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* El presente trabajo se ha realizado como parte del proyecto de investigación «El futuro del
Estado del bienestar en la UE: Un modelo común de servicios públicos esenciales a nivel
europeo» (DER2012-36488) dentro del Programa Nacional de Proyectos de Investigación
Fundamental en el marco del VI Programa Nacional de Investigación Científica, Desarrollo
e Innovación Tecnológica 2008-2011 que financia el Ministerio de Economía y Competitivi-
dad y dirige el Prof. D. Tomás de la QUADRA-SALCEDO FERNÁNDEZ DEL CASTILLO.
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de riesgo compartido. 2.3. Las reservas singulares sobre las condiciones específicas de prescripción,
dispensación y financiación. 2.4. La exclusión de los medicamentos de la prestación farmacéutica: las
exclusiones generales y singulares. 2.4.1. Las exclusiones generales de los medicamentos de la
prestación farmacéutica. 2.4.2. Las exclusiones singulares de medicamentos de la presta-
ción farmacéutica. 3. LA INTERVENCIÓN SOBRE LAS CONDICIONES ECONÓMICAS
DE LOS MEDICAMENTOS: LA FIJACIÓN DEL PRECIO DE LOS MEDICAMENTOS. 3.1.
Significado y evolución del sistema de intervención sobre las condiciones económicas de los medicamen-
tos. 3.2. El esquema de la intervención sobre el precio de los medicamentos: fijación de precios, precios
notificados y precio libre. 3.3. La intervención sobre los beneficios de los laboratorios: la fijación del
precio industrial o de fabricación, deducciones, aportaciones y compensaciones. 3.3.1. La fijación del
precio de fabricación o precio industrial de los laboratorios. 3.3.2. Otras medidas de carác-
ter económico que afectan a los laboratorios: Deducciones extraordinarias, aportaciones
por volumen de ventas y compensaciones por crecimiento del gasto farmacéutico. 3.4. La
intervención sobre los beneficios de los distribuidores y oficinas de farmacia: los márgenes y descuentos
de la distribución y dispensación de los medicamentos. 3.5. La revisión del precio de los medicamentos.
4. EL SISTEMA DE PRECIOS DE REFERENCIA Y AGRUPACIONES HOMOGÉNEAS. 4.1.
Significado y evolución del sistema de precios de referencia. 4.2. El funcionamiento del sistema de precios
de referencia: conjuntos y precios de referencia. 4.3. El sistema de agrupaciones homogéneas de medi-
camentos. 5. EL SISTEMA DE PRECIOS SELECCIONADOS. 6. EL COPAGO FARMACÉU-
TICO: LAS APORTACIONES DE LOS USUARIOS A LA PRESTACIÓN FARMACÉUTICA.
6.1. Significado y evolución del copago en la prestación farmacéutica. 6.2. Análisis de la situación
actual del copago: sujetos obligados, cuantía y aplicación. 6.3. La incidencia de las comunidades
autónomas sobre el copago. 7. LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN SOBRE LA PRESTACIÓN
FARMACÉUTICA. 8. BIBLIOGRAFÍA.
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2. En efecto, con la Ley del Seguro Obligatorio de Enfermedad se formalizó en 1942 la cons-
trucción de la asistencia sanitaria sobre el modelo Bismarck, articulada a través de la figura
de los seguros sociales, por lo que quedaba limitada a los asegurados con respecto a enfer-
medades profesionales y se financiaba a través de cotizaciones dentro de un sistema sanita-
rio centralizado. A partir de la década de los años sesenta su desarrollo dentro del Sistema
de Seguridad Social derivó en una extensión de la cobertura, tanto desde su punto subjetivo
como objetivo, que lo asimiló al modelo Beveridge de carácter universal y financiación pre-
supuestaria que fue precisamente el que introdujo la Constitución Española en 1978 y se
concretó en el SNS. En ese año se creó el INSALUD para la gestión de asistencia sanitaria
de la Seguridad Social en determinadas CCAA a la vez que se extendía el modelo del SNS
en otras CCAA hasta que en el año 1998 se culminó el tránsito al nuevo sistema con la finan-
ciación presupuestaria plena que fue acompañada con las últimas transferencias sanitarias
del año 2001 y la plena operatividad de los diecisiete servicios autonómicos de salud dentro
de un SNS fuertemente descentralizado. Sobre esta cuestión vid. Muñoz Machado, San-
tiago La formación y la crisis de los servicios sanitarios públicos, Alianza Editorial, Madrid, 1995;
también Pemán Gavín, José María Asistencia Sanitaria y Sistema Nacional de Salud. Estudios
Jurídicos, Comares, Granada, 2005, en su primera parte; y una síntesis en mi trabajo «El paso
definitivo de la asistencia sanitaria del Sistema de Seguridad Social al Sistema Nacional de
Salud», Actualidad Laboral, núm. 1, 2005, págs. 158-167.
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exigible en los términos que disponga la Ley que concreta su contenido y las
consiguientes obligaciones de los poderes públicos para garantizar el acceso
a las prestaciones y servicios que se consideren necesarios para que la protec-
ción de la salud sea efectiva.
La concreción del derecho a la asistencia sanitaria tiene lugar a través de la
ordenación del contenido de las prestaciones sanitarias del SNS, tanto por lo
que respecta a su dimensión subjetiva –mediante la que se delimitan las perso-
nas titulares derecho a las prestaciones–, como a su dimensión objetiva –con
la que se fija el contenido específico de dichas prestaciones–, y que se lleva a
cabo en la LGS y, sobre todo, en la LCCSNS y, para la prestación farmacéutica,
se completa con lo dispuesto en el mencionado Título VIII del TRLGURM.
Por lo que respecta a la perspectiva subjetiva, la titularidad del derecho a
la asistencia sanitaria se establece de forma común para todas las prestaciones
sanitarias, incluida la farmacéutica. El alcance subjetivo de este derecho a la
asistencia sanitaria y, por tanto, a la prestación farmacéutica se ha visto seria-
mente reducido como consecuencia de la reforma introducida por el RDL
16/2012 que ha sido validada por la STC 139/2016, de 21 de julio. A estos efec-
tos debe partirse de que el artículo 43 CE reconoce el derecho a la protección
de la salud con carácter universal, aunque ha estado limitado desde la creación
del SNS al restringirse originariamente a la población española si bien con la
idea de proceder a su progresiva extensión3. Si bien es cierto que la univer-
salización del derecho a la asistencia sanitaria no llegó a formalizarse de for-
ma expresa –excepto en determinadas CCAA–, se produjo un reconocimiento
generalizado del derecho a la asistencia sanitaria a todos los españoles y a los
extranjeros residentes con carácter general, lo que supuso su universalización
en términos funcionales4. El SNS absorbió sin dificultades la extensión del
3. Así el artículo 3.2 y 20 LGS se referían a la población española, pero la disposición transito-
ria quinta preveía una extensión de la asistencia sanitaria de forma progresiva.
4. Como se recoge en la STC 139/2016 (FD Octavo): «En la búsqueda de ese objetivo de universali-
zación de la asistencia sanitaria prestada con cargo a fondos públicos se dictaron normas específicas en
relación a determinados colectivos y grupos de personas, como, por ejemplo, pensionistas de clases pasi-
vas (art. 55 de la Ley 37/1988, de 28 de diciembre); personas sin recursos económicos suficientes (Real
Decreto 1088/1989, de 8 de septiembre); perceptores de prestaciones no contributivas (Ley 26/1990, de
20 de diciembre); menores de edad (art. 3 de la Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero); extranjeros en
territorio español (art. 12 de la Ley Orgánica 4/2000, de 11 de enero); trabajadores por cuenta ajena,
que sean españoles de origen residentes en el exterior, que se desplacen temporalmente a España, o los
retornados de más de 65 años o pensionistas, en determinadas circunstancias (Real Decreto 8/2008, de
11 de enero). Esta normativa se completa con las previsiones de la legislación en materia de Seguridad
Social, que extiende su acción protectora a la asistencia sanitaria de carácter no contributivo y univer-
sal para los casos de enfermedad común [art. 42.1 a) y 109.3 b) del texto refundido de la Ley general
de la Seguridad Social, aprobado por Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre]. Por último,
la disposición adicional sexta de la Ley 33/2011, de 4 de octubre, general de salud pública, regula la
extensión del derecho de acceso a la asistencia sanitaria pública "a todos los españoles residentes en te-
rritorio nacional, a los que no pudiera serles reconocido en aplicación de otras normas del ordenamiento
jurídico"».
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5. En efecto, la nueva redacción de los artículos 3, 3 bis y 3 ter de la LCCSNS basan el asegura-
miento en la existencia de alguna vinculación con el sistema de Seguridad Social (afiliación
en alta, pensionista, desempleado, etc.), y se extiende a los nacionales y extranjeros con
autorización para residir que no superen determinados ingresos, a lo que se suman los
beneficiarios que serían cónyuges y asimilados, excónyuges y descendientes y asimilados
menores de 26 años o con una discapacidad igual o superior al 65%.
6. La reiterada STC 139/2016 (FD Octavo), para confirmar la compatibilidad con el artículo
43 CE, acude a una artificiosa distinción entre el derecho de acceso a la asistencia sanitaria
y el derecho a la gratuidad de dicha asistencia, asimilándolo al sistema de Seguridad Social
con el que no puede equipararse: «La universalidad, en lo que significa como derecho de acceso y
la correlativa obligación de los servicios sanitarios del Sistema Nacional de Salud de atender a los usua-
rios que reclaman atención sanitaria, no puede, en suma, confundirse con un derecho a la gratuidad
en las prestaciones y los servicios sanitarios. Esta consecuencia no se deriva de manera inmediata de la
Constitución Española, sino que ha de ser, en su caso, apreciada por el legislador atendiendo a las cir-
cunstancias concurrentes (en un sentido similar, para el sistema de Seguridad Social, SSTC 41/2013,
de 14 de febrero (RTC 2013, 41), y 49/2015, de 5 de marzo (RTC 2015, 49))».
7. Al margen de que la mayoría de las CCAA ya lo reconocían con anterioridad, algunas de
ellas han reaccionado específicamente frente al RDL 16/2012 dictando medidas cuya com-
patibilidad con el reparto de competencias está pendiente ante el Tribunal Constitucional
como es el caso de País Vasco (Decreto 114/2012), Navarra ( Ley 8/2013) o Valencia (
Decreto-ley 3/2015).
8. El Catálogo de Prestaciones del SNS comprende las prestaciones correspondientes a salud
pública, atención primaria, atención especializada, atención sociosanitaria, atención de ur-
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12. El contenido de las prestaciones sanitarias se concretó, primero, a través del Real Decreto
63/1995, de 20 de enero, sobre ordenación de prestaciones sanitarias del SNS, y, tras a la
aprobación de la LCCSNS –cuyos artículos 20 a 22 se refieren al «desarrollo y actualización
de la cartera de servicios» – mediante el Real Decreto 1030/2006.
13. Dicha remisión a la normativa específica de los medicamentos se contiene en el artículo 16
LCCSNS así como el anexo VI del Real Decreto 1030/2006.
14. Además de los medicamentos financiados, quedan incluidas, las fórmulas magistrales y los
preparados oficinales, así como las vacunas individualizadas antialérgicas y las vacunas indi-
vidualizadas bacterianas.
15. Así se deduce del artículo 92 TRLGURM en el que se dispone que la financiación públi-
ca de los medicamentos depende de su inclusión en la prestación farmacéutica mediante
la correspondiente resolución favorable de financiación y precio, independientemente de
que su dispensación se lleve a cabo a pacientes ingresados o ambulatorios.
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16. Así lo indica el artículo 100 TRLGURM que hace referencia expresa a la posibilidad de que
se adopten medidas apropiadas para estimular la competencia entre proveedores de insu-
mos farmacéuticos, redundando en descensos de precios unitarios. Aunque ya viene per-
seguido por la normativa general de defensa de la competencia, el apartado segundo del
artículo 100 TRLGURM señala que toda actuación limitativa de la competencia se conside-
rará contraria a los principios de eficiencia y sostenibilidad y será perseguida de oficio por
los órganos competentes. Sobre el significado de la intervención pública en el mercado del
medicamento vid. mi trabajo «La prestación farmacéutica como "subsistema" prestacional
sanitario», Monereo Pérez, José Luis; Molina Navarrete, Cristóbal; Moreno Vida, María
Nieves (Dirs.), Comentario práctico a la legislación reguladora de la sanidad en España, Comares,
Granada, 2007, págs. 297 a 299.
