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Señora Defensora muy buenas tardes, quisiera iniciar mis alegatos manifestando

que en su ciudad de arraigo Juan Andrés cuenta con una red familiar que lo apoya
y cuida incondicionalmente conformada por su señora madre, su abuela, su
abuelo, sus tíos y su hermano mayor.
La red familiar es tan positiva para el menor que reside en la misma propiedad que
sus abuelos y tíos, constando la residencia de 3 pisos, habitado en su primer piso
por sus abuelos y tíos, en el segundo piso vive el menor con su madre y hermano
mayor y el tercer piso es un local de confección de zapatos.
Juan Andrés es un niño al que se le ha brindado amor y los cuidados que todo
niño debe tener, no solo de parte de su señora madre, sino también de su
hermano mayor y el resto de su familia, en ningún momento ha sido objeto de
maltrato físico, psicológico y menos de negligencia en su cuidado y atención.
No ha habido ninguna situación de riesgo o peligro para el menor en el entorno en
el que vive toda vez que esta bajo la protección de su señora madre y de su
familia materna que es incondicional y de quien recibe todo el apoyo, moral,
económico y de cuidado.
La abuela materna que es quien cuida del menor permanece en su lugar de
domicilio y mientras la señora madre del menor está trabajando su abuela materna
siempre está atenta a procurar el mejor cuidado para el niño una vez sale del
colegio. Aunado a lo anterior quisiera hacer claridad en que la señora madre del
menor JUAN ANDRES trabaja a dos cuadras del lugar de domicilio del mismo, por
lo que almuerza con él y está pendiente ante cualquier situación que pueda
presentarse.
El menor ha manifestado en una de las ocasiones en que se ha podido comunicar
con su madre que se queda todo el día en la casa con el hijo de 18 años de la
compañera permanente del señor JONATAN o en algunas ocasiones con la
empleada de servicio, situación que se conflictúa con la cotidianidad a la que está
habituado el menor puesto que tanto el joven como la empleada de servicio son
desconocidos y no hacen parte de la familia de arraigo del menor, vulnerando así
el derecho del menor de tener una familia estable y no ser separado de ella.
Es evidente que se está presentando una vulneración a los derechos del niño por
parte de su progenitor puesto que se le ha obligado a tener un desarraigo familiar
y de su entorno y está siendo dejado al cuidado de extraños lo que indica que el
señor JONATAN no está en la capacidad de brindarle al niño calidad de cuidados,
puesto que no dispone de tiempo ni cuenta con una red de apoyo familiar para
brindarle amor y cuidados al niño.
Su señora madre es quien siempre le ha brindado al menor las mejores garantías
y nunca ha vulnerado sus derechos, es ella quien ha garantizado y protegido sus
derechos durante estos 7 años, ya que su señor progenitor solo lo veía 1 vez al
año que era el tiempo en que tenía sus vacaciones y esté venia por unos días a
verlo y a su familia.
No es admisible el desarraigo familiar al que están sometiendo al menor, pues no
hay ninguna causa o justificación para que de repente lo ubiquen en una familia
que conoció hace muy poco y lo separen de quienes lo han criado, amado y
protegido toda su vida, ¿Que calidad de vida le va a ofrecer el señor JONATAN a
su hijo cuando no tiene familia extensa por parte de ninguno de los progenitores
del menor residiendo en IPIALES?, no hay un ambiente o garantía para darle
continuidad a la crianza y costumbres del menor.
Señora defensora de Familia tenga en cuenta que en la ciudad de Ipiales no hay
familiares ni maternos ni paternos del menor que en un momento dado pudiesen
brindarle apoyo o cuidado en cualquier situación que se presente con él, menos
para procurar su bienestar y cuidado diario y constante y no se puede privar al
menor de crecer en un hogar con vínculos afectivos.
Los registros, notas y reportes del colegio donde el menor ha estudiado los últimos
años dan cuenta del buen desempeño y comportamiento del niño, así mismo
evidencian que es un niño que goza de bienestar, atención y cuidado.
Manifiesta la constitucional en reiteradas ocasiones que no se pueden convertir a
los hijos en un instrumento de manipulación y destrucción por cualquiera de los
padres porque se le estarían provocando daños al niño en sus derechos.
Se debe procurar realizarle al menor un estudio psicosocial en su lugar de
residencia, siendo este la ciudad de Pereira, libre de juicios e influencias de su
progenitor para de esta manera determinar la veracidad de las acusaciones por
parte del señor JONATAN que supuestamente respaldan sus intenciones con
respecto a la solicitud de custodia del mismo, de igual modo me permito advertir
que la manifestación del niño ante la psicóloga del colegio es una manifestación
que no es espontánea y que más bien pareciera ser inducida y amañada a la
conveniencia de los intereses de su señor progenitor.
Debe quedar claro señora defensora que en este como en todos los casos donde
hay menores, es el interés del menor el que prima sobre el interés de los padres y
no puede acontecer una arbitrariedad como está, vulnerando el desarrollo
armónico, educación y crianza con apego que viene teniendo el menor por parte
de su madre, su hermano y su familia, quienes ha estado con él toda su vida.
Es evidente también la mala fé del progenitor, ya que abusando de la confianza
depositada por la señora ELISABET durante todos estos años, de manera
abrupta, unilateral, interesada y sin dar previa explicación retuvo al menor contra
la buena disposición y voluntad de su madre, llegando supuestamente a inscribirlo
en un colegio aun sin el consentimiento de la señora ELISABET, en ningún
momento se comunicó con ella para siquiera informarle de sus planes para con el
niño hasta que ya lo había retenido abruptamente.
Alega el señor JONATHAN sentir preocupación constante por la situación en la
que vive su hijo, sin embargo, queda plenamente demostrado ante este despacho
que el progenitor solo proporciona $200.000 mensuales desde hace 3 años, sin
inquietarse en si es suficiente dicha suma ‘para suplir todas las necesidades de su
hijo.
No hay, no existe ni se ha tejido durante este proceso una justa causa o somera
razón que redunde en beneficio del menor y que permita inferir que es más
beneficioso para él, ser retirado del cuidado de su señora madre y su red familiar.
En ningún momento la señora ELISABET ha roto los lazos de padre e hijo lo que
nos permite evidenciar que ella le permite a su progenitor verlo y llevarlo a su
domicilio en sus vacaciones, situación que no es bilateral, puesto que en la
presente situación de conflicto entre los progenitores de juan Andrés, es el señor
JONATAN quien priva al niño de la libre comunicación con su señora madre,
dándose está en muy pocas ocasiones y siempre en presencia de él, situación que
sumada a la retención arbitraria del niño fuera de su hogar y su normalidad, nos
permite vislumbrar que de parte de su progenitor existe mala fe y que este proceso
desde sus inicios no responde a otra cosa distinta a los intereses egoístas y
particulares del mismo.
Por esta razón y por las anteriormente expuestas solicito que el menor JUAN
ANDRES retorne inmediatamente a su lugar de residencia, siendo este el del seno
materno, como siempre lo ha sido.

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