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Desarrollo Maxwell
Desarrollo Maxwell
Ecuaciones de Maxwell
1. Introducción
r
S B
r r
n
dl
C
Figura 1.
r
n
S1 r
n′
r S2
n
Figura 2
r
De esta manera, teniendo en cuenta que ∇ ⋅ B = 0 , se deduce que
r r r r r r r
0 = ∫ ∇ ⋅ B dV = ∫ B ⋅ n dS = ∫ B ⋅ n dS + ∫ B ⋅ n dS
V S S1 S2 (2.2)
y en consecuencia
r r r r r r
∫
S1
B ⋅ n dS = − ∫ B ⋅ n dS = ∫ B ⋅ n ′ dS
S2 S2 (2.3)
Por otra parte, la fuerza electromotriz (f.e.m.) se define como la integral de línea del campo
eléctrico recorrida a lo largo del circuito C en sentido positivo (contrario a las agujas del
reloj).
r r
f.e.m = ∫ E ′ ⋅ dl
C (2.4)
r r
donde E ′ es el campo eléctrico en el elemento de circuito dl . En realidad podemos imaginar
el circuito C como una trayectoria geométrica cerrada en el espacio sin que tenga que
coincidir necesariamente con un circuito eléctrico. Las observaciones de Faraday se resumen
en la expresión matemática:
3
r r dF
∫C ′ ⋅ dl = − k dt
E
(2.5)
dF B inductor en el instante t + ∆t
>0
r dt
B B inductor en el instante
t
r
n
I
B inducido en el instante t
fem < 0 B inducido en el instante t + ∆t
Figura 3.
r
d r r dB r
dt ∫S
B ⋅ n dS = ∫ ⋅ n dS
S dt (2.7)
r r
Aplicando la regla de la cadena a B(r (t ), t ) se obtiene
r r r r r r
dB ∂B ∂B ∂x ∂B ∂y ∂B ∂z ∂B r r
= + + + = + (v ⋅ ∇ )B
dt ∂t ∂x ∂t ∂y ∂t ∂z ∂t ∂t (2.8)
r r
( ) ( ) ( ) ( ) ( )
r r r r r r r r
Aplicando la identidad vectorial ∇ × F × G = F ∇ ⋅ G − G ∇ ⋅ F + G ⋅ ∇ F − F ⋅ ∇ G en
( )
r r r r
(2.8) y teniendo en cuenta que ∇ ⋅ B = 0 , ∇ ⋅ v = 0 y B ⋅ ∇ v = 0 (estas dos últimas
r
igualdades son debidas a que estamos considerando que v es constante) se deduce que
r r
( )
dB ∂B r r
= +∇× B×v
dt ∂t (2.9)
y, por tanto, la derivada total del flujo con respecto al tiempo se transforma en
r
d r r
( )
∂B r r r r
dt ∫S ∫S ∂t ∫S
B ⋅ n dS = ⋅ n dS + ∇ × B × v ⋅ n dS
(2.10)
Pasando el último sumando de (2.11) al primer miembro de (2.5) obtenemos una expresión
equivalente a la ley de Faraday para un circuito en movimiento.
r
∫[ ( )]
r r r r ∂B r
E ′ − k v × B ⋅ dl = −k ∫ ⋅ n dS
C S ∂t (2.12)
Vemos que la expresión anterior tiene la misma forma que la ley de Faraday para circuitos
estacionarios, expresión (2.6), si admitimos que el campo eléctrico sobre el elemento de
r r
circuito dl que se ve desde el sistema de referencia "estático" o de laboratorio, E , está
r
relacionado con el campo eléctrico, E ′ , visto desde un sistema solidario con el circuito por la
expresión
( )
r r r r
E = E′ − k v × B (2.13)
Para determinar el valor de la constante k podemos pensar que una carga q en reposo
r
respecto al sistema solidario con el circuito móvil estará sometida a una fuerza qE ′ . Desde el
punto de vista del observador en el sistema de laboratorio una carga q que se mueve a una
r r r
velocidad v en el seno de un campo eléctrico E y otro magnético B es, en aproximación no
( )
r r r
relativista y en el sistema MKSA, es igual a q E + v × B . Como la fuerza que actúa sobre la
( )
r r r r
carga debe ser la misma en ambos sistemas de referencia, se tiene qE ′ = q E + v × B y
comparando con (2.13) vemos que la constante k en dicho sistema de unidades debe ser igual
( )
r r r
a la unidad (en el sistema gaussiano la expresión de la fuerza sería q E + v × B c y de ahí
que la constante k sea igual a c −1 ).
Así, pues, la ley de Faraday (en el sistema MKSA) queda expresada como
r r d r r
∫CE ′ ⋅ dl = −
dt ∫S
B ⋅ n dS
(2.14)
r r
donde E ′ es el campo eléctrico en dl respecto de un sistema de coordenadas solidario con el
circuito. La derivada con respecto al tiempo del segundo miembro es la derivada total dada
por (2.8). Como subproducto de la demostración hemos encontrado que el campo eléctrico en
r
un sistema de coordenadas que se mueve a una velocidad v con respecto al laboratorio es:
r r r r
E′ = E + v × B (2.15)
En el caso general, cuando hay campos variables con el tiempo, el campo eléctrico no es un
campo conservativo. Hay que señalar que (2.17) constituye una generalización de la conocida
r
ley de la electrostática ∇ × E = 0 .
r ∂ρ
∇⋅J + =0
∂t (3.2)
El significado de esta ecuación es más claro cuando se escribe en forma integral. Así,
integrando (3.2) sobre un volumen V limitado por una superficie S y aplicando el teorema se
la divergencia al primer sumando, obtenemos
r ∂ρ ∂Q
∫S ⋅ dS = − ∫V ∂t dV = − ∂t
J
(3.3)
r
r ∂ρ ⎛ r ∂D ⎞
∇⋅J + = ∇ ⋅ ⎜⎜ J + ⎟=0
⎟
∂t ⎝ ∂t ⎠ (3.4)
r r r
y, por tanto, si reemplazaba el vector J por su generalización, J + ∂D ∂t , las ecuaciones de
continuidad y Ampere serían compatibles. De esta manera, la ecuación de Ampere,
denominada ahora de Ampere-Maxwell, se transforma en
r
r r ∂D
∇× H = J +
∂t (3.5)
que para fenómenos estacionarios coincide con la ley original de Ampere. A la corriente
r
∂D ∂t introducida por Maxwell se la denomina corriente de desplazamiento. Ésta juega un
papel fundamental cuando los campos varían rápidamente con el tiempo, como ocurre en los
fenómenos de radiación electromagnética. De hecho, sin esta corriente no se podría explicar
la existencia de ondas electromagnéticas. La predicción hecha por Maxwell de que la luz era
un fenómeno ondulatorio electromagnético pudo confirmarse mediante el análisis de las
ecuaciones que llevan su nombre y que reproducimos a continuación.