17. En efecto, la Directiva 2014/24 sobre contratación pública señala que tiene por objetivo
regular todas las formas de desembolso de fondos públicos, sino únicamente aquellas des-
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20. Son dos de los aspectos esenciales en los que incide la UE sobre la prestación farmacéutica
de los Estado tanto sobre el procedimiento de financiación pública mediante la Directiva
89/105 como en la adquisición pública de medicamentos a través de la Directiva 2014/24.
21. Al análisis de estas medidas autonómicas se dedica el capítulo vigésimo segundo del presen-
te Tratado.
22. Las últimas modificaciones incorporadas en la LGURM que se contienen actualmente en
el TRLGURM traen causa nada menos que de cuatro reales decretos leyes dictados por
Gobiernos de uno y otro signo político: RDL 4/2010, de 26 de marzo, de racionalización
del gasto farmacéutico con cargo al SNS; RDL 8/2010, de 20 de mayo, por el que se adop-
tan medidas extraordinarias para la reducción del déficit público; RDL 9/2011, de 19 de
agosto, de medidas para la mejora de la calidad y cohesión del SNS, de contribución a la
consolidación scal, y de elevación del importe máximo de los avales del Estado para 2011;
y el RDL 16/2012;
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tucional, cuya tardanza genera una incertidumbre que complica aún más el
futuro del sistema sanitario23.
Una tercera característica del sistema de determinación de la prestación
farmacéutica es que el marco normativo que la concreta resulta insuficiente y
deja sin especificar algunos aspectos esenciales. A pesar de que el TRLGURM
ha conseguido sistematizar todas las medidas existentes en una norma con
rango de Ley, su desarrollo reglamentario es, en gran medida, inexistente, por
lo que se aplican las normas reglamentarias precedentes que en su mayoría se
encuentran desfasadas24. Esto pone de manifiesto que las Administraciones
responsables no se encuentran sujetas a una normativa detallada que establez-
ca de forma reglada sus actuaciones, sino que actúan con un amplio margen
ante la falta de concreción de la normativa, lo que si bien genera una impor-
tante inseguridad jurídica, también permite alcanzar soluciones de forma más
flexibles.
Esto conecta con la cuarta característica de la política relativa a la presta-
ción farmacéutica y es que la ausencia de una normativa acabada queda com-
pensada con la negociación y los acuerdos a los que las distintas Administra-
ciones implicadas llegan con los agentes del sector. Así ha sucedido con los
grandes compromisos que han asumido de forma global los laboratorios como
las aportaciones por volumen de venta –que figuraban en acuerdos aunque
finalmente se recogieron en la disposición adicional sexta TRLGURM–, y tam-
bién el protocolo de sostenibilidad con el que se vincula el gasto farmacéutico
al crecimiento del PIB. También ha ocurrido con las decisiones sobre finan-
ciación de medicamentos concretos que afectan de forma individualizada a
determinados laboratorios y que, últimamente, se han completado con con-
diciones de financiación consensuadas entre ambas partes como los acuerdos
de riesgo compartido, el techo de gasto, etc. El recurso a este tipo de ins-
trumentos acredita la incapacidad de los instrumentos jurídicos tradicionales
para articular la composición del interés general, consistente en contar con
23. Entre las medidas recurridas ante el Tribunal Constitucional que han tenido un retraso
notable está el catálogo priorizado de productos farmacéuticos introducido en 2010 en
sobre el que recayó la STC 6/2015, de 22 de enero (RTC 2015, 6), o las llamadas subastas
de medicamentos de Andalucía introducidas por el Decreto-Ley 3/2011 que también han
tenido que esperar cinco años a la STC 210/2016, de 15 de diciembre. Asimismo siguen a
la espera de respuesta otras medidas adoptadas a nivel autonómico como son las relativas a
la universalización de la asistencia sanitaria.
24. Así puede comprobarse con los reglamentos que desarrollan el procedimiento de finan-
ciación (RD 83/1993) y la fijación de los precios de los medicamentos (Real Decreto
271/1990) que fueron dictados en desarrollo de la LM aprobada en 1990, por lo que to-
das las transformaciones introducidas posteriormente carecen de desarrollo reglamentario
propio. Aunque se ha llegado a contar con anteproyectos e, incluso algún proyecto muy
avanzado del real decreto de financiación y precios de los medicamentos en stos últimos
año, el hecho es que en más de veinticinco años no se ha aprobado un nuevo reglamento
de desarrollo en esta materia.
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25. En el año 2015 de los más de 16.500 medicamentos autorizados (según la Memoria de la
AEMPS para el año 2015, pág. 26) los medicamentos financiados ascendían a 13.504 (según
el Informe de fiscalización de la actividad económica desarrollada por el MSSSI en relación
con el área farmacéutica, ejercicios 2014 y 2015, núm. 1185, aprobado por el Tribunal de
Cuentas el 22 de diciembre de 2016, pág. 41).
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un medicamento genérico cuyo precio suele ser menor, y para cada grupo se
fija un precio de referencia a partir de la media de los precios de los medica-
mentos incluidos, de modo que los medicamentos no pueden superar dicho
precio. Esto obliga a los laboratorios a efectuar bajadas en sus medicamentos
cuando son incluidos en el sistema de precios de referencia.
Un sistema complementario es el sistema de agrupaciones homogéneas de
medicamentos, que se inspira en los precios de referencia, pero se diferencia
en tanto los medicamentos incluidos en agrupaciones homogéneas tienen que
prescribirse en función del principio activo que comparten y, cuando se dis-
pensan, tiene que entregarse el medicamento de menor precio. De este modo
se incentiva a los laboratorios a reducir los precios para alcanzar el menor
precio de la agrupación.
Por último, el contenido de la prestación farmacéutica queda determinado
en función de las distintas aportaciones o copago que se exigen a las diferen-
tes clases de beneficiarios. La prestación farmacéutica ha sido y sigue siendo
la única prestación sometida a copago por parte de los usuarios, que se han
generalizado en todos los casos y se han aumentado como consecuencia de la
reforma operada por el RDL 16/2012.
26. Sobre esta posición vid. mi trabajo «La redistribución de Competencias entre el Estado y las
CCAA en materia de medicamentos», REDA-Revista española de derecho administrativo,
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núm. 117, 2003, págs. 67-94. El Tribunal Constitucional ha sido claro y meridiano al res-
pecto, tal y como recoge en su sentencia 6/2015, de 22 de enero, en la que afirma que (FD
Segundo): «Así, en la STC 211/2014, de 18 de diciembre (RTC 2014, 211), hemos rechazado que la
creación de un catálogo de productos farmacéuticos priorizado pueda incardinarse en el título competen-
cial relativo a la legislación sobre productos farmacéuticos (art. 149.1.16 CE), pues no tiene por objeto
"la ordenación de los medicamentos en cuanto ‘sustancias’ cuya fabricación y comercialización está
sometida –a través de las correspondientes actividades de evaluación, registro, autorización, inspección
y vigilancia– al control de los poderes públicos, en orden a garantizar los derechos de los pacientes y
usuarios que los consumen" (STC 98/2004, de 25 de mayo (RTC 2004, 98), FJ 5). Asimismo hemos
rechazado que pueda encuadrarse dentro del título relativo al régimen económico de la Seguridad Social
(art. 149.1.17 CE), pues la creación de aquel catalogo no se circunscribe a la asistencia sanitaria que
es dispensada por el sistema de Seguridad Social a favor de los beneficiarios que se encuentren dentro de
su campo de aplicación, sino, que se extiende al contenido de una prestación sanitaria (el medicamento)
proporcionada por el Sistema Nacional de Salud con carácter universalista a todos los ciudadanos y
sin que se afecte de forma directa al régimen económico de la Seguridad Social. Igualmente hemos re-
chazado la posibilidad de encuadrar la creación de un catálogo de productos farmacéuticos priorizado
en la competencia reconocida al Estado en el art. 149.1.1 CE pues "dada la función uniformadora
que ha de cumplir la normativa básica, ha de señalarse que tal competencia [la del art. 149.1.1 CE ]
queda absorbida por la que le corresponde al Estado en la regulación de las bases de la sanidad, que es
más específica y puede dotarse también de un mayor contenido" [ STC 211/2014, FFJJ 4 y 5]». En el
mismo sentido se ha pronunciado el Tribunal Constitucional en su sentencia 210/2016, de
15 de diciembre (RTC 2016, 210) (FD Quinto)
27. En la mencionada sentencia 6/2015, de 22 de enero, se reconoce que un catálogo priori-
zado de productos farmacéuticos en la Comunidad Autónoma de Galicia no vulnera el art.
149.1.16 CE en lo relativo a las bases y coordinación general de la sanidad, en la medida
en que dicho catálogo no contraviene el procedimiento de prescripción y dispensación de
estos productos contenido en la normativa estatal (TRLGURM).
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28. Así ocurrió con la STC 6/2015 que reconoce que el catálogo priorizado gallego era com-
patible con el contenido básico de la prestación, y asimismo con la STC 210/2016 que
confirma la compatibilidad de las subastas andaluzas de medicamentos con el reparto de
competencias.
29. De hecho el artículo 91.5 TRLGURM ha sido recurrido ante el Tribunal Constitucional por
esta razón y debe pronunciarse al respecto.
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30. En el período 2001 a 2009 en España el crecimiento real anual medio del gasto farma-
céutico público per capita fue del 6,2%, en comparación con un crecimiento real del PIB
per capita del 4,7%. A partir de la crisis el crecimiento internanual fue negativo con cifras
del –1,2% y –5,1%, si bien el crecimiento se ha recuperado a partir del año 2015. vid Félix
Lobo Aleu, La intervención de precios de los medicamentos en España: Panorama de la regulación y
estudios empíricos, Springer, Madrid, 2013, pág. 18.
31. En efecto, el crecimiento real del gasto farmacéutico en 2015 fue de un 9,2% con respecto
al año precedente, si bien descontando el coste la financiación de los nuevos medicamen-
tos contra la hepatitis C, el aumento habría sido de un 3,3%, por lo que el 5,9% restante
corresponde a este concepto que, además, se concentró en el gasto hospitalario que se
incrementó en un 26,2% dando lugar a que se equiparase al gasto efectuado en las oficinas
de farmacia.
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déficit. Por último, la regla de gasto impide que la variación del gasto compu-
table de las CCAA, en las que juega un papel importante el gasto sanitario, no
puede superar la tasa de referencia de crecimiento del PIB de medio plazo de
la economía española.
Todas estas restricciones sobre la capacidad con la que contaban las CCAA
para financiar su gasto público contrasta con la tensión que genera el creci-
miento constante del gasto sanitario que obliga a las CCAA a tener que prio-
rizar dentro de sus presupuestos cuando el crecimiento económico no genera
suficientes ingresos públicos para compensarlo. Por esta razón, y dada la im-
portancia del gasto sanitario como fundamento de uno de los servicios públi-
cos esenciales se han dispuesto unos mecanismos específicos para garantizar la
sostenibilidad del gasto sanitario en general, y del farmacéutico en particular.
Así, por lo pronto, y para ejercer un seguimiento real del gasto en que incu-
rren las CCAA se ha introducido un sistema específico de seguimiento de la
sostenibilidad del gasto farmacéutico y sanitario de las CCAA que les obliga a
suministrar de forma periódica al MINHAP tanto el gasto farmacéutico hospi-
talario como el derivado de las recetas y órdenes de dispensación, además de
otros gastos sanitarios34.
Junto a este se dispuso un instrumento de apoyo a la sostenibilidad del
gasto farmacéutico y sanitario, de carácter voluntario, por el que las CCAA se
comprometen a cumplir la llamada regla de gasto por lo que respecta al gasto
sanitario, de modo que éste no supere la tasa de referencia de crecimiento del
PIB de medio plazo de la economía española35. Este instrumento de apoyo es
un mecanismo de concreción de la regla de gasto general –que en todo caso
se debe cumplir por lo que respecta al gasto total– cuyos beneficios no quedan
claros en la norma –ya que se ha vinculado posteriormente a la posibilidad de
acceder a ciertos fondos–, si bien sí que se concretan las consecuencias del in-
cumplimiento de dicha regla, en cuyo caso la Comunidad Autónoma quedaría
«intervenida» por lo que respecta al gasto sanitario ya que no podría aprobar
la cartera de servicios complementaria y sólo podría financiar los servicios de
la cartera común, además de que quedar comprometido su acceso a los recur-
sos económicos previstos a nivel estatal y tener que aplicar unas medidas de
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39. Así, en dicho Plan, se incluye una estrategia terapéutica para determinar las necesidades
de este tipo de medicamentos y la mejor forma para aplicarlos, una serie de acuerdos con
los laboratorios para fijar el precio de forma flexible (techo de gasto, gasto máximo por
paciente, acuerdos precio-volumen), junto a un plan de financiación para hacer posible
su incorporación a la cartera de servicios comunes ya que resultaban inasumibles para las
CCAA, por lo que su coste es sufragado por el Estado al que las CCAA devolverán las canti-
dades adeudadas en un plazo de diez años sin intereses.
