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Los Que Pasaron Por Hollywood 1049063
Los Que Pasaron Por Hollywood 1049063
La segunda parte de este trabajo contiene información biográfica del centenar aproximado de actores y
escritores españoles que pasaron por Hollywood en los años treinta, así como de aquellos otros que ya no
regresaron. Dicho apartado bio-filmográfico ha sido redactado por Juan B. Heinink, a partir de las
investigaciones llevadas a cabo en estrecha colaboración con Robert G. Dickson, cuya asistencia
permanente desde Los Ángeles resulta imprescindible para desarrollar cualquier proyecto relacionado con
esta materia.
La edición de Los que pasaron por Hollywood en formato de libro, publicada en otoño de 1992 por la
empresa madrileña Verdoux S.L. (I.S.B.N. 84-604-4267-5), no se encuentra disponible desde que dicha
editorial anunció el cese de su actividad comercial. Los titulares de la obra jamás han recibido
información sobre el número de ejemplares vendidos, ni tampoco liquidación alguna de los derechos de
autor u otro tipo de compensaciones, por lo que se consideran libres de compromisos adquiridos con
anterioridad para ponerla de nuevo a disposición de los interesados en este apartado de la Historia del
Cine, una vez revisado su contenido y adaptado a soporte electrónico.
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respetando las leyes internacionales que regulan los derechos de la propiedad intelectual, porque, en caso
contrario, antes o después, las prácticas ilícitas y los infractores serán denunciados ante la opinión
pública.
Se advierte a quienes accedan por primera vez a esta aplicación que para evitar posibles interpretaciones
erróneas es aconsejable la lectura previa de los ficheros denominados «Prólogo» (Parte 1) e
«Introducción» (Parte 2), y si además desean ponerse en contacto con Juan B. Heinink y Robert G.
Dickson, o adquirir ejemplares de su libro Cita en Hollywood: Antología de las películas
norteamericanas habladas en español (I.S.B.N. 84-271-1677-2), pueden hacerlo a través de:
Parte 1
Los que pasaron por Hollywood
entrevistados por Florentino Hernández Girbal
Prólogo
Manuel Arbó
Miguel Ligero
Fortunio Bonanova
Ernesto Vilches
Roberto Rey
Edgar Neville
Carmen Rodríguez
José Nieto
Juan de Landa
Catalina Bárcena
Julio Peña
«Tono» Lara
Rafael Rivelles
Andrés de Segurola
Luana Alcañiz
José Crespo
Parte 2
Introducción
María Alba
Salvador de Alberich
Luis Alberni
José Alcántara
Amadeo Alcañiz
Luana Alcañiz
Marina Alcañiz
Pablo Alvarez
Manuel Arbó
Conchita Ballesteros
Rosita Ballesteros
Catalina Bárcena
Angelita Benítez
Fortunio Bonanova
Rafael Callol
Ricardo Callol
María Calvo
Rafael Calvo
Anita Camargo
Jack Castello
Matías Cirici-Ventalló
Julita Comín
José Crespo
Xavier Cugat
Antonio Cumellas
Ana María Custodio
Juan Duval
Jinx Falkenburg
Martín Garralaga
Rosita Granada
Carmen Jiménez
Soledad Jiménez
Juan de Landa
«Tono» de Lara
Carmen Larrabeiti
Emilia Leovalli
Miguel Ligero
Filomena Liñán
Matilde Liñán
Luis Llaneza
Paco Madrid
Luis Montes
Antonio Moreno
Paco Moreno
Elvira Morla
Edgar Neville
José Nieto
Manolo Noriega
Valentín Parera
Manuel París
Julio Peña
Ramón Pereda
Benito Perojo
Félix de Pomés
Alfonso Quintana
Roberto Rey
Rosa Rey
Rafael Rivelles
Carmen Rodríguez
Jaime Salvador
Lita Santos
Andrés de Segurola
Enriqueta Soler
Romualdo Tirado
Fernando G. Toledo
María Tubau
Eduardo Ugarte
Rafael Valverde
Antonio Vidal
Ernesto Vilches
Carlos Villarías
Julio Villarreal
Miguel de Zárraga
Indice de películas
Los que pasaron por Hollywood
por Florentino Hernández Girbal
Mientras escribía, volví la vista hacia la ventana de mi estudio, atraído por el bello crepúsculo que mostraba su
telón escenográfico tras el verdor de la Moncloa. Entonces vi mi imagen reflejada en el cristal, entre los rojos
ardientes y los rosas suaves de la tarde declinante. Pude comprobar que mi propio rostro me miraba fijo. Y escuché
la voz, que era la misma, en tono quedo, como si llegase lejana, pero reconocible.
-Así es -contesté abandonando la pluma-, pero, ¿qué puedo decirte que tú no sepas, si
llevamos unidos nada
menos que noventa años?
-Muchas cosas han pasado desde entonces; unas buenas, otras malas, algunas malísimas, y las
más, regulares,
claro está, en lo que a mí y a ti se refiere.
-Supongo que como le sucede a todo el mundo. El tiempo pasa sobre nosotros, o mejor dicho,
nos traspasa y, al
igual que las serpientes, mudamos varias veces de envoltura, según la ciencia.
¿A que tú no te sientes el mismo de
hace veinte, cuarenta o sesenta años?
-Por sabido se calla. Lo que antes me divertía, ahora me aburre, y lo que estimaba baladí ha
cobrado para mí
sorprendente importancia. Conforme evoluciona la vida, lo hacemos también
todos. Pero conservo inalterable la
parte más noble de mi ser, que no envejece: el pensamiento.
A lo largo de todos los avatares que la existencia
conlleva, nada ni nadie ha podido doblegarlo.
Sigo -con palabras de Shakespeare, y en buena hora lo diga- «fiel a mí
mismo». Y fiel a los
demás, a las ideas, a los amigos y al matrimonio.
-Bueno, aparte de todo esto, que importa poco o nada y sé de corrido, dime, ¿por qué razón
has decidido exhumar
aquella serie de entrevistas que publicaste antes de nuestra guerra y el
estruendo de las armas interrumpió?
Florentino Hernández Girbal (1992).
-Te lo voy a decir: porque el amigo J. B. Heinink lo ha querido. Tal vez haya creído
conveniente reunirlas en este
tomo con destino a los futuros historiadores de nuestro cine y que
de algo sirvan.
De momento no contesté. Me entretuve en jugar con la pluma entre los dedos, como si me
molestara aquel
interrogatorio. Luego, pensé que no podría resistirme a él y respondí:
-Y muy breves. Ten en cuenta que entonces no existían las grabadoras. Yo me reunía con el personaje,
charlábamos mientras comíamos o tomábamos café y, a continuación, antes de que la impresión reciente se
debilitara, reproducía en casa lo que juzgaba esencial, fiado de mi buena
memoria. Y he de decirte que ninguno
rectificó lo que de él escribí.
-Algo así.
-Pero la serie de «Los que pasaron por Hollywood» no sólo la escribiste tú, sino que también
colaboró el
periodista Joaquín Zaldívar.
-Sí. Joaquín era un buen aficionado al cine. Y le conocía muy bien, ¡como que era yo mismo!
Pero esto tiene su
explicación. Había números de CINEGRAMAS en los que coincidían varios
artículos míos, y para no dar la
sensación de que la revista estaba escasa de plantilla, firmaba
unos con mi nombre completo, otros con mis iniciales,
y algunos como Joaquín Zaldívar; es un
nombre supuesto que se me ocurrió.
La conversación no acababa de agradarme. Era como mantener un diálogo que fuera a la vez
imposible
monólogo. Una sola voz en igual tono. ¡Qué extraño me resultaba todo esto! No
obstante, seguí:
-Mira: Toda una tarde estuve charlando de mil cosas con Ernesto Vilches, y cuando se publicó la entrevista, vino
al Cine Fígaro, que yo dirigía, para darme las gracias. Luego, ante mí, abrió la revista que llevaba en la mano y, con
su arte de gran actor, no leyó, sino que declamó el texto. El único espectador de aquella inesperada representación
fui yo. A partir de entonces nos hicimos muy amigos. Luego supe de su muerte en Barcelona, atropellado por un
vehículo cuando salía del Café de la Luna. Lo sentí sinceramente. Con él se iba el Rubio de La malquerida, el chino
de Wu Li Chang, el yanqui de El amigo Teddy, y tantos personajes inolvidables. Me regaló una
fotografía dedicada,
vestido para la película Cascarrabias, con un cigarrillo entre los dedos y
apoyado en una de las paredes del estudio.
Sobre su cabeza tenía el letrero «No Smoking», y él
había escrito al pie: «¡Soy español!».
-Sí, de forma parecida lo demostramos muchas veces. Antes de que se me olvide quiero
preguntarte: ¿Tú tenías
una lista de los españoles que estuvieron en Hollywood?
-Naturalmente, y siguiéndola fui localizando a unos y a otros a lo largo de las semanas. Con
los que volvieron a
Madrid la cosa fue fácil. Otros se hallaban fuera, trabajando en el cine o en
el teatro, y en tal caso tuve que buscar
una oportunidad. Pero, en fin, la cosa no presentó
demasiados obstáculos.
-Por galantería, y porque es verdad, me veo obligado a decir que las señoras. Rosita Díaz era
por aquellos días
una jovencita llena de encanto; Catalina Bárcena una dama distinguidísima y
muy inteligente; Ana María Custodio,
además de belleza, también tenía talento, y a Carmen
Rodríguez la encontré muy simpática y jovial.
-No; porque, como sabes, tuve que vivir en la clandestinidad después de abandonar las
prisiones franquistas. Mi
nombre había sido proscrito y las puertas de todas las publicaciones me
fueron cerradas. Aunque me las hubieran
abierto, yo, por fidelidad a mí, como antes dije, no
podía ni debía traspasarlas. Por eso estuve quince años sin
escribir una línea, dedicado a mil
cosas, según tú conoces. Se imponía el primum vivere clásico. Luego, me olvidé
del cine y continué la serie de biografías de personajes españoles iniciada en 1931, que ahora, en estos
momentos,
acabo de completar con el tomo dedicado al gran músico madrileño Federico Chueca.
-Pero en esta recopilación de entrevistas figuran veintitrés, tres más de las veinte que entonces
publicaste.
-Sí, las he escrito ahora, porque tenía mucho interés en que José Crespo, Luana Alcañiz,
Conchita Montenegro y
Andrés Perelló de Segurola no faltaran. Méritos les sobran para ello.
-¡A ver, a ver! ¿Cómo es eso de que las has escrito ahora?
-Por la sencilla razón de que entonces no pude hacerlo. Mira: A Pepe Crespo lo encontré en
Murcia, con tantos
años como yo, durante el homenaje que me hizo la Asociación Española de
Historiadores del Cine, ya que soy
decano de ellos, no por mis méritos sino por mi edad; a Luana
Alcañiz no pude verla porque falleció el 24 de julio de
1991, pero su esposo me dio algunos
datos; a Perelló de Segurola pude armar la entrevista gracias a recortes de
prensa y referencias
de aquí y de allá, y a Conchita Montenegro...
Me detuve unos instantes. Mi otro yo, que advirtió la duda, y como dejaba en suspenso la
frase, dijo:
-Pues no pasó nada porque, pese a mi interés con cartas y llamadas, pareció no mostrar el
menor deseo de figurar
en este libro. El silencio más absoluto fue su respuesta. Por lo que pude
deducir, ha roto voluntariamente con su vida
artística y en modo alguno quiere referirse a ella.
-Aparte de ella, ¿no te han quedado por ahí rezagados otras actrices o actores?
-Sí, sobre todo, quien era una verdadera institución en Hollywood. Me refiero al magnífico secundario Luis
Alberni, especialista en tipos latinos, que tomó parte, siempre con acierto, en muchísimas películas junto a las más
famosas estrellas. Fortunio Bonanova me habló de él. Otro, digno de figurar en estas páginas, cuyo rastro perdí, es
Antonio Vidal, compañero de Segurola en la escena y en el cine. Había sido bajo del Teatro Real y, según creo,
padre de un famoso abogado de los años treinta: Antonio Vidal y Moya. También me quedé con ganas de incluir a
dos figuras importantes de los musicales de la Metro: Xavier Cugat y José Iturbi. Y a María Fernanda Ladrón de
Guevara, y a Valentín Parera, fugaz galán del cine español que tuvo la suerte de casarse con la cantante de ópera
Grace Moore, y a la magnífica María Luz Callejo, y a un español que brilló en el cine norteamericano: Antonio
Moreno. Y mira como las circunstancias juegan a veces con nuestros deseos. Finada la contienda civil, en plena
represión, vine a coincidir en el Penal de Ocaña con Baltasar Fernández Cué, convertidos ambos en penados, tras
haber
comparecido ante sendos Consejos de Guerra que nos condenaron a penas terribles. Durante el
tiempo que allí
permaneció, que fue corto, hablamos de muchas cosas en largos paseos por el
patio, entre hambre y piojos. Y
entonces no se me ocurrió hacerle la entrevista que en su día tenía
prevista. Bien que lo siento ahora. ¡Cómo podía
pensar en tan dramáticos momentos que las que
escribí cuando aún reinaba la paz pudieran ofrecer hoy interés!
-Bien, pues baste lo dicho como ilustración para el lector, y justificación de tus propósitos y
de las ausencias. No
todo ha de salir siempre a medida de nuestros deseos.
Mi otra voz calló y la imagen desapareció al encender la luz que tengo sobre la mesa de
trabajo. Tras la ventana,
el crepúsculo, antes esplendoroso, se había deshecho entre las sombras
del anochecer. Entonces pensé, invadido por
una inmensa tristeza:
-La gran mayoría de los personajes que figuran en este libro, ya no existen. Vaya para ellos
mi más emocionado
recuerdo.
Y por un momento, me los imaginé tal como eran cuando los conocí.
1992
Sería curioso para los aficionados -nos decía no hace mucho tiempo una bella lectora-
conocer, por los artistas
españoles que trabajaron en Hollywood, sus andanzas por la Meca del
Cine, las ilusiones que allí les empujaron, las
luchas de aquellos momentos y, ¿por qué no?, sus
ratos amargos y sus horas felices entre las luces del Estudio, frente
a la cámara que habría de
multiplicar su imagen por todas las pantallas de habla española.
-Sería curioso, cierto es -respondí-, y voy a intentarlo recogiendo su iniciativa; pero ya que
usted, como buena
aficionada, piensa en lo que puede interesar a los lectores, ¿por qué no señala
usted misma a los artistas que he de
entrevistar?
-Encantada. Precisamente casi todos los actores que la fiebre de las versiones españolas nos
arrebató se
encuentran ahora en Madrid. Entre ellos, pueden contar cosas muy interesantes a los
lectores de CINEGRAMAS
Miguel Ligero, Ana María Custodio, Rafael Rivelles, María
Fernanda Ladrón de Guevara, Manuel Arbó, Roberto
Rey, Carmen Larrabeiti y algunos más.
-Sí, señor. ¿Por qué negarlo? Aunque su nombre no haya alcanzado la ruidosa popularidad
de otros, todas las
intervenciones que ha tenido en las películas españolas realizadas en
Hollywood son acertadísimas. Recuerde la
extraordinaria creación que hizo caracterizando el
detective chino Charlie Chan, en Eran trece, con Ana María
Custodio; la de Charlie Yong, en
Oriente y Occidente, con Lupe Vélez; la de Pancho, en El dios del mar, con
Rosita Moreno;
la del gran duque, en Hay que casar al príncipe, con José Mojica, y otras muchas en
Cheri-Bibi,
El Código Penal, ¿Conoces a tu mujer?, etc.
-Efectivamente, Arbó es uno de los pocos actores que se han olvidado del teatro al hacer
cinema, y todos sus
personajes han sido en esos films modelo de sobriedad, de arte, componiendo
el tipo exactamente y dándole todos
los valores, todas las calidades que él requería. Yo también
creo, con usted, que es uno de los buenos actores con que
cuenta el cine español.
-Sin embargo, después de llegar a España, ha logrado hacer escasa labor: el obispo de La
traviesa molinera y
alguna otra cosa; pero en conjunto, poco. Los directores de casa no han
querido ver las grandes condiciones de este
actor o desconocen su trabajo.
-Pues veré a Manuel Arbó. Así quedará usted complacida, e inaugurada, al mismo tiempo,
esta Sección, que
titularemos «Los que pasaron por Hollywood». ¿Le gusta?
-Se lo prometo.
* * *
Frente a mí el rostro redondo, sonriente y como de niño grande, de Manuel Arbó. Yo tenía una
idea muy
equivocada de este actor. A través de tantas y tantas caracterizaciones, primero en el
teatro y luego en el cine, me lo
había figurado más viejo, mucho más viejo de lo que es en
realidad.
-No es usted el primero que me lo dice. Tengo treinta y seis años; de forma que aún puedo
presumir de joven.
-¿Madrileño?
-Yo recuerdo haberle visto a usted, hace ya mucho tiempo, con la Compañía de Ernesto
Vilches.
-Exactamente. Con él empecé en el hoy Teatro María Isabel, y he trabajado a su lado durante
bastantes años,
recorriendo América de punta a punta cuatro veces. Así, casi puede decirse que
la mitad del tiempo lo he pasado
viajando.
-Al ponerme en camino luchaban conmigo la ilusión y el temor. Ilusión de triunfos, temor de
no lograr pisar
jamás las puertas de un Estudio. Habían comenzado a realizarse las primeras
versiones españolas, y yo me creía con
entusiasmo y condiciones para trabajar; pero la
desesperanza hacía presa en mí muchas veces. ¡Así llegaban a
Hollywood todos los días hombres
y mujeres de las cinco partes del mundo! ¡Creyendo hacer suya la ciudad soñada
al pisar por
primera vez sus avenidas! El deseo de matar ese temor me dio fuerzas. Además, allí necesitaban
actores
españoles; siempre los preferirían a los suramericanos. Y así, un buen día, llegué a
Cinelandia, anunciando mi
llegada a Julio Villarreal y a Ernesto Vilches, que trabajaban ya en
los Estudios.
-Me consiguió una prueba para la Fox. Usted ya sabe que las pruebas, tal como generalmente
se realizan, hacen
fracasar a muchos actores de talento. Se encuentran de pronto ante la cámara,
aislados, nerviosos, intentando vivir
una escena que no sienten, un momento al que le falta calor,
y no dan más que una idea pálida de lo que en realidad
pueden hacer. Presintiendo yo este peligro
para mí, y contando con la audacia de mi manager, conseguí que nos
montaran un trozo de
decorado con objeto de representar ante la cámara una escena entera. Elegí para ello un
momento
de la comedia El séptimo cielo, que la Fox había llevado a la pantalla años antes, y que yo había
representado, con Vilches, en muchos escenarios de América. Pedí a mis compañeros y amigos
Angelita Benítez y
Soriano Viosca que me ayudaran interpretando dos personajes; ensayamos
unas cuantas veces, y nos pusimos frente
al micrófono.
-¿Resultó bien?
-Mi manager me dio la impresión de los directivos del Estudio. Al visionar las pruebas
realizadas y llegar el
turno a la mía, quedaron sorprendidos. «¿De qué película son estas
escenas?», preguntaron. «De ninguna», les
respondieron. «Es la prueba de un actor español».
-Sí. Hice dos o tres películas cortas con la Fox; pero en seguida alcancé algo mejor: un
contrato ventajoso con la
Paramount. Allí hice El dios del mar, con Rosita Moreno y Ramón
Pereda, y El príncipe gondolero, con la misma
actriz y Roberto Rey, a quien yo recordaba del
Teatro Apolo, de Madrid, cuando estrenó Don Quintín el amargao, y
se llamaba Roberto Iglesias.
-¡Segurola y usted componían una pareja muy graciosa, haciendo aquellos dos padres tan
cómicos!
-¿Y luego?
-Luego, a esperar otro film. Fue éste Oriente y Occidente, para la Universal, y lo interpretaba
Lupe Vélez. En
los Estudios de Carlos Laemmle me sucedió una cosa curiosa. El director de
Oriente y Occidente, a quien, por lo
visto, no caí simpático, me rechazó al presentarme a él,
tratándome, además, de forma despectiva. Buscaba un actor
para hacer el Charlie Yong de dicha
película, por haber rescindido el contrato a uno mejicano, que comenzó a
hacerlo; y luego de
probar a varios actores, terminó por llamarme a mí, de muy mala gana, claro es. Yo acudí al
Estudio con las precauciones consiguientes. De forma no muy correcta me explicó las
características de mi
personaje, y pasé al camerino. Allí me tenían ya preparada la ropa de Jean Hersholt, el actor que interpretaba el
personaje en la versión inglesa. Me vestí, y dio la casualidad de que todo me estaba como propio: la camisa, la
americana, los zapatos... Antes de entrar al maquillador observé que éste estaba furioso por las veces que inútilmente
había tenido que
caracterizar a actor tras actor para el mismo tipo. Le hablé en español, naturalmente, de una
forma
tan expresiva que sin duda me comprendió. Cuando me levanté del sillón y me miré al
espejo quedé agradablemente
sorprendido. Me había hecho una caracterización maravillosa. Al
salir al set, Lupe Vélez no pudo contener una
exclamación de asombro: «¡Oh, qué bien, qué bien
está!».
Manuel Arbó y José María Linares Rivas en ¿Quién me quiere a mí?
-¿Después de la Universal?
-La Metro, La mujer X, Cheri-Bibi; y luego, con la Fox de nuevo, donde hice Eran trece,
¿Conoces a tu
mujer?, Hay que casar al príncipe y algunas más.
-¿En total?
-Sí. Poniéndome diariamente ocho horas ante los reflectores, y muchas veces, hasta catorce
y dieciséis. ¡Este
trabajo agotador no lo conoce el que sueña con ser artista de cine! El no ve más
que la multiplicación de su figura en
la pantalla, su retrato en las revistas, la admiración de miles
de seres anónimos, la gloria del cine, en una palabra. Lo
que no conoce son las intrigas, los
dolores, el cansancio físico, la miseria y el hambre de Hollywood.
-A propósito de Hollywood, atracción de tantas cabecitas locas, ¿qué impresión tiene de él?
-¿Y ahora?
-Ahora, aquí, trabajando de nuevo en la escena y esperando que los directores me den
oportunidades.
-Eran trece.
-Coincidimos -respondí-. Porque yo también creo que, aparte del marido de ¿Conoces a tu
mujer?, papel de más
dificultades interpretativas, es en el de Charlie Chan de Eran trece donde
tuvo usted más amplio lucimiento.
-Sí. ¡Un tipo exótico se presta a tantas cosas!... Pero nada difícil, créalo.
-No sea modesto. Warner Oland creó ese detective chino en la pantalla; pero usted, al hacer
la versión española,
tuvo un gran triunfo, igualándole en calidad. Ya nadie concebiría a Charlie
Chan en español más que encarnado por
usted.
-Me gustaría, sin embargo, hacer otra clase de papeles. Tengo un horror tremendo a que me
encasillen en tipos
determinados, a que no me crean capaz de hacer más que chinos... El arte del
actor es un campo amplio. Hay que,
por lo menos, intentar recorrerle con fortuna.
-Esas palabras son de un verdadero artista, Arbó. Yo le deseo de todo corazón muchos
triunfos.
* * *
Al día siguiente encontré a mi bella amiga. Caminaba deprisa. Sólo al cruzarnos cambiamos
una palabras.
-¡Ya lo creo!
Y antes de que pudiera contestarla afirmativamente, se perdió entre los coches que llenaban
la Gran Vía.
Cinegramas nº 23
17 de febrero de 1935
F. H.-G.
Datos complementarios. «Cheri-Bibi « (Carlos F. Borcosque, 1931), versión española escrita por Miguel de
Zárraga, basada en el guión del film producido posteriormente en inglés con el título «The Phantom of Paris» (John
Stuart Robertson, 1931). / «El Código Penal» (Phil Rosen, 1931), versión española escrita por Matías Cirici-
Ventalló, basada en el film «The Criminal Code» (Howard Hawks, 1931). / «¿Conoces a tu mujer?» (David Howard,
1931), versión española escrita por Matías Cirici-Ventalló, basada en el film «Don't Bet on Women» (William K.
Howard, 1931). / «El dios de mar» (Eduardo Venturini, 1930), versión española escrita por Josep Carner Ribalta,
basada en el film «The Sea God» (George Abbott, 1930). / «Eran trece»
(David Howard, 1931), versión española
escrita por José López Rubio, basada en el film «Charlie
Chan Carries On» (Hamilton MacFadden, 1931). / «Hay
que casar al príncipe» (Lewis Seiler,
1931), versión española escrita por Matías Cirici-Ventalló, basada en la
adaptación sonora del
film «Paid to Love» (Howard Hawks, 1927). / «La mujer X» (Carlos F. Borcosque, 1931),
versión española escrita por Eduardo Ugarte y José López Rubio, basada en el film «Madame X»
(Lionel
Barrymore, 1929). / «Oriente y Occidente» (George Melford, 1930), versión española
escrita por Baltasar Fernández
Cué, basada en el film «East Is West» (Monta Bell, 1930). / «El
príncipe gondolero» (Eduardo Venturini, 1931),
versión española escrita por Josep Carner
Ribalta, basada en la adaptación sonora del film «Honeymoon Hate»
(Luther Reed, 1927). / «El
séptimo cielo», título de estreno en España del film «Seventh Heaven» (Frank Borzage,
1927).
Apéndice biográfico. José Mojica (1895-1974), actor y cantante, de origen mexicano. Procedente de la Opera de
Chicago, llega a Hollywood en 1930 contratado por la Fox y protagoniza once películas musicales en cinco años,
alejándose gradualmente de toda actividad artística, hasta que ingresa en 1944 en la Orden Franciscana. Reaparece
en el film español «El pórtico de la gloria» (Rafael J. Salvia, 1953) y publica su autobiografía: «Yo pecador...»
(1956). / Rosita Moreno (1908-1993), actriz nacida en México, de padres españoles. Firma un contrato con
Paramount en 1930, tras haber cosechado notables éxitos como bailarina, y durante las dos décadas siguientes
interpreta películas, tanto en idioma castellano como en inglés. Fuera del cine
norteamericano, sólo trabaja en dos
producciones argentinas. / Lupe Vélez (1909-1944), actriz
de origen mexicano. Hace su debut cinematográfico en
1927 con una comedia corta de Charley
Chase, destacando poco después por su fuerte temperamento, tanto en la
pantalla como en su vida
privada, que le acompaña desde el triunfo hasta el fracaso y de los amores tempestuosos al
suicidio.
Precisiones. En el contrato firmado por Manuel Arbó del Val con Fox Film Corporation para
interpretar al
detective Charlie Chan en el film «Eran trece», figura especificado un salario
semanal de 300 dólares, mientras que
unos meses antes el actor Warner Oland había percibido
2.500 dólares por realizar el mismo cometido en la versión
dialogada en inglés y estrenada con
el título «Charlie Chan Carries On». (Fox Legal Files - Special Collections
section of the UCLA
Library)
-¿Ve usted cómo resultó interesante la entrevista con Arbó? -comentó la bella lectora de
CINEGRAMAS que es
en estos reportajes mi orientadora y guía.
-Celebro mucho que le haya gustado -respondí-, y celebraré aún más que las sucesivas sigan
satisfaciendo su
curiosidad; pero me parece que a través de ellas van a sacar los que sueñan con
Hollywood (usted misma acaricia esa
idea en lo íntimo, como toda muchacha bonita y aficionada
al cine) una no muy grata impresión, que quizá derribe
con estrépito sus ilusiones.
-No sé qué responderle -dijo-. ¿Quién no tiene guardado en el pensamiento un bello sueño que
casi siempre se
deshace precisamente al convertirse en realidad? Yo, es cierto, sueño con ello y
no ignoro que la gloria artística sólo
se alcanza tras ruda lucha; pero, ¿por qué no pensar que,
entre tantos, uno puede ser el vencedor? No hay razón para
cobardemente rendirse sin combatir.
-Bien, bien; pues adelante. Ahora, que el deber de todos los que allí llegaron es decir la
verdad, no encubrirla.
Hollywood es cruel, y bajo sus luminarias triunfales asoma el dolor y el
hambre. Ya verá cómo los que pasaron por
él coinciden en esto, eso que ninguno vivió aquella
vida en toda su intensidad.
-Yo no niego que sea así. Para convencerme aún más, sigamos escuchando a los artistas que
tuvieron la suerte de
pisar sus Estudios. Ellos deben ser sinceros y usted tratar de que lo sean.
-Perfectamente. Veamos qué nos dice Ana María Custodio, actriz que usted me ha elogiado
tantas veces.
* * *
El Teatro Lara no podía ser una excepción. Tiene, como casi todos, en el recinto dedicado a
artistas, un pasillo
estrechísimo, en el que no pueden cruzarse dos personas y, a derecha e
izquierda, cuartos y más cuartos. Estos son
dignos de aquél, ahora que con un aspecto de cajas
grandes de cartón. Los actores españoles, acostumbrados a vivir
en camerinos reducidos, hacen
verdaderas filigranas para reunir en espacio tan angosto los mil objetos y chirimbolos
que les son
indispensables. Por ejemplo, en éste de Ana María Custodio -dos metros en cuadro- existen las
siguientes cosas: una mesa que hace de tocador, colmada de cacharros; un armario, una
minúscula chaise-longue,
tres asientos, una repisa con retratos a la altura del zócalo -allí están
los Quintero, el Padrecito, José Mojica, la
propia Ana María, etc.-, y hasta, en un rincón, entre
el armario y la puerta, el estrecho cajoncito de una librería, cosa
rarísima e insospechada en estos
lugares. Pocos volúmenes: una docena escasa. Y revueltos. Al lado del teatro
completo de los
niños sevillanos, el enérgico Dostoiewski; cerca de Benavente, unos clásicos griegos y, con
menor
altura que el resto de los libros, los tomitos rechonchos de varios diccionarios. O sea:
junto a los académicos, el libro
de sus pesadillas, que ellos han de limpiar y fijar. Pues bien;
aunque parezca mentira, con todas estas cosas aún
conseguimos situarnos cómodamente: una
señora amiga de la actriz, Ana María, Del Arco y yo, ambos con abrigo.
Si llega a entrar don
Eduardo Yáñez, tenemos que celebrar la entrevista desde el pasillo, interrumpiendo el ir y venir
de los actores.
Mientras Del Arco, sirviéndose como pupitre de una caja de zapatos, hace unos apuntes, Ana
María toma asiento
junto a mí.
Ana María Custodio en Nuestra Natacha.
-Pues usted dirá qué quiere que le cuente para los lectores de CINEGRAMAS.
-¿De mi vida en Hollywood? -repite preguntando, en tanto se dirige al espejo para arreglar
sobre la mejilla el
maquillaje rojizo de la escena.
Ana María comienza a hablar, luego de una pausa. Según se expresa, su mano fina golpea
sobre la manga de mi
abrigo.
-Yo estaba muy lejos de suponer que esto del cine habría de tener para mí una tan rápida
realidad. ¡Fue todo tan
inesperado!...
-Cuente.
-Yo estaba aquí, en Lara, como dama joven. Un buen día recibí la visita de míster Stone,
delegado de la Fox que
venía a España para contratar actores con destino a las versiones
españolas de las cintas yanquis. Me ofreció un
contrato que me pareció ventajoso, y acepté.
-Nunca. Ignoraba lo que era la vida de un Estudio. El cine me gustaba, claro es, y hasta más
de una vez acaricié la
idea de aparecer en la pantalla; pero ¡lo veía tan lejos!...
-Hollywood me hizo un efecto magnífico. Según fui conociéndole después, pude apreciar que
allí todo el mundo
goza de una libertad sin límites. Es algo único.
-Los yanquis copiaban entonces exactamente, detalle por detalle, en las versiones extranjeras
la versión original.
-Sí, señor; puede decirse que todas eran, no una adaptación a cada lengua, sino una traducción
literal.
-¿No cree usted que parte del fracaso de las producciones españolas realizadas en Hollywood
está en el descuido
con que se hacían? Daba la impresión a la vista en algunas de que con todo
aquello se trataba de demostrar la
imposibilidad de una fabricación en nuestro idioma.
-Sí, señor. Y no sabe usted lo mejor. El castigo que se imponía a los directores de la Casa por falta cometida en su
trabajo era ponerles a dirigir versiones extranjeras. Así tuvo la Fox castigado
a David Howard, hasta que su éxito
realizando Eran trece le rehabilitó. ¿Usted supone que de
esta forma podía prosperar el cine español en Hollywood?
-Naturalmente que no. Por eso, aquello trajo la suspensión de trabajo en Paramount, Metro,
Warner, Columbia y
Fox. Gracias a que en esta última Compañía la cosa varió por completo con
la llegada de Catalina Bárcena y
Gregorio Martínez Sierra, y hoy se produce en español con
regularidad, sin recurrir a malas traducciones de
películas yanquis.
Al llegar aquí, Ana María, Del Arco y yo, saliéndonos de la entrevista, nos dedicamos a
comentar, exponiendo
cada uno su punto de vista sobre el cine español de Hollywood y el cine
español de España. Surgen nombres,
películas, directores, artistas. Y coincidiendo en uno solo,
al final, el deseo de los tres: las mayores esperanzas sobre
el futuro de la industria
cinematográfica nacional.
-Usted me ha confesado antes que jamás se había puesto ante la cámara... ¿Quiere decirme
qué efecto la produjo
su primera actuación?
-Mis primeras actuaciones, dirá usted; porque el susto me duró algunos días. Estuve tan nerviosa, tan llena de
miedo al fracaso, que en un tris estuvo no me precipitara en él. Yo no puedo explicarme aún lo que me ocurrió
cuando me vi entre los reflectores, bajo el micrófono que habría de recoger mis palabras y ante el lente severo de la
cámara. Comencé a temblar, a
repetir el diálogo aprendido, sin entonación, como una máquina. El director torció el
gesto, y yo,
después de la primera sesión, me refugié en el camerino, llorando. Aquella noche hice examen
de
conciencia. Me di ánimos, prometí serenarme, sujetar mis nervios...
-Enteramente. Al día siguiente fui otra. Y luego de unos cuantos, no muchos, mi primera
película Cuerpo y alma
quedó terminada.
-No. Me dio la impresión de que yo no era aquella que se movía y hablaba reflejada en el
cuadrito blanco. Es un
efecto extraño. Parece como si viéramos a una persona que nos es muy
familiar; pero de ninguna forma logra una
verse por entero en ella.
-¿Conoces a tu mujer?, Eran trece y Mi último amor, con José Mojica, que fue también
mi último film en
Hollywood.
-A propósito de José Mojica, Ana María: ¿qué impresión tiene usted de este actor que tantos
estragos
sentimentales ha causado entre sus admiradoras?
Nuestra Natacha, con Ana María Custodio.
-En su vida privada dicen que es un hombre... ¿Cómo diría yo?... Raro. Mejor dicho, raro no...
-Sí... -me atajó Ana María-; pero, ¿por qué penetrar en la vida particular de los artistas? Yo
sólo sé decirle que los
artistas españoles que le conocieron no tendrán para él más que elogios.
-Los actores americanos que tuve ocasión de conocer -entre ellos, Janet Gaynor, Warner
Baxter, Edmund Lowe,
Elissa Landi, etc.- se mostraron conmigo muy simpáticos; sobre todo,
Warner Baxter, que chapurreaba un español
graciosísimo.
El segundo apunte se acerca a la puerta del cuarto, interrumpiendo nuestra charla:
-Señorita Custodio...
Ana María se levanta. Pasa su mano por el peinado, requiere bolsillo y guantes y se dispone a salir, no sin antes
tendernos la mano en un saludo. Nosotros nos despedimos. Según avanzamos por el cajoncito estrecho del pasillo
hacia la calle, oímos en el escenario la voz de la Custodio.
En el vestíbulo, un cartel muestra las letras rojas de un
lamento quinteriano: Para mal, el mío.
-Y el mío -exclama Del Arco arropándose hasta las orejas-; porque salir en una nochecita
como ésta, estando aún
tan agarrado por la carioca, es de valientes.
Cinegramas nº 26
10 de marzo de 1935
F. H.-G.
NOTAS DEL EDITOR
Apéndice biográfico. David Howard (1896-1941), realizador estadounidense. Ayudante en varias películas de
King Vidor, tiene oportunidad de iniciarse como director con las versiones españolas que produce la Fox a partir de
1930, pero después no logra destacar, aunque sus films
de bajo presupuesto ofrecen resultados sensiblemente
superiores a la media habitual. / George
Lewis (1904-1995), actor del cine norteamericano, nacido en México.
Alcanza gran popularidad
con la serie «The Collegians» y con otras comedias estudiantiles de la Universal que
protagoniza
en la época final del cine mudo, pero va perdiendo posiciones con la llegada del sonoro hasta
quedar
relegado a papeles de menor importancia, reducidos en ocasiones a una fugaz
intervención. / John Stone (1888-
1961), productor estadounidense. Escribe diversos argumentos
y guiones originales para películas de Tom Mix,
Shirley Mason, Buck Jones y otros actores
famosos de la era silenciosa, y organiza en 1930 el departamento
extranjero de la Fox. Tras
ocupar el cargo de asistente de Winfield Sheehan, vicepresidente de Fox, continúa
trabajando
como productor para dicho estudio hasta 1944, retirándose del cine dos años después.
Precisiones. En el contrato por seis meses, firmado por Ana María Muñoz Custodio el 28 de
marzo de 1931 con
Fox Film Corporation, figura especificado un salario de 400 dólares, a
percibir semanalmente hasta la fecha de
terminación del mismo, lo cual tuvo lugar el 27 de
septiembre de 1931. (Fox Legal Files - Special Collections
section of the UCLA Library)
Miguel Ligero tiene la misma simpatía en persona que en la pantalla, y sazonada con un aire
zumbón de
madrileño que mueve a la risa y predispone a la amistad.
Hace tiempo que yo tenía deseos de expresar mi opinión sobre Miguel Ligero. Como actor
cinematográfico, claro
es, que no en otro aspecto, he de juzgarle aquí, aunque como actor teatral
me parezca magnífico y como autor de
revistas más que discreto.
Miguel Ligero estuvo en Hollywood cuando los yanquis, temiendo perder el mercado mundial
que tenían
totalmente acaparado a la llegada del sonoro, montaron allí su fábrica de traducciones
de películas. Una figura como
la suya no podía faltar en esta serie de entrevistas, y así, hace
algunos días, al encontrarnos en las oficinas de
CIFESA, le dije:
-Ahora, si es posible. Unas preguntas tan sólo para los lectores de CINEGRAMAS.
-Pero, hombre, si yo no tengo apenas nada que contar. Vulgaridades, cosas sin importancia.
-Algo interesante habrá. Sentémonos aquí -le pido, llevándolo hacia uno de los despachos-;
estos amigos nos
harán compañía, y mientras fumamos unos cigarros, usted me dice algo de lo
que los lectores y yo deseamos.
-Desde chico. ¿Recordáis -nos dice a Gandía y a mí- un teatro que había en la calle de...?
-Con una Compañía infantil de zarzuela. Yo era en ella actor cómico. Hacíamos género chico
con unos éxitos
fenomenales.
-De eso debe hacer muchos años -le ataja Gandía, cruel.
-Pues nada menos que Valeriano León, que era tan chico como ahora y con la misma voz;
Faustino Bretaño y
Eduardo Marcén.
-¿Recorriendo el territorio?
-Sí; me quieren mucho. Yo le estoy muy agradecido a aquel público. Después vine a España,
y actué en el
desaparecido Novedades, donde estrené, entre otras cosas, Todo el año es Carnaval.
Más tarde pasé al entonces
Infanta Isabel.
-¿Para Joinville?
-¿Muchas películas?
-Cinco. Doña Mentiras, con Carmen Larrabeiti; La fiesta del diablo y Sombras del circo,
con Amelia Muñoz,
aquella simpática muchacha que perdió su vida de una forma injusta; ¡Salga
de la cocina!, con Roberto Rey, y Su
noche de bodas, con Imperio Argentina.
-Magnífico éxito para usted.
-No encuentro palabras para expresarlo. Yo creo que aquello es lo mejor del mundo. Lleno
de encanto, de
atracción, de simpatía y con un clima delicioso. Es un verdadero paraíso.
Comprendo que los americanos lo elogien
tanto. Durante el viaje ocurrió una cosa muy graciosa.
-Cuente.
-Yo era el único actor de la expedición en cuyo contrato no había intervenido agencia de contratación alguna. En
los de mis compañeros, sí; por eso, durante todo el trayecto, el personal de esa agencia no cesaba de obsequiarlos.
Que si ramillete de flores, que si cigarritos puros, que si «Miss Custodio» por aquí, que si «Mister Mendoza» por
allá. De quien no se acordaba nadie era de míster Ligero. Ana María, Carmen y su marido se reían. Yo, también;
pero por dentro...
Luego, en Hollywood, al presentar todos los sábados nuestro cheque en la caja y cobrar yo mis
cuatrocientos cincuenta dólares limpios, mientras ellos habían de apartar el diez por ciento para
el agente, quien
soltaba unas carcajadas que se oían en Madrid era yo. «Tomad ramitos de flores
y cigarritos puros -les decía-, que
bien caros los estáis pagando».
-¡Ca! Si tuve una suerte loca. Estuve mes y medio en completa inactividad. No hacía más que
cobrar. Luego hice
Hay que casar al príncipe, con José Mojica.
-¿Y después?
-Nada más. Y en un año. Calcule si me dio tiempo a descansar. Me daba una vida de
potentado.
-¿Que consistía...?
-Pues en hacer lo que jamás había hecho en el teatro. Acostarme a las once de la noche y
levantarme a las seis de
la mañana. Bañarme, hacer deporte... Cansarme y echarme a descansar,
para después volver a empezar. Si sigo más
tiempo así, me convierto en un atleta perfecto.
-Muy dura. Los yanquis son incansables en el trabajo; por eso la jornada es para todos
ilimitada.
-Pues, sí, señor. El ser yo actor de cine y de teatro es en mi vida un episodio sin importancia.
Lo que soy, ¡se lo
juro!, es el mejor cocinero de España.
-¿Que no? A mí, en Hollywood, no me conocía nadie como actor; como cocinero, sí. No tenía
día libre. Que si
una paella en casa de Catalina Bárcena, que si un cocido en la de Rivelles, que
si unos callos en la de Lupe Vélez.
¡Yo me labré a pulso un nombre en la cocina!
-¡Qué barbaridad!
-¡Sin barbaridad ni nada! Que lo diga éste -exclama, poniendo por testigo a Gärtner-. ¿No te
has comido tú un
arroz hecho por mí, que decía «¡Viva Valencia!»?
-¿Lo ve usted? En casa de José Mojica fui yo el cocinero de muchas comilonas entre la
colonia española. Enrique
Vico era mi pinche. Por la mañana íbamos a hacer la compra al barrio
mejicano y, luego, Pepe Nieto fregaba los
platos.
-Bueno; dejando aparte su virtuosismo culinario, que algún día tendré ocasión de comprobar,
¿trabó usted
amistad con las estrellas famosas que fueran sus compañeros de Estudio?
-Sí. Conocí allí a la MacDonald, que entonces estaba haciendo Montecarlo; a Menjou, a
Edmund Lowe y a otros
cuantos.
-Totalmente. Tengo una fe ciega en su triunfo. Creo que España está llamada a ocupar uno
de los primeros
puestos mundiales.
-El cine. Me he dedicado a él con verdadera vocación. ¡Si tendría ansias de estudiar y de
aprender que en
Joinville, mientras mis compañeros se retiraban a descansar después del duro
trabajo del día, yo, mediante un
permiso especial que conseguí, entraba de nuevo al Estudio para
ver trabajar a los actores alemanes y franceses en
las versiones respectivas!
-Ese es un caso de entusiasmo admirable. Y ya que hablamos de sus deseos y de su afición,
¿qué personajes le
gusta interpretar principalmente?
-Los mismos que ahora hago, aunque sin tanta superficialidad, más humanos, más recios
espiritualmente; figuras,
en fin, de cómica apariencia, sí; pero de profundos sentimientos. Mi
ídolo es Charlot. ¡Quién hubiera podido crear
un tipo así!
-Acabo de terminar unos films de corto metraje con Florián Rey, y en seguida empezaré
Rumbo al Cairo, con
Benito Perojo.
-Nada más.
Cogido del brazo de Gärtner, se dispone a salir. Cuando va a cerrar la puerta, le grito:
-¿No crees tú, Rafael, que eso de la paella es una fantasía de Ligero?
Cinegramas nº 27
17 de marzo de 1935
F. H.-G.
Datos complementarios. «¿Conoces a tu mujer?» (David Howard, 1931), versión española escrita por Matías
Cirici-Ventalló, basada en el film «Don't Bet on Women» (William K. Howard, 1931). / «Doña mentiras» (Adelqui
Millar, 1930), versión española escrita por María Luz Morales, basada en el film «The Lady Lies» (Hobart Henley,
1929). / «Eran trece» (David Howard, 1931), versión española escrita por José López Rubio, basada en el film
«Charlie Chan
Carries On» (Hamilton MacFadden, 1931). / «La fiesta del diablo» (Adelqui Millar, 1930),
versión
española basada en el film «The Devil's Holiday» (Edmund Goulding, 1930). / «Hay que
casar al príncipe» (Lewis
Seiler, 1931), versión española escrita por Matías Cirici-Ventalló,
basada en la adaptación sonora del film «Paid to
Love» (Howard Hawks, 1927). / «¡Salga de la
cocina!» (Jorge Infante, 1930), versión española escrita por Luis
Fernández Ardavín, basada en
el film «Honey» (Wesley Ruggles, 1930). / «Sombras del circo» (Adelqui Millar,
1931), versión
española basada en el film «Half-Way to Heaven» (George Abbott, 1929). / «Su noche de bodas»
(Louis Mercanton, 1931), versión española escrita por Luis Fernández Ardavín, basada en el film
«Her Wedding
Night» (Frank Tuttle, 1930).
Apéndice biográfico. Imperio Argentina, cantante y actriz de nacionalidad española, nacida en Argentina (1910).
Descubierta para el cine en 1927 por el director Florián Rey, tras varios años de actividad escénica se convierte en
una de las estrellas de más larga trayectoria en la historia del espectáculo en España, continuando en primera línea de
la actualidad por sus actuaciones y presentaciones públicas. / André L. Daven, asistente de Robert T. Kane, el
director general de los estudios Paramount de Joinville (Francia). / Adolphe Menjou (1890-1963), actor
estadounidense, cuya carismática figura ejerció un curioso poder de fascinación sobre algunos intelectuales
españoles integrados en el movimiento surrealista. De su extensa filmografía destaca una película muda: «A Woman
of Paris» (Charles Chaplin, 1923), y otra sonora: «The Front Page» (Lewis Milestone, 1930), pero también posee
una faceta menos conocida: su
participación en varias versiones francesas y en una española titulada «Amor audaz»
(1930). /
Amelia Muñoz (1909-1930), actriz española, fallecida repentinamente en plena juventud,
mientras cumplía
contrato con la Paramount en Francia. / Florián Rey (1896-1962), director de
cine español, estudiado en profundidad
por Agustín Sánchez Vidal en su libro «El cine de Florián
Rey» (Zaragoza, 1991).
Precisiones. En el contrato por seis meses, firmado por Miguel Ligero Rodríguez el 28 de
marzo de 1931 con
Fox Film Corporation, figura especificado un salario de 275 dólares, a
percibir semanalmente hasta la fecha de
terminación del mismo, lo cual tuvo lugar el 27 de
septiembre de 1931. (Fox Legal Files - Special Collections
section of the UCLA Library)
Hace ya algunos años -seis o siete quizá- yo tenía arraigadísima una costumbre muy española,
que consistía en lo
siguiente: sentarme en el diván rojo de un café durante dos o más horas; tomar
un brebaje gris cuya fórmula no
conocía nadie; beber vaso a vaso, con delectación, hasta dos
botellas de agua; fumarme una cajetilla de sesenta,
consumir una caja de cerillas, y, naturalmente,
como justificación de todo lo expresado, escribir algo.
Entonces conocí a Jardiel Poncela, aunque sin cruzar la palabra con él. Llegaba con su tipo
de chico de tienda de
ultramarinos; tomaba asiento ante una mesa; llamaba al camarero,
pidiéndole café en voz baja, con gesto de viejo
conspirador que comunica una consigna, y
extrayendo de uno de sus bolsillos un puñado de cuartillas, se ponía a
escribir, mordiéndose las
uñas entre párrafo y párrafo.
Yo no sé qué tiene el café de los cafés. Es decir, sí sé qué tiene, porque lo sabemos todos:
cualquier cosa menos
café; pero me refiero a sus virtudes literarias. No conozco ningún líquido
que posea en más alto grado el morbo de la
literatura.
Viene todo esto a cuento de que Jardiel Poncela es, seguramente, uno de los hombres que más
cafés han tomado
llenando cuartillas y dibujando con escrupulosidad de pendolista preciosas
portadas para sus originales.
Entre sorbo y sorbo del líquido clásico, que por cierto tenía como un regusto a dril, sabor hasta
aquel momento no
registrado en nuestro catálogo, expuse al celebrado autor de Amor se escribe
sin hache mis deseos de interrogarle.
-Sobre Hollywood.
-En serio es mejor -me responde-, porque hablando en broma puede creer la gente que lo que
cuente son cosas
mías. Además, todo viajero de Hollywood debe ser una persona seria.
-Pues vamos allá, y resignación, querido. Ha de contestarme usted a todas estas preguntas -le
digo, mostrándole
una cuartilla repleta y gozándome en su gesto de dispuesto al sacrificio.
-Venga de ahí.
-Nada, una cosa vulgar, sin traza novelesca alguna. En cuatro palabras: López Rubio se encontraba en Hollywood
trabajando en las versiones españolas de la Fox; pesaba sobre él un
trabajo excesivo, y al ser necesario allí otro
escritor, me indicó a mí.
-De gran espectáculo y de gran pánico. Diez días sintiendo temblar la tierra: calcule el numerito... Y por si esto
fuera poco, a continuación, una gran alarma financiera, que mantuvo cerrados los Bancos cerca de dos semanas.
Como el americano es un hombre que no lleva en el bolsillo más que diez centavos para gasolina, y siempre que
compra paga con cheques, todo el mundo en Hollywood se quedó sin dinero. El único que lo tenía, por refractario al
sistema
bancario, era yo; pero bien guardadito en mi casa. Durante todo este espacio de tiempo llegamos
a vivir en
un mundo ideal, donde la moneda estaba abolida. En el restaurante, en el café o en la
tienda se pagaba con sólo
firmar la factura e indicar el domicilio. Hasta los cines tenían a la
puerta largas listas para registrar los nombres de
los espectadores antes de permitirles la entrada.
-¡Estupendo!
-Sí. Tan estupendo que, ya cumplido mi contrato, yo no quise quedarme, a pesar de los
ofrecimientos que me
hicieron. Con los terremotos y demás atracciones, les dije, aquí no está
seguro ni el suelo. Y embarqué para España.
-Sí. Me ofrecieron un contrato por un año, con opción a otro de prórroga, asignándome doble
sueldo del
disfrutado anteriormente. Y acepté. Fui junto con mis buenos y admirados amigos
Catalina Bárcena y Gregorio
Martínez Sierra.
-El diálogo de una película con Berta Singerman, que resultó un desastre. Era la adaptación
española de un film
inglés que fracasó en su estreno. Y lógica yanqui: se hizo en nuestro idioma.
Yo di mi opinión desfavorable para el
argumento; pero a regañadientes escribí el diálogo. Y
tantos cortes, añadidos y rectificaciones se hicieron durante el
rodaje, que me negué a otorgarle
mi paternidad. Luego hice la adaptación de un film de Raoul Roulien, ¡Asegure a
su mujer!, que
creo ha quedado bastante gracioso, y a continuación, Angelina.
-Cuando Rosita Díaz fue contratada para Hollywood por la Fox, aún no estaba elegido el
argumento que habría
de interpretar. Me preguntaron si yo tenía alguna cosa apropiada para ella,
y contesté que no; jamás pensé en las
posibilidades cinematográficas de esa comedia. Pero míster
Moore, uno de los directivos del Estudio, que habla y lee
español con bastante corrección, cogió
entre el sin fin de publicaciones internacionales que se reciben en el
departamento
correspondiente un número de La Farsa, en el que se publicaba Angelina, y después de leerla me
anunció que ése sería el primer film de Rosita. A mí me sorprendió agradablemente la noticia. Consultaron con
Martínez Sierra, que dio su opinión favorable, y míster Stone, el director de producción, me llamó a su despacho.
Con una confianza que nunca agradeceré bastante, me dio amplia libertad de acción: «Usted hace la adaptación,
elige los intérpretes, los decorados, los muebles, y lleva por entero la dirección artística. La parte técnica la llevará
Louis King».
-Totalmente. Modestia aparte, yo creo que este film es, de entre la producción española, lo
mejor que se ha hecho
en Hollywood.
-No tanto, compadre. Quiero decir que es lo mejor que se ha hecho y... lo mejor que se puede
hacer.
Florentino Hernández Girbal y Enrique Jardiel Poncela
en casa de Jardiel, en la calle Gonzalo de Córdoba (Madrid, 1935).
-Magníficamente bien. Todo eso de que los americanos se llevan las actrices para estropearlas
es puro cuento.
Rosita va a sorprender muy agradablemente a sus admiradores. Es una actriz a
quien esperan muchos triunfos en la
pantalla. Tiene talento, gracia y simpatía. Yo creo que si
lograra aprender el idioma, le darían en seguida
oportunidades para trabajar en inglés.
-Dos: Señora casada necesita marido y Julieta compra un hijo, de Honorio Maura. Catalina es hoy por hoy la
actriz española de más prestigio en Hollywood. Ha conseguido adaptarse tan perfectamente al cinema, que es, sin
duda, nuestra primera estrella de gran público.
-¿Cómo está la producción española en Hollywood después de aquel aluvión de películas que
nos llegaron a cual
peores?
-Es un momento de conquista. Ahora se produce, no con intensidad, pero sí con más
capacidad por parte de
todos, y con mayor resultado, gracias a la confianza que paulatinamente
han ido depositando en nosotros. En pleno
furor de las versiones españolas, cuando ellos no
deseaban sino producir viendo probable la pérdida de sus
mercados, llegaron elementos de muy
dudosa responsabilidad artística, que sorprendieron su indudable buena fe. Y,
claro es, ante los
resultados desastrosos, se pusieron en guardia contra los que fuimos después. La labor principal
de
los que allí estamos ha sido la de destruir prejuicios, la de convencer a aquellos señores que
no éramos los
indocumentados que antes desfilaron por los Estudios sin más aspiración que
cobrar los sábados en Caja. A pesar de
todo, aún no se entregan por completo, recordando
chascos anteriores. Ya ve usted: Martínez Sierra, autor
prestigioso en América, aún no ha podido
realizar en Hollywood los planes artísticos que llevaba preparados.
-Pasando a otra cosa. Una pregunta de reglamento en estos casos: ¿qué impresión tiene de
Hollywood?
-Hollywood es encantador. Es como si dijéramos el Santander o el San Sebastián de los Estados Unidos, en
perpetuo verano. Dicen que si es trágico, que si en él anida la miseria más espantosa y muchas más cosas terribles;
pero la realidad es que cada uno le ve bajo el aspecto en que vive. Desde luego, y con todos los respetos hacia aquel
Ayuntamiento, confieso que no
encuentro justificada la fama mundial de que goza. Es una ciudad de una infantilidad
exagerada.
Una cosa graciosa: el único monumento que existe en sus calles no está levantado para honrar
a ningún
genio: es el anuncio de una farmacia.
-Ahora déjeme que le consulte una duda horrible, que me atormenta. En los Estados Unidos
todo está fabricado
en serie, y esta uniformidad alcanza a todas las cosas: las mujeres se parecen
todas; los soldados y los guardias,
también; pero ¿cómo se explica usted que desde Los Angeles
a Nueva York se vean por los campos rebaños de
vacas todas rojas, con el cuello blanco y una
manchita muy graciosa en el mismo lugar?
Florentino Hernández Girbal y Enrique Jardiel Poncela
en el Paseo del Prado (Madrid, 1935).
-No sé. Necesitaría ser ingeniero pecuario para dar luz en este asunto.
-Volviendo a la seriedad que nos habíamos impuesto: ¿usted confía en el esplendor del cine
nacional?
-Si sigue como hasta ahora, no. Hace falta la gran sociedad, el gran bloque productor bajo el que se agrupen todos
los elementos cinematográficos españoles. Esto de un productor de dos películas aquí, y otro de una allá, no conduce
a ninguna parte. Formada esa Sociedad, con sus departamentos de escritores, de directores, de operadores, de
escenógrafos, una extensa red de
distribución en España y América y una producción normal de treinta películas de
largo metraje
al año, la batalla estaba ganada y el negocio sería fabuloso. El día que en España se logre hacer
algo
así, una buena parte de Hollywood se trasladará aquí. Son muchos los artistas, operadores,
directores y técnicos que
me han manifestado sus deseos de venir a trabajar a nuestro suelo. Todo
esto puede ser una realidad si un hombre
enérgico, capacitado y prestigioso se lo propone.
¿Surgirá? Quién sabe.
-Lo que usted desea, en definitiva, es una verdadera organización yanqui: una
industrialización del cinema a la
manera americana.
-Justamente; pero con cierta libertad artística para los elementos artísticos que en ella trabajen.
-En Junio. Mi contrato vence en Octubre, y desde luego no me encuentro muy dispuesto a
utilizar la opción de
otro año que él me da.
-Ese es mi propósito.
-Bueno. Pues quiere decirse que nuestra entrevista para los lectores ha terminado. Ahora, entre
amigos, vamos a
charlar de cosas de Hollywood, sin la amenaza de que puedan aparecer en el
periódico.
Consumiendo el décimosexto pitillo, Jardiel Poncela me cuenta anécdotas de viva ironía y de subido color;
impresiones de los Estudios y de las estrellas famosas, pasadas previamente por el fino tamiz de su genial
temperamento de humorista, y te juro, lector, en mi ánima, que en sus palabras sí que asoma un Hollywood
desconocido.
Lástima que esta interpretación de Cinelandia a través de una sonrisa burlesca no te la pueda
ofrecer...
La Liga moralista que ahora actúa en la Meca del cine, y que no ha permitido decir a Jardiel,
por boca de un
personaje de su película, una frase tan inocente como «me lo dio mi amante»,
caería sin piedad sobre él y sobre mí.
Cinegramas nº 30
7 de abril de 1935
F. H.-G.
Datos complementarios. «Angelina o el honor de un brigadier» (Louis King, 1935), adaptación cinematográfica
de Enrique Jardiel Poncela, basada en la comedia del mismo título (1934). / «¡Asegure a su mujer!», adaptación
cinematográfica de Robert Ellis, Helen Logan y Enrique Jardiel Poncela, basada en una comedia de Julio Escobar. /
«Celuloides rancios», título general de estreno en España de seis cortometrajes pertenecientes a la serie editada por
Lew Lehr, «Movie Tintypes - Screen Hits of Yesteryear» (1933-34): «El amor de una secretaria» («For the Man She
Loved», 1933), «El calvario de un hermano gemelo» («Twin Dukes and a Duchess», 1933), «Los expresos y el ex-
preso» («The Great Train Robbery», 1933), «Cuando los bomberos aman» («Helen of the Chorus», 1933), «Emma,
la pobre rica» («Emma's Dilemma», 1934) y «Ruskaia gunai zominovitz» («The Heart of Valeska», 1934). / «Julieta
compra un hijo» (Louis King, 1935), adaptación cinematográfica de José López Rubio, basada en la obra teatral del
mismo título de Honorio Maura y Gregorio Martínez Sierra (1927). / «La melodía prohibida»
(Frank Strayer, 1933),
adaptación cinematográfica de Paul Perez, William Kernell y Enrique
Jardiel Poncela, basada en un argumento
original atribuido a Eve Unsell. / «Señora casada
necesita marido» (James Tinling, 1934), adaptación
cinematográfica de José López Rubio,
basada en la novela de Eugene Heltai «Az én második feleségem» (1907),
filmada posteriormente
en inglés con el título «The Lady Escapes» (Eugene Forde, 1937).
