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SANTO ROSARIO, SEMANA SANTIFICADA Y

ÁNGELUS

Sergio
Valladolid (España), marzo 2021
c

2
Santo Rosario Meditado
y
Semana Santificada1

En el Nombre del Padre, y del � Hijo, y del Espíritu In Nómine Pátris, et � Filii, et Spíritus Sancti. Amen
Santo. Amén.
Acto de contrición2

S eñor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Crea-


dor y Redentor mío: por ser vos quién sois, y porque os
amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de ha-
C onfíteor Deo omnipoténti, beátæ Maríæ semper Vi-
rigini, beáto Michaéli Archángelo, beáto Joánni Bap-
tístæ, sanctis Apóstolis Petro et Paulo, ómníbus Sanctis,
beros ofendido, propongo firmemente nunca más pecar, y quia peccávi nimis, cogitatióne, verbo et ópere, mea culpa,
apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme, mea culpa, mea máxima culpa. Ideo precor beátam Ma-
y cumplir la penitencia que me fuere impuesta; ofrézcoos ríam semper Virgínem, beátum Michaélem Archángelum,
mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pe- beátum Joánnem Baptístam, sanctis Apóstolos Petrum et
cados; y confío en vuestra bondad y misericordia infinita Paulum, omnes Sanctos, oráre pro me ad Dóminum Deum
me los perdonaréis por los merecimientos de vuestra pre- nostrum.
ciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para Misereátur nostri omnipotens Deus, et, dimíssis peccá-
enmendarme y para perseverar en vuestro santo servicio tis nostris, perdúcat nos ad vitam ætérnam. Amen.
hasta el fin de mi vida. Amén. [9] Indulgéntiam, absolutionem, et remissiónem peccató-
rum nostrórum tríbuat nobis omnípotens et miséricors
Dóminus. Amen. [5]
V� . Abre, Señor, mis labios. R.
� Y mi boca cantará tus �V. Dómine, lábia mea apéries. R.
� Et os meum an-
alabanzas. nuntiábit laudem tuam.
V
� . Apresútare, Señor, a socorrerme. R.
� Ven, oh Dios, �V. Deum, in adjutórium meum inténde. R.
� Dómine,
en mi ayuda. ad adjuvándum me festina.
V
� . Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. R. � �V. Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto. R.

Como era en el principio, ahora, y siempre, y por los siglos Sicut erat in princípio et nunc, et semper et in sæcula
de los siglos. Amén. sæculórum. Amen.
V
� . María, Madre de gracia, Madre de Misericordia. �V. María Mater gratiæ, Mater Misericordiæ. R. � Tu
R.
� Defendednos del enemigo y amparadnos ahora y en la nos ab hoste protege et mortis hora súspice. Amen.
hora de nuestra muerte. Amén.

Decimos aquí las intenciones de este Rosario

Dominica (Domingo)
Misterios Gloriosos

I La Resurrección del Señor Mt 28, 1-3.5-7

P asado el sábado, ya para amanecer el día primero de la semana, vino María Magdalena con la otra María al sepulcro.
Y sobrevino un gran terremoto, pues un ángel del Señor bajó del cielo y acercándose removió la piedra del sepulcro
1 Todos los pasajes bíblicos han sido sacados de [10]
2 En vez del Señor mio, Jesucristo o del Confíteor, podemos rezar[14]: Dios mío, me arrepiento de todo corazón de todos mis pecados y
los aborrezco, porque al pecar, no sólo merezco las penas establecidas por ti justamente, sino principalmente porque te ofendí, a ti sumo
Bien y digno de amor por encima de todas las cosas. Por eso propongo firmemente, con ayuda de tu gracia, no pecar más en adelante y
huir de toda ocasión de pecado. Amén. || Latín: Deus meus, ex toto corde pænitet me ómnium meórum peccatórum, éaque detéstor, quia
peccándo, non solum pœnas a te iuste statútas proméritus sum, sed præsértim quia offéndi te, summum bonum, ac dignum qui super ómnia
diligáris. Ídeo fírmiter propóno, adiuvánte grátia tua, de cétero me non peccatúrum peccandíque occasiónes próximas fugitúrum. Amen.

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y se sentó sobre ella. Era su aspecto como el relámpago, y su vestidura blanca como la nueve. El ángel, dirigiéndose
a las mujeres, dijo: No temáis vosotras, pues sé que buscáis a Jesús el crucificado. No está aquí; ha resucitado, según
lo había dicho. Venid y ved el sitio donde fue puesto. Id luego y decid a sus discípulos que ha resucitado de entre los
muertos y que os precede a Galilea; allí le veréis. Es lo que tenía que deciros.
�V. Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen V� . Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea
tuum. Advéniat regnum tuum. Fiat volúntas tua, sicut tu Nombre. Venga a nosotros tu Reino. Hágase tu volun-
in cœlo et in terra. R.
� Panem nóstrum quotidiánum tad, así en la tierra como en el cielo. R.
� El pan nuestro de
da nobis hódie. Et dimitte nobis debita nostra, sicut et cada día dánosle hoy. Y perdónamos nuestras deuda, así
nos dimittimus debitóribus nostris. Et ne nos indúcas in como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos
tentatiónem: sed libera nos a malo. Amen. dejes caer en la tentación: mas líbranos del mal. Amén.
El avemaría se repite 10 veces
V
� . Ave María, grátia plena, Dóminus tecum; benedic- V
� . Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor
ta tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Jesus. es contigo; bendita eres entre todas las mujeres, y bendito
R.
� Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus, es el fruto de tu vientre, Jesús. R.� Santa María, Madre de
nunc et in hora mortis nostræ. Amen. Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora u en el hora de
nuestra muerte. Amén.
�V. Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto. R.
� V
� . Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. R. �
Sicut erat in princípio et nunc, et semper et in sæcula Como era en el principio, ahora, y siempre, y por los siglos
sæculórum. Amen. de los siglos. Amén.
�V. María Mater gratiæ, Mater Misericordiæ. R. � Tu V
� . María, Madre de gracia, Madre de Misericordia.
nos ab hoste protege et mortis hora súspice. Amen. R.
� Defendednos del enemigo y amparadnos ahora y en la
hora de nuestra muerte. Amén.

O mi Iesu, dimitte nobis debita nostra, libera nos ab


igne inferni, conduc in cælum omnes animas, præ-
sertim illas quæ maxime indigent misericordia tua.
O h Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del in-
fierno, lleva al cielo a todas las almas especialmente
a las más necesitadas de tu Misericordia!
II Las Ascensión Jesucristo a los cielos Mc 16, 15-16.19-20

Y les dijo: Id al mundo entero y predicad el Evangelio a toda la creación. El que creyere y fuere bautizado, se salvará,
mas el que no creyere, será condenado. Con esto el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se
sentó a la diestra de Dios. Y ellos, partiéndose de allí, predicaron por todas partes, cooperando el Señor y confirmando
la palabra con las señales que la acompañaban.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

III La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles Act 2, 1-5

M as el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas y os recordará
todas las cosas que os dije yo. Y al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. Y
se produjo de súbito desde el cielo un estruendo como de viento que soplaba vehementemente, y llenó toda la casa
donde se hallaban sentados. Y vieron aparecer lenguas como de fuego, que, repartiéndose, se posaban sobre cada uno
de ellos. Y se llenaron todos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en lenguas diferentes, según que el Espíritu
Santo les movía a expresarse.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

IV La Asunción de María Santísima a los cielos Lc 1, 46-49; Apoc 11, 19

M i alma magnifica al Señor y exulta de júbilo mi espíritu al Señor, mi Salvador, porque ha mirado la humildad
de su sierva; por eso todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi maravillas el
Poderoso, cuyo nombre es santo. Y se abrió el templo de Dios, que está en el cielo, y fué vista el arca de la alianza en
el templo, y se produjeron relámpagos, y voces, y truenos, y temblor de tierra, y fuerte granizada.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

V La Coronación de la Santísima Virgen María Cant 6,10; Apoc 12, 1; 18, 16; Ps 44, 10
¿
Quién es esa que aparece resplandeciente como la aurora, hermosa cual luna, deslumbradora como el sol, imponente
como batallones?. Y una gran señal fué vista en el cielo: una Mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies,
y sobre su cabeza una corona de doce estrellas. Tiene Él escrito en su vestido y en su manto Rey de reyes y Señor de
los que dominan. Está la Reina a su derecha, adornada con oro finísimo.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

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Una vez terminamos nos vamos a la página 19 para las oraciones finales.

Los domingos están dedicados a la Santísima Trinidad, para honrarla podemos rezar:

Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los ejércitos. Lle- os he mandado. Y mirad que Yo estoy con vosotros todos
nos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. Gloria al los días hasta el fin del mundo.
Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. Amén.
A vos, Dios Padre ingénito; a vos Hijo unigénito; a
Lectio i 2 Cor 13, 11.13 vos, Espíritu Santo Paráclito, santa e individua Trinidad,

H ermanos: Alegraos, sed perfectos, exhortaos, tened de todo corazón os confesamos, alabamos y bendecimos.
un mismo sentir, vivid en paz; y el Dios de la paz y A vos se dé la gloria por los siglos de los siglos.
de la caridad será con vosotros. La gracia de nuestro Señor �V. Bendigamos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Jesucristo, y la caridad de Dios Padre, y la participación R.
� Alabémosle y ensalcémosle en todos los siglos.
del Espíritu Santo sea con todos vosotros. Amén.
Orémos

O
Lectio ii Rom 11, 33-36 mnipotente y sempiterno Dios, que nos has concedido

O h profundidad de las riquezas de la sabiduría y cien-


cia de Dios! ¡Cuán inescrutables son sus juicios e in-
comprensibles sus caminos! Porque ¿quién conoció los de-
a tus siervos el don de conocer la gloria de la eterna
Trinidad en la confesión de la verdadera fe, y la de adorar
la Unidad en el poder de tu majestad: te rogamos que, por
signios del Señor?, o ¿quién primero fué su consejero?, o la firmeza de esta misma fe, nos libremos siempre de todas
¿quién primero le dió a Él, para que le sea recompensado? las adversidades. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Porque de Él y por Él y en Él son todas las cosas; a Él sea
Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen tuum.
gloria por todos los siglos. Amén.
Advéniat regnum tuum. Fiat volúntas tua, sicut in cœlo
Lectio iii Dan 3, 55-56.52 et in terra. Panem nóstrum quotidiánum da nobis hódie.

B endito eres, Señor, que penetras los abismos y estás Et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimittimus de-
sentado sobre Querubines. Bendito eres, Señor, en el bitóribus nostris. Et ne nos indúcas in tentatiónem: sed
firmamento del cielo, y digno de alabanza por todos los si- libera nos a malo. Amen.
glos Aleluya, Aleluya. Bendito eres, Señor Dios de nuestros Ave María, grátia plena, Dóminus tecum; benedicta
padres, y digno de alabanza por todos los siglos. Aleluia. tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Jesus.
Lectio iv Mt 28, 18-20 Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus, nunc
et in hora mortis nostræ. Amen.
D ijo Jesús a sus discípulos: Se me ha dado poder en el
cielo y en la tierra. Id, pues, y enseñad a todas las �V. Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto. R.
� Sicut
gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y erat in princípio et nunc, et semper et in sæcula sæculó-
del Espíritu Santo; enseñándoles a observar todo cuanto rum. Amen.

Feria Secunda (Lunes)


Misterios Gozosos

I La Anunciación de la Santísima Virgen María Lc 1, 26-33

F ue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una doncella desposada
con un varón llamado José, de la familia de David, y el nombre de la doncella era María. Y habiendo entrado a
ella, dijo: Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita tu entre las mujeres. Ella, al oír estas palabras, se
turbó, y discurría que podría ser esta salutación. Y le dijo el ángel: No temas, María, pues hallaste gracia a los ojos
de Dios. He aquí que concebirás en tu seno y darás a luz un Hijo, a quien darás por nombre Jesús. Este será grande,
y será llamado Hijo del Altísimo, y le dará el Señor Dios el trono de David su padre, y reinará sobre la casa de Jacob
etérnamente, y su reinado no tendrá fin.
V� . Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea �V. Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen
tu Nombre. Venga a nosotros tu Reino. Hágase tu volun- tuum. Advéniat regnum tuum. Fiat volúntas tua, sicut
tad, así en la tierra como en el cielo. R.
� El pan nuestro de in cœlo et in terra. R.
� Panem nóstrum quotidiánum
cada día dánosle hoy. Y perdónamos nuestras deuda, así da nobis hódie. Et dimitte nobis debita nostra, sicut et
como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos nos dimittimus debitóribus nostris. Et ne nos indúcas in
dejes caer en la tentación: mas líbranos del mal. Amén. tentatiónem: sed libera nos a malo. Amen.
El avemaría se repite 10 veces
V
� . Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor V
� . Ave María, grátia plena, Dóminus tecum; benedic-
es contigo; bendita eres entre todas las mujeres, y bendito ta tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Jesus.
es el fruto de tu vientre, Jesús. R.� Santa María, Madre de R.
� Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus,

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nunc et in hora mortis nostræ. Amen. Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora u en el hora de
nuestra muerte. Amén.
�V. Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto. R.
� V
� . Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. R. �
Sicut erat in princípio et nunc, et semper et in sæcula Como era en el principio, ahora, y siempre, y por los siglos
sæculórum. Amen. de los siglos. Amén.
�V. María Mater gratiæ, Mater Misericordiæ. R. � Tu V
� . María, Madre de gracia, Madre de Misericordia.
nos ab hoste protege et mortis hora súspice. Amen. R.
� Defendednos del enemigo y amparadnos ahora y en la
hora de nuestra muerte. Amén.

