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Emociones Y Movimientos Sociales:: Algunas Claves Útiles para Estudiar El Conflicto Armado
Emociones Y Movimientos Sociales:: Algunas Claves Útiles para Estudiar El Conflicto Armado
EMOCIONES Y
MOVIMIENTOS SOCIALES:
algunas claves útiles para
estudiar el conflicto armado
Silvia Otero Bahamón1
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S ilvia Otero Bahamón
E
n el estudio del conflicto sido excluidas durante décadas y han
armado colombiano han sido útiles en el entendimiento de con-
sido comunes las pregun- ceptos claves como marcos, identidades
tas sobre las causas objetivas de la con- colectivas o redes sociales, y por supuesto,
frontación, la lógica estratégica, las reclutamiento y participación.
relaciones de los actores armados con la En este artículo extraeré ciertos
sociedad civil, el vínculo con las econo- conceptos y argumentos de dichos
mías ilegales y la evolución y expansión estudios sobre emociones y moviliza-
de los grupos al margen de la ley. ción social para analizar los relatos de
Mucha menor preocupación por parte un pequeño grupo de ocho mujeres
de la comunidad académica han suscita- excombatientes que fueron entrevista-
do las preguntas sobre el reclutamiento das sobre sus experiencias de ingreso y
de los miembros, las motivaciones que estancia en el grupo armado. Las entre-
incitan la participación, o las diferencias vistas se hicieron a desmovilizadas
entre sectores o grupos sociales que voluntarias de la guerrilla de las FARC
existen al interior de los grupos arma- y de grupos de autodefensa en el marco
dos (diferencias tales como sexo, raza, de mi tesis de pregrado, algunas de
estrato o edad). La reciente multiplica- cuyas conclusiones presentaré aquí. Me
ción de eventos de desmovilización de permitiré extrapolar conceptos de los
los grupos armados ha permitido con- movimientos sociales a los grupos
tar con nuevas fuentes –los excomba- armados, teniendo en cuenta que,
tientes-, lo cual ha abierto el panorama como han señalado algunos autores,
para investigar estos aspectos. hay una gran continuidad entre diver-
Y es que esta particularidad en sos tipos de acción colectiva, e incluso
las investigaciones sobre el conflicto la acción violenta es una forma históri-
armado colombiano se presenta tam- ca de acción colectiva (Archila y Bolí-
bién en la tradición sobre movimientos var 2006:14). En el caso colombiano
sociales.Allí, algunos teóricos han seña- esta asociación no ha dejado de generar
lado que los modelos tradicionales de malestar, ya que “la tendencia de la
racionalidad instrumental no siempre política colombiana a penalizar la pro-
explican con satisfacción la participa- testa asimilándola a la acción insurgen-
ción de sus miembros (Goodwin, Jasper te hace que tanto los autores dedicados
y Pollera 2003:5-7). En consecuencia, a este tema como los mismos dirigen-
investigadores han pensado en concep- tes de las organizaciones sociales enfa-
tos y métodos para dar cuenta de las ticen las diferencias entre la acción
motivaciones individuales de los acto- social y la lógica armada” (Archila y
res, y darles un lugar en la comprensión Bolívar 2006:14). Como señalé ante-
de los fenómenos de movilización riormente, hago esta asociación porque
social. Es allí donde las emociones han he encontrado similitudes entre las
sido traídas de vuelta a la investigación atribuciones que las mujeres hacen a la
1 Estudiante de último semestre de ciencia política en la Universidad de los Andes y joven investigadora del Centro de Inves-
tigación y Educación Popular CINEP. Agradezco a Ingrid Bolívar por su ayuda en la concepción y corrección de este
artículo.
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organización, y las que hacen los parti- mente apropiada para mostrar que los
cipantes de múltiples movimientos participantes (de las revueltas) eran
sociales estudiados por los teóricos. inmaduros, narcisistas, sin autoestima y
El artículo esta dividido en tres que necesitaban creer en algo”, y que
secciones. En la primera se hará una las protestas eran un error, un signo de
exposición de los principales aportes inmadurez (Goodwin, Jasper y Pollera
que las emociones han hecho a los estu- 2003: 2). En los años setenta este mode-
dios sobre movilizaciones sociales. Esto lo se vio fuertemente criticado cuando
dará paso a la segunda sección, dónde se los sociólogos empezaron a simpatizar
enfatizan las redes sociales y los lazos con los movimientos sociales que estu-
afectivos bajo los cuales operan los diaban. Su orientación con respecto a
movimientos. En la última sección nos las movilizaciones pasó a ser estructural,
ocuparán las motivaciones individuales racionalista e individual: “los manifes-
de los participantes, especificando aque- tantes estaban sencillamente siguiendo
llas que esgrimieron las mujeres excom- intereses individuales y de grupo exis-
batientes en sus relatos. tentes, definidos por posiciones estruc-
turales como las clases sociales”
Emociones y movilización social (Goodwin, Jasper y Pollera 2003: 5).