Apéndice biográfico. Sidney S. Horen, director gerente de Hispano Fox Film S.A.E., en la época a la que se
refiere la cita. A partir de la Guerra Civil Española, ocupa el mismo cargo en la delegación argentina de Fox. / Louis
King (1898-1962), realizador estadounidense. Comienza como actor secundario en 1919, y adquiere experiencia en
el campo de la dirección con westerns de bajo presupuesto, sin aproximarse en ningún momento de su carrera al
relieve artístico y rendimiento comercial de las obras menos inspiradas pertenecientes a su hermano Henry King. No
obstante, las películas Fox en español que llevan su firma, poseen un apreciable nivel de calidad a pesar de las
restricciones presupuestarias impuestas. / Louis Moore, ejecutivo de la compañía Fox, asignado durante algún
tiempo al departamento español de dicho estudio. / Raoul Roulien, artista polifacético y políglota, nacido en Brasil
(1905). Autor teatral, compositor de canciones, cantante, arquitecto, escritor y periodista, galardonado en numerosas
ocasiones, llega a Hollywood en 1931 contratado para interpretar películas, principalmente comedias musicales
como «Flying Down to Rio» (1933), y protagoniza varias producciones en español; también
aborda la dirección
cinematográfica en su país de origen. / Berta Singerman (1901-1998),
recitadora de fama internacional, cuyo
lanzamiento en cine no logra los resultados previstos.
Precisiones. El primer contrato por seis meses, firmado por Enrique Jardiel Poncela el 8 de
octubre de 1932 con
Fox Film Corporation, se cancela de mutuo acuerdo el 11 de marzo de 1933,
cuatro semanas antes de su
terminación, para no tener que despedirse de América sin haber
aprovechado la oportunidad de visitar los Trópicos
en un crucero de 33 días a lo largo de la Vieja
California, México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y
Panamá.
Además de las labores reseñadas en el apartado bio-filmográfico, durante este período escribe
adaptaciones al
castellano de los diálogos con destino al doblaje de los films «Wild Girl» (Raoul
Walsh, 1932) y «Six Hours to
Live» (William Dieterle, 1932), estrenados en España con los
títulos: «El beso redentor» y «Seis horas de vida»,
respectivamente. Conviene señalar que su
participación no acreditada en el guión de «El rey de los gitanos» se limitó
a dos días de trabajo
y, probablemente, no fue utilizado.
En el otoño de 1933, Jardiel Poncela se traslada a los estudios Billancourt de París por encargo de la Fox
Movietone para poner comentarios en español a los «Celuloides rancios» («Movie Tintypes»), serie editada por Lew
Lehr con la que se pretendía recuperar en tono de parodia algunos viejos éxitos mudos de la compañía Edison, y al
cabo de unos meses recibe desde California otra oferta de la Fox. Embarca hacia Nueva York en el «Conde de
Savoia», que arriba a su destino el 4 de julio de 1934. En el nuevo contrato por un año, fechado en Hollywood
el 10
de julio, figura especificado el salario semanal de 200 dólares, y contempla una opción de
prórroga por otro año
adicional. El 14 de febrero de 1935, el escritor solicita la interrupción de
su contrato por espacio no inferior a tres
meses, a partir del día 22, para viajar a Madrid con el
fin de preparar una obra de teatro, haciéndose cargo
personalmente de los gastos de
desplazamiento. Durante el transcurso de dicha excedencia temporal, el estudio
decide suspender
las producciones en español, y abre negociaciones para pactar un acuerdo económico de
rescisión,
que concluye el 10 de septiembre al aprobarse la propuesta de liquidación a favor de
Jardiel Poncela del importe
correspondiente a diez semanas de trabajo, más 500 dólares en
concepto de viajes.
La película de Berta Singerman mencionada en esta entrevista se tituló «Nada más que una mujer» (Harry
Lachman, 1934) y sufrió diversos cortes de censura que afectaron de modo particular al papel de Luana Alcañiz,
pero el verdadero motivo por el que Jardiel Poncela no figura acreditado como autor de la versión española consta en
un memorándum de John Stone, fechado el 22 de octubre de 1934 y redactado en los siguientes términos: «En
realidad, Enrique Jardiel Poncela ha escrito los diálogos en español (de «Nada más que una mujer»), pero si dicha
información se difundiera, podría no ser beneficioso para la película, dado que su nombre es conocido en España
como autor de comedias, y al tratarse ésta de un drama, el público quedaría decepcionado. Por esta razón, ha sido
sustituido por Miguel de Zárraga en los rótulos de presentación del film». Aunque no existe ninguna prueba que lo
respalde, pudo haberse establecido un acuerdo informal entre ambas partes para silenciar el hecho, a cambio de
compensar al perjudicado con la oferta de llevar al cine una obra suya, contando con plena
libertad, lo cual tuvo
lugar.
La compañía Fox, mediante un contrato con su autor firmado el 22 de febrero de 1935,
adquiere por cinco años
los derechos de «Angelina o el honor de un brigadier» para su filmación
en castellano y eventuales subtitulados en
otros idiomas, por un importe de 2.500 dólares, del que
se deduce la cifra de 65 dólares remitida a la Sociedad de
Autores de España. Quedan excluidos
del contrato los números musicales de la obra original, los cuales no se
utilizan en la versión
cinematográfica. (Fox Legal Files - Special Collections section of the UCLA Library)
Casi todos los actores españoles que pasaron por Hollywood trabajaron exclusivamente en
nuestro idioma; sólo
algunos, como Perelló de Segurola, Conchita Montenegro y María Alba,
consiguieron ser incluidos en el reparto de
films yanquis. Lo que no ha sucedido más que una vez
es que un actor español aparezca solamente en inglés y al
lado de estrellas tan famosas como
Gloria Swanson, George Arliss, John Boles, Mary Astor, Joan Bennett y Adolphe
Menjou. Y éste
es el caso de Fortunio Bonanova, artista polifacético, que es a la vez músico, cantante de ópera,
actor
en el cinema y en los teatros de Broadway, barítono de opereta y bailarín. Fortunio
Bonanova no ha filmado en
español más que en España, y precisamente ahora, en Barcelona, una
película con Casimiro Ortas, bajo la dirección
de Max Nosseck. Toda su labor anterior en el
teatro y en el cinema está en los films yanquis y en los escenarios
neoyorquinos.
Por esto, Fortunio Bonanova es poco conocido en España. Bastantes años de residencia en
Estados Unidos,
saltando de la emisora National Broadcasting a los talleres cinematográficos de
la Warner Bros.; del escenario del
teatro Morosco de Nueva York, a las residencias de Culver
City; de las tiendas de discos, donde sus canciones se
multiplicaban, a los Estudios de la Fox, le
han proporcionado allí una personalidad que aquí no posee, una amplitud
de labor artística que
en España no puede lograr, porque para conquistarla le sería necesario empezar de nuevo.
Tomando café en una terraza de la calle de Alcalá, que es, sin duda, el trozo de ciudad más
alegre del mundo,
hemos charlado extensamente, interrumpidos de vez en cuando por vendedores
de Lotería y de corbatas,
limpiabotas, pedigüeños y músicos ambulantes.
-Vamos a ver, amigo Bonanova, ¿cuánto tiempo hace que falta usted de España?
-La del maestro Vives cuando se estrenó Doña Francisquita. ¿Recuerda? Yo era uno de los
barítonos de la
Compañía; pero como esta obra tuvo aquel éxito grandioso y era de tenor, sólo
aparecí en escena un par de noches.
El resto de la temporada la pasé en el cuarto y cobrando.
-No. Marché a Méjico. Allí hice una película muda, claro es, porque entonces aún no había
llegado el sonoro, y
aprovechando la proximidad, entré en Estados Unidos, satisfaciendo así mis
deseos de visitar y trabajar en
Norteamérica.
-No crea. Tuve suerte. Organicé una Compañía de zarzuela española, y con ella recorrí,
durante tres años, todos
los Estados, haciendo el repertorio de nuestros músicos más populares.
Tan bien fue la cosa, que al llegar a Nueva
York me contrató la Columbia Company para
impresionar discos.
-¿En español?
-En español y en inglés, idioma que dominaba ya perfectamente. Luego canté en la National Broadcasting, una de
las estaciones de radio más importantes del mundo. Esto me valió al poco
tiempo un contrato. Gilbert Miller, que
preparaba en el Teatro Empire, de Broadway, el estreno
del drama moderno Sex Appeal, con la eminente actriz
Katharine Cornell, me ofreció un papel
de extranjero, y acepté. La obra fue un éxito grande; se representó durante
cincuenta semanas,
y desde allí se me abrieron las puertas de Hollywood.
-Con una de Gloria Swanson, titulada El amor de Sonia. Y mire una cosa curiosa: este film
sirvió para presentar
por primera vez en el cine yanqui a tres cantantes: John Boles, Perelló de
Segurola y yo, dirigidos por Albert Parker.
A continuación hice, con Adolphe Menjou, otra cosa,
que, por cierto, no gustó, y con Lya de Putti, un papel en su
última película.
-No; lo alterné con el cine. Y hasta hice una tournée como partenaire de Mae Murray, cuando
esta artista se
exhibió por todas las ciudades de Estados Unidos a raíz de su gran éxito en la
pantalla con La viuda alegre.
Después de la proyección, yo cantaba con ella el dúo de la opereta
famosa.
-On the Spot, teniendo como compañera a Anna May Wong, ya bajo nuevo compromiso con
los hermanos
Schubert. Por cierto que éstos pagaron a Miller, mi anterior empresario, la cantidad
de quince mil dólares por
traspaso de contrato. Después, en el Teatro Morosco, Silent Witness, con Olga Baclanova y mi gran amigo Lionel
Atwill, y, al fin, como estrella, y en la misma
escena, la farsa operetesca No, no soy gigolo, en la que trabajó
conmigo la notable característica
Alison Skipworth, que ustedes habrán visto con Marlene Dietrich en El cantar de
los cantares.
-Entre otras, Calamidad con suerte, para la Warner Bros., con George Arliss y Mary Astor,
y La irreflexiva,
para la Fox, en la que aparecí junto a John Boles y Joan Bennett, interpretando
un papel de «villano».
-Hollywood es único en el mundo y tres veces inmortal, amigo mío. Y como todas las
ciudades con alma, resulta
sugestivo, encantador. Yo no recuerdo de otro punto que me haya
impresionado tanto. Unicamente Milán, en la
época dorada del bel canto, cuando llegaban al
Duomo llenos de ilusión hombres y mujeres desde los más
insospechados lugares de la Tierra
soñando con alcanzar la gloria artística, pudo comparársele.
-Pues no sé. ¿Puede usted explicarse por qué todo el mundo se siente aprisionado por la
simpatía de Madrid?
Pues por lo mismo que Hollywood. Porque Madrid tiene it, que dice la
gente de cine.
-Con muchas; pero entre todas, quiero destacar los nombres de mis dos mejores amigos Lionel Atwill y Lionel
Barrymore. A este eminente actor y al no menos genial Fredric March debo gratitud por brindarse a ser mis padrinos
para ingresar como socio de número en la Academia de
Artes y Ciencias Cinematográficas.
-Y para mí.
-Usted me habló también antes de su amistad con Lionel Atwill. ¿Cómo es en su vida
particular?
-Un amigo noble y leal. Todo lo contrario a los personajes siniestros que interpreta en la
pantalla. El creador de
Los crímenes del museo, El vampiro murciélago y tantos films tenebrosos, es un hombre todo bondad. Por cierto
que tanto su esposa como él tienen desde hace
tiempo la manía de querer casarme. Rara es la vez que llego a su casa
y no me presentan a una
muchacha con vistas al matrimonio.
-Bien. Una última pregunta: ¿Qué piensa de la producción española? ¿Debe hacerse en
Hollywood?
-No; de ninguna manera. Aquí, aquí es donde hay que hacerla para que tenga olor, color y
sabor.
Este, lectores, es Fortunio Bonanova, uno de los muchos artistas que han paseado por el
mundo con orgullo su
condición de español.
Cinegramas nº 31
14 de abril de 1935
F. H.-G.
Datos complementarios. «El amor de Sonia», título de estreno en España del film «The Love of Sunya» (Albert
Parker, 1927). / «Calamidad con suerte», título de estreno en España del film «A Successful Calamity» (John Adolfi,
1932). / «El cantar de los cantares», título de estreno en España del film «Song of Songs» (Rouben Mamoulian,
1933). / «Los crímenes del museo», título de estreno en España del film «Mystery of the Wax Museum» (Michael
Curtiz, 1933). / «La irreflexiva», título de estreno en España del film «Careless Lady» (Kenneth MacKenna, 1932). /
«El vampiro murciélago», traducción literal de «The Vampire Bat» (Frank Strayer, 1933), film estrenado en España
con el título «Sombras trágicas». / «La viuda alegre», título de estreno en
España del film «The Merry Widow»
(Erich von Stroheim, 1925).
Después de una ausencia de siete años, Ernesto Vilches ha llegado a Madrid. El ilustre
comediante, creador
admirable de una escuela que no tuvo sucesor, ha encontrado, después del
largo mutis dictado por su voluntad, vacío
y reservado para él aquel puesto que dejó al marchar.
Nadie intentó ocuparlo en estos tiempos de osadía escénica. Y
no por falta de ansia en algunos,
sino por escasez de talento, cualidad indispensable para alcanzarlo. Ello da idea de
la
mediocridad de nuestro teatro y de la personalidad de Vilches.
El popular actor vuelve jovial, lleno de energía, de entusiasmo y de ambiciones para su labor
futura. Sus
proyectos son amplios. Su voluntad, inmensa. Su talento, extraordinario. Nosotros,
desde aquí, le deseamos todos los
triunfos que él se merece.
Ernesto Vilches ha llegado a Madrid. Bien venido sea para el mayor esplendor de nuestro
cine.
* * *
Fuera de la escena, en la intimidad de su casa, Vilches parece otro. No puede uno hacerse a
la idea de que aquel
que está ante nosotros es el chino frío de Wu Li Chang, el yanqui simpático
de El amigo Teddy, el Rubio trágico de
La malquerida, el viejo gruñón e impertinente de
Cascarrabias... Con el bigote recortado y las gafas de concha, más
bien parece un profesor o un
hombre de negocios.
Ante una mesita, en la que una de las simpáticas hijas del actor ha tenido la gentileza de
servirnos el té, Vilches,
Del Arco y yo, cigarro tras cigarro -el ilustre artista es un fumador
tremendo-, comenzamos a deshacer la enredada
madeja de los recuerdos cinematográficos.
-¿Por qué no? Ahora que para contar, siquiera sea de pasada, los incidentes, las luchas y los
trabajos de aquel
tiempo, necesitamos conversar largamente. Hay tela cortada en abundancia.
-Yo no tengo prisa alguna. Si usted lo desea, podemos abarcar con una mirada amplia lo más
saliente de sus
actuaciones para la pantalla, dejando para mejor ocasión el insistir sobre algún
punto interesante.
-Dígame, don Ernesto: después de su última temporada en Madrid, ¿cómo llegó usted a
Hollywood?
-Fui contratado en Nueva York, donde yo me encontraba descansando de una tournée por
Centro y Suramérica.
El cine sonoro había comenzado a invadir el mundo, y en Los Angeles
necesitaban actores para las versiones
españolas. Paramount me hizo una proposición que me
interesó, y acepté alborozado. Con alegría, con entusiasmo,
créalo. Yo veía en el cine la
perfección del teatro, y fui a él con los mejores deseos, con la intención de hacer un cine
español
puro, digno. Más tarde me convencí de que esto allí no era posible.
-En Galas de la Paramount, fuera de contrato, como acto de galantería para saludar al
público antes de mi
trabajo. Y desde aquel momento comencé a padecer. Un solo detalle le
bastará para darse idea de la proporción de
mi lucha contra la incomprensión de aquella gente.
¿Recuerda que la presentación consistía en hojear yo el álbum de
mis tipos escénicos, para
terminar evocando a El amigo Teddy, a Wu Li Chang y a El eterno Don Juan? Pues bien:
yo pedí
para hacer la presentación de este último personaje que la escena tuviera cierto aroma femenino.
Mi
intención era presentar al italiano de la obra que yo tantas veces he hecho tomando el té y
hablando por teléfono con
su conquista del momento, mientras unas manos de mujer le hacían
las uñas y otras le acariciaban. Calcule mi
sorpresa cuando al entrar en el set me encuentro con un decorado que era un palacio del Renacimiento: grandes
lámparas, bargueños, vidrieras de
colores... Y querían que yo, vestido de trusa, hiciera allí la escena. ¡Algo absurdo!
Me costó un
mundo convencerles de que aquello no valía para nada. ¡Y es que tienen la cabeza llena del Don
Juan
de Molière, del Don Juan de Lord Byron y hasta del Don Juan de Zorrilla! Por fin, ya lo
vio en la película: El eterno
Don Juan se presentó, no como yo deseaba, en defensa del prestigio
de la obra, pero sí de la forma menos ridícula.
-Justamente. Cascarrabias, y segunda estación del vía crucis. Comenzaron por hacerme
poner toda la ropa que
usaba el actor yanqui en la versión inglesa. ¡Hasta la peluca! Y por cierto
que me estaba grande. Durante la
filmación de esta obra, nuevamente se puso a prueba mi
paciencia. Paco Moreno, el padre de Rosita Moreno, que
habla inglés, era el encargado de
formular mis quejas al director sobre la pronunciación de los actores, que sin la más
ligera idea
del gesto y de la dicción declamaban, con un acento mejicano cerradísimo, lindezas como esta:
«Pos
mire, señor, no más; la chinela se la dejó en el pasillo...» Después de cansarme haciendo
indicaciones a unos y a
otros velando por la pureza de nuestro idioma, ideé un procedimiento
para hacer parar la escena cuando la cosa fuera
realmente inadmisible.
-¿Que consistía...?
-Muy sencillo: en pronunciar alguna palabra no muy académica, pero sí muy gráfica, que
transmitida
inmediatamente por Paco Moreno al director, hacía que éste inutilizara la escena con
el mal humor consiguiente.
-Naturalmente que no. Por eso me entrevisté con los directivos del Estudio, les expuse mis
quejas con toda
energía y les pedí me confiasen la dirección escénica de los actores, única forma
de evitar que las películas al llegar
aquí se ahogaran en el fracaso, por desconocimiento completo
de todo lo nuestro.
-¿Se lo negaron?
-Rotundamente. Y agravándolo con esta contestación, que merece esculpirse, para enseñanza
de actores: «Su
misión aquí es obedecer únicamente. La cifra que figura en su contrato no es sino
el precio en que usted vendió esa
obediencia». Desde aquel momento terminé con la Paramount,
y a continuación pasé a la Metro-Goldwyn-Mayer.
-¡Claro que no, valga la inmodestia! Yo no hice allí nada notable. Todos mis proyectos, todas mis ilusiones
quedaron inéditas. Pensando realizarlas, acepté más tarde una proposición
tentadora. Me hablaron de la formación de
una sociedad que bajo el título de Producciones
Vilches habría de filmar una serie de obras, dándome toda clase de
garantías para desarrollar mis
planes; pero no hubo nada de esto. Me hicieron interpretar un arreglo de Sullivan con
el título de
El comediante, sin permitirme que interviniera como yo deseaba en el rodaje. Y, por último, me
dejaron
a deber una tercera parte de lo estipulado. Trataron, en definitiva, de utilizar mi nombre
en beneficio propio. Eso fue
todo. Y así terminó mi vida de actor cinematográfico en Estados
Unidos.
-Ahora mi gran ilusión es trabajar en España. Hacer aquí, en nuestra patria, un cine con
sentido común, que es lo
que allí falta, salvo raras y honrosas excepciones.
-Con tres cosas indispensables: dirección, subordinación y dinero. Sobre todo, dirección.
Florentino Hernández Girbal y Ernesto Vilches
en casa del actor (Madrid, 1935).
-Que está hecho de frivolidad, de superficialidad. No hiere nuestra sensibilidad en lo profundo, no hace sentir, no
hace pensar. Los que hemos hecho del arte un sacerdocio tenemos que rechazarlo casi en su totalidad.
-Maravillosa. Aquello es un sueño, un encanto, un paraíso. Sin duda es uno de los lugares más
bellos del mundo.
-Usted habrá tenido ocasión de relacionarse con grandes estrellas mundiales... ¿Quiere
decirme qué juicio formó
de ellas?
-En general, admirable; salvo excepciones, como la de Ramón Novarro, que me parece un
ente afectado, lleno de
pueril vanidad y muy desdeñoso para todo lo español, aunque él trate de
encubrirlo. Sin embargo, existe allí un
artista que es modelo de corrección, de nobleza y de
hombría de bien: Adolphe Menjou. Encantadores también me
parecieron Antonio Moreno, Nils
Asther, Ann Harding, que habla un poco el español; John Gilbert, que en los
Estudios de la Metro
hacía causa común conmigo en las protestas; George Arliss, que me dedicó un retrato
escribiendo: «A mi único rival, Ernesto Vilches»; Maurice Chevalier y Buster Keaton, que nos
divertía a todos
paseando por el Estudio montado en un automóvil infantil.
-¡Admirable mujer! Inteligente, bella, sugestiva... A quien no vi, sino de pasada, fue a Greta
Garbo, pues cultiva
la pose de la misantropía... Lo contrario de Charlie Chaplin, que es un hombre todo cordialidad y simpatía. Una
noche me invitó a su casa, y al preguntarle si hablaría algún día en la pantalla, me contestó rotundamente que no.
Entonces le brindé una idea: «Usted puede hacer -le dije- una película en la que todos hablen menos usted».
«¿Cómo?», me preguntó.
«Interpretando un personaje que sea sordomudo». La cosa le pareció magnífica.
-Yo fui el actor español que cobró sueldos más altos. Vea lo que me produjo en conjunto cada
película:
Cascarrabias, ocho mil dólares; Wu Li Chang, diez mil; Su última noche, doce mil;
Cheri-Bibi, dieciocho mil, y
El comediante, veinte mil, de las que sólo percibí ocho mil.
* * *
Ya de noche, salimos a la calle con Ernesto Vilches.
Un auto nos espera. Subimos a él, y mientras rueda con dirección al centro, el gran actor aún
nos sigue hablando,
incansable, de sus proyectos. De pronto me pregunta:
-¿Dónde estamos?
-Ahí tiene usted una cosa que yo no podré estarlo nunca -dice riendo.
Cinegramas nº 32
21 de abril de 1935
F. H.-G.
Datos complementarios. «Cascarrabias» (Cyril Gardner, 1930), versión española escrita por
Josep Carner
Ribalta, basada en el film «Grumpy» (George Cukor & Cyril Gardner, 1930). /
«Cheri-Bibi» (Carlos F. Borcosque,
1931), versión española escrita por Miguel de Zárraga,
basada en el guión del film producido posteriormente en
inglés con el título «The Phantom of
Paris» (John Stuart Robertson, 1931). / «El comediante» (1931), escrita y
dirigida por Ernesto
Vilches y Leonard H. Fields, basada en la obra teatral de M. Mélesville «Sullivan», y en la
adaptación al castellano de la misma, firmada por E. V. Domínguez (Ernesto Vilches). / «Galas
de la Paramount»
(1930), versión adaptada parcialmente al castellano de la revista musical
«Paramount on Parade» (1930). / «Su
última noche» (Chester M. Franklin, 1931), versión
española escrita por Eduardo Ugarte, basada en la adaptación
sonora del film «The Gay
Deceiver» (John M. Stahl, 1926). / «Wu Li Chang» (Nick Grindé, 1930), versión española
escrita
por Salvador de Alberich, basada en la adaptación sonora del film «Mr. Wu» (William Nigh,
1927).
Apéndice biográfico. Buster Keaton (1895-1966), cómico estadounidense, cuya obra ha sido estudiada en
numerosas ocasiones, aunque con la omisión sistemática de las dos producciones MGM en versión española
realizadas en 1930 («Estrellados» y «¡De frente, marchen!»), tiene publicado en colaboración con Charles Samuels
un libro de memorias titulado «My Wonderful World of Slapstick» (1960). / Ramón Novarro (1899-1968), actor del
cine norteamericano, de origen mexicano. Idolo romántico de Hollywood en los años veinte, ensombrecido en su
condición de prototipo del amante latino por el recuerdo de Valentino, deriva hacia caracterizaciones exóticas,
incluyendo «Ben-Hur» (Fred Niblo, 1925), y declina gradualmente
en la época sonora hasta que su ruptura con
MGM en 1934 acelera la llegada del ocaso definitivo,
para pasar a formar parte de la galería de viejas glorias que
colorean con su presencia los repartos
secundarios.
Sin embargo, Pablo Alvarez Rubio, como todos los personajes tétricos y todos los hombres
malos del cine, es un
buen muchacho. Nadie diría que él es aquel loco de Drácula y aquel
gangster -mala intención y pistola pronta- de
Los que danzan. Más bien parece un estudiante,
un comerciante o un oficinista. Cualquier cosa menos un malo de
película.
-Dígame, Pablo, ¿qué labor artística ha sido la suya antes de dedicarse al cine?
-El teatro. He sido galán de comedia en muchas Compañías importantes. Estuve con doña
María Guerrero,
sustituyendo a su hijo Carlos cuando estuvo en Africa; en la de Josefina Díaz
y Santiago Artigas, cuando
comenzaron; en la de Carmen Díaz, María Gámez y Juan Bonafé,
entre otras. Durante largo tiempo, teatro
solamente, aunque mi gran ilusión fue siempre el cine.
-Muy sencillo. Yo marché a Estados Unidos protegido y orientado por mi tío don Casimiro
Alvarez, uno de los
fundadores de La Prensa, de Nueva York, colaborador de los más
importantes periódicos yanquis y suramericanos y
apoderado del filántropo español don Gregorio
del Amo, el de la Fundación de la Ciudad Universitaria.
-Con la idea de dar una serie de recitales poéticos. En Nueva York di dos. Uno en la redacción
de La Prensa, a
beneficio de los necesitados de la Colonia Española, que produjo una utilidad
de seiscientos dólares, y otro en el
Teatro San José, ambos con un magnífico resultado artístico
y económico.
-¿Y luego?
-De allí fui a Hollywood para abrazar a mi tío, que reside en Los Angeles, y al que no veía desde niño. El hace
crítica cinematográfica en uno de los principales diarios, y ayudado por sus influencias di dos nuevos recitales: uno
en la Biblioteca Popular de Los Angeles y otro en la Universidad de California, para los estudiantes de español, que
son muchísimos. Al calor de los
éxitos que estas actuaciones me proporcionaron surgió de repente lo que yo deseaba
y esperaba:
un contrato para el cinema.
-¿Qué fue?
Florentino Hernández Girbal y Pablo Alvarez Rubio
en el vestíbulo del Cine Fígaro (Madrid, 1935).
-El que me firmó Warner Bros. - First National, con un sueldo de setecientos cincuenta
dólares semanales, para
interpretar Los que danzan, con María Alba y Antonio Moreno. Por
cierto que el director, William McGann, dudó
al principio en confiarme el rôle del gangster Jack
Diamond, porque decía que yo tenía demasiada cara de hombre
bueno. Hasta se pensó en algún
momento que Antonio Moreno y yo cambiaríamos los papeles; pero al fin, luego de
muchas
incidencias, todo quedó arreglado, y la película se terminó.
-¿Con éxito?
-Tanto gustó mi labor, que aquello me valió un nuevo contrato, el de la Universal, para hacer
Drácula. Durante la
filmación de esta película, el director, míster Melford, se entusiasmó tanto
con mi trabajo, que un día llevó al set,
para que lo presenciaran, a Lupe Vélez y Gary Cooper,
felicitándome ambos muy cariñosamente.
-¿Quiere contarme algún detalle curioso ocurrido durante la filmación de esta obra?
-Hay una escena al principio de la película en la que yo tenía que partir un trozo de pan
cortándome en el dedo,
cortadura a la vista de la cual el conde Drácula, que lo interpretaba, como
usted sabe, Carlos Villarías, descubría sus
instintos de vampiro. Cuando se impresionó, el
director me hizo ensayar el momento una y otra vez, sin mostrarse
satisfecho, porque yo, por
exceso de nerviosismo quizá, marcaba el gesto de dolor antes o después de que el cuchillo
llegara al dedo. Animado por el deseo de que resultara perfecto, dije a míster Melford que haría
la escena realmente.
Se empezó a rodar, y con toda intención dejé llegar el cuchillo hasta la
carne, y apreté. El gesto de dolor fue
entonces sincero, real y tan del gusto del director, que hizo
un primer plano viéndose salir la sangre, como pudo
apreciarse en la película.
-Eso es querer hacer las cosas bien, aun a costa de un sacrificio personal.
-¿Por qué no? Mire usted: en la escena en que las ratas pasan sobre el cuerpo de Renfield, que
era mi personaje,
míster Melford se valió de un truco para que yo no tuviera que sufrir el contacto
de estos repugnantes animales; pero
al no dar resultado satisfactorio, me ofrecí para hacerlo «de
verdad». Y las doce ratas pasaron sobre mi cuerpo,
paseándose por el cuello y la cara durante el
tiempo que duró la escena.
-La preview de Drácula fue para mí un momento que no olvidaré nunca. Todos cuantos asistieron a su
proyección -entre cuyo público, como es costumbre, estaban las estrellas más famosas y los magnates del cine-
tuvieron para mí muchas felicitaciones. Entre ellas recibí una
cariñosísima del propio Charlie Chaplin, que había
asistido por amistad con mi tío, y otra de
Ernesto Vilches, a quien nunca agradeceré bastante las frases con que
encomió mi labor.
-No, señor. Pude entrar en la Metro; pero un incidente, en el que yo no había intervenido para
nada, me lo
impidió. Entonces el departamento de producción española estaba regido por Ramón
Novarro casi en su totalidad.
Acababa de estrenar éste su película Sevilla de mis amores, y mi
tío hizo una crítica durísima para el actor, director
e inspirador, pues todo esto era Novarro en
aquella desdichada producción, donde un cantaor andaluz, abonando
quinientas pesetas,
conseguía actuar en el Real, de Madrid, y una monja con flequillos por debajo de las tocas se
asomaba a las tapias del convento para coquetear con los concurrentes a una taberna. La crítica,
publicada por
muchos periódicos suramericanos, hizo a la película un daño horrible, y mi tío se
captó desde entonces la antipatía
de la Metro y de Ramón Novarro, antipatía que de rechazo
pagué yo, porque desde aquel momento se me cerraron
las puertas del Estudio, pese al interés que
por mí demostró un español influyente que había allí: Salvador de
Alberich.
-La producción española en Hollywood comenzó entonces a decaer, y en poco tiempo quedó
suspendida. Yo
aguardé aún; pero al convencerme de que ya no era posible hacer nada, regresé
a España. Entonces me acordé de lo
que me dijo el director de Drácula el día de la prueba de este
film: «Si usted fuera yanqui, desde este momento
comenzaría a cotizarse su nombre en
Hollywood». Esta frase, que aquella noche me dolió un poco, estaba cargada
de razón.
-Ese es mi deseo. Me he ofrecido ya a todos los directores, y espero serles útil. Yo quiero
trabajar en las
condiciones de cualquier principiante, sin pretensión alguna, sin acordarme para
nada de los setecientos cincuenta
dólares semanales que cobraba en Hollywood. Aquí hay que
empezar de nuevo, conquistar poco a poco el prestigio.
Creo que lo conseguiré. Voluntad y
entusiasmo no me faltan.
En el vestíbulo donde nos encontramos suenan los timbres anunciando el comienzo de la
película. Alvarez Rubio
y yo nos separamos.
Y el loco de Drácula, el gangster de Los que danzan, marcha a ocupar su localidad para
estudiar frente a la
pantalla la labor de otros actores, que él, sin duda, espera igualar y aun
superar.
Cinegramas nº 34
5 de mayo de 1935
JOAQUIN ZALDIVAR
Datos complementarios. «Drácula» (George Melford, 1931), versión española escrita por
Baltasar Fernández
Cué, basada en el guión del film «Dracula» (Tod Browning, 1931). / «Los que
danzan» (William McGann, 1930),
versión española escrita por Baltasar Fernández Cué, basada
en el film «Those Who Dance» (William Beaudine,
1930). / «Sevilla de mis amores» (Ramón
Novarro, 1930), versión española escrita por Ramón Guerrero, basada en
el film «Call of the
Flesh» (Charles Brabin, 1930).
Gran asturiano este Luis Llaneza. Animoso, inquieto, emprendedor y viajero incansable por
todas las rutas de
Suramérica, interpretando comedias, operetas, zarzuelas y sainetes, después de
hacer enmudecer, encerrándole en su
estuche, al violín que fuera la ilusión de sus años mozos.
Porque Luis Llaneza ha sido músico, y no muy desdeñable,
por cierto.
Entonces no pensaba para nada en la escena. Sólo la música era el motivo de todas las
ambiciones, que sus ansias
juveniles deseaban trocar en realidades. A los dieciséis años vino al
Conservatorio madrileño, pensionado por la
Diputación de Oviedo, su patria chica. Luego,
terminados los estudios de violín, se dedicó por entero a este arte,
formando parte de muchas
orquestas durante diez años, y un buen día la escena le ganó para sí. Cambió su lugar ante
el atril
por el camerino de los actores; el instrumento, por las barras de caracterización. El músico murió
y nació el
cantante.
-Dígame, Llaneza -le pregunto-: ¿cómo fue lo de saltar desde la orquesta al escenario?
-Yo tocaba entonces en el Teatro Cómico, donde actuaban Loreto y Chicote. Comprobé que
no tenía mala voz;
canté, me oyeron, y conseguí debutar.
-Con el barítono de Las bodas de oro. Y resultó tan bien la cosa, que en aquella Compañía
estuve cuatro años.
Allí estrené obras tan famosas como Las estrellas, Alma de Dios, Los guapos
y muchas más. Luego pasé a Eslava,
contratado por el maestro Lleó, donde hice La corte de
Faraón y El conde de Luxemburgo, con Julia Fons, y más
tarde, con Emilio Sagi-Barba, estrené,
en Price, el «Boby» de Las golondrinas.
-Como medio de vida, sí; como recreo propio, no. Después de estrenar Las golondrinas
marché a la Argentina
con la Compañía de Sagi-Barba, y al cabo de algunos años dejé la zarzuela
y me dediqué a la comedia. Recorrí toda
la América latina, y como final de aquella larga tournée,
llegué a La Habana, donde actué por espacio de nueve años.
Luis Llaneza.
-Si he de decir verdad, a lo imprevisto. Yo jamás había pensado en pisar la Meca del cinema. Cuando llegó el
sonoro, me encontraba en Nueva York, haciendo teatro español por los Centros
de nuestros compatriotas, y allí fue a
buscarme la Casa Pathé para doblar películas en castellano.
La misma empresa me llevó después a Hollywood.
Seguí haciendo sincronizaciones y arreglando
cantables para la pantalla, hasta que la Metro me contrató, con un
sueldo de trescientos dólares,
para interpretar un papel importante en Olimpia, la comedia de Molnar, en la que
actuaron
conmigo María Alba y Pepe Crespo. Luego hice El presidio, con Juan de Landa; La mujer X,
con María
Fernanda Ladrón de Guevara y Rafael Rivelles, y más tarde trabajé al lado de Stan
Laurel y Oliver Hardy,
contratado por Hal Roach.
-En Los calaveras: una de las producciones que ellos realizaron en español.
-Completamente opuestos a como en ella aparecen. En el Estudio y fuera de él, Stan Laurel,
que es un hombre de
un talento extraordinario, es el que brilla. Oliver Hardy no es sino su
partenaire. Stan escribe los argumentos de las
películas, hace el diálogo, idea los trucos y lleva
en todo momento la dirección. El es la máxima autoridad en la
producción. A mí me trataron los
dos muy bien; los dos muy correctos y muy simpáticos. Durante los descansos,
entre escena y
escena, yo les enseñaba palabras españolas, aumentando así el reducido léxico que de nuestro
idioma
poseían.
-Ninguno más. Hice con Charley Chase una cómica, para Hal Roach, y a continuación pasé
a la Paramount,
donde intervine en dos: El príncipe gondolero y Gente alegre, ambos con
Roberto Rey.
-Personalmente, no; pero sí me producía cierta pena contemplar todos los días, junto al
Estudio, la enorme fila de
«extras» que esperaban trabajo. En aquella larga hilera había hombres
y mujeres de todas las partes del mundo, que
soñaban con la gloria del cine. Tras sus rostros, que
deseaban aparecer sonrientes, se ocultaba el hambre y la
amargura de la lucha.
-Existe una jornada normal de ocho horas; pero muchas veces se alarga hasta doce y catorce.
Recuerdo que
durante la filmación de El presidio estuvimos trabajando un día desde las ocho
de la mañana hasta las cuatro de la
madrugada, y en todo este tiempo no se consiguió impresionar
sino una sola escena.
-¿Es posible?
-Como usted lo oye. En América, y esto se lo corroborarán a usted todos los que allí han
vivido, no tiene el
español otro enemigo que el propio español. Esto es triste, pero es verdad. Así,
denunciado por uno, estuve nueve
días vistiendo el clásico traje a rayas de los presidiarios
norteamericanos y haciendo los oficios más bajos de la
prisión, en unión de negros y chinos.
Gracias a que la Metro y el cónsul español intervinieron, poniéndome en
libertad bajo fianza,
hasta que el asunto se arregló.
-¿Quiere decirse, entonces, que los españoles no estaban unidos allí por fraternidad y
paisanaje?
-En apariencia solamente. Cuando los Estudios de la Metro se vieron invadidos por un par de
docenas de
españoles, quedó muy quebrantada la disciplina yanqui, tan amiga del orden. Todo
era llegar tarde, protestar y
murmurar. ¡Con decirle a usted que a un trocito de calle donde
salíamos a tomar el sol y a descansar después del
trabajo, un zumbón le llamó «la calle de
Sevilla»!
-En una casita que alquilé en Culver City. Allí, yo, que soy cocinero de afición, preparaba
banquetes
pantagruélicos a algunos compañeros.
-Vamos, era usted el segundo Ligero; porque Miguel también me ha dicho que él era un as
en punto a
conocimientos culinarios.
-Sí; pero no salía del cocido y la paella -me dice Llaneza riendo-. Yo hacía de todo: sopas de
ajo a Ernesto
Vilches, fabadas a Julio Villarreal, que, como buen asturiano, se perecía por ellas,
y hasta pote gallego y menchetas,
para los restantes. Cierto día, durante una de las frecuentes comilonas, y sabedores de que yo tenía alcohol en
abundancia, se me bebieron dos galones de
vino y uno de whisky.
-Es de suponer...
-Unas últimas preguntas, Llaneza: al regresar de Hollywood, ¿siguió usted haciendo cine?
-Sí. La Paramount me contrató, e hice dos películas: Un caballero de frac, en Joinville, con
Roberto Rey, y El
hombre que asesinó, en Londres, con Rosita Moreno. Después, aquí, en
España, algunas cosas, pero sin
importancia.
-Contento, de ninguna. Ahora que, puesto a elegir, me parece la mejor de todas mi labor en
Olimpia.
Ya en la calle, respiro a gusto. En ese café de cómicos, donde se pone en tela de juicio lo divino y lo humano y
cada uno se cree un genio, suelen notarse, al rato de estar en él, síntomas de asfixia. Un poco contribuyen a esto el
humo espeso de los cigarros, las fantasías de los actores y la cortesía con que se zahieren: en el pensamiento, una
malísima intención, y en los labios, una
sonrisa...
Cinegramas nº 36
19 de mayo de 1935
JOAQUIN ZALDIVAR
Datos complementarios. «Un caballero de frac» (Roger Capellani y Carlos San Martín, 1931), versión española
escrita por Honorio Maura, basada en la adaptación sonora del film «Evening Clothes» (Luther Reed, 1927). / «Los
calaveras» (James W. Horne, 1931), versión española de la adaptación conjunta de los films «Be Big» (James
Parrott, 1930) y «Laughing Gravy» (James W. Horne, 1931). / «Gente alegre» (Eduardo Venturini, 1931), versión
española escrita por Josep Carner Ribalta, basada en la adaptación cinematográfica de un argumento original de
Henry Myers no filmado previamente. / «El hombre que asesinó» (Dimitri Buchowetzki, 1931), versión española
escrita por Carlos de Batlle, basada en el guión del film «Stamboul» (Dimitri Buchowetzki, 1931). / «La mujer X»
(Carlos F. Borcosque, 1931), versión española escrita por Eduardo Ugarte y José López Rubio, basada en el film
«Madame X» (Lionel Barrymore, 1929). / «Olimpia» (1930), versión española escrita por Miguel de Zárraga, basada
en el film «His Glorious Night» (Lionel Barrymore, 1929). / «El presidio» (Ward Wing, 1930), versión española
escrita por Edgar Neville, basada en el film «The Big House» (George Hill, 1930). / «El príncipe gondolero»
(Eduardo Venturini, 1931), versión española escrita por Josep Carner Ribalta, basada en la adaptación sonora del
film «Honeymoon Hate» (Luther Reed, 1927).
Sin duda alguna, es Roberto Rey la primera gran estrella hispana que Hollywood lanzó con
estruendo de
publicidad por todos los países de habla española. Su nombre se popularizó
rápidamente, sus films alcanzaron éxitos
resonantes, y al calor de todo esto quedó señalado como
uno de los favoritos del público en sus diferentes
actividades artísticas. Porque Roberto Rey es
de una extraordinaria ductilidad. No existe una especialidad teatral que
él no haya cultivado con
éxito: la comedia, la zarzuela, el sainete, la opereta, las canciones y el cinema. Además,
Roberto
Rey es un inquieto; de ahí ese saltar a géneros diferentes y ese no parar continuo, principal
característica de
su vida.
Esta cualidad, tan frecuente en temperamentos artísticos, en él se acusa con enérgicos rasgos.
A mí me da la
impresión de que no hace sino correr todo el día de un lado para otro, llegando con
retraso a todos.
Digo esto por experiencia, porque la tarde que le cité para esta entrevista me hizo esperarle
una hora, al cabo de la
cual apareció sudoroso, jadeante, como si terminara de entrar en la meta,
luego de una larga carrera.
Disculpas atropelladas, razonamientos que yo admití como buenos, unos cigarros -principio,
entreacto y fin de
todas las entrevistas-, y, al fin, nos dedicamos a cultivar este bonito y
entretenido juego de las interrogaciones.
-En todas: era actor de comedia, barítono de zarzuela y opereta, chansonnier, etcétera.
-La versión española de una cinta francesa que había hecho Jean Murat. Se llamaba El
agujero en el muro; pero
al filmarla en nuestro idioma se le cambió el título.
-¿Qué era?
-Un hombre de suerte. La dirigió Benito Perojo, y en ella trabajaron conmigo Rosario Pino
y Valentín Parera.
-Yo no estoy nunca conforme con mi trabajo; pero, sin embargo, creo que estuve bastante bien, teniendo en
cuenta que era mi primera aparición en la pantalla, que no tenía la experiencia que hoy tengo y que actué con
bastante miedo. No obstante, hoy sigo creyendo que aquél es el
mejor papel que tuve en el cine. Si le hubiera hecho
hoy, el resultado artístico sería otro.
-Sí, señor; quedé muy satisfecho del recibimiento y del trato que todos me dispensaron.
Además hicieron de mi
nombre una propaganda magnífica, preparando ya la obra que habría de
interpretar.
-¿Qué fue?
-Gente alegre. Mis compañeros en este film fueron Rosita Moreno y Ramón Pereda, con los
que desde entonces
me unió una gran amistad.
-Parece que existía el propósito de hacer con Rosita y usted una pareja artística.
-Ese era el deseo, efectivamente. Y prueba de ello que en Hollywood trabajé siempre con ella
como partenaire.
-En El príncipe gondolero, la película mía que seguramente ha dado más dinero.
-La que tiene todo el mundo, si es sincero. Alrededor de Hollywood se ha forjado una falsa literatura que todos
los que allí hemos estado debemos destruir. Hollywood es una ciudad de trabajo, pues aparte de la avenida principal,
donde está reunido el comercio, todo lo demás son
Estudios y viviendas de artistas. Existe un aspecto triste, que es el
de los ilusionados que llegan
de todo el globo para conquistar la gloria del cine, y, naturalmente, está más
desarrollado que en
ninguna otra parte; pero Hollywood, yo no me cansaré de repetirlo, es un lugar ideal, bellísimo,
donde todo esfuerzo encuentra su recompensa.
-Pasear, hacer excursiones con Ramón Pereda, que vivía conmigo, y concurrir a las frecuentes
reuniones que
organizaban los compañeros en sus casas.
-Casi en su totalidad.
-La colonia española vivía completamente independiente de los demás actores, por razón de
idioma; pero yo, que
conocía el inglés, llegué a relacionarme con algunos, entre ellos Gary
Cooper, Lupe Vélez, Harold Lloyd, Clara
Bow, Paul Lukas, Adolphe Menjou...
-Paul Lukas, tan admirado en la pantalla por las mujeres, es calvo, y trabaja siempre, claro es, con peluca;
Adolphe Menjou tiene el pelo rojizo; al celebrado cómico Harold Lloyd le falta una mano, que suple con otra de
goma, y Lionel Barrymore es cojo, aunque él lo disimula muy bien. Fíjese que en la pantalla camina muy poco, y
cuando lo hace, va apoyándose en un sitio y en otro.
La artista que más decepción me produjo personalmente fue
Clara Bow. Tenía su camerino en
los Estudios Paramount próximo al mío, y cuando la vi sin el maquillaje, quedé
sorprendido.
Ninguno de sus muchos admiradores la hubieran reconocido.
-Todo lo que tiene de grande lo tiene también de infantil. Es un niño. Por entonces era juguete
de Lupe Vélez,
que tiene un carácter violento y caprichoso, y era curioso verles ir juntos a
cualquier espectáculo. Indefectiblemente
reñían, y uno de ellos se marchaba, dejando al otro
dentro.
-Nada más. De allí fui llamado otra vez por los Estudios de Joinville, donde ya estaba todo
preparado para
empezar Un caballero de frac. Por cierto que ocurrió una cosa curiosa, muy
americana. Al desembarcar en Le
Havre y tomar el tren para París, recibí el aviso de que al llegar
a esta ciudad estuviera vestido de frac. Así lo hice.
Bajé del tren en este traje, tomé un automóvil
de la Paramount, que me esperaba, y entré en el Estudio directamente
al cuarto de maquillaje, y
de allí, al set.
-Es mi mayor deseo. En tanto llega el momento de actuar ante la cámara, voy a presentarme
con un espectáculo
personal, a base de canciones.
Nos despedimos. Roberto Rey monta en su siete caballos, que da el chasco a cualquiera,
porque parece un auto
de verdad: con sus ruedecitas, su motorcito y su bocinita; y derrochando
temeridad, arranca, sorteando los coches
que llenan la calle.
Cinegramas nº 37
26 de mayo de 1935
JOAQUIN ZALDIVAR
NOTAS DEL EDITOR
Datos complementarios. «Un caballero de frac» (Roger Capellani y Carlos San Martín,
1931), versión española
escrita por Honorio Maura, basada en la adaptación sonora del film
«Evening Clothes» (Luther Reed, 1927). /
«Gente alegre» (Eduardo Venturini, 1931), versión
española escrita por Josep Carner Ribalta, basada en la
adaptación cinematográfica de un
argumento original de Henry Myers no filmado previamente. / «Un hombre de
suerte» (Benito
Perojo, 1930), versión española escrita por Pedro Muñoz Seca, basada en el film «Un trou dans
le
mur» (René Barbéris, 1930). / «El príncipe gondolero» (Eduardo Venturini, 1931), versión
española escrita por
Josep Carner Ribalta, basada en la adaptación sonora del film «Honeymoon
Hate» (Luther Reed, 1927).
Apéndice biográfico. Rosario Pino (1870-1933), actriz española, considerada la segunda más
importante en la
escena teatral de su época, sólo superada por la insigne María Guerrero; sin
embargo, pasa por el cine de forma
fugaz.
Cuando el ilustre autor de Canción de cuna llegó a Hollywood, la producción española que
allí se realizaba
poseía todos los defectos y ninguna de las virtudes. Puesta en manos de algunos
elementos desaprensivos, a los que
el viento de la ambición, y no el deseo de honrarla, empujó
a Cinelandia, sus obras estaban carentes de las más
indispensables condiciones que ha de reunir
cualquier empresa artística. En ellas no había más que ambición,
apetitos bastardos, ansias de
dólares, vanidad excesiva e ineptitud manifiesta, sin contar, claro es, por ser esto harto
sabido,
que en aquellos films se hablaba una jerigonza absurda que algunos afirmaban muy seriamente
era lengua
española. Cada película era un fracaso, cada diálogo dicho ante la cámara originaba
un amplio debate entre los
escritores (?) sudamericanos y los pocos españoles que luchaban tan
brava como ineficazmente por defender el
castellano; y mientras el público en España seguía
rechazando cinta tras cinta que eran un verdadero agravio -aún
tenemos que soportarlos, aunque
no de viva voz, pero sí en las bárbaras traducciones de los subtítulos-, en los
departamentos
españoles de la Warner, de la Fox, de la Columbia, de la Metro y de la Paramount se continuaba
la
producción de terribles esperpentos, de malísimas traducciones de films yanquis, en los que
la osadía de los
improvisados directores se juntaba con la de los dialoguistas, para llegar a un
resultado final que nuestro peor
enemigo hubiera aprobado sin vacilación.
Por fortuna, todo aquello está muy lejos. En Hollywood hoy se produce poco en español; pero
lo que de allí viene
trae ya una garantía para nosotros. La de no ser versiones de films yanquis,
sino obras realizadas por escritores
nuestros con solvencia y prestigio artístico. Y esto se lo
debemos a Gregorio Martínez Sierra, espíritu selecto, artista
de corazón y eterno caminante por
las rutas de lo bello.
-Yo no he hecho allí sino aprender, practicar, estudiar el cinema, conocer sus secretos y
adaptarme a él. En
definitiva: ponerme en condiciones de realizar películas después de cursar
esto que pudiéramos llamar estudios
preliminares. Siempre huí de todo cuanto fuera
improvisación. Por eso, el dedicarme al cinema, que me atrae por su
amplio horizonte artístico
y su extraordinaria expansión, he procurado aprender antes. Mi labor en Hollywood ya la
conoce
usted; mejor dicho, la conocen todos. Unas cuantas comedias mías llevadas a la pantalla -Mamá,
Primavera
en otoño, La viuda romántica, Yo, tú y ella- y un argumento escrito expresamente
-La ciudad de cartón-, todas
ellas interpretadas por Catalina Bárcena, y en las que yo actué
como supervisor.
-Ya que de comedias hablamos, ¿por qué este afán de querer llevar el teatro al cinema?
-Yo no rechazo totalmente el llevar al cine las obras teatrales, porque entre ellas hay comedias
que son
perfectamente cinematográficas. El acierto está en saber seleccionarlas. No ignoro que
el ideal es escribir
directamente para el film; pero esto es peligroso.
-Por una razón muy sencilla: porque hay que crear el escritor. El cine tiene su técnica, su
forma de hacer, como la
tienen el teatro y la novela, y hay que adaptarse a ella. Lo que no se
consigue en ningún caso sin una preparación.
-Entonces, ¿usted cree que tienen que nacer escritores para el cinema?
-No, nacer no; especializarse en él. Yo no soy de los que creen que se nace periodista, autor
dramático, novelista
o poeta. No; se nace artista, única y exclusivamente artista; luego busca uno
mismo la manifestación que esté más
acorde con su temperamento y condiciones. En España
puede haber muy buenos autores cinematográficos.
-Bien; pero, ¿usted qué prefiere, un argumento escrito para el cinema o una comedia?
-Sin duda ninguna, lo primero. Lo que pasa, amigo mío, es que los productores eligen el título
conocido, la obra
que le suene a la gente. Piensan que así les dará más dinero, aunque yo creo que
están en un error.
-No obstante, usted ha llevado a la pantalla dos comedias suyas que no han conservado el
título de la escena.
-Sí, efectivamente, y un asunto original, La ciudad de cartón, que para muchos y para mí,
desde luego, es lo
mejor que hemos hecho en Hollywood, y ya ve usted, las tres fueron muy bien,
sin necesidad de apoyar su éxito en
títulos conocidos.
-El cine español ha de hacerse en España, ayudado, naturalmente, por los elementos
extranjeros que hagan falta.
Descanso del rodaje de La ciudad de cartón: Miguel de Zárraga, Antonio Moreno,
Tullio Carminati, Lucrecia Bori, Louis King, Catalina Bárcena, José Crespo,
Luis Alberni, Gregorio Martínez Sierra y José López Rubio.
-Hasta donde sea necesario. No sé por qué ese hincapié de hacer cine sólo con elementos
propios. En Hollywood
trabajan hombres de todos los países, y en otro aspecto de la vida esa
colaboración es natural y hasta indispensable.
En París, en Londres, en Nueva York y en Madrid
existen edificios, obras de ingeniería, fábricas e industrias
diversas creadas por extranjeros. En
el cine ha de ocurrir, debe ocurrir otro tanto. Un nacionalismo exagerado puede
sernos
perjudicial. Lo interesante es hacer un cine personal, con estilo, sin copiar a nadie, como lo han
hecho los
rusos y los alemanes. Crea usted que me produce una impresión desagradable ver en
algunas películas españolas un
plano copiado de este film yanqui, una escena de otro francés, un
truco de otro alemán. Entonces, me pregunto, ¿qué
ha puesto aquí el director? Una labor de
recopilación. Un poquito de aquí y otro de allá.
-Ya lo he dicho: con personalidad, con estilo propio, ayudado por artistas que vayan a él por
vocación, por
entusiasmo, y organizar la producción artística y económicamente hasta
conseguirlo, aunando elementos dispersos
para llevar una acción común, que redundaría en
beneficio de todos.
-Eso es. Luego ya se iría depurando ella por sí sola. Lo que no habría de abandonarse era la
formación de nuevos
elementos, porque aquí, que tan dados somos a la improvisación, es
necesario no olvidar que el cinema tiene una
parte mecánica que hay que aprender y dominar.
-¿Por qué no? Yo quiero aportar a ella modestamente todo cuanto pueda, y ojalá que la
realidad supere a mis
proyectos, que son muchos.
-No diré tanto. Desde luego ahora desearía trabajar en él solamente. Teatro quizá también,
pero más tarde.
-Hollywood es una ciudad dedicada al trabajo y tiene dos facetas acusadísimas. Una, la de los que alcanzaron la
gloria del cine y tratan de mantenerse en sus puestos por todos los esfuerzos imaginables. Otra, la de los que esperan
con ansiedad su momento, que para muchos no llega jamás. En los que trabajan, en los actores famosos, la
industrialización intensa del cine (pues
Hollywood no es más que una enorme fábrica), ha matado en ellos toda
inquietud. No piensan
sino en trabajar aprisa, en hacer muchas películas, en ganar muchos miles de dólares y en que
su
rostro no deje de aparecer ni un solo día en las páginas de las revistas y en las pantallas de los
cines. Es una fiebre
de producción angustiosa.
-Su vida en Hollywood le habrá dado ocasión de conocer a muchas estrellas famosas. ¿Quiere
darme su juicio
sobra algunas?
-Generalmente el público cree que son completamente diferentes a como aparecen ante sus
ojos; pero esto no es
verdad. Ganan, efectivamente, a través de la fotografía y el maquillaje, pero
rara vez dejan de ser agradables
personalmente. Lo que sí suele estar el público es equivocado
sobre la impresión que de un actor recibe ante la
pantalla. Maurice Chevalier, por ejemplo, parece
petulante, atrevido, mujeriego y conquistador; pues no. Chevalier,
particularmente, es un hombre
tímido, incluso con las mujeres. Charlot es serio, respetuoso, muy correcto, muy
inteligente, muy
amigo de todo lo español y muy aficionado al flamenco, porque en su casa tiene varios discos de
cante jondo. La que es una mujer interesante es Grace Moore, la esposa de nuestro compatriota
Valentín Parera.
Ahora acaba de obtener un éxito clamoroso con Una noche de amor, que ha
sido la película del año en Estados
Unidos.
-A Greta Garbo la vi dos veces en los Estudios de la Metro, y personalmente es igual que
aparece en la pantalla.
Dice la gente que cultiva por pose la misantropía; pero la verdad es que Greta está enferma. Tiene una anemia
invencible, y los médicos la han recomendado ahorre todo
esfuerzo fuera del set. Marlene, en cambio, es más
comunicativa, aunque no tan bella como en
el film. Desde luego, y puede usted decirlo, las grandes estrellas son
todas simpáticas, modestas.
Allí, como en todas partes, el mediocre es el vanidoso, y el elevado, el sencillo.
-Luis Alonso y Antonio Moreno son dos buenos artistas, a los que yo aprecio mucho. Rosita
Díaz, a quien
aguarda mucho porvenir en el cine, ha triunfado plenamente en la Angelina de
Jardiel. Conchita Montenegro vuelve
a brillar después de un breve eclipse, y Rosita Moreno
acaba de obtener un gran éxito en la película que ha realizado
en Nueva York con Carlos Gardel.
Cinegramas nº 38
2 de junio de 1935
F. H.-G.
Datos complementarios. «Angelina o el honor de un brigadier» (Louis King, 1935), adaptación cinematográfica
de Enrique Jardiel Poncela, basada en la comedia del mismo título (1934). / «La ciudad de cartón» (Louis King,
1933), adaptación cinematográfica de José López Rubio y John Reinhardt, basada en un argumento originalmente
escrito para el cine. / «Julieta compra un hijo» (Louis King, 1935), adaptación cinematográfica de José López Rubio,
basada en la obra teatral del mismo título de Honorio Maura y Gregorio Martínez Sierra (1927). / «Mamá» (Benito
Perojo, 1931), adaptación cinematográfica de José López Rubio (sin acreditar)
y Gregorio Martínez Sierra, basada
en la obra teatral del mismo título (1912). / «Una noche de
amor», título de estreno en España del film «One Night
of Love» (Victor Schertzinger, 1934).
/ «Primavera en otoño» (Eugene Forde, 1933), adaptación cinematográfica de
José López Rubio
y John Reinhardt, basada en la obra teatral del mismo título (1911). / «Una viuda romántica»
(Louis King, 1933), adaptación cinematográfica de José López Rubio y Paul Perez, basada en
la obra teatral «Sueño
de una noche de agosto» (1918). / «Yo, tú y ella» (John Reinhardt, 1933),
adaptación cinematográfica de José López
Rubio y John Reinhardt, basada en la obra teatral
«Mujer» (1925).
Apéndice biográfico. Luis Alonso, actor del cine norteamericano, conocido profesionalmente con el nombre de
Gilbert Roland (1905-1994). Nacido en México, de padres españoles, asciende a primera figura en la fase final del
cine mudo y, aunque pierde protagonismo al comenzar el sonoro, continúa en activo durante más de cincuenta años,
interpretando papeles secundarios de apreciable relieve. / Carlos Gardel (1890-1935), músico y actor, de origen
francés. Cantante de tangos muy popular en Argentina y otros países de habla hispana, cuya muerte prematura en
accidente de aviación mitifica su carismático timbre de voz, permaneciendo vivo en el recuerdo de sucesivas
generaciones de admiradores incondicionales. / Honorio Maura (1886-1936), escritor español, autor de elegantes
comedias, como «Susana tiene un secreto» y «Cuento de hadas», relacionado directamente con el cine al hacerse
cargo de la adaptación al castellano de la película «Un caballero de frac», producida en 1931 en los estudios
franceses de la Paramount.
A pesar de las relaciones extraconyugales que sostenía, Martínez Sierra continúa
compartiendo el domicilio con
su esposa, hasta que tiene lugar en 1922 el nacimiento de una hija
suya con la actriz Catalina Bárcena. Entonces se
separan, aunque nunca legalmente, pero la
distancia no es obstáculo para que el escritor reciba, allí donde se
encuentre, los originales
anónimos remitidos por María Lejarraga. El actor José Crespo, vinculado durante varios
años a
la compañía de Martínez Sierra, recuerda haber esperado al reparto del correo para comenzar los
ensayos de
una nueva obra.
Gregorio consolida en 1930 los servicios prestados por María con un acuerdo, por medio del cual le hará llegar en
lo sucesivo los derechos de propiedad intelectual de todas sus
representaciones producidas fuera de España, «directa,
legal y exclusivamente para ella», y
cumple su promesa. Poco después, Martínez Sierra, que había publicado con su
firma
traducciones de obras clásicas de la literatura inglesa, viaja a Hollywood contratado por MGM
para adaptar al
castellano guiones de películas norteamericanas, pero los directivos del estudio
-también según declaraciones de
José Crespo- quedan consternados al saber que el escritor no
puede desempeñar el trabajo requerido porque
desconoce el idioma inglés, y aprovechan su
presencia para asignarle la supervisión del diálogo en un rodaje, lo cual
provoca las iras de los
comentaristas españoles, que consideran un insulto nacional el hecho de utilizar un literato de
tanto prestigio para tales menesteres.
