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EN MEDIO DE SPINOZA 4

-TEORÍA DE LA INDIVIDUACIÓN 2-

CONCEPCIÓN INFINITISTA. INDIVIDUO COMO RELACIÓN Y POTENCIA

Tal como lo presenta Spinoza, vamos a decir tres cosas sobre el individuo: el individuo es relación
(lo que nos remite a composición), potencia y modo (modus intrinsecus o gradus). En base a
estos tres elementos podemos decir que tienen en común que remiten a un individuo que no es
sustancia (puesto que la sustancia remite a un término que no es relación, a forma y no a
potencia, y a cualidad, no grado de cualidad).

Todo individuo es relación.


¿es posible pensar la relación independientemente de sus términos? Hubo una tentativa en el
renacimiento con Nicolás de Cusa para el que toda relación es medida, solo que toda medida se
hunde en el infinito. Es difícil pensar la relación independientemente de sus términos, no porque
sea imposible sino porque pone en juego una inmanencia mutua del infinito y de la relación. Como
si se pudiera definir el intelecto por la facultad de plantear relaciones. En la llamada actividad
intelectual hay una especie de infinito que esta implicado.
Habrá que esperar hasta el s.XVII gracias al cálculo infinitesimal. El calculo infinitesimal pondrá en
juego cierto tipo de relación, la relación diferencial. Dy/Dx. Tanto Dy como Dx son cantidades
infinitamente pequeñas, más pequeñas que cualquier cantidad dada, son cantidades
evanescentes. Por lejos que vayan, cualquiera sea la cantidad y o x, Dy o Dx serán siempre más
pequeñas. Dy o Dx, en tanto cantidades evanescentes, son estrictamente igual a cero con relación
a y o x. La relación diferencial se presentará como la subsistencia de la relación cuando los
términos se desvanecen, Dy en relación a Dx. La relación pura será la relación diferencial entre
cantidades infinitamente pequeñas. Es aqui donde se expresa en estado puro la inmanencia
recíproca del infinito y la relación.

Otro elemento: esta relación que es independiente de los términos va a designar un tercer
término: la tangente trigonométrica. La relación infinita remite a algo finito. Dy/Dx=z. Para reunir
los tres términos diría que la relación diferencial Dy/Dx tiende hacia un límite y ese límite es z, es
decir, la determinación de la tangente trigonométrica.

La cuestión es que en el s.XVII encuentran un modo de soldar tres conceptos clave tanto para las
matemáticas como para la filosofía: infinito, relación y límite. Si extraigo una fórmula del infinito
del s.XVII diria que algo finito implica una infinidad bajo una cierta relación.

¿En qué el individuo es relación? Al nivel del individuo finito vamos a encontrar un límite. Eso no
impide que haya infinito, que haya relaciones y que estas se compongan entre sí y con otro
individuo. Hay siempre un límite que marca una finitud del individuo y hay siempre un infinito de un
cierto orden que está comprometido por la relación. El microscopio es el instrumento que nos da
un presentimiento sensible y confuso de esta actividad del infinito bajo toda relación finita. Y
tenemos el texto de Pascal. Nosotros ya no pensamos así.
Podemos decirlo también de esta forma: el límite hacia el cual tiende la relación es la razón de
conocer la relación como independiente de sus términos y el infinito es la razón de ser de la
relación.

Todo individuo es potencia.


