Parasomnias

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Parasomnias y trastornos del movimiento

M.J. Jurado Luque, M.A. Lluch Roselló*


*Unidad Multidisciplinar de Sueño. Servicio Neurofisiología Cínica. Hospital Vall d´Hebrón.
Barcelona. **Especialista en Pediatría. Centro de Salud Ingeniero Joaquín Benlloch. Valencia

Resumen En esta unidad se hace una revisión de las parasomnias más frecuentes en la edad infantil: trastorno
del movimiento rítmico, síndrome de piernas inquietas, trastorno de movimientos periódicos de las
piernas, trastornos del despertar y pesadillas. Se describen sus características clínicas, diagnóstico y
tratamiento.
La mayoría de las parasomnias en niños son benignas y autolimitadas, remitiendo espontáneamente
al final de la infancia o adolescencia. En algunos casos son muy frecuentes, provocan
consecuencias diurnas o son especialmente dramáticas. Por este motivo, es importante detectarlas
para realizar un abordaje precoz. El diagnóstico se realiza con la obtención de una historia clínica
completa con el niño y padres, valorando inicio, duración, frecuencia, descripción, momento de
aparición y consecuencias en la calidad de vida. En algunas ocasiones, es preciso recurrir al estudio
polisomnográfico para diferenciar las parasomnias. El primer paso en su prevención y tratamiento es
la educación de medidas de seguridad, así como mejorar la higiene del sueño evitando de esta
manera la privación del sueño. Cuando los episodios de parasomnia son muy frecuentes,
especialmente dramáticos y/o tienen consecuencias en la vida diurna, es preciso establecer un
tratamiento.
Palabras clave Parasomnias; Trastornos del despertar; Pesadillas; Trastornos del movimiento; Síndrome de piernas
inquietas.

PARASOMNIAS AND MOVEMENT DISORDERS


Abstract In this unit, a review is made of the most frequent parasomnias in the childhood age: rhythmic
movement disorder, restless leg syndrome, periodic leg movements, waking disorders and
nightmares. Their clinical, diagnostic and treatment characteristics are described.
Most of the parasomnias in children are benign and self-limited, spontaneously remitting at the end of
childhood or adolescence. In some cases, they are very frequent, cause daily consequences or are
especially dramatic. For this reason, it is important to detect them in order to carry out early
treatment. Diagnosis is performed by obtaining a complete clinical history with the child and parents,
evaluating initiation, duration, frequency, description, moment of appearance, and consequences on
quality of life. On some occasions, it is necessary to perform a polysomnographic study in order to
differentiate the parasomnias. The first step in its prevention and treatment is education of safety
measures as well as improving sleep hygiene, Thus avoiding sleep deprivation. When the episodes of
parasomnia are very frequent, especially dramatic and/or have consequences in the daily life,
treatment must be established.
Key words Parasomnias; waking disorders, nightmares, movement disorders, restless leg syndrome.

Pediatr Integral 2010; XIV(9): 711-719

INTRODUCCIÓN Las parasomnias se expresan clínica- mitantes. Se consideran trastornos clínicos


mente como alteraciones de la conducta, debido a que pueden producir lesiones, frag-
Las parasomnias son fenómenos ines- de la alimentación, de la actividad sexual, mentación del sueño y efectos psicoso-
perados e indeseables que ocurren al ini-
de la emoción, perceptuales, sensoriales, ciales indeseados, y afectar al paciente así
cio del sueño, durante el mismo o al des-
oníricas y/o vegetativas. Estos eventos son como a terceros.
pertar. Son muy frecuentes en la infancia
manifestaciones de la activación del SNC La Clasificación Internacional de los Tras-
y corresponde al pediatra de Atención Pri-
transmitida hacia el sistema músculo-esque- tornos del Sueño (ICDS-2, 2005) describe
maria realizar un correcto diagnóstico de
lético y el sistema nervioso autónomo, fre- 23 tipos de parasomnias, incluyendo 8 tras-
ellas.
cuentemente con acontecimientos conco- tornos del movimiento relacionados con el 711
PARASOMNIAS ASOCIADAS AL intactas, los circuitos centrales están menos
TABLA I. Antes o durante el inicio del sueño
INICIO DEL SUEÑO O AL SUEÑO desarrollados en los individuos que tienen
Principales 1. Trastorno del movimiento rítmico
SUPERFICIAL NREM rocking y banging.
parasomnias en 2. Síndrome de piernas inquietas
Está poco estudiada su relación con
relación con la
fase del sueño Sueño lento superficial NREM (fases Trastorno del movimiento rítmico alteraciones de la conducta, sin embargo
en la que se N1 y N2) Laberge y cols. identificaron altas puntua-
Más de la mitad de los niños de 9
presentan 1. Bruxismo ciones de ansiedad entre 42 niños con body-
meses realizan algún tipo de movimiento
2. Trastorno movimientos periódicos automático de mecimiento para conciliar rocking comparados con 1.296 niños sin
extremidades en sueño el sueño o durante el mismo, y raramente historia de parasomnias. Y Stepanova ha
persisten más allá de los dos años. encontrado en su serie una fuerte relación
Sueño lento profundo NREM entre ritmias del sueño y TDAH tipo 1 y com-
(fase N3)
Consisten en movimientos estereotipa- binado.
