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DESARROLLO:
La exposición prolongada a los rayos del sol, además de provocar insolación, también pone en
riesgo nuestra epidermis, causándole manchas, flacidez, envejecimiento prematuro y lo más
grave, también nos hace susceptibles a desarrollar cáncer de piel o de ojos.
solar rad Considerado un problema de salud pública mundial, el cáncer cutáneo ha tenido un
aumento significativo en comparación con otras patologías neoplásicas. En los últimos 50 años, los
glaucomas de piel se han incrementado en México un 300 por ciento y entre 2008 y 2012, el
Instituto de Cancerología lo ubicó como la tercera causa de visita, por primera vez.
“También es importante entender dónde estemos ubicados el sol puede ser más o menos dañino,
nosotros estamos a una altura aproximadamente a seis mil 500 pies sobre el nivel medio del mar,
es decir, en la ciudad de México recibimos 35% más radiación ultravioleta que la que se recibe en
Acapulco o en Cancún donde están a nivel del mar, esto es muy importante, por ejemplo: si yo me
voy a escalar el popo obviamente voy a recibir mayor radiación porque voy simplemente más
cerca del sol, esto es decir, a mayor altura o a mayor cercanía es mayor el daño.
Sobre la afectación que sufren los ojos ante la radiación solar, el Dr. Félix Gil Carrasco, integrante
del Subcomité Académico de Oftalmología de la División de Estudios de Posgrado de la UNAM,
refirió que en la Ciudad de México hay condiciones particulares para el desarrollo del mal, pues
sus habitantes se exponen 35% más a la radiación solar:
“Esto quiere decir que la capa atmosférica tiene menor cantidad de agua, entonces la
condensación de la situación del filtro que funcionaría para esa radiación ultravioleta es menor;
pero ahora ubiquémonos en nuestra preciosa capital y veamos que aparte de eso tenemos
agujeros de ozono, que implica tener alteraciones justamente en esa cantidad de agua, y quedan
las moléculas de ozono, que son unas moléculas de oxígeno, más grandes, diferentes, y que
funcionan como una especie de espejo, para que entendamos esto mejor, por eso es que a ciertas
patologías en la Ciudad de México tienen una predilección, no solamente por la altitud, sino por
los defectos que tenemos en la capa atmosférica”.
Los expertos recomiendan acudir a una revisión médica periódica a partir de los 40 años, usar
vestimenta protectora, bloqueador con un factor de protección solar mayor a 30, lentes de
aumento o de sol con filtro de protección solar ultravioleta y anti reflejante.
A veces se distingue entre deficiencia y carencia, que sería una situación más grave de falta de un
nutriendo determinado.
Los síntomas de deficiencia son muy variables, pues dependen del nutriente en cuestión y de la
persona. A menudo no son concretos, sino que se refleja en un cansancio físico y mental, una
sensación de falta de bienestar o una facilidad para contraer infecciones o desarrollar otras
enfermedades.
MACRO Y MICRONUTRIENTES
Para que nuestro cuerpo funcione de manera óptima y nos sintamos bien, necesitamos una serie
de sustancias que deben proceder de los alimentos, pues no las podemos producir. Se dividen en
macro y micro nutrientes
Dentro de los macronutrientes encontramos aquellos que aportan energía (calorías) y “materiales
de construcción” para los tejidos corporales: los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas. Se
necesitan en grandes cantidades, del orden de varias decenas de gramos.
Los micronutrientes intervienen en los procesos fisiológicos, pero son necesarios en cantidades
más pequeñas, del orden de los miligramos. Son los minerales y vitaminas.
La lista de nutrientes que debemos incorporar, cada uno en una dosis determinada, es larga: más
de 40. Esta cantidad considerable es una de las razones por las que las deficiencias pueden afectar
a buena parte de la población. Los siguientes factores pueden favorecer que no se obtenga uno
más nutrientes en las cantidades precisas:
Productos industriales: los productos elaborados, sobre todo aquellos basados en harinas y
azúcares, apenas contienen micronutrientes en relación a la cantidad de energía que aportan. Lo
mismo pasa con la comida rápida y los alimentos preconizados.