¿en qué se liga con lo anterior? Sobre la relación diferencial 0/0 he dicho que no es igual a 0 sino
que tiende hacia un límite. Esa idea de la tensión hacia un límite, esta idea de tendencia de los
matemáticos y filósofos del s.XVII vuelven a encontrarla en Spinoza al nivel del concepto de
conatus. Cada cosa se esfuerza, cada cosa tiende a perseverar en su ser. La noción de límite está
definida en función de un esfuerzo. Y la potencia es la tendencia misma o el esfuerzo en tanto que
tiende hacia un límite.
Tender hacia un límite, eso es la potencia. Es la tensión hacia un límite lo que implica el infinito. El
polígono, en tanto multiplica sus lados al infinito, tiende al círculo. El límite es un concepto
filosófico clave. ¿Qué era el límite? Me pregunto sobre la concepción del límite antes del s.XVII.
Para los geómetras griegos el límite son los contornos, puntos, términos. Un volumen tiene por
límites superficies. El límite será el contorno de la forma. Esto se concilia muy bien con un
idealismo porque si el límite es el contorno de la forma, ¿qué puede importar lo que hay entre los
límites? Ponga arena, bronce, materia pesada o inteligible, siempre será un cubo o un círculo. En
otros términos, la esencia es la forma misma relacionada a su contorno. En la idea del límite-
contorno, la filosofía griega encuentra una confirmación fundamental para su propia abstracción. Y
el individuo será la forma en referencia a su contorno.
A propósito de la pintura diría que la forma relacionada a su contorno hace a un mundo sensible
de tipo táctil-óptico. La forma esta relacionada -sólo indirectamente, a través del ojo- a un
contorno táctil. Y la palabra griega que lo atestigua es Eidos. Eidos es un término que remite a la
visibilidad, a lo visible: la vista del espíritu, que no es sólo óptica, sino táctil-óptica. Porque la forma
visible está relacionada al contorno táctil aunque sea indirectamente. Si consideran a Aristóteles
consiste en decir que la sustancia es un compuesto de materia y forma. Y la forma es lo esencial,
y la forma es relacionada a su contorno. Un mundo óptico como de escultura, como si la forma
visible fuera impensable fuera de un molde táctil. Ese es el equilibrio griego táctil-óptico.

Unos siglos más tarde aparecen los estoicos. Ellos están en los bordes del mundo griego y se la
agarran con Platón. Están a mitad de camino de los bárbaros. Se preguntan qué es el contorno de
algo. Es no-ser, dicen. El contorno de algo es el sitio donde la cosa deja de ser. No es en el
contorno del cuadrado donde está el cuadrado. Dirán también de Aristóteles que el ejemplo del
escultor es completamente artificial, el molde no es natural, la naturaleza no procede por
moldeado, al menos no en profundidad. Ellos sostienen algo muy fuerte, que la vida no procede
por moldeado. Cuando se define una figura por sus contornos todo lo que pasa al interior da igual.
Es gracias a esto que Platón pudo abstraer la idea pura. Los estoicos van a oponer al molde
exterior, a la figura óptica-tactil, problemas de vitalidad del tipo, ¿dónde detiene la acción?. ¿Hasta
donde va la acción de una semilla? ¡Es brutalmente bueno! La semilla posee un límite, pero no es
de figura al menos, no es esa la cuestión. Una semilla perdida en un muro es capaz de hacerlo
saltar. Para los estoicos, la superficie esta allí donde se termina la semilla, pero eso enuncia
exactamente lo que la semilla no es, donde la semilla ya no es. Pero sobre lo que la semilla es no
nos dicen nada. Nos dicen que Platón con su teoría de las Ideas nos dice muy bien lo que las
cosas no son pero nada sobre lo que son.
“Las cosas son cuerpos”. Cuerpos y no Ideas. Quiere decir que son acciones. El limite de algo es
su acción, no su contorno. La cosa es entonces potencia y no forma. La pregunta que debo
hacerle al bosque entonces es, ¿cual es tu potencia? No su figura y sus contornos. ¿Hasta dónde
irás?.
Cuando dicen que toda es cuerpo no quieren decir que todo es cosa sensible porque si no no
saldrían del mundo platónico. “Todo es cuerpo” significará que un círculo rojo y un círculo azul no
existen en el espacio de la misma manera. Es decir, las cosas se definen por tonos, el esfuerzo
contraído que define la cosa. Si no encuentran esa fuerza embrionaria que está en la cosa
entonces no a conocen. Spinoza retomará esta cuestión en la pregunta ¿qué puede un cuerpo?.

Después de los estoicos, la escuela neoplatónica va a descentrar completamente el platonismo.


