Santuario

Wilmer Julian Peña Cortes

1. Orden de nacimiento de los hijos de Jacob

2. Levi y José estarían en el pectoral del sacerdote?

Ellen Gould Harmon menciona en su libro de Patriarcas y profetas menciona “Sobre el efod
estaba el pectoral, la más sagrada de las vestiduras sacerdotales. Era de la misma tela que el
efod. De forma cuadrada, medía un palmo, y colgaba de los hombros mediante un cordón
azul rendido en argollas de oro. El ribete estaba formado por una variedad de piedras
preciosas, las mismas que forman los doce fundamentos de la ciudad de Dios. Dentro del
ribete había doce piedras engarzadas en oro, arregladas en hileras de a cuatro, que, como las
de los hombros, tenían grabados los nombres de las tribus. Las instrucciones del Señor
fueron: “Así llevará Aarón los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio sobre
su corazón, cuando entre en el santuario, como memorial perpetuo delante de Jehová”.
Éxodo 28:29.1

No nos da indicio de los nombres específicos, lo único que nos arroja es la misma
información que la biblia nos menciona, tendrá los nombres de las 12 tribus de Israel. Si la
biblia lo menciona y lo ratifica el espíritu de profecía, creo que es suficiente para dejarlo de
esa manera.

Éxodo 28:9-10 “Y tomarás dos piedras de ónice, y grabarás en ellas los nombres de los
hijos de Israel; seis de sus nombres en una piedra, y los otros seis nombres en la otra piedra,
conforme al orden de nacimiento de ellos”.

Ahí se nos menciona que los nombre que estarán en las dos piedras del efod son los
nombres de los hijos de Jacob (Israel) como luego sería llamado, e inclusive hace la
aclaración sobre su orden de nacimiento. Otra cosa distinta son las doce piedras que van en
el pectoral de la túnica que son diferentes una de la otra y que van enfiladas en filas de
cuatro y estas si podían representar las doce tribus de Israel como nación. Algo de esto
menciona el párrafo de patriarcas y profetas mencionado arriba.

Éxodo 28: 29 “Y llevará Aarón los nombres de los hijos de Israel en el pectoral del juicio
sobre su corazón, cuando entre en el santuario, por memorial delante de Jehová
continuamente”. Estos podrían ser la representación de las doce piedras del pectoral.

3. Relación entre las vestiduras sacerdotales y el vestimento de los ministros y su

conducta hoy en día

Según la lectura, las vestiduras y los implementos sacerdotales e inclusive del pueblo entero
a la hora de tener una cita con Dios, debía ser algo muy especial y sumamente limpio. La
importancia radicaba entre el orden y la limpieza; las especificaciones de las vestiduras
sacerdotales fueron claras y reflejaban el orden y la santidad debida a tan alto cargo.

Los sacerdotes estaban encargados de representar a Dios en los oficios sagrados del
santuario, y esta manifestación humana era una tipificación de la santidad divina en
1
Ellen Gould White, Historia de los Patriarcas y Profetas (Miami, Florida: Asociación Publicadora
Interamericana, 2008).
relación a la santidad de Dios y su respeto respectivo. El israelita de a pie debía ser
impresionado por la santidad y el oficio del sacerdote para que, a su vez este glorificara a
Dios y comprendiera la santidad del asunto.

Este principio bíblico se une en la actualidad con el comportamiento y forma de vestir de

los ministros y a su vez, representa la santidad y respeto del oficio; el culto divino es el
espacio dedicado para escuchar las palabras de Dios hablada a través de un interlocutor
humano que como fin es impresionar la mente del oyente; lo que habla debe estar en intima
relación con la persona que habla, es decir, una relación intima entre Dios y ministro en el
oficio sagrado del sacerdocio pastoral. Como se comporta en el pulpito, lo que habla, como
se viste y demás, son cosas que reflejan la santidad del momento y ahonda o ridiculiza la
palabra de Dios en el corazón de los oyentes.

La limpieza y orden debe reflejarse en los ministros predicadores. Lo mejor debe siempre
estar presente en los enviados de Dios para la proclamación de las promesas divinas. Su
cabello, la limpieza y el olor son cosas que deben estar bien cuidadas en este oficio. Esta
muestra externa de pudor y santidad debe estar en armonía con el interior del corazón del
ministro, las palabras que salen de los predicadores deben ser una experiencia diaria de este
con Dios. De su propia experiencia con las escrituras y del argumento sólido de la
interpretación de estas es que deben salir los mensajes que el Espíritu Santo coloca en la
mente de los predicadores.

4. Lo más llamativo

Estoy de acuerdo totalmente con la relación entre lo que decimos con lo que hacemos.
Nuestra labor como ministros y representantes de un Dios santo en esta tierra nos obliga a
vivir, tanto interna como externamente, una vida en santidad y diferente.

Nuestra manera de vestir debe reflejar la experiencia diaria con Cristo.

Lo que no estoy de acuerdo, es la interpretación errónea que le damos a las cosas. Hay
diferentes maneras de vestir que no necesariamente deshonran a Dios. A veces, nos
convertimos en jueces y juzgamos a los demás con duros juicios creyéndonos enviados de
Dios a dichos propósitos. Muchos por apariencia, se visten de corbata y saco y por dentro
sus corazones están tan sucios como la suela de sus zapatos. Egoístas y envidiosos que
mancillan el ministerio de Cristo al rechazar a todos aquellos que no se visten como ellos.

La vestimenta es importante en este proceso de evangelización y representación de la

verdad, pero no es el todo. No podemos perder de vista por quienes vino a morir Cristo, que
en esencia es el centro del evangelismo.

5. Proceso educativo de la iglesia frente a este tema

 No juzgar, este principio es importante en el desarrollo de mi iglesia. Debemos de
abandonar esa costumbre de estar juzgando a mi iglesia. Debo ejercer mi rol como
orientador, que es diferente.
 Representar, como ministro y además mi esposa, somos ejemplos de pulcritud y
belleza para los miembros y chicos de nuestras iglesias. Vestirnos de la mejor
manera, siempre limpios y de buen olor (no necesariamente de corbata) y
orientando a los demás en este aspecto
 Seminario, días de enseñanza sobre conducta cristiana en los mejores términos.
 Socialización, llevando a los chicos a diferentes escenarios que se enfrenten con
otras culturas y vean la belleza en la pluriculturalidad. Ambientes tanto cristianos
como no.