r
r r r ∂D
∇⋅D = ρ ∇× H = J +
r ∂t
r r ∂B
∇⋅B = 0 ∇× E + =0
∂t (3.6)
r r r r r r ∂ r r
∫ ⋅ dS = ∫ ρ dV
D
S V ∫CH ⋅ dl = ∫S ⋅ dS + ∂t ∫SD ⋅ dS
J
r r r r ∂ r r
∫ B ⋅ dS = 0
S ∫CE ⋅ dl = − ∂t ∫SB ⋅ dS (3.7)
En los puntos donde los campos presentan algún tipo de discontinuidad, como por ejemplo,
en la entrecara entre dos dieléctricos o un dieléctrico y un conductor, las ecuaciones (3.6)
carecen de sentido y no podrán ser aplicadas, ya que no existen las derivadas parciales de
algunas de las componentes del campo. Sin embargo, el conjunto de ecuaciones (3.7), que es
más general que el (3.6) por no contener derivadas espaciales, sí podrá ser aplicado.
Precisamente, este hecho es utilizado para deducir las condiciones de contorno para los
r
campos al pasar de un medio a otro. Así, si denominamos n al vector unitario normal a la
superficie que limita los medios "1" y "2" y que apunta en la dirección de "1" a "2", las
condiciones de contorno para los campos son:
8
(D ) (B )
r r r r r r
− D1 ⋅ n = σ
2 − B1 ⋅ n = 0
2
r r
( ) ( )
r r r r r
n × E 2 − E1 = 0 n × H 2 − H1 = K (3.8)
r
donde σ y K son las densidad de carga y corriente superficiales macroscópicas,
respectivamente. En el caso en que uno de los medios, por ejemplo el "1", sea un conductor
perfecto, los campos en su interior son nulos y, en consecuencia, las condiciones de contorno
anteriores se reducen a
r r r r
D⋅n =σ B⋅n = 0
r r r r r
n×E = 0 n×H = K (3.9)
donde se ha omitido el subíndice "2", ya que es el único medio presente en el que los campos
no son nulos.
Se ha prescindido de las demostraciones de (3.8) y (3.9), aunque éstas se pude encontrar
en la mayoría de textos de nivel intermedio o avanzado (ver, por ejemplo, los libros de
Jackson o Choudhury).
( )
r
r ∂ ∇× B
∇×∇× E = −
∂t (4.1)
r r
Sustituyendo ∇ × B por su expresión en función de E proporcionada por la ecuación de
r
r ⎛r ∂E ⎞
Ampere-Maxwell ∇ × B = µ ⎜⎜ J + ε ⎟ , obtenemos la ecuación de onda vectorial
⎝ ∂t ⎟⎠
inhomogénea
r r
r ∂2E ∂J
∇ × ∇ × E + µε 2 = − µ
∂t ∂t (4.2)
9
r
Para el vector inducción magnética B se puede obtener una ecuación similar a (4.2)
eliminando el campo eléctrico de las ecuaciones de Ampere-Maxwell y Faraday. De esta
manera se llegaría a la ecuación
r
r ∂2B r
∇ × ∇ × B + µε 2 = µ∇ × J
∂t (4.3)
r
Si en el medio está libre de carga, de manera que ∇ ⋅ E = 0 (puede haber cargas de
polarización pero la densidad de carga macroscópica ρ debe ser nula.), entonces, el término
r r r r
∇ × ∇ × E = ∇∇ ⋅ E − ∇ 2 E se simplifica a − ∇ 2 E , con lo que la ecuación de onda para
regiones libres de carga queda de la forma
r r
r ∂2E ∂J
∇ E − µε 2 = µ
2
∂t ∂t (4.4)
r
De manera similar, teniendo en cuenta que ∇ ⋅ B = 0 , se obtiene la ecuación
r
v ∂ 2
B r
∇ 2 B − µε 2 = − µ∇ × J
∂t (4.5)
Entre las características más notables de estas ecuaciones está el hecho de que sus soluciones,
1
como veremos en el apartado 6, se propagan a una velocidad finita dada por , que en el
εµ
caso de que el medio sea el vacío coincide con la velocidad de propagación de la luz en ese
medio, c ≈ 2.99792 × 108 m/s. Esto hecho tuvo gran transcendencia histórica y contribuyo a
ratificar que la hipótesis de Maxwell, según la cual la luz era un fenómeno ondulatorio
electromagnético, era cierta.
El vector que hay dentro del paréntesis tiene un rotacional nulo, lo que significa que puede ser
expresado como el gradiente de un potencial escalar Φ . Así, tenemos
r
r ∂A
E+ = −∇Φ
∂t (5.3)
o lo que es lo mismo r
r ∂A
E = −∇Φ −
∂t (5.4)
r r r
Las expresiones de E y B en función e los potenciales A y Φ han sido deducidas a partir de
las dos ecuaciones homogéneas de Maxwell y, por tanto, las satisfacen idénticamente. Para
establecer las ecuaciones que verifican estos potenciales y poderlos así relacionar con las
fuentes, será necesario utilizar las otras dos ecuaciones de Maxwell, las inhomogéneas. Por
simplicidad lo haremos considerando que el medio es lineal homogéneo y sin pérdidas, esto
r r r r
es, teniendo en cuenta que D = εE y H = µ −1 B , siendo ε y µ constantes.
