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Ciencias Psicológicas

ISSN: 1688-4094
cienciaspsi@ucu.edu.uy
Universidad Católica del Uruguay
Dámaso Antonio Larrañaga
Uruguay

López-Soler, C.; Castro, M.; Daset, L. R.; Alcántara, M.; Fernández, V.; Prieto, M.; Puerto,
J. C.
CONSECUENCIAS DEL MALTRATO GRAVE INTRAFAMILIAR EN LA INFANCIA:
CONCEPTUALIZACIÓN Y DIAGNÓSTICO DE LAS REACCIONES POSTRAUMÁTICAS
COMPLEJAS
Ciencias Psicológicas, vol. II, núm. 2, noviembre, 2008, pp. 103-118
Universidad Católica del Uruguay Dámaso Antonio Larrañaga
Montevideo, Uruguay

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=459545422001

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Ciencias Psicológicas 2008; II (2): 103-118 © Prensa Médica Latinoamericana 2008 - ISSN 1688-4094 103

CONSECUENCIAS DEL MALTRATO GRAVE INTRAFAMILIAR


EN LA INFANCIA: CONCEPTUALIZACIÓN Y DIAGNÓSTICO
DE LAS REACCIONES POSTRAUMÁTICAS COMPLEJAS

CONSEQUENCES OF SEVERE INTRAFAMILIAL MALTREATMENT DURING CHILDHOOD:


CONCEPTUALIZATION AND DIAGNOSIS OF COMPLEX POSTTRAUMATIC REACTIONS

López-Soler, C.¹; Castro, M.¹; Daset, L. R.²; Alcántara, M.¹;


Fernández, V.¹; Prieto, M.¹ y Puerto, J. C.¹
¹Universidad de Murcia, España
²Universidad Católica del Uruguay, Uruguay

Resumen: El trauma psíquico es una transversalidad en la historia de la humanidad, pero


de diagnóstico tardío, especialmente en lo que refiere a su incorporación a los sistemas de
clasificación en psicopatología como Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT). Desde ese
momento hasta nuestros días han ido en aumento los estudios sobre TEPT, avanzando primero
en las formas de evaluación específica y posteriormente en las propuestas de intervención, con
énfasis en población adulta. Otros trabajos han evidenciado que, la semiológica del TEPT en
niños y adolescentes, no puede ser analizada y abordada de igual manera que en población
adulta. En este artículo se presentan los resultados generales de estudios sobre el TEPT en la
infancia y adolescencia y los trabajos sobre un Listado de apoyo a los Clínicos para la evalu-
ación del TEPT y del TEPTC o DESNOS, con algunos de los resultados preliminares de los estudios
realizados con población de menores en situación de abuso y maltrato.

Palabras claves: TEPT; DESNOS; Reacciones postraumáticas; Trauma complejo; Maltrato


infantil.

Abstract: Psychic trauma is a transversality in human history. Even though, its late diagnosed
has been occurring, especially referring to its incorporation in psychopathological taxonomies
as Postraumatic Stress Disorder (PSD). Since then, studies on PSD have been increased in quan-
tity, firstly considering specific diagnostic issues, and secondly, tackling treatment proposals,
generally with an adult population emphasis. Reports have shown that PSD clinical assessment
can not be approached and analyzed in the same way in children and adolescents as it has
been in adults. In this paper, general findings are presented about the use of a Supporting
List for clinicians, designed to assess DESNOS. Preliminary results of a study on abuse and
maltreatment situation are shown.

Key Words: PTSD; DESNOS; Posttraumatic reactions; Complex trauma; Childhood mis-

CONCEPTUALIZACIÒN INICIAL DEL TEPT Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-III)


