Incluye suplemento: Alcanzando a la Niñez

LA REVISTA DEL LIDERAZGO CRISTIANO ISSN 1409-1968

Volumen XXVIII • Número 4

Pastorales

CRISIS
AMBIENTAL:
NO LA
PODEMOS
IGNORAR
 TEOLOGÍA DEL DIOS CRUCIFICADO
Ricardo Gondim

CONSIDEREMOS LAS TORTUGAS DEL CAMPO

Brian McLaren

ZAPATERO A TU ZAPATO
Cal Biesner

DOMINIO QUE GLORIFICA

R. Albert Mohler Jr.

NOSOTROS TAMBIÉN
Jonathan Merrit

SACERDOTES EN EL JARDÍN DE DIOS

Obispo James Jones

HACIA EL EQUILIBRIO
David D. Ruiz M. M. A.

¡MI PASTOR ME MALTRATA!

John Setser
SUMARIO
volUmen XXVIII
Número 4
MARZO–ABRIL
2011

TEMA DE PORTADA:
CRISIS AMBIENTAL: NO LA PODEMOS IGNORAR

16 Consideremos las tortugas 24 Nosotros también

del campo Jonathan Merrit
Brian McLaren
26 Sacerdotes en el jardín de Dios
20 Zapatero a tu zapato Obispo James Jones
Cal Biesner

34 Huellas
22 Dominio que glorifica
R. Albert Mohler Jr.
52 Volver a lo sencillo
Otro contenido:
12 Teología del Dios crucificado
Ricardo Gondim
30 Hacia el equilibrio
David D. Ruiz M. M. A.
36 ¡La cooperación es posible!
David D. Ruiz M. M. A.
40 ¡Mi pastor me maltrata!
John Setser
44 Alerta roja
46 No tiene por qué seguir herido
John Setser
50 ¿Era Jesús siempre amable?
Juan Stam
54 Amor en acción
Ricardo Salazar
59 FORUM
Miguel Ángel De Marco
80 El agua es resurrección
Carlos Bonilla Avendaño
Además:
NOTA DEL DIRECTOR
10 Problemas de todos
Christopher Shaw
BLOGS: AMOR Y ALGO MÁS
49 Lo que veo, lo que pienso,
lo que creo
Marco Vega
EL RINCÓN DEL PREDICADOR
61 Bosquejo de sermón
Siervo Fiel: trabajo responsable
José Ismael Ramírez
MUJER LÍDER
66 ¡No quiero ser infiel!
Gabriele Rienas
70 Especialista en bodas:
La vida de Julia Harris
Keila Ochoa Harris
LA PÁGINA DE APUNTES
72 ¡Todo suma!
CITAS QUE HACEN PENSAR
79 La corona de la creación
HÉROES DE LA FE
76 Ulrico Zwinglio
(1484 – 1531 d.C.):
Artífice de la reforma
INCLUYE SUPLEMENTO:
ALCANZANDO A LA NIÑEZ
volUmen XXVIII - Número 4 / isSn 1409-1968
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 NOTA DEL
DIRECTOR
Problema de todos
La iglesia institucio-
nalizada siempre se
ha caracterizado por
su lentitud en adap-
tarse a los tiempos en
que vive. En ocasio-
nes, cuando uno de
los suyos ha sido el que impulsa el cambio, se ha
resistido con tenacidad a participar del proyecto.
Así ocurrió con Wilberforce, en el siglo XVII. Este
hombre luchó en soledad durante dos décadas
para erradicar el vergonzoso comercio de esclavos,
que muchos cristianos apoyaban.
Hoy nos encontramos ante un escenario simi-
lar. A pesar de que se ha instalado en el centro de
muchos de los debates públicos, la Iglesia perma-
nece indiferente ante el siniestro avance de los
desequilibrios naturales del planeta. De hecho, no
recuerdo una sola instancia en la que, visitando
cientos de congregaciones a lo ancho y a lo largo
de América Latina, haya escuchado alguna ense-
ñanza referida a nuestra responsabilidad para con
el medio ambiente.
No obstante, unos pocos cristianos han comen-
zado, en estos días, a considerar el tema. Con la
frustrante parsimonia que nos caracteriza, sus es-
fuerzos se han volcado mayormente a examinar las
Escrituras en busca de versículos que justifiquen
nuestro compromiso con el ambiente. El ejercicio
es tan inadecuado como rastrear un pasaje que
justifique el uso de extintores para apagar el fuego
que devora nuestra propia casa.
Los argumentos acerca del interés de Dios en
la naturaleza no movilizarán a la Iglesia. Más bien,
la impulsará su conciencia de que el desastre eco-
lógico que asoma es producto de un estilo de vida
absolutamente insostenible. El camino al cambio
lo provee el arrepentimiento.
De ser una sociedad que administraba los re-
cursos naturales nos hemos convertido en una que
los consume. A partir del siglo XIX la revolución
industrial introdujo la posibilidad de vivir sin lí-
mites, por medio de la acumulación de cantidades
10
obscenas de bienes y el malgasto de recursos como
si estos no fueran finitos. Este modelo de vida ha
llegado a ser la cima a la que todos esperamos
arribar. El mejoramiento que siempre anhelamos
se define en términos de mayor abundancia. Un gi-
gantesco aparato de mercadeo trabaja día y noche
para asegurar que esos deseos se mantengan a flor
de piel.
Un mundo volcado hacia el materialismo desen-
frenado eventualmente agotará los recursos nece-
sarios para complacer nuestro insaciable apetito
por poseer más. De hecho, cada día se vuelve más
difícil ignorar las consecuencias del abuso al que
hemos sometido la creación que el Señor nos con-
fió. La crisis del ambiente ha llegado, y ha llegado
para quedarse. No respeta ideologías, nacionali-
dades o posturas doctrinales. La crisis nos afecta a
todos, cristianos incluidos.
Nosotros, sin embargo, deberíamos ser los
primeros en anunciar que existe otra alternativa.
Conocemos, de primera mano, la vida simple y
ordenada que caracteriza al reino de los cielos.
Hemos caminado con Aquel que señaló las aves
del cielo y los lirios del campo como ejemplos de
la bondadosa provisión de Dios. Hemos observado
su desprecio por el derroche cuando mandó levan-
tar, en cestas, los restos de la alimentación de los
cinco mil. Lo hemos escuchado advertir que nada
trajimos al mundo y nada podremos llevarnos
cuando lo dejemos.
La Iglesia es la única que conoce el camino ha-
cia un estilo de vida más modesto, en el que prima
la perspectiva sencilla de los niños, libre del desen-
freno y el afán que nos caracteriza a los adultos. La
Iglesia entiende, mejor que nadie, que la felicidad
no consiste en la abundancia de nuestros bienes,
sino en una sólida relación con el autor mismo de
la vida.
Es hora de que nos animemos a dejar que
Cristo revolucione la forma en que vivimos. Será
nuestro mejor aporte al saneamiento de un plane-
ta que agoniza.
 TEOLOGÍA
Por Ricardo Gondim
Mi teología la baso con firmeza en mi cristología.
Tomo en serio la respuesta de Jesús a Felipe; el
apóstol que quería ver a Dios y creía que con eso
sería suficiente:
El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.
¿Cómo puedes decirme: «Muéstranos al Pa-
dre»? ¿Acaso no crees que yo estoy en el Padre,
y que el Padre está en mí? Las palabras que yo
les comunico, no las hablo como cosa mía, sino
que es el Padre, que está en mí, el que realiza
sus obras. Créanme cuando les digo que yo
estoy en el Padre y que el Padre está en mí; o al
menos créanme por las obras mismas.
Juan 14.9–11
12
Mi teología intenta alcanzar la dimensión de
aquello que Pablo reveló a la iglesia de los co-
losenses: «Él es la imagen del Dios invisible….
Porque a Dios le agradó habitar en él con toda su
plenitud» (Col 1.15 y 19).
Entiendo que el mayor misterio de la fe cris-
tiana ha sido la encarnación: Dios, sin dejar de
ser Dios, se hizo hombre y habitó entre nosotros.
¡Qué escándalo para los judíos y para los griegos
concebir que la divinidad descendiera algún esca-
lón!, ¡cuánto más que se volviera semejante (de la
misma naturaleza) a la humanidad!
En la lógica cristiana, sin embargo, ese
vaciamiento (kenosis) resultó necesario para que
Dios entrara en la historia, se sometiera a las

contingencias de la existencia, fuera tentado, su-
friera y muriera como cualquiera de nosotros.
De esta manera, su cuna se forró con el pasto
que los animales comían; durante su infancia sus
padres se refugiaron en un país extranjero; pasó
hambre, sufrió muchos inconvenientes y termi-
nó con la misma suerte de millones de negros,
menesterosos y mujeres que han padecido bajo
regimenes totalitarios.
Entiendo, no obstante, que el vaciamiento de
Jesús no significó que estando encarnado haya
modificado su absoluta identidad con el Padre.
La actitud, carácter, sentimientos, compor-
tamiento, la manera de ser de Dios los expresó
plenamente Cristo: «el Padre vive en mí». Jesús
es la interfase entre la humanidad y el Dios nunca
visto.
Para entender cómo Dios trata a los desvali-
dos, basta con mirar a Jesús cuando tocaba a los
leprosos; para entender la opinión de Dios acerca
de los sistemas religiosos enfermos, basta con
mirar a Jesús mientras volteaba las mesas del
templo; para entender el corazón de Dios por las
multitudes, basta escuchar la voz de Jesús: «Veo
las multitudes como ovejas sin pastor»; para
entender la frustración de Dios con la obstinación
rebelde de las personas, basta con oír el lamen-
to de Jesús por Jerusalén, que rechazó anidarse
bajo las alas del Altísimo.
La Trinidad habitó corporalmente en Jesús de
Nazaret, incluso, o principalmente, en la cruz. El
Padre no se mantuvo distante de los horrores de
la muerte de su Hijo. En la controversial película
de Mel Gibson, para mí, el momento más contun-
dente fue aquel cuando Jesús murió y una lágri-
ma cayó del cielo; su impacto en la tierra desequi-
libró el ambiente, de manera que cubrió todo de
tinieblas y partió las rocas.
Bruno Forte, filósofo y teólogo italiano, reflexio-
nó sobre ese momento:
¿Y el Padre? ¿Permaneció indiferente, pri-
sionero de un «divino egoísmo» delante del
sufrimiento del Hijo? ¿O no existe también
un profundo sufrimiento del Padre, a pesar
de estar oculto por la discreción del amor que
sufre?….
Dios sufre en la cruz como Padre que entre-
ga, como Hijo que se entrega, como Espíritu
que es el amor emanado del amor sufriente de
ambos. La cruz es la historia del amor trinita-
rio de Dios al mundo: un amor que no soporta
el sufrimiento, sino que lo elige. (Jesus de
Nazaré, História de Deus e Deus da História,
pp. 26, Paulinas, p. 26).
Cada vez entiendo un poco más la theologia
crucis, o «teología del Dios crucificado», no solo
como clave soteriológica, sino como revelación del
propio Dios. En el grito agonizante del Calvario
alcanzamos a entender el impacto que los dolores
del mundo causan al corazón de Dios.
El sufrimiento humano es desmesurado.
13
Jesus es la interfase entre la humanidad y el Dios nunca visto.
¿Quién puede medir, pesar, en fin, concebir el
dolor de las madres que ya han enterrado a dos
o tres bebés, muertos a causa de la diarrea o la
malaria? ¿Quién sabe del dolor de un padre que ve
cómo su hijo muere, poco a poco, a causa del sida?
Dios no solo observa, sino que siente compasión
(sufre al lado) por todos.
Vuelvo a citar a Bruno Forte:
La mentalidad greco occidental no sabe conce-
bir más que el sufrimiento pasivo, soportado
y, por lo tanto, imperfecto, de manera que así
postulan la incapacidad de Dios para sufrir.
Contra esa mentalidad, el Dios cristiano revela
un dolor activo, el cual elige con toda libertad,
y que se perfecciona en la perfección del amor:
«Nadie tiene amor más grande que el dar la
vida por sus amigos» (Jn 15.13).
El Dios cristiano no es ajeno al sufrimiento
del mundo, no es espectador impasible de este
desde lo alto de su perfección inmutable, sino
que lo asume y lo vive con la máxima inten-
sidad, como sufrimiento activo, como don
y ofrenda de donde surge la vida nueva del
mundo.
Desde aquel viernes santo, sabemos que la
historia del sufrimiento humano es también la
historia del Dios cristiano. Dios está presente
en la historia para sufrir con el hombre y para
ayudarlo a ver el valor inmenso del sufrimiento
por amor. Dios no es «la parte oculta contra-
ria», a quien se eleva el grito del sufriente y
del desolado; sino que es, «en un sentido más
profundo, el Dios humano, que grita en y con
el sufriente y que interviene a favor de él con la
propia cruz, cuando el sufriente enmudece en
sus tormentos.
Es el Dios que le da sentido al dolor del
mundo, porque lo asume de tal manera que lo
convierte en su propio sufrimiento. Este es el
sentido del amor.
Contra le resignación de fe y la rebelión atea,
el Dios crucificado vuelve al hombre capaz de
un sufrimiento activo, de un sufrimiento vivido
en la comunión con todos los desolados de la
14
tierra y en oblación al Padre, que lo recibe y le
confiere valor.
Así que, la historia de los sufrimientos del
mundo es transformada en la historia del amor
para el mundo. Por eso el Dios crucificado es la
única verdadera novedad de la vivencia huma-
na.
El hombre de hoy es probado por el su-
frimiento de siempre, es dejado solo ante el
silencio del Dios que fue declarado «muerto»,
es oprimido por la injusticia y por la iniquidad.
Ese hombre necesita el sufrimiento, al igual
que el hombre de siempre. De ahí la necesidad
de la «theologia crucis», de la teología del Dios
crucificado, que responda al grito del Dios ago-
nizante y capte en él, abandonado, el sentido de
los dolores del mundo.
Delante de la interrogante del dolor, delante
del drama de la nada desde donde surge, la
palabra de la cruz resuena como «evangelio»
también para los hombres de hoy: «el dolor
contra dolorem es el amor de Dios, el amor
que quita nuestro dolor. Por eso, el mensaje
del dolor de Dios es la buena nueva. Por eso,
los cristianos no cesan de proclamarlo» (Bruno
Forte, pp. 27).
El frágil Nazareno, también llamado Hijo del
Hombre, es Dios encarnado que vivió igual a todos
y sin embargo venció, y por eso es la inspiración de
millones de excluidos.
El Dios que se nos reveló tiene la cara de Jesús.
La noticia más jubilosa que proclamamos no es
solo que Jesús sea idéntico a Dios, el Padre tam-
bién es idéntico al Hijo. A P
Soli Deo Gloria.
El autor es pastor de la Iglesia Betesda en San Pablo,
Brasil. Es autor de varios libros —aún no disponibles
en español— y un reconocido conferenciante. Está
casado con Silvia. Dios los ha bendecido con tres
hijos y tres nietos.
Traducido por Gabriel Ñanco
Se tomó de http://gondimenespanol.blogspot.com.
Se usa con permiso del autor y del traductor. Todos
los derechos reservados por el autor.
TEMA DE
PORTADA

Muchos evangélicos se
encuentran en un hábitat
teológico emergente,
en el que cuidar la creación es
primordial para su misión
Por Brian McLaren
En este preciso momento, estoy sumergido en el
lodo. Con botas de pescador, intento caminar a tra-
vés de un pantano ubicado al norte de Maryland,
rodeado de juncos, alisos y una variedad de flores
como impatiens, col de mofeta y rosa palustris. Lo
disfruto en gran manera. He realizado esta expe-
dición de varios días casi todas las primaveras de
los últimos doce años. Participo como voluntario
en la investigación de la vida silvestre. En parti-
cular, estamos buscando la tortuga menos común
de Estados Unidos: Glyptemys muhlenbergii, una
pequeña tortuga de pantano que no mide más de
10 cm. En la década de los setentas, descubrieron
a estas peculiares tortugas distribuidas en más de
cuatrocientos lugares en nuestro pequeño estado.
Sin embargo, para la década de los noventas, ya
solo se encontraban en la mitad de esos sitios.
Los otros espacios los habían zanjado, drenado,
arrasado, contaminado, invadido por plantas no
nativas, atravesado por carreteras para vehículos
que destrozaban a las tortugas; todas estas accio-
nes transformaron esos sitios en entornos inhabi-
tables para estas pequeñas criaturas.
Cuando me reúno con biólogos profesionales y
con otros voluntarios, les sorprende que un pastor
evangélico (o posevangélico, o «joven evangélico»,
o lo que sea) desempeñe este tipo de actividades.
No están acostumbrados a ver pastores mancha-
dos de barro, sin temor a andar por pantanos
sucios en busca de tortugas; que persiguen ranas
cantoras, mariposas Checkerspot de Baltimore o
plantas como el pincel indio. Sé lo que ellos pien-
san: los cristianos, especialmente los que están
asociados al término «evangélicos», son parte del
problema, no de la solución. Escuchan a James
Dobson, a Pat Robertson y a James Kennedy, en
vez de atender a Wendell Berry y a Herman Daly;
se enfocan solo en la familia y en la educación, y
dejan el ambiente por fuera.
Las causas visibles de la falta de cuidado am-
biental entre los protestantes conservadores son
innumerables: se incluye la subcontratación de la
mente evangélica realizada por políticos de dere-
cha con intereses codiciosos en negocios; también
se observa la inclinación por colocar el evangelio
de Jesús en un colador de capitalismo consumista,
para así retener el caldo que este César moderno
permite que pase; y no se queda atrás la tenden-
cia de estar en contra de todo lo que los liberales
favorezcan. Sin embargo, las profundas raíces
teológicas del desinterés por el ambiente y por los
valores teológicos emergentes, que ya todos esta-
mos aceptando, trascienden aún más.
Las personas sensibles ante los problemas de
la creación saben que ella está en constante cam-
bio. Los continentes se desplazan, el clima varía,
los polos magnéticos cambian drásticamente y
pantanos como este se transforman en praderas
húmedas y luego en distintos tipos de bosques.
Existe una sucesión ecológica natural y considero
que muchos cristianos también vivimos una suce-
sión teológica natural. Permítame mencionar tres
de estos conceptos.
Primero, nuestra creciente preocupa-
ción por los pobres y oprimidos nos lleva
a aumentar nuestro interés por toda la
creación. Las mismas fuerzas que perjudican a
viudas y a huérfanos, a bebés y a mujeres, a niños
y a ancianos también dañan a pájaros y truchas, a
helechos y bosques antiguos: la codicia, la impa-
ciencia, el egoísmo, la arrogancia, la ansiedad,
la ira, la competencia, la irreverencia, todo esto
sumado a una espiritualidad preocupada por el
alma, pero que a la vez descuida el cuerpo, que se
prepara para la eternidad en el cielo, pero abando-
na la historia en la tierra.
Cuando desenmascaramos la codicia y el con-
sumismo, cuando distinguimos la arrogancia y la
irreverencia, cuando reconocemos la ansiedad y
el egoísmo y nos arrepentimos de estas pasiones,
valoramos de nuevo (o redimimos) al mundo y a
todo lo que en él habita (viudas, huérfanos, árbo-
les, tierra), de manera que vuelven a ser sagrados
para nosotros.
Desde esta visión emergente, estas pequeñas
tortugas de pantano, que hoy buscamos, son un te-
soro invaluable, una creación original del gran Ar-
tista de la historia, sin importar que una persona
deseosa de construir una autopista interestatal en
este pantano no reconozca en ellas ningún valor.
En segundo lugar, la escatología del
abandono se está reemplazando por el
17
 atractivo evangelio del Reino. El fenómeno
de la escatología dispensacional evangélica (la
doctrina de los últimos tiempos y de las últimas
cosas) se entiende ahora su razón de ser en el
mundo actual. Es comprensible que los cristianos
en los centros de poder en la modernidad (Ingla-
terra del siglo XIX y Estados Unidos del siglo XX)
pensaran que se aproximaba la destrucción en
la historia de la modernidad. ¿Cuál era su úni-
ca esperanza? La segunda venida de un gancho
colgado del cielo que envolviera toda la creación,
la abollara como un papel de caramelo vacío y
la tirara a la basura, y cuanto antes, mejor, para
que Dios nos pudiera llevar al cielo, más allá del
tiempo, de la materia y de toda la creación. En
semejante modelo, no existe ninguna continuidad
entre esta creación y la nueva creación celestial;
se descarta esta creación como un cartón de
leche. ¿Por qué tanto sentimentalismo por un
contenedor de poco valor destinado al contene-
dor cósmico de la nada?
Esta escatología evangélica popular cometió
un error entendible pero muy grave: asumió que
la modernidad sería todo lo que existiría. Así
como los primeros cristianos no se imaginaban
que el evangelio sobreviviría el Imperio Romano
(a menos que sí hayan entendido el Apocalipsis
de Juan), los evangélicos del siglo XIX y XX no se
imaginaron que el evangelio sobreviviría la mo-
dernidad: imperio de la razón, del consumismo y
del individualismo. Para que la escatología evan-
gélica popular proliferara y mantuviera su hege-
monía, fue necesario reinterpretar a los profetas
hebreos. Sus visiones proféticas de reconciliación
y paz con la historia (metafóricamente transmi-
tidas a través del león y el cordero, los niños y la
18
serpiente, las espadas y las rejas de arado, y las
lanzas y las podaderas) debían ser impulsadas
más allá de la historia, o bien en un cielo espi-
ritualizado o en un punto intermedio milenario
entre la historia y la eternidad, por decirlo así.
La escatología del abandono también nece-
sitó marginar a Jesús (en algún punto fue así, ya
que aunque permitía que Jesús siguiera siendo
el salvador, a Pablo le dio la posición de maestro
experto). Sin embargo, ahora, así como cada vez
somos más los que redescubrimos a Jesús como
maestro experto, nos llama la atención la impor-
tancia del «reino de Dios» en el mensaje de Jesús
(y también en el de Pablo). Y para nosotros está
claro que este Reino no tiene que ver solamente
con el cielo al que iremos cuando muramos: se
trata de la voluntad de Dios (o deseo) cumplida
en la tierra ahora, en la historia misma.
En este Reino, advirtió Jesús, son importan-
tes los gorriones y los lirios del campo. Es cierto
que las personas son aún más importantes, pero
no es cuestión de elegir a uno o al otro. En este
mundo todo lo que es bueno es valioso, todo lo
creado por Dios importa. Dios envió a Jesús al
mundo con un amor salvador, y Jesús nos envía a
nosotros para que sirvamos con un amor salva-
dor similar; amor por los huérfanos y las viudas,
prostitutas y leprosos, pobres y olvidados, pero
también por las pequeñas criaturas que sufren
a causa de la codicia egoísta y la arrogancia que
oprimen a las personas vulnerables.
En tercer lugar, el concepto sagrado
de la propiedad privada se está enfren-
tando con el concepto bíblico de mayordo-
mía. Así como se tentó al cristianismo liberal en
el siglo pasado para convertirse en la religión civil
del socialismo, que reverenciaba la propiedad del
estado, hoy, ciertamente, el cristianismo conser-
vador ha llegado a convertirse en el fiel compa-
ñero del capitalismo que consagra la propiedad
privada. No es de extrañar, entonces, que muchos
cristianos conservadores defiendan la propiedad
y la empresa privada con la misma determinación
que defienden la doctrina de la Trinidad o de la
salvación por gracia.
Para muchos de nosotros que nos considera-
mos posliberales y posconservadores, palabras
como privado (algo personal e individual), pro-
piedad (el control autónomo, personal e indivi-
dual), y la empresa (el control autónomo, perso-
nal e individual sobre proyectos que utilizan el
mundo de Dios para beneficio propio) parecen ir
en contra de los valores del Reino. Valores como
comunidad (es decir, ver más allá de lo indivi-
dual; lo colectivo), compañerismo (que significa
compartir, participar con la comunidad, no pen-
sar en «lo mío»), y misión (es decir, participar en
los proyectos de Dios, en el mundo de Dios, para
los propósitos de Dios).
¿Podemos encontrar alguna alternativa entre
estos dos extremos que o niegan o consagran
la propiedad privada? ¿Podrá una mayordomía
bíblica, que celebra la propiedad máxima de Dios,
algún día impulsar una nueva economía basada
en la gracia, al igual que la propiedad privada
actualmente alimenta nuestra economía consu-
mista, basada en la codicia (o como la propiedad
del gobierno que impulsa una economía socialista
basada en el control)?
Una economía basada en la administración
no piensa que todas las montañas majestuosas
pueden ser un espacio potencial para operaciones
de minería a cielo abierto, ni ve los bosques como
metros de madera comercial, ni ve este pantano
húmedo (drenado y arrasado) como un sitio lu-
crativo para «desarrollar viviendas» (un término
inapropiado ya que las excavadoras y el pavi-
mento desarman en cuestión de horas lo que le
llevó siglos a la creación de Dios desarrollar). Más
bien, todo lo que «nos pertenece» (incluidas las
moléculas y las células que constituyen nuestro
cuerpo), en realidad, Dios nos lo prestó y confió;
nosotros lo recibimos y lo utilizamos con reve-
rencia durante un período de tiempo, para luego
soltarlo de un modo u otro, ya sea a través de dar
y compartir de manera voluntaria, o por medio de
la muerte y renuncia involuntaria.
Entonces, ¿en qué nos diferenciamos noso-
tros en este hábitat teológico emergente, en esta
nueva etapa en la sucesión del bosque espiritual?
Eso está por verse. Pero para empezar, vemos de
manera diferente, nos preocupamos de mane-
ra diferente, valoramos de manera diferente. Si
esas diferencias adquieren popularidad, ya que
el cristianismo es la máxima religión del mundo,
de seguro obtendremos respuestas positivas en
nuestro mundo.
A la larga, dichas acciones deberán trascender
más allá de las obras de conservación importan-
tes pero a la vez limitadas (reciclar, reutilizar,
abstenerse, etc.).
Los efectos del cuidado del ambiente deberán
cambiar nuestros sistemas; sistemas de trans-
porte que dependen de los combustibles fósiles
y que dividen y devastan el hábitat de nuestros
vecinos animales, los sistemas de vivienda que
maximizan el impacto de las personas a través de
la expansión suburbana, los sistemas de cultivo,
que, en lugar de administrar la tierra, la maltra-
tan, los sistemas de publicidad que nos inducen
a consumir algo que no necesitamos y que pronto
ocupará más metros cuadrados como basura. In-
cluso nuestros sistemas de familia deberían recon-
siderarse. Por ejemplo, podemos darnos cuenta de
que tanto la familia nuclear (frecuente en muchos
enfoques cristianos) como la «familia subatómica»
(es decir, la familia nuclear que se separa luego del
divorcio), requieren (y desperdician) más recur-
sos que la verdadera familia tradicional: la fami-
lia extendida o «molecular». ¿Será posible que
resurjan las familias extendidas e intencionales? Si
esto ocurriera, será una buena noticia para toda la
creación, incluso para las personas.
De acuerdo; demasiado por hoy. Debo conti-
nuar con mi investigación.
Esta es una pequeña manera de expresar mi
preocupación por la creación. Un interés que fluye
de mi identidad: una criatura que quiere cuidar de
las demás criaturas, porque estoy hecho a imagen
del Creador, que cuida de todos nosotros. Espero
que todos podamos encontrar la manera de expre-
sar preocupación por la creación. A P
El autor es pastor fundador de Cedar Ridge
Community Church en Spencer, Maryland, y co-autor-
de Adventures in Missing the Point: How the Culture-
Controlled Church Neutered the Gospel (Aventuras
de aquello que no entendemos: ¿De qué manera la
iglesia controlada por la cultura anuló el evangelio?),
trabajaba en su libro A generous Orthodoxy (Una orto-
doxia generosa) cuando escribió este artículo.
Se publica con permiso de Sojourners, (800) 714-
7474, www.sojo.net.
19
 TEMA DE
PORTADA
En el cuidado del
ambiente cada uno
tendrá que realizar
el aporte que le
permiten sus propias
capacidades
Por Cal Biesner
Estoy a cargo de mi tía, que padece Alzheimer, y
de su hija que sufre una discapacidad mental. Es
decir, suelo pensar en cómo atender sus necesida-
des y también me compadezco de ellas. El doctor
que controla a mi tía apenas si la conoce, pero en
términos de acción externa y objetiva, se ocupa
más de ella que yo mismo. Mi hija, que vive con
ellas y se encarga de las tareas domésticas, vela por
ellas tanto objetiva como subjetivamente, mucho
más que yo o el mismo doctor.
¿En qué medida deberían ocuparse los cristia-
nos del cuidado del ambiente? En parte depende de
qué significa para nosotros «cuidar el ambiente».
¿Nos referimos al cuidado subjetivo y emocional o
al objetivo y activo?
20
Supongo que todos somos
capaces de ocuparnos del ambiente de
una manera emocional que, por cierto, no es de
gran utilidad. No obstante, nuestros recursos son
más limitados cuando se trata del cuidado objetivo
y activo, es decir, en toma de acciones tales como
dedicar tiempo para limpiar la basura de un río,
protestar por los desechos tóxicos en una fábrica
de productos químicos o inventar un motor con un
combustible más eficiente y de menor contamina-
ción. El tiempo, el dinero y la energía que le dedi-
quemos a estas tareas ya no alcanzaría para dedi-
carlo también al cuidado y prevención del SIDA, o
a la problemática del hambre, o a la evangelización,
o a la lucha contra el tráfico de personas, o a leerles
historias de la Biblia a nuestros hijos.
Es inevitable que establezcamos prioridades. En
este caso, es aplicable la afirmación del apóstol Pa-
blo acerca de los dones: «Sin embargo, hay muchos
miembros, pero un solo cuerpo. Y el ojo no puede
decir a la mano: No te necesito; ni tampoco la cabe-
za a los pies: No los necesito»
(1Co 12.20–21).
Supongamos que Julia invierte todo su tiempo
de servicio a la administración de la Tierra pero no
dedica nada de tiempo al guardarropa de la iglesia
para los pobres. Rolando invierte en todo lo contra-
rio. Juana distribuye su tiempo de forma desigual
 entre educar a sus hijos,
enseñar un estudio bíblico
para mujeres, darle seguimiento
a los que visitan la iglesia por primera vez y
contactar a los representantes estatales y fede-
rales por los asuntos de orden público. ¿Alguno
de ellos está actuando mal? «¿Quién eres tú para
juzgar al criado de otro? Para su propio amo está
en pie o cae, y en pie se mantendrá, porque podero-
so es el Señor para sostenerlo en pie»
(Ro 14.4).
¿Qué tanto deberían ocuparse los cristianos del
cuidado ambiental? Depende de cada cristiano y de
sus dones; no es un asunto que debamos generali-
zar. Pero sí es posible establecer ciertos principios.
¿Cuáles son las tareas ambientales más importan-
tes que desafían a los cristianos?
En primer lugar, reclamar pruebas que de-
muestren la degradación ambiental y examinar de
qué manera puede resolverse; en segundo, inves-
tigar el costo y beneficio de los problemas y de las
soluciones propuestas, y promocionar el desarrollo
económico para los más pobres, dado que la pobre- El autor es portavoz nacional de the Cornwall Alliance
za constituye una gran amenaza para el ambiente; for the Stewardship of Creation (Alianza Cornwall
para la Mayordomía de la Creación).
tercero, promover la transparencia, la responsabili-
Todos los derechos reservados por Christianity Today
dad y la integridad en las estructuras gubernamen-
2010. Se usa con permiso
tales, pues la buena administración del ambiente
depende en parte de ellas. Por último, deberíamos
recordar que las personas somos más valiosas que
muchos gorriones y permitir que el conocimiento
guíe nuestras prioridades. A P

21
 Dom
TEMA DE
PORTADA

glor
Por R. Albert Mohler Jr.

