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Felipe Bertrán

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Felipe Bertrán
Josep Vergara, Retrat de Felip Bertran i Garcia, 1750-1800. Paranimf..jpg
Felipe Bertrán y Casanova, por José Vergara Gimeno. (Paraninfo de la Universidad
Literaria de Valencia).
Información personal
Nombre en español Felipe Beltrán Serrano Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacimiento 19 de octubre de 1704 Ver y modificar los datos en Wikidata
Sierra Engarcerán (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 30 de noviembre de 1783 Ver y modificar los datos en Wikidata (79
años)
Madrid (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Española
Religión Iglesia Católica Ver y modificar los datos en Wikidata
Educación
Educado en Universidad de Valencia Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Presbítero católico Ver y modificar los datos en Wikidata
Cargos ocupados
Inquisidor general de España
Obispo de Salamanca
Obispo diocesano (desde 1763)
Obispo católico (desde 1763) Ver y modificar los datos en Wikidata
Distinciones
Orden de Carlos III Ver y modificar los datos en Wikidata
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Felipe Bertrán y Casanova o Beltrán Serrano -en otros documentos Felipe Bertrán y
García- (Sierra de Engarcerán, Castellón, 19 de octubre de 1704 - Madrid, 30 de
noviembre de 1783), religioso ilustrado español.

Índice
1 Biografía
2 Notas
3 Obras
4 Fuentes
5 Enlaces externos
Biografía
Hijo de humildes labradores, la figura de este ilustrado es todavía mal conocida.
Tuvo cinco hermanos, tres varones y dos mujeres. Contó con la protección de Ginés
Rabaza Perellós, Marqués de Dos Aguas; en 1721 fue enviado a Valencia donde estudió
Filosofía y Artes.

En 1724 se matriculó en el trienio teológico, obteniendo el grado de maestro en


Artes y doctor en Teología. Desde 1728 hasta 1735 opositó cuatro veces a la cátedra
de filosofía tomista en la Universidad de Valencia y en 1735 le fue concedida la
cátedra, en la que cesó en 1738 para opositar a la de San Buenaventura sin
conseguirla. En 1739, don Ginés (Marqués de Dos Aguas) lo promovió al curato de
Bétera, donde permaneció durante trece años. En 1752 pasó a la parroquia de
Masamagrell, y en 1759, tras opositar tres veces a canongías de oficio de la
metropolitana de Valencia, ingresó en el cabildo tras obtener el canonicato
lectoral de Valencia, vacante por fallecimiento del canónigo don Vicente Furió. Fue
además examinador sinodal.

Como obispo de Salamanca (nombrado en 1763), se empeñó durante gran parte de su


vida en reformar los colegios mayores haciendo uno solo, pero, desalentado por la
enorme oposición, sustituyó esa obsesión por la de fundar un colegio nuevo en
Salamanca, el de San Estanislao, lo que consiguió al fin, después de superar todo
tipo de dificultades, sobrevenidas sobre todo a causa de su idea de limitar el
enorme poder de que gozaban los seis colegios mayores de Salamanca, Valladolid y
Alcalá mediante una reforma sobre la cual compuso su amigo y coterráneo Francisco
Pérez Bayer su Diario histórico de la reforma de los seis colegios mayores de
Salamanca, Valladolid y Alcalá desde 15 de febrero de 1771 en que el rey N. S. don
Carlos III dio principio a ella hasta 21 del mismo mes de 1777, que se conserva
manuscrita en la Biblioteca Nacional. Apoyó, asimismo, la expulsión de los
jesuitas, que también se habían opuesto a su intento de reforma. El 22 de abril de
1764 publicaba su primera carta pastoral, “Sobre el digno ejercicio de la
predicación”.

En 1767, tras la expulsión de los jesuitas, el obispo dio a conocer otra pastoral,
“Sobre la moderación del sentimiento de las religiosas por la ausencia de sus
Directores”. Se esforzó en mejorar el nivel de vida de sus fieles proponiendo y
ejecutando cuantas obras fuesen necesarias: la construcción del edificio de la casa
Galera (para recluir a las mujeres públicas); la institución para niños y niñas; el
refuerzo de la torre de la catedral nueva; su contribución generosa y su influencia
ante el rey hizo posible la realización del Paseo de las Carmelitas y para la
fundación del Colegio de San Eloy de Artífices plateros…

Bertrán fue nombrado, además, el 24 de diciembre de 1774, Inquisidor General; el 22