(Valdivia, 2002), con el fin de recoger los efectos
El trauma es una realidad que ha estado psicopatológicos de traumatización de los
presente a lo largo de la historia de la humanidad veteranos de Vietnam poco después del final de
(Cazabat, 2001), si bien el diagnóstico de la guerra (van der Kolk, 2001). A partir de aquel
Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT) se momento, el interés en este trastorno ha ido
incorpora formalmente en 1980 con su inclusión creciendo exponencialmente (Cazabat, 2001)
en la tercera edición del Manual Diagnóstico y con una gran cantidad de estudios apoyando su
validez etiológica y fenomenológica, como por
Correspondencia: Dra. Concepción López Soler, Profesora Titular de la Universidad de Murcia yVinculada Clíni-
ca Servicio Pediatría Hospital Universitario V. Arrixaca, Murcia. Correo Electrónico: clopezs@um.es
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ejemplo, los llevados a cabo por Atkinson, Sparr otros factores asociados que aumentan el
y Sheff en 1984; Hidalgo y Davidson en 2000; riesgo de desarrollar este trastorno (Palacios
Mc-Farlane en 1988 o van Kampen, Watson y y Heinze, 2002).
Tilleskjor en 1986. Entre los factores predictores de respuesta
Sin embargo, el TEPT en la población traumática estudiados se encuentran: la
pediátrica ha sido poco investigado. Así, naturaleza del evento traumático y el nivel
hasta 1987 no se reconoce en los criterios de exposición a él; el género, la edad y el
diagnósticos, que las reacciones de los niños/as nivel de desarrollo; el nivel de funcionamiento
al trauma pueden diferir de las de los adultos. Las premórbido -tanto del menor como de su familia-
altas tasas de exposición a sucesos traumáticos y factores sociales (Gurwitch, Sullivan y Long,
entre menores y el impacto psicológico de estas 1998; Pfefferbaum, 1997).
exposiciones, ha sido foco de atención sólo Con respecto a las características del hecho
recientemente por parte de investigadores y traumático tienen más posibilidades de desarro-
clínicos en el ámbito de la salud mental. Aunque llar un TEPT quienes estén expuestos a hechos
en los últimos años se han presentado estudios traumáticos, como:
respecto al estrés postraumático en niños/as, los infringidos por la obra del ser huma-
aún es escasa la productividad científica sobre no; por familiares directos o personas
el tema, los pocos trabajos existentes carecen en las que se debía confiar; los que son
-en su mayoría- de rigor metodológico; las repetidos y reiterados; mas aún si son
técnicas aplicadas no están adaptadas al nivel sufridos más tempranamente y por los
de desarrollo del menor y las muestras no son que se ha recibido algún tipo de presión
representativas. para silenciarlos.
El TEPT es distinto de la mayoría de De acuerdo con los diferentes estudios
los trastornos psicológicos, al requerir para (Davidson, Hughes y Blazer, 1991; Helzer,
su diagnóstico la existencia de un estresor Robins, y McEvoy, 1987; Norris, 1992), se
inicial. Los eventos traumáticos que pueden sabe que las mujeres corren un riesgo más
desencadenarlo, aunque no de forma exclusiva alto que los hombres de desarrollar un TEPT,
son: los desastres naturales e industriales, los a pesar de exponerse con menor frecuencia a
combates al frente de la guerra, los ataques las experiencias traumáticas. También en la
personales violentos, los secuestros, torturas, infancia se constatan estudios que muestran
los accidentes de tráfico, el diagnóstico de -en general- a las niñas más sintomáticas
enfermedades potencialmente mortales o los que los niños, como los de Giaconia et al en
eventos traumáticos experimentados por otras 1995 y los de Shannon et al, en 1994. Se
personas que son transmitidos al individuo. ha indicado que la edad en la que ocurre un
En concreto, los sucesos más habitualmente evento traumático, es un factor significativo
relacionados con un TEPT en la infancia se para el desarrollo del TEPT, así Briere, Woo
refieren a exposición a violencia de distinto y McRae, Foltz y Sitzman (1997) apuntan que
tipo: guerra, maltrato, accidentes, ser testigos las experiencias traumáticas en la infancia se
de homicidios, suicidios, violaciones, ataques asocian con un mayor riesgo y con síntomas
graves por animales, abuso físico o sexual, más severos.
catástrofes humanas o naturales (Chiape, En el DSM-IV-TR (American Psychiatric
2000; March, Amaya y Pynoos, 1997; Milgram, Association, 2000), se indica que el TEPT
1993). aparece cuando la persona ha sufrido “o ha
Los menores pueden desarrollar TEPT a sido testigo de” un acontecimiento estresante y
través de exposición directa, por observación extremadamente traumático, y donde el individuo
y también a partir de la transmisión verbal de se ve envuelto en hechos que representan
una información traumática. Si bien, como un peligro real para su vida o cualquier otra
señalan Perrin, Smith y Yule (2000), no todas amenaza para su integridad física. La respuesta
las personas que se han expuesto a un del sujeto a este acontecimiento debe incluir
trauma desarrollarán TEPT. Debido a que solo temor, desesperanza y horror intenso (o en los
aproximadamente una cuarta parte de quienes niños/as, un comportamiento que se presenta
se exponen a un evento traumático desarrollan como desestructurado o agitado).
TEPT y a pesar de la alta prevalencia de la El cuadro sintomático característico, secun-
exposición a un suceso de este tipo, existirían dario a la exposición al trauma, debe incluir la
Consecuencias del maltrato grave intrafamiliar en la infancia 105