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44. En la disposición final segunda del Decreto 2065/1974 que aprueba el texto refundido
de la LGSS se contenía una medida similar en cuanto a su finalidad, pero mucho menos
definida, ya que se contemplaba la posibilidad de que las autoridades adoptasen las modifi-
caciones necesarias sobre las normas ordenadoras de la prestación farmacéutica para lograr
el perfeccionamiento de dicha prestación y la reducción del creciente incremento de los
costes globales de aquélla.
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micos, incluyendo solamente los medicamentos que demuestren ser tan efica-
ces como eficientes, lo cual supuso un enorme avance en el planteamiento de
la prestación farmacéutica que no se concretaría hasta varias décadas después
con la modificación de la LGURM en el año 2011.
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45. A través de la modificación del artículo 94.1 LM 1990 por el artículo 109 de la Ley 66/1997,
de 30 de diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social.
46. A través de la modificación del artículo 94.1 LM 1990 por el artículo 83 de la Ley 14/2000,
de 29 de diciembre, de Medidas fiscales, administrativas y del orden social.
47. En verdad hubo un episodio algo confuso ya que la modificación operada en 1997 por la
Ley de acompañamiento ( Ley 66/1997) se omitieron dichos criterios en la redacción del
artículo 94.1 LM, quedando suprimidos involuntariamente, por lo que posteriormente se
recuperarían con la modificación de otra Ley de Acompañamiento, la Ley 14/2000.
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48. Se llegó a aprobar un proyecto de real decreto por el que se regula la financiación y fijación
de precios de medicamentos y productos sanitarios y su inclusión en la prestación farma-
céutica del SNS (de 18 de febrero de 2015) sobre el que se emitió un informe de la CNMC
(de 19 de noviembre de 2015, IPN/CNMC/023/15) y, asimismo, el preceptivo informe del
Consejo de Estado (de 16 de julio de 2015, núm. 527/2015). Como consecuencia del cam-
bio de Gobierno, el proyecto decayó y ha sido necesario iniciar una nueva tramitación sobre
la base de un nuevo texto del mismo adaptado a las novedades acumuladas –en concreto la
nueva Ley de Contratos del Sector Público–, cuyo contenido no se conoce al momento de
redacción de este trabajo.
49. Además de las críticas de los especialistas del sector, destaca la dedicada por el Tribunal de
Cuentas en su Informe de fiscalización cit., núm. 1185 de 2016, pág. 51.
50. Un estudio sobre el sistema de intervención en la financiación y fijación del precio en el
Reino Unido puede encontrarse en el trabajo de Lobo Aleu, Félix: Políticas actuales de pre-
cios de medicamentos en Europa: panorama general, Springer, Madrid, 2015, págs., 163-215.
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54. En efecto, estas normas fueron diseñadas bajo la visión tradicional conforme a la que to-
dos los medicamentos autorizados y registrados pasaban a formar parte de la prestación
farmacéutica aunque cabía la posibilidad excepcional de que no fuesen incluidos ya fuese
por exclusiones generales dispuesta por el Gobierno o bien por lo que denominan «exclu-
siones individualizadas» (no exclusiones singulares) que se desarrollan a través del llamado
«procedimiento de no inclusión en la prestación farmacéutica», que no es más que el pro-
cedimiento de financiación pública de los medicamentos que ahora el artículo 93 LGURM
formula en positivo como procedimiento de inclusión en la prestación farmacéutica. Así
puede comprobarse en el artículo 3 del RD 83/1993 se refiere al procedimiento para la
financiación de los medicamentos bajo el título de «exclusiones individualizadas», así como
en el artículo 2 de la Orden de 6 de abril de 1993 que la identifica como el «procedimiento
de no inclusión en la prestación farmacéutica».
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José Vida Fernández
55. Hasta la puesta en marcha de la AEMPS mediante Real Decreto 520/1999, la autorización
de comercialización se otorgaba por el Director General de Farmacia y Productos Sanitarios
a quien correspondía todas las decisiones que afectaban a la puesta efectiva en el mercado
del producto (autorización, inscripción, financiación, fijación de precio, adjudicación de
código nacional y de cupón precinto).
56. El artículo 94 LM, en su redacción originaria, señalaba que la decisión de financiación se
adoptase, en el momento de ser autorizado y registrado el medicamento, con lo que más
que vincular los dos procedimientos pretendía garantizar que se consideraba necesaria-
mente la financiación antes de su comercialización. El artículo 89 LGURM también en su
redacción originaria hace mención expresa a que la decisión de financiación se llevase a
cabo, con carácter previo a su puesta en el mercado, mención que desaparece con la modi-
ficación operada por el RDL 16/2012.
57. Cfr. npp. anterior.
962
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
58. En estos casos está previsto que se disponga un visado para controlar que el medicamento
se utiliza precisamente para las indicaciones financiadas y no para otras, como se prevé en
el artículo 92 TRLGURM y artículo 2.1 c) del RD 618/2007.
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José Vida Fernández
964
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
60. Cfr. artículos 2.2, 3.2, 6.2 y 7.1 de la Directiva 89/105 que se refiere a «criterios objetivos y
comprobables» y artículo 6.3 de la misma que exige publicar en una publicación apropiada
los criterios que sus autoridades competentes deberán seguir al decidir respecto de la inclu-
sión o no de medicamentos en las listas.
61. Como se ha indicado anteriormente, los criterios originarios que figuraban en el artícu-
lo 94 LM pasaron sin grandes modificaciones al artículo 89 LGURM, si bien se sumó el
grado de innovación del medicamento. El RDL 9/2011 introdujo los principales cambios
añadiendo la referencia al beneficio clínico incremental en relación al coste-efectividad
(apartado c), así como la referencia al análisis del impacto presupuesto (apartado d). Por
su parte el RDL 16/2012 introdujo un nuevo artículo 89 bis referido específicamente a
«los criterios fundamentales de inclusión en la prestación farmacéutica», que, al margen
de reiterar la referencia al coste-efectividad y al impacto presupuestario, desarrolla qué se
considera como grado de innovación y, sobre todo, añade como novedad el criterio de la
contribución positiva al PIB.
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José Vida Fernández
966
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
64. Debe recordarse que las medidas de efecto equivalente han sido interpretadas de forma
amplia por la jurisprudencia del TJUE y abarcan las múltiples disposiciones proteccionistas
cuya forma o técnica podría hacerlas escapar del concepto de restricción cuantitativa –dis-
posición interna que tiene por objeto restringir el volumen de intercambios comerciales
entre los Estados–, por lo que abarca cualquier reglamentación comercial de los Estados
miembros susceptible de restringir directa o indirectamente, actual o potencialmente, el
comercio intraeuropeo. A estos efectos y en la medida que este criterio contenido en el
artículo 92.8 TRLGURM es contrario al Derecho de la UE no puede ser aplicado nivel
interno en virtud del principio de efecto directo y primacía del Derecho de la UE. En esto
supuestos el principio de cooperación leal reconocido en el artículo 4.3 TUE implica que
las Administraciones Públicas de cada Estado miembro tienen la facultad, pero también
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José Vida Fernández
968
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
66. A lo largo de 2015 se iniciaron un total de 1887 procedimientos, la mayoría para nuevos
fármacos registrados (1285), seguidos de solicitud de precios para medicamentos para los
que recayó una decisión de no financiación (129), nuevos formatos (96), precio notificado
de medicamentos excluidos (94), nueva indicación (70), etc. vid. Anexo IV del Informe de
fiscalización del Tribunal de Cuentas cit., núm. 1185 de 2016, pág. 51.
67. De hecho, la STSJ de Madrid de 22 de enero de 2010, recurso núm. 715/2007 (FD Tercero)
afirma que, aunque se pueden presentar solicitudes de financiación de los medicamentos,
el procedimiento siempre se inicia de oficio. Sin embargo, siguiendo el criterio de la STS de
28 de febrero de 2007 (RC 302/2004) que apunta a atender a la configuración normativa
del procedimiento para identificar la forma de iniciación de los procedimientos a efectos
del silencio, se puede comprobar cómo si bien el TRLGURM y el RD 83/1993 no son claros
al respecto, el artículo 4 de la Orden de 6 de abril de 1993 se refiere expresamente a la posi-
bilidad de que el procedimiento para la financiación «se inicie a solicitud del laboratorio».
Asimismo en el artículo 6.1 de la Directiva 89/105/CEE se hace mención a la solicitud de
inclusión de los medicamentos a efectos de su financiación, de lo que se puede deducir que
debe admitirse dicha posibilidad que pone en marcha los plazos de resolución del procedi-
miento.
68. Así se deriva del artículo 2.2 de la Orden de 6 de abril de 1993 y se concreta en la Instruc-
ción de 13 de diciembre de 2002, de la Subsecretaría del Ministerio de Sanidad y Consumo,
por la que se coordinan los procedimientos administrativos relativos a autorización de co-
mercialización y a financiación con fondos públicos de las especialidades farmacéuticas de
uso humano, en la que se dispone que en dicho acuerdo de iniciación se hará referencia
sucinta a los hechos y fundamentos de derecho que justifican la mencionada decisión.
69. En concreto se indica que, una vez iniciado el procedimiento se le notifica al laboratorio
correspondiente para que formule las alegaciones y aporte las pruebas que estime conve-
nientes en el plazo de 30 días (artículo 2.2 RD 83/1993). En verdad las alegaciones pueden
presentarse fuera de este período de 30 días, conforme al derecho de los interesados a adu-
cir alegaciones y aportar documentos u otros elementos de juicio, en cualquier momento
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
75. El artículo 2.4 de la Orden de 6 de abril de 1993 dispone que el plazo es de 180 días, en el
sentido que establece el artículo 6.1 de la Directiva 89/105 que dispone que el plazo será
de 90 días para decidir sobre la inclusión en una lista de medicamentos financiados y de 90
días más cuando se fija el precio en un procedimiento único.
76. El requerimiento de información adicional, en el caso de que la aportada inicialmente
fuese insuficiente –requisito determinante–, produce el doble efecto de la suspensión del
plazo desde el momento en que se solicita al interesado hasta que éste la aporta ( art. 6.1
Directiva 89/105 y art. 22 a) Ley 39/2015) –debe tenerse en cuenta que la suspensión no
opera de forma automática sino que debe ser acordada por el órgano instructor y notificada
a los interesados para que surta efectos ( STS de 4 de mayo de 2010, RC 4801/2006)–. Tam-
bién produce como segundo efecto la prórroga de forma automática desde el momento en
que se aporta la información adicional requerida, extendiéndose por 90 días adicionales
desde que se aporta dicha documentación (art. 6.1 in fine Directiva 89/105), siempre que
éstos vayan más allá de los 180 días fijados como plazo máximo. Se estima que la media de
duración real de estos procedimientos es de unos 349 días frente a los 88 de Austria. vid.
Pinyol, Carme; Valmaseda, Aida; Gómez-Ulloa, David; Solozabal, Míriam; Restovic,
Gabriela, «Duración del proceso de financiación en España de los fármacos innovadores
aprobados por la Agencia Europea del Medicamento. 2008-2013», Revista Española de Salud
Pública, vol. 89, n.º 2, 2015
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
rios formados por conceptos jurídicos indeterminados que deben concretarse a partir de la
discrecionalidad técnica que puede someterse a un control pleno.
81. El artículo 4 del RD 83/1993 ya disponía que se publicara la relación de especialidades
farmacéuticas ser financiadas, y esto ha sido posible con carácter abierto y de forma per-
manente actualizada a través de una base de datos on line que es el Nomenclator al que se
refieren los artículos 10 a 13 del Real Decreto 177/2014. El registro de la comunicación de
comercialización en el Nomenclátor tiene carácter constitutivo a efectos de su financiación
ya que no puede dispensarse ni facturarse con cargo al SNS (disposición adicional sex-
ta Real Decreto 177/2014).
82. El nomenclátor con la información sobre las prestaciones incluidas en la prestación farma-
céutica se encontra disponible on line en la página web del MSSI: https://www.msssi.gob.
es/profesionales/nomenclator.do
83. Sobre esta cuestión vid. Espín, J.; Oliva, J.; M. Rodríguez-Barrios, J. «Esquemas inno-
vadores de mejora del acceso al mercado de nuevas tecnologías: los acuerdos de riesgo
compartido», Gaceta Sanitaria, vol. 24, n.º 6, 2010, págs. 491-497.
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
84. Así se ha puesto de manifiesto en el Informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas cit.,
núm. 1185 de 2016, pág. 42.