1. Trastornos del despertar
dos, rítmicos y repetitivos que realizan con
– Despertares confusionales
la cabeza o con todo el cuerpo hasta que Clínica
– Sonambulismo
consiguen dormirse y que pueden acom- Clínicamente, son movimientos estere-
– Terrores nocturnos
pañarse con sonidos guturales, y típica- otipados: head-banging (movimientos ante-
Sueño REM
mente su frecuencia es de 0,5-2 hz. Tienen roposteriores de la cabeza), head-rolling (movi-
un ritmo regular de alrededor de un golpe o mientos de lateralización a izquierda y dere-
1. Trastorno de conducta REM
movimiento por segundo y pueden obser- cha de la cabeza) y body-rocking (movimiento
2. Parálisis del sueño aislada recurrente
varse durante los alertamientos de cualquier de balanceo de todo el cuerpo). Los prime-
3. Pesadillas
fase del sueño y también en las transicio- ros son, con mucho, los más frecuentes.
nes del sueño a la vigilia, y viceversa. Suelen iniciarse hacia los 9 meses y rara-
mente persisten más allá de los dos años.
sueño. En esta unidad didáctica se expo- Etiopatogenia Klackenberg informa que el 66% de los niños
nen las principales parasomnias que ocu- Su etiología es desconocida, aunque exhiben algún tipo de movimiento rítmico a
rren en la infancia, dividiéndose según la existe una predisposición familiar a padecer los 9 meses y estaba presente en el 6% de
fase de sueño en la que se presentan, faci- el trastorno. Sallustro y Atwell sugieren que los niños de 5 años. La situación rara vez
litando así un mejor entendimiento de las los movimientos rítmicos son una forma de se desarrolla a partir de los 18 meses.
mismas (Tabla I). Para una mayor profundi- autoestimulación vestibular. Se observa un predominio en el sexo
zación sobre cada patología de forma indi- Algunos autores consideran los movi- masculino respecto al femenino (de tres a
vidual o sobre otras parasomnias que esca- mientos rítmicos como parte de una con- uno).
pan de la edad infantil, se remite al lector ducta aprendida, en la que el niño repro-
a la ICSD-2. duciría los movimientos de mecimiento que Diagnóstico
Para la mayoría de las parasomnias, el realizan los padres al acunarlo, otros pien- El diagnóstico de certeza se realiza por
diagnóstico es clínico, siendo indispensa- san que representan una forma vestibular vídeo-PSG pero generalmente es suficien-
ble una detallada historia clínica con el de autoestimulación. Al parecer, en su géne- te la clínica y cintas de vídeo recogidas por
paciente y los padres valorando frecuen- sis están envueltas las estructuras subcor- la familia y raramente utilizaremos la vídeo-
cia, duración, descripción, momento de ticales. Se han descrito formas familiares en PSG (ésta se usará si la clínica no permite
aparición de los episodios y consecuencias un 20% de los casos. Generalmente, se pro- un diagnóstico de certeza).
en la calidad de vida del niño. En algunas ducen en la transición de la vigilia a N1 duran- Los episodios de movimientos rítmicos
ocasiones, es preciso recurrir al estudio te el NREM y en el REM; de manera que, se nunca van precedidos de actividad auto-
vídeo-polisomnográfico (vídeo-PSG) en las pueden presentar en el REM, NREM o en nómica ni cambios en el EEG, como sí ocu-
Unidades de Sueño para diferenciar las ambos. Los que ocurren exclusivamente rre en las crisis epilépticas (Stepanova).
parasomnias asociadas al sueño NREM de durante el REM podrían ser una variante del
las de sueño REM o de crisis epilépticas trastorno de conducta del sueño REM. Diagnóstico diferencial
durante el sueño. Suele afectar a niños, por otra parte, Debe hacerse con:
El primer paso en su prevención y tra- sanos, aunque es cierto que pueden pre- • Autismo.
tamiento es instaurar medidas de seguridad sentar con mayor frecuencia síntomas neu- • Hipsarritmia: a pesar de que las epilep-
que impidan al niño hacerse o hacer daño rológicos sutiles, como: desintegración sen- sias nocturnas incluyan movimientos rít-
a otras personas, así como mejorar la higie- somotora, confusión izquierda-derecha, micos de las extremidades, la semiolo-
ne del sueño, evitando de esta manera la aumento de sensibilidad a ciertos estímu- gía de estos movimientos es muy dis-
privación del sueño. Cuando los episodios los y disminución frente a otros, disminu- tinta: la asociación de un carácter tóni-
de parasomnia son muy frecuentes o espe- ción del sentido del riesgo y aumento de co/clónico, asociado a desviación de la
cialmente dramáticos y/o tienen conse- la ansiedad en situaciones normales. Los mirada, incontinencia o laceraciones de
cuencias en la vida diurna, es preciso esta- test vestibulares muestran que, si bien las la lengua, son muy sospechosas de epi-
712 blecer un tratamiento. zonas periféricas del sistema vestibular están lepsia.
• Espasmo mutans. quier otra sensación acompañante está Clínica
• Síndrome de la muñeca oscilante. generada o empeorada por el reposo y son, En la historia clínica de los niños con
• Trastorno de movimientos periódicos al menos parcial y temporalmente, aliviadas el SPI sin otra asociación destaca:
de las piernas. con la deambulación o el movimiento de las • Problemas escolares.
• Tics. piernas. Este alivio generalmente es inme- • Problemas para el inicio del sueño (laten-
• Autoagresión. diato. La urgencia de mover las piernas pre- cias mayores de 20 minutos).
senta una ritmicidad circadiana, empeo- • Problemas para el mantenimiento del
Tratamiento rando en la tarde y/o en la noche y mejora sueño (más de dos despertares por
Informar y calmar a los padres es pri- en la mañana. noche).
mordial. Se pueden tomar medidas de pre- Esta misma clasificación define el MPP • Historia familiar positiva para el SPI.
caución para disminuir el ruido y evitar que como movimientos periódicos repetitivos, • Estos niños duermen menos tiempo que
el niño se dañe físicamente. Instaurar unos estereotipados de los miembros que ocu- sus coetáneos (0,9 h menos que lo ide-
buenos hábitos de sueño puede ayudar. rren durante el sueño, que ocasionan alte- al para su edad), lo que parece indicar
El tratamiento de elección es el con- raciones del sueño que no pueden ser expli- que no compensan la pérdida de cali-
ductual, mediante un estímulo negativo que cadas por otra alteración primaria del sue- dad del sueño con un incremento de la
se realiza en el momento en el que el niño ño. Ocurre más frecuentemente en los miem- cantidad del mismo.
inicia los movimientos. bros inferiores, ocasionando típicamente • Durante el día suelen presentar movi-
El tratamiento farmacológico es con ben- una extensión del dedo gordo del pie, a mientos de las piernas.
zodiacepinas (clonazepam). menudo en combinación con una flexión • Dificultad diurna para permanecer sen-
parcial del pie y, a veces, de la cadera. El tados durante mucho tiempo.
