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C olombia Internacional 63, ene - jun 2006, 174 - 187

EMOCIONES Y
MOVIMIENTOS SOCIALES:
algunas claves útiles para
estudiar el conflicto armado
Silvia Otero Bahamón1

recibido 26/04/06, aprobado 16/05/06

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S ilvia Otero Bahamón

Introducción en ciencias sociales –de donde habían

E
n el estudio del conflicto sido excluidas durante décadas y han
armado colombiano han sido útiles en el entendimiento de con-
sido comunes las pregun- ceptos claves como marcos, identidades
tas sobre las causas objetivas de la con- colectivas o redes sociales, y por supuesto,
frontación, la lógica estratégica, las reclutamiento y participación.
relaciones de los actores armados con la En este artículo extraeré ciertos
sociedad civil, el vínculo con las econo- conceptos y argumentos de dichos
mías ilegales y la evolución y expansión estudios sobre emociones y moviliza-
de los grupos al margen de la ley. ción social para analizar los relatos de
Mucha menor preocupación por parte un pequeño grupo de ocho mujeres
de la comunidad académica han suscita- excombatientes que fueron entrevista-
do las preguntas sobre el reclutamiento das sobre sus experiencias de ingreso y
de los miembros, las motivaciones que estancia en el grupo armado. Las entre-
incitan la participación, o las diferencias vistas se hicieron a desmovilizadas
entre sectores o grupos sociales que voluntarias de la guerrilla de las FARC
existen al interior de los grupos arma- y de grupos de autodefensa en el marco
dos (diferencias tales como sexo, raza, de mi tesis de pregrado, algunas de
estrato o edad). La reciente multiplica- cuyas conclusiones presentaré aquí. Me
ción de eventos de desmovilización de permitiré extrapolar conceptos de los
los grupos armados ha permitido con- movimientos sociales a los grupos
tar con nuevas fuentes –los excomba- armados, teniendo en cuenta que,
tientes-, lo cual ha abierto el panorama como han señalado algunos autores,
para investigar estos aspectos. hay una gran continuidad entre diver-
Y es que esta particularidad en sos tipos de acción colectiva, e incluso
las investigaciones sobre el conflicto la acción violenta es una forma históri-
armado colombiano se presenta tam- ca de acción colectiva (Archila y Bolí-
bién en la tradición sobre movimientos var 2006:14). En el caso colombiano
sociales.Allí, algunos teóricos han seña- esta asociación no ha dejado de generar
lado que los modelos tradicionales de malestar, ya que “la tendencia de la
racionalidad instrumental no siempre política colombiana a penalizar la pro-
explican con satisfacción la participa- testa asimilándola a la acción insurgen-
ción de sus miembros (Goodwin, Jasper te hace que tanto los autores dedicados
y Pollera 2003:5-7). En consecuencia, a este tema como los mismos dirigen-
investigadores han pensado en concep- tes de las organizaciones sociales enfa-
tos y métodos para dar cuenta de las ticen las diferencias entre la acción
motivaciones individuales de los acto- social y la lógica armada” (Archila y
res, y darles un lugar en la comprensión Bolívar 2006:14). Como señalé ante-
de los fenómenos de movilización riormente, hago esta asociación porque
social. Es allí donde las emociones han he encontrado similitudes entre las
sido traídas de vuelta a la investigación atribuciones que las mujeres hacen a la

1 Estudiante de último semestre de ciencia política en la Universidad de los Andes y joven investigadora del Centro de Inves-
tigación y Educación Popular CINEP. Agradezco a Ingrid Bolívar por su ayuda en la concepción y corrección de este
artículo.

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E mociones y movimientos sociales