O mi Iesu, dimitte nobis debita nostra, libera nos ab


igne inferni, conduc in cælum omnes animas, præ-
sertim illas quæ maxime indigent misericordia tua.
O h Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del in-
fierno, lleva al cielo a todas las almas especialmente
a las más necesitadas de tu Misericordia!
II La Visitación de Nuestra Señora Lc 1, 39-41

P or aquellos días, levantándose María, se dirigió presurosa a la montaña, a un ciudad de Judá, y entró en la casa
de Zacarías y saludó a Isabel. Y aconteció que, al oir Isabel la salutación de María, dió saltos de gozo el niño en
su seno, y fue llena Isabel del Espíritu Santo,

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

III La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo Lc 2, 4.7-8.10-11

S ubió también José desde la Galilea, de la ciudad de Nazaret, a la Judea, a la ciudad de David que se llama Belén,
por ser él del linaje y familia de David. Y sucedió que estando ellos allí se le cumplieron a ella los días del parto, y
dió a luz su hijo primogénito, y le envolvió en pañales y le recostó en un pesebre, pues no había para ellos lugar en el
mesón. Y había unos pastores en aquella misma comarca, que pernoctaban al raso y velaban por turno para guardar
su ganado, y un ángel del Señor se presentó ante ellos. Y les dijo el Ángel: No temáis, pues he aquí que os traigo una
buena nueva, que será de grande alegría para todo el pueblo: que os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador,
que es el Mesías, el Señor.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

IV La Presentación del Niño Jesús en el Templo Lc 2, 22-23.25-32

Y cuando se les cumplieron los días de la purificación según la ley de Moisés, le subieron a Jerusalén para presentarle
al Señor, según está escrito en la Ley del Señor que «todo primogénito del sexo masculino será consagrado al
Señor», Y he aquí había un hombre en Jerusalén por nombre Simeón. Y era este hombre justo y temeroso de Dios,
que aguardaba la consolación de Israel, y el Espíritu Santo estaba sobre él; y le había sido revelado por el Espíritu
Santo que no vería la muerte antes del ver al Ungido del Señor. Y vino al templo impulsado por el Espíritu. Y cuando
sus padres introducían al niño Jesús para cumplir las prescripciones usuales de la ley tocantes a El, Simeón le recibió
en sus brazos y bendijo a Dios diciendo: Ahora dejas ir a tu siervo, Señor, según tu palabra, en paz; pues ya vieron
mis ojos tu salud, que preparaste a la faz de todos los pueblos; luz para iluminación de los gentiles y la gloria de tu
pueblo Israel.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

V La pérdida y hallazgo del Niño Jesús en el Templo Lc 2, 43-48

I ban sus padres cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua. Y cuando fué de doce años, habiendo ellos subido,
según la costumbre de la fiesta, y acabados los días, al volverse ellos, quedóse el niño Jesús en Jerusalén sin que lo
advirtiesen sus padres. Y creyendo ellos que El andaría en la comitiva caminaron una jornada; y le buscaban entre los
parientes y conocidos; y no hallándole, se tornaron a Jerusalén para buscarle. Y sucedió que después de tres días le
hallaron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; y se pasmaban todos
los que le oían de su inteligencia y de sus respuestas. Y sus padres, al verle, quedaron sorprendidos; y le dijo su madre:
Hijo, ¿por qué lo hiciste así con nosotros? Mira que tu padre y yo, llenos de aflicción, te andábamos buscando.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

Una vez terminamos nos vamos a la página 19 para las oraciones finales.

Los lunes están dedicados a la benditas almas de Purgatorio, para rogar por ellas podemos rezar:

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Lectio i i Apoc 14, 13 petua luceat eis. R. � Dum veneris judicare sæculum per

E n aquellos días: Oí la voz del cielo, que me decía: Es- ignem.


cribe: Bienaventurados los muertos que mueren en el �V. Kyrie, eleison. R. � Christe, eleison.
Señor. Ya desde ahora dice el Espíritu que descansen de �V. Kyrie, eleison. Pater noster….
sus trabajos, puesto que sus obras los van acompañando. �V. Et ne nos inducas in tentationem. R. � Sed libera nos
a malo.
Lectio ii Ioan 6, 37-40
�V. A porta inferi. R. � Erue, Domine animas eorum.
E n aquel tiempo: Dijo Jesús a las turbas de los judíos:
Todos los que el Padre me da, vendrán a mi; y al que
�V. Requiescant in pace. R. � Amen.
�V. Domine, exaudi orationem meam. R.
viniere a mi, no le desecharé; porque he descendido del meus ad te veniat.
� Et clamor
cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de aquel que me �V. Dominus vobiscum. R. � Et cum spiritu tuo.
ha enviado. Y la voluntad de mi Padre, que me ha envia- Oremus

F
do, es que yo no pierda ninguno de los que me ha dado, i delium Deus omnium Conditor et Redemptor, anima-
sino que los resucite a todos en el último día. Por tanto, bus famulorum, famularumque tuarum remissionesm
la voluntad de mi Padre, que me ha enviado, es que todo cunctorum tribue peccatorum: ut indulgentiam, quam
el que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna, y yo le semper optaverunt, piis supplicationibus consequantur.
resucitaré en el último día. Qui vivis et regnas in sæcula sæculorum. R. � Amen.
V� . Ne recorderis peccata mea, Domine. R. � Dum vene- �V. Requiem æterman dona eis, Domine. R. � Et lux
ris judicare sæculum per ignem. perpetua luceat eis.
V � . Dirige, Domine Deus meus, in conspectu tuo vian �V. Requiescant ins pace. R.
� Amen.
mean. R. � Dum veneris judicare sæculum per ignem. �V. Animæeorum et omnium fidelium defunctorum per
V � . Requiem æternam dona eis, Domine, et lux per- misericordiam Dei requiescant in pace. R. � Amen.

Feria Tertia (Martes)


Misterios Dolorosos

I La oración en el Huerto de los Olivos Mc 14, 33-36

Y lleva consigo a Pedro y a Santiago y a Juan, y comenzó a sentir espanto y abatimiento; y le dice: «triste en
gran manera está mi corazón hasta la muerte; quedad aquí y velad». Y apartándose un poco, caía sobre tierra,
y rogaba que, a ser posible, pasase el Él aquella hora, y decía: «Abba, Padre, todas las cosas te son posibles: traspasa
de mi este cáliz; más no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres».
V� . Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea �V. Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen
tu Nombre. Venga a nosotros tu Reino. Hágase tu volun- tuum. Advéniat regnum tuum. Fiat volúntas tua, sicut
tad, así en la tierra como en el cielo. R.
� El pan nuestro de in cœlo et in terra. R.
� Panem nóstrum quotidiánum
cada día dánosle hoy. Y perdónamos nuestras deuda, así da nobis hódie. Et dimitte nobis debita nostra, sicut et
como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos nos dimittimus debitóribus nostris. Et ne nos indúcas in
dejes caer en la tentación: mas líbranos del mal. Amén. tentatiónem: sed libera nos a malo. Amen.
El avemaría se repite 10 veces
V
� . Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor V
� . Ave María, grátia plena, Dóminus tecum; benedic-
es contigo; bendita eres entre todas las mujeres, y bendito ta tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Jesus.
es el fruto de tu vientre, Jesús. R.� Santa María, Madre de R.
� Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus,
Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora u en el hora de nunc et in hora mortis nostræ. Amen.
nuestra muerte. Amén.
V
� . Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. R. � �V. Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto. R.

Como era en el principio, ahora, y siempre, y por los siglos Sicut erat in princípio et nunc, et semper et in sæcula
de los siglos. Amén. sæculórum. Amen.
V
� . María, Madre de gracia, Madre de Misericordia. �V. María Mater gratiæ, Mater Misericordiæ. R. � Tu
R.
� Defendednos del enemigo y amparadnos ahora y en la nos ab hoste protege et mortis hora súspice. Amen.
hora de nuestra muerte. Amén.

O h Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del in-


fierno, lleva al cielo a todas las almas especialmente
a las más necesitadas de tu Misericordia!
O
mi Iesu, dimitte nobis debita nostra, libera nos ab
igne inferni, conduc in cælum omnes animas, præ-
sertim illas quæ maxime indigent misericordia tua.
II La Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo Ioan 18,38-40; 19, 1
«
Y o no hallo en Él delito alguno. Es costumbre vuestra que yo os suelte un preso por la Pascua: ¿queréis, pues,
que os suelte al rey de los Judíos?». Gritaron, pues, de nuevo, diciendo: «No, a ése, sino a Barrabás». Era este
Barrabás un salteador. Entonces, pues, tomó Pilato a Jesús y le azotó.

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Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

III La Coronación de espinas de Nuestro Señor Jesucristo Mt 27, 27-30

E ntonces los soldados del gobernador, tomando a Jesús y conduciéndole al pretorio, reunieron en torno a Él toda la
cohorte. Y habiéndole quitado sus vestidos, le envolvieron en una clámide de grana, y trenzando una corona de
espinas, la pusieron sobre su cabeza, y una caña en su mano derecha; y doblando la rodilla delante de Él, le mofaban,
diciendo: «Salud, Rey de los judíos». Y escupiendo en Él, tomaron la caña y le daban golpes en la cabeza.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

IV El Señor con la Cruz a cuestas Ioan 19, 16-17

E ntonces, pues, se le entregó para que fuera crucificando. Se apoderaron, pues, de Jesús, y llevando a cuestas su
cruz, salió hacia el lugar llamado el Cráneo, que en hebreo se dice Gólgota.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

V El Señor muere en la Cruz Lc 23, 33-34.39-46

Y cuando hibieron llegado al lugar llamado «Cráneo», allí crucificaron a El y a los malhechores, uno a la derecha
y otro a la izquierda. Y Jesús decía: Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen. Uno de los malhechores
que estaban colgados le insultaba, diciendo: ¿No eres tú el Mesías? Sálvate a tui mismo y a nosotros. Mas el otro,
respondiendo, le reconvenía, diciendo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en el mismo suplicio? Nosotros, a la
verdad, lo estamos justamente, pues recibimos el justo pago de lo que hicimos; mas éste nada inconveniente ha hecho.
Y decía a Jesús: Acuérdate de mi cuando vinieres en la gloria de tu realeza. Díjole [Jesús]: En verdad te digo que hoy
estarás en el paraíso. Y era ya como la hora sexta, y se produjeron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora nona,
habiendo faltado el sol; y se rasgó por medio el velo del santuario. Y clamando con voz poderosa, Jesús dijo: Padre,
en tus manos encomiendo mis espíritu. Y, dicho esto, expiró

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

Una vez terminamos nos vamos a la página 19 para las oraciones finales.