Síndrome de piernas inquietas (SPI) y paciente no suele ser consciente de estos • Somnolencia diurna excesiva con difi-
trastorno de movimientos periódicos movimientos. cultad para despertarlos por las maña-
de las piernas (TMPP) nas.
Epidemiología En resumen, este síndrome debería ser
El papel del pediatra en ambas situa-
Muchos de los niños de entre 3 y 12 sospechado en la clínica de asistencia pri-
ciones es primordial aunque diferente. En
años de edad que, con una incidencia de maria pediátrica ante la presencia o agudi-
el SPI, abarca tanto el diagnóstico como
el tratamiento; mientras que, en el TMPP, entre un 15-30%, refieren dolores idiopáti- zación de:
abarca la sospecha, el diagnóstico dife- cos de extremidades (mal llamados dolores • Latencia del sueño que se alarga (mayor
rencial y la indicación de remisión a la Uni- de crecimiento), caracterizados por inquie- de 15 min).
dad del Sueño pues su diagnóstico preci- tud motora nocturna asociada, en algunas • Que se acompaña de resistencia para
sa la realización de una PSG. ocasiones, a dolor de corta duración y des- acostarse.
pertares nocturnos, en realidad estarían refi- • Coincide con un aumento de los des-
El abordaje conjunto de estos dos cua- riendo la clínica del SPI ante pediatras des- pertares nocturnos.
dros se justifica porque, aun siendo dife- conocedores de ese cuadro. • Además, se aprecian signos de inquie-
rentes, a menudo su diagnóstico diferencial Se ha sugerido una herencia autosó- tud motora o exceso de actividad moto-
es un reto para el pediatra de AP. El SPI es mica dominante debido al alto porcentaje ra nocturna. La PSG puede confirmar
un cuadro fundamentalmente sensorial que de antecedentes familiares, de manera que la presencia de movimientos periódicos
acontece durante la latencia del sueño, en el SPI moderado, en la infancia puede ser durante el sueño.
el periodo de reposo previo al sueño mien- un precedente del SPI del adulto. El 32%
tras el TMPP es un cuadro motor que ocu- de los padres biológicos de los niños con Diagnóstico
rre durante el sueño. Ambos tienen en común SPI tienen síntomas de SPI. La Academia Americana de Medicina
que generan quejas sobre la calidad del sue- En el estudio The Peds Rest Study se del Sueño ha establecido unos criterios diag-
ño de los niños. encontró una incidencia de SPI-SMMP al nósticos o de sospecha para el SPI de mane-
menos dos veces por semana que oscila ra que su diagnóstico es exclusivamente clí-
Definiciones del 0,9% (0,6-1,2) en niños de 8 a 11 años nico. Asimismo, ha establecido unos crite-
La ICDS-2 define el SPI como una alte- al 1,4% (1,1-1,7) en niños de 12-17 años. rios polisomnográficos que permiten esta-
ración sensomotora caracterizada por una En estos mismos grupos de edad, si el cua- blecer el diagnóstico de certeza del TMPP,
necesidad urgente, fuerte, casi irresistible, dro ocasionaba clínica nocturna o diurna de de manera que el diagnóstico de éste exi-
de mover las piernas. Esta urgencia se acom- moderada a intensa, la prevalencia fue del ge la utilización del laboratorio del sueño.
paña a menudo, pero no siempre, de otras 0,5% (0,3-0,7) a los 8-11 años y de 1,0% Para realizar el diagnóstico de SPI en
parestesias desagradables dentro de las (0,8-1,3) de los 12 a 17 años. niños es preciso conocer previamente los
piernas que son sentidas como algo difícil Trasladando estos datos a un cupo criterios diagnósticos en adultos:
o imposible de describir. Cuando estas pares- habitual de pediatría de AP (alrededor de • Necesidad urgente de mover las pier-
tesias están presentes, la sensación puede 1.000 cartillas), en este cupo alrededor nas, acompañada de una sensación
variar desde una incomodidad a un dolor. de 30 niños deberían estar diagnosticados desagradable.
La urgencia de mover las piernas o cual- de SPI-TMPP. • Empeora al sentarse o tumbarse. 713
• Mejoría con el movimiento de las pier- reparador, que puede ocasionar clínica afirmando que la mejoría observada en
nas. de insomnio de mantenimiento y/o exce- los niños con TDAH tras el tratamiento
• La sintomatología es peor durante la tar- siva somnolencia diurna. con agentes dopaminérgicos se debe-
de o noche que durante el día. • Esta clínica exige la remisión a una Uni- ría tanto a una disminución de las alte-
dad del Sueño. En ella la PSG muestra raciones e interrupciones del sueño
Criterios para el diagnóstico definitivo del un índice de MPP de 5 o más por hora como a la presencia, tanto en el TDAH
SPI en niños de sueño. Los movimientos de las pier- como en el SPI, de un déficit común de
• El niño reúne los cuatro criterios funda- nas son de 0,5-5 seg de duración con dopaminérgicos.
mentales del adulto para el síndrome y: intervalos de 5-90 seg, ocurren en gru-
– El niño relata en sus propias palabras pos de 4 o más, y tienen una amplitud Tratamiento
sensaciones compatibles con males- de un cuarto o más de dorsiflexión del Las recomendaciones terapéuticas son
tar en las piernas o dedo gordo. tanto de índole farmacológico como no far-
• El niño cumple los 4 criterios esencia- macológico. Entre ellas las más importan-
les de los adultos y están presentes dos Patologías coadyuvantes tes son:
de los siguientes criterios: A pesar de que el movimiento periódi- • Mejorar o establecer una adecuada higie-
– Alteración del sueño para la edad del co de los miembros en la infancia suele ser ne del sueño.
niño. un cuadro benigno no asociado a patología • Ejercicio moderado antes de acostar-
– Un familiar biológico tiene SPI defini- de base, en algunas ocasiones se puede se.
tivo. asociar a diferentes cuadros entre los que • Hierro: cuando la ferritina presenta valo-
– El niño tiene un índice de MPP, docu- podemos citar: res menores de 50 mcg/l.
