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Como conocemos, nuestras células necesitan del oxígeno para las reacciones metabólicas que
generan ATP, las cuales a su vez van a liberar dióxido de carbono como producto de desecho. El
aparato respiratorio permite el intercambio de estos gases es decir; el ingreso de oxígeno y la
eliminación del dióxido de carbono. Además regula el pH de la sangre, contiene receptores del
sentido del olfato, filtra el aire inspirado, produce sonidos vocales (fonación), y permite liberar
agua y calor del cuerpo con el aire exhalado.
La respiración; el proceso por el cual se obtiene O2 y se elimina CO2, se clasifica en tres procesos
básicos:
1. Aparato respiratorio superior: que incluye, nariz, cavidad nasal, la faringe y estructuras
asociadas.
2. Aparato respiratorio inferior: incluye la laringe, la tráquea, los bronquios y los pulmones.
1. La zona de conducción: consiste en filtrar, calentar y humedecer el aire está formada por
una serie de cavidades y tubos interconectados fuera y dentro de los pulmones; se
incluyen entonces: la nariz, la cavidad nasal, la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios,
los bronquiolos y los bronquiolos terminales.
2. La zona respiratoria: está formada por tubos y tejidos ubicados dentro de los pulmones
(donde se produce el intercambio de gases). Incluye entonces los bronquiolos
respiratorios, los conductos y sacos alveolares, y los alvéolos (sitio principal de
intercambio de gases entre el aire y la sangre).
Nariz: Es la entrada del aparato respiratorio, tiene una porción externa visible y una porción
interna llamada cavidad nasal que se ubica dentro del cráneo.
La porción visible es la nariz, la cual tiene un marco de sostén formado por hueso y cartílago
hialino, cubierta por músculo y piel, y revestida por una membrana mucosa.
El marco óseo está constituido por el hueso frontal, los huesos nasales y los maxilares. Mientras
que el marco cartilaginoso son varias piezas de cartílago hialino conectadas entre sí y a los huesos
del cráneo por tejido conectivo fibroso. Los cartílagos son:
En la superficie inferior de la nariz encontramos dos orificios llamados narinas, que se comunican
con cavidades llamadas vestíbulos nasales.
La superficie interna de la nariz o conocida como cavidad nasal es un gran espacio en la parte
anterior del cráneo ubicado por debajo del hueso nasal y por encima de la cavidad oral, se divide
en dos partes (izquierda y derecha) por medio del tabique nasal ubicado en forma vertical (se
constituye por cartílago hialino, el hueso vómer y la placa perpendicular de los huesos etmoides,
maxilar y platino).
En la parte anterior la cavidad nasal se une con la nariz y en su parte posterior se comunica con la
faringe a través de dos aberturas conocidas como coanas. Los conductos de los senos paranasales
(drenan moco) y los conductos nasolacrimales (drenan lágrimas) también se abren hacia la cavidad
nasal.
Las paredes laterales de la cavidad nasal se conforman por: los huesos etmoides, maxilares,
lacrimal, palatino y los cornetes nasales inferiores.
La cavidad nasal se divide en una región inferior respiratoria más grande, y una región olfatoria
superior, más pequeña:
Región respiratoria: revestida por epitelio cilíndrico seudoestratificado con numerosas células
caliciformes, se denomina epitelio respiratorio.
La porción anterior de la cavidad nasal ubicada dentro de las fosas nasales = vestíbulo nasal
(rodeado de cartílago). Porción superior rodeada por hueso.
Entonces: El aire ingresa en las fosas nasales, atraviesa el vestíbulo, el cual está revestido de piel
con pelos para filtrar las partículas de polvo. De las paredes laterales de la cavidad nasal se
extienden tres capas formadas por proyecciones de los cornetes superior, medio e inferior; estos
llegan casi hasta el tabique nasal, subdividiendo cada lado de la cavidad nasal en pasajes aéreos
conocidos como: meatos nasales superior, medio e inferior (meato=orificio).
Al pasar por los cornetes y los meatos, el aire es calentado por la sangre de los capilares
sanguíneos. El moco que secretan las células caliciformes humedecen el aire a trapa las partículas
de polvo. Otras fuentes que ayudan a humedecer el aire corresponden al drenaje proveniente de
los conductos nasolacrimales. Finalmente los cilios desplazan el moco y las partículas atrapadas
hacia la faringe para ser tragados o expulsados.
Región olfatoria: ubicada cerca del cornete superior y el tabique adyacente tiene células con
receptores olfatorios, células de sostén y basales que forman el epitelio olfatorio. Este epitelio
contiene cilios pero no células caliciformes.
Faringe: Tubo de 13 cm de largo que comienza en las narinas y va hasta el nivel del cartílago
cricoides (el cartílago más inferior de la laringe= cuerdas vocales). Se ubica posterior a las
cavidades nasal y oral, superior a la laringe y anterior a las vértebras cervicales. Sus paredes se
componen de músculo esquelético, y revestido por una membrana mucosa; cuando dichos
músculos están relajados mantienen la faringe abierta, por esto la contracción de estos músculos
ayuda en el proceso de deglución.