85. Existen acuerdos en función de los costes sanitarios, de la disminución de la incidencia, del
coste efectividad de los fármacos o de la satisfacción del paciente, y en función de límite
o techo de gasto. Sobre esta cuestión vid. Puig-Junoy, J.; Meneu R., R. «Aplicación de los
contratos de riesgo compartido a la financiación de nuevos medicamentos», Gestión Clínica
Sanitaria, vol. 47, n.º 3, págs. 88-94.
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86. Un análisis más detallado de esta distinción puede encontrarse en mi trabajo «El visado
de recetas de medicamentos como instrumento de política sanitaria: un análisis jurídico»,
Derecho y Salud, volumen 14, núm. 1, 2006, págs.127-145.
87. En primer lugar, a medicamentos sujetos a la calificación de prescripción médica restrin-
gida; segundo, medicamentos sujetos a reservas singulares impuestas por la AEMPS por
cuestiones de seguridad o de limitación para determinados grupos de población de riesgo;
y, tercero, medicamentos para los que se financien únicamente algunas de sus indicaciones
terapéuticas o que se aplique una aportación reducida en función del tipo de paciente.
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
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José Vida Fernández
88. El artículo 105 del Decreto 2065/1974, de 30 de mayo, por el que se aprueba el texto refun-
dido de la LGSS
89. Son aquellos que por, razones sanitarias, se someten a la supervisión facultativa, tal y como
dispone el artículo 19 TRLGUM.
90. En el artículo 94.2 LM como en el artículo 89.2 LGURM excluían los medicamentos pu-
blicitarios. En el artículo 92.2 TLGURM no se mencionan –fueron suprimidos por el RDL
16/2012 –, ya que sólo pueden ser publicitados los medicamentos no sujetos a prescripción.
A esto se suma que el artículo 80.1 a) TRLGURM dispone que sólo pueden ser objeto de
publicidad los medicamentos que no se financien con fondos públicos, y el artículo 93.2 c)
TRLGURM establece como motivo de exclusión de la financiación el que sea susceptible de
ser publicitado.
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
91. Así se reconoce expresamente que dischas medidas son el resultado de una decisión discre-
cional en la TSJ Madrid de 22 de enero de 2010 (RC 715/2007) (FD Cuarto)
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José Vida Fernández
92. De hecho, en este sentido, la DGCB tiene reconocida competencia para formular propues-
tas en relación con las exclusiones totales o parciales de los medicamentos de la prestación
farmacéutica [art. 12.3 l) del Real Decreto 200/2012, de 23 de enero, por el que se desarro-
lla la estructura orgánica básica del Ministerio de Sanidad].
93. Ya que no se hace ninguna distinción en el artículo 92.3 TRLGURM.
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
94. Se dejaron fuera determinados grupos y subgrupos de medicamentos de uso habitual auto-
rizados como suplementos alimenticios, anabolizantes o productos antiobesidad (entre los
que se encontraban diversos complejos vitamínicos –apartado 2 Anexo I–), también para
la de higiene o para síntomas o síndromes dermatológicos (como callicidas o champús
medicinales –apartado 1 Anexo I–) y, sobre todo, aquellos incluidos en grupos y subgrupos
destinados a síntomas menores (antiácidos, laxantes, antigripales, etc. –apartado 3 Anexo
I–). La exclusión fue concretada a través de la Orden de 6 de abril de 1993 en la que se
enumeran los medicamentos incluidos en los grupos y subgrupos señalados que quedan
fuera de la prestación farmacéutica.
95. Para facilitar la identificación de los grupos y subgrupos terapéuticos excluidos todos fue-
ron adaptados posteriormente, a través del Real Decreto 1348/2003, de 31 de octubre, a
la clasificación anatómica de medicamentos al sistema de clasificación ATC (Anatomical,
Therapeutic, Chemical Classification System).
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José Vida Fernández
96. En concreto el artículo 3.3 de ReD 83/1993 dispone que los medicamentos incluidos en la
prestación farmacéutica podrán ser excluidos teniendo en cuenta los criterios que determi-
nan su inclusión, siempre que haya transcurrido un año, como mínimo, desde la misma.
97. De hecho el RD de manera algo confusa distingue entre exclusiones generales, que son las
que se han visto anteriormente, y «exclusiones individualizadas», que no coinciden con lo
que se aquí define aquí como «exclusiones singulares» sino que hace referencia a la deci-
sión de selección inicial de financiación. El mecanismo de exclusión singular se introdujo
por el RDL 16/2012 incorporando el artículo 85 ter en la LGURM.
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
100. En la que se previó que el Instituto Nacional de Previsión suscribiera un convenio con el
Consejo General de los Colegios Oficiales de Farmacéuticos para garantizar el buen servicio
por las farmacias pactando una tarifa reducida especial si bien, en caso de que no se llegase
a suscribir, el Instituto podía instalar farmacias propias y, donde no se establecieran, el Mi-
nisterio de Trabajo fijaría entonces una tarifa obligatoria. Así lo disponía el artículo 32 que
motivó que las distintas partes se aprestara a suscribir los correspondientes conciertos, tal y
como apuntan Redondo Rincón, Gloria; González Bueno, Antonio: «La implantación de
la prestación farmacéutica en el Seguro Obligatorio de Enfermedad (1944-1955)», Anales
985
José Vida Fernández
de la Real Academia Nacional de Farmacia, núm. 4, 2013, pág. 674. Los conciertos establecían
unos márgenes comerciales consistentes en un 15 por cien para la industria químico-far-
macéutica, un 12 por 100 para el almacenista y un 25 por 100 para las farmacias, lo que
representa el 43,9 por 100 de la cantidad total (como se recoge en op. cit. npp. 35).
101. Este sistema de intervención se justificó por el volumen y la importación que iban adqui-
riendo los medicamentos dentro de la economía nacional, por lo que se requirió a los
laboratorios a que presentasen un estudio económico sobre cada una de sus especialidades
a fin de fijar el precio de las mismas, tanto de las ya autorizadas como de aquellas por au-
torizar. De este modo, el análisis económico se introdujo como elemento para proceder
a la fijación de los precios de los medicamentos que –a diferencia de lo que ocurre en la
actualidad– correspondía al Ministerio de Industria y Comercio, si bien bajo la orientación
de la Inspección de Farmacia que se guiaría por la «utilidad del producto desde el punto de
vista de la Sanidad Nacional y de las circunstancias de fabricación». vid. Redondo Rincón,
Gloria; Gonzalez Bueno, Antonio: «La implantación de la prestación farmacéutica» op.
cit. pág. 675.
102. Así lo establecía el artículo 37 del mencionado Decreto 2464/1963, de 10 de agosto, que
atribuía a la Dirección General de Sanidad la competencia para fijar el precio, si bien con
el informe de la Junta con representantes de los Ministerios de Trabajo, Industria, Comer-
cio y la Organización Sindical y a partir de un catálogo de precios de las materias primas
propias para la elaboración de las especialidades fijado por una Subcomisión específica de
la dicha Junta (artículo 17 del Decreto 1416/1973, de 10 de mayo, sobre regulación del
Registro Farmacéutico). La Junta sería sustituida por la Junta Asesora de Materias Primas
de Uso Farmacéutico a través del Real Decreto 380/1980, de 22 de febrero, sobre industria
farmacéutica
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
103. Los artículos 37.3 y 58 del Decreto 2464/1963, de 10 de agosto, por el que se regulan los
laboratorios de especialidades farmacéuticas y el registro, distribución y publicidad de las
mismas, establecían, por una parte, para los laboratorios –que contaban con un margen de
un 11% fijado por la Orden de 11 de enero de 1945 – un margen de beneficio libremente
pactado a partir de un margen mínimo fijado por la Administración, que no se repercutía
sobre el PVP; y, por otro, para las oficinas de farmacia, un margen escalonado fijado por el
Ministerio de la Gobernación, sobre la base de un sistema de porcentajes progresivos inver-
samente proporcionales al PVP que pasó a ser un porcentaje único tras la modificación del
Real Decreto 86/1982, de 15 de enero.
104. Apartados 1 y 2 del artículo 100 LM 1990.
105. En concreto el margen de los almacenistas se fijó en un 11% del PVP a través del Real
Decreto 164/1997, de 7 de febrero, por el que se establecen los márgenes correspondien-
tes a los almacenes mayoristas por la distribución de especialidades farmacéuticas de uso
humano. En cuanto a las oficinas de farmacia se redujo de un 28,9 % que estaba fijado por
987
José Vida Fernández
Orden de 26 de julio de 1988 a 27,9% a través del Real Decreto 165/1997, de 7 de febrero,
por el que se establecen los márgenes correspondientes a la dispensación al público de
especialidades farmacéuticas de uso humano.
106. En concreto a través de Ley 22/1993, de 29 de diciembre, se introdujo la referencia a cri-
terios o valores de carácter técnico-económico y sanitario para la fijación de los márgenes
comerciales, a la vez que se menciona expresamente a la Comisión Interministerial de Pre-
cios de los Medicamentos, como órgano encargado de fijar el precio.
107. La primera bajada afectó a las oficinas de farmacia ya que el Real Decreto-Ley 5/2000 man-
tuvo del margen del 27,9% del PVP para los medicamentos de PVL inferior a 78,34 euros, y
para los medicamentos de PVL mayor de 78,34 euros dispuso un margen fijo de 33,54 euros
por envase. A esto se sumó la introducción de un sistema de deducciones en funciones del
volumen de facturación de medicamentos a cargo de la financiación pública que reducía
proporcionalmente los beneficios de las oficinas que más facturaban por este concepto.
Los recursos contra esta última dieron lugar a la STS de 15 de noviembre de 1999 (RJ 1999,
10039), rec. 306/1997 en la que se afirma que la venta con determinados márgenes ni gene-
ra un derecho adquirido en aquellos que los reciben ni tampoco supone una retroactividad
frente a derechos consolidados, sino la afectación a una mera expectativa.
Cuatro años más tarde tuvo lugar otra bajada por la vía de la revisión coyuntural de precios
a través del Real Decreto 2402/2004, en primer lugar, del precio industrial de los laborato-
rios en un 4,2 % en el año 2005, y en un 2% en el año 2006, exceptuando aquellos someti-
dos al sistema de precios de referencia y los que tuviesen precio inferior a 2 euros, sin que
pudiesen bajar de dicho límite una vez aplicada la bajada. En el caso del margen de distri-
bución de los laboratorios se redujo del 11% a un 8,6 % en 2005 y a un 7,6 % en 2006 con
un margen fijo por envase cuando el PVL fuese superior a 89,62 euros que consistía a 8,43
euros en el año 2005, y de 7,37 euros a partir del año 2006. El margen de la dispensación
de las oficinas de farmacia se mantiene en el 27,9 % para los medicamentos de PVL igual o
inferior a 89,62 euros, mientras que para lo que superen ese precio el margen un margen
de 37,94 euros por envase en el año 2005, y de 37,53 euros por envase en el año 2006.
108. En el artículo 90 LGRUM.
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
La crisis económica trajo consigo nuevas bajadas en los precios de los me-
dicamentos adoptadas de forma generalizada y urgente para contener el creci-
miento de gasto farmacéutico. En concreto se actualizaron los márgenes de la
distribución por las oficinas de farmacia109 y, finalmente, se impuso una deduc-
ción generalizada del 7,5% para todos los agentes del sector110.
Cuando el margen de las bajadas estaba aparentemente agotado a comien-
zos de la presente década, se procedió a afinar los criterios de financiación que
se fueron haciendo más precisos y sofisticados conforme se recrudecía la crisis
económica y resultaba necesario limitar el gasto sanitario –al igual que sucedió
con los criterios de financiación selectiva–, de modo que para fijar el precio
de los medicamentos se introdujo la exigencia de obtener un los informes
coste-efectividad elaborados por un comité especializado111. De hecho, con la
modificación operada por el RDL 16/2012 se reúnen en el artículo 89 bis
LGURM los criterios para la fijación en el precio que tiene que seguir la CIPM
asistida por el Comité Asesor para la Financiación de la Prestación Farmacéu-
tica del SNS112. Así, además de los criterios fijados para la decisión de financia-
ción de los medicamentos, la CIPM debe tener en consideración los análisis
coste-efectividad y de impacto presupuestario, así como los mecanismos de
retorno (descuentos lineales, revisión de precio) para los medicamentos inno-
vadores, considerando siempre que el precio de financiación debe ser inferior
al precio industrial cuando fuese dispensado fuera del SNS.