mentado por PSG, de 5 o más por • Anemia por déficit de hierro: se obser- • Tratamiento farmacológico: se han uti-
hora de sueño. va una mejoría del sueño si los niveles lizado benzodiacepinas de vida media
de ferritina son superiores a 50 mcg/l. corta en el SPI durante cortos períodos
Criterios para el diagnóstico probable • Leucemia infantil: aparición tras la admi- de tiempo. En niños, el uso de dopa-
de SPI nistración de irradiación craneal y meto- minérgicos sólo se ha realizado en series
• El niño reúne los 4 criterios para el diag- trexato intratecal. cortas de pacientes, no existiendo reco-
nóstico en adultos excepto el criterio • Fibromialgia juvenil: un 38% de los niños mendaciones de su uso según la MBE.
necesidad urgente de mover o las sen- con fibromialgia presentan un índice de
saciones empeoran al atardecer o son más de 5 movimientos/hora. PARASOMNIAS ASOCIADAS AL
peores durante la noche que durante el • S. de Williams: la interrupción de la arqui- SUEÑO PROFUNDO NREM O
día y el niño tiene un familiar biológico tectura del sueño podría explicar algu- TRASTORNOS DEL DESPERTAR
que padece el síndrome o: nos de los problemas de conducta des-
El espectro de estos trastornos es, con
• Se observa que el niño tiene manifes- critos en los niños con S. de Williams.
mucho, el más frecuente de las parasom-
taciones de incomodidad de los miem- • S. de Gilles de la Tourette.
nias. Se manifiestan como despertares
bros inferiores cuando está sentado o • Trastorno por déficit de atención e hiper- confusionales, sonambulismo y terrores
tumbado, acompañado de actividad actividad (TDAH): parece existir una nocturnos y comparten todos ellos carac-
motora de los miembros afectados. comorbilidad entre el TDAH y el SPI en terísticas comunes.
• El niño tiene un familiar biológico que la infancia. Aunque los padres general-
tiene SPI. mente tienen impresiones falsamente Los trastornos del despertar se carac-
positivas y falsamente negativas de la terizan por fenómenos físicos o conductas
Criterios para el diagnóstico niño con incidencia de este síndrome en sus hijos, no deseables que ocurren durante el sue-
riesgo de SPI la prevalencia de los movimientos perió- ño profundo NREM, en la primera mitad de
• El niño tiene un TMPP y dicos de los miembros durante el sue- la noche, alterándolo. Son mucho más fre-
• El niño tiene un familiar biológico con ño es mayor en los niños con TDAH que cuentes en los niños que en los adultos,
SPI pero no reúne los criterios de diag- en los controles. debido a que los niños pasan más tiempo
nóstico definitivo o probable. La alteración del sueño que se asocia en esta fase de sueño.
al SPI junto con la intranquilidad moto- La prevalencia en niños de 3-13 años
Criterios para el diagnóstico del TMPP ra durante la vigilia presente en los niños es del 17%, con un pico de incidencia máxi-
• La clínica se caracteriza por una altera- con TDAH podría contribuir a incrementar ma entre los 3 y 6 años. En una minoría pue-
ción del sueño para la edad de mane- la falta de atención y la hiperactividad den persistir en la edad adulta o incluso pre-
ra evidente como problemas para el ini- de los niños con el TDAH; si bien, hay sentarse de novo en la adolescencia.
cio del sueño, mantenimiento del sue- autores que opinan que, en algunos Aunque las manifestaciones clínicas de
ño o excesiva somnolencia que no están casos, las alteraciones del sueño podrí- los trastornos del despertar se producen a
justificados por problemas respiratorios an ser más la causa que los efectos de lo largo de un continuum, para facilitar la
o efecto de medicación. Se produce un la hiperactividad. Quizás por ello, Wal- descripción y establecer una nomenclatura
714 sueño más inquieto, a veces menos ters y cols. concluyen su investigación común, la ICSD-2 divide el espectro de los
trastornos del despertar en tres entidades ocurrir elementos de las tres formas en cual- de sorpresa, levantarse y deambular por
diferentes: los despertares confusionales, quier estadio del desarrollo. la habitación o casa de forma automática,
el sonambulismo y los terrores nocturnos. errática, sin sentido, cambiando objetos y
Cuando se habla de trastornos del des- Despertares confusionales muebles de sitio; pueden salir de la casa,
pertar, no significa que el niño se despier- Los despertares confusionales son muy saltar por una ventana, comer, o incluso
ta, el alertamiento es, de hecho, un aler- prevalentes en la edad infantil y en adultos exhibir conducta sexual. Durante los episo-
tamiento parcial o incompleto, por lo gene- menores de 35 años, sin diferencias de géne- dios, los ojos se mantienen abiertos y la
ral desde el sueño profundo NREM a otra ro. La prevalencia en niños de 3 a 13 años expresión facial es de confusión. El niño pue-
fase de sueño más ligera, durante el cual es del 17,3% y, en adultos, aproximada- de murmurar, vocalizar, hablar o gritar, aun-
el niño presenta una combinación de ele- mente del 4%. que la comunicación es limitada o infruc-
mentos sugestivos de estar al mismo tiem- Las características clínicas de los des- tuosa. El episodio finaliza con el regreso del
po despierto y dormido. Clínicamente, pre- pertares confusionales pueden parecerse a niño a la cama y con amnesia del episodio
sentan las siguientes características: los la de los terrores nocturnos, aunque el gra- a la mañana siguiente.
episodios ocurren entre 1 ó 2 horas des- do de alteración es menos intenso. Cuando el sonambulismo se presenta
pués de iniciar el sueño y coincide con la Consisten en episodios de confusión en niños más mayores o adolescentes, la
transición del primer período de sueño len- mental o comportamiento confusional duran- conducta durante el episodio es más agre-
to profundo; suelen presentarse sólo una te los despertares parciales, típicamente siva y violenta, pudiendo provocar auto o
vez por la noche y, si se repiten a lo largo desde el sueño lento NREM, en la primera heterolesiones.
