dolor, la vida y la muerte, estos son elementos que son inseparables
en la vida humana, y que es nuestra responsabilidad aprender a convivir con ambas caras de la
moneda no solo con una como la sociedad lo ha hecho ver desde siempre. No se puede
perseguir una utopía de erradicar el sufrimiento del hombre ya que esto no va a desaparecer en
siguientes siglos mientras el hombre viva en esta Tierra. 

Eutanasia y medios de comunicación

Para iniciar, la eutanasia en la actualidad es un tema controversial a nivel mundial desde


los argumentos éticos, médicos, legales, religiosos y políticos. En muchos países existen gran
cantidad de grupos que defienden la realización de esta práctica, en Colombia se basan en el
argumento en el cual, según la constitución política de 1991, Colombia es un país laico y
pluralista caracterizada por el libre desarrollo de la personalidad. “Una de las ideas reiterativas
consiste en señalar que la eutanasia no solo es un derecho del paciente, sino también un acto de
compasión que debe hacer parte de la práctica médica" (Sarmiento et al., 2019, p. 213).

El argumento que prevalece en los medios de comunicación colombianos es la dignidad


y el sufrimiento en el cual se evidencia la libertad en la autonomía de la vida y el rechazo de
procedimientos que alarguen el sufrimiento

Así, los medios de comunicación colombianos no son ajenos a esta problemática, como
se puede evidenciar en el siguiente cuadro, donde se hace el análisis del numero de
publicaciones de los principales periódicos y revistas que circulan en nuestro país donde se
menciona o se debate acerca de la eutanasia.

Numero de publicaciones acerca de la eutanasia

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Nota. Tomado de Sarmiento et al (2019)

La presencia de cerca de la mitad de artículos con postura neutra pone de


manifiesto que la sociedad ha tenido la oportunidad de conocer posiciones contrarias y
participar en el debate. Dos terceras partes de los artículos a favor demuestran que la
opinión de periodistas, ciudadanos y autoridades en salud se inclina a favorecer la
práctica en Colombia. (Sarmiento et al., 2019, p. 213)

En la actualidad los medios de comunicación colombianos desempeñan un papel


fundamental en los debates de opinión publica, llegando a dividir a las personas que hacen parte
de la discusión. El periodista colombiano desde su opinión subjetiva comete muchos errores
éticos muy poco admisibles que transversa la información. Se puede pues afirmar que uno de
los errores más comunes son la excesiva personalización de las historias, siendo esta una de las
fórmulas más utilizadas para llamar la atención del lector oyente o televidente que se siente muy
identificado con el enfermo. Se centran en la enfermedad de una sola persona representando su
realidad social de la enfermedad y esto causa manipulación de los recursos sin atender las
cuestiones particulares que presenta cada caso.

Por otro lado el problema es la selección de las fuentes, en la cual los medios de
comunicación recurren a expertos para profundizar sus noticias. El problema radica en que se
conoce por experto, pues llama la atención que la mayoría de personas que dan su opinión
publica están ligadas a la política o algún órgano gubernamental, colocando en riesgo la
información y manchándolas con un tinte político. El criterio de selección que tienen estos
medios de comunicación es invitar personas que sobre todo se expresen bien, por encima de los

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conocimientos y la valides de sus connotaciones, esto al instante es aceptado como verdadero
por el público. como menciona del Campo (2009)” expertos son los que los medios los han
convertidos en tales y no los que más conocen de la materia en cuestión” (p. 9).

Reiterativamente se recurre a famosos para debatir cara a cara y se observa que casi
siempre las el dilema planteado se reduce a un tema netamente jurídico y el verdadero debate
donde pueden intervenir los especialistas de la salud ya agentes calificados es muy poco común.
Así pues, los medios de comunicación abusan del sensacionalismo un ejemplo claro es cuando
advierten que las imágenes a continuación pueden herir sus sentimientos. Pero esto es una
estrategia del locutor para llamar la atención de las personas y provocar curiosidad causando un
efecto contrario, de tal forma abusan de esas imágenes para causar dramatismo en el espectador.