Los martes están dedicados a nuestro Ángel de la Guarda, para pedir su protección podemos rezar:

Lectio i Ps 90, 10-12 seamos siempre defendidos con su protección y gocemos

N o se te acercará mal alguno, y no se allegará a tu mora-


da la desgracia. Pues dio a sus ángeles órdenes acerca
de ti, para que te guarden en todos tus pasos. Te llevarán
un día eternamente de su compañía en el Cielo. Por nues-
tro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en
unión del Espíritu Santo Dios por todos los siglos de los
en las palmas de sus manos, para que tu pie no tropiece siglos. R.
� Amém.
en alguna piedra.
Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen tuum.
Lectio ii Ex 23, 20-22 Advéniat regnum tuum. Fiat volúntas tua, sicut in cœlo

Y o mandaré a un ángel ante ti, para que te defienda


en el camino y te haga llegar al lugar que te he dis-
puesto. Acátale, y escucha su voz, no le resista, porque
et in terra. Panem nóstrum quotidiánum da nobis hódie.
Et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimittimus de-
bitóribus nostris. Et ne nos indúcas in tentatiónem: sed
no perdonará vuestras rebeliones y porque lleva mi nom- libera nos a malo. Amen.
bre. Pero si le escuchas y haces cuanto él te diga, yo seré Ave María, grátia plena, Dóminus tecum; benedicta
enemigo de tus enemigos y afligiré a los que te aflijan. tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Jesus.
�V. Dios mío, os cantaré en la presencia de vuestros Án- Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus, nunc
geles. R.� Os adoraré en vuestro santo templo y cantaré a et in hora mortis nostræ. Amen.
vuestro nombre. Angele Dei, qui custos es mei, me tibi commissum
Orémos pietate superna, illumina, custodi, rege et guberna. Amén

O h Dios, que con admirable providencia os habéis dig-


nado enviarnos a vuestro santos Ángeles para que
nos guarden; concedenos, humildemente os pedimos, que
V� . Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto. R.
� Sicut
erat in princípio et nunc, et semper et in sæcula sæculó-
rum. Amen.

8
Feria Quarta (Miércoles)
Misterios Gloriosos

I La Resurrección del Señor Mc 16 1.5-7

Y pasado el sábado, María la Magdalena y María la de Santiago compraron perfumes con el fin de ir a ungirle.
Y entrando en le monumento. Y entrando en el monumento, vieron un joven sentado a la derecha, vestido de
un largo ropaje blanco, y quedaron espantadas. El les dice: No temáis. A Jesús buscáis, el Nazareno, el crucificado;
resucitó, no está aquí. Mirad el lugar donde le pusieron. Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que va delante de
vosotras a Galilea; allí le veréis, conforme lo dijo.
V� . Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea �V. Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen
tu Nombre. Venga a nosotros tu Reino. Hágase tu volun- tuum. Advéniat regnum tuum. Fiat volúntas tua, sicut
tad, así en la tierra como en el cielo. R.
� El pan nuestro de in cœlo et in terra. R.
� Panem nóstrum quotidiánum
cada día dánosle hoy. Y perdónamos nuestras deuda, así da nobis hódie. Et dimitte nobis debita nostra, sicut et
como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos nos dimittimus debitóribus nostris. Et ne nos indúcas in
dejes caer en la tentación: mas líbranos del mal. Amén. tentatiónem: sed libera nos a malo. Amen.
El avemaría se repite 10 veces
V
� . Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor V
� . Ave María, grátia plena, Dóminus tecum; benedic-
es contigo; bendita eres entre todas las mujeres, y bendito ta tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Jesus.
es el fruto de tu vientre, Jesús. R.� Santa María, Madre de R.
� Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus,
Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora u en el hora de nunc et in hora mortis nostræ. Amen.
nuestra muerte. Amén.
V
� . Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. R. � �V. Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto. R.

Como era en el principio, ahora, y siempre, y por los siglos Sicut erat in princípio et nunc, et semper et in sæcula
de los siglos. Amén. sæculórum. Amen.
V
� . María, Madre de gracia, Madre de Misericordia. �V. María Mater gratiæ, Mater Misericordiæ. R. � Tu
R.
� Defendednos del enemigo y amparadnos ahora y en la nos ab hoste protege et mortis hora súspice. Amen.
hora de nuestra muerte. Amén.

O h Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del in-


fierno, lleva al cielo a todas las almas especialmente
a las más necesitadas de tu Misericordia!
O
mi Iesu, dimitte nobis debita nostra, libera nos ab
igne inferni, conduc in cælum omnes animas, præ-
sertim illas quæ maxime indigent misericordia tua.
II Las Ascensión Jesucristo a los cielos Lc 24, 50-51; Act 1, 10-11; Lc 24, 52

Y los sacó afuera hasta llegar junto a Betania, y alzando sus manos los bendijo. Y aconteció que, mientras los
bendecía, se desprendió de ellos, y era llevado en alto al cielo. Y mientras estaban con los ojos clavados en el
cielo mirando cómo se iba, de pronto se les presentaron dos varones con vestiduras blancas, los cuales además dijeron:
«Varones galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando fijamente al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido quitado de
entre vosotros para ser elevado al cielo, así vendrá, de la manera que le habéis contemplado irse al cielo». Y ellos,
habiéndole adorado, se tornaron a Jerusalén con grande gozo, y estaban continuamente en el templo bendiciendo a
Dios.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

III La Venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles Ioan 14, 26; Tit 3, 4-7

M as el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, El os enseñará todas las cosas y os recordará
todas las cosas que os dije yo. Mas cuando se manifestó la bondad y amor a los hombres de Dios, nuestro Salvador,
no por obras hechas en justicia que nosotros hubiéramos practicado, sino según en misericordia, nos salvó por el baño
de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo, que derramó sobre nosotros opulentamente por Jesucristo,
nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia, seamos constituidos, conforme a la esperanza, herederos de la
vida eterna.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

IV La Asunción de María Santísima a los cielos Eccli 24, 11-13.15-20

E n todas las cosas busqué el descanso y en la heredad del Señor fijé mi morada. Entonces el Creador de todas las
cosas dió sus órdenes, y me habló; y el que a mi me dió el ser descansó en mi tabernáculo, y ne dijo: Habita
en Jacob, y sea Israel tu herencia, y arráigate en medio de mis escogidos. Y así fijé el lugar de mi reposo la ciudad
santa, y en Jerusalén está el trono mío. Y me arraigué en un pueblo glorioso, y en la porción de mi Dios, la cual es su
herencia: y mi habitación fué en la plena reunión de los santos. Elevada estoy cual cedro del Líbano y cual ciprés sobre
el monte Sión. Extendí mis ramas como palma de Cades y como rosal plantado en Jericó; me alcé como hermoso olivo

9
en los campos, y como plátano en las plazas junto al agua. Como cinamomo y bálsamo aromático despedí fragancia.
Como mirra exhalé suave .[3]

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

V La Coronación de la Santísima Virgen María Eccli 24, 5; 7, 9-11

Y o salí de la boca del Altísimo, engendrada antes que existiera criatura alguna. Yo habité en las alturas y columna
de nubes fue mi trono. Hollé toda la tierra y en toda nación imperé y dominé con mi poder los corazones de los
grandes y de los humildes. El que me escucha no quedará avergonzado y los que se guían por mi no pecarán. Los que
me dan a conocer, conseguirán la vida eterna.[7]

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

Una vez terminamos nos vamos a la página 19 para las oraciones finales.

Los miércoles están dedicados al Patriarca San José, para pedir su intercesión podemos rezar:
Lectio i Lc 3, 23 la gloria; por vos, por un admirable destino, semejante a

J esús, al empezar, tenía unos treinta años, y era, según


se creía, hijo de José.
los Santos, y aun más dichoso, disfrutáis ya en esta vida
de la presencia de Dios.
Lectio ii Mt 1, 18-21 Oh Trinidad soberana, oíd nuestras preces, conceded-

E stando desposada la Madre de Jesús, María, con Jo- nos el perdón; que los méritos de José nos ayuden a subir
sé, sin que antes hubiesen estado juntos, se halló que al cielo, para siempre el cántico de acción de gracias y de
había concebido en su seno por obra del Espíritu Santo. felicidad. Amén.
Mas José, su esposo, siendo como era justo, y no querien- Orémos
do infamarla, deliberó dejarla secretamente. Estando él en
este pensamiento, he aquí que un ángel del Señor se le apa-
reció en suerños, diciendo: José, hijo de David, no tengas O h Dios, que con inefable providencia elegisteis al bien

Madre;
aventurado José para esposo de vuestra santísima
os rogamos nos concedáis tener por intercesor en
recelos en recibir a María tu esposa, porque lo que se ha
engendrado en su seno, es obra del Espíritu Santo. Así que el cielo al que ve neramos como protector en la tierra. Vos
dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, que vives y reinas con Dios Padre en unidad del Espíritu
pues él es el que ha de salvar a su pueblo de sus pecados. Santo Dios por los siglos de los siglos. R.
� Amén.

Himno Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen tuum.

O h José! Que los coros celestiales celebren vuestras Advéniat regnum tuum. Fiat volúntas tua, sicut in cœlo
grandezas; que los cantos de todos los cristianos ha- et in terra. Panem nóstrum quotidiánum da nobis hódie.
gan resonar vuestras alabanzas. Glorioso ya por vuestros Et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimittimus de-
méritos, os unisteis por una casta alianza a la augusta bitóribus nostris. Et ne nos indúcas in tentatiónem: sed
Virgen. libera nos a malo. Amen.
Cuando dominado por la duda y la ansiedad, os asom- Ave María, grátia plena, Dóminus tecum; benedicta
bráis del estado en que se halla vuestra esposa, un Ángel tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Jesus.
viene a deciros que el hijo que ella ha concebido es obra Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus, nunc
del Espíritu Santo. et in hora mortis nostræ. Amen.
El Señor ha nacido, y le estrecháis en vuestros brazos;
V� . Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto. R.

partís con él hacia las lejanas playas de Egipto; después
Sicut erat in princípio et nunc, et semper et in sæcula
de haberle perdido en Jerusalén, le encontráis de nuevos;
así vuestros gozos van mezclados con lágrimas. sæculórum. Amen.
Otros son glorificados después de una santa muerte, y V� . Ora pro nobis, sancte Joseph. R.
� Ut digni efficia-
los que han merecido la palma son recibidos en el seno de mur promissionisbus Christi. Amen.

Feria Quinta (Jueves)


Forma Tradicional Forma Nueva
Misterios Gozosos Misterios Luminosos

I La Anunciación de la Santísima Virgen María I El Bautismo del Señor en el Jordán


Ioan 1, 1.5 Mc 1, 9-11

E n el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba en


Dios, y el Verbo era Dios. Y el Verbo se hizo carne, Y aconteció por aquellos días que vino Jesús desde Na-
zaret de Galilea y fué bautizado en el Jordán por

10
Juan [el Bautista]. Y al punto subiendo del agua, vió ras- y habitó entre nosotros; y contemplamos su gloria, gloria
garse los cielos y venir sobre Él el Espíritu Santo como cual Unigénito procedente del Padre: lleno de gracia y de
paloma; y una voz vino de los cielos: «Tú eres mi Hijo verdad
amado, en Ti me agradé».
V� . Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea �V. Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen
tu Nombre. Venga a nosotros tu Reino. Hágase tu volun- tuum. Advéniat regnum tuum. Fiat volúntas tua, sicut
tad, así en la tierra como en el cielo. R.
� El pan nuestro de in cœlo et in terra. R.
� Panem nóstrum quotidiánum
cada día dánosle hoy. Y perdónamos nuestras deuda, así da nobis hódie. Et dimitte nobis debita nostra, sicut et
como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos nos dimittimus debitóribus nostris. Et ne nos indúcas in
dejes caer en la tentación: mas líbranos del mal. Amén. tentatiónem: sed libera nos a malo. Amen.
El avemaría se repite 10 veces
V
� . Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor V
� . Ave María, grátia plena, Dóminus tecum; benedic-
es contigo; bendita eres entre todas las mujeres, y bendito ta tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Jesus.
es el fruto de tu vientre, Jesús. R.� Santa María, Madre de R.
� Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus,
Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora u en el hora de nunc et in hora mortis nostræ. Amen.
nuestra muerte. Amén.
V
� . Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. R. � �V. Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto. R.

Como era en el principio, ahora, y siempre, y por los siglos Sicut erat in princípio et nunc, et semper et in sæcula
de los siglos. Amén. sæculórum. Amen.
V
� . María, Madre de gracia, Madre de Misericordia. �V. María Mater gratiæ, Mater Misericordiæ. R. � Tu
R.
� Defendednos del enemigo y amparadnos ahora y en la nos ab hoste protege et mortis hora súspice. Amen.
hora de nuestra muerte. Amén.

O h Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del in-


fierno, lleva al cielo a todas las almas especialmente
a las más necesitadas de tu Misericordia!
O
mi Iesu, dimitte nobis debita nostra, libera nos ab
igne inferni, conduc in cælum omnes animas, præ-
sertim illas quæ maxime indigent misericordia tua.

