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EL CEREBRO Y LAS EMOCIONES

Contenido
INTRODUCCIÓN......................................................................................................................................iii
CAPITULO I...............................................................................................................................................0
1.1 Planteamiento del problema.........................................................................................................0
1.2 Sistematización del problema:.......................................................................................................1
1.3 Objetivos........................................................................................................................................1
1.4 Metodología:.................................................................................................................................2
1.5 Justificación...................................................................................................................................3
CAPÍTULO II..............................................................................................................................................4
2.1 Desde donde se controlan nuestras emociones............................................................................4
2.2 Conexión del estómago con las emociones: nuestro segundo cerebro.........................................7
CAPITULO III...........................................................................................................................................10
3.1 ¿Cómo definimos las emociones?................................................................................................10
3.2 Tipos de emociones.....................................................................................................................13
3.3 Importancia de las emociones.....................................................................................................14
Capitulo IV.............................................................................................................................................15
Conclusiones......................................................................................................................................15
Bibliografía.............................................................................................................................................16
Anexos...................................................................................................................................................17
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INTRODUCCIÓN

Lo que llamamos coloquialmente ‘emoción’ no se corresponde con un proceso


cerebral separado e independiente, sino el resultado de múltiples mecanismos
cerebrales que pueden ser distintos en emociones diferentes. Algo análogo a lo que
ocurre con ‘la memoria’ o ‘la inteligencia’.

En tal sentido debe tenerse en cuenta también que los componentes conscientes
de las emociones, que denominamos ‘sentimientos’, como la alegría, el miedo o el
amor, no son cualitativamente diferentes de las percepciones cognitivas como podrían
ser la resolución de un problema matemático o la percepción de que el objeto en el
que viajamos es un automóvil.

Los mecanismos de procesamiento inconsciente que subyacen en ambos casos


son diferentes, pero en los dos, la consciencia se produce cuando el mecanismo
cerebral general del conocimiento consciente los capta e incluye en su función.

En esta investigación, damos a relucir el rol que tiene el cerebro a la hora de


como nosotros os humanos nos manejamos, tal cual la película de Disney
“Intensamente”.
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Exploramos el real significado de las emociones cerebrales y de cómo estas van


liadas a otros sistemas de nuestro cuerpo. Quedando como mayor aprendizaje la
autovaloración y el autocontrol de los mismos.

CAPITULO I

1.1 Planteamiento del problema

El cerebro es para nosotros un misterio tan parecido como lo es el universo y

nuestra misma creación. Pero dentro de estas tantas incógnitas, las investigaciones

arrojan cada vez más luz a muchas preguntas e inconclusiones que tenemos como

especie. Pero una muy especial son las incógnitas que tenemos respecto a la

relación del cerebro y las emociones.

Como seres con raciocinio que nos afectan las emociones que tenemos tanto en

nuestra vida cotidiana como a largo plazo, es importante que sepamos entender

una cantidad de situaciones en la cual nos pueden poner las emociones, a tal punto

que podamos controlarlas de forma apropiada y civil, pero aún más importante,
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poder llegar a conclusiones necesarias, siempre dando cavidad a investigar cada

día más.

1.2 Sistematización del problema:

(Gran pregunta) ¿Cómo maneja el cerebro nuestras emociones?

¿Qué son las emociones y para qué sirven?

¿Conocemos que parte del cerebro controla las emociones?

¿A que llamamos el cerebro emocional?

¿Qué dicen los expertos respecto a conexión tienen las emociones con el

estómago?

¿Qué es el segundo cerebro?


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1.3 Objetivos

Objetivo General:

 Explicar cómo maneja el cerebro nuestras emociones.

Objetivos específicos:

 Identificar que son las emociones y para qué sirven

 Mencionar que parte del cerebro controla las emociones

 Revelar a que llamamos el cerebro emocional

 Demostrar que conexión tienen las emociones con el estómago

 Exponer a que llamamos el segundo cerebro


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1.4 Metodología:

La metodología utilizada en este trabajo está basada en un enfoque inductivo y

cualitativo sacando de los hechos particulares una conclusión y en la búsqueda de

datos. La información recopilada para el desarrollo del mismo, es proveniente de

fuentes extraídas de la web.

