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CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN TERCERA
1. PRETENSIONES:
2. HECHOS
Es relevante expresar que, entre los meses de abril y mayo de 1998 el Ing.
CANO habló con el Alcalde de Recetor Sr. Luis Nocua y le pidió que por
favor citara al Ing. Humberto Cordero Ardila para que recibiera la obra tal
como lo obligaba su cargo de interventor del Municipio, sin que tampoco
lograra que éste representante en la obra del Municipio apareciera ( )
El Ing. CANO fue citado al día siguiente por el interventor para una reunión
conjunta con el Alcalde de Recetor acordada por ellos. Ya en Yopal
Casanare, los Ings. Cano y Cordero se comunicaron telefónicamente con el
Alcalde de Recetor para que se encontraran los tres ya sea en Yopal o ellos
viajarían hasta el Municipio de recetor. El Alcalde les dijo que lo esperaran
en Yopal ese mismo día, en donde estuvieron esperándole dos días sin que
cumpliera la cita y sin que se le pudiera evitar en ninguna parte.
MANO DE OBRA:
Al 3. Se hace un cálculo acomodado para que sus cifras coincidan con las
del Interventor según la precitada acta y liquidación.
24. El señor Alcalde del municipio de Recetor, mediante resolución No. 002
de enero 25 de 1999, resolvió el recurso de reposición del contratista
basado en argumentos con los cuales pretendió desvirtuar los fundamentos
de hecho y de derecho sobre los cuales se basó el impugnante, ( )
incurriendo nuevamente en falsa motivación- a no reponer la resolución
impugnada. Alegando, sin señalar fecha precisa de cuándo empezaría a
correr, que el plazo para efectuar la liquidación es el señalado en el pliego
de condiciones o términos de referencia o el supletivo a mas tardar antes
vencimiento de los cuatro meses a la finalización del contrato o a la
expedición del acto administrativo que ordene la terminación del contrato. Es
bueno tener en cuenta, según lo ya explicado, de cómo la Administración
siendo responsable de la no entrega de la obra por parte de la contratista, es
capaz de achacarle esa responsabilidad, pero además introdujo hechos
nuevos como que no ha ampliado la póliza de estabilidad de la obra, la de
pago de salarios, prestaciones e indemnizaciones, etc., situaciones no
previstas en el contrato lnter. Administrativo o que fueron claramente
establecidas en cabeza de quién recaían, y en todo caso sin que la
Administración municipal jamás haya hecho requerimiento alguno a la
contratista para que cumpliera con los documentos que ahora reclama como
incumplimiento por la demandante. Con tal resolución quedó agotada la vía
gubernativa.
III. LAUDO
A. DECISIONES:
MANO DE OBRA
1 Replant. U 12 200 12
Topogra.
2 Hueco U 105 15 49
Torrecilla
3 Hueco templete U 160 15 105
4 Arri, hincada U 80 70 49
torr
7** Mont. Herr. U 29 46 (16) 15
Reten
8 Templ a tierra U 160 20 105
9 Regar tensiona M 12000 0.9 12000
10 Mont. Subestc U 5 180 5
11 Inst. Amortigua U 180 10 164
MANO DE OBRA
MANO DE OBRA:
III Transporte
1 3.500 1 3.500.000.oo
Advirtió que la Administración había reconocido al contratista por obra ejecutada
de acuerdo con los ítems del contrato original y la liquidación de fecha 13 de julio
de 1998 la suma de $140.790.000.oo sin tener en cuenta el A. I. U. y el ítem de
Transporte por $3.500.000.oo “( ) además de los $140.790.000 también se
reconocieron por cantidades de obra no previstas la suma de $16.440.000.oo, para
totalizar una ejecución pagada de $160.730.000 más el item transporte y sin incluir