presencia de una continua reexperimentación 2001 y Terr, 1985); y


del hecho traumático, incluso después de que (c) por último, los menores pueden presen-
éste se acabe, por ejemplo: flashbacks, pe- tar malestar psicológico severo y/o respuestas
sadillas, pensamientos intrusivos y malestar fisiológicas al exponerse a estímulos internos
emocional y fisiológico al recordar el evento; (recuerdos, sensaciones) o externos (lugares,
evitación de recuerdos del evento (evitación fechas, eventos) que simbolicen o recuerden
de personas, lugares y actividades que están el evento traumático (American Academy of
asociados con el evento); interés disminuido en Child and Adolescent Psychiatry, 1998 y APA,
actividades que antiguamente resultaban pla- 1995).
centeras; sentimientos de indiferencia, con un Luxenberg, Spinazzola, y van der Kolk (2001)
sentido de futuro limitado y exhibición de signos señalan que, las investigaciones realizadas en
de arousal persistente (como dificultades para las últimas dos décadas, han establecido firme-
dormir, irritabilidad incrementada, problemas de mente la alta prevalencia de TEPT y su impacto
concentración, examen continuo del ambiente potencialmente debilitante sobre la vida de los
por idea de peligro y respuesta de sobresalto individuos. La investigación epidemiológica ha
aumentada). mostrado que, la mayoría de las personas su-
fren -por lo menos- un hecho traumático durante
LOS ESTUDIOS SOBRE TEPT EN LA INFANCIA Y su vida y hasta un cuarto de estos individuos
ADOLESCENCIA desarrollarán finalmente un TEPT(Davidson et
al, 1991; Hidalgo y Davidson, 2000).
La ambigüedad conceptual y etiológica que Los estudios basados en la población ge-
rodea a este síndrome se acrecienta cuando neral de EEUU revelan tasas de prevalencia
nos centramos en la población infantil, según para el TEPT de –aproximadamente- un 8%
exponen Sarmiento et al (2006). Así, no es de la población adulta. No existe actualmente
hasta la versión revisada del DSM-III (APA, información disponible referente a la prevalencia
1987) cuando se considera que las reacciones en la población general en España (Sarmiento
de los niños al trauma pueden diferir de la de et al, 2006).
los adultos. Terr, en los Estados Unidos (1981, Son pocos los estudios que han examinado
1983) fue la primera en describir, de un modo los índices de exposición y el desarrollo del
más sistemático, las reacciones de los niños TEPT en niños y adolescentes, en población
después de desastres. general. Los resultados de estos estudios indi-
En las delimitaciones del trastorno y según can que entre el 15-43% de chicas y el 14-43%
los hallazgos, se plantea la configuración de una de chicos han experimentado por los menos
tríada sintomática compuesta por: un evento traumático durante su vida -en los
(a) la re-experimentación del acontecimiento EEUU- (Nacional Center for PTSD, 2006). De
traumático en los menores tiende a reflejarse en los menores y adolescentes que han experi-
una representación de recuerdos recurrentes e mentado un trauma, el 3-15% de las chicas y el
invasores del acontecimiento, los cuales se pue- 1-6% de los chicos cumplen criterios para TEPT.
den expresar en pensamientos, percepciones Trabajos como el de Norris, Foster y Weisshaar
o juegos repetitivos con elementos del trauma; (2002), indican que las chicas tienen más riesgo
también se presentan sueños recurrentes que de desarrollar TEPT que los chicos similarmente
en los menores pueden ser sobre el evento expuestos. En muestras escolares, algunos
traumático o sueños terroríficos acerca de otras estudios han determinado tasas de exposición
situaciones o también con un carácter más ines- al trauma de entre el 40-70% (Giaconia et al,
pecífico (APA, 1995; March, Amaya y Pynoos, 1995; Jenkins y Bell, 1994). Particularmente
1997; Márquez, 2000); interesante resultan las altas tasas de exposi-
(b) la sensación de estar reviviendo el hecho ción a traumas entre jóvenes hospitalizados con
traumático, puede expresarse en niños/as como serios trastornos emocionales, siendo de hasta
re-escenificaciones del evento traumático, como un 93%, según refieren Lipschitz et al (1999).
ensoñaciones diurnas, alucinaciones e incluso A raíz de estos porcentajes, algunos autores
estados disociativos; en niños/as muy rara vez han coincidido en sugerir que la exposición a
se observan los flashbacks descritos en adultos sucesos traumáticos puede conducir a serios
(American Academy of Child and Adolescent Ps- trastornos de estrés postraumático, con tasas
ychiatry, 1998; APA, 1995, Montt y Hermosilla, que oscilan entre el 10-100% de probabilidad