organización, y las que hacen los parti- mente apropiada para mostrar que los
cipantes de múltiples movimientos participantes (de las revueltas) eran
sociales estudiados por los teóricos. inmaduros, narcisistas, sin autoestima y
El artículo esta dividido en tres que necesitaban creer en algo”, y que
secciones. En la primera se hará una las protestas eran un error, un signo de
exposición de los principales aportes inmadurez (Goodwin, Jasper y Pollera
que las emociones han hecho a los estu- 2003: 2). En los años setenta este mode-
dios sobre movilizaciones sociales. Esto lo se vio fuertemente criticado cuando
dará paso a la segunda sección, dónde se los sociólogos empezaron a simpatizar
enfatizan las redes sociales y los lazos con los movimientos sociales que estu-
afectivos bajo los cuales operan los diaban. Su orientación con respecto a
movimientos. En la última sección nos las movilizaciones pasó a ser estructural,
ocuparán las motivaciones individuales racionalista e individual: “los manifes-
de los participantes, especificando aque- tantes estaban sencillamente siguiendo
llas que esgrimieron las mujeres excom- intereses individuales y de grupo exis-
batientes en sus relatos. tentes, definidos por posiciones estruc-
turales como las clases sociales”
Emociones y movilización social (Goodwin, Jasper y Pollera 2003: 5).
Los estudios sobre movilizacio- Sin embargo, nuevas aproxima-
nes sociales han silenciado sistemática- ciones han sacado las emociones del
mente a las emociones (Aminzade y silencio, quitando la exclusividad que
McAdam 2001:14). Esto ha sucedido sobre ellas tuvieron la biología y la psi-
pues se tiende a suponer las emociones cología, disciplinas que suelen situar las
como irrupciones irracionales del esta- emociones “dentro” de los individuos
do de ánimo, que conllevan a la toma puesto que se manifiestan como sensa-
de decisiones incorrectas. Entre tanto, ciones corporales. Sin embargo, de
en el ámbito de lo público, dónde las acuerdo a estas perspectivas, éstas no
movilizaciones sociales tienen lugar, la pertenecen únicamente a la esfera de lo
legitimidad de la acción proviene de la íntimo y lo apolítico, y afirman que las
racionalidad de los agentes. Es el cálcu- emociones también se producen en las
lo costo-beneficio, y la persecución de interacciones sociales, por lo cual se
intereses “racionales”, y la configura- expresan en significados compartidos
ción de la acción en torno a “ideales” lo socialmente, convenciones, valores cul-
que motiva la acción colectiva: allí las turales y creencias, que inciden en la
emociones no tienen nada que aportar. valoración del entorno y en la motiva-
No obstante, recientemente varios ción de la acción (Lutz y Abu-Lughod
autores se han preguntado a qué se debe 1990: 5; Goodwin, Jasper y Pollera
el “silencio” de la sociología de los 2003: 6). Las emociones en tanto se
movimientos sobre el papel de las emo- configuran y se forjan en el orden
ciones. Goodwin, Jasper y Polleta social, son “resultados reales, anticipa-
comentan que en los estudios iniciales, dos, recolectados o imaginados de las
los movimientos se entendían como relaciones sociales”, y por eso, pueden
expresiones reaccionarias de una multi- dar pistas de características estructurales
tud furiosa e iracunda.Al respecto dicen como el status y el poder (Kemper:
que “la sicología freudiana era general- 2003: 59). Este autor insiste en que la

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posición de los actores en tales jerar- recalcan la importancia de apelar a las


quías tiene un correlato en las emocio- emociones en los momentos iniciales
nes que se sienten; por ejemplo el del movimiento social. Así, la frustra-
orgullo puede denotar que el status ción, la indignación, la rabia o la espe-
otorgado por los otros es consecuencia ranza constituyen motivantes
de los logros alcanzados por uno fundacionales para la acción colectiva.
(Kemper 2003: 66). Como dicen Aminzade y McAdam, no
En este punto hay que recalcar se trata de decir que la movilización de
que esta aproximación rompe con la emociones fuertes cause los movi-
dicotomía racionalidad /emoción. Al mientos o las revoluciones, pero a
respecto Jon Elster arguye que “son pesar de que existan circunstancias
varios los autores y autoras que han favorables, la ausencia de dichas emo-
defendido una perspectiva revisionista ciones no permitirá la generación de
según la cual las emociones lejos de un movimiento (Aminzade y McA-
interferir la toma racional de decisiones dam 2001:17). Goodwin, Jasper y
pueden llegar incluso a fomentarla” Polleta hacen un aporte situado más en
(Elster 2001: 343). Las emociones ayu- el nivel colectivo. Estos autores afirman
dan a dirimir el empate entre varias que la identidad colectiva ha devenido
opciones igualmente racionales, al un término popular en la literatura
tiempo que está demostrado que per- sobre movilización social, y allí las
sonas emocionalmente planas están emociones también tienen mucho que
inhabilitadas para tomar incluso las ver.Además de estar fundadas en carac-
decisiones más cotidianas (Elster 2001: terísticas como sexo, raza, clase y géne-
352)2. Por último, se debe anotar que ro, las identidades “se usan para
así como las emociones que se derivan describir cierto sentido de solidaridad
de determinadas situaciones dependen entre miembros de un movimiento
del entorno cultural del agente, aquello social, sugiriendo lazos de confianza,
que se considera racional puede ser lealtad y afecto” (Godwin, Jasper y
también una cuestión cultural. Pollera 2003:8).Y es que estos lazos de
Volviendo a lo nuestro, los auto- amistad entre miembros de un movi-
res empezaron a notar que elementos miento social nos conectan con el
fundamentales para la movilización nivel individual, ya que animan la par-
social no se explicaban con los mode- ticipación de las personas en el movi-
los tradicionales de racionalidad ins- miento (Della Porta 1998:223). Las
trumental y cálculo de intereses. Ron emociones motivan el activismo indi-
Aminzade y Doug McAdam (2001) vidual y permiten entender por qué
comentan que las emociones y los pro- los individuos deciden involucrarse
cesos emocionales cuentan con gran incluso cuando los costos de la partici-
capacidad explicativa en dos niveles de pación son más altos que los benefi-
la movilización social: el individual y cios. Por cuenta de estos fuertes
el colectivo. En el primero de ellos, los sentimientos por el grupo la participa-
autores mencionados y otros más ción se convierte un una actividad pla-