A. I. U ( )”.
Señaló de acuerdo con los anteriores ítem que estima que para desarrollar el
objeto del contrato sin estas mayores cantidades de obra no previstas y mayores
cantidades, la obra hubiera sido físicamente irrealizable y que como el contratante
debe adoptar las medidas necesarias para restablecer el equilibrio económico, “( )
toda vez como en el caso que nos ocupa bien se observan existen diversos
factores que dieron lugar a que la economía del contrato se lesionará, en forma tal,
que el contratista no sólo perdió la posibilidad de una ganancia justa sino que
incurrió en pérdidas” y que por tanto deben ser reconocidas, para lo cual se apoyó
en el dictamen pericial en el cual se relacionan las cantidades no previstas y las
mayores cantidades de obra. Para determinar lo primero y con fundamento en el
dictamen pericial tomó en cuenta la cantidad de carga de arrimada de materiales
reconocido por la Administración y el que debió reconocerse, lo cual arrojó
$28.530.000.oo y el acta de nuevos ítems pactada el 16 de septiembre de 1998 y
los encontrados por los peritos en el sitio de la obra, lo que a su vez dio como
resultado $4.824.000. Concluyó que el valor de las cantidades de obra no previstas
que el Municipio adeuda al Municipio es de $33.354.000.
Y el Procurador Judicial:
Coligió que cuando el Tribunal accedió a algunas súplicas luego de analizar las
reclamaciones por mayores costos y mayor cantidad de obra, se pronunció sobre
un punto que no estaba sujeto a su decisión consistente en la exactitud y
veracidad del acto administrativo de liquidación unilateral que realizó el corte de
cuentas entre las partes, “( ) de un lado, porque no se solicitó así expresamente
en la demanda que convocó al Tribunal; y de otro, por ser materia reservada
exclusivamente al juez contencioso administrativo, toda vez que atañe a la
legalidad e intangibilidad de los actos administrativos ( )” Y pese a que consideró
la prosperidad de esta causal, se pronunció sobre las demás: frente al cargo
referente a haberse fallado en conciencia y no en derecho señaló que sólo puede
configurarse cuando las decisiones adoptadas dejan de lado completamente los
parámetros legales y se acogen a los principios de verdad sabida y buena fe
guardada, situación que considera no haberse presentado y que el motivo de
inconformidad manifestado por el recurrente, consiste en una verdadera crítica
sobre la aplicación e interpretación de la ley, descartándose de este modo la
presencia de un fallo en conciencia el cual se caracteriza por el total
desconocimiento de la normatividad legal y del acervo probatorio recaudado.
Finalmente sobre la causal quinta ‘no haberse decidido sobre cuestiones sujetas al
arbitramento’ señaló que por el respeto al principio a la lógica formal de no
contradicción, la censura debe ser denegada “( ) por resultar paradójico que para
aquella se admita la existencia de un acto administrativo intangible para el juez
arbitral y en esta se entre a determinar que en ese mismo acto administrativo no
se incluyeron todos los ítems adeudados al convocante, o que se le reconocieron
en menor cuantía, cuando es lo cierto que la vía que ella acogió para lograr su
satisfacción fue la equivocada, por falta de competencia del juez concertado ( )”
(fols 665 a 698 c.1).
V. CONSIDERACIONES:
A. COMPETENCIA:
El laudo arbitral recurrido fue dictado para dirimir las controversias relativas al
convenio Interadministrativo de obra No. 095 de 14 de abril de 1997, en el cual “El
contratista se compromete con el Municipio a electrificar las veredas el Vive,
Magavita Alta, Magavita Baja, los Alpes (cláusula primera).
Tanto en las primeras disposiciones sobre el recurso de anulación, artículo 672 del
Código de Procedimiento Civil y decreto ley 2279 de 1989, como en las
disposiciones actuales previstas en la ley 80 de 1993 y en el decreto 1818 de 1998,
se tiene a tal recurso como instrumento de control del laudo generalmente en lo
que atañe con los errores in procedendo y, excepcionalmente, en lo que concierne
con los errores in judicando, en el fondo de la decisión, y de acuerdo con las
causales taxativamente señaladas por la ley.
El control excepcional del laudo por errores in iudicando aparece sólo en los
eventos en que el legislador faculta al juez del recurso de anulación para que se
1
Así lo ha manifestado reiteradamente la Sala, al efecto puede consultarse entre otras la
sentencia 17.704 proferida el 17 de agosto de 2000.
2
Derecho Procesal Moderno. Instituto Panamericano de derecho procesal; Págs. 77 y ss.
pronuncie sobre el fondo o materia del asunto, como cuando se dan los supuestos
para modificar el laudo a través de la corrección y/o la adición.