Nota: pasaje de aire y alimento, además de ser una caja de resonancia para los sonidos de la voz y
albergar las amígdalas.
Nasofaringe: se ubica posterior a la cavidad nasal y se extiende hacia el paladar blando (partición
muscular en forma de arco). Esta posee cinco aberturas (dos coanas, dos orificios que llevan a los
canales auditivos-faringotimpánicos-llamados también trompas auditivas y la abertura hacia la
orofaringe). Contiene también la amígdala faríngea o adenoides.
Notas: está revestida por epitelio cilíndrico seudoestratificado ciliado, moviendo el moco a la
parte más inferior de la faringe y además intercambia pequeñas cantidades de aire con los
conductos auditivos para equilibrar la presión entre oído medio y la atmósfera.
Orofaringe: posterior a la cavidad oral, se extiende desde el paladar blando hasta el nivel del
hueso hioides, posee una sola abertura, las fauces (garganta, que comunica con la boca. Está
sujeta a abrasiones por parte de las partículas de alimentos, y por eso se encuentra revestida por
epitelio pavimentoso estratificado no queratinizado. Esta tiene dos pares de amígdalas: las
palatinas y las linguales.
Laringofaringe: porción inferior de la faringe, comienza a nivel del hueso hioides. Su extremo
inferior se abre hacia el esófago en su parte posterior y a la laringe en su parte anterior. Al igual
que la orofaringe, vía de pasaje respiratoria y digestiva.
Laringe: corto pasaje de aire que comunica la laringofaringe con la tráquea. Se ubica en la línea
media del cuello, por delante del esófago y de las vértebras cervicales cuarta a sexta. Su pared se
compone de nueve piezas de cartílago; tres únicos (cartílago tiroides, epiglotios y cartílago
cricoides) y tres pares (cartílagos aritenoides, cuneiformes y corniculados). Los aritenoides son
muy importantes ya que influyen en los cambios de posición y tensión de los pliegues vocales. Los
músculos extrínsecos de la laringe conectan los cartílagos con otras estructuras de la garganta
mientras que los intrínsecos conectan los cartílagos entre sí.
La cavidad de la laringe es el espacio que se extiende desde la entrada a la laringe hasta el borde
inferior del cartílago cricoides. La porción de esta cavidad sobre los pliegues vestibulares (cuerdas
vocales falsas) se denomina el vestíbulo de la laringe y la que va por debajo de los pliegues vocales
es la cavidad infraglótica.
Cartílagos:
El cartílago tiroides (nuez de Adán): formado por dos placas de cartílago hialino que forman la
pared anterior de la laringe y le dan su forma triangular. El ligamento que conecta el cartílago con
el hueso hioides es la membrana tirohioidea.
La epiglotis: pieza de cartílago elástico en forma de hoja, cubierta por epitelio. Durante la
deglución, la faringe y la laringe se elevan, al elevarse la faringe se amplia para recibir el alimento y
la bebida; esta desciende la epiglotis, que cubre la glotis y la cierra.
Nota: la glotis consiste en un par de pliegues de membrana mucosa; los pliegues vocales (cuerdas
vocales verdaderas) en la laringe y el espacio entre ellos, denominado hendidura glótica. Durante
la deglución, al cerrarse la laringe los alimentos se dirigen hacia el esófago.
Los cartílagos aritenoides: piezas triangulares de cartílago hialino, forman articulaciones sinoviales
con el cartílago cricoides.
Los cartílagos cuneiformes (en forma de cuña), sostienen los pliegues vocales y la parte lateral de
la epiglotis.
La membrana mucosa de la laringe forma dos pares de pliegues: un par superior llamados pliegues
vestibulares (cuerdas vocales falsas) y un par inferior denominados pliegues vocales (cuerdas
vocales verdaderas). El espacio entre los pliegues vestibulares se le conoce como hendidura
vestibular. Los pliegues vestibulares cuando se juntan ayudan a mantener la respiración en contra
de la presión en la cavidad torácica, como ocurre al hacer presión para levantar un objeto pesado
(no participan en la producción de la voz).
Por su parte los pliegues vocales son las principales estructuras productoras de la voz; por dentro
de la membrana mucosa de estos pliegues, se encuentran los ligamentos elásticos, estirados entre
los cartílagos rígidos de la laringe como las cuerdas de una guitarra. Los músculos intrínsecos de la
laringe se adhieren a los cartílagos rígidos y a los pliegues vocales; cuando estos se contraen
mueve los cartílagos, que tensan los ligamentos elásticos, estirando los pliegues vocales dentro de
las vías aéreas y provoca que la hendidura glótica se angoste.
Notas: Cuanto mayor sea la presión del aire, más fuerte será el sonido producido por la vibración
de los pliegues vocales.