109. A través del Real Decreto 823/2008 se eleva el PVL a partir del cual se aplica el margen fijo
que pasa de 89,62 euros a 91,63 euros, por lo que el margen queda establecido en 38,37 eu-
ros por envase, y, por otra parte, se actualiza la tabla de deducciones. Estos márgenes conte-
nido en el Real Decreto 823/2008 serían pronto modificados a través del Real Decreto-Ley
4/2010 que crea los tres tramos de PVL a partir de los cuales se aplican diferentes márgenes
fijos que se mantienen vigentes en la actualidad: Para los medicamentos cuyo PVL entre
91,63 euros y 200 euros, un margen fijo de 38,37 euros por envase; para los medicamentos
con PVL entre 200 euros y 500 euros, un margen fijo de 43,37 euros por envase; y para los
medicamentos cuyo PVL exceda de 500, se establece un margen fijo de 48,37 euros por
envase. En cuanto a las deducciones por facturación al SNS se actualiza la tabla que pasa a
aplicarse tanto para los servicios autonómicos de salud como para el INGESA y las mutuali-
dades.
110. El RDL 8/2010 impuso una serie de deducciones como medida extraordinaria para la re-
ducción del déficit público. Las oficinas de farmacia tuvieron que aplicar una deducción
del 7,5 % sobre el PVP de los medicamentos dispensados con cargo a la prestación farma-
céutica (a los que se suman las deducciones previstas por volumen de facturación), mien-
tras que en el caso de los medicamentos huérfanos la deducción se fijó en un 4% quedando
excluidos los medicamentos genéricos. Esta deducción se repercutió en los demás agentes
del sector, por lo que la distribución tenía que aplicar esta deducción del 7,5% sobre su
precio de venta y los laboratorios sobre el precio industrial fijado como máximo.
111. Este criterio se introdujo a través del RDL 9/2011 que atribuía la preparación de los in-
formes a un Comité de Coste-Efectividad de los Medicamentos y Productos Sanitarios que
posteriormente se reconvertiría en este Comité Asesor para la Financiación mediante el
RDL 16/2012.
112. Que sustituye al Comité de Coste-Efectividad que se regula en el artículo 90 bis introducido
por el RDL 16/2012.
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
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119. Vid. supra npp. 48. La tramitación del nuevo proyecto de reglamento de de financiación
y fijación de los precios de los medicamentos incluidos en la prestación farmacéutica ten-
dráq que llevarse a cabo conforme al nuevo procedimiento de elaboración reglamentaria
contenido en el Título VI de la Ley 39/2015 y en la nueva redacción del Título V de la Ley
50/1997, del Gobierno.
120. Apartados 2 y 5 del artículo 94 del TRLGURM.
121. Vid. supra en el apartado 2.2.3 las consideraciones realizadas con respecto al cumplimiento
de la obligación de resolver.
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
122. La atribución de la competencia a la CIPM para fijar el precio se contiene en los artículos
92.1 y 94.5 TRLGURM. La CIPM se viene regulada en la disposición adicional primera del
Real Decreto 200/2012, de 23 de enero, por el que se desarrolla la estructura orgánica bási-
ca del MSSSI, y se compone de una Presidencia (titular de la Secretaría General de Sanidad
y Consumo), Vicepresidencia (titular DGCB) y cinco vocalías (una representación con ran-
go de director general del Ministerio de Economía y Competitividad, otra del Ministerio de
Hacienda y Administraciones Públicas, del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, dos
representantes de las CCAA a propuesta del CISNS, y el titular de la Subdirección General
de Calidad de Medicamentos y Productos Sanitarios).
123. No podría considerarse como un trámite de informe preceptivo y vinculante cuya omisión
o desconocimiento determina la anulabilidad de la resolución de la DGCB, sino que cons-
tituye un trámite esencial cuya ausencia o falta de reflejo en la decisión final determinaría
la nulidad de pleno Derecho de la misma
124. El artículo 97 TRLGURM recoge así lo que ya estaba previsto en el artículo 3.2 del RD
271/1990 a estos efectos.
125. En virtud de la Directiva 89/105 el plazo para adoptar la decisión relativa a la financiación
y precio de los medicamentos por parte de las autoridades de los Estados Miembros es de
noventa días, que pueden ampliarse en otros noventa a contar desde la recepción de la
información complementaria (artículo 2.1).
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
129. Si bien está previsto que la banda se establezca anualmente por la Comisión Delegada del
Gobierno para Asuntos Económicos, tomando como base de referencia la situación econó-
mica de la industria farmacéutica en su conjunto y las previsiones coyunturales de política
económica, ésta se fijó mediante Orden de 17 de diciembre de 1990 del Ministerio de
Relaciones con las Cortes y de la Secretaría del Gobierno, y no se ha vuelto a actualizar.
130. Los capitales empleados incluyen los capitales propios (capital, cuentas de actualización y
revalorización admitidas fiscalmente, reservas y otros) y los recursos ajenos con coste finan-
ciero tanto a largo como a corto plazo.
131. Artículo 3.3 del Real Decreto 271/1990.
132. El Comité previsto en los apartados 1 y 8 del artículo 94 TRLGURM es un órgano colegiado
de carácter consultivo adscrito a la DGCB que estaba ya previsto en la RDL 16/2012 y que
se recoge expresamente en el artículo 95 TRLGURM para dotar de protagonismo a este
órgano al que corresponde proporcionar asesoramiento, evaluación y consulta sobre la
pertinencia, mejora y seguimiento de la evaluación económica necesaria para sustentar las
decisiones de la CIPM.
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133. En el caso de las aportaciones de los laboratorios al SNS se plantean problemas al limitarse
la deducibilidad de los gastos financieros y el tratamiento a efectos de IVA de dichas apor-
taciones, lo que no ocurre con las deducciones que no llegan a facturarse.
134. En concreto, el primer Convenio se firma en 1993 y se plasma el acuerdo en la Circular n.º
18 de 1993 de la Dirección General de Farmacia que no implicaba aportaciones sino una
bajada de los precios industriales de un 3%. El 27 de julio de 1995 se firma un segundo
convenio que incluye también el compromiso de rebaja en los precios, pero los laborato-
rios se comprometen entregar la totalidad del margen bruto correspondiente a las ventas
que superen el crecimiento del 7% anual de la facturación, a cargo de la financiación
pública. El 22 de enero de 1998 se suscribió un tercer Convenio en el que la industria se
compromete a aportar 29.145 millones de pesetas y 10.000 más si se cumplen determinadas
condiciones vid. la reflexión crítica sobre este sistema convencional de Santiago Muñoz
Machado, «Gasto farmacéutico y otras reformas del Sistema Nacional de Salud», Derecho y
Salud, volumen 9 n.º 2, 2001, pág. 136.
998
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
135. En concreto la STC 44/2015, de 5 de marzo (RTC 2015, 44) (FJ Quinto), se pronuncia
sobre su introducción (nada menos que una década antes) mediante una modificación de
la LM 1990, y califica dicha medida como una prestación patrimonial que carece de natura-
leza tributaria. En el mismo sentido se pronuncia en su STC 62/2015, de 13 de abril.
136. En 2014, de los 9.782.253.562 de euros que implicaba el gasto total en recetas la aportación
supuso 126.056.720. del Informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas cit., núm. 1185 de
2016, pág. 45.
137. Para garantizar un control de los grupos empresariales se dispone que comuniquen al
MSSI, durante el mes de enero de cada año natural, las compañías integradas en ellos, y en
caso de que se modifique su composición de un grupo empresarial en el transcurso del año,
deberá comunicarse durante el mes en que dicha modificación haya tenido lugar.
138. Así se establece una escala de minoración de las aportaciones en función del desempeño
dentro del programa Profarma que responde a la siguiente escala:
a) No valoradas: 0,00.
b) Aceptables: 5 %.
999
José Vida Fernández
c) Buenas: 10 %.
d) Muy buenas: 15 %.
e) Excelentes: 25 %.
Las calificadas como muy buenas o excelentes, que participen en consorcios de I+D o reali-
cen asociaciones temporales con este fin con otras empresas establecidas en España y cen-
tros de I+D públicos y privados, para realizar investigación básica y preclínica de relevancia
mediante proyectos específicos y determinados, pueden beneficiarse de una minoración
adicional de un diez por ciento de la aportación.
1000
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
139. El artículo 47 de la Ley 40/2015 dispone que no se consideran convenios los Protocolos
Generales de Actuación o instrumentos similares que comporten meras declaraciones de
intención de contenido general o que expresen la voluntad de las Administraciones y partes
suscriptoras para actuar con un objetivo común, siempre que no supongan la formalización
de compromisos jurídicos concretos y exigibles. En el caso del Protocolo, la falta de con-
creción de las compensaciones y medidas correctoras, que dependerán de lo que decida la
Comisión de Seguimiento lo alejan de la condición de convenio.
140. En la cláusula segunda se dispone:
a) En el caso de que el gasto farmacéutico público total en el SNS correspondiente a los
medicamentos originales (no genéricos) superase los niveles de la tasa de referencia de
crecimiento del PIB de medio plazo (regla de gasto –se trata de la tasa de referencia prevista
en la Ley Orgánica 2/2012 que se encuentra en 2016 en un 1,8%, aunque se desconoce
el crecimiento del gasto de los medicamentos innovadores–), se establecerían por la Co-
misión de Seguimiento medidas compensatorias o correctoras que, no suponiendo una
transferencia monetaria si impliquen contenido económico de interés para la económica
española o el SNS, como programas de seguimiento de pacientes polimedicados, mejora de
la variabilidad en la prescripción o programas de adherencia al tratamiento, que ayuden a
racionalizar el uso del medicamento.
1001
José Vida Fernández
b) Si ese gasto superase la tasa de crecimiento del PIB real de la economía española, se
concretarían compensaciones monetarias por valor de ese exceso para lo que tendrá que
establecer los criterios y establecer transferencias que serán distribuidas a las CCAA.
141. Se trata de aquellas CCAA que incumplieron el objetivo de déficit en 2015: Cataluña, Co-
munidad Valenciana, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Islas Baleares, Aragón, Extre-
madura y Cantabria, si bien no han participado en su ejecución.
142. Así lo dispone el artículo 94.9 TRLGURM.
143. La Orden de 26 de julio de 1988 la había fijado anteriormente en un 28,9 %.
1002
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
144. El Real Decreto-Ley 5/2000 redujo el margen de la distribución de los laboratorios se redu-
jo a un 9,6 % del precio de venta del almacén cuando el PVL del medicamento fuese igual o
inferior a 78,34 euros, mientras que si era superior a dicha cantidad se fijaba en 8,32 euros
por envase. Por lo que respecta al margen de la dispensación de los medicamentos se fijó
en 27,9% del PVP para lo medicamentos de precio igual o inferior a 78,34 euros, mientras
que si era superior se fijó en 33,53 euros por envase. A esto se añadía la introducción de un
sistema de deducciones en los márgenes en función del volumen de facturación al SNS.
145. En concreto el Real Decreto 2402/2004 redujo el PVL en un 4,2 % en el año 2005 y en un
2 por ciento en el año 2006 (con determinadas excepciones), mientras que el margen de la
distribución se redujo a un 8,6 por ciento del precio de venta del almacén en 2005 y a un
7,6 % en 2006 con un margen fijo por envase cuando el PVL fuese superior a 89,62 euros
que consistía a 8,43 euros en el año 2005, y de 7,37 euros a partir del año 2006; asimismo,
el margen de la dispensación de las oficinas de farmacia se mantiene en el 27,9 % para los
medicamentos de PVL igual o inferior a 89,62 euros, mientras que para lo que superen ese
precio el margen un margen de 37,94 euros por envase en el año 2005, y de 37,53 euros por
envase en el año 2006.
La STS de 23 de mayo de 2011 (RJ 2011, 4601), recurso núm. 168/2008, se pronunció sobre
la adecuación de estas bajadas con las exigencias de la Directiva 89/105, y en la misma se
llega a la conclusión de que se cumplen os requisitos de la misma, teniendo en cuenta ade-
más que las autoridades comunitarias iniciaron unas actuaciones preliminares por posible
incumplimiento que quedaron archivadas.
146. En concreto resultó modificado por el Real Decreto-Ley 4/2010, de 26 de marzo, así como
por el RDL 9/2011 y finalmente por el RDL 16/2012.
1003
José Vida Fernández
147. Las deducciones se introdujeron a través del Real Decreto-Ley 5/2000 y se han ido actua-
lizando hasta llegar al artículo 2 del Real Decreto 823/2008 que fue objeto de sucesivas
modificaciones por el Real Decreto-Ley 4/2010 y el RDL 16/2012.