En cambio, cuando se trata del control del laudo por errores de procedimiento el
legislador le da competencia al juez sólo para anular la decisión arbitral, sacándola
del ordenamiento jurídico; en tales eventos no tiene competencia para
pronunciarse sobre los puntos sometidos por las partes a conocimiento de la
justicia arbitral y decididos por ésta.
De ahí que el penúltimo inciso del art. 672 citado hubiera previsto que en
caso de hallarse próspera una de las causales la 1ª a 6a., se debería
decretar ‘la nulidad de lo actuado’; en tanto que sí se encontrase fundada
una de las causales 7a a 9a., ambas inclusive, "se corregirá o adicionará "
el laudo arbitral.
Eso mismo prescribe el art. 40, inciso segundo del Decreto 2.279 de 1989,
que hoy rige la materia, al establecer que "cuando prospere cualquiera de
las causales señaladas en los numerales 1, 2, 3, 4, 5 y 6 del artículo 38 de
este Decreto, declarará la nulidad del laudo. En los demás casos se
corregirá o adicionará" 3.
En sentencia dictada ese mismo año se precisó además que sólo hay lugar a
estudiar el cargo de anulación impetrado frente a un laudo arbitral en conflictos
originados en contratos estatales, cuando las razones aducidas como de
invalidación, correspondan a la causal de anulación invocada expresamente por el
recurrente y ésta con una de las previstas en el artículo 72 IBIDEM; que quien
pretenda la anulación del laudo arbitral no solo debe invocar alguna de las causales
de ley, sino también sustentarla debidamente, señalando la ocurrencia de los
supuestos de hecho que condicionan la presencia de la causal 5.
4
Expediente 16.973; actor: Consorcio Amaya Salazar.
5
Sentencia de 11 de mayo de 2000; expediente No. 17480; actor: Seguridad Diconvilp
Ltda.
6
Expediente 21041; actor: Electrificadora del Atlántico.
Ahora, debido a que la primera censura formulada por el Municipio de Recetor
coincide con la alegada por el Procurador Judicial 53 administrativo, la Sala efectuará
su estudio en forma conjunta.
C. ANÁLISIS DE LAS CENSURAS:
PRIMER CARGO:
1. FALLO EN CONCIENCIA Y NO EN DERECHO
(num 2 art. 72 ley 80 de 1993).
1.3. LA SALA:
Para decidir el cargo, de fallo en conciencia y no en derecho, tendrá en
cuenta que la => jurisprudencia de esta Corporación ha precisado, desde vieja
data, los supuestos de procedibilidad de la causal en mención, posición que en lo
fundamental ha sido reiterada en varios pronunciamientos; así en sentencia
dictada el día 3 de abril de 1992 explicó:
Es cierto que el juez de derecho debe motivar sus fallos y que dentro de
esa motivación las pruebas merecen tratamiento especial. Pero si
incumple ese deber en forma absoluta el fallo podrá ser anulable, pero
no cambiará su esencia para convertirse en fallo en conciencia. Esto
como principio procesal general, porque frente a los laudos arbitrales esa
falta de motivación no aparece contemplada dentro de las causales de
anulación de los mismos y menos cuando no se niega sino que se
clasifica como deficiente o irregular.
=> La ley 446 de 1998 “Por la cual se adoptan como legislación permanente
algunas normas del decreto 2651 de 1991, se modifican algunas del Código de
7
Actor: Consorcio Vianini Entrecanales.Empresa de Energía de Bogotá Tavora S. A. Expediente
6695.
Procedimiento Civil, se derogan otras de la ley 23 de 1991 y del decreto 2279 de
1989, se modifican y expiden normas del Código Contencioso Administrativo y se
dictan otras disposiciones sobre descongestión, eficiencia y acceso a la justicia”, al
referirse a la institución del arbitraje, como mecanismo alternativo en la solución
de conflictos, lo definió en sus diferentes modalidades; así lo explicó la Sala en
sentencia proferida el día 27 de junio de 2002 (Actor INVÍAS. Exp 21.040), en la
cual se destacó el contenido del siguiente artículo de la ley 446:
SEGUNDO CARGO:
Arguyó que el laudo recayó sobre puntos no sujetos a su decisión como son
los aspectos relacionados con la legalidad del acto administrativo contenido en la
resolución 687 de 1998 que adoptó de manera unilateral la liquidación del contrato
No. 095 de 1997 y se remitió a las consideraciones efectuadas en relación con la
anterior causal, en las cuales se advierte que en los hechos y las pretensiones de la
convocatoria presentada por COGUALIVA LTDA aparecen serios cuestionamientos a
la legalidad del acto administrativo expedido por el Alcalde mediante el cual liquidó en
forma unilateral el contrato, y que el Tribunal al pronunciarse sobre dichas
pretensiones irrumpió en temas vedados a la justicia arbitral como son los de la
validez de los actos administrativos de competencia exclusiva de la jurisdicción de lo
contencioso administrativo.
