Está en la página 1de 6

La tragedia de los actores de la comedia de 2019

Popayán, 18 de diciembre de 2019


¿Cómo es posible que Duque, Uribe y sus asesores no se den cuenta de que el “presidente”
hace el ridículo cada vez que interviene en público? Una de las últimas salidas en falso fue
el estridente discurso que lanzó en la inauguración del puente “Pumarejo” en Barranquilla,
al lado del vicepresidente de Santos, Vargas Lleras, en donde solo faltó el mismo Santos.
La seguidilla de torpezas del “presidente” Duque son memorables. Desde antes de
posesionarse ya la estaba embarrando, para no pronunciar la palabra que empieza con “c”.
Desde llevarle razones de Uribe al rey de España, pasando por calificar de libertadores de
Colombia a los fundadores de los EE.UU., hasta lo de Colombia con P, la carta del Papa y
el acto de respaldo al renunciado ministro Botero, son algunas de las torpezas “veniales”
que ha cometido Duque.
Claro, las “torpezas graves”, que en realidad son actos conscientes, tienen que ver con
dedicarse a cumplir las órdenes de los gringos y de Uribe de involucrarse en los asuntos de
Venezuela, sabotear y querer destruir el proceso de paz, guardarle las espaldas a verdaderos
delincuentes como el ex-fiscal Martínez Neira, el ex –ministro Botero, el ministro
Carrasquilla y a los generales comprometidos en crímenes de Estado y a su propio jefe y
tutor, y los intentos por impedir la realización del paro nacional acudiendo a todo tipo de
mentiras que en vez de lograr su objetivo incentivaron a la población a la protesta.
Dice el filósofo Slavoj Zizek que “el origen de la comedia debe buscarse precisamente en
esa ceguera cruel, la incomprensión de la realidad trágica de una situación”. Y para Duque
estas palabras de Zizek le calan como anillo al dedo: “desea ser aceptado finalmente como
‘él mismo’, no como el sustituto de otro”.
Duque queriendo ser un verdadero presidente, tratando infructuosamente de representar lo
mejor posible su papel, no se da cuenta de que se ha ido desnudando ante la opinión pública
dejando ver su condición de mandadero.
Pero lo más interesante e importante es que con esa actitud que, se asemeja a la de los
personajes que con genialidad representaba Charles Chaplin, no solo él se desnuda sino que
contribuye a que la gente vaya desmitificando la esencia de la falsa democracia,
comprendiendo que todo ese ejercicio de gobierno es una pantomima, una farsa, y que en
realidad, ni el presidente gobierna, ni el congreso legisla, ni las cortes administran justicia.
Los dirigentes del Paro Nacional, con su búsqueda obsesiva de negociación con Duque, le
hacen un gran favor al establecimiento oligárquico y al mismo Duque, por cuanto le
otorgan la calidad de presidente que en realidad es algo formal, y no contribuyen con la
tarea política (y pedagógica) de hacer ver que, no solamente Duque es un simple
mandadero de Uribe y de los neo-conservadores gringos (Pence, Pompeo, etc.) sino que
toda la institucionalidad colombiana solo es una careta, una pantomima, para ocultar a
quienes realmente mandan en Colombia: la gran burguesía financiera global representada
por los Sarmientos Angulos, los Ardilas Lulles, Gillinskis, etc.
Las Farc fueron durante un tiempo el significante vacío de enemigo de la supuesta
democracia, ahora lo ha mpzado a llna Pto.

El fenómeno social y político de masivas movilizaciones de protesta que se desarrolla a