II Las Bodas de Caná II La Visitación de Nuestra Señora


Ioan 2, 1-5 Lc 1, 39-41

Y al día tercero se celebraron unas bodas en Caná de


Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. Fueron tam-
bién invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y como
Y levantó la voz con gran clamor y dijo: Bendita tu entre
las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Y de
dónde a mí esto que venga la madre de mi Señor a mí?
faltase el vino, dice su madre a Jesús: no tienen vino. Y le Porque he aquí que, como sonó la voz de tu salutación
dice Jesús: ¿Qué tenemos que ver tú y yo, mujer? Todavía en mi oídos, dió saltos de alborozo el niño en mi seno. Y
no ha llegado mi hora. DIce su madre a los que servían: dichosa la que creyó que tendrán cumplimiento las cosas
Todo cuanto Él os diga, hacedlo. que le han sido dichas de parte del Señor.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh
Jesús mío…(como en el primer misterio) Jesús mío…(como en el primer misterio)

III El Anuncio del Reino de Dios III La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo
Mc 1, 14-15.21-22 Lc 2, 15-20

Y después que Juan [el Bautista] hubo sido entregado,


vino Jesús a Galilea, y allí predicaba el Evangelio de
Dios, y decía que «Se ha cumplido el tiempo y está cerca
Y aconteció que, al partirse de ellos los ángeles al cielo,
los pastores se decían unos a otros: «Ea, pasemos has-
ta Belén, y veamos esta acontecimiento que el Señor nos
el reino de Dios: arrepentíos y creed en el Evangelio». Y manifestó». Y se vinieron a toda prisa, y hallaron a María
entran en Cafarnaúm; y luego que fué sábado enseñaba en y a José, y al niño recostado en el pesebre. Y habiéndo-
la sinagoga. Y se asombraban de su enseñanza, porque les le visto, dieron a conocer la declaración que se les había
estaba enseñando como quien tiene autoridad, y no como hecho acerca de este niño. Y todos los que les oyeron se
los escribas. maravillaron de las cosas que les habían dicho los pastores.
Pero María guardaba todas estas palabras confiriéndolas
Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh en su corazón. Y se tornaron los pastores glorificando y
Jesús mío…(como en el primer misterio) alabando a Dios por todas las cosas que oyeron y vieron,
conforme les había sido anunciadas.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh


Jesús mío…(como en el primer misterio)

IV La Transfiguración IV La Presentación del Niño Jesús en el Templo


Mt 17, 1-5 Lc 2, 22-23.36.38

11
Y cuando se les cumplieron los días de la purificación
según la ley de Moisés, le subieron a Jerusalén para
presentarle al Señor, según está escrito en la Ley del Señor
Y seis días después toma Jesús consigo a Pedro, a San-
tiago y a Juan, su hermano, y sube con ellos a un
monte elevado a solas. Y se transfiguró en presencia de
que «todo primogénito del sexo masculino será consagrado ellos, y comenzó a relumbar su faz como el sol, y sus ves-
al Señor», Había tambiém una profetisa, Ana, hija de Fa- tiduras se pararon blancas como la luz. Y de pronto apa-
nuel, de la tribu de Aser, que era de edad muy avanzada. recieron a su vista Moisés y Elías, conversando con El.
Y a la misma hora, sobreviniendo, alababa también a Dios Tomando Pedro la palabra, dijo a Jesús: Señor, linda co-
y hablaba de El a todos los que esperaban la redención de sa es estarnos aquí; si quieres, haré aquí tres tiendas: una
Jerusalén. para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Estando aún
él hablando, de pronto una nube luminosa los cubrió. Y
Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh he aquí una voz salida de la nube, que decía: Este es mi
Jesús mío…(como en el primer misterio) Hijo querido, en quien me agradé; escuchadle.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh


Jesús mío…(como en el primer misterio)

V La pérdida y hallazgo del Niño Jesús en el V La Institución de la Eucaristía


Templo Mt 26, 26-28
Lc 2, 43-48

E stando ellos comiendo, tomando Jesús un pan, y ha-

I ban sus padres cada año a Jerusalén por la fiesta de la biendo pronunciado la bendición, lo partió, y dándolo
Pascua. Y cuando fué de doce años, habiendo ellos su- a los discípulos dijo: «Tomad, comed: éste es mi cuerpo».
bido, según la costumbre de la fiesta, y acabados los días, Y habiendo tomado un cáliz, y habiendo dado gracias, se
al volverse ellos, quedóse el niño Jesús en Jerusalén sin que lo dió, diciendo: «Bebed de él todos, porque ésta es mi
lo advirtiesen sus padres. Y creyendo ellos que El anda- sangre de la alianza, que por muchos es derramada para
ría en la comitiva caminaron una jornada; y le buscaban la remisión de los pecados».
entre los parientes y conocidos; y no hallándole, se tor-
naron a Jerusalén para buscarle. Y sucedió que después Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh
de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio Jesús mío…(como en el primer misterio)
de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; y
se pasmaban todos los que le oían de su inteligencia y de
sus respuestas. Y sus padres, al verle, quedaron sorpren-
didos; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué lo hiciste así con
nosotros? Mira que tu padre y yo, llenos de aflicción, te
andábamos buscando.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh


Jesús mío…(como en el primer misterio)

Una vez terminamos nos vamos a la página 19 para las oraciones finales.

Los jueves están dedicados al Santísimo Sacramento del Altar, hagamos una visita al Santísimo y, para adorarle,
podemos rezar:

Lectio i 1 Cor 11, 23-29 indignamente, se traga y bebe su propia condenación, no


haciendo el debido discernimiento del cuerpo del Señor.

H ermanos: Yo recibí del Señor lo que también os tengo


enseñado, y es que el Señor Jesús la noche misma en
Lectio ii Ioan 6, 56-59
que había de ser entregado, tomó el pan, y dando gracias,
lo partió, y dijo: Tomad y comed; este es mi cuerpo, que E n aquel tiempo: Dijo Jesús a las turbas de los judíos:
Mi carne verdaderamente es comida, y mi Sangre es
verdaderamente bebida. Quien como mi carne y bebe mi
por vosotros será entregado; haced esto en memoria mía.
Y de la misma manera tomó también el cáliz después de Sangre, en mi mora y yo en él. Así como el Padre, que
haber cenado, diciendo: Este es el Nuevo Testamento en me ha enviado, vive, y yo vivo por mi Padre; así quien
mi sangre. Haced esto, cuantas veces le bebiereis, en me- me come, también él vivirá por mi. Este es el Pan que
moria mía. Pues todas las veces que comiereis este pan, y ha bajado del Cielo. No sucederá como a vuestros padres,
bebiereis este cáliz, anunciaréis la muerte del Señor has- que comieron el maná y, no obstante esto, murieron. Quien
ta que venga. De manera que cualquiera que comiere este come este pan vivirá eternamente.
pan, o bebiere el cáliz del Señor indignamente, reo será Orémus
del Cuerpo y la Sangre del Señor. Por lo tanto, examínese
a sí mismo el hombre; y de esta suerte, coma del aquel
pan y beba de aquel cáliz; porque quien le come y bebe
O h Dios, que dejasteis la memoria de vuestra Pasión en
ese Sacramento admirable: concedednos que de tal
suerte veneremos los sagrados misterios de vuestro Cuer-

12
po y vuestra Sangre, que experimentemos continuamente libera nos a malo. Amen.
en nuestras almas el fruto de vuestra redención: Vos que Ave María, grátia plena, Dóminus tecum; benedicta
vivís y reináis con Dios Padre, en la unidad del Espíritu tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Jesus.
Santo Dios, por los siglos de los siglos, Amén. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus, nunc
� . Adóremus in ætérnum Sanctíssimum Sacraméntum. et in hora mortis nostræ. Amen.
V
R.
� Adóremus in ætérnum Sanctíssimum Sacraméntum. �V. Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto. R.

Sicut erat in princípio et nunc, et semper et in sæcula
Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen tuum.
sæculórum. Amen.
Advéniat regnum tuum. Fiat volúntas tua, sicut in cœlo
Lo anterior se repite tres veces
et in terra. Panem nóstrum quotidiánum da nobis hódie.
Et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimittimus de- �V. Adóremus in ætérnum Sanctíssimum Sacraméntum.
bitóribus nostris. Et ne nos indúcas in tentatiónem: sed R. � Adóremus in ætérnum Sanctíssimum Sacraméntum.

Feria Sexta (Viernes)


Misterios Dolorosos

I La oración en el Huerto de los Olivos Mt 26, 36-39

E ntonces llega Jesús con ellos a una granja llamada Getsemaní, y dice a sus discípulos Sentaos aquí voy allá para hacer
oración. Y llevando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a ponerse triste y a sentir abatimiento.
Entonces les dice: Triste en gran manera está mi alma hasta la muerte; quedad aquí y velad. Y adelantándose un poco,
cayó sobre su rostro, y oraba diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mi este cáliz; mas no como quiero, sino como
quieres tu.
V� . Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea �V. Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen
tu Nombre. Venga a nosotros tu Reino. Hágase tu volun- tuum. Advéniat regnum tuum. Fiat volúntas tua, sicut
tad, así en la tierra como en el cielo. R.
� El pan nuestro de in cœlo et in terra. R.
� Panem nóstrum quotidiánum
cada día dánosle hoy. Y perdónamos nuestras deuda, así da nobis hódie. Et dimitte nobis debita nostra, sicut et
como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos nos dimittimus debitóribus nostris. Et ne nos indúcas in
dejes caer en la tentación: mas líbranos del mal. Amén. tentatiónem: sed libera nos a malo. Amen.
El avemaría se repite 10 veces
V
� . Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor V
� . Ave María, grátia plena, Dóminus tecum; benedic-
es contigo; bendita eres entre todas las mujeres, y bendito ta tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Jesus.
es el fruto de tu vientre, Jesús. R.� Santa María, Madre de R.
� Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus,
Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora u en el hora de nunc et in hora mortis nostræ. Amen.
nuestra muerte. Amén.
V
� . Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. R. � �V. Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto. R.

Como era en el principio, ahora, y siempre, y por los siglos Sicut erat in princípio et nunc, et semper et in sæcula
de los siglos. Amén. sæculórum. Amen.
V
� . María, Madre de gracia, Madre de Misericordia. �V. María Mater gratiæ, Mater Misericordiæ. R. � Tu
R.
� Defendednos del enemigo y amparadnos ahora y en la nos ab hoste protege et mortis hora súspice. Amen.
hora de nuestra muerte. Amén.

O h Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del in-


fierno, lleva al cielo a todas las almas especialmente
a las más necesitadas de tu Misericordia!
O
mi Iesu, dimitte nobis debita nostra, libera nos ab
igne inferni, conduc in cælum omnes animas, præ-
sertim illas quæ maxime indigent misericordia tua.

II La Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo Mc 15,

P ilato de neuvos respondiento, les dijo: ¿Qué queréis que haga con este que llamáis Rey de los Judíos? Ellos de
nuevo gritando: Crucifícale. Mas Pilato les decía: Pues, ¿qué mal ha hecho? Ellos más y más gritaban: Crucifícale.
Pilato queriendo dar satisfacción a la turba, les soltó a Barrabas. Y entregó a Jesús, después de azotarle para que
fuese crucificado.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

III La Coronación de espinas de Nuestro Señor Jesucristo Mc 15, 16- 19

L os soldados se lo llevaron dentro del palacio, que es el pretorio, y convocan a toda la cohorte, y le revisten de
púrpura y le cién una corona de espinas que habían tranzado. Y comenzaron a saludarle: ¡Salud, Rey de los
judíos! Y le golpeaban la cabeza con una caña, y le escupían, y doblando las rodillas le hacían acatamientos.

13
Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

IV El Señor con la Cruz a cuestas Lc 23, 26-31

Y como le hubieron sacado, echaron mano a un tal Simón de Cirene que venía del campo, le pusieron en hombros
la cruz para que la llevase detrás de Jesús. Seguíale gran muchedumbre de pueblo y de mujeres, las cuales le
plañían y lamentaban. Volviéndose Jesús a ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén: no lloréis sobre mi, sino llorad más bien
sobre vosotras mismas y sobre vuestros hijos. Porque, mirad, vendrán días en que dirán: «Dichosas las estériles, y los
vientres que no engendraron, y los pechos que no criaron». Entonces comenzarán a decir a los montes: «Caed sobre
nosotros», y a los collados: «Sepultadnos». Porque si en el leño verde esto hacen, ¿en el seco qué se hará?

