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6.

6 El Desembalse de Poechos

Con el objeto de conocer las características del fenómeno denominado desem-


balse y la avenida e inundación resultantes, presentamos acá el Desembalse
de Poechos, a partir de un artículo nuestro del mismo título [157].

Chira-Piura es uno de los grandes proyectos de irrigación de la costa


peruana. Como tal, participa de las virtudes y defectos que constituyen nota
característica de los esfuerzos hechos por incrementar nuestra frontera
agrícola [152]. Chira-Piura fue concebido a fines de la década de los años 60
para realizarse en tres etapas. Las dos primeras están terminadas: presa de
Poechos, canal de derivación Daniel Escobar que trasvasa las aguas del río
Chira al río Piura, bocatoma de Los Ejidos sobre el río Piura y el sistema de
riego y drenaje del Bajo Piura. La tercera etapa se refiere al valle del Chira y
dentro de ella se incluye el sistema de defensas fluviales, cuya construcción
había sido empezada con carácter de emergencia en 1982, justamente antes
del Fenómeno de El Niño 1983, el que causó fuertes daños en el valle y la
interrupción de los trabajos. La década de los ochenta fue muy difícil para la
tercera etapa del Proyecto Chira-Piura. Grandes problemas económico-
financieros, la deuda impaga de las etapas anteriores, algunas marchas y
contramarchas, caracterizaron esa década. Finalmente, culminaron los
estudios de la tercera etapa, especialmente en lo que respecta a la presa
derivadora de Sullana y al sistema de diques de defensa contra inundaciones a
lo largo del Chira.

El año hidrológico 1991-92 se caracterizó por una nueva aparición del


Fenómeno de El Niño, el que en la costa norte del país produjo una vez más
fuertes precipitaciones en las zonas bajas de los valles, aumento del caudal de
los ríos y las consiguientes inundaciones.

La Presa de Poechos sobre el río Chira es la estructura clave del Proyecto


Chira-Piura. Su función es la de regular el agua de riego para los valles Chira
y Piura, y producir energía en forma subsidiaria. No es una presa de control
de avenidas, sino, por el contrario, es una presa concebida para que su
operación sea realizada de manera de disminuir la sedimentación. Tiene, sin
embargo, obviamente, un pequeño efecto en la atenuación parcial de avenidas
pequeñas.

En marzo y abril de 1992 se presentaron en el río Chira caudales de


alguna importancia, que fueron laminados parcialmente por el reservorio.
Finalmente, el 18 de abril la descarga por el aliviadero de compuertas de la
represa de Poechos llegó hasta 3 800 m3/s, lo que produjo daños en unas

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7 000 hectáreas del valle, según lo manifestado por los agricultores. El caudal
afluente a la represa había llegado, según lo manifestado por la Dirección
Ejecutiva del Proyecto Chira-Piura, a 5 911 m3/s [126]. Las obras de protección
del valle del Chira contra las inundaciones, constituidas por un sistema de
diques, se encontraban en construcción.

La cuenca del río Chira hasta el embalse de Poechos es de 13 000 km 2.


Gran parte de ella está en territorio ecuatoriano (6 900 km2). El río Catamayo-
Chira es desde el punto de vista internacional, un río de cauce sucesivo. Su
aprovechamiento se realiza en virtud del Convenio para el Aprovechamiento de las
Cuencas Puyango-Tumbes y Catamayo-Chira, celebrado entre las Repúblicas del
Perú y del Ecuador el 27 de Setiembre de 1971, cuyos alcances examinamos
en el Capítulo 7.

Cuando se estudió el Proyecto Chira-Piura se consideró para la cuenca


una masa hídrica media anual de 4 080 MMC, es decir unos 130 m3/s. Si se
descuenta la derivación del Quiroz, proyecto San Lorenzo, entonces resulta
para Poechos un caudal afluente del orden de 105 m3/s [54]. La capacidad de
evacuación de los aliviaderos, para un periodo de retorno de 10 000 años,
alcanza los 15 800 m3/s y su volumen es de 2 353 MMC. Se trata, pues, de
valores sumamente grandes.

