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Ma Elag Va, d 2, [ riesgo} / / / / f s / : © : 2 g @ % s % o Out ce _ db ah Escaneado con CamS Anne Dufourmantelle, filésofa y psi- LEM EMS Us retest Woy aes Coto e le TEV DSS INE Letosst VST esa. ve chitecture de Paris-La Villette, ade- mas de ser, docente para la European Graduate School! (cs). Doctorada en filososta) por parte de Ja Univer— ELC Etre dierent eCerT Clete Neen Brown University. Escribié junto con Jacques Derrida, De t‘hospitalsté (Cal- mann-Lévy, 1997), entre otros pH Ses de autorfa propia. Es miembro de Le. Gercle Freudien en) Paris y la aso- ciacion Aprés-Coup en Nueva York, irr oc ocieec ae ENE LY inglesa de Prego eet hier Su primera estancia en México (2-5 Pen goosss 2015) tuvo lugar en la acre Freudiana de la Ciudad de México, y otras instituciones donde Fates ou Fry keen eso as Escaneado con CamScanner Estancias Elogio del riesgo Escaneado con CamScanner Indice 18 | 2 Arriesgar la vida 17| 2 Eurfdice salvada 23 | 38 Mindsculas magicas dependencias 29|4 Esclavitud voluntaria y desobediencia 33 | 5 En suspenso 39|6 Arriesgarse a la pasién 45 |7 Dejar la familia 49 | 8 Olvido | Amnesia | Liberacién 57|9 (In)fidelidades incurables 63 | 10 Ri 2 éRiesgo cero? Escaneado con CamScanner 11 | 67 Como (no) volverse uno mismo. 12 | 73 El secreto o estar incomunicado 13. | 77 Amistad de nuestros miedos 14 | 88 A riesgo de estar triste 15 | 87 A riesgo de ser libre 16 | 91 Ese tiempo que llaman perdido 17 | 95 Muertos en vida 18 | 101 De una percepcién infinitamente més amplia 19 | 107 La angustia, la falta— gunas hambres espirituales? 20 | 113 El adiés al mundo magico | Mas allé de la decepci6n 21 | 117 Su vida/la vida 22 | 121 A riesgo de conocer lo desconocido 28 | 128 A riesgo de ser carnal 24 | 129 Que cesen nuestros tormentos... Escaneado con CamScanner 133 | 25 Romper 139 | 26 Arriesgarse a la palabra 143 | 27 Soledades 149 | 28 La risa, el suefio — afuera del impasse 161 | 29 No esperar mas 167 | 30 Erase una vez “el Athenaeum’... © ¢para qué correr el riesgo del romanticismo? 173 | 317 EI riesgo de creer 177 | 32 Arriesgarse a la variacién 185 | 33 Elacontecimiento | La hiperpresencia 189 | 34 La profecfa intima 197 | 35 Arriesgarse al deslumbramiento 203 | 36 Deseo, cuerpo, escritura 215 | 37 i 2 ¢Curarse? Escaneado con CamScanner 38 219 Otro idioma 39 Arr 40 223 iesgarse al escindalo 227 Correr el riesgo de la infancia 41 233 Asiduidad 42 237 Arriesgar el porvenir 43 248 Con riesgo de la belleza 44 249 Con riesgo del espfritu 45 253 ¢éArriesgarse a lo universal? 46 257 Obsesiones 47 261 Espirales, elipsis, met4foras, anamorfosis 48 267 Contemplar la noche 49 271 Revoluciones 50 Ari 277 iesgo de atravesar el infierno (Euridice) Escaneado con CamScanner i Arriesgar la vida Escaneado con CamScanner go inconsiderado que Nosotros, 108 VivOS,correno, se encuentran bajo el signo del ries LA VIDA ES UN F Nuestros tiempos culo de probabilidades, nario oF evaluacién psiquica de los individuos, anticipacién de fag Jes, células de crisis, cdmaras; ya ninguna dimensign ca. sondeos, escenarios alrededor de los crac, i: bursitiles, catastrofes natural del discurso politico 0 ético escapa de ello. Hoy en dia, el principiy de precaucién se ha vuelto la norma, En términos de vidas humana, ivindicaciones sociales, es accidentes, terrorismo, rei un cursor que des- plazamos al antojo de la movilizacion colectiva y del mercantilismo econdmico; por lo tanto, permanece como un valor incuestionable, “Arriesgar la vida" (“Résquer sa vie") es una de las expresiones nds bellas de nuestro idioma. -Significar necesariamente enfrentar la muerte y sobrevivir?... go bien habré, inserto en la vida misma, un dis- positivo secreto, una mtisica capaz