La muerte es una de las máximas expresiones de intimidad y se ven fuertemente


ultrajadas por los medios de comunicación que alimentan el morbo de las personas. El derecho a
la intimidad es muy atentado en tanto lo que concierne a la eutanasia, ya que entra en conflicto
con la libertad de expresión, muchos medios se aprovechan de del sufrimiento de las personas y
de las familias para captar la atención producto de la emotividad, para ello debe de haber
respeto como señala Lopez (1998)“para que el sujeto doliente pueda intervenir como emisor
informativo ha de tener la capacidad física, pero sobre todo psicológica, de poner el dolor y su
sufrimiento en forma de mensaje” (p. 89).

Miremos por ejemplo, las redes sociales también juegan un papel muy importante en la
transmisión de la información ya que la gran mayoría de las personas tienen acceso a ellas,
donde miles de personas interactúan y se comparten información, en ellas se evidencia muchos
testimonios de personas con enfermedades terminales y su opinión acerca de la eutanasia; pero
al mismo tiempo también se convierte en un peligro porque se comparte información falsas que
antes de informar generan pánico y reacciones adversas en los receptores.

Entonces, para combatir la desinformación los medios de comunicación colombianos


deben de ser transparentes en la búsqueda de la verdad, distinguiendo interpretaciones y
opiniones de hechos para evitar la confusión y distorsión de la información, respetando la
privacidad de la enfermedad salvaguardando el derecho constitucional. En lo que concierne a
la difusión de la información se debe de evitar difundir mensajes que perjudiquen al estado
emocional de las personas. Los medios de comunicación deben de limitar la presencia política y
las influencia que traen con ellas y así aumentar la precedencia de especialistas. Por su parte los
usuarios, espectadores y oyentes deben de fomentar su espíritu crítico hacia los medios de

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comunicación para evitar juicios sin fundamentos y lograr así un debate transparente y
fundamentado en la verdad.

Calidad de vida y lo nefasto del utilitarismo

Para continuar, es importante mencionar que se puede entrever que la filosofía


utilitarista enseña que el placer es una exigencia pero que el sufrir no puede estar presente en el
ser humano, sin embargo, esta filosofía ha ignorado un hecho o más bien una verdad cardinal
que es el sufrimiento como parte de la vida: ¿El ser humano tiene derecho a sufrir como parte de
su condición humana y hasta cuando puede soportarlo el ser humano, aceptar su realidad, su
condición o su minusvalía genética? ¿Acaso el sufrimiento no es parte de la condición humana
intrínseca en el ser humano? ¿Perseguimos el bienestar siempre, pero cuando nos llega un mal
mayor por qué no lo soportamos o aceptamos con igual dimensión que el bienestar y pensamos
de inmediato en cortar con la vida? ¿Se nos está permitido sufrir como parte de la vida?  Paccini
(2007) nos comenta que esta confusión entre bien moral y bien placentero dentro de la
conciencia del hombre, sin duda dificulta el comprender que el sufrimiento y la felicidad no se
excluyen ni se repelen necesariamente la una de la otra. (pp. 71-76) El no aceptar esta realidad
del sufrimiento y el dolor tiende a cerrar la razón al hecho de que el sufrimiento inevitablemente
forma parte de la experiencia de la humanidad y de la vida del hombre.