de la noche, su periodicidad se corresponde mitad de la noche. En el niño, un episodio La morbilidad asociada al sonambulis-
con los ciclos de sueño ultradianos; la difi- puede comenzar con movimientos en la mo es el resultado de las lesiones acciden-
cultad para despertar al niño; la amnesia cama, pataleo y gemidos para, posterior- tales durante los episodios; ejemplo claro
del episodio; y abarcan desde conductas mente, progresar a una conducta de con- es la precipitación por una ventana duran-
automáticas simples o complejas a fenó- fusión y agitación con llanto y grito. Aunque te un episodio de sonambulismo en un niño
menos vegetativos. el niño parece estar muy alerta, no respon- de 12 años visitado en nuestra Unidad del
de cuando se le habla y los intentos por los Sueño, que resultó sólo en policontusiones,
Factores predisponentes y padres para consolarlo producen una mayor así como una fractura de nariz en una ado-
precipitantes resistencia y agitación en el niño, que inclu- lescente de 18 años por caída al suelo tam-
El principal factor predisponente es gené- so puede prolongar el episodio y si se des- bién en el contexto de un episodio.
tico; hasta un 60% de niños con trastorno pierta, estará confuso y asustado. La mayo-
del despertar tienen un familiar de primer ría de episodios duran de 5 a 15 minutos, Terrores nocturnos
grado con el mismo trastorno. Dentro del pero pueden prolongarse en algunos niños Los terrores nocturnos tienen una pre-
sistema HLA-DQB, Lecendreux y cols. hasta varias horas. valencia del 3% en niños de 4-12 años, y
encontraron una asociación entre el subti- La forma infantil es típicamente benig- tienden a remitir espontáneamente hacia la
po HLA DQB1*0501 y el sonambulismo, na y tiende a disminuir con la edad. Cuan- adolescencia, aunque puede observarse en
sugiriendo una posible interacción entre sis- do ocurre en niños un poco más mayores, un pequeño porcentaje de población adulta.
tema inmune y sueño. Los factores preci- suele evolucionar a sonambulismo en la ado- Típicamente, los padres son desper-
pitantes, en niños predispuestos a ello, inclu- lescencia y en los adultos estos episodios tados por el grito desgarrador del niño, el
yen cualquier condición que provoque una suelen perpetuarse en el tiempo, asocián- cual marca el inicio tan repentino del terror
fragmentación del sueño (p. ej.: síndrome dose incluso a complicaciones clínicas gra- nocturno. El niño se sienta en la cama y pare-
de apnea-hipopnea obstructiva del sueño ves. ce aterrorizado, con mirada fija, y manifes-
(SAHOS), trastorno de movimientos perió- taciones vegetativas, como taquicardia,
dicos de las piernas, despertares forzados) Sonambulismo taquipnea, midriasis y sudoración profusa.
o que incremente el sueño lento profundo El sonambulismo es más frecuente en El niño puede saltar de la cama y correr fre-
(p. ej.: fiebre, ejercicio, privación del sueño la edad infantil. Aproximadamente un 20- néticamente de un lado a otro, como si tra-
o sueño insuficiente), así como algunos tóxi- 40% de los niños han sido sonámbulos algu- tara de escapar de algo. El episodio suele
cos, como el alcohol, y fármacos, como los na vez y el 3% presentan episodios fre- durar sólo unos pocos minutos. Normal-
psicotropos. Los factores psicológicos tam- cuentes, principalmente entre los 4 y 8 años mente finaliza de forma abrupta, y el niño
bién pueden precipitar o mantener estos y desaparece espontáneamente hacia la vuelve de nuevo a un sueño tranquilo. Si se
episodios, así como influir en su gravedad. adolescencia. despierta al final del episodio, el niño pue-
Los episodios ocurren en la primera de describir una sensación de amenaza o
Tipos de trastornos del despertar mitad de la noche y duran de 5 a 15 minu- de peligro, pero no la descripción detallada
El niño puede mostrar una secuencia tos. El comportamiento durante los mismos de una pesadilla.
de trastornos del despertar en la primera puede variar desde algunos automatismos
infancia, sonambulismo después, seguido simples y perseverantes, hasta una con- Diagnóstico
de terrores nocturnos al final de la infancia ducta automática compleja, como incorpo- El diagnóstico es clínico. Si se obtiene
o adolescencia. Alternativamente, pueden rarse en la cama con una expresión facial una detallada descripción clínica, no es nece- 715
Características Trastornos del despertar Pesadillas Crisis epilépticas nocturnas
TABLA II.
Comparación de Momento de la noche Primer tercio de la noche Mitad-último tercio de la noche Variable
las principales
Fase del sueño Sueño profundo NREM Sueño REM Variable
características
de los trastornos Comportamiento Variable; por lo general, dramática Pequeños movimientos durante Variable; puede ser violencia no
del despertar, con intensa alteración autonómica los sueños y angustiado al dirigida o angustia durante o
pesadillas y (además de sonambulismo despertar, accesible y puede después de una crisis en un estado
crisis epilépticas tranquilo); no puede ser calmado ser calmado. Leve alteración de alteración de conciencia
nocturnas y se resiste a la intervención autonómica
Nivel de conciencia Dormido durante el episodio, Dormido durante el episodio, Variable, frecuentemente alterada
confuso si se despierta completamente despierto durante o después de la crisis
después
Probabilidad de lesiones Moderada-alta en el sonambulismo Baja Baja-moderada
agitado y terrores nocturnos
Recuerdo del episodio Ninguno o fragmentario Recuerdo vívido Variable
Historia familiar Común No Variable
Prevalencia Común Común Mucho menos común

sario realizar exploraciones especiales para La realización de una PSG en las Uni- son: 1) estos eventos ocurren al azar a lo
el diagnóstico de los trastornos del des- dades del Sueño es de ayuda si, a pesar de largo de toda la noche, a diferencia de las
pertar. una evaluación clínica cuidadosa, no se pue- parasomnias, y su ocurrencia no está vin-
La evaluación requiere un especial énfa- de realizar la distinción entre trastorno del culada a un momento determinado de la
sis en: despertar y otras parasomnias que implican noche; 2) las crisis pueden ocurrir muchas
• Descripción detallada de los episodios un comportamiento complejo por la noche, veces en una noche, mientras que los tras-
nocturnos incluyendo: hora de apari- o se sospecha la existencia de un trastor- tornos del despertar, menos frecuente-
ción, presencia de movimientos este- no del sueño primario, como los trastornos mente; y 3) durante las crisis, se eviden-
reotipados, posturas extrañas o con- respiratorios durante el sueño o el trastor- cian descargas epileptiformes con puntas
ductas rítmicas, duración, nivel de con- no de movimientos periódicos de las extre- y ondas agudas, con una distribución focal,
ciencia, recuerdo del episodio, enure- midades, o bien existen hallazgos atípicos multifocal o generalizada en el EEG, más
sis, si ocurren también durante el día, (p. ej.: conductas estereotipadas, repetiti- frecuentes durante el sueño superficial del
somnolencia diurna y frecuencia. vas, posturas raras…) que pudieran indicar NREM, mientras que las parasomnias NREM
• Número de horas de sueño en el perío- crisis epilépticas. ocurren en el sueño profundo del NREM
do de 24 horas, para determinar si el y se asocian a una actividad rítmica y difu-
niño presenta una privación del sueño Diagnóstico diferencial sa theta o delta en el EEG (hipersincronía
o un patrón de sueño irregular. El défi- Los problemas diagnósticos más fre- delta).