por sf sola de desplazar la existencia hacia esa linea de batalla que Haman deseo? Pues el riesgo —dejemos por lo pronto indeterminado su objeto— abre un espacio desconocido, Cémo es posible, estando vivo, pensarlo a partir de la vida y no de la muerte? En el momento de la decisién, él escudrifia nuestra relacién intima con el tiempo. Es como un combate en el que desconocerfamos al oponente, un deseo del que no tendrfamos conocimiento, un amor del que ignorarfamos la cara, un acontecimiento puro. ¢Cémo no interrogarse acerca de lo que adviene de una cultura que ya no puede pensar el riesgo sin convertirlo en un acto heroico, una locura pura, una conducta apartada de las normas? Y si el riesgo trazara un territorio antes siquiera de realizar un acto, si supusiera una cierta forma de estar en el mundo, si construyera una linea de horizonte-- Tal | vez arriesgar la vida sea, para empezar, no morir. Morir en vida, bajo t- das las formas de renuncia, de la depresién blanca, del sacrificio. Arries- gar la vida, en los momentos clave de nuestra existencia, es un acto que nos rebasa a partir de un saber atin desconocido por nosotros, como una profecfa intima; el momento de una conversién. {Sera aquel gesto del Prisionero, en el mito de la caverna, volteando hacia la verdadera luz, © cuando Kant habla de la ley moral, ese punto de apoyo en nosotros, de universalidad, en e] , a 1 cual nos podrfamos basar para pensar y ser libres! 14| Escaneado con CamScanner En tanto acto, el riesgo da pie al azar. : rio cuando se origina en la sccuridad, lo Seite ‘cine vue examino el riesgo en los aspectos que no permiten su eer > el riesg j evaluacién ni su eliminaci6n, bajo el horizonte del no morir, ¢Cémo imaginar que la certeza de nuestro fin podria no tener, de rebote, ningtin efecto sobre nuestra existencia? Desde el rincén més lejano de esta certeza sabe- mos que algiin dia todo lo que amamos, esperamos, realizamos, sera borrado. gY si no morir en vida fuera el primero de todos los riesgos, que se refractara en la proximidad humana del nacimiento y de la muerte? El riesgo es un kairos, en el sentido griego del instante deci- sivo. Y lo que determina no es solamente el porvenir sino también el pasado, detrds de nuestro horizonte de espera, en el que se revela una reserva insospechada de libertad. ¢Cémo nombrar lo que, al decidir del porvenir, reanima de hecho el pasado, impidiendo su fijacién? Pues elriesgo pertenece a una familia aciistica, a ese tipo de efecto (Larsen)' que hace que el sonido regrese hacia el que lo emite. Cuando se oye de rebote, provoca una suerte de inteligencia secreta que quizés sea la nica capaz de desarmar la repeticién. Lejos de ser un “hacia adelan- n avant’) puro vuelto hacia el futuro, entabla con el tiempo y la por una suerte de revuelta, e de la decisién, en el que te"( memoria una inversién de las prioridades, de ruptura muy suave y continua. El instant se toma el riesgo, inaugura un tiempo fro, como el traw Jo contrario de la neurosis matismo. Pero un trauma positivo. Serfa, milagrosamente, cuya marca de fabrica es atrapar en sus redes al porvenir de tal ma- nera que moldee nuestro presente segiin la matriz de las experiencias pasadas, sin dejar ningin lugar a la irrupeién de lo inédito, al despla- abierto por una Ifnea de horizonte. El zamiento, aunque sea {nfimo, : sf, seria a partir efecto de rebote del riesgo serfa su exacto contrario, por ejemplo, un alta ‘a fuente de sonido amplificado ( ntran cerca uno audio se encue” ‘el receptor, que amplifica y Io inte, reamplificada, y " Este efecto se produce cuando un‘ 02) y el receptor (como un micr6fono) de un sistema de 4el otro, El sonido emitido por la fuente es recibido por retransmit a la fuente. Esta seRal se recibe