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TUTANKHAMON Anatomia de Una Momia
TUTANKHAMON Anatomia de Una Momia
RECAPITULACIÓN Y CONCLUSIÓN
EGIPTÓLOGO
EL PRINCIPIO
Tras el descubrimiento del cuerpo, surgió mucho debate respecto a la causa exacta de
la muerte del joven rey, esto dio lugar a numerosos estudios y procedimientos
médicos realizados sobre sus restos hasta los albores de 2010 y, gracias al avance de la
tecnología médica, se pudo averiguar la verdadera edad, genealogía y, quizá, la causa
de la muerte del joven faraón. Surgieron teorías que afirmaban que su muerte se
produjo a causa de una herida en batalla, un accidente de carro, un golpe en la cabeza,
una virosis o por envenenamiento, pero los estudios científicos realizados entre 1990 y
2010 revelaron que el joven monarca padeció de osteonecrosis, enfermedad que se
vio complicada por el padecimiento de malaria, lo que al final, probablemente fue la
causa de su muerte. Días después de abrir la cámara funeraria (cámara D en el plano
de la tumba hecho por Carter), Carter, en compañía de varios ayudantes y del
fotógrafo Harry Burton, comenzó a desmantelar metódicamente la serie de capillas
funerarias hechas de madera chapada en oro que encerraban el sarcófago de cuarcita
de Tutankhamon y este, a su vez, los tres ataúdes antropoides en el último de los
cuales se hallaba la momia del rey.
Este trabajo comenzó la mañana del día 13 de octubre de 1925 y terminó el día 22 del
mismo mes; el día 23 Carter abrió el sarcófago de cuarcita y comenzó a separar los
ataúdes interiores, durante el proceso se hallaron varias capas hechas de una tela
rojiza que envolvía el último ataúd que estaba adornado con un collarete floral cosido
en papiro y ubicado en la zona del pecho.
Howard Carter trabajando con los ataúdes antropomorfos
“No fue hasta que se hicieron estos registros fotográficos, que fui capaz de quitar la
cubierta de lino e inspeccionar por primera vez el ataúd principal. La extracción del
revestimiento fue una operación simple en comparación con los otros que hemos
tenido que encarar, pero lo que me reveló fue un hecho sorprendente al saber que
este ataúd está hecho de oro sólido”.
Carter también escribió que la segunda ofrenda floral sobre el pecho del ataúd se veía
en buenas condiciones pero se desintegró cuando la tocó.
La momia de Tutankhamon cubierta con velo, collares y la máscara funeraria
“La momia del joven rey estaba cuidadosamente envuelta con el oro de la máscara, de
expresión triste pero tranquila, que simbolizaba a Osiris (…) como yace en el ataúd
debe haber sido un joven alto; desde la parte superior de la máscara funeraria hasta
las extremidades inferiores mide 6 pies. En la garganta de la máscara de oro,
bellamente labrada con semblante juvenil, se encuentran tres collares con cuentas de
oro macizo, más abajo sobre las manos cruzadas se encuentra un escarabeo (…). De las
manos hacia abajo, la momia real ha sido cubierta por una libación que ha oscurecido
los vendajes y oculta los detalles de las bandas de oro con incrustaciones que llevan
textos y un filo con hileras de perlas (…) la emanación de humedad ha causado cierto
deterioro”.
La autopsia de 1925
A las 10:35 de la mañana, Derry realizó la primera incisión longitudinal en las capas
externas de vendajes que recubrían la momia con objeto de llegar hasta el cuerpo del
rey. Tanto el cuerpo como los vendajes estaban fuertemente adheridos al ataúd
debido a los ungüentos funerarios ennegrecidos lo que dificultaba en gran manera el
trabajo forense, ante esta situación, Carter y Derry optaron por cortar el cuerpo del rey
en varias partes dejándolo en el ataúd, este proceder causó notables daños en la
integridad de la momia. Durante el examen, Derry notó una fractura en el fémur
izquierdo y en que la rótula izquierda se hallaba suelta, así mismo se evidenciaba, por
las características craneales, que Tutankhamon y el cuerpo encontrado en la tumba KV
55 tenían una estrecha y fuerte relación de parentesco (ambos individuos comparten,
además, el mismo tipo sanguíneo A2).