cit de sueño resulta en un incremento cuentes incumben al diagnóstico diferencial
de sueño profundo NREM y una facili- entre los trastornos del despertar, las pesa- Manejo y tratamiento
tación de estos episodios. dillas y las crisis epilépticas nocturnas. Sus Tratamiento no farmacológico
• Despistaje de trastornos primarios del principales características comparativas se • Cuando ocurre en niños, la ansiedad de
sueño, como el SAHS (si el niño ronca, muestran en la tabla II. los padres disminuye cuando se les infor-
tiene dificultad respiratoria durante el Las crisis epilépticas nocturnas pue- ma sobre la benignidad de estos epi-
sueño o pausas respiratorias…), tras- den imitar los trastornos del despertar o sodios. Aunque son frecuentemente
torno de movimientos periódicos de las parasomnias NREM; los movimientos cor- dramáticos y aterradores, no significan
piernas durante el sueño (si el niño “da porales desorganizados, con mirada fija, que el niño esté enfermo o trastornado,
patadas” mientras duerme), y el sín- sin responder, vocalizaciones y comporta- y que remitirán espontáneamente al final
drome de piernas inquietas (si el niño miento confusional son comunes en ambos de la infancia o adolescencia.
tiene “molestias” en las piernas por la trastornos. La conducta hipermotora, como • Es muy importante insistir en unas ade-
noche, que le obligan a moverlas y que agitación de las piernas que dura 10-20 cuadas medidas de higiene del sueño,
mejoran con el movimiento y con el frío, segundos, es frecuente en las crisis fron- con una duración adecuada del sueño
y empeoran con el reposo). tales nocturnas. Debería incorporarse en la y unos horarios y rutinas regulares, para
• Historia familiar. Suele ser con frecuen- PSG un montaje EEG completo para el estu- evitar la privación del sueño que resul-
cia positiva en padres y hermanos para dio de cualquier episodio nocturno que pue- ta en un incremento de sueño profun-
cualquier trastorno del despertar. da ser sospechoso de crisis epilépticas. do NREM y una facilitación de estos epi-
• Recogida de fármacos y tóxicos (de Algunas pistas clínicas útiles para el diag- sodios. También, es importante evitar
716 especial interés en adolescentes). nóstico diferencial con las crisis epilépticas otros factores precipitantes, como baños
calientes antes de acostarse, alcohol, para otros tipos de terapia, como la hip- Numerosos fármacos implicados en la
fármacos depresores del SNC… nosis y la relajación. La recomendación transmisión de noradrenalina, serotonina y
• Extremar las medidas de seguridad para es el tratamiento con clonazepam, a dopamina pueden provocar pesadillas, típi-
reducir el riesgo de lesiones (p. ej.: eli- dosis bajas (0,25-1,5 mg/noche). camente los antidepresivos y agonistas de
minar obstáculos en la habitación, ins- • Si hay evidencia de un trastorno prima- la dopamina. Otros fármacos que influyen
talar mecanismos de seguridad en las rio de sueño comórbido que fragmen- en la neurotransmisión gabaérgica, hista-
ventanas, así como cerraduras o alar- te el sueño, como el SAHS, está indi- minérgica y colinérgica y la suspensión de
mas fuera de las puertas…). cado su tratamiento, así como ante un fármacos inhibidores del sueño REM (ben-
• Alentar a los padres o familiares que evi- problema psicológico subyacente, esta- zodiacepinas, metilfenidato, alcohol) pue-
ten despertar o contener al niño duran- rá indicada la derivación a un especia- den precipitar las pesadillas, así como la pri-
te el episodio. Como se ha menciona- lista en salud mental. vación crónica del sueño por una mayor pro-
do, despertar al niño es difícil, contra- porción del sueño REM.
producente e innecesario (se confundi- PARASOMNIAS ASOCIADAS AL
rá y se asustará si se le despierta a la SUEÑO REM Clínica
fuerza). La actitud debe ser sólo con- Típicamente el niño se despierta, muy
servadora, previniendo posibles acci- Pesadillas asustado y totalmente alerta, y describe con
dentes y lesiones. Las pesadillas son sueños angustio- detalle que ha tenido un sueño muy angus-
• Si el niño no recuerda nada de los epi- sos que despiertan al niño y, aunque difie- tioso y aterrador. El contenido varía con la
sodios, no es necesario hacerle ningún ren de los terrores nocturnos, suelen con- edad, con una tendencia a ser cada vez más
comentario acerca de lo ocurrido al día fundirse. complejas (p. ej.: monstruos u otras criatu-
siguiente, porque esto puede conver- ras aterradoras en edades más tempranas,
tirse en una fuente de ansiedad. En El sueño REM predomina en la segun- progresando a sueños basados en el con-
nuestra experiencia, un niño visitado da mitad de la noche y es la fase de sue- tenido de una película de miedo o suce-
por sonambulismo expresaba en la con- ño en la que se produce la actividad oníri- sos angustiosos acontecidos durante el día).
sulta su preocupación ante la posibili- ca clásica (“ensoñaciones”). Dentro de las El niño continúa teniendo miedo después
dad de “estar volviéndose loco” al escu- diferentes entidades que se incluyen en las de despertarse, con dificultad en volver a
char a sus padres explicar los episo- parasomnias REM, se tratarán sólo las pesa- dormirse aunque, por lo general, es posible
dios. dillas, debido a que las demás son más fre- calmarlo.