r r r
Si sustituimos los campos E y B dados por (5.4) y (5.1) en las ecuaciones ε∇ ⋅ E = ρ
r
r ∂E r r r v
y ∇ × B − µε = µJ y tenemos en cuenta la relación vectorial ∇ × ∇ × A = ∇∇ ⋅ A − ∇ 2 A ,
∂t
obtenemos
r
∂∇ ⋅ A ρ
∇ Φ+
2
=
r ∂t ε
r ∂ A
2
⎛ r ∂Φ ⎞ r
∇ 2 A − εµ 2 − ∇⎜ ∇ ⋅ A + εµ ⎟ = − µJ
∂t ⎝ ∂t ⎠ (5.5)
Hemos conseguido reducir el conjunto de cuatro ecuaciones de Maxwell a sólo dos, pero
todavía están acopladas. Para desacoplar el sistema podemos aprovechar la arbitrariedad
implícita en la definición de los potenciales. De la misma manera que el potencial Φ en
electrostática era arbitrario en tanto que podíamos sumarle una constante cualquiera quedando
r
inalterado el campo, ahora podemos sumarle al potencial vectorial A el gradiente de una
11
r
función escalar Λ cualquiera sin que B se altere en la transformación. Podemos representar
r
esquemáticamente la transformación para A de la manera:
r r r
A → A′ = A + ∇Λ (5.6)
r r
Es inmediato comprobar que el rotacional de A es igual al de A′ ya que el rotacional de un
gradiente es siempre nulo. Ahora bien, a este cambio en el potencial magnético debe
sucederle otro cambio en el potencial escalar, de manera que el campo eléctrico quede
inalterado. Si denominamos Φ ′ al nuevo potencial escalar, se debe cumplir que
r
r ∂A′
E = −∇Φ ′ −
∂t (5.7)
r r
∂A′ ∂A r r
y, por tanto, ∇Φ ′ + = ∇Φ + . Sustituyendo A′ por A + ∇Λ en esta ecuación,
∂t ∂t
obtenemos
⎛ ∂Λ ⎞
∇Φ ′ = ∇⎜ Φ − ⎟
⎝ ∂t ⎠ (5.8)
∂Λ
Φ → Φ′ = Φ −
∂t (5.9)
r ∂Φ
∇ ⋅ A + εµ =0
∂t (5.10)
∂ 2Φ ρ
∇ 2 Φ − εµ =−
∂t r
2
ε
r ∂ A
2 r
∇ 2 A − εµ 2 = − µJ
∂t (5.11)
A estos potenciales se suele denominar potenciales de Lorentz por haber sido obtenidos por
imposición de la condición de contraste de Lorentz.
12
Para demostrar que siempre es posible encontrar una pareja de potenciales que cumplan
r
la condición de contraste de Lorentz con una elección apropiada de Λ , consideremos que A
y Φ son unos potenciales cualesquiera que pueden o no satisfacer (5.10). Si utilizamos las
r
transformaciones de contraste (5.6) y (5.9) para llegar a unos potenciales A′ y Φ ′ , a los que
les exigimos que cumplan la condición (5.10), obtenemos
⎛ ∂Λ ⎞
∂⎜ Φ − ⎟
∂Φ ′
( )
r r ⎝ ∂t ⎠
∇ ⋅ A′ + εµ = ∇ ⋅ A + ∇Λ + εµ =0
∂t ∂t (5.12)
∂ 2Λ ⎛ r ∂Φ ⎞
∇ Λ − εµ 2 = −⎜ ∇ ⋅ A + εµ
2
⎟
∂t ⎝ ∂t ⎠ (5.13)
Dado que el segundo miembro de esta ecuación es conocido siempre será posible hallar una
solución para Λ .
Existe arbitrariedad incluso en la elección de potenciales que cumplen la condición de
r
contraste de Lorentz. Así, si los potenciales de partida A y Φ verificasen (5.10), la ecuación
(5.13) se convertirá en homogénea
∂ 2Λ
∇ 2 Λ − εµ =0
∂t 2 (5.14)
Las ecuaciones para los potenciales de Lorentz (5.11) tienen la estructura básica de la
ecuación
1 ∂ 2ψ r
∇ 2ψ − = f (r , t )
c ∂t
2 2
(6.1)
r
donde f ( x , t ) representa la distribución de carga o corriente, que supondremos conocida en
todo el espacio. Para hallar una solución explícita a esta ecuación supondremos que el medio
1
es no dispersivo, de manera que la velocidad de la luz c = es independiente de la
εµ
frecuencia.
La ecuación (6.1) puede ser resuelta por medio de la función de Green siguiendo un
procedimiento similar al empleado en electrostática. Consideremos el problema
13
r r
r r 1 ∂G (r , t , r ′, t ′) r r
∇ G (r , t , r ′, t ′) − 2
2
= δ (r − r ′)δ (t − t ′)
c ∂t 2
(6.2)
Las soluciones de esta ecuación nos proporcionan una manera de obtener la solución de (6.1).
Así, la función ψ dada por
r +∞ r r r
ψ (r , t ) = ∫ ∫ f (r ′, t ′)G (r , t, x ′, t ′)dV ′dt ′
−∞ R3 (6.3)
⎛ 2 1 ∂2 ⎞ +∞ r ⎛ 1 ∂2 ⎞ r r
⎜⎜ ∇ − 2 2 ⎟⎟ψ = ∫ ∫ 3 f (r ′, t ′)⎜⎜ ∇ 2 − 2 2 ⎟⎟G (r , t , x ′, t ′)dV ′dt ′ =
⎝ c ∂t ⎠ −∞ R
⎝ c ∂t ⎠
+∞ r r r r
= ∫ ∫ 3 f (r ′, t ′)δ (r − r ′)δ (t − t ′)dV ′dt ′ = f (r , t )
−∞ R (6.3)
es decir, verifica la ecuación de onda inhomogénea. Por tanto, todo lo que tenemos que hacer
r r r
es encontrar la función de Green G (r , t , r ′, t ′) , cuyo significado es el de un potencial en r en
r r r
el instante t creado por una fuente puntual δ (r − r ′)δ (t − t ′) situada en el punto r ′ en el
instante t ′ . En un medio que es no dispersivo, ilimitado, es decir, no tiene superficies límite
y, además, es homogéneo e isótropo, la dependencia de la función de Green con las
r r r r
coordenadas r y r ′ sólo puede ser a través de la distancia R = r − r ′ entre el punto fuente y
el punto campo y del tiempo τ = t − t ′ transcurrido desde la colocación de la fuente. La
ecuación (6.2), en función de las variables R y τ , queda de la forma
1 ∂ 2 G (R , τ )
∇ 2 G (R , τ ) − = δ (R )δ (τ )
c2 ∂τ 2 (6.4)
−∞
1
G (R,τ ) = ) [g ] =
+∞
∫ g (R, ω )e dω
−1 ωτ j
2π −∞ (6.5)
∇ 2 g (R , ω ) + k 2 g (R , ω ) = δ (R ) (6.6)
e ± jkR 1 k 2 ± jkR
∇2 = e ± jkR ∇ 2 − e
R R R (6.7)
14
el cual puede ser obtenido fácilmente sabiendo que el laplaciano de una función que sólo
1 d ⎛ d ⎞
depende de R es 2 ⎜R ⎟ . Reordenando los términos de la ecuación anterior llegamos a
R dR ⎝ dR ⎠
e ± jkR e ± jkR 1
∇2 + k2 = e ± jkR ∇ 2
R R R (6.8)
El segundo término de (6.8) se puede relacionar con la "función" delta de Dirac. Así, según se
1
vio en electrostática ∇ 2 = −4πδ (R ) , y como δ (R ) es diferente de cero sólo en R = 0 , en
R
donde la función e ± jkR vale la unidad, podemos escribir e ± jkR δ (R ) = δ (R ) . De esto se deduce
que la ecuación (6.8) queda finalmente como
e ± jkR e ± jkR
∇2 + k2 = −4πδ (R )
R R (6.9)
Ahora bien, comparando esta ecuación con (6.6) deducimos que las dos soluciones de (6.9)
deben ser
1 e ± jkR
g ( R, ω ) = −
4π R (6.10)
− 1 δ (τ m R c )
G (R, τ ) = Φ–1[g (R, ω ) ] =
4π R (6.11)
Nótese que la dependencia de g con ω es a través del número de ondas k = ω c . Para poder
escribir (6.11) de la manera en que se ha hecho se ha tenido en cuenta que c es independiente
de ω . Cada una de las funciones de Green da lugar a un potencial con un significado físico
diferente como veremos más adelente. Si escribimos la función de Green en términos de las
r r
variables originales r , r ′ , t y t ′ , se obtiene:
r r
⎛ r − r′ ⎞
δ ⎜⎜ t m − t ′ ⎟⎟
r r −1 ⎝ c ⎠
G (r , r ′, t , t ′) = r r
4π r − r′ (6.12)
r r
Sustituyendo G (r , r ′, t , t ′) en (6.3) llegamos a la solución de la ecuación de ondas
r r r r
⎛ r − r′ ⎞ ⎛r r − r′ ⎞
δ ⎜⎜ t m − t ′ ⎟⎟ f ⎜⎜ r ′, t m ⎟
⎟
r −1 +∞ r ⎝ c ⎠ −1 ⎝ c ⎠ dV ′
ψ (r , t ) = ( )
4π ∫R 3 ∫−∞ 4π ∫R 3
f r ′, t ′ r r dt ′dV ′ = r r
r − r′ r − r′ (6.13)
15
r
El significado del doble signo es el siguiente: el potencial ψ en el punto r y en el instante t
r r
r r − r′
depende de la fuente f en cada punto r ′ del espacio y del instante t m . Por tanto,
c
cuando el signo es negativo el efecto, ψ , es posterior a la causa, f , (potenciales retardados),
mientras que cuando el signo es positivo el efecto precede a la causa (potenciales avanzados).