La preocupación por el ambiente

constituye uno de los temas más
controversiales que desafían a los
cristianos en la actualidad. Por un
lado, enfrentamos el ambientalismo,
que suele estar profundamente arraigado a
una visión naturalista del mundo y, a veces, alia-
do a la espiritualidad panteísta. Por otro, lidia-
mos contra un penoso legado de silencio, apatía y
desinterés entre los evangélicos.
El diálogo cultural más amplio suele orien-
tarse en dos direcciones: política e ideología, al
punto del colapso. Aunque los evangélicos no
podemos ignorar los debates políticos y la tras-
cendencia de la política pública, nuestra propia
preocupación prevalece sobre los asuntos políti-
cos y es más profunda que cualquier política.
Nuestra preocupación evangélica por el cuida-
do ambiental se basa en la letra de una canción,
que muchos de nosotros aprendimos de niños:
«el mundo de nuestro Padre». Los temas bíblicos
de dominio y mayordomía resultan primordia-
les en nuestra lectura de la Escritura; desde la
creación, en Génesis, hasta la nueva creación, en
Apocalipsis.
En Génesis, Dios crea al ser humano a su pro-
pia semejanza. En términos muy claros, Dios
22
Una perspect
del cuidado
extiende a esta cria-
tura un mandato de dominio: «Sed fecundos
y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla;
ejerced dominio sobre los peces del mar, sobre
las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se
mueve sobre la tierra» (Gn 1.28).
Durante mucho tiempo, tanto en mi ense-
ñanza como en mis escritos, procuré «equili-
brar» el evidente mandato divino del dominio de
las personas sobre el orden creado con el tema
bíblico de la mayordomía. Pero he llegado a la
conclusión de que son exactamente el mismo
asunto. Una comprensión adecuada del dominio
no excluye la administración.
Dios le otorgó el poder del dominio a la úni-
ca criatura que formó a su imagen. Resulta muy
minio qu
rific
-
tiva cristiana
o ambiental
difícil que no lo logremos entender. Los
seres humanos no somos un contratiempo en la
creación. De hecho, la creación en sí misma es,
como Juan Calvino declaró con acierto «la repre-
sentación de la gloria de Dios». El propósito del
dominio del hombre sobre la tierra es desplegar
la gloria de Dios en su creación. Nuestro único
modelo de dominio debe ser el amor y cuidado
que el Creador invirtió en el cosmos; esforcémo-
nos en seguirlo.
No debemos participar del panteísmo implí-
cito y de la ciencia cuestionable que sostienen
tantos ambientalistas. Ni podemos adoptar el
concepto apocalíptico ambiental. Pareciera
que demasiados evangélicos, al aceptar estas
teorías, ignoran las profundas motivaciones
cristianas
para lograr el
adecuado cuidado
de la tierra.
Al mismo tiempo, no pode-
mos ser negligentes en nuestra
responsabilidad de ejercer nuestro
dominio para cuidar la tierra, aliviar las he-
ridas, respetar a todas las criaturas y valorar los
recursos que hemos recibido de parte de Dios.
Sabemos que seremos juzgados por la mane-
ra en que hemos cuidado la tierra. Esto entraña
una jerarquía de preocupaciones. La primera es
la gran comisión del evangelio. Pero, como todos
sabemos, el evangelio trasciende. Un adecuado
ambientalismo es uno de sus alcances. De cual-
quier manera, a fin de cuentas, el guardián de la
tierra es el mismo Creador. A P
El autor es presidente de Seminario Bautista de
Kentucky.
Todos los derechos reservados por Christianity Today,
2010. Se usa con permiso.
23
 TEMA DE
PORTADA

Abundan las razones por las que cada cristiano

debe ocuparse del cuidado ambiental
24
Por Jonathan Merrit
Si nos interesamos en el evangelio, como conse-
cuencia también deberíamos preocuparnos por
el ambiente. Aunque a primera vista no se en-
cuentra relación alguna entre estos dos temas, he
llegado a la conclusión de que sí la existe:
El cuidado del ambiente es el
trampolín para el evangelio
Comparto el gozo de los misioneros de todo el
mundo cuando ven que los cristianos apoyan el
«cuidado del ambiente». En muchos países ex-
tranjeros, los misioneros no comienzan su predi-
cación acerca de Jesús, a quien desconocen en su
cultura. En su lugar, presentan la creación y a su
Creador, que están a la vista de todos (Ro 1).
El cuidado ambiental fortalece la
predicación del evangelio
En países occidentales como el nuestro, donde
observamos una creciente sensibilidad con res-
pecto a los problemas ambientales, las personas
ven a un buen administrador del ambiente como
«una buena persona». Cuando las personas que
no son cristianas ven a cristianos ocuparse de la
tierra con desinterés y colaborar con aquellos que
dependen de los recursos del planeta, el mensaje
del evangelio les suena convincente. Por este vín-
culo entre evangelio y responsabilidad ambiental
los fundadores de muchas iglesias en Estados
Unidos han comenzado a incorporar prácticas de
administración del ambiente en la identidad de
su congregación.
Los países que no son occidentales observan
cuidadosamente a los cristianos occidentales a
través de la historia y a partir de nuestro estilo de
vida forman sus opiniones acerca de nuestra fe.
Por ejemplo, los estadounidenses equivalen sola-
mente a 5 % de la población mundial, sin embargo
consumen más de un tercio del papel de todo el
planeta. ¿Cómo influencia esta realidad al mensaje
del evangelio en países como Nicaragua, Honduras
o Ecuador en los que la deforestación causa tanto
sufrimiento e injusticia?
Vivir el evangelio implica preocuparse
por la creación
Es inapropiado declarar que el cuidado ambiental
o cualquier tema social componen el fundamento
del evangelio. Sin embargo, el evangelio nos
llama a vivir una vida sacrificada y compasiva de
manera radical. Jesús nos demanda que forme-
mos «discípulos de todas las naciones» y que les
enseñemos a los demás «a guardar todo lo que
él nos ha mandado» (Mt 28.19–20). Esto inclu-
ye el mandamiento de amar a nuestro prójimo,
ocuparnos de los más humildes y cumplir los
mandatos del cuidado de la creación que se en-
cuentran en la Escritura.
Ignorar los problemas ambientales
cubre al evangelio de vergüenza
Involucrarse en la vida misionera incluye ex-
poner la verdad. Esto significa que debemos
tratar con honestidad los problemas mundiales.
Cuando seguimos a ciegas a un grupo de presión
cristiano y a «alianzas» que ignoran la injusticia
global, el evangelio sufre. San Agustín advir-
tió acerca de este asunto en su Interpretación
literal del Génesis: «Si alguien que no es cris-
tiano se da cuenta de que un cristiano sostiene
una visión equivocada de un tema que él mismo
conoce muy bien y ve que insiste en esa opinión
insensata de la Escritura, ¿cómo podrá creer en
la Palabra de Dios?»
Podría presentar más razones por las cuales
los cristianos deben ocuparse de la creación:
porque «del Señor es la tierra» (Sal 24); porque
revela los atributos de Dios (Sal 19; Ro 1); por-
que Dios nos pidió que nos ocupemos de ella (Gn
2.15); y porque la muerte de Cristo comenzó un
proceso de redención cósmica del cual fuimos lla-
mados a participar (Col 1; Ro 8; Ap 21). Pero más
que por todas estas verdades, es importante que
nos ocupemos del cuidado de la creación porque
nuestro anhelo es que el reino de Dios gobierne
la tierra y que toda criatura reciba el evangelio de
Jesucristo. A P
Jonathan Merrit es autor del libro Green Like God
(Verde como Dios).
Todos los derechos reservados por Christianity
Today, 2010. Se usa con permiso.
25
 TEMA DE
PORTADA

26
 Sacerdotes
del jardín
de Dios

Hacia una visión bíblica

para salvar el planeta
27
 Por Obispo James Jones
Nos describimos a nosotros mismos de distintas
maneras, por ejemplo, como ciudadanos o votan-
tes. Muchos de nosotros nos describimos como
creyentes. Pero creo que existe un adjetivo que
las futuras generaciones se sorprenderán al saber
que para describir nuestra persona la utilizamos
con tan poca concienciación: «consumidores».
Consumir es comer, devorar, destruir. ¡Y así
es como nos definimos y describimos en el siglo
XXI!: comer, beber, comprar, vender, negociar:
«consumidores». No logramos entender la cruel
ironía de nuestra autodenominación: devorado-
res de la herencia de nuestros hijos y consumido-
res de su futuro. No solamente tomamos prestada
la tierra de nuestros hijos, como reza el prover-
bio, ¡la consumimos, devoramos y destruimos!
Volver a la Biblia
Así como miramos hacia atrás con incredulidad
y nos preguntamos cómo en tiempos pasados las
personas, en particular los creyentes, fueron ca-
paces de aprobar y defender la esclavitud, sospe-
cho que las futuras generaciones conscientes de
que la tierra no es una alacena ilimitada, encon-
trarán muy difícil entender el fracaso de nuestra
imaginación cultural. Del mismo modo que una
visión teológica y bíblica reveló y dio forma a la
respuesta abolicionista contra la esclavitud del
racismo, también una visión teológica y bíblica de
la tierra comienza a esclarecer nuestro entendi-
miento acerca de la crisis ecológica actual.
Una visión bíblica de la humanidad desde y
en la tierra nos lleva a pensar en nuestra respon-
sabilidad moral con Dios, con otras criaturas y
con las generaciones futuras para servir y conser-
var la tierra.
Por ejemplo, consideremos este versículo en
el capítulo 2 de Génesis: «Entonces el SEÑOR
Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del
Edén, para que lo cultivara y lo cuidara». Como
expone el experto Gordon Wenham: «las pala-
bras hebreas avad (cultivar) y shamar (cuidar)
se traducen mejor como «servir» y «preservar».
Como subraya Wenham, «los únicos pasajes en
el Pentateuco que utilizan estos dos verbos en
conjunto son Números 3.7–8, 8.26 y 18.5–6, y
refieren a las tareas de los levitas de guardar y
ministrar el santuario»
28
Si el jardín del Edén se ve como el santuario
de Dios, señala Wenham, entonces quizás: «Adán
debería ser descripto como un levita arquetípi-
co»; un sacerdote en el jardín de Dios. Este punto
le da un sólido fundamento bíblico a una idea
que se repite en la tradición ortodoxa: que el ser
humano es sacerdote de la creación: «creado
para reunir a toda la naturaleza de Dios», según
las palabras elocuentes del metropolitano Juan
Zizioulas de Pergamon.
Una vocación de todos
Servir y preservar la tierra es vocación de los
seres humanos desde el momento en que empe-
zamos a ejercer el dominio, cuando Dios nos creó
semejantes a él. Dios llamó a Adán para que fuera
el primer señor siervo; la humanidad —los hijos
de Adán— debe cumplir el sacerdocio para servir
y preservar la creación. De hecho, es la providen-
cia de Dios la que ha dispuesto que la humanidad
sea agente de conservación.
No logramos entender
la cruel ironía de nuestra
autodenominación:
devoradores de la herencia
de nuestros hijos
Esta visión teológica y bíblica nos revela cuál
debe ser nuestra actitud hacia la tierra y hacia
toda la creación de Dios. En los escritos emer-
gentes, que combinan la teología cristiana con
el ambiente, se observa un importante énfasis
desproporcionado en el testamento hebreo. El
libro Cristianismo y ecología de la prensa de la
Universidad de Harvard incluye un escrito de
Sally McFague que se titula: «La cristología eco-
lógica: ¿se encuentra en el cristianismo?», el cual
destaca la enigmática pregunta de Jesús a Pedro:
«¿Quién dices que soy?»; McFague pregunta deli-
beradamente: «¿existe una respuesta ecológica?»
Ella insiste en que se trata de una pregun-
ta ineludible, ya que «ser cristiano es tratar con
Jesús; Jesús, para los cristianos, es Emanuel, Dios
con nosotros. De este modo, los asuntos actuales
de opresión, que necesitan la gracia salvadora de
Dios, proveen los contextos para una interpreta-
ción cristológica».
Otra perspectiva de Cristo
En particular, propongo un estudio de los dichos
del evangelio en los que Jesús se llama a sí mismo
«Hijo del Hombre» y en el mismo contexto se
refiere a «la tierra» (Mateo 9.2«8; 12. 38–42;
24.27–30; Lucas 18. 8; 21.35–36; Juan 12.32–
34). La ruta etimológica del título «Hijo de Hom-
bre» está en Adán y adamah, cuyo significado
es «tierra». No es que proponga que debiéramos
agregar un significado ajeno al texto original, sino
que contemplo la posibilidad de que las preocu-
paciones culturales nos hayan coartado la capaci-
dad de distinguir algunos significados ocultos, así
como también es probable que a la vez nos abran
los ojos a otros temas no considerados aún.
En Mateo 19.28 Jesús relaciona explícitamen-
te su rol cataclísmico de Hijo del Hombre con
la «regeneración de todas las cosas», es decir la
palingenesia: «En verdad les digo, en la regene-
ración, cuando el Hijo del Hombre se siente en
el trono de su gloria…». Este uso singular de la
palingenesia despierta muchas inquietudes, en
particular porque es un concepto de filosofía es-
toica. Sin embargo, Philo la utilizaba para hablar
del mundo después del diluvio y Josefo la empleó
para describir la restauración de la tierra de los
judíos luego del exilio. El hecho de que Mateo
asocie al Hijo del Hombre con la restauración y el
renuevo, y también con la tierra, le añade mérito
al estudio del tema.
Pasos hacia la acción
Si lo llevamos de la teoría a la práctica y de la
Palabra a la acción, considero que también debe-
mos llevar nuestro conocimiento a otros niveles.
A nivel personal, necesitamos comunicar una
visión que cambie corazones y mentes; la palabra
utilizada en el ámbito religioso para este concepto
es arrepentimiento. Hace tres años, en la Cuares-
ma, la Diócesis Anglicana de Liverpool, Inglate-
rra, invitaba a las personas a reducir su impacto
ambiental en vez de abstenerse de beber alcohol
o comer chocolates. En 2008, el ayuno de dióxido
de carbono fue solo un evento nacional, en el cual
participaron más de 300.000 personas. En 2009,
se procuró en todo el mundo.
Pero actuar como individuos no llega a ser su-
ficiente si queremos producir un verdadero cam-
bio; necesitamos trabajar como comunidad. Jun-
to con la Diócesis Católica de Liverpool, estamos
construyendo dos escuelas en zonas marginales
con la intención de conectarnos y ocuparnos de
su entorno local. Paneles solares, irrigación con
agua de lluvia, techos verdes, y un programa en
el que cada tema refleje el énfasis ambiental son
algunas de las tareas distintivas del proyecto.
Por último, lo que ocurra a nivel tanto perso-
nal como parroquial debe reflejarse en el nivel de
las políticas de gobierno. En el Reino Unido, los
altos obispos de la Iglesia de Inglaterra ocupan
un asiento en la Cámara de los Lores, equivalente
al Senado de Estados Unidos. El proyecto de ley
del clima del Reino Unido ya cumplió un año,
y junto con el obispo de Londres conseguimos
pedir que se considerara a los refugiados am-
bientales y a los pobres, que son los afectados en
mayor medida por al cambio climático. No existía
precedente de esta referencia a los acuerdos
internacionales o a las necesidades de millones
de refugiados ambientales en otras partes del
mundo.
Debemos llevar la concienciación ambiental,
la cual poseemos por nuestra creencia teológica,
a la acción. La fe sin obras es muerta; la cual debe
ser tan real en el campo de la ecología como en el
ámbito de la experiencia personal. A P
El autor es obispo anglicano en Liverpool, Inglate-
rra y autor de Jesus and the Earth (Jesús y la tierra).
Este artículo se adaptó de la conferencia ambiental
Kreitler de 2008 en el Seminario Teológico de Vir-
ginia y se publica con permiso de Kreitler Environ-
mental Fund.
Se usó con permiso de Sojourners (www.sojo.net).
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29
 MISIONES
Hacia el
equilibrio
Una iglesia que desafía el desequilibrio global es aquella
que se mantiene unida y en la búsqueda de la cooperación
Por David D. Ruiz M. M. A.
¿Es posible corregir el desequilibrio
global?
Cuando examinamos el texto bíblico nos da-
mos cuenta de que la desigualdad es un tema
recurrente, una fatídica herencia de la caída del
hombre que, lamentablemente, nos seguirá hasta
el fin de los tiempos. Jesucristo anticipó que a los
pobres siempre los tendríamos con nosotros (Jn.
12.8). No sucederá sino hasta el momento que
veamos descender la ciudad de Dios, la Nueva
Jerusalén, la ciudad equilibrada, igualitaria, que
esa situación cambiará.
Un modelo de equilibrio: La iglesia de
Jesucristo es lo más cercano al equilibrio que el
mundo puede experimentar. Sus orígenes expo-
nen esta característica en el libro de los Hechos
2.41–47, 4.32–35. En momentos como el que
vivimos, las Escrituras demuestran que la iglesia
puede ser el puente que conecte y acorte la bre-
cha a favor de aquellos que sufren los embates
del desequilibro. De esa manera les proporciona
una fuente de esperanza presente al compartirles
30
los medios materiales y sobrenaturales para cu-
brir sus necesidades tanto de salud física, como
espiritual (5.12–16).
Sin embargo, la mayor contribución que la
iglesia es capaz de brindarles es la esperanza
futura que el evangelio de Jesucristo ofrece para
ellos. En estos pasajes vemos cómo pobres y
ricos, académicos y mendigos, así como gente de
diferentes trasfondos y grupos étnicos, fueron
capaces de desafiar el desequilibrio. Estas perso-
nas demuestran que en el evangelio de Jesucristo
siempre existe esperanza para todos, no importa
cual sea su origen, posición económica o social o
su trasfondo cultural y étnico. A la iglesia siempre
le resulta posible desafiar el desequilibrio mundial,
y trabajar en cooperación.
Lastimosamente, no pasa mucho tiempo para
que el libro de los Hechos recoja en su registro el
comienzo de las divisiones en la iglesia de Cristo.
En Hechos 6.1 Lucas nos presenta a la iglesia en
tensión por descuidos al repartir los alimentos,
en especial, las más afectas fueron las viudas de
diferentes etnias. Los apóstoles abordan el conflic-
to pronta y conciliatoriamente y logran un acuerdo
favorable para la iglesia. A partir de ese incidente,
los discípulos comprendieron que mantener la
unidad de la iglesia demandaría un consistente
esfuerzo y leal dedicación de parte del liderazgo.
La division en la Iglesia
Las iglesias de Jesucristo han enfrentado las
dificultades para mantener la unidad. La primera
epístola de Pablo a los Corintios es un testimo-
nio de esta realidad; es una carta para una iglesia
dividida. Desde el principio de la misiva consegui-
mos ver que Pablo la escribió por los informes que
había recibido acerca de contiendas entre herma-
nos (1.11) y para responder a preguntas acerca de
realidades que provocaron la división entre ellos.
La iglesia de Corinto nos ofrece un catálogo de
las diferentes clases de división que se presentan
en la iglesia de Cristo. Por ejemplo: divisiones, en
1.10, contiendas, en 1.11. Continúa la lista con ce-
los, en 3.3, y, finalmente, están los pleitos (krima-
ta = pleitos), en 6.7.
Nos gustaría afirmar que las divisiones en las
iglesias y en las organizaciones cristianas vienen
por causa de los inconversos que participan en
ellas, pero debemos reconocer que son una mar-
ca de nuestra falta de madurez. Las discordias y
divisiones muestran que todavía somos carnales
(3.3) Por otra parte los pleitos son la evidencia de
una actitud centrada en nosotros mismos; en lugar
de servir a otros, preferimos servirnos a nosotros
mismos (10.24). Actuar de tal manera que con-
sideremos que los otros sean más importantes
que nosotros no es una actitud natural, debemos
luchar y trabajar duro para desarrollarla (Ef 4.3).
Lecciones difíciles acerca de la unidad
El costo de la unidad. La unidad es una evi-
dencia de un camino ascendente hacia la madurez
espiritual. Como tal, cada paso cuesta, cada movi-
miento para avanzar duele y nos recuerda constan-
temente la pregunta: ¿estamos dispuestos a pagar
el costo de la unidad? En 1 Corintios 4. 6–13 Pablo
señala la actitud correcta para alcanzar y mante-
ner la unidad. Son tres actitudes acompañadas de
dolor, pero necesarias:
Humildad (1Co 4.7) es la primera de ellas.
Pablo nos da tres preguntas clave que nos ayudan
a mantenernos humildes en cualquier relación:
¿Quién te distingue?, ¿qué tienes que no hayas
recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías
como si no lo hubieras recibido? En el supremo
ejemplo de la cooperación entre el Padre y el Hijo
presentado en Filipenses, la humildad es la carac-
terística capital (Fil 2.5–11)
En el evangelio de
Jesucristo siempre
existe esperanza
para todos.
«Prepárese para la humillación» (4.9–10),
esta es la segunda. En el texto Pablo usa dos pala-
bras: «exhibir» y «espectáculo». Ambas se usa-
ban para aquellos esclavos condenados a muerte
que marchaban en procesión hacia la arena don-
de morirían. Esta imagen describe que aquellos
que procuran trabajar por encontrar la unidad
deben disponerse a ser humillados en el proceso.
A los que causaron la división Pablo les pregunta
luego: ¿No sería mejor soportar la injusticia? ¿No
sería mejor dejar que los defrauden? (6.7). Pablo
comparte tres ejemplos de humillación tomadas
de su propia experiencia:
1. Sufrió el agravio de que lo descartaran
después de haber prestando un buen servicio y de
que ellos consiguieran lo que buscaban de él (8).
2. Quedó de último cuando debería estar en-
tre los primeros (9). En esta triste escena, aquel
que ha sido el padre espiritual de ellos (15) ahora
lo consideran un sentenciado a muerte.
3. Padeció el desaire de que lo ignoraran,
aun cuando cuentaba con los criterios para
opinar o asumir una posición con respecto a la
situación (10). Aquellos que aprendieron de él,
a quienes les abrió las puertas para encontrar el
camino al éxito, ahora lo consideran ignorante,
débil y despreciable.
31

«Prepárate
para cuando te
traten sin nin-
gún respecto»
(4.11–13), y
esta es la tercera. Con
tal de mantener la unidad, nosotros
debemos estar dispuestos a que nos traten, en
palabras de Pablo, como escoria, «las inmundi-
cias que se tiran al limpiar»¹. Acá también nos
ofrece tres ejemplos:
1. No recibió de ellos el reconocimiento que
merecía a los ojos de Dios (11).
2. No recibió un trato respetuoso, a pesar de
que trabajó duro y con buenos resultados (12).
3. No recibió la posición que merecía y se
había ganado (13). Crisóstomo se refirió a esto:
«Él ha pasado a través de mil explotaciones»².
El equilibrio es la
actitud mental de
saber que llevamos
a cabo lo que le
agrada a Dios en la
búsqueda de la
cooperación.
El aliciente de la unidad: Pablo reserva
para el final de la epístola la lección más difícil
para guardar la unidad: «un grupo unido, co-
mienza y acaba conmigo». Debemos trabajar por
la unidad, como un compromiso personal con
Dios, en vez de desperdiciar el tiempo buscando
al culpable de haber roto la unidad que, muchas
veces, somos nosotros mismos. El epílogo de
esta carta nos recuerda este principio en tres
frases de esperanza para aquellos que están
dispuestos a pagar el costo de la cooperación:
(15.58)
32
1. Estén firmes, pues nada nos pueda mover
(madurez y mantenimiento de la unidad).
2. Siempre entréguense completamente al
trabajo del Señor (comprometidos con el Señor a
pesar de los hombres).
3. Recuerden que su labor para el Señor no
es en vano (confíen en la justicia de Dios que, al
final, dará a cada uno lo que merece).
Trabajemos duro para mantenernos unidos
y, sobre todo, dispongámonos a pagar el costo.
Solo así conseguiremos presentar una iglesia que
desafía el desequilibrio y acorta las brechas que
este produce. El equilibrio es la actitud mental
de saber que llevamos a cabo lo que le agrada
a Dios en la búsqueda de la cooperación, aun
cuando nos encontremos en una posición de
desventaja.
Termino compartiendo los sueños que me
hicieron venir a Lausana III y escribir esta
ponencia:
1. Sueño con que entendamos que nuestra
mayor necesidad, más que un estado de equili-
brio, es esa actitud por la que todos alcancemos a
considerarnos, finalmente, miembros del mismo
cuerpo, con igualdad de posibilidades y oportuni-
dades para contribuir juntos a la evangelización
del mundo. Que dejemos a un lado la sospecha,
la competencia y el orgullo, y adoptemos una ac-
titud de aprendices para aprovechar las lecciones
que conseguirían enseñarnos aquellos que Dios
usa, aun cuando no son de nuestro continente, ni
de nuestra teología, ni de nuestra organización,
ni de nuestro círculo de incondicionales.
2. Sueño con que en lugar de seguir buscan-
do el cumplimiento de la utopia de que los que
cuentan con más recursos se dispongan a pagar
las cuentas de aquellos que enviamos misioneros;
debemos recuperar la fe exhibida por los discípu-
los que creyeron que el Señor que envía proveerá
y que el mejor recurso para la iglesia y para la co-
operación es la gloriosa presencia de Jesucristo.
3. Sueño con que terminemos con esa colo-
nización de las ideas que, en nombre de la coope-
ración, trata de imponernos nombres, eslogan,
programas, sistemas y métodos, y que seamos
amigos por fin, socios en la evangelización. Aprendamos a respetar el reloj de Dios y a
Tomando las palabras de Pablo, debemos inver- aquellos a quienes el Espíritu ha llamado a guiar
tir tiempo para ser, primero, hermanos, luego, ahora el mover misionero.
compañeros y, finalmente, colegas de milicia (Fil Con esto sueño, y termino. A P
2.25), porque la cooperación se trata en esencia
de la amistad. 1-Robertson, A. T. Imágenes verbales en el Nuevo Testa-
4. Sueño con que este congreso cambie mento, (Barcelona: Clie, 1989) p. 157
nuestra mente para siempre. Que nos demos 2-Edwards, Mark J., ed. Ancient Christian Commentary on
cuenta al fin de que el mundo que conocimos ya Scripture, Vol. VIII, (Downers Grove: InterVarsity Press,
no existe, que son nuevos tiempos. Que nuevos 1999) p. 227
vientos del Señor mueven nuevas iglesias para
la evangelización. Este congreso ha demostrado Nota del editor: Este artículo es la ponencia: «Coope-
que la iglesia que disfrutó la época de oro de las ración en el cuerpo de Cristo: hacia un nuevo equili-
brio», presentada por el autor en el Congreso Inter-
misiones es ahora la minoría; que las fuerzas
nacional para la Evangelización Mundial, Lausana III:
misioneras que hoy crecen, aunque su historia
Ciudad del Cabo, 2010.
misionera sea joven, han dado testimonio de que
los misioneros eficaces son los que van capaci-
tados contextualmente, inflamados de pasión,
acompañados por sus iglesias y encarnando el
evangelio de Jesucristo en el poder del Trino
Dios.