Los estudios sobre movilizacio- Sin embargo, nuevas aproxima-
nes sociales han silenciado sistemática- ciones han sacado las emociones del
mente a las emociones (Aminzade y silencio, quitando la exclusividad que
McAdam 2001:14). Esto ha sucedido sobre ellas tuvieron la biología y la psi-
pues se tiende a suponer las emociones cología, disciplinas que suelen situar las
como irrupciones irracionales del esta- emociones “dentro” de los individuos
do de ánimo, que conllevan a la toma puesto que se manifiestan como sensa-
de decisiones incorrectas. Entre tanto, ciones corporales. Sin embargo, de
en el ámbito de lo público, dónde las acuerdo a estas perspectivas, éstas no
movilizaciones sociales tienen lugar, la pertenecen únicamente a la esfera de lo
legitimidad de la acción proviene de la íntimo y lo apolítico, y afirman que las
racionalidad de los agentes. Es el cálcu- emociones también se producen en las
lo costo-beneficio, y la persecución de interacciones sociales, por lo cual se
intereses “racionales”, y la configura- expresan en significados compartidos
ción de la acción en torno a “ideales” lo socialmente, convenciones, valores cul-
que motiva la acción colectiva: allí las turales y creencias, que inciden en la
emociones no tienen nada que aportar. valoración del entorno y en la motiva-
No obstante, recientemente varios ción de la acción (Lutz y Abu-Lughod
autores se han preguntado a qué se debe 1990: 5; Goodwin, Jasper y Pollera
el “silencio” de la sociología de los 2003: 6). Las emociones en tanto se
movimientos sobre el papel de las emo- configuran y se forjan en el orden
ciones. Goodwin, Jasper y Polleta social, son “resultados reales, anticipa-
comentan que en los estudios iniciales, dos, recolectados o imaginados de las
los movimientos se entendían como relaciones sociales”, y por eso, pueden
expresiones reaccionarias de una multi- dar pistas de características estructurales
tud furiosa e iracunda.Al respecto dicen como el status y el poder (Kemper:
que “la sicología freudiana era general- 2003: 59). Este autor insiste en que la
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ciones como las FARC y las AUC exis- sus actividades y de aumentar los costos
ten esfuerzos “institucionales” orientados de retirarse o de sucumbir ante la pre-
a fortalecer los lazos de afecto entre los sión externa.
miembros, prolongando el vínculo entre A la hora de explicar por qué se
el individuo y el grupo armado. Los construyen estas redes sociales y lazos
fuertes sentimientos de solidaridad, leal- afectivos tan fuertes, los autores tam-
tad y amistad encontrados permiten bién hacen significativos aportes. De
entrender que la organización hace las nuevo Della Porta hace un estudio
veces de grupo social de base o “patria sobre la transición que ciertos movi-
social” para los participantes4. Aquellos mientos sociales hacen a organizacio-
que ingresan a los grupos armados sue- nes clandestinas, y encuentra que en
len romper con sus antiguas redes socia- estas últimas la densidad y fortaleza de
les, perdiendo contacto con la familia, las redes sociales se debe en parte a la
amigos y vecinos. En palabras de Dona- juventud de los miembros. Esto por
tella Della Porta (1998:221), se trata de cuanto la participación del activista en
una segunda socialización –casi tan fuer- organizaciones clandestinas a menudo
te como la primaria-. Una ex paramilitar “coincide con la búsqueda de indepen-
lo expresa así: dencia emocional de su familia, y la
lealtad al grupo de iguales” (Della Porta
Yo sabía que estar en el grupo estaba 1998: 223).Y es que dichas característi-
mal, pero igual yo me sentía bien, allí cas de la juventud hacen que los ado-
encontré cariño, allá hablaba uno lo lescentes sean bastante vulnerables a las
que quisiera con quien quisiera y ofertas de los grupos armados. Así lo
nadie lo estaba juzgando (Entrevista afirman las autoras Rachel Brett e Irma
No. 2- AUC). Specht en un estudio sobre jóvenes
combatientes de distintos países, cuan-
Della Porta añade que estos lazos do comentan que en dicho periodo
cumplen una función vital en la impli- surge una nueva gama de oportunida-
cación política de los sujetos, “ya que des, consecuencia de la libertad adqui-
proporcionan un sentido de cohesión rida al dejar de ser un/a niño/a.“Es un
frente a la oposición de la comunidad momento clave para la configuración
que les rodea, fomentan un deseo de de la propia identidad y para encontrar
aceptación y coherencia cognitiva que su lugar en la comunidad y la sociedad,
produce conformidad y filtran los además de ser un momento en el que
mensajes e información política” (Della se adquiere una nueva capacidad para
Porta 1998:221). Por otro lado Jeff tomar decisiones y asumir responsabili-
Goodwin y Steven Pfaff (2003:288) dades”(Brett y Specht 2004:3).