El 24 de abril de 1931, Fox gestiona la adquisición de los derechos de la obra «Mamá», por
espacio de diez años
(no renovados en 1941) y por un importe de 12.000 dólares, incluyendo en
dicha cantidad los servicios de Catalina
Bárcena como protagonista, y los de Martínez Sierra en
concepto de adaptador y supervisor del rodaje (Fox Legal
Files - Special Collections section of
the UCLA Library), cuyo nombre figura en los títulos definitivos redactado en
los siguientes
términos: «Supervisión y dirección de Gregorio Martínez Sierra y Benito Perojo». Con esta
imprecisión, inusual en otras producciones de la misma compañía, se refuerza la teoría sobre la
existencia de un
conflicto de funciones surgido durante el rodaje, que daría lugar a la sustitución
de Benito Perojo por Bert E. Sebell,
según se desprende de noticias de la época, confirmadas
posteriormente por José López Rubio.
Durante el período Fox (1931-1935), Martínez Sierra resolverá sus necesidades de auxilio
permanente con la
labor llevada a cabo por José López Rubio, cuya participación en la versión
cinematográfica de «Mamá» también
sería anónima, y sólo queda constancia de la misma en sus
testimonios personales.
Edgar Neville no es un improvisador. Viene al cine por vocación, por entusiasmo, después
de un largo
aprendizaje en Hollywood, al lado de Charlie Chaplin y Harry d'Abbadie d'Arrast,
director este último del mejor de
los films españoles: La traviesa molinera, en el que Edgar
intervino haciendo la adaptación cinematográfica y
colaborando en su realización. De su fino
temperamento de humorista, de su personalísima visión artística, puede y
debe esperar mucho
el cine español. Yo creo que logrará realizar sus proyectos, dando a nuestras películas ese
desenfado, esa gracia zumbona, esa ironía sutil que tanto prodigó en las cuartillas y de la que ya
se advirtieron
certeros atisbos en sus últimos ensayos cinematográficos.
-Tendremos que vernos hoy mismo, porque mañana marcho a Barcelona, donde he de
empezar inmediatamente
El malvado Carabel, la nueva producción de Inca Film.
-De acuerdo.
-¿Quiere usted que le cuente cosas de Hollywood? -me pregunta, sentándose a mi lado.
-Aquí está lo más destacado de mi vida en Hollywood, de mis trabajos y de mi relación con
grandes estrellas.
Como usted verá, la mayoría de las fotos no son de Estudio, sino hechas por
mí fuera del trabajo, sorprendiendo a las
famosas figuras del cine en plena intimidad.
-Todas éstas, en las que aparecen, como ve, Charlie Chaplin, Douglas Fairbanks, Mary
Pickford, Dolores del Río,
Dorothy Mackaill, Stan Laurel, Oliver Hardy, Constance Bennett y
Marion Davies, corresponden al primer período
de mi estancia en Hollywood.
-Como turista. Yo estaba agregado a la Embajada española en Washington, y fui a pasar mis
vacaciones a la
Meca del cine. Hice amistades íntimas con todas las estrellas indicadas; pero
especialmente con Charlot, Douglas y
Mary. Y ya ganado totalmente por aquel ambiente de
simpatía, y deseando adquirir conocimientos cinematográficos,
pedí la excedencia en mi carrera
y me instalé en Hollywood una larga temporada.
-Muy gracioso.
-Al poco tiempo, el gran Charlie comenzó su gran obra Luces de la ciudad, y ya no salí del
Estudio donde el
famoso cómico trabajaba. Mire -dice mostrándome un sin fin de fotografías-,
estos clichés son inéditos. Por mi
amistad con Charlot, fui el único a quien permitió entrar con
una cámara fotográfica en el set. Tuve la suerte de
sorprenderle en muchos momentos: aquí está
indicando la disposición de las cámaras; aquí explica a Virginia
Cherrill la escena del auto; aquí
ha colocado a uno de sus ayudantes con el hongo clásico en su lugar, mientras él
observa el
efecto junto al operador.
Ante aquellas fotografías de enorme valor para todo aficionado, insinúo a Edgar:
-¿Quiere usted que más tarde, cuando regrese a Madrid, dediquemos unas páginas de
CINEGRAMAS a la
intimidad de Charlot, ilustrándolas con todas estas instantáneas?
-No tengo inconveniente. Ya le contaré cosas desconocidas e interesantes de este gran artista.
-Lo primero, luchar con los elementos sudamericanos que intervenían en las versiones
españolas. ¡No puede
usted imaginarse la clase de guerra que nos hacían en su deseo de seguir
teniendo allí la hegemonía de todo lo
español! Campañas en periódicos, maniobras cerca de los
dirigentes del Estudio, oposición personal; en fin, todo lo
que pudiera redundar en contra nuestra
y beneficio suyo. Mi primer trabajo en el Estudio fueron unas
sincronizaciones. Luego intervine
en La mujer X y otros films. Por entonces logré llevar a Hollywood a Eduardo
Ugarte y a José
López Rubio; pero no por esto se acabó nuestra lucha con los sudamericanos, que deseaban
imponer
en los films un español absurdo. A tal extremo llegó su intromisión, que en el set producíamos discusiones
tremendas: nosotros, velando por la pureza del idioma, y ellos, defendiendo sus modismos. Ante aquellas escenas
desagradables, pues los yanquis no sabían de
parte de quién estaba la razón, hablé con Irving Thalberg, el marido de
Norma Shearer, que es
uno de los directivos del Estudio, y le pedí un elemento de prestigio, un escritor famoso que
dirimiera aquella contienda, ejerciendo de árbitro. Accedió, y así fue cómo llegó a la
Metro-Goldwyn, Gregorio
Martínez Sierra.
-La dirección escénica de El presidio, cuyo diálogo también escribí. Esta producción, una de
las versiones
españolas que han rendido mayores beneficios, fue realizada merced a mi
insistencia. Los yanquis pensaban, porque
así se lo habían hecho creer, que el público español
deseaba lo que se ha dado en llamar comedia de alta sociedad, y
al preguntarme cierto día cuál
era el film que con más posibilidades de éxito podía rodarse en español, yo contesté
sin vacilar:
El presidio. Se admiraron un poco; pero al fin se hizo, y todos conocen el resultado.
-Sin duda es una de las mejores películas en nuestro idioma que salieron de Hollywood.
-Buen trabajo nos costó. Yo, personalmente, como director, hube de luchar con muchos inconvenientes. La
versión inglesa, interpretada por Wallace Beery, me admiró. Desde el momento que me encargaron trasladarla al
español, el film inglés me sirvió de guía en todos los momentos. Yo quise reflejarle con exactitud, porque realmente
mi labor no pasaba de ser una traducción, y así hice copiar a los actores, especialmente a Juan de Landa, todos los
gestos y movimientos de Wallace Beery. Para ello instalé en el set una mesa sincrónica, donde antes de
rodar cada
escena el actor veía y estudiaba la realizada por Beery. Ya apreció usted el resultado:
un éxito para Landa y para
todos.
-¿Y después?
-La producción española inició su caída. Empecé la adaptación al español de un film de Joan
Crawford, Pagada;
pero antes de que comenzara el rodaje llegó la orden de suspensión y la
noticia de que la Metro nos compraba los
contratos. Hubo quien no quiso venderlos, prefiriendo
cobrar semana tras semana hasta su término; pero yo lo
cancelé inmediatamente. Al día siguiente
me encontré con el director Harry d'Abbadie d'Arrast, con quien había
intimado en el Estudio
de Charlot, y me propuso un contrato. La Paramount le había encargado dirigir una película
con
Maurice Chevalier, basada en una obra de Marcel Achard, y quería que fuera con él como
ayudante. Acepté, y
en Nueva York comenzamos a trabajar en el guión. Al cabo de diez semanas
quedó listo; pero la Paramount no se
decidió a realizarlo, por su excesivo coste: un millón de
dólares.
-Hollywood es un lugar encantador. Sin duda alguna, de lo más simpático y acogedor que hay
en el mundo. No
merece sino elogios. Todo lo que en su contra digan otros no es más que
desprecio.
-Ya le he dicho: en primer lugar, Charlie Chaplin, a quien quiero tanto como admiro; Douglas
Fairbanks y Mary
Pickford, cuya casa frecuentaba diariamente; John Gilbert, el famoso galán
que, perdida su fortuna y apagada su
estrella, ahoga en whisky la amargura del presente tan cruel
para él; Dolores del Río, una de las mujeres más
inteligentes y elegantes de Hollywood. Y
Marion Davies, toda simpatía y cordialidad. En su palacio de Santa
Mónica nos reuníamos
muchas noches. Comíamos espléndidamente, veíamos en la salita de proyección trozos
inéditos
de los films en rodaje, y luego terminábamos bañándonos en la piscina, entre juegos y bromas.
-Recuerdo una bastante graciosa. Los Angeles es una población donde hay seguramente más de doscientos mil
mejicanos, casi todos emigrados de las revoluciones de aquel país. Durante la
filmación de El presidio, nosotros
utilizamos algunos cientos de «extras» elegidos entre ellos.
Los primeros días trabajaron con una desgana y una
indolencia tremendas; pero llegó la escena
del motín, y al oír las detonaciones de los fusiles y el repiqueteo de las
ametralladoras se
volvieron otros. Con los ojos chispeantes, nerviosos, febriles, corrieron de un lado a otro
gritando:
«¡Comensó la balasera! ¡Comensó la balasera!». Aquellos días actuaron con un
realismo admirable.
-Acabo de terminar un film humorístico de corto metraje titulado Do, re, mi, fa, sol, la, si,
con Juan García, y en
seguida empezaré, como ya le dije, en los Estudios Orphea, de Barcelona,
El malvado Carabel, adaptado de la
novela de Fernández Flórez, cuyo protagonista será
Antoñico Vico.
-Hasta la vuelta.
Cinegramas nº 40
16 de junio de 1935
F. H.-G.
Datos complementarios. «Luces de la ciudad», título de estreno en España del film «City
Lights» (Charles
Chaplin, 1931). / «La máscara de hierro», título de estreno en España del film
«The Iron Mask» (Allan Dwan, 1929).
/ «La mujer X» (Carlos F. Borcosque, 1931), versión
española escrita por Eduardo Ugarte y José López Rubio,
basada en el film «Madame X» (Lionel
Barrymore, 1929). / «Pagada», título de estreno en España del film «Paid»
(Sam Wood, 1930).
/ «El presidio» (Ward Wing, 1930), versión española escrita por Edgar Neville, basada en el
film
«The Big House» (George Hill, 1930).
He aquí una madrileña que no conoce Madrid. Carmen Rodríguez, notabilísima actriz del cine
hispano en
Hollywood, creadora, merced a su extraordinaria ductibilidad artística, de los más
opuestos personajes
cinematográficos y recitadora admirable, que siente, vibra y goza con un
verso, llega a la ciudad en la que vio la luz
con los ojos cargados de curiosidad y el corazón
abierto a todas las sensaciones. Del Madrid que ella dejó al marchar
no queda en el de hoy sino
la entraña. Su aspecto exterior ha sufrido un cambio brusco. Los vientos de la posguerra
han
traído aquí nuevas formas, nuevas costumbres, y se hace muy difícil buscar y separar de entre
ellas la fisonomía
característica del viejo Madrid.
Después de saludar a la notable actriz en su casa, los dos hemos sentido ansias de respirar el
aire libre. Sentados
en la terraza de uno de los cafés de la Gran Vía, viendo bullir a nuestro lado
el ruidoso enjambre callejero,
charlamos.
-Barrio castizo.
-Me ha producido mucha alegría y mucha emoción volver a pasear por ella. Es uno de los
lugares de Madrid que
después de tantos años de ausencia, y teniendo en cuenta que yo salí a los
diez, he reconocido inmediatamente.
-¡Casi toda mi vida! De Madrid marché a Méjico con mi familia. Mi padre era director y
empresario de una
Compañía teatral que hacía «género chico» por aquellas repúblicas. Contando
yo quince o dieciséis años, debuté en
La Habana con La trapera, el castizo sainete madrileño.
Cultivé este género bastantes temporadas y luego hice
opereta y comedia; pero mi gran afición
fue siempre la recitación. De niña aprendía de memoria todas cuantas
poesías caían en mis
manos, y luego las recitaba ante la familia y los amigos, subida en una silla.
Carmen Rodríguez.
-Sí, vamos: era usted el clásico papagayo, que no falta en ninguna casa amenizando las visitas
y las fiestas
familiares.
-Algo así. Como le digo, después de dejar la comedia y la opereta, llegué a Nueva York, en 1930. Allí di
bastantes recitales, hasta que por entonces surgió el cine sonoro e interpreté unas
películas cortas, que fueron
seguramente de las primeras que se filmaron en español.
Inmediatamente me contrató la Pathé; pero no llegué a
trabajar con ella, por haber quedado a
poco destruidos sus Estudios por un incendio. Como mi deseo era ya hacer
cine, marché a
Hollywood y me surgió una oportunidad. La Metro-Goldwyn se disponía a filmar Olimpia;
necesitaban una actriz, me probaron y quedé contratada. Así, mi primer film fue éste en el que
trabajé al lado de
María Alba y José Crespo.
-Otra: La mujer X, con María Fernanda Ladrón de Guevara. Después pasé a la Fox, donde
interpreté El último
de los Vargas, con Luana Alcañiz y George Lewis, y más tarde tomé parte
en La llama sagrada, para la Warner
Bros. Luego de esto fui llamada nuevamente por Fox, para
hacer Ladrón de amor, con José Mojica, y a
continuación, con Paramount, Gente alegre, cuyo
protagonista fue Roberto Rey.
-Bastante; todo lo que ahora existe de menos. Además, hice algunos papeles de extranjera en
películas yanquis, y
cuando todos esperábamos nuevos films, llegó inopinadamente el cierre de
los Estudios. Suspendieron su
producción española la Warner, la Metro, la Paramount y la
Columbia. Sólo quedó trabajando, aunque muy
despacio, la Fox. Volví a ella otra vez, y desde
entonces tomé parte en casi todos sus films.
-Mi último amor, El caballero de la noche y La cruz y la espada, con José Mojica los tres;
Eran trece, con
Manuel Arbó; El último varón sobre la Tierra, con Raoul Roulien; Nada más
que una mujer, con Berta
Singerman, y ¡Ojo, solteros!, con Valentín Parera y Conchita
Montenegro, entre otros.
-Tango Bar, una película que se rodó en Nueva York, con Rosita Moreno, Carlos Gardel y
Enrique de Rosas.
-¿En total?
-Veintidós películas en cinco años.
-¡Buena labor! Durante ese largo tiempo de estancia, ¿qué impresión guarda de Hollywood?
-Mojica es el hombre más caballero, más leal y más bueno de Hollywood. No intriga, no habla
mal de nadie; sólo
vive para su madre y para el arte.
-Valentín Parera, por su distinción, por su don de gentes, tiene infinitas simpatías. Con su
esposa, Grace Moore,
famosa como cantante en todos los Estados Unidos, componen una de las
parejas más cordiales de Hollywood.
María Alba, con quien me une una gran amistad, vuelve a
trabajar de nuevo con intensidad en los Estudios. Ha
perfeccionado su inglés y tengo la seguridad
de que alcanzará todos los éxitos que merece.
-Muchos opinan que los yanquis no les daban oportunidades ni la necesaria libertad para
desarrollar sus
iniciativas y orientarlas hacia la perfección.
-Eso no es cierto. A Hollywood han llegado elementos españoles de prestigio, a quienes se dio carta blanca para
trabajar. Ellos elegían las obras, hacían los repartos, dirigían la puesta en escena, y si los films no resultaron todo lo
buenos que se podía esperar, es que ellos no supieron
hacerlo mejor. Esta es la verdad. No se culpe, por tanto, de
todo a los americanos, porque muchas
veces ellos fueron los engañados.
-Trabajar, en una palabra. Haré una tournée a base de recitales, y actuaré en algún film
probablemente. Ahora, de
momento, siento ansias de reposo, de saturarme de este Madrid sin
igual, que ya echaba mucho de menos.
-Muchas gracias.
Cuando salimos del café ya es casi de noche. La Gran Vía comienza a llenarse de luces, la
gente se aprieta en las
aceras, un ruido de claxons y bocinas llena la calle, y los edificios, con aire
de rascacielos fracasados, dibujan su
silueta sobre el cielo del atardecer, contorneados por los
tubos neon en rojo, en verde, en azul...
Cinegramas nº 41
23 de junio de 1935
F. H.-G.
Datos complementarios. «El caballero de la noche» (James Tinling, 1932), versión española escrita por José
López Rubio, basada en la adaptación sonora del film «Dick Turpin» (John G. Blystone, 1925). / «La cruz y la
espada» (Frank Strayer, 1933), adaptación cinematográfica de un argumento originalmente escrito para el cine por
Miguel de Zárraga. / «Gente alegre» (Eduardo Venturini, 1931), versión española escrita por Josep Carner Ribalta,
basada en la adaptación cinematográfica de un argumento original de Henry Myers no filmado previamente. /
«Ladrón de amor», título de estreno en España del film «Cuando el amor ríe» (David Howard y William J. Scully,
1930), versión española escrita por Francisco Moré de la Torre, basada en la adaptación cinematográfica de un
argumento original de Lynn Starling no filmado previamente. / «La llama sagrada» (William McGann, 1931),
versión española escrita por Guillermo Prieto Yeme con el seudónimo de Alvaro Jimeno, basada en el film «The
Sacred Flame» (Archie L. Mayo, 1929). / «Mi último amor» (Lewis Seiler, 1931), versión española
escrita por José
López Rubio, basada en el film «Their Mad Moment» (Hamilton MacFadden &
Chandler Sprague, 1931). / «La
mujer X» (Carlos F. Borcosque, 1931), versión española escrita
por Eduardo Ugarte y José López Rubio, basada en
el film «Madame X» (Lionel Barrymore,
1929). / «Nada más que una mujer» (Harry Lachman, 1934), versión
española escrita por Enrique
Jardiel Poncela (no acreditado) y firmada por Miguel de Zárraga, basada en el film
«Pursued»
(Louis King, 1934). / «¡Ojo, solteros!», título de estreno en España del film «Dos más uno, dos»
(John
Reinhardt, 1934), versión española escrita por José López Rubio, basada en la adaptación
sonora del film «Don't
Marry» (James Tinling, 1928). / «Olimpia» (1930), versión española
escrita por Miguel de Zárraga, basada en el
film «His Glorious Night» (Lionel Barrymore, 1929).
/ «Tango Bar» (John Reinhardt, 1935). / «El último de los
Vargas» (David Howard, 1930),
versión española escrita por Francisco Moré de la Torre, basada en el film «Last of
the Duanes»
(Alfred L. Werker, 1930). / «El último varón sobre la Tierra» (James Tinling, 1932), versión
española
escrita por José López Rubio, basada en la adaptación sonora del film «The Last Man
on Earth» (John G. Blystone,
1924), producido posteriormente en inglés con el título «It's Great
to Be Alive» (Alfred L. Werker, 1933).
Apéndice biográfico. Enrique de Rosas (1888-1948), actor argentino, que desde 1919 dirige compañías de
comedias, representando drama, opereta, vodevil y zarzuela, con largas giras por España entre 1922 y 1931, año a
partir del cual actúa en cine con cierta frecuencia, tanto en
Europa como en Hollywood, y posteriormente en
Argentina, donde también dirige varias
películas.
Casi todos nuestros galanes del cine mudo surgieron, brillaron y se apagaron en España. Eran
hombres caseros,
reposados, enemigos de moverse demasiado. Les bastaba con hacer dos o tres
películas al año, ver su retrato en las
páginas de las revistas, tomar café todas las tardes en la
terraza de la Maison Dorée para que al pasar las modistillas
cuchichearan, señalándoles con el
dedo, y al comprobar que en La Coruña, Valencia, Sevilla y Bilbao su nombre
sonaba, eran
felices. No tenían la curiosidad de asomarse al mundo, de observar cómo se hacía cine en los
demás
países. Esto para ellos era lo de menos. Lo interesante estaba en que el opulento Carrasco,
el dinámico Buchs, el
cascarrabias Alonso o el pintoresco Noriega hicieran pronto una película
en la que tuvieran el mayor lucimiento
posible.
José Nieto, aun perteneciendo a aquella época heroica del cine español, no es de ésos. Ha
tenido inquietudes, ha
viajado, ha hecho películas en los Estudios franceses y alemanes, y es el
único galán de nuestro cine mudo que pisó
Hollywood, pues ni Juan de Orduña, ni Manuel San
Germán, ni Javier Rivera, ni Manuel Soriano, ni Pedro
Larrañaga, galanes en boga entonces,
habían llegado -con exclusión de los dos primeros- a Estudios extranjeros.
Al regresar de su segundo viaje a Norteamérica, hemos encontrado a José Nieto en la Gran
Vía. El intérprete de
La condesa María trae un aire cosmopolita en las maneras y un gesto como
de turista curioso en la mirada. Juntos
nos hemos sentado en la terraza de un café.
-Otra vez. Y con mucho gusto. Cuanto más lejos estamos de él, con más fuerza nos atrae.
-Bien. Vamos a ver: Usted debutó en la pantalla hace ya algunos años. Era una película de
Florián Rey, que se
llamaba El lazarillo de Tormes, ¿no?
Helena D' Algy y José Nieto en Raza de hidalgos.
-Sí, señor; ése fue mi primer film, y en él actué al lado de Carmen Viance. Luego intervine
en otros, como
Gigantes y cabezudos, también con la Viance; La bejarana, con Celia
Escudero; La malcasada, con María
Banquer; La condesa María, con Rosario Pino, y algunas
más. Haciendo un paréntesis en mi labor cinematográfica,
actué en una Compañía de teatro
americano que dirigía Gómez Hidalgo, y en la que figuraba como primera actriz
María Banquer.
Luego fue lo de mi viaje a Hollywood.
-Estando yo haciendo comedias por esos pueblos de Dios, cosa que, en verdad, no me gustaba mucho, llegó a
Madrid el directivo de la Fox, míster Stone, con objeto de contratar artistas para
las versiones españolas. Yo, tan
pronto como me enteré, abandoné la Compañía y me presenté
aquí. Encontré el mundillo cinematográfico revuelto.
Fui a ver a aquel señor, como cientos y
cientos de ilusionados; me observó atentamente, y quedé seleccionado para
una prueba, que
resultó satisfactoria.
-Así fue. Yo estaba loco de contento. Figúrese lo que aquello significaba para mí.
-Lo que para todos. Castillos de quimera levantados al conjuro de Hollywood, humos de
gloria que se deshicieron
al fin, porque allí nadie triunfó; todos salieron derrotados. Y no por
culpa de los actores precisamente. El primer
fracasado fue el idioma. ¿Usted cree que lo que se
hablaba en aquellas películas era español?
-Claro que no. Era una jerigonza que no entendía nadie. Ni nosotros.
-Mire; aquí, en esta fotografía, están: con míster Stone, Carmen Jiménez, Rafael Calvo, Félix
de Pomés y Jordán
de Urríes.
-Pruebas. Durante bastantes días no hice otra cosa. Querían catalogarme como el George
O'Brien español.
Además, me pasaron en la pantalla las versiones inglesas de los films que
habría de hacer en español.
-No. Mi primera película fue una titulada Cuerpo y alma, que interpretaron conmigo Ana
María Custodio,
Enriqueta Soler, José Alcántara y Rafael Calvo.
-¿Y después?
-Una temporadita de descanso, y Eran trece, en la que hice un papel que no se adaptaba a mis
condiciones
artísticas.
-Pues una vida espléndida, que todavía recuerdo con agrado. En el Estudio, algunas pruebas,
y el resto del tiempo
lo distribuía entre ir a la playa, bañarme, tostarme al sol, servir de intérprete
en muchas ocasiones a mis compañeros,
comer y dormir. ¿Qué le parece?
-Si cuenta usted eso a los contertulios de la Maison Dorée se desmayan. Casi todos sospechan
que esa cifra existe
en el mundo; pero ninguno la ha visto.
-Sí. Estuve inactivo poco tiempo. La Paramount me contrató para el doblaje, y en París estuve
dos años cobrando
trescientos cincuenta francos diarios. Luego, ya sabe usted, me casé con la
bailarina Lolita Benavente, y
acompañándola en su última tournée, volví de nuevo a Estados
Unidos. Allí hice un papel con el pobre Carlos
Gardel en Tango Bar, y no pude, por tener que
viajar con mi esposa, hacer el protagonista de una película que
dirigió Contreras Torres, titulada
Mi hermano es un gangster. Creo que lo interpretó por fin Ramón Pereda.
-Unas últimas preguntas, amigo Nieto: ¿A qué atribuye el fracaso de la producción española
en Hollywood?
-A que estaba organizada en completo desacuerdo con los gustos de nuestro público. Todas
las versiones
españolas se hacían de las malas películas americanas, porque las buenas tenían,
por sus propios méritos, fácil salida
en nuestro mercado presentadas en su idioma original.
Además, en las películas que allí hicimos se aprovechaba
todo el desecho -directores, fotógrafos,
etc.- de las producciones americanas.
-Hollywood es maravilloso; pero no es para los españoles. Allí hay que pensar y vivir en
yanqui.
-Por entero. El cine español no se puede hacer sino en España. He tenido ocasión de ver
algunas de las últimas
películas y señalan un avance admirable. Además, Madrid cuenta ya con
Estudios magníficos que no tienen nada
que envidiar a muchos del extranjero. Sólo falta orientar
la industria hacia una comercialidad que no excluya la
dignidad artística. Diga que yo confío en
los destinos del cine español, y aún más en los jóvenes que a él van
llegando.
-Proyectos, muchos. Lo que hace falta es que se conviertan en realidades. Ya le contaré más
adelante, porque
espero que nos veamos con frecuencia.
-Es que a mí me agrada mucho hablar de cine, cambiar opiniones, contrastar juicios; pero
sinceros, sin
apasionamiento.
-Trabajo tan agradable como inútil, querido amigo. Se lo dice un experimentado. Clamar aquí
por el buen cine
español es gritar en el desierto.
-¿Usted cree?
-Creo que como al mundillo cinematográfico no le remueva una conmoción juvenil, está
perdido.
-Así, rotundamente.
Cinegramas nº 47
4 de agosto de 1935
F. H.-G.
Datos complementarios. «Cuerpo y alma» (David Howard, 1931), versión española escrita
por Matías Cirici-
Ventalló, basada en el film «Body and Soul» (Alfred Santell, 1931). / «Eran
trece» (David Howard, 1931), versión
española escrita por José López Rubio, basada en el film
«Charlie Chan Carries On» (Hamilton MacFadden, 1931). /
«Mamá» (Benito Perojo, 1931),
adaptación cinematográfica de José López Rubio (sin acreditar) y Gregorio
Martínez Sierra,
basada en la obra teatral del mismo título (1912). / «Marido y mujer» (Bert E. Sebell, 1931),
versión española escrita por José López Rubio, basada en el film «Bad Girl» (Frank Borzage,
1931). / «Mi hermano
es un gangster», título de rodaje del film «No matarás» (Miguel Contreras
Torres, 1935). / «Tango Bar» (John
Reinhardt, 1935).
Apéndice biográfico. Lolita Benavente, actriz y bailarina española nacida en 1910, cuya
breve filmografía se
desarrolla principalmente en Francia. / Miguel Contreras Torres
(1899-1981), productor, director, guionista y actor
de origen mexicano, en activo desde 1920,
ha sido estudiado en profundidad por Gabriel Ramírez en su libro
«Miguel Contreras Torres»
(México, 1994).
Observaciones. En realidad, de los cinco galanes del cine mudo mencionados en el segundo
párrafo de esta
entrevista, todos ellos llegaron a trabajar en producciones extranjeras, francesas
o alemanas, con la única excepción
de Manuel Soriano.
Precisiones. En el contrato por seis meses, firmado por José García López Nieto el 7 de
marzo de 1931 con Fox
Film Corporation, figura especificado un salario de 175 dólares, a
percibir semanalmente hasta la fecha de
terminación del mismo, y contempla prórrogas de seis
meses a 225 dólares, de un año a 275 dólares y de otro año
adicional a 350 dólares semanales.
El actor hizo uso de la primera prórroga, pero continuando con el salario de 175
dólares. El
contrato se canceló de mutuo acuerdo el 1 de diciembre de 1931, recibiendo en compensación
una suma
de 1.166,67 dólares. (Fox Legal Files - Special Collections section of the UCLA
Library)
Para encontrar a Juan de Landa en Barcelona hay que ir a Casa Solé, un restaurante popular
de la Barceloneta, en
el que, pese a su aspecto de taberna distinguida, se come una langosta
riquísima y unos pulpitos que no hay más que
pedir. Y no es que la Casa Solé sea económica.
Todo lo contrario. Allí cuesta comer tanto como en cualquier
restaurante que se las dé de
aristócrata; pero es que aquello es delicioso. Entre un gran ambiente de simpatía -gente
joven y
artistas casi en su totalidad- puede uno sentarse en la calle ante una mesa bien servida,
despreocuparse en
absoluto de toda la falsa actitud que siempre hay que guardar en sociedad, y
gozar de una sobremesa agradable,
porque el lugar gana inmediatamente, por su cordialidad, al
forastero.
Todos los artistas inquietos, todos los bohemios ricos han pasado por allí. Y el dueño exhibe
con orgullo,
colgados en las paredes, retratos de personajes populares -músicos, pintores,
cantantes, escritores- que un día fueron
sus huéspedes, y a los que pidió testimonio gráfico de su
paso, para asombro de visitantes ingenuos.
Entre los rostros que decoran el establecimiento está el de Juan de Landa. Y entre sus clientes
más asiduos,
también. Raro es el día que deja de ir. Y si el apetito del popular actor -del que me
han hecho grandes elogios-
responde a su humanidad, es seguro que la comida ha de resultarle
a peso de oro, por no ser nada barata, aunque
guarde relación, claro está -y esto es lo mejor-, con
su bondad.
A mí también me convirtieron mis amigos en cliente de la casa. Y una de las noches coincidí
al lado del creador
de El presidio.
-¿Cómo va esa película? -le pregunté, refiriéndome a El secreto de Ana María, que
actualmente filma para
Selecciones Capitolio, en unión de Lina Yegros.
-Muy bien. Estoy contento. Creo que voy a tener un éxito aún mayor que el de El presidio.
Hago un personaje
difícil, pero muy a tono con mis condiciones. Vaya usted mañana por el
Estudio. Trabajamos por la tarde.
-A las cuatro.
Al día siguiente, después de ver rodar unas escenas y visitar los Estudios, Juan de Landa me
lleva a su camerino.
Mientras se quita el maquillaje y abandona sobre una silla la ropa de
mendigo que usa en el film, yo le pregunto:
-Cantar. Era tenor de ópera, y en el arte lírico tenía todas mis ilusiones. Di muchos conciertos
en España, Austria
y Alemania, y un buen día marché a Nueva York, con muchas esperanzas,
pero con escasas pesetas.
-Ese era precisamente el blanco de mis sueños. Zuloaga, el gran pintor, me había dado una carta de presentación
para nuestra compatriota la eminente diva Lucrecia Bori, y lo primero que hice al llegar a la ciudad de los
rascacielos fue visitar a la gran cantante. Me recibió cariñosamente, con la cordialidad que siempre tiene para todos
los españoles; pero no pudo hacer nada por mí. Y no por falta de voluntad, precisamente, sino porque las
formaciones de ópera eran
escasas para los Estados y el deseo de presentarse en el Metropolitan sin haberse dado
antes a
conocer resultaba imposible. Entonces me dediqué con ardor a buscar algo en este aspecto, y
conseguí una
oferta de la Columbia Gramophone Company para impresionar discos; pero como
era con exclusividad absoluta, y
esto limitaba mis posibilidades artísticas, la rechacé y preferí
seguir esperando.
-¿A pie?
-A pie a ratos; otros, en camiones de transporte, y los menos, en el tren. Así fuimos cruzando
Estado tras Estado.
En uno de ellos vivía la hermana del boxeador español Mateo de la Osa,
pariente de mi amigo, y en su casa hicimos
alto. Al llegar, se rindió Baraibar. Sin ánimos para
seguir adelante, pidió algún empleo. Le ofrecieron una plaza de
pastor en un rancho, y aceptó.
Al Estado de Nevada marchó con su rebaño. Yo seguí adelante, confiando en mi
estrella.
-¿Llegó a Hollywood?
-En un estado lamentable, pero llegué. Avaro del poco dinero que tenía, gastaba lo menos
posible. Me refugié en
un hospedaje barato, visité al cónsul español y comencé mi peregrinaje
por los Estudios. En los de la Metro-
Goldwyn no logré ver más que a una secretaria, que me
atendió fríamente. Dejé unas fotografías sin ninguna
esperanza, y pasaron los días. En mi bolsillo
no tenía más que diez dólares. En una ciudad desconocida, sin recursos
y desilusionado, vi
acercarse los días de hambre, y escribí a la hermana de La Osa pidiéndola otra plaza de pastor
para mí. Aguardé la contestación con ansiedad. Varios días más en completo desaliento. Ochenta
centavos como
única riqueza, y entonces, cuando todo lo creía perdido, vino lo inesperado.
-Sí, señor. Fue como un sueño. La carta en que la Metro pedía mi presencia en sus Estudios
la leí muchas veces.
Me parecía mentira tanta suerte. Aquella noche no dormí. Impaciente, me
presenté en las oficinas muy de mañana.
Me pasaron al despacho de Salvador de Alberich, jefe
del departamento hispano, que hoy es precisamente mi
director en El secreto de Ana María, y
hablamos. La Metro iba a hacer en español la película de Buster Keaton ¡De
frente, marchen!, y buscaban un actor para interpretar el sargento. Al director le parecí demasiado grueso; pero
Alberich se mostró partidario de darme el papel. Me vistieron de sargento, me hicieron dar unas
voces de mando, y,
al fin, fui admitido.
-Sí. Después hice en la Fox un papel en El último de los Vargas; volví luego a la Metro,
donde interpreté El
proceso de Mary Dugan, y más tarde llegó El presidio, mi mejor film hasta
ahora.
-Cuando decidieron filmarla en español, me ofrecieron un papel, el del guarda malo; pero yo,
que había visto la
versión inglesa, puse mis ojos en el tipo central. Me creía capaz de hacerlo y
de tener un triunfo. Como llevaran
probados a varios actores sin resultado alguno, me ofrecí yo.
Dudaron al principio; pero una prueba a la que me
sometí desvaneció sus temores. Hice el Buck,
y ya conoce usted el resultado. Un éxito apoteósico en todos los países
de habla española.
-La popularidad, sí. La fortuna, no tanto. Por El presidio sólo cobré mil dólares. Claro es que
el éxito de esta
película me valió un contrato con quinientos ochenta semanales. En él figuraba
una prórroga que, caso de ser
utilizada por la Metro, me aseguraba el sueldo de mil doscientos
a la semana.
-Para los ratos amargos que pasé, aún me pareció pequeño el premio.
-La fruta amarga, con Virginia Fábregas; En cada puerto un amor, con José Crespo, mi
compañero de El
presidio, y Su última noche, con Ernesto Vilches.
-No pudieron ser más. Vino luego la suspensión de versiones españolas; me propusieron,
como a todos los
actores, la compra del contrato, que yo no acepté, y una vez trascurridos los
cinco meses que me faltaban por
cumplir y que cobré sin trabajar, decidí regresar a España,
viendo que en Hollywood había poco que hacer. En el
mismo barco vinieron conmigo Catalina
Bárcena y Gregorio Martínez Sierra.
-Y dígame, Landa, ¿qué relaciones hizo usted en Hollywood con los actores?
-Mis mejores amigos fueron Buster Keaton y Robert Montgomery. El famoso Pamplinas es
la simpatía en
persona. Lo que aquí diríamos un castizo. Ríe, bromea con los amigos, hace
chistes y siempre trabaja con media
botella de whisky en el estómago.
-Otra pregunta: ¿Es cierto, como algunos me han dicho, que los elementos españoles no tenían
en Hollywood
ninguna libertad de acción?
-En parte nada más. No la tenían quienes no la merecían para ellos. Hay un español, sin
embargo, al que nada se
le regateó: Ernesto Vilches. Si no brilló lo que él deseara en Wu Li
Chang, en Cheri-Bibi y en Su última noche,
suya fue la culpa, aunque se la echara a los
americanos. Y lo demuestra así el hecho de que cuando trabajó por
cuenta propia, como en El
comediante, asunto que él eligió, escenificó, interpretó y dirigió, no obtuvo mejor
resultado.
¿Recuerda usted la película? Yo tuve ocasión de verla en el Teatro California, de Hollywood, y
allí se
proyectaba con una advertencia preliminar, en la que se pedía al público benevolencia para
sus muchos defectos.
Esta es la verdad.
-Mucho. Volvería a ir de buena gana. Llegué hambriento e ilusionado, y salí con dinero y
triunfador. ¿Qué más
puedo pedir y qué mejor elogio puedo hacer de él?
Me despido de Juan de Landa. Al salir del camerino entro de nuevo en el set. En un pequeño
decorado, que
representa una salita moderna, están preparándose para rodar. Lina Yegros, ante
la cámara, espera. Se encienden las
luces, iluminando vivamente la escena. Suena la señal,
haciendo callar los ruidos, y por un momento parece que el
Estudio está deshabitado. Las figuras
se mueven en silencio impresionante, y sólo sus voces, sonando claras, son las
dueñas del recinto.
Cinegramas nº 48
11 de agosto de 1935
F. H.-G.
Datos complementarios. «Cheri-Bibi» (Carlos F. Borcosque, 1931), versión española escrita por Miguel de
Zárraga, basada en el guión del film producido posteriormente en inglés con el título «The Phantom of Paris» (John
Stuart Robertson, 1931). / «El comediante» (1931), escrita y dirigida por Ernesto Vilches y Leonard H. Fields,
basada en la obra teatral de M. Mélesville «Sullivan», y en la adaptación al castellano de la misma, firmada por E. V.
Domínguez (Ernesto Vilches). / «¡De frente, marchen!» (Edward Sedgwick, 1930), versión española escrita por
Salvador de Alberich, basada en el film «Doughboys» (Edward Sedgwick, 1930). / «En cada puerto un amor»
(Marcel Silver, 1931), versión española escrita por Edgar Neville, basada en el film «Way for a Sailor» (Sam Wood,
1930). / «Estrellados» (Edward Sedgwick, 1930), versión española escrita por Salvador de Alberich, basada en el
film «Free and Easy» (Edward Sedgwick, 1930). / «La fruta amarga» (Arthur Gregor, 1931), versión española
escrita por Salvador de
Alberich y Antonio de Lara «Tono», basada en el film «Min and Bill» (George Hill, 1930). /
«El
presidio» (Ward Wing, 1930), versión española escrita por Edgar Neville, basada en el film «The
Big House»
(George Hill, 1930). / «El proceso de Mary Dugan» (Marcel De Sano, 1931), versión
española escrita por Eduardo
Ugarte y José López Rubio, basada en el film «The Trial of Mary
Dugan» (Bayard Veiller, 1929). / «Su última
noche» (Chester M. Franklin, 1931), versión
española escrita por Eduardo Ugarte, basada en la adaptación sonora
del film «The Gay
Deceiver» (John M. Stahl, 1926). / «El último de los Vargas» (David Howard, 1930), versión
española escrita por Francisco Moré de la Torre, basada en el film «Last of the Duanes» (Alfred
L. Werker, 1930). /
«Wu Li Chang» (Nick Grindé, 1930), versión española escrita por Salvador
de Alberich, basada en la adaptación
sonora del film «Mr. Wu» (William Nigh, 1927).
Hollywood nos ha devuelto a Rosita más artista que nunca. Su movilidad, su gracia, su
simpatía arrolladora, que
tantos puntos de contacto tiene con la de Lilian Harvey, aunque en
Rosita se acusan con más espontaneidad, han
vuelto de la Meca del cine en plena sazón.
Yo, que siempre me siento temeroso de lanzar un juicio sobre cualquier artista a la vista de
una sola de sus obras,
viendo a Rosita en Susana tiene un secreto lo lancé. Y sincero. El tiempo
me ha demostrado, con gran satisfacción
por mi parte, que no me equivoqué.
Aún no hemos tenido la ocasión de ver a Rosita Díaz sobre la pantalla en toda la plenitud de
sus facultades
artísticas, porque nuestros directores no han sabido aprovecharlas. Su primer film
en Hollywood, Angelina o el
honor de un brigadier -que, pese a su origen y a su desarrollo
teatral, no está exento de valores cinematográficos-,
nos ha traído una prueba elocuente de lo que
puede llegar a realizar Rosita Díaz cuando encuentre su obra. En
Angelina fue la única que
consiguió ver el personaje en su justa proporción; la única que acertó con la línea
caricaturesca
e irónica que anima toda la admirable farsa de Jardiel Poncela. Es, desde luego, y según nuestro
juicio,
su mejor película.
Y ahora Rosita está de nuevo en Madrid. Viene llena de proyectos, de ansias de trabajo, con
más afición que
nunca.
Así me lo dice cuando corremos juntos en su coche por la carretera de La Coruña con
dirección a El Plantío,
donde nos espera el almuerzo. Todo el trayecto vamos charlando mientras
ella, la vista atenta, las manos en el
volante y el pie en el acelerador, conduce con un dominio
admirable.
El coche avanza con velocidad de vértigo, y Rosita, sonriente, me señala la aguja.
-Mire.
-Pues no corremos mucho -digo yo, confiado, después de consultarla, a pesar de que los
árboles pasan por la
ventanilla como exhalaciones-. Vamos sólo a setenta.
La risa de nuestra pequeña estrella ahoga el sonido ronco del motor.
-Sí. A setenta millas, que son unos cien kilómetros por hora -me contesta-. Es que este coche,
como lo compré en
California, cuenta por millas y mide la esencia por galones.
-Especial entonces para automovilistas medrosos, como yo. Ahora que, como medida
preventiva, tenga la bondad
de levantar...
-Sí. Un poco. Y ya que ha desaparecido el riesgo de que nos rompamos algo, ¿quiere que
hablemos de usted, de
Hollywood, de sus películas...?
-Encantada. Pregunte.
-No tenga miedo. Yo soy prudente, y sé dónde se puede correr y dónde no.
-¡Quiá! Si lo que menos he hecho es trabajar, a pesar de que interpreté dos películas:
Angelina y Rosa de
Francia.
-Al llegar me pusieron en el Estudio frente a las luces, y no hice más que fotografías para la
publicidad. Luego,
infinitas pruebas de peinados para mi próximo film, y después, tres meses de
inactividad, que aproveché para hacer
unas excursiones deliciosas. Visité San Francisco de
California, Santa Bárbara y algún otro sitio. Hasta que me
llamaron para empezar Angelina.
-¡Magnífico! ¿Recuerda cuál fue la primera escena que se rodó de este film, la que sirvió para
su debut en
Hollywood?
-Sí. Empezamos por los exteriores del cementerio, donde se desarrolla el duelo. Yo tenía escasa intervención en
estas escenas. En ellas aparecía disfrazada de lacayo. Pasé un poquito de inquietud, de nerviosismo, porque pensaba
que de aquel momento estaba pendiente mi porvenir.
Felizmente, me rehice pronto, y trabajé ya con toda
tranquilidad.
-Bastante. A las seis de la mañana teníamos que presentarnos en el Estudio. De ocho y media
a nueve empezaba
el trabajo, y así estábamos hasta las nueve de la noche. Muchos días la cosa
se alargaba hasta las doce o más. Claro
es que todo quedó compensado cuando vimos el film. A
la preview asistieron muchos artistas, los actores del teatro
shakesperiano y casi todos los
directivos de las Casas productoras. Fue un éxito completo.
-Nada. Descansar otros tres meses. Después, Rosa de Francia, con Antonio Moreno y Don Alvarado, adaptada
por López Rubio de la comedia de Marquina y Ardavín. Este asunto lo elegí yo misma de entre todos los que me
llevé con la ilusión de verlos interpretados por mí. Este film, que es el primero histórico hecho en lengua castellana,
lo dirigió Gordon Wiles. Con él hizo su debut como realizador, porque antes había sido durante mucho tiempo
director artístico con Fox. Yo creo que la película ha quedado muy bien.
-La Fox pasa por un momento de reorganización y evolución. Como usted sabe, se ha unido
a la 20th Century, y
esto ha paralizado un poco todas las actividades y suspendido otras.
-Hollywood es una ciudad ingenua y pueril. Allí pueden vivir felices los niños y los mayores
que posean un
espíritu infantil. Todo en ella tiene aspecto de juguete, de gran juguete: las tiendas,
los escaparates, los mil motivos
de la vida ordinaria. Figúrese que venden, entre otras cosas a
cual más infantiles, unos sobrecitos con una porción de
magnesia y esta leyenda exterior: «Para
la mañana siguiente». Para la mañana siguiente, claro es, de los que
bebieron con exceso la noche
antes. También hay unos libritos que se titulan: «Para sus amistades», y en ellos está
previsto y
magníficamente clasificado todo lo relativo a los amigos: su dirección, su teléfono, su empleo,
el día de
sus cumpleaños, el licor que beben con preferencia, su plato predilecto, etc. Un fichero
auténtico. Esto de la
infantilidad es para mí lo más característico de Hollywood. Por lo demás,
es una ciudad burguesa, tranquila, amable
y de un clima maravilloso. Una delicia.
-No crea. El trabajo se desarrolla poco más o menos como aquí; pero, eso sí, con una organización perfecta, que
ahorra tiempo y dinero. Aquí se improvisa mucho. Allí está todo
previsto y meditado. Así pudimos rodar, como dije
antes, Angelina en dieciocho días, y Rosa
de Francia, en quince.
-En absoluto. Contentísima. No hallé sino sorpresas a mi favor. Más de lo que podía desear,
más de lo que
ambicionaba.
-¿Volverá entonces?
-Cobré un sueldo que aquí resulta fabuloso. Yo tenía un contrato por seis meses, prorrogable
por el mismo
espacio de tiempo, hasta el límite de tres años, y con un aumento progresivo; pero
al cumplir el medio año, fue
anulado, para ofrecerme otro, con doble sueldo, por seis meses más.
-A ese precio, posiblemente no lo tendré nunca. Y dígame, Rosita: ¿qué impresión le han
hecho las estrellas
yanquis que ha conocido en Hollywood?
Florentino Hernández Girbal y Rosita Díaz Gimeno
en «Casa Mariano», en la Cuesta de las Perdices (Madrid, 1935).
-Unas pierden y otras ganan, vistas personalmente. Por ejemplo: en el primer caso está
Constance Bennett, y en el
segundo, Dolores del Río. Los galanes casi todos son altísimos. Yo,
al lado de Gary Cooper, era un átomo. Un día
me puse para unas pruebas, la ropa de Janet
Gaynor, ¡y me estaba grande!
-Trabajar en España con todo entusiasmo. Tengo en proyecto un film. Algo que no se ha
hecho aquí todavía: una
obra de cierta altura, con un papel creado a tono con mi temperamento
y condiciones. ¡Cada día me entusiasma más
el cine!
En un momento que Rosita se vuelve para hablarme, un ciclista que va a cruzar, pedaleando
fatigoso, se echa
encima de nosotros.
Da el coche un viraje brusco, chirrían los frenos, yo caigo sobre la puerta en un empujón
violento, y cuando ya
me veía despedido en la cuneta, siento la mano de Rosita sobre mi brazo,
al tiempo que suena su risa alegre.
La aguja del contador va subiendo rápidamente, mientras el pie de la conductora hunde el
pedal del acelerador.
Rosita, con las manos en el volante y los ojos fijos en la carretera, parece querer dar más
impulso al coche.
Cinegramas nº 56
6 de octubre de 1935
F. H.-G.
Apéndice biográfico. Don Alvarado (1904-1967), actor del cine norteamericano. Joven
promesa en «Loves of
Carmen» (Raoul Walsh, 1927), de irregular trayectoria profesional, pierde
pronto el crédito inicial para descender
hacia producciones de bajo presupuesto e interpretaciones
secundarias. / Gordon Wiles (1902-1950), director
estadounidense. Estudia Bellas Artes en
Europa y entra en la compañía United Artists en la especialidad de dirección
artística (1928),
pasando después a la Fox. Su discreta carrera como realizador finaliza en 1947 con un vigoroso
film
de serie B: «The Gangster».
Precisiones. En el contrato por seis meses, firmado por Rosita Díaz Gimeno el 1 de octubre
de 1934 con Fox
Film Corporation, figura especificado un salario semanal de 350 dólares, con
veinte semanas garantizadas, y
contempla prórrogas de seis meses a 500 dólares, de un año a 600
dólares y de otro año adicional a 700 dólares
semanales, con cuarenta semanas garantizadas cada
año. El contrato se prorrogó por tres meses, a partir del 1 de
abril de 1935, a razón de 600 dólares
semanales, debiendo finalizar el 30 de junio, o al término de su intervención en
«Rosa de
Francia». El 22 de julio de 1935, la actriz optó por percibir del estudio la suma de 589,85 dólares
a
condición de costearse personalmente el viaje de regreso a Madrid. (Fox Legal Files - Special
Collections section of
the UCLA Library)
El cine español realizado en Hollywood debe a Catalina Bárcena sus mejores obras. La
inimitable intérprete de
Mariquilla Terremoto llevó a las películas españolas de la Fox, bajo la
tutela artística de Gregorio Martínez Sierra,
calidades de arte ausentes hasta entonces de todos
los films realizados en nuestro idioma. Antes de aparecer Catalina
Bárcena en la pantalla, las
películas que nos enviaban de Hollywood eran traducciones de obras yanquis, malas
traducciones
la mayor parte de las veces, en las que se perdía el valor del asunto -si alguno tenía- a través de
una
realización mediana, una interpretación discreta y un idioma que no tenía de castellano sino
el nombre que allí
osadamente le daban.
Catalina Bárcena terminó con aquello. A partir de su incorporación al cine -con una obra
española, y no yanqui-,
la producción que en Hollywood se realizaba con destino a nuestros
públicos ganó en valores artísticos y en
atracción comercial. En ellas se cuidó la puesta en
escena, la interpretación y el diálogo, y todo ello, conducido por
manos expertas, dio como
resultado lo que el público deseaba: películas españolas escritas e interpretadas por
españoles.
La técnica era en ellas norteamericana; pero el espíritu, enteramente nuestro.
La artista sin par que es Catalina Bárcena españolizó nuestro cine en Hollywood. Y surgió en
ella una actriz
cinematográfica admirable. Su naturalidad, su voz, su arte, encontró en la pantalla
la expresión perfecta. Así pasó de
primera figura en el teatro a primera figura en el cinema.
Ahora, después de dos años de ausencia, Catalina Bárcena se encuentra de nuevo en España.
Quiere hacer cine.
Desea aportar su concurso a la producción española, en cuyo porvenir confía.
Así nos lo dice mientras conversamos
en su hotel del Parque Metropolitano.
-Sí. Y las he encontrado muy bien. A propósito de nuestro cine -dice de pronto-, ¡si viera
usted los elementos de
Hollywood que desean venir aquí! Artistas, técnicos y operadores tienen
puesta su ilusión en venir a trabajar a
España. A mí me lo han dicho muchas veces. Su
experiencia podría ser muy útil para el cine español, ¿no cree?
-Sin duda. Ningún país productor ha podido sustraerse a la colaboración extranjera, que es
perfectamente lógica.
¿Por qué no hemos de aceptarla nosotros?
Charlamos un rato en torno al cine español y sus problemas. Al fin, encauzo la conversación
hacia el sitio que me
interesa: recoger de Catalina Bárcena impresiones de la Meca del cine. Y
pregunto:
-Sencillísimo. Yo fui acompañando a Gregorio, que iba contratado por la Metro. Mi proyecto
era sólo descansar
de la vida intensa del teatro, efectuar un viaje de recreo.
-No sólo no me interesaba, sino que tenía el firme propósito de rechazar cualquier insinuación
para hacerme
actuar en él.
-No sé. Temía ver peligrar el nombre alcanzado en el teatro a costa de tantos esfuerzos; creía,
además,
firmemente que jamás podría adaptarme al cinema.
-Gregorio y Benito Perojo me hicieron una prueba. Acepté, ante su insistencia; pero con el
decidido propósito de
no aparecer en ninguna película. Me puse ante la cámara con bastante
miedo, y dije una escena de Rosina es frágil y
otra de El corazón ciego. No me gusté. Cuando
me vi en la pantalla me convencí de mis temores: si yo hacía cine,
fracasaría.
-La que saqué de la prueba: no me agradó mi trabajo. Y como por entonces se suspendió allí
la producción, volví
a España.
-¿Sin esperanzas de volver?
-Sin ninguna. No pensé actuar más en Hollywood. Algún tiempo después, al reorganizar la
Fox su producción en
español, fuimos contratados Gregorio y yo. Mi compromiso era hacer dos
películas; pero hice cuatro.
-¿Que fueron...?
-Todos, menos Señora casada necesita marido, que estaba tomado de una novela
norteamericana. Ahora, los
siete fueron realizados para el público español directamente. No
como se hizo hasta entonces, que se filmaban
únicamente versiones españolas de películas
yanquis.
-¿Qué vida hacía usted en Hollywood, durante el descanso obligado entre película y película?
-Muy sencilla. Tenía afán por verlo todo, por conocer ampliamente aquel mundo encantador
que no se parece a
ninguno. Asistía a fiestas, a espectáculos, a reuniones, procuraba divertirme,
en fin.
-Es una ciudad cómoda, alegre, en la que todo tiene aspecto de nuevo. Posee un aire bullicioso
de gran feria, de
pueblo provisional. Las casas son muy frágiles y las trasladan de un lado a otro
con la mayor facilidad. ¡Como que
hay quien practica el negocio de la venta del solar! Si el que
ocupa su casa sube de precio, lo vende, carga con la
casa y la lleva a una zona del ensanche,
donde los solares son más económicos. Otro aspecto muy característico de
Hollywood es su afán
de tener de todo. En los Estudios puede pedirse la cosa más rara del mundo, en la seguridad de
encontrarla, y en las casas, las calles y los jardines, ya que no las tienen, las inventan, haciéndose
ellos mismos la
ilusión de que son reales. Por ejemplo: no es extraño ver en algunos parques
ruinas románicas falsas, y en los árboles
de muchos jardines, pájaros imitados llenando las ramas.
Ahora, aparte de todo esto, Hollywood es delicioso. En él
se goza de un veraneo eterno. La
conquista más firme de la ciudad del cine es el pantalón que visten en casa todas
las mujeres. Es
cómodo, higiénico, da libertad a los movimientos... ¡En seguida se aficiona una a él!
Ríe también Catalina Bárcena. Martínez Sierra, que se encuentra con nosotros, alude
humorísticamente al hecho,
y yo sigo preguntando:
La actriz consulta a Martínez Sierra con una mirada, y éste indica:
-Sí -dice ella-, porque demuestra la corrección y la delicadeza del famoso actor. Charles Laughton, Mecenas
pródigo de toda manifestación artística, había patrocinado la actuación en
Hollywood de un ballet ruso. El día de la
función asistimos Gregorio y yo, y el acomodador nos
colocó equivocadamente en las localidades de Laughton y
señora. Llegaron éstos, y no sólo no
consintió el creador de Enrique VIII que nos moviéramos de sus localidades,
mejores desde luego
que las nuestras, sino que se deshizo en excusas, como si el equivocado hubiera sido él.
-De Hollywood y del cine, Charlie Chaplin. Es un hombre admirable. De una cordialidad y
de una modestia
extraordinarias. Es muy tímido, y como yo lo soy también un poco, cuando
Edgar Neville nos presentó, nos
quedamos los dos sin pronunciar palabra, cogidas las manos y
mirándonos, sin cesar de sonreír. ¡Fue un momento de
mucha violencia!
-¿A qué otros actores famosos ha conocido?
-A Grace Moore, toda simpatía e inteligencia; a Dolores del Río, una de las mujeres más
distinguidas y cultas de
Hollywood; a Constance Bennett, que es un «gran hombre» de negocios;
a Marlene Dietrich, que, por cierto, es
mucho más alta de como aparece en la pantalla; a Victor
McLaglen, mocetón y buenazo; a Lionel Barrymore, tan
gran persona como gran artista; a Lilian
Harvey, a Robert Young, a Janet Gaynor y muchos más. De quien guardo
un grato recuerdo es
de Shirley Temple.
-Más encantadora aún que en la pantalla. Con todo el mundo habla y a todos gasta bromas.
Su mejor amigo es un
perro con el que juega sin cesar en el Estudio. ¡Un encanto de criatura!
-No. El teatro tiene todo mi cariño, y no lo abandonaré jamás. Serán más espaciadas mis
actuaciones; pero entre
película y película, yo seguiré trabajando en la escena. ¡A ella le debo
todo cuanto soy!
Terminada la conversación con destino a nuestros lectores, Catalina Bárcena, Martínez Sierra
y yo volvemos
sobre el tema del cine español. El autor de Canción de cuna tiene una visión muy
certera del camino a seguir. Y su
intérprete admirable se encuentra llena de entusiasmo y de fe.
No es aventurado, pues, predecirles nuevos triunfos. Nosotros, desde luego, se los deseamos
de todo corazón.
Cinegramas nº 87
10 de mayo de 1936
F. H.-G.
Precisiones. Los contratos firmados por Catalina de la Cotera con Fox Film Corporation no
se refieren a un
período determinado, sino al número de películas que deberá interpretar dentro
de unos plazos previamente
establecidos. En noviembre de 1932, la actriz se compromete para
dos producciones por 12.000 dólares, y
protagoniza «Primavera en otoño» y «Una viuda
romántica»; en abril de 1933, para una por 6.000 dólares, la titulada
«Yo, tú y ella»; y en
septiembre de 1933 firma para «La ciudad de cartón» por 6.000 dólares, más el 5% sobre los
beneficios que excedan de 150.000 dólares. El último contrato data de agosto de 1934 y
contempla la realización de
otros dos films en un intervalo estimado en veinte semanas, a razón
de 750 dólares semanales, más el 5% de los
beneficios obtenidos que excedan de 150.000 dólares
por cada uno de ellos. (Fox Legal Files - Special Collections
section of the UCLA Library)
Uno de los actores españoles de más larga permanencia en Hollywood es Julio Peña. Por
derecho propio puede
considerarse vecino de Cinelandia. Reúne para ello las condiciones
precisas: habla inglés, masca chicle, tiene un
automóvil veloz y lleva filmadas muchas películas.
Es, pues, un español injerto en yanqui, sin perder, claro es, su
españolismo.
A su regreso de Andalucía, donde se han rodado los exteriores de María de la O, Julio Peña
-al que acompaña
ese gran artista que se llama Santiago Ontañón- acude a saludarnos. Trae un
aire desenvuelto y jovial de galán
americano, y habla locuaz, sin dejar un momento de sonreír.
-Bienvenido, Julio -le decimos, estrechando su mano-. ¿Cómo ha ido esa película?
-Estoy a su disposición.
-Sí, con la Paramount, en París. Encontrándome en la Compañía del María Isabel, me contrató
para Joinville. Allí
hicimos una película titulada Doña Mentiras. Luego volví al teatro, hasta que
Metro-Goldwyn me ofreció un
contrato para Hollywood.
-¿Condiciones?
-Y para mí también. Loco de alegría, emprendí el viaje, en unión de la actriz francesa Mona Goya, contratada
igualmente por Metro. Cuando llegamos a Nueva York me recibieron con grandes apuros. «Le están esperando -me
dijeron- para actuar inmediatamente. El film está detenido, pendiente de su llegada». Total, que no pude estar en
Nueva York más que una hora, tiempo que aproveché para subir al rascacielos más alto de la ciudad. Por la noche
tomé el tren,
y al llegar a Hollywood recibí la primera sorpresa: la película para la que se me llamaba con tanta
urgencia estaba terminada hacía una semana, y hasta después de dos meses no empecé a trabajar.
-Me compré un coche y me dediqué a correr por la ciudad y sus alrededores. Por fin, a los dos
meses me dieron
un pequeño papel en La fruta amarga, con Virginia Fábregas y Juan de Landa.
Sólo trabajé en esta película seis
días.
-¿Y después?
-Seis meses de no hacer nada. La única obligación era pasar a cobrar los sábados.
Rápidamente vino la
suspensión de la producción en Metro. Vendí mi contrato y pasé a la Fox
como actor libre. Allí hice Esclavas de la
moda y, a continuación, Mamá, con Catalina Bárcena.