Si se admite una relación de causalidad entre los potenciales y las fuentes que los producen,
únicamente tienen significado físico los potenciales retardados; no obstante, desde el punto de
vista especulativo, pueden utilizarse ambos tipos de potenciales. Por simplicidad utilizaremos
el símbolo [ ] ret para referirnos a los potenciales retardados. De esta forma, los potenciales
escalar y vector retardados están representados por:
r
Φ (r , t ) =
1 [ρ (rr ′, t ′)]ret dV ′
4πε ∫ R3
r r
r − r′
r r
A(r , t ) =
µ [
r r
]
J (r , t ′) ret
4π ∫
R 3 r r dV ′
r − r′ (6.14)
Aunque las integrales están extendidas a todo el espacio, sólo es significativo el dominio en el
que están distribuidas las fuentes.
Estas ecuaciones no son otras que las ecuaciones de Maxwell para el vacío, en donde rse
suponen perfectamente conocidas todas las fuentes microscópicas de carga, η , y corriente, j ,
16
r r r r
F (r , t ) = ∫ f (r ′)F (r − r ′, t ) dV ′ (7.2)
r r
donde f (r ) es una función real, no nula en cierto entorno de r = 0 que está normalizada a la
unidad en todo el espacio, esto es
r
∫ f (r ′) dV ′ = 1 (7.3)
r
La región en donde f (r ) ≠ 0 es grande en comparación con las dimensiones moleculares.
Además, es lógico pensar que la influencia de las moléculas cercanas al punto en
r
consideración debe ser mayor que las que están alejadas de éste. Por tanto, f (r ) debe
alcanzar un máximo en el origen e ir decreciendo de forma suave hacia los extremos. Sin
especificar ninguna función peso concreta podemos pensar que la forma aproximada de ésta
debe ser similar a la que se muestra en la figura 4.
17
f
a
Figura 4.
Las dimensiones moleculares, representadas por a, son mucho menores que el intervalo en el
que la función es claramente diferente de cero.
Es sencillo comprobar que las operaciones de diferenciación respecto del espacio o del
tiempo conmutan con la operación de promediado. Así, tenemos que
r r r r r r r r
∇ F (r , t ) = ∇ ∫ F (r − r ′, t ) f (r ′) dV ′ = ∫ f (r ′)∇F (r − r ′, t ) dV ′ = ∇F (r , t )
(7.4)
∂ r ∂ r r r r ∂ r r ∂ r
F (r , t ) = ∫ F (r − r ′, t ) f (r ′) dV ′ = ∫ f (r ′) F (r − r ′, t ) dV ′ = F (r , t )
∂t ∂t ∂t ∂t (7.5)
Si comparamos estas ecuaciones con las macroscópicas de Maxwell (3.6), es claro que
r r
los campos D y H provienen de extraer ciertas contribuciones de las densidades medias de
r r
carga y corriente y añadírselas a los campos E y B .
En lo que sigue vamos a analizar de forma detallada la deducción de la ley de Gauss
macroscópica a partir de la primera de las ecuaciones (7.7).
Supongamos que el medio, formado por átomos o moléculas, consta de cargas libres
(normalmente electrones) y cargas ligadas (núcleos y electrones sujetos a sus movimientos
orbitales). Si aceptamos que tanto unas como otras pueden ser consideradas como cargas
puntuales la densidad microscópica de carga será
18
r r r
η (r , t ) = ∑ qi δ (r − ri (t ))
i (7.8)
r
donde ri (t ) es el vector de posición de la carga i-ésima en el instante t.
Separando η en una densidad de carga debida a las cargas libres, η F , y otra debida a
las cargas ligadas,η B , escribimos η = η F + η B , donde
r r r
η F (r , t ) = ∑ q δ (r − r (t ))
i i
i , libre (7.9)
y
r r
η B (r , t ) = ∑η (r , t )
n
n , moléculas (7.10)
η n (r , t ) = ∑ q j δ (r − r j (t )) = ∑ q j δ (r − rn (t ) − r jn (t ))
r r r r r r
j (n ) j (n ) (7.11)
r
donde se ha tenido en cuenta que el vector de posición de la carga j-ésima, r j , perteneciente a
la molécula n-ésima está dado por
r r r
r j = rn + r jn (7.12)
r r
siendo rn y r jn los vectores de posición del centro de masas de la molécula n-ésima y de la
carga j-ésima, respectivamente, tal como se muestra en la figura 5.
z´
z
r
molécula r jn qj
n-ésima
y´
r
x´ rn r
rj
Figura 5.