Se padece alguna enfermedad: las personas con algún trastorno intestinal, por ejemplo, pueden
tener dificultad para absorber ciertos nutrientes, por lo que los deben obtener en mayor cantidad
de los alimentos. Muchos medicamentos también pueden afectar a la absorción de nutrientes.
Estimulantes: un consumo elevado de alcohol, café, alimentos refinados y azucarados, nicotina y
otros estimulantes dañinos tienen un efecto negativo sobre la absorción de nutrientes y pueden
conducir a una deficiencia.
Los primeros síntomas de deficiencia suelen ser generales y a menudo no se cae en la cuenta de su
relación con la alimentación. Por ejemplo, se puede sentir un cansancio o una apatía que se
atribuyen al exceso de trabajo o a la falta de sueño.
La facilidad para contraer resfriados y otras infecciones, como la candidiasis, también se suelen se
asociar al estrés o muchas otras cosas, pero no se suele pensar en una carencia nutricional.
Un diagnóstico cierto de deficiencia nutricional solo se puede obtener mediante distintos análisis
de sangre específicos. Pero ciertos síntomas pueden sugerir deficiencias concretas. Si crees que es
tu caso, consúltalo con tu médico de cabecera.
1. DEFICIENCIA DE PROTEÍNAS
Obtener el mínimo de proteínas no es un problema para la mayoría de personas que siguen una
dieta omnívora en un país desarrollado. En España, de hecho, hay un problema de exceso: el 80%
de las personas ingiere más de las que necesita por un consumo excesivo de carne.
Según estudios del doctor Lothar Wendt, este exceso de proteínas está relacionado con la
epidemia de enfermedades cardiovasculares y además puede provocar otras deficiencias, pues los
aminoácidos se acumulan en las paredes de los vasos sanguíneos e impiden el paso de los
nutrientes desde la sangre a los tejidos.
No obstante, pueden sufrir deficiencia de proteínas las personas que renuncian al consumo de
carne y pescado y no los sustituyen adecuadamente por otros alimentos proteicos vegetales
(principalmente legumbres). También están en riesgo las personas que siguen regímenes
desequilibrados de adelgazamiento o dietas milagrosas.
Retención de líquidos (se aprecia, por ejemplo, en la hinchazón abdominal y pesadez de piernas).
El hierro es un mineral necesario, entre otras cosas, para que los glóbulos rojos puedan
transportar el oxígeno.
La deficiencia de este mineral está muy extendida, sobre todo entre mujeres debido a que con la
menstruación se pierde hierro. Síntomas típicos de deficiencia son:
Somnolencia
Problemas de concentración
El remedio dietético a la deficiencia consiste en aumentar los alimentos que contienen hierro en
abundancia, como las lentejas y otras legumbres, el sésamo, las verduras de hoja verde, los
cereales integrales y los frutos secos.
Para asimilar mejor este hierro proporcionado por alimentos vegetales es importante combinarlo
con alimentos ricos en vitamina C (frutas y hortalizas frescas).
Si haces deporte o estás embarazada, las necesidades de magnesio aumentan. Los siguientes
síntomas pueden indicar una deficiencia:
Nerviosismo.
Mareos.
Tendencia a la depresión.
Si crees que necesitas aumentar la ingesta de magnesio puedes recurrir a los derivados de la soja
como el tofu, los frutos secos, la avena, el maíz, los terminados y las verduras de hoja verde. El
cacao puro también lo contiene en abundancia.
Tendencia a la depresión.
Diarrea.
La palabra fólico remite a hoja y es ahí donde se encuentra en abundancia esta vitamina: en las
hojas verdes. También se halla en las legumbres y en la naranja, la zanahoria y el tomate, así como
en la levadura nutricional, que puedes espolvorear sobre los platos como si se tratara de queso
rallado.
El cuerpo puede fabricar por sí mismo vitamina D3, pero necesita recibir la luz del sol en la piel.