33
 TEMA DE
PORTADA
Huellas
Nuestro paso por la vida siempre deja una
marca, incluso en el ámbito de la naturaleza
Cuando caminamos por la playa, nuestros pies
dejan una visible huella sobre la arena. La in-
consistencia de la superficie la lleva a ceder ante
el peso de nuestros cuerpos. De esta manera, si
miramos hacia atrás lograremos ver el camino
recorrido. Nuestras pisadas delatan con claridad
nuestro paso por el lugar.
Las huellas en la arena es una de las imágenes
que nos permiten visualizar con más facilidad un
principio de la vida: el paso del hombre por un
lugar impacta sobre su entorno. Este no sola-
mente refiere lo físico, sino también lo espiritual.
34
Asimismo, el contacto de una persona con otras
deja rastros en ella. Si se relacionó con personas
sanas, las huellas seguro serán el aprecio por la
vida, la gratitud o el respeto hacia el prójimo.
Cuando las personas con las que nos rozamos
no son sanas, sus huellas en nosotros resultarán
en traumas. Esa relación dejará en nuestra vida
miedos, inseguridad y un ego enfermo.
Huella ecológica
En los últimos años se ha venido desarrollando
el concepto del impacto del ser humano sobre su
ambiente inmediato. Esta idea, aunque recien-
te, no conduce más que a identificar el principio
mencionado en el paso del hombre por la natura-
leza. La huella ecológica es el instrumento utili-
zado para medir con acierto cuánta tierra y agua
requiere cada ser humano para vivir.
Cuando se evalúa la cantidad de tierra y agua
necesarias para sostener la vida, no solamente se
miden los recursos vitales para producir lo que
el hombre consume, sino también los esenciales
para absorber los desechos que produce. Es decir,
la función de la naturaleza no consiste solamente
en abastecer, sino también en absorber lo que el
ser humano descarta.
Desequilibrio en el consumo
La crisis ambiental, que se agudiza en el presente,
se produjo porque consumimos más de lo que la
tierra es capaz de producir o reciclar. De hecho,
se estima que desde 1970 el consumo de recursos
por el hombre ha excedido la capacidad de pro-
ducción del planeta mismo.
En la actualidad el planeta requiere de un año
y seis meses para generar y procesar lo que el ser
humano gasta en un año. En otras palabras, si
asumiéramos que al principio del año comenza-
mos con los recursos básicos para abastecer las
necesidades de la población mundial, ya para el
mes de agosto de cada año habremos consumido
la totalidad de los recursos disponibles para ese
año.
No hace falta ser un científico para entender el
significado de este desequilibrio. Basta con refe-
rirse a la realidad de cada hogar para comprender
la magnitud del problema. Si para el día 20 de
cada mes hemos gastado la totalidad de nuestro
salario mensual, deberemos tomar prestado para
atender las necesidades de los restantes días del
mes. Cualquier pastor que haya intentado acon-
sejar a alguna familia con esta indisciplina finan-
ciera sabe que esta es la fórmula para el desastre.
Al cabo de varios meses estarán consumiendo la
totalidad de los recursos del mes siguiente antes
de que el mes inicie.
Vivir de prestado
La misma realidad sufre nuestro planeta. Cada
vez es más lo que tomamos prestado para seguir
viviendo según los niveles de vida que sostenemos
en el presente. Las aspiraciones de la población
mundial a alcanzar los estilos de vida que se ob-
servan en los países más desarrollados solo logran
exacerbar el problema. Los expertos en el tema
estiman que se necesitarían cinco planetas para
cubrir las necesidades del nuestro si todos vivié-
ramos según el nivel con el que se vive en Estados
Unidos, por ejemplo.
Con toda claridad, entonces, la solución se
alcanza por un camino enteramente diferente.
Una familia que se excede en los gastos no va a
solucionar su crisis por encontrar un trabajo con
mejor salario. La crisis, más bien, la resolverá
cuando opte por un estilo de vida que se ajuste a
la realidad de sus ingresos.
Del mismo modo, al considerar los recursos
del planeta, la solución la encontraremos cuando
comencemos a imponer sobre la vida la discipli-
na indispensable para vivir con los medios que
disponemos. El cambio inicia cuando cada uno
de nosotros entiende que los recortes tienen que
comenzar en casa. Resulta inútil que nos lamen-
temos por los excesos que observamos en los
demás, porque esos lamentos no conducen a nin-
guna transformación. Ajustar nuestra manera de
vivir, sin embargo, sí logra dejar un impacto pro-
vechoso sobre el planeta. La solución se obtiene
porque millones de individuos deciden esforzarse,
desde su lugar, para revertir el presente abuso que
sufre la creación.
El viento y el mar se encargarán, con el tiem-
po, de borrar nuestras huellas en la playa. En
otros entornos, sin embargo, el tiempo no elimina
las marcas del paso del hombre. Una botella de
plástico descartada en la salida de una iglesia, por
ejemplo, tardará mil años en desintegrarse. Algu-
nas sencillas decisiones para ajustar la manera en
que vivimos, sin embargo, ayudarán a no seguir
colocando esta insoportable carga sobre la natura-
leza. El cambio comienza, precisamente, con ese
sencillo paso: la decisión de vivir conscientes de
dejar una huella provechosa. A P
Todos los derechos reservados por Desarrollo Cristia-
no 2011.
35
 MISIONES

36
 La participación de COMIBAM en quince años ha creado
conciencia de comunidad misionera dentro de la iglesia
global para afirmar el hecho de que la iglesia en el mundo
es una y de que Dios puede usarla con poder

Por David D. Ruiz M. M. A.

COMIBAM aparece
El ejemplo del movimiento misionero iberoame-
ricano aglutinado bajo COMIBAM (Cooperación
Misionera Iberoamericana) afirma que es posi-
ble la cooperación; las iglesias consiguen traba-
jar juntas. Y cuando esto se logra, su contribu-
ción alcanza consecuencias ilimitadas. Solo así
puede explicarse la existencia de esta red regio-
nal que aglutina veinticinco países, más de 400
agencias misioneras y centros de capacitación, y
un sinnúmero de iglesias en toda la región.
En 1984 se iniciaron los planes para el Con-
greso Misionero Iberoamericano (COMIBAM),
que se celebró en Brasil en 1987 con la asistencia
de más de 3.100 delegados que representaban a
todos los países de Latinoamérica. Aun cuando
CONELA (Confraternidad Evangélica Latinoa-
mericana) auspiciara el primer congreso, el mo-
vimiento tomó rápidamente su propia identidad,
de modo que alcanzó una representación aún
más amplia que CONELA. A partir de esa fecha,
COMIBAM trabajó sin tregua para promover el
surgimiento de un movimiento misionero activo
en la región.
Un segundo congreso se celebró en México
en 1997, con el fin de realizar una evaluación y
fijar la proyección del movimiento misionero
iberoamericano. La segunda se basó principal-
mente en el proceso misionero. Este congreso
transformó el movimiento, se inició el proceso
de «iberoamericanización» del movimiento y se
establecieron planes para una regionalización de
Iberoamérica, lo que propició el desarrollo del
potencial de los movimientos misioneros nacio-
nales. Se creó un nuevo modelo administrativo
del movimiento. Se estableció un sano proceso
de relevo de liderazgo que favoreciera la co-
nexión con el movimiento de base.
37
 El tercer
congreso se
convocó en
Granada,
España,
en 2006. En
el cual salió a luz que
el movimiento misionero ibero-
americano era más grande de lo que se
imaginaba, y su impacto mucho más significati-
vo de lo que alguna vez se hubiera proyectado.
La participación diligente y decisiva de más de
280 misioneros activos en el campo en más de
sesenta países contribuyó a lograr un mejor en-
tendimiento de la realidad de los misioneros en
el campo. Sobre todo, se reconoció con humil-
dad que el espíritu de sacrificio es el mayor mo-
tor de la fuerza misionera latina, a pesar de las
deficiencias en finanzas, en estructuras y en el
cuidado y la atención que las iglesias que envían
debieran garantizar a sus misioneros.
Se establecio un sano
proceso de relevo
de liderazgo que
favoreciera la
conexion con el
movimiento de base.
La contribución de COMIBAM a lo largo
de su existencia
Reflexión misionlógica: A partir de 1984,
COMIBAM ha generado una dinámica que ha fa-
vorecido la reflexión misionológica en Iberoamé-
rica. Ha provocado el desarrollo de una creciente
generación de misioneros y misionólogos, como
así también de estudiantes del tema en un núme-
ro creciente. Sus contribuciones escritas son ya
un legado que ayuda a interpretar el nuevo mun-
do misionero latino y global en el que vivimos.
38
La centralidad de la iglesia: Otra contri-
bución significativa es el creciente número de
iglesias involucradas en el proceso misionero. Se
cuentan por miles y representan a la mayoría de
las corrientes teológicas de la iglesia evangélica.
Estas contribuyen, según los cálculos realizados
en el último congreso, con más de cuatro mi-
llones de dólares por mes para el sostén de su
fuerza misionera.
Una fuerza misionera: Otro resultado sig-
nificativo ha sido el crecimiento sostenido de
misioneros en más de 15% anual, cuyo número
ahora sobrepasa los 12.000 misioneros iberoame-
ricanos. Sirven en la plantación de iglesias dentro
de los grupos más necesitados y menos evange-
lizados en más de sesenta países. COMIBAM es
ya un hito histórico en el proceso de conectar la
reflexión misionológica a la realidad de la iglesia
iberoamericana.
Un cambio paradigmático: Quizá uno de
los papeles más significativos que COMIBAM ha
desempeñado ha sido el acortar la brecha entre
países «tradicionalmente enviadores» y «nuevos
enviadores» de misioneros. Lo ha reducido de
distintas maneras.
En primer lugar, ha conectado la reflexión
misionológica de Iberoamérica con la iglesia
global, de manera que se ha ganado el derecho
de sentarse en igualdad de condiciones en las
mesas de diálogo más reconocidas en el mundo
evangélico.
En segundo lugar, ha mantenido un serio e
intencional esfuerzo por lograr el reconocimien-
to de la fuerza misionera dentro de la iglesia
global, con ello ha logrado que sea respetada y
escuchada con atención.
En tercer lugar, ha trabajado arduamente
para mantener abierto un camino de doble vía
que favorece ahora la contribución y aprendi-
zaje en temas de misiones con movimientos
misioneros de otras latitudes. Adicionalmente,
COMIBAM ha participado activamente en el diá-
logo misionológico con otras fuerzas misioneras
emergentes del hemisferio sur. Conjuntamente,
han creado un lugar de encuentro para la re-
flexión sobre temas de iglesia, movimientos mi-
sioneros y desarrollo misionológico en el mundo
mayoritario.
 Finalmente, COMIBAM ha desempeñado un
papel protagónico en el desarrollo de la coope-
ración misionera, así como en el desarrollo de
alianzas estratégicas entre las fuerzas misione-
ras emergentes, lo que ha catapultado el inter-
cambio misionero y la reflexión misionológica
entre ellas.
Estamos seguros de que la participación de
COMIBAM en los últimos quince años ha sido
un elemento significativo para achicar la bre-
cha entre las fuerzas misioneras de Occidente
y el resto del mundo. Ha ayudado a corregir la
desigualdad entre las fuerzas misioneras emer-
gentes del Sur global y del Norte. Sobre todo, ha
creado una conciencia de comunidad misionera
dentro de la iglesia global para afirmar el hecho
de que la iglesia en el mundo es una y que Dios
puede usarla con poder, sin que importe su pro-
cedencia.
Aprendizaje difícil sobre la unidad: Como
resultado de esta corta pero fructífera expe-
riencia podemos afirmar que la cooperación
ofrece una alternativa para una vida mejor, pero
resulta muy costosa. El precio para lograr la
cooperación es muy alto. Quienes han participa-
do en el liderazgo de COMIBAM pueden confir-
mar este hecho. Desde la Primera epístola a los
Corintios, Pablo continúa enseñándonos. Ahora
más que nunca, son las lecciones difíciles acerca
de la unidad las que deben ser presentadas a la
iglesia que lucha para mantenerse unida (lea el
artículo: «Hacia un nuevo equilibrio» , en
este mismo número, para conocer el alto costo
de la unidad). A P

Nota del editor: Este artículo es parte del Texto

Previo para el Congreso Internacional para la Evange-
lización Mundial, Lausana III: Ciudad del Cabo 2010
que escribió el autor como una reseña del tema que
se debatió en la sesión plenaria sobre «Asociaciones
en el cuerpo de Cristo: Hacia un nuevo equilibrio glo-
bal». Los comentarios a este texto realizados a través
de la Conversación Global de Lausana se remitieron
al autor y a otras personas para ayudar a dar forma a
su presentación final en el Congreso.
 LIDERAZGO
En ocasiones la
relación del pastor
con sus colaboradores
se torna abusiva
Por John Setser
Heridas de confianza y maltrato por
pastores principales
Mi amigo, después de haber servido como líder
laico durante muchos años en una iglesia gran-
de, decidió abrazar el ministerio como su voca-
ción. Por el estímulo del pastor, tomó cursos de
Biblia, dejó su trabajo y se unió al personal de la
iglesia como pastor auxiliar de jornada comple-
ta.
Poco después de unirse al personal, el pastor
principal le encargó que presentara los comen-
tarios de cierre después del sermón de un ora-
dor invitado. Mi amigo nunca había realizado
esa tarea, así que supuso que, de ser necesario,
el pastor principal lo asesoraría. Sin embargo,
no recibió la ayuda esperada y el cierre resultó
un desastre. El pastor principal lo reprendió en
público.
Mi amigo se escabulló a un cuarto vacío y,
aturdido, se sentó solo y en silencio. Pronto,
alguien del personal lo encontró. Por lo visto,
40
el pastor principal ya tenía historial de tender
trampas a sus asociados para provocar que falla-
ran y así crear la oportunidad de corregirlos en
forma enérgica e inmediata.
Este líder, a quien mi amigo amaba y respe-
taba, lo traumatizó. El incidente lo ayudó a ser
vigilante, pues sufrió lo que él llamo una «herida
de confianza».
Una herida de confianza la inflige una per-
sona de autoridad al dañar a otra que está bajo
su cuidado. La herida de confianza sufrida por
mi amigo resultó por el maltrato de su pastor
principal. Este tipo de heridas dejan una lesión
emocional que experimenta el asociado por una
invasión, ofensa o violación, causada por alguien
en quien confió para representar y extender el
amor de Dios.
Un número creciente de personal asociado
soporta el maltrato a manos de pastores princi-
pales. Este tipo de atropello no se inflige cuando
el pastor principal corrige errores, hace cumplir
las reglas o despide a un empleado del personal
debido a recortes o incompetencia. Más bien
se ocasiona cuando los pastores principales, a
sabiendas —o sin saberlo— abusan del poder
que poseen, violan los límites y destruyen la
confianza.
Los asociados agraviados dejan sus sitios de
ministerio confundidos, desanimados y desalen-
tados. Ellos se preguntan cómo puede ocurrir tal
abuso en un lugar en el que se espera se modele
el amor y poder sanador de Cristo. Requieren
respuestas y les urge sanidad. El suministro de
respuestas los ayudará a recuperarse.
Agentes que hieren
Un pastor principal puede no planear ser un
agente agresor. Sin embargo, y a pesar de ser lla-
mado, competente y cualificado, bien puede con-
vertirse en un agente que hiere sin darse cuenta
de ello. Los pastores principales que ofenden a
otros no nacen así; ellos se forman.
En las familias disfuncionales a menudo se
maltratan y dañan emocionalmente a los hijos.
El padre de un amigo lo maltrató cuando era
niño. En cierta ocasión su padre se equivocó al
pensar que el niño le había faltado el respeto
a su madre. Como castigo, de un solo golpe lo
derribó de su silla. Este amigo admitió que a
menudo su personal llevó el peso de su dolor
y cólera reprimidos que provenían de aquella
experiencia de su niñez.
Otros ceden a sus apetitos egoístas y de-
sarrollan hábitos dañinos. Andy, cuando era
pastor de una pequeña iglesia en un área ru-
ral, quiso que su iglesia comprara una escuela
vacía para convertirla en un instituto bíblico. Su
personal se mostraba escéptico, porque el precio
del inmueble parecía prohibitivo. Así que Andy
decidió reprender en público a su personal por
su falta de fe y les ordenó a seguirlo tal como él
seguía a Dios. Pastores principales impulsados
por su ego se creen con el derecho de discipli-
nar a los asociados que se les atraviesan en su
camino.
Otros pastores principales creen que por su
formación en el liderazgo asignar una visión
de ministerio es su prioridad ante todo. Ellos
se sienten obligados a promover aquella visión
por encima de todo. De manera que se vuelven
agentes que hieren cuando colocan sus objeti-
vos y visiones por encima del bienestar de sus
asociados.
Los pastores principales a veces actúan en
forma destructiva cuando están sobrecargados
por la tensión, el agotamiento o luchan contra
un conflicto interior. La depresión de un pastor
principal también puede servir para atizar a su
tendencia de maltratar a otros.
Los agentes agresores rara vez se ven a sí
mismos como necesitados de cambio; pero sí
creen que los otros deben cambiar. Si estos
agentes no obtienen lo que quieren, son capaces
de actuar en maneras nocivas y quedar por com-
pleto inconscientes del trauma que causan.
Una iglesia se
convierte en tOxica
cuando el hacer se
vuelve mAs importante
que el ser.
Iglesias tóxicas
Una iglesia tóxica a menudo maltrata al perso-
nal asociado. Una iglesia se convierte en tóxica
cuando el hacer se vuelve más importante que el
ser. La gente en esta clase de congregaciones está
convencida de que su servicio a Dios es mantener
operando los sistemas de las iglesia. Creen que
la bendición de Dios posibilita presupuestos más
grandes para edificios más grandes para alojar a
más personas. Aparentar o lucir exitoso reempla-
za el amor como el ingrediente clave.
Una iglesia sana habla de Cristo, que reside
en la gente, no en edificios o programas. Esta
clase de iglesia anima a sus congregantes a ser
genuinos, a no orientarse por la apariencia o a
impulsarse por el desempeño. Cuando las iglesias
enfatizan el cuidado, la preocupación, y el ser, el
personal asociado puede disfrutar formar parte
de una organización que provee sanidad.
41
 Guillermo participaba en un programa de
liderazgo de la iglesia, que prometía tutoría por
parte del pastor principal, estudios bíblicos y
un andar más cercano con Jesús. Una vez en el
trabajo, sin embargo, el pastor principal esperó
que él proporcionara el plan promocional de la
iglesia. De manera que se encontró trabajando
para un líder con mentalidad empresarial, que
se proponía desarrollar una organización orien-
tada al crecimiento. Decidió terminar sus prácti-
cas, pero al finalizar dejó de asistir a la iglesia. Él
amaba a Dios, no obstante, ya no veía a la iglesia
como un lugar seguro.
Una herida de
confianza la inflige
una persona de
autoridad al danar
a otra que esta bajo
su cuidado.
Los empleados que procuran mejorar las
circunstancias pueden empeorar los problemas.
Los pastores principales pueden etiquetar como
rebeldes y desleales a asociados que ofrecen
demasiadas sugerencias o procuran cambios en
el programa. Así que estos pastores, como una
rutina, los disciplinan o despiden. Si informan
que son objeto de maltrato, los funcionarios de
distrito a menudo no actúan con base a estos in-
formes, porque ellos tienden a apoyar a pastores
en tal función.
Habilidades de supervivencia
De este modo, ¿cómo debe proceder si las diná-
micas de una iglesia tóxica lo hieren o su pas-
tor principal lo maltrata? La respuesta: salga
cuanto antes. En realidad, la salida no resulta
fácil para el agredido, porque la mayor parte de
estas personas sirven movidas por su lealtad a
Dios y al ministerio. Ellas no abandonarán con
42
facilidad su nombramiento. Además, las vícti-
mas tienden a negar, minimizar y racionalizar
el maltrato del que son objeto. No pueden creer
que algo así de malo les suceda a ellos, o se con-
vencen de que la situación no empeorará. Pero
empeorará.
Una asociada se puso en contacto conmigo,
compartió: «No sé cómo llegué a esta situación.
Mi marido y yo permanecimos activos por más
de seis años. Entre el pastor, el comité y las ac-
ciones de ambos, no veo cómo conseguiríamos
reconciliarnos otra vez. En mi corazón, se ha
abierto una profunda herida y me siento devas-
tada.»
Si usted cree que debe permanecer en un
ambiente abusivo, aquí están cinco habilidades
de supervivencia que pueden ayudarlo a enfren-
tarlo.
1. No dé lugar al trato abusivo. Resista la
crueldad, la coacción, la amenaza y la injusticia.
2. Reconozca a los pastores principales agreso-
res por lo que son. Estas personas a menudo se
sienten inseguras, hieren y emplean estrategias
de imagen para obtener lo que quieren.
3. Cuídese de no caer en el juego. No deje que
los pastores principales lo manipulen para que
se someta a sus caprichos.
4. Busque un sistema de apoyo lateral. Si usted
sufre maltrato, probablemente no padezca solo.
Comparta sus experiencias con otros. Es posi-
ble detener el comportamiento de los pastores
principales que hieren si un grupo unificado los
encara.
5. Vigile su corazón. No se rinda a la lástima, a
la rabia o a una actitud condenatoria. Jesús nos
llama a orar y a buscarlo. A P
El autor es consultor de iglesias y fundador de Ber-
nabas Group (Grupo Bernabé), una organización sin
fines de lucro comprometida con la resolución de
conflictos y promoción de la iglesia como un lugar
de trabajo saludable. Setser puede ser contactado en
johnsetser@hotmail.com. Visite su sitio Web: www.
shatteredtrust.com.
Se tomó del libro Broken Hearts Shattered Trust, by
John Setser. Se usa con permiso del autor.
 LIDERAZGO
¡No tiene por qué
seguir herido!
La sanidad está al alcance de aquellos que han sido
heridos por sus propios pastores
Por John Setser
Los efectos de las heridas
Las palabras «herida» y «pastor principal» nunca
estuvieron destinadas a ser usadas juntas. Para
tratar con la situación, a menudo los asociados
absorben el maltrato y aceptan la culpa, en vez
de creer que su pastor principal es injusto. Esta
respuesta puede generar confusión espiritual y
psicológica. Deforma la percepción que un indi-
viduo se forma de Dios y enferma el amor propio
de la persona. Los asociados heridos a menudo se
desintegran o resultan incapaces de comprender la
dolorosa realidad que los lleva a cargar con culpa-
bilidad. Ellos a menudo se sienten incapaces de
avanzar.
Un asociado herido escribe: «He pasado un
tiempo difícil buscando un modo de colocar todo
en perspectiva. Solo sigo recibiendo esta avalancha
de emociones y no sé qué hacer o a quién recu-
rrir en busca de ayuda. Tal vez de alguna manera
comparo esta experiencia con el maltrato pasado;
46
quizá no. Solo sé que realmente duele cuando es
un pastor en quien usted confió y pensó que lo
amaba como Cristo amó a la Iglesia.»
La esposa de un asociado confió: «Los dos
hemos sanado de una relación de trabajo abusiva.
Nuestro pastor principal era muy controlador y
dictatorial. Llevamos un año fuera de ese minis-
terio y todavía sentimos los efectos. Mi marido
era el pastor asociado, pero el pastor principal lo
trató como si fuera un mercenario. Atravesé por
una crisis de identidad; necesité seis meses para
identificar lo que era. El Señor también me mostró
que si yo luchaba contra estas cuestiones, cuánto
más mi marido combatía contra lo mismo, pero a
niveles más profundos. Lloré por él.»
Otra persona escribe: «En septiembre ter-
minamos una relación con una iglesia abusiva.
Todavía experimentamos dolor y penosas emocio-
nes. Mi esposa y yo éramos parte del personal y
habíamos estado en ese ministerio durante años.
Hemos visto el daño y el dolor que causa el que un
hombre de Dios procure construir su propio reino
en vez de erigir el de Dios.»
Curación de los daños
Si usted es un asociado herido, considere los
principios siguientes que puede establecer para
procurar su sanidad:
1. Sepa que usted no se está volviendo loco.
Con los extremos emocionales que usted siente,
es importante que entienda que el dolor es verda-
dero y que no es su falta.
2. Hable y ore. Encuentre personas seguras,
de confianza, con quienes usted puede hablar y
orar al respecto.
3. Sea honrado. No tema expresar con toda
franqueza sus sentimientos.
4. Use un sistema de apoyo. Nunca se en-
cuentre a solas con un agente que hiere. Siempre
lleve a alguien con usted.
5. Busque a Jesús como su sanador. Él usará
para bien lo que usted ha experimentado. Confíe
en que Cristo le va a proporcionar experiencias de
proceso y encuentro que acelerarán su recupera-
ción.
Experiencias de proceso
Una experiencia de proceso es una palabra di-
rigida por el Espíritu Santo, una reunión, o una
circunstancia que ayuda a asociados heridos a
adquirir perspectiva. Usted pudiera pensar que
las experiencias de proceso son fortuitas o acci-
dentales, pero ellas son planeadas y dirigidas por
Dios, el cual procura así dar una visión acercada a
la realidad a quienes la necesitan. Un pasaje de la
Biblia, la voz interior o una conversación ocasional
a menudo proporcionan un correcto enfoque de
la situación. Las experiencias de proceso ayudan a
los asociados a aclarar su dolor y les dan un punto
de vista más claro de lo que ha sucedido.
Francisco, un antiguo asociado, contó cómo
su pastor principal lo maltrató e injustamente lo
despidió. Su historia es un ejemplo de una ex-
periencia de proceso. Semanas después de ser
despedido, este asociado no podía hacer nada más
que preguntarse por qué el pastor lo había tratado
con tanto abuso. Cierta noche, se encontró con
un viejo amigo del pastor principal. El hombre
le compartió que hace algunos años un miembro
de suma confianza de la iglesia había perjudicado
a este pastor. Como resultado, de vez en cuando
el pastor experimentaba períodos de depresión
marcada con ataques de paranoia. Esto a menudo
lo inducía a tomar decisiones deplorables. Fran-
cisco agradeció a Dios por haber podido dirigirse
a este hombre, pues en el proceso había hallado la
perspectiva.
Vivir en paz de
ninguna manera obliga a
los cristianos heridos a
olvidar o experimentar
buenos sentimientos.
Experiencias de encuentro
Las experiencias de encuentro son similares a
las experiencias de proceso, pero su objetivo es
la sanidad. Guillermo y Felicia experimentaron
tal encuentro. Ellos sirvieron como un equipo de
pastores de jóvenes en una iglesia grande. El mi-
nisterio de la pareja era fructífero. Cuando ellos
esperaban a su primer hijo, el pastor principal los
apoyó para que compraran su primera casa. Pero,
sin advertencia alguna, él los despidió. Los culpó
de acciones en las que ellos no habían incurrido y
los acusó de comentarios que ellos nunca emitie-
ron. La gente comenzó a circular rumores de que
el pastor quería llenar la posición con otra perso-
na, por lo que decidió desacreditar a la pareja a
fin de que el cambio pareciera provocado por una
falta de ellos. La pareja se fue de la ciudad, con
aflicción y confusión.
La experiencia de encuentro de Guillermo y
Felicia ocurrió cuando dos ancianos de la men-
cionada iglesia los buscaron y se disculparon a
nombre de la congregación. Ellos les expresaron
que las acciones del pastor principal nacieron de
motivaciones indecorosas, y prometieron restau-
rar el buen nombre de la pareja y dar a posibles
patrones muy buenas recomendaciones. Las
47
 cuatro personas lloraron, se abrazaron y oraron
juntos. Después Guillermo y Felicia dieron gra-
cias a Dios por su toque de sanidad.
Una persona es capaz
de dar solo aquello
que posee.
El asunto del perdón
Cuando mi líder principal me hirió, me sentía tan
ofendido que lo último que quería hacer era perdo-
narlo. Personas bien intencionadas me exhortaron
a perdonarlo, pero mi conflicto al respecto crecía.
El problema se me duplicó. En primer lugar,
mi ira me dejaba con culpabilidad. Si la ira se jus-
tificaba, no venía al caso. En segundo lugar, decidí
extender la gracia, si no por otros motivos, al me-
nos para moverme más allá de mi dolor. Pregunté
a Dios si existía algo bueno en mi corazón que yo
pudiera dar en verdad. En aquel momento el único
bien que yo era capaz de extender era no acuchillar
sus neumáticos o echar la basura en su césped.
Después de comprometerme así ante Dios, una
experiencia sorprendente me ocurrió: sentí paz.
En el momento que yo ofrecí el bien de mi cora-
zón, comencé otra vez a respirar con libertad. Al
no acuchillar sus neumáticos o lanzar la basura en
su césped, yo estaba en realidad extendiendo una
forma de perdón.
Una comprensión adecuada del perdón se
encuentra en Hebreos 12.14, un pasaje que anima
a vivir en paz con toda la gente. Vivir en paz de
ninguna manera obliga a los cristianos heridos a
olvidar o experimentar buenos sentimientos. Real-
mente implica extender con sinceridad cualquier
bondad que genere nuestro corazón. Una persona
es capaz de dar solo aquello que posee. Los indivi-
duos que ofrecen perdón encuentran la libertad de
estar en paz en determinada situación, pues saben
que trataron de seguir a Dios con toda honestidad.
Perspectiva, un ingrediente necesario
Resolver y reponerse de situaciones de maltra-
to dentro de la iglesia siempre resulta difícil. A
48
menudo los pastores principales son responsables
por el dolor y el sufrimiento que ellos infligen a
miembros del personal. Dios está del lado de los
asociados heridos cuando ellos claman por ayuda.
Sin embargo, nunca exageramos cuando hablamos
de la necesidad de perspectiva.
También tenemos que comprender que todos
hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de
Dios. En algún momento hemos actuado injusta-
mente y debemos aceptar la responsabilidad de
arrepentirnos de esos hechos. Cuando adquirimos
una visión más cercana a la realidad, también re-
conocemos que los pastores principales, a menudo
sin saberlo, hieren porque ellos mismos han sido
heridos. Congregantes poderosos y las juntas de
iglesia pueden herir a pastores principales por
manipulación e intimidación. El potencial para in-
fligir tal herida aumenta de manera exponencial si
las finanzas o la asistencia comienzan a disminuir.
Tanto los pastores principales como los aso-
ciados a quienes los primeros hieren necesitan
saber cómo experimentar el amor incondicional de
Dios. El amor es la tierra fértil en la cual la fe y las
buenas obras consiguen crecer. Solo en los brazos
de Jesús, tanto los agentes que hieren como los
asociados heridos pueden encontrar esperanza y
sanidad.
Sanar las heridas
Jesús volverá pronto por la novia que él ama.
Hasta ese tiempo, seguir la directiva de Dios de
amarlo con todo nuestro corazón, alma, mente y
fuerzas puede sanar de igual manera tanto las he-
ridas de los pastores principales que hieren como
del personal asociado herido. Amemos y sirva-
mos de tal modo que Él pueda alabarnos porque
somos siervos buenos y fieles. A P
El autor es un consultor de iglesias y fundador de
Bernabas Group (Grupo Bernabé), una organización
sin fines de lucro comprometida con la resolución de
conflictos y promoción de la iglesia como un lugar
de trabajo saludable. Setser puede ser contactado
en johnsetser@hotmail.com. Visite su sitio Web:
www.shatteredtrust.com.tomó del libro Broken Hearts
Shattered Trust, by John Setser. Se usa con permiso
del autor.
 NUEVO» BLOGS DCI

amor
y algo más
Enero 2011

Lo que veo, lo que pienso, lo que creo

Mi percepción personal no siempre es la única que vale en determinada situación

En 1 Samuel 1.8 Elcana, ante la tristeza de Ana, la exhorta: «Ana, ¿por qué lloras? ¿Por qué no
comes? ¿Por qué estás resentida? ¿Acaso no soy para ti mejor que diez hijos?»
No deja de causarme gracia la última pregunta de Elcana a su esposa. Por un lado, me parece
que este hombre abriga un concepto muy alto de sí mismo.
Confía plenamente en su capacidad de brindar a su esposa
todo lo que ella necesita. Por otro, el silencio de Ana, junto a Marco
la petición que le extendería al profeta, revela un importante Vega
principio. Muchas veces lo que veo, lo que pienso y lo que
creo es enteramente diferente a lo que ve, piensa o cree mi
cónyuge. ¿Será esta la razón por la cual repetidas veces se
Marco Vega, nacido en Costa Rica,
incrementan los problemas matrimoniales? es el director para Desarrollo Cris-
Él vio una mujer sufriente. Pensó que no tenía que estar tiano Internacional en Costa Rica
así, porque creía que su aporte como esposo era suficiente y también el pastor principal de la
para que ella estuviera completa. Estaba convencido de que Iglesia Vida Abundante del Sur. Po-
sus atenciones hacia su esposa Ana —incluso superaban las see un maestría en Gerencia General
que a su otra esposa, Penina—, serían suficientes para evitar- y, actualmente, estudia para obte-
le la amargura por su vientre estéril. ner una maestría en Teología. Ha
Ana, a pesar de estar rodeada del amor y las bellas aten- trabajado por más de diez años en la
ciones de su esposo, pensaba que esto no era suficiente. formación de obreros. Está casado
Necesitaba un hijo para sentirse realizada como mujer (en con Jacqueline y tienen dos hijas.
Vive en San José.
ese tiempo no dar a luz hijos era una gran vergüenza para
la mujer. Se animó a creer que la petición correcta, al Dios
correcto, erradicaría su amargura.
Esta diferencia en percepciones nos plantea el desafío de ser más sensibles, más tolerantes
y más asertivos a la hora de comunicarnos.
Permítame contarle la misma historia llevada adelante con un matrimonio sabio en el arte
de la comunicación:
Elcana se acercó a Ana, la abrazó con ternura y le confesó: «sé por qué no comes, entiendo
la razón angustia. Anhelas tener hijos y verte así me entristece a mí también». Ana se recostó
sobre su pecho, lloró y afirmó: «Así es mi amor. No tiene que ver contigo. Estoy muy agradecida
por la forma en que me amas y me brindas especiales atenciones, pero quiero sentirme reali-
zada como madre». En ese instante Elcana tomó a su esposa de la mano; juntos doblaron las
rodillas y clamaron al Dios del cielo por un hijo...
Ser sensible a la realidad de la otra persona es uno de los caminos que debemos recorrer
para edificar un hogar más pleno.