2.3. LA SALA:
Ese canon señala, desde otro punto de vista, que el desarrollo normativo
del arbitramento y de la conciliación, como mecanismos alternos de solución de
conflictos, corresponde al legislador tanto para la creación de su contenido jurídico
como para la fijación de los procedimientos respectivos.
Ese terreno del arbitramento, señalado por el legislador, permite inferir que
la función de los árbitros está limitada, no sólo respecto de la transitoriedad de su
operador jurídico (sujeto activo de la definición) sino por la naturaleza del asunto
sometido a su conocimiento (objeto del mecanismo); así lo concluyó la
jurisprudencia de la Corte Constitucional, en juicio de constitucionalidad:
“Límites que establece el inciso cuarto del artículo 116 en relación con
la Administración de justicia por los árbitros.
8
Expediente D-197; actor: Jorge Hernán Gil; sentencia 28 de septiembre de 1995; actor:
Luis E. Ladino.
Si se analiza el inciso cuarto del artículo 116, se llega a la conclusión
de que la Administración de justicia por los árbitros, sólo tiene estas
limitaciones: La primera, que los particulares solamente pueden ser
investidos de la función de administrar justicia, en calidad de
conciliadores o en la de árbitros, transitoriamente, ( ) La segunda, ya
insinuada, que son las partes quienes habilitan a los árbitros para
fallar, en derecho o en conciencia. Y una última, que los árbitros
administran justicia "en los términos que determine la ley" ( ).
“( ) Podrán renunciarse los derechos conferidos por las leyes, con tal
que sólo miren al interés individual del renunciante, y que no esté
prohibida la renuncia. Escapan, por el contrario, a la autonomía de la
voluntad, las obligaciones amparadas por ‘las leyes en cuya
observancia están interesados el orden y las buenas costumbres’, de
conformidad con el artículo 16 del mismo Código Civil ( ).
Lo dispuesto por los artículos 15 y 16 del Código Civil explica por qué
el artículo 1o. del decreto 2279 de 1989, establece: ‘Podrán
someterse a arbitramento las controversias susceptibles de
transacción que surjan entre personas capaces de transigir ( )
Restricciones semejantes han sido prácticamente universales. Así, el
artículo 806 del Código Italiano de Procedimiento Civil, de 1940,
dispuso: ‘COMPROMISO. Las partes podrán hacer decidir por árbitros
las controversias entre ellas surgidas, salvo las previstas en los
artículos 429 y 459, las que se refieran a cuestiones de estado y de
separación personal entre cónyuges y las demás que no puedan ser
objeto de transacción" 9.
2.4. PARTICULARMENTE:
=>
Resolución No. 687 del 21 de diciembre de 1998 por la cual el Alcalde
del Municipio de Recetor Casanare manifestó “liquidar unilateralmente” el
convenio interadministrativo de obra pública No. 095 de 1997; y fundado en el acta
de recibo y liquidación final de la obra elaborada en forma conjunta con el
interventor el 13 de julio anterior reconoció lo siguiente:
=>
Resolución No. 002 del 25 de enero de 1999 mediante la cual el Alcalde
del Municipio de Recetor resolvió el recurso de reposición interpuesto por
ADCOGUALIVA LTDA contra la resolución anterior, en el sentido de no reponer la
decisión recurrida. Señaló que los planteamientos efectuados por ADCOGUALIVA
LTDA no tienen la fuerza para demostrar que los fundamentos que dieron origen a
la determinación adoptada estuvieran errados, refiriéndose en particular a la falta
de respuesta a las comunicaciones remitidas al contratista de fechas 30 de
octubre y 19 de noviembre de 1998 dirigidas a obtener su voluntad para la
liquidación del contrato, a la ausencia de prueba sobre las presuntas
comunicaciones dirigidas por el contratista a la Alcaldía manifestando su intención
de liquidar el contrato, a la sujeción de la Administración al plazo previsto para
efectuar la referida liquidación por el artículo 60 de la ley 80 de 1993 y finalmente
a la falta de ampliación de la póliza de estabilidad de la obra, pago de salarios,
prestaciones e indemnizaciones por parte de ADCOGUALIVA (fols 124 a 127 c.2).