= ∑ q j f (r − rn − r jn )
r r r
j (n ) (7.13)
r
Dado que r jn es del orden de las dimensiones moleculares, podemos hacer un desarrollo
r r
en serie de Taylor de la función peso centrado en r − rn , obteniéndose
Escribiendo
r 3 r r 3
r r 3
r
r = ∑ x r u r , rn = ∑ x rn u r , r jn = ∑ x rjn u r
r =1 r =1 r =1 (7.15)
de manera que
∂ ∂2
(rr
jn ⋅ ∇ ) =
3 3
r
r jn ⋅ ∇ = ∑ x rjn
∂x r
,
2
∑ xrjn xsjn ∂x r ∂x s
r =1 r , s =1 (7.16)
y
r r
( n ) ∂ f (r − rn ) ∂2
3 2 3
r r r r
∑ Qˆ
rs = ∑ ∫ Qˆ rs( n ) f (r ′)δ (r − rn − r ′) dV ′ =
r , s =1 ∂x r ∂x s r , s =1 ∂x r ∂x s
3
∂2 r r
= ∑ Qˆ rs(n )δ (r − rn )
r , s =1 ∂x r ∂x s (7.21)
Los últimos términos de (7.20) y (7.21) son las divergencias de los promedios del momento
dipolar y cuadrupolar de un dipolo y un cuadrupolo, respectivamente, situados en el centro de
la molécula.
Así, el promedio de la densidad de carga molecular se puede interpretar como una suma
de contribuciones debidas a multipolos puntuales situados en el centro de la molécula. La
distribución en detalle de la carga molecular es importante al nivel microscópico, pero queda
reemplazada, en sus efectos para fenómenos macroscópicos, por una suma de multipolos.
r r r r r r 1 3 ∂2 r r
η n (r , t ) = Q (n )δ (r − rn ) − ∇ ⋅ p (n )δ (r − rn ) + ∑ Qˆ rs(n )δ (r − rn ) + K
6 r ,s =1 ∂x r ∂x s (7.22)
r r r r ⎛ r r r ⎞
= ∑ qiδ (r − ri ) + Q (n )δ (r − rn ) − ∇ ⋅ ⎜ ∑ p (n )δ (r − rn ) ⎟ +
∑
i , libre n moléculas ⎝ n moléculas ⎠
3
∂ ⎛2
1 ˆ (n ) r r ⎞ r r 3
∂ 2Qˆ rs (r , t )
+∑ ⎜ ∑ Qrs δ (r − rn ) ⎟ + K = ρ (r , t ) − ∇ ⋅ P (r, t ) + ∑ +K
r , s =1 ∂x r ∂x s ⎝ n moléculas 6 ⎠ r , s =1 ∂x r ∂x s
(7.23)
r r r r
En (7.23) se han introducido las magnitudes ρ (r, t ) , P (r , t ) y Qrs (r , t ) , su interpretación es la
siguiente:
r r r r r r r r r
ρ (r , t ) = ∑ qiδ (r − ri ) + ∑ Q ( )δ (r − r )
n
n = ∑ q δ (r − r ) + ∑ Q ( )δ (r − r )
i i
n
n
i , libre n moléculas i , libre n moléculas
(7.24)
r
La cantidad ρ (r , t ) representa la densidad de carga macroscópica. Ésta tiene en consideración
tanto a las carga libres como a las cargas netas de las moléculas. Debido a la operación de
promediado que aparece en su definición, la contribución a la densidad de carga en un punto
r r
dado, r , de las cargas circundantes, es mayor cuanto más próximas a r estén dichas cargas.
r r r r r r r
P (r, t ) = ∑ p (n )δ (r − rn ) = ∑ p ( )δ (r − r )
n
n
n moléculas n moléculas (7.25)
21
r
El vector P (r, t ) es la polarización macroscópica, su valor en un punto está influido por todos
los dipolos puntuales circundantes. Por último, el tensor de orden 2, cuyas componentes son
1 ˆ (n ) r r 1 ˆ (n ) r r
Qˆ rs (r, t ) = ∑ Qrs δ (r − rn ) = ∑ Qrs δ (r − rn )
n moléculas 6 n moléculas 6 (7.26)
r r η 1 ⎛ r r 3
∂ 2 Qˆ rs (r , t ) ⎞
∇ ⋅ E (r , t ) = = ⎜ ρ (r , t ) − ∇ ⋅ P(r , t ) + ∑ + K⎟
ε 0 ε 0 ⎜⎝ r , s =1 ∂x r ∂x s
⎟
⎠ (7.27)
3
∂ ⎛⎜ 3
∂Qˆ ⎞
∑ ∂x ⎜
ε 0 E r + Pr − ∑ rs + K⎟ = ρ
s =1 ∂x s
⎟
r =1 s ⎝ ⎠ (7.28)
3
∂Qˆ rs
Dr = ε 0 E r + Pr − ∑ +K
s =1 ∂x s (7.29)
Los dos primeros términos del desplazamiento resultan familiares. El tercero y los superiores
están presentes en principio, pero resultan despreciables casi siempre. De hecho, si no los
tenemos en cuenta, podremos escribir el desplazamiento en forma vectorial como
r r r
D = ε0E + P (7.30)
3
∂Dr r
∑ ∂x =ρ ⇔ ∇⋅D = ρ
r =1 s (7.31)
r
El vector D se ha definido para conseguir una ecuación similar a la ecuación microscópica
r η
∇⋅e = pero en la que sólo aparezca la densidad de carga macroscópica en el segundo
ε0
miembro.
22
( )
r r r r r r
Utilizando la identidad vectorial ∇ ⋅ E × H = H ⋅ ∇ × E − E ⋅ ∇ × H y la ley de Faraday
r
r ∂B
∇×E = − escribimos (8.2) de la forma
∂t
r r
⎛ r ∂D r ∂B ⎞
( )
r r r r
∫V J ⋅ E dV = − ∫V ⎜⎜⎝ ∇ ⋅ E × H + E ⋅ ∂t + H ⋅ ∂t ⎟⎟⎠ dV
(8.3)
Por último, aplicando el teorema de la divergencia a la primera integral del segundo miembro
de (8.3), llegamos a la expresión
23
r r
r r r r r ⎛ r ∂D r ∂B ⎞
∫V J ⋅ E dV = − ∫SE × H ⋅ nda − ∫V ⎜⎜⎝ E ⋅ ∂t + H ⋅ ∂t ⎟⎟⎠ dV
(8.4)
r
en donde n es el vector normal unitario dirigido hacia el exterior de V. Esta ecuación recibe
el nombre de teorema de Poynting; su interpretación, como veremos seguidamente, se
fundamenta en el principio de conservación de la energía.
r r
⎛ r ∂D r ∂B ⎞
En primer lugar, para analizar el significado del término ∫ ⎜⎜ E ⋅ +H⋅ ⎟ dV
V
⎝ ∂t ∂t ⎟⎠
vamos a considerar la situación en que el volumen V está cerrado por una superficie S infinita.
r r
En ese caso, dado que los campos se propagan a una velocidad finita, tanto E como H son
r r r
nulos sobre S y, en consecuencia, también lo es la integral de superficie ∫ E × H ⋅ nda . El
S
teorema de Poynting queda de la forma
r r
r r ⎛ r ∂D r ∂B ⎞
∫ J ⋅ E dV = − ∫ ⎜⎜⎝ E ⋅ ∂t + H ⋅ ∂t ⎟⎟⎠ dV (8.5)
donde las integrales están extendidas a todo el espacio. Si, tal como se dijo al comienzo de
este apartado, el primer término de (8.5) representa el trabajo por unidad de tiempo efectuado
por los campos sobre las cargas, el segundo término deberá interpretarse como la
disminución, por unidad de tiempo, de la energía almacenada en los campos.