La frecuencia es controlada por la tensión sobre los pliegues vocales. Si los músculos los tensan,
vibran con mayor rapidez y se obtiene una frecuencia más alta. Si se disminuye la tensión muscular
sobre los pliegues vocales, estos van a vibrar más lentamente y a producir sonidos de menor
frecuencia.
Tráquea: Conducto que mide unos 12 cm de longitud y 2,5 de diámetro; va delante del esófago, y
se extiende desde la laringe hasta el borde superior de la quinta vértebra torácica (donde se divide
en los bronquios primarios-izquierdo y derecho). Su pared posee unas capas, las cuales son:
Mucosa: formada por capa epitelial de epitelio cilíndrico seudoestratificado ciliado y una
capa más profunda de lámina que contiene fibras elásticas y reticulares.
Submucosa: formada por tejido conectivo areolar que contiene glándulas seromucosas y
sus conductos.
Cartílago hialino: de 16 a 20 anillos incompletos de cartílago hialino se disponen formando
una C, apilados uno sobre otro, y van conectado por tejido conectivo denso.
Adventicia: compuesta por tejido conectivo areolar que une a la tráquea con los tejidos
circundantes.
Los bronquiolos tienen células cilíndricas no ciliadas llamadas células de Clara que van intercaladas
entre las células epiteliales; estas células protegen contra los efectos nocivos de las toxinas
inhaladas y de los carcinógenos, y funcionan como células madre, que dan origen a diversas
células del epitelio. Las ramificaciones siguientes a los bronquiolos terminales se denominan
bronquiolos respiratorios y conductos alveolares. En total las vías respiratorias contienen unas 23
generaciones de ramas.
Nota: la extensa ramificación desde la tráquea hasta los bronquiolos terminales se conoce como
árbol bronquial.
Cabe aclarar que a medida que las ramificaciones se extienden en el árbol bronquial, se observan
cambios en su estructura:
Nota: el epitelio ciliado de la membrana respiratoria elimina las partículas inhaladas de dos
maneras; las células caliciformes atrapan las partículas y las cilias las llevan hacia la faringe para
ser eliminadas. Mientras que en las regiones donde hay es epitelio cúbico simple no ciliado las
partículas son eliminadas por macrófagos.
Cada pulmón está rodeado y protegido por una doble capa de membrana serosa llamada
membrana pleural o pleura. La capa superficial, llamada pleura parietal, reviste la pared interna
de la cavidad torácica; la capa profunda, que es la pleura visceral cubre los pulmones. Entre la
pleura parietal y visceral se encuentra un pequeño espacio denominado cavidad pleural la cual
contiene un líquido pleural que reduce la fricción entre las membranas y facilita el deslizamiento
entre estas durante la respiración.
Si la membrana pleural se inflama se le conoce como pleuresía, causando dolor en las primeras
etapas, pero si la inflamación persiste, se acumula un exceso de líquido en el espacio pleural, lo
que se conoce como derrame pleural.
Ubicación: se extienden desde el diafragma hasta por encima del borde superior de las clavículas,
y se apoyan contra las costillas en su parte anterior y posterior. Su porción inferior = su base, su
porción superior o más angosta = vértice. La superficie costal se apoya sobre las costillas, y la
superficie mediastínica, contiene una región conocida como hilio en la cual ingresan y salen los
bronquios, los vasos sanguíneos pulmonares, los vasos linfáticos y los nervios.
Explicación de sus respectivos tamaños: En la parte medial el pulmón izquierdo posee también una
cavidad (la escotadura cardíaca), en la que se ubica el vértice del corazón. Debido a este espacio
ocupado por el corazón el pulmón izquierdo es un 10% más pequeño que el derecho; y aunque el
derecho es más grueso y ancho, es algo más corto que el izquierdo ya que el diafragma está
ubicado más arriba del lado derecho por la presencia del hígado, que se encuentra por debajo.
Lóbulos, cisuras y lobulillos: Cada pulmón se encuentra dividido por una o dos cisuras en
secciones llamadas lóbulos. Ambos pulmones tienen una cisura oblicua, que se extiende en
dirección inferior y anterior; el pulmón derecho tiene también una cisura horizontal. La c.oblicua
del pulmón izquierdo separa el lóbulo superior del inferior, mientras que en el pulmón derecho la
cisura oblicua separa el lóbulo superior del inferior; y la parte inferior de la cisura oblicua separa el
lóbulo inferior del lóbulo medio, limita en su parte superior por la cisura horizontal.
Cada lóbulo recibe su propio bronquio lobular; por esto el bronquio principal derecho da origen a
tres bronquios lobulares (el superior, medio e inferior), y el bronquio principal izquierdo da origen
a los bronquios lobulares superior e inferior.
Nota: La porción de tejido irrigada por cada bronquio segmentario se llama segmento
broncopulmonar, cada segmento tiene muchos compartimientos pequeños conocidos como
lobulillos; cada lobulillo está rodeado por tejido conectivo elástico y contiene un vaso linfático, una
arteriola, una vénula y una rama de un bronquíolo terminal. Los bronquiolos terminales y los
lobulillos se subdividen en bronquíolos respiratorios. También poseen alvéolos que nacen de sus
paredes. A su vez los bronquíolos respiratorios se subdividen en varios conductos alveolares,
formados por epitelio escamoso simple.