En cierto sentido se puede decir entonces que eso ya estaba en Platón. Uno de los grandes
platónicos es Plotino, que va a intentar mostrar que la luz no puede ser comprendida ni en
función del cuerpo emisor ni del receptor. La luz forma parte de esas cosas que no podemos decir
que empiezan allí y terminan allá. La luz no tiene límite táctil y sin embargo hay un límite. La luz va
hacia donde va su potencia. Plotino es hostil a los estoicos. Con él empieza un mundo puramente
óptico. Las identidades serán luminosas sin ninguna referencia táctil. La luz explora las sombras y
habrá una gradación sombra-luz que desarrollará el espacio. Mas profundo que el espacio
hallarán la espacialización. Y esta ya no es una idea platónica. El espacio es captado como el
producto de una expansión. Que la luz es espacializante, que no es ella la que esta en el espacio
sino que constituye el espacio, es una idea que viene de Oriente, no es una idea griega.
Hay entonces dos tipos de límites: un límite-contorno y un límite-tensión. Un límite-espacio y un
límite-espacialización.

EN MEDIO DE SPINOZA 5

-TEORÍA DE LA INDIVIDUACIÓN 3-

INFINITAMENTE PEQUEÑOS, RELACIONES DIFERENCIALES Y GRADOS DE POTENCIA

Me parece que uno de los elementos más novedosos del spinozismo es esta manera en que el
individuo como tal será conducido, referido, devuelto al ser.
Vuelvo al mismo tema: es como si el individuo estuviese comprendido de tres capas.

Primera dimensión: todo individuo tiene una infinidad de partes extensivas. En otras palabras,
solo hay individuo compuesto. Un individuo simple es una noción carente de sentido. Y estas
partes son los cuerpos más simples, que no son átomos -es decir, cuerpos finitos- y no son
indefinidos. En esto Spinoza pertenece al s.XVII. Lo que me conmueve del pensamiento del s.XVII
es la imposibilidad de captarlo si no se tiene en cuenta una de las nociones más ricas de esa
época, el infinito actual. Ya vimos que este infinito no es ni finito ni indefinido. Pues la necesidad
de detenerse en algún punto es lo que ha inspirado el atomismo por mucho tiempo, desde Epicuro
y Lucrecio. El átomo justifica un análisis finito. La fórmula de lo indefinido sería que siempre se
puede llevar más lejos el análisis, cualquier término al que lleguen siempre podrán dividirlo más,
nunca habrá último término.
¿Cómo lograr restituir el pensamiento del infinito actual? ¿Qué nos quiere decir? Que hay
términos últimos solo que están en el infinito. Lo infinito es actual en acto. Los cuerpos simples
son para Spinoza términos últimos que no se pueden dividir, solo que son infinitamente pequeños.
Es la lucha contra el infinitismo y lo indefinido. Son infinitamente pequeños o evanescentes como
diría Newton, más pequeños que cualquier cantidad dada. No podemos tratarlos uno por uno, no
tendría sentido. Solo pueden ir en colecciones infinitas. Existen colectivamente, no
distributivamente. De modo que un individuo no es un cuerpo simple.
Lo que tendrá figura y tamaño será la colección infinita de infinitamente pequeños. ¿y qué es lo
que distingue las colecciones entre sí? Spinoza es muy firme, nos dice que a cada individuo
corresponde una colección infinita de cuerpos muy simples. ¿Cómo reconocer la colección que
corresponde a tal individuo y no a otro?

¿Y cómo son esos términos evanescentes? Primero es evidente que no poseen ninguna
interioridad. Entran en conjuntos infinitos. El conjunto puede tener una interioridad pero estos
términos evanescentes no la tienen. Constituyen una auténtica materia de exterioridad. Es decir,
que reaccionan unos sobre otros, solo tienen entre sí relaciones exteriores. Entonces, ¿qué
distingue mi conjunto infinito del de mi vecino? Preguntarme bajo qué aspecto el conjunto infinito
me pertenece es otra manera de preguntar qué es lo que me permite distinguirlo de otro.
La respuesta de Spinoza es: un conjunto infinito de partes infinitamente pequeñas me pertenece a
mi en la medida en que efectúa una cierta relación. Al punto que si estas partes que me componen
entran en otra relación ya no me pertenecen. Y esa relación, en la letra de Spinoza, es una cierta
relación de movimiento y reposo. Y por ahora solo sabemos que eso no es, como en Descartes,
una suma, sino una relación.