1.5 Justificación

La presente investigación se enfocará en contribuir a la enseñanza de los

docentes de la clase de psicología de la Universidad UTE a entender la relación que

tiene el cerebro con las emociones.

Esto incurrirá en exponer los puntos hasta ahora estudiados y verificados

respecto a las funciones cerebrales que controlan cada una de las emociones que

puede sentir una persona. Además de cómo se relaciones con diferentes órganos,

que las detona y como expresarlas oportunamente.

Es importante mencionar que las emociones tienen un poder inigualable. Estas

pueden controlar la vida de una persona si no son canalizadas correctamente. De

estas no solo se derivan trastornos emocionales, sino también físicos. Razón aún
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más para que los compañeros sean retroalimentados con esta tan importante

información, la propaguen y con esta se rompan tantos tabúes y esquemas

erróneos que existen en nuestra sociedad.

CAPÍTULO II

2.1 Desde donde se controlan nuestras emociones

El cerebro controla nuestras emociones. Sí, por muchos corazones que

dibujemos cuando estamos enamorados o que sintamos que nuestro corazón se

puede romper por tristeza, no es éste el órgano que maneja nuestras emociones.

Es cierto que cerebro y corazón están relacionados, puesto que el corazón palpita a

ritmo diferente en función de las emociones que nuestro cuerpo siente, pero es el

cerebro el que tiene el mando. Y no todo el cerebro, sino una parte muy concreta: el

sistema límbico.

El término ‘límbico’ fue acuñado en el año 1878 por el médico y científico

francés Paul Broca, para designar un área compuesta por tres estructuras cuya

función está relacionada con el aprendizaje, la memoria y las respuestas


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emocionales. Está situado justo debajo de la corteza cerebral y está formado por el

tálamo, el hipotálamo, la amígdala cerebral y el hipocampo.El troncoencéfalo es la

parte más primitiva del cerebro y la que regula las funciones básicas como la

respiración, el latido cardíaco o el metabolismo.

Inmediatamente por encima del tronco está el sistema límbico, sede de las

emociones, gracias a las que los primeros seres humanos pudieron reaccionar para

adaptarse a las exigencias de un entorno cambiante, y pudieron desarrollar la

capacidad de identificar los peligros y evitarlos.

El sistema límbico es la zona del cerebro que dirige nuestras emociones y

nuestras sensaciones más primitivas: aquellas relacionadas con la supervivencia

(como por ejemplo el miedo y la ira) y con las sensaciones del ser humano en torno

a nuestro comportamiento sexual. De hecho, muchos científicos han llegado a

llamarle el ‘cerebro reptil’ puesto que se encarga de nuestros instintos más

básicos. 

Por lo tanto, podemos decir que el sistema límbico está relacionado con la

memoria y el aprendizaje. En esta zona está la amígdala, sede de los recuerdos

emocionales y que nos permite de dar un sentido a nuestras experiencias, porque

permite reconocer las cosas que ya hemos visto y darle valor.


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El sistema límbico es la zona del cerebro que dirige nuestras emociones y

nuestras sensaciones más primitivas: aquellas relacionadas con la supervivencia

(como por ejemplo el miedo y la ira) y con las sensaciones del ser humano en torno

a nuestro comportamiento sexual.

Por encima del sistema límbico encontramos el neocortex, que nos diferencia

del resto de las especies, porque nos permite tener sentimientos, lenguaje,

comprensión de símbolos, arte, cultura, civilización… Es decir, nos permite

sobrevivir y darle un sentido a nuestra vida.

Cuando el cerebro comienza a funcionar en base a esa vía neuronal más

corta, surgen respuestas que pueden no estar relacionadas con la situación del

momento. A causa de esto, con el tiempo, la persona recuerda esta respuesta

conductual propia porque recuerda la emoción que implica.

Esta misma respuesta inmediata, ha podido ayudar a los primeros seres

humanos a sobrevivir hoy. Sin embargo, una respuesta impulsiva puede ser no muy

adecuada, además, casi todos los recuerdos relacionados con las emociones

fuertes son muy antiguos y forman parte de la memoria a largo plazo (nuestros

recuerdos emocionales).