una vez ms por I fe sf sucesivamente, (N. del edit.) [15 Escaneado con CamScanner un rewind que de alguna manera desmantelarfa la rese,. va del futuro abriendo una posibilidad de esta r de fatalidad incluida en todo pasado, en el presente: lo que se Hama una linea de riesgo. Escaneado con CamScanner 2 Euridice salvada Escaneado con CamScanner Eunipicr, FIGURA ATEMPORAL ¥ ultra-contempordnea, es aquélla que por amor fue buscada hasta en la muerte. Correr el riesgo de no morir plantea la pregunta de saber qué nos hace vivos, pero mas atin serés ‘Capaces, como Euridie, de lamar. El mito' no habla del lamado de Euridice, y no obstante este llamado, junto con la vuelta fatal de Orfeo que le responde, es la esencia, creo yo, del vinculo humano. La invo- cacién funda nuestro primer vinculo con el otro desde el origen fetal hasta nuestro fin, atravesdndonos y constituyéndonos de otra manera que como meros cuerpos inteligentes, es decir, como seres capaces de este evento apabullante: amar. Ella pensaba que moriréa a los treinta aos. Lo habia pensado desde siempre. Una cita no més importante que el dentista, la revisién del coche, los cigarros. Esa manana, ella lo sabia, serfa solamente un poco més definitiva que las demas. ¥ no saldréa de ella, joh, nol, lejos de ella cualquier idea de quitarse la vida, o siguiera de rogarle al azar que lo hiciera en su lugar. Simplemente constataba que tenfa una ligera ventaja respecto a los demés: saber cuéndo le llegaria la Parca, Claro, una vidente habta intentado interceder, se trata de una muerte simbélica, ya sabe, un gran shock emocional, jah, stl, habia sonreido ella, y después es la vida verdadera, ;no es ast? Siempre habia teni- 0 hacia los videntes un sentimiento de proteccién maternal, como si el ir a * La leyenda de Orfeo y Eurfdice se relaciona con la religién de los misterios. Hijo del rey Eagro y de la musa Calfope, Orfeo sabfa con los acentos de su lira encantar a los animales salvajes y lograba conmover a los seres inanimados. Durante su boda, Eurl- dice fue mordida en el pie por una serpiente y murié, Después de haber dormido con su misica a Cerbero y a las terribles Euménides, Orfeo pudo acercarse al dios Hades. Logré ablandarlo y éste lo dejé ir con su amada, con la condicién de que ella Io siguiera ¥ que €l no se volteara ni le hablara mientras ambos no hubieran regresado al mundo de los vivos. Pero en el momento en que se preparaban para salir de los infiernos, Orfeo no pudo evitar voltear hacia Euridice y ésta le fue retirada definitivamente. ‘Aqui que no abandonara ella temiendo y vido de verla,giré el amante sus ojos, y en seguida ella se volvié a bajar de nuevo, y ella, sus brazos tendiendo y por ser sostenida y sostenerse contendiendo, nada, sino las que cedan, la infeliz agarré auras”. (Ovidio, Las Metamor- fess, Libro X), Posteriormente, Orfeo se mostré inconsolable, La version més comin de su muerte es que las Bacantes suftieron un fuerte despecho al verlo permanccer fiel a Eurfdice y lo despedazaron. Las Musas afligidas recogieron sus miembros Para 1 pie del Monte Olimpo. Es alrededor de este mito que se funda cl orfismo enterrarlos 18| Escaneado con CamScanner verlos no hiciera mas que confirmar lo que sélo ella sabia. Lo que no habia previsto para nada era el miedo. Un miedo pequenito, surgido asi no més, tuna tarde de lluvia, como cuando uno coge un perro perdido en la calle o un resfriado. Ella habfa atrapado —zadoptado?