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

V El Señor muere en la Cruz Ioan 19, 25-30

E staban junto a la cruz de Jesús su Madre y la hermana de su Madre, María de Cleofás, y María Magdalena. Jesús,
pues, viendo a la Madre, y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su Madre: Mujer, he ahí a tu hijo.
Luego dice al discípulo: He ahí a tu Madre. Y desde aquella hora la tomó el discípulo en su compañía. Después de
esto, sabiendo Jesús que ya todas las cosas estaban cumplidas, para que se cumpliese la Escritura, dice: Tengo sed.
Había allí un vaso llenos de vinagre; tomando, pues, una esponja empapada en el vinagre y clavándola en una caá de
hisopo, se la acercaban a la boca. Cuando, pues, hubo tomado el vinagre, Jesús dijo: Consumando está. E inclinando
la cabeza entregó el espíritu.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Jesús mío…(como en el primer misterio)

Una vez terminamos nos vamos a la página 19 para las oraciones finales.

Los viernes están dedicados a la Pasión de NS Jesucristo, para redordarla podemos rezar el siguiente Via Crucis[12]:

Primera Estación: Jesús es condenado a muerte.— Tercera Estación: Jesucristo cae por primera vez.—
¡Oh Señor mío Jesucristo, que quisiste ser condenado a ¡Oh Señor mío Jesucristo!, cuando yo caiga desfallecido y
muerte por mis pecados, para que yo fuese perdonado de sin ánimo para cumplir mi deber, te suplico me levantes y
ellos!, te suplico me perdones en vida mis culpas, y en el reanimes con tu gracia, para seguir con mi cruz cumplien-
día del juicio me absuelvas de las penas eternas do hasta morir tu santa voluntad
Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen tuum. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Advéniat regnum tuum. Fiat volúntas tua, sicut in cœlo ¡Señor, pequé! Tened misericordia de mí.
et in terra. Panem nóstrum quotidiánum da nobis hódie. Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de nuestro
Et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimittimus de- Señor Jesucristo y los Dolores de su Madre María Santísi-
bitóribus nostris. Et ne nos indúcas in tentatiónem: sed ma.
libera nos a malo. Amen.
Cuarta Estación: Jesucristo encuentra a su Santísi-
Ave María, grátia plena, Dóminus tecum; benedicta
ma Madre.— ¡Oh Señor mío Jesucristo!, no sólo a Ti, sino
tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Jesus.
también a tu Madre, fuí causa de dolor. En la calle de
Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus, nunc
Amargura de mi vida, envíame el consuelo de encontrar
et in hora mortis nostræ. Amen.
a tu Madre, que con su presencia tendré más ánimo. Y
�V. Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto. R.
� Sicut vos, ¡oh Virgen Dolorosa, Madre mía!, perdonadme y no
erat in princípio et nunc, et semper et in sæcula sæculó- os apartéis jamas de mí,
rum. Amen.
¡Señor, pequé! Tened misericordia de mí. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de nuestro ¡Señor, pequé! Tened misericordia de mí.
Señor Jesucristo y los Dolores de su Madre María Santísi- Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de nuestro
ma. Señor Jesucristo y los Dolores de su Madre María Santísi-
ma.
Segunda Estación: Jesucristo toma la Cruz.— ¡Oh
Señor mío Jesucristo, que con tanto ánimo tomaste en tus Quinta Estación: La ayuda del Cirineo.— ¡Oh Señor
hombros la cruz de mis pecados!, te suplico me concedas mío Jesucristo!, te suplico me des la gracia de que yo sea
resignación y ánimo para llevar la merecida cruz de mis tu Cirineo cooperando a la salvación de los hombres, que
trabajos por tu amparo sea el Cirineo de los afligidos, pobres y necesitados, ali-
viando sus penas, y que tú seas nuestro Cirineo para que
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. perseveremos hasta el fin.
¡Señor, pequé! Tened misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de nuestro Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Señor Jesucristo y los Dolores de su Madre María Santísi- ¡Señor, pequé! Tened misericordia de mí.
ma. Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de nuestro

14
Señor Jesucristo y los Dolores de su Madre María Santísi- ma.
ma.
Undécima Estación: Jesucristo es crucificado.—
Sexta Estación: Jesucristo encuentra a la Veróni- ¡Oh Señor mío Jesucristo, aunque estás en la Cruz hu-
ca.— ¡Oh Señor mío Jesucristo!, te suplico que grabes en millado, ajusticiado, deshecho, eres mi Dios, mi Rey y mi
mi corazón aquella imagen que dejaste a la Verónica en el Redentor! Como a mi Dios te adoro con viva fe, como a
lienzo con que enjugó tu rostro, para que teniendo presen- mi Rey te saludo y ofrezco cuanto tengo y poseo, como mi
te lo que Tú sufriste por mí, me anime a sufrir cualquier Redentor te amo con toda mi alma y te consagro todo mi
cosa por Tí. corazón.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
¡Señor, pequé! Tened misericordia de mí. ¡Señor, pequé! Tened misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de nuestro Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de nuestro
Señor Jesucristo y los Dolores de su Madre María Santísi- Señor Jesucristo y los Dolores de su Madre María Santísi-
ma. ma.
Séptima Estación: Jesucristo cae por segunda vez.— Duodécima Estación: Jesús muere en la Cruz.—
¡Oh Señor mío Jesucristo!, te suplico que, aun cuando yo ¡Oh Señor mío Jesucristo, que en la Cruz mueres por
caiga segunda vez y muchas veces en mi camino, no me mi!Más me amaste a mi que a Ti, pues quisiste morir por
dejes, no me abandones caído; ¡ten paciencia conmigo! Le- mí. Concédeme vivir y morir por Ti, como Tú viviste y
vántame, anímame, ayúdame, para que siga adelante con moriste por mí. ¡Dame una buena muerte! Morir en tu
tu cruz a tu lado. gracia, morir en tu amor, morir en tu voluntad, morir en
tu cruz.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
¡Señor, pequé! Tened misericordia de mí. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de nuestro ¡Señor, pequé! Tened misericordia de mí.
Señor Jesucristo y los Dolores de su Madre María Santísi- Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de nuestro
ma. Señor Jesucristo y los Dolores de su Madre María Santísi-
ma.
Octava Estación: Jesucristo habla a las hijas de Je-
rusalén.— ¡Oh Señor mío Jesucristo, que, a pesa de ser Decimotercera Estación: Jesús es bajado de la
árbol florido y fructuoso, tan duramente fuiste castigado Cruz.— ¡Oh Señor mío Jesucristo, muerto y deshecho por
por mis culpas!, dame tu santo amor, temor y humilde mí! Yo venero tu santísimo y divinísimo cuerpo reclina-
resignación, para que, pues soy tronco árido y leño seco, do en los brazos de tu piadosísima Madre, y te suplico me
sufra lo que tu providencia me envía, que es mucho menos concedas un vivo dolor de tanto como a Tí y a tu Madre os
de lo que yo merezco y, sin comparación, menos de los que hice padecer con mis pecados y gracia para enmendarme
padeciste Tú por mí. de todos ellos.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


¡Señor, pequé! Tened misericordia de mí. ¡Señor, pequé! Tened misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de nuestro Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de nuestro
Señor Jesucristo y los Dolores de su Madre María Santísi- Señor Jesucristo y los Dolores de su Madre María Santísi-
ma. ma.

Novena Estación: Jesucristo cae por tercera vez.— Decimocuarta Estación: Jesús es sepultado.— ¡Oh
¡Oh Señor mío Jesucristo!, yp te suplico que, si es posible, Señor mío Jesucristo!, te suplico me concedas la gracia de
me libres de las grandes tribulaciones y cruces como la que morir de tal manera que, por haber participado de tu pa-
te hizo caer tres veces; mas si tu voluntad me las da y mis sión, pueda, al expirar, participar e tu gloria y, en el día
pecados las exigen, auxíliame con tu gracia y levántame del juicio, de tu resurrección. Que tu cruz gobierne mi vida
en mis desmayes con tu amor. y que tu cruz cobije mi muerte en el sepulcro.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria. Padrenuestro, Avemaría y Gloria.


¡Señor, pequé! Tened misericordia de mí.
¡Señor, pequé! Tened misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de nuestro
Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de nuestro
Señor Jesucristo y los Dolores de su Madre María Santísi-
Señor Jesucristo y los Dolores de su Madre María Santísi-
ma.
ma.
Alma de Cristo, santifícame.
Décima Estación: Jesucristo es desnudado de sus
Cuerpo de Cristo, sálvame.
vestidos.— ¡Oh Señor mío Jesucristo!, suplícote me conce-
Sangre de Cristo, lávame.
das gran conformidad con la pobreza y profundo desprecio
Agua del costado de Cristo, purifícame.
de los bienes de esta vida, de modo que, así como dejaste
Pasión de Cristo, confórtame.
tus vestidos por mí, así yo me despoje, al menos, de los
¡Oh buen Jesús!, óyeme.
supérfluo y lujoso por Ti y por los pobres.
Dentro de tus llagas escóndeme.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria. No permitas que me aparte de Ti.
¡Señor, pequé! Tened misericordia de mí. Del maligno enemigo defiéndeme.
Bendita y alabada sea la Pasión y muerte de nuestro En la hora de mi muerte, llámame.
Señor Jesucristo y los Dolores de su Madre María Santísi- Y mándame ir a Ti.

15
3
Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén.

Sabatto (Sábado)
Forma Tradicional Forma Nueva
Misterios Gloriosos Misterios Gozosos

I La Resurrección del Señor I La Anunciación de la Santísima Virgen María


Mc 16 1.5-7 Ioan 1, 1.5

Y pasado el sábado, María la Magdalena y María la de


Santiago compraron perfumes con el fin de ir a un- E
n el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba en
Dios, y el Verbo era Dios. Y el Verbo se hizo carne,
girle. Y entrando en le monumento. Y entrando en el mo- y habitó entre nosotros; y contemplamos su gloria, gloria
numento, vieron un joven sentado a la derecha, vestido de cual Unigénito procedente del Padre: lleno de gracia y de
un largo ropaje blanco, y quedaron espantadas. El les di- verdad
ce: No temáis. A Jesús buscáis, el Nazareno, el crucificado;
resucitó, no está aquí. Mirad el lugar donde le pusieron.
Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que va delante
de vosotras a Galilea; allí le veréis, conforme lo dijo.

�V. Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen V� . Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea
tuum. Advéniat regnum tuum. Fiat volúntas tua, sicut tu Nombre. Venga a nosotros tu Reino. Hágase tu volun-
in cœlo et in terra. R.
� Panem nóstrum quotidiánum tad, así en la tierra como en el cielo. R.
� El pan nuestro de
da nobis hódie. Et dimitte nobis debita nostra, sicut et cada día dánosle hoy. Y perdónamos nuestras deuda, así
nos dimittimus debitóribus nostris. Et ne nos indúcas in como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos
tentatiónem: sed libera nos a malo. Amen. dejes caer en la tentación: mas líbranos del mal. Amén.
El avemaría se repite 10 veces
V
� . Ave María, grátia plena, Dóminus tecum; benedic- V
� . Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor
ta tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Jesus. es contigo; bendita eres entre todas las mujeres, y bendito
R.
� Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus, es el fruto de tu vientre, Jesús. R.� Santa María, Madre de
nunc et in hora mortis nostræ. Amen. Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora u en el hora de
nuestra muerte. Amén.
�V. Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto. R.
� V
� . Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. R. �
Sicut erat in princípio et nunc, et semper et in sæcula Como era en el principio, ahora, y siempre, y por los siglos
sæculórum. Amen. de los siglos. Amén.
�V. María Mater gratiæ, Mater Misericordiæ. R. � Tu V
� . María, Madre de gracia, Madre de Misericordia.
nos ab hoste protege et mortis hora súspice. Amen. R.
� Defendednos del enemigo y amparadnos ahora y en la
hora de nuestra muerte. Amén.

O mi Iesu, dimitte nobis debita nostra, libera nos ab


igne inferni, conduc in cælum omnes animas, præ-
sertim illas quæ maxime indigent misericordia tua.
O h Jesús mío, perdónanos, líbranos del fuego del in-
fierno, lleva al cielo a todas las almas especialmente
a las más necesitadas de tu Misericordia!

