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EXPLORANDO LA SALUD DESDE LA COMPLEJIDAD DE LA VIDA

A través de la historia, la vida de los seres humanos ha estado regulada por una serie de
construcciones mentales, a manera de respuesta que cada civilización ha encontrado para
explicarse los fenómenos de la vida. Estos principios por lo general, interferidos por
convicciones, valores o intereses. Uno de esos constructos denominado «salud»;
conforme a los registros bibliográficos del historiador grecorromano Aecio 1, fue formulado
por el filósofo y también medico Crotoniense Alcmeon (550 a, c.). Tal formulación la hizo a
manera de una disposición física, por encima del equilibrio orgánico; como puede verse en
la obra del médico Español Pedro Laín Entralgo, titulada la Medicina Hipocrática (Pág. 33)

[Afirma Alcmeon que la salud esta sostenida por el equilibrio de las potencias (Isonomía
ton dynameon): lo húmedo y lo seco; lo frio y lo cálido; lo amargo y lo dulce, y las demás]

La expresión "esta sostenida por el equilibrio"; aunque indefinida, supuso reconocerle por
a la salud, el carácter de una propiedad; un bien que poseía un valor incorporado asociado
a una Disposición a/o para algo. En ese sentido para el pensador de Crotona, la salud
debió ser un "estado de disposición". Un siglo más tarde, la definición dada por Alcmeon,
seria adaptada por los primeros «médicos griegos» agrupados en el Corpus Hipocraticum,
en términos de un estado de orden o equilibrio2.

[La salud es un estado habitual, una diáthesis de la physis del hombre; cuya estructura se
halla constituida por el buen orden o recto equilibrio, mezcla de las diversas potencias]

Ambas acepciones, sustentadas en el principio de ordenamiento natural; que asumía la


vida humana como un retoño de la naturaleza y la explicaba de manera lineal en términos
de equilibrio y desequilibrio. Ambas versiones, nutridas por la savia de la Physis, teniendo
en cuenta que los vocablos húmedo, seco, frío, cálido, eran las propiedades con las que los
pensadores antiguos distinguían los principios constitutivos del cosmos: fuego, agua aire y
tierra, constitutivos de lo que Empédocles llamaba "divinidad"

Para el siglo VI d, c, aparece el obispo Isidoro de Sevilla, quien salvo gran parte de la
herencia que los pensadores griegos y romanos habían dejado. Isidoro se dio la tarea de
traducir por vía interpretativa, ese legado y consignarlo en Las Etimologías; obra en la que
define lo que se considera estructura del algoritmo higiénico-sanitario de la salud,
expresado en lo que ahora se conoce como proceso salud/enfermedad3

1
396 (24B 4) Aecio, V 30, 1. Pág. 33. Laín, P. La Medicina Hipocrática. Ediciones de la Revista de
Occidente, S. A. Bárbara de Braganza, 12. Madrid 1970
2
(Ibíd.), pág. 187
3
Isidoro de Sevilla.. Las Etimologías. Libro IV Cap. I, 1, 2
[La medicina es la que protege o restaura la salud del cuerpo: su materia versa sobre las
enfermedades y las heridas. A ella atañen no sólo las cosas que contiene el arte de
aquellos que se llaman Médicos, sino también la comida y la bebida, el techo y el vestido.
En fin, toda defensa y fortificación con la que nuestro cuerpo]

La obra de Isidoro y en especial el modelo sanitario se generalizo por Europa, llegando


incluso hasta el renacimiento, periodo en el que sería revisado aunque no en su esencia
teleológica, por un enfoque curativo dado a la medicina por el médico y alquimista suizo
Paracelso4 : [El que quiera ser médico debe tener presente por lo pronto, que la medicina
es doble: Clínica o Física y Quirúrgica]

El enfoque alquimista de Paracelso pareciera intrascendente de no ser por la incidencia


que tuvo en el desarrollo tecnológico de la industria farmacológica, posterior al
descubrimiento de América. Ya en el apogeo de la modernidad, este enfoque curativo se
potenciaría con el determinismo; convertido en la columna vertebral de la concepción
fisiológica de Claude Bernard, quien a su vez se apoyó en el mecanicismo cartesiano