La presa de Poechos [53] es una gran presa (Large Dam) que consta de los
siguientes elementos:

- Presa principal, de 50 m de alto, cuya cresta está en la cota relativa 108 m


y que en el futuro podría ser elevada a la cota 113 m. Esta presa, al igual
que los diques laterales, es de materiales sueltos (de tierra) y núcleo
impermeable arcilloso. Por su naturaleza el agua no debe jamás verter
sobre ella, pues esto implicaría su destrucción. Queda claro, pues, que no
es una presa vertedora.

- Dique izquierdo, de 25 m de altura promedio.

- Dique derecho, de altura muy variable, pero en general menor que la


anterior.

- Aliviadero principal, es una estructura de 50 m de alto que aloja tres


compuertas de 9,8 x 12 m cada una. El umbral está en la cota 78. Su
capacidad de descarga es de 5 500 m3/s.

- Aliviadero de emergencia constituido por un dique fusible, con umbral


ubicado en la cota 100. Su longitud es de 400 m y su capacidad de

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descarga es de 10 000 m3/s.
- Obras de toma, de desvío, descarga de fondo y estructuras auxiliares. La
longitud total de la represa, al nivel de la cota 108, es de 9 500 m. El
embalse creado por la presa tiene las siguientes características:

Largo 24 km
Ancho Máximo 7,4 km
Ancho Medio 4,2 km
Profundidad Máxima 43 m

El nivel normal de operación del embalse está en la cota 103 m. Para


este nivel el volumen total del embalse es de 885 MMC (millones de metros
cúbicos). La cresta está 5 m por encima, es decir en la cota 108 m. Si la presa
se sobreelevase a la cota 113 (nivel normal de operación 108 m), entonces su
capacidad aumentaría en 350 MMC y el volumen total sería de 1 235 MMC.
Del volumen total de 885 MMC una parte corresponde al volumen
muerto por cota de derivación y otra al Volumen Muerto por sedimentación.
En el momento inicial el volumen útil era de 705 MMC. El estudio previó que
la pérdida de volumen útil empezaría desde el momento inicial y que al cabo de
50 años, el volumen útil se habría reducido a 400 MMC.

Dada la fuerte sedimentación ocurrida desde la finalización de la presa


en 1976 y a partir de las mediciones efectuadas por la Dirección Ejecutiva
[153], consideramos que el volumen útil actual debe ser del orden de 500 MMC,
el mismo que está previsto para regular el agua para riego.

El valle del Chira siempre ha estado sujeto a inundaciones. La pendiente


del río es relativamente pequeña, hay formación de meandros y gran
inestabilidad fluvial. El cauce no está definido. Después de cada gran avenida
aparece un cauce diferente. Los levantamientos aerofotográficos, topográficos
y los testimonios de los habitantes y agricultores demuestran que siempre ha
sido de este modo. Así ocurrió después de las grandes avenidas de 1925,
1965, 1972, 1983 y algunas otras.

En un estudio efectuado por ENERGOPROJEKT en 1981 se afirma lo


siguiente: “Los meandros en el lecho del río son una de las características
básicas del río Chira. La modificación del trazo del lecho principal en el
transcurso del tiempo ha sido registrada en los mapas aerofotogramétricos. Las
modificaciones ocurren regularmente durante las avenidas, tales como fueron las
de los años 1965 y 1972. No existen datos suficientes para un análisis
morfológico completo, sin embargo, inclusive sin ellos puede concluirse que las
velocidades del agua en las curvas y la resistencia del material de las orillas son
tales que causan la modificación permanente del curso de agua, lo que a su vez

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se refleja en el corte natural de meandros, formándose estos nuevamente.
Puede concluirse que la pendiente promedio del valle, aguas abajo de la represa
de Poechos, asciende a 0,75%. Dado que la relación entre el largo de la corriente
y el del valle es 1,59, puede llegarse a la conclusión de que la pendiente media
del fondo del río es de 0,47%. Según la posición actual (1981) del lecho principal
el largo del mismo, entre el Océano y la Represa de Poechos, asciende a 126 km,
mientras que en el año 1963 el mismo ha sido de 111,5 km" [54].