Las conexiones neuronales de los pensamientos están conectadas con las

de las emociones, de hecho, cada circuito neuronal no puede funcionar


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independiente al otro. Es decir, los pensamientos añaden algo a las emociones (las

interpretan) y las emociones añaden algo a los pensamientos (le dan el color

emocional a nuestra vida).

Pero puede ocurrir que la emoción sea tan intensa que despierte una

respuesta de emergencia que no utiliza la racionalidad sino la impulsividad.

Entender que en la conexión entre amígdala y neocortex se incardina la

inteligencia emocional, que es un sistema de habilidades o actitudes para entender

los sentimientos y gestionar las emociones con nuestros semejantes.

La parte del cerebro que recibe la información de origen sensorial es el

tálamo (una estación de relevo que se comporta como un cerebro en miniatura). El

tálamo se encarga de enviar esta información a otras partes del cerebro, como el

neocórtex, que se ocuparía de analizar la información y crea una respuesta para la

situación del momento. Para ello, utilizaría también a los lóbulos prefrontales, con la

finalidad de entender bien los estímulos y enviar las señales al sistema límbico, y

que ésta a su vez active el sistema hormonal a través de la vía hipotálamo-

hopofisaria.

Existe una vía neuronal más corta, que va del tálamo a la amígdala, de modo

que la amígdala pueda recibir señales directamente de los sentidos y pueda crear
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una respuesta hormonal que determina un comportamiento antes de que estas

señales puedan ser leídas por los marcadores somáticos del neocortex.

Este microbioma está relacionado con nuestras emociones. El nombre más

científico del eje que las vincula se llama eje microbiota-intestino-cerebro. Se trata

de un maravilloso, complejo e intrincado sistema arriba-abajo y abajo-arriba, de

conexiones recíprocas desde cerebro hasta intestino y desde intestino hasta

cerebro a través de hormonas, sistema inmunitario, sistema nervioso simpático y

nervio vago.

2.2 Conexión del estómago con las emociones: nuestro segundo cerebro.

Los nueve metros de nuestros intestinos están regidos por el llamado sistema

entérico, una red de varios millones de neuronas que regulan la peristalsis (el

tránsito intesinal) y que funcionan gracias a varios neurotransmisores, pero

fundamentalmente a la serotonina (el 90% de la serotonina corporal se encuentra

en la zona abdominal, no en el cerebro). Este neurotransmisor está muy implicado

en las emociones y el sueño. Cuando dormimos bien y nos sentimos felices es

expresión de la serotonina.

El sistema entérico, o también llamado segundo cerebro, es aquel tubo

intestinal formado por cien millones de neuronas que comunican con el cerebro, por
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eso la emoción es algo visceral, no se puede explicar, se interpreta en el cerebro

como ansiedad, ira, culpa, etc.

El intestino tiene dos plexos, y los dos tienen millones de neuronas. El nervio

vago conecta al cerebro con el sistema entérico (desde el cerebro hasta los

genitales), para producir respuestas emocionales inmediatas, primero es

gastrointestinal y luego con síntomas físicos como taquicardia etc.

El sistema microbiota-intestino-cerebro es lo que nos hace sentir las

emociones a través del cuerpo, con una mirada de microrganismos que,

indirectamente, pueden llegar a alterar la homeostasis cerebral. Todo está

conectado, vísceras y cerebro, y esta conexión puede ir en dos direcciones:

cerebro-intestino o intestino-cerebro.

En fin, el segundo cerebro es nuestro sistema inmune.

Como hemos dicho antes con el estrés crónico o agudo, aumentan los

factores inflamatorios (citoquinas) y la flora bacteriana cambia. Sin esa gran

cantidad de aliados bacterianos moriríamos.

Cuando estamos en una situación de estrés, tenemos un nivel alto de

cortisol. La barrera impermeable de bacterias se deteriora y si hay contacto con la

sangre, puede ser el origen de varias enfermedades autoinmunes.