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49
 BIBLIA
¿Era Jesús
siempre
amable?
Generosidad y respeto son valores, pero no son los
únicos ni necesariamente los prioritarios
Por Juan Stam
Hace poco leí algo que me dejó pensando. «Jesús
dijo las verdades», afirmaba una carta circular que
me llegó, «pero nunca insultó, sino que trató con
respeto a todas las personas».
Esa visión de un Jesús siempre amable es muy
común, pero debemos preguntarnos si realmente
corresponde al Jesús del Nuevo Testamento. Todos
tendemos a visualizar a Jesús, en mayor o menor
grado, a nuestra propia imagen y semejanza, con-
forme suponemos que debía haber sido y no como
era.
Según el testimonio de los cuatro evangelios,
Jesús más de una vez insultó a sus enemigos. El
cuarto evangelio relata que señaló a los judíos, «us-
tedes son hijos de su padre el diablo» (Jn 8.31, 44),
que no era exactamente un piropo. A Pedro en una
ocasión lo llamó «Satanás» (Mt 16.23; Mr 8.33; o
agente de Satanás, que también era un insulto). Al
rey Herodes le nombró «aquella zorra» (Lc 13.32).
50
Y a los escribas y fariseos, ¡con cuántos insultos no
los agredía? En un solo discurso mateano (Mt 23;
cf. 6.1–3), Jesús los tilda de vanidosos y preten-
ciosos, hipócitas (repetido siete veces, para mayor
énfasis), devoradores de casas de viudas, insensa-
tos, necios, guías ciegos, sepulcros blanqueados,
serpientes y generación de víboras. ¡Qué lenguaje
tan agresivo el de este Nazareno!
Los profetas también insultaban a menudo.
Amós, llamó a las mujeres ricas de Samaria «vacas
de Basán». El término favorito de Ezequiel para los
ídolos era «excremento» (GiLûLîM, treinta y ocho
veces entre 6.4 y 44.12 con el sentido de «ese excre-
mento que adoran ustedes»), una ofensa tan cruda
que hoy ninguna versión la traduce literalmente.
Juan el Bautista llamó «generación de víboras» a
sus oyentes ( Mt 3.70) y denunció los pecados de
Herodes, tan drásticamente que Herodes lo man-
dó matar (Lc 3.19). San Pablo denunció al mago
 Barjesús como «hijo del diablo» (Hch
13.10), acusó de hipocrecía en público
a Bernabé y a Pedro (Gá 2.12–14) y
declaró malditos a los judaizantes de
Galacia y a todos los que predicaban otro
evangelio (Gá 1.8; cf. 5.1–13). En el Apoca-
lipsis, Jesús llama a los judíos de Esmirna
y Filadelfia «sinagoga de Satanás» (Ap 2.9;
3.9) y felicita a la iglesia de Éfeso por aborrecer
las obras y la doctrina de los nicolaítas, como él
también las aborrece (Ap 2.6, ¡a la misma iglesia
acusada de perder su primer amor 2.4; cf. 2.15!).
A la iglesia de Pérgamo, Cristo viene con espada
a pelear contra esos nicolaítas. En 13.1–3, Juan
muestra que el Imperio Romano (la bestia, en su
sentido inmediato) lo estableció el dragón y que
el culto al emperador era un culto satánico. De la
historia de la teología y sus invectivas mordaces
(Agustín, Lutero, Calvino), mejor ni hablar. Bastan
los ejemplos bíblicos.
Existe una paradoja muy significativa en las
relaciones humanas de Jesús. Se pronunció a
favor de los pobres («bienaventurados ustedes los
pobres») pero era hostil contra los ricos («ay de
ustedes ricos», Lc 6.20, 24; cf. Mt 19.23–26; Mr
12.41; Lc 16.19; 18.23; 19.8–9). Para «los de aba-
jo» (publicanos, adúlteras, rameras, pobres) Jesús
ofrecía solo palabras compasivas, de comprensión
y perdón, mientras que para «los de arriba» (ricos,
fariseos, sacerdotes, escribas), resulta trabajoso
encontrar palabras que no sean severas y, reconoz-
cámoslo, a menudo insultantes. Ni siquiera al gran
maestro Nicodemo le mostró deferencia alguna.
Una paradoja similar marca la figura de Jesús
como Príncipe de Paz, que no había venido a traer
paz a la tierra sino espada (Mt 10.34).
Conseguimos notar aquí también que el Jesús
de los evangelios se enojaba ante la injusticia, la
falsedad y el pecado (cf. Ap 2.6). Nunca se enojó
por lo que le afectaba en lo personal; ante el juicio
totalmente injusto con que lo condenaron, no abrió
su boca. Pero cuando sanaba a algún enfermo y
los fariseos, indiferentes al sufrimiento humano,
se dedicaban a tenderle trampas legalistas, vemos
a Jesus «mirándolos alrededor con enojo, entris-
tecido por la dureza de sus corazones» (Mr 3.5).
Y a sus mismos discípulos, cuando impidieron a
los niños acercarse a él, «se indignó» contra ellos
(Graganaktew, enojarse). A veces es pecado no
enojarse. Un Jesús incapaz de enojarse ante la
injusticia no sería nada convincente, ni sería el Hijo
de Dios.
Tomás Münzer, el reformador anabautista del
siglo XVI, protestaba por «la bondad ficticia» de un
Cristo dulce, que desconocía al Cristo amargo de
los evangelios. El Cristo dulce es el Cristo de la gra-
cia barata, domesticado y aburguesado, un Cristo
simpático y complaciente.
el Jesús de los
evangelios se enojaba
ante la injusticia,
la falsedad y el pecado
En fin ¿era Jesús «amable» o no? Pues… ¿qué
significa «amable»? Significa que actúa movido y
guiado por el amor. ¿Y que es el amor? La esencia
del amor no consiste en sensaciones placenteras y
sentimientos agradables. Si así fuera, Jesús no nos
mandaría a amar a nuestros enemigos, que nos
caen mal y no nos agradan. Amor es fundamen-
talmente buscar el bien del otro, en las formas que
mejor corresponden. En la severidad de sus denun-
cias, Jesús expresaba su profundo amor hacia los
fariseos, aun en las expresiones que nos parecen
insultantes según los criterios de nuestra cultura
posmoderna.
No cabe duda de que tolerancia, generosidad
y respeto son valores, pero no son los únicos ni
necesariamente los prioritarios. Sobre todo, no de-
bemos imponerlos encima de la figura del Jesús de
los evangelios y de las exigencias de valentía (aun
osadía) profética que nos enseñan las Escrituras. A P
El autor (http://www.juanstam.com), oriundo de
Paterson, Nueva Jersey, es uno de los teólogos
evangélicos «latinoamericanos» más pertinentes de
la actualidad. Aunque es estadounidense de naci-
miento, se nacionalizó costarricense como parte de
un proceso de identificación con América Latina que
lleva más de cincuenta años. Está casado con Doris
Emanuelson, su compañera de camino, nacida en
Bridgeport, Connecticut.
51
 TEMA DE
PORTADA

VOLVER
A LO
SENCILLO
El evangelio nos llama a una vida
más sencilla, como la de Cristo

52
La virtud que nos permite vivir con más humildad
se ha llamado, históricamente, la disciplina de la
sencillez. Posee profundas raíces bíblicas y encuen-
tra en la persona de Jesucristo su mejor ejemplo. A
lo largo de la historia de la Iglesia los grandes maes-
tros de la Palabra la han identificado como uno de
los ingredientes esenciales para una vida más plena.
En estos tiempos, volver a la disciplina de la
sencillez resulta imperioso. En Asia, África y Améri-
ca Latina 500 millones viven en la miseria absoluta.
Cada año fallecen 15 millones de niños por falta
de alimentación. Uno de cada cuatro niños padece
enfermedades por desnutrición. Más de mil millo-
nes intentan sobrevivir con un ingreso diario menor
a los dos dólares.
Estas cifras reflejan la injusta distribución de
riquezas en el planeta. El consumo, sin límites, de
algunos países se logra a costa de la pobreza absolu-
ta de otras naciones.
Los países más ricos, sin embargo, no son los
únicos culpables de esta situación. Hemos adoptado
un estilo de vida que exige el gasto desmedido de
los recursos naturales que disponemos. Argentina y
Brasil, por ejemplo, consumen enormes cantidades
de carne. El costo de esta preferencia por carne mu-
chas veces permanece escondido. La cantidad de ce-
real destinado al engorde de ganado perfectamente
alimentaría a muchos de los países más pobres de
la tierra. Un reporte de las Naciones Unidas reveló
que el ganado proveniente de países fuertemente
consumidores de carne se alimenta con más cereal
que la población conjunta de China e India.
Una vida de sencillez comienza, en primer
lugar, en casa. Allí, lograremos luchar por dar los
primeros pasos hacia una vida más sencilla que, en
su momento, conseguirá impactar a otros.
Elabore un presupuesto
Muchos hogares funcionan sin presupuesto. La
disciplina de elaborar un presupuesto no solo
permite que se organicen con vigilancia las inver-
siones monetarias que se llevarán a cabo a lo largo
del mes, sino que también ayuda a ajustarse a los
ingresos reales de la familia. Resulta más producti-
vo identificar cuáles son los recortes que se deben
efectuar en los gastos mensuales que aspirar a con-
seguir mayores ingresos para ajustarse a los gastos
actuales.
Resista los mensajes publicitarios
El bombardeo de propagandas con la intención
de seducirnos para que compremos algo que no
necesitamos nos presiona. Un niño que crece en
un hogar cuya televisión pasa prendida a toda
hora verá, antes de los 18 años, ¡más de 350
mil publicidades! Detrás de cada una de ellas se
encuentra un mensaje, muchas veces oculto, que
nos induce con sutileza a estar cada vez más in-
mersos en la cultura de consumo que nos rodea.
Ore siempre, antes de comprar
Estamos tan acostumbrados a comprar por impul-
so que formar el hábito de orar requerirá de cierta
perseverancia. La verdad, sin embargo, es que aun
para estas decisiones deberíamos ejercitarnos en
la práctica de esperar a que Dios dirija nuestros
pasos. Gran parte de nuestras dificultades econó-
micas se generan por decisiones arrebatadas.
A esta tendencia se le suma la disponibilidad
de tarjetas de crédito, cuyo mensaje mentiroso:
«compre hoy, pague otro día» nos engaña. In-
contables personas han quedado atrapados en
deudas de las que no pueden librarse por la falta
de disciplina en el uso de la tarjeta. El ser humano,
sin embargo, se movió durante siglos sin la posibi-
lidad de postergar los pagos por las compras que
realizaba. Rescataremos el control sobre nuestra
economía cuando hayamos cultivado la costum-
bre de orar antes de cada decisión que afectará la
economía del hogar.
Procure calidad, no cantidad
No es la cantidad de nuestras pertenencias la que
define nuestra vida, sino la calidad de nuestras
experiencias. La abundancia de bienes muchas
veces se presta para fomentar una vida superficial.
Defina su identidad por lo que usted es, no por lo
que posee. Descubra, otra vez, el placer de la com-
pañía de buenos amigos, de compartir un momen-
to espiritual, de escuchar una agradable pieza de
música o leer un buen libro.
Cuando apuntamos a la calidad de nuestra
vida, el deseo por seguir acumulando bienes co-
mienza a menguar. Este desinterés es el sencillo
resultado de descubrir que la felicidad y el bienes-
tar no se encuentran en la abundancia de riquezas,
sino en la calidez de nuestras relaciones.
53
 Recupere una dieta sana
Las corridas de la vida frenética que llevamos nos
han impulsado cada vez más a buscar comida
altamente procesada. Estas comidas están reple-
tas de productos químicos que las mantienen por
más largo tiempo. Esos aditivos, sin embargo,
nunca contribuyen a un cuerpo saludable.
NO ES LA CANTIDAD DE
NUESTRAS PERTENENCIAS
LA QUE DEFINE NUESTRA
VIDA, SINO LA CALIDAD DE
NUESTRAS EXPERIENCIAS
Vuelva al hábito de comer alimentos natu-
rales. Descubra el placer de una fruta, o de una
ensalada de vegetales. Consuma menos carne e
incremente su ingesta de granos y cereales. Inves-
tigue los procesos de producción de los alimen-
tos y resístase a consumir aquellos producidos
con un alto costo ecológico. Elabore sus propios
dulces y conservas, los cuales siempre serán más
sanos que los comprados. Comprométase con un
día de ayuno semanal y done a los pobres lo que
ahorra en alimento ese día.
Compre por utilidad, no por estatus
Cuando adquiera algún producto, asegúrese de
que en realidad le resultará útil y necesario. Gran
parte de las estrategias de mercadeo intentan
seducirnos con elementos que nunca usaremos:
un teléfono celular, por ejemplo, que graba videos
o le permite editar textos. Son pocas las personas
que realmente necesitan esas herramientas, pero
la mayoría lo comprará, solamente por el gusto
de «tenerlo». No es necesario cambiar el modelo
de computadora cada vez que sale uno nuevo, o
cambiar la ropa cada vez que a la industria se le
ocurra.
Recuerde, a la vez, que comprar con senci-
llez no es, necesariamente, sinónimo de comprar
barato. Una gran parte de la industria orientada
hacia al consumo se sostiene por vender productos
54
con una vida útil fugaz. La idea es que el aparato
adquirido deje de funcionar pronto para vernos
obligados a comprar otro. Sea sabio en sus inver-
siones y procure comprar objetos de larga dura-
ción. Resista el insaciable impulso de adquirir
siempre «lo más nuevo».
Cultive recreaciones sanas
La industria del espectáculo ha ayudado a formar
una generación de espectadores pasivos. Para lo-
grar entretenernos necesitamos pantallas de LCD
con un costo de miles de dólares, o dispositivos
electrónicos sofisticados cuyo software caduca con
rapidez. Nada de esto estimula la mente, ni tampo-
co provee al cuerpo el ejercicio indispensable.
Una opción es disfrutar de nuevo de recrea-
ciones al aire libre: una caminata, una salida en
bicicleta, unos días de campamento. Actividades
como estas se pueden desarrollar con inversiones
mínimas y se prestan para practicarlas en grupo.
Lo mismo logramos con los juegos de mesa, pues
propician distensión y risas, en un ambiente salu-
dable y varias horas.
Para que la recreación entregue su más pleno
beneficio salga del plano de la competencia, la
cual nos obsesiona. En lugar de estar siempre
pendientes de «quién ganó», persigamos como
objetivo simplemente divertirnos juntos.
Conclusión:
La sencillez no solo apunta a reducir la complica-
ción de nuestra existencia. También nos ayuda a
recuperar un estilo de vida que refleja mejor los
valores del reino de los cielos. Para esto, deberá
afectar cada una de las facetas de nuestra vida:
nuestra manera de hablar, la forma en que traba-
jamos, nuestros hábitos de consumo y las relacio-
nes que cultivamos. En su esencia, la sencillez es
el camino que nos conduce «a lugares de delica-
dos pastos, junto a aguas de reposo». A P
Se adaptó de Freedom of Simplicity, de Richard
Foster (Harper and Rowe, 1981) y Rich Christians in
an Age of Hunger, de Ronald Sider (IVP, 1984)
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55
 ESPIRITUALIDAD
Por Ricardo Salazar
El amor es paciente, es bondadoso;
el amor no tiene envidia;
el amor no es jactancioso, no es arrogante;
no se porta indecorosamente;
no busca lo suyo, no se irrita, no toma en
cuenta el mal recibido ;
no se regocija de la injusticia,
sino que se alegra con la verdad;
todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera,
todo lo soporta.
1 Corintios 13.4–7
El amor de Dios
no es envidioso, no es
jactancioso ni es
orgulloso.
El amor es paciente y bondadoso
El amor no es explosivo; no es el volcán que esta-
lla y tira piedras y lava cada vez que se le toca en
algún sentido. Paciecia y bondad es la respuesta
en amor que al mismo tiempo es pasiva y activa,
capaz de sufrir y soportar el mal, que no se deja
controlar por el deseo de responder en juicio. Se
mueve activa y positivamente para expresar gen-
tileza y bondad, aun hacia aquellas personas que
no se lo merecen.
A Pedro, pescador rudo y tosco, lo llama Jesús
un día y le advierte: «no serás más un pescador
corriente, ahora te convertiré en pescador de
hombres». Así que Pedro deja la red, la barca y
se va con el Señor. Tres años juntos. El Señor le
enseñó, lo disculpó, lo corrigió, lo felicitó. Jesús
lo amó profundamente. Pedro vivió experiencias
inconcebibles con el Señor; perteneció a su cír-
culo íntimo. Fue testigo de la transfiguración de
Cristo, sabía quién era Jesús. Pero cuando Cristo
56
es arrestado y Pedro se encuentra en el patio del
sumo sacerdote, mientras se protegía del frío,
alrededor de una fogata, y alguien lo señala como
uno del grupo de Jesús, él lo niega tres veces;
pero la tercera insiste con maldiciones y palabras
groseras. En ese momento, según el avangelista,
los ojos del Señor y los de Pedro se encontraron.
¿Cómo vería usted a los ojos a quien ha nega-
do su amistad de esa manera?, Jesús le mostró su
amor. La próxima vez que se encontraron Jesús
lo volvió a mirar y le preguntó: ¿Pedro, tú me
amas? Tres veces, es paciente y bondadoso.
El amor no es envidioso, ni jactancioso ni
orgulloso
Cuando el amor de Dios opera desde las entra-
ñas de una persona, lo lleva a actuar a diferencia
de todos los demás, porque no obra motivado
por envidia. No se permite llorar por el que ríe
ni de reír por el que llora. Al contrario, se ríe y
se alegra por el que goza, y llora con el que llora.
no guarda envidia, no cultiva la actitud que lleva
a los hermanos a relacionarse con rivalidad o
competencias, porque el amor de Dios está por
encima de eso. El amor de Dios no es envidioso,
no es jactancioso ni es orgulloso, no motiva al
fanfarrón que anda tratando de llamar la aten-
ción hacia sí mismo.
C. S. Lewis, escribió: «todo afecto natural
es idólatra y necesita ser purificado». En otras
palabras, normalmente nuestros actos de bon-
dad, generosidad, nuestro abrazo y felicitación
en el plano eminentemente humano es idólatra,
pues busca que se le retribuya de alguna ma-
nera, busca alguna gratificación. Lewis afirma
que a todo afecto natural, el cual es idólatra, le
urge que Dios lo purifique porque está lleno de
uno mismo. El amor a uno mismo nubla nuestro
entendimiento, nos ciega ante nuestros erro-
res, nos lleva a la rebeldía, a cuestionarlo todo,
nos hace enfadarnos cuando nos cuestionan
por algo, o nos mantiene a la defensiva cuando
somos confrontados. Toda esa irritabilidad es
señal de orgullo y arrogancia.
El amor verdadero transforma el carácter
volcánico en una persona que es capaz de domi-
narse.
El amor no busca lo suyo
Esta descripción probablemente sea el resumen
de todo el discurso de Pablo en 1 Corintios 13. Él
señala que el amor de Dios, el verdadero, no es
egoísta, no busca lo suyo. Esta es la expresión
más completa de lo que es amor. La médula del
pecado es vivir para uno mismo. Pero el amor de
Dios nos lleva a amar, a buscar el beneficio de la
otra persona. Es tratar a otro como Dios me ha
tratado a mí, esperar que Dios obre en el otro lo
que ya está trabajando en mí. No es egoísta, no
busca lo suyo, no guarda rencor, añade Pablo: no
es capaz de mantener activa la lista de los maltra-
tos sufridos de la mano de otra persona.
Lo que impresiona a Dios es su amor refle-
jado en nuestra manera de actuar, de hablar, de
relacionarnos, en nuestra manera de responder
ante lo que no nos gusta. Cuando Abraham Lin-
coln luchaba por la presidencia de EE.UU., un
periodista de apellido Stanton se convirtió en su
enemigo acérrimo. Este hombre lo criticaba y lo
maltrataba de tal manera que llegó a compararlo
con un simio. Cuando Lincoln ganó la presiden-
cia, para sorpresa de todos incluyó a Stanton en
su gabinete. Cuando sus amigos cuestionaron su
decisión, él argumentó que no existía nadie mejor
para ese puesto y lo nombró. El día que asesina-
ron a Lincoln, la persona que lloraba arrodillada
a su lado era Stanton, pues se había convertido
en su amigo más fiel y cercano. Porque el amor de
Dios produce acciones que la gente normalmente
no lo entiende, es un amor que conquista.
Con su lista Pablo pregunta: «Hermanos de
Corinto, si les preguntara si el amor de Dios
actúa en ustedes, probablemente me respon-
derían que sí; pero mejor mídanse con estas
preguntas: ¿guardas rencor?, ¿eres envidioso?,
¿orgulloso?, ¿fanfarrón?, ¿buscas que siempre te
reconozcan?, si no es así ¿te resientes?, si alaban
a alguien, que en tu opinión cuenta con menos
méritos que tú, ¿cómo reaccionas?, ¿si le fue mal
a alguien que puede ser tu rival, te alegras? Esas
actitudes no las produce el amor de Dios».
El amor todo lo sufre, todo lo cree
Por último, en versículo 7, Pablo decide hablar
del poder transformador del amor. Primero vio la
importancia de este, luego habló de la confronta-
ción que produce y ahora va a habla de su poder
transformador. Es solo una frase que lleva dos
intensiones definidas: «todo lo disculpa, todo lo
cree, todo lo espera, todo lo soporta».
Ese «todo» nos deja nerviosos. Usted y yo
argumentamos: «disculpe, don Pablo, pero hay
acciones que no estoy dispuesto a soportar, ni a
disculpar, ni a sufrir. Escuche, también hay cosas
que no estoy dispuesto a creer.
El amor es capaz
de ofrecer lo que
alguien siempre
necesita.
De primera impresión, la descripción amena-
za nuestra seguridad, nuestra individualidad. Sin
embargo, la intención de Pablo, cuando habla del
amor en este contexto, en el que ha destacado mi-
nisterios y que persigue el objetivo de fortalecer y
desafiar el carácter del corinto, es dejar claro que
no existe ningún reto, en medio de este mundo,
al que no podamos responder con el carácter de
Dios. Si actuamos con ese carácter es por nuestra
relación con Cristo, pues lo produce el Señor mis-
mo, por el poder del Espíritu Santo, que media
en nosotros. Ese carácter es lo que impacta a este
mundo y asombra a Dios.
Pablo afirma que el amor de Dios produce el
carácter de Cristo en la persona que no es capaz
de enfrentar el dolor si no es en la carne. Pablo
acá no habla de ingenuidad; el amor es el que
nunca deja de actuar con fe, el que nunca se can-
sa de perseverar, el que no se rinde bajo ninguna
circunstancia, ni cuando la persona en quien
hemos depositado nuestro amor nos decepciona.
57
 Su aguante es ilimitado.
Esto no significa que el amor sea ingenuo, que
no sepa darse su lugar o respetar su dignidad.
Cristo supo reprender a alguien a quien amaba:
«tú eres un sepulcro blanqueado, tú eres igual
que tu padre el diablo, el padre de la mentira».
¿No lo amaba?, ¡claro que lo amaba! Esperaba
que reaccionara. El amor es capaz de ofrecer lo
que alguien siempre necesita. El amor verdadero
se expresa, no es mudo. El amor verdadero actúa,
sirve, siempre se sacrifica.
A Juan, el apóstol, lo llamaban: «hijo del
trueno». Este sobrenombre refiere un carácter
impetuoso, violento, explosivo. Sin embargo
después de sus tres años con Jesús, se le cono-
ció como «el discípulo amado», «el apóstol del
amor». ¿Conoce la razón de ese cambio radical?
Pasó mucho tiempo con su cabeza reclinada en el
pecho de Jesús. Lo mismo puede ocurrir con us-
ted. A todos nos urge que Dios forme su carácter
en nosotros. Él quiere que el primer aspecto que
reflejemos de su carácter sea su amor, que ha sido
derramado en nuestros corazones por el Espíritu
Santo. Precisamente eso marca la diferencia en
hogares, familias, centros de trabajo, lugares de
estudio, en toda la cotidianidad de la vida, en
todo lugar y momento cuando surge la oportuni-
dad de amar.
Conclusión:
La expectativa de Dios para el ser humano es
imposible satisfacerla en nuestra propia fuerza;
nuestra naturaleza caída es incapaz de brindarle
a este mundo la clase de amor que solo Dios da.
Sin embargo, en Cristo hemos experimentado el
milagro de que el amor de Dios haya sido derra-
mado en nuestros corazones; solo conducidos por
eso amor conseguimos ver como él ve, sentir como
él siente. Ese es precisamente el milagro, cuando
la gente vuelve a abrigar esperanza de que cuando
alguien no merece ayuda, uno de los hijos de Dios
es capaz de mostrarle el amor del Padre.
Deje actuar al amor de Dios en usted. AP
El autor, costarricense, es el pastor principal de la
iglesia Vida Abundante de Coronado, San José, Costa
Rica.
58
No hay
mas que dos
amores
Hemos sido creados por amor y
para el amor. En la tierra apren-
demos a amar. Al llegar nuestra
muerte se nos examinará sobre el
amor.
Si estamos ya bien entrenados,
nos iremos a vivir eternamente el
Amor.
Pero cada vez que aquí abajo
nos amamos a nosotros mismos
(egoísmo) falseamos el rumbo de
nuestro destino y del destino de
Universo.
No hay más que dos amores: El
amor a nosotros mismos y el Amor
a Dios y a los otros.
Vivir es simplemente escoger
entre estos dos amores.
El que ama a su hermano está
en la luz, y en él no hay escándalo.
El que aborrece a su hermano está
en tinieblas, y en tinieblas anda
sin saber a dónde va, porque las
tinieblas han cegado sus ojos.
1 Juan 2.10–11
Se tomó de Oraciones para rezar por la
calle, de Michel Quoist, 1971.