Momia de Tutankhamon
Se determinó que la estatura de la momia era de 1,63 m., por lo que se estima que el
rey en vida debió tener una altura algo superior al 1,67 m. (un hecho prácticamente
confirmado por un segundo estudio hecho por R.G. Harrison en 1968) lo que equivalía
a la altura de las dos estatuas negras del rey que se hallaban a los lados de la puerta de
acceso a la cámara funeraria en el momento del descubrimiento de su tumba. Sobre la
base de la estructura ósea y, en particular, la falta de fusión de la epífisis (cada uno de
los extremos de un hueso largo, la zona en la que se sitúan las articulaciones) se
estimó que el rey murió a una edad de entre 17 y 19 años (en 1968, sobre la base del
estado de erupción de la muelas del juicio, se confirmó una edad al momento de morir
de 19 años). El examen de Derry pudo aportar elementos valiosos para hacernos una
primera impresión de cómo era el faraón Tutankhamon, su estatura, edad en el
momento de su muerte, características craneales, su apariencia general como un joven
de aspecto sano y delicado, y con una ligera curvatura en su espalda (escoliosis), así
mismo notó algunas fracturas, sobre todo en la pierna izquierda y señaló su evidente
relación con el cuerpo de la KV 55, por otra parte, esta autopsia no pudo determinar la
causa de la muerte del faraón.
Las dos estatuas negras de Tutankhamon puede verse una de las grandes capillas en el
interior de la cámara funeraria
Este análisis, valioso, sin embargo estuvo ensombrecido por el trato dado al cuerpo del
rey, ya que se cortaron las piernas, la cabeza, el tronco y, además, se desmembraron
varias partes del cuerpo, dedos, pene (que originalmente se encontraba vendado en
forma erecta, aspecto este junto al color ennegrecido de la momia, que llevó a Salima
Ikram a interpretarlo como la intención de los embalsamadores de presentar al faraón
como un Osiris resucitado).
La cabeza de la momia de Tutankhamon fue separada
Carter trato de que se realizaran radiografías al cuerpo del rey, pero el radiólogo murió
durante su viaje a Egipto. Una vez terminada la autopsia, el equipo de Carter construyó
una bandeja de madera, la llenó de arena y volvió a recomponer la momia sobre la
cama de arena, algunas partes pequeñas del cuerpo del rey (dedos, un pulgar,
vértebras, etc.) quedaron diseminadas sobre la arena y la rótula izquierda, que se
hallaba suelta, se colocó en la mano izquierda de la momia; ésta bandeja fue colocada
dentro de uno de los ataúdes y, finalmente, todo se introdujo en el sarcófago de
cuarcita donde el cuerpo reposó durante más de cuarenta años.
La autopsia de estas momias se llevó a cabo por Douglas E. Derry en 1932, la momia
317a era un feto de aproximadamente cinco meses de gestación, de 27, 7 cm de
longitud, sin cejas ni pestañas y con los párpados todavía cerrados. Este feto
presentaba un pequeño resto de cordón umbilical y Derry le asignó el sexo femenino,
no hubo incisión abdominal y, aparentemente, no se practicó ningún procedimiento de
embalsamamiento. La momia 317b, de 36 cm de longitud y de sexo femenino, tenía las
pestañas y cejas visibles y los globos oculares estaban en el estado final de desarrollo.
En el caso de esta momia se observó una pequeña incisión abdominal de
aproximadamente 2 cm a través de la cual se introdujo material de relleno en el
abdomen, una tira de tejido de lino similar se había introducido en el cráneo a través
de las fosas nasales. Se supuso que el bebé había muerto inmediatamente después del
nacimiento ya que se le había retirado el cordón umbilical y tenía cerrado el ombligo.