Segunda dimensión.
Spinoza dirá finalmente que esas relaciones de movimiento-reposo, velocidad-lentitud, son una
vibración. ¿Y qué es una vibración? En física remite al fenómeno del péndulo. Aquí la hipótesis
de Gueroult toma un sentido interesante: cada cuerpo simple es un péndulo simple y el individuo
un péndulo compuesto. Seríamos todos péndulos compuestos o giratorios. ¿Qué quiere decir?
Un péndulo simple se define en cierta manera por un tiempo de vibración o un tiempo de
oscilación que es independiente de la amplitud de oscilación, independiente entonces de la masa
del péndulo y del peso del hilo, que solo entraran en juego desde el punto de vista del péndulo
compuesto. Parece que la hipótesis de Gueroult funciona. Para Spinoza los individuos serían
especies de péndulos compuestos y lo que definiría a un individuo es una vibración.
Pero esta hipótesis de Gueroult me atrae y al mismo tiempo me incomoda. Porque si Spinoza
hubiese querido decir esto, ¿por qué no haría alusión a estos problemas de vibraciones, ni
siquiera en sus cartas?. Si para Gueroult la relación de movimiento-reposo debe comprenderse
como una vibración del péndulo simple entonces tiene necesidad de afirmar que en Spinoza los
cuerpos simples tienen a pesar de todo tamaño y figura.

Pero si seguimos mi razonamiento, que los cuerpos simples no tienen tamaño ni figura, el modelo
del péndulo no me funciona. Debemos tomar otro camino. Y vuelvo a mi pregunta, ¿qué tipo de
relaciones puede haber entre términos infinitamente pequeños?. En el s.XVII infinitamente
pequeños es que no tienen existencia distributiva. Solo puede haber relaciones diferenciales,
que no son iguales a 0. Se trata de términos evanescentes por lo que las únicas relaciones que
pueden tener entre sí son las que subsisten cuando los términos se desvanecen. Esta relación
que subsiste remite a un tercer término, z. Dy/Dx=z. Z será el límite de la relación diferencial. En
otros términos, la relación diferencial tiende hacia un límite.
Por tanto, para mi, la relación de movimiento-reposo de la que habla Spinoza es una relación
diferencial. Los conjuntos infinitos de cuerpos muy simples no existen independientemente de las
relaciones diferenciales que efectúan.
Ejemplo de una de las cartas de Spinoza: la sangre compuesta de quilo y linfa. Tanto el quilo
como la linfa son conjuntos infinitos de cuerpos muy simples. Lo que distingue cada conjunto es la
relación diferencial. Tenemos aquí un Dy/Dx que son las partes infinitamente pequeñas de quilo
sobre las partes de linfa. Esta relación diferencial tiende hacia un límite: la sangre. Quilo y linfa
componen la sangre.

Por definición un conjunto infinito no puede distinguirse de otro por el numero de partes, ya que
estas exceden cualquier numero asignable. Solo puedo decir tal conjunto y tal otro en función de
sus relaciones diferenciales, que podrán ser consideradas como la potencia de un conjunto
infinito. Por eso yo contestaría que lo que define la segunda capa del individuo no sería una
manera de vibrar, sino una relación diferencial. Quizá se podrían unir los dos puntos de vista, no lo
sé. Es la relación diferencial la que define la potencia.

Pero esta relación diferencial no tiene su propia razón. ¿Qué es lo que hace que cada individuo
este caracterizado por tal relación o conjunto de relaciones?