Así pues, esta carga de ideologías de “lo útil” lleva al paciente a tomar una decisión
subjetiva de establecer los parámetros de la calidad de vida, entre ellos los aspectos
psicológicos, la percepción de sí mismo, del bienestar del que goza, ignorando muchas veces el
componente objetivo, es decir, su marco de valores morales de referencia que liguen la
autonomía de la persona a un ejercicio responsable de su libertad. De este modo, se trae a
colación el término “calidad de vida”, ¿Cómo el concepto ordinario “Calidad de vida” ha
afectado la forma de ver la vida al ser humano? ¿Qué es calidad de vida? ¿Cómo define usted
calidad de vida? ¿Sufrir es parte de la calidad de vida? Respondiendo a la anterior la sociedad
ha hecho creer que existen vidas de mayor o menor calidad, estableciendo ya un criterio de
diferenciación o discriminación. (Paccini, 2007, pp. 71-76) Esto lleva en modo sutil a
cuestionarse si la vida tiene valor o no. Esto quiere decir que la sociedad nos ha hecho creer que
existen diferentes calidades de vida y si no alcanzamos los estándares de cierta calidad de vida
no vale la pena vivir, no vale la pena defender o proteger una vida que no alcance una calidad
suficiente o que esté sufriendo, como proceso contrario a la naturaleza misma del ser humano.
Sin embargo, cabe preguntarse ¿Quién establece los parámetros de calidad de vida? ¿Un
médico, un psicólogo experto, o el mismo individuo con una percepción subjetiva que tiene de

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sí mismo acerca de su propio bienestar? ¿La calidad de vida se mide numéricamente en alguna
escala? La sociedad ha buscado abundantes escalas de medición, cuestionarios e índices para
medir la calidad de vida de un individuo, pero estos instrumentos no hacen sino confundir a la
sociedad, llevándolos a traducir mal lo que significa en realidad “calidad de vida” Se está
deteriorando y desplazando el concepto de vivir dignamente porque se está imponiendo mal el
concepto “calidad de vida”. Puedo ser pobre y sin embargo tener calidad de vida, puedo ser
pobre y sin embargo vivir dignamente. Así que la ambigüedad de la expresión calidad de vida
plantea problemas muy concretos en la medida en que los médicos tienen al juzgar el valor de
sus pacientes según la noción altamente subjetiva de “bienestar”.
 

1. Las negativas consecuencias del utilitarismo social y la teoría de le

evolución en relación con la calidad de vida:  

 
Avanzando con esta idea el utilitarismo dice: La sociedad me exige constantemente a
preguntarme: ¿soy útil para la sociedad? Si no soy útil para la sociedad ¿merece la pena vivir? 
por otra parte el evolucionismo dice: Si no soy útil para la sociedad no hay ninguna repercusión
significativa que este muera ya que finalmente el ser humano es un animal más dentro de la
cadena evolutiva. Si vemos al hombre como otro animal más, entonces su muerte o pérdida no
significa mucho para el gran reino animal, finalmente el ciclo de vida debe darse en todos los
ecosistemas del mundo. Es un ciclo de vida nacer, crecer, reproducirse y morir.  Palabras más o
palabras menos esta es la formación que se reciben en todas las universidades seculares del
mundo respecto al concepto de la vida, la biología, la medicina, y todo ramo de la salud y vida
humana. Eso quiere decir que la ciencia médica hoy piensa algo como: ¿Y si traemos a todos los
minusválidos genéticos entonces el mundo se va a llenar de qué? Qué decir de aquellos
minusválidos fetos genéticos cuyo diagnóstico prenatal demuestra que “urge” eliminar a ese
bebé antes de nacer.  

Por lo tanto, todo esto hace que en términos de calidad el ser humano también es
medible para el bienestar de un mundo cada vez más desarrollado buscando “un producto con
estándares de calidad mínimos” Todo lo anteriormente expuesto trae consecuencias del
utilitarismo social y la teoría de la evolución, esto quiere decir que el ser humano se ve como un
producto con sellos de calidad exigidos por la empresa llamada sociedad donde se tiene en
cuenta solamente aquella vida que en la ética del cálculo es cualitativamente aceptable. Esto
puede dejar sin defensa ni protección la vida humana que no alcance los niveles de calidad
requeridos para vivir en este mundo. Todo esto traducido a un mal concepto de “calidad” ya que

