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Biografía

Se cree que nació en Cinocéfalos, Beocia, hacia el 518 a. C. y que, según la tradición,
pertenecía a una familia aristocrática. Pasa su infancia y primera juventud en Tebas y en
Atenas, donde fue discípulo de Agatocles. La primera oda pindárica es la Xª Pítica y fue
compuesta cuando el autor apenas contaba veinte años. Pronto se convierte en un
renombrado poeta. Como tal, recorre las principales cortes aristocráticas de Grecia. Ante la
invasión de los persas, adoptó una actitud de transigencia con el enemigo que era la
interesada política de su patria tebana. En esta cuestión, Píndaro chocó con otro importante
poeta, Baquílides, que había adoptado un punto de vista panhelénico y propugnaba la
resistencia enconada ante los persas, que ve como una amenaza sobre el conjunto de toda
la Hélade. Píndaro muere en Argos en 438 a. C.
Obras
- EPINICIOS:
Algunos de los epinicios más destacados de Píndaro son:
• Los de los juegos Olímpicos celebrados en Olimpia que se hacían cada cuatro años; por
ejemplo…

A HAGESIAS DE SIRACUSA, VENCEDOR CON EL CARRO DE MULAS


Hagesias hombre de confianza de Hierón, pertenecía a la noble familia de los Yámidas, que
poseían por herencia la prerrogativa de formar parte, como profetas, del cuerpo sacerdotal
de Olimpia. Por parte de su madre, el vencedor procedía de la ciudad arcadia de Estínfalo,
de allí volvería luego a representarse en Siracusa, ante Hierón. Todo parece indicar que
Hagesias tenía sus motivos para recordar y honrar la ciudad de sus antepasados maternos.
La situación en Siracusa no era muy segura para él, pues, como colaborador del tirano
temía por su vida a la muerte de Hierón. De ahí que quisiera asegurarse un refugio en su
segunda patria.
A EFARMOSTO DE OPUNTE, VENCEDOR EN LA PALESTRA
Efarmosto debió de ser un deportista notable, pero no se sabe nada más de él salvo lo
documentado en esta oda que, al ser de difícil traducción, no se concreta exactamente su
hazaña.
• Los de los juegos Píticos celebrados en Delfos cada 4 años también y que se ofrecían a la
Pitón; por ejemplo…
A HIERÓN, VENCEDOR EN LA CARRERA DE CARROS
Se desconoce la situación en que se hallaba Hierón, lo que dificulta extraordinariamente la
comprensión total del epinicio.
A HIERÓN DE SIRACUSA
La espléndida Siracusa hace llegar un canto de victoria para Hierón, insistiendo
especialmente en la triple ayuda de que goza el vencedor: Ártemis, Hermes y Posidón.
• Los de los juegos Ítmicos cerca de Corintio (Lepanto) en honor a Poseidón y que son cada
2 años; por ejemplo…
A ARCISELAO DE CIRENE, VENCEDOR CON EL CARRO
Hacia el 630 y por indicación de un oráculo délfico había sido colonizada Cirene por un
antepasado de Arciselao, Bato, que procedía de la isla de Tera. Una breve invocación a una
Musa cuyas oscuras palabras no quieren decirle a Bato sino que Cirene sería núcleo de una
confederación de ciudades en Libia, con lo que Tera se convierte en metrópoli de grandes
ciudades. Diecisiete generaciones después, partirá la colonización de Tera, cuando el
oráculo la impulse. El colonizador es Bato, quien había acudido al oráculo en busca de un
remedio para su tartamudez y de él, desciende Arciselao, el triunfador. Demófilo debió
tomar parte en las luchas en Cirene contra el rey, por lo que fue desterrado, pero Arciselao
accede para dejarle volver. Finalmente, Arciselao muere entre el 460 y el 450 al verse
arrastrado a la muerte en una de las endémicas revueltas de aquéllos tiempos de
revolución.
A JENÓCRATES DE ACRAGANTE, VENCEDOR CON EL CARRO
Aunque el epinicio se dedica al vencedor oficial, Jenócrates, el elogio se hace
indirectamente a través de su hijo, Trasibulo, que muy probablemente sería quien condujera
el carro en la competición y quizá, bien por haber salvado algún peligro, bien por la destreza
en razón de su edad, fue de hecho quien propició la victoria de su padre. Terón, hermano
de Jenócrates, todavía no era el tirano de Acragante, pero sí uno de los personajes más
influyentes en la política de esta ciudad. Antíloco, sacrificó su vida por salvar a su padre,
Néstor, en un combate de la guerra de Troya contra el rey etíope Memnón. Terón
recomienda a Trasibulo prudencia para evitar la desmesura. Finalmente, lo que ocurre es
que se pide a Posidón piedad por Trasibulo.
• Los de los juegos Nemeos celebrados en la Argólide en honor a Zeus cada 2 años; por
ejemplo…
A MEGACLES DE ATENAS, VENCEDOR CON LA CUADRIGA
Megacles pertenecía a una de las familias más importantes de la Atenas aristocrática, la de
los Alcmeónidas. Poco después de la batalla de Maratón sufrió una condena al ostracismo
(envidia con que se pagan las hazañas nobles).
A TELESÍCRATES DE CIRENE, VENCEDOR EN LA CARRERA DE HOPLITAS
Telesícrates, hijo de Carnéades, consigue que se proclame su victoria de manera muy
efusiva, ya que ganar una carrera no era tan fácil en aquél entonces. Los detalles de la
carrera no se saben con exactitud, pero lo que sí consta es que, con una sola palabra, se
podría definir a Telesícrates como el vencedor de esta carrera y ésa es alucinante.