El desarrollo del enfoque curativo fomentado en la modernidad, a no dudar haría revolcar


al filósofo Platón en su tumba, cuyo pensamiento expuesto en La Republica (405a), sería
interpretado por el también filósofo Alemán Werner Jaeger, en su obra La Paideia: [Hay
dos cosas que constituyen síntomas infalibles de una mala paideia, decía refiriéndose al
filósofo Griego: los tribunales de justicia y los establecimientos sanitarios. El alto desarrollo
de estas instituciones es cualquier cosa menos el orgullo de la civilización. La meta del
educador debe ser lograr que lleguen a ser superfluas dentro de su estado 847]

Para finales del siglo XVIII, se da un fortalecimiento de los estados nacionales y con ello las
primeras puntadas sobre regularización de la tendencia medicalizada y curativa con la que
se abordaba la salud; esta situación sin embargo, solamente vino a formalizarse en las
primeras décadas del siglo XX, con la constitución de la Sociedad Internacional de la Salud;
entidad de la cual surgió la Organización Mundial de la Salud. Tiempo en el que
paradójicamente, mientras el trabajo transdisciplinar de la ciencia construía un marco de
conocimiento innovador de la vida, el organismo mundial de la salud retomaba el enfoque
de medicina preventiva, adoptando la estrategia de Atención Primaria

Ese nuevo marco del conocimiento, basado en la improbabilidad, la indeterminación y no


linealidad de la vida; principios estos desarrollados a la luz de la transdisciplinariedad de la
ciencia, demostraron ser incompatibles con el marco epistemológico que soporta el
modelo que define la salud, tomando en consideración que los elementos estructurales de

4
[ ] Paracelso. Obras completas II. Cap. I. Pág. 26
la estrategia de Atención Primaria, se enraízan en el enfoque formulado por el obispo
Isidoro, a comienzos de la edad media

La incompatibilidad que demuestra tener el enfoque de ordenamiento natural expuesto


en términos de proceso salud/enfermedad, con la perspectiva transdisciplinar de la
ciencia contemporánea, ha sido comprobada recientemente a través de una investigación
metodológica, en la cual se demuestra que: 1) la vida humana es resultado de cambios
cuantitativos y cualitativos de la materia; 2) Cada vida es un proyecto específico inherente
a la materia; 3) Los cambios (físicos y químicos) que se operan en la naturaleza humana,
son el producto de la Metabolismo y la Retroalimentación, teniendo en cuenta el carácter
sistémico que la identifica. El metabolismo definido como la forma más importante de
movimiento del organismo y la retroalimentación como el mecanismo auto regulador

Este enfoque científico lleva a entender que el proceso de vida humana, tiene forma de un
espiral ascendente, con una base que semeja un triángulo rectángulo isósceles, cuyos
catetos tienen como medida la unidad y la hipotenusa cuyo valor es igual a la raíz
cuadrada de la suma de los catetos. En ese sentido, cada giro dinamizado por el
metabolismo (proceso generador de energía) y cimentado por la retroalimentación
(proceso que da origen a la Homeostasis), hace que la hipotenusa del primer triangulo, se
convierta en cateto del segundo triangulo y la hipotenusa de este segundo, en cateto del
tercer triangulo y así sucesivamente

Cada giro genera una competencia que se convierte a la vez en capacidad; así por ejemplo
la primera actividad que lleva a cabo el ser humano, la realiza a nivel de zigoto. La misma
consiste en comunicarse con el medio interno (útero materno) y solicitarle apoyo
traducido en proteínas y compuestos químicos. Con esta primera comunicación (de
carácter análogo), el embrión al ser apoyado por el medio, consigue ser capaz de generar
las primeras reacciones químicas, y de esa manera hacerse competente para
retroalimentarse, autorregularse, autoconstruirse y auto diferenciarse; competencias
estas que le son asignadas por los genes, en virtud al doble rol que estos últimos
desempeñan; ser constructores y reguladores de la vida. Papel este que tiene su mayor
expresión en las percepciones, sensaciones y la conciencia

Así las cosas, la vida humana es un continuo construir de competencias que al ser
estimuladas se convierten en capacidades. Siendo la salud un factor consubstancial a este
proceso, no es profesional relacionarla directamente con la enfermedad, dado el carácter
circunstancial de esta última, tomando en cuenta que su origen se encuentra en
anomalías cromosómicas, o en la carencia de insumos básicos (energía, información y
seguridad); en ese orden de ideas, si la salud es un factor consubstancial de la vida, tener
salud significa ser competente y tener capacidad para el desarrollo de la vida

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