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UNIVERSIDAD FERMÍN TORO

VICE REDACTORDO ACADÉMICO

FACULTAD DE CIENCIAS JUDÍDICAS Y POLITICAS

ESCUELA DE DERECHO

Responsabilidades a las que están


sujetos los funcionarios públicos

Autor: Carla Lilibet Pérez Fernández

C.I: 26.165.616

Barquisimeto, 2019
Artículo 139.- El ejercicio del Poder Público acarrea responsabilidad
individual por abuso o desviación de poder o por violación de esta
Constitución o de la ley.
Artículo 140.- El Estado responderá patrimonialmente por los daños que
sufran los particulares en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que
la lesión sea imputable al funcionamiento de la administración pública.

Artículo 143. Los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a ser


informados e informadas oportuna y verazmente por la Administración
Pública, sobre el estado de las actuaciones en que estén directamente
interesados e interesadas, y a conocer las resoluciones definitivas que se
adopten sobre el particular. Asimismo, tienen acceso a los archivos y
registros administrativos, sin perjuicio de los límites aceptables dentro de
una sociedad democrática en materias relativas a seguridad interior y
exterior, a investigación criminal y a la intimidad de la vida privada, de
conformidad con la ley que regule la materia de clasificación de
documentos de contenido confidencial o secreto. No se permitirá censura
alguna a los funcionarios públicos o funcionarias públicas que informen
sobre asuntos bajo su responsabilidad.

Una persona responsable toma decisiones conscientemente y acepta las


consecuencias de sus actos, dispuesto a rendir cuenta de ellos. La
responsabilidad es la virtud o disposición habitual de asumir las
consecuencias de las propias decisiones, respondiendo de ellas ante
alguien. Responsabilidad es la capacidad de dar respuesta de los propios
actos.

Cuando la persona física es titular de un órgano administrativo, se


encuentra en una doble relación con la organización a la cual pertenece
según actúe “hacia adentro de la administración” o cuando lo hace “hacia
afuera de la administración”.

Cuando actúa “hacia adentro de la administración” estamos frente a un


sujeto de derecho, que tiene derechos y obligaciones propios distintos a los
de la organización. Incluso pueden llegar a ser contrapuestos. En este caso
el vínculo que se establece entre el individuo y la organización, es el de
servicio dando origen a la noción de empleo público.

En cambio, si la persona física investida como agente público actúa en y


para la administración, pero trascendiéndola, es decir “hacia afuera” de
ella y en interrelación con otras personas físicas o jurídicas ajenas a la
organización, lo que hace que en cierta forma pierda su “individualidad”,
se establece una relación distinta. Es la llamada “orgánica” siendo este
vínculo en el que existe una identificación entre la persona y el ente y por
lo tanto un fenómeno de incrustación en la propia organización.

De esta última se deriva la responsabilidad del Estado que es uno de los


temas de mayor relevancia en el ámbito estatal. Nos referimos a la
responsabilidad que le cabe al Estado o a sus agentes, en el desempeño de
funciones por él asignadas, ya sea por su actuación como sujeto de derecho
público o privado

Las responsabilidades de los funcionarios y agentes de Estado admiten


distintas clasificaciones según sea la norma que la regula. Así, podemos
hablar de responsabilidad:
* Etica
* Administrativa o Disciplinaria
* Civil
* Penal
* Política
* Contable
* Fiscal
* Profesional
* Social

 A continuación, analizaremos cada uno de estos tipos de responsabilidad,


según la norma que la regula.

Responsabilidad Ética
La responsabilidad ética  surge de la observancia de los principios y reglas
de conducta ética. La falta de observancia puede consistir en una acción o
en una omisión.

La Responsabilidad por Acción se da cuando se realiza algo en oposición


de los principios. Por ejemplo: debe depositar lo recaudado en una cuenta
bancaria a nombre del organismo y lo hace en su cuenta bancaria personal.

La Responsabilidad por Omisión se da cuando no se hace lo que se debe de


acuerdo con los principios y reglas de conducta ética. Por ejemplo, debe
iniciar acciones tendientes al cobro de créditos y no los ejecuta dejándolos
prescribir.
Es importante destacar que la Responsabilidad Ética no se circunscribe
sólo al campo de la moral sino que puede sobrepasar y penetrar en los
fueros legales ya sea civil o penal.