— un miedo. De morir. Esto +habfa pasado unas semanas antes... Entonces fue a buscarlo. Un terapeuta, escogido casi al axar por su vox en la radio que habia ofdo muy noche. Desde siempre s6lo se dorméa con la radio, era su forma de no haber tenido infancia. Lo cual la ponfa en aprietos a la hora de ir a ver a ese senor. Seguramente te pedirfa hablar de su infancia; mas no habia nada de lo cual creyera poder acordarse. No obstante, ese miedo le molestaba, y de cualquier forma morir con tal miedo pegado al pellejo, eso no, no funcionaba. Si iba a morir, preferéa hacerlo con gracia y serenidad. Y ni modo si tenia pocas ganas de remendar sus recuerdos, se las arreglaria con aquél que aceptara escucharla. Le quedaba ‘muy poco tiempo, ya era tarde para tomar cartas en el asunto, pero después de todo se trataba silo de que alguien le ayudara a entender ese miedo que de repente la habfa agarrado. La vida seria corta para ella, gy? Entonces, habiendo averiguado el nombre de ese analista en la estacién de radio, habia acudido como a una cita ilfcita. El psicoanalista estaba demorado, pero finalmente la espera le habia per- mitido amansar la incomodidad de lo que tenia que decirle. La haba escuchado, Hasta allt, habfa que confesar que eso sf se lo esperaba un poco. Y luego le habia dicho: “Quizds tenga ganas de vivir, gun poco méas?”. Ella casi se rié, de la sencillex: de la observacién, su tonteria de alguna ‘manera, su suavidad también. —Si, ya lo habia pensado, sabe... —iAh! —Cuando uno tiene miedo, es que algo importante para uno esté siendo amenazado, go no? Ahora era ella quien interrogaba. —Si, sin duda, habéa agregado él simplemente. Luego un silencio mas bien reasegurador se habia establecido, como una ‘pequena brisa tranquila en el velamen, una navegacién de cena. Una vex terminada la sesién, la habia acompaitado a la puerta, gsuponiendo que re- gresarta? gLa préxima semana? 2A la misma hora? No habia especificado nada. Tenia una suerte de bondad contagiosa, de ese tipo de bondad que lo enrouelve a uno socarronamente sin que sepa bien cémo librarse de ella. Pe- [19 Escaneado con CamScanner ‘gyjosa, no, cortés, sf, no obstante con una pizca de indiferencia, Le Parecg que no le habia puesto atenci6n a la fecha muy cercana de su muerte, Sélo tendréan tres 0 cuatro citas. Bueno, confiaba en é, reflerionaria en lo gyp 1, habia dicho. En verdad ella nunca habia pensado las cosas de esa man puesto que pasada esa fecha, la muerte venta a prohibir cualquier dese, 7 al tenerla asi en la mira desde hacta treinta anos, su vida se habta parecidy a aquellas fotos amarillentas que uno ve como un documento de époce, el siempre haba sido pensada en pasado, desde ese punto de anulacién que debia ser su muerte. El no habia buscado disuadirla de la fatalidad de esa cita —pues era ung certeza— como intentaban hacerlo todos los demés: pero no, vamos, Euridice, sabes bien que son tonterias, vendremos a brindar el dia de tus treinta afios, ¢ incluso al dia siguiente... Los dejaba hablar, sonreta para sus adentros, de acuerdo, de acuerdo... La verdad es un punto de resistencia a lo real con una fuerza sin igual. Una prueba que tiene valor de test. Hace que lo real se rin- da. Y el sujeto que la recibe lo sabe. Eurtdice lo sabfa también, y no le habia pedido a nadie que la protegiera de ello. La siguiente semana él no habia contestado el interfono. Ella habia insis- tido y la conserje se habia conmovido: “Busca al seftor X?” —Si, tentamos cita, y luego habia agregado, creo. —Alh, ya veo, entonces no esté al tanto... Serfa bueno poner una nota, no han podido avisar a todo el mundo, entiendo, pero de todas maneras, jno es ‘mi trabajo! Se veta contrariada. —Esté muerto desde hace tres dias ya. Euridice se paraliz6. Fue como a los ocho aftos cuando habia visto wna aurora boreal en Canadé y habia creido, ante aquella gran cortina verde que hacia que el cielo entero se moviera, que justo era el fin del mundo. “gMuerto?” —Sé, lo anunciaron en el periédico, el entierro es manana por la tarde Puede llamar a su hermana, creo