A lo largo de su historia el movimiento evan-
gélico en América Latina ha respondido a los
desafíos del contexto de manera consagrada y
apasionada. Las iglesias se han multiplicado de
manera asombrosa, pues han llevado el mensaje
del evangelio, junto con programas y entidades
que enfatizan los valores del reino de Dios. No
obstante, pese a la pasión, la obediencia y el
tesón, muchos de esos emprendimientos luchan
año tras año con desafíos fundamentales que
arriesgan su supervivencia y menoscaban los
resultados esperados. Un sinnúmero de esos
desafíos bien se lograría conquistar si se contara
con un liderazgo capacitado en cuestiones de
gerencia y administración. Allan Matamoros,
Director Ejecutivo de la agencia misionera PM
Internacional, comenta: «Al ser llamados al
liderazgo de estas organizaciones respondemos
con el corazón, pero con un poco de andar nos
damos cuenta de que se necesita más que co-
razón y buenas intenciones para gerenciar una
organización cristiana».
Hablamos de organizaciones dedicadas
al rescate de niños de la calle, rehabilitación
de adictos, clínicas y hospitales, seminarios,
LIDERAZGO
agencias misioneras, escuelas, centros comu-
nitarios, comedores populares, programas de
desarrollo económico para combatir la pobreza,
casas publicadoras, estaciones de radio y tele-
visión, y más. ¡Hasta existen agencias matri-
moniales cristianas! En la actualidad se cuen-
tan más de 20.000 entidades cristianas en el
continente latino. Si contáramos solamente las
escuelas sumaríamos varios miles.
Hace unos cuantos años conversaba con un
amigo sobre la dificultad de encontrar hombres
y mujeres capacitados profesionalmente para
liderar ministerios. Tanto él como este servi-
dor nos hemos involucrado con frecuencia en
la generación de nuevos proyectos y, por ende,
la formación de equipos de trabajo. La bús-
queda de gente no nos ha resultado ajena a la
que acostumbrábamos emprender en nuestros
ministerios. Lo que nuestra experiencia en el
continente nos mostraba era que, en el mejor
de los casos, la capacitación más promovida por
las iglesias para los líderes era Biblia y Teología.
Solo un porcentaje mínimo (¡muy mínimo!)
de los ministerios cuentan en su liderazgo con
hombres y mujeres entrenados para gerenciar,
59

para administrar, para planificar estratégica-
mente y liderar equipos de trabajo que persigan
objetivos claros.
Esta realidad nos llevó a un grupo de ami-
gos, alrededor de 1998, a comenzar un progra-
ma de capacitación en habilidades y recursos
gerenciales para ministerios cristianos. Por
varios años se conoció como Instituto Fórum
Latínum. Ahora hemos simplificado su nombre
y lo llamamos sencillamente FORUM. Se trata
de un programa de capacitación y actualización
para directores, gerentes, miembros de juntas
directivas y líderes de entidades cristianas. Su
objetivo es contribuir a la excelencia de la ges-
tión gerencial, al desarrollo institucional y a la
optimización en la mayordomía de los recursos.
A lo largo de los años hemos creado diferentes
60
formatos de capacitación, los que hemos desa-
rrollado en Argentina, Colombia, Costa Rica,
Estados Unidos, México, Panamá y Paraguay.
De esta manera FORUM ha contribuido a la
formación gerencial de cientos de cristianos
latinoamericanos que contribuyen a la extensión
del Reino desde funciones directivas.
Estamos convencidos de que el liderazgo,
el trabajo en equipo, el desarrollo de recursos
y todo lo concerniente a las cuestiones geren-
ciales están muy relacionados a la cultura y al
contexto; el comportamiento cultural es factor
clave en los estilos de liderazgo. Precisamente
por eso los consultores de FORUM son hombres
y mujeres de diferentes nacionalidades, pero
que, además de su capacitación formal pertinen-
te, han demostrado una trayectoria exitosa de
liderazgo en organizaciones de América Latina,
y están comprometidos a dar de su tiempo como
inversión en el liderazgo cristiano del continen-
te, mientras siguen desarrollando sus propias
actividades profesionales o ministeriales.
Los programas de FORUM son interactivos,
pues combinan la participación en tareas virtua-
les por Internet y lecturas previas con eventos
presenciales de sesiones intensivas. Los recursos,
materiales y sesiones se pensaron tomando en
cuenta la capacitación de adultos y variación de
modalidades, a fin de lograr mejores resultados.
El objetivo final es que los hombres y mujeres
que Dios ha llamado a gerenciar ministerios sean
capaces, preparados, con recursos y herramientas
adecuadas para llevar adelante la misión que se
les ha encomendado, para la gloria de Dios y la
bendición de mucha gente. A P
© FORUM, 2011.
El autor se ha involucrado en el liderazgo cristiano
por más de treinta años y es misionero sirviendo con
ReachGlobal, una agencia misionera internacional
con 600 misioneros en todo el mundo, asociada a la
Evangelical Free Church of America. Como Director
de FORUM, se ha especializado en la capacitación y
consultoría de liderazgo de entidades cristianas. Es
argentino y actualmente reside en Redlands, Florida,
Estados Unidos.

Bosquejo de sermón
Compartido por: José Ismael Ramírez Pérez
(pastor de la Iglesia Bíblica Jesús, Ciudad de Guatemala)
Texto bíblico: 1 Corintios 4.1–7
Mensaje central:
Interpretar bien nuestra identidad de siervos y
administradores nos ayudará a ser fieles en el
servicio.
Título del sermón:
Siervo fiel: trabajo responsable
Contexto:
Los cristianos de la iglesia de Corinto habían
interpretado mal su participación en la iglesia.
Entendían a la iglesia como un lugar donde cada
quien desarrollaba su propia posición personal,
en la cual cada uno buscaba cómo trepaba en
la escalera de la sociedad, en la escalera de las
influencias. Donde cada cual luchaba por mostrar
más y más sus capacidades y a quién pertenecía
y a qué grupo representaba. El apóstol Pablo les
advierte, entonces: «cuando ustedes asumen
esa actitud, muestran el mayor infantilismo que
pueda haber en la vida. Actúan como niños y se
alejan de la perspectiva correcta».
Introducción:
¿Cuál debe ser la cosmovisión que los cris-
tianos debemos formarnos de nosotros mismos
y del mundo? ¿Cuál debe ser la imagen que cada
uno debe manejar de su propia persona? ¿Qué
piensa usted de sí mismo? ¿Cómo se ve?, ¿muy
atractivo, muy agradable, buena gente, mejor que
los demás, alguien con muchas capacidades? ¿O
se mira como una persona desagradable, mala,
que no le gusta nada ni nadie a su alrededor, que
le resulta difícil cumplir?
EL RINCÓN DEL
PREDICADOR
El concepto que formemos de nuestra vida se
relaciona con aquello para lo cual Dios nos ha co-
locado en el mundo. Por supuesto, tenemos que
considerar este pasaje en relación con el tema en
conjunto abordado en toda la carta: el apóstol Pa-
blo nos plantea el ser y el quehacer de la iglesia;
qué somos y para qué estamos aquí como cuerpo
de Cristo. Necesitamos entender qué somos para
no confundirnos en medio de tantos otros ca-
minos emprendidos en nuestro desarrollo como
iglesia.
Desarrollo
A. Definamos nuestra identidad
Para entender bien qué somos, como cristianos o
como iglesia, el apóstol nos exhorta a vernos tal
como él lo plantea en el versículo 1: «Así, pues,
téngannos los hombres por servidores de Cristo y
administradores de los misterios de Dios». Pablo
no solamente habla acá de él mismo o de Apolos,
también se refiere a todos los cristianos. El após-
tol nos demanda que cada uno se vea a sí mismo
como servidor de Cristo y administrador de los
misterios de Dios.
1. Administramos los misterios de Dios
Estos misterios son las mismas verdades que el
apóstol explicó en el capítulo 2, que Dios nos las
ha revelado a nosotros por medio de Jesucristo:
«cosas que ni ojo vio ni oído oyó … son las que
Dios ha preparado para el que lo ama. Dios nos
las reveló por el Espíritu, porque el Espíritu todo
lo escudriña, aun lo profundo de Dios». Son las
bondades de Dios que hemos conocido por medio
del evangelio de Jesús: Dios nos amó aunque
éramos pecadores y envió a Jesucristo a morir en
el calvario; cada uno de nosotros somos habita-
ción de Dios en el Espíritu; como iglesia somos el
61
 templo de Dios; y cada uno de nosotros recibimos 2. No juzguemos, Dios es el que juzga
dones y capacidades para servir. Esos misterios En versículo 3 les señala: «Yo en muy poco tengo
los administramos en el mundo en que vivimos. el ser juzgado por vosotros, o por tribunal huma-
Somos administradores de capacidades, habilida- no; y ni aun yo me juzgo a mí mismo». Pablo no se
des, oportunidades, recursos, de una vida nueva, consideraba superior a los demás; sabía que Dios lo
de la posibilidad de armar una nueva sociedad, juzgaría y ni él mismo se sentía capaz de aprobarse,
de ser nuevos hombres, nuevas mujeres, nuevas aun cuando actuaba con su conciencia tranquila.
criaturas de Dios. Comprender y vivir esta ver-
dad, es administrar de los misterios de Dios. Dios sacará a luz lo que
2. Servimos a Cristo
Administrar los misterios de Dios es entender que nadie alcanza a ver en
la vida ya no consiste en enfocarnos en los intere-
ses de los niños, sino en nuestra participación en nuestro corazón y
el proceso de construir el edificio de Dios; la iglesia
misma. En 3.9 señala: «Porque nosotros somos determinará cuál será
colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de
Dios, edificio de Dios». Como ya está colocado el nuestra recompensa
fundamento de Cristo, podemos edificar sobre él
con oro, plata y piedras preciosas o con madera,
heno u hojarasca. De acuerdo a nuestra actitud,
Por eso advierte en versículos 4 y 5: «Porque
si obramos en la carne o no, será la calidad de la
aunque de nada tengo mala conciencia, no por
construcción de nuestro edificio. Por eso el apóstol
eso soy justificado; pero el que me juzga es el
pide que el concepto que nos formemos de nuestra
Señor. Así que, no juzguéis nada antes de tiempo,
propia vida sea entender que cada uno de nosotros
hasta que venga el Señor, el cual aclarará también
somos servidores de Dios, no de nosotros mismos
lo oculto de las tinieblas, y manifestará las in-
ni de otros.
tenciones de los corazones; y entonces cada uno
Por tanto no nos enfoquemos más en los
recibirá su alabanza de Dios». Dios sacará a luz
asuntos infantiles que conducen a contiendas, a
lo que nadie alcanza a ver en nuestro corazón y
discusiones. Como reprende el mismo apóstol en
ni siquiera nosotros mismos, y determinará cuál
el capítulo 3, contiendas, celos y disensiones que
será nuestra recompensa.
reflejan niñerías, pura carnalidad.
Pablo nos ordena a no anticiparnos a juzgar;
cada uno debe ocuparse de sí mismo. Pablo acla-
B. Seamos fieles en nuestro servicio y
ra: no me juzgo ni a mí mismo, porque al final de
administración
cuentas, no puedo discernir mis intenciones por
1.Preparémonos para rendir cuentas
completo, pues soy consciente de que muchas
El apóstol nos apremia a vivir desde esta perspec-
acciones las llevo a cabo porque Dios me impulsa
tiva: «se requiere de los administradores que cada
a ellas.
uno sea hallado fiel», que cumplan bien la tarea. De
manera constante, en las Escrituras se nos advierte
3. No nos envanezcamos
que habremos de rendir cuentas a Dios. El apóstol
En el versículo 6 advierte: «Pero esto, hermanos,
lo explica en 1 Corintios 3.13–15: «La obra de cada
lo he presentado como ejemplo en mí y en Apo-
uno se hará manifiesta; porque el día la declarará,
los por amor de vosotros, para que en nosotros
pues por el fuego será revelada; y la obra de cada
aprendáis a no pensar más de lo que está escrito,
uno cuál sea, el fuego la probará. Si permaneciere
no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos
la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recom-
contra otros».
pensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá
No debemos sostener un pensamiento inade-
pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así
cuado ni de nosotros ni de los demás, debemos
como por fuego».
62
aprender a no pensar más de lo que está escrito;
probablemente hablaba de las instrucciones de la
Biblia. De hecho, eso ocurría entre los corintios,
se peleaban entre ellos, las disensiones que sur-
gían era por sus celos, porque se envanecían. Más
adelante, en el versículo 18, reprende a algunos
porque se habían inflado: «Mas algunos están
envanecidos».
Al final, el apóstol nos recuerda que la razón por
la que no debemos envanecernos es la proceden-
cia de nuestra distinción, no viene de nosotros,
sino de lo que Dios ha escogido darnos. Veamos
el versículo 7: «Porque ¿quién te distingue? ¿o
qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste,
¿por qué te glorías como si no lo hubieras reci-
bido?» Nuestro trabajo, nuestra vida en general,
debemos entenderla como acciones realizadas día
a día en servicio a Dios.
Conclusión:
¿Cómo se ve usted ahora luego de examinar la
exhortación de Pablo? ¿Como el mejor, el que no
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EDITORIAL.CPH.ORG 1-877-450-8694 1-314-268-1045
puede hacer nada?, ¿ o como siervo y adminis-
trador? Espero que como lo segundo, pues Dios
examinará si hemos administrado con fidelidad
sus misterios, y para eso necesita estar consciente
de quién es usted. Como cristianos no podemos
quejarnos de que nos haya faltado algo; quizá no
poseamos todo lo que queremos, pero sí se nos ha
dado todo lo que necesitamos. Dios nos respon-
sabilizará del uso que le hayamos dado a aquello
que hemos recibido. Quizá no hemos alcanzado
toda la preparación académica que deseábamos,
sin embargo Dios nos pedirá cuentas de la fide-
lidad con que hemos llevado a cabo el trabajo
asignado de acuerdo a la capacitación que hemos
recibido. No se nos juzgará comparándonos con
el rendimiento o competencia de otros, sino que
se nos juzgará por nuestra fidelidad al que nos
hizo servidores de Cristo y administradores de los
misterios de Dios. A P
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 MUJER
LÍDER

64
Dios no está tan interesado en la felicidad de usted como
en su obediencia
Por Gabriele Rienas
Pregunta: Me siento muy triste. La esposa de
nuestro pastor lo dejó por otro hombre de la igle-
sia. Soy la esposa del pastor de jóvenes, y no sé
cómo expresar cuán aturdida y desconcertada me
siento al respecto. Nuestro pastor (llamémoslo
Antonio) comenta que había notado un creciente
distanciamiento entre ambos; pero él lo había
atribuido a las presiones de la vida familiar con
hijos adolescentes y las muchas ocupaciones en
el ministerio. Alicia (nombre ficticio) no quiere
una reconciliación, ni mucho menos conversar
del asunto. Ella ha expresado que está decidida y
se ha ido con el otro hombre. Herido y descorazo-
nado, el pastor ha renunciado a su cargo y planea
dejar la ciudad. He sabido de situaciones simila-
res en otras iglesias. Como esposa joven, me sien-
to muy perturbada. ¿Cómo llegó a suceder esto y
cómo consigo prevenirlo en mi propia vida?
Respuesta: Por mucho tiempo hemos estado
conscientes de las posibilidades y los riesgos de la
infidelidad en el matrimonio por parte del pastor,
pero usted presenta una circunstancia que está
sucediendo más y más entre los matrimonios de
ministros: la esposa de pastor que deja a su mari-
do por otro hombre. Sorprendidas y perplejas al
descubrir lo que han vivido nuestros compañeros
de ministerio, nos preguntamos: «¿Cómo suce-
dió esto?» y «¿cómo logramos prevenir que algo
similar ocurra en otras familias?»
Es obvio, la infidelidad en el matrimonio no
es un pecado nuevo y cada situación es única.
Existen, sin embargo, ciertas realidades cultura-
les e históricas que contribuyen al aumento de
los incidentes de infidelidad entre las esposas de
pastor y también un aumento en el número de
mujeres que, cuando se descubre su infidelidad,
afirman su decisión de dejar al esposo para seguir
en la nueva relación.
Realidades culturales e históricas
Énfasis en la autosatisfacción y la felicidad
El énfasis de nuestra sociedad en la realización
de las ambiciones personales, la autosatisfacción
y la felicidad personal casi se ha convertido en
obsesión. El mensaje es fuerte y claro: mereces
ser feliz; mereces alcanzar lo que quieres; mere-
ces poseerlo todo y ahora.
Aun en la presente situación económica, con
un nuevo énfasis en la simplicidad, continua-
mos recibiendo por todas partes una maraña de
mensajes. La tentación a dejarse dominar por
creencias de satisfacción personal apabulla a las
personas. Con el tiempo también llega a conver-
tirse en parte de nuestra espiritualidad.
Aunque sea doloroso, huya —no camine, mas
bien ¡corra!— de la tentación. Aunque sienta
dolor, como cuando se saca una venda curita
de un lugar sensible del cuerpo, escape porque
nada bueno resultará de esta aventura. Si usted
se decide por lo recto, con el tiempo saldrá de
la oscuridad en que se encuentra. Después de la
temporada de dolor, usted encontrará verdadero
gozo. ¡Confíe en la ayuda del Señor!
Las mujeres que se sienten infelices y frustra-
das son muy susceptibles a estos sutiles mensa-
jes internos. La mentalidad de muchas mujeres
cuando se encuentran en un aprieto semejante es
más o menos como éste: Dios no quiere que me
sienta infeliz. Me he sentido miserable por mucho
tiempo. Esta nueva situación me dará felicidad.
Por tanto, voy a ignorar lo que Dios indica en su
Palabra.
65
 Una cultura que explota la sexualidad
A menos que nos vayamos a una isla desierta,
ya no conseguimos escapar del constante con-
tenido sexual que nos bombardea. Los avances
electrónicos nos exponen momento a momento
a material deseado e indeseado. El estudio de la
Kaiser Family Foundation define el contenido
sexual como cualquier discusión acerca del sexo,
hasta una descripción de la actividad sexual. Se
ha descubierto que setenta por ciento de todos
los programas exponen en promedio de cinco a
seis escenas sexuales en una hora. Mientras que
los hombres son estimulados principalmente por
la vista, estas imágenes incitan a la mujer en el
aspecto emocional, en especial si siente que en su
relación no existe suficiente amor ni intimidad.
Con el tiempo, estas situaciones e imágenes son
menos escandalosas y más normales, y como
sociedad nos resultan menos y menos ofensivas.
Lo que hemos visto en repetidas ocasiones se
convierte en la norma para expresar profundos
sentimientos de ansiedad y amor.
La tentacion a
dejarse dominar por
creencias de
satisfaccion personal
apabulla a las
personas.
Mayor poder
La buena nueva es que más y más mujeres están
aprovechando sus dones y dedicándose a aquello
que las apasiona. Más mujeres están asumiendo
puestos de liderazgo y más que nunca están to-
mando su lugar en el reino de Dios. Sin embargo,
con cada aspecto positivo, allí está Satanás para
tergiversar la verdad y destruir aquello que debe
ser para la gloria de Dios. La mala noticia es que
así como los hombres en posiciones de poder han
luchado contra el orgullo, la autocomplacencia y
66
las actividades egoístas, también las mujeres con
poder, más que antes, luchan contra las mismas
tentaciones. Las esposas de pastor, a las que nun-
ca se les hubiera ocurrido hablar de esta manera,
ahora se sienten libres para advertir: «Puedo ha-
cer lo que quiero y nadie me va a detener. Tengo
derecho a ser feliz».
Soledad
La soledad ha alcanzado proporciones epidé-
micas en nuestra sociedad. Entre las esposas de
pastor es un fenómeno desenfrenado. Resulta
irónico el aislamiento que sufren, pues invierten
su vida en medio de la actividad y los grupos de
interacción. El deseo de dar un buen ejemplo
les impide expresar sus verdaderos pensamien-
tos y sentimientos. Aun si quisieran conversar
honestamente con alguien, no saben con quién
desahogarse. Como desean apoyar a su esposo y
proteger su ministerio, deciden no comentar los
problemas importantes de su matrimonio y lo
que a ella realmente le preocupa de la relación
con su esposo. Mientras tanto, la presión interior
y el descontento se acumulan. Cuando se presen-
ta la oportunidad de sentirse deseada y aprecia-
da, la insatisfacción y los anhelos fortalecen la
tentación y la debilitan a ella.
Contrarreste las influencias negativas
Entender la causa es sólo el primer paso para
prevenir esta clase de destrucción. Existen tam-
bién algunas prácticas que podemos asumir como
comunidad y como individuos para contrarrestar
estas influencias negativas.
Hable de eso
Más vale prevenir que lamentar; en otras pala-
bras, es mejor la prevención que la recuperación.
Una de las más sencillas medidas preventivas
que deberíamos emplear como comunidad es el
diálogo sincero y abierto acerca de los verdaderos
problemas. No seamos ingenuas ante lo que pu-
diera suceder; en realidad, nadie se libra de esta
clase de tentación. Si los líderes dan el ejemplo
al tratar abiertamente y con sinceridad los con-
ceptos bíblicos de la sexualidad, las tentaciones
y cómo mantenerse puros, van a promover un
ambiente de mutua honestidad y vigilancia.
 En mi investigación personal de este tipo de
situaciones, en varias ocasiones escuché: «Nunca
me atravesó por la mente que ella sería capaz de
tomar una decisión semejante. Fue un sorpresivo
golpe para todos, difícil de creer. Es cierto, vimos
algunas señales de que una relación se estaba
desarrollando, y hasta nos preguntábamos si era
aceptable, pero nunca imaginamos que llegaría
tan lejos.»
Para dar crédito a los hermanos, me atrevo a
afirmar que ellos no querían pensar mal de sus
líderes. Sin embargo, nuestro deseo de pensar lo
mejor de otros no debe cegar el sentido común.
Un diálogo abierto promueve el derecho a cues-
tionar y a tratar las inquietudes con madurez.
Proteja su matrimonio
No cabe duda de que una aventura amorosa
indica la presencia de problemas en el matrimo-
nio. Pero por más que la persona que sostiene la
aventura insista en que fue una mala decisión o
un error, siempre será un acto hostil contra su
cónyuge.
Nadie negaría que las relaciones sexuales
fuera del matrimonio provocan mucha angustia
al cónyuge. La voluntad de correr el riesgo de
causar dolor innecesario a quien amamos siem-
pre encontrará sus raíces en la hostilidad. Por
tanto, el principal agente preventivo de la tenta-
ción es fortalecer la relación matrimonial.
Si la relación es fuerte y satisfactoria, no sur-
girá la necesidad de buscar amor en otro lado.
Nadie en su sano juicio se arriesgaría a algo se-
mejante si su cónyuge satisface sus necesidades.
De manera lamentable, los pastores a veces
descuidan su matrimonio en nombre de la obra
de Dios. Las necesidades de la congregación y
las múltiples obligaciones pastorales absorben
el tiempo de calidad que debería pasar con su
cónyuge. Poco a poco, se desvanece la pasión.
Las preocupaciones se convierten en sustituto
de la intimidad y la interacción. Por un tiempo,
pareciera que soportar la relación conyugal en
esas condiciones funcionara.
Muchas esposas de pastor hasta reconocen
que esta es la realidad de su matrimonio, pero
aun así insisten en que nunca se sentirían ten-
tadas. ¡Cuidado con confiarse demasiado! Como
Dios nos creó para vivir en intimidad y sostener
relaciones estrechas, cuando se presenta una
oportunidad que nos ofrece experimentarlas, la
tentación llega a ser muy real.
Daniela nunca imaginó verse en semejante
situación. Ella nunca logró entregarse tanto al
ministerio como su esposo. Solo quería dedicar-
se a sus hijos y a la familia y ayudar un poco en
la iglesia. Como su esposo pasaba mucho tiempo
en la iglesia y ella buscaba estar cerca de él, pi-
dió trabajo en la cafetería de la iglesia. Su buen
juicio para los negocios hizo que la cafetería
prosperara. Casi siempre trabajaba con un joven
que le caía muy bien y a quien respetaba. Co-
menzaron a compartir de manera informal sobre
sus vidas, pero, con el tiempo, lo que compartían
resultó ser cada vez más íntimo.
Ella esperaba con ansias la hora que le toca-
ba atender la cafetería porque salía de allí con
la sensación de ser muy especial y aceptada. El
resto es una historia muy familiar. Cuando la
relación salió a la luz, Daniela se obstinó en no
reconciliarse con su esposo, y decidió irse con el
joven. Estaba convencida de que por fin había
descubierto el verdadero amor. Tristemente, la
devastación fue de largo alcance.
No es raro que la esposa de un líder admita
que se siente sola y abandonada por su esposo.
Como muchas creen que quejarse sería renegar
contra Dios, algunas sufren en silencio; lo que
las convierte en candidatas perfectas para que
otro varón satisfaga sus necesidades emociona-
les. Sin duda, Satanás se va a ocupar de que esta
oportunidad se presente.
Los matrimonios involucrados en el ministe-
rio necesitan discutir y examinar los problemas
67
 de su matrimonio. Existen ministerios especiali-
zados en consejería pastoral que ofrecen ayuda a
los pastores. Muchas oficinas de distrito contratan
consejeros cristianos para proveer un ambiente
seguro a quienes buscan consejería.
Nadie comienza en el
ministerio con planes
de abandonar la
carrera a medio camino .
Esté en guardia
Los dirigentes de ciertas denominaciones han
prestado mucha atención al peligro de que el pas-
tor se involucre con alguna otra mujer. Más que
nunca examinan, discuten y advierten a los pas-
tores de estos riesgos. Aun cuando siempre estará
presente esta clase de pecado, los que atienden
estas advertencias se preocupan de dar énfasis
a estos límites y defensas. Por ejemplo, algunos
pastores no se reúnen a puerta cerrada con una
mujer. En los edificios más nuevos es común que
parte de las puertas sean de vidrio. Después de
algunas sesiones con una mujer a la que aconse-
jan, con frecuencia los pastores delegan la conse-
jería a personas capacitadas en este campo. Estas
son medidas con sentido común que protegen
ante la amenaza de la tentación.
La esposa de pastor también debe establecer
defensas y límites. El humilde reconocimiento de
la debilidad humana debe mantenernos vigi-
lantes. La Palabra nos advierte: «Así que, el que
piensa estar firme, mire que no caiga. No os ha
sobrevenido ninguna tentación que no sea huma-
na; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tenta-
dos más de lo que podéis resistir, sino que dará
también juntamente con la tentación la salida,
para que podáis soportar» (1 Corintios 10.12, 13).
Use el sentido común cuando establezca
relaciones con los miembros de la congregación.
No pase mucho tiempo a solas con miembros del
sexo opuesto; este principio aplica aun si sirven
68
en la misma área de ministerio. Lo irónico es que
la misma pasión que nos mueve al ministerio
también es capaz de volver vulnerables nuestras
emociones ante la tentación de conectarnos con
más intimidad con nuestros compañeros de ser-
vicio. Esta es la realidad; sea prudente ante ella.
Manténgase vigilante en lo que respecta a
su amistad cercana con parejas de la iglesia. Si
pasan tiempo juntos y van de vacaciones, o si
celebran como parejas cumpleaños y aniversa-
rios, cuídese del secuestro emocional, en especial
si su matrimonio atraviesa por un periodo de
inseguridad. No comente con cualquier persona
sus asuntos íntimos; pues este tipo de apertura,
la dejará vulnerable ante la persona.
Una palabra a la esposa de pastor
Procure conocerse a sí misma y practique la
honestidad. Atienda con cuidado cualquier pro-
blema que surja. A la primera señal de atracción
o de vínculo emocional con otra persona, tome
medidas radicales y comente la situación con la
compañera que ha elegido para rendir cuentas y
aléjese con rapidez de la tentación. Es un hecho
que la sensación de sentirse aceptada y admirada
resulta muy gratificante, sin embargo, esa sensa-
ción de bienestar nos debilita aún más ante el po-
der de la tentación. Dese cuenta de que no existe
ningún beneficio futuro en esta gratificación,
pues el resultado final es solo destrucción a gran
alcance. Con la ayuda de una persona calificada,
huya de esta tentación y analice qué la produjo.
Todas hemos oído la analogía bíblica de aca-
bar la carrera. Nadie comienza en el ministerio
con planes de abandonar la carrera a medio ca-
mino. Nuestro deseo es terminarla bien. Que este
deseo nos mueva a mantenernos vigilantes de lo
que Dios nos ha confiado para que lo cuidemos. A P
La autora ha sido esposa de pastor durante veintio-
cho años y consejera profesional, reside en Beaver-
ton, Oregon. Da charlas en retiros, conferencias y
reuniones en todo el mundo.
Se tomó de Enrichment Journal, primavera de 2010.
Se usa con permiso de la autora. Todos los derechos
reservados por la autora.
MUJER
LÍDER

