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Amor Líquido

Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos

Rodolfo David Avila Barranco 103-B


Ingeniería en Diseño; Pensamiento Filosofico

ZYGMUNT BAUMAN

1.- ENAMORARSE DESENAMORARSE

El amor, al igual que la muerte, solo se produce una vez. Y cada vez empieza desde el principio. “El amor y la muerte no
tienen historia propia”, es decir no siguen una evolución en el tiempo relacionada con la historia de la humanidad sino que
son acontecimientos no conectados a otros acontecimientos similares.

No se puede aprender a amar, igual que no se puede aprender a morir y escapar de ello, no sabemos el momento en el que
caerán sobre nosotros. Aparecerán de repente en nuestra vida cotidiana y después trataremos de buscar los antecedentes
que den sentido al acontecimiento. Eso es necesario para nuestra confianza en que podemos prever los hechos que
acontecen en nuestra vida, algo vital para nuestra cordura.

Podemos enamorarnos varias veces a lo largo de nuestra vida pero eso se debe a que los estándares de lo que
consideramos amor son muy bajos, por eso, las experiencias definidas como “amor” se han multiplicado. Esto lleva a
pensar que el amor es una destreza que se puede aprender y mejorar. Pero no se puede aprender a desempeñar una
actividad que carece de reglas invariables y que es inestable.

Amar es desear “concebir y procrear” y por eso el amante “busca y se esfuerza por encontrar la cosa bella en la cual pueda
concebir”. El amor encuentra su sentido en el impulso a participar en la construcción de algo. Es una especie de impulso
creativo. En el amor ha de haber dos seres y cada uno es la incógnita de la ecuación del otro.

Esto hace que el amor parezca un misterio. En nuestra sociedad de consumo, el amor es como un producto más y de él se
esperan resultados sin esfuerzo.

La muerte del amor se produce al querer eliminar la dualidad, al tratar de dominarlo y hacerlo previsible. El amor lucha
contra la precariedad y la incertidumbre y cuando lo consigue, empieza a marchitarse y desaparece. Las relaciones no son
más que inversiones en las que se han puesto tiempo, dinero y esfuerzos con la esperanza de obtener ciertos beneficios
como seguridad y gratificación. Pero como toda inversión también tiene ciertos riesgos y nadie puede asegurar nada a
largo plazo.

Existen dos perversiones: Tratar de complacer siempre al otro; querer cambiar a la gente; el problema es que ambas
perversiones suelen ser hijas del amor.

En la grandeza de la persona que hemos elegido como pareja, vemos reflejado nuestro amor a nosotros mismos. En la
persona amada podemos pintar nuestra perfección, pero también podrían aparecer manchas y borrones.

Hay que reparar y volver a pintar continuamente, y ese esfuerzo es también un acto amoroso y una liberación de energía
creativa.

“Las relaciones de bolsillo” son las que uno saca cuando las necesita, son breves y agradables. Son la encarnación de lo
instantáneo y descartable. Este tipo de relaciones requiere unas condiciones:
- Embarcarse en la relación con total conciencia y claridad (nada de enamorarse).

- Mantener las cosas en ese estado (no dejar que lleguen las emociones).

“Vivir juntos” representa un buen vinculo de afinidad para la moderna sociedad liquida porque no implica permanencia ni
compromiso.

2.- FUERA Y DENTRO DE LA CAJA DE HERRAMIENTAS DE LA SOCIALIDAD

En este capítulo hace referencia a diferentes estudios en la materia como es el caso del famoso sexólogo Sigusch, o a
clásicos como Kafka, y Lévi-Strauss. Podemos destacar algunas de las ideas más interesantes de este capítulo.

“Deseo sexual del ser humano como una de las inclinaciones más irrefutables, obvia e inequívocamente social. Intima
cooperación de naturaleza y cultura en todo lo que se refiere a lo sexual”

Analiza como en la sociedad en la que vivimos “la sexualidad ha dejado de ser promesa del posible placer y la felicidad, y
por el contrario nos augura opresión, desigualdad, violencia, abuso e infección.”. Y esto sucede en diferentes aspectos de
las relaciones íntimas y por diferentes causas:

- “los encuentros sexuales se han vistos despegados de la paternidad y la maternidad, por ello en la actualidad, la medicina
compite con el sexo por el dominio de la reproducción. Los logros que ha conseguido la medicina en esta materia hace
que en este mercado de la sociedad de consumo, la gente puede “elegir un hijo de un catálogo con atractivos donantes”
(Volkmar Sigusch).

- El autor también explica como el sexo se ha ido separando de otros aspectos de la vida; se espera que el sexo sea
autónomo, que se sostenga por sí mismo, y es solo valuable en relación a la gratificación que aporte, que en general no
llega a colmar las expectativas que los medios nos prometen, con lo que provoca frustración más que otra cosa.