El régimen hidrológico del río Chira siempre ha sido sumamente


irregular. Varios años secos son seguidos de años húmedos. Hay aparición de
bancos, playas, vegetación y una ocupación agrícola variable de las orillas.

Dadas las irregulares características hidrológicas del río, la introducción


del gran efecto regulador de la presa de Poechos trajo como consecuencia la
laminación parcial de las pequeñas crecidas. Ellas eran las que formaban y
mantenían el lecho. Al eliminarlas, o disminuirlas, prácticamente desapareció
el lecho. Sin embargo, la presa no ofrece control significativo para las avenidas
medianas o grandes. Es éste, pues, uno de los efectos de las grandes presas
ubicadas en los ríos de régimen muy irregular. Generalmente se tiene la
creencia de que un gran embalse constituye de hecho una protección contra
las inundaciones del valle ubicado aguas abajo. Sin embargo, no siempre es
así.

ENERGOPROJEKT realizó el Estudio del Valle del Chira, el mismo que


comenzó en 1981, pero a fines de 1982 debió ser interrumpido debido al
Fenómeno de El Niño que empezó en aquel año. Fue reiniciado varios años
después y las obras respectivas se encontraban en ejecución cuando ocurrió el
desembalse de semana santa de 1992. El estudio considera para el
encauzamiento del río Chira un sistema de diques de 73 km de longitud. La
avenida de diseño es de 3 000 m3/s [54].

El embalse de Poechos no tiene una parte de su volumen reservada para


el control de avenidas. El volumen de almacenamiento es para riego. Por el
contrario, la creación del gran lago de Poechos trajo como consecuencia que el
río Chira, en el tramo ubicado aguas abajo del embalse, perdiese gran parte de
su capacidad de conducción. En consecuencia, la contención de avenidas en
el cauce quedó disminuida y crecidas de magnitud inferior a las que ocurrían
antes de la construcción del embalse resultaron causando serios daños. A lo
anterior debe añadirse la mayor ocupación de las áreas de inundación a lo
largo del cauce por los denominados orilleros.

Con motivo del Estudio Definitivo del Proyecto se calculó la frecuencia de


máximas avenidas y sus respectivos volúmenes y se obtuvo los valores del

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Cuadro 6.7 [54].

CUADRO 6.7
Máximas Avenidas del río Chira

Periodo de Q Volumen
Retorno (m3/s) MMC
(años)

5 2 650 394
10 3 700 598
25 5 500 797
50 6 700 977
100 8 150 1 150

Es absolutamente claro lo señalado por los proyectistas:

"Dentro de su volumen total de 885 MMC, el Embalse de Poechos no


cuenta, por debajo del remanso normal en la cota 103, con espacio específica-
mente destinado a almacenar y transformar (amortiguar) crecidas y a proteger el
valle de las inundaciones. Sin embargo, es un hecho que, entre el remanso
normal en la cota 103, y la corona del Aliviadero de Emergencia en la cota 105,
existe un volumen adicional de 130 MMC, previsto para balancear la diferencia
entre la aportación y capacidad de descarga de las estructuras para evacuar
crecidas extremadamente grandes. Este volumen puede ser aprovechado en
parte para el control de crecidas de pequeñas probabilidades de ocurrencia" [54].

Debemos acá agregar algo muy importante. El pequeño volumen


mencionado de 130 MMC, que podría ser usado para el control parcial de
avenidas de pequeño periodo de retorno, y que está ubicado por encima de la
cota normal de operación, tiene en la actualidad un valor bastante menor
debido a la sedimentación en la cola del embalse. En la actualidad debe ser
aproximadamente la mitad.