Nota: las tipo I= sitio principal de intercambio de gases; las tipo II= secretan líquido alveolar, que
mantiene húmeda la superficie intercelular y el aire.
En la pared alveolar también se encuentran los macrófagos alveolares (células de polvo), que
eliminan partículas finas de polvo, y fibroblastos que producen fibras reticulares y elásticas.
Por debajo de las células alveolares tipo I se encuentra la membrana basal elástica, y sobre la
superficie externa de los alvéolos se dispersan las arteriolas y las vénulas del lóbulo en una red ce
capilares sanguíneos.
El intercambio de gases entre los espacios aéreos del pulmón y la sangre ocurre por difusión a
través de las paredes de los alvéolos y los capilares, que forman en conjunto la membrana
respiratoria. Esta membrana consta de cuatro capas:
Una capa de células alveolares tipo I y II, y macrófagos alveolares asociados que constituye
la pared alveolar.
Una membrana basal epitelial por debajo de la pared alveolar.
Una membrana basal capilar que se fusiona con la membrana basal epitelial.
El endotelio capilar.
A pesar de las múltiples capas, la membrana respiratoria tiene un espesor de 0,5µm para permitir
la rápida difusión de gases.
Los pulmones reciben sangre a través de dos grupos de arterias: las pulmonares y las bronquiales.
Entonces: la sangre desoxigenada circula por el tronco pulmonar, que da origen a la arteria
pulmonar izquierda (ingresa en el pulmón izquierdo), y la arteria pulmonar derecha que ingresa en
el pulmón derecho. Estas arterias son las únicas arterias del cuerpo que llevan sangre
desoxigenada.
La sangre oxigenada regresa al corazón, a través de las cuatro venas pulmonares, que drenan en la
aurícula izquierda. En los pulmones la vasoconstricción en respuesta a la hipoxia (bajo nivel de
O2), desvía la sangre pulmonar desde áreas mal ventiladas de los pulmones hacia regiones mejor
ventiladas para un intercambio de gases más eficaz. Este fenómeno se conoce como acoplamiento
de ventilación-perfusión pues el flujo de sangre se adecua al grado de ventilación. Las arterias
bronquiales (ramificaciones de la aorta), llevan sangre oxigenada hacia los pulmones, esta sangre
irriga las paredes musculares de bronquios y bronquíolos. Parte de la sangre drena en las venas
bronquiales, ramas del sistema ácigos, y retorna al corazón por medio de la vena cava superior.
Se evitan obstrucciones gracias al marco óseo y cartilaginoso de la nariz, los músculos esqueléticos
de la faringe, los cartílagos de la laringe, los anillos cartilaginosos en forma de C de la tráquea y los
bronquios, el músculo liso de los bronquiolos y el surfactante en los alvéolos.
Ventilación pulmonar (flujo de aire hacia adentro y hacia afuera de los pulmones). El aire fluye
entre la atmósfera y los alvéolos pulmonares debido a las diferencias de presión alternadas
creadas por la contracción y relajación de los músculos respiratorios. La velocidad del flujo de aire
depende también de la tensión superficial alveolar, la distensibilidad de los pulmones y la
resistencia de las vías aéreas.
En general: cuando la presión dentro de los pulmones es menor que la de la atmósfera, el aire
ingreso; mientras que la presión dentro de los pulmones es mayor que la de la presión del aire en
la atmósfera el aire sale.
Inhalación
Antes del ingreso del aire, la presión del aire en la atmósfera es igual a la del aire en los pulmones
(de 760 mm Hg). Para el ingreso del aire la presión en los alvéolos debe ser más baja que la
atmosférica, lo cual se logra aumentando el tamaño de los pulmones.
La ley de Boyle nos indica una relación inversa entre la presión y el volumen de la siguiente
manera: La presión de un gas dentro de un recipiente cerrado es inversamente proporcional al
volumen del recipiente. Esto significa que si el tamaño del recipiente cerrado aumenta, la presión
del gas en su interior disminuye, y si el tamaño del recipiente disminuye, la presión dentro de él
aumenta.
Las diferencias de presión causadas por los cambios en el volumen pulmonar fuerzan el aire hacia
adentro de los pulmones al inhalar y hacia fuera de estos al exhalar. El primer paso para la
expansión de los pulmones y cumplir con la ley de Boyle es la contracción del principal músculo de
la respiración, el diafragma, con resistencia de los músculos intercostales externos. Este múculo
esquelético en forma de cúpula forma el piso de la caja torácica y está inervado por fibras de los
nervios frénicos, que emergen de la médula espinal a nivel de las vértebras cervicales 3,4 y 5.