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confunde al individuo haciéndole creer que es esencial para la vida, es decir un mal concepto de
calidad de vida ha llevado a la sociedad a cuestionarse qué tan competitivo es. En conclusión
pues, diríamos que no sólo se puede ver la vida como un hecho meramente biológico. La
persona es un conjunto de calidades, al hacer una evaluación en sentido cualitativo global se le
puede dar un juicio de valor respetuoso a ese ser pensante y racional. Se debería valorar al ser
humano en su conjunto, se comete el error de hacer una generalización que no es válida y se
termina por asumir una visión parcializada de la vida del hombre como un mero animal que
evolucionó de un mico. Así que se debe buscar en el juicio del hombre valores auténticos, no
sólo valores biológicos y psicológicos, sino también morales y espirituales, eliminando
ambigüedades y reconocer nuevamente la dignidad de la vida humana independientemente de
cuáles sean los accidentes de la vida concreta. Un valor que no puede ser sometido a
condiciones y cuyo respeto se alza como principio ético fundamental. (Paccini, 2007, pp. 71-76)

Tratamientos y procedimientos que tratan actualmente el sufrimiento, la enfermedad y el

dolor. ¿Es la eutanasia el único tratamiento para el dolor?

Para seguir ahondando en el tema es valido mencionar que no es fácil ni ha sido fácil
dar una solución al dolor. La eutanasia no es lo único como solución al problema del dolor sino
parte de una serie de “soluciones” que se presentan para tratar esta situación compleja, de
acuerdo con Galindo (2007) existen varios métodos que se usan en la actualidad y que están
ampliamente “aceptados” o mejor difundidos bien sea por la fuerza o por decisión bioética lo
que hace que se convierta en temas complejos y altamente ambiguos de definir o de sacar un
juicio de valor definitivo (pp. 115-128), estos son: 
 
1) Consentimiento informado y el comité de ética consensuado  
2) Encarnizamiento (alargar la vida) 
3) La eutanasia 
4) Cuidado paliativo 
5) Acortamiento de la vida mediante morfina o droga que calma, pero acorta la vida. 
6) Abandono de cuidados, o abandono del paciente o desescalada terapéutica (se le va quitando
lentamente los medicamentos para que vaya muriendo lentamente) 
 
Por cuestiones prácticas y de extensión hablar de cada una significa extenderse a una tesis
mucho más extensa, sin embargo se mencionan aquí para hacer conciencia de qué tipos de

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tratamientos se usan en la actualidad donde nos detendremos en las más significativas de
manera breve.
 

2. Encarnizamiento terapéutico 

 
Teniendo en mente con el punto anterior y avanzando por esta misma línea Schooyans
(2007) comenta que biológicamente se está determinado a morir por voluntad divina, pero la
medicina hace hasta lo imposible para que vida como encarnizamiento terapéutico. ¿De qué se
trata? Cuando un paciente está en un estado tal que los médicos tienen la certeza prudencial de
que va a morir. Ante esta certeza se plantea el problema de encarnizamiento terapéutico. Este
consiste (desde el punto de vista del negocio y la facturación de fármacos, camilla,
hospitalización, etc.) en someter al paciente a exploraciones o tratamientos fastidiosos y
costosos que tienen la finalidad de prolongar algo de su vida. Sucede incluso que tratamientos
obstinados no solo sirven para nada, sino que aumentan los sufrimientos y la incomodidad del
enfermo. (pp. 325-330)
 
Es entonces que el encarnizamiento terapéutico ha existido siempre. Se recurre a todo
tipo de aparatos para prolongar una agonía. Se procede como si la gente fuera inmortal y en
consecuencia se quiere hacer retroceder a la muerte a toda costa. 
 

3. El cuidado paliativo como solución a la Eutanasia y al

encarnizamiento terapéutico 

 
Para cerrar este apartado es importante abordar el cuidado paliativo, pero ¿Qué es
cuidado paliativo? Según Schooyans (2007) son unos cuidados que no sanan. Se prodigan a
pacientes incurables, es decir, que no tiene medio de curación y que se encuentran padeciendo
grandes sufrimientos. Así pues, por ejemplo, se deja de aplicar la quimioterapia a un enfermo,
pero se le sigue cuidando. (pp. 325-330).
 