El análisis corporal más reciente llevado a cabo por el profesor R.G. Harrison de la
Universidad de Liverpool (Reeves, C.N. 2003, p. 124) reveló que el bebé se vio afectado
por la deformidad de Sprengel (escápula elevada, una enfermedad congénita rara),
espina bífida (malformación congénita por cierre incompleto del tubo neuronal al final
del primer mes de vida debida a la dificultad de la madre para procesar el ácido fólico)
y escoliosis, y que la edad en el momento de su muerte era de 9 meses. Se da por
sentado que ambos cuerpos pertenecen a las pequeñas hijas de Tutankhamon y su
esposa la reina Ankhesenamon.
Caja de madera donde pueden verse los dos ataúdes que contenían las momias de las
dos hijas de Tutankhamon y la reina Ankhesenamon.
Momia 317a
Momia 317b
Desde los estudios realizados bajo la supervisión de Howard Carter ha habido tres
importantes exámenes adicionales relacionados con la momia de Tutankhamon
realizados con técnicas y equipos médicos más modernos y, por supuesto, con mucha
más profesionalidad y cuidado, comenzaremos con los estudios radiológicos realizados
en 1968.
Ortopantomografía de Tutankhamon
Con base al análisis de la madurez ósea (fusión de las placas epifisarias, es decir, cada
uno de los extremos de un hueso largo donde se sitúan las articulaciones; y a las
suturas craneales aún abiertas) junto al estado de las muelas del juicio (no totalmente
erupcionadas), se estableció que la edad de Tutankhamon en el momento de su
muerte era de 19 años. La tomografía computarizada demostró que el faraón gozaba
de buena salud y no mostró ningún signo de convalecencia a largo plazo, se trataba de
un joven bien alimentado, saludable, de constitución ligera y que no padeció
malnutrición infantil ni enfermedades infecciosas importantes, pero esta apariencia no
era tan saludable como se verá más adelante. Su estatura, en vida, era de entre 1,69 y
1,70 metros. El análisis estudió la escoliosis del rey determinando que hay una ligera
curva en la columna, pero que no se trata de una escoliosis patológica puesto que no
existe rotación ni deformación asociada a las vértebras, la curva en la columna podría
deberse a la posición en que los embalsamadores colocaron el cuerpo del rey durante
el proceso de embalsamamiento. Se determinó que la extracción del cerebro se realizó
por la nariz ya que los septos nasales (las paredes cartilaginosas que separan las fosas
nasales) estaban destruidos. Sobre el proceso de embalsamamiento de la cabeza del
faraón se propusieron dos posibilidades, una ruta principal y una ruta secundaria por
donde se introdujeron los líquidos de embalsamamiento. En el primer caso, hay casi
total coincidencia en que los líquidos de embalsamamiento fueron introducidos varias
veces en la cavidad craneal a través de la nariz. Al principio el cuerpo se hallaba
colocado boca arriba lo que produjo que el líquido embalsamador se acumulara en la
parte posterior del cráneo; posteriormente la cabeza quedó inclinada hacia atrás
provocando que el líquido de embalsamamiento se acumulara en la parte superior del
cráneo.
Por otro lado, algunos miembros del equipo ven una segunda ruta de introducción del
líquido de embalsamamiento en la cavidad craneal, esta otra ruta sería la parte
superior del cuello, ya que la primera vértebra cervical (las vértebras cervicales son las
que se sitúan en el cuello permitiendo su movilidad, entre el cráneo con el cual
soportan su peso y las vértebras torácicas) y el foramen magnum (el orificio mayor
situado en la parte pósteroinferior de la base del cráneo) estaban fracturados, lo que
indicaría que se realizó aquí un agujero para introducir el líquido, pero se ha
especulado que esta fractura también pudo haberla realizado el equipo de Carter para
poder extraer la máscara funeraria. Yo no creo que esto último sea cierto, observando
la posición del agujero y su perfecto borde, además de que asociado a este agujero
han sido hallados restos intracraneales de líquido embalsamador, soy de la opinión de
que el líquido de embalsamamiento fue introducido dentro del cráneo de
Tutankhamon a través de las dos rutas antes mencionadas y, por supuesto, la teoría de
que este orificio fue debido a un asesinato producido por un objeto punzante (punta
de lanza, espada, cuchillo, etc., me parece sencillamente sin ninguna posibilidad).