Tercera dimensión.
Las relaciones características que me constituyen expresan algo que es mi esencia singular. Las
relaciones de movimiento y reposo no hacen mas que expresar una esencia singular.
La fórmula que puedo dar del individuo es: cada individuo es una esencia singular, la cual se
expresa en relaciones características del tipo relaciones diferenciales; y bajo esas relaciones
diferenciales, colecciones de infinitamente pequeños pertenecen al individuo.

¿Qué es esta esencia singular?, ¿no podríamos encontrar algo de la vibración de Gueroult?, ¿se
equivocó de nivel?. Para comprender la preguntar hay que ponerse en las condiciones en que se
plantea. Ya no estoy en el dominio de la existencia. Es complicado porque Spinoza da una
determinación muy rigurosa de lo que llama existir.
Si comenzamos por lo mas simple, existir es tener una infinidad de partes extensivas, partes
extrínsecas infinitamente pequeñas que me pertenecen bajo una cierta relación. ¿Qué pasa
cuando muero? Quiere decir exactamente que las partes que me pertenecen dejan de
pertenecerme. Son determinadas a entrar en otra relación que caracteriza otro cuerpo.
¡Alimentaré a los gusanos!
La muerte concierne a una dimensión fundamental del individuo, pero a una sola: la pertenencia
de las partes a una existencia. No concierne ni a la relación bajo la cual me pertenecen ni a la
esencia. ¿Por qué? Mi relación o mis relaciones dejan de ser efectuadas, mis partes entran en
otras relaciones. Pero hay una verdad eterna de la relación. Hay una consistencia de la relación
que perdura aun cuando no esté efectuada por partes actuales. Hay una actualidad de la relación,
desaparece la efectuación pero no la relación. Apelo a esta lógica de las relaciones del s.XVII que
mostró efectivamente en qué condiciones una relación tenía consistencia mientras sus términos
eran evanescentes, independiente de los términos que efectúan la relación.

En Spinoza hablamos de una especie de eternidad que significa que “lo que es eterno es en virtud
de su causa y no en virtud de sí mismo”. La esencia singular y las relaciones en las que se
expresa son eternas, mientras que lo transitorio y lo que define mi existencia es únicamente el
tiempo durante el cual partes extensivas infinitamente pequeñas me pertenecen o efectúan la
relación. Hay una existencia de la esencia singular que no se confunde con la existencia del
individuo del cual la esencia es esencia. Las esencias no definen posibilidades de existencias
(lógicas, como en Leibniz), son ellas mismas existencias (realidades físicas). En esto Spinoza va
mucho más lejos que los demás en el s.XVII. Spinoza quiere destruir la categoría de lo posible. No
hay mas que lo real.

¿Cómo distinguir bien entre esencia y existencia del individuo?


Imaginemos un muro blanco, no hay nada sobre él. Después llegan ustedes y dibujan con un lápiz
un hombre al lado de otro. He aquí que los dos hombres existen, ¿existen en tanto qué?, existen
en tanto que los han trazado. El muro blanco es el equivalente al atributo de la extensión. La
pregunta es, ¿qué hay en lo extenso? En lo extenso hay lo extenso, pero ustedes pueden decir
que hay cuerpos en lo extenso. ¿Qué es la existencia de los cuerpos en lo extenso? Ocurre
cuando estos cuerpos son efectivamente trazados. El cuerpo es trazado, hay una figura. Lo que
Spinoza llama modo del atributo es es figura.
El texto de Tratado Breve del joven Spinoza parece decir que es imposible distinguir algo fuera de
los modos existentes, fuera de las figuras. Si no han trazado la figura no pueden distinguir algo
sobre el muro blanco. Y sin embargo las esencias son singulares, es decir, hay una esencia de
Pablo que no se confunde con la existencia de Pablo. Si las esencias son singulares es preciso
distinguir algo sobre el muro blanco sin que las figuras estén necesariamente trazadas. Si salto a
su obra definitiva, la Ética, veo: “los modos existen en el atributo de dos maneras; existen de una
parte en tanto que están comprendidos o contenidos en el atributo, y de otra parte en cuanto que
se dice que duran”. Dos existencias: existencia durante, existencia inmanente. Los modos existen
en tanto que están llamados a durar, las esencias de modo existen en tanto que están contenidas
en el atributo.
¿Una figura existe en lo extenso mientras no esta trazada en la extensión? Todo el texto parece
decir que sí y al mismo tiempo “complételo usted mismo”. No hay elección, debemos completarlo
si no queremos renunciar a ser spinozistas.