El parágrafo del artículo 14, sobre los medios que pueden utilizar las
entidades estatales para el cumplimiento del objeto contractual, señala que en los
contratos interadministrativos, entre otros, “se prescindirá de la utilización de
las cláusulas o estipulaciones excepcionales”. A su vez enlista como cláusulas
excepcionales al derecho común las de terminación, interpretación y modificación
unilaterales, de sometimiento a las leyes nacionales y de caducidad.
12
Expediente No. 21041; actor: Electrificadora del Atlántico S. A.
El artículo 60 ibídem, sobre la ocurrencia y contenido de la liquidación del
contrato, expresa que en los contratos de tracto sucesivo, aquéllos cuya ejecución
o cumplimiento se prolongue en el tiempo y los demás lo requieran, serán objeto
de liquidación de común acuerdo por las partes contratantes, procedimiento que
se efectuará dentro del término fijado en el pliego de condiciones o términos de
referencia o, en su defecto, a más tardar antes del vencimiento de los cuatro (4)
meses siguientes a la finalización del contrato o a la expedición del acto
administrativo que ordene su terminación, o a la fecha del acuerdo que la
disponga. Y el artículo siguiente, 61 ibídem, sobre la liquidación unilateral, refiere
a que si el contratista no se presenta a la liquidación o las partes no llegan a
acuerdo sobre el contenido de la misma, será aplicada directa y unilateralmente
por la entidad y se adoptará por acto administrativo motivado susceptible del
recurso de reposición.
13
Teoría General de los Contratos de la Administración Pública. Rodrigo Escobar Gil. Capítulo X.
Las prerrogativas de la Administración pública, pags. 263 y ssg.
Si bien el Consejo de Estado como juzgador del recurso extraordinario de
anulación carece de competencia para verificar o calificar aspectos atinentes a la
naturaleza y sujeción de los actos liquidatorios a la normativa superior, si la
detenta para analizar la competencia del juez arbitral, con el fin de determinar la
prosperidad o no de la causal cuarta de anulación, y en esa dirección se
encuentra facultado para verificar si efectivamente esas resoluciones se
constituían en obstáculo jurídico para que el Tribunal de Arbitramento definiera las
controversias planteadas en la demanda arbitral. Y encuentra que no, porque el
ordenamiento jurídico tutela el campo de conocimiento del juez arbitral desde la
óptica la competencia legal objetiva y legal subjetiva - pactada en el ordenamiento
jurídico general y en la ley de las partes “cláusula compromisoria” (arts. 1602 C. C.
y 32 ley 80 de 1993).
Se desprende de lo expuesto que los temas sobre los que recayó el laudo
arbitral, situaciones de incumplimiento contractual, de hechos no imputables al
contratista generadoras de desequilibrio económico, de restablecimiento
económico del contratista afectado con ellas, consistente en el reconocimiento de
las cantidades no previstas y mayores cantidades de obra inherentes al objeto del
contrato, el mayor costo de los precios pactados generados por situaciones no
imputables al contratista, el pago del A. I. U, y de los intereses por el retardo en la
solución del saldo a favor del contratista, habían sido deferidos a los árbitros en
forma expresa en la demanda de convocatoria presentada por COGUALIVA
LTDA, en armonía con la cláusula compromisoria y la ley que habilitaba a dicha
justicia para conocer las diferencias que se suscitaran con ocasión del convenio
interadministrativo de obra.
SEGUNDO CARGO:
RECAER EL LAUDO SOBRE PUNTOS NO SUJETOS A DECISIÓN O
HABERSE CONCEDIDO MÁS DE LO PEDIDO
(num 4 art. 72 ley 80 de 1993).