Los cuidados paliativos (el movimiento médico pro vida) según Según Schooyans (2007)
consisten en: 
 
1. Tratar el dolor 

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2. Tratar los síntomas: vómitos, opresión, estreñimiento, obstrucción respiratoria y
evacuación de flemas, etc. 
3. Se recurre a los antibióticos 
4. Dar apoyo psicológico, escuchar al enfermo, contactos con la familia y los
allegados, apoyo religioso, etc. 
5. Los cuidados paliativos conllevan a productos contra el dolor. 
6. Dormir al enfermo para acortar su vida (y muera solo o “naturalmente”): En
algunos casos particularmente graves donde los analgésicos no llegan a aliviar
suficientemente, se produce a veces a dormir al enfermo. Esta situación puede
ser provisional o definitiva: Es provisional, cuando el paciente se despierte y se
prosigue con los cuidados paliativos es definitiva en casos muy excepcionales,
en los que el paciente es sumido en una especie de coma. En el transcurso de
este coma provocado, la enfermedad incurable va a llevar al paciente a la
muerte.
7. Abandono de cuidados, abandono del enfermo: Es una forma de eutanasia. En
este caso, el médico cosifica a la persona, la reduce a rango de objeto y como
tal se procede igualmente en el caso del encarnizamiento terapéutico. Se le
conoce como desescalada terapéutica, o cese progresivo de cuidados
terapéuticos que se hacen útiles, debe ser relevada por los cuidados paliativos. 

Un acercamiento a la postura cristiana

Finalmente no podemos terminar este documento sin hablar de la reflexión cristiana. Al


respecto “Juan Pablo II sostiene que ha de entenderse por eutanasia el «adueñarse de la muerte,
procurándola de modo anticipado y poniendo así fin … a la propia vida o a la de otros»”
Mauricio Correa (2006, p. 5) Se inicia con lo que refiere este autor sobre la eutanasia. No se
puede definir que morir es un bien y vivir un mal. El hombre no tiene el derecho de elegir
arbitrariamente el procurarse o procurar la muerte. El dolor no es un mal absoluto que se debe
evitar a toda costa. Sufrir es parte de vivir, no olvidemos el significado positivo del sufrimiento
voluntariamente aceptado y sostenido por la fe en Cristo. La vida pues, es un don maravilloso y
una tarea-deber confiada por Dios al hombre; y que precisamente por ser un regalo y misión
recibida del Señor, debe ser administrada y vivida hasta el final y encomendarse siempre con
confianza a los designios del amor divino, especialmente en los momentos de dificultad. 
 
El Papa Juan Pablo II señala que en sentido verdadero y propio, la eutanasia consiste en
«una acción o una omisión que por su naturaleza y en la intención causa la muerte, con

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el fin de eliminar cualquier dolor. “La eutanasia se sitúa, pues, en el nivel de las
intenciones o de los métodos usados” » (EV 65) (Citado por Correa, 2017, p. 248)
 
Dios creó la muerte natural, es decir, es morir en buena vejez. Muerte prematura es que
el hombre la induce con sus malos hábitos o por causa de la herencia. El hombre creó el
mecanismo para que se alargue la vida por su muerte prematura. La mejor conclusión es que
todo cristiano debe morir naturalmente en buena vejez.
 
