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ESTADO PATRIMONIAL DE LOS BANCOS

Los activos, los pasivos y el patrimonio neto son tres factores vitales para
interpretar el balance de un banco, que lo diferencian de otras entidades no
financieras.

El balance es el pilar principal de la situación financiera de un banco. Tiene el


objetivo de mostrar y analizar la situación del patrimonio de la entidad en un
lapso establecido. Así, es la primera muestra contable del banco y considera
tres elementos importantes: los pasivos, activos y el patrimonio neto.

Por un lado, los activos representan a los derechos, bienes y diversos recursos
gestionados por la empresa. En cuanto a los pasivos, se pueden incluir los
bonos, acciones recuperables y empréstitos que se hayan emitido, entre otros
factores. El patrimonio neto está conformado por el capital social (los
accionistas) y las reservas.

Arturo García Villacorta, docente del curso Fundamentos de gestión bancaria


del PEE de ESAN, añade que el concepto de balance nos muestra la esencia o
giro del negocio. "Nos enseña cuál es la intermediación financiera. Así tenemos
que el principal activo son las colocaciones que generan ingresos financieros
para el banco. Por otro lado, el principal pasivo son los depósitos, que es la
fuente de financiamiento de menor costo para el mismo. Cada uno de ellos
representa entre el 60 % y el 70 % del total", señala. A mayor porcentaje del
total en dicho activo y pasivo, mayores serán el margen financiero y la
rentabilidad del banco.

La interpretación de este balance y su diferencia de las empresas no


financieras

En compañías de otros rubros, el balance es el resultado de su actividad


comercial. Por ejemplo, las ventas de productos o servicios en un determinado
tiempo, sumadas con los gastos, pérdidas, inversiones y más. No obstante,
para interpretar el balance de un banco hay que considerar cuál es su actividad
primaria. Esta consta tanto en el activo (inversión crediticia) como en el pasivo
(depósitos de clientes u otros recursos para financiarse). El análisis del balance
requiere de tres elementos claves: rentabilidad, solvencia y liquidez.
Los datos considerados en el balance de una entidad de crédito hacen que sea
posible interpretar su estructura de financiación e inversión. Así se comparan
diversas partidas importantes del activo, el total del mismo, partidas relevantes
del pasivo, y magnitudes de ambos factores. Todo ello se compara al tener en
cuenta su evolución en el tiempo, o comparándolos con otro banco del sector.

En los resultados financieros, o en el balance general, se debe ver reflejado el


llamado "margen de intermediación". Este consiste en un margen relacionado a
la actividad de tomar fondos de unidades de gasto, que tienen la capacidad de
financiar y otorgar diferentes préstamos a las unidades que lo requieran. Para
interpretar mejor este punto, es importante saber que el valor de dicho margen
es igual a la diferencia entre productos y costos financieros.

Por otro lado, Arturo García indica que el estado de resultados nos muestra la
eficiencia y rentabilidad de un banco. "De este modo tenemos que el primer
rubro de utilidad o rentabilidad que vemos en el estado es el margen financiero
bruto, que refleja la eficacia en la intermediación financiera. Luego restamos las
provisiones por incobrables y nos da el margen financiero neto, que indica la
eficacia en la gestión del riesgo crediticio". Esta es la esencia del negocio
bancario: manejo de tasas activas y pasivas y gestión del riesgo crediticio.

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