148. En la STC 83/2014, de 29 de mayo de 2014 (RTC 2014, 83), se desestima una cuestión de
inconstitucionalidad planteada sobre el Real Decreto-ley 5/2000, en tanto se cuestionaba
que se hubiese introducido esta medida sin respetar las exigencias para la creación de tri-
butos. A este respecto el Alto Tribunal responde (FJ 3) que «la deducción controvertida, al ser
impuesta coactivamente por el poder público con una evidente finalidad de interés público, reviste la
naturaleza de una prestación patrimonial de carácter público que queda sometida en su establecimiento
y configuración al principio de reserva de ley operante en la materia (art. 31.3 CE). Ahora bien, dicha
1004
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
prestación carece de naturaleza tributaria, pues con ella no se pretende establecer una nueva forma
de ingreso público con la que coadyuvar a la financiación del gasto público, sino intervenir en una
actividad que se incardina en un sector regulado con la finalidad de racionalizar el gasto farmacéutico
mediante una asignación eficiente y económica de los recursos públicos disponibles (art. 31.2 CE)».
149. La facturación mensual se calcula en términos de PVP más IVA y teniendo en cuenta que los
medicamentos con PVL superior a 91,63 euros quedan excluidos para el cálculo de la fac-
turación en la cantidad que exceda de dicha cantidad (art. 6 del Real Decreto 823/2008).
150. El índice corrector se encuentra regulado en el apartado 8 del artículo 2 del Real Decreto
823/2008.
1005
José Vida Fernández
151. Calculada en los mismos términos que se lleva a cabo para las deducciones vid. supra npp.
84.
1006
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
152. Artículo 8.1 del RDL 8/2010. En el año 2015 se sometían a estas deducciones un total de
2.440 medicamentos del total de 13.504 financiados, es decir, un 18,07%. Informe de fisca-
lización del Tribunal de Cuentas cit., núm. 1185 de 2016, pág. 41.
153. Así se dispone en el artículo 10 del RDL 8/2010, si bien el artículo 8.1 indica que se aplicará
el descuento si forman parte de un conjunto inactivo. Con respecto los precios selecciona-
dos la exención se contiene en el artículo 99.12 TRLGURM.
154. Se trata de las deducciones previstas en el artículo 2 del Real Decreto 823/2008.
155. Se trata respectivamente de los descuentos de los distribuidores a las oficinas previstos en
el artículo 4.6 TRLGURM y de las aportaciones de los laboratorios por volumen de venta
fijadas en la disposición adicional sexta TRLGURM.
1007
José Vida Fernández
156. En efecto, el apartado 8 del artículo 96 TRLGURM dispone que de las revisiones menores
basadas en este motivo, sólo se tendrán en cuenta las que supongan, como mínimo, una
reducción del 10 % sobre el precio industrial máximo autorizado. Aunque pudiera consi-
derarse como una norma especial que impide las modificaciones menores por razones de
legalidad, además de que carece de sentido, sería contrario a lo dispuesto como parte del
régimen administrativo común en el artículo 109 y ss Ley 39/2015, lo que vulnera el prin-
cipio de legalidad en la actuación administrativa y, asimismo, el derecho a la tutela judicial
efectiva.
157. Previsto en el apartado 2 del artículo 96 TRLGURM y desarrollado en el artículo 4 del Real
Decreto 271/1990.
158. Si bien el artículo 96 TRLGURM no indica nada al respecto, el artículo 4.3 del Real Decre-
to 271/1990 remite al procedimiento para la fijación de los precios de los nuevos medica-
mentos.
1008
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
159. Estos plazos que se recogen en el artículo 4 del Real Decreto 271/1990 son los que se dis-
ponen en la Directiva 89/105.
160. Así lo prevé el artículo 96.3 TRLGURM y se desarrolla en el artículo 5 del Real Decreto
271/1990.
161. Así, se redujo el precio industrial mediante el Real Decreto 2402/2004 y, últimamente, a
través del RDL 8/2010.
1009
José Vida Fernández
162. El artículo 5 del Real Decreto 271/1990 se refiere a esta posibilidad en tanto establece que
debe comprobar, al menos una vez al año, si las condiciones macroeconómicas justifican
el mantenimiento de dicha congelación, debiendo hacer públicos, en el plazo de noventa
días, los aumentos o disminuciones de precios, si se producen. Así se efectuó a través del
Real Decreto 2402/2004 sobre el que se pronunció la STS de 18 de octubre de 2011 (RC
403/2010) en la que se rechaza la responsabilidad patrimonial por incumplimiento de los
requisitos de revisión periódica de la congelación de precios.
163. Así se prevé en el apartado 4 del artículo 96 TRLGURM. Sin embargo, el medio a través del
que han alterado los márgenes de las oficinas de farmacia por razones coyunturales no ha
sido este mecanismo del artículo 96.4 TRLGURM sino que se ha utilizado recurrentemente
el decreto-ley. Dentro de la década pasada, la revisión de los márgenes de las oficinas de far-
macia se redujo y se impuso el sistema de deducciones en función de la facturación a través
del Real Decreto-Ley 5/2000. También fueron objeto de reducción mediante el Real De-
creto 2402/2004 y de actualizaciones mediante el Real Decreto 823/2008 y el Real Decreto
2130/2008. Posteriormente, el Real Decreto-Ley 4/2010 introdujo algunas modificaciones
en los tramos a partir de los que se aplican los distintos márgenes y unificó las deducciones
para el SNS y las mutualidades y, finalmente, el RDL 8/2010 impuso una reducción del
7,5% del PVP.
164. Artículo 3 del Real Decreto 823/2008.
1010
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
1011
José Vida Fernández
167. Así, por ejemplo, el Real Decreto-ley 4/2010, de 26 de marzo, de racionalización del gasto
farmacéutico, dispuso que el precio de referencia dejase de ser la media aritmética de los
tres coste/tratamiento/día menores de los medicamentos agrupados para fijarse en el cos-
te/tratamiento/día de todos ellos.
168. Introducido a través del RDL 9/2011 de medidas para la mejora calidad del SNS.
169. Se introdujo a través de la modificación operada por la Ley 10/2013.
1012
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
170. A la definición y concreción de los conjuntos de referencia se dedica el artículo 4 del Real
Decreto 177/2013.
1013
José Vida Fernández
171. El artículo 4 del Real Decreto 177/2014 establece la fórmula de cálculo del precio de re-
ferencia que ha sido declarada conforme a nuestro ordenamiento por la STS de 11 de
noviembre de 2015 (RJ 2015, 5513) (rec 387/2014). El coste/tratamiento/día de cada pre-
sentación de medicamento es el resultado de dividir el precio industrial al que se estuviera
comercializando (PVL com) entre el número de dosis diarias definidas (DDD) –asignadas
oficialmente por el Centro Colaborador de la OMS en Metodología Estadística de los Me-
dicamentos o, en su defecto, las calculadas conforme a su metodología–, que contiene,
conforme a la siguiente fórmula:
CTD = PVL com / n.º DDD de la presentación
El precio de referencia es el resultado de multiplicar el coste/tratamiento/día menor de las
presentaciones en él agrupadas o precio de referencia del conjunto (PRC), por el número
de DDD contenidas en cada presentación, conforme a la siguiente fórmula:
PVLRef = PRC × n.º DDD de la presentación
En todo caso el precio industrial de referencia no puede ser inferior a 1,60 euros, y, de ser
así se fija dicha cantidad como tal.
Cuando el precio industrial al que se estuviera comercializando una presentación de me-
dicamento es inferior al precio industrial de referencia que le corresponde, se fija como
precio industrial de referencia el precio industrial al que se estuviera comercializando
1014
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
172. Así se recoge este régimen excepcional en el artículo 4.4 del Real Decreto 177/2014 para
las presentaciones de medicamentos con dosificaciones especiales de principio activo, de
utilidad en enfermedades graves o cuyos precios hayan sido revisados por falta de rentabili-
dad por la CIPM en los dos años anteriores.
173. La STS de 28 de octubre de 2015 (RJ 2015, 5351) (rec 389/2014) anuló la disposición
adicional segunda del Real Decreto 177/2014 por desarrollar un régimen automático de
revisión no contemplado en el TRLGURM y en la misma señala que «resulta improcedente
trasladar aritméticamente a nuestro sistema, sin más, el precio industrial con el que se comercializa
la presentación en cualquier país de la Unión Europea sin valorar en absoluto las circunstancias o
especificidades de los distintos países afectados y sin contemplar siquiera parámetros tales como renta per
cápita, características del correspondiente sistema público sanitario o eventuales fluctuaciones del valor
de sus divisas, aspectos que, desde luego, no resultan baladíes». En el mismo sentido se pronuncia
la STS de 11 de noviembre de 2015 (rec 387/2014).
174. Así se dispone en el apartado 3 del artículo 98 TRLGURM.
175. La aplicación del sistema de precios de referencia se prevé en el apartado 4 del artículo 98
TRLGURM y se detalla en el artículo 5 del Real Decreto 177/2014. La última ordena de
actualización de los precios de referencia es la Orden SSI/1305/2016, de 27 de julio.
1015
José Vida Fernández
176. En concreto el artículo 6 del Real Decreto 177/2014 establece un plazo de veinte días y de
un mes desde la entrada en vigor de la orden de actualización para que la distribución y las
oficinas de farmacia respectivamente procedan a aplicar los nuevos precios de referencia,
aunque también pueden proceder a la devolución de las presentaciones con precio en el
embalaje sin coste alguno.
177. Fue introducido por el RDL 9/2011 de medidas para la mejora calidad del SNS, y posterior-
mente sería modificado por el RDL 16/2012 y por la Ley 10/2013.
178. Conforme a lo dispuesto en la disposición adicional decimotercera TRLGUR y se desarrolla
en el artículo 8 del Real Decreto 177/2014.
179. A finales de 2015 existían un total de 3.145 agrupaciones homogéneas.
1016
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
180. El procedimiento y los requisitos se contienen en el artículo 9 del Real Decreto 177/2014,
sobre el que se pronunció la STS de 10 de noviembre de 2015 (RJ 2015, 5514), recurso
núm. 388/2014, señalando que era conforme a derecho sin que produjese daños por los
posibles desajustes transitorios una vez producida la baja
181. En concreto el artículo 87 TRLGURM establece que las prescripciones de medicamentos
incluidos en el sistema de precios de referencia o de agrupaciones homogéneas, se efectua-
rán de acuerdo con el siguiente esquema:
a) Para procesos agudos, la prescripción se hará, de forma general, por principio activo.
b) Para los procesos crónicos, la primera prescripción, correspondiente a la instauración
del primer tratamiento, se hará, de forma general, por principio activo.
c) Para los procesos crónicos cuya prescripción se corresponda con la continuidad de trata-
miento, podrá realizarse por denominación comercial, siempre y cuando ésta se encuentre
incluida en el sistema de precios de referencia o sea la de menor precio dentro de su agru-
pación homogénea.
No obstante, la prescripción por denominación comercial de medicamentos será posible
siempre y cuando se respete el principio de mayor eficiencia para el sistema y en el caso de
los medicamentos considerados como no sustituibles.
1017
José Vida Fernández
182. Así se dispone en los artículos 87.4 y 89.5 TRLGURM, si bien en el caso de los medicamen-
tos biosimilares, se respetarán las normas vigentes según regulación específica en materia
de sustitución e intercambiabilidad. Debe tenerse en cuenta que se suprime por la Ley
48/2015, de 29 de octubre, la preferencia por el medicamento genérico o biosimilar ya que,
anteriormente, a igualdad de precio tenía que dispensarse este último.
183. La garantía de abastecimiento se prevé en el apartado 3 del artículo 98 del TRLGURM y fue
el principal motivo del recurso resuelto por la STS de 10 de noviembre de 2015, recurso
núm. 388/2014, en la que se desestimó las objeciones con respecto a los posibles desabaste-
cimientos causados por bajas temerarias por los laboratorios.
184. Vid. supra apartado 2.2.3 y npp. 82 y 83
1018
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
andaluzas» que resultaron muy discutidas y que finalmente han sido conside-
radas conformes al reparto constitucional de competencias185.
Por lo que respecta al sistema de precio seleccionado previsto solo puede
aplicarse a los medicamentos sujetos a precio de referencia –aunque cabe la
posibilidad de que se extienda a medicamentos no financiados por su interés
para la salud pública–, y, como medida excepcional, solamente puede darse
en función de determinadas circunstancias sanitarias o económicas, a saber: el
consumo del conjunto; el impacto presupuestario; la existencia de, al menos,
tres medicamentos en el conjunto; y que no se produzca riesgo de desabaste-
cimiento. Entre otras finalidades, el sistema de precios seleccionados podría
servir para limitar el gasto en medicamentos innovadores de gran impacto, así
como en nuevas clases terapéuticas con precio muy elevado con respecto a las
anteriores.
La aplicación de este sistema parte del anuncio a los proveedores del ini-
cio del procedimiento de precio seleccionado, comunicándoseles el precio
máximo de financiación que se propone para que manifiesten sus intenciones.
Sobre la base de sus propuestas la DGCB elabora una propuesta motivada con
el precio máximo seleccionado aplicable en cada caso que debe ser autorizada
por la CIPM.