• Si el trastorno de despertar (despertar cuentes en la edad adulta. Los niños con pesadillas recurrentes
confusional, sonambulismo o terrores Las pesadillas se caracterizan por enso- muestran más síntomas psicopatológicos,
nocturnos) ocurren a diario y siempre a ñaciones aterradoras y angustiosas duran- problemas emocionales y problemas de con-
la misma hora, pueden realizarse des- te el sueño REM que, generalmente, des- ducta e hiperactividad-inatención.
pertares programados. Consiste en des- piertan al niño. Predominan en la última par- Características asociadas:
pertar al niño 15-30 minutos antes de te de la noche, cuando este tipo de sueño • Miedos nocturnos.
la hora habitual del episodio; de esta es más abundante. • Resistencia para acostarse. Algunos
forma, se evita el inicio del evento. El Son frecuentes en los niños, con una niños desarrollan aversión a su cama
procedimiento se repite cada noche prevalencia estimada del 10-50% en niños o al momento de ir a dormir, debido
durante un máximo de un mes. Estu- de 3-5 años y hasta el 75% de la población a que asocian el sueño a las pesadi-
dios preliminares indican que la mejo- infantil las han presentado en al menos una llas.
ría puede mantenerse durante al menos ocasión. Generalmente, disminuyen en fre-
varios meses. cuencia e intensidad en el curso de déca- Diagnóstico
das, pero en un subgrupo de niños per- El diagnóstico es clínico. No es nece-
Tratamiento farmacológico sistirán en la edad adulta. sario realizar una PSG para su diagnóstico.
• El tratamiento farmacológico debe reser- Si se realiza, puede poner de manifiesto
varse sólo para los casos verdadera- Factores predisponentes y precipitantes reacciones abruptas de despertar duran-
mente intensos y agresivos, así como Las pesadillas pueden ser espontáne- te el sueño REM, precedidas por un incre-
para aquellos que tienen consecuen- as o precipitadas por una enfermedad o mento de la frecuencia cardíaca o respi-
cias sobre la vigilia. estrés psicológico de cualquier tipo. Cuan- ratoria.
• A día de hoy, no existen estudios ran- do ocurren de forma recurrente, pueden
domizados y controlados para los fár- asociarse a un trastorno de ansiedad, inclu- Diagnóstico diferencial
macos utilizados hasta ahora, como las yendo el trastorno por estrés postraumáti- Suelen confundirse con los terrores noc-
benzodiacepinas (diazepam, triazolam, co, y su contenido puede revelar la natu- turnos. Se diferencian fácilmente por las
temazepam, estazolam y clonazepam), raleza de la experiencia traumática (p. ej.: siguientes características clínicas: durante
antidepresivos tricíclicos (imipramina), abuso sexual). Las pesadillas también pue- el episodio, el niño está totalmente despierto,
inhibidores de la recaptación de la sero- den ser un síntoma de otras condiciones sin confusión ni desorientación; recuerda el
tonina (paroxetina) y trazodona; así como psiquiátricas graves. contenido de un sueño muy angustioso; 717
ocurren en la segunda mitad de la noche, presente en los niños con TDAH, podría contri- ción Pediatría 2004. Madrid: Exlibris Edi-
cuando el sueño REM predomina; y le cues- buir a incrementar la falta de atención y la hiper- ciones; 2004. p. 179-89.
actividad de los niños con TDAH. Revisión de las diferentes parasomnias con un
ta volver a dormirse. enfoque clínico para pediatras.
Importantes son también los trastornos 3.*** Earley CJ, Sun ER, Chen CA, Ho G, Raus-
henberg R. Iron relation to periodic leg 10.* Sallustro F, Atwell CW. Body rocking, head
psiquiátricos. Las pesadillas recurrentes pue-
movements and sleep disturbance in banging, and head rolling in normal chil-
den asociarse a trastornos de ansiedad, patients with the restless legs syndro- dren. J Pediatr. 1978; 93: 704-8.
trastorno bipolar y esquizofrenia. me. Sleep; 21 (Suppl.): 142. A pesar de que la etiología no es conocida, inten-
El nivel de ferritina se correlaciona significativa- ta demostrar que son una forma de autoesti-
mente con el índice de MPP en niños de edad mulación vestibular.
Manejo y tratamiento media de 7,3; de manera que, hay una diferen-
Las recomendaciones para el manejo cia significativa en el índice de MPP en niños con 11.*** Sans O. Trastornos del sueño frecuentes
de las pesadillas en niños se basan en obser- niveles séricos menores de 50 pg/dl. en pediatría: síndrome de piernas inquie-
tas y trastornos del movimiento durante
vaciones de pequeñas series de casos no 4.** Klackenberg G. Rhythmic movements in el sueño. An Pediatr Contin. 2010; 8 (3):
randomizadas. infancy and early childhood. Acta Paediatr 135-8.
El manejo de las pesadillas en niños muy Scand. 1971; 224 (Suppl): 74-83. El SPI es una entidad infradiagnosticada en la
pequeños incluye el tranquilizar y consolar El 66% de los niños tienen algún tipo de movi- edad pediátrica por la dificultad de expresar la
miento rítmico a los 9 meses sin alteración de su sintomatología clínica por parte del paciente. En
al niño. calidad de sueño. su diagnóstico pesan los antecedentes familia-
No suele ser necesario tratamiento far- res de SPI y se recomienda la utilización de una
5.*** Kotagal S. Parasomnias in chilhood. Sle-
macológico, sin embargo, en aquellos niños PSG. Hay que tener en cuenta los valores de ferri-
ep Medicine Reviews. 2009; 13: 157-68.
más mayores o adolescentes con pesadi- tina en el tratamiento.
Revisión clínica de las parasomnias según la últi-
llas intensas y recurrentes, puede ser de uti- ma clasificación internacional. 12.*** Sheldom SH. Parasomnias in childhood.
lidad la combinación de terapia conductual 6.*** Mayer G, Wilde-Frenz J, Kurella B. Sle-
Pediatric Clin North Am. 2004; 51: 69-88.
y fármacos supresores del sueño REM, como Revisión enciclopédica de las parasomnias. Reco-
ep related rhytmic movement disorder revi-
mendable su lectura.
clonazepam a dosis bajas. sited. J Sleep Res. 2007; 16: 110-6.