En el estudio de control de inundaciones en el valle del Chira se


consideró varias posibilidades para la utilización de un pequeño volumen del
embalse, que aunque no hubiese sido expresamente concebido para el control
de avenidas, pudiese eventualmente usarse para tal fin. Se estudiaron tres
posibilidades:

Posibilidad A: Ocupar un metro por encima del nivel normal de operación para
dedicar ese volumen, comprendido entre las cotas 103 y 104, al control de
avenidas. Esto representaba inicialmente unos 65 MMC, que en la actualidad
no debe ser más de 35 MMC, lo que hace que su efecto sea prácticamente
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insignificante.
Posibilidad B: Disminuir el volumen útil bajando la cota de operación al nivel
102 y utilizando los 123 MMC ubicado entre las cotas 102 y 104 para el
control de avenidas. Este volumen en la actualidad se ha reducido a 70 MMC,
por sedimentación de la cola del embalse, lo que lo hace de poca utilidad.

Posibilidad C: Este es el caso extremo que consiste en reducir en 2 m el nivel


normal de operación con lo que se obtenía, inicialmente, un volumen de
180MMC, el mismo que en la actualidad es sólo de 100 MMC (Ocupando hasta
la cota 104).

Evidentemente que estos valores son insuficientes. Recuérdese, por


ejemplo, que la avenida de 25 años representa un volumen de 797 MMC. En
el cuadro siguiente se muestra la capacidad de laminación del embalse en
cada una de las tres posibilidades antes señalados. En todas las posibilidades
se supone que los volúmenes de control son los originales, sin sedimentación
[53].

Periodo de CAUDAL CAUDAL LAMINADO


Retorno m3/s
A B C

5 2 650 1 580 1 160 830


10 3 700 3 000 2 000 1 580
25 5 500 4 000 3 380 2 920
50 6 700 5 100 4 580 4 000
100 8 150 7 750 6 920 6 380

Sin embargo, como lo hemos señalado, los valores actuales para los
volúmenes disponibles entre las cotas mencionadas antes, son menores debido
a la sedimentación.

Cuando decimos, por ejemplo, que una avenida de 5 500 m3/s puede
laminarse a 2 920 m3/s esto implica disponer en el embalse de un volumen de
180 MMC reservado exclusivamente para el control de avenidas. Estevolumen
debe estar libre de agua y de sedimentos. Estos conceptos están muy
relacionados con la capacidad de diseño del sistema de encauzamiento.

Antes hemos recordado que Poechos no ha sido concebido como un vaso


de control de avenidas. Esta decisión siempre puede revisarse mediante un
fácil análisis económico: daño por inundaciones vs. beneficios del riego. En
todo caso se trata de una decisión que hay que tomar en el marco del aprove-
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chamiento de los recursos hidráulicos.
El año 1992 se caracterizó desde el punto de vista hidrometeorológico
por la aparición de lluvias bajas de gran intensidad. El 13 de marzo el embalse
se encontraba en la cota 94,2m, es decir, muy por debajo de su nivelmáximo
de operación normal (103 m). El 31 de marzo el nivel del embalse llegó a la
cota 102,5 m. En esos días la operación del embalse era sumamentedifícil,
pues cualquier caudal significativo que se liberase del embalse causaríadaños
en el valle. Se decide no pasar de 1 200 m3/s.