II Las Ascensión Jesucristo a los cielos II La Visitación de Nuestra Señora


Lc 24, 50-51; Act 1, 10-11; Lc 24, 52 Lc 1, 39-41

Y los sacó afuera hasta llegar junto a Betania, y alzando


sus manos los bendijo. Y aconteció que, mientras los
bendecía, se desprendió de ellos, y era llevado en alto al
Y levantó la voz con gran clamor y dijo: Bendita tu entre
las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Y de
dónde a mí esto que venga la madre de mi Señor a mí?
cielo. Y mientras estaban con los ojos clavados en el cie- Porque he aquí que, como sonó la voz de tu salutación
lo mirando cómo se iba, de pronto se les presentaron dos en mi oídos, dió saltos de alborozo el niño en mi seno. Y
varones con vestiduras blancas, los cuales además dijeron: dichosa la que creyó que tendrán cumplimiento las cosas
que le han sido dichas de parte del Señor.
3 Ánima Christi, sanctífica me. | Corpus Christi, salva me. | Sanguis Christi, inébria me. | Aqua láteris Christi, lava me. | Pássio Christi,

confórta me. | O bone Iesu, exáudi me. | Intra tua vúlnera abscónde me. | Ne permíttas me separári a te. | Ab hoste maligno defénde me.
| In hora mortis meæ voca me. | Et iube me veníre ad te, | ut cum Sanctis tuis laudem te | in sæcula sæculórum. Amen

16
Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh «Varones galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando fija-
Jesús mío…(como en el primer misterio) mente al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido quitado de
entre vosotros para ser elevado al cielo, así vendrá, de la
manera que le habéis contemplado irse al cielo». Y ellos,
habiéndole adorado, se tornaron a Jerusalén con grande
gozo, y estaban continuamente en el templo bendiciendo
a Dios.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh


Jesús mío…(como en el primer misterio)

III La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo III La Venida del Espíritu Santo sobre los
Lc 2, 15-20 Apóstoles
Ioan 14, 26; Tit 3, 4-7

Y aconteció que, al partirse de ellos los ángeles al cielo,


los pastores se decían unos a otros: «Ea, pasemos has-
ta Belén, y veamos esta acontecimiento que el Señor nos M as el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Pa-
dre en mi nombre, El os enseñará todas las cosas y
manifestó». Y se vinieron a toda prisa, y hallaron a María os recordará todas las cosas que os dije yo. Mas cuando se
y a José, y al niño recostado en el pesebre. Y habiéndo- manifestó la bondad y amor a los hombres de Dios, nuestro
le visto, dieron a conocer la declaración que se les había Salvador, no por obras hechas en justicia que nosotros hu-
hecho acerca de este niño. Y todos los que les oyeron se biéramos practicado, sino según en misericordia, nos salvó
maravillaron de las cosas que les habían dicho los pastores. por el baño de la regeneración y de la renovación del Es-
Pero María guardaba todas estas palabras confiriéndolas píritu Santo, que derramó sobre nosotros opulentamente
en su corazón. Y se tornaron los pastores glorificando y por Jesucristo, nuestro Salvador, para que, justificados por
alabando a Dios por todas las cosas que oyeron y vieron, su gracia, seamos constituidos, conforme a la esperanza,
conforme les había sido anunciadas. herederos de la vida eterna.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh
Jesús mío…(como en el primer misterio) Jesús mío…(como en el primer misterio)

17
IV La Asunción de María Santísima a los cielos IV La Presentación del Niño Jesús en el Templo
Eccli 24, 11-13.15-20 Lc 2, 22-23.36.38

E n todas las cosas busqué el descanso y en la heredad


del Señor fijé mi morada. Entonces el Creador de to-
das las cosas dió sus órdenes, y me habló; y el que a mi me
Y cuando se les cumplieron los días de la purificación
según la ley de Moisés, le subieron a Jerusalén para
presentarle al Señor, según está escrito en la Ley del Señor
dió el ser descansó en mi tabernáculo, y ne dijo: Habita que «todo primogénito del sexo masculino será consagrado
en Jacob, y sea Israel tu herencia, y arráigate en medio de al Señor», Había tambiém una profetisa, Ana, hija de Fa-
mis escogidos. Y así fijé el lugar de mi reposo la ciudad nuel, de la tribu de Aser, que era de edad muy avanzada.
santa, y en Jerusalén está el trono mío. Y me arraigué en Y a la misma hora, sobreviniendo, alababa también a Dios
un pueblo glorioso, y en la porción de mi Dios, la cual es y hablaba de El a todos los que esperaban la redención de
su herencia: y mi habitación fué en la plena reunión de Jerusalén.
los santos. Elevada estoy cual cedro del Líbano y cual ci-
prés sobre el monte Sión. Extendí mis ramas como palma Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh
de Cades y como rosal plantado en Jericó; me alcé como Jesús mío…(como en el primer misterio)
hermoso olivo en los campos, y como plátano en las pla-
zas junto al agua. Como cinamomo y bálsamo aromático
despedí fragancia. Como mirra exhalé suave .[3]

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh


Jesús mío…(como en el primer misterio)

V La Coronación de la Santísima Virgen María V La pérdida y hallazgo del Niño Jesús en el


Eccli 24, 5; 7, 9-11 Templo
Lc 2, 43-48

Y o salí de la boca del Altísimo, engendrada antes que

I
existiera criatura alguna. Yo habité en las alturas y ban sus padres cada año a Jerusalén por la fiesta de la
columna de nubes fue mi trono. Hollé toda la tierra y en Pascua. Y cuando fué de doce años, habiendo ellos su-
toda nación imperé y dominé con mi poder los corazones bido, según la costumbre de la fiesta, y acabados los días,
de los grandes y de los humildes. El que me escucha no al volverse ellos, quedóse el niño Jesús en Jerusalén sin que
quedará avergonzado y los que se guían por mi no pecarán. lo advirtiesen sus padres. Y creyendo ellos que El anda-
Los que me dan a conocer, conseguirán la vida eterna.[7] ría en la comitiva caminaron una jornada; y le buscaban
entre los parientes y conocidos; y no hallándole, se tor-
Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh naron a Jerusalén para buscarle. Y sucedió que después
Jesús mío…(como en el primer misterio) de tres días le hallaron en el templo, sentado en medio
de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas; y
se pasmaban todos los que le oían de su inteligencia y de
sus respuestas. Y sus padres, al verle, quedaron sorpren-
didos; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué lo hiciste así con
nosotros? Mira que tu padre y yo, llenos de aflicción, te
andábamos buscando.

Paternóster, diez Avemarías, Gloria, María Madre…, Oh


Jesús mío…(como en el primer misterio)

Una vez terminamos nos vamos a la página 19 para las oraciones finales.

Los sábados están dedicados a la Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, además del Santo
Rosario, podemos rezar:

Lectio i Eccli 24, 11-13.15-20 sobre el Líbano y cual ciprés sobre el monte Sión. Extendí
mis ramas como palma de Cades y como rosal plantado

E n todas las cosas busqué el descanso y en la heredad


del Señor fijé mi morada. Entonces el Creador de to-
das las cosas dió sus órdenes, y me habló; y el que a mi me
en Jericó; me alcé como hermoso olivo en los campos, y
como plátano en las plazas junto al agua. Como cinamo-
mo y bálsamo aromático desprendí fragancia. Como mirra
dió el ser descansó en mi tabernáculo, y me dijo: Habita exhalé suave olor.
en Jacob, y sea Israel tu herencia, y arráigate en medio de
mis escogidos. Y así fijé mi estancia en Sión, y fué el lugar Lectio ii Lc 1, 26-28.42
de mi reposo la ciudad santa, y en Jerusalén está el trono
mío. Y me arraigué en un pueblo glorioso, y en la porción
de mi Dios, la cual es su herencia: y mi habitación fué en
E n aquel tiempo: envió Dios al ángel Gabriel a Nazaret,
a una virgen desposada con un varón de nombre Jo-
sé, de la casa de David; el nombre de la virgen era María.
la plena reunión de los santos. Elevada estoy cual cedro Entrando a ella, le dijo: Dios te salve, llena de gracia, el

18
Señor es contigo. ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito ellos toda vía ignorados.
el fruto de tu vientre!. Gloria a Vos, oh Jesús, nacido de la Virgen, juntamen-
Lectio iii Ioan 19, 25-27 te con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los

E staba junto a la cruz de Jesús su Madre y la hermana siglos. Amén.


de su Madre, María de Cleofás, y María Magdalena. Pater noster, qui es in cælis, sanctificétur nomen tuum.
Jesús, pues, viendo a la Madre, y junto a ella al discípulo Advéniat regnum tuum. Fiat volúntas tua, sicut in cœlo
a quien amaba, dice a su Madre: Mujer, he ahí a tu hi- et in terra. Panem nóstrum quotidiánum da nobis hódie.
jo4 . Luego dice al discípulo: He ahí a tu Madre. Y desde Et dimitte nobis debita nostra, sicut et nos dimittimus de-
aquella hora la tomó el discípulo en su compañía. bitóribus nostris. Et ne nos indúcas in tentatiónem: sed
libera nos a malo. Amen.
Himno
Ave María, grátia plena, Dóminus tecum; benedicta
U n mensajero de la corte ceíestial, descubriendo los
secretos divinos, saluda llena de gracia a la Virgen,
Madre de Dios.
tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Jesus.
Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus, nunc
et in hora mortis nostræ. Amen.
Maria visita a su parienta, Ia madre de Juan Bautis-
ta, el cual anuncia, desde el seno materno, la presencia de Memorare, O piissima Virgo Maria, non esse auditum
Jesús. a sæculo, quemquam ad tua currentem præsidia, tua im-
El Verbo, engendrado desde la- eternidad por la mente plorantem auxilia, tua petentem suffragia, esse derelictum.
del Padre, nace del seno de la V ir gen Madre, pequeño Ego tali animatus confidentia, ad te, Virgo Virginum, Ma-
infante so metido a la muerte. ter, curro, ad te venio, coram te gemens peccator assisto.
Aquel niño divino es presen tado en el templo; el le- Noli, Mater Verbi, verba mea despicere; sed audi propitia
gislador «e sujeta a la ley; ya allí se ofrece en sacrificio el et exaudi. Amen.
Redentor, rescatado con el rescate de los pobres. �V. Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto. R.
� Sicut
La Madre encuentra al Hijo cuya pérdida lloraba: há- erat in princípio et nunc, et semper et in sæcula sæculó-
llalo en el templo enseñando a los doctores misterios por rum. Amen.

Terminados los misterios podemos rezar

Salutación5

V
� . Dios te Salve, María, Hija de Dios Padre, Virgen �V. Ave María, Fília Dei Patri, Virgo purissima et ca-
purísima y castísima antes del parto, llena eres de gracia, stissima ante partum, gratia plena, Dóminus tecum; be-
el Señor es contigo; bendita eres entre todas las mujeres, nedicta tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. R.
� Santa María, Jesus. R. � Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis pecca-
Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora u en tóribus, nunc et in hora mortis nostræ. Amen.
el hora de nuestra muerte. Amén.
V
� . Dios te Salve, María, Madre de Dios Hijo, Virgen �V. Ave María, Mater Dei Fílii, Virgo purissima et ca-
purísima y castísima en el parto, llena eres de gracia, el stissima in partu, gratia plena, Dóminus tecum; benedicta
Señor es contigo; bendita eres entre todas las mujeres, y tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Jesus.
bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. R.
� Santa María, R.
� Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus,
Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora u en nunc et in hora mortis nostræ. Amen.
el hora de nuestra muerte. Amén.
V� . Dios te Salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo, �V. Ave María, Sponsa Spíritus Sanctii, Virgo purissima
Virgen purísima y castísima después del parto, llena eres et castissima post partum, gratia plena, Dóminus tecum;
de gracia, el Señor es contigo; bendita eres entre todas las benedicta tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. R.
� San- tui, Jesus. R.� Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis
ta María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, peccatóribus, nunc et in hora mortis nostræ. Amen.
ahora u en el hora de nuestra muerte. Amén.
Santa María, templo y sagrario de la Santísima Trini- Sancta María, templum et sacrarium totis Sanctissimæ
dad. V � . Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo. Trinitatis. V
� . Glória Patri, et Filio, et Spirítui Sancto.
R.
� Como era en el principio, ahora, y siempre, y por los R. � Sicut erat in princípio et nunc, et semper et in sæcula
siglos de los siglos. Amén. sæculórum. Amen.