2 Elster toma esta idea de Damasio (2001).

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E mociones y movimientos sociales

centera, independientemente de los Lo que me gustaba más era el


objetivos y resultados del movimiento ambiente de camaradería (...) a los
(Aminzade y McAdam 2001:17;Wood comandantes les interesaba eso, por-
2003; Goodwin, Jasper y Pollera que si no ellos saben que los comba-
2001:5, 9). Sin embargo se debe aclarar tientes se aburren, y se vuelan. Por
que estas emociones sólo explican por eso mismo a mi no me dejaron ir
qué existen lazos de amistad y redes para la casa, porque sino había que
sociales fuertes en los movimientos mandar a un hombre del frente para
sociales, pero no hablan de las condi- la radio. A los comandantes les con-
ciones objetivas que permiten la emer- viene tener a la gente contenta, ahí
gencia de los mismos (estructura de (Entrevista No. 2 - AUC).
oportunidad, presión social, presencia
de organizaciones establecidas, etc.) Me gustaba estar en el grupo porque
(Della Porta 1998:236; Aminzade y me la llevaba bien con los compañe-
McAdam 2001:17). Esta salvedad indi- ros, andábamos y conocíamos, tenía-
ca que el interés por las motivaciones mos muchas experiencias. Había
individuales y por las emociones no mucha solidaridad. Los comandantes
implica que se desconozca la existencia daban charlas, nos reunían para que
de condiciones estructurales. Al con- habláramos entre nosotros. Ellos se la
trario, al enfocarnos en la forma como pasaban dando charlas sobre el regla-
los actores “sienten” la participación, mento y allí está contemplado todo
estamos dando oportunidad para eso, que la solidaridad, la camarade-
encontrar allí indicios de cómo expe- ría, que un ejército tiene que estar
rimentan la objetividad de lo social. unido… todo eso (Entrevista No. 3
Esto será importante en los apartados - FARC).
siguientes, en los que se profundizará
en la capacidad explicativa de las emo- Se sentía uno bien... sobre todo por
ciones en los dos niveles –individual y los amigos que uno se hace allá. Eso
colectivo- recogiendo los relatos de un me hace falta. Había un esfuerzo
grupo de mujeres excombatientes con porque uno se la llevara bien con
respecto a su ingreso y permanencia en los otros…. Ellos hacían charlas de
los grupos armados. toda clase, por ejemplo sobre cómo
tratar a la población civil, o por
Redes sociales y lazos de amistad ejemplo que uno no puede pelear
Al preguntarle a un pequeño con otro guerrillero, que tienen que
grupo de mujeres excombatientes3 por tratarse bien, todo eso (Entrevista
aquello que rescataban como agradable o No. 4 - FARC).
positivo de su paso por el grupo armado,
todas coincidieron en responder que la Las mujeres atribuyen al clima
solidaridad, la amistad entre los compa- organizacional de los grupos armados
ñeros y la camaradería, pues hacían atributos similares a aquellos asignados a
amena y grata la vida clandestina: los movimientos sociales. En organiza-