Los medicamentos del conjunto de referencia que superen el precio máxi-
mo financiable quedan directamente excluidos de la financiación mientras
que los demás se someten a un proceso de licitación en función del menor
precio quedando los medicamentos que no resulten seleccionados excluidos
de la financiación pública durante el tiempo de vigencia del precio selecciona-
do. En caso de resultar seleccionados, los laboratorios responsables de dichos
185. A través del Decreto-ley 3/2011, de 13 de diciembre, del Consejo de Gobierno de Andalu-
cía se prevé la selección por el Servicio Andaluz de Salud, mediante convocatoria pública,
y de entre los medicamentos y/o productos sanitarios comercializados con precio autori-
zado igual o inferior al precio menor correspondiente establecido por el SNS, de aquel
que será dispensado por las oficinas de farmacia en el marco de la prestación farmacéutica
del sistema sanitario público de Andalucía cuando se les presente una receta médica u
orden de dispensación en las que el medicamento o producto sanitario se identifique ex-
clusivamente por la denominación oficial de sus principios activos o por su denominación
genérica. Este sistema de «subastas» se diferencia del sistema de «precios seleccionados» en
sus criterios de aplicación (éstos últimos solo se pueden aplicar a fármacos sometidos a pre-
cios de referencia o, en su caso, a agrupaciones homogéneas que cumplan características
sanitarias o económicas, mientras que las subastas se pueden convocar en todas las agru-
paciones homogéneas) y de selección (la subasta no modifica el precio del medicamento y
los precios seleccionados sí). En todo caso, la principal objeción a este sistema de subastas
era de competencia, ya que se consideraba que su aplicación por una sola Comunidad
vulneraba la competencia básica estatal en materia sanitaria, lo cual ha sido rechazado en
la STC 210/2016, de 15 de diciembre (RTC 2016, 210), que avala la constitucionalidad de
las subastas andaluzas a efectos competenciales. En todo caso deben resolverse los recursos
interpuesto contra las diez convocatorias de las subastas andaluzas que plantean problemas
al margen de las competencias para llevarlas a cabo.
1019
José Vida Fernández
186. Sobre la cuestión del copago vid. con carácter general el trabajo de Albert Navarro García,
Los riesgos del copago y su polémica expansión: Análisis jurídico, Tirant lo Blanch, Valencia, 2017.
187. El TC lo entiende así en su STC 136/2012, de 19 de junio (RTC 2012, 136), en el que se
refiere a la prestación farmacéutica y señala (FJ 4.ª) que en el caso de «las carteras común
suplementaria y de servicios accesorios, sólo estarán cubiertas parcialmente por financiación pública,
pudiendo en este caso las prestaciones sanitarias estar sujetas a "aportación del usuario" (el denomi-
nado "copago"), dentro de las condiciones y con los límites cuantitativos previstos en la propia Ley de
cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud (arts. 8 ter y quáter)».
1020
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
1021
José Vida Fernández
189. Como es sabido, hasta la reforma operada por el RDL 16/2012 no se tenía en cuenta la
capacidad económica de los beneficiarios para determinar el copago.
190. La STC 71/2014, de 6 de mayo (RTC 2014, 71), relativa al céntimo por receta que se intro-
dujo por la Generalitat de Catalunya bajo la apariencia de la tasa sobre actos preparatorios
y accesorios de la prescripción y dispensación de medicamentos y que llevó al Alto Tribunal
a señalar que era incompatible con financiación adicional con cargo al usuario del servicio
prevista a nivel estatal en los artículos 94 y 94 bis LGURM, por lo que se equiparaba así el
copago a la tasa.
191. Las tasas son los tributos cuyo hecho imponible consiste, entre otros, en la prestación de
servicios, cuando los servicios o actividades no sean de solicitud o recepción voluntaria para
los obligados tributarios o no se presten o realicen por el sector privado [art. 2.2. a) LGT].
En el caso del copago es discutible que la aportación responda a un servicio obligatorio
(aunque es cierto que puede considerarse inevitable) pero es evidente que se trata de un
servicio que también se preste por el sector privado por lo que encajaría mejor en la cate-
goría de precio público.
1022
22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
dos no son finalistas sino que se aplican al sostenimiento de los gastos públicos
de forma genérica, incluida los correspondientes a la asistencia sanitaria pero
con el alcance que se determine en cada momento para está y, por otra parte,
el copago permite destinar menos recursos a la asistencia sanitaria en la parte
que se cubre con el copago, por lo que no implicaría técnicamente un doble
pago por los servicios sanitarios. Otra cosa es que se defienda que la asistencia
sanitaria deba ser plenamente gratuita financiada exclusivamente con cargo
a los presupuestos generales sin que sea necesario una aportación o copago.
Por lo que respecta a nuestro entorno, el copago farmacéutico está genera-
lizado en los sistemas sanitarios de la Unión Europea si bien con algunas dife-
rencias. La mayor parte de países tienen algún tipo de límite máximo y todos
(salvo Luxemburgo) eximen a los pacientes más vulnerables según criterios
personales de edad, renta o salud192. Por lo demás, en el resto de países euro-
peos es común aplicar el copago al resto de prestaciones sanitarias aplicándose
en la atención primaria y especializada (por visita) o incluso, en esta última,
en la hospitalización.
En cuanto a su evolución, el copago en España aparece como parte ele-
mental de la configuración de la prestación farmacéutica poco después de
mediados del siglo pasado cuando se reconoció la libertad de prescripción
que determinó la consiguiente financiación generalizada de medicamentos
dentro del sistema de Seguridad Social momento en el que se estableció una
aportación fija en función del precio del medicamento193. El copago persiste
en los mismos términos en el tránsito al SNS y así se recoge en el artículo 95
LM 1990 como obligación de los pacientes en el que se disponía que fuese
el Gobierno el que concretase la participación en el pago de la prestación
192. La mayor parte de países (10 de 15) tienen algún tipo de límite máximo a los copagos y
todos salvo Luxemburgo hacen excepciones para los pacientes más vulnerables según cri-
terios personales de edad, renta o salud según el estudio de Gonzalez Lopez-Valcarcel,
Beatriz; Puig-Junoy, Jaume; Rodriguez Feijoó, Santiago, Copagos sanitarios. Revisión de expe-
riencias internacionales y propuestas de diseño, Fedea Policy Papers - 2016/04. Esto al margen de
que en la mitad de los países estudiados en dicho informe se exigen aportaciones en otros
ámbitos como es la asistencia al médico de atención primaria, a la atención especializada e,
incluso, a la hospitalización.
193. En concreto se contemplaba la gratuidad de la prestación farmacéutica cuando la dispen-
sación se realizase en las Instituciones propias o concertadas de la Seguridad Social y en los
que tuviesen su origen en accidentes del trabajo o enfermedades profesionales, por lo que
para el resto se preveía que la participación de los beneficiarios mediante el pago de una
cantidad fija por receta o, en su caso, por medicamento, cuya determinación correspondía
al Gobierno (artículo 27 a) de la Ley 193/1963, de 28 de diciembre, sobre Bases de la Se-
guridad Social y así permaneció en el artículo 107 del Decreto 907/1966 y posteriormente
en el mismo artículo del Decreto 107 del Decreto 2065/1974 que aprueban sendos textos
refundidos de la LGSS). En el Decreto 3157/1966 se concretaba el copago que se fijaba en
5 pesetas para los medicamentos con precio inferior a 30 pesetas y esa misma cantidad más
una peseta adicional por decena para los medicamentos con un precio superior hasta un
máximo de 50 pesetas.
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José Vida Fernández
194. El Real Decreto 945/1978, de 14 de abril, fue el que introdujo el copago sobre la base de
un porcentaje del precio del medicamento fijando inicialmente el 30% si bien se elevó
posteriormente el 40% por el Real Decreto 1605/1980, de 31 de julio. En el Real Decreto
945/1978 también se preveía la ausencia de aportación para los pensionistas y los trata-
mientos que se realizasen en instituciones sanitaria como aquellos derivados de accidente
de trabajo o enfermedad profesional. El resto de supuestos como la aportación reducida y
la exención del copago para determinados colectivos se fueron sumando en la década de
los años noventa del pasado siglo.
195. La estructura es la siguiente:
a) Una aportación normal fijada en un 40% sobre el PVP del medicamento dispensado
en las oficinas de farmacia. En el caso de los afiliados a las mutualidades de funcionarios,
jueces y personal militar (MUFACE; MUGEJU, ISFAS) la participación se reducía al 30%.
b) Una aportación reducida de un 10% sobre el PVP, sin que pudiera exceder de 2,64 euros
por envase, en el caso de determinados medicamentos para el tratamiento de enfermeda-
des crónicas o graves, clasificados en los grupos o subgrupos terapéuticos; asimismo los
efectos y accesorios pertenecientes a los grupos reglamentariamente establecidos; y tam-
bién los medicamentos para enfermos de SIDA.
c) Quedaban exentos de aportación, en primer lugar los pensionistas y colectivos asimi-
lados, los afectados de síndrome tóxico y las personas con discapacidad en los supuestos
contemplados en su normativa específica. Esto al margen de los supuestos en que la dis-
pensación se llevase a cabo en los centros o servicios asistenciales sanitarios, así como los
medicamentos respondiesen a tratamientos derivados de accidentes de trabajo y enferme-
dad profesional.
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
si bien parece que el efecto de esta medida se diluye con el tiempo en tanto
se identifica una progresiva recuperación del consumo a pesar de la misma196.
Por lo que respecta al primer frente, para aplicar el copago a otras pres-
taciones más allá de la farmacéutica se reestructuró el esquema de la cartera
común de servicios del SNS (art. 8 LCCSNS) distinguiendo entre la cartera
común básica, que incluye las prestaciones financiadas en su totalidad, y la car-
tera común suplementaria y común de servicios accesorios cuyas prestaciones
pueden quedan sujetas a aportación de los usuarios. En concreto, dentro de
la cartera común suplementaria se incluye no sólo la prestación farmacéutica
sino también la prestación ortoprotésica, la prestación con productos dieté-
ticos y el transporte sanitario programado a las que, por primera vez, se pue-
den exigir una aportación del usuario sobre la base del precio final del pro-
ducto o servicio (art. 8 ter LCCSNS), que finalmente no se ha establecido197.
En segundo lugar, la reforma introducida por el RDL 16/2012 extiende
el copago farmacéutico a colectivos que no estaban obligados a realizar dicha
aportación a través del artículo 94 bis LGURM. Así se impone de forma ge-
nérica la aportación a los usuarios por el acceso a la prestación farmacéutica,
y dentro de los colectivos exentos de la misma se omite a los pensionistas,
que era el colectivo más numeroso y, asimismo, el que mayor gasto generan.
Por otra parte, el artículo 94 bis.1 LGURM también extendió inicialmente el
copago a otros supuestos que no estaban contemplados como eran los trata-
mientos ambulatorios realizados en hospitales y centros sanitarios ya que se
impone la aportación a la prestación farmacéutica ambulatoria que se definía
como aquella dispensada al paciente, a través de receta médica u órdenes de
dispensación hospitalaria, no sólo en las oficinas sino también en los servicios
de farmacia de instituciones sanitarias. La polémica surgida al resultar unos
copagos desorbitados por tratarse de medicamentos generalmente de aten-
ción especializada que resultan tan vitales como extraordinariamente costosos,
provocó que se revisase esta decisión y terminase por limitar el copago única
y exclusivamente a los medicamentos dispensados a través de las oficinas de
farmacia (art. 102.2 TRLGURM)198.
En tercer lugar, se han elevado las cuantías del copago que pasan a es-
tructurarse, de forma novedosa, en función del nivel de renta de los usuarios
generalizando la aplicación del 50% que se corresponde con las rentas entre
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18.000 y 100.000, mientras que a los pensionistas se les aplica el 10% a los que
se aplica exclusivamente un sistema de topes a las aportaciones. De este modo
se puede considerar que el incremento en el copago es del 10% tanto para la
población en general (que pasa del 40% al 50%) como para los pensionistas a
los que se les exige por primera vez el copago. También debe tenerse en cuen-
ta junto al incremento del copago, la desaparición de los topes que existían
en algunos supuestos que ahora se limitan exclusivamente a los pensionistas.
Todo esto supone un crecimiento en el volumen del copago así como su mo-
dulación en función del nivel renta lo que constituye una verdadera novedad.
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
199. El artículo 94.1 bis LGURM fue modificado por el artículo 4 del RDL 16/2012 con objeto
de precisar la equivalencia existente entre la dispensación mediante receta médica y la
dispensación mediante orden de dispensación hospitalaria, ya que la existencia de diferen-
cias en la terminología para el mismo acto de dispensación, unido al proceso acelerado de
cierre de la implantación de la receta electrónica hicieron necesario esta aclaración para
imponer una aplicación homogénea del copago.