Responsabilidad Administrativa o Disciplinaria

La responsabilidad administrativa, llamada también disciplinaria, alcanza


a funcionarios y agentes sólo en sus funciones, no en su patrimonio ni
persona. Se produce cuando se incurre en una falta de servicio cometida
por el agente transgrediendo las reglas de la función pública y las
sanciones pueden ser: amonestación, suspensión, cese o exhoneración.

El art. 1113 de nuestro Código Civil dispone que “La  obligación  del  que 
ha causado un daño se  extiende a los daños que causaren los que están
bajo su  dependencia,  o  por las cosas de que se sirve, o  que  tiene  a  su 
cuidado.

En los supuestos de  daños  causados  con  las  cosas,  el  dueño  o 
guardián,  para eximirse de responsabilidad, deberá demostrar que de su
parte no  hubo culpa; pero si el daño hubiere sido causado por el riesgo o
vicio  de  la cosa, sólo se eximirá total o parcialmente de responsabilidad
acreditando  la  culpa de la víctima o de un tercero por quien no debe
responder.

Si la cosa hubiese sido usada contra  la voluntad expresa o presunta del


dueño o guardián, no será responsable.”

A su vez, el art. 43 establece que “ Las personas jurídicas responden por los
daños que causen  quienes las  dirijan  o  administren,  en  ejercicio  o  con
ocasión de  sus  funciones.   Responden  también  por  los  daños que
causen sus dependientes,…” En la responsabilidad administrativa lo que se
censura es elincumplimiento a una serie de normas administrativas. En el
procedimiento administrativo, antes de ejercer el poder sancionatorio,
debe instruirse el sumario que es lo que va a determinar si existe
responsabilidad del funcionario y en qué medida participó en la falta
administrativa.

La responsabilidad administrativa o disciplinaria, se vincula con los


requisitos de ética que las normas legales y convenciones internacionales
imponen. Nuestra Constitución Nacional en su art. 36 expresa que el
Congreso sancionará una ley sobre ética pública para el ejercicio de la
función. Es así que se dicta la Ley 25188 de Ética de la función pública y
comprende a todas las personas que se desempeñen en la función pública
en todos sus niveles y jerarquías, en forma permanente o transitoria, por
elección popular, designación directa, por concurso o por cualquier otro
medio legal. Su aplicación se extiende a todos los magistrados,
funcionarios y empleados del Estado, quienes están obligados por ej. a:

* cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional, las leyes y reglamentos


* cumplir su función respetando los principios y pautas éticas que
establece la ley: honestidad, buena fe, etc.

* todos sus actos deben ser en interés del Estado, por encima de su interés
particular

* las decisiones que adopte deben ser transparentes

* debe proteger y conservar los bienes del Estado

* no debe usar las instalaciones y servicios del Estado para su beneficio


particular o de su familia o amistades.

Responsabilidad Civil

Se incurre en responsabilidad civil, cuando el funcionario tiene un


comportamiento del cual deriva un daño o perjuicio a un tercero ajeno a la
administración.

Este tipo de responsabilidad se encuadraría en el art 1112 del Código Civil


que contempla en forma expresa el supuesto de responsabilidad del Estado
por “los hechos y las omisiones de los funcionarios públicos en el ejercicio
de sus funciones por no cumplir sino de una manera irregular las
obligaciones legales que les son impuestas, son comprendidas en las
disposiciones de este título”.

Es decir, que se requiere que el acto perjudic


ial se realice en ejercicio de sus funciones y que el daño que se ocasione sea
por el incumplimiento de las obligaciones que son inherentes al cargo. Por
lo tanto, no todo daño que cause un funcionario a un tercero da lugar a la
responsabilidad civil, ya que puede haber existido fuerza mayor o ser culpa
del tercero dañado o incluso, de otro tercero.

Responsabilidad del Estado vs Responsabilidad del Funcionario Público


Cuando se trata de juzgar la responsabilidad del funcionario público, el art.
1112 al referirse a “los hechos y omisiones …” deja de lado la regla del art.
1074 del Código Civil que dispone que “Toda persona que por cualquier
omisión hubiese ocasionado un perjuicio a otro, será  responsable
solamente cuando una  disposición de la ley le impusiere la obligación de
cumplir el hecho omitido.” En consecuencia, se consagra como
incumplimiento a la omisión solamente en aquellos casos en que exista la
obligación legal de actuar. Por el contrario el funcionario siempre tendrá el
deber de obrar aunque su conducta no esté específicamente reglada en el
caso concreto, si ello es necesario para satisfacer la manda del ejercicio
regular de sus funciones.