Por eso la deficiencia de vitamina D puede más frecuente durante los meses invernales en los que
escasea la luz del sol. La tendencia a pasar mucho tiempo en espacios interiores también es un
riesgo. Los síntomas que sufre una persona con deficiencia son:
Alteraciones del esqueleto en niños (como, por ejemplo, las piernas en “O”).
La dosis de tiempo que necesitamos para sintetizar la cantidad necesaria de vitamina D varía de
persona a persona en función del tono de la piel, la hora del día y del lugar donde nos
encontremos.
También hay alimentos que contienen un poco de vitamina D: el pescado graso y los champiñones
y otras setas secados al sol. Pero el factor más importante es la luz solar.
Los veganos estrictos que no toman un suplemento de vitamina B12 pueden adolecer de una
carencia. Este nutriente es imprescindible para la producción de glóbulos rojos y, por tanto, para el
transporte de oxígeno. El funcionamiento del sistema nervioso y el metabolismo energético
también dependen de la B12.
Además de los veganos también pueden sufrir deficiencia las personas mayores debido a una mala
absorción intestinal. La deficiencia se reconoce con los siguientes síntomas:
Cansancio, abatimiento.
Problemas de concentración.
Palidez y anemia.
Sensación de desorientación.
Caminar inseguro.
Hemos explicado los principales síntomas de las deficiencias más comunes, pero pueden ser
mucho más. Para prevenir cualquier carencia o para combatirla deberías tener en cuenta los
siguientes aspectos:
Mejora tu alimentación. Es importante que te alimentes de forma equilibrada con una variedad
suficiente de alimentos. Para eso debes incluir en tu plan alimenticio legumbres, frutas, verduras,
productos integrales y grasas sanas.
Asegúrate de que consumes varias raciones al día de alimentos vegetales de colores intensos
(verdes, rojos, amarillos). Son ricos en vitamina C, A y ácido fólico.
Evita el fast food y los productos precocinados. Tampoco sobrecocines los alimentos porque se
destruyen nutrientes. Es conveniente incluir diariamente al menos tres raciones de alimentos
crudos.
Si estás embarazada o eres madre lactante, habla con tu médico sobre preparados para cubrir
deficiencias.
Controla el estrés, porque te lleva a no comer bien y aumenta las necesidades de algunos
nutrientes.
El enanismo hipofisario es el conjunto de alteraciones
que aparecen como consecuencia de un déficit en la
secreción o en la acción de la hormona del crecimiento
(GH). ¿Porqué se produce?
¿Cómo se produce?
¿Cuáles son sus causas
Síntomas
Diagnóstico
Tratamiento
Medidas preventivas
¿Cómo se produce?
La hormona del crecimiento (GH) es sintetizada en la glándula hipófisis. Esta
hormona actúa como estimulador del crecimiento mediante la estimulación de
otras sustancias (como las somatomedinas o IGF-I) que actúan en los múltiples
fenómenos involucrados en el crecimiento de todos los órganos y tejidos.
Así la falta de GH en la infancia ocasiona una talla inferior a la normal en la
edad adulta, por ello se le denomina enanismo hipofisario o talla baja de origen
hipofisario. En el adulto la falta de esta hormona no condiciona ninguna alteración
en la talla del individuo.
La hormona GH está regulada (estimulada) por una hormona que fabrica el
hipotálamo, la GHRH.
Las causas que pueden originar un defecto en la fabricación y función de la
hormona de crecimiento pueden surgir de una falta de la secreción de la GH o
bien de su hormona estimuladora, la GHRH.
Síntomas
Las manifestaciones clínicas varían en función de la causa y de la edad en que se
presenten las deficiencias de GH.
Tratamiento
El tratamiento consiste en la sustitución hormonal con GH. La respuesta es
buena tras la administración continuada de GH, observándose que el aumento de
crecimiento se acompaña de una disminución de la grasa corporal y de un
aumento de la masa muscular. Los más jóvenes muestran un aumento de la
circunferencia craneal. La mejor vía de administración de la GH es la vía
subcutánea en inyección diaria. El tratamiento sustitutivo con GH sintética en
adultos está admitido hoy en día ya que mejora la calidad de vida, disminuye el
riesgo de osteoporosis y mejora los parámetros cardiovasculares y del
metabolismo lipídico.