Podemos llegar a esta misma interpretación partiendo desde un punto de vista diferente.
Consideremos que los medios son lineales en sus propiedades eléctricas y magnéticas. En ese
caso, se tiene:
r r r r r r
r ∂D r ∂B r ∂E r ∂H 1 ∂E 2 1 ∂H 2
E⋅ +H⋅ = E ⋅ε + H ⋅µ =ε +µ
∂t ∂t ∂t ∂t 2 ∂t 2 ∂t (8.6)
con lo que
r r
⎛ r ∂D r ∂B ⎞ ∂ ⎛ 1 r2 1 r2⎞
∫V ⎜⎜⎝ E ⋅ ∂t + H ⋅ ∂t ⎟⎟⎠ dV = ∂t ∫ ⎜⎝ ε 2 E
V
+µ
2
H ⎟ dV
⎠ (8.7)
1 r2 1 r
Sabemos que los términos
V∫ ε 2E dV
V
y
2 ∫ µ H 2 dV
representan las energías
electrostática y magnetostática, respectivamente, contenidas en el volumen V. Por tanto, si
admitimos que esta interpretación es también válida para campos variables con el tiempo, el
segundo miembro de (8.7) indicará con qué velocidad varía la energía contenida en V. Esta
variación será negativa si, como en (8.4), la integral de volumen está precedida de un signo
menos.
Finalmente, en concordancia con el principio de conservación de la energía, debemos
r r r
interpretar que − ∫ E × H ⋅ n da es flujo de energía que por unidad de tiempo atraviesa la
S
superficie límite S en dirección hacia V para compensar las pérdidas en las cargas y la
disminución de la energía contenida en los campos.
Al vector
24
r r r
S = E×H (8.8)
r
se le denomina vector de Poynting. En principio, cabría interpretar S como el flujo de
energía por unidad de tiempo y superficie transportado por los campos. Sin embargo, tal
interpretación resulta arbitraria debido a que siempre será posible construir un nuevo vector
r r r r
S ′ = S + ∇ × F , en donde F es un campo vectorial cualquiera, de manera que
( )
r r r r
ya que ∇ ⋅ ∇ × F = 0 cualquiera que sea F . En vista de que tanto S como S ′ contribuyen
de igual manera al flujo total cabría preguntarse cuál de ellos debe interpretarse como flujo de
energía por unidad de tiempo y superficie. En realidad no hay una respuesta a esta cuestión,
cualquiera de los dos sería un candidato aceptable para tal interpretación. De hecho, lo único
que tiene un significado claro es el flujo total a través de S, no su densidad. No obstante, por
r r r
convenio, se suele admitir que S = E × H representa el flujo de potencia por unidad de
superficie.
El teorema de Poynting nos permite establecer de forma muy simple las condiciones
r r r r
que han de satisfacerse para que los campos E (r , t ) y H (r , t ) sean soluciones únicas a las
ecuaciones de Maxwell dentro de una región V delimitada por la superficie S. Consideraremos
que la densidad de corriente total proviene de la densidad de corriente de conducción,
r r
J = σE , y de la posible existencia de fuentes interiores a V, cuyo aporte a la densidad de
r r
corriente, J i (r , t ) , está prescrito en el problema. Por simplicidad supondremos que el medio
es isótropo y lineal, y está caracterizado por las constantes dieléctricas ε y µ que, en
general, serán funciones del punto. En realidad, las conclusiones a las que lleguemos serán
r r
también válidas para medios más generales que los descritos anteriormente. Sean E1 (r , t ) ,
r r r r r r
H 1 (r , t ) y E 2 (r , t ) , H 2 (r , t ) dos soluciones a las ecuaciones de Maxwell que son idénticas en
todos los puntos de V en el instante t = 0 . Deseamos encontrar el mínimo número de
condiciones a imponer sobre la superficie S que nos aseguren que las dos soluciones
permanecen siendo idénticas para todo instante t > 0 .
En virtud de la linealidad de las ecuaciones de Maxwell (excluimos todo tipo de
materiales no lineales, como los ferromagnéticos...) el campo obtenido por la diferencia entre
r r r v r r
los anteriores, E = E 2 − E1 y H = H 2 − H 1 satisface las ecuaciones
r
r r ∂D r
∇⋅D = 0 ∇×H − = σE
∂tr
r r ∂B r
∇⋅B = 0 ∇× E + =0
∂t (9.1)
r r
⎛ εE 2 µH 2 ⎞
( )
∂ r2 r r r
∂t ∫V ⎜⎝ 2
⎜ +
2 ⎟⎠
⎟ dV + ∫VσE dV = − ∫S × H ⋅ nda
E
(9.2)
r r r
Podemos conseguir que la integral de superficie se anule si exigimos que E × n = 0 , o bien,
r r r r r
H × n = 0 (no necesariamente las dos). De esa manera el vector de Poynting E × H no tendrá
componente normal sobre la superficie S. En ese caso tendremos
r r
∂ ⎛ εE 2 µH 2 ⎞ r
∫ ⎜⎜
∂t V ⎝ 2
+ ⎟⎟dV = − ∫ σE 2 dV
2 ⎠ V
(9.3)
Evidentemente, dado que el integrando es siempre positivo o nulo, la única posibilidad es que
r r r r r r r r r r r
E = H = 0 para todo instante t > 0 , es decir, E1 (r , t ) = E2 (r , t ) y H 1 (r , t ) = H 2 (r , t ) .
En resumen, los campos eléctrico y magnético están unívocamente determinados en un
recinto, si se conocen sus valores iniciales en todo el recinto y el valor de la componente
tangencial del campo eléctrico o del campo magnético en toda la superficie que limita al
recinto.