sustentan que las relaciones estrechas Las anteriores consideraciones
entre los miembros de los movimientos sobre la juventud son útiles para pensar
sociales ayudan a sostener su compro- el conflicto armado colombiano. Sobre
miso de cara a la represión y al aisla- todo si se tiene en cuenta que algunos
miento social, además de alentarlos en estudios revelan que el 70% de los
4 Para una profundización sobre la guerrilla de las FARC como “patria social” de sus miembros ver Bolívar (2005).
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5 La literatura ha trabajado el problema de los freeriders o excitement-seekers, pero poco se ha dicho sobre otra clase de
participantes.
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6 Miguel Alvarez-Correa y Julián Aguirre (2002) también llaman la atención sobre estas motivaciones, sobre todo el gusto
por la milicia y el deseo de tener aventuras. La investigación Aprenderás a no llorar (2003) de Humans Rights Watch tam-
bién menciona la existencia de estas motivaciones en el grupo de niños encuestados.
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admiran mucho por valientes, por Allá uno se gana el respeto uno
guapas, por lo duro que es estar allá. mismo, haciéndose respetar, no
Las admiran mucho. Uno se siente dejándose coger, no dejándose
bien de eso porque en los pueblos sabotear. Allá lo enseñan a uno a
hacen reuniones con los civiles y a valorarse uno mismo, a hacerse res-
uno lo tratan muy bien. Allá quie- petar (Entrevista No. 1 – AUC).
ren mucho a la guerrilla y eso lo
hace sentir bien a uno (Entrevista Los civiles saben que uno no es
No. 3 - FARC). cualquier mujer, mientras que a
veces a uno le tienen miedo. A los
Una motivación importante soldados se les hace increíble que
para ingresar a los grupos armados uno de mujer sea más capaz que
consiste en aspirar ser merecedor de ellos. La experiencia que uno tiene
dichas emociones. Así, ingresar al y lo que uno sabe no lo sabe nin-
grupo armado puede ser una apuesta gún raso del ejército (Entrevista
política por parte de los miembros No. 5 – FARC).