El análisis de 2005 examinó con especial atención las fracturas de las piernas de la
momia. Como ya hemos expuesto anteriormente, existe una fractura del fémur
inferior izquierdo a nivel de la placa epifisaria y que es diferente a las fracturas y/o
cortes realizados por el equipo de Carter durante su manipulación de la momia de
Tutankhamon, la fractura presenta bordes irregulares en lugar de filosos y se han
hallado dos capas de material de embalsamamiento en su interior, por esta razón cabe
deducir que esta fractura pudo haber sido causada en vida del rey (lo más probable) o
durante el proceso de embalsamamiento, pero no por el equipo de Carter. Además,
este tipo de fracturas, a diferencia de muchos otros, es frecuente en hombres jóvenes
en la fase final de la adolescencia, por tanto una fractura ocurrida en vida. La fractura
no presenta evidencias de curación (aunque las evidencias de un proceso así podrían
haber quedado ocultas por el material de embalsamamiento) dado que la herida de la
piel asociada a la fractura todavía había estado abierta, se deduce, por tanto, que la
fractura debió ocurrir en un periodo corto de tiempo, algunos días como máximo,
antes de la muerte del faraón. El equipo de Carter había ya notado que la rótula de
esta pierna estaba suelta, lo que indicaría que esta zona del cuerpo sufrió un daño
elevado, una parte del equipo de 2005, que apoya esta observación, señala también
una fractura de la rótula derecha y la pierna derecha, en base a esto se ha propuesto la
posibilidad de que el rey sufriera un accidente del que resultó una rotura de pierna con
herida abierta, esta rotura pudo no haber sido la causa de la muerte del faraón, pero sí
pudo serlo una infección vinculada a la propia herida.
De septiembre del año 2007 a octubre del año 2009, 11 momias reales de la dinastía
XVIII relacionadas con Tutankhamon fueron sometidas a exhaustivos exámenes
genéticos y radiológicos. Un equipo científico, bajo la dirección de Zahi Hawass, tomó
muestras de ADN del tejido óseo de estas momias con objeto de establecer un árbol
genealógico familiar y, además, hallar alguna evidencia de enfermedad patológica que
pudiera ser causa de muerte de Tutankhamon. El estudio realizado fue capaz de
proporcionar un árbol genealógico de cinco generaciones, revelando que la momia
hallada en la tumba KV55 y la momia identificada como YLKV35, “Dama Joven”, hallada
en la tumba KV35 (Amenhotep II), fueron identificados como los padres de
Tutankhamon y para esta identificación se han propuesto los nombres de Akhenaton
(Amenhotep IV) y la Esposa Real Kiya, respectivamente, sin embargo no existe un
consenso generalizado acerca de la identidad de estas dos momias por lo que, según
sea esta identificación, se podrá establecer una relación u otra de Tutankhamon
dentro de la familia real de la XVIII dinastía, un tema que constituye uno de los grandes
enigmas de la Egiptología (para mayor información sobre este asunto puede
consultarse mi trabajo La Tumba KV55 y el Misterio de la Momia de Akhenaton,
publicado en Academia).