La Eutanasia es una propuesta para una sociedad moderna, teniendo como fin terminar con la
vida para, 
“El elemento subjetivo de estar eliminando el dolor, el sufrimiento o las deficiencias
irreversibles de otro es un elemento necesario de la eutanasia; pues de lo contrario
estaríamos ante otras formas de homicidio. A la luz de este aspecto, mediante la
práctica eutanásica se elige la muerte cuando hay colisión entre el valor de la vida y el
dolor ―físico o moral― que ocasiona el vivir. En este sentido, tenemos que suponer
que la gente que pide para sí misma la muerte no lo hace generalmente porque desee
morir, sino porque en realidad sienten que ya no pueden vivir de la manera que desean”
(Correa, 2017, pág. 7)
 
Así pues, es importante resaltar que el cristiano ve el dolor como un periodo de tiempo
momentáneo comparado con las edades venideras sin fin que se le tienen preparadas al que cree
y tiene fe en Cristo y la vida eterna. La visión cristiana ve la muerte no como un fin sino como
un medio para mitigar el dolor y poner fin al problema del mal, el pecado viendo la muerte
como una solución más que una pena. La certeza de la inmortalidad futura y la esperanza en la
resurrección prometida proyectan una luz nueva sobre el misterio del sufrimiento y de la muerte
e infunden en el creyente una fuerza extraordinaria para confiarse al designio de Dios. (Ver
Romanos 14:7-8). Morir para el Señor significa vivir la propia muerte como acto supremo de
obediencia al Padre (Fil 2:8) aceptando el encuentro con Él en la hora querida y elegida por Él.
(Juan 13:1).

La muerte y el sufrimiento 

 
Para concluir pues vasta con echar un breve vistazo a la muerte y al sufrimiento. Por
consenso general se puede afirmar que Dios respeta la ley de morir, Él respeta la voluntad, la
mente, las decisiones, la libertad, la vida y la muerte. Dios no puede intervenir en ninguna de lo

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contrario sería un Dios arbitrario, tirano o injusto. Si es así ¿Por qué respeta Dios la ley de la
muerte? Podríamos decir que hay varias categorías de la muerte: 
 
1. La muerte es como consecuencia heredada de Adán. 
2. La muerte es como consecuencia de mis malos actos. 
3. La muerte es como solución al problema del pecado.  
4. La muerte es como consecuencia biológica y lo que conlleva esto naturalmente a
apagarse la vida de una manera lenta, y naturalmente dolorosa.
 
Es por las razones arriba mencionadas que Dios no puede intervenir en el proceso natural de
la muerte sea cual fuere. Con la muerte propiamente dicha él no puede intervenir en la muerte
de cada individuo sea cual fuere su causa. Esta debe ser natural en cada criatura. Morimos y
debemos morir naturalmente, Dios no puede intervenir en nuestra muerte porque fue nuestra
libre elección morir. Así que, morir es un proceso que debe ser natural pero propio de cada
individuo, de manera libre y sin la intervención divina porque el respeta nuestros actos y por lo
tanto consecuencia natural de morir. Con esto en mente ¿Por qué entonces duramos tanto para
morir?  

Como quedó demostrado porque es un resultado natural, es decir biológico, Dios no le dice
al ser humano dice “es hora de morir, muérete” sino que por el contrario la muerte debería ser
natural y de buena vejez como dice la Biblia. La muerte abrupta, dramática y dolorosa no ha
sido por causa de Dios, fue el ser humano el que decidió morir por su propia decisión. Nos
comenta White (2012) que:

Moisés, el primer historiador… [escribe que] las noticias necrológicas del libro de
Génesis están concebidas de esta manera: … “Y fueron todos los días de Set
novecientos doce años; y murió (Gen. 5:8)”… “Murió en buena vejez, anciano y lleno
de años” (Gen. 25:8)… Los patriarcas desde Adán hasta Noé, con pocas excepciones,
vivieron casi mil años. (p. 120)

Por lo tanto la muerte prematura es por nuestra propia culpa, por culpa de Adán,
nuestros propios hábitos, nuestra propia conducta y sistema de hábitos que ha causado en
nosotros el cáncer, el sida, los suicidios, las malformaciones genéticas, etc. Y por lo tanto y a
causa de esto hay tanta agonía no solo al sufrir sino al morir. No podemos ignorar además que
nuestro código genético fue hecho para vivir eternamente (Gen. 5:27, Gen. 3:22) por lo tanto el
cuerpo siempre lucha para no morir y por esto hay personas que agonizan por meses o años. La
pregunta que nos surge de este diálogo es si ¿Es realmente largo un sufrimiento? Podríamos

