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Protestas, la salida a las calles por parte de los trabajadores y obreros de un respectivo
lugar.
Huelgas de trabajadores y colectivos particulares por razones laborales.
Tomas de establecimientos los paros forzosos y los boicots.
Los cierres patronales (ningún establecimiento que participa en la manifestación funciona
a lo largo de un período determinado).
Piqueteros, corte de vías de circulación.
Movimientos sociales
Como en otras formas implícitas reflejadas en encuestas de opinión. La orientación del voto, el
nivel de aprobación o las actitudes frente a colectivos o situaciones sociales también son
formas de opinión pública. Durante el siglo XX, se han desarrollado métodos de investigación
sociológica, frecuentemente con financiación pública para conocer consensos sociales
ampliamente compartidos o actitudes del público hacia ciertos aspectos de la política
gubernamental. Recientemente, se ha investigado ampliamente hasta qué punto las redes
sociales virtuales son un reflejo fiel de opiniones públicas ampliamente compartidas incluso
por personas que no participan en dichas redes.
La opinión pública no siempre es escuchada, depende del gobierno que ostente en ese
momento el poder político, si se trata de una dictadura, nunca será atendida, en cambio sí
estamos ante una democracia es todo lo contrario. Para esta, es muy importante la opinión
pública, «el gobierno democrático depende del pueblo».
Las peticiones del pueblo no siempre se cumplen, ya que siempre existe una puja de intereses
de diversos sectores, y una lógica que debe racionalizarse para obtener un óptimo resultado.
A mayor nivel de estudios, la disposición es tener una mente más abierta combinada con
una mayor independencia económica.
Un mayor patrimonio, otorga estabilidad, seguridad y respaldo –económico-, por lo que la
confianza en el futuro aumenta propiciando una mente más liberal y progresista posible
gracias a la disminución del miedo al riesgo o al futuro.
En cuanto a la influencia de la situación de empleo o el nivel de ingresos del individuo, la
historia la explica desde que Karl Marx definió al trabajador asalariado en su posición de lucha
y conflicto frente al propietario o dueño. Con el paso de los años, la crisis industrial de los años
setenta significó la división de los mercados laborales, según los tres tipos de contextos en los
que realizaban su actividad, los cuales produjeron, a su vez, distintas mentalidades políticas: