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APRENDIENDO A ILUMINAR SU PROPIA VIDA

1. Acepte la responsabilidad. Tome en cuenta que es responsable por crear todos sus
sentimientos y consecuentemente puede elegir lo que siente en cualquier momento
dado.

2. Deje de hacer demandas y elaborar excesivos “debería”. Una manera segura de


fomentar su cólera y resentimiento es demandar que las cosas deben marchar a su
manera y que otros deben hacer lo que usted dice. En lugar de demandar, es mejor
desear, preferir o querer que las cosas sean como le gustaría que sean.

3. Deje de catastrofizar y terribilizar. Antes que enfatizar en exceso los aspectos


negativos de una situación y distorsionar su gravedad, es preferible darse cuenta que
pese a lo mala que es esta situación, ¡siempre podría ser peor!

4. Deje de lamentarse. Quejarse sólo empeora una mala situación tanto para usted como
para otros.

5. Acéptese a sí mismo. En vez de rebajarse cuando se comporta imperfectamente, es


preferible aceptarse totalmente, en tanto desaprueba aquellos rasgos y conductas
individuales que podrían mejorarse.

6. Hágase cumplidos. Tome en cuenta las conductas que le gustan y elogie su conducta
(pero no a sí mismo o a su yo entero) cuando la ve.

7. Haga aquello de lo que disfruta. Pase algún tiempo de cada día haciendo
actividades que encuentra agradables, ya sea sólo o con otros.

8. Abandone la necesidad de aprobación de otros. Si hace que su felicidad sea


contingente a la aprobación de otros, está minimizando su cociente de felicidad.
Habrá momentos en que no agradará a otros y/o desaprobarán lo que está haciendo.

9. Anteponga su propia felicidad primero. Si fomenta su propia felicidad, entonces


sabe que hay al menos una persona feliz. Recuerde que otros también propician su
propia felicidad o infelicidad, no usted.

10. No se culpe o se sienta culpable por la infelicidad o infortunio de otros. Los otros
son principalmente responsables por crear sus propios sentimientos de manera tal
que no es su responsabilidad si ellos eligen sentirse desdichados; todavía usted
puede sentirse bien aun si ellos no lo están.

11. Pida lo que desea asertivamente. No hay garantía de que logrará lo que quiere
pidiéndolo, pero ciertamente es más probable que si espera que otra gente lea su
mente.

12. Rompa las rutinas y los patrones comportándose de una manera diferente. Tome
nota de la manera como se comporta característicamente y haga lo opuesto.

13. Asuma riesgos. Asumir riesgos conduce al crecimiento, a la vitalidad, y con


frecuencia tiene resultados agradables.
14. Tome atención de las actividades no terminadas. Es importante completar tanto las
interacciones con otros como las tareas que ha comenzado. Las actividades no
terminadas demandan atención y energía que estarían mejor dirigidas hacia la
búsqueda de cosas más agradables.

15. Evite apagar la luz diciéndose cosas desalentadoras. Diga cosas alentadoras o no
diga nada.

16. Sea bueno consigo mismo. Cómprese flores, dulces o salga a comer. Trátese con el
respeto y la cortesía tal como lo haría con su mejor amigo.

17. Asuma el cuidado de su cuerpo. Comer en exceso y hacer poco ejercicio es


demostrar falta de respeto hacia su cuerpo, y disminuye su medida total de disfrute,
mientras incrementa las posibilidades de enfermedad y de un mal funcionamiento.

18. Intente un experimento. Piense en 10 cosas que son negativas y están en déficit en su
vida. ¿Cómo se siente? Luego piense en diez cosas que son agradables o
placenteras. ¿Cómo se siente?

19. Busque a gente positiva. Siempre que sea posible, asóciese con gente positiva y
“animada”, en tanto evita a la gente negativa y autoderrotista.

20. Prémiese. Prémiese ya sea verbalmente o con un regalo siempre que tenga éxito en
iluminar su vida. Cuanto más practique encender su propia luz, más luz tendrá su
vida.
PENSAMIENTOS QUE AYUDAN A INCREMENTAR
LA AUTOACEPTACIÓN

1. No soy una mala persona cuando actúo de mala manera; soy una persona que ha
actuado de mala manera.
2. No soy una buena persona cuando actúo bien y logro hacer las cosas; soy una
persona que ha actuado bien y que ha logrado hacer cosas.
3. Puedo aceptarme ya sea que gane, pierda o empate.
4. Sería mejor no definirme totalmente por mi conducta, por las opiniones de otros, o
por cualquier otra cosa bajo el sol.
5. Puedo ser yo mismo sin intentar probarme a mí mismo.
6. No soy un tonto por actuar de una manera tonta. Si fuera un tonto, nunca aprendería
de mis errores.
7. No soy un asno por actuar estúpidamente.
8. Tengo muchas equivocaciones y puedo trabajar para corregirlas sin culparme o
condenarme por haberlas cometido.
9. Corrección, ¡sí! Condenación, ¡no!
10. Lo que puedo hacer es ni probar que soy una buena persona ni una mala persona.
Lo más sabio que puedo hacer es aceptarme.
11. No soy un gusano por actuar malamente.
12. No puedo “probar” la valía o falta de valía humana; es mejor que no intente hacer lo
imposible.
13. Aceptarme como un ser humano es mejor que intentar probar que soy un
superhumano o evaluarme como un subhumano.
14. Puedo especificar mis flaquezas, desventajas y fracasos sin juzgarme o definirme
por ellas.
15. La búsqueda de autoestima o autovalía conduce a los auto-enjuiciamientos y
finalmente a la auto-culpa. La autoaceptación evita estas auto-clasificaciones.
16. No soy un estúpido por actuar estúpidamente. Más bien, soy una persona que
algunas veces incurre en conductas estúpidas.
17. Puedo reprender mi conducta sin reprenderme a mí mismo como persona.
18. Puedo elogiar mi conducta sin elogiarme a mí mismo como persona.
19. Puedo reconocer mis errores y asumir mi responsabilidad por cometerlas—pero sin
censurarme por haberlas hecho.
20. Es ridículo juzgarme favorablemente como persona por lo bien que soy capaz de
impresionar a otros, ganar su aprobación, desempeñarme o tener logros.
21. Es igualmente ridículo juzgarme desfavorablemente como persona por lo bien que
soy capaz de impresionar a otros, ganar su aprobación, desempeñarme o tener
logros.
22. No soy un ignorante por actuar ignorantemente.
23. Cuando me rebajo tontamente, no tengo que auto-humillarme por haberme rebajado.
24. No tengo que dejar que mi propia aceptación se encuentre a merced de las
circunstancias.
25. No soy el títere de las evaluaciones de otros, y puedo aceptarme al margen de las
evaluaciones que otros hagan de mí.
26. A veces puedo depender de otros por hacer cosas prácticas para mí, pero no tengo
que depender emocionalmente de nadie para aceptarme. ¡La dependencia práctica
es un hecho! ¡La dependencia emocional es una ficción!
27. Puede ser mejor ser exitoso, pero el éxito no me hace una mejor persona.
28. Puede ser peor fallar, pero el fracaso no me hace una peor persona.

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