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despertaba. Pero esa noche ocurrió el milagro,milagro: en lugar de la voz del nazi
comenzó a sonar la voz femenina de una cantante también alemanacantante, también
alemana, interpretando una canción de amor. Esa sustitución de una voz por otra le
permitió a Semprúm no solo seguir durmiendo sino además aceptar a la mañana siguiente
la amable invitación. Una sustitución que le posibilitó al sujeto desprenderse de un goce
al que aún seguía aferrado.
Ahora, habiendo leído la ficha de ingreso escrita por aquél viejo extranjero aquel
“estudiante”extranjero, aquel estudiante sufre una verdadera conmoción aya que en
lugar de “estudiante”estudiante aquél había escrito “estucador”estucador, palabras que
en alemán guardan cierta homofonía, pequeño juego del significante que ha Semprún le
había salvado la vida ya que los “estudiantes”estudiantes, como no servían para nada,
eran de inmediato asesinados mientras que los “estucadores”estucadores no, porque
servían para la construcción de la máquina de matanza inspirada en los mataderos
deChicago.
Chicago. He allí que un extranjero de quién el sujeto no puede casi recordar su rostro y
mucho menos su nombre era de golpe el referente de una deuda que el autor honra
plasmándola para siempre en su maravilloso libro.
La sustitución de una voz por otra en el sueño con la consabida feminización que
engendra, da lugar al rechazo de un goce mortífero y da paso a que el sujeto vuelva al
mismo lugar y advertíaadvierta que no es el mismo y es másmismo. Es más, que
advierta aún, que el hecho de no haber sido él mismo durante su estancia en el horror le
había salvado su vida.
El toro es una superficie que se puede imaginarizar como una cubierta de auto: tiene su
agujero central y un agujero interior llamado el alma del toro es el agujero que esta
en el interior de la cubierta por dar un ejemplo.Esta superficie tiene dos
generadores unogeneradores: el paralelo y el otro el meridiano, enmeridiano. En
estos dos ejespor decirlo así se concentran los generadores de la superficie. Estando en
el interior del toro, podemos decir que lo recorremos en el sentido del paralelo
haciendo un primer bucle. Si la operación se detiene allí y volvemos al punto de
partida: no habremos tenido una “experiencia “experiencia de la estructura porque
solo habremos “experimentado”experimentado uno de sus generadores.
Ahora bien, de no ser así, esto esasí –esto es, que sigamos recorriendo el “alma del
toro”alma del toro con sucesivos bucles hasta nuestro punto de partida– entonces sí
habremos hecho la “experiencia” de la superficieexperiencia de la superficie, porque
habremos recorrido los dos generadores de la misma.
Es decir que la retórica, esta. La retórica está destinada a encontrar los medios de
persuadir, pero, ¿ particularmente en que casos?.
¿en qué casos? En el paradojal mundo de las leyes, en la defensa de los contrarios o en el
incalculable del goce con el que un gran auditorio puede seguir la argumentación
científica. Entonces, la retórica busca los medios de persuadir allí donde la garantía falla.
Cada vez que hay indecisión, hay culpa. Pero, ¿culpa de qué?. Culpa de la pérdida que
supone toda decisión. Esa pérdida será testigo de que no hay acto exitoso, correcto,
completo, sin falla. La angustia por culpa entoncesculpa, entonces, es el tapón a la
angustia por indefensión, ya que está última es la constatación subjetiva de que no hay
garantía.
El “recién llegado, objetollegado” objeto siempre presente en los celos– es aquel al que
se le supone ser el que goza de fortuna inmerecida, ya que inevitablemente vendrá a
ocupar el lugar donde uno alguna vez estuvo. La afrenta que se sufre a manos del “recién
llegado” es la de la usurpación de un lugar que por estructura se cree propio por
naturaleza. Lo antiguo, entonces, parece más próximo a lo que es la natural. De allí lo
antiguo obtiene su oscura autoridad, como los primeros dichos, que legizlan y aforizan
etc.PP
La lógica de Aristóteles es una lógica de clases y en esta lógica de clases, propia del
fantasma, se organizan jerarquías y poderes atados al orden paterno.
La “ventaja de pertenecer”ventaja de pertenecer a la clase, participar de lela esencia
del rico, de la jerarquía, del clan o de los jefes. Esta lógica rechaza a
cualquiera,cualquiera: no solo al extranjero como ciudadano de otra ciudad, sino a
cualquiera que aparezca por sorpresa, cualquiera que pueda por su deseo y ambición
realizar una diferencia a lo establecido. La indignación crecerá entonces hasta la ira y la
venganza proporcionalmente al fracaso de las técnicas de seducción o amenaza para con
aquél que se sostiene en la insolencia de su extranjeridad.
Más adelante Aristóteles continúa, “Se tiene vergüenza no sólo de lo que se llama
vergonzoso, sino también de los signos, por ejemplo, no-solo del acto amoroso, sino
también de sus signos. Y no solo de cometer acciones torpes sino también de palabras”.