El sexo despojado de su antigua posición, cristalizo la terrible incertidumbre que habría de convertirse en la mayor
pesadilla de la moderna vida liquida. Y cita a Milan Kundera cuando dice que la unión sexual es un episodio, y un
episodio “no es ni una consecuencia inevitable de una acción precedente, ni causal de lo que sigue”..

“Los celulares ayudan a estar conectados a los que están a distancia. Los celulares permiten a los que se
conectan...mantenerse a distancia”

En esta parte Bauman hace referencia a John Urry cuando señala que “las relaciones de coopresencia implican siempre
cercanía y lejanía, proximidad y distancia. Separación definitiva entre lo “físicamente distante” y lo “espiritualmente
remoto”. Los teléfonos móviles vienen a señalar nuestra separación definitiva de un espacio. La proximidad ya no implica
cercanía física; pero la cercanía física ya no determina la proximidad. La proximidad virtual hace de las conexiones
humanas algo a la vez más habitual y superficial. Pareciera ser que el logro fundamental de la proximidad virtual es haber
diferenciado a las comunicaciones de las relaciones.

Las citas por Internet tienen ventajas que los encuentros personales no tienen, en estos últimos una vez “roto el hielo” este
seguirá roto y para siempre. Por Internet siempre tienes la opción de eliminar, borrar y volver a empezar dentro de la gran
oferta de internautas que te ofrece la red, no hay obligación de compra. Interne también te permite citarte sin sufrir
repercusiones en el mundo real

La gente que se las arregla para producir lo que necesita para sostener su estilo de vida y, por lo tanto, no necesita realizar
visitas periódicas a los comercios son entonces personas que “viven al día”, su existencia solo cobra sentido por lo que les
falta. El único personaje que es digno de la atención de los teóricos es el homo economicus, ese actor solitario,
autorreferente y solo preocupado por sí mismo que busca el trato más ventajoso y se guía por sus “elecciones racionales.”
El homo economicus y el homo consumens son hombres y mujeres sin ataduras sociales. Son los miembros ideales de la
economía de mercado.
3.- SOBRE LA DIFICULTAD DE AMAR AL PRÓJIMO

Bauman comienza este capítulo diciendo que la frase “ama a tu prójimo como a ti mismo” es fundamental en la vida
civilizada pero también es opuesta a su razón (basada en el auto interés y la búsqueda de la propia felicidad). Pero es
absurdo amar al prójimo por el sencillo hecho de ser nuestro prójimo, aunque no lo merezca y sin saber si esa persona te
ama a ti. Con este mandamiento el hombre, al aceptarlo, acepta su fe y esto es algo que le distingue de los demás
animales.

Ese precepto acepta de manera natural el amor a sí mismo, como algo que siempre estuvo ahí. Y el amor a sí mismo es un
rasgo de supervivencia natural. Por eso, al amar al prójimo la supervivencia humana se distingue de la natural.

El amor a uno mismo lleva a aferrarse a la vida. La supervivencia animal puede conseguirse sin el amor a uno mismo. Ese
amor también puede provocar un rechazo a la vida porque la personalidad que amamos no es la que queremos amar y eso
conduce a querer rebelarse contra esa vida. Lo que buscamos es ser amados, ser “objetos dignos de amor”. Por eso, para
sentir amor por nosotros mismos necesitamos ser amados. Si nos niegan el amor aumenta en auto aborrecimiento. Si
amamos al prójimo como a nosotros mismos significa que el prójimo también es un objeto digno de amor y, por tanto, se
respeta el carácter único de cada uno.

En el mundo actual, el grado de inhumanidad de las guerras se mide por el número de víctimas que ocasiona. Es decir, es
una simple medida cuantitativa. Bauman dice que ningún sufrimiento ni dolor pueden tener una excusa o una
justificación, no puede ser “un precio que valga la pena pagar”. Jamás se podrán justificar la humillación o la negación de
la dignidad humana porque esto desacredita el valor de cualquier causa. Pero parece que no es posible crear un mundo
hecho a la medida de la dignidad humana porque el mundo que ya existe está construido por gente que no está
acostumbrada a respetar esa dignidad. Bauman añade que una de las lecciones más horribles del Holocausto es la del
derecho del más fuerte y el más ingenioso para hacer todo lo posible por sobrevivir a los más débiles.

Bauman también se refiere a las relaciones personales y dice que el compromiso en las relaciones actuales, sobre todo el
compromiso incondicional, debe evitarse. Las cosas están bien cuando se mantienen frías. Invertir sentimientos profundos
en la relación es correr un gran riesgo porque una persona se puede convertir en alguien dependiente de su pareja.
Además, puede que esa dependencia no sea correspondida (es decir, uno está “atado” y el otro es libre). Este tipo de
pareja ha sustituido a la del tipo “hasta que la muerte nos separe”. Pero no sólo las relaciones de pareja sino todos los
vínculos sociales se caracterizan por su fluidez, fragilidad y transitoriedad, sobre todo en las relaciones profesionales.

En el mundo actual la confianza no encuentra modo de arraigar. No hay manera de encontrar un punto de referencia en el
que poder confiar y no tener que estar en un estado de vigilancia permanente. Está claro que las reglas y los lazos son
frágiles y volubles.