Los días 17 y 18 de abril en el lapso de 41 horas ingresaron al embalse


de Poechos 435 MMC. Esta onda de avenidas tuvo tres picos importantes: 4
161 m3/s; 5 611 m3/s y 5 911 m3/s. Con este último caudal se llegó a la cota
103,66 m. Nótese que si se hubiese llegado a la cota 105 m se habría activado
el aliviadero de emergencia con la consiguiente destrucción del canal de
derivación Daniel Escobar, que es el que conduce las aguas al valle del Piura.
El aumento del nivel del reservorio obligó a aumentar paulatinamente las
descargas al valle del Chira a través del aliviadero de compuertas. Se llegóa
una descarga de 3 800 m3/s. Es importante consignar que las descargas
mencionadas del río Chira se originaron básicamente por aportes de las
quebradas de la margen derecha, en la zona ubicada inmediatamente aguas
arriba de la represa.

En el valle del Chira, totalmente desprotegido, se produjeron daños cuyo


valor económico fue estimado en unos 3 millones de dólares, por la Comisión
Investigadora designada por el INADE [77].

Después de haber examinado la concepción del sistema de control de


avenidas del río Chira dentro del proyecto Chira-Piura y las circunstancias del
desembalse de 1992 arribamos en ese momento a las siguientes conclusiones
[157]:

1. La protección del valle del Chira contra las inundaciones está confiada a
un sistema de diques, que no se ha construido y que forma parte de la
tercera etapa del Proyecto Chira-Piura, la que está aún pendiente de
realización.

2. El embalse de Poechos tiene la función de regular los caudales para riego.


Su función no es la de controlar avenidas.

3. En alguna medida se puede usar un pequeño volumen dentro del


embalse de Poechos para la atenuación parcial de crecidas pequeñas y
medianas, en la medida en la que se disponga de Reglas de Operación
técnicamente sustentables y una determinada capacidad de conducción
controlada en el valle del Chira, con lo que se potencia ese pequeño

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efecto regulador.

4. En todo caso es sumamente importante disponer de Reglas de Operación


del embalse basadas en la más completa información hidrometeorológi-
ca, en un conocimiento de la capacidad real del embalse de Poechos y de
la concepción y fin del Proyecto, así como de las restricciones aguas
abajo del embalse. En las Reglas de Operación debe primar la seguridad
de las estructuras de almacenamiento y conducción.

5. El embalse de Poechos ha introducido cambios importantes en la


morfología fluvial del tramo ubicado aguas abajo, lo que motiva una
disminución de su capacidad de conducción. Esta es inferior a la que
había en condiciones pre-embalse [54].

6. Luego del último desembalse de Poechos nos preocupa que pudiera


creerse que las inundaciones ocurrieron porque alguien abrió más o
abrió menos una compuerta, o porque lo hizo antes o lo hizo después.
Pero no ha sido así. Lo que ocurrió en abril de 1992 puede volver a
ocurrir, si es que no se toman las medidas del caso para un manejo
integral del Proyecto.

6.7 Aspectos Generales de las Sequías


Todos somos conscientes de lo que son las sequías y de las graves consecuen-
cias que tienen para el bienestar humano. Diferentes partes del mundo han
experimentado severas sequías a lo largo de su historia. Hay registros de
sequías ocurridas en China hace más de 2 000 años [35].

Cuando disminuye la precipitación hasta un punto crítico se dice que


ocurre una sequía. Es difícil definir de un modo general a partir de que
momento hay una sequía. Evidentemente que en una región en la que no haya
ninguna actividad humana no tiene sentido hablar de sequía. Tampoco lo
tendría que en una región muy húmeda se hable necesariamente de sequía,
porque la precipitación disminuyó, digamos, a la mitad, puesto que aun así
podría haber agua en cantidad más que suficiente para cubrir las necesidades
de la población.

Resulta entonces evidente que la sequía no puede definirse simplemente


como la disminución de la precipitación o de la cantidad de agua disponible;
sino que tiene que definirse en función del impacto económico y social que se
origina como consecuencia de la disminución de la cantidad de agua
disponible. Por lo tanto, la definición de sequía tendría que considerar una
disminución de la precipitación, de un modo más intenso que lo usual y cuyo
efecto es la no satisfacción de las expectativas de los usuarios.

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