Especialista en bodas:
Por Keila Ochoa Harris
Si una novia quiere ahorrarse las molestias por los
detalles de la boda, basta con pagar a un especialis-
ta para que se ocupe de todo. En nuestra sociedad
se han creado expertos para toda situación, pero
me alegra saber que Dios no elige profesionales.
Al leer las reseñas sobre mujeres de fe, quizá
nos quedamos con la impresión de que todas estas
mujeres eran profesionales en su fe. No nos ima-
ginamos a nosotras mismas cambiando el sistema
penitenciario de nuestros países, ni rescatando ni-
ños de la prostitución. Pero Dios nos ofrece puertas
abiertas. La diferencia radica en si nos atrevemos a
entrar o nos quedamos afuera.
Con una mirada al capítulo 11 de la Carta a los
Hebreos descubrimos que Dios no mide nuestros
aciertos, sino nuestra fe. ¡Allí aparece Jacob! Sí,
el traicionero, mentiroso y aprovechado Jacob.
También leemos sobre Moisés, un asesino tartamu-
do. ¿Y qué de Sara? ¡Se rió de la promesa divina! Y
aún con todos sus defectos, Dios comenta de estos
hombres y mujeres que, por su fe, el mundo no fue
digno de ellos.
Muchos héroes y heroínas se han perdido
y quedarán marginados entre las páginas de la
historia, pero Dios no olvida. Por ejemplo, quizá
Julia Harris jamás escriba un libro que venda más
de mil copias, ni predique frente a una multitud de
personas, ni altere para siempre la historia de su
país, ni salga de la ciudad en que ha vivido por más
de treinta años, pero su fe es digna de imitar.
Julia nació en Orizaba, México, en 1952. Hija
de padres misioneros, mientras crecía escuchó
desde temprana edad la Palabra de Dios, y una vez
que comprendió su pecado, aceptó a Cristo como
Salvador. Su padre, Ronaldo Harris y su madre
Dorita Howard sirvieron unos años en
Orizaba, luego se mudaron
a Tehuacán.
Tuvieron
la vida de Julia Harris
cinco hijos, de los cuales Julia, o Julita como le
llamaban por cariño, fue la mayor. Desde pequeña
sintió gran carga por sus convicciones. Su madre
escribió: «Julita, de cuatro años, tenía muchas pre-
guntas porque los niños del kinder se burlaban de
ella por ser evangélica. Por ser la mayor, siempre
enfrentó más problemas».
Los niños Harris crecieron en un nido de amor
y protección, donde no existía la tele, sino libros,
paseos, conversaciones y disciplina. A los quin-
ce años de edad se mudó a la ciudad de México
para estudiar. En sus memorias, su madre Dorita
comenta: «Julita escogió la carrera de medici-
na. Quise disuadirla para que estudiara algo más
sencillo pero estaba decidida. En mi opinión, un
médico debe caracterizarse por lo menos por tres
cualidades, tierno de corazón, inteligente y disci-
plinado. Julita poseía las tres. Cuando era pequeña
y oía chillar a los cerdos que llevaban al rastro, ella
lloraba. Cuando oyó una ambulancia por primera
vez, también lloró porque pensaba que el vehícu-
lo estaba llorando. Siempre mostró interés por la
gente. Me acuerdo que en la primaria pasaba horas
hablando con sus compañeras, y cuando le pre-
guntaba de qué platicaban, me explicaba que las
ayudaba con sus problemas».
En la ciudad de México, conoció a Manuel
Ochoa, con quien se casó a los veintiún años.
Terminó la carrera de medicina, pero no ejerció en
un hospital sino que en la práctica privada ofrecía
consultas gratuitas a sus familiares y hermanos de
la iglesia.
Al nacer sus tres hijas, se dedicó al hogar y a la
iglesia. Pero sus conocimientos médicos sirvieron
para atender a su suegra cuando sufrió un derrame
cerebral y más tarde para acompañar
a su padre Ronaldo en su lucha contra el
cáncer. La muerte de su padre resultó un
golpe fuerte para ella, ya que perdió a su me-
jor amigo. Seis años después perdió a su madre.
Julia ha dedicado su vida a su familia y a sus
hermanos en la iglesia. Escribe pequeños estudios
para comentar en grupos sobre libros o personajes
bíblicos, enseña a las mujeres y a los niños, y toca
el piano y el órgano.
El legado de Julia quizá no se mida en copias
vendidas o en personas rescatadas, más bien ase-
meja lo que muchos lograremos en nuestro peque-
ño mundo donde hemos sido colocadas. Julia es mi
madre y escogí hablarles sobre ella porque, a dife-
rencia de las demás biografías, he vivido en carne
propia su fe y su entrega a Dios. Y de eso se trata la
vida cristiana, de tocar a alguien, sean únicamente
a los hijos, o servir en un solo lugar como la iglesia
local o enseñar en la sencillez de una clase infantil
de cinco o seis alumnos.
Dios se ha propuesto grandes planes para noso-
tras, pero la grandeza de sus designios se mide en
proporciones distintas a las terrenales. En nuestra
sociedad se premia al escritor que ha vendido más
libros, o al predicador que ha sido escuchado por
más personas, o al ejecutivo que gana más dinero,
o al actor que trabaja en más películas. Pero en el
libro de Dios, vemos a un niño que entregó cinco
panes y dos peces, y a una mujer que derramó su
costoso perfume en los pies de Jesús, y, para Dios,
fue suficiente.
Dios ha trabajado un plan. Él es quien se en-
carga de preparar a la novia para aquel día futuro.
No perdamos de vista que Dios nos puede y quiere
usar en el lugar en que nos encontramos ahora, en
la situación presente, ya sea como solteras, casadas
o viudas, o como maestras, secretarias o enferme-
ras, o como madres, abuelitas, tías o hermanas.
En las tareas pequeñas él se complace; después de
todo, él es el especialista en bodas. A P
Bibliografía: Harris, Dorothy. Bienvenidos a su casa.
Páginas Orientadoras, México, 2000.
© Keila Ochoa Harris
Este artículo es parte de la serie La boda del alma.
La autora, mexicana, es escritora y maestra. Su
nueva novela, Donají, por Grupo Nelson, trata de una
historia de amor en Oaxaca, México. Disfruta leer,
escribir y escuchar historias.
http:/www.retratosdefamilia.blogspot.com
71
 LA PÁGINA
DE APUNTES
¡TODO SUM
Los cambios más profundos resultan de la decisión con
de individuos que eligen vivir de otra manera
¿Cuánto puede afectar la decisión, aislada, de una
sola persona? Ante la magnitud de problemas
ambientales que afectan al planeta en este tiem-
po, la mayoría cede ante la resignación: «¿qué
lograría yo, solito?» La crisis que enfrentamos,
sin embargo, no es el fruto de una política delibe-
rada de ningún gobierno, sino el resultado de una
estilo de vida.
La Palabra testifica que un solo individuo,
armado de valentía, es capaz de iniciar un ver-
dadero movimiento. Daniel, mientras oraba a
solas frente a la ventana abierta de su habitación,
provocó una verdadera revolución en Babilonia.
José, comprometido con vivir una vida agradable
ante Dios, se convirtió en el instrumento para
salvar a toda una región de una catástrofe. Ester,
armada de valentía, impidió la destrucción irre-
vocable de los judíos que vivían en el exilio.
Hoy, como pastores, podemos motivar e ins-
pirar a nuestras congregaciones a participar en el
movimiento que busca revertir la destrucción del
planeta. Para esto, no se requiere que nos una-
mos a sofisticados proyectos de transformación
energética. Cada una de las personas que forman
la comunidad de fe pueden sumar, desde su lu-
gar, un valioso aporte al esfuerzo global.
Concientizar:
Para alcanzar esta transformación deberemos
comenzar a crear conciencia del problema desde
nuestra propia plataforma. Es decir, será necesa-
rio introducir el cuidado del ambiente como uno
de los temas abordados en la enseñanza regular
de la Iglesia. Este número de Apuntes le ofrece
varios artículos para comenzar a desarrollar una
perspectiva bíblica sobre el tema.
72
A este material puede sumarle la multitud de artí-
culos, sitios y datos disponibles en la Internet. No
se limite solamente a los escritos de otros cristia-
nos. La iglesia se ha mostrado lenta para entender
su responsabilidad en este asunto. Existen, sin
embargo, infinidad de sitios serios y responsables
que proveen muchos consejos y materiales prácti-
cos para la implementación de un proyecto desde
la congregación.
Sea modelo
El impacto más significativo de nuestra enseñan-
za, como líderes, llega a través de nuestro propio
ejemplo. Si intenta crear conciencia de la urgencia
de una vida más amigable con el ambiente, la me-
jor vía es efectuar esos cambios en su propio estilo
de vida. De esta manera usted marcará una dife-
rencia sin crear sentimientos de culpa en la gente
que lo rodea.
Su ejemplo le permitirá, a la vez, demostrar la
seriedad de su propio compromiso con el tema. La
mayoría de las personas permanecen desapercibi-
das de lo sencillo que resulta esta transformación,
porque piensan en los proyectos de gran enverga-
dura que solamente los gobiernos o instituciones
son capaces de abordar. Cuando constaten, por el
ejemplo que usted les de, que con pequeños ajus-
tes se comienza a lograr un cambio significativo, se
animarán a transitar el mismo camino.
Mejore las instalaciones físicas
Los lugares en los que celebramos nuestras re-
uniones pertenecen a todos y, también, no perte-
necen a nadie. El resultado es que estos edificios
muchas veces son ejemplos del derroche y del des-
perdicio. Se dejan luces encendidas, las canillas no
MA!
njunta de millones
25 maneras
de ayudar
con el
cierran bien y los artefactos
son antiguos e ineficientes.
cuidado
En las comidas comunita-
rias solemos usar platos y
vasos descartables para
del planeta
ahorrar trabajo.

Reemplace las lám- 1. Reemplace sus lámparas

paras incandescen- Si 100 millones de hogares sustituyeran las lámparas
tes por lámparas de incandescentes por las de bajo consumo, la reducción de
bajo consumo. contaminación equivaldría a retirar un millón de vehículos de la
Enseñe a su gente a calle.
apagar las luces de las
estancias que no están 2. Apague la computadora
en uso. Mande reparar cuando se va a dormir
los artefactos de los En vez de dejar la computadora en modo «reposo», apá-
baños y de la cocina que guela. Aun cuando está dormida, consume 40 watt/horas por día.
derrochan agua. Man-
tenga limpios y en buen 3. No precaliente el horno
estado los artefactos de Solamente encienda el horno cuando vaya a introducir
calefacción. Todos estos la comida. Cuando quiera ver si ya está listo, mire a
pasos ayudarán a que la través de la ventana del horno en vez de abrir la puerta.
congregación lentamente
tome conciencia de que 4. Recicle el vidrio
entre todos cuidamos nuestro El vidrio reciclado reduce 20% de la contamina-
planeta. ción del aire y 50% de la contaminación del agua.
Cada botella tarda millones de años en desintegrarse.
Provea orientación práctica
Tal como se mencionó al principio 5. Elija pañales de tela
de esta página, el cuidado del am- Para cuando un niño aprenda a ir al baño, el
biente es la suma de pequeños pasos padre habrá cambiado entre 5.000 y 8.000
en una misma dirección. Aproveche pañales desechables, lo cual suma 3,5
la lista de sugerencias que provee este millones de toneladas de desechos en los
número para comenzar a orientar a las per- basureros cada año. Utilice pañales de tela,
sonas. Ellas comenzarán a cambiar cuando como usaron los padres durante miles de
vean que consiguen hacer una diferencia desde años.
el lugar donde están.
73

6. Escoja la dieta vegeta-
riana una vez a la semana
Una comida sin carne a la se-
mana ayuda al planeta y colabora
con su salud. ¿Cómo contribuye? El
engorde de un solo animal requiere
10.000 litros de agua. Para darle de co-
mer, se tendrá que talar al menos media
hectárea de bosques.
7. Opte por las servilletas de
tela
Utilizamos aproximadamente
2.200 servilletas de papel por año, o un pro-
medio de seis por día. Con solamente utilizar
una menos por día, ahorraríamos alrededor de
450 kilos de servilletas por año.
8. Utilice ambos lados de la hoja
de papel
Con solo hablar de las empresas en
EE.UU., sus desechos arriba a los 21
millones de toneladas de papel por año. Antes
de imprimir, pregúntese si realmente se necesi-
ta. Si va a imprimir, utilice ambos lados de la
hoja.
9. Recicle periódicos
Con solo reciclar el periódico del
domingo estaremos salvando
arriba de un millón de árboles
por semana.
10. Piense dos veces
antes de tomar agua
embotellada
Noventa por ciento de las bo-
tellas de agua no se pueden
reciclar. Muchas compa-
74
ñías las envasan con la misma agua que usted
bebe en su casa. Utilice un filtro en la cocina y
reducirá notablemente el gasto en un producto
innecesario.
11. No deje el agua corriendo
mientras se cepilla los dientes
Conservará hasta veinte litros de agua
por día si cierra la canilla
mientras realiza esta tarea de higiene.
12. Tome duchas más breves
Con solo dos minutos que ahorre al
ducharse conservará más de cuaren-
ta litros de agua por día. Si todas las
personas en América Latina ahorraran solamente
cinco litros por día, al final del año nos sobrarían
920 mil millones de litros.
13. Invierta en una taza
Por día se utilizan millones de tazas
descartables. Si trabaja en una oficina,
lleve su propio jarro y vuelva a utilizarlo cada día.
No solo disminuirá la contaminación, sino que su
café permanecerá caliente por más tiempo.
14. Realice sus mandados en una
salida
Tómese un momento una vez a la
semana para elaborar una lista de los
mandados que debe realizar e intente cumplirlos
todos de una vez. Logrará ahorrar combustible y,
además, contará con más tiempo disponible.
15. Apague las luces
Si todavía usa lámparas comunes, apágue-
las cuando salga de cualquier habitación.
Las lámparas de bajo consumo se ven afectadas
por la cantidad de veces que se encienden y se
apagan, por lo tanto apáguelas solamente si va
a estar fuera de la habitación por más de quince
minutos.
 16. Dele mantenimiento grandes desechos
periódico a su vehículo tóxicos.
No solamente alargará la vida de su ve-
hículo, sino que ahorrará combustible y generará 22. Comparta
menos contaminación. su viaje
En la mayoría de los
17. Elija fósforos en vez de autos viaja una sola
encendedores persona. Considere compartir su
La mayoría de los encendedores son viaje con amigos o vecinos. También
plásticos y contienen gas metano, ambos podría optar por la alternativa del
productos se derivan del petróleo. Se des- transporte público.
echan 1.500 millones de encendedores al año.
Elija fósforos de cartón que se fabrican con papel
reciclado. 23. Camine o transpórtese en
bicicleta
18. Regálelo Veinticinco por ciento de los viajes en auto re-
Antes de desechar alguna pertenencia, corren menos de dos kilómetros. Realice el via-
piense si le puede servir a alguien más. je a pie o en bicicleta. El ejercicio le hará bien y
a la vez ayudará a reducir la contaminación.
19. Las bolsas de plástico son
basura 24. Compre alimentos
Todos los años se utilizan 500 mil millo- orgánicos
nes de bolsas de plástico en el mundo. Ninguna En ninguna etapa de la
de ellas es biodegradable y contribuyen dramáti- producción de alimentos
camente a la contaminación de la tierra. Utilice orgánicos intervienen pesticidas ni
bolsas como las que solían usar nuestras abue- fertilizantes químicos. Esta es una opción más
las para los mandados. sana para usted y para el planeta.

20. Pague sus cuentas por Internet 25. Baje la velocidad

Si 100 millones de personas pagaran Si conducimos a 80 kilómetros por
sus cuentas por Internet y recibieran hora en lugar de 110 kilómetros por
la constancia de pago electrónica en hora, consumimos veinticinco por ciento
vez de la impresa, estarían ahorrando dieciocho menos de combustible.
millones de árboles al año y dos mil millones de
toneladas de dióxido de carbono que se utilizan
para fabricar el papel de todas esas boletas.

21. Opte por baterías recargables

Se venden quince mil millones de pilas
al año, de las cuales, alto porcentaje
son pilas alcalinas desechables. Adquiera un
cargador y pilas recargables para reducir estos

75
 HÉROES DE
LA FE
Breve reseña de su vida
Ulrico Zwinglio, capellán de la ciudad, se levantó
delante del consejo de la ciudad de Zurich en
enero de 1523. El aire de reforma había surgido
en los Alpes desde la Alemania de Lutero. Zwin-
glio presentaba sesenta y siete tesis, comenza-
ba con estas palabras: «Todos los que afirman
que el evangelio es inválido sin la confirmación
de la Iglesia pecan y difaman a Dios». Aunque
veintiocho tesis modestas de las noventa y cinco
que presentó Lutero se habían publicado hacía
seis años, los argumentos de Zwinglio eran más
convincentes: las autoridades le dieron permiso
para continuar con su prédica, que resaltaba pri-
mero a Cristo y luego a la Iglesia («Cristo es el
único mediador entre Dios y nosotros», sostenía
la tesis de Zwinglio). La reforma en Suiza esta-
ba bien encaminada y Zwinglio sería una pieza
clave en los primeros tiempos.
Nació en el Valle de Toggaburgo al este de
los Bajos Alpes y su padre era un estanciero exi-
toso. El gran amor que desarrolló por su lugar
ULRICO
ZWINGLIO
(1484 – 1531 D.C.):
Artifice
de la
reforma
de procedencia se observa en su traducción de
este versículo del Salmo 23: «En los preciosos
Alpes, me cuida»; también utilizaba el río Rin
para ilustrar un tema clave en sus prédicas: «Por
amor de Dios, no estemos en desacuerdo con la
palabra del Señor. Ya que ciertamente persistirá
así como el río Rin sigue su curso. Es posible que
logremos contenerlo durante algún tiempo, pero
nunca conseguiremos detenerlo».
Sin embargo, a Zwinglio le llevó muchos
años descubrir el poder de esta Palabra. Cuando
se graduó en la Universidad de Basel, en 1506,
se convirtió en sacerdote parroquial en Glarus.
Desde el comienzo tomó su función sacerdotal
muy en serio. Más adelante escribiría: «Aunque
era joven, las obligaciones eclesiásticas inspira-
ron en mi vida más temor que regocijo; sabía, y
todavía estoy convencido, que tendría que dar
cuenta de la sangre de las ovejas que se perdie-
ran como consecuencia de mi falta de atención».
El sentido de responsabilidad por su cargo
(que en realidad era una búsqueda personal de
(Continúa en p. 78)
¿LO SABÍA USTED?
• Ulrico Zwinglio fue el responsable de la crea-
ción de la ordenanza caritativa en el Consejo de
Zurich el 12 de enero de 1525. En la misma se
dictaminó utilizar los bienes de los monaste-
rios, confiscados en la Reforma, para crear un
fondo especial para ayudar a los pobres. Con
ese fondo también se benefició a las escuelas.
• Zwinglio trabajó con ahínco para que la eco-
nomía suiza ya no dependiera del ejército mer-
cenario sino de la agricultura y del comercio.
Impulsó a las personas a optar por el trabajo
productivo, y las animaba con estas palabras:
«Ustedes son herramientas en las manos de
Dios. Él demanda que lo sirvan, no que descan-
sen. En realidad deberían sentirse afortunados
de que él les permita formar parte de su obra».
• En 1519, cuando era pastor en Zurich, una
plaga diezmó la ciudad. Tres de cada diez per-
sonas murieron. Mientras Zwinglio ministraba
a las víctimas, contrajo la enfermedad, pero
logró recuperarse. Compuso un himno acerca
de esta terrible experiencia.
• Por un año fue pastor en la ciudad de
Einsiedeln. Luego reconoció que había mante-
nido una aventura amorosa durante su estadía
allí.
• En la medida que avanzaba la Reforma en
Zurich, Zwinglio recibía críticas de los conser-
vadores por avanzar demasiado rápido y de
los radicales por no avanzar tanto. Además de
quitar las imágenes y artefactos de su iglesia,
también prohibió el uso del órgano. Él entendía
que las personas debían escuchar solamente la
palabra de Dios.
• En el Coloquio de Marburgo, en 1529, Zwin-
glio y Lutero estuvieron de acuerdo en catorce
asuntos doctrinales, pero no lograron llegar a
un acuerdo con el último tema: el significado
de la Cena del Señor. Zwinglio solicitó toleran-
cia por la visión distinta que mantenían. Lutero
vio en este pedido un indicador de que Zwinglio
no tomaba en serio su propia visión.
• Zwinglio aprendió por su cuenta el griego y
el hebreo para entender mejor las Escrituras.
Copió a mano las epístolas paulinas del Nuevo
Testamento en griego de Erasmo y luego las
memorizó.
• Zwinglio se casó con Anna Reinhart, una joven
viuda con tres hijos de su esposo anterior y
luego tuvieron juntos tres hijos. Había escrito
una carta al Obispo de Constance para pedirle
permiso para que los sacerdotes fueran libres
de contraer matrimonio, pero el Obispo se
negó. Luego de dos años de mantener su ma-
trimonio en secreto, Ulrico y Anna se casaron
públicamente.
• Cuando pastoreó en Glarus, Zwinglio entró
como capellán a Italia con las tropas mercena-
rias. Los suizos se ofrecían para pelear batallas
a favor de los países extranjeros. Creían que la
estabilidad de su economía nacional dependía
de esta industria de guerra. Durante la cam-
paña italiana, Zwinglio presenció la muerte de
6.000 jóvenes suizos al servicio del Papa en
Marignon. Regresó a su hogar convencido de
que «vender sangre por oro» corrompía a su
pueblo. A raíz de sus intentos por abolir esta
práctica, lo obligaron a abandonar la ciudad de
Glarus.
• Murió en batalla en 1531, en un conflicto
entre los cantones protestantes y católicos.
Zwinglio creía que peleaba para preservar la
libertad de predicar el evangelio. Las tropas
enemigas lo encontraron gravemente herido y
un capitán mercenario finalmente terminó con
su vida. Sus últimas palabras fueron: «Pueden
dar muerte al cuerpo, pero no al alma».
(Viene de la p. 76)
la salvación) motivaba su creciente interés por
la Biblia. En una época en la que los sacerdotes
en general desconocían las Escrituras, Zwinglio
se enamoró de ellas luego de comprar una copia
de la traducción al latín del Nuevo Testamen-
to de Erasmo. Aprendió griego por su cuenta y
comenzó a memorizar pasajes muy extensos.
En 1519 comenzó a predicar con frecuencia el
Nuevo Testamento.
Zwinglio también comenzó a desafiar las
costumbres del cristianismo medieval, pues las
consideraba antibíblicas. Vivió grandes luchas y
se enfrentó contra el celibato clerical durante al-
gún tiempo (incluso confesó que de joven había
vivido una aventura amorosa). En 1522 se casó
en secreto. Ese mismo año, rompió con la tradi-
ción del ayuno en la cuaresma (comió embutidos
en público) y escribió en contra del ayuno.
En el año 1523 ya estaba listo para llevar sus
ideas a una audiencia aún mayor. En enero las
presentó delante del Consejo de la ciudad de
Zurich; a este evento se le conoce hoy día como
la Primera Disputa. La Segunda Disputa ocurrió
en octubre y, gracias a la aprobación del consejo,
se llevaron a cabo más reformas: imágenes de
Jesús, de María y de los santos se removieron de
las iglesias; la Biblia debía adquirir preeminen-
cia.
La Reforma avanzó con rapidez luego de este
evento. En 1524 se casó públicamente con su es-
posa; insistía que los pastores tenían derecho a
casarse. En 1525, junto con otras personas, con-
venció a la ciudad de abolir la Misa, pues esta
enfatizaba el milagro de la transustanciación. La
sustituyó con una ceremonia simple de la Cena
del Señor que se realizaba como un memorial
simbólico.
Las diferencias en el entendimiento de la
Cena del Señor sirvió de obstáculo para la unión
de los movimientos reformistas de Alemania y
Suiza. En una reunión en Marburgo, en 1529,
Zwinglio se reunió con Lutero en un intento de
cerrar la brecha que los separaba. Aunque estu-
vieron de acuerdo en catorce puntos doctrinales,
tropezaron con el último discutido: la Cena del
Señor. A diferencia de la visión de Zwinglio, Lu-
tero insistía en la presencia real de Cristo. Zwin-
glio no aceptó su pensamiento y Lutero afirmó
que Zwinglio era del diablo y que estaba loco.
Zwinglio se ofendió en gran manera por
el maltrato de Lutero. Fue evidente que no
habría una reconciliación. Murió dos años
más tarde en batalla, en defensa de la ciudad
de Zurich en contra de las fuerzas católicas.
De esta manera, sus planes para expandir la
Reforma en la Suiza alemana culminaron.
Sin embargo, Zurich permaneció protestante
bajo el liderazgo de Heinrich Bullinger, el
sucesor de Zwinglio, y esta rama particular
de la Reforma continuó creciendo. A P
Principios dignos
de imitacion
1. La fe en Jesucristo debe motivarnos
a examinar los sistemas económicos que
sostienen nuestra existencia, aun los del
gobierno de nuestro país, y a impulsar cam-
bios que respondan a la ética del Reino.
2. El pastor que mantiene su conciencia
despierta ante la responsabilidad de rendir
cuentas a Dios por el cuidado de las ovejas
del Señor no se rendirá ante la negligencia.
3. Nuestra vocación por servir a la gente
y ayudarla a reconciliarse con Dios debe lle-
varnos a amar con pasión la Palabra. Esta
pasión debe conducirnos a examinarla, obe-
decerla y predicarla.
4. Las diferencias doctrinales que
surgen en la Iglesia no deben movernos
a las ofensas ni a las guerras. Nuestros
esfuerzos más bien debemos dirigirlos ha-
cia el reconocimiento de las prácticas que
nos corrompen y contra nuestros apetitos
carnales.
5. Una iglesia que responde a la ética
del Reino se preocupa por los pobres y
oprimidos.
 CITAS QUE
HACEN PENSAR

La corona
de la creación
La esencia más El hombre sigue El hombre fue creado Dios nos creó para
profunda de mi llevando la imagen de la tierra, que a su ser adoradores. Ese
naturaleza es que soy de Dios, corrompida, vez fue creada de la fue el propósito de
capaz de recibir a deteriorada, nada. Dios al traernos a
Dios. defectuosa, pero Edgard Marbury este mundo.
San Agustín sigue llevando la A. W. Tozer
imagen de Dios. Un círculo no puede
El hombre, creado a Francis Schaeffer completar un Dios, ayúdame
imagen de Dios, tiene triángulo; del mismo para que nunca
un propósito: gozar Como somos obra de modo que el mundo vea al hombre
de una íntima relación Dios, por consiguiente entero no puede como si fuera un
con Dios. El hombre se todos nuestros completar el corazón animal.
olvida de su propósito problemas con sus del hombre. Ralph Waldo
y de esa manera se respectivas soluciones Thomas Brooks Emerson
olvida de quién es y son teológicos.
del significado de la A. W. Tozer Mi valor es lo que La única manera
vida. valgo para Dios, y ese en que el hombre
Francis Schaeffer El hombre nace para valor es maravilloso puede afirmar que es
tener una relación con porque Cristo murió importante es que
Si Dios es Dios y el Dios. por mí. fue creado a imagen
hombre fue creado Clemente de William Temple divina; en sí mismo no
a su imagen, Alexandría es más que nada.
entonces todo hombre Dios nos creó para Él: A. W. Tozer
es importante. Dios no nos ama esto es lo primero y lo
Os Guinness porque seamos último que podemos Solamente un Dios
valiosos, pero sí afirmar acerca de la infinito y un bien infi-
El cristianismo somos valiosos porque existencia humana; nito pueden completar
histórico ve al hombre Dios nos ama. cualquier dato que y satisfacer el alma
distinto de la Martín Lutero agreguemos es un preciosa e inmortal
naturaleza, pero no mero comentario. del hombre.
separado de ella. A. W. Tozer Thomas Brooks
Os Guinness
 TEMA DE
PORTADA
El agua es resurre
Cuando comenzó la vida
ya el agua estaba presente.
Ella fue matriz y fuente
que el Espíritu preñó
y fue así como surgió
en este mundo la vida,
y en la tierra amanecida,
según cuenta la Escritura,
fue el agua Madre
y creatura de la divina creación.
Después vino el chaparrón
cuando Noé hizo maletas,
y navegó por el planeta
rodeado por grandes aguas,
en el Arca o la Piragua
que lo salvó del castigo,
hasta que Yahvé, su amigo,
hizo promesa de paz
y grabó, con un compás,
medio círculo en el cielo.
Así nos llegó el consuelo
en arcos de agua y de luz,
que luego, en forma de cruz,
perfeccionaron la Alianza.
Aquí recuerdo la estancia
del pueblo bajo el Imperio,
y cómo fue cementerio
el mar para el opresor.
En cambio ¡qué gran favor
le hizo el agua a Moisés!
y muy claro aquí lo ves:
el agua del pueblo es buena,
ayuda a romper cadenas
y anuncia la libertad.
En cambio toda maldad
será hundida bajo el agua.
Sin sombrillas ni paraguas
se metió el pueblo al desierto
y anduvieron muy despiertos
buscando calmar su sed,
y acuérdese bien usted
que Moisés golpeó la roca
con el bastón hecho broca,
y saltó el agua en torrente,
pura y salvadora fuente
que de fuerza los llenó.
Un gran salto aquí doy yo
para hablar de Juan Bautista:
él nos dio una buena pista
—profeta de corazón—
que en signo de conversión
tornó el agua del Jordán.
Y ahora que hablo de Juan,
en este momento mismo
tengo que hablar del Bautismo
del que es del mundo la Luz:
de nuestro Hermano Jesús
que dijo «De Dios me fío»
y al bautizarse en el río
tuvo aquella gran visión.
Fue una nueva Creación,
de nuevo Espíritu y Agua:
así la historia se fragua,
agua pura es siempre amor.
Por eso dijo él Señor
que Él mismo es Agua Viviente,
que siempre estará p
al compartir el amor
y así, de mucho valo
fue el encuentro allá
cuando una mujer ta
—ya no recuerdo su
se puso a hablar con
Ella no era muy cris
sino bien samaritana
y un poco floja de ca
Jesús, ni lerdo ni paz
le dio el agua del am
Con eso, el propio S
nos muestra claro el
el agua se vuelve vin
cuando no es mercan
sino fiesta y alegría
para los pueblos sed
que la comparten, co
cuando han luchado
El agua es como una
del Reino de Dios p
el agua es para la gen
es de toda la Creació
y no del rico buchón
que la acapara y perv
Por eso, con brazo fu
vamos todos a lucha
proteger y respetar,
denunciar, hacer con
juntar la fe con la cie
defendiendo este De
que todos, bajo su te
ección (Oda al agua)
presente tengan agua disponible, Aquí hay que poner los pies
r, saludable y asequible, y pasar del dicho al hecho:
or agua limpia y fraternal, necesidad y derecho,
á en Siquem, santa, pura y señorial. leyes y Constitución,
ambién A eso Jesús nos convoca: lucha y organización
u nombre— por ser Iglesia, nos toca desde Iglesia y sindicato,
n el Hombre. proclamar juntos, en coro: no como perros y gatos
stiana «agua vale más que el oro» sino forjando la unión
a «agua es vida y libertad». con un solo corazón y
ascos. un sueño que nos iguala.
zco, La injusticia y la maldad
mor. están causando gran ruina, Los pueblos de la AbyaYala,
cuando concesionan minas y los hermanos de afuera
Señor que destruyen el ambiente que comparten nuestra espera,
l camino: y a nuestros pueblos y gentes construiremos este sueño
no ellos vienen a explotar de tierra y agua sin dueños,
ncía, y el agua a contaminar. sin vil discriminación.
Es parecido, o lo mismo,
dientos el desarrollo en turismo Termino aquí mi canción
ontentos, con lujosas construcciones diciendo que en ese día
o por ella. que dejan las poblaciones será el agua la alegría
a huella sin agua para beber. profunda del corazón.
presente, El agua es Resurrección.
nte, Ya no debemos creer Con esta Buena Noticia
ón al político empresario el día de hoy se inicia
n que, cual criminal sicario, y marca nuestra misión.
vierte. quiere el agua aprisionar
por medio de esas represas (Por estos versos tan largos a todos
uerte que sirven a las empresas pido perdón.)
ar, y aumentar su capital,
Carlos Bonilla Avendaño
con un gran costo social:
Pastor de la Iglesia Luterana Costarricense
nciencia, la extinción de fauna y flora,
encia, la madre tierra que llora Se publica con permiso de CLAI

erecho: sin llanto, por la aridez. (Consejo Latinoamericano de Iglesias)

echo,
Zapatero a tu zapato
1. Según el autor, ¿qué es lo que determina la cantidad de energía que debería ocupar un
cristiano en el cuidado del ambiente?
2. ¿Cuál podría ser el cuidado mínimo que un cristiano debería dar al ambiente? Explique.
3. ¿Qué principios establecería usted para guiar a los miembros de su iglesia a determinar
en qué medida se pueden involucrar en ese cuidado?
4. El autor menciona cuatro tareas ambientales que desafían a la iglesia, ¿cuál de las cuatro
estaría su iglesia más preparada para conversar sobre ella y ofrecer recomendaciones?

