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Consigna

Para pensar la escuela de ayer y de hoy, primero debemos hacernos preguntas. Ejemplos:

¿Qué necesitaremos cambiar o sostener en lo pedagógico, después del actual contexto


educativo? ¿Qué nuevos sentidos de educar tener en cuenta? ¿La escuela como espacio de
igualdad de oportunidades? ¿Qué hemos aprendido en estos tiempos? ¿Hacer escuela es solo
luchar por la igualdad del derecho de educación? ¿Qué oportunidades aprovecharemos de la
experiencia que estamos teniendo?

1- Conversen entre ustedes e intercambien ideas sobre el video. Piensen en un eje que
sea vertebrador del trabajo. Pueden redacten un escrito o si desean otro formato
para presentarlo (Esquema, mapa conceptual, red) pueden hacerlo.

2- Titulen sus producciones con una afirmación creativa, o la formulación de una


pregunta que problematice lo escuchado en la conferencia.

3- Elijan una obra de arte, escultura o pintura que represente, simbolice o se vincule
con el título y el trabajo.

4- Justifiquen la elección de la obra y argumenten en el escrito sus apreciaciones como


grupo incluyendo algunos aportes teóricos de la lectura elegida.

Palabras claves que deben estar presentes en la producción:


Educar. Educación. Pedagogía. Escuelas. Enseñanza. Docente. Vínculos. Contexto.
Estudiantes. Comunidad. Exclusión. Inclusión. Desigualdades. Oportunidades.
A fines de los años 50, Antonio Berni (1905-1981) crea el personaje de Juanito
Laguna en dibujos y xilografías. Esta obra que elegimos es uno de los primeros óleos
referidos al tema. Juanito representa a cualquier niño que vive en una villa miseria y su
rostro varía en cada imagen. Juanito, individualizado en esta obra por su gorra blanca,
aprende a leer en la precariedad de una pobreza extrema, cuya sordidez se manifiesta
en la tonalidad y el empaste generoso. La superficie, con textura opaca y rugosa,
presenta uniones y áreas trabajadas con sogas a manera de aparentes remiendos.
Otros dos niños sentados en el suelo comparten la lección de lectura; la ropa de todos
ellos, de tonos oscuros, exacerba la sordidez de cuerpos demacrados por el hambre. La
“maestra”, de pie, muestra frontalmente su humilde atuendo colorido y un rostro que la
destaca, como alguien que apenas sabe un poco más y anhela transmitirlo. Para Berni,
estas son las condiciones en que aprenden los “Juanitos” que no tienen aula, pizarrones
ni bancos; sin embargo, el artista aún conserva cierta dignidad del personaje, que se
manifiesta en otras obras de la serie: es un chico que tiene familia, que cuida a sus
hermanos, que se reúne para Navidad o le lleva la comida a su padre que trabaja en
una fábrica. Mientras tanto, él busca en la basura sus juguetes y mira desde la realidad
de su país subdesarrollado al cosmonauta que desde su nave espacial lo saluda.
Para Berni, el collage no es solo una cuestión estética, sino que al incorporar elementos
propios del basural denuncia los despojos de la sociedad que margina a Juanito. Al
dejarnos ver la marca en las latas abolladas de cera o de pintura, recalca la ausencia de
pisos de madera para lustrar o paredes recién pintadas en su vivienda. En palabras
de Berni, Juanito “entró a mi narración simplemente a causa de mi deseo de buscar y
registrar la realidad viva y característica de los países subdesarrollados, y de
testimoniar sobre la terrible apropiación del neocolonialismo, con la pobreza y el retardo
económico que implica, con respecto a poblaciones animadas por una voluntad
encarnizada de progreso, de trabajo y de lucha.”[1]

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