Los siguientes músculos inhalatorios en importancia son los intercostales externos. Cuando se
contraen elevan las costillas. Como consecuencia, aumenta el diámetro anteroposterior y lateral
de la cavidad torácica. Esta es responsable del 25% del aire que ingresa.
La presión intrapleural siempre es negativa (menor que la presión atmosférica), de 754 a 756 mm
Hg durante una respiración normal en reposo. Es decir que esta presión funciona como un vacío, la
succión de este vacío provoca que la pleura visceral se adhiera a la pared torácica. Así, si la cavidad
torácica aumenta de tamaño, los pulmones también se expanden, si esta disminuye, los pulmones
vuelven a su posición.
Nota:
Por todo lo anterior la presión alveolar o intrapulmonar, baja de 760 mm Hg a 758 mm Hg,
fluyendo el aire de una zona de mayor presión (atmósfera) a una de menor presión (pulmones). El
mayor aumento de volumen se debe a la expansión y aumento de los conductos alveolares y el
aumento de tamaño de las aberturas hacia los alvéolos.
Aclaración: Durante una inhalación forzada o profunda participan los músculos accesorios de la
inspiración e incrementan el tamaño de la caja torácica. Estos son: el esternocleidomastoideo, que
eleva el esternón; los músculos escalenos, que elevan las dos primeras costillas; y los pectorales
menores, que elevan la tercera a quinta costillas.
El proceso de inhalación es activo (tanto en reposo como durante el ejercicio) hay contracción
muscular.
Exhalación
(Espiración)
En este caso el gradiente de presión es en dirección opuesta: la presión en los pulmones es mayor
que la atmosférica. La exhalación durante el reposo es un proceso pasivo pues no hay contracción
muscular. Esta se produce por retroceso elástico de la caja torácica y los pulmones, el retroceso se
debe a dos fuerzas:
Esta comienza cuando se relajan los músculos inspiratorios, se relaja el diafragma, la cúpula se
mueve hacia arriba. Al relajarse los músculos intercostales externos, las costillas descienden. Este
movimiento disminuye los diámetros vertical, lateral y anteroposterior de la cavidad torácica, lo
que reduce el volumen pulmonar, y a su vez la presión alveolar aumenta a 762 mm Hg.
La exhalación es activa solo durante la respiración forzada. En estos casos, los músculos de la
exhalación: los abdominales y los intercostales internos; se contraen, lo que aumenta la presión en
la región abdominal y el tórax. La contracción de los músculos abdominales lleva las costillas
inferiores hacia abajo y comprime las vísceras abdominales, y fuerza el diafragma hacia arriba. La
contracción de los músculos intercostales internos (se extienden en dirección inferior y posterior
entre las costillas adyacentes), lleva las costillas hacia abajo.
Existen tres factores que afectan la velocidad del flujo de aire y la ventilación pulmonar:
Cuando una esfera de aire está rodeada por líquido, como ocurre en el alvéolo o en una burbuja
de jabón, la tensión superficial produce una fuerza hacia adentro. En los pulmones la tensión
superficial provoca que los alvéolos adquieran el menor diámetro posible. Durante la respiración
dicha tensión debe ser superada para poder expandir los pulmones durante la inhalación.
El surfactante (mezcla de fosfolípidos y proteínas) presente en el líquido alveolar reduce su tensión
superficial por debajo de la tensión superficial del agua pura. Una deficiencia de este en los
lactantes prematuros produce el síndrome de dificultad respiratoria, en el cual la tensión está
aumentada y muchos alvéolos llegan a colapsar al final de cada exhalación.
La distensibilidad se refiere al esfuerzo requerido para estirar los pulmones y la caja torácica.
Entonces: Alta distensibilidad= pulmones y caja torácica se expanden con facilidad; baja
distensibilidad= resisten a la expansión.
En los pulmones esta se relaciona con dos factores principales: la elasticidad y la tensión
superficial. En general los pulmones tienen una alta distensibilidad puesto que sus fibras elásticas
se estiran fácilmente y el surfactante del líquido alveolar reduce la tensión superficial.
La velocidad del flujo de aire a través de las vías aéreas depende de la diferencia de presión y de la
resistencia; el flujo de aire es igual a la diferencia de presión entre los alvéolos y la atmósfera
dividida por la resistencia. Los bronquíolos durante la inhalación se ensanchan porque sus
paredes son traccionadas hacia afuera en todas las direcciones. Las vías aéreas de mayor diámetro
tienen menor resistencia.
El patrón respiratorio normal en reposo se denomina eupnea esta puede ser: respiración
superficial; llamada respiración costal, consiste en un movimiento hacia arriba y hacia afuera del
tórax por contracción de los músculos intercostales externos. Respiración profunda (abdominal),
llamada respiración diafragmática, consiste en el movimiento hacia afuera del abdomen debido a
la contracción y descenso del diafragma. O puede ser un patrón de respiración combinada.
Las distintas capacidades de aire pueden clasificarse en dos tipos: volúmenes pulmonares, que
pueden medirse directamente utilizando un espirómetro y capacidades pulmonares, que son
combinaciones de diferentes volúmenes pulmonares.