-Al terminar Mamá. Y lo bueno fue que durante la vigencia del contrato no llegué a actuar
ni una sola vez. Por
entonces se paralizó también la producción en Fox; tomé una indemnización
a cambio del contrato, y me dediqué a
esperar. Pasaron algunos meses, y, por fin, al llegar
Catalina Bárcena y Martínez Sierra, comenzó de nuevo la
filmación de obras en español.
-¡Buena parada!
-Hasta que hice Julieta compra un hijo, con Catalina Bárcena y Luis Alonso.
Posteriormente, con la llegada a
Hollywood de Rosita Díaz, conseguí lo que deseaba desde hacía
mucho tiempo: interpretar papeles ajustados a mis
condiciones. Así, creo que las dos películas
que con Rosita interpreté, Angelina y Rosa de Francia, es lo mejor de
mi labor.
-Con la Fox, sí; pero antes de regresar a España me llamó la Universal, y tomé parte en Alas
sobre el Chaco, con
Antonio Moreno.
-Ya que la producción española en Hollywood ha terminado por completo, ¿quiere decirme,
Julio, a qué causas obedece el fracaso?
-A que las películas españolas realizadas en Hollywood no han sido películas españolas jamás.
En apariencia, lo parecían; pero en su espíritu
eran yanquis.
-Que es el verdadero, el único paraíso sobre la Tierra. No hay nada más bello.
-Inmediatamente. Los yanquis, aunque bruscos por la primera impresión, son buenos. Cuanto
más se les conoce y se les trata, más se les
estima. Aunque otra cosa digan, con los actores
españoles se han portado bien. A cada uno le trataron como se mereció.
-Vamos ahora un poco con las estrellas... ¿Qué impresión hicieron en usted esas figuras al
contemplarlas de cerca?
-...Recibí -continúa Julio- la mayor emoción de mi vida. Como yo no hablaba entonces inglés, no supe hacer ante él más que un gesto
elocuente de alegría, y Charlie se echó a reír, estrechando mi mano. Luego frecuenté mucho su casa, y al contemplarme a mí mismo junto al
cómico genial, jugando al tenis con él y bañándonos juntos en su piscina, tenía que pellizcarme para
convencerme de que no estaba soñando. A
lo largo del tiempo que pasé en Hollywood conocí a
muchas estrellas: Victor McLaglen, Joan Crawford, Edmund Lowe, Buster Keaton, Ramón
Novarro, Lupe Vélez, etc. Y observé una cosa: que las morenas pierden en la pantalla y las rubias
ganan. Por ejemplo: Dolores del Río es
mucho más bella al natural que en el lienzo, y Jean
Harlow resulta más atractiva con maquillaje que en la calle.
-Discurre como un fantasma por el Estudio. Un día, en Metro, Conchita Montenegro me dijo
de repente: «Mira, allí va Greta». Rápidamente,
en mi deseo de verla de cerca, corrí a cortarla el
camino, y en el momento de cruzarme con ella, quedé parado, contemplándola. Con el
maquillaje
resultaba aún más bella que a través de la fotografía en la pantalla. Fue la única vez que vi a
Greta Garbo.
Y montando en su coche, se pierde entre los carruajes que llenan la Gran Vía.
Cinegramas nº 92
14 de junio de 1936
F. H.-G.
Datos complementarios. «Alas sobre el Chaco» (Christy Cabanne, 1935), versión española escrita por René Borgia, basada en el guión del
film «Storm Over the Andes» (Christy Cabanne, 1935). / «Angelina o el honor de un brigadier» (Louis King, 1935), adaptación
cinematográfica de Enrique Jardiel Poncela, basada en la comedia del mismo título (1934). / «La ciudad de cartón» (Louis King, 1933),
adaptación cinematográfica de José López Rubio y John Reinhardt, basada en un argumento originalmente escrito para el cine. / «Doña
mentiras» (Adelqui Millar, 1930), versión española escrita por María Luz Morales, basada en el film «The Lady Lies» (Hobart Henley, 1929). /
«Esclavas de la moda» (David Howard, 1931), versión española escrita por Matías Cirici-Ventalló, basada en el film «On Your Back» (Guthrie
McClintic, 1930). / «La fruta amarga» (Arthur Gregor, 1931), versión española escrita por Salvador de Alberich y Antonio de Lara «Tono»,
basada en el film «Min and Bill» (George Hill, 1930). / «Julieta compra un hijo» (Louis King, 1935), adaptación cinematográfica de José López
Rubio, basada en la obra teatral del mismo título de Honorio Maura y Gregorio Martínez Sierra (1927). / «Mamá» (Benito Perojo, 1931),
adaptación cinematográfica de José López Rubio (sin acreditar) y Gregorio Martínez Sierra, basada en la obra teatral del mismo título (1912). /
«Primavera en otoño» (Eugene Forde, 1933), adaptación cinematográfica de José López Rubio y John Reinhardt, basada
en la obra teatral del
mismo título (1911). / «Rosa de Francia» (Gordon Wiles, 1935), adaptación
cinematográfica de Helen Logan y José López Rubio, basada en la
comedia del mismo título de
Eduardo Marquina y Luis Fernández Ardavín (1923). / «Una viuda romántica» (Louis King,
1933), adaptación
cinematográfica de José López Rubio y Paul Perez, basada en la obra teatral
«Sueño de una noche de agosto» (1918). / «Yo, tú y ella» (John
Reinhardt, 1933), adaptación
cinematográfica de José López Rubio y John Reinhardt, basada en la obra teatral «Mujer» (1925).
Precisiones. En el contrato por seis meses, firmado por Julio Peña Muñoz el 22 de julio de
1931 con Fox Film Corporation, figura
especificado un salario de 100 dólares, a percibir
semanalmente hasta la fecha de terminación del mismo. Dicho contrato quedó cancelado el 30
de noviembre de 1931, recibiendo el actor en compensación una suma de 400 dólares. (Fox Legal
Files - Special Collections section of the
UCLA Library)
Cuando los yanquis, temiendo perder los mercados cinematográficos del mundo entero, se
lanzaron a realizar
versiones de sus películas en los principales idiomas, quisieron cuidar
especialmente las españolas, aunque más tarde
no lo consiguieran por el desconocimiento de
nuestros gustos y de nuestras costumbres. Para ello lleváronse a
Hollywood directores, actores,
dialoguistas y escenógrafos. Entre ellos, fue Tono Lara; pero no en calidad de
dibujante, que es
su profesión, sino como escenarista.
El notabilísimo humorista, creador de tantas historietas felices, acogió jubiloso el contrato.
Dos placeres le
proporcionaba éste: intervenir en cine, al que tiene gran afición, y realizar un
magnífico viaje de novios no
sospechado.
Para Tono Lara, la aventura tenía, pues, doble encanto. Lo lamentable es que Tono no hiciera
nada en
Hollywood. Los yanquis, entre los que vivió un año, no vieron en él el gran artista que
España y Francia habían
visto; el cartelista sin rival, el humorista certero, el dibujante admirable.
Y Tono permaneció en Hollywood con las
manos cruzadas, aunque después haya sacado
enseñanzas provechosas de aquel viaje.
-¿Cómo a usted, dibujante, le ganó el cine? -preguntamos a Tono, queriendo buscar de sus
labios la relación entre
ambos medios de expresión artística.
-Porque el cine -nos contesta- no es sino una historieta de muchas viñetas. Con la comodidad de que allí no hay
que dibujarlas. Al que, como yo, ha trazado miles de ellas, tenía necesariamente que atraerle. Y hacia él fui. Metro-
Goldwyn me ofreció un contrato por cinco años de término, a cumplir de seis en seis meses, y acepté.
-Sí; para unirme a Edgar Neville, Eduardo Ugarte y José López Rubio, que ya se encontraban
allí. Fui en el
Leviatán, en unión de mi esposa y de Buñuel, que, con anticipación, también había
sido contratado por Metro.
-Muy grata; pero mi primera sorpresa, la mejor de cuantas allí experimenté, fue el conocer a
Charlot. Cuando
íbamos en el tren hacia Los Angeles, Buñuel me decía: «¡Mira que si al llegar
a Hollywood nos encontráramos con
que Charlot estaba esperándonos en la estación!». No fue
así; los que nos recibieron fueron Neville y López Rubio;
pero por la noche, cuando nos
reunimos a comer con éstos y con Ugarte, nos anunciaron la visita de míster Smith. Y
míster
Smith era el genial Charlie Chaplin, camarada cariñoso y cordial de todos los españoles
residentes en
Hollywood, tan gran artista como gran amigo.
-Todos me han dicho que Charlot muestra mucho interés por lo español.
-Es cierto. En la calle, en el restaurante, en la piscina y en su casa no se le veía más que con españoles. ¡Un día
hasta le hicimos un cocido! Yo tengo en casa unos pequeños discos caseros
impresionados por él. En uno canta
flamenco tal como él lo entiende, y en otro, una canción
perteneciente a Luces de la ciudad, que no llegó a incluirse
en el film.
-Aquello es una organización desorganizada. Se trabaja con mucha comodidad; pero sin
ninguna libertad. Allí, un
director lo encuentra todo resuelto, porque antes ha pasado por muchas
manos. Nada es producto de un hombre, sino
de varios. Todo esto resta personalidad a la
creación artística. Para los yanquis, el verdadero autor de un film es la
Compañía.
-Pero los directores «estrellas» que pudiéramos llamar tendrán libertad de acción...
-No lo crea. Reciben el guión después de haber pasado por varios adaptadores, dialoguistas
y técnicos, y ellos no
tienen otra misión que la de realizarlo en el Estudio, siguiendo las
indicaciones que les han señalado de antemano.
¿Usted no sabe lo que le pasó a King Vidor con
Aleluya?
-No recuerdo.
-Al presentar la película que, como usted no ignora, es una maravilla, los directivos del
Estudio rechazaron el
final. El director protestó, gritó; pero el final fue cambiado.
-¿A qué cree usted que obedece la desorganización de que hablaba antes?
-Al exceso de organización. Mire usted un caso peregrino: Cierta Compañía compró, para
convertirla en film, una
comedia de gran éxito en Nueva York. Comenzaron a trabajar
escenaristas y dialoguistas, y después de pasar de unas
manos a otras, cortando, arreglando y
añadiendo cosas, no dieron con la solución de la película. Ante este tropiezo, a
uno de los
directivos del Estudio se le ocurrió una idea genial. ¿Por qué no contratar al autor de la comedia?
Aprobada la resolución, se cursaron órdenes a Nueva York, para traerlo en las condiciones que
fuera, y la respuesta
fue sorprendente: el autor de la comedia cuya presencia se pedía tan
urgentemente estaba contratado y cobrando, sin
hacer nada, en aquellos Estudios, desde hacía dos
años. Ahí tiene usted demostrado el por qué es una organización
desorganizada.
-Alegre, de broma perpetua. ¡Igual que aquí! Lo que produjeron en Hollywood fue una depresión monetaria,
porque allí no circula la moneda; todo se paga con cheques. El dinero está en los Bancos. Los Estudios reciben de
éstos las cantidades necesarias para la producción, y la cantidad no se retira, queda en el Banco. El Estudio paga a
todos los elementos con cheques, y éstos también lo dejan allí, porque sus gastos los abonan con talones. Como todo
el mundo hace
lo mismo, el cheque es la moneda efectiva. Pero llegaron los españoles, y a todos les dio por
cobrar
en buenos dólares. ¡Buena se armó entonces! ¡Como que los Bancos se asustaron!
-Bien. Vamos con una pregunta de ritual: ¿Qué opinión personal tiene de Hollywood?
-Hollywood es la ciudad de cartón. Esto ya lo ha dicho todo el mundo; pero no tengo más
remedio que repetirlo,
para que se sepa que he estado allí. Ahora bien -dice Tono, encauzando
la charla por los cauces del humorismo-, en
Hollywood es donde más facilidades existen para
comprar coches y en donde esto tiene menos importancia. La
criada misma puede hacer estos
menesteres al ir al mercado. «Please, miss Porter: traiga usted carne, patatas, queso
y un coche».
La criada, al volver de la plaza: «Mire usted, señorito, he traído un Chevrolet, porque estaban hoy
muy
frescos, y además me lo han pesado muy bien. Lo que estaba más barato eran las sardinas
y los Fords; pero como
ayer le puse a usted Ford...».
-Las estrellas de cine no comen casi. Yo he presenciado durante un año el almuerzo de una
de las más conocidas,
y no comía más que lechuga; pero al cabo del año se le puso cara de
conejo.
-Un día, Charlot dio una cena en honor de Einstein. Después de comer, una troupe japonesa
dio una
representación y, al acabarse ésta, las japonesitas nos pidieron a todos nuestro autógrafo,
y firmamos: Charlot,
Einstein, Hearst, Carl Laemmle y yo.
-Bueno, Tono, hablemos en serio. Ahora, aquí, en España, ¿piensa usted intervenir en cine?
-Ese es mi deseo. Tengo un argumento muy cinematográfico y muy moderno, que espero ver
realizado pronto.
Mientras tanto, sigo mis actividades de dibujante. He abandonado un poco el
cartel y la historieta. Ahora hago
estilizaciones plegables de animales, que han tenido un éxito
extraordinario. En Madrid las publica Crónica; en
París, Ric et rac, y en Berlín, la famosa revista
Berliner Illustrierter. Llevo hechos ya sesenta y tantos modelos.
-Cierto. Veremos si esta vez tengo más suerte. A ver si hago aquí lo que no pude hacer en
Hollywood.
Y encauzada la conversación sobre el tema del cine español, Tono, uno de los mejores dibujantes humorísticos
españoles, nos da su opinión -ahora en serio-, que en un todo coincide
con la nuestra.
Cinegramas nº 94
28 de junio de 1936
JOAQUIN ZALDIVAR
NOTAS DEL EDITOR
Apéndice biográfico. Luis Buñuel (1900-1983), realizador español, cuya obra ha sido estudiada en numerosas
ocasiones, tiene publicado un libro de memorias titulado «Mon dernier soupir» (París, 1982). / William Randolph
Hearst (1863-1951), magnate de la prensa norteamericana, con poderosas influencias en la escena política.
Interesado por la carrera de la actriz Marion Davies, extiende sus negocios al cine con la creación de la productora
Cosmopolitan Pictures, base de lanzamiento de su estrella favorita. / Carl Laemmle (1867-1939), presidente de la
compañía Universal Pictures, desde su fundación en 1912 hasta 1935. Décimo hijo de una familia de judíos
establecida en Alemania, comienza a trabajar a la edad de trece años y emigra a los Estados Unidos en 1884. Acepta
ofertas de empleos diversos y abre un nickelodeon en Chicago, introduciéndose en la industria cinematográfica
como distribuidor de
películas, las cuales pasa también a producir poco después. Viaja a California y se establece en
San Fernando Valley, donde inaugura en 1915 los estudios de Universal City.
De cuantos actores teatrales españoles estuvieron en Hollywood, Rafael Rivelles fue, sin duda,
uno de los que
mejor lograron adaptarse al cinema. Su voz, su naturalidad, su buen arte de
comediante, destacaron de una forma
notable; eso que allí no le depararon muchas ocasiones de
lucimiento. En aquel mundillo revuelto de las versiones
españolas no fue posible hacer una labor
de calidad. Todo era improvisación, desconcierto y velocidad. La idea de
hacer un film se
acordaba en pocas horas; el reparto se efectuaba sin conocer a los actores, resultando casi siempre
equivocado, y la película no tardaba en impresionarse arriba de doce días. No obstante esta forma
de trabajo, Rafael
Rivelles consiguió triunfar, demostrando sus magníficas condiciones de actor
cinematográfico, de actor que ante la
cámara se olvida de la escena, cualidad ésta muy difícil de
conseguir. Todas sus interpretaciones de Hollywood son
certeras, sobrias, inteligentes.
Ahora, haciendo un alto en su trabajo escénico, vuelve Rivelles al cine. En estos días rueda,
bajo la dirección de
Benito Perojo, en los Estudios de Aranjuez, la obra de Alejandro Casona,
Nuestra Natacha.
Aprovechando un día en que no actúa, nos reunimos de noche en un café de la Gran Vía. Charlamos de cine y -
¡cómo no!- de Hollywood. A lo largo de nuestra conversación,
interrumpida una y otra vez por un desfile
interminable de vendedores ambulantes, Rafael
Rivelles nos va descubriendo el Hollywood que él ha visto, el que ha
vivido. Un Hollywood
sorprendente y atractivo.
-Mire usted -nos dice-; yo no pensé jamás en pisar aquella tierra; pero creo que de buena gana
me hubiera
quedado allí.
-Yo acababa de hacer con Perojo, en Alemania, El embrujo de Sevilla. Al llegar a Barcelona,
un señor me buscó
en la estación. «¿Es usted Rafael Rivelles?», preguntó. Al contestarle
afirmativamente, hizo que la entonces mi
esposa y yo le siguiéramos hasta las oficinas de
Metro-Goldwyn. Allí quedamos contratados por un año, para
Hollywood. Dejamos en suspenso
la reorganización de nuestra Compañía y embarcamos a los pocos días en el
París. Con nosotros
fueron Benito Perojo y Valentín Parera.
-Maravillosas. Solamente por recorrer, durante cuatro días de tren, desde Nueva York a Los
Angeles, las más
hermosas comarcas de Estados Unidos, puede darse por bien emprendido.
-¿Y su llegada a Hollywood?
-Fue algo sorprendente. Estaban próximas las fiestas de Navidad, y la ancha calle por donde entramos se veía a
un lado y otro llena de árboles de Noel, con sus luces encendidas. Un efecto
fantástico. Yo recibí una impresión que
difícilmente se borrará de mi memoria.
-Un mes, aproximadamente. Me levantaba temprano, pasaba casi todo el día en la playa y
muchas noches las
empleaba en asistir a los cines de Hollywood y Los Angeles. De vez en
cuando tenía que prescindir de este recreo,
porque agotaba los programas.
-La mujer X. Después hice El proceso de Mary Dugan. Por cierto que durante el rodaje de
esta película ocurrió
una anécdota graciosa. El anciano actor Antonio Vidal hacía el presidente
del Tribunal, y una de sus frases era: «O
guardan silencio o hago desalojar la sala». Repitiola una
y otra vez, y cuando no se le trababa la lengua, decía, sin
posible enmienda: «...o hago derribar
la casa». Insistió de nuevo en esta equivocación, entre el regocijo de todos y, al
fin, viendo que
no lograba decir la frase correctamente, arrojó el martillo de madera y se disculpó, diciendo:
«¡Esto
no lo haré bien; pero lo que es las paellas!...».
-Un derroche de elementos y una actividad admirable. Levantan decorados grandiosos. En los
Estudios de Metro
vimos una calle de cincuenta metros, tan fielmente reproducida, que mi mujer
entró en una tienda con deseos de
comprar algo que había visto en el escaparate. En otro lugar
de estos mismos Estudios había un trozo de mar, con la
mitad de un buque, que sirvió para filmar
Sombras blancas. Daba una sensación de realidad absoluta.
-No. Me comprometí por película. Hice ¿Conoces a tu mujer? e interpreté el papel que en
inglés hacía Edmund
Lowe. Luego, después de quince días de descanso, tomé parte en Mamá,
que dirigió Benito Perojo y sirvió a
Catalina Bárcena para hacer su debut cinematográfico.
-Después de terminar esta película, poco. Perojo, que regresó en seguida a Europa, me llamó
desde París para
filmar Niebla, por cuenta de la Osso, y allá fui.
-Sí; porque Hollywood es el rincón más hermoso y más atractivo del mundo. De haber estado soltero, mi ilusión
hubiera sido aprender el inglés y tomar parte en las versiones yanquis. La vida en aquella ciudad es deliciosa. Parece
un lugar hecho para divertirse. Los miles de habitantes que
hay en Hollywood todo lo ven en cine. Para contemplar
cualquier objeto o paisaje remedan el
recuadro de la pantalla colocando de una forma especial las manos ante los
ojos, y hasta cuando
uno entra en la tienda a comprar una corbata, la dependienta le dice con la mejor de sus
sonrisas:
«Esta va muy bien para filmar».
-Hombre, sí; los automóviles. Allí el automóvil no es un objeto de lujo, sino un artículo de
primera necesidad.
Hasta el limpiabotas llega a su trabajo, dejándole a la puerta. En la calle están
en venta, nuevos y usados, con el
precio puesto sobre el parabrisas. Llega cualquiera, da unos
cuantos dólares a cuenta, y se lo lleva.
-A poco de llegar. Charlie Chaplin es el gran amigo de todos los españoles. La fiesta de
Nochebuena la
celebramos en casa de Tono, y a ella asistió Charlot. El árbol de Noel que
habíamos preparado con gran cuidado fue
deshecho cuando el licor comenzó a hacer sus efectos,
y en el momento más crítico de la fiesta disfrazamos a
Charlot, improvisándole un traje arbitrario
y graciosísimo. Con él puesto bailó cómicamente, entre las carcajadas de
todos. Fue una noche
inolvidable.
-Casi siempre, agradable. Mary Brian, por ejemplo, es una de las mujeres más bonitas de Hollywood: mucho más
guapa de como aparece en la pantalla. En Norma Shearer se unen la
belleza, la simpatía y el talento. Y Dolores del
Río es una mujer llena de atractivo. De ellos,
admirables, como personas y como artistas, son Nils Asther y Lewis
Stone. Ahora que si las
aficionadas al cine contemplan a Gary Cooper en traje de baño, tardarían en reponerse del
susto.
Es un tipo destartalado, huesudo y desproporcionado. Y aun ante su ídolo de hoy, Clark Gable,
quedarían
defraudadas. Este actor, fuera del Estudio, es bastote, ordinario, nada elegante
ciertamente. Pero ante todos, sobre
todos, Charlot, artista genial y hombre admirable: el de más
prestigio y el de más modestia.
-No sé aún. Me gustaría hacer películas, y durante los períodos de descanso volver a la escena;
pero todavía no
me he decidido a aceptar las proposiciones que me han hecho de los Estudios.
Son las doce. Rivelles necesita descansar, pues a las siete de la mañana ha de estar en los
Estudios de Aranjuez.
Nos despedimos.
Rafael Rivelles y Manolito Díaz en Nuestra Natacha.
¡Qué extraño para un actor de teatro, noctámbulo sempiterno, esto de retirarse a media noche!
Cinegramas nº 96
12 de julio de 1936
F. H.-G.
Precisiones. Luis Buñuel relata en su libro de memorias el asalto al árbol de Navidad durante
la cena de
Nochebuena de 1930 en el domicilio de «Tono», en Los Angeles. El actor José Crespo,
testigo presencial del
incidente protagonizado por Buñuel, Eduardo Ugarte y Julio Peña, recuerda
que entre los comensales asistentes
también se encontraban Edgar Neville y su esposa, Benito
Perojo, Gregorio Martínez Sierra, Catalina Bárcena,
María Fernanda Ladrón de Guevara,
Valentín Parera y José López Rubio, además de Rafael Rivelles, Charlie
Chaplin, Georgia Hale
y los anfitriones, «Tono» de Lara y su esposa Leonor.
No es posible hablar de la producción española en Hollywood sin destacar -con el elogio que
su persona y su
labor merecen- a José López Rubio. Este muchacho de treinta años, todo
simpatía, talento y cordialidad, luchó
bravamente hasta imponer nuestro idioma -el sonoro y
correcto castellano- en los films españoles realizados en
California. España, pues, debe agradecer
a José López Rubio este esfuerzo, ya que a él corresponde la mayor parte
de aquella conquista
que parecía no lograrse jamás. El dramaturgo admirable de De la noche a la mañana, el
humorista fino e intencionado de Roque Six, fue ganado por el cine, y él ganó a su vez a éste para
nuestro idioma.
José López Rubio ha desarrollado en Hollywood una labor inmensa, la más
interesante que allí se hizo en este
aspecto, sin duda alguna: españolizar el cine español.
-Dígame -le preguntamos, sentados frente a frente en el bar del hotel donde se hospeda-, ¿cuánto tiempo estuvo
usted en Hollywood?
-Cinco años -contesta, mientras toma un sorbito de jugo de naranja-. Fui en el mes de Agosto
del año 1930,
contratado por Metro-Goldwyn, en unión de mi colaborador Eduardo Ugarte.
Llevaba un contrato por seis meses,
prorrogable hasta dos años, a voluntad de la Casa,
naturalmente.
-La de escribir el diálogo de las versiones españolas, que no eran sino fidelísimas traducciones
de películas
yanquis.
-La mujer X; una película muy mala, de Ernesto Vilches, que se tituló Su última noche, y
El proceso de Mary
Dugan.
-¿Y después?
-¡Si no existió tal fracaso! Comercialmente, se entiende. Las películas habían dado dinero;
pero hubo algo de
miedo, y, desde luego, mucha desorientación. En lugar de buscar asuntos más
apropiados para nuestro público y
contratar buenos actores, que era el camino lógico, decidieron
suspender la edición. Claro es que muchos de los
elementos españoles tuvieron la culpa.
Rompieron con toda disciplina, dieron lugar a tantos disgustos, que entre las
gentes del Estudio
se hizo popular una interrogación: «¿Qué? ¿Sin novedad en el frente español?».
-Al poco tiempo. Allí volvimos a reunirnos algunos de los que estuvimos contratados en
Metro, y entonces se
filmó la primera obra directa en español: Mamá, de Martínez Sierra, cuyo
diálogo adapté. Ya bajo contrato con esta
editora, hice Mi último amor, El carnet amarillo y
Marido y mujer.
-Al principio, sí; pero después se confiaron a nosotros, en vista de los resultados. La lucha fue
tremenda. Los
sudamericanos que se movían en los Estudios se proclamaban poseedores del
verdadero español y, desde las
columnas de dos periódicos mejicanos que se publicaban en Los
Angeles, hacían contra nosotros una guerra cruel.
No desaprovechaban medios para lograr que
los españoles fuéramos eliminados. Parte de esta lucha dio como
resultado la suspensión de los
trabajos en Fox. Se dieron por finados todos los contratos, y yo regresé a España.
-¿Por mucho tiempo?
-No. A los veinte días de estar en Madrid fui llamado de nuevo por Fox. Marché a París, y allí
me reuní con
algunos elementos directivos de la Casa. Cambiamos impresiones sobre la marcha
que debía darse a la producción
española, y volví a Hollywood con una libertad de acción que
no tuve hasta entonces.
-Primeramente, El último varón sobre la Tierra, cuya adaptación y diálogo escribí sin ninguna limitación. Este
trabajo lo realicé en día y medio, y la película tardó en rodarse medio
mes. A partir de aquel momento, en Fox se
trabajó con verdadero entusiasmo por parte de todos.
Con José Mojica hice El caballero de la noche y El rey de los
gitanos. Llamé a Jardiel Poncela,
que llegó al poco tiempo, y satisfechos, robusteciéndose cada vez más nuestro
crédito artístico,
esperamos a Catalina Bárcena y a Gregorio Martínez Sierra. Casi sin interrupción se rodaron
Primavera en otoño, La viuda romántica, Yo, tú y ella, La ciudad de cartón y No dejes la
puerta abierta.
Luego me quedé solo, y durante este tiempo hice Granaderos del amor y Un
capitán de cosacos. Más tarde, en el
tercer viaje de Catalina, Señora casada necesita marido
y Julieta compra un hijo. Y a la llegada de Rosita Díaz,
Rosa de Francia, que fue la última
película española rodada en Hollywood.
-El producir o pretender producir luego más películas españolas debió acarrear dificultades
sin cuento, ¿no?
-Ciertamente. El principal obstáculo estaba en la confección de los repartos. No era posible hacer uno acertado
porque no había actores aparentes. Las figuras principales se defendían muy bien; pero el escollo invencible eran los
papeles secundarios. Además, los yanquis que tenían intervención en las versiones españolas nos desconocían
totalmente. ¡Todo lo español lo veían en andaluz, y más que en andaluz, en sevillano! Recuerdo que en una pequeña
biblioteca del
Estudio tenían el Espasa y la Historia del Arte en España; pues bien: muchas veces me dieron
ganas
de quemarlos, y en más de una ocasión los arrojé iracundo contra la pared, pues sin más
referencia que ellos -
lecturas mal digeridas-, pretendieron algunas veces destruir mis opiniones
sobre cómo debía hablarse el español y
cuáles eran las condiciones que debían reunir las películas
que se ofrecieran a nuestro público. ¡Gracias a que, como
ya le he dicho, poco a poco fueron
convenciéndose, mejor dicho, creyendo en nosotros, y nos dejaron en libertad!
-Son unos niños grandes, realmente. Enérgicos y optimistas. Siempre sonríen. Cada uno sueña
con hacerse
millonario; pero no por la influencia o el favor, sino por su propio esfuerzo. Poseen
una confianza ciega en sí
mismos. Lo que no hay en América es americanos, o sea, el
descendiente directo del indio. Allí todo el mundo hace
gala de su ascendencia europea, y evita
el cruzarse con el indio. Estados Unidos tiene un problema de razas de difícil
solución.
-Se ha hablado mucho de las excentricidades de la gente de cine, y esto tiene su explicación,
hasta si se quiere
lógica. Casi todas las estrellas famosas son personas que están cobrando un
sueldo superior a sus merecimientos. Se
encuentran de repente nadando en la abundancia,
trabajando mucho y confinados en Hollywood. Todo esto crea en
ellas la excentricidad: tener seis
automóviles, una jauría de lujo, un hotel con las cosas más absurdas, etc. Las
estrellas viven en
Hollywood en pequeños grupos, y se divierten cuanto pueden. Yo pertenecía al de Gloria
Swanson, y a él eran asiduos Ruth Chatterton, Grace Moore, Ronald Colman, Maurice Chevalier,
Robert
Montgomery, Merle Oberon y Richard Barthelmess; pero donde todo el mundo se
encuentra es en un salón llamado
El Trocadero, que está de moda ahora. En estas pequeñas
reuniones los artistas se muestran simpáticos, naturales, tal
cual son. No así cuando asisten a un
party de gala. Entonces varían enteramente. Las mujeres rivalizan por ver quién
viste mejor, y
adquieren unos y otros una afectación exagerada. Están en verdaderos artistas cinematográficos.
Allí
todo el mundo tiene una pose que sostener.
-Me hablaba usted antes de Ronald Colman. ¿Qué impresión se llevó de su viaje a España?
-Maravillosa. Está haciendo allí una gran propaganda a favor de nuestro suelo. Piensa volver.
Y, sobre todo,
habla de la mujer española con un entusiasmo, con una admiración que a todos
nos ha hecho suponer si se habrá
enamorado aquí.
-Por entero. Pienso hacer también algo de teatro; pero despacio. En estos momentos preparo
el rodaje de La
malquerida, para U Films. Es la adaptación cinematográfica que he hecho con
más miedo.
Damos por terminada nuestra conversación. Aún salimos hablando hasta la puerta de la calle.
De cine, siempre de
cine. Nos despedimos. Ya lejos, José López Rubio nos dice:
Cinegramas nº 97
19 de julio de 1936
F. H.-G.
Datos complementarios. «El caballero de la noche» (James Tinling, 1932), versión española escrita por José
López Rubio, basada en la adaptación sonora del film «Dick Turpin» (John G. Blystone, 1925). / «Un capitán de
cosacos» (John Reinhardt, 1934), adaptación cinematográfica de José López Rubio, basada en un argumento original
de John Reinhardt y Stuart Anthony, acreditados bajo el seudónimo de Joaquín Artegas. / «El carnet amarillo»,
versión doblada al castellano del film «The Yellow Ticket» (Raoul Walsh, 1931), con la voz de Andrés de Segurola
en el papel protagonista. / «La ciudad de cartón» (Louis King, 1933), adaptación cinematográfica de José López
Rubio y John Reinhardt, basada en un argumento originalmente escrito para el cine. / «Granaderos del amor» (John
Reinhardt, 1934), versión española escrita por José López Rubio, basada en un guión original de John Reinhardt y
William Kernell. / «Julieta compra un hijo» (Louis King, 1935), adaptación cinematográfica de José López Rubio,
basada en la obra teatral del mismo título de Honorio Maura y Gregorio Martínez Sierra (1927). / «Mamá» (Benito
Perojo, 1931), adaptación cinematográfica de José López Rubio (sin acreditar) y Gregorio Martínez Sierra, basada
en la obra teatral del mismo título (1912). / «Marido y mujer» (Bert E. Sebell, 1931), versión española escrita por
José López Rubio, basada en el film «Bad Girl» (Frank Borzage, 1931). / «Mi último amor» (Lewis Seiler, 1931),
versión española escrita por José López Rubio, basada en el film «Their Mad Moment» (Hamilton MacFadden &
Chandler
Sprague, 1931). / «La mujer X» (Carlos F. Borcosque, 1931), versión española escrita por
Eduardo Ugarte
y José López Rubio, basada en el film «Madame X» (Lionel Barrymore, 1929).
/ «No dejes la puerta abierta» (Lewis
Seiler, 1933), versión española escrita por José López
Rubio, basada en el film «Pleasure Cruise» (Frank Tuttle,
1933). / «Primavera en otoño» (Eugene
Forde, 1933), adaptación cinematográfica de José López Rubio y John
Reinhardt, basada en la
obra teatral del mismo título (1911). / «El proceso de Mary Dugan» (Marcel De Sano, 1931),
versión española escrita por Eduardo Ugarte y José López Rubio, basada en el film «The Trial
of Mary Dugan»
(Bayard Veiller, 1929). / «El rey de los gitanos» (Frank Strayer, 1933), versión
española escrita por José López
Rubio, basada en la adaptación cinematográfica de un guión
original atribuido a Llewellyn Hughes. / «Rosa de
Francia» (Gordon Wiles, 1935), adaptación
cinematográfica de Helen Logan y José López Rubio, basada en la
comedia del mismo título de
Eduardo Marquina y Luis Fernández Ardavín (1923). / «Señora casada necesita
marido» (James
Tinling, 1934), adaptación cinematográfica de José López Rubio, basada en la novela de Eugene
Heltai «Az én második feleségem» (1907), filmada posteriormente en inglés con el título «The
Lady Escapes»
(Eugene Forde, 1937). / «Su última noche» (Chester M. Franklin, 1931), versión
española escrita por Eduardo
Ugarte, basada en la adaptación sonora del film «The Gay
Deceiver» (John M. Stahl, 1926). / «El último varón sobre
la Tierra» (James Tinling, 1932),
versión española escrita por José López Rubio, basada en la adaptación sonora del
film «The Last
Man on Earth» (John G. Blystone, 1924), producido posteriormente en inglés con el título «It's
Great
to Be Alive» (Alfred L. Werker, 1933). / «Una viuda romántica» (Louis King, 1933),
adaptación cinematográfica de
José López Rubio y Paul Perez, basada en la obra teatral «Sueño
de una noche de agosto» (1918). / «Yo, tú y ella»
(John Reinhardt, 1933), adaptación
cinematográfica de José López Rubio y John Reinhardt, basada en la obra teatral
«Mujer» (1925).
Precisiones. José López Rubio y Eduardo Ugarte embarcan en Le Havre (Francia) con rumbo
a Nueva York el
19 de agosto de 1930.
En el contrato por seis meses, firmado por José López Rubio el 13 de junio de 1932 con Fox
Film Corporation,
figura especificado un salario semanal de 250 dólares, a percibir hasta la fecha
de terminación del mismo, lo cual
tuvo lugar el 12 de diciembre de 1932. En los restantes
períodos de actividad para dicho estudio, el escritor se acoge
al sistema de contratos renovables
semanalmente en función del volumen de trabajo previsto. (Fox Legal Files -
Special Collections
section of the UCLA Library)
Me pareció verle. Una tarde de 1946 creí cruzarme con él cuando, ya retirado, llegó a
Barcelona fiel a la llamada
materna de la tierra donde se desarrolló su juventud. Igual le sucedió
a Xavier Cugat. Iba por el Paseo de Gracia,
erguido, impecable en su atuendo, con el aire y la
presencia de un lord. El monóculo centelleaba al movimiento de
su paso. Aquel caballero de tan buena presencia, ¿era Andrés Perelló de Segurola, el bajo de ópera en los teatros
norteamericanos, el actor de cine en las versiones españolas que se hicieron en Hollywood, el
compañero de Enrico
Caruso, del que llegó a ser amigo y secretario? En otros tiempos no hubiera
dejado escapar la ocasión de
entrevistarle, pero en aquel momento esto era imposible. Puede
decirse que entonces yo no era yo, sino otra persona
diferente con una identidad falsa. Le dejé,
pues, pasar sin ni siquiera saludarle y vi como se alejaba por la acera
donde está La Pedrera, de
Gaudí. Ya sólo supe de su muerte, que leí en la prensa barcelonesa. No pude salir, por
tanto, de
la duda de si el que vi aquella mañana era o no era él.
Segurola había sido un hombre interesante, y con gusto le hubiera incorporado a mi galería
de personajes
hollywoodenses. Y mírese lo que son las cosas: lo que entonces no pude hacer lo
hago hoy. Claro está que sin hablar
con él, ni recrearme con su conversación que, a lo que pude
saber, era amenísima y plagada de anécdotas. ¿Cómo
pues sabría dar noticias de su vida y de su
personalidad, sin diálogo ni relación? Menos mal que, años después, el
azar, la casualidad, o
como quiera llamársele, me vino a dar lo que aquel día no pude obtener: información sobre su
vida. Y no tuve más remedio que hacer yo mismo las preguntas, cuyas respuestas me las dieron
unos recortes de
prensa.
-Como si lo fuera, porque en 1875 nació ocasionalmente en Valencia, de padre catalán y madre de Pasajes, pero
desde cortísima edad residió en Barcelona. Fue hermanastro del escritor andariego Ciro Bayo, que acabó sus días en
el Instituto Cervantes y es autor de un libro
encantador, titulado El lazarillo español. Huérfano desde los cuatro
años, Andrés quedó confiado
a unos tutores que le dieron buena educación. Estudió Derecho, y como tenía una
excelente voz
de bajo, se puso en manos de un maestro y a los veintiún años hizo su presentación en el Teatro
del
Liceo, de Barcelona, donde obtuvo durante tres temporadas indudable éxito, recorriendo
después los mejores teatros
de Europa y América.
-Su carrera lírica no importa mucho en este interrogatorio. Quédese para otro momento. Lo
que verdaderamente
nos interesa es la cinematográfica, que se desarrolló totalmente en
Hollywood. ¿Se conoce?
-¡Pues, claro! Al enmudecer para siempre en 1921 la voz de Enrico Caruso, con el que había
mantenido estrecha
relación durante veinte años, una noche, cuando cantaba en el Metropolitan
de Nueva York, la famosa actriz Gloria
Swanson, que estaba entonces en la cumbre de la fama,
le propuso hacer cine. Un poco cansado de interpretar
siempre las mismas óperas, sintió la
natural curiosidad y participó en El amor de Sonia, con la famosa estrella y el
galán John Boles.
Al parecer gustó su trabajo y decidió quedarse en la conocida meca del cine. A partir de este
momento interpretó diversos films mudos con artistas tan notables como J. Farrell MacDonald,
Dolores Costello,
Conrad Nagel, Dolores del Río, Marion Davies, Billie Dove y John Barrymore,
dirigido por realizadores de tanto
relieve como Raoul Walsh, Robert Z. Leonard, Alan Crosland,
Norman Taurog y Frank Borzage.
-Pues al tiempo de implantarse éste, con interpretaciones en inglés y en español. En esos días
su máxima
preocupación estaba en parecer un gentleman, y debe decirse que lo consiguió sin
esfuerzo. Vestía con arreglo al
último modelo londinense y hablaba, a más de otras lenguas, un
inglés perfecto. Poseía un extraordinario don de
gentes, indudable simpatía y, como a ello uniera
una conversación culta e ingeniosa, se hizo imprescindible en la alta
sociedad norteamericana,
lo que le valió de mucho. Su gran corazón y su patriotismo le convirtieron en el protector
de los
españoles infortunados. Por eso le llamaron el «embajador artístico de España». Hizo bastantes
películas en
español. En más de una ocasión sintió la nostalgia de sus años de cantante, y hubiera
vuelto a la escena lírica de no
tener la desgracia de sufrir un accidente que le dejó inútil para la
ópera y el cine.
-¿Qué le pasó? ¿Has podido conocerlo?
-Sí, pero no se acabó el músico. Como por las enseñanzas recibidas en Barcelona y su
práctica, tenía amplios
conocimientos de la técnica del canto y era buen pianista, abrió en
Hollywood una academia que rápidamente
adquirió gran prestigio. En ella descubrió y formó
musicalmente a Deanna Durbin, que con su preciosa voz y su
juvenil presencia alcanzó fama en
el mundo entero. El fue su maestro en las primeras películas musicales que
interpretó.
-Tanto de lo uno como de lo otro. Previsor, se halló en posesión de una fortunita que le
permitió mantener su vida
sin apuros. Era caballero oficial de la Orden del Cristo de Portugal;
de Instrucción Pública de Francia; comendador
de las órdenes de Alfonso X el Sabio y de
Alfonso XII de España; de la Corona de Italia; de Madjulie de Turquía,
concedida por Abdul
Hamid, el último sultán, y poseía la medalla del Mérito Norteamericano, que le impuso el
presidente Taft.
-El 9 de junio de 1951, mas no como salió de ella en días lejanos. Dadas las condiciones en que físicamente se
encontraba, sintió el natural deseo de pasar en Barcelona la última fase de su vida. Hacía treinta y ocho años que
había salido, y volvió sin poder admirar de nuevo los lugares que pisó de joven, sirviéndole su esposa de lazarillo.
La última vez que apareció en público fue en el antiguo Cine Windsor de la Ciudad Condal, como jurado para la
concesión del premio de
canto establecido con motivo del estreno de la película El gran Caruso, en la que Mario
Lanza
interpretaba el papel del famoso tenor que fuera amigo y compañero de Segurola. Su existencia
se deslizó
triste y oscura, hasta que el día 22 de enero de 1953 falleció en Barcelona, con gran
sentimiento de sus muchos
admiradores.
Enrique de Rosas, Rosita Díaz Gimeno, Julio Peña, Andrés de Segurola,
Paco Moreno y Romualdo Tirado en Angelina o el honor de un brigadier.
Al conocer todo esto, me convencí. Aquel caballero atildado a quien vi una mañana por uno
de los andenes del
Paseo de Gracia, no era Segurola. No podía serlo porque, para su mal, estaba
anciano y ciego. Pero se le parecía
mucho.
1992
F. H.-G.
Datos complementarios. «El amor de Sonia», título de estreno en España del film «The Love
of Sunya» (Albert
Parker, 1927). / «El gran Caruso», título de estreno en España del film «The
Great Caruso» (Richard Thorpe, 1951).
Cuando la conocí personalmente, allá por el año 1933, me pareció más expresiva y bella que
en sus películas.
Igual impresión saqué al conversar con Alice Terry y Dolores del Río fuera de
los estudios, sin maquillajes
calculados y luces sabias. Luana acababa de llegar de Hollywood,
para permanecer una temporada en casa de unos
parientes o amigos -esto no lo sé muy bien-. Una
noche acudió al Cine Fígaro, de Madrid, que yo entonces dirigía.
Durante largo rato estuvimos
charlando, especialmente sobre su trabajo en las versiones españolas de las películas
norteamericanas. Hablamos de El presidio, que interpretó con Juan de Landa y José Crespo, y
de The Arizona Kid,
con Warner Baxter y Carole Lombard.
En seguida simpatizamos. Días más tarde nos vimos de nuevo. Esta vez en su eventual domicilio. Yo la dediqué,
como recuerdo de nuestro encuentro, un libro que recientemente había publicado, y ella a mí la fotografía que ilustra
la portada de este volumen. Por entonces, mis artículos en la revista CINEGRAMAS, de grata memoria, se
centraban en comentarios sobre el cine español de aquellos días. Aún no se me había ocurrido hacer la serie de
entrevistas, aquí reunidas, bajo el título «Los que pasaron por Hollywood». Regresó Luana Alcañiz a los estudios,
pero antes intervino en aquel desgraciado Miguelón con el tenor Miguel Fleta, película que pudo ser y no fue, y en
El millón de Luana, una intrascendente comedia inacabada. Ni una ni otra añadieron nada a su nombre. Eran
pobretonas y torpes.
Llegó a poco nuestra guerra, y nada volví a saber de Luana Alcañiz, ni de otros amigos y
conocidos en la España
partida y ensangrentada. Vientos de violencia nos arrastraron a todos de
acá para allá. Durante años hube de
olvidarme, forzosamente, del cine y de la literatura. La mayor
preocupación, quizás la única, era conservar la vida. Y
finada la contienda me dediqué a otras
cosas. Pasó el tiempo; se fueron amontonando los años, hasta que unos
amigos afectuosos, Julio
Pérez Perucha y Joaquín Cánovas, a quienes, por lo que se vio, interesaron mis escritos
cinematográficos de días lejanos y reunieron algunos de ellos en un precioso y preciso librito que
publicaron el
Vicerrectorado de la Universidad de Murcia y la Asociación Española de
Historiadores del Cine, de los cuales, el
tiempo me ha convertido en decano.
Ahora, mi buen amigo J. B. Heinink ha querido reunir en otro tomito las entrevistas que
publiqué también en
CINEGRAMAS, a las que antes me referí. Fueron veinte, y no alcanzaron
mayor número porque el estallido de la
Guerra Civil truncó la serie y acabó con la revista. Tenía
en mi lista algunas más. Quise en estos días aumentarlas,
mas nada pude hacer porque en buena
parte resultaba imposible. De ello hablo en la autoentrevista-prólogo.
Entre los personajes que deseaba incorporar se hallaba Luana Alcañiz. Cuando supe su
domicilio en Madrid -pues
aquí vino tras su larga estancia en América-, la escribí para acordar
vernos. Pasados algunos días, recibí una llamada
telefónica. No fue su voz alegre la que escuché,
sino la temblorosa y emocionada de su viudo, don José María
Picazo, quien me comunicó que
había muerto el 24 de julio de 1991. Le pedí que me diera información sobre ella y
sus trabajos,
pero, con sentimiento, dijo que nada podía aportar, porque del período que me interesaba sólo
sabía
algo, a grandes rasgos. Como, a mi juicio, Luana Alcañiz no podía dejar de figurar en este
libro, miraré -como en el
caso de Perelló de Segurola- de fingir un diálogo escueto. A mí, este
recurso me parece válido, dadas las
circunstancias que han impedido que sea auténtico. Y es que,
a veces, las conversaciones imaginadas pueden ser tan
verdaderas como las reales. Yo no sé si
éste es mi caso. A ello me arriesgo.
Cuando busqué en mis lejanos recuerdos, éstos, al estímulo del nombre de Luana Alcañiz, me
trajeron
inmediatamente su imagen nítida, tal como la vi aquella tarde lejana. Vestía con
elegancia natural; sus movimientos
eran ágiles y su sonrisa permanente. Estaba en la lozanía de
sus veintitantos años. El rostro, muy atractivo, irradiaba
simpatía. No advertí en ella ninguna
afectación. Se sentó junto a mí, y como quedase a la espera de mis preguntas, le
hice la primera:
-Aquí en Madrid. Mis padres residían en Cuba, pero cuando notaron que la guerra por la independencia iba a ser
inevitable, regresaron a España y se quedaron unos cuantos años. Y como
no me gusta ocultar la edad, le diré que
nací el 8 de mayo de 1906.
-No, no lo está. Mi verdadero nombre es el de Lucrecia Ana, y formé el artístico con la sílaba
inicial del primero
y el segundo completo, de lo que salió Luana. Alcañiz es el apellido de mi
padrastro, porque al fallecer mi padre,
que se llamaba Francisco Ubeda, mi mamá volvió a
contraer matrimonio con el valenciano don Amadeo Alcañiz.
Como puede ver, pertenezco a una
familia de artistas; ahí tiene a mis padres haciendo cine; mi tía Pilar Arcos, con
gran éxito en
América como cantante; su marido Guillermo, que toca la guitarra y también ha querido actuar
ante la
cámara, pero un papelito que interpretó para la Fox se lo han cortado en el montaje
definitivo; y primero, antes que
nosotros, estuvo mi abuelo Santiago, que fue con su hermano el
fundador del Circo Pubillones de Cuba, famoso en
todos los países de Hispanoamérica. Por lo
dicho, desde muy niña me vi rodeada de un ambiente artístico, hacia el
que me sentí inclinada.
-¿No sería usted una de esas niñas prodigio, miniaturas de mujer, que tanto éxito han tenido
siempre?
-Nada de eso. Yo llegué al teatro de forma natural, pasito a pasito, y como he dicho, bajo la influencia del entorno
familiar. Al pasar al cine me sucedió poco más o menos lo mismo.
Recuerdo muy bien que al hablar movía sus manos en el aire para dar mayor expresión a las
palabras. Blancas,
como eran, parecían en la luz declinante de la tarde dos palomas en reposado
vuelo. Ya sé que la imagen resulta
rebuscada, pero es ciertísima. Por eso la escribo.
-Era una niña. Mis padres decidieron volver a Cuba. Y mientras ellos andaban de un lado para
el otro, me
pusieron interna en un colegio religioso, para que recibiera la educación necesaria.
-El llamado del Cerro, en La Habana. Allí me codeé con hijas de familias pudientes, que eran
la mayoría. Por el
atractivo que siempre ejerce el teatro, al saber que era hija de artistas conseguí
muchas amigas, y hasta cierta
atención por parte de las hermanitas.
-Varios años. Durante ellos aprendí cosas útiles y otras de «adorno», como se decía entonces.
No hay duda de que
salí bien preparada y esto, después, me ha valido de mucho.
-¡Más que nada! Soñaba con ser bailarina y lo fui. Mi afición era muchísima y, como tenía
condiciones, en poco
tiempo, con un buen maestro, hice tantos progresos que mis padres me
animaron.
-Si no me lo dice...
-Raquel Meller, que entonces triunfaba en América como antes lo había hecho en España y
Europa,
especialmente en París. Fue entonces cuando Charles Chaplin quiso hacer con ella una
película. Recuerdo una
fotografía en la que aparecían juntos, Charlot con su indumentaria
habitual, y Raquel, de calle.
-¡Lástima que no se hiciera! Pero, dígame, ¿su debut fue en Nueva York?
-Sí, y con la famosa tonadillera, como le he dicho. Desde entonces no hice más que bailar y
bailar. Durante unos
años puedo decirle que fui la atracción sobresaliente del Circuito Orpheum.
Formé pareja artística con el bailarín
Juan Puerta, que después fue mi esposo.
-Al iniciarse el sonoro tomé parte en unos cortos musicales y poco después me contrató la
Fox. En un año hice
seis películas con dicho estudio y, además, me «alquilaron» varias veces,
a la Metro, a Warner y a la Columbia, para
actuar en versiones españolas. La Fox me amplió el
contrato unos días más, en espera de que terminara El pasado
acusa con la Columbia, pero cuando volví, no me ofrecieron la posibilidad de continuar con ellos y me fui.
Recientemente me
han llamado de nuevo para incorporarme al extenso reparto de Primavera en otoño, la obra de
Martínez Sierra, que he rodado junto a Catalina Bárcena, Antonio Moreno y el cantante brasileño
Raúl Roulien. Lo
que sin duda usted no sabe es que el año pasado hice una amplia gira por los
Estados Unidos con la compañía de Al
Jolson, que tiene una enorme popularidad por haber sido
el protagonista de El cantor de Jazz, la primera película
con diálogos y canciones.
-¿Y luego?
-He venido a Madrid para dar a luz a mi hija. Quería que fuera madrileña, como mi madre y
como yo misma.
-Sin duda de El presidio; aunque yo tenía pocos planos, hacía un personaje decisivo en la
trama, ya que era la
novia de un recluso fugado del penal -interpretado por Pepe Crespo- que se
regenera por el amor que siente hacia mí,
y además, porque es una película que ha obtenido gran
éxito en todos los países de habla hispana. También quedé
contenta de A Devil With Women,
que aquí creo que la conocen por el título de El conquistador, con Victor
McLaglen y Humphrey
Bogart -en los comienzos de su carrera-, bajo la dirección de Irving Cummings.
-¿Ha mantenido usted relación con los actores españoles que actuaban en las versiones
destinadas a los países
hispanos?
Luaña Alcañiz y José Caraballo en Contra la corriente.
-En la mayoría de los casos, sólo de trabajo. En lo particular, no tenía demasiado tiempo.
Alternaba las películas
con actuaciones en los teatros, porque la pareja Luana Alcañiz - Juan
Puerta, era, y en buena hora lo diga, muy
solicitada.
En charla variada, se nos fue la tarde. Quedamos en vernos, pero como muchas veces sucede,
la promesa no se
cumplió. La salita donde estábamos comenzó a ser ganada por las sombras del
atardecer. Luana encendió las luces y
me acompañó hasta la salida. Sentí el calor de su mano
blanca y menuda entre la mía. No me besó, porque tal
muestra de afecto, entonces, no existía.
Cuando salí a la calle de Barceló ya brillaban los faroles públicos. Un tranvía corría ruidoso
por la de Florida,
entre frecuentes timbrazos.
No volví a ver a Luana, pero supe de ella por sus posteriores interpretaciones.
1992
F. H.-G.
Datos complementarios. «El cantor de Jazz» y «El ídolo de Broadway», títulos de estreno en España del film
«The Jazz Singer» (Alan Crosland, 1927). / «El pasado acusa» (David Selman,
1931), versión española escrita por
René Borgia, basada en el film «The Good Bad Girl» (Roy
William Neill, 1931). / «El presidio» (Ward Wing,
1930), versión española escrita por Edgar
Neville, basada en el film «The Big House» (George Hill, 1930). /
«Primavera en otoño» (Eugene
Forde, 1933), adaptación cinematográfica de José López Rubio y John Reinhardt,
basada en la
obra teatral del mismo título (1911).
Apéndice biográfico. Guillermo Arcos, profesor de guitarra española y actor ocasional, que aparece junto a
Carlos Gardel en el film «Cuesta abajo» (Louis Gasnier, 1934). / Pilar Arcos (1893-1990), actriz y cantante de
origen cubano. Estudia música en el Conservatorio de Madrid y se gradúa en solfeo a la edad de quince años,
dedicándose a la canción a partir de su enlace matrimonial con Guillermo Arcos en 1917. Afincada en Nueva York,
alcanza gran popularidad con frecuentes giras por el continente americano y a través de las grabaciones
discográficas, pero esta circunstancia influye negativamente en su intento por cosechar éxitos similares como actriz
dramática. Visita España en 1935, y al comienzo de la Guerra Civil regresa a los Estados Unidos, interpretando
papeles secundarios en las últimas películas de habla hispana filmadas en Hollywood. / Raquel Meller (1888-1962),
actriz y cantante española. Obtiene el triunfo inmediato desde su debut como cupletista en 1907, y se convierte en
actriz de cine cuando goza de amplio reconocimiento a escala internacional. La mayor parte de su filmografía se
desarrolla en Francia, en la época muda, e interviene también en una serie de cortos norteamericanos, producidos por
Fox en 1926, que escenifican canciones de los intérpretes más cotizados del
momento para experimentar nuevas
técnicas de sonido sincronizado con la imagen. / Juan Puerta,
maestro de baile español, que figura junto a su esposa
en el reparto del film cubano «Sucedió en
La Habana» (Ramón Peón, 1938).
Observaciones. Luana Alcañiz afirmaba en ocasiones ser madrileña, mientras que en otras
aseguraba haber
nacido en Cuba. Con objeto de aportar una solución satisfactoria a esta
contradicción se ha consultado el Registro
Civil de Madrid, en donde figura que su verdadero
lugar de nacimiento radica en las Islas Filipinas. Se ignora el
motivo por el que la actriz mantuvo
oculto este dato biográfico a lo largo de toda su carrera. Del mismo modo,
existen discrepancias
sobre la procedencia auténtica de Marina Pubillones de Alcañiz, porque según declaraciones
de
su hija en otra entrevista, hace mención a ella y la califica de aragonesa.
Precisiones. En el contrato por un año, firmado por Luana Alcañiz el 2 de junio de 1930 con Fox Film
Corporation, figura especificado un salario de 400 dólares, a percibir semanalmente hasta la fecha de terminación del
mismo, y contempla prórrogas de un año a 550 dólares y de otro año adicional a 750 dólares semanales, con cuarenta
semanas garantizadas para cada período anual. A lo largo de 1930, Fox cede a la actriz por una semana a Metro-
Goldwyn-Mayer para interpretar un papel en «El presidio», dos semanas a First National para «La llama sagrada» y
otras dos semanas al mismo estudio para actuar en «La dama atrevida». Días antes de la terminación del contrato,
vuelve a ser cedida a la Columbia para protagonizar «El pasado acusa», y el vencimiento del mismo se prorroga
hasta el 12 de junio de 1931, prescindiendo de sus servicios a partir de esta fecha. (Fox Legal Files - Special
Collections section of the UCLA
Library)
Suele decirse que en esta vida saber esperar es una gran virtud. Tal vez sea cierto. Por lo menos, yo puedo
acreditarlo. Mi espera ha sido, nada menos, que de medio siglo largo. Por los días en que escribí estas entrevistas,
tenía en lista el nombre de José Crespo, pero nuestro encuentro no pudo entonces realizarse. El continuaba en
Norteamérica y yo no me había movido de Madrid. Vino después la guerra, que todos los españoles sufrimos, y le
perdí de vista; quiero decir, que no volví a saber de él. Coincidimos, fugazmente, hace un par de años, en Murcia y,
¡lo que son las cosas!, ahora nos encontramos de nuevo en El Escorial para participar, juntos, en
un ciclo de cine,
dentro de los cursos de la Universidad Complutense. El galán famoso de otros
tiempos es hoy un caballero erguido,
bien presentado, afable, con excelente memoria, todo
cordialidad y llaneza. La camaradería que inmediatamente se
establece entre nosotros, digo yo
que, seguramente, será debida a los años. El cuenta noventa y dos; yo le voy, por
poco, al
alcance.
Sentados en uno de los salones del Hotel Felipe II, le digo para empezar, sin la menor
expresión dolorida:
-¡Y cuántos amigos hemos perdido, que lo eran suyos y míos! -me contesta.
-La mayoría de los que participaron en las versiones españolas que se hicieron en Hollywood,
sólo son sombras
en la pantalla y en el recuerdo.
-Yo creo que únicamente quedamos Conchita Montenegro, José López Rubio y yo. Y usted
como cronista. Esto
me produce una enorme tristeza.
-Amigo Crespo, como ahora no tenemos que ajustarnos a las dimensiones de un artículo, ni
tampoco a las
exigencias de una revista, ¿le parece que demos mayor extensión a esta entrevista
y repasemos su vida artística?
-Si usted lo desea... Recordar es volver a vivir, y no seré yo quien desmienta la frase, que, en
parte, es cierta.
-Para empezar, y como principio obligado, ¿usted nació en Murcia, según mis noticias?
-Sí, en la calle Aistor, barrio de San Nicolás, el 7 de noviembre de 1900. Fui el cuarto hijo del
matrimonio
formado por Manuel Crespo y Patrocinio Férez. ¡Nunca me he quitado años!
-Desde que estudiaba en el Colegio de los Hermanos Maristas, asistía, con frecuencia, a las
representaciones del
Teatro Romea, por el que desfilaban, en aquella época, las mejores
compañías. Sentí el tirón de la escena y ya sólo
quise ser actor. Entré a trabajar en una sucursal
de la Banca Nolla, y como aquello estaba en total contradicción con
mis deseos, se lo manifesté
a mi padre y no opuso obstáculo alguno a mi vocación.
-Recuerdo que le vi a usted actuar como galán en el Teatro Eslava, con la compañía de
Martínez Sierra, al lado de
grandes actores: Catalina Bárcena, Manuel Collado, Martínez Baena,
Ponce de León y Martori. ¿Cómo llegó hasta
allí?
-Antes había sido meritorio, sin sueldo, con Ricardo Calvo en el Teatro Español. Hice algunos
papelitos, pero al
ver que allí no tenía porvenir, Rafaela Satorres me recomendó a Martínez
Sierra, por medio de su marido, el actor
Manolo París. Salvé, con fortuna, una prueba y en
seguida aparecí, junto a Catalina, en Sueño de una noche de
agosto.
-Así es. En 1924 hice con José Buchs Mancha que limpia, adaptación de la obra de
Echegaray, en la que
trabajaron conmigo Carmen Viance y Aurora Redondo, que aún sigue en
activo y tiene los mismos años que yo.
-¿Qué sacó de esta primera aparición ante las cámaras, con mímica, pero sin voz?
-Ninguna impresión concreta. Era el cine de entonces y había que tomarlo o dejarlo.
Indudablemente tenía
atractivo. Y mire usted: ya no volví a participar en ninguna producción
española, hecha en España, hasta veinticinco
años después. Fue en La mujer de nadie, dirigida
por Gonzalo Delgrás en 1949.