3 Se entrevistaron 8 mujeres desmovilizadas voluntarias, 5 provenientes de las FARC y 3 de las AUC.

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ciones como las FARC y las AUC exis- sus actividades y de aumentar los costos
ten esfuerzos “institucionales” orientados de retirarse o de sucumbir ante la pre-
a fortalecer los lazos de afecto entre los sión externa.
miembros, prolongando el vínculo entre A la hora de explicar por qué se
el individuo y el grupo armado. Los construyen estas redes sociales y lazos
fuertes sentimientos de solidaridad, leal- afectivos tan fuertes, los autores tam-
tad y amistad encontrados permiten bién hacen significativos aportes. De
entrender que la organización hace las nuevo Della Porta hace un estudio
veces de grupo social de base o “patria sobre la transición que ciertos movi-
social” para los participantes4. Aquellos mientos sociales hacen a organizacio-
que ingresan a los grupos armados sue- nes clandestinas, y encuentra que en
len romper con sus antiguas redes socia- estas últimas la densidad y fortaleza de
les, perdiendo contacto con la familia, las redes sociales se debe en parte a la
amigos y vecinos. En palabras de Dona- juventud de los miembros. Esto por
tella Della Porta (1998:221), se trata de cuanto la participación del activista en
una segunda socialización –casi tan fuer- organizaciones clandestinas a menudo
te como la primaria-. Una ex paramilitar “coincide con la búsqueda de indepen-
lo expresa así: dencia emocional de su familia, y la
lealtad al grupo de iguales” (Della Porta
Yo sabía que estar en el grupo estaba 1998: 223).Y es que dichas característi-
mal, pero igual yo me sentía bien, allí cas de la juventud hacen que los ado-
encontré cariño, allá hablaba uno lo lescentes sean bastante vulnerables a las
que quisiera con quien quisiera y ofertas de los grupos armados. Así lo
nadie lo estaba juzgando (Entrevista afirman las autoras Rachel Brett e Irma
No. 2- AUC). Specht en un estudio sobre jóvenes
combatientes de distintos países, cuan-
Della Porta añade que estos lazos do comentan que en dicho periodo
cumplen una función vital en la impli- surge una nueva gama de oportunida-
cación política de los sujetos, “ya que des, consecuencia de la libertad adqui-
proporcionan un sentido de cohesión rida al dejar de ser un/a niño/a.“Es un
frente a la oposición de la comunidad momento clave para la configuración
que les rodea, fomentan un deseo de de la propia identidad y para encontrar
aceptación y coherencia cognitiva que su lugar en la comunidad y la sociedad,
produce conformidad y filtran los además de ser un momento en el que
mensajes e información política” (Della se adquiere una nueva capacidad para
Porta 1998:221). Por otro lado Jeff tomar decisiones y asumir responsabili-
Goodwin y Steven Pfaff (2003:288) dades”(Brett y Specht 2004:3).
sustentan que las relaciones estrechas Las anteriores consideraciones
entre los miembros de los movimientos sobre la juventud son útiles para pensar
sociales ayudan a sostener su compro- el conflicto armado colombiano. Sobre
miso de cara a la represión y al aisla- todo si se tiene en cuenta que algunos
miento social, además de alentarlos en estudios revelan que el 70% de los

4 Para una profundización sobre la guerrilla de las FARC como “patria social” de sus miembros ver Bolívar (2005).

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miembros de grupos armados en similares características se encuentran


Colombia se componen por jóvenes en los grupos armados. Esto sucede
menores de 25 años (Alvarrez-Correa y por cuenta (en parte) de la juventud de
Aguirre 2002). Esta tendencia se repitió sus integrantes, lo cual facilita el com-
en la pequeña muestra de mujeres promiso y la vinculación a actividades
entrevistadas, de donde seis ingresaron de alto riesgo. Sin embargo estas expli-
a grupos armados entre los 13 y los 17 caciones no responden a la pregunta
años. Lo que preocupa es que esta más general sobre cuáles son las condi-
generalidad ha pasado casi desapercibi- ciones sociales que permiten que las
da por la investigación. Por eso debe- redes sociales emerjan y se construyan,
mos hacernos la pregunta por ¿qué es ni tampoco contestan por qué las orga-
lo que les ofrece el grupo armado a los nizaciones optan por la clandestinidad.
niños y jóvenes que la familia, escuela y Evidentemente los movimientos o los
comunidad no están ofreciendo? ¿Por grupos armados no existen porque sus
qué el grupo armado resulta ser una miembros sean jóvenes, pero el hecho
opción tan atractiva para la juventud? de que la mayoría de sus miembros
Las entrevistas realizadas junto con pertenezcan a este sector de la sociedad
otros estudios realizados sobre niños y debe ser tomado más seriamente.
jóvenes en el conflicto, permiten esbo-
zar una posible respuesta: al ser partíci- Motivaciones individuales
pes de las actividades de la guerra los de la participación
jóvenes dotan sus vidas de “sentido” de Como se expuso anteriormente,
varias maneras. Primero, por la vía de la solidaridad, la lealtad y la camarade-
llevar a cabo lo que ellos definen como ría son emociones que constituyen por
aventuras excitantes y novedosas. sí mismas motivos preponderantes para
Segundo, las personas otorgan una participar en el grupo armado o para
nueva dimensión a las relaciones con permanecer en él. No obstante, además
sus pares (léase otros combatientes) de estos tres, las conversaciones con las
afianzando las amistades y afectos, ya mujeres excombatientes permitieron
que hacen parte de un grupo donde dar cuenta de otros motivos importan-
prevalecen las relaciones de camarade- tes para ingresar al grupo, como la bús-
ría y fraternidad. Tercero, teniendo en queda de aventuras, el hacerse respetar
cuenta que la formación de la propia o el gusto por la milicia.
identidad es otra característica de la Ahora bien, antes de trabajar
adolescencia (al ser una parte impor- las motivaciones particulares para
tante del crecimiento y un factor que ingresar a grupos armados, quisiera
determina la vida adulta), hacer parte profundizar en la importancia de tener-
del grupo armado es conformar un las en cuenta. Volviendo a la sección
todo, es sentir un respaldo institucional inicial del artículo, los estudios sobre
que conforma la identidad individual conflicto armado han cubierto con
con base en la identidad colectiva. mayor amplitud temas sobre la expan-
En conclusión, las redes sociales sión de los grupos ilegales, su lógica
y los lazos afectivos son notablemente estratégica, los impactos sobre la pobla-
fuertes en los movimientos sociales y ción civil o los vínculos con la econo-
en este artículo se ha sostenido que mía del narcotráfico. Mucho menos se