nivel mundial, encabezado por millones de jóvenes (precariado) y mujeres, tiene ciertas
particularidades en Colombia que exigen un análisis más detallado para avizorar su futuro.
Después de más de 60 años de violencia continua, que tiene sus raíces en la “conquista”,
Colonia y en la mal llamada “república”, que es parte de un proceso de colonización que
aún no ha terminado, las clases oprimidas se vieron obligadas a pactar con la burguesía
globalizada que estaba interesada en terminar ese conflicto armado sin mayores costos.
Esa obligación fue forzada por una serie de factores que confluyeron en el tiempo que
hacían imposible que en medio de una guerra degradada e instrumentalizada por el gran
capital, los sectores sociales subordinados pudieran desarrollar un proceso de acumulación
de fuerzas para enfrentar al capitalismo neoliberal y, a la vez, derrotar los vestigios
colonial-feudales.
No obstante, ese pacto con la burguesía globalizada (transnacionalizada) representada por
el ex-presidente Santos, no se hizo con absoluta nitidez y claridad por parte de las fuerzas
políticas y organizaciones sociales comprometidas en ese proceso, y por ello, no se logró
derrotar planamente a los terratenientes reaccionarios aliados con mafias de todo tipo
(incluidas las mafias neo-conservadoras de USA) lideradas por Uribe.
Se le entregó el protagonismo principal a un presidente (Santos) demagogo y a las Farc, que
se llenaron de triunfalismo al no ser conscientes de su enorme desprestigio político, y del
rechazo que existía entre amplios y mayoritarios sectores de la población.
Las fuerzas democráticas (verdes, polo, “petristas”, otras “izquierdas” simpatizantes de las
Farc y del ELN) no impulsaron una campaña autónoma e independiente del gobierno (y de
las Farc) y desperdiciaron un momento muy importante de la vida de este país que consistía
en aprovechar el “proceso de paz” para derrotar políticamente a los “dueños de la guerra”
(Uribe y cía.), y colocar en la mira popular a la burguesía globalizada que aspiraba (y aún
aspira) a pasar de agache frente a todo lo que significaron los crímenes de Estado
cometidos durante el conflicto armado.
Ello explica que en la protesta ciudadana y popular que está en desarrollo, existan dos
grandes vertientes sociales, políticas y culturales, que no necesariamente tienen que generar
división, pero que deben entenderse para que confluyan y se armonicen en la medida en que
el proceso de confrontación con el gobierno, el régimen y el Sistema se profundice.
Esas dos grandes vertientes han ido surgiendo como expresión de la lucha de clases y del
desarrollo de las fuerzas productivas y de la evolución de las mismas clases sociales en
Colombia. Un sector, es la expresión en las calles de las llamadas “clases medias”
citadinas, que antes eran en su totalidad una “pequeña-burguesía” pero que hoy ha
trasmutado casi en su totalidad hacia el “precariado” (profesionales asalariados y/o
“emprendedores” subordinados y atrapados totalmente por el gran capital financiero)1.

La mayoría quiere ser escuchada. Duque aparenta que escucha pero no puede escuchar.
Para algunos de la izquierda la consigna de que “Duque escuche” no es suficiente. Les
parece que es muy suave, quieren que negocie para demostrarle a la gente que no puede
resolver nada y entonces posicionar la idea de que hay que tumbarlo.
Esas izquierdas a través de las llamadas organizaciones sociales están acostumbradas a
“negociar”, pero en realidad no negocian nada.
Lo interesante es que el pedido que hacen los jóvenes de que “Duque escuche” es a la vez
una denuncia de que hasta ahora no escucha, de que sus talleres “Construyendo Colombia”
son una pantomima de “conversación”, y que en realidad Duque no puede escuchar.
¿Por qué Duque no puede escuchar? Porque el Sistema nunca escucha, no está hecho para
eso. Además, Duque solo escucha a quienes lo colocaron allí, no para gobernar sino para
engañar. Que es lo que siempre han hecho todos los gobernantes.