Revisión basada en la evidencia de los trabajos 13.** Stores G. Aspects of parasomnias in child-
publicados sobre los movimientos rítmicos has- hood and adolescence. Arch Dis Child.
BIBLIOGRAFÍA ta la fecha de su publicación. 2009; 94: 63-9.
Los asteriscos reflejan el interés del artículo a jui- Revisión de los trastornos del despertar y pesa-
cio del autor. 7.*** Mindell JA, Owens JA. Diagnosis and man-
dillas, y su diagnóstico diferencial con la epilep-
gement of sleep problems. Lippincott
1.*** American Academy of Sleep Medicine. sia.
Williams & Wilkins; 2003.
International Classification of Sleep Disor- Se trata de un libro fundamental con algoritmos 14.** Walters AS, Kugler S, Saperstein E, et al.
der: Diagnostic and coding manual. 2nd diagnósticos y terapéuticos claros y prácticos y Therapy with dopaminergic agents in chil-
ed: Westchester, Illionois: American Aca- básico para el pediatra de AP. dren whit both restless legs syndrome/
demy of Sleep Medicine; 2005.
8.*** Pichietti DL, et al. Restless legs syndro- periodic limb movements of sleep and
Clasificación Internacional actualizada de las para-
me: prevalence and impact in children and attention deficit hyperactivity disorder. Sle-
somnias.
adolescents –the Peds Rest Study. Pedia- ep. 1998; 21 (Suppl): 147.
2.** Chervin RD, Dillon JE, Bassetti C, Ganoczy trics. 2007; 120: 253-66. La mejoría observada en los niños con TDAH tras
D, Pituch K. Symtoms os sleep disorders, Es el estudio más amplio de la epidemiología del el tratamiento con agentes dopaminérgicos se
inattention, and hiperactivity in children. SPI. debería tanto a una disminución de las alteracio-
Sleep. 1997; 20 (12): 1185-92. nes e interrupciones del sueño como a la pre-
El SPI provoca una alteración del sueño que, jun- 9.*** Pin Arboledas G. Parasomnias en la infan- sencia, tanto en el TDAH como en el SPI, de un
to con la intranquilidad motora durante la vigilia cia. En: AEPap, ed. Curso de Actualiza- déficit común de dopaminérgicos.

718
Caso clínico
Varón de doce años remitido a la Uni-
dad del Sueño por precipitación por la ven-
tana durante el sueño. El paciente se había
dormido en el sofá por la noche y, al ser
despertado por la madre para ir a dormir
a su cama, se dirigió a la cocina, abrió la
ventana y se precipitó desde un segun-
do piso, con policontusiones leves como
consecuencia. No recuerda nada del epi-
sodio.
Antecedentes personales. Desde los
cuatro años de edad, episodios nocturnos
que consisten en levantarse de la cama
a las dos horas de haber conciliado el sue-
ño, vestirse y deambular por la casa duran- FIGURA 1. En esta época de la PSG se muestran los movimientos periódicos
te 5-10 minutos para volver después a de las piernas (MPP) registrados y que provocan microdespertares.
Canales de EEG (C3-A2, C4-A1, O1-A2, O2-A1, Fp1-C3, C3-T3, T3-O1, Fp2-
acostarse y seguir durmiendo. Los episo-
C4, C4-T4, T4-O2); canales de electromiografía submentoniana (CHIN2D-
dios se presentan varias veces a la sema- CHIN1I, CHIN3C-CHIN2D); canal de electrocardiografía (ECG1-ECG2);
na y el niño no recuerda lo sucedido. canales para la detección de movimientos de piernas (pierna izq., pierna
Antecedentes familiares. Padre con der); canales para la detección de alteraciones respiratorias (ronquido,
idénticos episodios que el niño, que remi- termopar, tórax, abdomen, intercostal, SpO2)
tieron espontáneamente a los catorce años.
En la anamnesis del sueño, destaca
un tiempo total de sueño nocturno de 7
horas ya que, aunque se va a su habita-
ción a las 21 h, juega con el ordenador
hasta las 24 h. La madre refiere que tie-
ne un sueño inquieto, con muchos movi-
mientos, patadas, incluso “espasmos”, y
que la respiración es normal.
Durante el día, el niño no presenta
hipersomnia diurna y el rendimiento esco-
lar es bueno.
En la consulta, el niño se muestra pre-
ocupado: “que tiene miedo de estar vol-
viéndose loco”, al escuchar a sus padres
explicar los episodios nocturnos.
La exploración física es estrictamente
normal.
Exploraciones complementarias. FIGURA 2. Episodio de incorporación en la cama e intento de levantarse.
– Hemograma y bioquímica. Destaca Ocurre en sueño profundo tras un movimiento de pierna.
Canales de EEG (C3-A2, C4-A1, O1-A2, O2-A1, Fp1-C3, C3-T3, T3-O1, Fp2-
hemoglobina, 10 g/dl; hierro sérico, C4, C4-T4, T4-O2); canales de electromiografía submentoniana (CHIN2D-
50 mcg/dL; transferrina, 370 mg/dl; CHIN1I, CHIN3C-CHIN2D); canal de electrocardiografía (ECG1-ECG2);
ferritina, 12 mcg/l. canales para la detección de movimientos de piernas (pierna izq., pierna
– Diario del sueño para recoger duran- der); canales para la detección de alteraciones respiratorias (ronquido,
te cuatro semanas los horarios de sue- termopar, tórax, abdomen, intercostal, SpO2)
ño.
– Estudio polisomnográfico nocturno. - Un índice de MPP de 11/h (Fig. 1). ve a acostar y continúa durmiendo.
Se evidencia: - Desde el sueño profundo NREM y En el EEG, presencia simultánea de
- Unos parámetros respiratorios den- tras un movimiento de pierna, el niño frecuencias delta de elevada ampli-
tro de la normalidad, con un índice se incorpora en la cama e intenta tud con ritmos de vigilia entremez-
de apnea-hipopnea del sueño de 0,5. levantarse, pero su madre lo vuel- clados (Fig. 2).
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