Tomo el ejemplo del muro blanco: en el momento en que pregunto si se puede distinguir algo
sobre el muro blanco independientemente de las figuras dibujadas, es evidente que ya tengo la
respuesta. Es que el blanco posee grados y puedo hacer variar los grados de blanco. Hay grados
y los grados no se confunden con figuras. Diré que las figuras se distinguen extrínsecamente,
habida cuenta de sus partes comunes. Diré de los grados que se distinguen intrínsecamente. Y
agruparemos diciendo que al blanco del muro le llamaría “cualidad”. A la determinación de las
figuras sobre el muro “magnitud”, “longitud” o “cantidad extensiva” (la que esta compuesta de
partes). Mas allá de la cualidad y la cantidad extensiva estarían los grados que llamaremos
“cantidad intensiva”.

El muro blanco es un ejemplo que recorre toda la Edad Media en todo un grupo de teorías. Duns
Scoto decía que la cualidad, lo blanco, tiene una infinidad de modos intrínsecos, que son las
intensidades del blanco, intensidades luminosas. Es interesante también saber que en la Edad
Media toda la teoría de las intensidades es a la vez física, teológica y metafísica.
¿Qué distinguirá una cantidad intensiva de una extensiva?
Una cantidad extensiva esta compuesta de partes homogéneas. Primera capa del individuo. Solo
se puede pensar en lo extenso, en el espacio, bajo la duración. Quiere decir que es el resultado
de una síntesis del tiempo.
Una cantidad intensiva trata de magnitudes no aditivas, no compuestas de partes homogéneas.
Sin embargo son múltiples. Un calor es una multiplicidad. Se trata de una multiplicidad
aprehendida en el instante. No es una síntesis del tiempo, es una síntesis del instante.
Hablamos de magnitudes que no son mensurables, sí ordenables bajo la forma del más y del
menos, más o menos calor, más o menos distancia.
Volviendo a nuestro tema, la esencia singular sería un grado, un grado del atributo. El atributo es
la cualidad. Entonces, si el atributo es lo extenso, habría grados en los extenso. Los grados serían
potencias: lo extenso bajo tal potencia, bajo tal otra.
Podemos distinguir por tanto los modos intrínsecos como grados-potencia de los modos
existentes en función de la relación extrínseca de sus partes.

Ahora sí, las cantidades intensivas son distancias indivisibles, de las que puedo decir que una es
mas grande que otra pero no cuánto. Puedo decir que una es más potente que otra. Estas
cantidades intensivas se expresan por su distancia a cero. Están en una relación instantánea con
el grado cero, en función de lo cual se dice que una es más grande que otra. Están en relación
con actos, y su multiplicidad es su relación indivisible con cero. Si existen distancias así puedo
decir que cada esencia es una distancia, es decir, una potencia. Si las esencias son cantidades
intensivas es normal que se expresen en relaciones diferenciales. ¡todo se vuelve luminoso!

Tengo el presentimiento de que en Spinoza existe una concepción del ser que es irreductible,
realmente irreductible a todo ente, tanto a la sustancia como al modo. Esta especie de despliegue
del ser le permite precisamente hacer algo muy, muy fantástico, que es el despliegue de un
sistema de relaciones que no se reducen en absoluto a sus términos.

Lo que nos queda por ver es la relación del individuo con la sustancia única. En otros términos,
¡que se vivan así! Pues ustedes son, todos somos, pequeñas cantidades intensivas, modos
intrínsecos, pequeños centelleos.

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