Lo que sucede en Colombia parece ser demasiado sencillo y como que estamos empezando
a pensar en forma sencilla.
La gente está confirmando una idea que ya estaba en la cabeza de todos pero que solo un
gobierno como el de Duque ha sido capaz de mostrar en toda desnudez.
Esa idea consiste en que el sistema económico y político de todas maneras funciona así el
gobierno esté ocupado (no dirigido) por gente incapaz.
1
El profesional precariado, tanto asalariado como “emprendedor” se puede dividir en tres grandes sectores: a)
Los profesionales especializados y altamente calificados que pueden alcanzar niveles de dirección de
empresas y, por tanto, así sea asalariado, se pone al servicio de la burguesía. Igual puede suceder con
profesionales “emprendedores” que por determinadas circunstancias particulares, se convierte en un mediano
o gran empresario, convirtiénmdose en un capitalista. De acuerdo a estadísticas fiables y comprobadas, a nivel
global, este sector del profesional precariado “exitoso” llega al 1% del total de trabajadores profesionales
(precariado), y es el que sale reseñado en los periódicos y medios capitalistas. b) Existe un sector intermedio
de profesionales precariados que logran ingresos importantes, ya sea por un trabajo asalariado o por su
ejercicio de emprendimiento. Sin embargo, sus gastos son enormes, viven bajo la presión social o económica,
ya sea por su nivel de vidaque los obliga a endeudarse, o por el ritmo frenético de competencia que se da al
interior de las empresas o entre los mismos emprendimientos. Es el sector social que más sufre de problemas
emocionales y gastan enormes sumas de dinero en drogas (legales e ilegales), tratamientos de todo tipo
(psicológicos, para enfermedades psico-somáticas, de belleza, etc.), y vida social. c) Los profesionales
precariados del nivel inferior, ya sean asalariados o emprendedores
Pero esa incapacidad consiste en que, por uno u otro factor, el gobernante no puede seguir
engañando a la gente como hasta ahora había venido ocurriendo.
O sea,
Nunca como en los tiempos actuales el poder de las castas dominantes en el mundo ha sido
tan precario y débil. Parece fuerte pero es absolutamente endeble. El problema consiste en
que las mayorías no lo saben, y aun cuando lo están viendo, no lo logran percibir. Tienen
miedo de ver más allá porque el poder de “otros”, quien quiera que sea, les da seguridad a
sus vidas. No conciben un mundo sin control. Por ello, para “tumbar” un gobierno tienen
que estar pensando en su reemplazo. Pero reemplazarlo no tiene que ver con ninguna
solución. Lo que hay que hacer es quitarse de encima ese poder, eliminarlo de tajo. Pero
eso para la mayoría es imposible.
No obstante ya existen muchos ejemplos en donde la gente, incluso, en grandes
conglomeraciones

Los crímenes en manos de Uribe siempre estarán ligados a los crímenes de las Farc, y los
que así piensan nunca pueden salir de ese círculo. Pero tanto los crímenes de uno y de otras,
fueron manipulados desde arriba, desde quien ha utilizado la guerra entre mandaderos y
oprimidos rebeldes, para que ellos nunca sean tocados. Solo reconocer que han sido
manipulados es el origen de la paz entre los manipulados y apuntar la guerra contra los
verdaderos enemigos.

Es evidente que van a seguir apareciendo cadáveres y fosas comunes de los “falsos
positivos” y demás crímenes cometidos durante el conflicto armado por la gran burguesía,
el imperio estadounidense y las mafias que se apoderaron del gobierno en Colombia. No
obstante, la responsabilidad política de esa horrenda masacre pareciera que no la vamos a
lograr por cuanto nos hemos dejado meter en una trampa. La misma oligarquía y el imperio
han hecho creer que solo es obra de Uribe pero, como Uribe les conoce tantos y tan grandes
secretos, ellos mismos se encargan de impedir que toda la verdad se conozca en toda su
integridad y crudeza. Llevamos 9 años esperando que aparezca la “prueba reina” contra
Uribe pero hasta ahora solo lo están investigando por “manipulación de testigos”. Nuestras
izquierdas, creo, se han equivocado al apuntar únicamente contra Uribe, quien solo es una
ficha secundaria en el andamiaje del poder en Colombia, es una especie de capataz
incómodo pero necesario e importante para la oligarquía, y se convirtió en el escudo
protector que resguarda a todo el establecimiento oligárquico y criminal. La juventud que
hoy está encabezando las protestas parece que ha entendido el fenómeno y empieza a
desenmarañar el ovillo, apuntándole a todo el SISTEMA y al RÉGIMEN, y no a figuras
partriculares que se convierten en distractores. Hay que sacudir todo el árbol y no solo una
rama para lograr que todas las manzanas podridas caigan a la vez. Hay que mirar al
enemigo a los ojos y no dejarnos distraer por la figura del sicario. Y hay que hacerlo con
método y paciencia. Duque solo es un pobre substituto, no tanto de Uribe de quien es un
simple mandadero, sino del otro subsituto que en apariencia “traicionó” a Uribe pero que –
en verdad– nunca lo encaró de frente porque “el tipo sabe mucho” y debe tener pruebas
contundentes que los involucran a todos. Y todos es todos.

El año 2019 vino a sacar de lo profundo loque se venía acumulando desde 2011. Los
jóvenes profesionales de todo el mundo (parte del “precariado”) y la juventud en general
que ven muy incierto su futuro, son los principales protagonistas de este año que termina.
Durante este año realizaron una fiesta colectiva de rebeldía y rebelión que ha sido una
tragedia para muchos personajes que representan el poder de la gran burguesía financiera
global pero también para aquellos que encarnan a la supuesta oposición “progresista”.
El deseo que está latente.