Antes existía un conocimiento inmediato y cara a cara del sufrimiento y el dolor producidos por la acción (fuese de la
naturaleza que fuese). Ahora, la crueldad y la miseria se encuentran distantes y están mediatizadas. Lo que vemos y lo que
podemos cambiar están muy separados y esto provoca que aumente la incertidumbre que surge en todas las elecciones
morales, de manera que no llegamos a actuar.

Las condiciones en las que actuamos son globales pero las instituciones políticas siguen siendo locales y por eso, su poder
de actuación es insuficiente. La política se va haciendo cada vez más local y parece que sólo podemos actuar a ese nivel.
Las ciudades convierten en locales problemas que son globales, es decir, se buscan soluciones locales a problemas
globales.

Todo esto conduce a la “mixofobia”, una reacción a la creciente variedad de tipos y estilos de vida que coexisten en las
ciudades contemporáneas. Por ello, tratan de crearse “comunidades de semejantes”, como una especie de refugio. Una de
las consecuencias de ello es que los extraños son cada vez más extraños y el hecho de estar con ellos cara a cara puede
resultar aterrador.
4. LA UNIÓN DESMANTELADA

El fantasma de la xenofobia aparece de nuevo, las sospechas antiguas y las modernas se han mezclado y combinado con la
sensación de inseguridad y la desprotección de nuestra moderna existencia liquida.

Los individuos buscan a quien culpar de sus padecimientos por los interminables exámenes de actitud y la precariedad de
sus suertes. Por esto se llega a que los causantes de la inseguridad son los extraños y que encarcelando y deportando a los
extraños se recupera la seguridad robada.

Los políticos por su parten siguen el juego por temor a la inseguridad. En los países democráticos es una carta de triunfo
la promesa de “más cárceles, más policías, condenas más largas” con un juramento de “no a la inmigración, no al derecho
de asilo, no a la naturalización”. Culpar a los inmigrantes del malestar social se va convirtiendo en un habito global.

Durante la mayor parte de la historia moderna la acumulación de sobrantes se neutralizaban gracias a otra invención
moderna: la industria de eliminación de desechos, dónde grandes sectores del planeta se transformaban en grandes
basurales. En la actualidad estos espacios se están agotando, son escasos, mientras que la producción de sobrantes bate
record.

Según Kant tarde o temprano no abra ni un rincón de espacio libre y los espacios donde nos pudiéramos sentir cómodos
estarán colmados.

Muy ocupado concertando el matrimonio de la nación con el Estado, del Estado con la soberanía, y de la soberanía con
territorios de fronteras selladas, el mundo parece diferir de lo que Kant dibujara. El mundo ha estado ocupado en hacer del
control de los movimientos humanos la única prerrogativa de los poderes del Estado, se ha ocupado de levantar barreras
contra los movimientos no controlados.

A lo largo de la era moderna se trazó un límite entre lo humano y lo inhumano en la actualidad se trata de un límite entre
los ciudadanos y los extranjeros.

El estado- nación se convierte en una trinidad formada por territorio, estado y nación, esta trinidad fue producida por un
accidente histórico producida en una pequeña parte del planeta, pero suficientemente grande y con recursos para convertir
al resto en periferia y establecer las reglas en el que la periferia debe vivir.

Durante los doscientos años de la historia moderna se aceptó que “las personas desplazadas” (refugiados, emigrantes...)
eran asunto del país anfitrión y fueron estos los que se ocuparon. Las opciones disponibles para el problema de los
extranjeros son dos: La solución antropofágica: “comerse a los extranjeros” y la otra La solución antropoémica: “vomitar
a los extranjeros “es decir, rodearlos y expulsarlos.

Cada vez más los refugiados se encuentran en medio de un fuego cruzado ya que son expulsados por la fuerza de sus
países de origen, pero se les niega la entrada en cualquier otro.

A su vez los “inmigrantes económicos”( las personas que eligen marcharse de su lugar e origen para poder subsistir) son
condenados abiertamente por los gobiernos que se desviven por hacer de la flexibilidad laboral la virtud de su electorado,
a la vez que exhortan a los desempleados autóctonos a que se vayan allá donde haya demanda laboral.

La permanencia de la transitoriedad, la durabilidad de lo efímero, la determinación objetiva que no se refleja en la


consecuencia de las acciones, el rol social subdefinido o la existencia sin el anclaje de un rol social definidos, son rasgos
interrelacionados de la moderna vida liquida, que aparecen en la extraterritorialidad territorialmente fija de los campos de
refugiados con mayor claridad que ningún otro segmento de la sociedad contemporánea.

La continua falta de control de la red global de dependencias mutuas y la vulnerabilidad mutuamente asegurada no nos
acerca a la unidad del ser humano. Esto significa que hoy más que nunca es urgente una búsqueda de la humanidad en
común y de las acciones que se desprenden de ella.

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