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(Sauter y Franklin, 1998; Stuber et al, 1991). et al (2004), una de las herramientas de eva-
En un reciente estudio longitudinal de 1420 luación de este trastorno más útil para los clí-
menores de 9, 11 y 13 años, Copeland et al nicos, junto con la entrevista estructurada –en
(2007) encontraron que más de dos tercios de población infantil- pueden ser los autoinformes,
los menores informaron de un evento traumá- como los que se desarrollaran para el estudio
tico después de los 16 años, desarrollando un de la psicopatología infantil y adolescente por
13,4% de estos niños/as algunos síntomas de los equipos de Achenbach et al (1991 a,c; 1989;
estrés postraumático y menos del 0,5% cumplie- 1995; 1997; 1998; 2001 a y b; 2002) y en Espa-
ron los criterios para TEPT según el DSM-IV. En ña y Latinoamérica López Soler (López Soler
definitiva, la variedad de tasas de prevalencia et al, 1999 y López Soler, 1995; Daset, 1999 y
dependen de determinados factores de riesgo 2002) donde además se incluye la estrategia de
como la exposición a sucesos traumáticos, la trabajo multi-informante (Achenbach, 1991b).
severidad del suceso traumático, el procesa- El problema surge cuando comprobamos que,
miento cognitivo del trauma (Brown, 2003), existen muy pocas medidas de autoinforme de
las características del menor/adolescente, la síntomas infantiles de TEPT que hayan sido
historia del trauma e historia psiquiátrica del validadas psicométricamente e incluidas en los
menor, la influencia familiar (Buka et al, 2001; criterios del DSM-IV-TR (Saigh, 2004).
Fletcher, 2003; Fremont, 2004) o los criterios La mayoría de escalas relacionadas con el
diagnósticos utilizados. trauma para niños y adolescentes, son relati-
vamente nuevas y fueron desarrolladas tanto
EVALUACIÒN DEL TEPT para evaluar características relacionadas con
síntomas de trauma, como, para medir el trauma
Teniendo en cuenta las diferencias eviden- en sí. Como muchas de estas escalas son tan
ciadas en cuanto a la semiología del Trastorno recientes, no han sido lo suficientemente bien
por Estrés Postraumático, es lógico pensar que examinadas psicométricamente y las bases de
la evaluación e intervención de estos pacientes datos no son todavía muy extensas, aunque
no puede plantearse de igual modo que en el van en aumento (Balaban, 2006; Ohan, Myers
caso de la población adulta (Sarmiento et al, y Collett 2002). Se puede concluir que, en el
2006). Existen serias dificultades metodológicas campo de la evaluación de respuestas al trau-
a la hora de evaluar determinados factores del ma -en niños y adolescentes- hay instrumentos
TEPT en la infancia, tales como: dificultades adecuados, pero es esencial más investigación.
para contar con la experiencia subjetiva; cri- Algunas de las escalas que son utilizadas para
terios diagnósticos para el TEPT que pueden medir TEPT en menores son: Impact of Event
no estar bien formulados para su aplicación en Scale (IES), (Horowitz, M et al, 1979; Creamer
niños/as (Tierney, 2000); la evaluación del trau- et al, 2003); The Children’s Impact of Traumatic
ma carece de medidas psicométricas refinadas; Events Scale (CITES-R), (Wolfe el al, 1992);
las propias características de los síntomas del The Child PTSD Symptom Scale (CPSS), (Foa,
TEPT pueden afectar a la certeza y validez de Edna B, 2001) y The revised version of the
las medidas estimadas del trauma. Screen for Child Anxiety Related Emotional Di-
Muchos de los estudios –la gran mayoría- sorders (SCARED-R), (Muris, P. et al ; 1999).
se han llevado a cabo con muestras clínicas,
pero muy pocos han utilizado un grupo control; ESTUDIOS SOBRE TEPT EN DISTINTAS
a la vez que, gran cantidad de esos estudios ETAPAS VITALES
específicos, ha sido realizados con muestras
pequeñas, lo que hace aún más difícil la ge- Numerosos estudios han mostrado que el
neralización y aún cierta comparación de TEPT consistentemente coocurre con otros
resultados (McCloskey, 2000); finalmente, po- trastornos. Estudios en población general y
cos estudios incorporan en sus diseños el rigor clínica informan que, aproximadamente de 50 a
empírico necesario para explorar la influencia 90% de los individuos con TEPT crónico, tienen
de posibles variables moduladoras (por ejem- trastornos psicológicos comórbidos (Davidson
plo, la edad o el género) o efectos mediadores et al, 1985; Green et al, 1992; Lerer et al, 1987;
como el apoyo de la familia (Cohen, Berliner y Shore, Vollmer y Tatum, 1989; Sierles et al,
Mannarino, 2000). 1983).
Tal y como nos sugiere el estudio de Feeny El estudio nacional de comorbilidad en EEUU
Consecuencias del maltrato grave intrafamiliar en la infancia 107