por cambiar su posición en las jerar-
quías de status, -en la medida en que Como se ha insistido desde el
son beneficiarios del respeto y la inicio de este artículo, las emociones,
admiración que se le otorga a quienes en este caso el respeto, dan cuenta de
llevan acabo estas actividades-; pero características estructurales de las rela-
también en las relaciones de poder, en ciones sociales. El respeto otorgado por
la medida en que participan, forjan y los otros da cuenta de una ganancia en
ordenan lo público, y se convierten en términos de status. Por eso, ellas ya no
agentes que intervienen y regulan la son consideradas como “una mujer
vida social. Esto adquiere sentido si cualquiera” y tienen la posibilidad de
tenemos en cuenta que ingresar al exigir otro trato, de “no dejarse sabote-
grupo armado es una vía de acceso a ar”. Por haber vivido lo que vivieron
posibilidades y beneficios que están las mujeres se sienten orgullosas, y
cerradas para las mujeres de extrac- experimentan cierto placer de la agen-
ción rural, inscritas en una lógica cia. En sus palabras:
patriarcal que destina para ellas el
ámbito doméstico. Yo siento que soy más valiente en
Ahora bien, varias mujeres afir- cierto modo. Estar en la guerrilla es
maron que una de las principales en general, es una experiencia
ganancias de haber pasado por el grupo buena porque uno aprende, pero
fue aprender a hacerse respetar por los mala porque en cualquier momento
otros. Dicho respeto se gana puesto que le llega la hora de morir. (Entrevista
la mujer es capaz de hacer lo que se le No. 3 – FARC)
pide en el grupo armado, e incluso es
capaz de hacer lo mismo que los hom- Uno madura, para la edad que yo
bres. Esto genera en ellas mucha satis- tengo soy demasiado madura.Yo no
facción, volviéndose un beneficio soy cualquier boba. Uno sufre mucho
emocional de la participación. Veamos allá y por eso uno acá sufre y no pasa
algunos testimonios: nada. Acá uno consigue de todo,
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mientras que allá es lo que le quieran lo afirma este autor, en el caso que nos
dar a uno. (Entrevista No. 5 - FARC) ocupa, los síntomas de aburrimiento
esgrimidos por la juventud hablan tam-
Sin entrar a discutir aquí si lo bién sobre la posición relacional de los
que se deriva de las armas es efectiva- mismos en sus sociedades y sobre las
mente respeto; y si ese respeto puede condiciones estructurales que conllevan
compararse con el que se tiene a figu- a la participación.
ras prominentes y admirables, lo Esta última frase nos hace volver a
importante aquí es mostrar que así es la discusión planteada anteriormente: los
identificado por las entrevistadas. Es beneficios y motivaciones emocionales
necesario dar un lugar analítico a estas individuales esbozados aquí explican en
formulaciones, aún para cuando en la parte por qué algunas mujeres ingresan
concepción generalizada el respeto no en grupos armados y persisten en ellos.
lo irradian los actores armados. Otras investigaciones realizadas entre
Por último deseo concluir esta jóvenes combatientes muestran también
exposición con el aburrimiento y la la existencia de beneficios similares.
falta de sentido.Varias entrevistadas alu- Ahora bien, esto no quiere decir, nueva-
dieron que el aburrimiento frente a sus mente, que los grupos armados existan
vidas motivó el ingreso al grupo. Tra- porque hay jóvenes aburridos, irrespeta-
ducido en falta de motivaciones y per- dos y con conflictos de identidad. Pero
cepción de un futuro sin perspectivas, estas motivaciones también son un corre-
“el aburrimiento” nos hace pensar que, lato de condiciones estructurales de la
de alguna manera, participar en las acti- sociedad. Desde sus relatos también se
vidades bélicas les permitió dotar sus sugiere que en ciertas regiones en
vidas de sentido. Así la situación de Colombia, los canales para ascender
“aburrimiento” constante se soluciona- socio-económicamente, para alcanzar
ba por la vía de tener “aventuras”, reconocimiento y respetabilidad, y para
“experiencias” o de “vivir el presente”. dotar de sentido la vida, están relativa-
En su libro Los Alemanes, Norbert mente cerrados para las generaciones más
Elías estudia el surgimiento de grupos jóvenes. Para esas personas los grupos
terroristas en Alemania durante la Repú- armados son vías de acceso a esos bene-
blica de Weimar, afirmando que “no es ficios, y no la escuela, o la comunidad.
difícil ver que esa pérdida de sentido para Por la vía de identificar las emociones de
una parte no despreciable de los jóvenes las excombatientes se llega a conclusiones
ya sea debido a las leyes, al desempleo o semejantes a las obtenidas por la vía del
a lo que sea, constituye un terreno fértil análisis de las condiciones estructurales.
no solo para los traficantes de drogas del El hecho que beneficios y moti-
presente, sino también para las futuras vaciones emocionales –y no sólo mate-
guerrillas urbanas y para los movimien- riales o “ideológicos”- sean importantes
tos radicales del mañana de izquierda o para ingresar al grupo armado, también
de derecha” (Elías 1994:239). Tal como obliga a hacer algunas reflexiones7. De
7 Recordemos que esta distinción parte del trabajo de Word (2001), donde los beneficios materiales como dinero, tierras,
participación política o derechos se diferencian de los emocionales, como el placer de la agencia y el orgullo.