Respecto al alcance del artículo 1112, las opiniones están divididas. Hay
quienes dicen que alude a la responsabilidad del Estado, mientras que
otros opinan que se refiere a la responsabilidad del funcionario público.

La jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia se ha inclinado por la


primera postura, o sea que el art. 1112 del Código Civil contempla en forma
expresa el supuesto de responsabilidad del Estado.
Responsabilidad Penal

Nace cuando el sujeto, el agente público, incurre en alguna de las


conductas que reprime el Código Penal. Esos delitos que prevé el Código
Penal vinculado con el agente público se clasifica en dos grupos: Delitos
propios del agente público y  Delitos cuya sanción se agrava al ser
cometidos por un agente público
Los delitos más relevantes después de la reforma al Código Penal a través
de la Ley 25188 de Ética en el Ejercicio de la Función Pública son:

* Cohecho: existe la participación de por lo menos dos personas: el


funcionario público que es quien acepta o recibe el dinero, dádiva o
promesa y el sujeto activo por la otra, que es quien hace el ofrecimiento
para corromper o intentar corromper al funcionario (Arts. 256 y 258
Código Penal).

El cohecho agravado (art. 257 Código Penal) es un delito cuyo bien jurídico
lesionado es la administración de justicia, es decir, el funcionario
involucrado es el magistrado del Poder Judicial o del Ministerio Público.

* Tráfico de influencias y soborno internacional: Es similar al cohecho. Es


un delito doloso que se consume con el sólo hecho de solicitar, recibir o
aceptar el dinero o la promesa para hacer valer la influencia frente al
funcionario público. El delito se agrava si la influencia es ante un
magistrado del Poder Judicial o el Ministerio Público.

* Enriquecimiento ilícito: El Art. 36 párrafo 5º de la Constitución Nacional


dispone que “Atentará asimismo contra el Estado democrático quien
incurriere en grave delito doloso contra el Estado que conlleve
enriquecimiento, quedando inhabilitado por el tiempo que las leyes
determinen para ocupar cargos o empleos públicos.”

Por su parte, el art. 268 inc. 2 del Código Penal sanciona el


enriquecimiento ilícito y dispone que “Se entenderá que hubo
enriquecimiento no sólo cuando el patrimonio se hubiese incrementado
con dinero, cosas o bienes, sino también cuando se hubiesen cancelado
deudas o extinguido obligaciones que lo afectaban.”

* Negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas: El


Art. 265 del Código Penal sanciona al “funcionario público que,
directamente, por persona interpuesta o por acto simulado, se interesare
en miras de un beneficio propio o de un tercero, en cualquier contrato u
operación en que intervenga en razón de su cargo.”

* Exacciones ilegales: El objeto del delito es el cobro de una contribución,


derecho o dádiva. El Código Penal en su art. 266 reprime al “funcionario
público que abusando de su cargo, solicitare, exigiere o hiciere pagar o
entregar indebidamente, por sí o por interpuesta persona, una
contribución, un derecho o una dádiva o cobrase mayores derechos que los
que corresponden.”

* Incumplimiento en la presentación de la Declaración Jurada


Patrimonial: El Código Penal (art. 268 inc. 3) sanciona a aquel funcionario
“que, en razón de su cargo estuviere obligado por ley a presentar una
declaración jurada patrimonial y omitiere maliciosamente hacerlo.”  Igual
sanción le cabe al funcionario que “maliciosamente falseare u omitiere
insertar datos que las referidas declaraciones juradas deban contener de
conformidad con las leyes y reglamentos aplicables.”

Responsabilidad Política
La Responsabilidad Política de los funcionarios públicos es de suma
importancia cuando se habla de la responsabilidad, ya que tiene una
incidencia directa en la ejecución de los fines del Estado.

Por lo tanto, donde haya un poder de gobierno, cualquiera que sea el


Estado de que se trate, debe haber una responsabilidad. Desde el
Presidente de la Nación, hasta el último de los funcionarios, son
responsables de sus actos.