(Kessler et al, 1995) encuentra que aproximada- acontecimientos estresantes o situaciones


mente el 84% de personas con TEPT tuvo otro vitales adversas, es importante en relación a
diagnóstico de patología psíquica a lo largo de la salud física y psicológica, durante la infancia
su vida, siendo el TEPT típicamente el trastorno su impacto puede ser dramáticamente signifi-
primario. Además, mientras aproximadamente cativo; ya que no va a afectar a un ser humano
un quinto de todas las personas diagnosticadas biológica, psicológica y socialmente maduro,
con TEPT no cumplieron los criterios para otro sino a un ser humano en una fase de desarrollo
trastorno, los restantes 79% cumplían criterios que requiere ciertas condiciones externas, de
para al menos 1 trastorno adicional y un 44% estabilidad y protección (Lòpez Soler, 2008, en
cumplía los criterios al menos para otros 3 prensa).
diagnósticos. Clínicos e investigadores, entre ellos Briere
En relación al género, el 59% de los hombres (1987, 1992), Courtois (1988), Finklehor (1984)
y el 44% de las mujeres con TEPT reúnen crite- y Herman (1992 a, 1992 b) argumentaron que
rios para tres o más diagnósticos psiquiátricos. el diagnóstico TEPT no fue adecuado para
Según Friedman (1996), la comorbilidad se las reacciones experimentadas por víctimas
suele dar con los siguientes trastornos: Afectivos de abuso infantil y trauma doméstico y otras
(26-65%), de Ansiedad (30-60%), Alcoholismo o poblaciones, donde la traumatización ocurrió
Abuso de drogas (60-80%) o de Personalidad de forma repetida y/o extensa. Individuos ex-
(40-60%). En niños y adolescentes con TEPT, puestos a trauma en varios momentos de su
las comorbilidades comunes incluyen trastornos vida y en periodos de desarrollo, padecieron
del apego, habilidades sociales deterioradas, una variedad de problemas psicológicos no
agresividad, problemas en el control de los incluidos en el diagnóstico de TEPT, incluyendo
impulsos, ansiedad, depresión, somatización y depresión, ansiedad, odio a si mismo, disocia-
uso de sustancias (Kessler, Borges, y Walters, ción, abuso de sustancias, comportamientos
1999). De hecho, en una declaración consen- autodestructivos y de riesgo, revictimización,
suada, expertos en la materia asentaron que dificultades en las relaciones interpersonales
la “forma pura” de TEPT no es actualmente e Intimas, problemas médicos y somáticos y
representativa de la presentación clínica típica desesperanza (Courtois, 2004).
de TEPT (Ballenger et al, 2000). En la literatura
sobre TEPT, los problemas psicológicos que no MENORES QUE HAN SUFRIDO ABUSO
caen dentro de la estructura de TEPT son gen- Y NEGLIGENCIA; UNA PARTICULAR CON-
eralmente referidos como “condiciones comór- FIGURACIÒN DEL TEPT:
bidas”, como si ocurrieran independientemente EL TEPT COMPLEJO O DESNOS
de los síntomas del TEPT, como corroboran van
der Kolk et al, en 2005. Los resultados del grupo de trabajo del DSM-
Al parecer, la cultura popular está cada vez IV para TEPT, sugieren que, el trauma tiene su
más concienciada sobre el trauma, sin embargo más profundo impacto cuando su comienzo
un gran número de investigadores que estudian ocurre durante la temprana infancia o ado-
los efectos del trauma sobre el funcionamiento lescencia, y provoca un daño más penetrante
psicológico (Breslau, Davis y Andreski, 1991; que con un comienzo tardío (van der Kolk et al,
Cole y Putnam, 1992; Luxenber, Spinazzola 1996; van der Kolk, 1985). Desde estos estudios
y van der Kolk, 2001) han mostrado que el iniciales, investigaciones sobre una variedad
TEPT recoge sólo un limitado aspecto de la de poblaciones y escenarios, han encontrado
psicopatología postraumática y especialmente apoyo para la hipótesis de que, el trauma inter-
en menores (por ejemplo Brett, Spitzer y Wil- personal temprano, especialmente el de abuso
liams, 1988; Briere, 1987; Cole y Putnam, 1992; en la infancia, presenta un riesgo más alto para
Scheeringa et al, 1995; Scheeringa et al, 2003; el desarrollo de un TEPT complejo o DESNOS1
Summit, 1983; Terr, 1979). (Trastorno por Stress extremo no expecificado,
Como señalan Cook et al (2005) y Van der por sus siglas en inglés) que los accidentes de
Kolk (2005), el diagnóstico de TEPT no captura tráfico y desastres (Roth et al, 1997).
los efectos del desarrollo en la exposición a El abuso y negligencia en la infancia son
trauma complejo. Ya que, si en cualquier época extremadamente comunes en nuestras so-
del desarrollo de la persona, la presencia de
1
DESNOS: Disorders of extreme stress not otherwise specified.
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ciedades y sus efectos persisten a través del Estocolmo), ya que no han tenido otra posibili-