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hecho, cuando algunas mujeres comen- subsistencia, tanto más emplean sus
taron a sus familias que estaban en las ingresos, sus recursos económicos
FARC o en las autodefensas, éstas les para la satisfacción también de otras
preguntaron por qué se habían ido si “en necesidades humanas que van más allá
sus casas no les hacía falta nada”. Sus de sus urgencias más elementales
familias consideraron que si a ellas no les naturales o “materiales”; entonces
hace falta la ropa, la comida, el techo o también sienten más agudamente la
el descanso, no deberían estar en el espina de su inferioridad social, es
grupo buscando nada más. Esto es lo decir, su poder inferior, su bajo estatus
que las familias “deben” proveer a los (...)la lucha deja de enfocarse priori-
jóvenes, y si lo hacen satisfactoriamente, tariamente sobre el hambre, sobre los
¿qué les puede hacer falta? La cuestión medios de supervivencia física y
es fundamental, sobre todo si se tiene en entonces se torna una lucha por la
cuenta que entre los colombianos es satisfacción de otras necesidades
cada vez más generalizada la idea de que humanas” (Elías 1976:108).
la pobreza y la miseria obliga a las per- El malestar y disgusto que en
sonas a ingresar a grupos armados, y que muchas personas genera el hecho de
al estar allí el ánimo por el lucro y la que los jóvenes esgriman motivacio-
ambición determinan la permanencia. nes individuales como “aburrimiento”
Es decir, se tiene a pensar que las priva- o “gusto por la milicia” debe también
ciones de alimentos y el interés material hacernos pensar sobre cuáles son las
mantienen a los grupos ilegales. Pero las justificaciones que la sociedad acepta
motivaciones a las que se ha hecho alu- sobre la utilización de la violencia
sión acá permiten atreverse a pensar que política. ¿Por qué resulta más fácil
los jóvenes colombianos sufren otras aceptar el hambre que la desilusión?
privaciones además de las económicas, y ¿Por qué es más aceptable el deseo de
que esas motivan el ingreso y perma- comer que el deseo de hacerse respe-
nencia en grupos armados: “¿cómo lla- tar? ¿Por qué cuesta más reconocer la
marlas? ¿Privación de valor? o ¿de privación de status y de poder que la
sentido? ¿de amor propio y autoesti- privación de alimentos? “¿Qué otras
ma?” (Elías 1976:111). privaciones, aparte de las económicas,
El hecho de que las mujeres y tienen que sufrir los marginados?”
otros jóvenes ex miembros de grupos (Elías1976:107). Empezar a plantear-
armados hablen de estas motivacio- nos estas preguntas es también abrir
nes, que suelen ser vistas como no- una nueva ventana en el estudio del
materiales, no es muestra de la conflicto armado.
banalidad de objetivos, ni de la falta En conclusión, la pregunta por
de justificación que se suele asignar al las motivaciones individuales y por las
recurso de la violencia política. Al emociones como resultado de las rela-
contrario, habla precisamente sobre ciones sociales, ha permitido darle un
“lo que les ha hecho falta”; -y usando lugar a unos relatos que un grupo de
las reflexiones que Elías escribió sobre mujeres excombatientes hizo sobre su
los marginados de un barrio inglés-, ingreso y permanencia en el grupo
esto sugiere que los jóvenes “cuanto armado. Las similitudes en las atribu-
más se elevan por encima del nivel de ciones que las mujeres hacían a las
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FARC o las AUC con aquellas que Calhoun, Craig. 2003. “Putting
participantes hacen a sus movimientos emotions in their place” en Goodwin, Jeff,
sociales permitió también alimentar la James Jasper y Francesca Polleta (eds.) Pas-
discusión con esas perspectivas teóricas. sionate politics. Chicago: The University of
Como se dijo al iniciar este artículo, la Chicago Press. 45-57
reciente disponibilidad de fuentes
como los excombatientes o ex milicia- Collins, Randall. 2003. “Social
nos de grupos armados puede ser apro- Movements and the Focus of Emotional
vechado por la investigación para Attention” en Goodwin, Jeff, James Jasper
hacerse otras preguntas y poder corro- y Francesca Polleta (eds.) Passionate poli-
borarlas más fácilmente. Los ejemplos tics. Chicago: The University of Chicago
aquí mostrados sobre las mujeres Press. 27-44
excombatientes solo intentan ser una
pequeña muestra de esta tendencia. La Damasio, A. 2001. El error de Descar-
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