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S ilvia Otero Bahamón

ha escrito sobre las razones de los Las emociones han jugado un


miembros de los grupos para estar allí, papel importante en darle un sentido a
o sobre los beneficios de la participa- este tipo de motivaciones. Como afir-
ción o sobre las dinámicas de recluta- ma Elisabeth Wood, la participación en
miento. En adición, la literatura sobre movimientos sociales o en grupos
movilizaciones sociales presenta caren- armados trae para sus miembros ciertos
cias semejantes5. ¿Por qué esta pregunta beneficios que pueden considerarse
se ha relegado a un segundo plano? emocionales, tales como el empodera-
¿Por qué no ha sido importante estu- miento, el hacerse admirar o respetar,
diar las motivaciones individuales? En los lazos de amistad y afecto, o el suplir
el proceso de involucrarse a grupos o un estado de aburrimiento dotando la
movimientos de seguido se toma por vida de sentido. Dichos beneficios no
hecho la existencia de intereses por se identifican con los objetivos últimos
condiciones dadas objetivamente de la organización, pero ayudan a
(Goodwin, Jasper, Pollera 2003:7). Es entender por qué ciertos miembros se
decir, condiciones estructurales como involucran o permanecen. Ella indica
la represión o la marginación son que cuando los costos de la participa-
tomadas como motivaciones suficientes ción superan los beneficios materiales
para los participantes de movimientos de la misma –como tierras, derechos o
sociales. Además, hablar de motivacio- incluso participación-, es necesario
nes individuales da la idea de simplifi- tener en cuenta tales beneficios emo-
car los procesos sociales al desagregarlos cionales (Wood 2003:267)
de su carácter colectivo. Desde esta No es cierto que tener en cuen-
perspectiva, la existencia de movimien- ta estos beneficios y motivaciones diga
tos sociales, o extrapolando, la existen- menos de la complejidad de la realidad
cia de grupos armados no se explica social. Al contrario, éstos también se
por motivaciones particulares de cier- dibujan como correlatos de las condi-
tos individuos, y por consecuencia, ciones estructurales de una sociedad.
estudiarlos puede tergiversar la inter- Para ejemplificar, y anticipándonos a lo
pretación de la realidad. que se expondrá a continuación, varias
No obstante, el que sea necesa- mujeres excombatientes asignaron al
rio situar la emergencia de intereses y “aburrimiento” un peso importante a
motivaciones objetivas en las condicio- la hora de decidir ingresar al grupo
nes estructurales, no quiere decir que armado. De allí no se quiere concluir
las motivaciones individuales no exis- que los grupos armados existen porque
tan, o incluso, que éstas no se despren- los jóvenes están aburridos. Por el con-
dan igualmente de la estructura social. trario, se trata de tomar la emoción del
¿Cuáles son esas otras motivaciones y aburrimiento como un resultado de
beneficios? ¿Sirven para complementar condiciones estructurales de las relacio-
en vez de simplificar las conclusiones nes sociales (Kemper 2003). De hecho,
sobre los procesos sociales? el aburrimiento puede ser visto como

5 La literatura ha trabajado el problema de los freeriders o excitement-seekers, pero poco se ha dicho sobre otra clase de
participantes.