tiempo. Cada año, alrededor de 3 millones de dad de estructurar su mapa de conocimiento y
menores son atendidos por abuso-negligencia experiencias cognitivas y afectivas (López Soler,
en los EEUU (Wang y Daro, 1997). En España 2008; en prensa).
hay más de 30.000 niños y niñas tutelados por
organismos públicos, de los que 14.600 meno- PERFIL SINTOMÀTICO DEL DESNOS
res viven en centros de acogida; en torno a
15.900 lo hacen con parientes o en acogimiento El perfil de la sintomatología DESNOS, ha
familiar administrativo; y 2.800 en régimen de sido identificado en muchos estudios e investi-
acogimiento familiar judicial. Estos menores gaciones clínicas y ha recibido atención gener-
suelen recibir una variedad de etiquetas psi- alizada en el campo del trauma en los recientes
cológicas, pero ninguno de estos diagnósti- años. El grupo de trabajo del TEPT del DSM-IV,
cos recoge sus profundas alteraciones en el identificó alteraciones en 6 dominios de funcio-
desarrollo, ni los orígenes traumáticos de sus namiento (Tabla 1), siendo necesarios para el
particulares presentaciones clínicas (van der diagnóstico de DESNOS, que se cumpla con los
Kolk, 2001). Van der Kolk en el año 2005, pone criterios explicitados a continuación:
énfasis en el papel crucial que juega la familia, !" Alteración en la regulación de afectos
en determinar cómo son las experiencias infan- e impulsos: incluyendo dificultad con la modu-
tiles y cómo se recuperan los menores de una lación de la ira y autodestructividad. De hecho,
experiencia traumática. Cuando la relación con se ha sugerido que la disregulación del afecto
la familia es la fuente del trauma, pueden verse puede ser la disfunción central del trauma psi-
severamente alteradas muchas competencias cológico. Se atemorizan fácilmente, parecen
críticas del desarrollo. El abuso o maltrato ín- tener reacciones “extremas” a estímulos neu-
timo, doméstico o familiar, se da durante largos trales o moderados, tienen problemas para
periodos de tiempo, en los cuales los menores calmarse y pueden usar medidas extremas
quedan atrapados –y entrampados-, a la vez que autodestructivas, tales como autolesión, abuso
condicionados por un gran número y variedad de drogas, trastornos alimentarios o actividad
de circunstancias estresantes. Debido a que la sexual compulsiva, en un intento de manejar
víctima es psicológica y físicamente inmadura, sus emociones (Felitti et al, 1998; Linehan et
su desarrollo queda seriamente comprometido al, 1994).
por el abuso repetido y la respuesta inadecuada, !" Alteraciones en atención y consciencia:
ya sea por parte de algunos miembros de la fa- llevando a amnesias y episodios disociativos y
milia o de otros cuidadores, por ejemplo cuando des-personalización.
la madre niega o acepta la relación incestuosa !" Alteraciones en la auto-percepción:
del padre con una hija (Lòpez Soler, 2008; en tales como una crónica sensación de culpa y
prensa). Modelos de apego inseguro, han sido responsabilidad y sentimientos de vergüenza
consistentemente documentados en hasta crónicos. Con frecuencia desarrollan visiones
un 90% de maltrato a niños. Otros factores negativas sobre ellos mismos, se sienten impo-
tales como, adversidades socioeconómicas, tentes, inútiles e indeseables a los demás. Estas
conflictos familiares, psicopatología o adicción percepciones surgen directamente de la forma
del cuidador, contribuyen más a reacciones de en la que el niño pequeño interpreta el mundo,
trauma complejo en el niño. Si los niños son llevándoles a creer que ellos han “causado” su
expuestos a un estrés difícil de controlar y si propio maltrato (Herman, 1992).
el cuidador no asume la función de modular el !" Alteraciones en la relación con los
arousal del niño, como ocurre cuando los niños otros: dificultades para confiar en otros, inca-
se exponen a desestructuración o violencia fa- pacidad para sentir intimidad con los demás,
miliar, ellos -por sí mismos- son incapaces de re-victimizaciones y la victimización de otros
organizar la experiencia de un modo coherente, (Fleming et al, 1999; Bryer et al, 1987; Lisak,
ya que ellos dependen de sus cuidadores para Koper y Song, 1996).
su propia supervivencia y no tienen la opción de !" Somatización y/o problemas médicos:
informar o apartarse del conflicto (van der Kolk, sufren dolencias físicas sin explicación médica.
2005). No resulta difícil comprender, que estos Hay una amplia evidencia de que las experien-
menores incorporen el sistema de creencias cias traumáticas repetidas tienen un impacto
del agresor de modo defensivo (Síndrome de sobre el nivel biológico. Investigaciones como
Consecuencias del maltrato grave intrafamiliar en la infancia 109