En los casos raros de talla baja por insensibilidad a la GH se emplea como
tratamiento el IGF-I recombinante. El tratamiento sustitutivo con GH recombinante
se da por vía subcutánea y a diario, con lo que se restablece la velocidad de
crecimiento.
Medidas preventivas
No existen medidas que prevengan el retraso del crecimiento. Pero, ante un
retraso en el crecimiento del niño es imprescindible acudir al médico para hacer un
estudio de control de talla y peso en relación con su edad, apoyado de un estudio
hormonal en caso de dudas.
GIGANTISMO
Descripción general
Síntomas
La acromegalia puede causar cambios graduales en la forma del rostro, como una
mandíbula y frente protuberantes, nariz agrandada, labios más gruesos y más
espacio entre los dientes.
Visión alterada
Dolores de cabeza
Lengua más grande
Causas
La glándula pituitaria y el hipotálamoOpen pop-up dialog box
Si la glándula pituitaria produce mucha hormona del crecimiento, puede haber una
cantidad excesiva de IGF-I. Una gran cantidad de IGF-I puede causar un
crecimiento anormal de los tejidos blandos y del esqueleto, y otros signos y
síntomas característicos de la acromegalia y el gigantismo.
Complicaciones
Artrosis
Diabetes mellitus
Bocio
Pérdida de la visión
El tratamiento temprano de la acromegalia puede prevenir que estas
complicaciones se desarrollen o empeoren. Si no se tratan, la acromegalia y sus
complicaciones pueden producir una muerte prematura.
Qué es
La diabetes es una enfermedad crónica que se origina porque el páncreas
no sintetiza la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, la
elabora de una calidad inferior o no es capaz de utilizarla con eficacia.
La insulina es una hormona producida por el páncreas. Su principal función
es el mantenimiento de los valores adecuados de glucosa en sangre.
Permite que la glucosa entre en el organismo y sea transportada al interior
de las células, en donde se transforma en energía para que funcionen los
músculos y los tejidos. Además, ayuda a que las células almacenen la
glucosa hasta que su utilización sea necesaria.
En las personas con diabetes hay un exceso de glucosa en sangre
(hiperglucemia), ya que no se distribuye de la forma adecuada. Noemí
González, secretaria de la Sociedad Española de Diabetes (SED) y
especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital La Paz, de Madrid,
explica que la glucosa elevada puede ser perjudicial "para todo el organismo,
pero principalmente para el corazón, el riñón y las arterias, por lo que las
personas que tienen diabetes y no lo saben o no la tratan tienen más riesgo
de problemas renales, infartos, pérdida de visión y amputaciones de
miembros inferiores".
Incidencia
Según el estudio di@bet.es, la incidencia de diabetes en España es
de 11.58 casos por cada 1.000 personas al año. Es decir, cada día se
producen 1.057 nuevos casos. El porcentaje actual de personas con
diabetes (prevalencia) según este mismo estudio es del 13.8 por ciento. "Lo
que es más importante es que un 6 por ciento de ellos no lo saben (diiabetes
no diagnosticada)", resalta González.
Causas
Luis Ávila, vocal de la Junta Directiva de la SED, apunta que "no se conoce
la causa exacta de la diabetes, entre otras cosas porque hay muchos tipos
diferentes". De hecho, el momento de aparición de la enfermedad, las
causas y los síntomas que presentan los pacientes dependen del tipo de
diabetes:
Diabetes tipo 1
Aparece generalmente en niños, aunque también puede iniciarse en
adolescentse y adultos. Suele presentarse de forma brusca y muchas
veces independientemente de que existan antecedentes familiares.