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decir que nunca un sufrimiento será lo suficientemente largo comparado con la esperanza futura
de los siglos sin fin de la vida eterna que se nos está prometida. Un paciente agoniza meses y se
hace eterno su sufrimiento, pero en realidad fue poco comparado con tanto maltrato y malos
hábitos que se tuvo en vida. Entonces nuestra muerte es en gran parte el resultado de nuestras
decisiones en vida, y es corto el sufrimiento comparado con los años que se disfrutó en buena
salud (en la mayoría de los casos). Entonces ¿Tiene Dios la culpa de mi sufrimiento, dolor,
muerte? En gran parte se sufre como consecuencia del propio pecado, herencia, los propios
actos, etc., y luego se cuestiona a Dios de por qué no se le quita la vida en su sufrimiento,
cuando en últimas es consecuencia de su propio destino. ¿Debería Dios intervenir en nuestros
actos cuando fui yo el que decidió su propio destino?  

 
 

Conclusiones

 
Tras conocer los anteriores puntos de vista expuesto a lo largo de todo este trabajo, se
puede llegar a la determinación que el ser humano no debe dejarse guiar por la sociedad que a
través de los medios de comunicación, trata de hacer ver que la verdadera calidad de vida está
en apartar totalmente de la existencia el sufrimiento, y al no poder hacerlo perder la batalla y
incurrir en la eutanasia como la única salida, dejando de lado el valor de la vida misma, de las
personas para la sociedad y el sufrimiento como algo que indica que realmente se está viviendo.
Por lo tanto, se debería de utilizar las diferentes herramientas comunicativas para día a día
resaltar la importancia del ser humano, el valor de su vida y el alto nivel de su dignidad, dejar de
presentar una vida inalcanzable a base de placer y felicidad, inundado de contenido las redes
sociales donde el amor propio y el respeto por la vida, sea el motor para avanzar, que cada uno
desde los dones, habilidades, carismas y cualidades físicas, psicológicas e intelectuales, puede
aportar un granito de arena para la construcción de una sociedad justa y más humana. Los
dirigentes deberían de tener una mirada más humana, no guiada por la religión, por la
espiritualidad o por el sentimentalismo, sino por la razón misma del privilegio de vivir, como lo
indica Correa (2017), citando a San “Juan Pablo II ha reiterado en la Evangelium Vitae que
quienes se comprometen directamente en la acción legislativa tienen la precisa obligación de

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oponerse a toda ley que atente contra la vida humana” (p. 261), deben de defenderla, no
promover ideas erróneas con las cuales se destruya el concepto de la vida. 

La eutanasia en Colombia es un tema muy polémico y controversial, despertando


diferentes opiniones entre los ciudadanos, pero cabe resaltar el papel que juegan los medios de
comunicación que ayudan a compartir información objetiva y diversa, por lo tanto, se puede
evidenciar que en su gran mayoría las posiciones son neutras dando solamente noticias
informativas

Luego de analizar y leer varios artículos periodísticos se puede notar la escasa


participación del personal de la salud, donde la mayoría de las opiniones tienen origen en
profesionales ajenos al area de medicina De acuerdo a todo lo anterior se evidencia que la
población colombiana puede informarse y estar al tanto del debate y las posturas acerca de la
práctica de la eutanasia

Referencias

Baum, E. (2017). Eutanasia, empatía, compasión y Derechos Humanos. Revista de Bioética y


Derecho, (39), 5-21. Epub 02 de noviembre de 2020. Recuperado en 14 de mayo de 2021,
de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1886-
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Correa Casanova, M. (2006). La eutanasia y el argumento moral de la Iglesia en el debate


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