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UN PALIMPSESTO GRÁFICO DEL HORROR


Gabriel Restrepo, para André Magnelli.
Seminario San José Obrero, Corregimiento de La Esmeralda, Municipio de Arauquita, Colombia.
Miércoles 14 de octubre de 2020,
El sentido: palimpsesto de imágenes como idea pictórica de la progresión de la crisis creciente de Estados,
Imperios, mundo y naciones.
1. Francisco de Goya y Lucientes. “El sueño de la razón produce monstruos”.- Grabado 43 de Los
Caprichos, 1799, anticipando por la precariedad de la Ilustración española el declive del antiguo imperio,
pero también la pesadilla del orbe con el inicio de las grandes guerras imperiales.
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2. “Con razón o sin ella”, grabado número dos de la serie de Los Desastres, 1808, relativos a los
efectos desastrosos de las guerras napoleónicas en España. La fuerza se erige por encima de la justicia.

3. El Grito del pintor noruego Edvard Munch, 1893, próximo a la composición del poema Golpe de
Dados de Mallarmé, 1897 y como en él conciencia de lo que éste escribía en Variation sur un sujet:
“asistimos, como final de siglo, mas no como en el anterior, a conmociones; sino, lejos de la plaza pública, a
un temblor del velo en el templo con pliegues significativos y un poco su desgarradura” (México: Vuelta,
1993: 46) y: “Sin duda atravesamos un túnel – la época…El subterráneo durará, oh impaciente, lo que tu
recogimiento en preparar el edificio de alto cristal vaciado por un robo de la justicia” (67).
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4. Angelus Novus de Paul Klee, 1920, dibujo a tinta china y acuarela de pequeño formato (32 x 23 cm),
adquirida en una galería de Munich por Walter Benjamin en compañía de su íntimo amigo Gerhard Sholem.
Acompañó al autor desde entonces y fue incorporada la referencia en la IX de las 18 tesis sobre la historia,
su último escrito antes de acabar con su vida en Pau, frontera en los Pirineos de Francia y España, ante la
imposibilidad de su “passover”. La tesis está precedida por un luminoso epígrafe de su amigo Gerhard
Sholem tomado del poema Saludo del Angelus, con quien entablara una correspondencia preciosa y quien lo
urgiera a tomar su camino de escape a Jerusalén: “Mi ala está pronta al vuelo:/retornar, lo haría con
gusto,/pues, aun fuera yo tiempo vivo,/mi suerte sería escasa.” Y la novena tesis es escalofriante en
términos de la predicción de desastres del mundo en la víspera de la segunda guerra mundial: “Hay un
cuadro de Klee que se titula Angelus Novus. Se ve en él un ángel, al parecer en el momento de alejarse de
algo sobre lo cual clava la mirada. Tiene los ojos desorbitados, la boca abierta y las alas tendidas. El ángel
de la historia debe tener ese aspecto. Su rostro está vuelto hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece
como una cadena de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que arroja a sus pies ruina sobre ruina,
amontonándolas sin cesar. El ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo destruido.
Pero un huracán sopla desde el paraíso y se arremolina en sus alas, y es tan fuerte que el ángel ya no puede
plegarlas. Este huracán lo arrastra irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas, mientras el
cúmulo de ruinas crece ante él hasta el cielo. Este huracán es lo que nosotros llamamos progreso.”
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5. “La violencia”: Alejandro Obregón. Óleo. 1962. En ese mismo año se publicaban los dos
tomos de una obra cardinal de las ciencias sociales: La Violencia en Colombia, cuyos autores
fueron Orlando Fals Borda, Eduardo Umaña Luna y el sacerdote Germán Guzmán Campos. El
cuadro es elocuente en su cruel simbología: una mujer como figura de la nación yace muerta
confundidas sus líneas con la orografía del país.

6. Sorprendente como pudiera parecer, el cuadro de Obregón no pudo inspirarse en la última


gran obra de Marcel Duchamp, Étant Donnés en la cual trabajó en secreto de 1946 a 1966,
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cuando se conoció, para sorpresa del mundo que pensaba que el autor había abdicado de la
pintura, pero habría en los dos cuadros una sincronía de visiones apocalípticas. Aunque la
imagen que ofrezco es parcial porque se trata de un cuadro que sólo se revela al inspeccionar el
voyeurista espectador por el hueco de una vieja puerta el panorama es atroz: una mujer asesinada
que empero porta un fanal, metáfora de la desolación y empero de la esperanza de otro orto.

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