Se produce una destrucción de las células que producen la insulina en el
páncreas (las células beta) por autoanticuerpos. "Es decir, el organismo
ataca a sus propias células como si fueran extrañas (como ocurre en la
enfermedad celíaca, y en otras enfermedades autoinmunes)", aclara
González. El mecanismo inicial que induce la aparición de estos anticuerpos
no está totalmente identificado y es muy complejo. Se investiga si el origen
está, según Ávila, en "una predisposición genética que, debido a diferentes
factores ambiantales, produce esa respuesta autoinmune que destruye esas
células".
Diabetes tipo 2
Surge en la edad adulta, su incidencia aumenta en personas de edad
avanzada y es unas diez veces más frecuente que la tipo 1. En ella se
produce una disminución de la acción de la insulina, de forma que, aunque
haya mucha, no puede actuar. González indica que se da "un componente
mixto: por un lado, hay menor insulina en el páncreas y, por otro, esta
insulina funciona peor en los tejidos (la denominada resistencia a la
insulina)".
"Su principal causa es la obesidad porque el tejido graso produce
determinadas sustancias que disminuyen la sensibilidad de los receptores de
la insulina", agrega Ávila. Puesto que la obesidad ha crecido de forma muy
significativa en España, también lo ha hecho este tipo de diabetes.
Diabetes gestacional
Durante el embarazo la insulina aumenta para incrementar las reservas de
energía. A veces, este incremento no se produce, lo que puede originar una
diabetes gestacional. Suele desaparecer tras el parto, pero estas mujeres
tienen un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 a lo largo de su vida.
Evalúa tus síntomas
Síntomas
Entre los posibles síntomas de una elevación de la glucosa se encuentran
los siguientes:
Mucha sed (polidipsia).
Sensación de mucha hambre (polifagia).
Necesidad de orinar continuamente, incluso de noche (poliuria).
Pérdida de peso, a pesar de comer mucho.
Cansancio.
Visión borrosa.
Hormigueo o entumecimiento de manos y pies.
Infecciones fúngicas en la piel recurrentes.
Si la glucosa sube despacio, de forma progresiva (en general, en la diabetes
tipo 2), pueden pasar años hasta que comiencen los síntomas, y por ello la
enfermedad puede pasar inadvertida. "Que no duela no quiere decir que no
haga daño, y de ahí la importancia del diagnóstico precoz para prevenir la
aparición de complicaciones", recalca González.
Prevención
En la actualidad no es posible prevenir la diabetes tipo 1, a pesar de los
múltiples intentos que se han hecho.
La diabetes tipo 2, que es la más frecuente, sí se puede prevenir. Puesto que
la causa más importante es la obesidad, "todas las acciones que tengan que
ver con la prevención de la obesidad -evitar el sedentarismo, la comida
basura, las bebidas azucaradas...- van a tener un resultado positivo",
subraya González, quien afirma que se sabe "que un estilo de vida
saludable reduce en un 80 por ciento las posibilidades de tener
diabetes tipo 2".
Una vez que se ha diagnosticado la enfermedad, hay que prevenir la
aparición de complicaciones micro y macrovasculares. El seguimiento del
tratamiento prescrito, así como de las recomendaciones dietéticas y de
actividad física es fundamental para evitar complicaciones como las
cardiovasculares, las renales, la retinopatía diabética o el pie diabético.
Además, se aconseja la realización de revisiones periódicas, entre las que
destacan las siguientes:
Fondo de ojo.
Análisis de la función renal.
Revisiones de los pies.
Electrocardiograma.
Medición de la presión arterial.
Las personas con diabetes también deben estar atentas a la aparición
de hipoglucemia (bajo nivel de glucosa en sangre). Actualmente se
considera que una persona tiene una hipoglucemia cuando su nivel de
azúcar en sangre es menor de 70 mg/dl. Es la complicación aguda de la
diabetes más frecuente y puede aparecer en multitud de circunstancias:
Dosis de insulina excesiva.
Insuficientes hidratos de carbono en las comidas.
Comidas retrasadas en el tiempo.