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Por prevenir eso, es fundamental la alimentación mediterránea, el deporte y

una buena gestión del estrés a través de la inteligencia emocional (gestión de

nuestras emociones).

La ansiedad y la depresión, entre otras patologías tienen su origen en un

porcentaje nada desdeñable en el “segundo cerebro” y en la microbiota.

William James dijo que la emoción tiene una lectura fisiológica, que recibe el

nombre de homeostasis (Walter B. Cannon) la cual es una señal indicadora de que

estamos bien, de que no pasa nada malo, y que estamos en la zona de confort.

La homeostasis es aquel estado de regulación biológica que nos hace sentir

bien; no estamos bien ni mal (no nos quejamos) y que sirve para mantener el

equilibrio interno en un estado estable.

Si sentimos mariposas en el estómago, por ejemplo cuando vemos a nuestra

pareja de la que estamos enamorados, sentimos que pasa algo en la barriga, la

sensación que percibimos es de una movilidad gastrointestinal junto con cambios

neurobioquímicos y hormonales muy sutiles que son los orígenes de nuestras

emociones.
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CAPITULO III

3.1 ¿Cómo definimos las emociones?

Casi todo el mundo piensa que sabe qué es una emoción hasta que intenta

definirla. En ese momento prácticamente nadie afirma poder entenderla.

Las emociones en sí son procesos fisiológicos y de comportamiento

propiamente innatos. Reacciones subjetivas al ambiente que vienen acompañadas

de cambios orgánicos -fisiológicos y endocrinos- de origen innato.

Durante mucho tiempo las emociones han estado consideradas poco

importantes y siempre se le ha dado más relevancia a la parte más racional del ser

humano. Pero las emociones, al ser estados afectivos, indican estados internos

personales, motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos. Aun así, es

difícil saber a partir de la emoción cual será la conducta futura del individuo, aunque

nos puede ayudar a intuirla.


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Cada individuo experimenta una emoción de forma particular, dependiendo

de sus experiencias anteriores, aprendizaje, carácter y de la situación concreta.

Algunas de las reacciones fisiológicas y comportamentales que desencadenan las

emociones son innatas, mientras que otras pueden adquirirse.

Charles Darwin observó cómo los animales (especialmente en los primates)

tenían un extenso repertorio de emociones. Esta manera de expresar las emociones

tenía una función social, pues colaboraban en la supervivencia de la especie.

Tienen, por tanto, una función adaptativa.

A los pocos meses de vida comenzamos a expresar emociones básicas

como el miedo, el enfado o la alegría. Algunos animales comparten con nosotros

esas emociones básicas. En los humanos se van haciendo más complejas gracias

al lenguaje, porque usamos símbolos, signos y significados.

A pesar de esto, algunas pueden ser adquiridas por medio de la observación

de las personas de nuestro entorno. En estas respuestas globales, como podríamos

denominarlas, intervienen tres componentes fundamentales:

• Cognitivo: componente consciente o inconsciente que se basa en la

valoración subjetiva de un acontecimiento.

• Neurofisiológico: totalmente involuntario abarca emociones tales como los

temblores o el sudor.
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• Conductual: puede ser voluntario o involuntario como el llanto, el tono de

voz o nuestros movimientos corporales.

Las emociones son una respuesta emocional de sensaciones agradables y

desagradables que difieren en intensidad y duración. Estas sensaciones nos

ayudan a afrontar determinadas circunstancias de nuestra vida con mayor o menor

éxito. En relación a nuestras experiencias, nuestras emociones básicas o innatas se

pueden transformar en emociones sociales. Estas cumplirán una función elemental

al ser aprendidas de acuerdo a las normas de socialización que establecen o no

límites con respecto a la expresión de dichas emociones.

3.2 Tipos de emociones

Existen seis categorías básicas de emociones:

 Miedo. Anticipación de una amenaza o peligro que produce ansiedad,

incertidumbre, inseguridad.

 Sorpresa. Sobresalto, asombro, desconcierto. Es muy transitoria. Puede dar

una aproximación cognitiva para saber qué pasa.

