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El control Constitucional.

El control constitucional, es el que realizan los órganos destinados para este efecto, como lo son:
la Corte de Constitucionalidad, la Comisión de los Derechos Humanos, del Congreso de la
República, y el Procurador de los Derechos Humanos, para proteger a las personas de las
violaciones de sus derechos, cuando quien los viola es el Estado. “El control de constitucionalidad
de las normas de un ordenamiento jurídico puede definirse desde dos perspectivas:

a) En función del órgano que lo realiza, como difuso o concentrado;

b) En función de la forma en que realiza el juicio de constitucionalidad, como abstracto o


concreto”

Constituye un control difuso de constitucionalidad aquél que puede ser realizado por cualesquiera
órganos jurisdiccionales, frente al modelo de control concentrado en que un único órgano con
jurisdicción sobre todo el territorio del estado ostenta la potestad de enjuiciar la
constitucionalidad de una norma. Constituye un control concreto de constitucionalidad aquél que
se realiza considerando la aplicación de la norma a un caso concreto, procediendo -una vez
apreciada la inconstitucionalidad- a la inaplicación de la misma, frente a un control abstracto en
que la norma es enjuiciada tomando en consideración todos los casos posibles, y procediendo
-una vez apreciada la inconstitucionalidad- a la declaración de nulidad erga omnes de la misma.

Los ordenamientos jurídicos, en general emplean combinaciones de estos cuatro modelos,


anteriormente anotados.

Aspectos doctrinarios Tratar sobre la naturaleza de un tribunal o corte constitucional implica


abordar básicamente dos temas:

a) Independencia de la magistratura; y,

b) Órgano jurisdiccional especializado. Antes de abordar específicamente estos puntos conviene


recapacitar, de manera general, sobre la razón de ser de un Tribunal Constitucional, y nos
encontramos con un órgano constitucional del Estado, es decir, su partida de nacimiento se
establece en la ley fundamental, lo cual no puede ser de otra manera por la naturaleza de sus
funciones que transcurren en dos ámbitos: Ser defensor de la propia Constitución, y protector de
los derechos fundamentales de los ciudadanos como objetivo prioritario del Estado. a)
Independencia de la magistratura Al hablar de la independencia del Tribunal Constitucional es
indispensable abordarla desde dos puntos de vista: Una externa y otra interna. En el ámbito
externo, el Tribunal Constitucional es independiente de cualquier otro órgano del Estado, y en
tanto se refiere a su naturaleza exclusivamente jurisdiccional, se somete solamente a la
Constitución como el cuerpo que contiene las normas sustantivas de su mandato, y a su Ley
Orgánica que establece las normas adjetivas que dirigen el procedimiento de su actividad.

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