las de Pitman et al (1987), Shalev y Rogel- de las relaciones, en un proceso de aprendizaje


Fuchs (1993), van der Kolk (1996) y Yehuda patológico, que está siendo legitimado por el
(1999) han demostrado que la respuesta de resto de las personas consentidoras (López
estrés implica la liberación de endógenos, hor- Soler, 2008; en prensa).
monas sensibles al estrés. Tienen dificultades Las consecuencias postraumáticas varían
para ajustar sus niveles de arousal fisiológico, ampliamente, por lo tanto, el enfoque inicial para
sugiriendo que el sistema nervioso tiene una la evaluación es críticamente importante (Briere
mayor respuesta a estímulos previamente in- y Spinazzola, 2005). Es difícil realizar una evalu-
ocuos. ación de las posibles variables psicológicas
!" Alteración en el sistema de significados: afectadas en menores que han sufrido maltrato
con frecuencia sienten desesperanza sobre grave y continuo, y por tanto, un posible trauma
encontrar a alguien que entienda su sufrimiento. complejo (López Soler et al, 2007 a y b).
Suelen informar de que su vida no tiene sen- El clínico debe considerar el amplio rango
tido (Herman, 1992). Una profunda sensación de respuestas potencialmente traumáticas,
de impotencia aprendida, adoptan una actitud atribuibles a la historia de un determinado
fatalista de la vida, anticipando que no serán ca- paciente y sus factores de riesgo. En muchos
paces de hacer cambios positivos en su vida. casos, esto puede requerir de la administración
de tests psicológicos de amplio espectro, tanto
genéricos como otros más específicos de trau-
Se puede considerar que, algunas de estas ma, además de otros tests relevantes según la
características suponen mecanismos adaptati- presentación clínica específica del individuo.
vos que estructuran el significado del mundo y Para Briere y Spinazzola (2005), la mayoría
de tests de consecuencias postraumáticas
complejas, miden la sintomatología como
variables continuas (opuestas a diagnósticos
dicotómicos), así que la evaluación puede ayu-
dar a determinar la extensión de los síntomas
postraumáticos, más que la presencia o ausen-
cia de un trastorno DSM-IV solamente.
Una evaluación exhaustiva de trauma
complejo incluye información de un número
importante de fuentes, incluyendo las propias
revelaciones del niño o adolescente, informes
colaterales de cuidadores y otras personas
significativas, las observaciones del terapeuta
y medidas de evaluación estandarizadas. Las
técnicas de evaluación estandarizadas, que
son culturalmente sensibles y apropiadas al
lenguaje, son completadas por el paciente,
cuidador y -si es posible- por el docente del
niño (Briere y Spinazzola, 2005).
La evaluación debe señalar tanto la ex-
posición a trauma complejo, como los resulta-
dos postraumáticos complejos. Éstos deben ser
investigados, además, a partir de la historia de
desarrollo, historia familiar, historia del trauma
para el niño y la familia, relaciones de apego
primarias, servicios protectores implicados,
emplazamiento de la historia, enfermedades
mentales parentales-familiares, abuso de
sustancias, historia legal, habilidades de af-
rontamiento, fortalezas del niño o adolescente
y familia, estresores ambientales (Cook et al,
2005). Si es complicada la evaluación del TEPT
110 Ciencias Psicológicas 2008; II (2)

en la infancia, igualmente difícil resulta encon- man, Perry y van der Kolk, 1989; Kilpatrick et al,
trar instrumentos de evaluación adecuados y 2000, Kilpatrick et al, 2003; Margolin y Gordis,
psicométricamente fiables para analizar los 2000; Putnam y Trickett, 1997; van der Kolk,
diferentes síntomas del Trauma Complejo (Ló- Perry y Herman, 1991; Wilson et al, 1999; Zlot-
pez Soler, 2008; en prensa). Hasta la fecha, la nitk et al, 1996). Está claro que, estas historias
evaluación usando instrumentos desarrollados no sólo pueden producir secuelas duraderas
para criterios TEPT puede, desafortunada- en sí mismas, sino que también son un factor
mente, no cubrir la complejidad de pacientes de riesgo para ser revictimizado en el futuro
con DESNOS (Courtois, 2004). A pesar de esto, (Neumann et al, 1996) y para responder más
según refieren Briere y Spinazzola (2005), la tarde a eventos traumáticos con síntomas más
última década ha sido testigo del desarrollo y severos y complejos (Bremner et al, 1993). Otra
crecimiento de un gran número de tests -vali- consecuencia a largo plazo del maltrato es la
dados psicométricamente- y entrevistas que violencia transgeneracional; un niño maltratado
evalúan consecuencias relacionadas con el tiene alto riesgo de ser perpetrador de maltrato
trauma. Dos instrumentos clínicos han sido en la etapa adulta, a su pareja o a sus hijos,
desarrollados y validados para el propósito mientras que en las niñas está menos clara su
de evaluación exhaustiva del DESNOS, en la evolución (López Soler, 2008; en prensa).
práctica clínica y en investigación. Estos son: la En contraste con el grupo de trabajo del
Entrevista Estructurada del Trastorno de Estrés DSM-IV, el cual encontró un 92% de comor-
Extremo (SIDES) y el Inventario Autoinformado bilidad entre DESNOS y TEPT, Ford y Kidd,
del Trastorno de Estrés Extremo (SIDES-SR). (1998) han confirmado que la presencia de
El SIDES (Pelcovitz et al, 1997) fue desar- TEPT no es una condición necesaria previa
rollado por el grupo de trabajo del DSM-IV y fue para DESNOS. Esta cuestión requerirá más
diseñado para medir presencia de DESNOS investigación empírica (Luxenberg, Spinazzola
-actual y anterior- y para describir la severidad y van der Kolk, 2001).
de la sintomatología actual (último mes). Inves-
tigaciones sobre sus propiedades psicométricas DESARROLLO DE INSTRUMENTOS DE EVALUA-
han apoyado su fiabilidad como un instrumento CIÓN Y RESULTADOS PRELIMINARES DEL EQUI-
diagnóstico (Pelcovitz et al, 1997) y como una PO ESPAÑOL
medida continua de severidad de síntomas
para el diagnóstico en conjunto (Spinazzola, El campo de los estudios de estrés traumático
Blaustein, van der Kolk, datos no publicados, está todavía en su infancia y predomina más el
2001). Investigaciones adicionales que han desconocimiento que el conocimiento. Por este
usado este instrumento, han proporcionado motivo, es necesario usar con cuidado las for-
-preliminarmente- sólidas evidencias empíricas mulaciones teóricas y avanzar con precaución.
para la validez del constructo de DESNOS (Zlot- Son necesarios muchos más estudios para dar
nick y Pearlstein, 1997; Blaustein et al, 2000). luz a estos asuntos complejos (Dietrich, 2000).
El SIDES-SR (Spinazzola et al, 2001) es una Ford, uno de los expertos en el tratamiento del
técnica de autoinforme que ha sido desarrollada trauma infantil, describió los objetivos para el
más recientemente, para la medida de la línea futuro que incluyen: recopilar estudios de caso
de base de severidad del DESNOS; línea de de menores que hayan experimentado trauma
base de la severidad de cada uno de los grupos profundo, proporcionados por clínicos naciona-
de síntomas individuales y cambio de síntomas les e internacionales; refinar los criterios para
a través del tiempo. el diagnóstico de trauma complejo y desarrollar
Las historias de agresiones físicas y sexu- instrumentos basados en entrevistas y escalas
ales en la infancia, también están asociadas con que los clínicos puedan usar en su práctica
una multitud de otros problemas psicológicos en diaria (Moran, 2007).
la adolescencia y edad adulta: abuso de sustan- Nuestro equipo, está realizando las evalu-
cias, personalidad límite y antisocial, así como, aciones y tratamientos psicológicos de meno-
trastornos alimentarios, disociativos, afectivos, res maltratados y tutelados por la Comunidad
somatoformes, cardiovasculares, metabólicos, Autónoma de Murcia y la sintomatología en-
inmunológicos y sexuales (Breslau et al, 1997; contrada es más compatible con la existencia
Cloitre et al, 2001; Dube et al, 2001; Felitti et al, de reacciones postraumáticas complejas, que
1998; Finkelhor y Kendall-Tackett, 1997; Her- afectan a todo el desarrollo personal que, con
Consecuencias del maltrato grave intrafamiliar en la infancia 111

