Está en la página 1de 2

Aprender y enseñar en un entorno virtual

Por: Luis Carlos Saavedra Salamanca, Julio de 2008

En un entorno virtual el rol del estudiante no es el ejercicio memorístico de


teorías, cada persona lo debe tomar como un proceso dinámico y en
permanente evolución, haciendo uso de diversos elementos para
articularlos a un eje central.

Estos elementos se van adquiriendo a lo largo de la vida e interactúan en la


vivencia del proceso formativo, del cual hace parte fundamental la
disposición del estudiante.

La premisa anterior orienta, el objetivo del aprendizaje virtual, indicándonos


que éste no asegura por si mismo la construcción de conocimientos;
además de la disposición mental del estudiante se requiere la construcción
de su red conceptual adecuada para la información recibida, de esta
manera logra asimilarla eficazmente, aunque no es suficiente tener bagaje
en ciertas áreas.

Interactuar de manera efectiva permite el logro de los resultados esperados.


Una interacción eficaz entre estudiante e información en la formación virtual
requiere un apoyo continuo del tutor y amplitud en el contenido.

El papel que juega el tutor puede ser mucho más amplio que en la
formación tradicional, ya que el material de estudio suministrado no debe
ser estático, sino dinámico y renovado, con el fin de facilitar al estudiante su
participación y la significativa evolución de su proceso formativo.

El espacio virtual por sus características de flexibilidad y dinamismo permite


crear condiciones especiales que serán la clave del éxito de las actividades
planteadas durante cada tutoría.

Los conceptos pedagógicos modernos han dado un vuelco total a los


sistemas educativos tradicionales. La educación ya no es privilegio de
pocos, actualmente la pedagogía sufre procesos de transformación
acelerados, se conforman cada día nuevas comunidades de conocimiento,
algunas basadas en tecnologías de la información, todo esto genera
incertidumbre especialmente para quienes no están dispuestos a dar el
paso a la era de la información.
Los modelos pedagógicos por lo general se daban entre profesor y
estudiante, pero a partir de la era de la comunicación, el mundo requiere
replantear sus métodos pedagógicos y adaptarlos al dinamismo actual.

Los nuevos modelos educativos deben proponer una metodología flexible


en la educación del individuo, ya no se conciben modelos con principio y fin,
sino como eslabones que se articulan en un proyecto formativo, de ahí
surge un planteamiento que podríamos llamar “pedagogía de la
información”, en este modelo estudiante y profesor establecen un vinculo
de mediación entre las experiencias vividas y la información requerida en
cada etapa de su proceso formativo.

Este modelo pedagógico basado en la información, establece que los


resultados obtenidos por el estudiante requieren el uso adecuado de la
información existente en todas sus dimensiones como: recopilación,
interpretación, selección y proposición.

Los cambios estructurales que deben darse en la educación son radicales


con el fin de preparar al individuo a afrontar los retos que imponen las
nuevas tecnologías de la información y la comunicación, esta es la cepa que
sostiene las columnas culturales y económicas de un país.

La adaptabilidad de nuevas prácticas educativas debe ser gradual pero


constante. Las nuevas tecnologías son una invaluable herramienta que
mejora las prácticas educativas, pero no son la panacea, ni garantizan el
éxito total del modelo.

En algunas áreas del conocimiento la aplicación de nuevas tecnologías es


un apoyo que refuerza y facilita la aplicación de los métodos establecidos.

También podría gustarte