14
C. S. J. Sala de Casación Civil y Agraria, sentencia del día 5 de abril de 1999. Expediente 5.134.
Las consideraciones anteriores resultan suficientes para declarar la no
prosperidad del cargo.
TERCER CARGO:
NO HABERSE DECIDIDO SOBRE CUESTIONES SUJETAS AL
ARBITRAMENTO
(num 5 art. 72 ley 80 de 1993).
=> LA SALA advierte que la causal propuesta sólo se configura cuando el laudo
omite pronunciarse sobre los asuntos sometidos a su estudio: en la demanda
mediante la formulación de las pretensiones; en la contestación, a través de la
alegación de hechos exceptivos, o durante el juicio arbitral, en este último caso
respecto de hechos sobre los cuales el juez debe pronunciarse, por mandato de la
ley (fallo mínima petita).
- Y sbeñaló:
D. COSTAS JUDICIALES
15
C. S. J. Sala de Casación Civil y Agraria, providencia del día 12 de Julio de 1995. Expediente S-
064/95.
vencida en juicio en consideración a la conducta subjetiva temeraria, en desarrollo
del proceso.
FALLA:
Si bien, por disposición del parágrafo del artículo 14 de la ley 80 de 1993 en los contratos
interadministrativos se prescindirá de las cláusula exorbitantes, este es un punto que no le
correspondía abordar al juzgador en vía del recurso de anulación, ni tenía competencia
para pronunciarse sobre la validez de la cláusula pactada por las partes. El juez
extraordinario se debió limitar a resolver la prosperidad de la causal invocada, pues esta
no era la vía procesal para pronunciarse sobre la validez de la misma. Aquí la discusión
estuvo dirigida a resolver si el juez arbitral se pronunció sobre puntos no sujetos a la
decisión de los árbitros y si abordó materialmente los actos administrativos contenidos en
las resoluciones 687 del 21 de diciembre de 1998 y 002 del 25 de enero de 1999.
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN TERCERA
Fecha ut supra
Considero que el pacto arbitral, por medio del cual las partes de un contrato
acuerdan someter a un tribunal de arbitramento las diferencias derivadas del
mismo, no elimina la facultad legal que tiene la Administración de liquidar
unilateralmente el contrato. Dicho en otras palabras la cláusula compromisoria por
sí sola no excluye la competencia que la ley atribuye al Estado para liquidar
unilateralmente el contrato, toda vez que resulta indispensable que se presente la
correspondiente demanda arbitral en la que se pretenda la liquidación del contrato,
que la misma sea admitida y que la admisión se notifique a la entidad
correspondiente. Considero además que en la sentencia no se tuvo en cuenta la
existencia de una resolución por medio del cual se liquidó unilateralmente el
contrato, en el entendido de que el mismo, por la naturaleza del contrato -
interadministrativo- y por su contenido, no era un acto administrativo, con lo cual
se desconoce la previsión contenida en el artículo 61 de la ley 80 de 1993 que
establece “si el contratista no se presenta a la liquidación o las partes no llegan a
acuerdo sobre el contenido de la misma, será practicada directa y unilateralmente
por la entidad y se adoptará por acto administrativo motivado susceptible del
recurso de reposición”. Porque si bien es cierto que la Sala ha señalado que no
todo el contenido de la resolución de liquidación del contrato es acto
administrativo, debió abordar el problema jurídico planteado mediante la referencia
expresa a este criterio jurisprudencial y definir una posición clara frente a eventos
como el presente, para evitar la incertidumbre que existe hoy en el ámbito del
arbitraje respecto de los contratos estatales, cuando su liquidación unilateral
termina por enervar la eficacia de la cláusula compromisoria. Nota de Relatoría:
Ver Exps. 12723 del 22 de agosto de 2000 y 19333 del 4 de julio de 2002
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN TERCERA
administrativos.
Tal como lo he manifestado al salvar el voto en todas las providencias en las que, en
las razones que expuse al apartarme de la sentencia proferida por la sala el 8 de junio de
“En relación con el alcance del arbitramento en los contratos estatales, la ley 80 de 1993 se
abstuvo en forma expresa de establecer algún tipo de restricción y por el contrario, a diferencia
de lo que sucedía en los anteriores estatutos contractuales, amplió notablemente su campo de
aplicación.