una sintomatología específica de TEPT (Tabla discernir adecuadamente la sintomatología car-


2). acterística de los menores con traumas graves;
para esto se ha administrado antes y después
del tratamiento un conjunto de técnicas que
exploran la sintomatología postraumática y los
efectos del tratamiento. De esta manera, se
busca reconocer tanto la sintomatología propia
de TEPT, como la configuración del DESNOS
o TEPTC (Trastorno por Estrés Postraumático
Complejo) en la infancia.

CONCLUSIONES

El abordaje de un trastorno por estrés


postraumático en la infancia y adolescencia
supone, sin lugar a dudas, un camino largo y
esforzado. El solo hecho de enfrentar temáti-
cas como el abuso, maltrato y negligencia en
edades tempranas, hace indispensable una
incorporación de la mirada de las Psicologías
del Desarrollo, de la Personalidad y de la Psi-
copatología y además, de toda el área de la
Evaluación Psicológica.
Una especial consideración merece el
fenómeno del cambio, como denominador
común, tanto de lo general del menor como de lo
particular del trastorno, que también acompasa
–muchas veces- ese crecimiento. Todo esto
pone de relieve nuevamente que, el estudio de
la patología en la infancia y adolescencia no
Lòpez Soler, 2008 (en prensa) puede pensarse en términos de gnosografìas
adultas, sino que demanda una especificidad
En este sentido, se elaboró un Listado para tanto evaluativa como de intervención.
el clínico de Indicadores de Trauma Complejo El DESNOS, en su carácter de complejo, a
(publicado inicialmente en la Revista de Psico- primera vista puede impresionar como difuso,
patología y Psicología Clínica, López Soler, pero poco a poco va develando sus síntomas
2008); el mismo permitió reunir información característicos, para dejar de ser una categoría
significativa sobre las características de los accesoria para convertirse una entidad definida.
menores que han sufrido trauma grave y crónico El Protocolo de Evaluación que se presenta
durante su infancia; algunos de los datos mues- busca atender esas complejidades de un tras-
tran que: mas del 40% sufren alteraciones en torno que supone un alto nivel de sufrimiento y
la regulación de los afectos (94%) y en el con- donde son tantas las variables a analizar y los
trol de los impulsos (68%), de la consciencia factores a considerar.
(70.6%), en la autopercepción (61.8), en la Una investigación rigurosa, con instrumentos
percepción del/la maltratador/a (52%), en las validados psicométricamente y un acervo de ca-
relaciones con pares (65%) y con acogedores/ sos en diferentes culturas y sistemas de creen-
cuidadores (73,5%), en las relaciones intimas cias, además de la imprescindible comunicación
(41%), informan sobre problemas depresivos entre los expertos, será sin duda el camino que
(50%), de ansiedad (67.5%), y desesperanza posibilite una mayor y mejor definición de las
(59%). La puntuación del Coeficiente Alfa de estrategias de diagnóstico e intervención.
este listado es de .835.
Considerando la importancia de realizar una REFERENCIAS
evaluación fiable y válida, se ha desarrollado un
protocolo de evaluación (Tabla 3), que permita Achenbach, T. M. (1991a). Manual for the Child
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