Ejercicio extra para la dosis de insulina administrada.
Algunos antidiabéticos orales también pueden causar hipoglucemia.
Administración de la insulina en músculo en lugar de en tejido
subcutáneo.
Errores en la administración de insulina (administrar insulina rápida en
lugar de retardada o errores de dosis).
Bañarse o ducharse con agua muy caliente poco después de haberse
pinchado la insulina.
Entre las medidas para prevenir la hipoglucemia cabe citar la realización de
un mayor número de controles de glucemia durante el día, sobre todo si se
ha hecho ejercicio físico, así como la planificación con antelación del
ejercicio físico que se va a realizar para poder ajustar la insulina que se va
a administrar y los hidratos de carbono que se van a comer. En este sentido,
los expertos recalcan que nunca se debe administrar la insulina sin haberse
hecho un control de glucemia.
Tipos
Diabetes gestacional
Aparece en entre un 2 y un 5 por ciento de los embarazos. Se asocia a
complicaciones maternofetales si no se trata adecuadamente.
Otros tipos de diabetes
Otro tipo de diabetes menos conocida es la que aparece por lesión del
páncreas, ya sea por una extirpación quirúrgica o por una inflamcación. Se
denomina diabetes pancreopriva. Otros tipos de diabetes aparecen por
causas genéticas o por el consumo de ciertos fármacos.
Diagnóstico
El diagnóstico de la diabetes se realiza midiendo los niveles
de glucosa en la sangre. Se trata de pruebas que puede realizar el médico
de atención primaria. Ávila explica que solo existen 4 formas de diagnosticar
la diabetes:
Glucemia basal (en ayunas) mayor de 126 mg/dl
Hemoglobina glucosilada mayor de 6,5 por ciento
Curva de glucemia con 75 g de glucosa mayor de 200 mg/ dl
Glucemia al azar (en cualquier momento del día) mayor de 200 mg/dl
con síntomas típicos
Todos ellos deben ser confirmados en una segunda ocación menos el último,
que se ratifica por los síntomas.
Tratamientos
El tratamiento de la diabetes se basa en tres
pilares: dieta, ejercicio físico y medicación. Tiene como objetivo mantener
los niveles de glucosa en sangre dentro de la normalidad para minimizar el
riesgo de complicaciones asociadas a la enfermedad.
La insulina es el único tratamiento para la diabetes tipo 1. hoy en día solo
puede administrarse inyectada, ya sea con plumas de insulina o con
sistemas de infusión continua (bombas de insulina). "Es preciso ajustar la
administración de insulina a lo que la persona come, la actividad que realiza
y sus cifras de glucosa, por lo que el paciente debe medirse la glucosa de
forma frecuente, mediante el uso de glucómetros (pinchándose los dedos) o
con sensores de glucosa interticial (alguno ya está financiado en varias
comunidades autónomas), de forma más sencilla y menos dolorosa",
comenta González.
La diabetes tipo 2 tiene un abanico terapéutico más amplio. En este caso, a
diferencia de los pacientes con diabetes tipo 1, no siempre va a ser precisa la
administración insulina. Adoptando un estilo de vida saludable y perdiendo
peso, los niveles de glucosa pueden normalizarse.
Junto a ello, añade la endocrinóloga, "el uso de uno o más fármacos
que ayuden a que la insulina funcione mejor van a ser la mejor opción de
tratamiento". Según Ávila, el fármaco que se prescriba "dependerá
fundamentalmente de las características clínicas del paciente". Los grupos
terapéuticos disponibles son los siguientes:
Biguanidas, de las cuales solo se utiliza la metformina.
Inhibidores de la alfa decarboxilasa.
Sulfonilureas.
Inhibidores de la enzima DPP-4.
Antagonistas de SGLT-2.
Agnoistas de GLP-1.
Insulinas.
Otros datos
Complicaciones
Existe una relación directa entre el cumplimiento del tratamiento y un
adecuado control glucémico, que a su vez se relaciona con el riesgo de
desarrollar complicaciones crónicas asociadas a la diabetes.