200. Esta extensión del copago a la dispensación ambulatoria en instituciones sanitaria fue con-
cretada para los medicamentos, que sin ser de carácter hospitalario, quedaban sometidos a
reserva de dispensación en los servicios de farmacia de los hospitales, a través de la Resolu-
ción de 10 de septiembre de 2013, de la Dirección General de Cartera Básica de Servicios
del SNS y Farmacia, por la que se procede a modificar las condiciones de financiación de
medicamentos incluidos en la prestación farmacéutica del SNS mediante la asignación de
aportación del usuario. La STSJ de Madrid de 22 de octubre de 2014, recurso núm. 1/2014
desestimó un recurso contra la misma señalando con acierto que contaba con fundamento
suficiente ya que la modificación en el copago vino dado por el RDL 16/2012 y la posterior
reforma del Real Decreto-Ley 28/2012.
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201. A este respecto, el artículo 9 del Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por
el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con
discapacidad y de su inclusión social dispone que Los beneficiarios del sistema especial
de prestaciones asistenciales y económicas para personas con discapacidad se encuentran
exentos de aportación. Debe recordarse que conforme al artículo 4.2 de dicha norma se
consideran personas con discapacidad aquellas a quienes se les haya reconocido un grado
de discapacidad igual o superior al 33 por ciento –así como los pensionistas de la SS con
una pensión de incapacidad permanente en el grado de total, absoluta o gran invalidez, y a
los pensionistas de clases pasivas con una pensión de jubilación o de retiro por incapacidad
permanente para el servicio o inutilidad–.
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
202. La existencia de esta aportación reducida a los medicamentos que se consideren de prime-
ra elección en el tratamiento de enfermedades crónicas o graves se remonta al Real Decreto
945/1978, si bien se modifica por el RD 83/1993, de 22 de enero (actualizado por Orden
de 18 de octubre de 1995 y ampliado por el Real Decreto 1348/2003).
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
ahora, tendrá que aplicar el Gobierno de forma periódica (art. 101.2 TRL-
GURM) y que son los siguientes:
a) La capacidad de pago.
b) La utilidad terapéutica y social de los medicamentos o de los productos
sanitarios.
c) Las necesidades específicas de ciertos colectivos.
d) La gravedad duración y secuelas de las distintas patologías para los que
resulten indicados.
e) La existencia de medicamentos o productos sanitarios ya disponibles y
otras alternativas mejores o iguales para las mismas afecciones.
Los criterios enumerados se corresponden con los fijados para la inclusión
de los medicamentos y productos sanitarios en la prestación farmacéutica con-
tenidos actualmente en el artículo 92.1 TRLGURM, si bien presentan algunas
diferencias ya que estos últimos fueron objeto de diversas modificaciones que
no se aplicaron sobre los criterios dispuestos para actualizar el copago. El re-
sultado es una asimetría entre unos y otros criterios que sólo se explica por
una deficiente técnica legislativa206, ya que la intención la redacción originaria
de la LGURM, era que los criterios fuesen uniformes en el bien entendido de
que la fijación del copago constituye, en última instancia, una decisión sobre
el alcance de la financiación pública de los medicamentos.
En todo caso existe una diferencia entre la financiación pública de los
medicamentos y la fijación del copago, y es la finalidad de este último como
mecanismo individualizado para incentivar el uso racional de la prestación far-
macéutica. Esto explica que se añada un criterio adicional que es la capacidad
de pago del usuario ya que se trata de una medida que, en tanto que afecta
de forma singular a cada individuo en el acceso a la prestación farmacéutica,
debe tener en cuenta el principio de progresividad. Este criterio se refuerza al
disponerse que la aportación será proporcional al nivel de renta que se actua-
lizará, como máximo, anualmente (art. 102.4 TRLGURM). De otro modo el
copago podría constituir una barrera económica en el acceso a la prestación
farmacéutica para determinados colectivos.
Por lo demás, con respecto a los demás criterios, operan en el mismo sen-
tido que lo hacen en la decisión de la financiación pública, si bien su prioriza-
ción será distinta aplicándose en primer lugar el criterio de la racionalización
del gasto público, que es a lo que principalmente responde. En cuanto a los
206. En efecto, el artículo 101.1 TRLGURM hace referencia a la utilidad terapéutica y social de
los medicamentos (apartado b) pero no dice nada del beneficio incremental en función de
su relación coste –efectividad. Tampoco hace referencia al impacto presupuestario (apar-
tado e) ni a la existencia de medicamentos disponibles a menor precio o inferior coste del
tratamiento (apartado f)
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José Vida Fernández
207. Así podrían establecerse distintos porcentajes de copago sobre el PVP en función de la
efectividad de los tratamientos. Con respecto a la eficiencia se plantea la posibilidad de
distinguir entre la fijación de un valor determinado por su eficiencia, que sería el máximo
a financiar, y un precio que puede ser superior y que no quedaría cubierto por encima de
este valor por lo que tendría que ser asumido por los particulares a través de su aportación
privada vid. Gonzalez Lopez-Valcarcel, Beatriz; Puig-Junoy, Jaume; Rodríguez Feijoó,
Santiago, Copagos sanitarios. Revisión de experiencias internacionales y propuestas de diseño, Fedea
Policy Papers, 2016/04.
208. Artículo 102.3 y 101.3 TRLGURM.
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
209. En el País Vasco, se dictó primero el Decreto 114/2012, de 26 de junio, sobre régimen de
las prestaciones sanitarias del SNS en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Euskadi,
que mantenía el copago en la situación anterior al RDL 16/2012 si bien con alguna am-
pliación (parados sin prestación, rentas mínimas de inserción, pensiones no contributivas).
Contra este Decreto 114/2012 se acordó admitir el conflicto positivo de competencia n.º
4540/2012 y se mantuvo la suspensión del artículo 6 referido al copago (auto de 13 de
diciembre). Como alternativa a esta suspensión se ha acudido al sistema de ayudas a través
del Decreto 447/2013, de 19 de noviembre, por el que se regulan las ayudas destinadas a
facilitar la adherencia a los tratamientos médicos prescritos, que viene a dar cobertura una
cobertura parcial al incremento del copago operado por la reforma de 2012.
210. En el caso de Navarra se aprobó la Ley Foral 18/2012 sobre complementación de las pres-
taciones farmacéuticas en la Comunidad foral que fue recurrida ante el Tribunal Consti-
tucional (Providencia de 12 de febrero de 2013, por la que se acordó admitir a trámite el
recurso de inconstitucionalidad n.º 501/2013), desde entonces se encuentra suspendido la
mayor parte de su contenido excepto aquel relativo a la extensión de la asistencia sanitaria
a extranjeros en situación irregular (Auto de 23 de abril de 2013). La suspensión de las
medidas dirigidas a contrarrestar el copago estatal motivó que se planteara la posibilidad
de aprobar ayudas compensatorias para los afectados por las mismas (vid. resolución del
Pleno del Parlamento de Navarra de 19 de noviembre de 2015).
1035
José Vida Fernández
211. En Valencia se optó por acudir directamente al modelo de ayudas a través del Decreto
240/2015 y Decreto 39/2015, de 29 de diciembre de 2015, que regulan las bases de las
ayudas para el colectivo de pensionistas y personas con diversidad funcional.
212. Así se puso de manifiesto en la STC 6/2015, de 22 de enero (RTC 2015, 6) (FD segundo)
y en la STC 210/2016, de 15 de diciembre (RTC 2016, 210) (FD Quinto) vid. supra npp.
27. Este mismo título competencial es el que se invoca en las sentencias sobre la «tasa por
prestación de asistencia sanitaria» introducida por la Generalitat Valenciana con respecto a
los mutualistas de MUFACE, MUGEJU e ISFAS (STC 136/2012, de 19 de junio (RTC 2012,
136)) así como en el llamado céntimo sanitario por receta que se impuso en Cataluña y en
Madrid (SSTC 71/2014, de 6 de mayo y 85/2014, de 29 de mayo) que lo sitúan dentro del
artículo 149.1.16.ª CE.
213. En la su STC 136/2012 (FJ 5.º), aunque no se identifica la «tasa por prestación de asistencia
sanitaria» con el copago se considera que ésta afecta a la financiación de la prestación farma-
céutica establecida con carácter básico: «Además, también por aplicación de nuestra doctrina (SSTC
98/2004, de 25 de mayo (RTC 2004, 98); y 22/2012, de 16 de febrero (RTC 2012, 22), FJ 3) cabe
considerar como básica la definición del sistema de financiación de la sanidad, lo que incluye tanto la
garantía general de financiación pública como, dentro de esta garantía, los supuestos en los que algunas
prestaciones comunes que no son básicas (las "suplementarias" y de "servicios accesorios") pueden estar
sujetas a una financiación adicional con cargo al usuario del servicio (tasa o "copago"). (...) Finalmen-
te, dichas bases habilitan un margen para el desarrollo, por parte de las Comunidades Autónomas, de su
propia política sanitaria. Éstas podrán, respetando el mínimo formado por las carteras comunes, aprobar
sus propias carteras de servicios (art. 8 quinquies), y establecer servicios adicionales para sus residentes. Es
decir, las Comunidades Autónomas podrán mejorar el mínimo estatal, pero en ningún caso empeorarlo».
En el mismo sentido STC 71/2014 (FJ 7.º) y STC 85/2014 (FJ 3.º).
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
214. En este caso, de configurarse como ayudas dirigidas a determinados colectivos (pensionis-
tas, personas con diversidad funcional o con rentas limitadas) encajaría dentro de las medi-
das de asistencia social que corresponden a las CCAA en virtud de sus respectivos Estatutos
y del artículo 149.1.20.ª CE. Se trataría de una prestación social autonómica que no afecta a
las competencias estatales ni del régimen económico de la Seguridad Social ni de las bases y
coordinación de la sanidad, ya que corresponde a una tercera materia como es la asistencia
social.
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22. Financiación pública y fijación del precio de los medicamentos
financiados tanto por receta como a nivel de centros hospitalarios y otros ám-
bitos. Las responsables de esta información son las Consejerías competentes
de las CCAA que deben remitirla mensualmente al MSSI, que efectuará la
agregación y depuración correspondiente antes de hacerla pública.
La información relativa al tráfico y consumo de los medicamentos finan-
ciados que deben facilitar con periodicidad mensual tanto el MSSSI como las
consejerías –y, en su caso, las empresas proveedoras y colegios profesionales–
son, por una parte, los datos de facturación de recetas oficiales del SNS dis-
pensadas por oficinas de farmacia y agregadas por provincia y comunidad au-
tónoma, y, por otro, los datos de adquisiciones por servicios farmacéuticos de
centros y servicios sanitarios o sociosanitarios del SNS y, en su caso, abonos de
medicamentos y productos sanitarios, con nivel de agregación por provincia
y comunidad autónoma217. Quedan fuera los medicamentos dispensados por
servicios farmacéuticos de centros y servicios sanitarios o sociosanitarios a pa-
cientes ambulatorios que se recogen en una aplicación informática específica.
El sistema de gestión de la información del consumo de medicamentos
financiados dispensados a través de las oficinas de farmacia ha estado hasta
ahora mucho más desarrollado frente al consumo en el ámbito hospitalario y,
de hecho, la información desglosada sobre el gasto farmacéutico se centraba
en los datos procedentes de las oficinas de farmacia. Esto motivó que se haya
dedicado una especial atención a crear un sistema de Información sobre con-
sumo de medicamentos en la red pública hospitalaria del SNS, para contar
con información actualizada del gasto hospitalario218. De este modo se prevé
que el MSSSI cuente con un sistema informatizado que permita conocer la
evolución del consumo de medicamentos en la red pública de centros hospita-
larios del SNS, y a cuya información del conjunto del SNS puedan tener acceso
electrónico todas las administraciones competentes.
Por lo demás, debe recordarse que dentro de estos sistemas de información
se incluye el Nomenclátor oficial de la prestación farmacéutica, al que se ha
hecho referencia219, y que constituye una base de datos del MSSI en la que se
recogen todos los medicamentos financiados indicando su precios y demás
condiciones de financiación.
8. BIBLIOGRAFÍA
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de la salud y exclusión de la asistencia sanitaria: la crisis económica como
217. Conforme se detallan en el artículo 107 TRLGURM que extiende esta obligación a MUFA-
CE, MUGEJU y el ISFAS, con las salvedades propias de las modalidades asistenciales que les
son propias.
218. En concreto el artículo 15 del Real Decreto 177/2014 se dedica a este sistema de informa-
ción del gasto farmacéutico hospitalario.
219. Vid. supra npp. 81, 82 y 184.
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