Píndaro (521-441 a. de C.) es el poeta lírico griego, de origen tebano, que destaca, en
forma extraordinaria, por la riqueza y profundidad de sus Odas, dedicadas a los vencedores
de los Juegos Panhelénicos.
Durante su época el mundo griego (aristocrático primero y luego democrático) está inmerso
dentro de la poesía mítica. Esto es, poesía y pueblo se entretejen, corresponden y
comprenden. La poesía es, así, accesible a todo heleno (más allá de cualquier clase social),
pues este está plenamente compenetrado de las historias o leyendas homéricas. De tal
manera que el heleno sabe perfectamente quién es Zeus, Prometeo, Apolo, Dionisos,
Afrodita, Artemisa. Del mismo modo, conoce las leyendas de Edipo, Agamenón, Orestes,
Aquileo, Odiseo, Héctor, Helena, Clitemnestra, Electra, Medea, Antígona, etc., figuras de
relieve en la historia mítica de Grecia, que nutre religión, educación, filosofía, costumbres,
ética.
Tanto lo que canta y cuenta Homero, como lo que más adelante va a cantar Píndaro, así
como aquello que los trágicos y cómicos van a poner en escena, constituyen un material
comprensible no solo para una clase privilegiada, sino para todo un pueblo que fundamenta
su educación en la infinita fuente homérica, de la cual ningún poeta podría estar fuera.
Primeramente, la poesía épica con Homero, luego la lírica coral con Píndaro y, por último, la
tragedia con Esquilo, Sófocles y Eurípides, y la comedia antigua con Aristófanes,
constituyen los cimientos sobre los que se levanta una paideia excepcional y única que
dirige la conducta de un pueblo.
Pero esta paideia que se ha iniciado con Homero empieza a desaparecer con las tragedias
de Eurípides y las comedias de Aristófanes, cuando la figura de Sócrates comienza a
ensombrecer todo el esplendor artístico heleno, de un pasado glorioso, lo cual da origen a
una nueva paideia y a nueva aretai, educación y virtudes completamente opuestas y
contradictorias a las de la auténtica tradición helena de índole homérica.
Por los siglos VII y VI a. de C., primero en Jonia y luego en Grecia continental, se producen
dos clases de poesía lírica. Una colectiva o coral y otra de índole personal, subjetiva o
individual. A la primera se le llama mélica coral y a la segunda, mélica monódica. En lugar
de la palabra lírica (de lyra, instrumento musical griego), se usa la palabra melos (que
significa canto, en griego).
El más alto representante de la mélica coral es Píndaro. Como representantes de la mélica
monódica sobresalen Safo y Anacreonte, entre otros muchos poetas insignes.
Es así como Píndaro canta, no los sentimientos personales, sino los sentimientos de toda
una colectividad; mientras que Safo y Anacreonte, los sentimientos propios del poeta.
Ambas mélicas se acompañan de música y danza.
Los dialectos de la lírica son: para la mélica coral, el dorio; para la mélica monódica, el eolio.
En sus Odas, Píndaro se manifiesta como devoto creyente de la religión homérica; sin
embargo, característica principal de su obra es la relevancia a los dioses, de quienes piensa
que solo se deben relatar “acciones bellas”, cuando, así, las violentas pasiones que de ellos
narra la mitología homérica. De esta manera, su “ideal religioso” ya altera y modifica el mito.
En la era romana, Horacio describe el estilo de Píndaro como inimitable y Quintiliano le
llama el gran maestro de los poetas líricos.
El dialecto poético de Píndaro es un producto literario nacido del resultado de la
combinación de la lengua de la época homérica, con elementos dóricos y eólicos, siendo el
dialecto dórico el predominante.
Muchas veces lo que se calla causa más impresión de lo que se dice.

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