Duque es mandadero pero no es un títere común, tiene que aparentar que hace el mandado
pero le da su toque original. Pero, el problema es que por darle ese toque original,
aparentando ser autónomo, Duque genera desconfianza tanto entre su propia gente (CD y
conservadores), entre la oposición y entre los posibles aliados (CR, la U y liberales).

Colombia, o mejor, la juventud colombiana va en camino de encontrarse consigo misma.


“Somos resultado de la violación de mujeres indígenas” se pintó en su espalda una joven
mujer en las protestas de Santiago (Chile) pero bien podría haber sido un mensaje de
cualquier joven colombiano. Ese encuentro con su pasado ya está potenciando nuevos
caminos, que no solo es una catarsis de la reciente violencia sino que sirve para explicarse
muchos más problemas acumulados a lo largo de siglos.
La tradición de la izquierda colombiana ha sido identificar lo “radical” y revolucionario con
el alzamiento armado, con la “supuesta violencia revolucionaria”, que siempre en nuestro
país ha sido de carácter individual o grupista, y aislada del conjunto de la población. Por su
naturaleza reactiva y desesperada, por ser una reacción inconsciente y no medida, por
corresponder a provocaciones y manipulaciones, siempre conducirá a la derrota. En
realidad, en comparación, si se observa con atención la historia, se puede afirmar que las
insurrecciones triunfantes logran neutralizar a las fuerzas armadas del contrario y/o
ganarlas para el cambio, porque son masivas, mayoritarias y, en lo fundamental, pacíficas.
El oprimido cortesano en Colombia siempre ha tenido al frente dos salidas: la sumisión
abyecta o la rebelión insulsa y temporal, que siempre ha terminado en inmolación (Galán,
Gaitán, y demás). Para superar el cortesanismo del eterno oprimido (desde la Colonia) se
requiere una nueva actitud, verdaderamente revolucionaria, de aguante consciente, de
espera acumulativa, de paciencia estratégica, de jugar con la fuerza y las armas del
contrario, de no involucrarse en aventuras encabezadas por “salvadores supremos”, ni
jalarle al sacrificio de héroes individuales. Eso debe quedar en el pasado.
La juventud “posmoderna” de Colombia lo está haciendo y lo está haciendo bien. No toda,
la que no está influida por el “izquierdismo” ansioso, controlador, desgastante. Aquella
juventud que no está atrapada por la necesidad de controlar, la que no se desvive por el
“poder” (gobierno) para lograr desenmascarar el verdadero Poder (Gran Capital
Financiero). La que no muestra ansiedad por negociar con un presidente como Duque que
todos sabemos que no puede negociar ni entregar nada. La que no se afana por apresar a
Uribe porque de alguna manera sabe que Uribe ya está preso de sus circunstancias.
Esa juventud va avanzando, está descubriendo, se está preparando no para ser gobernante
sino para transformar la sociedad con nuevas actitudes y nuevas ideas.

El Papa
Trump
Putin
Xi
Los poderosos están viendo cómo se diluye su “poder” sin que puedan hacer nada. En el
fondo ellos saben que su poder solo se sostiene por la ignorancia de la gente. Pero cuando
la gente se quita la venda de los ojos, ese poder si difumina al instante.
Por eso es que algunos en Chile dicen: “¡despertamos!”.
Creo que para que la gente continúe la protesta y se auto-organice, lo más importante es
ayudar a que todos nos quitemos la venda. La clave es cómo hacerlo, cómo nos
organizamos para contribuir con esa tarea de una manera efectiva pero sencilla.
Espero entonces, que nos volvamos a reunir el lunes (como acordamos) y que todos
llevemos ideas prácticas para empezar a actuar. El Comité de Paro creo que se enredó con
ese pliego tan largo (104 puntos) y ha dado “papaya”, pero la gente y los jóvenes van a
seguir movilizándose como ocurrirá este domingo en Medellín.
Es bueno invitar a más personas pero cada uno de nosotros debemos ponerlas al día de lo
que conversamos en la pasada reunión para que podamos avanzar. Saludos

Entonces la única forma de mantener el control y el orden, es con la fuerza de las armas.
Fracasamos como sustitutos en el “poder” (gobiernos progresistas) porque no sabemos que
seguimos siendo sustitutos, que el gobierno solo es un “subsistema” del aparato del Estado
capitalista, y que además, es una herramienta de distracción.
Hoy el poder verdadero, está concentrado en el capital financiero y su soporte principal es
la burocracia estatal y privada, y las fuerzas militares estatales y privadas.

También podría gustarte