Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
66
Cumplidas las primeras jornadas, todas ellas planas, el rendimiento de los ruteros
colombianos y en especial de Parra Pinto motivó elogiosos comentarios entre los
críticos. Así por ejemplo Pierre Channy, uno de los cronistas más autorizados del
periódico L’Equipe, alertó sobre la real potencialidad del boyacense y el peligro
que representaba su gran accionar para los favoritos de la prueba.
Para la quinta jornada de la magna justa salió Parra Pinto en la casilla 114 de la
general individual, distanciado en 2 minutos y 08 segundos del transitorio líder
Teun Van Vliet, a decir verdad un hombre con muy poco reconocimiento
internacional en las lides del pedalismo.
Sin haber logrado su plena recuperación física, Parra debió afrontar el viernes 8
de julio la jornada contrareloj de 52 kilómetros sobre terreno llano, entre Liévin y
Wasquehal. Pese a todos los pronósticos, tanto Fabio Parra como Luis Herrera se
podría decir que fueron los protagonistas de la etapa, pues superaron a hombres
de gran solvencia en esta clase de esfuerzos contra el cronómetro, como Kelly y
Fignon.
Los últimos kilómetros planos de la etapa los cubrió la dupla Parra - Oliver a gran
ritmo. Ya en el ascenso al premio montañoso de segunda categoría, Parra Pinto
se marchó completamente solo y llegó a capitalizar un minuto de ventaja sobre un
nutrido grupo de perseguidores, donde Pedro Delgado y Luis Herrera eran los
principales animadores.
Pese a la persecución implacable del holandés Steven Rooks, del francés Jerome
Simón y del austriaco Gerhard Zadrobilek, el rutero boyacense pudo llegar
victorioso a la raya final con ventaja de veinte segundos sobre el francés Thierry
Claveyrolat. Esta victoria inolvidable en Morzine, segunda de Fabio Parra en todo
el historial de sus intervenciones en el Tour, trajo a la memoria la hazaña de José
Patrocinio Jiménez, quien en el Tour de L’Avenir de 1980, abrió para Colombia la
serie de éxitos ciclísticos en esa pintoresca población alpina francesa.
Pero si la jornada con final en Morzine fue gratificante para Fabio Parra, lo fue aún
más la que concluyó en L’Alpe d’ Huez. En una travesía ciclísticamente dramática,
en la cual quedaron sepultadas las aspiraciones de Charly Mottet, Roberto
Visentini, Erick Breukink, Urz Zimmermann, Jean Francois Bernard, Sean Kelly y
Robert Millard, el colombiano sacó a relucir toda su casta. Sin acusar el más
mínimo cansancio por lo hecho el día anterior, fue protagonista a todo lo largo de
los 227 kilómetros. Fue tal su desempeño que bien pudo ganar la etapa, pero un
contratiempo en los kilómetros finales lo impidió. A este respecto el propio Parra
manifestó: “Tuve buena recuperación tras la jornada de ayer y por eso me decidí a
atacar en los últimos kilómetros. Ya llegando, sentí que podía ganar la etapa.
Infortunadamente tuve el problema de las motos que se me atravesaron en dos
arrancones que dí. Ahí perdí la etapa. Cuando arrancó Rooks no tuve fuerzas”.
Las siete etapas finales del Tour tuvieron como telón de fondo el posible ‘doping’
del líder Pedro ‘Perico’ Delgado, hecho comprobado durante el transcurso de la
etapa 14 entre Blagnac y Saint-Girons. A tres días de concluir la carrera, un
tecnicismo salvó al rutero español: el diurético de nombre Probenecide, ingerido
por Delgado, solamente sería prohibido a partir de agosto de 1988, un mes
después de concluir la prueba francesa.
El domingo 24 de julio, los sacrificios y los esfuerzos de Fabio Enrique Parra Pinto
en el llano y en la montaña se vieron plenamente recompensados. En el estrado
de premiación, ubicado en los Campos Elíseos de París y teniendo como testigos
al campeón Pedro Delgado y al subcampeón Steven Rooks, recibió de manos del
alcalde y luego, presidente francés, Jacques Chirac, el trofeo correspondiente al
tercer puesto de la general individual, posición jamás alcanzada por colombiano
alguno en la historia del Tour. El ciclista de Sogamoso coronó así exitosamente
cuatro años de incursiones en la competencia francesa, carrera que en 1985 lo
consagró como el mejor debutante de la carrera.
TAMBIÉN EN SUIZA
En el verano de 1987, el equipo de ciclismo Café de Colombia, con la asistencia
técnica de Rafael Antonio Niño, llevó la representación nacional en la Vuelta a
Suiza. El escuadrón se conformó con: Martín Ramírez, Omar Neira, Rafael
Acevedo, Fabio E. Parra, Edgar ‘Condorito’ Corredor, Antonio ‘Tomate’ Agudelo,
Marco A. León y Julio César Cadena.
Del colombiano opinó así el enviado especial del periódico francés L’Equipe
Philippe Bouvet: “Para el colombiano Fabio Parra, la Vuelta a Suiza fue el
testimonio de su buen momento, sin duda, el mejor corredor de la carrera. Su error
de la víspera, cuando atacó con fuerza en un premio de montaña que no le iba a
reportar beneficio en segundos, pudo haberle costado la Vuelta”.