Volúmenes pulmonares:
Volumen corriente (Vc)= volumen de una respiración; en un adulto típico, cerca del 70%
de este volumen (350 mL) llega a la zona respiratoria (bronquíolos respiratorios,
conductos alveolares, sacos alveolares y alvéolos) y participa de la respiración externa.
Espacio muerto anatómico= conjunto de vías aéreas de conducción que contienen aire
que no participa del intercambio respiratorio; el 30% restante del volumen anterior (150
mL) queda en las vías aéreas de conducción de la nariz, la faringe, la laringe, la tráquea, los
bronquios, los bronquiolos y los bronquiolos terminales.
Volumen de reserva inspiratoria = a causa de una respiración profunda, se puede inhalar
mucho más de 500 mL = aire adicional inhalado.
Volumen de reserva espiratoria= exhalación forzada, mucho más de 500 mL
Volumen espiratorio forzado en un segundo (VEF1)= volumen de aire que puede
exhalarse de los pulmones en 1 segundo con un máximo esfuerzo luego de una
inhalación máxima.
Volumen residual = volumen que queda de aire en los pulmones a causa de que la
presión intrapleural subatmosférica mantiene los alvéolos inflados y el aire que queda
en las vías aéreas no colapsables. (no se puede medir con espirometría).
Volumen mínimo = el aire que queda después de abrir la cavidad torácica y que el
volumen residual haya sido forzado hacia afuera.
Capacidades pulmonares:
Nota: Otra forma de evaluar la función pulmonar es determinar la cantidad de aire que entra en el
pulmón y sale de este por un minuto= Ventilación por minuto (V) = volumen corriente multiplicado
por la frecuencia respiratoria.
Ventilación alveolar (VA) = volumen de aire por minuto que llega a la zona respiratoria.
La ley de Dalton, nos aclara que cada gas en una mezcla de gases ejerce su propia presión como si
no hubiera otros gases presentes. La presión de un gas específico en una mezcla es la presión
parcial (Px); el subíndice (x) es la fórmula química del gas. La presión total de la mezcla se calcula
sumando todas las presiones parciales. Tal como sucede el aire atmosférico es una mezcla de
gases y su presión es el equivalente a la suma de las presiones de todos estos gases (760 mm Hg =
presión total); si requiero conocer la presión parcial de cada uno de los gases respecto a la total lo
que debo hacer es multiplicar el porcentaje de gas en la mezcla (atmósfera) por la presión total.
Las presiones parciales determinan el movimiento de O2 y CO2, entre la atmósfera y los pulmones,
entre los pulmones y la sangre y entre la sangre y las células del cuerpo. Cada gas difunde a través
de una membrana permeable desde la zona donde su presión parcial es mayor hacia la zona
donde su presión parcial es menor.
Respecto al aire inhalado, el alveolar tiene menos O2 y más CO2; esto ocurre por:
Casos durante el buceo: Cuando un buceador respira aire bajo alta presión, el nitrógeno de la
mezcla puede tener graves efectos negativos. Esto debido a que la presión parcial de nitrógeno es
mayor en una mezcla de aire comprimido que en el aire a nivel del mar, gran cantidad de
nitrógeno se disuelve en el plasma y líquido intersticial (puede producir vértigo = situación
denominada narcosis de nitrógeno). Si el buceador regresa lentamente hacia la superficie logra
expulsar la cantidad de nitrógeno, pero si sale demasiado rápido, el nitrógeno forma burbujas de
gas en los tejidos provocando un síndrome por descompresión.
Respiración externa
Intercambio de gases pulmonar, es la difusión de oxígeno desde el aire alveolar en los pulmones
hacia la sangre en los capilares pulmonares y la difusión de CO2 en dirección opuesta. Esto implica
que se convierta la sangre desoxigenada proveniente del lado derecho del corazón en sangre
oxigenada que retorna al lado izquierdo de este.
El O2 difunde desde el aire alveolar, donde su presión parcial es de 105 mm Hg, hacia la sangre de
los capilares pulmonares donde la presión parcial del oxígeno es de solo 40 mm Hg en reposo.
Durante el ejercicio, dicha presión es más baja porque la contracción de las fibras musculares
utiliza más O2. La difusión continúa hasta que la presión parcial de O2 en la sangre de los capilares
pulmonares iguala la presión parcial de O2 del aire alveolar, de 105 mm Hg. La sangre que sale de
los capilares pulmonares que rodean los alvéolos se mezcla con la sangre de los capilares
pulmonares proveniente de la porción conductiva del aparato respiratorio, donde no se produce el
intercambio de gases. Por ello la presión parcial de O2 de la sangre en las venas pulmonares es
algo menor, de unos 100 mm Hg.
