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Cachimba parte 1

Preparar la cachimba

Limpia la cachimba. Lávala con agua y un cepillo blando ya antes de utilizarla por primera vez y cuando se ensucie.
Primero desconecta todas las partes y lava cada una \"excepto\" las mangueras; acepta que no son aptas para el
agua salvo que se especifique lo contrario.[1] Wipe it dry with a towel and leave it to air dry before you continue.

Lo ideal es limpiarla tras cada una de las sesiones, mas definitivamente límpiala cuando veas residuo en la base o
cuando el humo no sepa bien.

Un cepillo fino y largo te ayudará a lograr las partes largas del interior. Puedes hallar cepillos buenos en las
tiendas que venden cachimbas.

2 Rellena agua fría en la base. Esta es el recipiente largo de vidrio situado en la base de la cachimba. Llénala lo
suficiente a fin de que alcance dos,5 cm (1 pulgada) del vástago metálico, o bien un poquito más. Es importante
dejar espacio para que el aire pueda diluir el humo y lo haga simple de aspirar por la manguera. Si tienes una
cachimba pequeña, solo podrás cubrir uno con veinticinco cm (½ pulgada) del descendiente para dejar espacio
para el aire y evitar que se empapen las mangueras.[2] [3]

El vástago es la punta de metal en la parte inferior del eje central de la cachimba. Haz una ranura en la parte
superior de la base para poder ver qué tan abajo llega el descendiente.

El agua no filtra la nicotina ni ningún otro químico semejante como lo cree la mayoría de los fumadores. Añadir
más agua no va a hacer que la cachimba sea más segura.

3 Añade hielo (opcional). Si bien el humo de la cachimba, fumado correctamente, no es dañino para nada, una
buena temperatura baja lo va a hacer aún más placentero. Precisarás sacar algo de agua para ajustarla al nivel
correcto, como se describe arriba.

4 Inserta el eje de la cachimba en la base de vidrio. Baja el eje en la base, de esta manera el descendiente entra en
el agua. Debe haber una pieza de silicona o bien de goma que encaje en la parte superior de la base para que sea
hermética. Si no encaja estancamente, el humo va a ser fino y bastante difícil de halar.
Si la pieza de goma no encaja, humedécela con un tanto de agua o con una gota de limpiador para platos.

5 Enchufa las mangueras. Las mangueras encajan en agujeros en el lado del eje. Justo como la base, estos
agujeros deben encajar herméticamente. Ciertas cachimbas sellan el agujero si no hay manguera conectada. En
otros modelos, precisarás conectar todas las mangueras aun si fumarás solo.

Vuelve a revisar los niveles de agua antes de conectar. Si están demasiado cerca a las conexiones de la manguera,
esa agua podría arruinarlas.

6 Examina el flujo de aire. Pone tu mano en la parte superior del vástago para bloquear el aire que entra a la
cachimba. Trata de inhalar mediante la manguera. Si consigues algo de aire, una de las conexiones no está
hermética. Revísalas todas para que estén los encajes apretados y los sellos de goma o bien silicona.

Si no tienes un sello, busca “arandelas para shisha” cachimbas grandes para hallar un remplazo. Envolver cinta
firmemente puede hacer un sello hermético de forma temporal.

7 Posiciona el cenicero de metal en la parte superior del eje de la cachimba. Este cenicero atrapa las brasas y el
exceso de tabaco cuando, y si es que, se cayesen.

Cachimba parte 2
Fumar la shisha

1 Mezcla la shisha. La shisha es solo tabaco embalado en líquidos que añaden sabor y humo espeso. Estos
líquidos tienden a situarse en la parte inferior, con lo que mézclalos un tanto para esparcirlos.

Para la primera vez que fumes la cachimba, considera utilizar melaza para shisha libre de tabaco para practicar el
armado. El tabaco puede hacer mucho daño si se comete un error.

La shisha viene en muchos sabores diferentes, lo que cambia significativamente el tema. Prueba con múltiples
para poder ver cuál te gusta como fumador nuevo de la shisha.

2 Rompe la shisha y colócala en la cazoleta. Ahueca pedazos de shisha y colócalos en la cazoleta. Presiónala un
tanto para formar una capa lisa sin compactar el tabaco. Debe quedar bastante suelta para que el aire pueda fluir
a través de ella. Llena la cazoleta hasta casi la cima, pero deja al menos dos mm (3/32 pulgadas) de espacio arriba
del tabaco para que no se queme.

3 Cubre con papel aluminio resistente. Pon un pedazo de papel aluminio sobre la cazoleta, dejándolo tirante.
Dóblalo alrededor de los bordes para asegurarlo.

Si solo tienes papel de aluminio estándar, usa 2 capas.

Asimismo puedes usar una reja de lignito en su lugar, mas la mayor parte de los usuarios prefieren el papel
aluminio.

4 Coloca la cazoleta en la parte superior del vástago de la cachimba. Esta debe encajar de manera firme en una
pieza de goma, para que quede hermética.

5 Haz varios orificios a través del papel aluminio. Usando un escarbadientes o un gancho para papel, perfora doce
o bien quince orificios por medio de la superficie de papel aluminio. Prueba el flujo de aire utilizando la manguera.
Si tienes complejidad para aspirar el aire, haz más agujeros.

Ciertas personas prefieren hacer agujeros hasta la shisha para crear canales de calor.

Enciende dos o tres lignitos. Existen dos géneros de lignitos que se emplean para la cachimba. Prosigue estas
instrucciones en dependencia del que tengas:

Lignitos de encendido rápido: sostenlo con pinzas. Enciéndelo con un mechero o bien con un fósforo hasta el
momento en que deje de salir humo, entonces espera de diez a treinta segundos hasta el momento en que esté
cubierto de ceniza gris clara y un color naranja refulgente. Este carbón es conveniente, pero da un humo peor. A
algunas personas aun les da dolor de cabeza fumar así.

Carbones naturales: calienta de forma directa en la llama de una estufa o en un quemador eléctrico, mas nunca
donde la ceniza pudiese caer sobre una línea de gas o bien sobre una cocina de vidrio. El carbón está listo cuando
tenga un color naranja refulgente, normalmente después de 8 o de doce minutos.

Transfiere los lignitos al papel aluminio. Coloca los carbones bordeando la orilla del papel aluminio o bien aun
sobresaliendo ligeramente por el borde. Un fallo común es apilar los carbones en el centro, lo que puede calcinar
sencillamente la shisha y crear un humo áspero, de corta duración.

Muchos fumadores prefieren que la shisha se caliente a lo largo de tres a 5 minutos ya antes de empezar a fumar.
Esto te permite fumar con inhalaciones suaves, mejora el sabor.

Inhala. Cuando la cazoleta esté a punto, o inmediatamente si eres impaciente, inhala por medio de una de las
mangueras. La inhalación empuja el aire a través de los lignitos, calentándolos. Si inhalas muy fuerte, el aire se
calentará lo bastante para carbonizar la shisha, y toserás una bocanada con mal de sabor. Haz inhalaciones
habituales y cortas. Fuma a un ritmo tranquilo, haciendo pausas que se enfríe la cachimba.

Si no aparece humo en la base, haz series de aspiraciones cortas, con bocanadas profundas para encender el
tabaco.

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