-Durante el tiempo que permaneció usted en la compañía de Martínez Sierra, que era de
máximo prestigio, ¿se
encontraba a gusto?
-Debo responder que sí. Mantenía una relación muy cordial con don Gregorio y también con
la Bárcena, que era
para él su primera actriz y lo que ahora se llama su compañera sentimental,
como todo el mundo sabe. Incluso con
María Lejarraga, su verdadera esposa, de la que nunca se
separó legalmente. Era una mujer muy culta, admirable; a
mí me conocía por pura casualidad,
porque nos presentó una señora de Murcia que había sido compañera de estudios
de mi madre
y que asistió con ella a uno de mis ensayos. Catalina solía decirme: «Admito que tengas amistad
con
Gregorio y conmigo, o con María, pero, ¿con los tres?».
-Yo también traté a los tres y guardo de ellos excelentes recuerdos. Usted hizo en Eslava
comedia tras comedia, y
ahora quisiera saber cómo fue lo de su marcha a Hollywood.
-Aún tardé y me costó no poco esfuerzo. En 1926, salí con la compañía para realizar una gira
por Argentina y
Paraguay. Tuvimos tanto éxito que estando prevista para varias semanas, duró
siete meses, al cabo de los cuales
deberíamos regresar a España. En vez de pagarnos este viaje
de vuelta, don Gregorio nos dio vacaciones a todos en
espera de reunirnos de nuevo. Aquello nos
sentó malísimamente. Abandoné la compañía y tomé la decisión de viajar
a los Estados Unidos
con el propósito de abrirme camino como actor. Tomé pasaje para Nueva York, y la suerte, que
siempre me ha ayudado, lo hizo ahora también.
-Prepararme, ambientarme, estudiar inglés a todo correr, asistir a teatros y centros de arte, y
procurar, sobre todo,
comprender la vida de tan gran ciudad. Durante seis meses, hasta mediados
de 1927, no hice otra cosa. Menos mal
que podía resistir la espera, lo cual no era poco. Cuando
consideré que me encontraba algo preparado, fiado sólo en
mi enorme voluntad, marché a
California y me instalé en Hollywood, es decir, en pleno campo de batalla, decidido a
conseguir
un puesto en el cine.
-Pero eso mismo lo ambicionaban los miles de personas que llegaban allí ilusionados.
-Sí, desde luego, y yo fui uno de ellos. Sabía que la lucha iba a ser furiosa, terrible,
encarnizada y hasta
desesperante, pero, en ningún momento sufrí el menor desmayo. Hacía falta
mucho tesón, a más de buenas
condiciones de actor, para lograr romper la indiferencia y la
frialdad ante la que se estrellaban todos los esfuerzos.
Conocí a algunas personas importantes.
A pesar de demostrar mis siete años de experiencia teatral, no fui mejor
recibido que otros, y en
nueve meses no pude conseguir ni siquiera una prueba.
-A cualquiera sí; a mí, no. Ante este panorama descorazonador, me dediqué a perfeccionar el inglés, con la
esperanza de salir del anonimato. Al fin, me llamaron para recitar poesías en español en un homenaje que se le hizo
a Ramón Novarro. Luego, en la conmemoración de la Fiesta de la Raza, cuya reina fue Dolores del Río, hice un
discursito, seguido de nueva tanda de poesías. Puedo decir que desde aquella noche, en la que actué ante unas diez
mil personas, logré ser conocido por toda la colonia española que residía en Los Angeles. Entre la concurrencia
estaba con Dolores el director Edwin Carewe.
-¡Sí, hombre! -le interrumpí-. Con él había hecho Ramona y Resurrección, dos películas
magníficas.
-Debí causarle buena impresión y, según parece, fue cosa decidida que en su próxima
realización tendría un papel
al lado de Dolores.
-Y fue en Venganza.
-¿Cómo lo sabe?
-Porque yo entonces ya escribía sobre cine y mi gran amigo Antonio Barbero puso en la
portada de «La
Pantalla», revista que dirigía, la fotografía de una escena de la película, en la que
estaban Dolores y usted.
-Pero, antes de eso, me hice socio del Club Shakespeare de Los Angeles y, bajo la dirección
del actor Frederick
Warde, me dediqué al estudio de todas las obras de este clásico. Poco
después, tomé parte en un festival. Me atreví a
recitar, en inglés, no sólo el monólogo de Hamlet,
sino también la escena con Horacio en el cementerio.
-No se puede decir que pecara usted de tímido. La empresa era osada.
-Pues aguarde. Esto no es nada para lo que vino después. En poco más de un mes aprendí de
memoria, en inglés,
el papel de Ernesto de El Gran Galeoto, la obra de Echegaray, que alguien había traducido, y di de ella tres
representaciones patrocinadas por un prestigioso club femenino de Los Angeles, ante un numeroso público
compuesto por personalidades del cine y de la buena sociedad. Y entonces vino, quizás como premio a tanto
esfuerzo, mi presentación en el cine
norteamericano, junto a Dolores del Río, en la producción de Edwin Carewe,
Venganza, a la que
usted se refería. Fue en 1928. Lo curioso es que mis cualidades de declamador quedaron
inéditas,
porque la película era muda. Y también lo fue la segunda, Joy Street, en 1929, para la Fox, con
María
Alba, aquella chica seleccionada en el concurso celebrado en Barcelona para descubrir
nuevas caras.
-Y entonces llegó el terremoto: la implantación del cine sonoro. Ya nada valía: ni los estudios,
ni las cámaras
tomavistas, ni los aparatos de proyección, ni el concepto hasta entonces mantenido
de la narrativa cinematográfica.
-Así es. A mí me vino bien, porque al fin pude hablar. Un actor sin voz es simplemente un
mimo. Mi carrera en el
cine empezó entonces con las versiones que en distintos idiomas idearon
los americanos para no perder los
mercados. Se hicieron, como usted sabe, en español, francés
y alemán, llevando buenos actores y adaptadores de
diálogos de estas nacionalidades. A mí no
necesitaron llamarme porque ya estaba allí.
-A lo que se ve, también interpretó, sin cámaras ni director, una película de aventuras.
-Algo parecido. Para acercarme a Tijuana tuve que cruzar el desierto de Sonora, desde
Nogales hasta la Baja
California, en un camión de trabajadores mejicanos. Una vez allí, vinieron
a visitarme los jefes de producción de
Olimpia, Frank Davis y Tom Kilpatrick, a fin de
comprobar que era el actor apropiado para el protagonista de la
película. Dieron el visto bueno,
firmé el contrato y recibí una copia del guión, que empecé a estudiar. Así vi pasar
los días, pero
el visado no llegaba.
-Pues que en los estudios de la Metro ya se había iniciado el rodaje de la película. Tenían
terminados todos los
planos en los que yo no intervenía, y aún seguía en Tijuana.
-Tuvo que llegar una orden urgente de las oficinas del Presidente para que mi situación se
resolviera. El cónsul se
llevó tal disgusto que pidió al vicecónsul que se ocupara él de firmar mi
visado.
-Había que recuperar el tiempo perdido. El rodaje de mi primera producción en español transcurrió sin nuevos
obstáculos y creo que no quedó mal. A mí me eligieron porque tenía cierto parecido físico con John Gilbert.
Después, la Metro me confió los papeles que él hacía en inglés.
-¡Y tanto! A muchas famosas figuras del cine mudo les sucedió lo mismo cuando éste dejó
de serlo. En el caso de
Gilbert, acabó con su brillante carrera. Su voz sonaba desagradable y la
dicción era defectuosa. El público se reía al
oírle hablar, sobre todo en los momentos más
dramáticos, lo cual es terrible para un actor. Años después me encontré
con él. Estaba destrozado
por el alcohol. Al reconocerme me dijo: «El film que te llevó a ti a la fama, me condujo a
mí a
la ruina».
-Dígame una cosa: ¿es cierto que pudo usted haber trabajado con Greta Garbo en La reina
Cristina de Suecia?
-Alguien de la Metro lanzó mi nombre para el papel del embajador español, pero la actriz,
entonces en la cumbre
de su fama, impuso a John Gilbert, por amistad, por compañerismo y creo
que también por lástima. Antes había
rechazado a Laurence Olivier.
Iba a hacer sobre ello algunos comentarios cuando se acercaron a nosotros tres o cuatro
alumnas de los cursos,
vestidas con el descuido común a la juventud de hoy.
-¿Quién de vosotros dos es el antiguo actor de cine? -preguntó, usando de la familiaridad, una
de ellas.
Yo señalé con el dedo a José Crespo. Las muchachas le rodearon en demanda de un autógrafo.
El firmó,
complacido, en los cuadernos que le presentaron. Mientras se alejaban, movió la cabeza
comprensivo.
-Vamos a ver si tomamos de nuevo el hilo de sus trabajos. ¿Después de lo dicho, cuál fue el
siguiente?
-La Metro me hizo un nuevo contrato con el sueldo de 1.500 dólares semanales, importante
cantidad en aquel
tiempo. Y llegó la filmación de El presidio, la mejor de todas las versiones en
español y la que más popularidad nos
proporcionó a Juan de Landa, a Luana Alcañiz y a mí en
los países de habla española. Fue un triunfo rotundo que
duró años.
-Yo recuerdo que en el cine Royalty, de Madrid, ya desaparecido, se proyectaron las cuatro
versiones de esa
película: inglesa, española, francesa y alemana. A mi juicio, todos ustedes
estuvieron muy bien.
-Esto debió ser cierto, ya que en la siguiente producción Metro, En cada puerto un amor,
nos reunieron de
nuevo a Landa y a mí. El, en el personaje que había hecho Wallace Beery, y yo,
en el de John Gilbert. No hace
mucho tuve ocasión de verla en la Filmoteca y, pese al tiempo
transcurrido, se mantiene bastante bien. El principal
papel femenino lo interpretó Conchita
Montenegro.
-No me extraña. Aunque fuimos buenos compañeros, siempre fue bastante rara y difícil de tratar. Sé que
actualmente vive en Madrid, pero huye de todo aquello que tenga relación con su
pasado artístico y no quiere recibir
a nadie de la profesión. Recuerdo que se llevaba muy bien con
Ramón Novarro, que era otro antipático.
-Por aquellos días llegaron a Hollywood, contratados por la Metro, Rafael Rivelles, su mujer
María Fernanda
Ladrón de Guevara, Valentín Parera, Julio Peña, Edgar Neville, José López
Rubio, Eduardo Ugarte, «Tono» de Lara
y Luis Buñuel.
-Sí. Constituyeron un gran refuerzo para las versiones españolas y juntos formamos un grupo
de indudable valía.
Varios de los mencionados intervinieron en La mujer X, la cual vamos a ver
en este curso cinematográfico.
-Lo mismo hicieron en Madrid Juan de Landa con El presidio y Pablo Alvarez Rubio en
Drácula.
-Todo parecía que iba bien en la Metro. A continuación hicimos El proceso de Mary Dugan,
muy en la línea de
la anterior. Toda la película era un juicio y en ella fui nuevamente el abogado
de la acusada, pero haciendo de su
hermano menor en vez de su hijo. Inopinadamente, la Metro
decidió suspender las producciones en español y
cancelaron los contratos, comprándolos a mitad
de precio. Juan de Landa y yo fuimos la excepción, porque los
conservamos hasta el final. Los
demás actores y escritores, unos regresaron a España y otros pasaron a la Fox.
-Generalmente bien. Fuera del estudio, solíamos vernos en las premieres que tenían lugar en
el Teatro California
de Los Angeles, y en algunas fiestas. Yo frecuentaba con asiduidad la casa
de Dolores del Río y en ella tuve ocasión
de conocer a la mayoría de los famosos, menos a Greta
Garbo. Con ella me ocurrió algo curioso. ¿Quiere usted
saberlo?
-Un día, Dolores me dijo que la Garbo iba a ir a visitarla, y sabiendo mi interés por verla,
pensó que podría
lograrlo si acudía como de costumbre. Así lo hice y, en efecto, Greta Garbo
estaba allí. Nada más verme aparecer, se
despidió apresuradamente de Dolores y escapó, sin ni
siquiera mirarme.
-A mí me parece que en todo momento trataba de aparecer como una mujer misteriosa.
Cuando actuaba no
permitía a nadie la entrada en el estudio y acabada una escena se recluía en
su camerino.
-Habíamos quedado en que el contrato de usted con la Metro se mantuvo hasta el final, sin
haber hecho ninguna
otra película. ¿Y después?
-Interpreté, en inglés, con June Collyer, Revenge at Monte Carlo, que se repitió en versión
española con el título
de Dos noches. En ésta, tuve de nuevo como compañera a Conchita
Montenegro. La produjo la compañía de
Fanchon Royer, una de las pocas mujeres dedicadas a
producir películas.
De pronto, José Crespo y yo nos quedamos inexplicablemente en silencio durante unos
segundos. Me pareció
como si él estuviese reuniendo recuerdos. A mí me sucedió lo mismo.
Sencillamente, tratábamos de traer hasta hoy
aquellos días. Al fin, dije:
-Deseo que me cuente algo de las producciones de la Fox, cuando ya no eran versiones del
inglés, sino películas
españolas hechas en Hollywood, con argumentos, actores y autores
nuestros.
-Eso empezó -me responde- cuando llegaron Catalina Bárcena y Gregorio Martínez Sierra,
quienes, con López
Rubio y Jardiel Poncela, formaron un equipo por demás interesante. Al
encontrarme con mis antiguos compañeros
del Eslava de Madrid, seis años después de habernos
separado, me trataron de una forma fría y distante, sin que
nunca llegase a conocer el motivo. El
caso es que coincidimos en la Fox e hice con ellos y Antonio Moreno La
ciudad de cartón,
curioso argumento sobre el mundo del cine, escrito expresamente.
-Puedo decir, que a mí me sorprendió. El guión era bueno, la dirección de Louis King,
correcta, y la
interpretación, sobresaliente.
-Luego trabajé en Señora casada necesita marido, adaptación de López Rubio, también con
Antonio Moreno, y
me excluyeron del reparto de Julieta compra un hijo, basada en una
divertida comedia de Honorio Maura. Mi papel
se lo dieron a Gilbert Roland. El disgusto quedó
compensado por haber tenido la suerte de participar en un film
completamente español, rodado
en Hollywood, que para todos supuso una original novedad desconocida.
-¡Como la suya!
-La película se hizo para presentar a Rosita Díaz Gimeno. Y lo curioso del caso fue que, por
primera vez en el
cine, se respetaron los versos originales. En este sentido, y por su cuidada
puesta en escena, dirección e
interpretación, dejó sorprendidos, no sólo a los españoles, sino a
los norteamericanos. Charles Chaplin la elogió sin
reservas. Yo representé el papel de Germán,
que primero era el amante de la mujer del brigadier, y después me
enamoraba de su hija
Angelina, rivalizando con el otro galán, que lo hacía Julio Peña. Esta fue, sin duda, mi mejor
película, y también la más notable en español que salió de Hollywood. Hoy se ve con mucho
gusto.
-Desde Venganza a ésta, habían transcurrido siete años, muy bien aprovechados por usted.
Puede decirse que el
balance le fue positivo.
-Yo también lo creo así, modestia aparte. Ya en 1935 se produjeron cambios importantes en
la organización de la
Fox y, como consecuencia, fueron definitivamente suspendidas las
producciones en nuestro idioma. Lo mismo
ocurrió en la Universal.
-Verdaderamente fue una lástima, porque éstos pusieron decidido empeño, y ahí está su labor,
de hacer verdadero
cine español, no traducciones de películas en inglés -comento.
-Es muy justo reconocerlo -conviene-. En tales circunstancias, aún hice Alas sobre el Chaco
para Paul Kohner,
con su mujer Lupita Tovar, con Julio Peña y Antonio Moreno.
-Dígame -le interrumpí-, ¿cómo era este popular español, que alcanzó la cima de la
popularidad en el cine
norteamericano, desde el mudo al sonoro?
-Simpático, cordial, buen compañero y nada engreído. Luchó mucho por abrirse camino y
gozó de gran prestigio
en la profesión. A lo largo de su brillante carrera, trabajó con las más
famosas estrellas de Hollywood. Unos meses
antes del rodaje de La ciudad de cartón había perdido a Daisy, su mujer, que sufrió un accidente y murió al
despeñarse su automóvil por la
famosa colina en la que aparece, en grandes caracteres, la palabra Hollywood.
Aunque estaban
separados, se llevaban muy bien. Quedó tan afectado que, desde entonces, ya no fue el mismo.
-Como fructífero e importante. Se hicieron cosas muy buenas-. Entonces me soltó esta
pregunta: «Y usted, ¿qué
opinión tiene?»
-Diré -respondí sincero- que se malogró la gran ocasión de hacer allí verdadero cine español,
como muy bien lo
demostró aquel fino espíritu y extraordinario organizador que fue Gregorio
Martínez Sierra, que proyectaba traer a
España su experiencia. No obstante, la mayoría de ustedes
adquirieron una formación más sólida y parte de esto se
pudo ver más tarde, finalizada nuestra
contienda, porque la producción española, aparte ideologías y sectarismos,
tuvo otro tono. Y
ahora, Crespo, le pregunto yo: «¿Qué hizo usted después?».
-Varias películas en Norteamérica y Méjico. Pasé largas temporadas en Cuba, Nueva York y España; intervine en
radio, doblajes y, preferentemente, teatro. Al regresar a Madrid, y ya desaparecido Martínez Sierra, volví a actuar
con Catalina Bárcena, hasta que en 1967 di por terminada mi carrera artística. Sólo por entretenimiento, acepté
algunos papeles en televisión.
Luego, volví a Murcia, mi punto de partida, y así se cerró el círculo.
Y como si hubiera esperado a que nuestra conversación terminara, Leticia, la azafata de los
cursos, nos indicó que
ya podíamos pasar a la mesa del auditorio para intervenir en el acto.
Acabado éste, dio comienzo la proyección de
La mujer X. En la pantalla apareció, hecha sombra
movible y parlante, la joven figura de José Crespo, uno de los
más notables actores españoles que
pasaron por Hollywood.
Julio 1992
F. H.-G.
Datos complementarios. «Alas sobre el Chaco» (Christy Cabanne, 1935), versión española escrita por René
Borgia, basada en el guión del film «Storm Over the Andes» (Christy Cabanne, 1935). / «Angelina o el honor de un
brigadier» (Louis King, 1935), adaptación cinematográfica de Enrique Jardiel Poncela, basada en la comedia del
mismo título (1934). / «La ciudad de cartón» (Louis King, 1933), adaptación cinematográfica de José López Rubio y
John Reinhardt, basada en un argumento originalmente escrito para el cine. / «Dos noches» (Carlos F. Borcosque,
1933), versión española escrita por Miguel de Zárraga, basada en el guión del film «Revenge at Monte Carlo»
(Reeves Eason, 1933). / «Drácula» (George Melford, 1931), versión española escrita por Baltasar Fernández Cué,
basada en el guión del film «Dracula» (Tod Browning, 1931).
/ «En cada puerto un amor» (Marcel Silver, 1931),
versión española escrita por Edgar Neville,
basada en el film «Way for a Sailor» (Sam Wood, 1930). / «Julieta
compra un hijo» (Louis King,
1935), adaptación cinematográfica de José López Rubio, basada en la obra teatral del
mismo
título de Honorio Maura y Gregorio Martínez Sierra (1927). / «La mujer X» (Carlos F.
Borcosque, 1931),
versión española escrita por Eduardo Ugarte y José López Rubio, basada en
el film «Madame X» (Lionel
Barrymore, 1929). / «Olimpia» (1930), versión española escrita por
Miguel de Zárraga, basada en el film «His
Glorious Night» (Lionel Barrymore, 1929). / «El
presidio» (Ward Wing, 1930), versión española escrita por Edgar
Neville, basada en el film «The
Big House» (George Hill, 1930). / «El proceso de Mary Dugan» (Marcel De Sano,
1931), versión
española escrita por Eduardo Ugarte y José López Rubio, basada en el film «The Trial of Mary
Dugan» (Bayard Veiller, 1929). / «La reina Cristina de Suecia», título de estreno en España del
film «Queen
Christina» (Rouben Mamoulian, 1933). / «Resurrección», título de estreno en
España del film «Resurrection»
(Edwin Carewe, 1927), producida de nuevo en 1931 con el
mismo director, en doble versión sonora, en inglés y
castellano. / «Señora casada necesita
marido» (James Tinling, 1934), adaptación cinematográfica de José López
Rubio, basada en la
novela de Eugene Heltai «Az én második feleségem» (1907), filmada posteriormente en inglés
con el título «The Lady Escapes» (Eugene Forde, 1937). / «Venganza», título de estreno en
España del film
«Revenge» (Edwin Carewe, 1928).
Apéndice biográfico. Daisy Canfield, millonaria californiana casada con el actor Antonio Moreno. / Edwin
Carewe (1883-1940), realizador estadounidense. Actor infantil de teatro, que accede al cine en 1910 y cuatro años
después dirige su primer film, llegando a formar compañía de producción propia y logrando el éxito con películas
mudas muy ambiciosas, pero su actividad decrece con el advenimiento del sonoro y se retira en 1934. / Frank Davis,
guionista y productor del cine norteamericano, encargado por el estudio MGM de supervisar producciones de 1930
filmadas en versión española, tales como «Olimpia», «El presidio» o «La mujer X». / José Isbert (1886-1966), actor
español de acusada personalidad, cuya figura ha sido objeto de estudio en el libro editado por Julio Pérez Perucha,
«El cine de José Isbert» (Valencia, 1984). / Thomas Kilpatrick (1898-1962), guionista del cine norteamericano y
asistente de Frank Davis en el cargo de supervisor de películas MGM en versión española. / Paul Kohner (1902-
1988), productor del cine norteamericano, de origen checoslovaco, asociado durante varios años a la compañía
Universal, abre en Hollywood una agencia a través de la cual ostenta el liderazgo en el sector de la representación
artística. Frederick Kohner ha recopilado gran parte de las vivencias de su hermano en el libro «The Magician of
Sunset Boulevard» (Morgan Press; Palos Verdes, California, 1977). / María Lejarraga (1874-1974), escritora
española, cuyas obras teatrales de mayor alcance las realiza en forma anónima, encubierta bajo la firma de su
esposo. Diputada socialista en las Cortes de la II República y partidaria de los movimientos feministas, se refugia en
Niza al término de la Guerra Civil, residiendo posteriormente en Nueva York, Los Angeles, México y Argentina. A
lo largo de su dilatada existencia, publica numerosos relatos en periódicos
y revistas, así como un volumen de
memorias titulado «Gregorio y yo. Medio siglo de
colaboración» (Biografías Gandesa; México, 1953). / Carlos
Martínez Baena, actor español.
Madrileño de nacimiento (1889), su juventud transcurre en América, regresando a
España en
1920 con una sólida formación escénica que le permite actuar en las mejores compañías.
Convencido
antifranquista, parte hacia el exilio al final de la Guerra Civil y desarrolla una
fecunda carrera como actor secundario
en el cine mexicano. / Manuel París (1892-1944), actor
español. Hijo de un empresario teatral, conoce el oficio
desde la infancia y aprende la técnica de
interpretar con la práctica cotidiana. Aunque aparece haciendo de galán en
una película de 1911,
sólo se dedica al cine con regularidad a partir de la llegada del sonoro. / Fanchon Royer,
productora norteamericana, nacida en 1902. Con antecedentes como actriz, publicista y agente
artístico, comienza a
producir películas en 1928 de forma independiente, y funda en 1932 la
compañía que lleva su nombre. / Lupita
Tovar, actriz nacida en México en 1910. Elegida por la
Fox en un concurso para descubrir nuevos talentos, viaja a
Hollywood en 1928 y no logra
destacar hasta que Universal le brinda la oportunidad de protagonizar versiones
españolas, como
«La voluntad del muerto» y «Drácula», pero el impulso definitivo tiene lugar en su propio país
con
la primera película sonora de la cinematografía mexicana: «Santa». Aprovecha una visita a
España en 1934 para
colaborar en el film «Vidas rotas», e interviene en los cursos de verano
organizados en 1992 por la Universidad
Complutense de Madrid en El Escorial.
Precisiones. El contrato firmado por José Crespo con Metro-Goldwyn-Mayer está fechado
el 25 de agosto de
1930.
Motivados por los mismos objetivos que animaron al señor Hernández Girbal a iniciar hace
casi seis décadas su
serie de entrevistas, hemos creído útil reunir en este apartado breves
biografías de personajes, más o menos
pendientes de rescatar del olvido, unidos por el vínculo
común al que hace referencia el título. Sin embargo, incluso
cuando se trata de figuras relevantes,
es bastante frecuente que en un momento dado se pierda la pista y no vuelva a
saberse nada más
de ellas, por lo que dejamos la puerta abierta a futuras investigaciones que completen los datos
aquí reseñados, o que los rectifiquen, porque la única documentación disponible en muchos casos
procede directa o
indirectamente de las agencias de promoción artística, cuyos asesores de
imagen tenían por costumbre barnizar la
carrera de sus clientes con fuertes dosis de fantasía
publicitaria; valga como ejemplo la información sobre fechas de
nacimiento que ha sido posible
contrastar en las oficinas del Registro Civil de Barcelona y Bilbao, la cual revela que
el hecho
de alterar la edad era una práctica habitual. Invitamos a los lectores interesados que tengan fácil
acceso a
otras oficinas del Registro Civil, en los restantes lugares de nacimiento o defunción
pendientes de revisar, a que se
pongan en contacto con nosotros si desean colaborar en futuras
actualizaciones.
Las filmografías abarcan todo tipo de films, cualquiera que sea su género, duración o formato, y se ha intentado
ofrecerlas lo más completas posible, pero evitando caer en simples acumulaciones mecánicas y teniendo cuidado
para no mezclar personas diferentes que usan el mismo nombre, a saber: dos Manolos París, tres Pepes Nieto,
¡cuatro Rafaeles Calvo!... La
decisión de no establecer distinciones entre cortos y largometrajes viene motivada por
los
cambios de criterio experimentados en relación a este tema con el paso del tiempo, y porque
obedecen a
planteamientos comerciales propios de cada mercado, que carecen de significado
cuando una carrera discurre por
épocas y países diversos.
Para el fechado de las películas se ha tenido en cuenta el momento en que aparecen como
totalmente terminadas y
listas para su exhibición, aunque no llegaran a estrenarse hasta el año
siguiente, o incluso más tarde, por problemas
de distribución, u otras causas. No obstante, para
algunas producciones envueltas en circunstancias especiales -como
Carne de fieras, filmada en
1936, pero montada y estrenada en 1992-, se han mantenido sus fechas de rodaje,
añadiéndose
a las mismas una nota complementaria.
Con los títulos originales, relacionados en las filmografías por orden cronológico, se ha
elaborado un índice
alfabético conjunto que permite acceder a otros datos de interés, como el
título de estreno en España (seguido del
original y entre paréntesis), principales títulos
alternativos, nombre del director, año y país de donde procede la
producción del film, expresado
este último en la forma abreviada siguiente: AR, Argentina; BR, Brasil; C, Cuba;
CH, Suiza; D,
Alemania; E, España; F, Francia; GB, Gran Bretaña; I, Italia; MX, México; P, Portugal; PH,
Filipinas;
PR, Puerto Rico; RC, Chile; US, Estados Unidos de América; V, Venezuela. Cuando
el rodaje de una película tuvo
lugar en un país diferente del de producción, también se aporta este
dato adicional entre paréntesis.
La información básica contenida en los ficheros bio-filmográficos ha sido recopilada a partir
de diversas fuentes,
desde publicaciones periódicas o publicitarias hasta estudios parciales
inéditos, documentos proporcionados por los
propios profesionales o sus familiares, y catálogos
terminados o en proceso de elaboración. Los datos obtenidos de
este amplio recuento han sido
objeto de minuciosas depuraciones, consultas en las dependencias del Registro Civil
de
Barcelona y Bilbao, así como en las de Madrid, gracias al ágil efecto mediador de Carlos Aguilar
y, en lo que
concierne al cine español, contando con el valioso soporte de los archivos privados
de Jaume Genover y Ramón
Rubio.
Academy of Motion Picture Arts and Sciences.- Center for Motion Picture Study: Sam Gill.
American Film Institute.- National Center for Film and Video Preservation: Susan Dalton.
AFI Catalog:
Patricia King Hanson, Alan Gevinson.
University of California, Los Angeles (UCLA).- Film and Television Archive: Eric Aijala,
Robert Gitt, Jere
Guldin, Charles Hopkins; Theater Arts Library: Ray Soto, Brigitte Kueppers;
Microfilm Reading Service: Sharron
Huling; Interlibrary Loan Services; University Research
Library; Office of Instructional Development.
Igualmente, agradecemos la ayuda prestada en Alicante por Juan Antonio Ríos Carratalá; en Barcelona: Josetxo
Cerdán, Jaume Genover, Joan M. Minguet, Enrique Salla; en Bilbao: Ignacio Michelena, Domingo Sáez; en Gijón:
Juan Bonifacio Lorenzo Benavente; en Los Angeles: Erlin Joy France, Frank Fouce Jr., Eduardo Gámez Rojas, Alex
Gordon, Michael D. Lonzo, Dick May, Armando del Moral, Milt Shefter, Arturo Tirado; en Madrid: Carlos Aguilar,
Luis Fernández Colorado, María Jesús Martínez, María Pastor, José María Picazo; en Murcia: Joaquín Cánovas; y en
Zaragoza: Ramón Perdiguer.
A los actores Jackie Cooper, José Crespo, Helena D'Algy, Rosita Moreno, Movita, Gilbert Roland y Lupita
Tovar, así como al autor y director José López Rubio, les agradecemos de modo muy especial las aportaciones que
en calidad de testigos presenciales de los acontecimientos relatados nos han permitido resolver cuestiones que
quedaron confusas en las crónicas de la época.
Apéndice biográfico. Juan B. Heinink, natural de Bilbao, comienza a escribir artículos y críticas de cine a finales
de los años sesenta, alternando dicha actividad con programas de radio, música y composición de portadas de discos.
Entre 1977 y 1984 produce y dirige varios films de carácter experimental, como «Ikurriñaz filmea», «Criss Cross &
deskarga batzuk» o «Gerla eta maitasun gertakaria». Ha publicado el «Catálogo de las películas estrenadas en
Bizkaia: 1929-1937" (1986), el libro «Cita en Hollywood» (en colaboración con Robert G. Dickson, 1991) y
estudios historiográficos u obras de catalogación referentes al cine producido en los años
treinta. / Robert G.
Dickson, nacido y educado en Escocia, aunque residente en Los Angeles
(U.S.A.), en donde ha trabajado como
realizador de documentales para la Universidad de
California (U.C.L.A.). También ha filmado para la B.B.C., la
compañía Disney y las Naciones
Unidas, tanto en los Estados Unidos como en Europa, Asia, Africa y América
Latina. Es autor
del libro «Cita en Hollywood» (en colaboración con Juan B. Heinink, 1991) y de diversos
artículos
relacionados con la Historia del Cine, incluyendo un estudio sobre las películas de
Laurel & Hardy habladas en
español.
Actriz, nacida en Barcelona el 28 de diciembre de 1905. Tras cursar los estudios primarios, comienza a trabajar
como mecanógrafa. Intenta dedicarse al cine solicitando empleo en alguno de los rodajes que tienen lugar en su
ciudad natal, y no lo obtiene; pero en diciembre de 1926 es la ganadora del concurso de fotogenia promovido en
Barcelona por la Fox y el diario «El Día
Gráfico» para descubrir nuevos talentos, y parte hacia Hollywood. Firma un
contrato con Fox en
1927 por un año, a partir del 30 de mayo. Actúa tanto en películas mudas como en sonoras,
habladas en castellano o en inglés. Se casa en febrero de 1931 con David Todd, un ejecutivo del
estudio Fox, y
resuelve de este modo su situación legal en los Estados Unidos. Acepta interpretar
para MGM un papel rechazado
por Conchita Montenegro en «Just a Gigolo». Ofendida por haber
sido desplazada en «La ley del harem» a un
personaje de categoría inferior al de protagonista
femenina, renuncia a intervenir en ningún otro film hablado en
español. Parece finalizar su
actividad en 1935, aunque un nombre idéntico al suyo figura posteriormente en el
reparto de dos
producciones mexicanas. En abril de 1937, alguien que afirmaba ser su marido solicita el
divorcio en
Barcelona, al tener noticia de un segundo matrimonio de la actriz en Hollywood.
Fallece en San Diego (California)
el 25 de octubre de 1999.
FILMS: 1927: «Her Blue Black Eyes». 1928: «A Girl in Every Port», «Road House», «Blindfold». 1929: «Joy
Street», «Hell's Heroes». 1930: «Charros, gauchos y manolas», «El cuerpo del delito», «La fuerza del querer»,
«Olimpia», «Los que danzan». 1931: «Su última noche», «El Código Penal», «Del infierno al cielo», «Just a
Gigolo», «Goldie», «La ley del harem». 1932: «Almost Married», «Mr. Robinson Crusoe», «Hypnotized». 1933:
«Kiss of Araby». 1934: «The Return of Chandu», «Flirting With Danger», «West of the Pecos». 1935: «Great God
Gold». 1945: «El hijo de nadie», «La morena de mi copla».
Escritor y director catalán. Se establece en Hollywood en la década de los veinte como editor de las publicaciones
publicitarias de la Metro-Goldwyn-Mayer destinadas a los mercados de habla hispana. Ocupando la jefatura del
departamento español del estudio MGM, adapta al castellano y supervisa algunos de los rodajes en versión española
que tienen lugar en él dentro del año 1930; también forma parte del reparto de «Estrellados», interpretando el papel
de un director de cine.
Tras regresar de América, inicia en Barcelona la actividad de dirección de películas, pero su
carrera se extingue con motivo de la Guerra Civil Española.
FILMS: 1930: «Estrellados» (ve+lc+dd+i), «¡De frente, marchen!» (ve+dd), «Wu Li Chang»
(ve+sup.). 1931: «La
fruta amarga» (ve). 1932: «An Old Spanish Custom». 1934: «Formentor»
(d). 1935: «El secreto de Ana María» (d).
1936: «El deber» (d), «Nuevos ideales» (d).
FILMS: 1915: «Children of the Ghetto». 1920: «39 East». 1921: «Little Italy», «The Man from
Beyond». 1923:
«The Bright Shawl», «The Valley of Lost Souls». 1930: «The Santa Fe Trail»,
«One Heavenly Night». 1931:
«Svengali», «Children of Dreams», «Sweepstakes», «Monkey
Business in Africa», «Side Show», «The Last Flight»,
«I Like Your Nerve», «I Surrender Dear»,
«The Tip-Off», «The Mad Genius», «Men in Her Life». 1932:
«Manhattan Parade», «High
Pressure», «Cock of the Air», «The Girl in the Tonneau», «Hombres en mi vida», «The
Cohens
and Kellys in Hollywood», «First in War», «The Woman in Room 13", «Week-End Marriage»,
«Guilty or
Not Guilty», «A Parisian Romance», «The Big Stampede», «Trouble in Paradise»,
«Hypnotized». 1933: «Child of
Manhattan», «Artist's Muddles», «Topaze», «Men Must Fight»,
«The California Trail», «Trick for Trick», «I Love
that Man», «The Sphinx», «When Ladies
Meet», «The Man from Monterey», «The Last Trail», «Sherman Said It»,
«Above the Clouds»,
«Goodbye Love», «Lady Killer», «California Weather», «Flying Down to Rio», «La ciudad de
cartón». 1934: «I Believed in You», «When Strangers Meet», «Glamour», «The Black Cat», «La
buenaventura»,
«Stingaree», «One Night of Love», «The Count of Monte Cristo», «Caravane»,
«The Captain Hates the Sea»,
«¡Asegure a su mujer!». 1935: «Rendezvous at Midnight», «The
Gilded Lily», «The Winning Ticket», «The Good
Fairy», «Roberta», «Let's Live Tonight»,
«Public Opinion», «Goin' to Town», «Ticket or Leave It», «Champagne
for Breakfast», «In
Caliente», «Love Me Forever», «Manhattan Moon», «The Gay Deception», «Music Is Magic»,
«Metropolitan», «Bad Boy». 1936: «Colleen», «Dancing Pirate», «Ticket to Paradise», «Anthony
Adverse»,
«Follow Your Heart», «Hats Off». 1937: «Two Wise Maids», «The King and the
Chorus Girl», «When You're in
Love», «Sing and Be Happy», «Easy Living», «Mr. Dodd Takes
the Air», «Madame X», «The Great Garrick»,
«Manhattan Merry-Go-Round», «Under
Suspicion», «Love on Toast», «Hitting a New High». 1938: «I'll Give a
Million». 1939: «The
Great Man Votes», «Let Freedom Ring», «Naughty but Nice», «The Housekeeper's
Daughter»,
«The Amazing Mr. Williams». 1940: «High School», «Enemy Agent», «The Lone Wolf Meets
a Lady»,
«Scatterbrain», «Public Deb No. 1", «So You Won't Talk». 1941: «The Lady Eve»,
«Road to Zanzibar», «That
Hamilton Woman», «They Met in Argentina», «She Knew All the
Answers», «World Premiere», «San Antonio
Rose», «They Met in Bombay», «Law of the
Tropics», «Obliging Young Lady», «Babes on Broadway». 1942: «I
Married an Angel»,
«Mexican Spitfire's Elephant». 1943: «My Son, the Hero», «Two Weeks to Live», «Submarine
Base», «Here Comes Kelly», «You're a Lucky Fellow, Mr. Smith», «Nearly Eighteen», «Here
Comes Elmer»,
«Harvest Melody», «Voice in the Wind». 1944: «Men on Her Mind», «Machine
Gun Mama», «Henry Aldrich Plays
Cupid», «In Society», «Rainbow Island», «When the Lights
Go On Again». 1945: «A Bell for Adano», «Hit the
Hay». 1946: «In Fast Company». 1947:
«Night Song». 1950: «When Willie Comes Marching Home», «Captain
Carey U.S.A.». 1952:
«What Price Glory». 1956: «The Ten Commandments».
Actor, natural de Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Se traslada a Barcelona en su juventud y entra a trabajar en el
Banco de Cataluña, de donde sale en 1920 para ir de contable a una importante empresa de La Habana, pero durante
la travesía hace amistad con la actriz Virginia Fábregas, que le facilita el modo de encaminar su futuro hacia la
profesión escénica. Debuta en el Teatro Vista Alegre de Santiago de Cuba con «La Casa de la Troya», y recorre
América del Sur y las
Repúblicas del Centro representando «Doña Diabla», «Rosas de otoño» y otras obras.
Procedente
de Colombia, llega a Barcelona y continúa su actividad teatral con las compañías de Ernesto
Vilches,
Díaz-Artigas y Juan Bonafé. Después de ocho años de experiencia interpretativa, que
también incluye algunas
apariciones breves junto a Paul Heidemann en las postrimerías del cine
mudo alemán, es seleccionado por John
Stone y parte hacia Hollywood en febrero de 1931; firma
un contrato con Fox por seis meses, a partir del 7 de
marzo, que es cancelado el 25 de julio, tras
haber intervenido en tres películas. Viaja a París con el equipo de Benito
Perojo y actúa en
«Niebla», producción francesa dialogada en castellano. Su nombre reaparece posteriormente en
el
reparto de un film español de 1936 y en otro alemán de 1938.
FILMS: 1931: «Cuerpo y alma», «Hay que casar al príncipe», «Mamá». 1932: «Niebla». 1936:
«Alhambra». 1938:
«Kautschuk».
Actor, de origen valenciano. Casado con la actriz Marina Pubillones. La actividad artística del
entorno familiar le
permite interpretar un breve papel en el estudio Fox, donde se produce el
hecho curioso de ser contratado para
representar en la ficción cinematográfica al padre de la
protagonista, que no es otra que Luana Alcañiz, hija de su
esposa en la vida real, pero no suya.
Actriz y bailarina de nacionalidad española, nacida en Filipinas el 8 de mayo de 1906. Nieta del fundador del célebre
Circo Pubillones de Cuba; hija de la actriz Marina Alcañiz y sobrina de la cantante Pilar Arcos. Por exigencias de la
profesión escénica de sus padres, vive en Cuba desde la infancia; se educa en el convento del Cerro (La Habana) y al
salir de él estudia danza, debutando a la edad de dieciséis años como bailarina y canzonetista. Conocida por el
sobrenombre de «Flor de España», se presenta en Nueva York y en las principales ciudades del
Este norteamericano,
interpretando temas de Granados, Albéniz y otros compositores españoles,
tanto en clubs de primer orden como en
los teatros del circuito Keith-Orpheum. Forma pareja
artística y contrae matrimonio con el bailarín Juan Puerta.
Después de aparecer en varios cortos
musicales, firma un contrato con Fox en 1930 por un año, a partir del 2 de
junio. Aunque se
divorcia de su marido, pasado un tiempo vuelve a casarse con él. En 1932 hace una gira por
América con la compañía de Al Jolson. Visita España en 1933 con motivo del nacimiento de una
hija, y aprovecha
su estancia para actuar ante las cámaras. Continúa trabajando en Hollywood
hasta el comienzo de los años cuarenta,
en que traslada su residencia a Cuba, Venezuela y
México. A partir de 1947 se establece definitivamente en Madrid
y vuelve a intervenir en algunos
rodajes. Tras padecer una larga enfermedad, fallece en Madrid el 24 de julio de
1991.
FILMS: 1929: «Flor del mal», «La serenata». 1930: «Dónde estás corazón», «The Arizona Kid»,
«Del mismo
barro», «En nombre de la amistad», «Cupido chauffeur», «El último de los Vargas»,
«A Devil With Women», «El
presidio». 1931: «La llama sagrada», «La dama atrevida», «El
pasado acusa». 1933: «Primavera en otoño», «El
millón de Luana» (no terminada), «Miguelón». 1934: «Nada más que una mujer». 1935: «Julieta compra un hijo»,
«Contra la corriente», «La última cita». 1937: «Venezuela: Andalucía de América». 1938: «Sucedió en La Habana»,
«Verbena trágica», «Frontiers of '49". 1944: «Alma llanera». 1945: «La barraca», «El inspector
Víctor contra
Arsenio Lupín», «Papá Lebonard», «Sol y sombra». 1946: «Usted tiene ojos de
mujer fatal», «La pecadora de
Magdala», «Reina de reinas». 1947: «Tabaré», «Chachita, la de
Triana». 1948: «La casa de las sonrisas». 1950: «La
mujer de nadie». 1957: «Horas de pánico»,
«...y eligió el infierno». 1958: «Una chica de Chicago». 1960: «Ama
Rosa», «Un paso al frente»,
«La paz empieza nunca». 1963: «Cuatro bodas y pico». 1965: «Doctor Zhivago».
Actriz, natural de Madrid. Hija de Santiago Pubillones, empresario circense de origen asturiano,
y hermana de Pilar
Arcos. Relacionada con los estudios de cine a través de su hija Luana,
interviene en algunas producciones de habla
hispana filmadas en Hollywood, aunque siempre en
papeles secundarios. Casada con Amadeo Alcañiz.
FILMS: 1930: «Del mismo barro». 1931: «Por orden del rey». 1932: «Hombres en mi vida».
1935: «El 113".
Actor y cantante de zarzuelas, natural de Córdoba. Hijo de escocés y española, conocido por el
sobrenombre de «El
español incógnito» desde que se hizo famoso en Cuba por participar en
combates de lucha libre con las grandes
figuras del momento y salir triunfante de casi todas sus
peleas. Por otra parte, desarrolla la especialidad de
lingüística, dominando perfectamente siete
idiomas, con sus acentos y modismos. Afincado en California, se hace
cargo del departamento
comercial extranjero de la revista de actualidad cinematográfica «Sound Waves», también
publicada en castellano con el nombre de «Ondas sonoras», mientras trabaja como actor
secundario para varios
estudios de Hollywood.
FILMS: 1929: «Sombras habaneras». 1930: «Monsieur Le Fox», «La voluntad del muerto». 1935:
«Tailspin Tommy
in the Great Air Mystery».
Actor, nacido en Madrid el 7 de junio de 1896. Comienza la carrera de Derecho, que abandona
para escribir crónicas
de fútbol y toros en «El Parlamentario» y en «El Heraldo», y probar fortuna
como autor teatral. Al presentarse en el
Teatro de la Latina para ofrecer una obra suya, Paco Viu
le brinda la oportunidad de interpretar el galán joven de
«La Dolores», con el que debuta en 1919
como actor cómico. Decidido a continuar en la profesión, ingresa en el
Conservatorio de Música
y Declamación, y concluye en dos años con el máximo galardón los tres cursos de
aprendizaje,
cobrando gran prestigio entre profesores y alumnos. Poco después pasa a primer galán en las
compañías
de María Guerrero, Carmen Díaz, Eugenia Zúffoli y otras, pero en un recital de
poesías que da en Madrid obtiene
tanto éxito que le llueven contratos por toda la Península,
Canarias, Marruecos, y también en Nueva York y Los
Angeles, lo cual le abre las puertas de los
estudios de Hollywood. Desde su regreso a España en 1931, se especializa
en papeles dramáticos
y en la composición de personajes con trastornos mentales, intentando desarrollar en
profundidad
la fórmula experimentada en «Drácula» con su peculiar versión del loco Renfield. Fallece en
Madrid el
8 de abril de 1983.
FILMS: 1923: «El puñao de rosas». 1927: «Rejas y votos». 1930: «Los que danzan». 1931:
«Drácula». 1933: «El
canto del ruiseñor». 1935: «El 113", «Cuento oriental», «Una mujer en
peligro». 1936: «El cura de aldea», «Lola
Triana» (no terminada), «¡Centinela, alerta!», «Carne
de fieras» (terminada en 1992). 1939: «Manolenka». 1941:
«El crucero Baleares» (no estrenada), «Escuadrilla», «¡A mí no me mire usted!», «Oro vil». 1942: «Raza», «Danza
de fuego», «Los misterios de Tánger». 1943: «El pozo de los enamorados», «Mi fantástica esposa». 1944: «La
tempestad», «Santander, la ciudad en llamas», «Lola Montes», «Inés de Castro». 1945: «Cinco
lobitos», «Los
últimos de Filipinas». 1946: «La próxima vez que vivamos», «El crimen de la calle
de Bordadores», «El centauro»,
«Yebala», «Dos mujeres y un rostro». 1947: «La nao capitana»,
«La fe», «Fuenteovejuna», «El alarido»,
«Confidencia», «Canción de medianoche», «El verdugo».
1948: «Alhucemas», «Las aguas bajan negras», «La fiesta
sigue», «Pototo, Boliche y Compañía»,
«El marqués de Salamanca». 1949: «Paz», «El santuario no se rinde». 1950:
«La mujer, el torero
y el toro». 1951: «Hace cien años», «Truhanes de honor», «La ciudad de fuego», «Barco sin
rumbo», «Entre barracas», «Alba de América». 1952: «Don Juan Tenorio». 1954: «Ha
desaparecido un pasajero»,
«Tres eran tres». 1957: «Los misterios del rosario», «Faustina».
Productor. Hijo del multimillonario don Gregorio del Amo, el filántropo que había hecho posible
la fundación de la
Ciudad Universitaria de Madrid. Llevado por su afición al cine, crea en 1937
una empresa para producir películas en
Hollywood con destino a los mercados de habla hispana,
cuyo nombre comercial (Cantabria Films) hace mención al
lugar de donde procede su familia.
A pesar de contar con fuerte respaldo financiero y de concertar un acuerdo de
distribución con
la Columbia, los resultados obtenidos quedan muy por debajo de lo esperado y se retira de la
actividad al terminar su segundo film.
Actor, nacido en Madrid el 18 de julio de 1898. Al terminar el Bachillerato en el Instituto del Cardenal Cisneros, se
prepara para ingresar en la Academia Militar, pero antes de comenzar la carrera descubre en el teatro su verdadera
vocación. Iniciado desde la adolescencia con representaciones de aficionados, hace su debut en el María Isabel de
Madrid con la compañía de Ernesto Vilches, en la que permanece durante dieciséis años, diez de los cuales por
escenarios de América. Encontrándose en Cuba, tiene noticia de las producciones habladas en español que se están
filmando en Hollywood; se desplaza hasta allí y ofrece sus servicios, trabajando sin interrupción en todos los
principales estudios. De regreso a Madrid y tras una temporada en el Teatro Lara, reanuda sus interpretaciones
cinematográficas en 1933 y con el paso del tiempo su figura se vuelve imprescindible, llegando a superar la docena
de títulos por año. Una progresiva pérdida de memoria que le impide retener los diálogos, le aparta hacia papeles
cada vez más breves, sin que ello provoque su retiro definitivo hasta 1966, al cumplirse sus bodas de oro con la
cámara. Fallece en Madrid el 25 de mayo de 1973. Casado con la mexicana Virginia Barragán, que en 1931 aparece
junto a José Mojica en un papel secundario de «La ley del harem».
FILMS: 1915: «Barcelona y sus misterios». 1916: «El testamento de Diego Rocafort»,
«Tauromanías». 1917: «El
golfo». 1930: «Cupido chauffeur», «Entre platos y notas», «El dios del
mar», «Oriente y Occidente», «Parlez
vous?», «Oui, oui, Marie». 1931: «Drácula», «¡Hola
Rusia!», «El Código Penal», «La mujer X», «El tenorio del
harem», «Cheri-Bibi», «El príncipe
gondolero», «El comediante», «Hay que casar al príncipe», «¿Conoces a tu
mujer?», «Eran trece».
1933: «Odio». 1934: «Invasión» (no terminada), «La traviesa molinera», «It Happened in
Spain»,
«Le tricorne» (no estrenada), «Patricio miró a una estrella». 1935: «Vidas rotas», «Don Quintín,
el
amargao», «La hija de Juan Simón». 1936: «El cura de aldea», «¿Quién me quiere a mí?».
1937: «Industrias de
guerra», «Mando único». 1938: «Nuestro culpable». 1940: «Leyenda rota»,
«Luna gitana», «La gitanilla»,
«Martingala», «Boy», «Jai-Alai» (+dd). 1941: «¡A mí no me mire usted!», «Flora y Mariana», «Porque te vi llorar».
1942: «Raza», «El hombre que se quiso matar», «¡A mí la legión!», «Viaje sin destino», «El frente de los suspiros»,
«Sucedió en Damasco», «Idilio en Mallorca». 1943: «Se vende un palacio», «Deber de esposa», «Idolos», «El
escándalo», «El camino del amor», «Dora, la espía», «Eloísa está debajo de un almendro». 1944: «La tempestad»,
«Te quiero para mí», «El clavo», «El rey de las finanzas», «Empezó en boda», «El testamento del virrey», «Tarjeta
de visita». 1945: «El destino se disculpa», «Mi enemigo el doctor», «Su última noche», «Espronceda», «Bambú»,
«Cinco lobitos», «La luna vale un millón», «Domingo de Carnaval», «La hija del circo», «Los últimos de Filipinas».
1946: «La próxima vez que vivamos», «Senda ignorada», «Dulcinea», «El centauro», «Dos mujeres y un rostro»,
«La
pródiga». 1947: «Extraño amanecer», «Luis Candelas, el ladrón de Madrid», «Póker de ases», «La
fe»,
«Fuenteovejuna», «Canción de medianoche», «El verdugo». 1948: «María de los Reyes», «El
duende y el rey», «El
huésped de las tinieblas», «Locura de amor», «Sin uniforme», «Siempre
vuelven de madrugada», «La vida
encadenada», «El señor Esteve», «La fiesta sigue», «El capitán
de Loyola», «El marqués de Salamanca», «Jalisco
canta en Sevilla», «La mariposa que voló sobre
el mar» (terminada en 1951). 1949: «Tempestad en el alma»,
«Sobresaliente», «La guitarra de Gardel», «Rumbo». 1950: «Pequeñeces», «La Revoltosa», «El rey de Sierra
Morena», «Historia en dos aldeas», «La mujer, el torero y el toro», «El último caballo», «El capitán Veneno»,
«Cuentos de la Alhambra», «Facultad de letras», «Agustina de Aragón», «Teatro Apolo». 1951: «Truhanes de
honor», «La corona negra», «El negro que tenía el alma blanca», «La leona de Castilla», «Cielo negro», «Habitación
para tres», «Séptima página», «El Gran Galeoto», «Esa pareja feliz». 1952: «Cerca de la ciudad». 1953:
«Aeropuerto», «La alegre caravana», «Nadie lo sabrá», «Carne de horca», «Tres citas con el destino», «Jeromín»,
«Buenas noticias», «Brindis al cielo». 1954: «El pescador de coplas», «Nubes de verano», «Ha desaparecido un
pasajero», «Cómicos», «Tres eran tres», «La ciudad de los sueños», «¿Crimen imposible?», «Morena clara». 1955:
«Zalacaín, el aventurero», «Llegaron siete muchachas», «Muerte de un ciclista», «El guardián del paraíso», «Juicio
final», «La ironía del dinero», «Familia provisional», «Curra Veleta», «Fulano y mengano». 1956: «Alexander the
Great», «Tarde de toros», «La gran mentira», «El anónimo», «Dos novias para un torero», «Polvorilla», «Piedras
vivas», «El genio alegre», «Un abrigo a cuadros», «Hospital general», «Toro bravo». 1957: «Los misterios del
rosario», «La puerta abierta», «Mensajeros de paz». 1958: «Aquellos tiempos del cuplé», «La rana
verde», «María
de la O», «Las chicas de la Cruz Roja», «El gafe», «Gayarre», «¿Dónde vas
Alfonso XII?». 1959: «Música de ayer»,
«Salto a la gloria», «El precio de la sangre», «Una gran
señora», «Sonatas», «Duelo en la cañada», «La Casa de la
Troya», «El cerro de los locos». 1960:
«El Litri y su sombra», «Días de feria», «El pequeño coronel», «Juanito»,
«Adiós, Ninón», «A
las cinco de la tarde», «¡091: Policía al habla!», «La paz empieza nunca», «Ursus». 1961:
«Goliat
contra los gigantes», «La bella Mimí», «Aventuras de Don Quijote». 1962: «Los derechos de la
mujer».
1963: «Isidro, el labrador», «La Revoltosa», «Bochorno». 1964: «El cálido verano del
Sr. Rodríguez», «Valiente»,
«Un tiro por la espalda», «Las pistolas no discuten», «Los cien
caballeros». 1965: «Historias de la televisión», «La
visita que no tocó el timbre», «Nobleza
baturra», «Con el viento solano», «La ciudad no es para mí». 1966: «Vestida
de novia».
Actor, nacido en Pamplona (Navarra) hacia 1891. Llega a Hollywood en la época del cine mudo
e interviene en
varias películas como actor secundario. A partir de 1930 interpreta diversos
personajes en producciones dialogadas
en castellano, hasta que lo expulsan de los Estados
Unidos en 1931 por carecer de permiso de residencia y embarca
hacia Francia con la esperanza
de encontrar trabajo en los estudios Paramount de Joinville.
FILMS: 1916: «A Sister of Six», «The Purple Mask». 1917: «The Black Wolf». 1930: «Olimpia»,
«El barbero de
Napoleón», «Regeneración». 1931: «Don Juan diplomático», «Del infierno al
cielo», «El impostor».
Actriz, nacida en Madrid en 1908. Junto con su hermana Rosita y una tía de ambas forma el Trío
Ballesteros. Actúa
en México con la compañía de Esperanza Iris, y en 1930 viaja a Hollywood,
donde tiene ocasión de interpretar
papeles secundarios en dos versiones dialogadas en castellano.
Nuevamente en México, trabaja a las órdenes de
Antonio Moreno en su segundo film como
director, y a partir de 1933 continúa su carrera en España.
FILMS: 1930: «El hombre malo», «La voluntad del muerto». 1932: «Aguilas frente al sol». 1934:
«¡Viva la vida!».
1935: «¡No me mates!».
Actriz, natural de Zaragoza. Debuta con once años de edad en una representación de la ópera
«Quo Vadis», y a partir
de entonces se dedica al teatro. Viaja a América con una compañía
española de revistas, y al pasar por México entra
en la de Esperanza Iris, también junto a su
hermana Conchita y una tía suya con las que había formado el Trío
Ballesteros. Llega a
California para actuar en locales destinados al público de habla hispana, pero su agente le
consigue papeles de cierta importancia en los estudios de Hollywood y continúa haciendo cine.
Regresa a España en
1933 y se incorpora al reparto de «¡Viva la vida!».
FILMS: 1929: «La boda de Rosario». 1930: «Monsieur Le Fox», «El hombre malo», «Sevilla de
mis amores». 1931:
«The Snappy Caballero», «El alegre caballero». 1934: «¡Viva la vida!».
Actriz, nacida en Cienfuegos (Cuba) el 10 de diciembre de 1891, de padres españoles. Al cabo de unos meses, se
traslada con su familia a Santander; estudia en el Colegio de San Vicente de Paúl y, pasada la infancia, cambia de
domicilio a Madrid. La actriz María Guerrero le aconseja dedicarse al teatro y le ofrece un puesto de dama joven en
su compañía; poco después la contratan en el Teatro Lara como primera figura femenina, y se consagra
definitivamente al entrar en la compañía de Martínez Sierra, actuando en el Teatro Eslava durante una docena de
años, además de las correspondientes salidas al extranjero, por Francia y toda la geografía americana. Compañera
inseparable de Gregorio Martínez Sierra, viaja con él a Hollywood en 1930 y emprende una nueva etapa de su
carrera con la versión cinematográfica de la obra «Mamá»,
primera de las siete películas que produce la Fox con
argumentos elegidos pensando en ella para
el papel protagonista. En 1935, ambos vuelven a Madrid con la intención
de filmar una serie de
proyectos para CIFESA, pero al comienzo de la Guerra Civil se ven forzados a seguir el
camino
del exilio y se establecen en Buenos Aires. Desde su regreso a España en 1947, sólo trabaja ante
las cámaras
en una ocasión. Fallece en Madrid el 10 de agosto de 1978.
FILMS: 1928: «El secreto de la abuela». 1931: «Mamá». 1933: «Primavera en otoño», «Una
viuda romántica», «Yo,
tú y ella», «La ciudad de cartón». 1934: «Señora casada necesita marido».
1935: «Julieta compra un hijo». 1941:
«Canción de cuna». 1942: «Tú eres la paz». 1943: «Los
hombres las prefieren viudas». 1946: «Chiruca». 1961:
«¡Adiós, Mimí Pompón!».
FILMS: 1930: «El valiente», «Wu Li Chang». 1931: «Monerías», «El comediante».
Actor y cantante, nacido en Palma de Mallorca el 13 de enero de 1896. Al terminar el Bachillerato en el Instituto de
Barcelona, se traslada a Madrid y empieza la carrera de Derecho, pero decide ingresar en el Conservatorio de Música
con la intención de dedicarse profesionalmente a la ópera. Tras perfeccionar sus estudios en París, actúa como
barítono por los escenarios europeos y tiene ocasión de debutar en el cine español con la primera versión larga de
«Don Juan Tenorio», interpretando el papel protagonista. Viaja a México y aprovecha la
proximidad para pasar a los
Estados Unidos, donde organiza una compañía de zarzuela con la
que recorre el país durante tres años. Se establece
en Nueva York con un contrato para grabar
discos en la Columbia; canta en emisoras de radio, actúa en películas y
representa obras de gran
éxito en Broadway. En 1929 interviene en una serie de cortos musicales en idioma
castellano y
comienza a trabajar con regularidad en los estudios de Hollywood, sobre todo, a partir de su
memorable
composición del profesor de canto en «Citizen Kane» (1941), que aporta un elegante
toque de humor al film de
Orson Welles. Aunque visita Venezuela, México y España para
participar en algunos rodajes, su actividad principal
se desarrolla en el ámbito del cine y teatro
norteamericanos; también escribe dos novelas, cinco obras dramáticas y
varias operetas. Como
colofón de sus múltiples facetas artísticas, a las que habría que añadir las de periodista,
bailarín,
autor de canciones, director cinematográfico, guionista y montador, aparece en programas de
televisión y en
las series «I Love Lucy», «My Little Margie», «December Bride» y «The Count
of Monte Cristo». Fallece el 2 de
abril de 1969 en la residencia de Woodland Hills (California)
para profesionales del cine y la televisión.
FILMS: 1922: «Don Juan Tenorio». 1927: «The Love of Sunya». 1928: «¡Silencio!», «Las cuatro
plumas» (+d+g).