Por consiguiente, la competencia del juez arbitral es plena y no podría ser de otra
que lo hacen los órganos investidos de esa autoridad, es decir, que se está en
16
Salvamentos de voto a las sentencias del 8 de junio de 2000, expediente 16973, actor:
Consorcio Amaya Salazar; de 23 de agosto de 2001, expediente 19090, actor: IDU y de 4 de julio
de 2002, expediente19333, actor: Consorcio Carlos Julio Rivera - José Fernando Peñalosa
Rengifo, entre otras.
presencia de un equivalente jurisdiccional frente al cual no existe ninguna razón
Aquí es necesario advertir como la norma permite en forma expresa dentro de los
asuntos que las partes pueden someter a la decisión de los árbitros, dos materias en
En efecto, tanto la terminación como la liquidación pueden ser fruto del acuerdo de
voluntades entre las partes, pero una peculiaridad propia de los contratos estatales
Frente al claro texto del art. 70 del Estatuto Contractual podría sostenerse de manera lógica y
racional que los actos administrativos en los cuales la administración ejerce su potestad
unilateral de terminación o liquidación, como en el presente caso, escapan a la competencia de
la justicia arbitral? En mi opinión no, porque ello sería contrariar no sólo la letra y el espíritu que
alienta la actual regulación legal del arbitramento sino establecer una justicia capitis diminutia,
lo cual implica la división de la continencia de la causa, que traería a su vez el grave riesgo de
que frente a un mismo punto puedan existir decisiones contradictorias, en detrimento de la
seguridad jurídica”.
Por lo anterior considero que en presente caso la causal del recurso de anulación basada
en que los árbitros se pronunciaron sobre actos administrativos, no debe prosperar toda
vez que a la luz de las normas constitucionales y del art. 70 de la Ley 80 de 1993 los
del contrato.
Se afirma en la sentencia:
“2.4.5. Partiendo de la competencia establecida a los árbitros por la Constitución
Política, el contrato (cláusula compromisoria) y la demanda arbitral, EL CONSEJO
DE ESTADO OBSERVA:
No comparto el razonamiento anterior porque considero que el pacto arbitral, por medio
del cual las partes de un contrato acuerdan someter a un tribunal de arbitramento las
diferencias derivadas del mismo, no elimina la facultad legal que tiene la Administración
que la ley atribuye al Estado para liquidar unilateralmente el contrato, toda vez que resulta
la liquidación del contrato, que la misma sea admitida y que la admisión se notifique a la
entidad correspondiente.
17
Expediente No. 21041; actor: Electrificadora del Atlántico S. A.
“La Sala estima que la Administración puede en el tiempo liquidar unilateralmente,
aunque vencieron los plazos a que aludió la jurisprudencia para realizar la
liquidación bilateral o unilateral, hasta antes de que se le notifique la admisión de la
demanda, en la cual se pretende que el juez se pronuncie sobre la liquidación del
contrato; hecho a partir del cual se le da certeza a la Administración de que el
asunto se volvió judicial (principio de publicidad), siempre y cuando dicha
notificación se haga dentro del término de prescripción o caducidad, según el
caso.”18
las partes no llegan a acuerdo sobre el contenido de la misma, será practicada directa y
Porque si bien es cierto que la Sala ha señalado que no todo el contenido de la resolución
posición clara frente a eventos como el presente, para evitar la incertidumbre que existe
hoy en el ámbito del arbitraje respecto de los contratos estatales, cuando su liquidación
En síntesis, el análisis del recurso debió realizarse teniendo en cuenta los siguientes
administrativo que se presume legal hasta tanto se disponga su nulidad por las vías
legales; ii) el tribunal de arbitramento se pronunció sobre el contenido de ese acto cuando
18
Sentencia del 22 de junio de 2000; expediente 12723; Actor: UNISYS DE COLOMBIA S.A.
19
En sentencia proferida el 4 de julio de 2002, expediente 19333, respecto de la cual también salvé
mi voto.
definió pretensiones pecuniarias del cocontratante que ya habían sido resueltas en tal
acto; y iii) el asunto sometido al conocimiento de los árbitros implicaba la revisión del acto
Fecha ut supra