de abril de 1775, a sus setenta y un años, Felipe Bertrán se instaló en Madrid y
tomó posesión de su nuevo empleo, en cuyo cometido tomó dos decisiones
fundamentales en la historia de la cultura española; la primera fue autorizar la
traducción de la Biblia a la lengua vernácula castellana en 1782, y la segunda,
enfrentarse a la Compañía de Jesús recomendando su expulsión de España ya en 1764;1
eso redundó al cabo en la expansión en el terreno de la enseñanza de las
humanidades de los padres escolapios, con los que simpatizaba, (fue un gran
protector de uno de ellos, el helenista y erudito Pedro Estala) y en la posterior
evolución del jansenismo, entre otras consecuencias no menos y quizá más
importantes. En este cargo también intercedió por e intentó suavizar la condena del
ilustrado Pablo de Olavide y protegió los intentos de traducir la liturgia
cristiana al español del ilustrado y liberal valenciano León de Arroyal, protección
en la que no pudo perseverar porque la muerte la frustró. También protegió a otros
destacados ilustrados, como el helenista escolapio Pedro Estala, que pronunció al
morir Bertrán su panegírico fúnebre, después impreso; Antonio Tavira, Juan Antonio
Melón, Joaquín Lorenzo Villanueva, Antolín Merino y Bernardo Agustín de Zamora.2
Por otra parte, José Iglesias de la Casa le dedicó su Al Ilmo. Sr. d. Felipe
Beltrán, dignísimo obispo de Salamanca, en su empleo de Inquisidor General de
España, canción pindárica (Valencia: Benito Monfort, 1775). Mientras duró en su
cargo, el tribunal aplicó los dos últimos tormentos de fuego, únicamente se dieron
dieciséis penitenciados públicos y el poeta Tomás de Iriarte pudo escapar de una
acusación de irreligión y volterianismo con una levísima condena, prácticamente una
absolución.

Por demás, renovó la predicación, viciada por los excesos culteranos satirizados
por el padre José Francisco de Isla, usando en sus sermones el modelo estatuido por
fray Luis de Granada en su Retórica eclesiástica.

Consagró obispos a Blas Sobrino y Minayo, Pedro de Quevedo y Quintano, que fue
después cardenal, y a los franciscanos Sebastián Malvar y Pinto, que llegó a
arzobispo, y Diego Martín Rodríguez. Por fin consiguió crear el Seminario Conciliar
de San Carlos de Salamanca en 1779, tras un largo proceso que comenzó en 1767 y al
que no fueron ajenos Francisco Pérez Bayer y Manuel de Roda. Para su administración
se le asignaron los bienes de la Compañía de Jesús en la diócesis, expulsada en
1767, aparte de algunas rentas de la mitra asignadas por el obispo. Así, el
seminario se instala en el Colegio del Espíritu Santo, más conocido como Clerecía y
que los jesuitas dejaron vacío, aunque compartido durante los primeros años con el
Colegio de Irlandeses.
En 1780 fue elegido Gran Cruz de la Orden de Carlos III. En 1783 fue nombrado
académico honorario por la Academia de la Historia. La ideología de Bertrán, fue
abierta y amiga de un cristianismo compatible con la razón ilustrada y de un
humanismo cristiano que se preocupa de problemas reales y concretos. Felipe Bertrán
y Casanova murió el uno de diciembre de 1783, a media noche. Se le dio sepultura,
según había dispuesto, en el convento de las Religiosas de la Encarnación, en
Madrid, siendo trasladado a la capilla del Seminario de Salamanca el 14 de octubre
de 1789. Posteriormente, durante la Guerra de la Independencia, fue depositado en
urna en una de las capillas de la catedral de Salamanca. Actualmente reposa de
nuevo, desde 1946, en la antecapilla del Real Seminario de San Carlos.

La ideología ilustrada de Bertrán bebía en las fuentes valencianas de Gregorio


Mayáns y Siscar. Le preocupó en especial la reforma de la enseñanza y de la
predicación y con ese cometido redactó un Informe sobre los Colegios Mayores de
Salamanca y escribió sermones y cartas pastorales inspiradas en El orador
christiano de Mayáns, de la misma forma que el obispo de Barcelona, Climent.
Recomendaban por modelo en predicación el humanístico del siglo XVI encarnado en la
figura de Fray Luis de Granada. Existe un retrato suyo realizado por el pintor
neoclásico valenciano José Vergara Gimeno, que se conserva en la Universidad de
Valencia.

Notas
http://digital.csic.es/bitstream/10261/89504/1/R.C.AEHM_Alicante_1996_2_p.627-
638_Le%C3%B3n_Navarro.pdf
Cf. Vicente León Navarro y Germán Ramírez Alendón, "Felipe Bertrán en sus
testamentos", en http://www.uv.es/dep235/PUBLICACIONS_III/PDF9.pdf
Obras
En el Colegio de los agustinos de Madrid se conservan 141 Sermones inéditos de
Felipe Bertrán.

Carta pastoral que el ... Señor Don Felipe Bertran ... dirige a los fieles de su
obispado en que les manifiesta el carácter propio de la verdadera penitencia,
Madrid : en la Imprenta de Don Antonio de Sancha, 1781
Carta instructiva a un predicador moderno, para formar con acierto un sermón
proponiéndole por modelo el que en alabanza del Angélico Doctor Santo Tomás de
Aquino predicó en Madrid año de 1777 (Imprenta de D. Felipe de Zúñiga y Ontiveros,
México, 1779) 22, 68 pp.
Sermón que en alabanza del angélico doctor Sto. Tomás de Aquino predicó en el
colegio de reverendos padres dominicos de esta corte [Madrid], que le venera por su
titular, y patrono, el Illmo. Sr. D. Felipe Bertrán. Salió a luz a instancia, y
solicitud de la expressada comunidad en Madrid. Reimpreso en México» (repr. 1ª ed.:
Imprenta de D. Felipe de Zúñiga y Ontiveros, México, 1779) 68 pp.

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