1929: «Pacto con el diablo» (+d), «Sombra vengadora», «Cafixio viejo»
(+m+lc), «Granada» (+m+lc), «Mosaicos
líricos». 1932: «Careless Lady», «A Successful Calamity». 1934: «El desaparecido». 1935: «Poderoso caballero...».
1936: «El capitán Tormenta», «El carnaval del diablo». 1938: «Romance in the Dark», «Tropic Holiday», «Bulldog
Drummond
in Africa». 1939: «La Inmaculada» (+m+lc). 1940: «I Was an Adventuress», «Down Argentine
Way»,
«The Mark of Zorro». 1941: «That Night in Rio», «Citizen Kane», «They Met in
Argentina», «Blood and Sand»
(+at), «Moon Over Miami», «Unfinished Business», «Obliging
Young Lady», «A Yank in the R.A.F.», «Two
Latins from Manhattan», «Four Jacks and a Jill»,
«Call Out the Marines», «Mr. and Mrs. North». 1942: «Sing Your
Worries Away», «Larceny,
Inc.», «Girl Trouble», «The Black Swan». 1943: «Hello, Frisco, Hello», «Five Graves to
Cairo»,
«Dixie», «For Whom the Bell Tolls», «The Sultan's Daughter», «Ali Baba and the Forty Thives».
1944:
«My Best Gal», «Going My Way», «Double Indemnity», «The Falcon in Mexico», «Mrs.
Parkington», «Brazil»,
«La pícara Susana». 1945: «Where Do We Go from Here?», «A Bell for
Adano», «Man Alive», «Hit the Hay»,
«The Sailor Takes a Wife», «The Red Dragon», «Pepita
Jiménez». 1946: «Monsieur Beaucaire». 1947: «La diosa
arrodillada», «Fiesta», «The Fugitive»,
«Rose of Santa Rosa». 1948: «Romance on the High Seas», «Angel on the
Amazon», «Bad Men
of Tombstone», «Adventures of Don Juan». 1950: «Whirlpool», «Nancy Goes to Rio»,
«September Affair». 1951: «Havana Rose». 1953: «Thunder Bay», «The Moon Is Blue», «Second
Chance», «So
This Is Love», «Conquest of Cochise». 1955: «New York Confidential», «Kiss Me
Deadly», «Jaguar». 1957: «An
Affair to Remember». 1958: «The Saga of Hemp Brown». 1959:
«Thunder in the Sun». 1962: «La muerte silba un
blues». 1963: «The Running Man». 1965: «The
Million Dollar Collar».
Actriz, nacida en Madrid el 31 de julio de 1904. Hija de un notable pintor. Aficionada al cine desde su niñez, al poco
de salir del convento de religiosas en donde se había educado, comienza a trabajar frente a la cámara, casi siempre
en papeles de ingenua y bajo la dirección de Florián Rey o de Benito Perojo. Después de intervenir en varias
películas sonoras filmadas en estudios franceses y alemanes, viaja a Hollywood contratada por la MGM, pero sólo la
incluyen en el reparto de dos producciones; pasa a la Fox para actuar en «Mamá» y regresa a España en 1932.
Abandona el cine definitivamente como consecuencia de una grave afección nerviosa.
FILMS: 1924: «La chavala». 1925: «Los chicos de la escuela». 1926: «La bejarana», «El bandido
de la sierra».
1927: «Carolina, la neña de plata». 1928: «Agustina de Aragón». 1929: «Zalacaín,
el aventurero», «La copla
andaluza», «El suceso de anoche». 1930: «La bodega», «Un hombre
de suerte», «El embrujo de Sevilla». 1931: «La
fruta amarga», «Cheri-Bibi», «Mamá».
Actor. Casado con Rosita Granada y padre de Ricardo Callol, ambos actores. Relacionado con
los estudios de
Hollywood a través de su esposa, interviene en el doblaje al castellano de la
producción MGM «Trader Horn» e
interpreta ocasionalmente breves papeles secundarios.
Actor español, nacido en 1919. Hijo de Rafael Callol y de Rosita Granada, ambos actores. Viaja
con sus padres a los
Estados Unidos y José Bohr le selecciona en 1929 para interpretar el papel
infantil principal de «Sombras de gloria»,
donde su nombre figura acreditado como Ricardo
Cayol. Se desconocen actividades posteriores.
Actriz, nacida en Zaragoza el 15 de agosto de 1892. A la edad de once años debuta en el Teatro
Tívoli de Barcelona,
iniciando una larga carrera a través del mundo de habla hispana, con
actuaciones personales tanto en solitario como
en compañías de revistas, opereta o zarzuela.
Desembarca en Veracruz en 1910 y permanece ausente de su tierra
hasta que en 1952 visita
Barcelona. Durante su estancia en Hollywood recibe ofertas de casi todos los estudios para
interpretar en castellano papeles de señora con aspecto de mayor edad de la que realmente tenía.
Conocida entusiasta
del ideario republicano, el comienzo de la Guerra Civil le imposibilita el
regreso a España y continúa trabajando
para el cine mexicano. Casada con el músico italiano
Giuseppe Miceli.
FILMS: 1929: «Sombras de gloria». 1930: «Charros, gauchos y manolas», «El cuerpo del delito»,
«Estrellados»,
«Monsieur Le Fox», «Amor audaz», «Del mismo barro», «El valiente», «La
voluntad del muerto», «Sevilla de mis
amores». 1931: «El alma de la fiesta», «El Código Penal»,
«Gente alegre», «Carne de cabaret», «El comediante»,
«El pasado acusa». 1933: «Primavera en
otoño», «Una viuda romántica». 1934: «Granaderos del amor», «El
cantante de Nápoles». 1935:
«Angelina o el honor de un brigadier», «Rosa de Francia». 1936: «¡Ora Ponciano!».
1937: «La
llaga», «El bastardo», «La madrina del diablo». 1938: «Mujer mexicana», «Perjura». 1939: «El
capitán
aventurero», «Perfidia». 1940: «El secreto de la monja», «Hombre o demonio», «El
insurgente», «Cantinflas
ruletero». 1942: «Los tres mosqueteros», «Yolanda». 1943: «El herrero».
1945: «La reina de la opereta», «La
morena de mi copla».
Actor, nacido en Madrid el 25 de noviembre de 1886. Realiza sus primeros estudios en Madrid,
al término de los
cuales ingresa en la compañía teatral de su primo Ricardo Calvo, debutando con
diecinueve años de edad. Interviene
en varias películas españolas de la época muda, y en 1930
actúa para la Paramount en los estudios de Joinville.
Seleccionado por John Stone, parte hacia
Hollywood en febrero de 1931 y desembarca en Nueva York el 1 de
marzo; firma un contrato con
Fox por seis meses, a partir del 7 de marzo, que finaliza el 6 de septiembre. Al regresar
de
América se reincorpora al cine español, participando también en producciones italianas durante
los años
inmediatamente posteriores a la Guerra Civil. Fallece en 1966. Padre de Rafael Luis
Calvo Muñoz y Eduardo Calvo
Muñoz, ambos actores.
FILMS: 1924: «Para toda la vida». 1925: «Currito de la Cruz». 1926: «Pilar Guerra», «La loca
de la casa». 1927:
«El conde de Maravillas», «La ilustre fregona», «Doña Juana». 1930: «Prim».
1931: «Sombras del circo», «Cuerpo
y alma», «Esclavas de la moda», «Hay que casar al
príncipe», «¿Conoces a tu mujer?», «Mamá», «La ley del
harem», «Eran trece». 1934: «Crisis
mundial». 1935: «Rumbo al Cairo», «La verbena de la Paloma». 1936:
«Nuestra Natacha» (no
estrenada). 1938: «Nuestro culpable». 1939: «Santa Rogelia», «Il peccato di Rogelia
Sanchez».
1940: «L'assedio dell'Alcazar», «Marianela». 1942: «Danza de fuego». 1943: «L'usuraio». 1944:
«Una
mujer en un taxi». 1945: «Viento de siglos», «La hija del circo». 1946: «La próxima vez
que vivamos», «El crimen
de la calle de Bordadores». 1947: «Héroes del 95", «El traje de luces»,
«La nao capitana», «Oro y marfil»,
«Fuenteovejuna», «El ángel gris», «El verdugo». 1948:
«Alhucemas», «La calumniada», «Sin uniforme», «Hoy no
pasamos lista». 1949: «Cita con mi
viejo corazón», «Aventuras de Juan Lucas». 1950: «Yo no soy la Mata-Hari»,
«El rey de Sierra
Morena», «Sangre en Castilla», «El correo del rey», «Servicio en la mar». 1951: «El final de una
leyenda», «La ciudad de fuego», «Quema el suelo». 1953: «Como la tierra», «Carne de horca».
1954: «Viento del
norte», «Señora ama». 1955: «Marcelino pan y vino», «Suspenso en
comunismo». 1956: «No estamos solos»,
«Fedra», «Toro bravo».
Actriz, natural de Madrid. Hija de español y colombiana, educada en California. Comienza una
discreta carrera
como actriz secundaria tomando parte en algunas producciones de Hollywood
filmadas en español, para continuar
posteriormente con otras en idioma inglés.
FILMS: 1934: «Granaderos del amor». 1935: «Storm Over the Andes», «Alas sobre el Chaco».
1936: «Valley of the
Lawless», «Ramona», «Under Your Spell», «Lawless Land». 1937:
«Madame X». 1938: «Dramatic School». 1939:
«Desperate Trails», «Another Thin Man», «Green
Hell». 1944: «Gun to Gun». 1947: «Desert Fury».
FILMS: 1930: «El cuerpo del delito», «Amor audaz», «Galas de la Paramount», «Cascarrabias»,
«El dios del mar».
1931: «Gente alegre», «El príncipe gondolero». 1939: «El cobarde»,
«Perfidia».
Actor, natural de Torrelavega (Santander). Abandona el hogar familiar a los dieciséis años y embarca con rumbo a
América. Afincado en México, desempeña oficios diversos hasta que se especializa en mecánica y entra a trabajar en
un taller de automóviles. Llega a Hollywood en 1923 e interviene en varias películas como 'extra' y actor secundario.
Durante una visita a España en 1929, toma parte en dos de las últimas producciones mudas, y también en la primera
hablada, aunque ésta no llegará a los circuitos comerciales por utilizar un sistema incompatible con los equipos de
reproducción sonora instalados en el mercado. Después de permanecer unos meses en París, dedicado al estudio del
francés y a educar su voz para el canto, regresa a los Estados Unidos e interpreta un papel en la versión española de
«La fruta amarga».
FILMS: 1924: «The Siren of Seville». 1925: «The Spaniard», «The Lady Who Lied». 1926:
«What Price Glory».
1927: «Loves of Carmen». 1928: «The Red Dance», «In Old Madrid». 1929:
«La copla andaluza», «El suceso de
anoche», «El misterio de la Puerta del Sol». 1931: «La fruta
amarga».
Escritor y guionista, nacido en Barcelona el 4 de enero de 1903. Hijo del periodista Domingo
Cirici Ventalló, de
quien hereda la profesión y adopta sus dos apellidos para formar uno
compuesto. Tras un breve período de prácticas
en el rotativo madrileño «El Debate», viaja a
América y publica artículos en el diario «Excelsior» y en «Revista de
Revistas», ambos de
México. Contratado en Hollywood por el estudio Columbia, escribe la versión española del
drama carcelario de Howard Hawks «The Criminal Code» y, seguidamente, pasa a desempeñar
el mismo cometido
en Fox. Vuelve a figurar en los títulos cinematográficos una década después
como guionista de algunas películas
españolas, pero desde 1939 hasta su retiro, en 1973, dedica
su actividad principal a labores de redacción en el «Ya».
Fallece en Madrid en 1980.
FILMS: 1931: «El Código Penal» (ve), «El impostor» (ve), «Cuerpo y alma» (ve+lc), «Esclavas
de la moda» (ve),
«Oro líquido» (ve), «Hay que casar al príncipe» (ve), «¿Conoces a tu mujer?»
(ve), «La ley del harem» (ve). 1942:
«Un caballero famoso» (a). 1943: «El ilustre Perea» (g).
1944: «El testamento del virrey» (g+dial.). 1945: «Cinco
lobitos» (g).
Actriz de doblaje y cantante de opereta, natural de Zaragoza. Antes de llegar a California, canta
como tiple en la
compañía de Esperanza Iris, actúa como bailarina en Rusia y se presenta en
Brasil con el nombre de «La Paqueña».
Aunque no llega a figurar en el reparto de ninguna
película, su voz es solicitada por todos los estudios de Hollywood
para intervenir en los doblajes
al castellano de los primeros films de habla inglesa distribuidos por los mercados
hispanos bajo
esta modalidad.
Actor, nacido en Murcia el 7 de noviembre de 1900. Estudia el Bachillerato en el Colegio de los Hermanos Maristas
y al cumplir los dieciocho años se traslada a Madrid, dispuesto a probar fortuna en el campo de la representación
escénica. Ingresa como meritorio a las órdenes de Ricardo Calvo y, tras realizar giras por provincias, pasa al Teatro
Eslava con la compañía de Martínez Sierra, debutando con la comedia «Sueño de una noche de agosto». Ascendido
a primer
galán, actúa en 1925 junto a Catalina Bárcena en el Fémina de París, recorre varios países de
Hispanoamérica y llega a los Estados Unidos en diciembre de 1926. El éxito obtenido en Los
Angeles con la obra
«El Gran Galeoto», le permite relacionarse con figuras importantes del
mundo del cine y entra en los estudios de
Hollywood bajo el patrocinio de Edwin Carewe y
Dolores del Río. En mayo de 1930, después de permanecer unos
meses apartado en México por
carecer de permiso de residencia en los Estados Unidos, lo reclaman de MGM con un
contrato
de larga duración y consigue el visado por tiempo indefinido. Además de interpretar personajes
principales
en películas habladas, tanto en castellano como en inglés, dirige algunos
documentales, presta su voz para doblajes,
trabaja en radio y continúa haciendo teatro. A partir
de 1935 reside con frecuencia en Nueva York, en donde forma
parte del equipo directivo del
«Teatro Español» de dicha ciudad. Antes de regresar definitivamente, hace una visita a
España
entre 1947 y 1950, durante la cual tiene oportunidad de protagonizar el film «La mujer de nadie».
Aunque da
por concluida su carrera al instalarse en Madrid en 1967, acepta papeles breves en
series de televisión («Aquel señor
de negro», «Caza menor») y también en cine. Fallece en
Murcia el 19 de marzo de 1997.
FILMS: 1924: «Mancha que limpia». 1928: «Revenge». 1929: «Joy Street». 1930: «Olimpia», «Wu Li Chang», «El
presidio». 1931: «En cada puerto un amor», «La mujer X», «El proceso de Mary Dugan». 1933: «Revenge at Monte
Carlo», «Dos noches», «La ciudad de cartón». 1934:
«Hollywood Hoodlum», «Tres amores», «Señora casada
necesita marido». 1935: «Angelina o el
honor de un brigadier», «La última cita», «Alas sobre el Chaco». 1937:
«Tengo fe en ti»
(terminada en 1940), «La vida bohemia». 1938: «Rascals». 1939: «El fantasma de medianoche»
(dd), «El milagro de la Calle Mayor». 1940: «El secreto de la monja», «El insurgente». 1941: «La
torre de los
suplicios». 1946: «El amor abrió los ojos». 1947: «La niña de mis ojos». 1950: «La
mujer de nadie». 1976: «El libro
del buen amor II».
Músico, director y dibujante, nacido en Girona el 1 de enero de 1900. La familia emigra a Cuba en 1903 por motivos
políticos. Comienza a tocar el violín a la edad de siete años, y abandona poco después la escuela primaria para
dedicarse exclusivamente a la música. Debuta en 1911 como primer violín de la orquesta sinfónica del Teatro
Nacional de La Habana, viaja a Nueva York y va cubriendo etapas hasta formar parte del selecto grupo de
concertistas que pasan por el escenario del Carnegie Hall. En 1926 se desplaza a Los Angeles, contratado por el
diario «Times», donde pone en práctica otra de sus habilidades, la de dibujar caricaturas; dirige la
orquesta del
Ambassador, entra en contacto con el mundo del cine, y cuando se anuncia la
llegada del sonoro, ya con orquesta
propia, lo llaman de los estudios. A través de la cooperativa
Hollywood Spanish Pictures, creada en 1929, produce
una revista musical y una comedia corta
con destino a los mercados de habla hispana, pero las críticas le son
adversas y no repite la
experiencia. La época de máximo esplendor del «rey de la rumba» se sitúa en la segunda
mitad
de los cuarenta, con los célebres musicales de la MGM en los que aparece al frente de su
orquesta. En 1948
publica el relato autobiográfico «Rumba Is My Life». Después de dar
conciertos por todo el mundo, de actuar en la
televisión italiana durante siete años consecutivos
y filmar películas en varios países, en 1979 regresa
definitivamente a Barcelona, donde fallece
el 27 de octubre de 1990. Casado y divorciado en cinco ocasiones.
FILMS: 1928: «Xavier Cugat and his Gigolos», «By the Campfire», «El destino». 1929:
«Gitanos» (no terminada).
1930: «Charros, gauchos y manolas», «Un fotógrafo distraído» (d),
«In Gay Madrid» (m), «The Lash» (at). 1932:
«White Zombie» (m). 1936: «Go West Young
Man». 1937: «Let's Go Latin». 1942: «You Were Never Lovelier».
1943: «Stage-Door Canteen»,
«The Heat's On». 1944: «Two Girls and a Sailor», «Bathing Beauty», «The Three
Caballeros»
(m). 1945: «Thrill of a Romance», «Weekend at the Waldorf». 1946: «Holiday in Mexico», «No Leave,
No Love». 1947: «This Time for Keeps». 1948: «On an Island With You», «A Date With
Judy», «Luxury Liner».
1949: «Neptune's Daughter». 1954: «The Americano» (m). 1955:
«Chicago Syndicate», «Lo scapolo». 1956:
«Donatella», «A sud niente di nuovo», «The Eddy
Duchin Story». 1957: «Susana y yo». 1969: «The Monitors».
1970: «The Phynx», «Elvis: That's
the Way it Is». 1978: «Nunca en horas de clase». 1980: «Taxi». 1984: «Una rosa
al viento».
Actor, nacido en Barcelona el 11 de mayo de 1908. Cursa estudios en el colegio de los Escolapios de Barcelona.
Establece sucesivamente su residencia en Marsella, Boston, Cuba y Nueva York. En diciembre de 1926 gana en
Barcelona un concurso de fotogenia promovido por la Fox y el diario «El Día Gráfico» para descubrir nuevos
talentos, y parte hacia Hollywood con un contrato que comienza el 27 de junio de 1927, pero fracasa como actor y su
labor queda reducida a breves interpretaciones secundarias. Regresa a Barcelona en 1933 y pierde la vida de forma
violenta por motivos ideológicos.
FILMS: 1930: «En nombre de la amistad». 1931: «Soñadores de la gloria», «Marido y mujer».
1933: «Dos noches».
Actriz, nacida en Ecija (Sevilla) el 19 de marzo de 1907. Se traslada a Madrid con siete años de edad y cursa
estudios en el Colegio de las Damas Negras. Debido a la profesión militar de su padre, reside durante algún tiempo
en Marruecos, donde perfecciona el dominio de los idiomas francés e inglés. Contrae matrimonio en 1925, pero dos
años después se divorcia. El mismo año de su boda debuta en teatro con la compañía de Ricardo Baeza y viaja a
América, regresando a España con la compañía de Lola Membrives. Se consagra definitivamente como primera
actriz en la comedia de los hermanos Alvarez Quintero, «Doña Hormiga». Seleccionada por la Fox,
parte hacia
Hollywood en febrero de 1931 y desembarca en Nueva York el 17 de marzo; firma
un contrato por seis meses, a
partir del 28 de marzo, que finaliza el 27 de septiembre. La brillante
carrera iniciada en 1935 con «Don Quintín, el
amargao», queda truncada al declararse la Guerra
Civil. Tras una larga ausencia, reanuda sus actividades en el cine
español interpretando papeles
secundarios. Fallece en Madrid el 10 de abril de 1976.
FILMS: 1931: «Cuerpo y alma», «¿Conoces a tu mujer?», «Eran trece», «Mi último amor». 1935:
«Don Quintín, el
amargao». 1936: «El bailarín y el trabajador», «¡Centinela, alerta!», «Nuestra
Natacha» (no estrenada). 1944:
«Cuando escuches este vals». 1951: «Alba de América». 1957:
«La estrella del rey». 1958: «¿Dónde vas Alfonso
XII?». 1959: «El magistrado». 1960: «¿Dónde
vas, triste de ti?», «Don Lucio y el hermano Pío», «Trío de damas»,
«Mi calle». 1961: «Ha
llegado un ángel», «Pecado de amor». 1962: «Su alteza la niña», «La cara del terror», «Terror
en
la noche». 1963: «El mundo sigue», «Las hijas de Elena», «El diablo también llora», «Una chica
casi formal».
1964: «Los pistoleros de Casa Grande». 1965: «El proscrito del río Colorado».
1966: «Viaje de novios a la italiana»,
«Buenos días, condesita». 1967: «Peppermint frappé».
1968: «Los que tocan el piano», «Uno scacco tutto matto».
1969: «El ángel».
Actor, nacido en Madrid el 4 de septiembre de 1898. Hijo de las célebres figuras del teatro
español, María Guerrero
y Fernando Díaz de Mendoza. Se educa en Madrid y, siendo aún muy
joven, debuta como actor en la compañía
teatral que dirigen sus padres, donde permanece durante
catorce años. Contrae matrimonio en 1926 con la actriz
Carmen Larrabeiti, compañera de reparto
en los escenarios. Después de interpretar tres películas en los estudios
Paramount de Joinville,
es seleccionado por John Stone y viaja a Hollywood con su esposa en febrero de 1931;
desembarca en Nueva York el 17 de marzo, y firma un contrato con Fox por seis meses, a partir
del 28 de marzo,
que finaliza el 27 de septiembre, pero interviene en un solo film y en un papel
muy breve. Al regresar a España en
1932, apenas trabaja ante las cámaras y, en los comienzos
de la Guerra Civil, se separa de su familia y parte de
nuevo hacia América. Vuelve al cine
español en 1947, participando desde entonces en numerosos rodajes. Fallece en
Madrid el 18 de
mayo de 1960. Padre de la actriz María del Carmen Díaz de Mendoza.
FILMS: 1924: «La mala ley». 1926: «La sobrina del cura», «La chica del gato». 1930: «Toda una
vida», «La carta»,
«La fiesta del diablo». 1931: «Eran trece». 1935: «Rumbo al Cairo». 1948:
«Doña María, la brava», «Alhucemas»,
«María de los Reyes», «El duende y el rey», «Sin
uniforme», «La vida encadenada», «El capitán de Loyola», «Tres
ladrones en la casa». 1949:
«Neutralidad», «La duquesa de Benamejí». 1950: «Pequeñeces», «Noche de celos», «A
dos
grados del Ecuador», «Teatro Apolo». 1951: «El negro que tenía el alma blanca», «Séptima
página», «Quema el
suelo», «La canción de la Malibrán», «Noche de tormenta», «Alba de
América». 1952: «De Madrid al cielo», «Los
ojos dejan huellas», «Pluma al viento», «Bajo el
cielo de España», «Decameron Nights». 1953: «Manicomio»,
«Maldición gitana», «El milagro
del sacristán». 1954: «Novio a la vista», «Alta costura», «Aventuras del barbero de
Sevilla»,
«Amor sobre ruedas», «Educando a papá», «El tren expreso». 1955: «Recluta con niño». 1956:
«Una cita
de amor». 1957: «Los misterios del rosario», «The Pride and the Passion», «Mensajeros
de paz», «El hereje», «Las
muchachas de azul». 1958: «La vida por delante», «El hombre que
perdió el tren», «¿Dónde vas Alfonso XII?».
1959: «Los tramposos».
Actriz, nacida en Madrid el 13 de septiembre de 1911, de padres andaluces. Estudia en el colegio de las Carmelitas
de Bilbao, y completa su educación en Madrid. Abandona la carrera de Medicina para ingresar en el Conservatorio
de Arte Dramático, obteniendo un premio de declamación que le permite entrar como meritoria en la compañía de
Martínez Sierra. Actúa por toda la geografía española y en el Fémina de París, pero su familia le impide salir de gira
por América y pasa a formar parte de la compañía de Josefina Díaz y Santiago Artigas, con quienes emprende un
recorrido similar al que poco antes se había visto obligada a renunciar. Al volver de México, Cuba, Perú, Chile,
Argentina, Uruguay y Brasil, la Paramount le ofrece un contrato para interpretar una película en el estudio francés de
Joinville, que se extiende a varias producciones más. Interviene en algunas obras importantes del cine español de
principios del sonoro, y llega a Hollywood en septiembre de 1934 para incorporarse a la plantilla de la Fox como
primera actriz de habla hispana, protagonizando dos de los títulos con mayor relieve artístico de los allí filmados en
castellano. Detenida en Córdoba durante el rodaje de «El genio
alegre», al inicio de la Guerra Civil, parte hacia el
exilio tras sufrir el acoso de los sublevados
franquistas por la relación sentimental que le une a Juan Negrín, hijo del
político republicano
español. Trabaja de nuevo en Hollywood (1937), y reanuda su actividad cinematográfica en
México (1945-1947). Como esposa del doctor Negrín, fija residencia en Nueva York, donde
continúa participando
en funciones de teatro. Desde el comienzo del exilio, sólo visita España
en 1980, para acompañar a su marido en un
viaje profesional a Barcelona. Fallece en Nueva York
de un ataque al corazón en agosto de 1986.
FILMS: 1931: «Su noche de bodas», «Lo mejor es reír», «Un caballero de frac», «El cliente
seductor». 1933: «El
hombre que se reía del amor», «Susana tiene un secreto», «Sierra de
Ronda». 1934: «Se ha fugado un preso», «La
Dolorosa». 1935: «Angelina o el honor de un
brigadier», «Rosa de Francia». 1936: «El genio alegre» (terminada en
1939). 1937: «La vida
bohemia». 1945: «Pepita Jiménez». 1946: «El último amor de Goya». 1947: «El canto de la
sirena».
Actor, nacido en Barcelona el 28 de abril de 1899. Se establece en Los Angeles y abre una
academia de baile en
Hollywood Boulevard. A finales de 1929, Fox le encarga dirigir la
coreografía de «One Mad Kiss», y continúa
frecuentando los estudios de cine con cierta
regularidad para interpretar personajes secundarios en todo tipo de films,
pero preferentemente
del género musical. Colabora en el guión de una producción independiente de 1935 y aborda la
dirección de la misma en su versión española. Fallece en los Estados Unidos el 1 de abril de
1954.
FILMS: 1929: «Sombras de gloria». 1930: «One Mad Kiss» (db), «Cascarrabias», «Los que
danzan». 1931: «El
Código Penal», «Carne de cabaret». 1933: «The California Trail», «Flying
Down to Rio». 1934: «Amor que
vuelve», «Un capitán de cosacos», «Tres amores»,
«Bordertown». 1935: «In Caliente», «Devil Monster» (g), «El
diablo del mar» (d+g), «Storm
Over the Andes», «No matarás». 1936: «A Message to Garcia», «Anthony Adverse»,
«Under Two
Flags», «The Black Coin». 1938: «Renfrew on the Great White Trail». 1939: «Mr. Moto in
Danger
Island», «El milagro de la Calle Mayor». 1940: «Rhythm of the Rio Grande», «Down
Argentine Way», «Arise, My
Love». 1941: «Law of the Tropics». 1946: «Trail to Mexico», «The
Razor's Edge». 1948: «The Loves of Carmen»,
«The Feathered Serpent». 1949: «Brothers in the
Saddle», «Daughter of the West» (m), «Neptune's Daughter», «The
Big Steal». 1950: «The
Palomino», «Crisis», «Right Cross», «The Breaking Point». 1952: «The Fighter». 1953:
«Sombrero».
Actriz, nacida en Barcelona el 21 de enero de 1919. Hija de un ingeniero de la compañía Westinghouse destinado a
Barcelona y, seguidamente, a Santiago de Chile, en donde la familia se establece durante parte de la infancia y
adolescencia de la muchacha. Al trasladarse después a California, tiene oportunidad de interpretar en Hollywood
breves papeles en producciones de habla hispana y en westerns, hasta que firma un contrato con Columbia para
protagonizar comedias musicales de serie B, a cuyo término comienza a trabajar para la R.C.A. en programas de
radio y, desde 1950, en televisión, alternando dichas actividades con la de modelo de alta costura; también llega a ser
campeona de natación y tenis. En 1951 publica «Jinx», su
autobiografía.
FILMS: 1934: «El cantante de Nápoles». 1935: «Rosa de Francia». 1936: «Strike Me Pink», «Big
Brown Eyes», «El
carnaval del diablo». 1937: «Nothing Sacred». 1938: «There Goes My Heart»,
«Song of the Buckaroo». 1939: «The
Lone Ranger Rides Again». 1941: «Two Latins from
Manhattan», «Sing for Your Supper». 1942: «Sweetheart of
the Fleet», «Lucky Legs», «Laugh
Your Blues Away». 1943: «She Has What It Takes», «Two Señoritas from
Chicago». 1944:
«Nine Girls», «Cover Girl», «Tahiti Nights». 1945: «The Gay Señorita». 1946: «Meet Me on
Broadway», «Talk About a Lady».
Escritor y periodista, nacido en Llanes (Asturias) en 1878. Acreditado también con el título de
Ingeniero Civil, a
mediados de los años veinte y tras una larga permanencia en México, se
traslada a los Estados Unidos para ejercer el
periodismo como corresponsal en Hollywood de la
revista neoyorquina «Cine Mundial» y cultivar sus inquietudes
literarias. Cuando comienzan las
filmaciones en versión española, se encarga de traducir y adaptar diálogos al
castellano para Fox,
Warner Bros. y, sobre todo, para Universal, que le confía la totalidad de la producción hispana
del estudio en 1930-31, aunque figura en ocasiones bajo el seudónimo de Gabriel Argüelles.
Regresa a España en
tiempos de la II República y continúa escribiendo crónicas en diversas
publicaciones. Durante la Guerra Civil
ingresa en prisión, acusado por los militares franquistas
de realizar trabajos de información para las tropas leales al
régimen; al recobrar la libertad, se
establece nuevamente en América. Fallece en Los Angeles (California) en 1966.
FILMS: 1930: «El hombre malo», «En nombre de la amistad», «La voluntad del muerto», «Los
que danzan»,
«Oriente y Occidente». 1931: «Drácula», «¡Hola Rusia!», «Don Juan diplomático»,
«Resurrección», «El tenorio del
harem».
Actor y cantante, nacido en el barrio de La Sagrera de Barcelona el 10 de noviembre de 1896. Debuta en Barcelona a
la edad de veinte años con la compañía teatral de Blasco, con quienes recorre España. Viaja por América con la
compañía de ópera Bracale y con la de María Ughetti; trabaja en los Estados Unidos y Canadá haciendo números de
variedades, y canta en emisoras radiofónicas de Cuba y Puerto Rico. Después de actuar dos años en el Teatro
Español de Nueva York y de una gira por el circuito Keith-Orpheum, Xavier Cugat lo llama para encarnar el
personaje del torero en el sketch español de «Charros, gauchos y manolas», y desde entonces
comienza a dedicarse
al cine. A lo largo de cuarenta años de intensa actividad en Hollywood,
desarrolla una fecunda carrera como actor de
películas, interviniendo también en seriales de radio
con otros artistas de habla hispana («María Elena»), y en las
series de televisión «Ford Theater»,
«Target», «Treasury Men in Action», «Death Valley Days», «My Little
Margie», «The Lone
Wolf», «Waterfront», «Playhouse 90", «Kit Carson», «Sugarfoot», «Cheyenne», «Zorro» y
«The
Name of the Game» (ep. «The Showdown», 1971). Fallece el 12 de junio de 1981 en la residencia
de
Woodland Hills (California) para profesionales del cine y la televisión. Casado con la actriz
Rosa Rey.
FILMS: 1930: «Charros, gauchos y manolas», «A cartas vistas», «El precio de un beso», «El hombre malo», «El rey
del jazz», «¡De frente, marchen!», «Wu Li Chang», «El último de los Vargas», «Los que danzan», «Sevilla de mis
amores». 1931: «La llama sagrada», «La dama atrevida», «La gran jornada», «Cuerpo y alma», «Eran trece»,
«Marido y mujer». 1932: «The Gay Caballero». 1933: «El rey de los gitanos», «Dos noches», «No dejes la puerta
abierta», «Yo, tú y ella», «La cruz y la espada». 1934: «Un capitán de cosacos», «El cantante de Nápoles», «Sweet
Adeline». 1935: «George White's 1935 Scandals», «Angelina o el honor de un brigadier», «Under the Pampas
Moon», «In Caliente», «Te quiero con locura», «Piernas de seda», «Rosa de Francia», «Law of the 45s», «Lawless
Border», «De la sartén al fuego». 1936: «A Message to Garcia»,
«Anthony Adverse», «The Border Patrolman»,
«Charge of the Light Brigade», «Song of the
Gringo». 1937: «Sesenta segundos de vida», «Another Dawn», «Riders
of the Rockies», «Boots
of Destiny», «The Sheik Steps Out», «Love Under Fire», «Tengo fe en ti» (terminada en
1940). 1938: «Rose of the Rio Grande», «Four Men and a Prayer», «Outlaw Express», «Mis dos amores», «Di que
me quieres», «Starlight Over Texas», «El trovador de la radio». 1939: «Forged Passport», «Papá soltero», «The Mad
Empress», «Juarez», «The Girl from Mexico», «Code of the Secret Service», «El otro soy yo», «Cuando canta la
ley», «Overland With Kit Carson», «Mutiny on the Blackhawk», «The Fighting Gringo», «Law of the Pampas»,
«Another Thin Man», «Legion of the Lawless». 1940: «Rhythm of the Rio Grande», «Stage to Chino», «Rangers of
Fortune», «Wagon Train», «Meet the Wildcat». 1941: «Doomed Caravan», «The Outlaw», «The Son of Davy
Crockett», «Law of the Tropics», «International Lady», «The Lady Has Plans». 1942: «Spy Smasher», «In Old
California», «Undercover Man», «Casablanca». 1943: «For Whom the Bell Tolls», «Adventures in Iraq», «Voice in
the Wind». 1944: «Going My Way», «The Laramie Trail», «The Purple Heart», «Tampico», «Man from Frisco»,
«Black Arrow». 1945: «The Cisco Kid Returns», «A Medal for Benny», «In Old New Mexico», «West of the
Pecos», «South of the Rio Grande», «Mexicana», «Little Witch», «Masquerade in Mexico», «The Sailor Takes a
Wife», «Strange Voyage». 1946: «The Virginian», «The Gay Cavalier», «Perilous Holiday», «South of Monterey»,
«Personality Kid», «The Plainsman and the Lady», «The Thrill of Brazil», «Beauty and the Bandit», «Don Ricardo
Returns». 1947: «Riding the California Trail», «California», «Apache Rose», «Framed», «Twilight on the Rio
Grande», «Carnival in Costa Rica», «Ride the Pink Horse», «The Lost Moment», «Tycoon», «The Senator Was
Indiscreet». 1948: «The Treasure of Sierra Madre», «Madonna of the Desert», «Port Said», «Four Faces
West», «Up
in Central Park», «The Saxon Charm», «The Big Sombrero», «Rogues' Regiment»,
«Shep Comes Home», «The
Feathered Serpent». 1949: «The Bribe», «The Last Bandit», «Streets
of San Francisco», «Susanna Pass», «The Great
Sinner», «Joe Palooka in the Counterpunch»,
«Jolson Sings Again», «Sword in the Desert», «Border Incident»,
«Holiday in Havana», «There's
a Girl in My Heart». 1950: «The Kid from Texas», «The Outriders», «Fortunes of
Captain
Blood», «Crisis», «A Lady Without Passport», «Bandit Queen», «Branded». 1951: «Havana
Rose», «Bride
of the Gorilla», «Woman in the Dark». 1952: «Five Fingers», «The Fabulous
Señorita», «The Fighter», «African
Treasure», «Bela Lugosi Meets a Brooklyn Gorilla», «The
Ring», «Tropical Heat Wave», «The Snows of
Kilimanjaro». 1953: «San Antone», «The
Hitch-Hiker», «Law and Order», «Second Chance». 1954: «Border
River», «Jubilee Trail»,
«Secret of the Incas», «The Law Vs. Billy the Kid», «Green Fire». 1955: «A Man Alone».
1956:
«Serenade», «Blackjack Ketchum, Desperado». 1957: «The Unknown Terror», «Gunsight
Ridge», «Man in
the Shadow». 1958: «The Left-Handed Gun», «Gunmen from Laredo». 1959:
«The Last Angry Man». 1962:
«Lonely Are the Brave». 1964: «Island of the Blue Dolphins».
1969: «Whatever Happened to Aunt Alice?».
Actriz y bailarina, nacida en Madrid un 2 de mayo. Hija de un escritor y de una cantante de ópera. Cursa estudios en
Madrid y en Francia, al término de los cuales decide probar suerte como bailarina. Viaja a California e interpreta
pequeños papeles en varias películas producidas en Hollywood en la época muda. Al llegar el cine sonoro trabaja
para la Universal en el doblaje al castellano de «Shanghai Lady» (1929), y recibe ofertas de MGM, Fox y otros
estudios que
requieren actores de habla hispana a fin de completar los repartos de las versiones que se filman
en
idioma español. Casada con Rafael Callol y madre de Ricardo Callol, ambos actores.
FILMS: 1928: «In Old Madrid». 1930: «¡De frente, marchen!», «Entre platos y notas», «Cuando
el amor ríe». 1931:
«En cada puerto un amor», «El pasado acusa», «Marido y mujer». 1933: «No
dejes la puerta abierta», «Yo, tú y
ella». 1935: «Piernas de seda». 1937: «Tengo fe en ti»
(terminada en 1940). 1938: «The Buccaneer», «El trovador
de la radio». 1941: «Blood and
Sand».
Escritor, guionista y dialoguista, nacido en Madrid el 15 de octubre de 1901. Figura singular del teatro español, cuya
obra se revaloriza con el paso del tiempo, y representante destacado de una generación de escritores con trayectorias
vitales y artísticas paralelas al nacimiento y evolución del cine. Aunque estrena su primera comedia a la temprana
edad de dieciocho años, para entonces ya había escrito novelas policíacas y ejercido la labor de periodista. A lo largo
de la década de los veinte colabora en revistas de humor y multiplica la producción de comedias, logrando un éxito
notable en el Teatro Lara de Madrid con «Una noche de primavera sin sueño»
(1927). A propuesta de José López
Rubio, Fox le contrata por seis meses a partir del 8 de octubre
de 1932; se traslada a Hollywood y trabaja en alguna
de las adaptaciones con destino a las
versiones españolas y en dos doblajes, pero renuncia el 11 de marzo de 1933 y
embarca hacia
Europa. Después de presentar en el María Isabel de Madrid «Angelina o el honor de un brigadier»
(1934), escrita en quince días, vuelve a los Estados Unidos con otro contrato en Fox por un año,
durante el cual le
otorgan amplios poderes para convertir dicha obra en imágenes, a pesar del
inconveniente de estar íntegramente
dialogada en verso. Considerado un precursor del 'teatro del
absurdo', sus comedias son llevadas a la pantalla en
repetidas ocasiones, interviene junto a Luis
Marquina en la dirección de cuatro cortometrajes de la serie «Celuloides
cómicos» y realiza
experimentos muy personales en base a la reedición comentada de películas mudas. En 1941
estrena «El amor sólo dura 2.000 metros», pieza teatral inspirada en el mundo del cine, y sus
impresiones de
Hollywood aparecen recogidas en el libro «Exceso de equipaje» (1943). Fallece
en Madrid el 18 de febrero de 1952.
FILMS: 1927: «Es mi hombre» (g). 1933: «Falso noticiario» (i), «Primavera en otoño» (i), «El
rey de los gitanos»
(dial.), «Una viuda romántica» (i), «La melodía prohibida» (g+lc). 1934: «Se
ha fugado un preso» (a+dial.+lc),
«Nada más que una mujer» (ve), «Señora casada necesita
marido» (lc), «¡Asegure a su mujer!» (g+lc). 1935:
«Angelina o el honor de un brigadier»
(a+g+lc). 1936: «...usted tiene ojos de mujer fatal» (a+g+dial.). 1937: «Un
anuncio y cinco
cartas» (d+a+g), «Las cinco advertencias de Satanás» (a+g+dial.). 1939: «Margarita, Armando
y
su padre» (a+g+dial.), «Definiciones» (d+a+g), «El fakir Rodríguez» (d+a+g), «Letreros
típicos» (d+a). 1940:
«Mauricio o una víctima del vicio» (d+a+g+i).
Actriz española. Tras haber actuado en algunas películas españolas de la época muda, viaja a Francia en 1930 para
intervenir en las versiones en castellano producidas por la Paramount en los estudios de Joinville. Seleccionada por
John Stone, parte hacia Hollywood en febrero de 1931 y desembarca en Nueva York el 1 de marzo; firma un
contrato con Fox por seis meses, a partir del 7 de marzo, pero es cancelado el 25 de julio, después de una única y
breve interpretación en «Mamá». Desde su regreso a España, solamente trabaja para el cine en una ocasión.
FILMS: 1919: «La mesonera del Tormes», «El regalo de Reyes». 1930: «¡Salga de la cocina!».
1931: «Sombras del
circo», «Mamá». 1935: «La bien pagada».
Actriz, nacida en Santander el 28 de febrero de 1874. Siendo niña, ingresa en una compañía de
cómicos de la legua,
con quienes recorre varios pueblos, antes de entrar en el convento donde
permanece interna nueve años dedicados a
perfeccionar su educación. En 1912, hallándose en
los Estados Unidos, un productor de cine la ve bailar en una de
las funciones benéficas
organizadas por la Misión californiana de San Gabriel, y le facilita la oportunidad de
establecerse
en Hollywood. Realiza trabajos de contratación de personal para los rodajes e interviene en
numerosas
películas como actriz secundaria, interpretando con frecuencia papeles de señora
mexicana. Fallece el 17 de octubre
de 1966 en la residencia de Woodland Hills (California) para
profesionales del cine y la televisión.
FILMS: 1915: «Carmen». 1926: «The Lady of the Harem». 1928: «The Red Dance». 1929: «In
Old Arizona», «The
Cock-Eyed World», «Romance of the Rio Grande». 1930: «The Arizona
Kid», «The Texan», «Billy the Kid», «A
Devil With Women», «La voluntad del muerto»,
«Captain Thunder». 1931: «Resurrección», «Carne de cabaret».
1932: «The Broken Wing». 1933:
«La melodía prohibida», «La cruz y la espada». 1934: «Tres amores»,
«Bordertown». 1935:
«Rumba», «Julieta compra un hijo», «The Cyclone Ranger», «Under the Pampas Moon», «In
Caliente», «La última cita». 1936: «Robin Hood of El Dorado», «The Traitor», «Law and Lead»,
«Phantom of the
Range», «The Bold Caballero». 1937: «Man of the People», «When You're in
Love», «Kid Galahad», «Live, Love
and Learn». 1938: «Forbidden Valley», «California
Frontier». 1939: «The Oklahoma Kid», «Rough Riders' Round-
Up», «The Return of the Cisco
Kid», «Girl from Rio», «The Real Glory». 1940: «Seven Sinners», «North West
Mounted Police».
1941: «Hold Back the Dawn». 1943: «For Whom the Bell Tolls». 1945: «South of the Rio
Grande», «Bad Men of the Border». 1946: «Holiday in Mexico». 1947: «Carnival in Costa Rica»,
«Fiesta»,
«Christmas Eve». 1948: «Black Bart», «Angel in Exile». 1949: «Red Light». 1950:
«Dakota Lil», «Crisis». 1951:
«The Law and the Lady». 1952: «The Turning Point». 1953:
«Seminole».
Escritor español. Autor de la obra teatral «Ecos de Sociedad», estrenada en 1930 en el Teatro
Infanta Beatriz de
Madrid. Seleccionado por John Stone para traducir guiones y redactar
adaptaciones de diálogos en versión española,
parte hacia Hollywood en febrero de 1931 y
desembarca en Nueva York el 1 de marzo. Firma un contrato con Fox
por seis meses, pero es
cancelado el 25 de julio, después de no haber superado una prueba de interpretación. Durante
su
permanencia en la plantilla del estudio, colabora con John Reinhardt en la dirección del doblaje
castellano de «A
Connecticut Yankee» y, según algunas fuentes, también interviene en los
diálogos de «¿Conoces a tu mujer?»,
aunque no figura acreditado.
Actriz, nacida en Madrid el 30 de mayo de 1896. Perteneciente a una familia distinguida venida a menos, su infancia
transcurre en un entorno de estrecheces y privaciones donde se siguen guardando las formas con altivez aristocrática.
Al completar la educación básica, estudia en el Conservatorio, lo que le permite entrar como meritoria en la
compañía de María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza, y a lo largo de los siete años que permanece con ellos
asciende hasta ocupar el puesto de primera actriz en la obra de Benavente «La malquerida». En 1920 ingresa en
la
compañía Alba-Bonafé y conoce al actor Rafael Rivelles, con quien contrae matrimonio y
organiza en 1923
compañía propia. Después de debutar en cine con una película de Benito Perojo
filmada en Alemania, llega a
Hollywood en diciembre de 1930 contratada por el estudio MGM,
donde protagoniza tres melodramas dialogados en
castellano. Al cabo de un año de residir en
América, se traslada a París para trabajar en una producción francesa
hablada en español, al
término de la cual regresa a Madrid y al teatro, reduciendo voluntariamente sus intervenciones
cinematográficas. Tras obtener el divorcio en 1934, se casa con el actor Pedro Larrañaga. A partir
de 1958 participa
en rodajes con mayor frecuencia, interpretando papeles secundarios o en
colaboraciones especiales. Fallece en
Madrid el 26 de abril de 1974. Madre de Amparo Rivelles
y de Carlos Larrañaga, ambos actores.
FILMS: 1930: «El embrujo de Sevilla». 1931: «La mujer X», «Cheri-Bibi», «El proceso de Mary
Dugan». 1932:
«Niebla». 1933: «El hombre que se reía del amor», «Odio». 1943: «Rosas de
otoño». 1948: «Pototo, Boliche y
Compañía». 1949: «Sabela de Cambados». 1958: «Una chica
de Chicago». 1959: «Música de ayer», «Miss Cuplé»,
«La fiel infantería», «¡Qué bella eres
Roma!». 1960: «¿Dónde vas, triste de ti?», «Un ángel tuvo la culpa», «Altas
variedades». 1961:
«La cumparsita». 1964: «La bugiarda». 1966: «La mujer perdida». 1967: «Encrucijada para una
monja». 1969: «Me enveneno de azules». 1970: «El bosque del lobo».
Actor y cantante, nacido en Mutriku (Gipuzkoa) el 27 de enero de 1894. Estudia en un colegio de San Sebastián y
emigra con su familia a Sudamérica, residiendo durante doce años en Buenos Aires, donde fallece su padre sin haber
logrado hacer fortuna. De vuelta a Europa, se traslada a Roma para recibir lecciones particulares de canto y tratar de
abrirse camino como tenor de ópera, haciendo su debut con «Carmen» en el Teatro Real de San Carlos, en Nápoles.
Aunque logra discretos éxitos interpretando a Wagner en «Las Walkirias» y «Parsifal», cuando visita Nueva York
con cartas de recomendación para actuar en el Metropolitan, no hay ninguna plaza vacante, y emprende viaje a Los
Angeles en busca de una oportunidad en las películas que produce Hollywood en versión española. Tras intervenir
en algunos papeles secundarios, le seleccionan para protagonizar «El presidio» y salta a la fama, firmando un
contrato con MGM por un año, a cuyo término regresa triunfante a España. A partir de 1939 permanece largos
períodos en Italia, continuando su actividad cinematográfica, interrumpida en ocasiones, hasta que en 1957 se retira
definitivamente. Fallece en San Sebastián (Gipuzkoa) el 18 de febrero de 1968.
FILMS: 1930: «¡De frente, marchen!», «El valiente», «El último de los Vargas», «El presidio». 1931: «Su última
noche», «En cada puerto un amor», «La fruta amarga», «El proceso de Mary Dugan», «Susan Lenox: Her Fall and
Rise», «Cuban Love Song». 1934: «Se ha fugado un preso», «¡Dale de betún!». 1935: «El secreto de Ana María»,
«Al margen de la ley». 1939: «Santa Rogelia», «Il peccato di Rogelia Sanchez», «Frente de Madrid», «Carmen fra i
rossi». 1940: «L'uomo della legione», «El hombre de la legión», «Il pirata sono io!», «El pirata soy yo». 1941: «La
forza bruta», «Giuliano de' Medici», «Il prigioniero di Santa Cruz», «Il re si diverte». 1942: «Cenerentola e il signor
Bonaventura», «Tragica notte», «Oro nero». 1943: «Ossessione». 1944: «Gran Premio». 1947: «Noche sin cielo».
1948: «El tambor del Bruch», «La esfinge maragata», «La fiesta sigue», «En un rincón de España». 1949: «Una
mujer cualquiera», «La familia Vila», «El hombre que veía la muerte», «Mi adorado Juan». 1950: «Alina»,
«L'edera». 1951: «Lebbra
bianca», «Il sogno di Zorro», «Salvate mia figlia!». 1952: «Cento piccole mamme», «La
donna
che inventò l'amore», «Redenzione». 1953: «Beat the Devil», «La figlia del diavolo». 1954:
«Capitan
Fantasma», «Hanno rubato un tram». 1957: «Faustina», «Cuatro en la frontera», «Los
ángeles del volante», «Un
ángel pasó por Brooklyn».
Escritor, dibujante, guionista* y dialoguista, nacido en Jaén el 22 de septiembre de 1896. Afincado en Valencia,
donde reside su familia, comienza a publicar dibujos de humor en «El Guante Blanco» y otras revistas. Poco después
de trasladarse a Madrid, la firma de «Tono» aparece con regularidad en «La Esfera», «Nuevo Mundo», «Buen
Humor» y «Mundo Gráfico», así como en numerosos carteles. Asociado con Miguel Mihura, José López Rubio y
Enrique Jardiel Poncela, funda «Gutiérrez», revista de humor, mientras continúa dibujando viñetas en diversas
publicaciones españolas y extranjeras. El estudio MGM requiere su presencia en Hollywood para reforzar el equipo
dedicado a preparar las adaptaciones que han de filmarse en versión española, y embarca hacia América en otoño de
1930, pero durante el transcurso de todo un año sólo recibe el encargo de añadir algunas frases al diálogo de «La
fruta amarga», regresando a España y a su trabajo habitual al término del contrato. Ya iniciada la Guerra Civil, funda
el semanario de humor «La Ametralladora», el precursor inmediato de su más celebrado éxito: «La Codorniz».
Utilizando los recursos del doblaje, transforma un film musical austríaco en «Un bigote para dos», experimento de
insólita comicidad, y en 1943 completa «Ni pobre ni rico, sino todo lo contrario», la primera de una serie de obras
teatrales que incluye títulos como «Romeo y Julieta Martínez», «Rebeco» y «Cinco mujeres nada menos». A lo
largo de las tres décadas siguientes, funda la revista «Cámara», dirige el semanario «Foco», escribe guiones y asume
la dirección de películas en dos ocasiones, una de ellas para llevar al cine su comedia «Guillermo Hotel»
(«Habitación para tres»). Fallece en Madrid el 4 de enero de 1978.
FILMS: 1931: «La fruta amarga» (dial.). 1940: «Un bigote para dos» (d+dial.). 1947: «Canción
de medianoche»
(d), «Barrio» (+a), «Viela» (+a). 1948: «¡Olé, torero!» (dial.). 1950: «A punta
de látigo» (dial.). 1951: «Habitación
para tres» (+d+a). 1954: «Tres eran tres». 1955: «Congreso
en Sevilla». 1959: «La quiniela». 1960: «Patricia mía».
1961: «La pandilla de los 11". 1962: «El
balcón de la luna», «Torrejón City». 1965: «Un beso en el puerto». 1976:
«La mujer es un buen
negocio».
Actriz, nacida en Bilbao (Bizkaia) el 2 de mayo de 1904. Educada en su villa natal y en San
Sebastián, en el seno de
una familia sin ninguna relación profesional con las artes escénicas,
motivo por el cual habrá de superar con hechos
consumados los sucesivos intentos de disuasión
encaminados a frenar su precoz afición al teatro. Contando apenas
con quince años de edad,
aprovecha un viaje a Madrid para presentarse ante María Guerrero, que comprende su
problema
y se apresura a darle un puesto en su compañía, en donde pronto asciende por méritos propios
desde
intervenciones insignificantes a papeles de dama joven, cosechando numerosos triunfos,
tanto en España como en
América. En 1926 se casa con el actor Carlos Díaz de Mendoza, hijo
de María Guerrero. Tras haber pasado ambos
por la compañía del María Isabel, son reclamados
por Paramount en 1930 para trabajar en Joinville; seleccionados a
continuación por John Stone,
parten hacia Hollywood en febrero de 1931 y desembarcan en Nueva York el 17 de
marzo. La
actriz firma un contrato con Fox por seis meses, a partir del 28 de marzo, que finaliza el 27 de
septiembre,
y cuando regresa a España en 1932 sufre un ataque de parálisis parcial que la
mantiene apartada de toda actividad
artística. Fallece en Madrid el 26 de junio de 1968. Hermana
de Mariana Larrabeiti, y madre de María del Carmen
Díaz de Mendoza, ambas actrices.
FILMS: 1925: «Currito de la Cruz». 1930: «Doña mentiras», «Toda una vida», «La carta», «La
fiesta del diablo».
1931: «Esclavas de la moda», «¿Conoces a tu mujer?», «La ley del harem».
Actriz y cantante, natural de Barcelona. Prejuicios familiares hacia la profesión teatral le impiden cultivar su
excelente voz de soprano hasta que se traslada a Italia al cumplir la mayoría de edad. Bajo la dirección del barítono
Mario Hediger, estudia ópera en Milán durante siete años y prepara un extenso repertorio basado fundamentalmente
en obras de Verdi y Puccini. Alcanza gran popularidad en América representando «Madame Butterfly» con el
cuadro operístico de Mario
Lombardi, y a partir de 1911 recorre los principales teatros europeos y americanos. El
productor
Manuel Reachi la llama en 1934 para actuar junto al hijo de Enrico Caruso en su debut ante las
cámaras, y
con dicha intervención inicia una serie de interpretaciones cinematográficas que
sirven de complemento a su
actividad lírica.
FILMS: 1934: «La buenaventura», «Tres amores», «El cantante de Nápoles», «An Old Spanish
Onion». 1935: «Te
quiero con locura». 1937: «Tengo fe en ti» (terminada en 1940). 1938:
«Castillos en el aire», «Mis dos amores».
1939: «Los hijos mandan». 1948: «On an Island With
You».
Actor, nacido en Madrid el 21 de octubre de 1897. A la edad de doce años ingresa en una
compañía infantil que
preparaba la primera gira, pero sus padres le impiden salir, aunque días
después obtiene el permiso y se reúne con
sus compañeros para ya, desde entonces, dedicarse
plenamente al teatro. Debuta como galán cómico en el Teatro
Dindurra de Gijón con la compañía
de Enrique Lacasa. Viaja a América; se presenta con gran éxito en el Teatro
Colón de
Montevideo, mientras que en Buenos Aires llega a ser una de las figuras más populares, actuando
durante
diez años en género chico y comedia. Tras recorrer los escenarios de varios países
latinoamericanos, vuelve a
Madrid y aparece en el Teatro Novedades con su propia compañía de
zarzuelas y sainetes. En primavera de 1930 lo
llaman de la Paramount para trabajar en Joinville,
donde interpreta cinco películas en castellano y una en alemán.
Seleccionado por John Stone,
parte hacia Hollywood en febrero de 1931 y desembarca en Nueva York el 17 de
marzo; firma
un contrato con Fox por seis meses, a partir del 28 de marzo, que finaliza el 27 de septiembre.
Al
regresar a España reanuda sus actividades escénicas en zarzuela y revista, hasta que se
incorpora regularmente al
cine español. Durante el transcurso de la Guerra Civil, representa obras
de teatro en Cuba y participa en rodajes que
tienen lugar en Hollywood, Berlín y Roma. Casado
con la actriz de origen chileno Blanca Pozas. Fallece en Madrid
el 26 de enero de 1968.
FILMS: 1926: «Frivolinas». 1930: «Doña mentiras», «La fiesta del diablo», «¡Salga de la
cocina!». 1931: «Sombras
del circo», «Ich heirate meinen Mann», «Su noche de bodas», «Hay
que casar al príncipe», «¿Conoces a tu mujer?»,
«La ley del harem», «Eran trece». 1933: «Susana
tiene un secreto». 1934: «El novio de mamá», «La hermana San
Sulpicio», «Crisis mundial».
1935: «¡Soy un señorito!», «Rumbo al Cairo», «Nobleza baturra», «La verbena de la
Paloma».
1936: «Morena clara». 1937: «La vida bohemia». 1938: «El barbero de Sevilla», «Suspiros de
España».
1939: «Los hijos de la noche», «I figli della notte». 1940: «La última falla», «Ultima
fiamma». 1941: «Héroe a la
fuerza», «Pepe Conde», «A la lima y al limón». 1942: «Sucedió en
Damasco». 1944: «El rey de las finanzas»,
«Macarena». 1945: «La luna vale un millón». 1946:
«El crimen de Pepe Conde». 1948: «La Cigarra». 1949:
«Sobresaliente» (+a). 1951: «Entre
barracas». 1954: «Malvaloca», «La Reina Mora», «Morena clara». 1955: «La
Cruz de Mayo».
1956: «Polvorilla». 1957: «Cuatro en la frontera». 1958: «¡Echame la culpa!». 1960: «Los
desamparados», «Feria en Sevilla». 1962: «La reina del Chantecler». 1963: «Senda torcida», «La
verbena de la
Paloma». 1965: «Nobleza baturra». 1966: «El padre Manolo». 1967: «Hamelín».
Actriz, natural de Sevilla. Parte hacia América y sigue el mismo recorrido artístico que su
hermana Matilde por los
países de habla hispana. Al establecerse en Los Angeles, se retira de la
actividad escénica para permanecer al
cuidado de sus sobrinos, pero interpreta ocasionalmente
algunos papeles breves en películas producidas por los
estudios de Hollywood en idioma
castellano, aunque sólo figura acreditada en una de ellas.
Actriz, nacida en Sevilla el 9 de mayo de 1881. Viaja a Buenos Aires con una compañía de
operetas y recorre los
escenarios de los países latinoamericanos. Contrae matrimonio en
Guayaquil (Ecuador) con Romualdo Tirado y, tras
residir diez años en México, se traslada en
1919 a los Estados Unidos con el resto de la compañía teatral de su
marido. Actúa en escena
junto a Mimí Derba, Esperanza Iris, María Conesa, Joaquín Pardavé y otras figuras
famosas, e
interpreta papeles secundarios en algunas películas de habla hispana producidas en Hollywood.
Retirada
de la profesión desde 1940, fallece en Los Angeles (California) el 8 de septiembre de
1971. Hermana de la actriz
Filomena Liñán.
FILMS: 1917: «El amor que triunfa». 1930: «La jaula de los leones». 1939: «La Inmaculada».
Actor*, violinista y cantante, nacido en Avilés (Asturias) el 8 de noviembre de 1877. Becado por
la Diputación de
Oviedo, se matricula a la edad de dieciséis años en el Conservatorio de Madrid,
donde completa la carrera de violín.
Después de haber actuado en el seno de varias orquestas,
debuta como cantante con «Las bodas de oro» y,
estimulado por el éxito obtenido, decide
continuar haciendo uso profesional de su voz de barítono. Estrena «Las
golondrinas» en el Price
con la compañía de Emilio Sagi-Barba y parte con ellos hacia América. Al cabo de un
tiempo de
permanencia en Argentina, abandona la zarzuela para dedicarse a la comedia; recorre los
escenarios de
todos los países hispanoamericanos en una larga gira que finaliza en Cuba y se
establece en La Habana por espacio
de nueve años. Desplazado a Nueva York con el objeto de
representar obras de teatro por los centros españoles,
acepta una oferta de Pathé para doblar
películas al castellano y viaja a Hollywood a comienzos de 1930. Trabaja en
las versiones
hispanas producidas por Hal Roach, MGM y Paramount, hasta que lo expulsan de los Estados
Unidos
por carecer de permiso de residencia. Antes de regresar definitivamente a España,
interviene en dos de los títulos que
filma la Paramount en los estudios europeos de Joinville
(Francia) y Elstree (Inglaterra), pero su participación en el
cine español queda limitada a breves
interpretaciones secundarias en una docena escasa de rodajes. Fallece en
Madrid el 7 de abril de
1956.