que contesta a sus... pacientes, se atrevié @ aftadir la conserje después de otra ojeada. —Le agradezco, dijo ella, no hace falta. Es usted muy amable. Y sali6 del edificio, dindole la espalda al interfono que habia permanecide mudo. En la calle, supo que la muerte habéa pasado de largo, que habia ager? 4@ alguien més. gEn su lugar? No, ni siguiera. El hecho era que no legart## 201 Escaneado con CamScanner Ja cita. No obstante, el miedo permanecta, como un animalito, un gatito en- cargado a sus cuidados. Ahora habia que hacer algo con él para que le ayuda ra.aprobar la vida. A entender lo que era estar en vida. Evento inimaginable tos instantes atrds. Pensé en un accidente, una salida del camino de la cual se habria salvado milagrosamente. Tendria que cuidar esa vida no devuelta, sino bruscamente dada. Esa vida legada con ese miedo, con las palabras de aly su muerte ‘A veces ocurre que el riesgo de no morir pasa desapercibido, 0 casi... Se nos ofrece entonces no como un tiltimo recurso (vivir—atin), sino en lo que aparece en negativo como renuncia, en esos momentos en los que no ereer en nada es lo tinico de lo que uno es capaz. La pre- gunta es, entonces: gc6mo cambiar de escala? La escala del arquitecto ola escalera de Jacobo, segiin... Se trata de perder la medida, de abrir el gran 4ngulo. Dar la media vuelta y enfrentar el pasado de forma inédita, Uno se percata ente la luz viene desde atras de si, en ese angulo que Ilaman muerto. O bien de una voz que susurra, “voltéate”. Esa voz de vuelta, de la revuelta, la que lo saca a uno de la caverna, del suefio drogado de la depresién y de toda traicién, de las opiniones engafiosas, para ir hacia 1o que no aparece més que como un suefio, puesto que uno cree que la imagen proyectada allf en la pared es lo real, sf, uno estarfa dispuesto a jurarl riesgo. Todo alli designa en apariencia la renuncia, el regreso atrés, Ia es la anamnesis filos6fica, es un cierto todo dogma que ece aninguna lo. Voltear es un verdadero obstinacién del uno contra todos, camino del psicoanilisis, es Ja locura de creer contra “detrés” de uno hay una reserva de libertad que no se par otra, Y alli, es Euridice que susurra: “en este camino enfrentardn a i construyéramos micro-filosofias, unos pe- samiento alrededor de Eurfdice, gnos ra subir de la muerte a la vida? nosotros, esto es sabido. Te- no nos garantiza el estar nto del “no morir”, la muerte, no menos”. S: quefifsimos fragmentos de pen: ayudarfa ella a entender cémo volve La muerte es quien se arriesga en . _ a la Ifnea de mira n\ nerla imaginariamente en més vivos ni amar més. Si el riesgo es aquel eve estd mds alld de la elecei6n, es un compromiso fisico del Jado de lo nte a lo que, desconocido, de la noche, del no saber, una apuesta fre [21 Escaneado con CamScanner precisamente, no se puede zanjar. Entonces abre la posibilidad de que sobrevenga lo inesperado, No en lo que nos hace perseverar en el ser? Pensar mas bien la paciencia, arfa con pensar menos draméticamente, con Spinoza, esa medida del tiempo que, frente a la urgencia, cauteriza las heridas,,, La paciencia de ser, ese arte sutil, olvidada, parte no colonizada de sf donde se entremezclan la emocién y el pensamiento, cocina de toda creacién. Pero, entonces, una pacienci que no estuviera al servicio de la espera, ni mucho menos de la depresi6n, del término medio, de Ja renuncia fatal. Ese riesgo de ser no se planea, no se evaltia, La que sostiene la evaluacién de los riesgos es la gran maquinaria econémica, A veces quedan sélo unos instantes antes de que se cumpla el plazo. Y¥ en la intensidad de lo que se vive, es un plus infinito de tiempo. Una gracia, a Mercy. 22] Escaneado con CamScanner

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