Respiración interna
Diferencia de presión parcial de los gases. La presión parcial de O2 alveolar debe ser más
alta que la presión parcial de O2 en la sangre, para que el oxígeno difunda desde el aire
alveolar hacia la sangre. Cuando la diferencia entre la presión parcial en el aire alveolar y
la sangre de los capilares pulmonares es mayor, la difusión es más rápida, en cambio
cuando la diferencia es menor la difusión es más lenta.
Superficie disponible para el intercambio de gases. La superficie de los alvéolos es de
unos 75 m2. Además cada alvéolo está rodeado por muchos capilares, de modo que en
cada instante participan 900 mL de sangre en el intercambio de gases. Cualquier
enfermedad pulmonar que disminuya la superficie funcional de las membranas
respiratorias reduce la velocidad de la respiración externa.
Distancia de difusión. La membrana respiratoria es muy delgada, y la difusión ocurre muy
rápidamente. Los capilares son tan angostos que los glóbulos rojos deben atravesarlos en
una única hilera, lo que minimiza la distancia de difusión desde el aire alveolar hacia la
hemoglobina contenida en los glóbulos rojos.
Peso molecular y solubilidad de los gases. El O2 tiene un peso molecular menor que el
CO2; por lo tanto podría difundir a través de la membrana respiratoria 1,2 veces más
rápido. Sin embargo la solubilidad del CO2 en las porciones de líquido de la membrana
respiratoria es unas 24 veces mayor que la del O2. Teniendo en cuenta estos dos factores,
la difusión neta de CO2 hacia afuera es 20 veces más rápida que la difusión neta de O2
hacia adentro.
El oxígeno no se disuelve con facilidad en el agua y solo un 1,5% del O2 inhalado se disuelve en el
plasma sanguíneo formado en su mayoría por agua. Un 98,5% del O2 de la sangre está unido a la
hemoglobina en los glóbulos rojos.
La porción hemo de la hemoglobina contiene cuatro átomos de hierro, siendo cada uno de estos
capaz de unirse a una molécula de O2, la unión del oxígeno con la hemoglobina reducida se le
conoce como oxihemoglobina.
La presión parcial de oxígeno es el factor más importante que determina la cantidad de O2 que se
une a la hemoglobina; a mayor sea esta presión mayor es la cantidad de O2 que se combina con la
hemoglobina. Cuando la hemoglobina reducida se convierte completamente en oxihemoglobina
se dice que la Hb está saturada por completo; si la hemoglobina está formada por una mezcla de
Hb y Hb-O2, está parcialmente saturada. El porcentaje de saturación de la hemoglobina expresa la
saturación promedio de la hemoglobina con el oxígeno. Por ejemplo, si cada molécula de
hemoglobina se une a dos moléculas de O2, la hemoglobina tiene una saturación del 50% pues
cada Hb puede unirse a un máximo de cuatro O2.
Otros factores que afectan la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno
Estos factores desplazan la curva hacia la izquierda (mayor afinidad) o hacia la derecha (menor
afinidad), esto producto de los mecanismos homeostáticos ya que las células de los tejidos con
actividad metabólica necesitan O2 y producen ácidos, CO2 y calor. Son cuatro factores:
La hemoglobina fetal (Hb-F) difiere de la del adulto (Hb-A) en su estructura y afinidad por el O2.
Teniendo la Hb-F mayor afinidad por el O2 pues se une más débilmente al BPG; así, si la presión
parcial de oxígeno es baja la Hb-F puede transportar hasta un 30% más O2 que la Hb-A materna.
1. CO2 disuelto. El menor porcentaje- un 7%- está disuelto en el plasma sanguíneo. Al llegar
a los pulmones, difunde hacia el aire alveolar y es exhalado.
2. Compuestos carbamino. Un porcentaje algo mayor- un 23%- se combina con los grupos
amino de los aminoácidos y proteínas de la sangre, y se forman compuestos carbamino.
La proteína más prevalente de la sangre es la hemoglobina; por ello la mayor parte de
CO2 transportado está unido a esta. Los principales sitios de unión del CO2 son los
aminoácidos terminales en las dos cadenas alfa y beta globina. La hemoglobina unida al
CO2 se denomina carbaminohemoglobina (Hb-CO2), una presión parcial elevada de CO2
promueve la formación de la carbaminohemoglobina.
3. Iones bicarbonato. El mayor porcentaje- un 70%- es transportado por el plasma como
iones bicarbonato (HCO3). Al difundir el CO2 hacia los capilares sistémicos e ingresar en
los glóbulos rojos, reacciona con el agua en presencia de la enzima anhidrasa carbónica y
forma ácido carbónico, que se disocia en iones de hidrógeno e iones bicarbonato. Parte
del ion bicarbonato sale hacia el plasma sanguíneo, a favor de su gradiente de
concentración. En cambio, los iones de cloro pasan del plasma hacia los glóbulos rojos;
este intercambio de iones negativos, que mantiene el equilibrio eléctrico entre el plasma
sanguíneo y el citosol de los glóbulos rojos, se conoce como desplazamiento de cloro.