Dominio que glorifica

1. ¿Cómo consigue el autor integrar los temas de dominio y administración de la creación?
2. ¿Cuál sería una comprensión adecuada del dominio de la creación, según el autor?
Explique.

3. Mencione al menos tres motivaciones cristianas para el cuidado ambiental y coméntelas

en grupo.

4. Defina cuál sería un adecuado ambientalismo consecuente con nuestra fe en el evangelio.

Nosotros también
1. ¿Cuáles son algunas de las razones por las que el autor justifica que creer en el evangelio
implica preocuparnos por cuidar el ambiente?

2. Piense en hábitos que no contribuyen al cuidado ambiental que su iglesia debiera

abandonar. Luego elija las acciones que deberían incorporar para reemplazar los primeros
a fin de dar a la comunidad un testimonio que fortalezca al evangelio.

3. Mencione algunos postulados del neoliberalismo que son realmente una amenaza para el
ambiente. Identifique algunos por los que usted se haya guiado y evalúelo en grupo. Pro-
ponga maneras de combatirlo con prácticas puntuales del cuidado de la creación de Dios.

4. Si el desarrollo no es sinónimo de la acumulación de bienes, ¿cómo lo definiría usted desde

la perspectiva de nuestra responsabilidad de administradores de la creación?
Sacerdotes del jardín de Dios
1. ¿Cómo define el autor a la presente generación como consumidora? ¿Frente a la ética del
Reino qué cambios deberíamos operar si nos definimos como consumidores?

2. ¿Cuál es la visión bíblica y teológica que nos lleva a pensar en nuestra responsabilidad
moral en servir y conservar la tierra?

3. Según nuestra vocación, defina cuál debería ser nuestra actitud ante la creación.
4. ¿Cuál es la propuesta del autor con respecto al título de Jesús «el Hijo del Hombre»?
5. ¿Qué visión bíblica y teológica comunicaría usted a su congregación para moverla al
arrepentimiento por su negligencia ante su responsabilidad moral de servir y conservar
la tierra?
6. ¿Qué proyectos como comunidad de fe podrían abordar para empezar a producir un
verdadero cambio, de tal manera que se vea el arrepentimiento como comunidad, no solo
como individuo?

Hacia el equilibrio
1. ¿De qué manera puede la iglesia desafiar el desequilibrio global y trabajar en cooperación?
Explique.

2. ¿Qué demuestran de nosotros mismos las divisiones en la iglesia?

3. La división es una lamentable realidad en la iglesia, ¿en qué debemos trabajar para que en
lugar de división haya unidad?

4. Según el autor, ¿cuál es el costo de la unidad? Explique.

5. ¿Cuál fue la lección más difícil que el apóstol Pablo aprendió para guardar la unidad?
6. ¿Qué actitudes necesita cultivar en usted para guardar la unidad?

Volver a lo sencillo
1. Defina lo que entiende por disciplina de la sencillez.
2. De la lista de hábitos en procura del cambio que provee el artículo, menciones los que
usted practica y también los que le urge formar. Comprométase con el grupo de qué forma
los va a empezar a incorporar en su vida.

3. Si mencionó algunos de esos hábitos como ya formados en su vida, ¿cómo consiguió

formarlos? ¿Ha visto los beneficios en su propia vida? Comparta su testimonio con el grupo

4. ¿Qué plan podría ayudar a enseñar estos hábitos en su iglesia?

 Año 14 / Número 52

ADOLESCENCIA Llegaron
¿Etapa de victoria las clases,
o fracaso? motive a los estudiantes

¿Miedo y
ELIM ansiedad?
Congregación modelo Ayúdelos a:: 1
al servicio de la niñez superarlosALCANZANDO
LA NIÑEZ

Noviazgo entre Pro-DINA

adolescentes, Nueva alternativa
para capacitar al
UNA ETAPA FUNDAMENTAL liderazgo

Calendario
de Oración
2011
Año 14
Número 52 2011
San José, Costa Rica
Tel.: (506) 2280-4400
E-mail: info@redviva.org
Web: www.viva.org
índice
05 ADOLESCENCIA: ¿Etapa de victoria o fracaso? Acompañamiento, comprensión y
Editora comunicación son claves en esta etapa.
Catiuska Pérez
Periodista Colaboradora 09 NOVIAZGO ENTRE Etapa fundamental para que el joven madure y estreche lazos
Julissa Sánchez ADOLESCENTES: perdurables de amistad y amor sincero con sus padres o encargados.

Foto de Portada
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Diagramación y Diseño
Impresionantes S.A.
www.impresionantes.co.cr
Alcanzando a la Niñez es editada
por el Centro Regional de Viva,
América Latina y el Caribe. Los
artículos y material editorial
representan la opinión de los
autores y no necesariamente la de
los editores.
12 FIESTAS NAVIDEÑAS:
14 IGLESIA INFANTIL:
16 VIAJANDO JUNTOS:
17 LLEGARON LAS CLASES:
19 ¿MIEDO Y ANSIEDAD?:
20 PRO-DINA:
Maravillosa celebración que beneficia a miles de niños y niñas
cada año.
Congregación modelo al servicio de la niñez. Conozca más de cerca
esta iglesia, donde los protagonistas son niños y niñas de todas las
edades.
Conozca algunos secretitos para sacar adelante la crianza de sus hijos
y llegar así a puerto seguro.
Para evitar la deserción escolar, motive a los estudiantes.
Identifique los síntomas y ayúdelos a superarlos.
Conozca más sobre esta nueva alternativa para capacitar al liderazgo.

Esta publicación constituye una

excelente herramienta de apoyo
para cristianos que laboran en
ministerios relacionados con niñez
y adolescencia. Nuestro objetivo es
contribuir al intercambio de ideas
e información para promover el
desarrollo de ministerios cada vez
más eficaces y que laboren bajo
altos estándares de calidad, para
transformar vidas para la gloria de
Dios.
También se publica como
suplemento en la revista Apuntes
Pastorales.
Agradecemos el apoyo brindado por:
cartas
Estimados:
Les saludo cordialmente, y les felicito por esta gran
obra que realizan, yo trabajé por un periodo muy
corto con niños y niñas de la comuna de Puente Alto,
Chile. Durante dos años apoyé la labor profesional
de un Centro Comunitario perteneciente a una
iglesia evangélica, yo también profeso esta religión
y desde ese trabajo ha quedado en mi corazón la
inquietud de poder seguir trabajando por los niños
y niñas, que se encuentran en situación de riesgo o
vulnerados en sus derechos. Soy Asistente Social y
estoy pidiendo a Dios un trabajo con niños, para así
también poder predicar la palabra y dar a conocer
a esos niños en su más tierna edad que Jesús es su
amigo y su Salvador.
Quisiera solicitar la inscripción a la Revista Viva. Un
amigo me mandó la Nº 51, pero me gustaría poder
recibir las anteriores y así compartirlas con mi
congregación.
Atenta a sus comentarios se despide deseando que
Dios continúe bendiciendo y prosperando esta
obra.
AN: Hola Jetzabel!
Qué gusto saber de usted, su lindo trabajo y la carga
que Dios ha puesto en su corazón por la niñez.
Hermana, para poder recibir la revista en versión
digital, suscríbase en el siguiente link: http://www.
redviva.org/admin/template/suscribir.php Favor
recomiende la suscripción entre sus contactos.
Creemos firmemente que cuántas más personas
conozcan sobre la realidad de la niñez, más voces
se levantarán para contribuir a luchar por una vida
digna, y según los planes divinos.
Por otro lado, le recomendamos contactar al
encargado de Red Viva Chile, el Sr. Luis Castro a:
lcastroampuero@yahoo.es para conversar sobre la
posibilidad de unirse a la red y poner su granito de
arena en la construcción del Reino de Dios. ¡Muchas
bendiciones!
Atte. Equipo Editorial
Alcanzando a la Niñez

Jetzabel Poblete Para

Trabajadora Social suscripciones,
haga clic aquí:

Las organizaciones parecieran crecer como los niños
(as). Al principio son adoradas, aunque representen
mucho trabajo. Parecen desarrollar una mente propia
y está todo bien hasta que los padres empiezan
a establecer límites. Entonces, se convierten en
adolescentes malhumorados y con graciosas piernas
largas y problemas de acné.
Viva no ha sido diferente. Al principio Dios nos habló
claramente sobre la necesidad urgente de concienciar
a la Iglesia sobre la importancia central del niño (a) en
la extensión de la gran comisión y en la proclamación
de este mandato a nuestra generación.
Las personas cercanas a viva han desarrollado y
honrado el pensamiento donde los niños (as) son una
prioridad para la iglesia. La mayoría de personas en el
mundo son, niños o, gente joven (pero además, pobre
y vulnerable); por eso, el trabajo para con ellos tienen
una importancia inmensamente estratégica desde el
punto de vista espiritual, educacional y emocional.
Desde nuestros inicios, llevamos este argumento a las
esquinas de las calles, a los púlpitos, a las publicaciones
y reuniones con tomadores de decisiones cristianos
en el mundo, para pelear una batalla verbal por los
niños (as). Los niños (as), especialmente los que
están en riesgo, representan una prueba crítica
para la compasión y credibilidad cristiana. Así, si el
rápido crecimiento de la Iglesia, no pudiera alcanzar
a los niños (as) que sufren y mueren en sus mismas
puertas, entonces hemos perdido, no solo el llamado
compasivo de Dios para albergar a una generación
perdida y quebrantada, sino nuestra credibilidad ante
los ojos de nuestros vecinos, y gobiernos alrededor
del mundo.
“Si como comunidad cristiana no podemos hacer
algo por alcanzar a la niñez, entonces no podemos
hacer nada”. Más aún, si los padres cristianos crían a
sus hijos (as) sin diferencia alguna al de sus vecinos
seculares, ¿que hay bueno en su fe?
Si los niños (as) de las comunidades donde hay
numerosas iglesias no sienten una diferencia marcada
respecto a los de comunidades donde no hay iglesias;
entonces, ¿que hay de bueno en nuestro trabajo y
testimonio?
Tres cosas han sucedido en estos 10 años:
a) Hemos llegado a muchos tomadores de
decisiones para promover la importancia del
trabajo a favor de la niñez. Sentimos como
si se hubiéramos ganado muchas discusiones
intelectuales. Pero, aún hay mucho por hacer para
convencer a la Iglesia.
b) Muchas autoridades seculares han reconocido
el potencial del impacto social de la sociedad
Mensaje de nuestro
director internacional
UNA
ESPERANZA
Y UN
FUTURO
civil y organizaciones cristianas.
Las autoridades se han convencido
de que conectando a redes es posible
llevar educación, bienestar y servicios
de recreación y salud a la niñez más
necesitada.
c) Más y más iglesias y organizaciones
cristianas reconocen la importancia
central de trabajar juntos en alianza
y red. Están convencidos de que unidos
es posible lograr transformar vidas y
entornos. Durante los últimos 10 años
Viva ha desarrollado cerca de 150 redes
locales, de las cuales 106 ahora continúan
trabajando con fondos locales, gobierno
local y cristianos locales. Nuestro anhelo
es tener una red de Viva en cada ciudad
de Latinoamérica para el año 2020.
Eso para mí habla del futuro. Cómo el
mundo acrecienta su inclinación a la
comunidad cristiana para comprometerse
a entregarle al niño (a) diversos servicios.
Sabemos que conforme la Iglesia
despierte al desafío, veremos una
transformación no solo dentro, sino
también fuera de la iglesia.
Creo que está en el corazón de Dios
levantar una nueva generación de niños
(as) que le conozcan verdaderamente y no
solo sepan de Él. Niños (as) que vean cómo
el plan de Dios afecta profundamente sus
vidas y las de sus familias y comunidades.
Niños que no esperan pasivamente por
caridad, sino que activamente participan
del cumplimiento de la justicia. Niños
(as) que no sean víctimas de la opresión
y las circunstancias, sino victoriosos,
copartícipes del mandato de libertad y
plenitud de vida.
Ahora, yo sé los planes que tengo para ti,
dice el Señor, planes de darte esperanza
y un futuro (Jeremiah 29:11). Sucede lo
mismo con Viva.
El trabajo de Viva es importante y por esa
razón ha sido sacudida por un huracán
espiritual y económico. Hemos sido
probados hasta el punto de quiebra.
Eso es un tipo de batalla, y, ¿cómo
esperaríamos no batallar por cada alma
de Latinoamérica y su futuro?
Si la Iglesia no puede alcanzar a la niñez,
está descalabrada. Pero no podrá
hacerlo sola y de manera aislada. Viva ha
recorrido un largo camino descubriendo
el cómo las redes inician, empiezan a ser
fructíferas y hasta localmente sostenibles.
¡Alabamos a Dios por eso!
Lo que ahora queda es la necesidad de
hacer crecer el trabajo bien hecho, más
profunda y ampliamente, guiados por el
Señor. Ayúdenos para alcanzar este final.
Únase a nosotros, apóyenos. Hable bien
de nosotros. Ore por nosotros. Apóyenos
y veremos a la niñez de América Latina,
de esta generación, en el Señor.
Patrick McDonald
Director Internacional de VIVA
 La adolescen
cia “es cuand
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¿ETAPA DE VICTORIA O
irme de la ca
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de un adolesc
ente.
FRACASO?
Por: Luz Mabel Restrepo F.*
Email: crecerenfamilia25@gmail.com
:: 5
“El adolescente es un ser extraño, inocente como un ángel, orgulloso ALCANZANDO
A LA NIÑEZ
como un príncipe, valiente como un héroe, vanidoso como un pavo real,
perezoso como un asno, indomable como un toro,
irritable como una damisela”.
-Hall Stanley-

¡La Adolescencia!, es una etapa del pues no se sabe cuáles serán los
desarrollo humano. Es una hermosa nuevos pensamientos, sentimientos y
ica: época de la vida, donde el ser humano comportamientos frente a la vida y en
u la práct eva comienza un proceso bio-psicosocial especial, frente a aquello que durante su
rm ll
. La fó in Relación y espiritual complejo, que se va infancia ha sido enseñado.
ds
Verda al Rechazo ción transformando, poco a poco, hasta
ela llegar a la madurez. Visiones totalmente distintas
e gla s sin R elión . Es también una etapa que no solo También, en algunos profesores (o
.R eb
a la R levan
llevan Relación l
genera en los padres de familia encargados), la adolescencia genera
s+ n. cristianos y no cristianos, sentimientos sentimientos de recelo, resistencia,
Regla la Conexió encontrados como alegría y satisfacción, dureza e incredulidad; un profesor dijo
a porque han visto crecer a sus hijos y alguna vez refiriéndose a esta etapa:
se piensa que posiblemente la ardua “estoy convencido que este asunto
tarea de la crianza bajará sus niveles de de la adolescencia es un montaje de
atención, pues sus hijos (as) ya están en los alumnos para aprovecharse de
condiciones de ser más responsables nosotros. No tienen ganas de estudiar,
consigo mismos. No obstante, también y lo tenemos que comprender… porque
se generan sentimientos de angustia, son adolescentes.
miedo y sobre todo mucha ansiedad,
 ¿Ángeles o demonios? Los jóvenes pasan de ser considerados “ángeles”
(en la infancia) a “demonios” (en la adolescencia). En la infancia se
les define como amables, obedientes, organizados, educados, ¡una
bendición! En la adolescencia son tildados de perezosos, desagradecidos,
rebeldes, groseros, desorganizados, vagos, desobedientes e inservibles.
No obedecen las normas de la escuela, porque es una edad
difícil. No obedecen a los padres… y hay que comprenderlos
porque es una etapa de cambios… se hacen dueños de cada
situación porque están en la adolescencia”.
De igual manera, los adolescentes tiene sus propias
:: 6 apreciaciones; recuerdo que me encontraba en una actividad
con adolescentes y les pregunté lo que significaba para ellos
ALCANZANDO
A LA NIÑEZ
esta etapa, a lo que uno de ellos contestó: “ profe, es cuando
los papás más le ponen problema a uno, todo está mal ahhhh,
uno no es capaz de hacer dizque unas cosas, pero sí tiene que
hacer otras, lo que ellos digan, ¡que aburrido!, no veo la hora de
crecer e irme de la casa”.
¿Tendrán razón? o ¿es sólo rebeldía?; para algunos padres será
“normal” que piensen así, para otros será motivo para repensar
sobre su actitud hacia la crianza de sus hijos.
Adolescentes: ¿“ángeles o demonios”?
La realidad es que, en muchas familias, los hijos adolescentes
pasan de ser considerados “ángeles” a ser considerados
“demonios”; en la primera etapa (infancia), se les define como
amables, obedientes, organizados, educados, ¡una bendición!,
etc. Así lo expresan muchos padres; en la segunda etapa
(adolescencia), son tildados de perezosos, desagradecidos,
rebeldes, groseros, desorganizados, no les importar nada,
son vagos, desobedientes y hasta términos más fuertes como
inservibles.
Lo anterior, se ve envuelto en un ambiente de maldición, ya
que las expresiones no bendicen, por el contrario condiciona
(atan) y fortalecen estos comportamientos; no les abren
camino, no los lanzan a un futuro en victoria; son calificativos
que les generan miedo, inseguridad, dependencia, soledad y
separación de Dios.
¿Qué dice la Biblia?
Definitivamente, la adolescencia es una etapa muy importante;
San Lucas relata sobre el crecimiento del Señor Jesús, y dice en
el 2:40 “Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría;
y la gracia de Dios era sobre él”, buena semilla estaba siendo
Nunca se com
experiencia d pare. La
e otros no de
ser el termóm be
etro para me
a su propia fa dir
milia. Preocú
por construir p ese
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futuro espera un
nzador y victo
Bendiga cada rioso.
día a sus hijo
Enséñeles co s.
n su ejemplo
.
sembrada, y continúa “ Iban sus padres todos los años a
Jerusalén en la fiesta de la pascua; y cuando tuvo doce años…
se quedó el niño Jesús en Jerusalén,… sentado en medio de los
doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Y todos los que
le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas”.
Semilla buena, y continua en el 48, “Hijo, ¿por qué nos has
hecho así? te hemos buscado con angustia”, y en el verso 49, el
adolescente responde “¿Por qué me buscabais?, ¿No sabíais que
en los negocios de mi Padre me es necesario estar?”
Si observamos bien, notamos que el niño estaba cambiando,
estaba decidiendo, estaba HACIENDO lo que por años aprendió.
¿Usted qué piensa de sus palabras?, ¿Se sentiría ofendido con
una respuesta de estás? (con la respuesta de un Jesús en plena
adolescencia? (¿Recuerda la reacción de sus padres ante la
respuesta?)
Acompañando a padres de adolescentes
De manera continua, acompaño a través de asesorías y
capacitaciones a padres en el proceso de crianza, y una de las
inquietudes más sentidas es “¡que el señor me ayude con la etapa
que viene, si ahora son groseros y rebeldes, que esperanzas!”.
Creo que estas palabras le son familiares, posiblemente porque
las ha escuchado de otros padres confundidos o porque usted
las ha pronunciado.
Pero déjeme decirle que aunque puede ser una preocupación
válida, también es un temor, que parte en muchas ocasiones de
la experiencia de otros; y nunca la experiencia de otros debe ser
el termómetro para medir a su propia familia o las diferentes
relaciones que se dan en ella; cada persona construye lo suyo,
y es usted, el que está construyendo en sus hijos esta etapa,
que puede ser toda una victoria, donde no solo sus hijos serán
elogiados, sino también usted como padre o madre; o de
fracaso, porque no hizo la tarea bien y más que enseñarles y
bendecirlos desde la infancia, lo que mostró fue su incapacidad
para educar y sembrar una semilla de amor, respeto, libertad y
responsabilidad.
Muchos son los padres cristianos y no cristianos que durante la infancia (y lo digo mucho más allá, desde antes de nacer), se han
encargado de sembrar la semilla del rechazo, maltrato, menosprecio y obstáculos para con sus hijos (as) con expresiones como “ yo no
lo tenía planeado, fue la sorpresa, cambió todo…, dejé de hacer tal o cual cosa por la llegada de…, me tuve que salir de estudiar, me
echaron de la casa, perdí la libertad, entre otras”.

Pasando por el túnel

Un ejemplo que constantemente trabajo con los padres en consulta es: la vida es como un viaje, que tiene varias estaciones, en cada
una hay necesidades especificas que deben ser atendidas de manera oportuna; algunos trayectos del viaje, pueden ser peligrosos y
se debe estar junto a otros para no sentir miedo, o al menos para saber que hay otros cerca, que están dispuestos a acompañar y a
ayudar, de ser necesario.

Por lo tanto, la parte del viaje que debe tener mayor acompañamiento es la adolescencia, ¿pero qué pasa en realidad?; pasa que, las
relaciones entre padres e hijos tienden a polarizarse, y el adolescente entra a este tramo del viaje por un túnel; donde hay una profunda
oscuridad, es decir, no hay respuestas para muchas de sus preguntas; hay incertidumbre por lo que hay más adelante, el futuro; donde
la inseguridad le abre espacio con los pares, haciendo de este tramo el más riesgoso, debido a la gran influencia que se ejerce.

Así que, el adolescente necesita pasar el túnel con usted como padre o como adulto; necesita que usted camine al lado suyo para
guiarlo, hablarle, para darle algunas respuestas, para darle amor y seguridad; para bendecirlo y lanzarlo fuerte y sano al mundo
adulto; para capacitarlo en la toma de decisiones que antes eran pequeñeces como: “que ropa me pongo”. Hoy, están decidiendo
por una profesión, amigos, hobbies, ministerio. Mañana, decidirán por una pareja y otras decisiones que serán trascendentales en el
desarrollo de sus vidas, familias y sociedad.

El Salmo 127: 4 dice: “Los hijos son una herencia del SEÑOR, los frutos del vientre son una recompensa. Como flechas en las manos
del guerrero…” ¿Es usted un guerrero capaz de tomar el arco y encontrar el punto particular de su hijo para formarlo? ó ¿es un padre
temeroso, negligente, permisivo, controlador y crítico que ha deformado su ser?
María guardó todas estas cosas en su corazón, ¿qué hace usted? ¿Lleva cada día sus hijos al Señor?, ¿adopta una posición de ataque o
de defensa? ¿Los critica y juzga?, ¿cuenta a otros, sus desaciertos, generándole vergüenza?

Sugerencias para enriquecer la relación con un hijo adolescente

1. Ámelo de manera incondicional y vincúlese afectivamente; los adolescentes necesitan padres que brinden :: 7
ALCANZANDO
apoyo y orientación, mientras ellos se adaptan a los nuevos cambios. Por lo tanto tenga muy en cuenta A LA NIÑEZ

lo siguiente: Verdad sin Relación lleva al Rechazo – Reglas sin Relación llevan a la Rebelión – Reglas +
Relación llevan a la Conexión.

2. De el ejemplo. No pretenda que sus hijos hagan lo que usted como padre no está en
condiciones de hacer.

3. No imponga, ni critique. Toda imposición siempre trae una reacción negativa a corto o
largo plazo. Enseñe, acérquese y acompañe todo el tiempo.

4. Provea un entorno de bendición. Aportando no solo para sus necesidades básicas,

sino un ambiente espiritual saludable, esto apoya, da tranquilidad y evita tomar
decisiones equivocadas. Promuévale su interés para asistir a grupos juveniles
cristianos.

5. Guíe, pero también marque límites con amor. Es necesario orientar y

entregar la información que para la etapa se requieren, pero también es muy
importante marcar límites que permitan saber hasta dónde llegar.

6. De más espacio, pero no los pierda de vista. Ellos necesitan validar sus
capacidades, fuerza y responsabilidad, de otra manera no lo harán.

7. Desempeñe su rol bien. Ellos tendrán muchos amigos y personas cercanas, pero
usted está puesto por Dios para cumplir un rol maravilloso, aproveche cada momento.

8. Mantenga una comunicación fluida. Ello le permitirá saber y entender lo que está
pasando por su mundo interno.
 La vida es como un viaje que
tiene varias estaciones. En cada
una hay necesidades específicas
que deben ser atendidas de
manera oportuna; algunos
trayectos del viaje, pueden
ser peligrosos y hay que estar
cerca los unos de los otros para
apoyarse mutuamente... sin
duda, la parte del viaje que debe
tener mayor acompañamiento es
cuando se pasa por el túnel de la
adolescencia.

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*Profesional en Desarrollo Familiar.