 Asco o aversión. Disgusto, asco, solemos alejarnos del objeto que nos

produce aversión.

 Ira. Rabia, enojo, resentimiento, furia, irritabilidad.


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 Alegría. Diversión, euforia, gratificación, contentos, da una sensación de

bienestar, de seguridad.

 Tristeza. Pena, soledad, pesimismo.

Las emociones tienen diferentes funciones:

 Miedo: Tendemos hacia la protección.

 Sorpresa: Ayuda a orientarnos frente a la nueva situación.

 Asco o aversión: Nos produce rechazo hacia aquello que tenemos delante.

 Ira: Nos induce hacia la destrucción.

 Alegría: Nos induce hacia la reproducción (deseamos reproducir aquel

suceso que nos hace sentir bien).

 Tristeza: Nos motiva hacia una nueva reintegración personal.

3.3 Importancia de las emociones

Nos motivan a tomar medidas ante situaciones estresantes, nos ayudan a tomar
una decisión que nos permita superar el estrés para hacer algo para mejorar la
situación.

En situaciones de emociones positivas, ayudan a minimizar la probabilidad de


sentir emociones negativas. Además, ayudan a evitar situaciones que podrían
potencialmente conducir a estados negativos.
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Nos ayudan a sobrevivir, a prosperar y a evitar el peligro. Charles Darwin creía


que las emociones son adaptaciones que permiten a los seres humanos y animales
sobrevivir y reproducirse. Cuando estamos enojados, estamos propensos a enfrentar
la fuente de nuestra irritación. Cuando experimentamos miedo, somos más propensos
a huir de la amenaza. Cuando sentimos amor, podríamos buscar a un compañero y
reproducirnos.

De esta manera, las emociones juegan un papel adaptativo en nuestras vidas, y


eso es lo que nos motiva a actuar con rapidez y a tomar acciones que maximizarán
nuestras posibilidades de supervivencia y éxito.
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Capitulo IV

Conclusiones

La emoción es un impulso que mueve a la persona a actuar. Cada uno de


nosotros viene equipado con unos programas de reacción automática o una serie de
predisposiciones biológicas a la acción, sin embargo, nuestras experiencias vitales
irán modelando con los años ese equipaje para definir nuestras respuestas ante los
estímulos emocionales.

Es así como el cerebro maneja nuestras emociones, con la capacidad primitiva de


nuestro sistema límbico y la ayuda de nuestro segundo cerebro, el sistema inmune,
nuestros sentimientos terminan relacionándose con nuestra memoria y nuestro
sistema de aprendizaje.

Gracias a nuestra investigación pudimos identificar que las emociones nos sirven
para tomar decisiones y minimizar la probabilidad de sentir emociones negativas que
puedan afectar nuestra estabilidad mental, indicando cada una de las partes que
hacen que nuestro cerebro funcione en conjunto con nuestras emociones. El tálamo,
el hipotálamo, la amígdala cerebral y el hipocampo conjunto a nuestro sistema inmune
dan vida a cada una de ellas. Nos permiten a través de emociones tanto positivas
como negativas, sobrevivir, a prosperar y a evitar el peligro. ¡Nos permite vivir a
plenitud!
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Bibliografía

 https://www.webpsicologos.com/blog/que-son-las-emociones/
 https://albamarpsicologia.com/para-que-sirven-las-emociones/
 https://lamenteesmaravillosa.com/para-que-sirven-las-emociones/
 https://lamenteesmaravillosa.com/las-emociones-cuales-son-sus-funciones/
 https://saskiadewinter.com/cerebro-y-emociones/
 https://www.edx.org/course/el-cerebro-y-las-emociones-en-el-lenguaje
 http://www.bemocion.mscbs.gob.es/emocionEstres/emociones/aspectosEsencial
es/queSon/home.htm
 https://www.psicoactiva.com/blog/que-son-las-emociones/
 https://www.ceupe.com/
 https://psicologiaycomunicacion.com/como-funcionan-las-emociones-el-cerebro-
emocional/
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Anexos

Debajo el link del video para la presentación del tema:


 https://www.youtube.com/watch?v=2cFgfuEgWWs
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