“Un piojo tu muerte “, era la proclama que traducida a varios idiomas colgaba en los
barracones de Buchenwald, delatando,Buchenwald adelatando el terror al contagio de
los mandos SS. En francés la proclama estaba escrita con una falta gramatical: un poux ta
mort - un piojos tu muerte, un lapsus calami que denuncia en plural la vocación de
exterminar a esos que por homofonía se los consideraba unos pocos –peu, por el peux-
poder del peuh-desprecio que deja en claro puajjj!!!.
Por el contrario, para aquellos a los que apuntaba el tú mortal, según cuenta Jorge
Semprún, la situación en el barracón era muy otra…
,”pese”Pese al vaho mefítico y al olor pestilente... las letrinas del Campo pequeño eran
un lugar convencional, una especie de refugio donde encontrarse con compatriotas,
compañeros de barrio o de maqui:maqui, un lugar donde intercambiar noticias, briznas
de tabaco, recuerdos, risas, un poco de esperanza: algo de vida en suma. Las letrinas
inmundas
inmundas del Campo Pequeño eran un espacio de libertad: por su propia naturaleza, por
los olores nauseabundos que desprendían, a los SS y a los Kapos les repelía acudir al
edificio, que se convertía así en el sitio de Buchenwald donde el despotismo inherente al
funcionamiento mismo del conjunto concentracionario se hacía sentir
menos...lasmenos... Las letrinas se convertían en mercado... en ágora donde
intercambiar unas palabras, calderilla de un discurso de fraternidad, de resistencia.”
El relato de esta experiencia nos puede enseñar la otra vergüenza de la que nos habla
Aristóteles en su Retórica. EsRetórica, es la vergüenza que se puede tener, portener.
Por otro lado, la mierda, presente en el cagadero, tiene allí la función de separación que
podemos atribuirle con J.Lacan al objetoresto.
Separar, decía J.Lacan, se presta en lengua francesa al equívoco con “se parer”,se parer,
vestirse, defenderse, abastecerse de lo necesario para que los demás se cuiden de uno. De
este modo, entonces, nadie se separa sin perder su inocencia ante el otro. En castellano
existe una hermosa palabra con la cual puede traducirse el “se parer”se parer :
engalanarse, que designa muy bien la función del pudor de toda separación.
“en Gurs, escribía Hanna Arendt,“En Gurs –escribía Hanna Arendt– me planteé que la
pregunta sobre el suicidio se trataba de algo serio y me la contesté algo en broma”. Ella
no sentía simpatía alguna por los compañeros que evitaban la cuestión como una broma
lúgubre. De ellos decía: “estas personas, tan pronto volvían a sus problemas
aparentemente individuales adoptaban ese insano optimismo que es vecino de la
desesperación”.- Ese insano optimismo, alimentado por el “espíritu del getho”espíritu
del gheto fue, quizás, la trampa mortal de muchos que no pudieron escapar de la máquina
nazi de exterminio..-
Ahora bien, una pregunta se desgaja de este testimonio brindado por Hannah Arendt. Una
pregunta que es necesario relevar y sostener aunque no encuentre respuesta definitiva.
definitiva. ¿Cómo pudo pasar que un porcentaje tan pequeño de internas decidieran optar
por la salida en la prisa?. Cualquier referencia a alguna supuesta relación torturado,
torturadortorturado-torturador resulta, además de un automatismo mental, falsa. Ya que
semejante interpretación desconoce el borramiento de ciertas coordenadas de tiempo y
espacio, cuando es el Terror el que domina la escena o cuando el absolutismo explota el
fantasma de amenaza de fuera de discurso.
En principio, algopartía? Algo se deja leer en el hecho de que existiera esa consigna de
no abandonar la belleza, digamos la vergüenza de ser bellas. En efecto, esta posibilidad
del paso al semblante da cuenta de la articulación entre el falo como significante y la
muerte. Un punto de resistencia a la identificación identificación
mimética se hace presente produciendo, no la suma de un atributo sino la exclusión de un
goce, de una acumulación. Esta posibilidad, junto con el hecho de haber considerado en
serio la posibilidad del suicidio, hace pensar que la decisión de dejarlo todo, incluida la
referencia por la cual poder ser localizadas, ya había sido tomada.
Las que pudieron salir del marasmo y la perplejidad, lo hicieron, perplejidad lo hicieron
porque pudieron conjeturar en un plano de tensión temporal y de angustia.
Paradojalmente se puede acertar solo si se puede no saber. Lo que supone una distancia
con el Ideal sostenido como referente. por elloPor eso los griegos tenían, además de
Kronos –el tiempo de la cronología y del Aioncronología– y del Aion, el del período el
Kairos, el tiempo de la oportunidad propio de las artes como la caza, la navegación.
Por lo tanto, la función del corte, encorte –en este caso la decisión ética de concluir-
concluir– es lo que vuelve periódica la serie convergente, extrayendo al sujeto de los
efectos infinitizantes al que lo somete toda convergencia.
Estas mujeres pudieron pensar bien, porque allí pensar bien era pensar a tiempo. Una vez
más, vemos como la función del resto, constituidaresto –constituida en este caso de otro
modo que en el ejemplo anterior– hace a la separación y a la constitución de un tiempo de
comprender que prepara el momento de concluir. concluir.-
El objeto decía J.Lacan–decía Lacan en su seminario Encore– comentando una vez
más su escrito sobre el tiempo lógico, presiona la salida en la prisa.