Momia YLKV35 identificada como la madre del faraón Tutankhamon
Estatua colosal del faraón Akhenaton (Amenhotep IV) representándolo con caderas
femeninas
Se puso especial interés en el examen de la momia de Tutankhamon para verificar
cualquier patología y posibles causas de muerte (Hawass, Zahi et al. 2010, pp. 643-
645), el cuerpo también fue sometido a radiografías que corroboraron muchos de los
hallazgos realizados durante los exámenes de TC de 2005. No se detectaron
malformaciones o daños traumáticos en la cabeza y el tronco, mientras que había una
fractura en la pierna izquierda; un examen de los pies también permitió comprobar
que el pie derecho mostraba características consistentes con una posible deformidad
atribuible a pie equino (una deformidad del pie humano en la que este se encuentra
permanentemente en una posición de flexión) y que presentaba un arco bajo con un
ángulo Rocher de 132º/ valor estándar 126º, así como necrosis con algunos tejidos que
faltaban; el pie izquierdo, a su vez, presentaba el segundo y tercer dedos de abducción
(movimiento de la zona anterior del pie hacia fuera), el segundo dedo también era más
corto porque carecía de la falange media (oligodactilia/hipopalangismo). El diagnóstico
fue “necrosis ósea aséptica y temprana en el segundo y tercer metatarsiano del pie
izquierdo” (enfermedad de Kohler) ciertamente todavía en curso en el momento de la
muerte del rey, esta dolencia podía ser parcialmente corregida por el uso de un
bastón.
Paul Doherty: Paul Doherty, un historiador británico, autor de varios artículos y libros
sobre el Antiguo Egipto, ha utilizado evidencia física recogida sobre la momia para
postular la teoría de que Tutankhamon sufría el síndrome de Marfan, una enfermedad
heredada genéticamente y que, al final, lo llevó a la muerte (Doherty, P. C. 2002).
CONCLUSIÓN
Si además, el rey había pasado o estaba pasando por una infección de malaria tropical
que causa el 90% de todos los casos de muerte por malaria y que tiene unos síntomas
como fiebre, escalofríos, sudoración, dolor de cabeza, vómitos, heces con sangre,
dolores musculares, ictericia, shock, trastornos del sistema nervioso central y coma,
entre otros, tenemos un cuadro clínico muy comprometido para el joven rey. No se
sabe en qué momento Tutankhamon padeció la malaria, pero si la padeció poco antes
del accidente o durante el accidente, sería una causa importante en la muerte del rey,
sí sabemos, por diferentes elementos florales descubiertos en su tumba, que
Tutankhamon debió morir en primavera. Si el faraón estaba pasando una infección por
malaria sería una posible causa para producir un accidente traumático (golpe, caída)
por los síntomas antes descritos (fiebre, shock, coma). Lo que es evidente es que,
Tutankhamon padecía patología ósea y que debido a una fractura grave con herida
abierta motivada por distintas causas, pero a mi entender un accidente, el rey sufrió
un cuadro infeccioso general que lo llevó a la muerte prematura. Esta muerte
prematura e inesperada del rey puede explicar por qué Tutankhamon tuvo que ser
sepultado en una tumba que, originalmente, no estaba destinada para él. Por tanto,
descarto cualquier teoría acerca del asesinato del rey, también es descartable que la
fractura en la pierna izquierda fuera causada durante un acto de guerra. Acerca de la
posibilidad de muerte por envenenamiento, debemos descartarla ya que en el cuerpo
los rastros de cualquier veneno hubieran desaparecido durante el proceso de
embalsamamiento, además, no parece muy probable. En líneas generales, concuerdo
con el diagnóstico realizado en 2005 (ya que, para mí, la malaria es un factor concausal
pero no puede declararse como fundamental) Tutankhamon murió por una fractura
ocasionada, casi sin duda, por un accidente fortuito, dada la patología ósea del rey,
esta fractura fue una causa fundamental de muerte, con herida abierta, sepsis y,
finalmente, el fallecimiento prematuro del rey ocurrido no más de cinco días después
del accidente.
Sin duda alguna, quedan cuestiones sin responder, pero el cuadro general, para mí, es
bastante claro, creo que las hipótesis sobre el asesinato deben ser descartadas y que la
realidad fue más simple, un accidente, complicado por un cuadro patológico previo y
en desarrollo, ocasionó la muerte del más famoso de todos los faraones de Egipto,
pero como siempre, el futuro tiene la última palabra.
Portada de la edición original de la obra fundamental The Tomb of Tut. Ankh. Amen de
Howard Carter & Arthur Mace
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