Resumen del intercambio de gases y su transporte en los pulmones y los tejidos
Control de la respiración
El tamaño del tórax se altera por acción de los músculos de la respiración, que a su vez se contraen
por impulsos nerviosos transmitidos desde los centros del encéfalo, donde se encuentran grupos
de neuronas dispersos llamados centros de la respiración. Los cuales se pueden dividir en dos
áreas principales por su ubicación y función:
1. Centro respiratorio bulbar: Ubicado en el bulbo raquídeo está formado por dos
colecciones de neuronas llamadas grupo respiratorio dorsal y grupo respiratorio ventral.
Durante una respiración normal en reposo actúan las neuronas del primer grupo,
generando impulsos desde el centro dorsal hacia el diafragma (a través de los nervios
frénicos) y los músculos intercostales externos (mediante los nervios intercostales). Estos
comienzan de manera débil, aumentan dos segundos y luego se detienen. Por todo lo
anterior los músculos se contraen y se produce la inhalación, luego de que el centro dorsal
se inactiva se permite el retroceso pasivo de los pulmones y la caja torácica. Luego vuelve
a repetirse el ciclo.
Por su parte el grupo respiratorio ventral tiene un grupo de neuronas que se cree son
necesarias para el ritmo respiratorio estas son llamadas complejo preBotzinger. El resto
de neuronas no participan en la respiración normal en reposo si no que el centro ventral
se activa por una respiración forzada. Resulta que durante una inhalación forzada los
impulsos nerviosos del grupo respiratorio dorsal estimulan la contracción del diafragma y
de los músculos intercostales externos, pero a su vez; activan las neuronas del grupo
ventral que envían impulsos a los músculos accesorios de la inhalación
(esternocleidomastoideo, escalenos y pectoral menor).
Algunas neuronas de este grupo que participan en la exhalación forzada envían impulsos a
los músculos accesorios de la exhalación (intercostales internos, oblicuo externo, oblicuo
interno, transverso abdominal y recto abdominal).
El aumento más gradual en la respiración durante el ejercicio se debe a cambios físicos y químicos
en el flujo sanguíneo:
Leve disminución de la presión parcial de O2, debido a un aumento del consumo de O2.
Leve aumento de la presión parcial de CO2 por un aumento de la producción por la
contracción de las fibras musculares.
Aumento de la temperatura, debido a la mayor liberación de calor al utilizar más O2.
Comienza como una evaginación del intestino anterior, por debajo de la faringe, alrededor de las
cuatro semanas de desarrollo. Esta evaginación es el divertículo respiratorio o esbozo pulmonar. El
endodermo que lo reviste da origen al epitelio y glándulas de la tráquea, bronquios y alvéolos. Por
su parte el mesodermo que reviste el divertículo origina el tejido conectivo, el cartílago y el
músculo liso de estas estructuras. El endodermo también desarrolla el revestimiento epitelial de la
laringe. Los cartílagos y músculos se originan en el cuarto y sexto arco faríngeos, sobre la superficie
del embrión.
Al elongarse el divertículo, el extremo distal se agranda y forma el primordio traqueal globular que
da origen a la tráquea. Poco tiempo después el primordio se divide en primordios bronquiales, que
se ramifican repetidamente y forman los bronquios. A las 24 semanas se han formado 17 ramas y
están presentes los bronquíolos respiratorios.
Durante las semanas 6 a 16, se forman los principales elementos de los pulmones, a excepción de
los que participan en el intercambio gaseoso (bronquíolos pulmonares, conductos alveolares y
alvéolos). En esta etapa no es posible la respiración.
Durante las semanas 16 a 26, el tejido pulmonar se vuelve muy vascularizado, y se desarrollan los
bronquíolos respiratorios, conductos alveolares y algunos alvéolos primitivos. Hay posibilidades
que un feto nacido en estas semanas pueda sobrevivir si se somete a terapia intensiva.
Desde la semana 26 hasta el crecimiento, se desarrollan muchos más alvéolos primitivos; estos
contienen células alveolares de tipo I y tipo II productoras de surfactante. Los capilares sanguíneos
establecen también un contacto estrecho con los alvéolos primitivos. La producción de surfactante
comienza a las 20 semanas, pero en pequeñas cantidades. Recién a las 26 a 28 semanas de
gestación se encuentra cantidad suficiente para permitir la supervivencia de un lactante
prematuro; los lactantes nacidos antes de estas semanas tienen alto riesgo de sufrir síndrome de
dificultad respiratoria.
Alrededor de las 30 semanas se desarrollan los alvéolos maduros. Sin embargo, se estima que solo
un sexto de ellos lo hacen antes de nacer; el resto se desarrolla durante los primeros 8 años de
vida. Al desarrollarse los pulmones adquieren su saco pleural. La pleura visceral y la parietal se
desarrollan a partir del mesodermo.
Durante el desarrollo, los movimientos respiratorios del feto causan la aspiración de líquido hacia
los pulmones. Este líquido es una mezcla de líquido amniótico, moco de las glándulas bronquiales
y surfactante.