4 Mujer, he ahí tu hijo: Jesús encomienda su Madre desolada a la solicitud filial del discípulo amado. Pero en esta recomendación

familiar no queda agotado el profundo sentido de estas palabras. La solemnidad de la ocasión, el contexto histórico y literario, el simbo-
lismo característico del cuarto Evangelio descubren en estas palabras del Redentor moribundo más alta significación: la de la espiritual
maternidad de la Virgen Corredentora respecto de todos los discípulos de Cristo y de todos los hombres llamados a serlo[11]
5 También podemos rezar esta forma más abreviada: Dios te salve, María, Hija de Dios Padre; Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo;

Dios te salve, María, Esposa del Espíritu Santo; Dios de salve, María, templo y sagrario de la Santísima Trinidad; Dios te salve, María,
concebida en gracia, sin mancha de pecado original. Amén. [9]

19
Letanias de Nuestra Señora

K ýrie, eléison,
Christe, eléison,
Kýrie, eléison,
Kýrie, eléison.
Christe, eléison
Kýrie, eléison.
S eñor, ten piedad,
Cristo, ten piedad,
Señor, ten piedad,
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Christe, audi nos, Christe, audi nos. Cristo, óyenos, Cristo, óyenos.
Christe, exáudi nos, Christe, exáudi nos. Cristo, escúchanos, Cristo, escúchanos.
Pater de cælis, Deus, miserére nobis. Dios Padre celestial, ten piedad de nosotros.
Fili, Redémptor mundi, Deus, miserére nobis. Dios Hijo Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Spíritus Sancte, Deus, miserére nobis. Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros.
Sancta Trínitas, unus Deus, miserére nobis. Trinidad Santa, un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Sancta Maria, ora pro nobis. Santa María, ruega por nosotros.
Sancta Dei Génetrix, ora pro nobis. Santa Madre de Dios, ruega por nosotros.
Sancta Virgo vírginum, ora pro nobis. Santa Virgen de las Vírgenes, ruega por nosotros.
Mater Christi. ora pro nobis. Madre de Cristo, ruega por nosotros.
Mater divínæ gratiæ, ora pro nobis. Madre de la divina gracia, ruega por nosotros.
Mater puríssima, ora pro nobis. Madre purísima, ruega por nosotros.
Mater castíssima, ora pro nobis. Madre castíssima, ruega por nosotros.
Mater invioláta, ora pro nobis. Madre virignal, ruega por nosotros.
Mater intemeráta. ora pro nobis. Madre sin corrupción, ruega por nosotros.
Mater immaculáta, ora pro nobis. Madre inmaculada, ruega por nosotros.
Mater amábilis, ora pro nobis. Madre amable, ruega por nosotros.
Mater admirábilis, ora pro nobis. Madre admirable, ruega por nosotros.
Mater boni Consílii, ora pro nobis. Madre del buen Consejo, ruega por nosotros.
Mater Creatóris, ora pro nobis. Madre del Creador, ruega por nosotros.
Mater Salvatóris, ora pro nobis. Madre del Salvador, ruega por nosotros.
Virgo prudentíssima, ora pro nobis. Virgen prudentísima, ruega por nosotros.
Virgo veneránda, ora pro nobis. Virgen digna de veneración, ruega por nosotros.
Virgo prædicánda, ora pro nobis. Virgen digna de alabanza, ruega por nosotros.
Virgo potens, ora pro nobis. Virgen poderosa, ruega por nosotros.
Virgo clemens, ora pro nobis. Virgen clemente, ruega por nosotros.
Virgo fidélis, ora pro nobis. Virgen fiel, ruega por nosotros.
Spéculum iustítiæ, ora pro nobis. Espejo de justicia, ruega por nosotros.
Sedes Sapiéntiæ, ora pro nobis. Sede de la sabiduría, ruega por nosotros.
Causa nostræ lætítiæ, ora pro nobis. Causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.
Vas spirituále, ora pro nobis. Vaso espiritual, ruega por nosotros.
Vas honorábile, ora pro nobis. Vaso honorable, ruega por nosotros.
Vas insigne devotiónis, ora pro nobis. Vaso insigne de devoción, ruega por nosotros.
Rosa mýstica, ora pro nobis. Rosa mística, ruega por nosotros.
Turris Davídica, ora pro nobis. Torre de David, ruega por nosotros.
Turris ebúrnea, ora pro nobis. Torre de marfil, ruega por nosotros.
Domus áurea, ora pro nobis. Casa de oro, ruega por nosotros.
Fœderis arca, ora pro nobis. Arca de la alianza, ruega por nosotros.
Iánua cæli, ora pro nobis. Puerta del cielo, ruega por nosotros.
Stella matutina, ora pro nobis. Estrella de la mañana, ruega por nosotros.
Salus infirmórum, ora pro nobis. Salud de los enfermos, ruega por nosotros.
Refugium peccatórum, ora pro nobis. Refugio de los pecadores, ruega por nosotros.
Consolátrix afflictórum, ora pro nobis. Consuelo de la afligidos, ruega por nosotros.
Auxílium christianórum, ora pro nobis. Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.
Regina Angelórum, ora pro nobis. Reina de los Ángeles, ruega por nosotros.
Regina Patriarchánum, ora pro nobis. Reina de los Patriarcas, ruega por nosotros.
Regina Prophetárum, ora pro nobis. Reina de los Profetas, ruega por nosotros.
Regina Apostolórum, ora pro nobis. Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros.
Regina Mártyrum, ora pro nobis. Reina de los Mártires, ruega por nosotros.
Regina Confessórum, ora pro nobis. Reina de los Confesores, ruega por nosotros.
Regina Vírginum, ora pro nobis. Reina de las Vírgenes, ruega por nosotros.
Regina Sanctórum ómnium, ora pro nobis. Reina de todos los Santos, ruega por nosotros.
Regina sine labe originali concépta, ora pro nobis. Reina concebida sin pecado original, ruega por nosotros.
Regina in cælum assumpta, ora pro nobis. Reina asunta al cielo, ruega por nosotros.
Regina sacratíssimi Rosárii, ora pro nobis. Reina del santísimo Rosario, ruega por nosotros.
Regina pacis, ora pro nobis. Reina de la paz, ruega por nosotros.
Ágnus Dei, qui tolli peccáta mundi, Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo,
parce nobis, Dómine. perdónanos, Señor.

20
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ágnus Dei, qui tolli peccáta mundi,
escúchanos, Señor. exáudi nos, Dómine.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ágnus Dei, qui tolli peccáta mundi,
ten piedad de nosotros. miserére nobis.
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; Sub tuum præsídium confúgimus, sancta Dei Génetrix;
no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras nece- nostras deprecatiónes ne despícias in necessitátibus; sed
sidades; antes bien, líbranos siempre de todo peligro, ¡Oh a perículis cunctis libera nos semper, Virgo gloriósa et
Virgen gloriosa y bendita! benedícta.
Desde la Purificación hasta Sábado Santo y desde la Santísima Trinidad hasta el I Domingo de Adviento[13]:
V
� . Ruega por nos, Santa Madre de Dios. R.� Para que �V. Ora pro nobis, Sancta Dei Génetrix. R.
� Ut digni
seamos dignos de alcanzar la promesas Cristo. Amén. efficiámur promissiónibus Christi. Amen.
Oremos Orémus

T e rogamos, Señor, que nos concedas a nosotros tus


siervos, gozar de perpetua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre
C oncéde nos famulos tuos, quǽsumus, Dómine Deus,
perpétua mentis et córporis sanitáte gaudére: et glo-
riósa beátæ Maríæ semper Virginis intercessióne a præsén-
Virgen María, seamos librados de la tristeza presente y ti liberári tristítia, et ætérna pérfrui lætítia. Per eudem
disfrutemos de la eterna alegría. Por el mismo Jesucristo Dóminum nostrum Jesum Christium Filium tuum, qui te-
Nuestro Señor, Tu Hijo, que vive contigo y reina en unidad cum vivit et regnat im unitáte Spiritus Sancti, Deus, per
con el mismo Espíritu Santo, Dios, por lo siglos de los ómnia sǽcula sǽculórum. Amen.
siglos.
Desde el I Domingo de Adviento hasta Navidad[13]:
V
� . El Ángel del Señor anunció a María. R.
� Y concibió �V. Angelus Dómini nuntiávit Maríæ. R.
� Et concépit
por obra y gracia del Espíritu Santo. de Spíritu Sancto.
Oremos Orémus

O h Dios, que quisiste que tu Verbo tomase nuestra carne


de las entrañas de la Santísima Virgen, al anunciarle
el Ángel el misterio: concede a tus siervos que, pues la
D eus, qui de beátæ Maríæ Virginis útero Verbum tuum,
Angelo nuntiánte; carnem suscípere voluisti; præta
supplicibus tuis; ut, qui vere eam Genetrícem Dei crédi-
creemos verdadera Madre de Dios, seamos ayudados anti mus, ejus apud te intercessiónibus adjuvémur. Per eudem
Ti por su intercesión. Por el mismo Jesucristo Nuestro Dóminum nostrum Jesum Christium Filium tuum, qui te-
Señor, Tu Hijo, que vive contigo y reina en unidad con el cum vivit et regnat im unitáte Spiritus Sancti, Deus, per
mismo Espíritu Santo, Dios, por lo siglos de los siglos. ómnia sǽcula sǽculórum. Amen.
Desde Navidad hasta la Purificación[13]:
V� . Después del parto, oh Virgen, has permanecido in- �V. Post partum Virgo invioláta permansísti. R.
� Dei
tacta. R.� Madre de Dios, intercedes por nosostros. Génitrix, intercéde pro nobis.
Oremos Orémus

O h Dios, que por la fecunda virginidad de la bienaven-


turada siempre Virgen María has concedido al género
humano los bienes de la salvación eterna, haznos sentir la
D eus, qui salútis ætérnæ. beátæ Maríæ virginitáte
fœcúnda, humáno géneri præmia præstitísti; tríbue,
quæsumus, ut ipsam pro nobis intercédere sentiámus, per
intercesión de aquélla, por quien hemos merecido recibir al quam merúsmus acutórem vitæ suscípere, Dóminum no-
autor de la vida, Jesucristo, tu hijo y Señor nuestro, que strum Jesum Christum Filium tuum, qui tecum vivit et
vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, Dios, por regnat in unitáte Spíritus Sacnti, Deus, per ómnia sǽcula
todos los siglos de los siglos. Amén. sǽculórum. Amen.
Desde Domingo de Resurrección hasta la Santísima Trinidad[13]:
V
� . Reina del cielo, alégrate, aleluya. R.
� Porque el que �V. Regina cæli lætáre, allelúja. R. � Quia quem merui-
mereciste llevar en tu seno, aleluya. sti portáre, allelúja.
V� . Resucitó, como Él predijo, aleluya. R.� Rogad por �V. Resurréxit sicut dixit, allelúja. R.
� Ora pro nobis
nosotros a Dios, aleluya. Deum, allelúja.
V � . Alegraos y regocijaos, Virgen María, aleluya. R.� �V. Gaude et lætáre, Virgo María, allelúja. R.� Quia
Porque resucitó verdaderamente el Señor, aleluya. surréxit Dóminus vere, allelúja.
Oremos Orémus

O h Dios, que, por la resurrección de vuestro Hijo y Se-


ñor nuestro Jesucristo, os habéis dignado alegrar el
mundo: concedednos por medio de su divina Madre, la
D eus, qui per resurrectiónem Filii tui Dómini nostri
Jesu Christi, mundum lætificáre dignátus es: præ-
sta, quǽsumus, ut per ejus Genetricem Vírginem Maríam,
Virgen Santísima, que merezcamos obtener los goces de la perpétuæ capiámus gáudia vitæ. Per eúmdem Christum
vida eterna. Por el mismo Cristo, Señor nuestro. Amén. Dóminum nostrum. Amen.

21
Un Credo y una Salve a los Sagrados Corazones de Jesús y María.

C redo in Deum, Patrem omnipoténtem. Creatórem


cœli et terræ. Et in Jesum Christum, Filium ejus
únicum, Dóminum nostrum; qui concéptus est de Spíri-
C reo en Dios, Padre todopoderoso. Creador del cielo y
de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro
Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu
tu Sancto; natus ex María Virgine; passus sub Póntio Santo nació de Santa María Vírgen; padeció bajo el po-
Pilato, crucifíxus, mortuus et sepúltus: descéndit ad in- der de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado;
feros; tértia die resurréxit a mórtuis: ascéndit ad cœlos, descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los
sedet ad dexteram Dei Patris omnipoténtis; inde ventúrus muertos; subió a los cielos, está sentado a la derecha de
est judicáre vivos et mórtuos. Credo in Spíritum Sanc- Dios Padre todopoderoso; desde allí ha de venir a juzgar a
tum, sanctam Ecclésiam cathólicam, Sanctórum commu- vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Igle-
niónem, remissiónem peccatórum, carnis resurrectiónem, sia Católica, la comunión de los Santos, el perdón de los
vitam ætérnam. Amen. 6 pecados, la resurección de la carne y la vida eterna. Amén.
6

S alve, Regina, Mater misericórdiæ, vita, dulcédo et spes


nostra, salve. Ad te clamámus, éxsules fílii Hevæ. Ad
te suspirámus geméntes et flentes in hac lacrimárum valle.
D ios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dul-
zura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti llama-
mos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo
Éia ergo, advocáta nostra, illos tuos misericórdes óculos y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abo-
ad nos convérte. Et Iesum benedíctum fructum ventris gada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordio-
tui, nobis, post hoc exsílium, osténde. O clemens, o pia, sos. Y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto
o dulcis Virgo Maria! bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh
dulce siempre Virgen María!
�V. Ora pro nobis, Sancta Dei Génetrix. R.
� Ut digni V
� . Ruega por nos, Santa Madre de Dios. R.� Para que
efficiámur promissiónibus Christi. Amen. seamos dignos de alcanzar la promesas Cristo. Amén.