Según el miembro de la junta directiva de la SED, "actualmente la diabetes
es la primera causa de diálisis y de amputaciones no traumáticas, además
de ser una causa muy importante de ceguera". Asimismo, "tiene una gran
influencia en el desrrollo de problemas circulatorios, como angina de pecho
e infarto".
En esta misma línea, González resalta que "la diabetes puede pasar
desapercibida durante años, en los que ya produce complicaciones. Por lo
tanto, es importante acudir al médico de atención primaria en caso de historia
familiar de diabetes o factores de riesgo (obesidad, hipertensión, diabetes
gestacional) para realizarse un análisis de glucosa".
Consejos dietéticos
Aunque no hay una dieta específica establecida como tal para la
diabetes, la alimentación es un elemento esencial del tratamiento para
mejorar el control glucémico, cuya eficacia es similar e incluso superior a la
de muchos medicamentos. "Además, también es eficaz en el control de los
lipídos y la presión arterial, y en la prevención las complicaciones de la
diabetes. Por lo tanto, vale la pena dedicar tiempo a explicar a los pacientes
los beneficios de la alimentación y a realizar una adecuada prescripción de
la misma", dice Antonio Pérez Pérez, presidente de la Sociedad Española de
Diabetes (SED).
De esta forma, se debe planificar de forma individual las comidas,
siempre teniendo en cuenta las caracterísitcas de la persona y el tratamiento
que recibe. Por eso, el número de comidas diarias con la presencia de
hidratos de carbo debe adaptarse a la medicación y a las preferencias y
hábitos de cada persona.
"El objetivo es un aporte energético (Kcal) para alcanzar y mantener un peso
razonable, y centrase en el consumo de alimentos y sobre todo de patrones
alimentarios como la dieta mediterránea en vez del consumo de nutrientes
aislados". Además de en el patrón mediterráneo, también se hace hincapié
en patrones alimentarios de base vegetal, como la dieta vegano-
vegetariana y la dieta DASH, dirigida a tratar la hipertensión arterial, para
mejorar la salud. Estas personas, al igual que el resto de la población, deben
procurar suprimir los alimentos ultraprocesados y procesados, así como los
alimentos refinados, los ricos en azúcares, las grasas trans y las
grasas saturadas, y basar su alimentación en frutas y
verduras, legumbres y cereales integrales. Y todo ello sin olvidar que no
hay alimentos prohibidos, sino que hay que ceñirse a las bases de una
alimentación saludable.
Por tanto, las recomendaciones sobre una dieta saludable no deberían ser
diferentes a las de la población general, pero lo cierto es que la medicación y
las características personales de las personas con diabetes tipo 1 y tipo 2
hacen que en la práctica la dieta sea diferente.
Al estructurar una comida, según Pérez, se suele identificar la distribución
de la ingesta de los hidratos de carbono en 5 ó 6 tomas a lo largo del día.
Sin embargo, esta recomendación "únicamente tiene razón de ser
en personas tratadas con dos dosis fijas de insulina de acción
intermedia o con premezclas, pero no cuando reciben tratamiento con otras
pautas de insulina o con fármacos no insulina en los que se precisa otra
distribución".
En cuanto a las personas con diabetes tipo 1 o tipo 2 que se
administran insulina de acción rápida antes de las comidas, Pérez
explica que éstas pueden adaptar la administración y la dosis de insulina al
horario de las ingestas y al aporte hidrocarbonado. "Para ello deben
cuantificar la cantidad de hidratos de carbono que van a tomar para calcular
la dosis de insulina que le corresponde para esa cantidad"
Diabetes
Para comprender la diabetes, es importante entender primero el proceso normal por medio del
cual el alimento se transforma y es empleado por el cuerpo para obtener energía. Suceden
varias cosas cuando se digiere y absorbe el alimento:
Un azúcar llamado glucosa entra en el torrente sanguíneo. La glucosa es una fuente de energía
para el cuerpo.