FILMS: 1926: «Cuento de lobos». 1930: «Olimpia», «El presidio». 1931: «El alma de la fiesta»,
«Los calaveras»,
«La señorita de Chicago», «La mujer X», «Gente alegre», «Monerías» (+lc), «El
príncipe gondolero», «Un
caballero de frac», «El hombre que asesinó». 1933: «Dos mujeres y un
Don Juan». 1934: «El Niño de las Coles»,
«Una semana de felicidad», «La Dolorosa». 1935:
«¡Qué tío más grande!», «La verbena de la Paloma». 1941:
«Tierra y cielo». 1946: «Aquel viejo
molino», «Borrasca de celos». 1947: «El ángel gris». 1948: «El marqués de
Salamanca». 1950:
«A dos grados del Ecuador».
FILMS: 1931: «La fruta amarga» (dd), «La mujer X» (ve), «El proceso de Mary Dugan» (ve),
«Mamá», «Eran
trece» (ve), «Mi último amor» (ve), «Marido y mujer» (ve+i). 1932: «El caballero
de la noche» (ve), «El último
varón sobre la Tierra» (ve+lc). 1933: «Primavera en otoño» (+i),
«El rey de los gitanos» (ve), «Una viuda
romántica» (+i), «No dejes la puerta abierta» (ve+lc), «Yo, tú y ella», «La ciudad de cartón». 1934: «Granaderos del
amor» (ve), «Grand Canary» (lc),
«Un capitán de cosacos», «Dos más uno, dos» (ve+dd+i), «Señora casada necesita
marido» (+i).
1935: «Julieta compra un hijo», «Te quiero con locura» (+dial.+lc+i), «Piernas de seda»
(ve+dial.),
«Rosa de Francia» (+dd+sup.). 1936: «María de la O». 1937: «Tengo fe en ti»
(terminada en 1940), «La vida
bohemia». 1938: «Island in the Sky», «María». 1940: «La
malquerida» (+d). 1941: «Rosa de Africa» (+d), «La
Petenera» (+d), «Pepe Conde» (+d), «A la
lima y al limón» (+d). 1942: «Sucedió en Damasco» (+d). 1944: «Luna
de sangre» (+d),
«Eugenia de Montijo» (+d+a+dial.). 1945: «La luna vale un millón» (+a). 1946: «El crimen de
Pepe Conde» (+d+a). 1948: «Alhucemas» (+d+a). 1950: «Crimen en el entreacto» (dial.). 1953:
«Aeropuerto» (a).
1960: «Un trono para Cristy». 1963: «La batalla del domingo», «Chantaje a
un torero» (a+dial.). 1964: «Una
madeja de lana azul celeste» (a), «Samba». 1965: «Currito de
la Cruz». 1966: «La otra orilla» (a), «Es mi hombre»,
«Camino del Rocío». 1967: «La mujer de
otro». 1971: «Nada menos que todo un hombre». 1973: «El mejor alcalde,
el rey». 1977: «Dos
hombres y, en medio, dos mujeres», «Préstamela esta noche» (a).
Actor español que emigra a los Estados Unidos e interpreta papeles secundarios en algunas
películas de habla
hispana después de haber trabajado como secretario de Gilbert Roland.
FILMS: 1924: «The Siren of Seville». 1930: «Monsieur Le Fox», «¡De frente, marchen!». 1938:
«Di que me
quieres».
Actor y cantante, natural de Barcelona. Procedente del Metropolitan Opera House, donde actúa
con el nombre de
Giovanni Martino, interpretando personajes vinculados a voces de registro
bajo, acepta en 1930 una oferta del
estudio MGM para formar parte del reparto de «A Lady's
Morals», junto a la también cantante de ópera Grace
Moore, y a partir de dicho film se establece
en Hollywood como actor secundario, dedicado principalmente a
producciones realizadas en
versión española.
FILMS: 1930: «El presidio», «A Lady's Morals». 1931: «Jenny Lind», «The Snappy Caballero»,
«El alegre
caballero», «La fruta amarga», «La mujer X», «Cheri-Bibi». 1933: «Primavera en
otoño», «Dos noches», «Una
viuda romántica», «La melodía prohibida». 1934: «Las fronteras del
amor».
Escritor, guionista* y director, nacido en Madrid el 6 de marzo de 1881. Figura notable del teatro español desde
comienzos de siglo, cuyo prestigio como autor ha quedado mermado al saberse que la práctica totalidad de las
comedias por él firmadas son obra de su esposa María Lejarraga, la cual continúa cordialmente esta forma anónima
de colaboración artística, aun después de vivir separados y de hacerse permanente la relación extraconyugal que
sostiene su marido con la actriz Catalina Bárcena; sin embargo, la labor llevada a cabo en el campo de la dirección
escénica es unánimemente reconocida. Contratado por la MGM, viaja a Hollywood en 1930 e interviene como
director de diálogos en un solo film, poco antes de suspenderse en dicho estudio las producciones en versión
española, lo cual le permite adaptar y supervisar el rodaje de una comedia suya en Fox, compañía para la que vuelve
a desempeñar la misma función durante otras dos temporadas. Regresa a España en 1935 con la intención de filmar
una serie de películas para CIFESA, pero al estallar la Guerra Civil se ve forzado a seguir el camino del exilio y se
establece en Buenos Aires, donde aborda la dirección cinematográfica en tres ocasiones. Cuando advierte la grave
enfermedad que padece, traslada su residencia a Madrid, siempre junto a Catalina Bárcena, y fallece el 1 de octubre
de 1947. El argumento de «Canción de cuna», llevado al cine por el propio autor en 1941, es objeto de cuatro
adaptaciones más: una norteamericana dirigida por Mitchell Leisen («Cradle Song», 1933), la realizada en México
por Fernando de Fuentes (1953), y otras dos filmadas en España por José María Elorrieta (1961) y José Luis Garci
(1994).
FILMS: 1931: «El proceso de Mary Dugan» (dd), «Mamá» (+sup.). 1933: «Primavera en otoño»
(sup.), «Una viuda
romántica» (sup.), «Yo, tú y ella» (sup.), «La ciudad de cartón» (sup.). 1934:
«Señora casada necesita marido»
(sup.). 1935: «Julieta compra un hijo» (sup.). 1941: «Canción
de cuna» (+d). 1942: «Tú eres la paz» (+d). 1943:
«Los hombres las prefieren viudas» (+d).
Actriz y bailarina, nacida en San Sebastián (Gipuzkoa) el 11 de septiembre de 1911. Estudia en régimen de
pensionado hasta cumplir los dieciséis años, mientras que su familia reside en Madrid desde 1922. Aprende danza en
París y se presenta en Barcelona como bailarina profesional junto a su hermana Juanita, actuando seguidamente en el
Teatro Romea de Madrid con el nombre artístico de Dresmas de Montenegro. Tras aparecer en tres películas
españolas de 1927, Jacques de Baroncelli le ofrece el papel principal de «La femme et le pantin», con el que pone de
manifiesto sus excelentes dotes para el cine. Llega a Nueva York el 3 de junio de 1930 a bordo
del «Île de France» y
toma el tren camino de la Costa Oeste con un contrato en MGM por un año,
a cuyo término pasa a Fox,
protagonizando films dialogados tanto en español como en inglés y
francés. Durante su estancia en Hollywood coge
fama de ser una antipática con los compañeros
de origen hispano, aunque todos admiran la gran habilidad que posee
para librarse de los trabajos
que no le apetece hacer. El 15 de mayo de 1935 vence el último contrato y Fox no se lo
renueva;
parte hacia Europa y el 19 de septiembre contrae matrimonio en París con el cantante Raoul
Roulien, de
quien se divorcia después de actuar bajo su dirección en una producción brasileña
filmada en dos versiones,
portuguesa y española. A partir de 1938 continúa su carrera en Francia,
Italia y España, pero se retira en 1944 para
casarse con el diplomático Ricardo Giménez-Arnau.
Vive en Madrid, apartada de cualquier persona u objeto que
guarde relación con su pasado
artístico.
FILMS: 1927: «La muñeca rota», «Rosa de Madrid», «Sortilegio». 1928: «La femme et le pantin». 1930: «¡De
frente, marchen!», «Sevilla de mis amores». 1931: «The Snappy Caballero», «El alegre caballero», «Su última
noche», «En cada puerto un amor», «Strangers May Kiss», «Hay que casar al príncipe», «Never the Twain Shall
Meet», «The Cisco Kid», «Marido y mujer». 1932: «The Gay Caballero». 1933: «Dos noches», «Laughing at Life»,
«La melodía prohibida».
1934: «Granaderos del amor», «Handy Andy», «Caravane», «Hell in the Heavens»,
«¡Asegure
a su mujer!». 1935: «La vie parisienne», «Parisienne Life». 1937: «O grito da mocidade», «El
grito de la
juventud». 1938: «Lumières de Paris». 1939: «L'or du Cristobal», «Le Danube bleu»
(destruida en un incendio antes
de su estreno). 1940: «Nascita di Salomè», «El nacimiento de
Salomé», «El último húsar», «Amore di ussaro»,
«L'uomo del romanzo», «Yo soy mi rival»,
«Melodie eterne». 1941: «Giuliano de' Medici». 1942: «Rojo y negro»,
«Boda en el infierno»,
«Aventura». 1943: «Idolos». 1944: «Lola Montes».
Actor y decorador, nacido en Oviedo (Asturias) en 1892. Debido a su amistad con Abd el-Krim,
antiguo compañero
de estudios y caudillo de las cábilas rifeñas bajo cuyo mando tienen lugar los
episodios más sangrientos de la guerra
española en Marruecos (1921-1926), participa
eficazmente como intermediario en favor de la paz. Poco después,
viaja a California y, tras varios
años de trabajo en Hollywood, aceptando papeles de 'extra' y como actor secundario,
entra a
formar parte del equipo de decoradores del estudio Columbia, donde permanece en activo hasta
que sufre un
ataque al corazón del que no logra recuperarse. Fallece en Los Angeles (California)
el 29 de septiembre de 1965.
Escritor, nacido en Motril (Granada) en junio de 1902. Después de haber adaptado al castellano los guiones de las
primeras producciones Fox filmadas en versión española, el 16 de agosto de 1930 firma un contrato de seis meses
con dicha compañía, que se prorroga por otro semestre. Regresa de América para ocuparse en 1934 de la dirección
artística de los estudios de doblaje Fono-España. Al término de la Guerra Civil entra en la plantilla de los estudios
C.E.A. de Madrid, donde tiene ocasión de supervisar la sonorización de «Velázquez» -documental de arte, filmado
en 1937-, pasando posteriormente a la empresa de equipos cinematográficos de iluminación Mole-Richardson con el
cargo de director-gerente.
FILMS: 1930: «El precio de un beso» (ve), «Del mismo barro» (ve), «Cupido chauffeur» (ve), «El
valiente» (ve),
«Entre platos y notas» (dial.), «El último de los Vargas» (ve), «Cuando el amor
ríe» (ve), «Desconcierto
matrimonial» (ve), «El barbero de Napoleón» (ve), «A media noche» (ve).
1931: «La gran jornada» (ve), «Del
infierno al cielo» (ve), «Esclavas de la moda» (dd), «¿Conoces
a tu mujer?» (dd). 1939: «Velázquez» (sup.).
Actor, nacido en Madrid el 26 de septiembre de 1887. Criado en el seno de una familia modesta, su infancia
transcurre entre Sevilla, Algeciras y Cádiz, donde sólo recibe la mínima educación necesaria para desempeñar
oficios rudimentarios. Bajo la tutela de unos conocidos, emigra a los Estados Unidos en 1902, con la intención de
probar fortuna aprendiendo el inglés, y accede a empleos cada vez mejor remunerados. Visita España en 1910, y en
el viaje de regreso a América hace amistad con la actriz Helen Ware, que le introduce en el teatro con resultados
satisfactorios, para al cabo de dos años debutar ante la cámara. Tras figurar en numerosos repartos de películas
cortas, firma un contrato con Vitagraph y salta a la fama, hasta alcanzar un puesto de honor entre las grandes
estrellas del cine mudo americano como prototipo del 'latin lover'. Durante un viaje de placer por Europa, aprovecha
la ocasión para intervenir en un semidocumental español titulado «En la tierra del sol» (1927). Cuando su
popularidad va decayendo, comienza en
Hollywood la producción de versiones en lengua castellana y nuevamente
recibe ofertas de todos
los estudios importantes. Dirige dos películas en México, y vuelve a visitar España en 1936
para
actuar en «María de la O». A lo largo de los veinte años siguientes completa su extensa carrera
con brillantez,
aunque ya en papeles secundarios, pasando a la situación de retiro al término de
un rodaje en Cuba que tiene lugar en
vísperas de la revolución. Pierde a su esposa Daisy Canfield
en febrero de 1933 a causa de un accidente de
automóvil. Fallece en Beverly Hills (California)
el 15 de febrero de 1967.
FILMS: 1912: «The Voice of the Millions», «Iola's Promise», «His Own Fault», «An Unseen Enemy», «Two
Daughters of Eve», «So Near, Yet So Far», «The Musketeers of Pig Alley». 1913: «Oil and Water», «A
Misunderstood Boy», «No Place for Father», «By Man's Law», «Judith of Bethulia», «The House of Discord».
1914: «Men and Women», «His Father's House», «Our Mutual Girl #1", «Strongheart», «Too Many Husbands»,
«The Accomplished Mrs. Thompson», «The Persistent Mr. Prince», «The Song of the Ghetto», «John Rance,
Gentleman», «The Memories in Men's Souls», «The Hidden Letters», «Politics and the Press», «The Loan Shark
King», «The Peacemaker», «Under False Colors», «Goodbye, Summer», «The Old Flute Player», «In the Latin
Quarter». 1915: «The Quality of Mercy», «The Island of Regeneration», «The Park Honeymooners», «Love's Way»,
«A Price for Folly», «On Her Wedding Night», «Youth», «The Dust of Egypt», «Anselo Lee», «The Gypsy Trail»,
«A 'Model' Wife». 1916: «Kennedy Square», «The Supreme Temptation», «Susie, the Sleuth», «She Won the
Prize», «The Shop Girl», «The Tarantula», «The Devil's Prize», «Rose of the South». 1917: «Her Right to Live», «A
Son of the Hills», «Money Magic», «Aladdin from Broadway», «The Captain of the Gray Horse Troop»,
«The
Magnificent Meddler», «By Right of Possession», «The Angel Factory», «The Mark of
Cain». 1918: «The House of
Hate», «The Naulahka», «The First Law», «The Iron Test». 1919:
«Perils of Thunder Mountain», «The Invisible
Hand». 1920: «The Veiled Mystery». 1921: «Three
Sevens», «The Secret of the Hills», «A Guilty Conscience».
1923: «My American Wife», «Look
Your Best», «Lost and Found on a South Sea Island», «The Trail of the
Lonesome Pine», «The
Exciters», «The Spanish Dancer». 1924: «Flaming Barriers», «Bluff», «Tiger Love», «The
Story
Without a Name», «The Border Legion». 1925: «Learning to Love», «Her Husband's Secret»,
«One Year to
Live». 1926: «Mare Nostrum», «Beverly of Graustark», «The Temptress», «The
Flaming Forest», «Love's
Blindness». 1927: «It», «Venus of Venice», «Madame Pompadour»,
«En la tierra del sol», «Come to My House».
1928: «The Whip Woman», «Nameless Men», «The
Midnight Taxi», «Adoration», «Synthetic Sin». 1929: «The Air
Legion», «Careers», «Romance
of the Rio Grande». 1930: «Rough Romance», «One Mad Kiss», «El cuerpo del
delito», «Voice
of Hollywood #7", «El precio de un beso», «El hombre malo», «La voluntad del muerto», «Los
que
danzan». 1932: «Wide Open Spaces», «Santa» (d), «Aguilas frente al sol» (d). 1933: «Primavera en otoño», «La
ciudad de cartón». 1934: «Señora casada necesita marido», «¡Asegure a su mujer!». 1935: «Rosa de Francia»,
«Storm Over the Andes», «Alas sobre el Chaco». 1936: «The Bohemian Girl», «María de la O». 1938: «Rose of the
Rio Grande». 1939: «Ambush». 1940: «Seven Sinners». 1941: «They Met in Argentina», «The Kid from Kansas»,
«Two Latins from Manhattan», «Fiesta». 1942: «Valley of the Sun», «Undercover Man». 1944: «Tampico». 1945:
«The Spanish Main», «Sol y sombra». 1946: «Notorious». 1947: «Captain from Castile». 1949: «Lust for Gold».
1950: «Crisis», «Saddle Tramp», «Dallas». 1951: «Mark of the Renegade». 1952: «Untamed Frontier». 1953:
«Thunder Bay», «Wings of the Hawk». 1954:
«Creature from the Black Lagoon», «Saskatchewan». 1956: «The
Searchers». 1958: «El señor
Faraón y la Cleopatra».
FILMS: 1930: «Amor audaz», «Cascarrabias», «El dios del mar» (+dd). 1931: «La dama
atrevida», «El Código
Penal», «El proceso de Mary Dugan», «Esclavas de la moda», «Hay que
casar al príncipe», «La ley del harem», «Mi
último amor». 1932: «Hombres en mi vida». 1933:
«El rey de los gitanos», «Una viuda romántica», «La cruz y la
espada». 1934: «Granaderos del
amor», «Un capitán de cosacos», «Tres amores», «An Old Spanish Onion». 1935:
«Angelina o
el honor de un brigadier», «Piernas de seda», «Alas sobre el Chaco», «The Devil Is a Woman».
1936:
«El capitán Tormenta». 1937: «I Met Him in Paris», «Tengo fe en ti» (dial.+lc, terminada
en 1940). 1938: «Artists
and Models Abroad», «El trovador de la radio». 1939: «Papá soltero»,
«The Magnificent Fraud», «La Inmaculada».
1940: «I Want a Divorce», «The Mark of Zorro»,
«Charter Pilot». 1941: «Six Lessons from Madame La Zonga»,
«Ride on Vaquero», «Blood and
Sand», «Too Many Blondes», «Law of the Tropics», «Fiesta».
Actriz, nacida en Valencia un 5 de noviembre. Hermana del escritor Ricardo Baeza. Poco
después de su nacimiento
la llevan a Cuba con unos parientes próximos allí establecidos.
Comienza a trabajar en público actuando como
bailarina bajo el nombre de «Paloma de Triana».
Se presenta en el Teatro Atenea de Madrid como primera actriz
dramática, pasando también por
el Español y el de la Princesa. Forma compañía con el actor mexicano Alfredo
Gómez de la
Vega, con quien recorre los escenarios de América Latina. Contando con un perfecto dominio
de varios
idiomas, interpreta obras en francés y comparte éxitos en italiano con Mimi Aguglia.
Debuta en cine con la versión
española de «Olimpia», producida en Hollywood por la MGM, y
en 1933 protagoniza uno de los primeros
cortometrajes filmados en España con sonido directo.
Tras el anunciado proyecto de asumir en Cuba la dirección de
una escuela para preparar actores
de cine, no se vuelve a tener ninguna noticia referente a la continuidad de su
carrera.
FILMS: 1930: «Olimpia». 1931: «La llama sagrada», «La fruta amarga», «El proceso de Mary
Dugan», «Mi último
amor». 1933: «La viuda quería emociones».
Escritor, guionista* y director, nacido en Madrid el 28 de diciembre de 1899. Pertenece a una familia aristocrática y
posee el título nobiliario de Conde de Berlanga de Duero. Tras terminar la carrera de Derecho, se alista como
voluntario para combatir en la guerra de Marruecos (1921). Al año siguiente ingresa en el cuerpo diplomático y
ocupa diversos destinos hasta que logra el traslado a los Estados Unidos. Durante unas vacaciones en California hace
amistad con Charles Chaplin, Douglas Fairbanks y otras figuras del cine, lo que le permite conocer a fondo los
métodos de trabajo en los estudios de Hollywood, así como aspectos curiosos de la vida privada de las grandes
estrellas. En 1930 requieren su presencia para dar un nuevo enfoque a la producción hispana de la MGM; adapta al
castellano diálogos de películas, supervisa algunos rodajes y, siguiendo sus recomendaciones, logra que Eduardo
Ugarte, José López Rubio y Gregorio Martínez Sierra sean contratados para apoyar su labor. A partir de 1931
continúa en España su fecunda actividad artística, tanto en cine como en literatura y teatro. Publica libros de poemas
(«La borrasca», «Mar a fondo»), de narrativa, como «Eva y Adán» (1926), «Don Clorato
de Potasa» (1929),
«Música de fondo» (1936), «Frente de Madrid» (1942), «La familia Mínguez»
(1946), «Producciones García S.A.»
(1956), la guía de viajes «Mi España particular» (1957),
estrena varias obras de teatro («Margarita y los hombres»,
«El baile») e interviene como
guionista, productor o director en algunas de las obras más inspiradas del cine español.
Fallece
en Madrid el 23 de mayo de 1967.
FILMS: 1930: «El presidio» (ve+dd+sup.). 1931: «En cada puerto un amor» (ve). 1932: «¡Yo
quiero que me lleven
a Hollywood!» (d+lc). 1933: «Falso noticiario» (+d+a). 1934: «La traviesa
molinera» (dial.), «It Happened in
Spain» (dial.), «Le tricorne» (dial., no estrenada). 1935:
«Rumbo al Cairo» (dial.), «Do, re, mi, fa, sol, la, si»
(+d+a), «El malvado Carabel» (+d). 1936:
«La señorita de Trevelez» (+d+dial.+i). 1938: «La Ciudad
Universitaria» (+d), «Juventudes de
España» (+d). 1939: «¡Vivan los hombres libres!» (+d), «Santa Rogelia»
(+dial.+sup.), «Il
peccato di Rogelia Sanchez» (sup.), «Frente de Madrid» (+d+a), «Carmen fra i rossi» (+d+a).
1941: «La muchacha de Moscú» (d+dial.), «Verbena» (+d+a), «La Parrala» (+d). 1942: «Correo
de Indias»
(+d+a). 1943: «Café de París» (+d+a). 1944: «La torre de los siete jorobados» (+d).
1945: «La vida en un hilo»
(+d+a), «Domingo de Carnaval» (+d+a). 1946: «El crimen de la
calle de Bordadores» (+d+a). 1947: «El traje de
luces» (+d), «Nada» (d). 1948: «El señor
Esteve» (+d), «El marqués de Salamanca» (+d). 1950: «El último caballo»
(+d+a). 1951:
«Cuento de hadas» (+d+a). 1952: «El cerco del diablo» (+d), «Duende y misterio del flamenco»
(+d+a). 1954: «Novio a la vista» (+a). 1955: «La ironía del dinero» (+d+a). 1959: «El baile»
(+d+a), «Robinson et
le triporteur» (+dial.). 1960: «Mi calle» (+d+a). 1961: «Prohibido
enamorarse». 1963: «El diablo en vacaciones»
(a+dial.).
Actor, nacido en Murcia el 3 de mayo de 1903. Al poco tiempo, se traslada con su familia a Madrid, donde cursa
estudios primarios. Interrumpe el Bachillerato para entrar en una oficina y pierde el empleo por participar en
novilladas, pero también fracasa en el intento de convertirse en torero. Mientras se ocupa de la administración de un
negocio familiar, acostumbra frecuentar las tertulias cinematográficas y Florián Rey le ofrece la oportunidad de
actuar en «El lazarillo de
Tormes» (1925), encontrando finalmente ante la cámara un oficio satisfactorio. La
paralización
de los estudios españoles a comienzos del sonoro le obliga a refugiarse en el teatro, hasta que
supera las
pruebas selectivas de John Stone y parte hacia Hollywood en febrero de 1931; firma
un contrato con Fox por seis
meses, a partir del 7 de marzo, que se prorroga hasta el 1 de
diciembre. Diez días después, emprende viaje de vuelta
a Europa desde Nueva York. Trabajando
en París para la Paramount como doblador, conoce a la bailarina Lolita
Benavente, con la que
se casa en Madrid el 29 de diciembre de 1933. Con motivo de una gira de su esposa por
América,
hace otra visita a Nueva York en 1935, actúa en «Tango Bar» y le proponen interpretar el
personaje
principal del film «No matarás», al que debe renunciar por compromisos adquiridos.
Al término de la Guerra Civil
se incorpora al cine español como figura protagonista y permanece
en activo durante cuarenta años más, aunque su
labor va quedando limitada con la edad a breves
colaboraciones. Fallece en Matalascañas (Huelva) el 9 de agosto de
1982.
FILMS: 1925: «El lazarillo de Tormes». 1926: «Gigantes y cabezudos», «La bejarana», «La
malcasada», «La sirena
del Cantábrico», «Los hijos del trabajo». 1927: «La condesa María»,
«Raza de hidalgos». 1928: «La del Soto del
Parral». 1931: «Cuerpo y alma», «Mamá», «Eran
trece», «Marido y mujer». 1935: «Tango Bar». 1936: «Lola
Triana» (no terminada). 1939: «Manolenka», «Il segreto inviolabile», «Su mayor aventura». 1941: «Escuadrilla»,
«Sarasate». 1942: «Raza», «Eramos siete a la mesa», «Boda en el infierno», «Aventura», «Idilio en Mallorca».
1943: «Y tú, ¿quién eres?», «Se vende un palacio», «Café de París», «El abanderado», «Orosia». 1944: «Te quiero
para mí», «Cabeza de hierro». 1945: «Mi enemigo el doctor», «Los últimos de
Filipinas». 1946: «Audiencia
pública». 1947: «El traje de luces», «La nao capitana», «Reina
Santa», «Noche sin cielo». 1948: «El tambor del
Bruch», «Don Juan de Serrallonga», «Canción
mortal», «La calle sin sol», «Mare Nostrum», «El marqués de
Salamanca», «¡Olé, torero!». 1949:
«Una mujer cualquiera», «Despertó su corazón», «Paz». 1950: «Jack, el Negro»,
«El sueño de
Andalucía». 1951: «La señora de Fátima», «La niña de la Venta». 1952: «Estrella de Sierra
Morena»,
«Sor Intrépida». 1953: «La alegre caravana», «Nadie lo sabrá», «Dos caminos», «Carne
de horca», «Vuelo 971".
1954: «El beso de Judas», «Tres huchas para Oriente», «El padre
Pitillo», «Cañas y barro». 1955: «Marcelino pan y
vino», «That Lady», «Contraband Spain», «La
Cruz de Mayo», «Playa prohibida», «Una cruz en el infierno». 1956:
«Alexander the Great», «La
gata», «Carta a Sara». 1957: «The Pride and the Passion», «Spanish Affair», «A
Farewell to
Arms», «Action of the Tiger», «Les bijoutiers du clair de lune», «La mina». 1958: «Pan, amor y...
Andalucía». 1959: «Honeymoon», «Tommy the Toreador», «John Paul Jones», «Solomon and
Sheba», «El traje de
oro». 1960: «El casco blanco», «El pequeño coronel», «Un paso al frente»,
«La rebelión de los esclavos». 1961:
«King of Kings», «El hijo del capitán Blood». 1962: «A
hierro muere», «The Savage Guns», «Rogelia». 1963: «55
Days at Peking», «La tela de araña»,
«The Ceremony», «El magnífico aventurero», «L'uomo della valle maledetta».
1964: «El puente
de los suspiros», «Los rurales de Texas». 1965: «Le voleur du Tibidabo», «El proscrito del río
Colorado», «Kid Rodelo», «Campanadas a medianoche», «Doctor Zhivago», «El Tigre se
perfuma con dinamita»,
«Durchs wilde Kurdistan». 1966: «Clarines y campanas», «Pampa
salvaje», «I crudelli». 1967: «Mercenarios del
aire». 1968: «Cervantes», «La marca del hombre
lobo», «Hola... señor Dios». 1969: «¡Agáchate, que disparan!».
1970: «El jardín de las delicias»,
«El hombre que vino del odio», «El bandido Malpelo». 1971: «Soleil rouge»,
«Black Beauty»,
«Catlow». 1972: «Un verano para matar», «La guerrilla». 1973: «Valdez, il mezzosangue», «La
perversa caricia de Satán», «El mejor alcalde, el rey». 1974: «Una mujer prohibida», «Hay que
matar a B.»
(suprimido en el montaje final), «Novios de la muerte». 1975: «La Carmen». 1976:
«A la legión le gustan las
mujeres», «The Black Pearl», «Call Girl», «Uno del millón de
muertos», «El segundo poder». 1977: «Pecado
mortal», «El francotirador», «El transexual», «El
huerto del francés». 1979: «Polvos mágicos».
© 1992, 2000 by Juan B. Heinink & Robert G. Dickson
Manolo Noriega
(Manuel Noriega Ruiz)
FILMS: 1916: «El pobre Valbuena». 1920: «A Perfect Fit». 1923: «Problema resuelto» (d), «Los
guapos» (d),
«Alma de Dios» (d). 1924: «Venganza isleña» (d), «La mala ley» (d). 1925: «La
Casa de la Troya» (d), «Madrid en
el año 2000" (d), «Don Quintín, el amargao» (d), «José» (d).
1926: «Bajo las nieblas de Asturias» (+d). 1933: «Dos
noches», «No dejes la puerta abierta»,
«Yo, tú y ella». 1934: «Mujeres sin alma», «Tierra, amor y dolor», «Dos
monjes». 1935: «Tribu»,
«El misterio del rostro pálido», «Los muertos hablan», «Silencio sublime», «Más allá de la
muerte». 1936: «Mater Nostra», «Tras la reja», «El baúl macabro», «Novillero», «Mariguana»,
«Malditas sean las
mujeres», «Irma, la mala», «Suprema ley», «Mujeres de hoy», «Allá en el
Rancho Grande», «Honrarás a tus
padres», «El superloco», «El impostor», «El rosal bendito»,
«Los apuros de El Chicote». 1937: «¡Esos hombres!»,
«Nostradamus», «Los chicos de la prensa»,
«Ave sin rumbo», «La gran cruz», «Las cuatro milpas», «Amapola del
camino», «Eterna mártir»,
«Jalisco nunca pierde», «No basta ser madre», «La honradez es un estorbo», «Noches de
gloria»,
«Ojos tapatíos», «Huapango». 1938: «Mujer mexicana», «La Zandunga», «El beso mortal»,
«Estrellita».
1939: «El crimen del expreso» (d+a+g), «Papacito lindo», «Viviré otra vez»,
«Odio», «El gavilán», «El
hipnotizador», «Vivir soñando» (no terminada). 1940: «En tiempos
de don Porfirio», «Amor de mis amores», «El
charro negro», «Allá en el Trópico», «Hombre o
demonio», «Mi madrecita», «Los últimos días de Pompeyo», «El
insurgente», «¡Ahí está el
detalle!», «El jefe máximo», «Con su amable permiso». 1941: «Hasta que llovió en
Sayula» (g), «El milagro del Cristo», «Al son de la marimba», «El secreto del sacerdote», «Cuando los hijos se
van», «Mil estudiantes y una muchacha», «¡Ay, Jalisco, no te rajes!». 1942: «Alejandra», «El
que tenga un amor»,
«El baisano jalil», «El verdugo de Sevilla», «Jesusita en Chihuahua», «¡Qué
lindo es Michoacan!», «Maravilla del
toreo». 1943: «Canto a las Américas», «El padre Morelos»,
«Cristóbal Colón», «Morenita clara», «El jorobado»,
«¡Arriba las mujeres!», «La mujer sin
cabeza», «Los miserables», «El ametralladora», «El hombre de la máscara de
hierro», «Romeo
y Julieta», «Yo soy usted», «San Francisco de Asís», «El herrero», «Mexicanos al grito de
guerra»,
«Caminito alegre», «La pequeña madrecita», «El sombrero de tres picos». 1944: «Cruel
destino», «México de mis
recuerdos», «El rosario», «La corte de Faraón», «Diario de una mujer»,
«Cuando escuches este vals», «La monja
alférez», «El amor de los amores», «Las dos huérfanas»,
«Amores de ayer», «Porfirio Díaz», «La hija del
regimiento», «La mujer que engañamos», «El
Gran Makakikus», «El capitán Malacara», «El secreto de la
solterona», «Un beso en la noche»,
«El recuerdo de aquella noche». 1945: «Crepúsculo», «La barraca», «Una mujer
que no miente»,
«Club Verde», «Soltera y con gemelos», «El monje blanco», «La reina de la opereta», «Lo que
va
de ayer a hoy», «Hasta que perdió Jalisco», «Pepita Jiménez», «Cantaclaro», «El hijo de
nadie», «No basta ser
charro», «Memorias de una vampiresa», «Bienaventurados los que creen»,
«Vértigo». 1946: «Los nietos de don
Venancio», «Bodas trágicas», «A media luz», «Yo maté a
Rosita Alvarez», «Los maderos de San Juan», «Cinco
rostros de mujer», «Todo un caballero»,
«Bel Ami». 1947: «El yugo», «El ladrón», «La novia del mar». 1948:
«María la O», «El
supersabio», «El cuarto mandamiento», «Una mujer con pasado», «Conozco a los dos», «El
gallero», «Tuya para siempre», «En los altos de Jalisco», «Tres hombres malos», «Bamba». 1949:
«Dos tenorios de
barrio», «De tequila, su mezcal», «Canta y no llores», «Café de chinos», «Lluvia
roja». 1950: «Vagabunda»,
«Recién casados... no molestar», «Una mujer decente», «Los apuros
de mi ahijada». 1951: «¡Y murió por
nosotros!», «¿Qué te ha dado esa mujer?», «Hay un niño en
su futuro», «Los huéspedes de la marquesa», «Cuatro
noches contigo», «Chucho, el remendado»,
«Subida al cielo». 1952: «Ni pobres, ni ricos». 1953: «El lunar de la
familia», «El rapto», «La
ilusión viaja en tranvía». 1954: «La rosa blanca», «El río y la muerte», «Dos mundos y un
amor»,
«Chucho, el roto», «El diablo a caballo». 1955: «Tres melodías de amor». 1956: «Camino de
Guanajuato»,
«Bataclán mexicano», «Tú y la mentira». 1959: «Macario».
Actor, nacido en Granada el 15 de julio de 1895. Al terminar el Bachillerato en Madrid, comienza la carrera militar
por deseo de sus padres; como dicha profesión no le satisface, abandona el hogar familiar y desempeña diversos
trabajos, como representante comercial, en una compañía de seguros y en negocios de automóviles. Atraído por el
cine, interpreta pequeños papeles en varias películas francesas, hasta que Benito Perojo le ofrece un importante
personaje en «El negro que tenía el alma blanca». Por su elegancia y aire mundano, pasa a ser una figura
destacada
en la época final del cine mudo español y la MGM le contrata por seis meses para
actuar en Hollywood, pero el
rodaje del único film en el que debía intervenir -la versión española
de «Paid»-, se cancela. Durante el viaje en barco
de vuelta a Europa, en 1931, conoce a Grace
Moore, famosa cantante de ópera y actriz cinematográfica, con la que
contrae matrimonio en
Cannes, en julio del mismo año. Firma un contrato con Fox en 1934 por seis meses, a partir
del
15 de marzo, que finaliza el 14 de septiembre. Se retira del cine para atender los contratos de su
esposa, pero
desde 1947, al perder ésta la vida en accidente de aviación, permanece inactivo
durante una larga temporada.
Posteriormente emprende negocios relacionados con la televisión
y alterna su residencia entre Nueva York y
Madrid, donde fallece en 1986.
FILMS: 1926: «El negro que tenía el alma blanca». 1927: «La condesa María». 1928: «Corazones
sin rumbo». 1929:
«Los claveles de la Virgen». 1930: «La bodega», «Un hombre de suerte», «El
amor solfeando». 1933: «Yo, tú y
ella». 1934: «Granaderos del amor», «Dos más uno, dos»,
«Señora casada necesita marido».
Actor, nacido en Valencia el 27 de julio de 1894. Hermano de la actriz María Conesa. Se educa en Francia; viaja a
los Estados Unidos y debuta en cine con una película dirigida por Léonce Perret en 1917. Desde los comienzos del
sonoro, alterna el trabajo de actor con los de adaptador al castellano de complementos destinados a los mercados de
habla hispana, traducción y dirección de diálogos, e interviene en la elaboración del primer noticiario de la RKO-
Radio en español. A lo largo de los años participa en un buen número de producciones filmadas en Hollywood,
aunque siempre interpretando papeles breves, y en series televisivas, como «Schlitz
Playhouse of Stars». Fallece el
19 de noviembre de 1959 en la residencia de Woodland Hills
(California) para profesionales del cine y la televisión.
FILMS: 1929: «Sombras habaneras». 1930: «Charros, gauchos y manolas», «Sólo un sueño», «El
cuerpo del delito»,
«Estrellados», «La fuerza del querer», «Monsieur Le Fox», «El hombre malo»,
«En nombre de la amistad», «El
valiente» (ve), «Entre platos y notas» (ve), «Cuando el amor ríe»
(dd), «Desconcierto matrimonial» (ve), «El barbero
de Napoleón» (+ve), «A media noche» (ve).
1931: «El Código Penal», «Cheri-Bibi», «El proceso de Mary Dugan».
1932: «Trapped in Tia
Juana», «El caballero de la noche». 1933: «Flying Down to Rio». 1934: «Marie Galante».
1935:
«El diablo del mar» (ve), «Piernas de seda», «Rosa de Francia», «Tailspin Tommy in the Great
Air Mystery»,
«The Man Who Broke the Bank at Monte Carlo». 1936: «A Message to Garcia»,
«Fatal Lady». 1937: «When You're
in Love», «I'll Take Romance», «Charlie Chan at Monte
Carlo». 1938: «Four Men and a Prayer», «I'll Give a
Million», «Artists and Models Abroad»,
«Submarine Patrol», «Sharpshooters». 1939: «Miracles For Sale». 1943:
«The Leopard Man»,
«For Whom the Bell Tolls». 1944: «Storm Over Lisbon». 1945: «Betrayal from the East».
1946:
«Perilous Holiday», «Monsieur Beaucaire», «The Thrill of Brazil». 1947: «Ivy», «The Foxes of
Harrow»,
«Out of the Past», «Cass Timberlane». 1948: «French Leave», «Letter from an
Unknown Woman», «Joan of Arc»,
«Angel on the Amazon». 1949: «The Lady Gambles»,
«Madame Bovary». 1950: «Crisis». 1951: «Cuban Fireball»,
«The Great Caruso», «Across the
Wide Missouri», «Havana Rose». 1952: «Macao», «The Prisoner of Zenda».
1953: «The Story
of Three Loves», «Second Chance». 1954: «Jubilee Trail». 1955: «The Blackboard Jungle», «To
Catch a Thief». 1956: «Hot Blood», «Istanbul». 1958: «The Perfect Furlough».
Actor, natural de El Ferrol (Galicia), donde adquiere las primeras nociones escénicas. Poco
después de su debut en
las tablas sólo encuentra un trabajo escasamente remunerado en una
oficina del Estado, y en tales circunstancias
decide emigrar a Cuba. Permanece como empleado
en una casa de comercio de La Habana hasta que supera una
prueba para sustituir en el Teatro
Arvizu a un actor enfermo de la compañía de Valentín González y lo logra con
gran éxito,
quedándose definitivamente con el puesto. A partir de entonces, recorre América de norte a sur,
de San
Francisco a Buenos Aires, siendo muy popular entre el público hispano de Los Angeles
con el nombre de «El Gran
Pepet», en las especialidades de ventrílocuo, ilusionista y cómico.
Desde 1930, y durante diez años, trabaja
regularmente en Hollywood, interpretando papeles
secundarios en películas. Cuando todos los estudios abandonan la
producción en lengua
castellana, se traslada a la capital de México y abre una librería, pero en ocasiones regresa al
cine.
Casado con la bailarina Carmela Peña.
FILMS: 1930: «Charros, gauchos y manolas», «La jaula de los leones», «Cupido chauffeur», «El dios del mar»,
«Parlez vous?». 1931: «¡Hola Rusia!», «El Código Penal», «La mujer X», «El tenorio del harem», «El príncipe
gondolero», «El comediante», «Soñadores de la gloria». 1933:
«No dejes la puerta abierta», «Yo, tú y ella», «La
ciudad de cartón». 1934: «Granaderos del
amor», «Señora casada necesita marido», «¡Asegure a su mujer!». 1935:
«Julieta compra un hijo»,
«Angelina o el honor de un brigadier», «Contra la corriente», «Piernas de seda», «Rosa de
Francia», «No matarás», «El crimen de media noche». 1936: «A Message to Garcia», «El capitán
Tormenta». 1937:
«Tengo fe en ti» (terminada en 1940), «La vida bohemia». 1938: «Castillos
en el aire», «Mis dos amores», «El
trovador de la radio». 1939: «Juan soldado», «Papá soltero»,
«Los hijos mandan», «El otro soy yo», «Cuando canta
la ley», «La Inmaculada». 1955: «Ensayo
de un crimen». 1956: «El buen ladrón». 1957: «La esquina de mi barrio»,
«A media luz los tres»,
«Sucedió en México», «Flor de Canela». 1960: «El analfabeto». 1963: «Cri-Crí, el grillito
cantor».
Actor, nacido en Madrid el 12 de junio de 1912. Hijo del actor Ramón Peña. Finalizados sus estudios de Bachillerato
en el colegio de los Escolapios de San Antón, entra como meritorio en el Teatro Infanta Isabel y debuta en escena
con quince años de edad. Recorre el territorio español con la compañía de su padre y regresa al Infanta Isabel, en
donde se encuentra cuando lo llaman de la Paramount para trabajar en Joinville. Contratado por la MGM, llega a
Nueva York, camino de Hollywood, el 22 de octubre de 1930 en el «Ile de France», pero sólo interpreta dos papeles
muy breves. Después de terminar «Mamá» en Fox, firma un contrato con dicho estudio por seis
meses, a partir del
22 de julio de 1931, que se cancela el 30 de noviembre sin haber intervenido
en ningún film. Permanece en
California hasta 1935, año en que se incorpora al cine español
como figura protagonista, participando también en
repartos de varias producciones extranjeras
cuyo rodaje tiene lugar en España. Casado desde 1953 con la actriz
Susana Canales. Financia
cuatro películas a través de su firma Peña Films. Fallece en Marbella (Málaga) el 22 de
julio de
1972.
FILMS: 1930: «Doña mentiras». 1931: «La fruta amarga», «La mujer X», «Esclavas de la moda»,
«Mamá». 1933:
«Primavera en otoño», «Una viuda romántica», «Yo, tú y ella», «La ciudad de
cartón». 1934: «Un capitán de
cosacos». 1935: «Julieta compra un hijo», «Angelina o el honor
de un brigadier», «Rosa de Francia», «Alas sobre el
Chaco». 1936: «María de la O». 1937: «Las
cinco advertencias de Satanás». 1939: «Sierra de Teruel», «Los hijos de
la noche», «I figli della
notte». 1940: «La última falla», «Ultima fiamma», «La malquerida», «Marianela». 1942:
«Correo
de Indias». 1943: «Intriga», «Mi vida en tus manos». 1944: «Noche decisiva». 1945: «Sol y
sombra de
Manolete» (no terminada), «Tierra sedienta». 1946: «Misión blanca», «Un drama nuevo», «Cuando llegue la
noche», «Cero en conducta». 1947: «Serenata española», «Fuenteovejuna», «Confidencia». 1948: «Alhucemas»,
«Siempre vuelven de madrugada». 1950: «Nuestras vidas», «Sangre en Castilla». 1952: «Amaya», «Los ojos dejan
huellas». 1953:
«Manicomio». 1954: «La patrulla», «Tres hombres van a morir». 1956: «Alexander the Great»,
«Retorno a la verdad», «Prigionieri del male», «El anónimo». 1957: «Horas de pánico», «Spanish
Affair», «...y
eligió el infierno». 1959: «Solomon and Sheba», «Brevi amori a Palma di Majorca»,
«Robinson et le triporteur».
1960: «Patricia mía», «La rebelión de los esclavos». 1961: «Abuelita
Charlestón», «The Happy Thieves». 1962:
«Han robado una estrella». 1963: «El valle de las
espadas», «La mujer de tu prójimo», «Le tardone». 1964: «Un
puente sobre el tiempo», «Il
piombo e la carne», «Minnesota Clay», «I magnifici Brutos del West». 1965: «Veneri in
collegio», «Kid Rodelo», «Campanadas a medianoche», «Tierra de fuego», «Per un dollaro di
gloria». 1966:
«Pampa salvaje», «Tres noches violentas», «I crudelli». 1967: «Volver a vivir»,
«Rey de Africa», «Satanik», «El
vengador del sur». 1968: «Relaciones casi públicas», «El sabor
del odio». 1969: «Simón Bolivar», «Vivos o
preferiblemente muertos», «La muerte de un
presidente». 1970: «El Condor», «El hombre que vino del odio». 1971:
«La noche de Walpurgis»,
«Conquista de gigantes», «El ojo del huracán», «Soleil rouge», «Los amantes del diablo»,
«Homicidio al límite de la ley». 1972: «La casa sin fronteras», «Vudú sangriento», «Travels With
My Aunt», «Las
flores del miedo», «El espanto surge de la tumba», «Pánico en el transiberiano»,
«Ella».
Actor*, guionista y director, nacido en Esles de Cayón (Santander) el 30 de diciembre de 1897 en el seno de una
modesta familia de campesinos. Siguiendo las recomendaciones de unos parientes establecidos en México, en
diciembre de 1910 embarca en el puerto de Santander con un grupo de emigrantes dispuestos a hacer fortuna en el
continente americano. Tras probar suerte en diversos empleos, al cabo de los años obtiene óptimos resultados como
representante en México de una compañía de seguros canadiense y en otoño de 1929 se permite viajar de vacaciones
a Los Angeles, en donde advierte que la coyuntura por la que atraviesan los estudios de Hollywood es favorable a la
incorporación de nuevos elementos de origen latino; interviene en el doblaje al castellano del film «Rio Rita» en la
RKO-Radio, y Paramount le ofrece un contrato para interpretar papeles principales en las versiones españolas que
prepara la compañía, ascendiendo fulminantemente con «El cuerpo del delito» a primera figura del cine hispano. A
partir de 1932 continúa en México su carrera de actor y, desde 1937, también como guionista y director habitual de
las películas producidas a través de su propia empresa, la sociedad anónima Pereda Films. Se casa con la cubana
María Antonieta Pons, después de haberse divorciado de Gloria Rubio y de haber quedado viudo de Adriana Lamar,
todas ellas actrices. Retirado en 1965, fallece en México el 20 de junio de 1986.
FILMS: 1927: «Conspiración». 1930: «El cuerpo del delito», «Amor audaz», «Galas de la
Paramount»,
«Cascarrabias», «El dios del mar». 1931: «La dama atrevida», «Gente alegre»,
«Carne de cabaret», «El proceso de
Mary Dugan». 1932: «Hombres en mi vida», «Contrabando».
1933: «La llorona», «La noche del pecado»,
«Sagrario», «El héroe de Nacozari». 1934: «El vuelo
de la muerte», «Payasadas de la vida», «Cruz Diablo». 1935:
«El primo Basilio», «El diablo del
mar», «No matarás», «El crimen de media noche». 1936: «El baúl macabro»,
«Malditas sean las
mujeres», «Irma, la mala», «Mujeres de hoy». 1937: «Las cuatro milpas» (+d+a). 1938: «México
lindo» (+d+a). 1939: «Una luz en mi camino», «Los olvidados de Dios» (+d), «El gavilán»
(+d+a). 1941: «La torre
de los suplicios», «El capitán Centellas» (+d+a+g). 1942: «Jesús de
Nazareth» (sup.). 1943: «Canto a las
Américas» (+d), «El herrero» (+d+g), «El pecado de una
madre» (+d+a+g), «El médico de las locas». 1945:
«Arsenio Lupín» (+g), «El inspector Víctor
contra Arsenio Lupín» (+g), «Papá Lebonard» (+g), «Memorias de una
vampiresa»,
«Bienaventurados los que creen» (+d+a+g). 1946: «Usted tiene ojos de mujer fatal» (+g), «Flor
de un
día» (+g), «Espinas de una flor» (+g), «Festín de buitres», «Rocambole» (+g). 1949: «Un
cuerpo de mujer». 1950:
«Nuestras vidas» (g), «El ciclón del Caribe» (d+a+g), «La reina del
mambo» (d+g). 1951: «María Cristina»
(d+a+g), «La niña popoff» (d+a+g). 1954: «Tu vida
entre mis manos». 1955: «Casa de perdición» (d+g), «La
culpa de los hombres». 1957: «Sucedió
en México» (d+a+g), «Flor de Canela» (d+a+g), «El Zarco» (a). 1958:
«Acapulqueña» (d+a+g).
1959: «Las cuatro milpas» (+d+a+g), «Una estrella y dos estrellados» (g), «¡Viva Jalisco,
que
es mi tierra!» (+d+a+g). 1960: «Vámonos para la feria» (+d+g), «El Centauro del Norte»
(+d+a+g). 1961:
«Romance en Puerto Rico» (+d). 1962: «Voy de gallo» (d+a+g). 1963: «En
la mitad del mundo» (d). 1965: «Caña
brava» (+d).
Director*, productor, guionista y actor, nacido en Madrid el 14 de julio de 1894. Hijo de un conocido periodista y
político. Al morir su padre interrumpe los estudios de ingeniero electrotécnico que cursaba en Inglaterra para ejercer
el periodismo en Madrid. Interesado por el cine, debuta como actor en una película semidocumental realizada por su
hermano José y se suma al grupo fundador de la productora Patria Films, para la que dirige e interpreta varias
comedias cortas. Entre 1917 y 1926 reside en París, donde actúa en numerosos films, actividad que va abandonando
según comienza a consolidarse en el campo de la dirección. Cuando regresa a España participa en la creación de la
sociedad Films Benavente, aunque continúa frecuentando los estudios franceses y alemanes, sobre todo, al principio
del cine sonoro. Contratado por la MGM, llega a Hollywood en 1930, pero no tiene ocasión de trabajar allí hasta que
la Fox solicita su presencia en el rodaje de «Mamá». Figura relevante del cine español durante la II República;
responsable de la adaptación de la obra de Casona «Nuestra Natacha», que filma poco antes de
estallar la Guerra
Civil y queda inédita. Firma los guiones de gran parte de las películas que
realiza, tanto en España como en
Alemania (1938), Italia (1939) y Argentina (1943-48). Se
establece definitivamente en Madrid, y deja de dirigir en
1950 para dedicarse en exclusiva a la
empresa que lleva su nombre, a través de la cual produce más de 150 títulos.
Fallece en Madrid
el 11 de noviembre de 1974. Casado con la actriz Carmen Carreras.
FILMS: 1913: «Fulano de Tal se enamora de Manón» (+g+i). 1914: «Hombre o mujer» (+g+i).
1915: «Donde las
dan, las toman» (+a+i), «Garrotazo y tentetieso» (+a+i), «Peladilla, cochero
de punto» (+a+i), «Clarita y Peladilla
en el foot-ball» (+a+i), «Clarita y Peladilla van a los toros»
(+a+i). 1916: «Muñecos» (+a+i). 1918: «Un nuage
dans le ciel bleu» (+i), «La belle rivière»
(+i). 1923: «La malchanceuse» (g). 1924: «Para toda la vida» (+g), «Más
allá de la muerte» (+g).
1926: «Boy» (+g), «Malvaloca» (+g), «El negro que tenía el alma blanca» (+g). 1927: «La
condesa María» (+g). 1928: «Corazones sin rumbo». 1930: «La bodega» (+g), «Un hombre de
suerte», «El embrujo
de Sevilla» (+g), «L'ensorcellement de Séville» (estrenada en 1936). 1931:
«Mamá». 1932: «Niebla». 1933: «El
hombre que se reía del amor» (+g), «Susana tiene un
secreto» (+g). 1934: «Se ha fugado un preso» (+a), «El negro
que tenía el alma blanca» (+g),
«Crisis mundial». 1935: «Rumbo al Cairo» (+g), «¡Corre, mulilla!», «Es mi
hombre» (+g), «La
verbena de la Paloma» (+g). 1936: «Nuestra Natacha» (+g, no estrenada). 1938: «El barbero de
Sevilla» (+g), «Suspiros de España» (+g). 1939: «Mariquilla Terremoto» (+g), «Los hijos de la
noche» (+g), «I
figli della notte». 1940: «La última falla» (+g), «Ultima fiamma», «Marianela»
(+g). 1941: «Héroe a la fuerza»
(+g). 1942: «Goyescas» (+g). 1943: «Stella» (+g). 1944: «Siete
mujeres» (+g), «La casta Susana» (+g). 1945:
«Villa Rica del Espíritu Santo» (+g), «Chiruca»
(+g). 1946: «La maja de los cantares» (+g). 1947: «La copla de La
Dolores» (+g), «La hostería
del caballito blanco» (+g). 1948: «La novia de la marina» (+g), «¡Olé, torero!» (+a+g).
1950:
«Yo no soy la Mata-Hari», «Sangre en Castilla» (+g).
Dibujante, deportista y actor*, nacido en Barcelona el 6 de febrero de 1893. Sobrino del conde
de Santa María de
Pomés. Estudia Medicina y Farmacia, pero se licencia en Derecho. Colabora
como redactor en «El Día Gráfico» de
Barcelona y en el «Fígaro» de Madrid. Entre 1918 y 1920
juega al fútbol en los primeros equipos del F. C.
Barcelona y del Español. Gana el campeonato
de Cataluña de esgrima, y toma parte en las Olimpiadas de París
(1924) y Amsterdam (1928).
Interpreta películas mudas en Alemania para la UFA y actúa en varias versiones
españolas de la
producción multilingüe filmada en 1930 en los estudios Paramount de Joinville (Francia).
Seleccionado por John Stone, parte hacia Hollywood en febrero de 1931 y desembarca en Nueva
York el 1 de
marzo; firma un contrato con Fox por seis meses, a partir del 7 de marzo, pero es
cancelado el 25 de julio. A su
regreso a España interviene como actor en numerosos films, y
también como director en dos ocasiones. Fallece en
Barcelona el 17 de julio de 1969. Padre de
la actriz Isabel de Pomés (Barcelona, 1926).
FILMS: 1928: «Der Staatsanwalt klagt an», «Die Heilige und ihr Narr», «Die grosse
Abenteuerin», «Der geheime
Kurier», «Indizienbeweis». 1929: «Die Schmugglerbraut von
Mallorca», «Hochverrat». 1930: «Doña mentiras», «El
secreto del doctor», «Toda una vida», «La
fiesta del diablo». 1931: «Sombras del circo», «Cuerpo y alma»,
«Esclavas de la moda», «Mamá».
1932: «Pax». 1933: «Alalá». 1934: «Doña Francisquita». 1935: «Rataplán»,
«Hombres contra
hombres». 1936: «El deber», «...usted tiene ojos de mujer fatal», «Nuevos ideales». 1937:
«Aurora
de esperanza», «Las cinco advertencias de Satanás», «Liberación». 1941: «Pilar Guerra»
(+d), «La madre guapa»
(d). 1942: «Vidas cruzadas». 1943: «La patria chica». 1944: «Santander,
la ciudad en llamas», «La torre de los siete
jorobados». 1945: «Sol y sombra de Manolete» (no
terminada), «¡Culpable!». 1946: «El centauro». 1947: «Ramsa»,
«Noche sin cielo». 1948: «Don Juan de Serrallonga», «Vida en sombras», «Doce horas de vida». 1949: «Ha entrado
un ladrón»,
«El hombre que veía la muerte», «El hijo de la noche». 1950: «Ley del mar», «El correo del rey».
1951:
«Parsifal». 1952: «María Morena», «Hermano menor». 1954: «Once pares de botas»,
«Murió hace quince años».
1955: «La otra vida del capitán Contreras», «Marta», «El canto del
gallo», «Tirma». 1956: «Tormenta». 1957: «Los
misterios del rosario», «The Pride and the
Passion», «Sail into Danger». 1958: «Aquellos tiempos del cuplé», «La
vida por delante», «La
rana verde». 1959: «Diez fusiles esperan», «Habanera», «John Paul Jones», «Solomon and
Sheba», «La Casa de la Troya», «La vida alrededor», «¡Qué bella eres Roma!». 1960: «Le trésor
des hommes
bleus». 1961: «King of Kings». 1962: «Rogelia». 1963: «Las hijas del Cid», «El
diablo también llora». 1966: «Lost
Command», «Una historia de amor». 1967: «Las salvajes en
Puente San Gil».
Actor español. Llega a Hollywood con la esperanza de triunfar en cine y compensar en cierto
modo las
malformaciones físicas que padece por su condición de enano, pero no logra el
propósito deseado. En junio de 1931,
enfermo de hambre, se suicida en Los Angeles (California)
a la edad de 26 años, y su cuerpo sin vida aparece en un
callejón de la calle octava.
Actor, nacido en Valparaíso (Chile) el 15 de febrero de 1899. Siendo aún muy niño, sus padres, ambos españoles, se
trasladan a la Argentina, y en Buenos Aires transcurre toda su infancia, estudia, y empieza a trabajar como
mecanógrafo en una empresa cinematográfica. Viaja con su familia a España y en 1921 se establece en Zaragoza,
donde consigue plaza en las oficinas de la Caja de Ahorros y, en los ratos libres, toma parte en obras representadas
por aficionados en el Casino Artístico. Apoyado por su hermana, la famosa tiple Emilia Iglesias, se presenta en
Barcelona con gran éxito de público, pasa por varios teatros de Madrid y hace una gira triunfal por América del Sur
con la compañía de operetas de Velasco. Al volver a Europa, recala en París, cambia el estilo interpretativo anterior
por el de chansonnier y, con su nombre ocupando la programación del Teatro Empire, lo llaman de los estudios de
Joinville para actuar en «Un hombre de suerte». Contratado por la Paramount, parte hacia Hollywood en 1931,
donde protagoniza dos películas, y durante años se mantiene como una de las figuras más populares del teatro y cine
español, aunque en la última época de su carrera quedará desplazado hacia papeles secundarios. Fallece en Madrid el
30 de mayo de 1972.
FILMS: 1924: «Madrid en el año 2000". 1930: «Orchestre Canaro», «Un hombre de suerte»,
«¡Salga de la cocina!».
1931: «Gente alegre», «El príncipe gondolero», «Un caballero de frac».
1932: «Camp volant». 1935: «La verbena de
la Paloma». 1936: «El bailarín y el trabajador».
1938: «El barbero de Sevilla», «Suspiros de España». 1939: «Finisce
sempre così». 1940:
«L'uomo della legione», «El hombre de la legión», «Marido provisional». 1941: «El crucero
Baleares» (no estrenada). 1942: «Madrid de mis sueños», «¡Tú llegarás!». 1943: «Otoño», «Se
vende un palacio».
1944: «Piruetas juveniles», «Ella, él y sus millones». 1946: «Abel Sánchez».
1947: «La princesa de los Ursinos».
1948: «Aventuras de Don Juan de Mairena», «El curioso
impertinente». 1953: «Bella, la salvaje» (+d). 1956:
«Roberto, el diablo», «Un abrigo a cuadros». 1957: «Con la vida hicieron fuego», «El fotogénico», «La guerra
empieza en Cuba». 1958: «Una muchachita de Valladolid», «Una chica de Chicago». 1959: «Poveri milionari»,
«Policarpo, ufficiale di scrittura», «Il padrone delle ferriere», «El magistrado», «Miss Cuplé», «El cerro de los
locos», «Crimen para recién casados». 1960: «El Litri y su sombra», «Pelusa». 1961: «Fray Escoba». 1962: «Han
robado una estrella», «Teresa de Jesús», «Terror en la noche». 1963: «Plaza
de Oriente», «El valle de las espadas»,
«Las hijas de Elena». 1964: «Los pistoleros de Casa
Grande», «Muere una mujer». 1965: «Nobleza baturra», «Abajo
espera la muerte», «Persecución
a un espía», «Cotolay». 1966: «El aventurero de Guaynas». 1970: «La tonta del
bote».
Actriz y cantante, nacida en Madrid el 4 de septiembre de 1892. Hija de un conocido abogado y descendiente del
ilustre poeta y dramaturgo don Torcuato Tárrago y Mateos. Contrae matrimonio con el actor Martín Garralaga e
inicia su carrera teatral en los Estados Unidos como contralto y actriz dramática. Afincada en California en
compañía de su marido, interviene en varios films de habla hispana realizados en Hollywood a partir de 1934,
pasando posteriormente a interpretar papeles de cierto relieve en películas como «Secret Beyond the Door» y «The
Rose
Tattoo», así como en las series de televisión «My Hero», «Private Secretary», «Buffalo Bill Jr.»
o «Frontier».