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E mociones y movimientos sociales

la conjunción entre la desilusión y la los combatientes. El deseo de tener


decepción, y la existencia sistemática de aventuras muestra una búsqueda de
un sentimiento tal en jóvenes que per- excitación y exaltación en una idea de
tenecen a grupos armados da pistas vivir el presente, y el aburrimiento, como
sobre la estrechez de los canales de rea- ya se mencionó, da muestra de la desi-
lización personal en la sociedad colom- lusión y decepción. A continuación se
biana (Serrano 2004:203). profundizaran en tres de estos benefi-
En las entrevistas que se han alu- cios: la admiración y respeto, el hacerse
dido se preguntó a las mujeres excom- respetar y la dotación de sentido.
batientes por las razones que tuvieron Empecemos con el primero de
para ingresar al grupo armado. Aunque ellos. El gusto por la milicia se refleja en
se trata de un trabajo exploratorio por el gusto por las armas y los uniformes
la pequeñez de la muestra, los resulta- dando cuenta de la importancia otor-
dos que se presentarán buscan apenas gada a los elementos de poder en los
abrir el espectro de investigación y lla- imaginarios colectivos.Veamos algunos
mar la atención sobre la importancia de testimonios:
tener en cuenta los beneficios indivi-
duales de la participación. Esto se dice Uno piensa que porque lo ven arma-
porque en sus relatos, las mujeres esgri- do, entonces lo respetan más a uno, y
mieron como razones muy importantes sí, eso es así. Los civiles respetan
el aburrimiento, la búsqueda de aven- mucho a esa gente, y eso me gustaba
turas, el gusto por la milicia y el hacer- (Entrevista No. 4 - FARC).
se respetar. Ninguna de ellas esgrimió
motivos reconocidos como “ideológi- Si, me trataban todos con respeto
cos” –tales como la defensa de las porque ya uno con arma lo tratan
comunidades, o la lucha de clases- y en distinto, lo tratan a uno con respeto.
menor proporción se habló de pobreza A mi me gustaba eso aunque esas son
o maltrato doméstico. Esto no quiere ideas de uno.Yo veía de vez en cuan-
decir que estas últimas no se presentan do a mis vecinos, y si, a uno lo tratan
en el universo de los combatientes pero mejor, le hablan con más respeto
quiero recalcar aquí el hecho de que las (Entrevista No. 8 - AUC).
primeras se hubieran nombrado repeti-
damente tanto por las que estuvieron Como denotan las palabras de las
en las FARC como por las que hicie- mujeres, las armas como fuente de
ron parte de grupos de autodefensa6. poder están asociadas con emociones
Recordemos el carácter emo- como admiración y respeto por quie-
cional de estas motivaciones: por ejem- nes las poseen.
plo, el gusto por la milicia está
fundamentado en la admiración y el Los civiles quieren mucho a las
respeto que las mujeres sienten frente a mujeres guerrilleras, dicen que las

6 Miguel Alvarez-Correa y Julián Aguirre (2002) también llaman la atención sobre estas motivaciones, sobre todo el gusto
por la milicia y el deseo de tener aventuras. La investigación Aprenderás a no llorar (2003) de Humans Rights Watch tam-
bién menciona la existencia de estas motivaciones en el grupo de niños encuestados.

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S ilvia Otero Bahamón

admiran mucho por valientes, por Allá uno se gana el respeto uno
guapas, por lo duro que es estar allá. mismo, haciéndose respetar, no
Las admiran mucho. Uno se siente dejándose coger, no dejándose
bien de eso porque en los pueblos sabotear. Allá lo enseñan a uno a
hacen reuniones con los civiles y a valorarse uno mismo, a hacerse res-
uno lo tratan muy bien. Allá quie- petar (Entrevista No. 1 – AUC).
ren mucho a la guerrilla y eso lo
hace sentir bien a uno (Entrevista Los civiles saben que uno no es
No. 3 - FARC). cualquier mujer, mientras que a
veces a uno le tienen miedo. A los
Una motivación importante soldados se les hace increíble que
para ingresar a los grupos armados uno de mujer sea más capaz que
consiste en aspirar ser merecedor de ellos. La experiencia que uno tiene
dichas emociones. Así, ingresar al y lo que uno sabe no lo sabe nin-
grupo armado puede ser una apuesta gún raso del ejército (Entrevista
política por parte de los miembros No. 5 – FARC).
por cambiar su posición en las jerar-
quías de status, -en la medida en que Como se ha insistido desde el
son beneficiarios del respeto y la inicio de este artículo, las emociones,
admiración que se le otorga a quienes en este caso el respeto, dan cuenta de
llevan acabo estas actividades-; pero características estructurales de las rela-
también en las relaciones de poder, en ciones sociales. El respeto otorgado por
la medida en que participan, forjan y los otros da cuenta de una ganancia en
ordenan lo público, y se convierten en términos de status. Por eso, ellas ya no
agentes que intervienen y regulan la son consideradas como “una mujer
vida social. Esto adquiere sentido si cualquiera” y tienen la posibilidad de
tenemos en cuenta que ingresar al exigir otro trato, de “no dejarse sabote-
grupo armado es una vía de acceso a ar”. Por haber vivido lo que vivieron
posibilidades y beneficios que están las mujeres se sienten orgullosas, y
cerradas para las mujeres de extrac- experimentan cierto placer de la agen-
ción rural, inscritas en una lógica cia. En sus palabras:
patriarcal que destina para ellas el
ámbito doméstico. Yo siento que soy más valiente en
Ahora bien, varias mujeres afir- cierto modo. Estar en la guerrilla es
maron que una de las principales en general, es una experiencia
ganancias de haber pasado por el grupo buena porque uno aprende, pero
fue aprender a hacerse respetar por los mala porque en cualquier momento
otros. Dicho respeto se gana puesto que le llega la hora de morir. (Entrevista
la mujer es capaz de hacer lo que se le No. 3 – FARC)
pide en el grupo armado, e incluso es
capaz de hacer lo mismo que los hom- Uno madura, para la edad que yo
bres. Esto genera en ellas mucha satis- tengo soy demasiado madura.Yo no
facción, volviéndose un beneficio soy cualquier boba. Uno sufre mucho
emocional de la participación. Veamos allá y por eso uno acá sufre y no pasa
algunos testimonios: nada. Acá uno consigue de todo,