A d te beáte Joseph, in tribulatióne nostra confúgimus,


atque, imploráto Sponsæ tuæ sanctíssimæ auxílio,
patrocínium quoque tuum fidenter expóscimus. Per eam,
A vos, bienaventurado San José, acudimos en nuestra
tribulación, y después de invocar el auxilio de vues-
tra Santísima Esposa, solicitamos también confiadamente
quæsumus, quæ te cum immaculáta Vírgine Dei Genitrí- vuestro patrocinio. Por aquella Caridad que con la Inma-
ce coniúnxit, Caritátem, perque patérnum, quo Púerum culada Virgen María, Madre de Dios, os tuvo unido y, por
Iesum ampléxus es, amórem, súpplices deprecámur, ut el paterno amor con que abrazasteis al Niño Jesús, humil-
ad hereditátem, quam Jesus Christus acquisívit Sángui- demente os suplicamos volváis benignolos ojos a la heren-
ne suo, benígnus respícias, ac necessitátibus nostris tua cia que con su Sangre adquirió Jesucristo, y con vuestro
virtúte et ope succúrras. Tuére, o Custos providentíssime poder y auxilio socorráis nuestras necesidades.Proteged,
divínæ Famíliæ, Iesu Christi sóbolem eléctam; próhibe a oh providentísimo Custodio de la Sagrada Familia la esco-
nobis, amantíssime Pater, omnem errórum ac corrupte- gida descendencia de Jesucristo; apartad de nosotros toda
lárum luem; propítius nobis, sospítator noster fortíssime, mancha de error y corrupción; asistidnos propicio, desde
in hoc cum potestáte tenebrárum certámine e cælo adé- el Cielo, fortísimo libertador nuestro en esta lucha con el
sto; et sicut olim Púerum Iesum e summo eripuísti vitre poder de las tinieblas; y como en otro tiempo librasteis al
discrímine, ita nunc Ecclesiam sanctam Dei ab hostílibus Niño Jesús del inminente peligro de su vida, así, ahora,
insídiis atque ab omni adversitáte défende: nosque síngu- defended la Iglesia Santa de Dios de las asechanzas de sus
los perpétuo tege patrocínio, ut ad tui exémplar et ope enemigos y de toda adversidad, y a cada uno de nosotros
tua suffúlti, sancte vívere, pie émori, sempiternámque in protegednos con perpetuo patrocinio, para que, a ejemplo
cælis beatitúdinem ássequi possímus. Amen. vuestro y sostenidos por vuestro auxilio, podamos santa-
mente vivir, piadosamente morir, y alcanzar en el Cielo
laeterna bienaventuranza. Amén.

S ancte Michaël Archángele, defénde nos in prælio: con-


tra nequítian et insídias diáboli esto præsidium. Im-
peret illi Deus, súpplices deprecámur: tuque, Prínceps
A rcángel San Miguel, defiéndenos en la batalla; sé nues-
tro amparo contra la perversidad y asechanzas del
6 Creoen un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y
6 Credoin unum Deum, Patrem omnipoténtem, factórem cœli et de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo Señor,
terræ, visibílium ómnium et invisibílium. Et in unum Dóminum Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los
Iesum Christum, Fílium Dei unigénitum. Et ex Patre natum ante siglos. Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
ómnia sǽcula. Deum de Deo, lumen de lúmine, Deum verum de Deo engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien
vero. Génitum, non factum, consubstantiálem Patri per quem ómnia todo fue hecho. Que por nosotros, los hombres, y por nuestra sal-
facta sunt. Qui propter nos hómines et propter nostram salútem vación bajó del cielo. Y por obra del Espíritu Santo se encarnó de
descéndit de cœlis. Et incarnatus est de Spiritu Sancto ex Maria María Virgen, y se hizo hombre. Y por nuestra causa fue crucificado
Virgine et homo factus est. Crucifíxus étiam pro nobis, sub Póntio en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al
Piláto passus, et sepúltus est. Et resurréxit tértia die, secúndum tercer día según las Escrituras, y subió al cielo y está sentado a la
Scriptúras. Et ascéndit in cœlum : sedet ad déxteram Patris. Et derecha de Dios Padre, y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a
íterum ventúrus est cum glória judicáre vivos et mórtuos cuius regni vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo,
non erit finis. Et in Spíritum Sanctum, Dóminum et vivificántem, qui Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con
ex Patre, Filióque procédit. Qui cum Patre, et Fílio simul adorátur, el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que ha-
et conglorificátur : qui locútus est per Prophétas. Et unam, sanctam, bló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa católica
cathólicam, et apostólicam Ecclésiam. Confíteor unum baptísma in y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de
remissiónem peccatórum. Et expécto resurrectiónem mortuórum et los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida eterna.
vitam ventúri sǽculi. Amen. Amén.

22
demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes; y tú, Prín- militiæ cœléstis, Sátanam aliósque spíritus malignos, qui
cupe de la milicia celestial, lanza al infierno con el divino ad perditiónem animarum pervagántur in mundo, divina
poder a Satanás y a otros espíritus malignos que andan virtúte in inférnum detrude. Amen.
dispersos por el el mundo para la perdición de las almas.
Amén.
V
� . Corazón sacratísimo de Jesús. R.
� Ten misericordia �V. Cor Jesus sacratíssimum. R.
� Miserére nobis.
de nosotros.
V
� . San José. R.
� Ruega por nosotros. �V. Sacnte Joseph. R.
� Ora pro nobis.
V
� . Ave María purísima. R.
� Sin pecado concebida. �V. Ave María puríssima. R.
� Sine labe originali con-
cépta.
En el Nombre del Padre, y del � Hijo, y del Espíritu In Nómine Pátris, et � Filii, et Spíritus Sancti. Amen
Santo. Amén.

23
24
Ángelus y Regina Cœli7

Ángelus
V
� . El Ángel del Señor anunció a María. R.
� Y concibió �V. Angelus Dómini nuntiávit Maríæ. R.
� Et concépit
por obra y gracia del Espíritu Santo. de Spíritu Sancto.
V
� . Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor �V. Ave María, grátia plena, Dóminus tecum; benedicta
es contigo; bendita eres entre todas las mujeres, y bendito tu in muliéribus, et benedíctus fructus ventris tui, Jesus.
es el fruto de tu vientre, Jesús. R.
� Santa María, Madre de R.
� Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatóribus,
Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora u en el hora de nunc et in hora mortis nostræ. Amen.
nuestra muerte. Amén.
V� . He aquí la excalva del Señor. R.
� Hágase en mi según �V. Ecce Amcilla Dómini. R.
� Fiat mihi secúndum
tu palabra. verbum tuum.
Dios te salve… Ave María…
V
� . Y el Verbo se hizo carne. R.
� Y habitó entre noso- �V. Et Verbum caro factum est. R.
� Et habitávit in
tros. nobis.
Dios te salve… Ave María…
V
� . Ruega por nos, Santa Madre de Dios. R.� Para que �V. Ora pro nobis, Sancta Dei Génetrix. R.
� Ut digni
seamos dignos de alcanzar la promesas Cristo. Amén. efficiámur promissiónibus Christi. Amen.
Oremos Orémus

O s rogamos, Señor, que infundáis vuestra gracia en


nuestras almas para que, habiendo conocido la En-
carnación de vuestro Hijo Jesucristo por el Ángel que la
G rátiam tuam quǽsumus. Dómine, méntibus no-
stris infúnde: ut qui Angelo nuntiáte, Christi Filii
tui incarnatiónem cognóvimus, per passiónem ejus et cru-
anunció, seamos llevados a la gloria de la resurrección, por cem ad resurrectiónis glóriam perducámur. Per eúmdem
los méritos de su pasión y cruz santísima. Por el mismo Christum Dóminum nostrum. R. � Amen.
Jesucristo nuestro Señor. R.� Amén.

Regina Cœlis (Tiempo Pascual)


V
� . Reina del cielo, alégrate, aleluya. R.
� Porque el que �V. Regina cæli lætáre, allelúja. R. � Quia quem merui-
mereciste llevar en tu seno, aleluya. sti portáre, allelúja.
V� . Resucitó, como Él predijo, aleluya. R.� Rogad por �V. Resurréxit sicut dixit, allelúja. R.
� Ora pro nobis
nosotros a Dios, aleluya. Deum, allelúja.
V � . Alegraos y regocijaos, Virgen María, aleluya. R.� �V. Gaude et lætáre, Virgo María, allelúja. R.� Quia
Porque resucitó verdaderamente el Señor, aleluya. surréxit Dóminus vere, allelúja.
Oremos Orémus

O h Dios, que, por la resurreción de vuestro Hijo y Señor


nuestro Jesucristo, os habéis dignado alegrar el mun- D
eus, qui per resurrectiónem Filii tui Dómini nostri
Jesu Christi, mundum lætificáre dignátus es: præ-
do: concedednos por medio de su divina Madre, la Virgen sta, quǽsumus, ut per ejus Genetricem Vírginem Maríam,
Santísima, que merezcamos obtener los goces de la vida perpétuæ capiámus gáudia vitæ. Per eúmdem Christum
eterna. Por el mismo Cristo, Señor nuestro. R. � Amén. Dóminum nostrum. R. � Amen.

7 En todo tiempo del año se pueden rezar cinco Avemarías ene vez del Ángelus y del Regina Cœli, y se ganan las mismas indulgencias[1]

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Bibliografía

[1] Luis Ribera CMF. Misal Diario Latino-Español y Devocionario. 19.a ed. Barcelona: Editorial Regina, 1962.
[2] Dom Alfonso Mª Gubianas OSB. Breviario Romano. Edición Completa. Barcelona: Editorial Litúrgica Española,
SA, 1936-1940.
[3] Dom Alfonso Mª Gubianas OSB. Misal Cotidiano de los fieles. 6.a ed. Barcelona: Editorial Litúrgica Española,
SA, 1943.
[4] José García Rosado Pbro. Oraciones Habituales. Málaga: Gráficas Urania, 2012. isbn: 978-84-9233685-1-8.
[5] S. Sedis Apostolicae et S. Rituum Congreg. Breviarium Romanum. Romae, Tornaci, Parisiis: Descleé et Soch,
1948.
[6] Remigio Vilariño S.I. Devocionario Completo. 19.a ed. Bilbao: El Mensajero del Corazón de Jesús, 1956.
[7] Remigio Vilariño S.I. Misal Romano en latín y castellano y Devocionario «El Caballero Cristiano». 3.a ed.
Bilbao: El Mensajero del Sagrado Corazón de Jesús, 1957.
[8] Daniel Sola SI. Manual del Seminarista. 3.a ed. Madrid: Apostolado de la Prensa, 1921.
[9] Elías Reyero SI. Manual Católico. Madrid: Saturnino Calleja Fernández.
[10] José María Bover SI y Francisco Cantera Burgos. Sagrada Biblia. Versión Crítica sobre los textos hebreo y griego.
Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), 1947.
[11] José María Bover SI y Francisco Cantera Burgos. Sagrada Biblia. Versión Crítica sobre los textos hebreo y griego.
Vol. II. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos (BAC), 1947, pág. 259.
[12] Valentín M. Sánchez Ruiz SI. Misal Completo Latino-Español. 4.a ed. Apostolado de la Prensa, 1945.
[13] Fraternidad Sacerdotal San Pío X. Misal Diario. Kansas City, Missouri (EEUU): Angelus Press, 2013. isbn:
978-1-937843-13-7.
[14] SS. Benedicto XV. Catecismo de la Iglesia Católica. Compendio. Libreria Editrice Vaticana y Asociación de
Editores del Catecismo, 2005. isbn: 978-84-288-1986-2.

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