Fallece el 7 de abril de 1969 en la residencia de Woodland Hills (California) para
profesionales del cine y la
televisión.
FILMS: 1934: «La buenaventura», «Grand Canary», «Tres amores», «El cantante de Nápoles».
1935: «Julieta
compra un hijo», «Rosa de Francia», «El crimen de media noche». 1936: «El
capitán Tormenta», «Song of the
Gringo». 1937: «Tengo fe en ti» (terminada en 1940). 1945:
«George White's Scandals». 1946: «The Face of
Marble», «Gilda», «A Stolen Life», «Two Years
Before the Mast». 1947: «Fiesta». 1948: «Secret Beyond the
Door». 1953: «The Great Sioux
Uprising». 1954: «Secret of the Incas». 1955: «The Rose Tattoo».
Actor español. Se educa en Inglaterra y pierde el dominio del idioma castellano. Después de una
breve actuación
para Fox en la versión española de «El valiente», Warner Bros. le ofrece la
oportunidad de interpretar uno de los
personajes principales de «La llama sagrada», pero los
críticos censuran sus graves defectos de pronunciación y no
vuelve a encontrar trabajo en ningún
otro estudio.
Actor, nacido en El Cabañal (Valencia) el 23 de diciembre de 1898. Hijo de Jaime Rivelles y de Amparo Guillén,
ambos actores. A la edad de quince años abandona el Instituto de Valencia, sin terminar el Bachillerato, para
dedicarse al teatro. Tras interpretar breves papeles en el Teatro Eslava de Valencia, marcha a Zaragoza, en donde
representa «De mala raza» y la comedia «Los
incasables» para el empresario Francisco Morano, con quien también
debuta en cine. Pasa por
varias compañías importantes -la de Rosario Pino, entre ellas-, pero al casarse en 1922 con
María
Fernanda Ladrón de Guevara organiza compañía propia. Inmediatamente después de terminar
en Alemania su
primer film sonoro, lo llaman de la MGM y llega a Hollywood en diciembre de
1930. Al cabo de un año de
permanencia en América y con cuatro películas allí realizadas, se
traslada a París para protagonizar «Niebla»,
producción francesa hablada en castellano, al término
de la cual regresa a España. Divorciado de su esposa en 1934,
de cuyo matrimonio había nacido
la actriz Amparo Rivelles (1925), ingresa en el Teatro Lara de Madrid como actor
y director,
alternando dicha actividad a lo largo de los años con actuaciones cinematográficas, tanto en
estudios
españoles como alemanes o italianos. Fallece en Madrid el 3 de diciembre de 1971.
FILMS: 1914: «Prueba trágica». 1930: «El embrujo de Sevilla». 1931: «La mujer X», «El proceso
de Mary Dugan»,
«¿Conoces a tu mujer?», «Mamá». 1932: «Niebla». 1933: «El hombre que se
reía del amor», «El Café de la
Marina». 1936: «Nuestra Natacha» (no estrenada). 1938: «Carmen,
la de Triana». 1939: «Santa Rogelia», «Il
peccato di Rogelia Sanchez», «Frente de Madrid».
1942: «Capitan Tempesta», «El capitán Tormenta», «Goyescas».
1944: «Lecciones de buen
amor». 1948: «Don Quijote de la Mancha». 1954: «El beso de Judas», «Murió hace
quince años».
1955: «Marcelino pan y vino». 1960: «La rebelión de los esclavos». 1963: «Cyrano y
D'Artagnan».
1964: «El señor de La Salle». 1966: «El Greco».
Actriz, nacida en Madrid el 3 de febrero de 1899. Hija del actor de teatro Alejandro Rodríguez, con quien se traslada
a México a la edad de doce años. Meses después actúa por primera vez en una función benéfica del Teatro Politeama
de La Habana, y obtiene tanto éxito que su padre organiza para ella una nueva compañía, debutando como
profesional en el Teatro Terry de Cienfuegos (Cuba). El día de su presentación, Rubén Darío escribe la dedicatoria
titulada «A
Carmencita Rodríguez en su beneficio». Se casa en 1915 con el bailarín José Fernández, del cual
acaba
divorciándose. En 1920 se presenta en Los Angeles con compañía propia; entre 1923 y
1930 revela su personalidad
de recitadora, de actriz cómica y dramática a lo largo del continente
americano. Interviene en un breve film musical
de los producidos en Nueva York por
Hispano-América Movitonal en los comienzos del cine hablado y firma un
contrato con Pathé
para las versiones españolas de películas norteamericanas, pero en dicha compañía deciden
adoptar el sistema del doblaje, quedando libre para aceptar ofertas de otros estudios. Se establece
en Hollywood y, a
partir de su interpretación en «Olimpia», trabaja con regularidad durante cinco
años. Al término del rodaje en Nueva
York de «Tango Bar», regresa de los Estados Unidos en
mayo de 1935 y se incorpora al cine español, aunque con un
dilatado período de ausencia en la
época posterior a la Guerra Civil. Fallece en Madrid el 20 de enero de 1972.
FILMS: 1918: «Codicia», «Mefisto», «El protegido de Satán», «La dama duende». 1919: «El botón de fuego», «Las
máscaras negras». 1930: «Olimpia», «El último de los Vargas», «Cuando el amor ríe». 1931: «La llama sagrada»,
«La mujer X», «Del infierno al cielo», «Gente alegre», «Eran trece», «Mi último amor». 1932: «South of the Rio
Grande», «El caballero de la noche», «El último varón sobre la Tierra». 1933: «La melodía prohibida», «La cruz y la
espada». 1934: «Dos más uno, dos», «Nada más que una mujer». 1935: «Tango Bar», «El octavo mandamiento».
1936: «El deber», «La Millona», «Hogueras en la noche», «Nuevos ideales». 1941: «Noche
inolvidable», «¡Pobre
hija mía!». 1952: «Sor Intrépida». 1953: «La guerra de Dios», «Brindis al
cielo», «Vuelo 971". 1954: «Murió hace
quince años». 1955: «El canto del gallo». 1957: «La
cenicienta y Ernesto», «Camarote de lujo». 1958: «La
violetera», «Parque de Madrid», «¿Dónde
vas Alfonso XII?». 1959: «El lazarillo de Tormes». 1960: «El pequeño
coronel», «¡Ahí va otro
recluta!». 1961: «Margarita se llama mi amor». 1962: «Cupido contrabandista», «Alegre
juventud», «La reina del Chantecler».
Director* y guionista, nacido en Barcelona el 15 de noviembre de 1901. Trabaja para la Gaumont en París entre
1922 y 1928. Desde los comienzos del cine sonoro español hasta que sale exiliado hacia América en 1936, ocupa el
cargo de director de producción en Barcelona Films, figurando también como ayudante del realizador José María
Castellví en «Mercedes» (1933). Dedicado a
escribir y dirigir películas, va dejando a su paso por Venezuela,
Hollywood y Cuba un camino
sembrado de títulos. A partir de 1941 se establece en México, donde desarrolla una
intensa
actividad como autor de argumentos, guionista y director, alternando las comedias de Cantinflas
con
melodramas sentimentales, films de terror, ciencia-ficción y cualquier otro tipo de géneros.
Fallece en México el 18
de octubre de 1976.
FILMS: 1937: «Gentuza» (+g). 1938: «Castillos en el aire» (+g+lc). 1939: «Mi tía de América»
(+g), «Estampas
habaneras», «La última melodía» (+g), «Cancionero cubano». 1941: «Ni sangre,
ni arena» (a), «El gendarme
desconocido» (a). 1942: «Mi viuda alegre» (g), «Los tres
mosqueteros» (g). 1943: «El circo» (a), «El jorobado»
(+g), «Romeo y Julieta» (g), «El rebelde»
(+g). 1944: «Gran Hotel» (a), «La hija del regimiento» (+g), «Marina».
1945: «Soltera y con
gemelos» (+a+g), «Un día con el diablo» (a), «Escuadrón 201" (+a+g), «Las casadas engañan
de 4 a 6" (g). 1946: «El último amor de Goya» (+g), «Voces de primavera», «Soy un prófugo»
(g), «El moderno
Barba Azul» (+g). 1947: «¡A volar joven!» (g), «Yo dormí con un fantasma»
(+a+g), «El nieto del Zorro» (+a+g).
1948: «El precio de la gloria» (+g), «El supersabio» (g),
«La venus de fuego» (+a+g), «Cita con la muerte» (+a+g),
«El mago» (g), «Pobres pero
sinvergüenzas» (g). 1949: «Nosotros los rateros» (+g), «Puerta... joven» (a+g), «El
amor no es
mal negocio» (+g). 1950: «La vida en broma» (+g), «Una mujer sin destino» (+g), «El siete
machos»
(g+dial.), «Susana» (dial.). 1951: «Mi marido» (+g), «El bombero atómico» (a+g),
«Amor perdido», «Los pobres
van al cielo» (+g), «Una mujer sin amor» (g), «Los huéspedes de
la marquesa» (+a+g), «Mi adorado salvaje»
(+a+g), «Si yo fuera diputado» (g). 1952: «El
cardenal» (g), «El ruiseñor del barrio» (+a+g), «El cuarto cerrado»
(g), «El señor fotógrafo» (g).
1953: «Cuatro horas antes de morir» (g), «La ladrona» (a+g). 1954: «Caballero a la
medida»
(a+g), «La duda» (g), «Al son del charlestón» (+a+g), «Estoy tan... enamorada» (+a+g). 1955:
«¡Abajo el
telón!» (a+g), «La barranca de la muerte», «El rayo justiciero», «El Gavilán
Vengador», «El hombre que quiso ser
pobre» (+a+g), «La sierra del terror» (+g), «La huella del
chacal» (+g), «La pantera negra» (+g), «Bailando cha-
cha-chá». 1956: «Cuatro contra el imperio»
(+a+g), «Aquí están los Aguilares» (+a+g), «El bolero de Raquel» (g),
«El fin de un imperio»
(+a+g), «La guarida del Buitre» (+g). 1957: «La justicia del Gavilán Vengador» (+g), «Los
muertos no hablan» (+g), «La mafia del crimen» (a), «Tres desgraciados con suerte» (+a+g),
«¡Ay, Calypso, no te
rajes!» (+a+g), «Los mujeriegos» (+a+g), «Se los chupó la bruja», «Fiesta
en el corazón» (+a+g), «Muertos de
miedo». 1958: «Tan bueno el giro como el colorado» (+g),
«Yo... el aventurero» (+a+g), «Melodías inolvidables»
(+a+g), «Sube y baja» (a+g), «800 leguas
por el Amazonas» (g), «La reina del cielo», «Dos hijos desobedientes»
(+a+g). 1959: «Dos
maridos baratos» (+a+g), «Las tres coquetonas» (+a+g), «La Sombra en defensa de la
juventud»
(+g), «Los laureles» (+a+g), «Ladrón que roba a ladrón». 1960: «La comezón del amor» (+a+g),
«Limosneros con garrote» (+g), «Un par a todo dar» (+g), «Pegando con tubo» (+g), «Pobre del
pobre» (+a+g),
«¡Qué padre tan padre!» (+a+g), «El analfabeto» (g). 1961: «Pa' qué me sirve
la vida» (+a+g), «¡Qué perra vida!
(+a+g), «Los invisibles», «Cascabelito» (+g). 1962:
«Barridos y regados» (+g), «El Lobo Blanco», «El extra» (g),
«El monstruo de los volcanes», «El
terrible gigante de las nieves», «Aquí está tu enamorado», «El amor llegó a
Jalisco» (+a+g).
1963: «La garra del Leopardo» (+g), «Nos dicen las intocables», «Entrega inmediata» (a+g),
«Agarrando parejo» (+a+g), «La banda del Fantasma Negro», «El rostro de la muerte». 1964:
«Me llaman el
Cantaclaro» (+a+g), «Un padre a toda máquina» (+a+g), «Nos lleva la tristeza»
(+a+g), «Los dos apóstoles»
(+a+g), «Gallo corriente, gallo valiente», «La maldición del oro»
(+g), «El asalto» (+g), «El Rápido» (+a+g), «La
frontera sin ley» (+a+g). 1965: «Yo, el
gobernador» (a), «Cuando el diablo sopla» (+a+g), «Gatillo Veloz», «Los
malditos». 1966: «La
mano de Dios» (+g), «Los años verdes» (+a+g), «Mil máscaras». 1967: «La ley del Gavilán»
(+g), «Cuatro hombres marcados» (+g), «Ambición sangrienta» (+g). 1968: «Pacto diabólico»,
«La señora muerte»,
«Los asesinos». 1969: «Minifaldas con espuelas» (+a+g), «Un Quijote sin
Mancha» (a). 1970: «El asesino
enmascarado» (g). 1971: «El profe» (g).
Actriz y bailarina andaluza. Aunque su actividad artística principal tiene lugar en los escenarios,
ofreciendo
espectáculos de baile andaluz a lo largo del continente americano, cuando visita
California y acude a los estudios de
cine, encuentra fácilmente trabajo en películas de diverso
género y en papeles de cierto relieve.
FILMS: 1932: «El caballero de la noche», «El último varón sobre la Tierra». 1933: «Dos noches».
1934:
«Granaderos del amor», «La buenaventura». 1938: «Di que me quieres».
Actor y cantante, nacido en Valencia el 29 de marzo de 1875. Descendiente de una aristocrática familia, pierde a sus
padres a la edad de cuatro años y crece bajo la custodia de unos tutores. Estudia el Bachillerato en Barcelona y
abandona la Facultad de Derecho para dedicarse a cantar ópera, haciendo su debut en el Liceo con «Los Hugonotes»
en abril de 1895. Dotado de una
potente voz de registro bajo, actúa junto a las principales figuras del momento y
adquiere
renombre universal interpretando a Coline en «La Bohème», en el Teatro Real de Madrid, Opera
de Lisboa,
Scala de Milán... y en el Metropolitan de Nueva York, que reclama su presencia desde
1913, temporada tras
temporada. Se retira de la escena al morir Enrico Caruso, con quien
guardaba estrecha amistad, y viaja a Hollywood
invitado por Gloria Swanson, después de haber
trabajado con ella en Nueva York en el rodaje de «The Love of
Sunya», comenzando una
próspera carrera en el cine mudo que continúa con la llegada del sonoro, tanto en películas
de
habla inglesa como en versiones españolas, hasta que la ceguera que padece le aparta
definitivamente de la
profesión. Interviene en los primeros films de Deanna Durbin como
instructor vocal. Regresa a España en 1951 y
fallece en Barcelona el 22 de enero de 1953.
FILMS: 1917: «La sombra». 1927: «The Love of Sunya». 1928: «Bringing Up Father», «Glorious
Betsy», «The Red
Dance», «The Cardboard Lover», «My Man». 1929: «Behind Closed Doors»,
«The Diplomats», «Careers»,
«General Crack». 1930: «Song o' My Heart», «Mamba», «The Man
from Blankley's», «El cuerpo del delito»,
«Caprichos de Hollywood», «La fuerza del querer»
(+ve), «El hombre malo», «Cascarrabias», «En nombre de la
amistad», «La voluntad del muerto».
1931: «El príncipe gondolero», «Mamá», «Mi último amor». 1932: «Man
About Town», «El
caballero de la noche». 1933: «No dejes la puerta abierta» (suprimido en el montaje final), «La
ciudad de cartón». 1934: «Granaderos del amor», «One Night of Love», «Un capitán de cosacos»,
«We're Rich
Again», «Dos más uno, dos», «Tres amores». 1935: «Goin' to Town», «Angelina
o el honor de un brigadier»,
«Public Opinion», «Rendezvous». 1938: «Castillos en el aire».
Actriz, nacida en Barcelona un 17 de agosto. A la edad de seis años, emigra con su familia a la
Argentina y recibe
esmerada educación, al término de la cual entra en la compañía de operetas
de Manuel Casas, debutando como actriz
cómica en el Teatro Martín de Buenos Aires con «El
abanderado Pich». Recorre las repúblicas sudamericanas
representando un repertorio que incluye
obras como «La casta Susana», «Eva» o «El conde de Luxemburgo», y
contrae matrimonio en
Caracas con el actor Antonio Palacios. Después de tomar parte en una película cubana de
propaganda maternal, regresa a España, donde trabaja como artista lírica con las compañías de
Eulogio Velasco,
Amadeo Vives, Matías Pena y Ramón Peña, y también en cine con Manuel
Noriega. Al final de la época muda visita
Venezuela, y viaja a Francia en 1930 para intervenir
en las versiones en castellano producidas por la Paramount en
los estudios de Joinville.
Seleccionada por John Stone, parte hacia Hollywood en 1931 y firma un contrato con Fox
por
seis meses, a partir del 7 de marzo, pero es cancelado el 25 de julio, tras haber interpretado
personajes
secundarios en cuatro films. Reanuda su carrera cinematográfica en Madrid con
«Rumbo al Cairo», asumiendo
papeles de mayor importancia en tres de las producciones
realizadas en Barcelona durante la Guerra Civil por el
Sindicato Unico de Espectáculos Públicos.
Madre de la actriz Alicia Palacios.
FILMS: 1923: «Los guapos». 1925: «José». 1929: «Forasteros en Caracas». 1930: «¡Salga de la
cocina!». 1931:
«Cuerpo y alma», «Esclavas de la moda», «¿Conoces a tu mujer?», «Mamá».
1935: «Rumbo al Cairo». 1937:
«Aurora de esperanza», «Liberación». 1938: «¡No quiero... no
quiero!».
Actor español. Procedente de la compañía María Guerrero, trabaja regularmente durante un año,
a partir de
mediados de 1930, interpretando papeles secundarios en películas producidas en
versión española por varios
estudios de Hollywood. Su nombre figura posteriormente en el
reparto de un film dirigido por el actor Antonio
Moreno en México.
FILMS: 1930: «Entre platos y notas», «Wu Li Chang», «Los que danzan», «El presidio», «Oriente
y Occidente»,
«Sevilla de mis amores». 1931: «Drácula», «Cheri-Bibi», «El proceso de Mary
Dugan», «El comediante». 1932:
«Aguilas frente al sol».
Actriz, natural de Málaga. Afincada en California desde 1931, alcanza cierta popularidad al
formar parte del elenco
femenino habitual en los musicales hispanos de Tito Guízar filmados en
Hollywood. Reaparece cinco años después
en algunas producciones mexicanas.
FILMS: 1938: «El trovador de la radio». 1939: «Papá soltero», «El otro soy yo», «Cuando canta
la ley», «El milagro
de la Calle Mayor», «La Inmaculada». 1944: «El rosario», «México de mis
recuerdos».
Actor, nacido en Quintanar de la Orden (Toledo) el 3 de septiembre de 1880. Siendo niño, pierde a sus padres y
marcha a Madrid para vivir con un tío suyo. A la edad de ocho años comienza a actuar en el Teatro La Cadena con la
compañía infantil de Juan Bosch, con quienes recorre España y embarca hacia el continente americano para no
regresar jamás. Procedente de Buenos Aires, llega a Cuba en plena guerra y le obligan a combatir contra el ejército
de los Estados Unidos en defensa de la soberanía española en la isla. Contrae matrimonio en Guayaquil (Ecuador)
con la actriz Matilde Liñán y se establece en México en 1909, donde representa con regularidad su variado
repertorio de zarzuelas, operetas, pasacalles, revistas, dramas y comedias. Huyendo de la revolución, en 1919 se
traslada a Nogales (Arizona), en compañía de veinte actores y siete músicos, pasando después a California. Junto
con Ernesto González Jiménez y Arturo Pallais Jr., forma una empresa que se hace cargo del Teatro México de Los
Angeles (fundado en 1886) y, desde el 15 de septiembre de 1927 hasta su cierre definitivo, el 6 de abril de 1936,
presenta una programación de cine y variedades destinada al público hispano de la ciudad. Asociado con Mateo
Cicero y Ernesto González Jiménez, organiza Producciones Ci-Ti-Go, que produce en Hollywood el film «La jaula
de los leones». A partir de 1929 aparece
en numerosas películas, principalmente en papeles cómicos, mientras
continúa desarrollando su
actividad teatral. Fallece en Los Angeles (California) el 17 de octubre de 1963.
FILMS: 1917: «El amor que triunfa». 1930: «Charros, gauchos y manolas», «Un fotógrafo
distraído», «Sólo un
sueño», «The Texan», «La jaula de los leones» (+a+sup.), «¡De frente,
marchen!», «El presidio». 1931: «Su última
noche», «En cada puerto un amor», «El proceso de
Mary Dugan». 1932: «El caballero de la noche», «El último
varón sobre la Tierra». 1933:
«Primavera en otoño», «El rey de los gitanos», «Dos noches», «Una viuda romántica»,
«La
melodía prohibida», «No dejes la puerta abierta», «Yo, tú y ella». 1934: «Granaderos del amor»,
«Señora casada
necesita marido». 1935: «Angelina o el honor de un brigadier», «Te quiero con
locura», «Piernas de seda», «La
última cita», «Alas sobre el Chaco», «De la sartén al fuego».
1936: «A Message to Garcia», «El capitán Tormenta»,
«El carnaval del diablo». 1937: «Tengo
fe en ti» (terminada en 1940), «La vida bohemia». 1938: «Verbena trágica»,
«Mis dos amores».
1939: «El milagro de la Calle Mayor».
Guionista y actor, natural de Valencia. Estudia para farmacéutico, pero se traslada a Francia y actúa de 'extra' en
películas del estudio Pathé-Natan. Trabaja para la Paramount como segundo ayudante de dirección de Adelqui
Millar en varias versiones españolas producidas en Joinville a lo largo de 1930. Después de ascender en Londres a
primer ayudante y director de diálogos del film «Entre noche y día», regresa a Joinville contratado para desempeñar
dichos cargos. Viaja a
Hollywood en 1932 con el objeto de aprender técnicas de interpretación, participa en algún
rodaje
como actor secundario y envía reportajes a la revista «Films Selectos». Su espíritu aventurero le
lleva después
a Japón, China y Filipinas, donde se ve precisado a aceptar la dirección de una
película típicamente tagala sin
conocer el ambiente ni el idioma, tras la cual realiza para la misma
compañía otra con asunto de aviación. Ya en
España, desde 1935 dirige doblajes en los estudios
Chamartín, escribe guiones y propone un método práctico en el
libro «Cómo se escribe un guión
cinematográfico», publicado en 1943 con prólogo de Florián Rey. En 1949 obtiene
una plaza de
traductor e intérprete en las dependencias de la F.A.O. (Food and Agriculture Organization) en
Roma, y
a partir de 1958 se ocupa de gestionar misiones oficiales norteamericanas a través de la
embajada de los Estados
Unidos en Madrid.
FILMS: 1929: «El héroe de Cascorro» (i). 1931: «Entre noche y día» (dd+i), «El hombre que
asesinó» (dd). 1933:
«Dos noches» (i), «Mga Ulila» (d). 1943: «¡Campeones!» (g). 1944: «Lola
Montes» (g).
Actor y cantante español. Siendo estudiante de Medicina en Madrid, abandona la carrera para
dedicarse a cantar,
aunque más tarde, presionado por su padre, estudia abogacía en la Universidad
de Oviedo. Debuta como tenor en
1928 en el Teatro Real de Madrid. Viaja a los Estados Unidos
y se introduce en el mundo del cine en 1933, al prestar
su voz para la narración del film
documental «India Speaks», en su versión destinada a los mercados de habla
hispana. Después
de trabajar en Nueva York en los dos últimos films de Carlos Gardel, se traslada a Hollywood,
donde interviene como actor secundario en varios rodajes y adapta al castellano las primeras
producciones de
George Hirliman que se filman simultáneamente en español.
FILMS: 1935: «El día que me quieras», «Tango Bar», «No matarás», «El crimen de media
noche», «De la sartén al
fuego» (+ve). 1936: «El capitán Tormenta» (+ve), «A Message to
Garcia». 1937: «Love Under Fire», «Tengo fe en
ti» (terminada en 1940). 1938: «Law of the
Texan». 1939: «Code of the Secret Service», «Perdón, madre», «El otro
soy yo», «Cuando canta
la ley», «El milagro de la Calle Mayor». 1941: «Doomed Caravan», «Six Lessons from
Madame
La Zonga».
Actriz, nacida en Barcelona. Hija del actor Claudio Tubau. Apenas terminados sus estudios en
un colegio de la
Ciudad Condal, debuta en la compañía de su padre con «El genio alegre», la
famosa comedia de los hermanos
Alvarez Quintero. A partir de entonces se dedica plenamente
al teatro, obteniendo continuos triunfos por los
escenarios de España y América Latina con la
obra de Nicodemi, «Retazo». Estrena «La chica del gato» en México,
así como «La prisionera»
en La Habana, y de su larga lista de éxitos destacan «La muchacha que ríe» y «El mal que
nos
hacen». En octubre de 1930 firma contrato con la MGM para protagonizar, entre otras, la versión
española de
«El proceso de Mary Dugan», pero el rodaje de la misma se retrasa unos meses y
queda desplazada en el reparto a
un papel de categoría inferior, ante lo cual se despide de
Hollywood y abandona el cine.
Escritor, guionista, dialoguista y director, nacido en Fuenterrabía (Gipuzkoa) el 22 de septiembre de 1900. A finales
de los años veinte escribe obras de teatro («De la noche a la mañana», «La casa de naipes») en colaboración con José
López Rubio, con quien viaja a Hollywood en agosto de 1930 contratado por la MGM para traducir al castellano los
diálogos de las películas que han de ser filmadas en versión española, pero su forma de ser no concuerda con el
modo de vida americano y regresa a España seis meses después. Interesado por todo experimento relativo a la
difusión de la cultura popular, funda «La Barraca» con Federico García Lorca, y se incorpora a la empresa
Filmófono en apoyo al proyecto de producciones baratas diseñado por Ricardo Urgoiti y Luis Buñuel, interviniendo
en los cuatro títulos realizados. Parte hacia el exilio en 1939, adopta la nacionalidad mexicana y se establece
definitivamente en dicho país como guionista y director de cine. Fallece en México el 30 de diciembre de 1955.
FILMS: 1931: «Su última noche» (ve), «La mujer X» (ve), «El proceso de Mary Dugan» (ve).
1935: «Don Quintín,
el amargao», «La hija de Juan Simón» (dd). 1936: «¿Quién me quiere a
mí?», «¡Centinela, alerta!» (dd). 1940: «El
secreto de la monja» (dial.), «El insurgente» (g). 1941:
«Amor chinaco» (g), «La casa del rencor» (a+g). 1942: «Las
cinco noches de Adán» (a+g), «Yo
bailé con don Porfirio» (g). 1943: «Resurrección» (g), «Internado para señoritas»
(dial.), «El
globo de Cantolla» (dial.). 1944: «Así son ellas» (a+dial.), «Imprudencia» (g), «La monja
alférez» (g),
«Bésame mucho» (d+g). 1945: «Por culpa de una mujer» (d). 1946: «El pasajero diez
mil» (g). 1948: «Calabacitas
tiernas» (a+g). 1950: «Yo quiero ser tonta» (d+g). 1951: «Doña
Clarines» (d+g), «El puerto de los siete vicios»
(d+g). 1952: «Cautiva del pasado» (d+g). 1955:
«El sultán descalzo» (a+g), «Ensayo de un crimen» (g).
Actor, natural de Córdoba. Después de una breve gira por México y Cuba, llega a California a
la edad de veinte
años, cuando los productores de cine comienzan a afincarse en el área de
Hollywood, y entra en el estudio Fox como
asesor de ambientación y reparto en películas de tema
hispano, trabajando también en ocasiones como ayudante de
dirección, actor y doblador.
FILMS: 1915: «Carmen». 1927: «Loves of Carmen». 1930: «La fuerza del querer», «Del mismo
barro», «Cuando el
amor ríe». 1931: «Soñadores de la gloria».
Actor y cantante, nacido en Valencia el 27 de febrero de 1874. Tan sólo con nueve años de edad,
entra a formar
parte del grupo «El Laurel» y debuta en escena con la obra «La escaleta del
dimoni». Recorre España y Sudamérica
componiendo diversos personajes de zarzuelas clásicas,
y adquiere gran prestigio en el Teatro Real de Madrid,
donde permanece hasta su clausura durante
varias temporadas, recibiendo el título de profesor honorario del
Conservatorio de Música.
Afincado en Nueva York, ejerce como corresponsal oficial del diario madrileño «El
Heraldo» y
abre una academia de canto. Al comienzo del cine hablado se traslada a Los Angeles con la
intención de
abrir allí otra academia similar, pero lo llaman de los estudios de Hollywood para
completar los repartos de las
producciones dialogadas en castellano y actúa regularmente en ellas
hasta 1935; también interviene en films de habla
inglesa.
FILMS: 1930: «El presidio». 1931: «La llama sagrada», «La dama atrevida», «La mujer X», «El
impostor», «El
comediante», «Eran trece». 1932: «Hombres en mi vida», «El último varón sobre
la Tierra». 1933: «El rey de los
gitanos», «Una viuda romántica», «La melodía prohibida». 1934:
«La buenaventura», «El cantante de Nápoles», «A
Wicked Woman». 1935: «Julieta compra un
hijo», «Angelina o el honor de un brigadier», «Piernas de seda», «Rosa
de Francia». 1937: «When
You're in Love». 1939: «Papá soltero», «The Girl from Mexico». 1943: «For Whom the
Bell
Tolls». 1944: «Noche decisiva».
Actor*, guionista y director, nacido en Tarragona el 6 de febrero de 1879. Estudia el Bachillerato en Murcia, de
donde eran naturales sus padres, y comienza en Madrid la carrera de Derecho, pero pronto la abandona para
dedicarse al teatro. Al volver de un viaje por Filipinas forma compañía propia, que se disuelve poco después por
problemas financieros; ingresa en la de Miguel Muñoz, recorre México y Cuba con la de Balaguer, pasa a la de
Rosario Pino, y se consagra definitivamente en el Teatro de la Princesa de Madrid junto a María Guerrero y
Fernando Díaz de Mendoza, con obras como «La noche del sábado», «El misterio del cuarto amarillo» o «La
malquerida». De nuevo con compañía propia, se especializa en tipos de composición con
complicadas
caracterizaciones, desde «Cascarrabias» a «Wu Li Chang», algunas de las cuales
tiene oportunidad de llevar a la
pantalla durante su permanencia en Hollywood, aunque con
resultados más bien discretos. A partir de 1931 alterna
el teatro con el cine, ocasionalmente como
director, tanto en producciones españolas, como mexicanas o argentinas.
Casado desde 1905 con
la actriz norteamericana Josie Valentine. Fallece en Barcelona atropellado por un automóvil
el
7 de diciembre de 1954, antes de haberse concluido «Los diez mandamientos», retitulada «Marta»
para su estreno.
FILMS: 1909: «Aventuras de Pepín». 1917: «El golfo». 1930: «Galas de la Paramount»,
«Cascarrabias», «Wu Li
Chang». 1931: «Su última noche», «Cheri-Bibi», «El comediante»
(+g+d). 1933: «La noche del pecado». 1935: «El
113" (+g+d). 1938: «Una prueba de cariño» (d).
1941: «Embrujo», «Ultimo refugio». 1942: «En el viejo Buenos
Aires», «Su primer baile»,
«Ceniza al viento». 1943: «Juvenilia», «Los ojos más lindos del mundo», «El sillón y la
gran
duquesa». 1944: «Siete mujeres», «Centauros del pasado». 1945: «La dama duende», «Villa Rica
del Espíritu
Santo», «La casa está vacía». 1947: «La cumparsita», «El que recibe las bofetadas»,
«La sin ventura», «Matrimonio
sintético». 1948: «Que Dios me perdone», «María la O», «La
vorágine», «Lola Casanova». 1949: «El embajador».
1951: «Alba de América». 1952: «Bajo el
cielo de España». 1954: «Sucedió en mi aldea». 1955: «Marta».
Actor, nacido en Córdoba el 7 de julio de 1892. Hijo de un general del ejército español que cambia continuamente de
lugar de residencia. Realiza sus primeros estudios en San Sebastián y termina la carrera de Derecho en la
Universidad de Valladolid; abre un bufete, pero pronto abandona la abogacía para dedicarse al teatro, pasando por
modestas compañías de zarzuela y opereta hasta que decide probar fortuna en París, donde canta con éxito en «La
Gaité Lyrique».
Aclamado por la crítica italiana desde su debut en el Teatro Víctor Manuel de Torino, recorre el
país
en los meses anteriores al estallido de la guerra en Europa. Procedente de Génova,
desembarca en los Estados
Unidos el 13 de marzo de 1915 y su perfecto dominio del inglés llama
la atención del actor y empresario Lou
Tellegen, que le propone incorporarse a la compañía
dramática que dirige. Forma parte del grupo fundador del
Teatro Español de Nueva York, en cuya
inauguración representa el drama de Angel Guimerá, «Tierra baja». Llega a
California en 1923
y, tras breves apariciones en el cine mudo, junto a Rodolfo Valentino o Pauline Frederick, el 19
de julio de 1930 firma con Fox un contrato que se prolonga por un año. Durante las dos décadas
siguientes trabaja
intensamente, tanto en los estudios de Hollywood como en México, y regresa
a España en 1949 para concluir poco
después su eficiente trayectoria cinematográfica.
Ocasionalmente figura acreditado bajo el nombre de Carlos o
Charles Villar.
FILMS: 1930: «El cuerpo del delito», «Estrellados», «El precio de un beso», «Amor audaz», «El hombre malo»,
«Del mismo barro», «El valiente», «El último de los Vargas», «Cuando el amor ríe». 1931: «Drácula», «La gran
jornada», «El Código Penal», «Del infierno al cielo», «El impostor», «Svengali», «Cuerpo y alma», «Hay que casar
al príncipe», «Goldie», «El pasado acusa». 1932: «Hombres en mi vida». 1933: «The California Trail», «Dos
noches», «No dejes la puerta abierta», «La ciudad de cartón». 1934: «Granaderos del amor», «Dos más uno, dos»,
«Tres
amores», «Bordertown», «Señora casada necesita marido», «An Old Spanish Onion», «¡Asegure
a su mujer!».
1935: «Goin' to Town», «El diablo del mar», «Te quiero con locura», «El misterio
del rostro pálido». 1936: «¡Ora
Ponciano!», «Irma, la mala», «El superloco». 1937:
«Nostradamus», «Ave sin rumbo», «Tengo fe en ti» (terminada
en 1940), «La vida bohemia».
1938: «Rose of the Rio Grande», «Tropic Holiday», «Verbena trágica», «Mis dos
amores»,
«Starlight Over Texas», «California Frontier», «Paris Honeymoon», «Frontiers of '49", «El
trovador de la
radio». 1939: «Papá soltero», «Los hijos mandan», «El otro soy yo», «El milagro
de la Calle Mayor», «La
Inmaculada», «Tropic Fury». 1940: «Meet the Wildcat». 1941: «Hold
Back the Dawn». 1942: «Espionaje en el
golfo». 1943: «Canto a las Américas», «¡Qué hombre
tan simpático!», «El padre Morelos», «El hombre de la
máscara de hierro». 1944: «Hotel de
verano», «Tribunal de justicia», «Gran Hotel», «Cuando escuches este vals»,
«La hija del
regimiento», «Asesinato en los estudios», «El museo del crimen», «El rey se divierte», «Rancho
de mis
recuerdos». 1945: «La barraca», «La mujer legítima», «La casa de la zorra», «Rayando el
sol». 1946: «La pecadora
de Magdala», «Los siete niños de Ecija», «La otra», «Vida íntima de
Marco Antonio y Cleopatra». 1947: «La diosa
arrodillada», «Una aventura en la noche». 1948:
«Zorina», «Lola Casanova», «Comisario en turno». 1950: «Jack, el
Negro». 1951: «La ciudad de
fuego». 1952: «Decameron Nights».
Actor, nacido en Madrid en 1885. Tras completar su período de formación en colegios españoles
y norteamericanos,
entra en la compañía de Emilio Thuillier y debuta como actor en 1904, en el
Teatro de la Princesa de Madrid.
Recorre varias veces España y los países de América Latina,
interpretando un variado repertorio de personajes con
las compañías de María Guerrero y
Fernando Díaz de Mendoza, Carmen Cobeña, Ernesto Vilches, Francisco
Morano y Virginia
Fábregas, entre otras muchas, y asumiendo en ocasiones la dirección escénica. Llega a
Hollywood
cuando todos los estudios preparan producciones dialogadas en castellano, interviene en algunas
películas y da comienzo a una carrera cinematográfica que continúa en México a partir de 1932.
Fallece en México
el 4 de agosto de 1958.
FILMS: 1930: «Del mismo barro», «El valiente», «El dios del mar». 1931: «La gran jornada»,
«Don Juan
diplomático», «El Código Penal» (+dd), «El impostor», «El proceso de Mary Dugan»,
«El pasado acusa» (+dd),
«La ley del harem», «Eran trece». 1932: «Aguilas frente al sol», «Una
vida por otra». 1933: «El anónimo», «El rey
de los gitanos», «Juarez y Maximiliano», «La noche
del pecado», «La calandria», «Sagrario», «Profanación»,
«Tiburón». 1934: «El vuelo de la
muerte», «La sangre manda», «Chucho, el roto», «Oro y plata», «¿Quién mató a
Eva?», «Corazón
bandolero», «Tu hijo». 1935: «Tribu», «Monja, casada, virgen y mártir», «El misterio del rostro
pálido». 1939: «Corazón de niño», «Café Concordia», «Borrasca humana», «Odio». 1940: «El
secreto de la monja»,
«Carne de cabaret», «Hombre o demonio», «Mi madrecita». 1941: «Simón
Bolivar», «El gendarme desconocido»,
«El conde de Montecristo». 1942: «La isla de la pasión»,
«Alejandra», «Mi Lupe y mi caballo», «Historia de un gran
amor», «Los tres mosqueteros», «Yo
bailé con don Porfirio», «El verdugo de Sevilla», «La virgen que forjó una
patria». 1943: «Cinco
fueron escogidos», «Cristóbal Colón», «La hija del cielo», «Miguel Strogoff», «El rebelde».
1944:
«Tribunal de justicia», «Adulterio», «El rosario», «Rosa de las nieves», «El niño de las monjas»
(d), «Más allá
del amor». 1945: «Crepúsculo», «Bugambilia», «El monje blanco», «La casa de la zorra», «Pepita Jiménez», «Una
virgen moderna», «El desquite», «Vértigo», «Camino de Sacramento». 1946: «El puente del castigo», «La
devoradora», «Todo un caballero». 1947: «El canto de la sirena», «Gran casino», «¡A volar joven!», «El casado casa
quiere», «Honeymoon». 1949: «Cuando los padres se quedan solos», «Hay lugar para dos», «Yo soy charro de
levita», «San Felipe de Jesús», «La malquerida», «Confidencias de un ruletero», «Lluvia roja», «La casa
chica», «La
posesión». 1950: «The Torch», «Un día de vida», «Capitán de rurales», «Tierra baja»,
«La loca de la casa», «Si
usted no puede... yo, sí», «La hija de la otra», «Islas Marías». 1951:
«Doña Perfecta», «Sangre en el barrio», «Un
gallo en corral ajeno», «La bien amada», «Una mujer
sin amor», «La miel se fue de la luna», «La alegre casada»,
«¡Quiero vivir!». 1952: «El cardenal»,
«El derecho de nacer», «La mujer que tú quieres», «El jugador», «Traigo mi
45", «Cuando levanta
la niebla», «Un divorcio», «Yo soy gallo dondequiera». 1953: «Eugenia Grandet», «Cuatro
horas
antes de morir», «Reportaje», «Los que no deben nacer», «Llévame en tus brazos», «La ladrona»,
«El valor de
vivir», «Angeles de la calle», «Plunder of the Sun», «Miradas que matan», «Reto a
la vida». 1954: «La rosa blanca»,
«Cuando me vaya», «Píntame angelitos blancos», «La mujer que
se vendió», «La bruja», «Padre contra hijo»,
«Morir para vivir». 1955: «Yo no creo en los
hombres», «Casa de perdición», «La culpa de los hombres», «La bestia
de la montaña», «Seven
Cities of Gold», «Historia de un amor», «Corazón salvaje», «Morir de pie», «La faraona».
1956:
«Cuatro contra el imperio», «Aquí están los Aguilares», «Horas de agonía», «El fin de un
imperio». 1957:
«Préstame tu cuerpo», «Los salvajes», «Locos peligrosos», «El gran premio».
FILMS: 1930: «Olimpia» (ve). 1931: «El alegre caballero» (ve), «Cheri-Bibi» (ve), «Hollywood,
ciudad de
ensueño» (g). 1933: «Dos noches» (ve), «No dejes la puerta abierta» (dd), «La noche
del pecado» (dial.), «La cruz y
la espada» (a+dd). 1934: «Granaderos del amor» (dd), «La
buenaventura» (dial.), «Las fronteras del amor»
(dial.+dd), «Nada más que una mujer» (ve).
1935: «Public Opinion» (g), «Under the Pampas Moon» (lc), «No
matarás» (g+i). 1936: «A
Message to Garcia» (i), «No te engañes corazón» (g). 1938: «Verbena trágica» (dial.),
«Mis dos
amores» (dial.). 1939: «El milagro de la Calle Mayor» (sup.).
Above the Clouds (Sobre las nubes) US-1933: Roy William Neill.
Across the Wide Missouri (Más allá de Missouri) US-1951: William A. Wellman.
Action of the Tiger (La frontera del terror) GB/(E)-1957: Terence Young.
¡Ahí está el detalle! (¡Ahí está el detalle!) MX-1940: Juan Bustillo Oro.
The Air Legion (La legión del aire) US-1929: Bert Glennon.
Ali Baba and the Forty Thives (Ali Baba y los cuarenta ladrones) US-1943: Arthur Lubin.
Los amantes del diablo / I diabolici convegni E/I-1971: Joe Lacy (José María Elorrieta).
Amapola del camino (Amapola del camino) MX-1937: Juan Bustillo Oro.
The Amazing Mr. Williams (Un hombre inverosímil) US-1939: Alexander Hall.
El amor que triunfa / El amor que huye MX-1917: Manuel Cicerol Sansores.
Un ángel pasó por Brooklyn / Un angelo è sceso a Brooklyn E/I-1957: Ladislao Vajda.
Aquellos tiempos del cuplé E-1958: José Luis Merino, Mateo Cano.
Aquí están los Aguilares (Aquí están los Aguilares) MX-1956: Jaime Salvador.
El bandido Malpelo / Il lungo giorno della violenza E/I-1970: Giuseppe Maria Scottese.
Beat the Devil (La burla del diablo) GB-1953: John Huston.
Bienaventurados los que creen (Bienaventurados los que creen) MX-1945: Ramón Pereda.
Les bijoutiers du clair de lune / Gli amanti del chiaro di luna F/I-1957: Roger Vadim.
Black Arrow (La flecha negra) US-1944 (serial, 15 ep.): Lew Landers.
The Black Coin (La moneda rota) US-1936 (serial, 15 ep.): Elmer Clifton.
Blackjack Ketchum, Desperado US-1956: Earl Bellamy.
The Bohemian Girl (Un par de gitanos) US-1936: James W. Horne, Charles Rogers.
Un caballero de frac (Un caballero de frac) F-1931: Roger Capellani, Carlos San Martín.
The Captain Hates the Sea (El capitán odia el mar) US-1934: Lewis Milestone.
Carne de cabaret (Carne de cabaret / El torbellino del jazz) US-1931: Christy Cabanne.
La casa está vacía (La casa está vacía) RC-1945: Carlos Schliepper.
El casco blanco / Casque blanc E/F-1960: Pedro Balañá Bonvehí, Tony Saytor.
El cerco del diablo E-1952: Arturo Ruiz-Castillo, Juan Antonio Nieves Conde, Enrique Gómez,
Edgar Neville,
Antonio del Amo.
Charge of the Light Brigade (La carga de la brigada ligera) US-1936: Michael Curtiz.
Una chica casi formal / Ein fast anständiges Mädchen E/D-1963: Ladislao Vajda.
El ciclón del Caribe (El ciclón del Caribe) MX-1950: Ramón Pereda.
Las cinco noches de Adán (Las cinco noches de Adán) MX-1942: Gilberto Martínez Solares.
The Cohens and Kellys in Hollywood (Forasteros en Hollywood) US-1932 John Francis
Dillon.
Corazones sin rumbo / Herzen ohne Ziel E/D-1928: Benito Perojo, Gustav Ucicky.
The Count of Monte Cristo (El conde de Montecristo) US-1934: Rowland V. Lee.
Creature from the Black Lagoon (La mujer y el monstruo) US-1954: Jack Arnold.
El crimen del expreso (El crimen del expreso) MX-1939: Manuel Noriega.
El crimen de media noche (El crimen de media noche) US-1935: Bernard B. Ray.
Cuando el amor ríe (Ladrón de amor) US-1930: David Howard, William J. Scully.
Cuando los hijos se van (Cuando los hijos se van) MX-1941: Juan Bustillo Oro.
Cuando los padres se quedan solos (Cuando los padres se quedan solos) MX-1949: Juan
Bustillo Oro.
El cuerpo del delito (El cuerpo del delito) US-1930: Cyril Gardner, A. Washington Pezet.
El diablo también llora / Il delitto di Anna Sandoval E/I-1963: José Antonio Nieves Conde.
El día que me quieras (El día que me quieras) US-1935: John Reinhardt.
Diez fusiles esperan / Zoras il ribelle E/I-1959: José Luis Sáenz de Heredia.
El dios del mar (El dios del mar) US-1930: Eduardo Venturini.
Do, re, mi, fa, sol, la, si / La vida privada de un tenor E-1935: Edgar Neville.
Elvis: That's the Way it Is (Elvis: Así es como es) US-1970: Denis Sanders.
En cada puerto un amor (En cada puerto un amor) US-1931: Marcel Silver.
Encrucijada para una monja / Violenza per una monaca E/I-1967: Julio Buchs.
En el viejo Buenos Aires (En el viejo Buenos Aires) AR-1942: Antonio Momplet.
En los altos de Jalisco (En los altos de Jalisco) MX-1948: Chano Urueta.
Esa pareja feliz E-1951: Luis García Berlanga, Juan Antonio Bardem.
La fiesta del diablo (La fiesta del diablo) F-1930: Adelqui Millar.
Flying Down to Rio (Volando hacia Río Janeiro) US-1933: Thornton Freeland.
For Whom the Bell Tolls (¿Por quién doblan las campanas?) US-1943: Sam Wood.
Four Faces West (Cuatro caras del Oeste) US-1948: Alfred E. Green.
Las fronteras del amor (Las fronteras del amor) US-1934: Frank Strayer.
La frontera sin ley (La frontera sin ley) MX-1964: Jaime Salvador.
La fuerza del querer (La fuerza del querer) US-1930: Ralph Ince.
Un gallo en corral ajeno (Un gallo en corral ajeno) MX-1951: Julián Soler.
A Girl in Every Port (Una novia en cada puerto) US-1928: Howard Hawks.
Goliat contra los gigantes / Goliath contro i giganti E/I-1961: Guido Malatesta.
The Great Sioux Uprising (La carga de los indios Sioux) US-1953: Lloyd Bacon.
Hasta que perdió Jalisco (Hasta que perdió Jalisco) MX-1945: Fernando de Fuentes.
Hay que casar al príncipe (Hay que casar al príncipe) US-1931: Lewis Seiler.
Her Blue Black Eyes (Por sus ojos negros) US-1927: Eugene Forde.
Las hijas del Cid / La spada del Cid E/I-1963: Miguel Iglesias.
El hijo del capitán Blood / Il figlio del capitano Blood E/I-1961: Tulio Demicheli.
El hombre que asesinó (El hombre que asesinó) GB-1931: Dimitri Buchowetzki.
El hombre que vino del odio / Quello sporco disertore E/I-1970: León Klimovsky.
Homicidio al límite de la ley / Un omicidio perfetto a termine di legge E/I-1971: Tonino Ricci.
La hostería del caballito blanco (La hostería del caballito blanco) AR-1947: Benito Perojo.
The House of Hate (La casa del odio) US-1918 (serial, 20 ep.): George B. Seitz.
I Love that Man (Amo a este hombre) US-1933: Harry Joe Brown.
In Old Arizona (En la vieja Arizona) US-1929: Raoul Walsh, Irving Cummings.
Internado para señoritas (Internado para señoritas) MX-1943: Gilberto Martínez Solares.
The Invisible Hand (La mano invisible) US-1919 (serial, 15 ep.): William J. Bowman, Antonio
Moreno.
Los invisibles MX-1961: Jaime Salvador.
La ironía del dinero / Bonjour la chance E/F-1955: Edgar Neville, Guy Lefranc.
The Iron Test (La prueba de hierro) US-1918 (serial, 15 ep.): Robert North Bradbury, Paul C.
Hurst.
Island of the Blue Dolphins (La isla de los delfines azules) US-1964: James B. Clark.
La jaula de los leones (La jaula de los leones) US-1930: Fred Balshofer.
Juanito / Unsere Heimat ist die ganze Welt E/D-1960: Fernando Palacios.
Kiss of Araby (Besos de árabe / Caballeros del desierto) US-1933: Phil Rosen.
The Lady Eve (Las tres noches de Eva) US-1941: Preston Sturges.
The Lady Has Plans (Amor sin refugio) US-1941: Sidney Lanfield.
The Lady of the Harem (La dama del harem) US-1926: Raoul Walsh.
The Law and the Lady (La enigmática señora Loverly) US-1951: Edwin H. Knopf.
Letter from an Unknown Woman (Carta de una desconocida) US-1948: Max Ophuls.
La ley del harem (La ley del harem) US-1931: Lewis Seiler.
Lonely Are the Brave (Los valientes andan solos) US-1962: David Miller.
The Lone Ranger Rides Again US-1939 (serial, 15 ep.): William Witney, John English.
Lo que va de ayer a hoy (Lo que va de ayer a hoy) MX-1945: Juan Bustillo Oro.
Lost and Found on a South Sea Island (Perdida y encontrada) US-1923: Raoul Walsh.
Lost Command (Mando perdido) US/(E)-1966: Mark Robson.
La madrina del diablo (La madrina del diablo) MX-1937: Ramón Peón.
La mafia del crimen (La mafia del crimen) MX-1957: Julio Bracho.
I magnifici Brutos del West / Los Brutos en el Oeste I/E/F-1964: Marino Girolami.
Man About Town (La vida es un azar) US-1932: John Francis Dillon.
Man Alive US-1945: Ray Enright.
Man from Frisco (El hombre de San Francisco) US-1944: Robert Florey.
The Man Who Broke the Bank at Monte Carlo (Desbanqué Montecarlo) US-1935: Stephen
Roberts.
Mark of the Renegade (El signo del renegado) US-1951: Hugo Fregonese.
The Mark of Zorro (El signo del Zorro) US-1940: Rouben Mamoulian.
A Medal for Benny (Donde nacen los héroes) US-1945: Irving Pichel.
El médico de las locas (El médico de las locas) MX-1943: Ramón Pereda.
Men Must Fight (Los hombres deben pelear / Madres del mundo) US-1933: Edgar Selwyn.
México de mis recuerdos (México de mis recuerdos) MX-1944: Juan Bustillo Oro.
The Midnight Taxi (Los taxis de media noche) US-1928: John Adolfi.
El moderno Barba Azul (El moderno Barba Azul) MX-1946: Jaime Salvador.
Monja, casada, virgen y mártir (El terror de la Inquisición) MX-1935: Juan Bustillo Oro.
El monstruo de los volcanes (El monstruo de los volcanes) MX-1962: Jaime Salvador.
Una mujer sin amor / Destino de una mujer MX-1951: Luis Buñuel.
Nada más que una mujer (Nada más que una mujer) US-1934: Harry Lachman.
El nieto del Zorro (El nieto del Zorro) MX-1947: Jaime Salvador.
Los nietos de don Venancio (Los nietos de don Venancio) MX-1946: Joaquín Pardavé.
No basta ser charro (No basta ser charro) MX-1945: Juan Bustillo Oro.
La noche del pecado (La noche del pecado) MX-1933: Miguel Contreras Torres.
No dejes la puerta abierta (No dejes la puerta abierta) US-1933: Lewis Seiler.
¡No me mates! / Los misterios del barrio chino E-1935: James Bauer.
No Place for Father US-1913: Lionel Barrymore.
North West Mounted Police (Policía Montada del Canadá) US-1940: Cecil B. DeMille.
800 leguas por el Amazonas (800 leguas por el Amazonas) MX-1958: Emilio Gómez Muriel.
El ojo del huracán / La volpe dalla coda di velluto E/I-1971: José María Forqué.
Los ojos dejan huellas / Uomini senza pace E/I-1952: José Luis Sáenz de Heredia.
On an Island With You (En una isla contigo) US-1948: Richard Thorpe.
Overland With Kit Carson US-1939 (serial, 15 ep.): Norman Deming, Sam Nelson.
Pacto con el diablo / El socio, Mister Davis V-1929: Carl Klein, Fortunio Bonanova.
Pan, amor y... Andalucía / Pane, amore e Andalusia E/I-1958: Javier Setó, Vittorio de Sica.
Pecado de amor / Il mio amore è scritto sul vento E/I-1961: Luis César Amadori.
Perils of Thunder Mountain (El monte del trueno) US-1919 (serial, 15 ep.): Robert North
Bradbury, William J.
Bowman.
Persecución a un espía / Corrida pour un espion / Höllenjagd auf heisse Ware E/F/D-1965:
Maurice Labro.
Los pistoleros de Casa Grande / Gunfighters of Casa Grande E/US-1964: Roy Rowland.
The Pride and the Passion (Orgullo y pasión) US/(E)-1957: Stanley Kramer.
Il prigioniero di Santa Cruz (El prisionero de Santa Cruz) I-1941: Carlo Ludovico Bragaglia.
El proceso de Mary Dugan (El proceso de Mary Dugan) US-1931: Marcel De Sano.
The Purple Mask (La máscara roja) US-1916 (serial, 16 ep.): Francis Ford, Grace Cunard.
¡Qué bella eres Roma! / Quanto sei bella Roma! E/I-1959: Marino Girolami.
Un Quijote sin Mancha (Un Quijote sin Mancha) MX-1969: Miguel M. Delgado.
Rancho de mis recuerdos (El rancho de mis recuerdos) MX-1944: Miguel Contreras Torres.
Rangers of Fortune US-1940: Sam Wood.
La rebelión de los esclavos / La rivolta degli schiavi / Die Sklaven Roms E/I/D-1960: Nunzio
Malasomma.
The Red Dance (La bailarina de la ópera / La danza roja) US-1928: Raoul Walsh.
La reina del cielo (La reina del cielo) MX-1958: Jaime Salvador.
Rey de Africa / Caccia ai violenti / One Step to Hell E/I/US-1967: Sandy Howard.
El rey del jazz (El rey del jazz) US-1930: Kurt Neumann.
El rey de los gitanos (El rey de los gitanos) US-1933: Frank Strayer.
Romance on the High Seas (Romanza en alta mar) US-1948: Michael Curtiz.
Rose of the Rio Grande (El nuevo Zorro) US-1938: William Nigh.
Rose of the South (La rosa del sur) US-1916: Paul Scardon.
El sabor del odio / Una pistola per cento bare E/I-1968: Umberto Lenzi.
La sangre manda (La sangre manda) MX-1934: José Bohr, Raphael J. Sevilla.
The Santa Fe Trail (Camino de Santa Fe) US-1930: Otto Brower, Edwin H. Knopf.
Uno scacco tutto matto / Un atraco de ida y vuelta I/E-1968: Robert Fiz.
Secret Beyond the Door (Secreto tras la puerta) US-1948: Fritz Lang.
El secreto del doctor (El secreto del doctor) F-1930: Adelqui Millar.
Secret of the Incas (El secreto de los incas) US-1954: Jerry Hopper.
La serenata US-1929.
She Knew All the Answers (Una chica que promete) US-1941: Richard Wallace.
Los siete niños de Ecija (Los siete niños de Ecija) MX-1946: Miguel Morayta.
El sillón y la gran duquesa (El sillón y la gran duquesa) AR-1943: Carlos Schliepper.
The Snows of Kilimanjaro (Las nieves del Kilimanjaro) US-1952: Henry King.
La sombra MX-1917.
South of the Rio Grande (El terror de la sierra) US-1932: Lambert Hillyer.
Spanish Affair / Aventura para dos US/E-1957: Donald Siegel, Luis Marquina.
The Story of Three Loves (Tres amores) US-1953: Vincente Minnelli, Gottfried Reinhardt.
Susan Lenox: Her Fall and Rise (Susan Lenox) US-1931: Robert Z. Leonard.
Tailspin Tommy in the Great Air Mystery US-1935 (serial, 12 ep.): Ray Taylor.
Talk About a Lady US-1946: George Sherman.
El tenorio del harem (El tenorio del harem) US-1931: Kurt Neumann.
Te quiero con locura (Te quiero con locura) US-1935: John J. Boland.
Terror en la noche / Der Teppich des Grauens / Terrore di notte E/D/I-1962: Harald Reinl.
There Goes My Heart (Se ha perdido una millonaria) US-1938: Norman Z. McLeod.
There's a Girl in My Heart US-1949: Arthur Dreifuss.
The Tip-Off (Galanteos peligrosos / La novia del gangster) US-1931: Albert S. Rogell.
Tirma / La principessa delle Canarie E/I-1955: Paolo Moffa, Carlos Serrano de Osma.
The Torch / Del odio nació el amor (Una mujer rebelde) US/MX-1950: Emilio Fernández.
The Trail of the Lonesome Pine (Herencia de muerte) US-1923: Charles Maigne.
The Treasure of Sierra Madre (El tesoro de Sierra Madre) US-1948: John Huston.
Tres citas con el destino / Maleficio E/MX/AR-1953: Florián Rey, Fernando de Fuentes, León
Klimovsky.
Tres hombres malos (Tres hombres malos) MX-1948: Fernando Méndez, Raúl de Anda.
Tres hombres van a morir / La patrouille des sables E/F-1954: Feliciano Catalán, René
Chanas.
Le trésor des hommes bleus / El secreto de los hombres azules F/E-1960: Edmund Agabra.
Un trono para Cristy / Ein Thron für Christine E/D-1960: Luis César Amadori.
El último de los Vargas (El último de los Vargas) US-1930: David Howard.
El último varón sobre la Tierra (El último varón sobre la Tierra) US-1932: James Tinling.
Una vida por otra (Una vida por otra) MX-1932: John H. Auer.
L'uomo della valle maledetta / El hombre del valle maldito I/E-1963: Primo Zeglio.
Usted tiene ojos de mujer fatal (Usted tiene ojos de mujer fatal) MX-1946: Ramón Peón.
Valdez, il mezzosangue / Caballos salvajes / Chino I/E/F-1973: John Sturges, Duilio Coletti.
Valley of the Lawless (El valle siniestro) US-1936: Robert North Bradbury.
Valley of the Sun (El valle del sol) US-1942: George Marshall.
The Veiled Mystery (El fantasma implacable) US-1920 (serial, 15 ep.): Antonio Moreno,
Webster Cullison,
William J. Bowman.
El vengador del sur / I vigliacchi non pregano E/I-1967: Marlon Sirko (Mario Siciliano).
Un verano para matar / Meurtres au soleil / Ricatto alla mala E/F/I-1972: Antonio Isasi.
Vida íntima de Marco Antonio y Cleopatra (Marco Antonio y Cleopatra) MX-1946: Roberto
Gavaldón.
Villa Rica del Espíritu Santo (La carabela de la ilusión) AR-1945: Benito Perojo.
¡Viva Jalisco, que es mi tierra! (¡Viva Jalisco, que es mi tierra!) MX-1959: Ramón Pereda.
La voluntad del muerto (La voluntad del muerto) US-1930: George Melford.
W
Wagon Train US-1940: Edward Killy.
Whatever Happened to Aunt Alice? (¿Qué fue de tía Alice?) US-1969: Lee H. Katzin.
When Willie Comes Marching Home (Bill, ¡qué grande eres!) US-1950: John Ford.
White Zombie (Zombie / La legión de los hombres sin alma) US-1932: Victor Halperin.
The Woman in Room 13 (La dama del 13) US-1932: Henry King.
Yo no creo en los hombres (Yo no creo en los hombres) MX-1955: Juan J. Ortega.
You Were Never Lovelier (Bailando nace el amor) US-1942: William A. Seiter.