Alberdi decía: ” La responsabilidad de los encargados de todo poder


público, es otro medio de prevenir sus abusos. Todo el que es depositario o
delegatario de una parte de la soberanía popular, debe ser responsable de
infidelidad o abusos cometidos en su ejercicio. Para que la responsabilidad
sea un hecho verdadero, y no una palabra mentirosa, debe estar
determinada por la ley con toda precisión; deben existir penas señaladas
para los abusos de los mandatarios, jueces que las apliquen y leyes que
reglen el procedimiento del juicio político…”

La Responsabilidad Política es la responsabilidad exigible de forma más


inmediata y que se rinde ante sí mismo, el electorado y el partido,
agrupación, coalición, etc. por cuya lista haya sido elegido en el cargo que
ocupa y se produce cuando por la conducta o actuación concreta de éste, se
hubiese producido un rechazo del electorado y de la propia ciudadanía en
general.
 
La forma habitual de ponerla en práctica es la dimisión voluntaria, y en
caso de que no lo hiciere voluntariamente, se realizará la conminación a la
renuncia al cargo que ocupa, por su conducta anómala de repercusión
pública.
No tiene un marco regulatorio expreso, sino que queda dentro del ámbito
de la ética política y personal de cada uno. Para evaluar la responsabilidad
política podemos:

* Aplicar los estatutos del partido o las líneas programáticas de


agrupaciones o coaliciones, o

* Analizar objetivamente los hechos, considerando y respetando las


razones individuales en que se haya fundado el funcionario para adoptar
una decisión que dio origen al problema, motivo de su responsabilidad
política.

Un tema que resulta controvertido, es la responsabilidad política de los


funcionarios del Poder Judicial, que ha dado lugar a opiniones
encontradas acerca de si existe o no responsabilidad política de esos
funcionarios.

Hay quienes opinan que no tiene responsabilidad política porque no toda


función del Estado es política, identificando a ésta como el “mando”, que
es inherente a los poderes Ejecutivo y Legislativo, mientras que al Poder
Judicial le atribuye la función de “control”

Otra postura es que los agentes judiciales tienen responsabilidad política,


que el Poder Judicial es un órgano del poder estatal, y sus
pronunciamientos deben proyectar la concepción doctrinaria que cubre a
la legislación y a la actividad estatal.
A la Responsabilidad Política la podemos relacionar con los privilegios de
ciertos funcionarios del Estado, entre los cuales encontramos los
privilegios colectivos, por ej. los que tienen las Cámaras del Congreso, y los
privilegios personales que son los que tienen las personas como por ej. la
inmunidad de opinión y expresión, la inmunidad de arresto, la dieta, etc.
Cuando alguno de estos funcionarios como Presidente, Vicepresidente,
Jueces, etc. incurren en algún acto o hecho ilícito y debe ser juzgado como
persona civil, previamente se debe juzgar su responsabilidad política a
través del juicio político para luego someterlo a la justicia ordinaria.

La destitución de un funcionario a través del juicio político no significa que


luego tenga que ser juzgado civil o penalmente, ya que puede que el
funcionario haya cometido un acto que genere desconfianza y sólo sea
destituido del cargo.
La Constitución Nacional en su artículo 53º, refiriéndose a la Cámara de
Diputados, dispone que “Sólo ella ejerce el derecho de acusar ante el
Senado al presidente,  vicepresidente,  al  jefe  de  gabinete de ministros,  a
los  ministros  y a los  miembros  de la  Corte  Suprema,  en  las  causas  de
responsabilidad que se intenten contra ellos,  por  mal  desempeño  o por 
delito en el ejercicio de sus funciones; o por crímenes comunes,  después
de haber conocido de ellos y declarado  haber  lugar  a la  formación  de
causa por la mayoría de dos terceras partes de sus miembros
presentes.” Idéntico criterio es adoptado a nivel provincial.

Por su parte, el artículo 59º Constitución Nacional, establece que “al


Senado corresponde juzgar en juicio público a los acusados por la Cámara
de Diputados, debiendo sus miembros prestar juramento para este acto.
Cuando el acusado sea el presidente de la Nación, el Senado será presidido
por el presidente de la Corte suprema. Ninguno será declarado culpable
sino a mayoría de los dos tercios de los miembros presentes.”

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