El recinto V podría ser el exterior a un conjunto de superficies Si aisladas, dado que
para cerrar V siempre sería posible tomar una superficie esférica suficientemente alejada de
las fuentes como para que los campos fueran nulos por no haber llegado a ella en cualquier
instante finito de tiempo. En ese caso, la condición de conocer los campos eléctrico y
magnético en todo el recinto V en t = 0 y las componentes tangenciales sobre S de uno de
r
ellos, es excesiva; para conocer el campo en el instante t en un punto r bastaría con conocer
r
los campos en t = 0 en todos los puntos de V que están dentro de la esfera de centro en r y
radio ct .
Una situación muy frecuente se presenta cuando la variación de los campos con el
tiempo es de tipo armónico. En ese caso resulta útil expresar esta dependencia haciendo uso
de la exponencial compleja e jωt , de manera que la derivada de cualquier magnitud con este
tipo de variación temporal resulta equivalente a multiplicar a ésta por jω . Los campos
eléctrico y magnético reales se pueden escribir en función de e jωt como
26
[ ] ( )
r r r r 1 r r r r
, (r , t ) = Re E (r )e jωt = E (r )e jωt + E ∗ (r )e − jωt
2
[ ]
r r
( )
r r jωt 1 r r r r
/ (r , t ) = Re H (r )e = H (r )e jωt + H ∗ (r )e − jωt
2 (10.1)
r r r r r r
A fin de evitar confusión se ha adoptado la notación , (r, t ) , / (r, t ) , 1 (r, t ) etc. para
r r r r r r
las magnitudes reales, dependientes de la posición y del tiempo, y E (r ) , H (r ) , J (r ) , etc.
para las complejas, que sólo dependen de la posición. Esta diferenciación sólo se tendrá en
cuenta cuando en el mismo contexto coexistan ambos tipos de magnitudes.
r r r r
Para las expresiones en forma de producto, tales como 1 (r , t ) ⋅ , (r , t ) se tiene
r r
( )( )
r r 1 r r r r r r r r
1 (r , t ) ⋅ , (r , t ) = J (r )e jωt + J ∗ (r )e − jωt ⋅ E (r )e jωt + E ∗ (r )e − jωt =
4
1
[r r r r r r r r
= Re J ∗ (r ) ⋅ E (r ) + J (r ) ⋅ E (r )e 2 jωt
2
] (10.2)
[ ]
r r r r 1 r r r r
1 (r , t ) ⋅ , (r , t ) = Re J ∗ (r ) ⋅ E (r )
t 2 (10.3)
ya que e 2 jωt = 0.
t
Introduciendo las expresiones de los campos y las fuentes con dependencia temporal
armónica en las ecuaciones macroscópicas de Maxwell (3.6) y eliminando el factor común
e jωt (o e − jωt para las ecuaciones que relacionan los campos conjugados), se llega a las
ecuaciones Maxwell en el dominio de la frecuencia
r r r r
∇⋅D = ρ ∇ × H − jωD = J
r r r
∇⋅B = 0 ∇ × E + jωB = 0 (10.4)
En estas expresiones, tanto los campos como las fuentes son funciones complejas que
dependen de la posición, pero no del tiempo.
A continuación vamos a analizar el principio de conservación de la energía (teorema de
Poynting) para campos de tipo armónico. En primer lugar consideraremos la cantidad
1 r∗ r
2 ∫V
J ⋅ E dV
(10.5)
cuya parte real es el promedio temporal de la potencia absorbida por las cargas. Sustituyendo
r
J ∗ por su expresión en función de los campos a través de la ecuación de Ampere-Maxwell y
( )
r r r r r r
teniendo en cuenta la relación vectorial ∇ ⋅ E × H ∗ = H ∗ ⋅ ∇ × E − E ⋅ ∇ × H ∗ y la ecuación
r r
de Faraday, ∇ × E + jωB = 0 , llegamos a la ecuación
ω
1 r∗ r
( ) ∫ (B ⋅ H )
1 r r r r∗ r r
∫
2 V
J ⋅ E dV = − ∫ ∇ ⋅ E × H ∗ dV − j
2 V 2 V
− E ⋅ D ∗ dV
(10.6)
27
donde se ha tenido en cuenta que el promedio temporal de un producto de campos que varían
armónicamente con el tiempo es igual a la mitad de la parte real del producto del campo por
su conjugado (expresión (10.3)). Según vimos en el apartado 6, los términos de la derecha de
(10.9) representan las energías magnética y eléctrica almacenadas en los campos con una
dependencia arbitraria con el tiempo que, en particular, puede ser armónica, lo que confirma
la suposición que hicimos anteriormente. Esta interpretación sigue siendo válida incluso
cuando el medio presenta pérdidas, en cuyo caso las constantes dieléctricas ε y µ de (10.9),
que ahora serían cantidades complejas de la forma ε = ε ′ − jε ′′ y µ = µ ′ − jµ ′′ , deben ser
reemplazadas por sus partes reales ε ′ y µ ′ . Supondremos, además, que existe una relación
r r
lineal entre la corriente y el campo eléctrico dada por la ley de Ohm J = σE , donde σ es la
conductividad del medio.
Desdoblemos ahora la ecuación (10.7) en sus partes real e imaginaria. Para la parte real
tenemos
r r r r
r ⎤ ω ⎛ H ⋅H∗ E ⋅ E∗ ⎞
( )
⎡1 r r∗ 1 r r
Re ⎢ ∫ E × H ⋅ (− n )da ⎥ = ∫ ⎜⎜ µ ′′ + ε ′′ ⎟⎟ dV + ∫ σE ∗ ⋅ E dV
⎣2 S ⎦ 2 V⎝ 4 4 ⎠ 2 V (10.10)
r r r r
⎛ H ⋅H∗ E ⋅ E∗ ⎞
( )
⎡1 r r∗ r ⎤
Im ⎢ ∫ E × H ⋅ (− n )da ⎥ = 2ω ∫ ⎜⎜ µ ′ −ε′ ⎟ dV
⎣2 S ⎦ V
⎝ 4 4 ⎟⎠ (10.11)
r r 1 +∞ r r
, (r , t ) = E (r , ω ) e jωt dω
2π ∫−∞
r r 1 +∞ r r
/ (r , t ) = H (r , ω ) e jωt dω
2π ∫−∞ (10.13)
Las expresiones (10.13) muestran cómo una solución arbitraria de las ecuaciones de Maxwell
en el dominio del tiempo puede ser considerada como una suma continua de soluciones con
r r r r
dependencia temporal armónica E (r , ω )e jωt y H (r , ω )e jωt , cuyos campos complejos
dependen de la posición y de la frecuencia. Ésta es una de las razones de la importancia que
tiene el estudio de las soluciones con este tipo de dependencia temporal.