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E mociones y movimientos sociales

mientras que allá es lo que le quieran lo afirma este autor, en el caso que nos
dar a uno. (Entrevista No. 5 - FARC) ocupa, los síntomas de aburrimiento
esgrimidos por la juventud hablan tam-
Sin entrar a discutir aquí si lo bién sobre la posición relacional de los
que se deriva de las armas es efectiva- mismos en sus sociedades y sobre las
mente respeto; y si ese respeto puede condiciones estructurales que conllevan
compararse con el que se tiene a figu- a la participación.
ras prominentes y admirables, lo Esta última frase nos hace volver a
importante aquí es mostrar que así es la discusión planteada anteriormente: los
identificado por las entrevistadas. Es beneficios y motivaciones emocionales
necesario dar un lugar analítico a estas individuales esbozados aquí explican en
formulaciones, aún para cuando en la parte por qué algunas mujeres ingresan
concepción generalizada el respeto no en grupos armados y persisten en ellos.
lo irradian los actores armados. Otras investigaciones realizadas entre
Por último deseo concluir esta jóvenes combatientes muestran también
exposición con el aburrimiento y la la existencia de beneficios similares.
falta de sentido.Varias entrevistadas alu- Ahora bien, esto no quiere decir, nueva-
dieron que el aburrimiento frente a sus mente, que los grupos armados existan
vidas motivó el ingreso al grupo. Tra- porque hay jóvenes aburridos, irrespeta-
ducido en falta de motivaciones y per- dos y con conflictos de identidad. Pero
cepción de un futuro sin perspectivas, estas motivaciones también son un corre-
“el aburrimiento” nos hace pensar que, lato de condiciones estructurales de la
de alguna manera, participar en las acti- sociedad. Desde sus relatos también se
vidades bélicas les permitió dotar sus sugiere que en ciertas regiones en
vidas de sentido. Así la situación de Colombia, los canales para ascender
“aburrimiento” constante se soluciona- socio-económicamente, para alcanzar
ba por la vía de tener “aventuras”, reconocimiento y respetabilidad, y para
“experiencias” o de “vivir el presente”. dotar de sentido la vida, están relativa-
En su libro Los Alemanes, Norbert mente cerrados para las generaciones más
Elías estudia el surgimiento de grupos jóvenes. Para esas personas los grupos
terroristas en Alemania durante la Repú- armados son vías de acceso a esos bene-
blica de Weimar, afirmando que “no es ficios, y no la escuela, o la comunidad.
difícil ver que esa pérdida de sentido para Por la vía de identificar las emociones de
una parte no despreciable de los jóvenes las excombatientes se llega a conclusiones
ya sea debido a las leyes, al desempleo o semejantes a las obtenidas por la vía del
a lo que sea, constituye un terreno fértil análisis de las condiciones estructurales.
no solo para los traficantes de drogas del El hecho que beneficios y moti-
presente, sino también para las futuras vaciones emocionales –y no sólo mate-
guerrillas urbanas y para los movimien- riales o “ideológicos”- sean importantes
tos radicales del mañana de izquierda o para ingresar al grupo armado, también
de derecha” (Elías 1994:239). Tal como obliga a hacer algunas reflexiones7. De

7 Recordemos que esta distinción parte del trabajo de Word (2001), donde los beneficios materiales como dinero, tierras,
participación política o derechos se diferencian de los emocionales, como el placer de la agencia y el orgullo.