Las personas con diabetes presentan niveles altos de azúcar en sangre debido a que su
cuerpo no puede movilizar el azúcar desde la sangre hasta el músculo y a las células de grasa
para quemarla o almacenarla como energía, y/o el hígado produce demasiada glucosa y la
secreta en la sangre. Esto se debe a que:
La diabetes tipo 1 es menos común. Se puede presentar a cualquier edad, pero se diagnostica
con mayor frecuencia en niños, adolescentes o adultos jóvenes. En esta enfermedad, el cuerpo
no produce o produce poca insulina. Esto se debe a que las células del páncreas que producen la
insulina dejan de trabajar. Se necesitan inyecciones diarias de insulina. La causa exacta de la
incapacidad para producir suficiente insulina se desconoce.
La diabetes tipo 2 es más común. Casi siempre se presenta en la edad adulta. pero debido a las
tasas altas de obesidad, ahora se está diagnosticando con esta enfermedad a niños y
adolescentes. Algunas personas con diabetes tipo 2 no saben que padecen esta enfermedad. Con
la diabetes tipo 2, el cuerpo es resistente a la insulina y no la utiliza con la eficacia que debería.
No todas las personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso o son obesas.
Hay otras causas de diabetes, y algunas personas no se pueden clasificar como tipo 1 ni 2.
Síntomas
Un nivel alto de azúcar en la sangre puede causar diversos síntomas, por ejemplo:
Visión borrosa
Sed excesiva
Fatiga
Orina frecuente
Hambre
Pérdida de peso
Debido a que la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente, algunas personas con el nivel alto de
azúcar en la sangre no presentan síntomas.
Los síntomas de la diabetes tipo 1 se desarrollan en un período de tiempo corto. Las personas
pueden estar muy enfermas para el momento del diagnóstico.
Después de muchos años, la diabetes puede llevar a otros problemas serios. Estos problemas
se conocen como complicaciones de la diabetes e incluyen:
Problemas oculares, como dificultad para ver (especialmente por la noche), sensibilidad a la luz
y ceguera
Úlceras e infecciones en la pierna o el pie, que de no recibir tratamiento, pueden llevar a la
amputación de la pierna o el pie
Pruebas y exámenes
Un análisis de orina puede mostrar niveles altos de azúcar en la sangre. Pero un examen de
orina solo no diagnostica la diabetes.
Su proveedor de atención médica puede sospechar que usted tiene diabetes si su nivel de
azúcar en la sangre es superior a 200 mg/dl (11.1 mmol/L). Para confirmar el diagnóstico, se
deben hacer uno o más de los siguientes exámenes.
Exámenes de sangre:
Niños con sobrepeso que tengan otros factores de riesgo de padecer diabetes, a partir de la edad
de 10 años y se repite cada 3 años.
Adultos con sobrepeso (IMC de 25 o superior) que tengan otros factores de riesgo como tener la
presión sanguínea alta o tener una madre, padre, hermana o hermano con diabetes.
Mujeres con sobrepeso que tienen otros factores de riesgo como presión arterial alta y planean
quedar en embarazo.
Adultos de más de 45 años, se repite cada 3 años o a una edad más temprana si la persona tiene
factores de riesgo.
Tratamiento
La diabetes tipo 2 se puede algunas veces contrarrestar con cambios en el estilo de vida,
especialmente bajando de peso con ejercicio y comiendo alimentos más saludables. Algunos
casos de diabetes tipo 2 se pueden también mejorar con cirugía para bajar de peso.
No hay cura para la diabetes tipo 1 (excepto por un trasplante de páncreas o de células
insulares).
Todas las personas con diabetes deben recibir una educación adecuada y apoyo sobre las
mejores maneras de manejar su diabetes. Pregunte a su proveedor sobre la posibilidad de
consultar a un educador certificado en diabetes (CDE, por sus siglas en inglés).
Lograr un mejor control del azúcar en la sangre, el colesterol y los niveles de la presión arterial
ayuda a reducir el riesgo para enfermedad renal, enfermedad ocular, enfermedad del sistema
nervioso, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.