[ ] [ ]
r r r r r r r r
+ = + ,, ) y / = / ,, ) (11.1)
donde se han utilizado corchetes para denotar las relaciones funcionales entre las magnitudes
derivadas y las fundamentales. Además, para medios conductores debe considerarse la ley de
Ohm generalizada:
r r r r
[ ]
1 = 1 ,, ) (11.2)
Si los campos aplicados no son muy intensos muchos materiales exhiben un comportamiento
lineal, es decir, la relación que liga el efecto (la polarización, la magnetización o la corriente)
a la causa (los campos eléctrico y magnético) es lineal. Una relación lineal entre, por ejemplo,
la polarización y el campo eléctrico (admitiendo que, en primera aproximación,
r r r
+ = ε 0 , + 7 ), establece una relación lineal entre el desplazamiento y éste último. Los
medios lineales en los que el vector asociado al efecto siempre tiene la misma dirección que
el campo aplicado se dice que son isótropos, en caso contrario, se dirá que el material es
anisótropo. Muchos materiales, sobre todo cristales, manifiestan un comportamiento
claramente anisotrópico.
30
En general, salvo para sistemas con variación espacial del campo muy rápidas, los
efectos de la dispersión espacial son de mucha menor importancia que los de la dispersión
temporal. Por ello, analizaremos a continuación el fenómeno de la dispersión temporal para el
campo eléctrico en medios lineales. Podemos suponer que la relación entre la componente α -
ésima (x, y o z) del desplazamiento y el campo eléctrico para un medio lineal genérico está
dada por
r r +∞ r r r
+ α (r , t ) = ∑ ∫ ε αβ (r , t − τ ), β (r , τ )dτ
−∞
β (11.3)
donde ε αβ son las componentes del tensor permitividad. Si el medio es isótropo el tensor
permitividad es diagonal con todas sus componentes iguales a cierto valor ε . En ese caso
escribiremos
r r +∞ r r r r r
+ (r , t ) = ∫ ε (r , t − τ ), (r , τ )dτ = ε ∗ , (r , t )
−∞ (11.4)
r r r r r
+ (r , t ) = ∫ ε (r , t − τ ), (r , τ ) dτ
t
−∞ (11.5)
De la relación (11.8) se deduce que ε r′′ es nula si y sólo si ε r′ (ω ) = 1 para todo valor de
ω . Ahora bien, la transformada de Fourier inversa de la función constante ε r′ (ω ) = 1 es
r r r r
ε r (t ) = δ (t ) y, en ese caso, la relación (11.4) queda reducida a + (r , t ) = ε 0 , (r , t ) , que es la
que se obtendría en ausencia de polarización, es decir, en ausencia de medio material alguno.
31
Vemos que, como cabría esperar, el único medio que carece totalmente de pérdidas es el
vacío.
Un modelo sencillo que permite analizar las propiedades más importantes de la
permitividad compleja supone que las moléculas o átomos que constituyen la materia forman
pequeños dipolos cuando se les aplica un campo eléctrico. Como la masa del núcleo del
átomo es mucho mayor que la de los electrones, podemos suponer que éste permanece
estático y que son los electrones los que se desplazan por efecto del campo local. En general,
r r
el campo local, E m , no coincide con el campo aplicado, E , debido a la influencia que ejercen
las moléculas cercanas al punto en consideración. No obstante, podemos suponer que el
campo local está relacionado con el campo aplicado a través de una relación de la forma
r r v r
Em = E + P
ε0 (11.9)
donde v es una constante que depende del tipo de dieléctrico que se considere. Así, el modelo
de Lorentz (véase, por ejemplo, Fundamentos de la teoría electromagnética de Reitz, Milford
y Christy) establece que en el caso de un dieléctrico no polar e isótropo v = 1 3 . Para un
metal, v = 0 . Sin embargo, para nuestro modelo cualitativo no importa demasiado cuál sea el
valor concreto que tome esta constante.
Supongamos que uno de estos electrones es sometido a un campo armónico local de la
r r r
forma E m (t ) = E0 e jωt experimentando un desplazamiento r respecto de su posición de
equilibrio. Como consecuencia de este desplazamiento aparece una fuerza restauradora que
r
atrae al electrón hacia su posición original y que supondremos es lineal de la forma − mω 0 r ,
donde m es la masa del electrón y ω 0 2π su frecuencia natural de oscilación. Además, desde
r
un punto de vista fenomenológico, debemos introducir una fuerza de “fricción” − mγ dr dt
que dé cuenta de la pérdida de energía por efecto de las colisiones, la radiación, etc. La
ecuación del movimiento de un electrón de carga q sometido a todas estas fuerzas es
r r
⎛ d 2r dr r⎞ r
m⎜⎜ 2 + γ + ω 02 r ⎟⎟ = − qE0 e jωt
⎝ dt dt ⎠ (11.10)
Supongamos ahora que hay Z electrones en una molécula. Si, en vez de una única frecuencia
de oscilación ω 0 y una única constante de amortiguamiento γ , hay f i electrones con
frecuencias de oscilación ω i y constantes de amortiguamiento γ i , entonces el momento
dipolar molecular será
32
r
r q 2 Em fi
p=
m
∑ (ω 2
− ω 2 + jγ i ω )
i i (11.13)
donde ∑f
i
i =Z.
χ q2 fi
1 + vχ ε 0
=N
m
∑ (ω 2
− ω 2 + jγ i ω )
i i (11.17)
ε r −1 Nq 2 fi
= ∑
1 + v(ε r − 1) ε 0 m i (ω i − ω + jγ iω )
2 2
(11.18)
fi
ω p2 ∑
εr = 1+ i (ω
− ω + jγ iω )
i
2 2
fi
1 − vω p2 ∑ 2
i (ω i − ω + jγ i ω )
2
(11.19)
33
Esta expresión resulta bastante complicada, sin embargo, para materiales con permitividades
relativas cercanas a la unidad el denominador de (11.19) es casi la unidad y ε r queda de la
forma
fi
ε r = ε r′ − jε r′′ = 1 + ω p2 ∑
i (ω i
2
− ω + jγ iω )
2
(11.20)
ε r′ = 1 + ω 2p ∑
(
f i ω i2 − ω 2 )
i (ω i
2
−ω 2 2
) + (γ ω ) i
2
(11.21)
y la parte imaginaria
f i γ iω
ε r′′ = ω 2p ∑
i (ω i
2
−ω 2 ) + (γ ω )
2
i
2
(11.22)
En líneas generales podemos decir que las constantes de amortiguamiento γ i suelen ser
pequeñas en comparación con las frecuencias de resonancia ω i . Esto significa que
ω i2 − ω 2 >> ωγ i y, en consecuencia, ε r′ >> ε r′′ a frecuencias no demasiado cercanas a las
frecuencias de resonancia. El comportamiento típico de las partes real e imaginaria de la
permitividad en función de la frecuencia se muestra en la figura 4.
2
ε r′
1.5
0.5 ε r′′
1 2 3 4
Figura 4