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S ilvia Otero Bahamón

hecho, cuando algunas mujeres comen- subsistencia, tanto más emplean sus
taron a sus familias que estaban en las ingresos, sus recursos económicos
FARC o en las autodefensas, éstas les para la satisfacción también de otras
preguntaron por qué se habían ido si “en necesidades humanas que van más allá
sus casas no les hacía falta nada”. Sus de sus urgencias más elementales
familias consideraron que si a ellas no les naturales o “materiales”; entonces
hace falta la ropa, la comida, el techo o también sienten más agudamente la
el descanso, no deberían estar en el espina de su inferioridad social, es
grupo buscando nada más. Esto es lo decir, su poder inferior, su bajo estatus
que las familias “deben” proveer a los (...)la lucha deja de enfocarse priori-
jóvenes, y si lo hacen satisfactoriamente, tariamente sobre el hambre, sobre los
¿qué les puede hacer falta? La cuestión medios de supervivencia física y
es fundamental, sobre todo si se tiene en entonces se torna una lucha por la
cuenta que entre los colombianos es satisfacción de otras necesidades
cada vez más generalizada la idea de que humanas” (Elías 1976:108).
la pobreza y la miseria obliga a las per- El malestar y disgusto que en
sonas a ingresar a grupos armados, y que muchas personas genera el hecho de
al estar allí el ánimo por el lucro y la que los jóvenes esgriman motivacio-
ambición determinan la permanencia. nes individuales como “aburrimiento”
Es decir, se tiene a pensar que las priva- o “gusto por la milicia” debe también
ciones de alimentos y el interés material hacernos pensar sobre cuáles son las
mantienen a los grupos ilegales. Pero las justificaciones que la sociedad acepta
motivaciones a las que se ha hecho alu- sobre la utilización de la violencia
sión acá permiten atreverse a pensar que política. ¿Por qué resulta más fácil
los jóvenes colombianos sufren otras aceptar el hambre que la desilusión?
privaciones además de las económicas, y ¿Por qué es más aceptable el deseo de
que esas motivan el ingreso y perma- comer que el deseo de hacerse respe-
nencia en grupos armados: “¿cómo lla- tar? ¿Por qué cuesta más reconocer la
marlas? ¿Privación de valor? o ¿de privación de status y de poder que la
sentido? ¿de amor propio y autoesti- privación de alimentos? “¿Qué otras
ma?” (Elías 1976:111). privaciones, aparte de las económicas,
El hecho de que las mujeres y tienen que sufrir los marginados?”
otros jóvenes ex miembros de grupos (Elías1976:107). Empezar a plantear-
armados hablen de estas motivacio- nos estas preguntas es también abrir
nes, que suelen ser vistas como no- una nueva ventana en el estudio del
materiales, no es muestra de la conflicto armado.
banalidad de objetivos, ni de la falta En conclusión, la pregunta por
de justificación que se suele asignar al las motivaciones individuales y por las
recurso de la violencia política. Al emociones como resultado de las rela-
contrario, habla precisamente sobre ciones sociales, ha permitido darle un
“lo que les ha hecho falta”; -y usando lugar a unos relatos que un grupo de
las reflexiones que Elías escribió sobre mujeres excombatientes hizo sobre su
los marginados de un barrio inglés-, ingreso y permanencia en el grupo
esto sugiere que los jóvenes “cuanto armado. Las similitudes en las atribu-
más se elevan por encima del nivel de ciones que las mujeres hacían a las

185
E mociones y movimientos sociales

FARC o las AUC con aquellas que Calhoun, Craig. 2003. “Putting
participantes hacen a sus movimientos emotions in their place” en Goodwin, Jeff,
sociales permitió también alimentar la James Jasper y Francesca Polleta (eds.) Pas-
discusión con esas perspectivas teóricas. sionate politics. Chicago: The University of
Como se dijo al iniciar este artículo, la Chicago Press. 45-57
reciente disponibilidad de fuentes
como los excombatientes o ex milicia- Collins, Randall. 2003. “Social
nos de grupos armados puede ser apro- Movements and the Focus of Emotional
vechado por la investigación para Attention” en Goodwin, Jeff, James Jasper
hacerse otras preguntas y poder corro- y Francesca Polleta (eds.) Passionate poli-
borarlas más fácilmente. Los ejemplos tics. Chicago: The University of Chicago
aquí mostrados sobre las mujeres Press. 27-44
excombatientes solo intentan ser una
pequeña muestra de esta tendencia. La Damasio, A. 2001. El error de Descar-
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