Cristo Para la Ciudad Internacional Colombia.
El noviazgo en
la adolescencia
Por Sandra Garvey*
E-mail: sandygarvey@gmail.com
Una etapa fundamental... ¿cómo acompañarlos?
La adolescencia es una etapa del desarrollo humano, en la cual
el individuo enfrenta una serie de cambios físicos, biológicos,
sociales y emocionales. Crece en el individuo la necesidad de
ser aceptado por su grupo de pares y por encontrar ese valor
social que lo acredita como miembro de la comunidad, llámese
ésta, institución educativa, barrio, ciudad, etc. En medio de este
cúmulo de cambios, se intensifica la necesidad de relacionarse
con esa persona especial del sexo opuesto, aquella que provoca
atracción, empatía, alto nivel de satisfacción y que además le
permite poseer un estatus de admiración.
Es así como surge, de la noche a la mañana, un lazo afectivo que
modifica en gran manera la conducta de todo adolescente y que
a la postre le otorgará una experiencia de vida que le permitirá
crecer, madurar y sobre todo, adquirir las herramientas que lo
fortalecerán en esa área en particular. De igual manera, para
los padres de familia, tutores, profesores y adultos en general,
que forman parte importante en la vida de estos jóvenes, florece
la oportunidad de orientar, reafirmar los vínculos afectivos,
reforzar valores cristianos y validar cada situación para que
el o la adolescente se sienta dignificado y aceptado, en fin,
se amalgaman una serie de factores relacionales, que con un
El amar no es una decisión fácil para un adolescente,
es pisar un suelo desconocido, lo cual le causa temor,
duda y en principio desconfianza.
:: 9
ALCANZANDO
A LA NIÑEZ
“Joven que nadie ponga en poco tu juventud. Al
contrario que los creyentes vean en ti un ejemplo en
la manera de hablar, en la conducta, en amor, fe y
pureza”. (1 Timoteo 4:12 NVI).
adecuado manejo, provocarán beneficios a todas las partes
involucradas.
¿QUÉ ES EL NOVIAZGO ENTRE ADOLESCENTES?
Es una relación de atracción-enamoramiento entres dos jóvenes
del sexo opuesto, cuyas edades oscila entre los diez y los
dieciocho años de edad, cuyo objetivo principal es conocerse
y compartir en dicho lapsus cada experiencia de vida. De a
cuerdo a la edad de los individuos, podrían variar las actitudes
y el nivel de compromiso adquirido por las partes. No obstante,
si la relación perdura hasta la edad adulta, el enamoramiento se
convierte en amor y esto significaría un compromiso formal con
miras hacia una relación más seria.
El amor surge cuando se supera el enamoramiento, para dar paso a la
aceptación del otro, con sus virtudes y defectos. Crece desde el interior
del individuo el deseo sincero de hacer feliz al otro. Los adolescentes
suelen confundir este sentimiento con la ilusión o el enamoramiento
transitorio.
 El amar no es una decisión fácil para un adolescente,
es pisar un suelo desconocido, lo cual le causa
temor, duda y en principio desconfianza.
ETAPAS DEL NOVIAZGO
Estas son algunas de las etapas que podría atravesar una relación
de noviazgo
1. Atracción: Al principio los jóvenes se “gustan”. Se miran, se
saludan, tratan de concordar en las actividades que les son
comunes, conversan por largos períodos de tiempo, sin embargo,
no existe un compromiso formal entre ellos.
2. Amistad: Comparten pasatiempos, sus gustos afines,
intimidades personales y familiares, se atreven a comunicar
emociones y sentimientos más profundos. En una amistad sincera
se disfruta de la mutua compañía y crece el nivel de confianza, lo
que causa gran estabilidad emocional al individuo. En ocasiones
se podría confundir la espontaneidad de una amistad sincera
con el amor, situación muy común sobre todo en relaciones de
:: 10
ALCANZANDO preadolescentes y adolescentes. Cabe destacar, que si por el
A LA NIÑEZ
contrario, en la relación hay ruptura por deslealtad de una de las
partes, lo que provocará es frustración y desequilibrio psicosocial.
3. Amor: El amar no es una decisión fácil para un adolescente,
es pisar un suelo desconocido, lo cual le causa temor, duda y en
principio desconfianza. El amor produce un aumento considerable
en la intensidad de la relación y ocasiona cambios de conducta.
Surge cuando se supera el enamoramiento, para dar paso a la
aceptación del novio o de la novia con sus virtudes y defectos.
Crece desde el interior del individuo el deseo sincero de hacer al
otro feliz. En el caso específico de los y las adolescentes se suele
confundir este sentimiento con la ilusión o el enamoramiento
transitorio.
¿QUÉ ACTITUDES O CONDUCTAS PODRÍAN SER UN SINÓNIMO
DE NOVIAZGO?
Como profesional en docencia, puedo dar fe a que las reacciones
de los y las adolescentes enamoradas o en relaciones de noviazgo
son similares, aunque debo enfatizar, que me referiré a conductas
básicas y que no necesariamente se presentan solo en dicha
situación.
1. Pérdida de apetito: Los y las adolescentes sufren de una
pérdida considerable en el apetito, su mente está concentrada en
consolidar su relación.
2. Alto grado de desconcentración: La relación capta toda la
atención del adolescente. Piensa en su próximo encuentro, en
lo que le va a decir, en cómo se vestirá o si su presentación será del
agrado de su enamorado (a), entre muchos otros aspectos.
3. Actitud irresponsable: Que se manifiesta en faltas de tareas o
trabajos asignados, tanto en el colegio como en el hogar. Olvidos
en general.
4. Excesiva preocupación por su imagen: La preocupación por
la imagen es una constante en todo adolescente. Sin embargo,
cuando se enamora, aumenta su necesidad de verse bien y de
“disimular” aquellos aspectos físicos o de su personalidad que
podrían, según su percepción, provocar el rechazo de su pareja.
Es así como los encontraremos constantemente frente a un espejo
o con la pregunta a flor de labios “¿Me veo bien?”
5. Busca la forma de agradar a su novio o novia: Mediante
halagos, regalitos, palabras de afirmación, mensajes a través de
los medios más diversos, tanto modernos como rudimentarios. En
las aulas es una constante para el docente encontrarse papelitos
con mensajes de amor.
POSICIÓN DE LOS PADRES ANTE UNA RELACIÓN DE
NOVIAZGO DE SUS HIJOS
Claro está, al lado de los y las adolescentes debe permanecer el
ojo vigilante de sus padres o encargados, quienes son los que
deben de velar por la sana y digna relación de sus hijos e hijas.
Los padres o encargados juegan un papel preponderante en ésta,
así como en cada una de las etapas del desarrollo. Insisto sobre
la importancia de manejar adecuadamente las nuevas conductas
que se presentarán y para ello esgrimo algunas recomendaciones,
que creo le serán de utilidad:
a- Aproveche la oportunidad: Observe la relación de noviazgo de
sus hijos adolescentes como una oportunidad para establecer un
diálogo, cordial, sincero y exhaustivo de toda las circunstancias
que involucra la relación. La comunicación asertiva produce
grandes réditos y es la base de una relación efectiva y afectiva.
b- Escuche: No se apresure a dictar un veredicto, sin antes poner
atención a las razones y circunstancias que su hijo (a) le expone.
c- El adolescente crece y se desarrolla en la relación de noviazgo:
Como padre, usted ya pasó por esa etapa, mantenga una actitud
comprensiva, fije límites claros y sea coherente y consistente
con dichos límites. Sobre todo adjudíquese a usted mismo (a) la
oportunidad de crecer al lado de su hijo (a).
 El noviazgo es una etapa que requiere de la
comprensión de todos. Es un proceso necesario y
fundamental para el aprendizaje de cada joven que le
permitirá solidificar las bases de futuras relaciones.
d- Mantenga una posición de alerta: Las conductas de sus hijos
e hijas y sus comentarios le pueden proporcionar información
relevante sobre el tipo de relación. Existen relaciones que lejos
de beneficiar a los jóvenes, les pueden provocar daños a nivel
emocional, social y hasta físico.
¿A CUÁLES CONDUCTAS HAY QUE PONERLES CUIDADO?
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En algunos noviazgos y desarrollo integral de los y las adolescentes. Es un proceso
puede darse una manipulación de pensamientos e ideas de
los jóvenes, a tal punto que éstos cambian drásticamente su
forma de pensar y conducirse. Lo preocupante es, si las nuevas
conductas atentan contra los valores morales, espirituales y éticos
que estaban fundamentados en el corazón de los adolescentes.
Si ese fuera el caso, converse con el adolescente, muéstrele la
situación, sea empático, ilustre mediante historias, confróntelo
con una actitud de respeto y de genuino deseo de proporcionar
guía y apoyo.
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WJPMFODJB No es solamente una manifestación agresiva
que atenta contra la integridad física de la persona, también se
presenta con actitudes obsesivas de celos, con los comentarios
represivos hacia la vestimenta o aspecto, salidas con amigos y
visitas a familiares entre otros. Si usted considera que su hijo o
hija está involucrado (a) e una relación con cualquier amago de
violencia, busque ayuda de inmediato para que le indiquen sobre
la mejor manera de sobrellevar dicha situación.
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Si bien es cierto que el sexo,
entendido como una relación física en el que intervienen los
genitales, es parte de de una relación constituida por Dios, para
el disfrute de la pareja y concebida dentro del matrimonio, no
se considera como una opción en el noviazgo, ya que desvirtúa
La preocupación por la imagen
es una constante en todo
adolescente. Pero cuando se
enamora, aumenta su necesidad
por verse bien y “disimular”
aquellos aspectos que podrían
provocar el rechazo de su pareja.
Por ello, los encontraremos
constantemente frente a un
espejo o con la pregunta a flor de
labios “¿Me veo bien?”
el significado y el objetivo del mismo. El sexo en el noviazgo
distorsiona la estabilidad de una sana relación futura, produce :: 11
ALCANZANDO
consecuencias nefastas que podrían atentar en contra de la propia A LA NIÑEZ
vida; como es el caso de enfermedades de transmisión sexual,
hasta daños a nivel emocional y sentimientos de culpabilidad.
En síntesis, el noviazgo es una etapa que requiere de la
comprensión de todos los adultos involucrados en la formación
necesario para el aprendizaje de cada joven, lo cual le permitirá
solidificar las bases de futuras relaciones. Se debe validar todo
sentimiento que se exprese como muestra de afecto especial, de
amistad, de enamoramiento y por qué no decirlo, de amor hacia
el sexo opuesto.
Los padres deben crecer con sus hijos e hijas y guiarlos con la
ayuda de Dios, mediante la lectura de la Palabra de Dios y la
oración constante. Estas son las herramientas más efectivas
para manejar toda situación conforme a la voluntad de Dios. Y
la voluntad de Dios es que el Reino de los Cielos sea acercado a
nuestros hijos (as), a través nuestro.
*Es máster en administración educativa. Ella y su esposo, don
Rodolfo Garbanzo, son los coordinadores del curso prematrimonial
y del Ministerio de matrimonios de 0-5 de la Iglesia Vida Abundante
de Coronado, en Costa Rica.
 Fiestas
Navideñas 2010
HERMOSA OPORTUNIDAD PARA BENDECIR A
MILES DE NIÑOS Y NIÑAS

De todas las fiestas y reuniones que se

realizan en diversas ciudades de América
Latina, relacionadas con el trabajo de Viva,
las fiestas navideñas son quizá las más
esperadas por los más pequeños.
Una de las aparentes razones podría ser el
incentivo del regalo y la comidita especial que
ese día los niños (as) disfrutan, pero hay algo
más allá. Se trata de la gran oportunidad, que
:: 12 un evento como este representa, para dar a
ALCANZANDO
A LA NIÑEZ
conocer del amor y las bondades infinitas de
nuestro Señor y Salvador.
Cada historia es muy linda, muy tierna. Las
genuinas opiniones causan risa y hasta
sacan lágrimas. Lo mejor de todo esto es
que Dios está usando a su pueblo para ser
agente de transformación de vidas y en este
caso, a través de las iniciativas de las Fiestas
Navideñas.
El año pasado, las fiestas navideñas de Viva
tuvieron lugar en varios países, tales como:
Honduras, Bolivia, Perú, Costa Rica.
A continuación conozca un pequeño extracto
de lo sucedido en diciembre 2010.
 El cumpleaños
de Jesús
RED VIVA HONDURAS
La fiesta marcó su vida
Pablo* es un niño de 9 años. Él está
en 4to grado de primaria. Tiene 2
hermanos y vive con sus padres en
Honduras, en un barrio marginal
cerca de un río que cuando llueve
crece mucho y le da miedo. Con la
realización de la fiesta de navidad Pablo aprendió a
compartir con otros niños del amor de Dios para con
todos. También pudo disfrutar de un momento único y
agradable que probablemente marcara su vida.
*Nombre cambiado por protección.
RED VIVA CHALLAPATA, BOLIVIA
Le encantó su muñeca
“Hoy fue uno de los días más bonitos, comí mucho y me
divertí mucho pero me gusto mucho más mi muñeca”.
Opinión de una niña asistente.
Aprendió a compartir
“Mi tractor tiene una pala. No hay estos autos aquí, mi
amigo me lo quiere quitar, por que le toco un camión,
pero tenemos que compartir, como nos ha dicho el
pastor y cuidar a los más chiquitos y a las niñas, como
Jesús nos cuida mucho. Opinión de un niño asistente.
RED VIVA SUCRE
A nadie se le cerraron las puertas
“Estoy agradecida por el regalo, me gustó mucho y
habían muchos niños y a ninguno le dijeron que no
podían entrar, todos recibimos lo mismo” (Blanca Condori
de 13 años, vendedora de helados en la calle).
RED VIVA LLALLAGUA, BOLIVIA
Traerá a sus amigas el próximo año
¡”Gracias! Esta bonita mi muñeca. Y me gusto mi
refrigerio, ¿puedo traer a mis amigas el siguiente año?”
(Opinión de una niña asistente).
RED VIVA DEL PERÚ
Aprendió de Jesús :: 13
“Me gustó mucho la celebración de Navidad, por los ALCANZANDO
A LA NIÑEZ
juegos y los cantos. También porque se habló de Jesús
y la forma en que nació. No tenía un lugar seguro donde
nacer”.
(Erik Chihuanco, 11 años. Manchay, Lima, Perú).
RED DE DESARROLLO INTEGRAL DE LA NIÑEZ (REDIN),
COSTA RICA
Se salieron de la rutina
¡Que carga (qué bueno), hace tanto tiempo que no
comía pollo! (Opinión de un niño asistente).
Me llevo la botita navideña con golosinas, uvas y
manzanas para compartirla con mi mamá.
(Opinión de una niña asistente)
 Por Catiuska Pérez V*
E-mail: cperez@redviva.org

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A través de los servicios

dominicales se induce al
niño (a) a una adoración
profunda y a una
experiencia de encuentro
con Cristo resucitado.
 Por Stuart Pascall

Reciba un gran saludo desde el Reino Unido. Posiblemente no lo

conozco, ni usted a mí, pero nunca me siento a escribir estos artículos que esto es esencial, y tiene que estarse dando desde mucho antes
sin antes pedirle a Dios que lo bendiga, recordándole a usted Su gracia de que los niños (as) se conviertan en adolescentes, ¡para entonces
y enviándole Su paz. De manera que, mientras usted lee esto, por favor será muy tarde! Hemos encontrado que a menudo las cosas simples
siéntase bendecido con el conocimiento de la gracia y la paz de nuestro permiten la buena comunicación, Algunas son:
Dios.
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En esta edición se han desarrollado temas sobre “Los adolescentes”, pero, haciendo cosas ordinarias como caminar, o mientras se alistan, y
por supuesto, los adolescentes se desarrollan desde niños, y, ¡los niños saque tiempo para realizar este tipo de actividades.
vienen de los padres! Por lo tanto, me voy a referir a todas esas etapas. t
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Es posible que esto sea más relevante para usted y su familia, o para pasando alrededor.
aquellas familias que conoce, más aún que aquellos asuntos relacionados t
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al trabajo con los niños (as) en riesgo. Porque no podemos esperar ser crea que sabe lo que la otra persona va a decir.
efectivos en alcanzar a otros, si los miembros de nuestra propia familia t
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familia, todos juntos.
UNICEF CITA LAS SIGUIENTES ESTADÍSTICAS SOBRE LOS NIÑOS: t
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a tomar mucho tiempo y puede afectar la conversación que está
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 teniendo con la familia, especialmente a la hora de la comida (hágalo
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casi la mitad de los niños (as) son pobres. tenido el privilegio de tener por años), recuerdo los consejos de mi
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El informe continúa diciendo lo que usted ya conoce: “Millones de niños vida familia, “¡renuncia al ministerio!” En nuestra experiencia, muchas
alrededor del mundo pierden su infancia a causa de la pobreza. La pobreza familias destruidas y mucha gente herida son producto de una familia
los priva de las capacidades necesarias para sobrevivir, desarrollarse y en donde el trabajo o la iglesia, han sido más importantes que las
prosperar. Les impide disfrutar de la igualdad de oportunidades. Esto necesidades de los hijos (as). Y como otro amigo dijo una vez: “nadie,
hace que los niños sean más vulnerables a la explotación, el abuso, la en su lecho de muerte, ha deseado haber pasado más tiempo en la
violencia, la discriminación y la estigmatización”. PöDJOB
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Y por supuesto, los niños atrapados en esos círculos serán aquellos $VBOEP
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adolescentes y adultos que, por los pobres modelos que han tenido, y donde hay valores, hay buena práctica. Por ejemplo, Marg y
vivirán de la misma manera, y quienes invertirán todos aquellos valores yo hemos tenido siempre corazón para las misiones y lo hemos
negativos en sus mismos hijos. Es un viejo dicho, pero muy cierto:”lo que conversado con nuestros hijos por muchos años. Los tres tienen como
el niño vive, eso aprenderá a ser”. Y como la Biblia dice a menudo eso de alta prioridad “la misión y el amor por los menos privilegiados”, por
repercute hasta la “tercera o cuarta generación”. Por lo que, diariamente lo que la promoción de justicia, la educación y la igualdad son fuertes
agradezcamos a Dios por su gracia para que corte esos procesos y SBTHPT
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posibilite una transformación positiva en lugar de negativismo agradecemos a Dios por eso!
y destrucción.
Dios es Dios quien ama la integridad y
Entonces, ¿cómo ayudamos a los niños a crecer las relaciones que funcionan. Él está
cómo adolescentes plenamente desarrollados comprometido a trabajar con y a
y completos, y más aún a llegar a ser adultos través de nosotros en el viaje de la
seguros? Bueno, mi esposa Marg y yo hemos WJEB

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hemos “metido la pata”. Él está
años, habiendo llevado a tres niños al punto comprometido a caminar con
donde están ahora, por la gracia de Dios, nosotros y nos ha dado el aliento
con la capacidad de tomar su propio rumbo de saber que Él ve nuestro
en la vida y con valores que permanecen potencial, y no solo nuestras
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acciones, y que ¡Él hará todo lo
las que les ha tocado pasar. Hemos que sea necesario para llevarnos
encontrado que los niños (as) adquieren ahí! Esas son las “buenas noticias
las características de la atmósfera que los del Reino”. ¡Hasta la próxima!
rodea. Si ésta es negativa, crecerán de esa
*Ministro de enseñanza superior en
manera; si es positiva, entonces, eso le dará
la iglesia Banbury en Inglaterra. Él es
forma a un futuro positivo. una persona con gran sensibilidad por
los temas de niñez y muy buen amigo de
Una de las cosas más importantes para Viva. Para comunicarse con Stuart Pascall,
nosotros ha sido la comunicación; sugerimos escriba a:
stuartpascall@makinglifework.co.uk
¡LLEGARON LAS
CLASES!
ACOMPAÑE Y MOTIVE A
LOS ESTUDIANTES
Por Alexander Cabezas M.
E-mail: acabezas@redviva.org
¡Llegaron las clases niños y niñas...! ¿Se ha puesto a pensar lo
que podrían representar estas palabras para un niño o niña
que se encuentra en pleno disfrute de sus vacaciones?
¿Sabía que en América Latina, según CEPAL, el 37% de los
adolescentes abandonan la escuela antes de completar el
ciclo escolar secundario y casi la mitad de ellos, se retiran sin
terminar la educación primaria?
Detrás de estas cifras existen muchos factores que inciden
en la deserción escolar; pero no podemos olvidar que entre
otras cosas, la motivación continúa siendo un poderoso
aliado para que las personas menores de edad puedan
iniciar y concluir satisfactoriamente su nuevo periodo
lectivo. Podríamos decir que la motivación es como un
“ancla que impide que la nave zozobre, a pesar de todos los
vientos que soplan en su contra.”
Por tal razón queremos brindar algunas recomendaciones
para que usted como líder cristiano que trabaja con niñez,
pueda animar y llevar a “puerto seguro” a esos estudiantes
que ya iniciaron o pronto iniciarán sus clases.
1. Brinde acompañamiento: Converse con ellos y ellas
sobre sus temores, materias (asignaturas) que consideran
difíciles y fáciles. Este ejercicio es la oportunidad para
ofrecerles orientación, pero también para planificar las
enseñanzas y las estrategias que puede utilizar con la niñez
durante todo el año. Si fuera el caso, busque refuerzo extra
para aquellos cursos en los que el menor edad lo requiera.
Para esto puede buscar la ayuda de profesores o, por qué
no, estudiantes de grados superiores o que estén cursando
la carrera universitaria de educación, para que puedan
servirle de apoyo.
2. Soñar con los “pies sobre la tierra”: Anímeles a compartir
sus aspiraciones. Una maestra de Escuela Dominical me
El 37% de los
adolescentes
abandonan la escuela
antes de terminar la
secundaria.
Muchas son las causas que conllevan a la
deserción escolar, la pobreza es una de ellas.
Irónicamente, la educación es la principal arma
para romper el ciclo de la pobreza en el que viven
sumidos millones de niños, niñas y adolescentes en
nuestra región.
comentaba que les solicitó a sus estudiantes entre 7 y 11
años de edad que escribieran sus metas. Luego hizo una
“lluvias de ideas” sobre los pasos que necesitan dar para :: 17
alcanzarlas. Las respuestas más concretas fueron: obedecer, ALCANZANDO
A LA NIÑEZ
ir a la escuela, estudiar, hacer las tares, orar. Esta dinámica
también se puede emplear con los adolescentes, pero ya
en un nivel más acorde con sus obligaciones propias.
3. Fomente actividades recreativas y de aprendizaje:
Cuando lleguen las vacaciones no los sobre cargue con
más tareas, ellos merecen disfrutar estos tiempos, ¡hasta el
último segundo! Sin embargo, promueva la realización de
algunas actividades educativas-recreativas. Por ejemplo,
organice concurso o talleres de redacción, de dibujo, etc.,
según la edad y capacidad. Muchos se animarán a participar
si los temas son relevantes e interesantes. Esta iniciativa
permite que sean estimulados a seguir investigando y a
mantener cierta constancia con sus estudios, mientras
adquieren nuevas destrezas para sus vidas.
Los niños y las niñas sin importar su condición física o social,
deben saber que los estudios son un importante eslabón en
el cumplimiento de sus sueños, y la Iglesia puede contribuir
proveyendo motivación y acompañamiento.
Recuerde que usted como educador o educadora, tiene el
privilegio de participar en el descubrimiento de sus dones
y talentos para el servicio de la sociedad y del Reino de
Dios. Vale la pena trabajar, día a día, por encontrar todos
aquellos medios que permitan la motivación en sus vidas y
les aseguren un futuro mejor.
*Coordinador de Relaciones Eclesiásticas, Viva de América
Latina y el Caribe
Ayúdelos a superar el
temor y la ansiedad Por Dr. Carlos Pinto*
E-mail: carlospintopi@gmail.com

Cuando los niños, niñas o adolescentes perciben una situación peligrosa,

incierta o amenazante, el temor y la ansiedad se manifiestan a un nivel
físico y emocional que varía en frecuencia e intensidad de acuerdo a la
persona, edad, género y situación.

Algunos de los temores y ansiedades mas comunes y temporales durante

la infancia, niñez y adolescencia son el miedo a la oscuridad, al ser
abandonado, a las intervenciones médicas, a ver sangre, a los monstruos
imaginarios, al fuego, a las exigencias de la escuela o colegio, al no
poder realizar las tareas, al ser abusados o rechazados por las amistades,
etc. Sin embargo, si persisten e impiden el normal desarrollo de la vida
se requiere orientar a la familia para que consulte con un pediatra o
psicólogo.

¡Mamá tengo miedo!

Identifique los síntomas:

1- El morderse las uñas constantemente o el chuparse los dedos.

2- Aferrarse físicamente a una persona y no permitir la separación.
3- Llanto prolongado sin razón observable.
4- Voz temblorosa e inmovilidad en ciertos momentos.
5-Movimientos compulsivos de las piernas o manos expresando
nerviosismo. :: 19
ALCANZANDO
6- Dolores de cabeza, mareos, incontinencia urinaria, sudor en las manos. A LA NIÑEZ

7- Pensamientos relacionados a no ser capaces, no aceptados, o no

queridos.
8- Aislamiento constante de los compañeros de clase y rechazo a
participar en actividades grupales.

Si los síntomas persisten…

1- Observe los momentos en que los síntomas de temor o ansiedad se
manifiestan.
2- Evalúe e identifique las situaciones que el niño, niña o adolescente
trata de evitar para no sentir temor o ansiedad.
3- Realice las modificaciones pertinentes para eliminar el estimulo que
podría ser el causante de las reacciones de temor o ansiedad.
4- Acérquese en forma lenta, con voz y postura relajada y entable un
diálogo en la medida que el niño o niña se lo permita.
5- Identifique las cualidades positivas resaltándolas para que éstas se
manifiesten y desarrollen el incremento de la autoestima
6- En situaciones de agitación física del niño o niña, ofrezca su ayuda

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como agente protector.
7- Modifique o cambie la actividad si percibe temor o ansiedad, así
logrará la distracción y disminución del síntoma.
8- Utilice un sistema progresivo y enséñele a enfrentar lo que percibe
como peligroso o desagradable desde lo más tolerable a lo más
intolerable, respetando su nivel de aceptación del estimulo que le
provoca temor.
9- Si los síntomas persisten, consulte con un médico o un psicológico.

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*Psicólogo clínico y familiar
www.eireneinternacional.org
PARA DISMINUIR LOS MIEDOS
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abierta totalmente. No es recomendable cerrarle
la habitación a un niño (a) que tiene miedo.
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que le causen miedo.
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él o ella. Decórela con la ayuda de su niño (a),
peguen dibujos de sus personajes favoritos.
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no quede del todo oscura durante la noche.
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cielo-raso) con formas que les provoquen miedo.
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a la cama.
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adoración) a muy bajo volumen para que niño (a)
duerma más relajado.
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 PRO-DINA ProDINA es parte de la Alianza Mundial
de Desarrollo Integral de la Niñez (Holistic
INICIATIVA PARA Child Development, www.hcd-alliance.org)
FORMAR LÍDERES
SERVIDORES DE LA
NIÑEZ
Por Alexander Cabezas y Greg Burch*
“El entusiasmo para mí es que una
La urgencia por el trabajo con niñez es constante institución teológica con tanta trayectoria y
y demanda el esfuerzo de la iglesia sirviendo reconocimiento internacional, como ESEPA,
en unidad. Detrás de cada esfuerzo por atender La modalidad de abrace dentro de su programa esta iniciativa
a un niño o niña, encontramos a obreros (as) este certificado es para fortalecer el trabajo del líder que trabaja
entregados (as), respondiendo al ejercicio de su presencial. con la niñez. Eso nos habla de una visión
vocación ministerial. integral que todos los centros de formación
No obstante, esa motivación podría teológica deberían manifestar”. –
ensombrecerse o enfriarse, cuando el líder Alexander Cabezas-
descubre que requiere más que su pasión para
afrontar las demandas que se le presentan en
el campo, entre ellas: la necesidad de saber t
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programas de índice social y
diagnosticar el contexto que está viviendo la Niñez y la Adolescencia. ministerial, tales como maestros (as),
niñez, los marcos legales y jurídicos para operar, t
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la construcción de objetivos estratégicos que t
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permitan una visión a corto, mediano y largo t
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civiles y religiosas, pastores (as),
alcance, etc. Actualmente se sabe que entre Adolescencia. interesados (as) en capellanía, entre
más herramientas y elementos de formación se t
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otros.
tengan, más equipado se estará para realizar una Adolescencia.
labor
:: 20de impacto y calidad para con la niñez. t
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ALCANZANDO
LA NIÑEZ
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*Alexander Cabezas es funcionario
La formación no es una opción, sobre todo personal. de Viva y Greg Burch es profesor
cuando sabemos que nuestra identidad en Cristo t
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DSJTUJBOB en ESEPA. Ambos forman parte del
se consolida precisamente en el servicio. En la t
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UFPMPHÓB equipo consultor que colaboró en la
región encontramos pocas ofertas que garanticen creación de este certificado.
una preparación integral que abarque aspectos Perfil de los estudiantes
técnicos, prácticos y profesionales, además que Personas que trabajan con niñez
se adecúen a las demandas o necesidades del y aquellos que quieran comenzar
líder que, por distintas condiciones, requiere de
herramientas que fortalezcan la labor que con
tanta diligencia realiza en el campo.
Buscando responder a estas inquietudes, algunas
organizaciones con amplia experiencia en el tema
de la niñez formaron una alianza, la cual por más
de un año se dedicó a diagnosticar, indagar y
consultar para proponer un programa a nivel
certificado, con el fin de capacitar al liderazgo que
lucha constantemente en las trincheras a favor de
la niñez.
El nombre del certificado es Pro-dina (Programa
de Certificado en Desarrollo Integral de la Niñez y
Adolescencia) e inició en enero del 2001 con más
de 21 estudiantes inscritos.
Las organizaciones que conforman esta alianza “Este esfuerzo en red es un bello
son: Asociación Roblealto pro Bienestar del Niño, testimonio que ejemplariza la
Viva de América Latina y el Caribe y la Universidad Información de contacto
Cristiana ESEPA, ubicada en San José, Costa Rica. unidad de la iglesia por un mismo E-mail: certificado@esepa.org
fin. Éste es un primer paso, una Tel. (506) 22-2636 84
¿Cómo está formado el programa? experiencia piloto que pretende (506) 22-2719.58
El certificado tiene una duración de 2 años. Los expandirse como una propuesta
cursos son impartidos por expertos en diversas
temáticas. Algunos son: regional”. –Greg Burch-
 Programa cristiano
de educación especial
“Compartir el amor de Dios a personas con
discapacidad cognitiva, ayudándolos a ser
miembros activos de la familia de Dios”.

Amistad es un ministerio sin ánimo de lucro, El Ministerio Amistad cree

interdenominacional e internacional que ofrece
instrucción religiosa a jóvenes y adultos con
discapacidad cognitiva. Los materiales permiten el
trabajo durante dos años.
El material del primer año trata acerca de Dios
Padre y el del segundo año, acerca de Jesús,
nuestro Salvador.
Cada programa de Amistad incluye:
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‡ 8QMXHJRGHUHFXUVRVSDUDOtGHUHV
‡ 8QMXHJRGHUHFXUVRVSDUDDOXPQRVMyYHQHV\
adultos).
‡ 8QFXDGHUQRFRQLOXVWUDFLRQHV
firmemente que:
‡ 7RGRVVRPRVFUHDGRVDLPDJHQGH'LRV\VRPRV
merecedores de su amor y
justicia, tanto en nuestra sociedad como en
nuestras iglesias.
‡/DUHGHQFLyQHVXQUHJDORGH'LRVSDUDWRGRV
Ésta no depende de un cierto nivel de inteligencia.
‡ /D,JOHVLDHVWiFRPSOHWDVyORFXDQGRLQFOX\HD
todos los hijos e hijas de Dios,
y cuando ve a todas las personas iguales ante los
ojos de Dios, a través de sus propios ojos.

Para mayor información, contáctenos:

info@ministerioamistad.org
www.ministerioamistad.org
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DE INFANTES
OBESOS A ADULTOS :: 23
OBESOS ALCANZANDO
A LA NIÑEZ

Mientras millones de niños (as)

mueren a diario por falta de
alimento, hay miles de otros que
padecen sobrepeso u obesidad. En
un gran porcentaje, un niño obeso
será un adulto obeso, con todas
las secuelas que esto conlleva. En
los últimos 20 años el problema de
obesidad infantil se ha acrecentado.
Para evitar este problema, se
aconseja:
t Fomentar el consumo de frutas,
vegetales y la ingesta diaria de agua.
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ni prohibirle los alimentos altos
en calorías, sino enseñarle a que
el exceso de estos, le causará
problemas.
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no pasar horas frente al televisor,
computadoras o juegos de videos.
Deles alternativas.
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comida.
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LA INTELIGENCIA Y LA relación entre el nivel de plomo y el
comportamiento del niño, especialmente
CONTAMINACIÓN a partir de los 7 años de edad. Es por ello
Estudios realizados por expertos que se baraja la posibilidad de que esos
estadounidenses demuestran que la agentes afecten la inteligencia y como
exposición durante la niñez a determinados consecuencia, el comportamiento de niños
agentes resultantes de la contaminación y niñas.
ambiental de las ciudades, como el plomo,
propician un descenso en el índice de Fuente: Hospital Infantil de Filadelfia,
inteligencia en los niños. Universidad Médica de Pennsylvania y el
Los resultados del seguimiento que se Departamento de Salud Ambiental de la
realizó indicaban que existía una clara Universidad de Cincinnati.
VIGILE EL PESO DE LAS MOCHILAS
Viene la entrada a clases y los padres o encargados no debe descuidar ni los más
pequeños, pero importantes detalles. Por consenso, la comunidad científica internacional
recomienda que la carga que el niño (a) transporta en su mochila (bolso, bulto o maletín
escolar) no exceda al 10% de su peso corporal.
Por tanto, lo ideal sería reducir el peso de la carga que transportan los escolares y buscar
alternativas que no afecten su salud. Si el material escolar debe cargarse, lo mejor es que
la espalda no padezca.
Una mochila con ruedas es la mejor alternativa, especialmente si puede ajustarse a la
altura del niño, de modo que pueda ser arrastrada de manera cómoda y ergonómica.
Si no es posible tener una con ruedas, la mochila convencional o de tirantes debe ser
cargada correctamente. Antiguamente se recomendaba llevarla tan arriba como fuera
posible (entre los omóplatos o paletillas).Hoy se aconseja cargarla en la zona lumbar o
entre las caderas, y ser llevada sujeta tan cerca del cuerpo como sea posible.

Fuente: http://www.obesidad.net Fuente: Organización Médica Colegial de España.